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Universidad Complutense de Madrid
Tomás Salvador Vives
Universidad Complutense de Madrid
LECCión INAUGURAL
DERECHO DE LA PROPIEDAD
INTELECTUAL Y DE LA COMPETENCIA
MISCELÁNEa
RESEÑAS Y JURISPRUDENCIA
I.
Tal como sugiere el título de esta lección, el examen de la corrupción, si
deseamos que sea científico, ha de ser abordado en su contexto político-
económico —la globalización— y ha de abarcar el examen crítico de las
respuestas con las que la afronta el sistema jurídico-penal. La hipótesis
de partida es que hoy la corrupción solo puede entenderse como fruto
de la economía globalizada: un mercado mundial único caracterizado
por el crecimiento exponencial de las transacciones internacionales y el
auge de los intercambios de divisas, por el desplome de los sistemas de
economía planificada, por la desregulación de las finanzas —impulsada
en su momento por Thatcher y Reagan— y su predominio sobre la
economía real, por el ritmo acelerado de la innovación y la comunicación,
o por la deslocalización de inversiones e iniciativas empresariales que se
desconectan de cualquier referencia territorial. Estos son factores que
identifican a la globalización, pero también explican el incremento de la
corrupción y sus contenidos específicos.
Una corrupción que hunde sus raíces y despliega sus efectos en el marco
globalizador, solo puede ser combatida en el plano estructural. Pero
ahí, la política penal se revela insuficiente: en ese combate es necesario
implementar políticas económicas dirigidas no ya a neutralizar las
* Doctor Honoris Causa de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Doctor en Derecho por la
Universidad Complutense de Madrid (España). Catedrático de Derecho Penal en la Universidad de
Cádiz (España). Correo electrónico: juan.terradillos@uca.es
12 manifestaciones epifenoménicas de la corrupción, sino, sobre todo, a
superar las limitaciones del sistema que la alberga.
II .
Los diferentes significados de la corrupción comparten un denominador
común: el etimológico. Corruptio es descomposición de una sustancia
orgánica. A partir de ahí, el término da cobijo a contenidos muy
distintos. El Código Penal del Perú, por ejemplo, a semejanza del español,
lo emplea en el ámbito de los delitos contra la indemnidad sexual de
los menores, del artículo 183. Pero también criminaliza, con nomen
iuris propio, dentro de los delitos contra la Administración Pública, la
«corrupción de funcionarios».
Como digresión hay que anotar que, en el Diccionario de la Real
Academia Española, la corrupción de funcionarios se define como
«práctica consistente en la utilización de las funciones y medios
—públicos— en provecho de sus gestores». Es una «práctica», un modo
de hacer las cosas, mientras que la «corrupción de menores» es, para
los académicos de la lengua, un delito. La diferente calificación refleja
la distinta valoración social, fuertemente peyorativa en el caso de la
corrupción sexual del menor, pero resignada cuando afecta, como un
mal menor naturalmente arraigado, a la gestión de la cosa pública.
Al margen de la corrupción de menores, las diferentes definiciones de
corrupción se agrupan en dos categorías básicas, según incorporen, o no,
la intervención de servidores públicos que actúan contra los intereses
colectivos. Las definiciones que lo hacen van referidas a la corrupción
política o pública; las que no lo hacen, son aplicables, también, a la
privada o corrupción entre particulares. Aquí nos vamos a mover en el
ámbito de la primera: de hecho es la que se maneja en los foros político-
criminales.
J ua n Ma r í a T e r r a d i l lo s B a s o co
III .
Pero afrontar la corrupción política, que es criminalidad «a dos», requiere
considerar no solo a los servidores públicos: hay que actuar también
sobre el otro pilar, la corrupción privada en que se asienta la pública.
Para hacerlo es imprescindible aceptar, como punto de partida, que la
gran criminalidad económica, normalmente organizada y supranacional,
J ua n Ma r í a T e r r a d i l lo s B a s o co
IV .
El estudio de las primeras, desde una perspectiva iuscomparatista, revela
un panorama definido, en términos generales, por un arsenal penal
insuficiente, por un procedimiento tan obsoleto como inadecuado, y por
notorias lagunas en el control de las administraciones públicas.
iv.1.
En derecho penal sustantivo comparado, los delitos de cohecho, tráfico
de influencias, enriquecimiento ilícito, peculado, y actividades prohibidas
a los funcionarios públicos constituyen el núcleo criminalizador esencial.
Todos están construidos en torno a la autoridad o funcionario que, en
el ejercicio de su cargo, actúa favoreciendo intereses privados, propios
y/o ajenos, en detrimento de los públicos, cuya tutela y promoción tiene
asignados. Pero la figura que encarna el paradigma de la corrupción es
el cohecho: prototípico delito de encuentro, en el lenguaje dogmático,
abarca —a través de sus modalidades de propio/impropio, activo/pasivo,
genérico/específico— conductas de gravedad diferente, pero con un
J ua n Ma r í a T e r r a d i l lo s B a s o co
IV.2.
Los instrumentos jurídico-procesales han evolucionado con más
parsimonia, incluso, que los penales sustantivos. En el ejemplo español,
la Ley de Enjuiciamiento Criminal, nacida en 1882, ha sido víctima
de continuas labores de parcheado que han difuminado sus perfiles
originarios, pero no han sido capaces de implementar un engranaje
apto para afrontar con agilidad y eficacia las modernas formas de
delincuencia. Y si bien la corrupción pública no es una novedad,
presenta hoy modalidades que ni remotamente pudieron estar en el
horizonte del legislador del siglo XIX. El propio presidente del Tribunal
Supremo español ha denunciado que nuestra legislación procesal «está
pensada para el robagallinas, no para el gran defraudador».
La generalización de la corrupción pública, la utilización por el poder
político de todos los resortes que maximicen la rentabilidad económica
y que garanticen la impunidad, la frecuente condición de «aforados»
de los responsables, la implicación —ya en el lado privado— de
complejas estructuras empresariales, generalmente transnacionales, las
dificultades de seguir el iter, también supranacional, de los instrumentos
y beneficios del delito son, solo a título de ejemplo, algunos de los
J ua n Ma r í a T e r r a d i l lo s B a s o co
IV.3.
La reforma de leyes y procedimientos penales aparece, pues, como
necesaria. Pero, dada la capacidad de autoprotección de los sujetos
implicados, la eficacia ha de buscarse, ante todo, extramuros del
sistema penal, utilizando preventivamente, en el ámbito político y
administrativo, medios de inspección y de control externo e interno de
la gestión pública, que la hagan más transparente. Es necesario empezar
por impulsar el protagonismo que, en una sociedad democrática,
corresponde a la ciudadanía, primera interesada en la eliminación de la
corrupción.
Hay que comenzar por el desmantelamiento de los nichos de gestación de
comportamientos corruptos: espacios de decisión política caracterizados
por la opacidad y, por tanto, al abrigo de la rendición de cuentas. Es
necesario enfrentar la confusión público-privado, de modo que las
decisiones políticas tienen inmediata traducción en la economía de los
J ua n Ma r í a T e r r a d i l lo s B a s o co
esas abusivas situaciones una ley de 2006. No parece, sin embargo, que
se hayan logrado éxitos relevantes. Desde esa fecha se han integrado en
los consejos de administración de grandes compañías eléctricas más de
40 altos cargos, entre ellos los expresidentes del Gobierno González y
Aznar. Entre 2007 y 2009 el Gobierno condonó deudas a estas empresas
por valor de 3000 millones de euros. Otro ejemplo: el actual Ministro de
Defensa ha suscrito, con la empresa armamentista en la que prestó sus
servicios hasta pocos meses antes de la asunción del cargo, 32 contratos.
El Ministerio no ha hecho público su importe total, aunque sí consta
que tres de ellos supusieron un gasto de siete millones de euros. Resulta
imprescindible compartir la advertencia del Grupo de Estados contra la
Corrupción del Consejo de Europa: estas idas y venidas —nos dice—
ilustran la necesidad de mejorar sustancialmente los mecanismos de
verificación de bienes e intereses.
V.
Las políticas hasta ahora aludidas, que actúan en el plano penal, en el
procesal, en el de control o en el de la transparencia, van dirigidas a
evitar que el político, en cuanto servidor público, utilice los poderes que
21
tiene legalmente conferidos para traicionar su función originaria. Pero Corrupción,
globalización y
sus resultados son limitados: las agencias especializadas insisten en que
derecho penal
la gran corrupción pública ha permanecido blindada, de hecho, frente al
económico
sistema penal. Cierto que, en España, por ejemplo, más de 2000 políticos
están imputados en 150 procesos penales abiertos por corrupción; pero
este dato no aminora la importancia del fracaso preventivo, más bien la
refuerza. Para el Consejo General del Poder Judicial, «la ineficiencia de
la Justicia Penal frente a los fenómenos de corrupción es patente». No
puede ser de otro modo: si la corrupción política es solo una modalidad
de criminalidad económica, las políticas preventivas no pueden limitarse
a actuar sobre los funcionarios, han de hacerlo también sobre el modelo
económico que los utiliza como instrumento.
Ese modelo, el de la desregulación propia de la globalización
económica, es el caldo de cultivo que garantiza la primacía de la
economía —privada— sobre las políticas públicas. Cuando estas se
subordinan a aquella, la corrupción se instala en las estructuras del
sistema. De ahí que el primer paso de una política preventiva eficaz sea
el fortalecimiento de la intervención estatal en la dinámica económica,
una vez admitido que la lex mercatoria, presentada por algunos como
principio racionalizador de la economía, en la práctica se identifica
con la ley de la selva, en la que el pez grande —el que mejor compite—
termina comiéndose al pez chico —el perdedor disfuncional—.
De este modo, la corrupción se advera como instrumento idóneo para
garantizar esas ganancias, en nombre de la eficiencia, que prefiere,
en obscenas propuestas funcionalistas, la comodidad de convivir con
J ua n Ma r í a T e r r a d i l lo s B a s o co
administraciones deshonestas y, por tanto, corruptibles a chocar con
poderes políticos democráticos que se nieguen a supeditar los intereses
de todos a los de unos pocos.
Corroborando estas evidencias, la crisis económico-financiera,
patente al menos desde 2008, se vio arropada por las administraciones
públicas, que prefirieron, mientras la bola de nieve se engrosaba a
ojos vista, mirar hacia otro lado y supeditar la tutela de los intereses
colectivos —sanidad, asistencia social, o educación— a la garantía de
las ganancias de los agentes más adaptados al mercado desregulado.
En ese momento, el capital financiero. En ese entorno desregularizado,
las grandes líneas de la política económica —que determina todas las
demás políticas— no las fijan los poderes públicos en coherencia con
los principios constitucionales, sino grandes conglomerados económicos
supranacionales que imponen sus decisiones —privadas— a Estados
VI .
Desde Ackerman y los estudios de análisis económico del derecho
sabemos que corrupción económica y política van juntas. Los modelos
dictatoriales aportan, paradigmáticamente, la evidencia de esta simbiosis.
La doctrina ha manejado el ejemplo del Perú de Fujimori y Montesinos:
corrupción política puesta al servicio de la criminalidad económica
J ua n Ma r í a T e r r a d i l lo s B a s o co
VII .
La lucha contra la corrupción política está condenada al fracaso si no
se corresponde con una conciencia social colectiva, identificada con los
valores y principios democráticos, intolerante con presuntos servidores
25
públicos que son, en realidad, palafreneros de intereses privados Corrupción,
globalización y
y decidida a castigarlos electoralmente. Pero los valores políticos
derecho penal
democráticos no pueden arraigar en contextos en los que prevalecen
económico
otros de signo diametralmente opuesto, por cuanto la globalización
neoliberal pretende eliminar del terreno de juego los bienes públicos y
comunes, la intervención pública y la política social; y todo ello en aras
del reino libre del mercado.
Si las tradicionales estrategias político-penales frente a la corrupción han
demostrado sus limitaciones, los poderes públicos se encuentran hoy
ante una disyuntiva polarizada: o amigable vecindad con la corrupción o
intervenciones en la estructura económica diseñada por la globalización
neoliberal. Considerar a la corrupción, en cuanto delito, tipificado o
tipificable en las leyes penales, como un problema jurídico y político-
criminal no agota todos los posibles acercamientos al fenómeno. La
corrupción, en cuanto destrucción de la ética colectiva, constituye
también un problema político-sociológico que refleja la degradación
de una sociedad que no cree en los valores ni respeta las reglas que
oficialmente proclama. La respuesta a la corrupción, en este nivel, exige
recuperar lo que todavía está vivo de nuestro sistema de legitimidad y
recobrar los valores de la democracia, podando las ramas muertas.
No se trata de atacar los palacios de invierno del modelo económico,
pero sí, al menos, de llevar a la realidad la base de nuestros textos
constitucionales. Los derechos humanos de primera, segunda y tercera
generación, los valores que inspiran la organización democrática de la
convivencia, los principios de funcionamiento que posibilitan la igualdad
J ua n Ma r í a T e r r a d i l lo s B a s o co
material de todos no pueden ceder ante los intereses económicos de unos
pocos. No es de recibo que, en desarrollo de las propuestas de impronta
neoliberal, los poderes públicos declinen sus obligaciones de gobernar,
dejando la dinámica de los procesos vitales, económicos, culturales, en
manos de mercados autorregulados, en los que la figura del ciudadano
—titular de derechos inalienables y dueño de un voto que, junto al de
los demás, determina las decisiones colectivas— ha sido sustituido por
un sujeto consumidor que, como mónada aislada, compite contra sus
iguales persiguiendo objetivos exclusivamente privados.
Frente al esquema liberal, el Estado Social de Derecho, que es el que
consagran nuestras Constituciones, es un Estado que regula, que, como
observa Baylos, interviene «activamente en la realidad social para la
construcción de un orden social igualitario». La política criminal no
puede pretender la construcción de ese orden a través del derecho penal
* Abogada por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Magíster en Derecho Internacional
Económico por la misma casa de estudios. Profesora de los cursos Patentes, en la Maestría en
Derecho de la Propiedad Intelectual y de la Competencia de la PUCP, y Propiedad Industrial, en
la Facultad de Derecho de la misma universidad. Consultora del Estudio Colmenares & Asociados
S.A.C. Correo electrónico: mcarana@colmenares.com.pe
30 III.3. CONCISIÓN.– III.4. Claridad y precisión de la descripción
de la solicitud de patente.– III.5. Examen de patentabilidad.–
III.5.1. Novedad.– III.5.2. Nivel inventivo.– III.5.3. Diferencias entre
novedad y nivel inventivo.– III.5.4. La obviedad en el nivel
inventivo.– IV. CRITERIOS GENERALES Y ESPECÍFICOS ENCONTRADOS
EN LOS INFORMES TÉCNICOS PARA CONCEDER O DENEGAR UNA PATENTE
DE INVENCIÓN.– IV.1. Investigación de casos: informes técnicos.–
IV.1.1. Casos de patente de invención en el área de biotecnología
y química.– IV.1.2. Casos de patente de invención en otros
campos de la tecnología.– V. CLASIFICACIÓN DE LOS CRITERIOS
GENERALES Y ESPECIFICOS EXTRAIDOS DE LOS CASOS EXAMINADOS.–
V.1. Criterios generales sobre claridad.– V.2. Criterios específicos
sobre claridad.– V.3. Criterios generales y específicos de nivel
inventivo.– VI. CONCLUSIÓN FINAL.– VI.1. SOBRE NIVEL INVENTIVO.–
VI.2. SOBRE CLARIDAD.
I . I n t r o d u cc i ó n : L a p r e s e n t a c i ó n d e u n a
s o l i c i t u d d e pa t e n t e h a s t a l l e g a r a l
examen de fondo
De acuerdo con la práctica nacional peruana de evaluación de una
solicitud de patente de invención1, además de cumplir con los requisitos
de patentabilidad que exige el artículo 14 de la Decisión 486: novedad,
nivel inventivo y aplicación industrial, la solicitud de patente de
invención debe cumplir con requisitos de redacción técnica como
claridad y concisión de la invención (artículos 28 y 30 de la Decisión
486), que esté completa y debidamente sustentada. Según el artículo 25
María del Carmen Arana Courre jolles
1 En el Perú existen dos modalidades de solicitud de patente de invención: una nacional, que se rige
por la Decisión 486 y su complemento el decreto legislativo 1075, y otra internacional que se rige
por el Tratado de Cooperación en materia de Patentes (19 de junio de 1970 con modificaciones
posteriores; PCT por sus siglas en inglés), del cual somos Estado contratante (el Perú se adhirió al
PCT el 6 de marzo y el 6 de junio entró en vigencia).
2 Dicho plazo podrá ser prorrogable por una sola vez a solicitud de parte, por un período igual, sin que
pierda su prioridad (artículo 39 de la Decisión 486).
II . Ex a m e n t é c n i c o d e e v a l u a c i ó n pa r a l a
María del Carmen Arana Courre jolles
c o n c e s i ó n d e u n a pa t e n t e d e i n v e n c i ó n
El examen técnico constituye una de las etapas más importantes
del procedimiento de solicitud de una patente de invención, ya que
consiste en la evaluación que realiza el examinador3 de todos los
documentos técnicos presentados con la solicitud de patente. Evalúa
la memoria descriptiva y las reivindicaciones, tanto en términos de
su redacción como del cumplimiento de los requisitos de ley (de
los impedimentos como de la patentabilidad) y tiene en cuenta los
criterios del Manual andino de patentes4 y del Manual para la formación
de examinadores de patentes del Perú. En el informe técnico emitido por
el examinador se consignan todos los datos básicos de la solicitud de
3 El examen técnico es realizado por el examinador de fondo: «persona entrenada en el análisis técnico
que cuenta con los conocimientos necesarios para determinar si una invención es susceptible de ser
protegida mediante una patente, debiendo pronunciarse si esta cumple con los requisitos previstos
en la legislación» (Bazán Leigh, Sylvia & Pamela Ferro Cornejo. Manual para la formación de
examinadores de patentes en el Perú. Lima: Indecopi/USAID, 2012, p. 76).
4 Manual para el examen de solicitudes de patentes de invención en las oficinas de propiedad
industrial de los países de la Comunidad Andina. Quito: Secretaría General de la Comunidad
Andina/Organización Mundial de la Propiedad Intelectual/Oficina Europea de Patentes, 2004. Nos
referiremos a este documento en adelante como el Manual andino de patentes.
III . D e f i n i c i o n e s d e co n c e p to s pa r a e n t e n d e r
l a r e a l i z a c i ó n d e l e x a m e n t é c n i co
III.1. Reivindicaciones
El Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina entiende que las
reivindicaciones son las características técnicas de la invención para la
cual se reclama la protección jurídica mediante el otorgamiento de la
patente6. Las reivindicaciones constituyen la parte más importante de
una solicitud de patente, dado que son las que determinan el alcance
de la protección y definen el objeto para el cual se solicita la protección
5 Para realizar la evaluación de los impedimentos de patente, el examinador debe leer el contenido de
cada reivindicación y ver si constituyen o no invenciones conforme se establece en el artículo 15 de la
Decisión 486, donde se consigna una lista prescriptiva de lo que no es invención. Asimismo, analiza
si las reivindicaciones contienen materias que no pueden ser patentadas y si se ven afectadas por
alguna de las prohibiciones de patentes (artículos 20 y 21 de la Decisión 486).
6 Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina. Proceso 43-IP-2014. Quito, 18 de junio de 2014,
conclusión tercera, p. 27.
7 Ramella, Agustín. Tratado de la propiedad industrial. Madrid: Hijos de Reus Editores, 1913.
8 Díaz Velasco, Manuel. Concesión y nulidad de patentes de invención. Madrid: Ibarra, 1946, p. 190.
9 Baylos señala al respecto lo siguiente: «Cuando la descripción que consta en la memoria no permite
la ejecución del objeto de la patente el inventor incumple su obligación fundamental de llevar a cabo
una comunicación precisa y suficiente del invento que constituye, en un sentido estrictamente jurídico,
la causa de la concesión, ante lo cual, la patente deviene nula» (Baylos Corroza, Hermenegildo.
Tratado de derecho industrial. Madrid: Civitas, 1978, p. 745).
10 El APCPE concluyó las negociaciones en diciembre de 2005 y fue aprobado posteriormente por el
Congreso del Perú (2006) y los Comités y Cámaras correspondientes de EE.UU. en 2007. Entró en
vigencia en el Perú el 1 de febrero de 2009, según decreto supremo 009-2209-MINCETUR, publicado
en el diario El Peruano el 17 de enero de 2009.
11 A veces, la memoria descriptiva puede no cumplir con el requisito de suficiencia porque se refiere a
un material biológico. En estos casos de invenciones referidas a un producto o a un procedimiento
relativo a un material biológico, que no pueden describirse de manera que pueda ser comprendida y
ejecutada por una persona capacitada en la materia técnica, la descripción deberá complementarse
con un depósito del material e indicar el nombre y dirección de la institución de depósito, la fecha
del depósito, y el número de depósito atribuido por tal institución. «El depósito del material biológico
solo será válido para efectos de la concesión de una patente si se hace en condiciones que permita
a cualquier persona interesada obtener muestras de dicho material» (Manual andino de patentes,
p. 33).
12 Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina. Ob. cit., p. 28.
13 Bazán Leigh, Sylvia & Pamela Ferro Cornejo. Ob. cit., p. 101. En el mismo manual se expone un
ejemplo de falta de concisión, en la solicitud de patente de invención referida a un «Equipo ahorrador
de energía eléctrica en sistemas de iluminación que utilizan lámparas de descarga gaseosas»: «Se
objetó la reivindicación 2 por referirse al mismo equipo ahorrador de energía eléctrica que cumpliría
deben usar los términos del experto en la materia. La redacción debe ser
específica, sin errores, omisiones o reiteraciones.
Tanto en el Manual andino de patentes de la OMPI como en el Manual
para la formación de examinadores de patentes en el Perú se especifica que
la claridad es un criterio que se aplica a la redacción de la descripción
y de las reivindicaciones para que el examinador pueda comprender
el significado de los términos en el campo técnico específico y el
alcance de la protección del invento sin confusión. Así, por ejemplo,
en el Manual andino de patentes se señala que son términos imprecisos:
«aproximadamente», «alrededor de»; esta misma indicación ha sido
recogida en el Manual de la OMPI de redacción de solicitudes de patente15.
subjetivos, relacionados con características optativas tales como las expresiones «preferentemente»,
«por ejemplo», o «más particularmente», deben ser analizados con cuidado para asegurar que no
introduzcan ambigüedad.
16 En el Manual para la formación de examinadores de patentes en el Perú, cuando se trata la claridad,
se señala que no se admiten, además de los términos imprecisos y con sentido relativo (sólido,
delgado, alto), términos opcionales como «preferentemente», «preferiblemente», «por ejemplo», «en
especial», «tal como», que son los términos que preceden a una característica de la reivindicación y
que se deben interpretar como no limitativos. Estos términos pueden ser aceptados siempre que no
generen ambigüedad (Bazán Leigh, Sylvia & Pamela Ferro Cornejo. Ob. cit., pp. 98-99).
17 Manual andino de patentes, p. 32.
18 Ibídem, pp. 32-33.
III.5.1. Novedad
Según lo establecido en el artículo 16 de la Decisión 486, el requisito de
novedad exige que la invención no esté comprendida en el estado de la
técnica, el cual comprende el conjunto de conocimientos tecnológicos
Para que una invención sea novedosa se requiere que no esté comprendida
en el estado de la técnica. Es necesario que ni la innovación ni los
conocimientos técnicos que de ella se desprenden hayan sido accesibles
al público antes de la fecha de presentación de la solicitud de patente
o de la prioridad reconocida. Se asume para ello que la difusión de la
información mencionada debe ser detallada y suficiente para que una
persona versada en la materia pueda utilizar esa información a fin de
explotar la invención. El Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina,
en el Proceso 38-IP-2012, de fecha 01 de junio de 2012, y en el Proceso
09-IP-2014 de fecha 13 de mayo de 2014, ha establecido las siguientes
Comentario:
Para evaluar el nivel inventivo, se considera el criterio de diferencia
ventajosa que deben mostrar las limitaciones de la fórmula con respecto
47
a los documentos del estado de la técnica (D1 a D3) y se exige el Criterios para
requisito probatorio (de ensayos experimentales) de la superioridad obtener la
farmacológica del compuesto de selección frente a la técnica anterior19. concesión de
Así, encontramos un criterio para el área de química: se debe probar la una patente de
diferencia ventajosa con respecto a lo divulgado. invención en el
Perú
Caso 3. Expediente 992-2006/OIN, iniciado el 15 de agosto de
2006. «Formulación que contiene una combinación de valsatran y Criteria for
amilodipina». Denegada por resolución 55-2009/DIN de fecha 15 de obtaining
setiembre de 2009. Informe técnico: PCG 22-2009/A. the grant of
a patent of
Nivel inventivo: invention in
Peru
Tanto en el informe PCG 22-2009/A como en la resolución 55-2009/
DIN, se exige, para evaluar el nivel inventivo, demostrar que las dosis
seleccionadas en la solicitud de patente tienen ventajas con respecto al
rango propuesto por el estado de la técnica divulgado en el D4.
En el informe técnico se considera que todas las combinaciones
comprendidas de la invención anterior divulgada tienen mejores
resultados. Así, las selecciones de la presente invención no ostentan
una ventaja respecto de las demás selecciones que se pueden realizar
conforme a lo divulgado en el D4, por lo que no existe altura inventiva.
El criterio para evaluar el nivel inventivo es el efecto inesperado o
sorprendente.
21 Expresiones similares tales como: «Es capaz de destruir una célula CD38 por apoptosis, citotoxicidad
mediada por la célula dependiente del anticuerpo (ADCC) y citotoxicidad dependiente del
complemento (CDC), es capaz de destruir dicha célula CD38 por apódosis en ausencia de células
del estroma o de citocinas», «Es capaz de destruir más de 62% de células DND-41 de leucemia por
apoptosis en ausencia de células del estroma o de citocinas derivadas del estroma», «Es capaz de
destruir más del 27% de las células UNDVL de linfoma».
V. C l a s i f i c a c i ó n d e lo s c r i t e r i o s g e n e r a l e s
y específicos ex tr aídos de los c asos
examinados
En cada uno de los casos estudiados (alrededor de 25, 12 ilustrados),
hemos identificado criterios de patentabilidad sobre claridad y nivel
inventivo (generales y específicos). Dichos criterios, señalados por
los examinadores técnicos, pueden servir de ayuda a los inventores,
solicitantes, representantes y/o agentes para evitar o levantar las
objeciones que se notifiquen con el examen técnico en el procedimiento
de sus solicitudes de patente de invención. A continuación presentamos
María del Carmen Arana Courre jolles
VI . C o n c l u s i ó n f i n a l
VI.1. Sobre nivel inventivo
Luego de haber revisado los exámenes técnicos e identificado los diversos
criterios del examinador, podemos concluir que los requisitos de nivel
inventivo permiten al examinador determinar si con los conocimientos
técnicos que existían en el momento de la invención se hubiese podido
llegar de manera evidente a dicha invención o si el resultado al problema
planteado hubiese sido obvio para el examinador, que es una persona
María del Carmen Arana Courre jolles
Abstract: This article analyzes the trade name function as a distinctive sign of
the economic agents, and the use of it, having in consideration the problems
with the confusion between legal entity name, label or business sign, and
service mark. Furthermore, it discusses the origin of the exclusive right to a
trade name, the proof of its use, and the effects when use of the sign ceases.
Key words: trade name – legal entity name – label or business sign – service
mark – proof of use
I . N at u r a l m e n t e , u n a r t í c u lo ( j u s t i f i c a c i ó n y
advertencia)
En el año 1997 incursionamos en el estudio de un signo distintivo poco
analizado o cada vez menos comprendido, a pesar del crecimiento
1 Pazos, Javier. Sobre el nombre comercial y su regulación en el Perú. Gaceta Jurídica, 44 (1997).
2 Así lo plantea, por ejemplo, Pires, Nuno. The TRIPS Regime of Trademarks and Designs. Austin:
Kluwer Law International, 2011, pp. 14ss.
3 Véase: Bercovitz, Alberto. Las marcas y los derechos de propiedad industrial en el mercado único.
En: Alberto Bercovitz (coord.). Marca y diseño comunitarios. Pamplona: Aranzadi, 1996, p. 31.
4 Sobre el particular, véase: Botana, Manuel. La protección de las marcas internacionales. Madrid:
Marcial Pons, 1994, pp. 11ss.
II . L a r a z ó n d e s e r d e l n o m b r e c o m e r c i a l y l a
p r o b l e m át i c a d e s u c o n c e p t u a l i z a c i ó n
(a propósito del nombre social de la
persona jurídica)
De lo que hay que partir es de que el nombre comercial es un signo
distintivo que nos remite al empresario en su actividad económica
y, por tanto, y en ello seguimos a Ascarelli, es un signo distintivo
propio de un sujeto de derecho en un ámbito particular, esto es, en la
actividad de gestión de la empresa (entendemos, en su acepción lata),
pero, y finalmente, del agente económico en su condición de persona
J av i e r M i h a i l Pa z o s H aya s h i d a
5 Véase, sobre la referencia, de Miguel Asencio, Pedro. Contratos internacionales sobre propiedad
industrial. Madrid: Civitas, 2000, p. 43.
6 Sherwood, Robert. Propiedad intelectual y desarrollo económico. Buenos Aires: Heliasta, 1992,
p. 185.
7 Véase: Ascarelli, Tullio. Teoría de la concurrencia y de los bienes inmateriales. Barcelona: Bosch,
1970, p. 360.
8 Sobre el tema de los atributos en cuestión, véase: Dinwoodie, Graeme & Mark Janis. Trademarks
and Unfair Competition. Law and Policy. Nueva York: Aspen Publishers, 2007, pp. 797ss.
9 Citado por Aracama, Ernesto. Esquema del nombre comercial. En: Autores varios. Los retos de la
propiedad industrial en el siglo XXI. Lima: Desa, 1996, pp. 201 y 202.
10 Véase: Carrillo, Jesús y Francisco Morales. La propiedad industrial. Bogotá: Temis, 1973, p. 252.
11 Véase: Miranda Serrano, Luis María. Denominación social y nombre comercial. Funciones y
disfunciones. Madrid: Marcial Pons, 1997, pp. 74–77. Es interesante que Carrillo y Morales terminen
también reconociendo, a pesar del carácter general de su planteamiento, que el nombre comercial
funciona como un canalizador de la clientela. Al respecto, véase: Carrillo, Jesús & Francisco
Morales. Ob. cit., p. 253.
12 En este sentido se pronuncia Rivera, Julio César. El nombre en los derechos civil y comercial.
Buenos Aires: Astrea, 1979, p. 121.
13 Véase: Schmidt-Szalewski, Joanna & Jean-Luc Pierre. Droit de la propiété industrielle. París: Litec,
2001, pp. 201-202. Los autores citados analizan la problemática concreta del conflicto entre las
marcas y los derechos de la personalidad.
14 Véase: Ascarelli, Tullio. Ob. cit., pp. 377-378.
15 Véase, precisamente sobre esto, Ruipérez de Azcárate, Clara. El carácter distintivo de las marcas.
Madrid: Reus, 2008, p. 125.
16 Sobre el particular, sobre todo en relación con los mecanismos de protección, véase: Sousi, Gerard.
Les associations. París: Dalloz, 1985, pp. 220ss.
17 Elzaburu, Alberto & Jesús Gómez Montero. Nombre comercial. En: Xavier O’Callaghan & otros.
Propiedad industrial. Teoría y práctica. Madrid: Editorial Centro de Estudios Ramón Aceres, 2001,
p. 235.
18 Y, en el caso del nombre civil, reafirmando su carácter de atributo de la personalidad, puede
remarcarse la diferencia con el nombre comercial y, en general, con el uso que se haga de la imagen
y el nombre de la persona para fines comerciales. Véase, sobre el particular, Igartua, Fernando. La
apropiación comercial de la imagen y del nombre ajenos. Madrid: Tecnos, 1991, pp. 76ss.
19 Sobre la concurrencia de nombre social y nombre comercial, partiendo de la diferencia de su
naturaleza, véase: Pérez de la Cruz, Antonio. Derecho de la propiedad industrial, intelectual y de la
competencia. Madrid: Marcial Pons, 2008, pp. 43ss.
20 Sobre las cuestiones contractuales y el derecho de autorizar la explotación por parte de terceros,
véase: Schmidt-Szalewski, Joanna & Jean-Luc Pierre. Ob. cit., pp. 234ss.
21 Véase, en torno a la franquicia y al fenómeno del merchandising, Sena, Giuseppe. Il nuovo diritto dei
marchi. Marchio nazionale e marchio comunitario. Milán: Giuffrè, 2001, pp. 183ss.
22 Aunque trasciende al objeto de este trabajo, sobre ello puede verse la resolución 858-2004/
TPI-INDECOPI. Hay que considerar que una persona natural puede ser titular de un nombre
comercial, en tanto su actividad como empresario individual será promocionada a través del signo
distintivo. Pero, al igual que ocurre con el nombre comercial, en este caso hay una diferencia entre el
nombre civil del sujeto y el signo distintivo. Nuevamente, en este caso, el nombre civil individualiza al
sujeto de derecho, mientras que el nombre comercial cumple una función promocional.
23 A esto puede sumarse el contenido del artículo 136, e) de la Decisión 486 relativo a la prohibición
de registrar como marcas los signos que afecten la identidad o el prestigio de personas jurídicas
con o sin fines de lucro, norma aplicable al caso de los nombre comerciales y que denota, una vez
más, la vocación de la normativa comunitaria de diferenciar uno y otro fuero. Cabe precisar que
la prohibición en cuestión se ha trabajado con acuciosidad, y mayor detalle, en diversos sistemas
jurídicos. Sobre ello, véase: Fernández-Nóvoa, Carlos. Tratado sobre derecho de marcas. Madrid:
Marcial Pons, 2004, pp. 248-250; Martínez Sanz, Fernando. Nombre comercial, denominación de
personas jurídicas y nombre de dominio. En: Francisco Alonso Espinoza (coord.). El nuevo derecho
de marcas. Granada: Comares, 2002, p. 129.
24 Como ejemplo, véase la resolución 0068-2011/TPI-INDECOPI.
25 Se ha dejado de lado, hace mucho tiempo, la falaz equiparación entre el ánimo de lucro y su
vinculación con una actividad económica particular que genere ganancias. De hecho, la doctrina en
materia de personas jurídicas y, en concreto, algunos sistemas jurídicos han concienciado tal idea.
Sobre el particular, y a título de ejemplo, véase: de Salas, Sofía. Las asociaciones sin ánimo de lucro
en el derecho español. Madrid: Centro de Estudios Registrales, 1999, pp. 301ss; Pérez Escolar,
Marta. La actividad económica de las fundaciones. Tensiones legislativas e interés general. Navarra:
Thomson-Civitas, 2008, pp. 32ss.
26 McCarthy, J. Thomas. Trademarks and Unfair Competition. Tercera edición. Nueva York: Clark
Boardman Callaghan, 1992, tomo I, 9.11.
27 Ibídem, 9.10ss.
28 Véase: Río Barro, José Luis. Concepto, función económica y clases del rótulo de establecimiento.
Actas de Derecho Industrial, 10 (1984-1985), p. 150.
29 Véase: Elzaburu, Alberto & Jesús Gómez Montero. Ob. cit., p. 265.
34 Bertone y Cabanellas indican que «la mera colocación de un signo en un local u otro edificio no
constituye uso de una designación. Para que exista tal uso es preciso que, junto con tal signo, exista
una actividad a la que el mismo se refiera». Véase: Bertone, Luis & Guillermo Cabanellas. Derecho
de marcas. Marcas, designaciones y nombres comerciales. Buenos Aires: Heliasta, 1989, tomo II,
p. 473.
35 Dejamos de lado, por no ser parte de este estudio, la problemática vinculada a los nombres de
dominio y el potencial conflicto con los nombres comerciales. Basta afirmar que dicha cuestión puede
incrementar la situación de conflicto con el nombre social de la persona jurídica, complejizando
el escenario que estamos evaluando. En todo caso, sobre el particular, véase: Carbajo Cascón,
Fernando. Conflicto entre signos distintivos y nombres de dominio en Internet. Pamplona: Aranzadi,
1999, pp. 82ss y 122-125.
36 Ascarelli, Tullio. Ob. cit., pp. 357–358.
40 Para el tema en cuestión, puede revisarse Vilalta, Esther & Rosa Méndez. Ob. cit., pp. 22-23.
41 Puede verse la resolución 0441-2013/TPI-INDECOPI. Hay que precisar que, aunque dicha resolución
se refiere a la cancelación del registro de una marca de producto, el razonamiento es el mismo, dado
que, en la práctica, se está utilizando un nombre comercial.
42 Véase: Elzaburu, Alberto & Jesús Gómez Montero. Ob. cit., pp. 249-250.
45 Puede verse, en relación con las diferencias de los signos, la resolución 568-2013/TPI-INDECOPI.
46 Véase: Feged, Germán. El nombre comercial. Bogota: Pontificia Universidad Javeriana, 1966, p. 33.
47 Ibídem, pp. 33 y 34.
48 Véase: Giner, César. El derecho de la competencia, comercio electrónico y marcas. Valencia: Tirant
lo Blanch, 2014, pp. 136ss. Subraya Giner que, en estos casos (el autor se refiere específicamente
a marcas, pero el razonamiento es aplicable al nombre comercial), nos encontramos con lo que él
llama la «confusión de las confusiones» cuando estamos ante acciones vinculadas a la competencia
desleal o aquellas vinculadas con el derecho de marcas. Sobre el particular, reitera el planteamiento
relativo a la necesidad de protección de bienes inmateriales que, por su carácter, no sean protegibles
por las reglas de la propiedad industrial, dado que sería posible, en todo caso, proteger al agente
económico bajo las reglas de la represión de la competencia desleal. El punto es que, en un sistema
de registro constitutivo, el razonamiento referido a las marcas sería perfectamente aplicable al
nombre comercial en este tema.
53 Coincidimos en este punto con Ascarelli, quien considera que no es oportuno tomar el registro
como criterio fundamental para dilucidar los conflictos relativos a los nombres comerciales. Véase:
Ascarelli, Tullio. Ob. cit., p. 371.
54 Véase: van Innis, Thierry. Les signes distinctifs. Bruselas: Larcier, 1997, pp. 41ss.
55 Aunque con un argumento efectista sobre el tema, se puede confrontar la resolución 387-1998/
TPI-INDECOPI.
56 Tal razonamiento puede apreciarse, en relación con los signos en general, en Bercovitz, Alberto.
Ob. cit., pp. 31-32.
57 Véase: Ascarelli, Tullio. Ob. cit., pp. 363-365. Sobre el tema de la protección territorial, también es
interesante la Sentencia de la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República,
de 25 de Mayo de 2010, recaída en el expediente 001689-2009.
58 Sobre ello, véase resolución 0585-2014/CSD-INDECOPI.
59 A título meramente referencial, véase resolución 0441-2005/TPI-INDECOPI.
60 Nos referimos a la presunción posesoria del artículo 915 del Código Civil peruano. De acuerdo con
tal norma, por ejemplo, si se declaró el 10 de febrero de 2000 como fecha del primer uso del nombre
comercial, y al momento de hacer valer un derecho sobre el mismo en el año 2015 se acreditó el
uso en dicho año, se podrá presumir, salvo prueba en contrario, que el signo en cuestión se vino
usando entre 2000 y 2015. Puede verse sobre el tema la resolución 1355-2013/TPI-INDECOPI. En
J av i e r M i h a i l Pa z o s H aya s h i d a
esta resolución, la Sala se remite al «principio de presunción de veracidad» para concluir que se ha
utilizado el signo durante el período en cuestión. Dada la especialidad de la presunción posesoria
del artículo 915 del Código Civil, consideramos que no era necesario recurrir a una referencia con
carácter tan general y, en todo caso, ambiguo.
61 Precisamos que Rivera afirma que el registro solo tendría como función facilitar a los comerciantes el
conocimiento de los nombres comerciales existentes. En ello disentimos de él. Véase: Rivera, Julio
César. Ob. cit., p.129.
62 Véase la resolución 0942-2006/TPI-INDECOPI. Lo anecdótico de esta resolución es que indica que la
protección del nombre comercial está determinada por su ámbito territorial, ya que luego se presenta
como excepción el registro del signo previamente usado cuya protección tendría alcance nacional,
puesto que, se afirma, de no ser así, en la solicitud de registro tendría que indicarse el ámbito en el que
se desarrolla la actividad económica. Hay que notar que en esto se está confundiendo, precisamente,
el contenido de la información registral y las consecuencias jurídicas que emanan del registro con
el derecho sobre el signo distintivo. Así, el que en la solicitud no figure el ámbito de influencia del
nombre comercial se debe a que ello, en sí, resultaría poco práctico, debido, primero, a que nos
encontramos con algo absolutamente dinámico que se desarrolla en la actuación concurrencial y
que puede modificarse un tiempo después del registro, con lo que el desfase con la realidad sería
manifiesto; y, segundo, debido al incremento de los costos de transacción del administrado que
pretenda acreditar su ámbito de actuación, a lo que se suma el problema de la constatación de
tal situación por parte de la administración. Pero la observación a esta resolución no queda ahí:
curiosamente, cuando se refiere a la «excepción» planteada, se vuelve a afirmar que la protección al
nombre comercial está supeditada a su uso real y efectivo.
que evite tanto la dilución de su fuerza distintiva como su aprovechamiento indebido por terceros.
Dicha protección implicará la ruptura de los principios de especialidad y territorialidad, puesto que
la protección especial a los nombres comerciales notoriamente conocidos, y en general la referida
a todo signo distintivo que goce de tal calidad, busca evitar un aprovechamiento indebido de dicha
notoriedad por terceros no legitimados, o la dilución de la fuerza distintiva o del valor del signo en
cuestión. Sobre ello, véase: Pazos, Javier. Ob. cit., p. 74c.
66 Viene al caso lo contemplado en la Ley General de Sociedades. El artículo 9, referido al nombre
social, prohíbe la adopción de una denominación que contenga, entre otras cosas, signos distintivos,
entre los que se incluye a los nombres comerciales, salvo que se demuestre estar legitimado para
ello. Podemos indicar que la norma busca evitar un posible perjuicio a los titulares de nombres
comerciales, para el caso que nos convoca, ya que, si bien ambas instituciones son distintas y se
mueven en planos distintos, hay supuestos en que terceros podrían aprovecharse de esta situación
indebidamente. Sin embargo, la pretendida protección, además de absurda, sería imposible de
practicar, en la medida en que no hay una forma segura de conocer todos los nombres comerciales
existentes, al no requerirse el registro para obtener el derecho de exclusiva sobre los mismos. Y aun
refiriéndonos a signos distintivos en general, y asumiendo que el registro contemplase a todos, el
registrador público de personas jurídicas societarias no tendrá los mecanismos para hacer efectiva tal
prohibición. El registro de signos distintivos en nuestro país está gestionado por el Instituto Nacional
de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), mientras
que el registro de personas jurídicas, en el caso de las sociedades, se hace en la Superintendencia
Nacional de los Registros Públicos (SUNARP). La información de un registro y la del otro son
independientes. En tal medida, la norma solo tendría un alcance ex post.
una relación con los consumidores son una importante prueba de uso.
Así, resulta importante la publicidad encaminada a dar a conocer la
Finalmente, como indica van Innis, queda claro que, si el derecho sobre
el nombre comercial se adquiere con el uso, el dejar de usarlo extinguirá
71 Si bien no se refiere sino a marcas, puede consultarse a título ilustrativo, sobre la problemática del
uso de los signos, Dinwoodie, Graeme & Mark Janis. Ob. cit., pp. 215ss.
72 Se debe recordar, sin embargo, que las pruebas a considerar deben estar encaminadas a confirmar
el uso de un nombre comercial y no el uso de una marca de servicio u otro signo.
73 Puede cotejarse, a título ilustrativo, las resoluciones 1490-2009/TPI-INDECOPI, 1109-2012/
TPI-INDECOPI y 1355-2013/TPI-INDECOPI.
74 Véase resolución 0642-2004/TPI-INDECOPI.
75 Véase resolución 0252-2013/TPI-INDECOPI.
76 Véase resolución 417-2002/TPI-INDECOPI.
77 Véase resolución 1355-2013/TPI-INDECOPI. Ahí se subraya precisamente la irrelevancia de la
documentación de uso interno de la persona jurídica a fin de acreditar el uso del nombre comercial.
78 Véase resolución 1262-2012/TPI-INDECOPI. En dicha resolución se indica que las pruebas para
determinar el uso deben servir para demostrar la identificación efectiva del nombre comercial con las
actividades económicas relativas al registro.
79 Véase resolución 1180-2013/TPI-INDECOPI. En este caso, se evalúa el uso anterior a la acción de
oposición al registro, por lo que esta no procede.
80 Sobre la intensidad del uso, véase: Bertone, Luis & Guillermo Cabanellas. Ob. cit., pp. 476ss.
Abstract: Based on the recent damage done to the murals in the Centre of
Lima, this article analyzes the conflict that can occur between the moral right
of authors to the integrity of their work and the property rights of the holders
of the support containing the intellectual creation. Criteria are provided to
analyze conflicts in which murals are involved. Finally, the infringement of
moral right of integrity is discussed.
II . Lo s m u r a l e s y g r a f i t i s o r i g i n a l e s co m o
o b r a s p l á s t i c a s s u s c e p t i b l e s d e p r ot e cc i ó n
p o r e l D e r e ch o d e A u t o r
Los murales son representaciones o imágenes que utilizan muros o
paredes como soporte. Dichas imágenes normalmente se realizan
con pintura, aunque también pueden utilizarse cerámicos, azulejos,
1 Para conocer mayores antecedentes sobre el origen de este mural, sugerimos revisar: Rostworowski,
María. Pachacamac y el Señor de los Milagros. Una trayectoria milenaria. Lima: IEP, 1992, pp. 150-151.
2 Al respecto, véase: Tord, Luis Enrique. Teodoro Núñez Ureta. Pintura mural. Lima: Banco Industrial
del Perú, 1989.
3 Montezuma, Oscar. Murales y derechos de autor (http://www.blawyer.org/2015/03/14/murales-y-
derechos-de-autor/).
4 Un relato detallado de los hechos puede verse en Murillo, Javier. Lo que un alcalde se llevó de Lima:
crónica de un atentado contra los derechos de autor y los murales perdidos (http://www.parthenon.pe/
privado/mercantil/lo-que-un-alcalde-se-llevo-de-lima-cronica-de-un-atentado-contra-los-derechos-
de-autor-y-los-murales-perdidos/).
5 En dicho precedente se añade lo siguiente: «No será considerado individual lo que ya forma parte
R aú l S o ló r z a n o S o ló r z a n o
del patrimonio cultural (artístico, científico o literario) ni la forma de expresión que se deriva de la
naturaleza de las cosas ni de una mera aplicación mecánica de lo dispuesto en algunas normas
jurídicas, así como tampoco lo será la forma de expresión que se reduce a una simple técnica o a
instrucciones simples que solo requieren de la habilidad manual para su ejecución.
En consecuencia, no todo lo producido con el esfuerzo de su creador merece protección por derechos
de autor. Igualmente aun cuando exista certeza de que una creación carente de individualidad ha sido
copiada textualmente, tal circunstancia no convierte a esta en obra».
6 Luego del daño que sufrieron los murales del Centro de Lima, el programa «7.3 Noticias» del Canal TV
Perú difundió el 19 de marzo de 2015 las declaraciones de la Ministra de Cultura, Diana Alvarez-Calderón,
quien textualmente afirmó lo siguiente: «Es que, el grafiti o murales pintados en la ciudad nacen como
un arte que viene más bien de la calle, no es un arte que se hace para perdurar. Es lo que yo entiendo
del grafiti aquí y en cualquier parte del mundo es casi un arte marginal en su origen porque, digamos,
permite a quien hace uso del grafiti expresarse a través de un muro […]». Posteriormente, cuando la
entrevistadora le consulta si el grafiti es arte, la Ministra responde de la forma siguiente: «No estoy
diciendo que no sea arte. Digo que, en su origen, el grafiti nace como una expresión que nace de la calle y
nace para no perdurar. Es decir, hemos visto grafiteros en el mundo con obras muy importantes, grandes
artistas en grandes ciudades y también digamos de la misma manera que acá han sido borrados porque
no nacen con el fin de perdurar, digamos, no es la Capilla Sixtina, es arte de la calle, es arte marginal,
de protesta de alguna manera pero no es, digamos, patrimonio cultural de la nación» (transcripción de
la entrevista que está disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=FwAO7NoAltI). Ante dichas
III . D e r e ch o m o r a l d e i n t e g r i d a d d e l o s
autores de los mur ales
Los derechos morales reconocidos en el decreto legislativo 822, a
diferencia de los derechos patrimoniales, son perpetuos, inalienables,
101
inembargables, irrenunciables10 e imprescriptibles11. Asimismo, de En torno al
acuerdo con el artículo 22, la lista cerrada de derechos morales comprende derecho moral
del autor a
al de divulgación, paternidad, integridad, modificación o variación,
la integridad
retiro de la obra del comercio y acceso. Nosotros nos concentraremos
de su obra:
en el derecho moral de integridad12, por medio del cual, el autor ostenta,
reflexiones a
incluso frente al adquirente del objeto material que contiene la obra, la
propósito del
facultad de oponerse a toda deformación, modificación, mutilación o daño efectuado
alteración de la misma13. a los murales
Sobre el derecho moral de autor, conviene añadir que el Convenio de en el Centro de
Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas dispone en Lima
su artículo 6 bis que, con independencia de los derechos patrimoniales Regarding the
del autor, e incluso después de la cesión de dichos derechos, el autor moral right of
conservará la facultad de reivindicar la paternidad de la obra y de the authors to
oponerse a cualquier deformación, mutilación u otra modificación de la the integrity
misma o a cualquier atentado a la misma que cause perjuicio a su honor of their work:
o a su reputación. Asimismo, la Decisión 351 (Régimen Común Andino reflections
sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos) establece en su artículo about the
11, inciso c, que el autor tiene el derecho inalienable, inembargable, damage done
imprescriptible e irrenunciable de oponerse a toda deformación, to the murals
mutilación o modificación que atente contra el decoro de la obra o la in the Centre of
reputación del autor. Lima
IV . C r i t e r i o s a to m a r s e e n c u e n ta e n a n á l i s i s
d e co n f l i c to s d o n d e e s t é n i n v o lu c r a d o s
murales
Cuando estamos frente a ejemplares únicos de obras plásticas, como
es el caso de los murales, pueden producirse controversias entre el
propietario del soporte y el creador de la obra. Ante ello, coincidimos
con la doctrina que de forma unánime señala que en este tipo de casos
no puede establecerse un derecho preferente en dicho conflicto sino
que debe encontrarse un justo equilibrio luego de la ponderación
correspondiente15, utilizando para ello diferentes criterios. A
continuación señalaremos cuatro criterios que consideramos podrían
tomarse en cuenta en el caso puntual del análisis de murales.
14 Antequera Parilli, Ricardo. Estudios de derecho de autor y derechos afines. Madrid: Reus, 2007, p. 89.
15 López Richart, Julián. Derecho de autor e intangibilidad del espacio público. En Matilde Cuena
Casas & otros (coords.). Estudios de derecho civil en homenaje al profesor Joaquín José Rams
Albesa. Madrid: Dykinson, 2013, p. 962; Vidal Portabales, Ignacio. Comentario a la Sentencia de
la AP de Alicante (Sección 8ª) de 11 de marzo de 2011. Núm. 112/2011 (AC/2011/1159). Sobre la
vulneración del derecho a la integridad de la obra plástica por cambio del contexto espacial y otras
cuestiones. Actas de derecho industrial y derecho de autor, 32 (2011-2012), p. 588; Antequera
Parilli, Ricardo. Estudios de derecho industrial y derecho de autor (Análisis de jurisprudencia
comparada). Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana/Temis, 2009, p. 502.
17 Para el análisis del presente caso y de las demás sentencias españolas, debe tomarse en cuenta que
existen ciertas diferencias entre la normativa del derecho moral de integridad en Perú y España. En
efecto, el artículo 14 de la Ley de Propiedad Intelectual de España, en lo que se refiere al derecho
moral, señala que corresponden al autor los siguientes derechos irrenunciables e inalienables: «[…]
4. Exigir el respeto a la integridad de la obra e impedir cualquier deformación, modificación, alteración
o atentado contra ella que suponga perjuicio a sus legítimos intereses o menoscabo a su reputación»
(las cursivas son nuestras).
18 Segundo extremo del fallo de la Sentencia del Tribunal Supremo español de fecha 18 de enero de
2013.
22 Al respecto, sugerimos revisar la siguiente página web donde el artista español Eduardo Zamarro
describe detalladamente la técnica de soporte móvil para pintura mural (http://www.eduardozamarro.
com/blog/?p=678).
23 De acuerdo con la información disponible en www.cowparade.com, estamos ante el más amplio y
exitoso evento de arte público del mundo. Dicha exhibición, creada en 1999, ha recorrido 79 ciudades
alrededor del mundo.
24 Existen en el Perú diversas Municipalidades que promueven en la estación de verano concursos de
esculturas de arena.
25 Espín Alba, Isabel. Derecho moral del arquitecto: el caso Calatrava (Comentario a la Sentencia
del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbao, de 23 de noviembre de 2007). Actas de derecho
industrial y derecho de autor, 28 (2007-2008), p. 669.
b) Murales en La Coruña
Con fecha 6 de noviembre de 2006, el Tribunal Supremo de España,
mediante la resolución 1082/2006, se pronunció acerca del daño
efectuado a unos murales que habían sido originalmente elaborados en
virtud de un concurso. Efectivamente, cuando la Cooperativa Agraria
Provincial de La Coruña, propietaria del edificio donde se efectuaron
los murales, vendió el predio a Restauraciones Monumentales y
Construcciones S.A., la nueva titular procedió a eliminar las pinturas.
Esto generó una demanda que llegó hasta la máxima instancia, quien pese
a reconocer que la demolición del muro en que se encuentra una obra
puede constituir una violación del derecho moral de autor, consideró
que en el presente caso había una justificación que excluía su ilicitud. En
concreto, el Tribunal Supremo señaló que «son singularmente relevantes
las circunstancias del muro y del edificio, cuya situación de deterioro
exigía la reconstrucción, de la que no cabía prescindir sin riesgo para la
R aú l S o ló r z a n o S o ló r z a n o
V . A n á l i s i s d e p o s i b l e s i n f r a cc i o n e s a l
d e r e ch o m o r a l d e i n t e g r i d a d
Tomando en cuenta los criterios expuestos en el punto precedente
(aunque considerando que las combinaciones pueden dar lugar a
múltiples casos), a continuación ensayaremos algunas soluciones a
26 Gómez Segade, José Antonio. La sentencia de apelación sobre el puente de Calatrava. Un paso
atrás en la relación entre el derecho moral del arquitecto y el interés público. Actas de derecho
industrial y derecho de autor, 29 (2008-2009), p. 1483.
27 Considerando 5 de la resolución 1082/2006 del Tribunal Supremo de España.
b) Mural que modifica el bosquejo que inicialmente había sido Regarding the
moral right of
aprobado. Imaginemos que se encarga a un muralista hacer una
the authors to
obra en las paredes interiores y exteriores del nuevo Lugar de la
the integrity
Memoria en Miraflores, indicándole que en su obra no puede
of their work:
colocar imágenes que constituyan apología del terrorismo. Para
reflections
mayor certeza, incluso se llega a aprobar un boceto del mural. about the
Sin embargo, pese a la instrucción expresa, el autor hace todo lo damage done
contrario28. Aquí la eliminación del mural no debería generar una to the murals
infracción al derecho moral de integridad. in the Centre of
c) Mural hecho por encargo pero que luego debe eliminarse. Lima
Consideramos que el titular del soporte podría justificar su
acción en virtud de la salvaguarda del interés público. Ello podría
ilustrarse con dos supuestos:
− destrucción de un mural situado en una pared muy antigua de
una edificación municipal que está a punto de desplomarse en
la calle;
R aú l S o ló r z a n o S o ló r z a n o
28 Ello podría generar incluso una connotación de índole penal, lo cual no es objeto de nuestro análisis.
29 López Richart, Julián. Ob. cit., p. 961.
VI . A m a n e r a d e c o n c l u s i ó n
Como hemos visto a lo largo del presente artículo, no es posible
establecer un derecho preferente ante el conflicto que puede producirse
entre el derecho moral del autor a la integridad de su obra y el derecho
de propiedad del titular del soporte que contiene la creación intelectual.
En el caso de murales, ejemplares únicos de obras plásticas, pueden
aplicarse los criterios esbozados en el presente trabajo (origen, finalidad,
ubicación, material utilizado, vocación de permanencia y motivo de la
afectación) con miras a lograr un equilibrio luego de la ponderación
correspondiente.
31 Señala la autora que «los dos primeros consisten en el arranque de todos o casi todos los estratos
que conforman el mural, respectivamente. Y el tercero, el Strappo, solo interviene sobre el último
estrato, la capa pictórica» (Amor García, Rita. Ob. cit., p. 11).
Recibido: 22/03/2015
Aprobado: 30/03/2015
R aú l S o ló r z a n o S o ló r z a n o
Abstract: This paper analyzes the evolution of the regulation of trade names
in the Andean Community and Peru, specifically in regard to its scope of
protection from the provisions of article 8 of the Paris Convention (CUP).
Also from certain rulings by Indecopi and the Court of Justice of the Andean
Community, this paper contains a proposal of amendment to Decision 486
of the Andean Community and the legislative decree 1075 to update the
regulation of trade names to modern times and ensure that the settlement of
disputes involving said legal figure provide predictability and legal certainty.
1 Al respecto, el artículo 1 numeral 2) del CUP establecía lo siguiente: «La protección de la propiedad
industrial tiene por objeto las patentes de invención, los modelos de utilidad, los dibujos o modelos
industriales, las marcas de fábrica o de comercio, las marcas de servicio, el nombre comercial, las
indicaciones de procedencia o denominaciones de origen, así como la represión de la competencia
desleal».
2 Lema Dapena, María Alba. La protección del nombre comercial a través del artículo 8 CUP
(Comentario a la Sentencia del Tribunal Supremo de 29 de febrero de 2000). Actas de Derecho
Industrial y Derechos de Autor, 21 (2000), 339-360, p. 342.
3 Artículo 8 del CUP: «El nombre comercial será protegido en todos los países de la Unión sin
obligación de depósito o de registro, forme o no parte de una marca de fábrica o de comercio».
4 Fernández-Nóvoa, Carlos. En torno a la aplicación del artículo 8 CUP por la jurisprudencia española.
Actas de Derecho Industrial, 1 (1974), pp. 305-306.
5 Pachón, Manuel & Zoraida Sánchez Ávila. El régimen andino de la propiedad industrial. Bogotá:
Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez, p. 305.
6 Artículo 128 de la Decisión 344: «El nombre comercial será protegido por los Países Miembros sin
obligación de depósito o de registro. En caso de que la legislación interna contemple un sistema de
registro se aplicarán las normas pertinentes del Capítulo de Marcas de la presente Decisión, así
como la reglamentación que para tal efecto establezca el respectivo País Miembro».
7 Artículo 193 de la Decisión 486: «Conforme a la legislación interna de cada País Miembro, el titular de
un nombre comercial podrá registrarlo o depositarlo ante la oficina nacional competente. El registro
o depósito tendrá carácter declarativo. El derecho a su uso exclusivo solamente se adquirirá en los
términos previstos en el artículo 191».
8 Artículo 191 de la Decisión 486: «El derecho exclusivo sobre un nombre comercial se adquiere por
su primer uso en el comercio y termina cuando cesa el uso del nombre o cesan las actividades de la
empresa o del establecimiento que lo usa».
En los casos que se pretenda hacer valer un derecho en base a un The regulation
nombre comercial, usado o registrado, el titular del nombre comercial of the trade
deberá demostrar su uso o el conocimiento del mismo en el Perú, por name in Peru:
parte del público consumidor pertinente, para distinguir actividades Lag and
challenge
económicas iguales o similares a aquellas que se distinguen con el signo
que motiva el inicio de la acción legal.
II . L a p r o t e cc i ó n d e l n o m b r e c o m e r c i a l e n
la decisión 486 de la comunidad andina:
¿rezago o e volución?
Como hemos tenido ocasión de señalar, las legislaciones andina y peruana
dispensan una protección al nombre comercial sin necesitad de que este
haya accedido a registro. Ello se encuentra, pues, en consonancia con
el artículo 8 del CUP, por lo que no vemos inconveniente con ello en el
fondo. Los problemas se presentan en la forma en que la protección es
conferida, como se verá más adelante.
Nótese que a partir de la Decisión 486 se va claramente más allá del
J u a n Pa b l o S c h i a n ta r e l l i g o n z a l e z
mandato general emanado del artículo 8 del CUP de proteger al nombre
comercial sin necesidad de depósito o de registro. En efecto, hemos
visto que bajo las Decisiones 311, 313 y 344 había plena armonía con
la disposición del artículo 8 del CUP en ese sentido. Estas Decisiones o
bien remitían a las normas locales de los países miembros o bien a las
normas sobre marcas, siempre y cuando se respetase el principio general
de que la protección del nombre comercial no podía quedar supeditada
al depósito o registro del mismo.
La situación cambia radicalmente con la Decisión 486, partiendo,
en nuestra opinión, de un error en otorgar carácter declarativo al
registro del nombre comercial, como si esa fuese la medida práctica
9 Artículo 210 del decreto legislativo 823: «El derecho al uso exclusivo de un nombre comercial nace
en virtud de su primer uso en el comercio, y termina con el cierre definitivo del establecimiento o con
el cese de la actividad que lo distingue […]»; artículo 216: «En los casos en que se pretenda hacer
valer un derecho en base a un nombre comercial, usado o registrado, el titular del nombre comercial
deberá demostrar su uso o el conocimiento del mismo en el Perú, por parte del público consumidor
pertinente, para distinguir actividades económicas iguales o similares a aquellas que se distinguen
con el signo que motiva el inicio de la acción legal».
10 Bodenhausen, Georg Hendrik Christiaan. Guía para la aplicación del Convenio de París para la
protección de la propiedad industrial. Ginebra: BIRPI, 1969, pp. 146-148.
17 Lobato, Manuel. Comentario a la Ley 17/2001, de Marcas. Madrid: Civitas, 2002, pp. 1037-1038.
18 Artículo 9.1. d): «Sin la debida autorización, no podrán registrarse como marcas: el nombre comercial,
denominación o razón social de una persona jurídica que antes de la fecha de presentación o prioridad
de la marca solicitada identifique en el tráfico económico a una persona distinta del solicitante, si, por
ser idéntica o semejante a estos signos y por ser idéntico o similar su ámbito de aplicación, existe
un riesgo de confusión en el público. A estos efectos, el titular de esos signos habrá de probar el
uso o conocimiento notorio de dichos signos en el conjunto del territorio nacional. Cumpliéndose
estas condiciones, de igual protección gozarán los extranjeros que de acuerdo al artículo 3 de esta
Ley puedan invocar el artículo 8 del Convenio de París o el principio de reciprocidad, siempre que
acrediten el uso o conocimiento notorio en España de su nombre comercial no registrado»
19 Monteagudo, Montiano. La tutela del nombre comercial no registrado. Actas de Derecho Industrial y
Derechos de Autor, 22 (2001), pp. 191-193.
III . P r o b l e m a s d e o r d e n p r á c t i c o
Advertíamos al inicio de este trabajo que la figura del nombre comercial
era una de las más problemáticas y enigmáticas de la propiedad industrial.
Como adelantábamos también, partiendo de la confusa declaración
del artículo 193 de la Decisión 486 (que establece que el registro del
nombre comercial es declarativo), nuestra legislación local (artículo 86
del decreto legislativo 1075) resulta cómplice. Su complicidad yace en
exigir que en los casos en que se pretenda hacer valer un derecho sobre
la base de un nombre comercial, usado o registrado, el titular del nombre
comercial deba demostrar su uso o el conocimiento del mismo en el
Perú, sin precisar el ámbito territorial de protección exigible, esto es, J u a n Pa b l o S c h i a n ta r e l l i g o n z a l e z
sin establecer claramente las condiciones de protección. Esto último es
un aspecto sumamente importante desde el punto de vista práctico y
permitiría una predecible y armónica solución de los casos. A partir de
lo anterior, surgen innumerables dudas de interpretación que en nada
ayudan a la seguridad jurídica, valor fundamental al que aspiran los
agentes económicos que actúan en el mercado.
De acuerdo con fallos recientes expedidos por el Indecopi, se ha
establecido que la protección que se otorga al nombre comercial no
registrado está supeditada a su uso real y efectivo en relación con el
establecimiento mercantil o empresa o la actividad económica que
distingue, ya que es el uso lo que permite que se consolide como tal
y mantenga su derecho de exclusiva. Así, por ejemplo, en los casos
de conflicto entre un nombre comercial anteriormente utilizado y la
solicitud de registro de una marca, se ha establecido que en el Perú
el nombre comercial es protegido dentro de su zona de influencia
Derecho PUCP, N° 74, 2015 / ISSN 0251-3420
122 económica. Nótese que esta postura tan tajante significa continuar
implícitamente con la regulación del derogado decreto ley 26017 que,
como hemos visto, expresamente señalaba en su artículo 164 que «la
protección del nombre comercial se circunscribirá al ámbito urbano o a la
zona geográfica de la clientela efectiva y se extenderá a todo el país si existiese
difusión masiva y constante a nivel nacional del mismo»; considerando que
actualmente la legislación vigente no fija expresamente el ámbito territorial de
influencia efectivo como parámetro para establecer el alcance de protección
que cabe conferir a un nombre comercial no registrado. Por tanto, el titular
de un nombre comercial no registrado solo podrá oponerse al registro
de una marca cuando el ámbito geográfico de influencia de su nombre
comercial abarque casi todo el territorio nacional. El Indecopi admite
también que es un problema que el decreto legislativo 1075 no establezca
las condiciones de protección y que no resulta admisible que el titular
de un nombre comercial no registrado, que lo usa en relación con una
actividad de escasa trascendencia territorial, se reserve para sí el derecho
a emplearlo con exclusividad en la totalidad del país20. Tampoco resulta
admisible para el Indecopi que el usuario de un nombre comercial
no registrado en un determinado lugar del país tenga un derecho de
exclusiva en todo el territorio nacional basado en la simple posibilidad
o potencialidad de un uso futuro. Se ha aclarado también que el campo
de protección territorial de un nombre comercial no registrado se irá
extendiendo conforme vaya incrementando su ámbito de difusión y
donde existan razones concretas se extenderá21.
Respecto al nombre comercial registrado, el Indecopi ha adoptado
una postura distinta, dado que, a su parecer, el registro de un nombre
comercial, por el principio de publicidad que le es consustancial, sí
otorgaría la posibilidad de conocer los nombres comerciales que se
J u a n Pa b l o S c h i a n ta r e l l i g o n z a l e z
20 Este criterio fue establecido ya en el Precedente de Observancia Obligatoria expedido por la Sala
de Propiedad Intelectual del Tribunal del Indecopi mediante resolución 387-1998/TPI-INDECOPI de
fecha 17 de abril de 1998 (recaída en el expediente 259819-1998), p. 8.
21 Este criterio fue aplicado en la resolución 4065-2013/TPI-INDECOPI de fecha 2 de diciembre de
2013 cuando, sobre la base del uso anterior del nombre comercial no registrado, CARAL TOURS,
en algunos distritos de Lima (Miraflores, La Molina, San Borja, Callao, Magdalena, San Isidro, Los
Olivos y Barranco) y debido a la condición de empresa operadora de viajes y turismo mayorista de la
empresa accionante, cuya vocación se podía proyectar a otros lugares del Perú, se decretó la nulidad
del registro de una marca confundible.
22 Este criterio fue expuesto en la resolución 4439-2013/TPI-INDECOPI de fecha 18 de diciembre de
2013. Sin embargo, en esta resolución se analizó el conflicto entre la solicitud de registro de la marca
IV . P r o p u e s t a d e s o l u c i ó n
Primero que nada consideramos importante reconocer que la regulación
J u a n Pa b l o S c h i a n ta r e l l i g o n z a l e z
Recibido: 04/03/2015
Aprobado: 20/03/2015
J u a n Pa b l o S c h i a n ta r e l l i g o n z a l e z
II . M e c a n i s m o s pa r a p r ot e g e r l a i n t e g r a c i ó n :
a cc i ó n d e i n c u m p l i m i e n to e i n t e r p r e ta c i ó n
M o i s é s R e j a n o v i n s c h i Ta l l e d o
prejud i c i a l
En el numeral anterior afirmamos que las decisiones 351 (sobre derecho
de autor) y 486 (sobre patentes, signos distintivos) de la Comunidad
Andina tienen rango supranacional y son de aplicación directa en
33 Del Valle Gálvez, Alejandro. Las cuestiones prejudiciales y su procedimiento ante el Tribunal de
Justicia de las Comunidades Europeas. En: Carlos Jiménez Piernas (ed.). Iniciación a la práctica en
derecho internacional y derecho comunitario europeo. Madrid: Universidad de Alcalá/Marcial Pons,
2003, pp. 384-385.
34 O también un procedimiento administrativo.
35 Pachón Muñoz, Manuel. La acción de interpretación prejudicial en el derecho comunitario andino.
Themis, 23 (1992), p. 76.
III . C r i t e r i o s d e « j u e z a n d i n o » y s u a p l i c a c i ó n
e n e l á m b i to p e r ua n o e n t e m a s d e p r o p i e d a d
i n t e l e c t ua l
Por el término «juez andino», debemos identificar al «juez nacional» en
la legislación interna de cada país miembro de la Comunidad Andina,
el cual debe, de manera facultativa u obligatoria, solicitar al TJCA la
interpretación prejudicial, para aplicar una interpretación uniforme y
consolidar la integración andina.
En opinión del Tribunal, «juez nacional» debe incluir «a los organismos
que cumplen funciones judiciales, siempre que cumplan las condiciones
mínimas señaladas por la ley interna; para de esta manera tenerlos
M o i s é s R e j a n o v i n s c h i Ta l l e d o
38 Quiroga León, Aníbal. Estudios de derecho procesal. Lima: IDEMSA, 2008, p. 67.
39 Bustamante Alarcón, Reynaldo. Control difuso y administración ¿Es viable que la Administración
ejerza el control difuso de la constitucionalidad normativa? Revista Jurídica del Perú, LII, 41 (2002),
p. 38.
40 Proceso 121-IP-2014, numeral 26. El Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina se refiere a
las entidades administrativas a las que se les ha conferido «funciones jurisdiccionales». Como
hemos aclarado, con lo que cuenta la administración es una función cuasijurisdiccional: resuelve
controversias pero no de manera definitiva.
41 Del Valle Gálvez, Alejandro. Ob. cit., nota al pie, pp. 384-385.
proceso
El TJCA ha considerado necesario, para que una entidad administrativa
califique como «juez nacional», que acredite:
[e]l carácter contradictorio de los procedimientos a su cargo y el
respeto al debido proceso: A los fines de la interpretación prejudicial,
se considerará legitimada a la autoridad o entidad administrativa con
competencia para sustanciar un procedimiento en el que se asegure el
contradictorio y se garantice el debido proceso, y en el que se emitan
actos motivados con exposición de los fundamentos de hecho y de
derecho que justifican su decisión58.
59 Como, por ejemplo, en la Declaración Universal de Derechos Humanos (artículos 8, 10, 11) y en la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 8).
60 Bustamante Alarcón, Reynaldo. Derechos fundamentales y proceso justo. Lima: Ara Editores,
2001.
61 En los procedimientos administrativos de propiedad intelectual seguidos en INDECOPI, no se aplica
la defensa cautiva. Sin perjuicio de ello, cualquier persona puede, para una defensa adecuada,
asesorarse con un abogado.
62 Bustamante Alarcón, Reynaldo. Ob. cit., p. 215.
63 Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente 6712-2005-HC/TC, fundamento
jurídico 10.
III.1.6. Imparcialidad
El último requisito que el TJCA ha impuesto a las entidades administrativas
que resuelvan controversias en las que deban aplicar normas andinas es
la imparcialidad: «La imparcialidad de sus actos: Por último, el Tribunal
143
debe verificar que la normativa interna garantice la imparcialidad de la El «juez andino»
actuación de las autoridades o entidades administrativas al momento de en temas de
aplicar el normativa comunitaria andina»64. propiedad
intelectual:
Como lo indicamos en el análisis del requisito anterior, la imparcialidad aplicación en el
la entendemos como parte del debido proceso, y por ello este requisito ámbito peruano
que propone el TJCA ya forma parte del anterior. Posiblemente, el The «Andean
TJCA lo ha incluido para enfatizar la necesidad de que quien resuelva judge» in
una controversia sea imparcial y darle un mensaje en ese sentido. Este intellectual
requisito se aplica a todo aquel que deba resolver un conflicto o también property issues:
a quien intente mediar uno: jueces, entidades administrativas, árbitros, application to
conciliadores, mediadores, entre otros. the Peruvian
case
El TJCA, al calificar que la Dirección de Signos Distintivos del Indecopi
en el proceso 121-IP-2014 cumple con el requisito de imparcialidad,
señaló lo siguiente:
La Dirección de Signos Distintivos cuenta con autonomía funcional
y la Comisión de Signos Distintivos constituye un órgano colegiado
que cuenta con autonomía funcional respecto de su Director, quien
preside la misma, siendo que los demás miembros de la Comisión
son designados por cinco (5) años, aplicándoseles las causales de
vacancia previstas para los vocales de las Salas y estos, aprueban sus
resoluciones por mayoría de votos, lo que garantiza la imparcialidad
de sus actos65.
66 Sin que sea materia del presente documento, el artículo 28 del decreto legislativo 276 establece faltas
de carácter disciplinario en la administración ligadas al ámbito laboral: «Artículo 28. Faltas de carácter
disciplinario.- Son faltas de carácter disciplinario que, según su gravedad pueden ser sancionadas
con cese temporal o con destitución, previo proceso administrativo: a) El incumplimiento de las
normas establecidas en la presente Ley y su Reglamento; b) La reiterada resistencia al cumplimiento
de las órdenes de sus superiores relacionadas con sus labores; c) El incurrir en acto de violencia,
grave indisciplina o faltamiento de palabra en agravio de su superior, del personal jerárquico y de
los compañeros de labor; d) La negligencia en el desempeño de las funciones; e) El impedir el
funcionamiento del servicio público; f) La utilización o disposición de los bienes de la entidad en
beneficio propio o de terceros; g) La concurrencia reiterada al trabajo en estado de embriaguez o
bajo la influencia de drogas o sustancias estupefacientes y, aunque no sea reiterada, cuando por la
naturaleza del servicio revista excepcional gravedad; h) El abuso de autoridad, la prevaricación o el
uso de la función con fines de lucro; i) El causar intencionalmente daños materiales en los locales,
instalaciones, obras, maquinarias, instrumentos, documentación y demás bienes de propiedad de la
entidad o en posesión de esta; j) Los actos de inmoralidad; k) Las ausencias injustificadas por más
de tres días consecutivos o por más de cinco días no consecutivos en un período de treinta días
calendario o más de quince días no consecutivos en un período de ciento ochenta días calendario; y,
l) Las demás que señale la ley».
67 Ley 27815.
III.2. Arbitraje
El TJCA también ha extendido el concepto de «juez nacional» para
efectos de solicitar la interpretación judicial a los árbitros en derecho,
sin condicionar requisitos como los que se han establecido para las
145
El «juez andino»
entidades administrativas.
en temas de
En el ámbito peruano, el decreto legislativo 1071 —decreto legislativo propiedad
que norma el arbitraje— establece que se someten a dicho mecanismo intelectual:
de resolución de conflicto las materias que son de libre disposición, aplicación en el
según su artículo 2, posibilitando «una hermenéutica amplia y no listada ámbito peruano
de lo que puede entenderse por disponibilidad conforme a derecho, The «Andean
la cual asume el favor arbitralis al establecer un control ex post de la judge» in
indisponibilidad a través de la anulación del laudo arbitral»68. intellectual
property issues:
La característica esencial en un arbitraje es la voluntariedad, pues «las
application to
partes renuncian voluntariamente a su derecho a la tutela judicial
the Peruvian
efectiva»69, debiendo existir un acuerdo previo para someter las case
controversias. Dicho acuerdo es plasmado en un convenio arbitral como
la manifestación de voluntad. La voluntariedad debe constar por escrito,
para evitar «disputas recurrentes y engorrosos problemas de prueba en
relación con la existencia de la voluntad de sometimiento al sistema
arbitral»70.
El arbitraje establecido por el decreto legislativo 1071 es uno
institucional, pues «en caso de falta de designación de una institución
arbitral, se entenderá que el arbitraje es ad hoc»71, definiendo al arbitraje
institucional en el numeral 1 del artículo 7 como «el organizado y
administrado por una institución arbitral». Para acudir a un arbitraje
institucional deberá redactarse la cláusula arbitral con los siguientes
criterios: «1) el encargo expreso de las partes a una institución
determinada para la organización y administración del arbitraje; y, 2)
el sometimiento expreso e incondicional de las partes a los estatutos
M o i s é s R e j a n o v i n s c h i Ta l l e d o
68 Matheus López, Carlos. Comentarios al decreto legislativo que norma el arbitraje. Actualidad
Jurídica, 177 (2008), p. 38. De igual opinión son Mario Castillo, Ricardo Vásquez y Rita Sabroso, al
comparar la regulación de materia de libre disposición con la derogada Ley General de Arbitraje —ley
26572—, que establecía excepciones expresas. Véase: Castillo Freyre, Mario & otros. Nueva Ley
de Arbitraje: ¿cuáles son las materias arbitrables? Actualidad Jurídica, 177 (2008), pp. 31ss.
69 Guillén Caramés, Javier. El arbitraje y el derecho de los consumidores y usuarios. En: Jorge Luis
Collantes Gonzáles (dir.). El arbitraje en las distintas áreas del derecho. Primera Parte, volumen 3.
Lima: Palestra Editores, 2007, p. 376.
70 Lasarte Álvarez, Carlos. El sistema arbitral de consumo en España. Revista Peruana de Arbitraje,
3 (2006), p. 266.
71 Decreto legislativo 1071, artículo 7.1.
72 Rubio Guerrero, Roger. Ruido en la calle principal: las reglas de juego en el arbitraje y sus peligrosas
distorsiones. Themis, 53 (2007), p. 14.
73 Decreto Legislativo No. 1071. «Artículo 57. Normas aplicables al fondo de la controversia. 1. En el
arbitraje nacional, el tribunal arbitral decidirá el fondo de la controversia, de acuerdo a derecho. 2. En
el arbitraje internacional, el tribunal arbitral decidirá la controversia de conformidad con las normas
jurídicas elegidas por las partes como aplicables al fondo de la controversia. Se entenderá que toda
indicación del derecho u ordenamiento jurídico de un Estado determinado se refiere, a menos que
se exprese lo contrario, al derecho sustantivo de ese Estado y no a sus normas de conflicto de
leyes. Si las partes no indican las normas jurídicas aplicables, el tribunal arbitral aplicará las que
estime apropiadas. 3. En cualquiera de los supuestos previstos en los numerales 1 y 2 de este
artículo, el tribunal arbitral decidirá en equidad o en conciencia, solo si las partes le han autorizado
expresamente para ello […]».
86 Podría invocarse como causal de anulación la del literal e) del artículo 63 del decreto legislativo
1071, a saber, «que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son
manifiestamente no susceptibles de arbitraje», pues el derecho moral de paternidad es irrenunciable
conforme al artículo 11 de la Decisión 351 y al artículo 21 del decreto legislativo 822. Por tanto, no
sería materia de libre disposición.
87 Decreto legislativo 1071, artículo 64.
88 La URP equivale al 10% de la unidad impositiva tributaria (UIT). La UIT para el año 2015 asciende a
S/. 3850,00. En nuestro ejemplo, 500 URP ascienden a S/. 192 500,00.
89 Conforme el artículo 195 del decreto legislativo 822 y al artículo 488 del Código Procesal Civil.
90 Según el numeral 1 del artículo 387 del Código Procesal Civil, la casación procede contra sentencias
y autos expedidos por salas superiores que, como órganos de segundo grado, ponen fin al proceso.
no se deduce que tal […] haya de seguirse en los demás casos en que se
controvierta el mismo problema, esto es, no constituye un precedente
obligatorio, por lo cual necesariamente debe ubicarse dentro de la
interpretación por vía judicial […] para ser partícipe de unos mismos
criterios, se hace necesario disponer de la interpretación prejudicial,
puesto que solo en esta forma se garantiza una unidad del Derecho en
todos los Países Miembros, unidad que se vería afectada si se dejara al
91 Kreppel, Horstpeter. El planteamiento de la cuestión prejudicial (art. 234 CE). Los problemas
sustantivos y procesales. Ponencia para el Seminario de las Directivas 2000/43 y 2000/78 a las
Leyes 51/03 y 62/03 (Madrid, 3 y4 de junio de 2004), p. 19.
92 Recomendaciones a los órganos jurisdiccionales nacionales, relativas al planteamiento de cuestiones
prejudiciales 2012/C 338/01, numeral 12 (http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/HTML/?uri=
CELEX:32012H1106%2801%29&from=ES).
93 Proceso 04-IP-94, citado en el proceso 03-AI-2010, numeral 8.
Resumen: Los formatos televisivos son uno de los mecanismos más utilizados
en la industria audiovisual. Su protección por el derecho de autor es un
tema de mucho debate académico que se refleja en la diversa jurisprudencia
internacional y nacional que existe sobre la materia. El presente artículo tiene
por objeto hacer un breve repaso por algunos aspectos de orden conceptual
relativos al tipo de protección que ofrece el derecho de autor a las producciones
audiovisuales y luego una revisión de la jurisprudencia nacional y comparada
relevante que permitirá complementar dicha visión.
Abstract: TV formats are one of the most used mechanisms in the audiovisual
industry. Their protection by copyright is a subject of academic debate which
reflects in the diverse international and national jurisprudence on the matter.
This article aims to give a brief review of some theoretical aspects regarding the
type of protection provided by copyright to audiovisual productions, providing
a case law approach on recent Peruvian and international jurisprudence.
I . A l c a n c e s c o n c e p t u a l e s s o b r e e l o b j e t o
d e p r o t e cc i ó n d e l d e r e ch o d e a u t o r
El marco normativo general de protección de los derechos de autor
se encuentra desarrollado en el decreto legislativo 822, Ley sobre el
Derecho de Autor, y los diversos tratados internacionales suscritos por el
Estado peruano sobre la materia. La ley restringe su ámbito de aplicación
a la «protección de los autores de las obras literarias y artísticas y de
sus derechohabientes, de los titulares de derechos conexos al derecho
de autor reconocidos en ella y de la salvaguardia del acervo cultural»
(artículo 1). Asimismo, el numeral 17 del artículo 2 define como obra
a «toda creación intelectual personal y original susceptible de ser
divulgada o reproducida en cualquier forma conocida o por conocer».
Finalmente, el artículo 3 de la ley precisa que dicha protección se
extiende al ámbito literario o artístico, cualquiera sea su género, forma
de expresión, mérito o finalidad y, añade, «los derechos reconocidos en
esta ley son independientes de la propiedad del objeto material en el
cual está incorporada la obra y su goce o ejercicio no están supeditados
O s c a r M o n t e z u m a Pa n e z
2 Al respecto, el artículo 5 de la ley establece una relación de las obras protegidas por los derechos
de autor, entre las que podemos destacar las obras literarias, las composiciones musicales, las
obras dramáticas, las obras audiovisuales, las obras de artes plásticas, las obras fotográficas, los
programas de ordenador y los artículos periodísticos. Adicionalmente, la ley establece en su artículo
9 aquellas categorías de obras que no se encuentran protegidas por el derecho de autor, como
(i) las ideas, (ii) los textos oficiales de carácter legislativo, (iii) las noticias del día y los simples hechos
o datos.
3 Gaffoglio, Gisela. Formatos televisivos. Su protección legal bajo el sistema de derecho de autor.
Tendencias (http://www.justiniano.com/revista_doctrina/Gafoglio/televisivos.htm).
II . A n á l i s i s d e l a j u r i s p r u d e n c i a n a c i o n a l
e n m at e r i a d e f o r m at o s t e l e v i s i v o s
El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la
O s c a r M o n t e z u m a Pa n e z
siguiente manera:
La Oficina de Derechos de Autor consideró que se había producido
una vulneración «parcial» a los derechos de autor de la denunciante
pues consideró que la idea del programa AMERICAN IDOL (concurso
de canto) no estaba protegida por la legislación sobre el derecho de
autor sino la forma de expresión [...], descartando de dicha forma de
expresión lo que se refiere a la conformación del jurado, el sistema de
audición y las rondas eliminatorias, lo que se refiere a la utilización de un
cuarto rojo y la parte escenográfica, pero considerando que la forma de
presentación inicial del programa AMERICAN IDOL (utilizada también
como «cuña» o «cortina) si gozaba de elementos de originalidad.
Derecho PUCP, N° 74, 2015 / ISSN 0251-3420
158 Seguidamente, la Sala confirmó la decisión de la Oficina de Derechos
de Autor, agregando que existen aspectos que son comunes en todos
los formatos de programas concursos, tales como la distribución de la
escenografía o las características físicas de los propios conductores del
programa4. En síntesis, el criterio adoptado por la Sala en este caso es
que existen ciertos elementos que pueden ser protegidos por derechos de
autor (la cuña o cortina), pero no el formato televisivo en su conjunto.
Otro caso relevante que vale la pena citar es el resuelto mediante
resolución 0486-2009/CDA-INDECOPI, recaída en el expediente
001106-2009/DDA (Caso Telemedia Perú S.A.C. contra Celmedia
S.A. y Light & Vision S.A.C.), donde la Comisión de Derechos de
Autor (CDA) declaró improcedente la denuncia, señalando que para
que una producción audiovisual pueda considerarse como «obra» debe
cumplir con originalidad suficiente y «no ser simplemente una fijación
audiovisual». La denunciante alegó que su programa Ring Ring Gana
Gana, programa concurso nocturno (game show), estaría siendo copiado
por la denunciada y que ello afectaría sus derechos morales de paternidad
y sus derechos patrimoniales de comunicación pública y reproducción.
La denunciante alegaba que se estaban «utilizando ilegalmente los
mismos nombres para los juegos, la misma disposición de elementos
audiovisuales en la pantalla, juegos idénticos y los mismos recursos para
incentivar al público a que participe en los mismos».
Así, la denunciante, señaló:
Dicho programa cuenta con guión, escenografía, musicalización,
dirección y edición. Todos estos aspectos serían claramente pensados
específicamente para cada programa y no serían resultado de la
improvisación, lo que dotaría al programa de un alto grado de originalidad
y demostraría que en él se fundirían las ideas originales de sus autores.
Su programa se basaría en un concepto desarrollado para lograr una
composición única mediante la combinación de escenografía, planos
de cámara, los planos musicales, las coreografías que forman parte del
mensaje corporal y oral de las conductoras y la dirección del show.
O s c a r M o n t e z u m a Pa n e z
4 La Sala indica expresamente que «las características físicas y de personalidad innatas al ser humano
no convierten a una persona física en un personaje protegido por la legislación de derechos de
autor».
5 CBS Broadcasting, Inc. v. ABC, Inc., 2003 U.S. Dist. LEXIS 20258 (S.D. N.Y. Jan. 14, 2003).
6 Exactamente, la Corte indicó lo siguiente: «To establish copyright infringement, a plaintiff must prove
two elements: (1) ownership of a valid copyright, and (2) copying of constituent elements of the work
that are original». En el mismo sentido, véase: L.A. Printex Industries, Inc. v. Aeropostale, Inc., 676
F.3d 841, 846 (9th Cir. 2012) y Feist Publications, Inc. v. Rural Tel. Serv. Co., 499 U.S. 340, 361
(1991), citadas por la Corte, y, adicionalmente, Harper & Row, Publishers, Inc. v. Nation Enterprises,
471 U.S. 539, 547-549 (1985), entre otras.
7 «Likewise, the components of the format are not new or unique to Big Brother. For example, according
to some sources, the idea of a voyeuristic television program depicting strangers thrown together
in the same environment for an extended period of time while their interactions were recorded was
pioneered in the 1991 Dutch television series “Nummer 28”. The concept was extended in the MTV
series “The Real World” which CBS’s expert describes in his report as an outgrowth of “American
Family” without mentioning “Nummer 28”».
8 Fox Family Prop. Inc. v. CBS, Inc., 00-CV-11482 (C.D. Cal. Oct. 27, 2000).
9 Survivor Prods. LLC v. Fox Broad. Co., 2001 U.S. Dist. LEXIS 25512, at *2-3 (C.D. Cal. June 12,
2001).
10 CBS Broadcasting, Inc. v. ABC, Inc., 2003 U.S. Dist. LEXIS 20258 (S.D. N.Y. Jan. 14, 2003)
11 Bergman, Jessica. No More Format Disputes. Journal of Business, Entrepreneurship & The Law, 4,
2 (2011), pp. 255ss.
III.2. España
Mediante sentencia 375/2010 del 31 de julio de 2010 (Caso Atomis
Media S.A. y Outright Distribución LTD contra Televisión de Galicia
S.A. y CTV S.A.)13, la Audiencia Provincial de A Coruña se pronunció
respecto a la protección de formatos de televisión en relación con
la difusión del programa O País Dos Ananos, considerado por los
demandantes como un plagio del formato británico What Kids Really
Think. La Audiencia Provincial de A Coruña se pronunció a favor de
los demandados y confirmó la sentencia impugnada, al considerar que el
formato televisivo cuyo plagio se alegaba no tenía un grado de concreción
y originalidad suficiente ni suponía una compleja elaboración que, más
allá del esfuerzo inherente a la producción de cualquier programa del
género del que se trata, merezca la protección reclamada para una
producción televisiva.
La Audiencia advirtió la importancia de distinguir entre ideas carentes
de tutela y el necesario requisito de originalidad que atañe a toda obra
protegida por derechos de autor para recién luego de ello arribar a la
determinación de la existencia de un plagio. De este modo, la Audiencia
Provincial de A Coruña definió al formato televisivo como una creación
«que incorpora una estructura o forma original, constituida por una
predeterminada unión o secuencia de elementos, que constituyendo el
esqueleto de un programa televisivo, ya sea este un magazine, un game
show, un talk show o un quiz show, permiten su puesta en escena, así
como individualizarlo de otros del mismo género».
En relación con su protección por parte del derecho de autor, dicha
instancia judicial consideró que, tal como ocurre con la norma peruana,
no existe en el ámbito de la legislación de propiedad intelectual una
protección específica del formato televisivo en la normativa vigente de
derechos de autor. No obstante, en caso se alegue o se busque amparo en
O s c a r M o n t e z u m a Pa n e z
12 Ibídem, p. 259.
13 Véase: http://www.cerlalc.org/derechoenlinea/dar/index.php?mode=archivo&id=2367.
III.3. Argentina
La Cámara Nacional de Casación Penal argentina, mediante resolución
del 5 de marzo de 2007, resolvió denegar el recurso de casación interpuesto
por los representantes de la obra Perdona Nuestros Pecados, programa de
165
Formatos de
entretenimiento emitido sobre la base de archivos televisivos, contra
televisión y
el creador del programa Televisión Registrada, programa informativo
derechos de
también emitido sobre la base de archivos televisivos, en relación con
autor: una
una denuncia por infracción del derecho de autor contra esta última, mirada desde la
cuyo sobreseimiento se había dispuesto. Lo que se planteó en dicha jurisprudencia
causa fue que el programa Televisión Registrada habría vulnerado el nacional y
derecho de autor de los titulares del formato Perdona Nuestros Pecados, comparada
al estructurarse en función de archivos de televisión y, supuestamente,
tener estructuras similares. TV formats and
copyright: a
La jueza Berraz de Vidal, a cuyo pronunciamiento, que sirvió de sustento peruvian and
a la resolución emitida, se adhirieron los jueces restantes, recordó que «tal international
como expresa el doctor Miguel Angel Emery, los derechos de propiedad case law
intelectual o derechos de autor son aquellos que se le conceden a este approach
sobre su obra, nacidos en su labor creativa, al expresar con originalidad
el fruto de su espíritu o de una colaboración intelectual en una obra
artística, literaria o científica […]».
Continuó su pronunciamiento afirmando que
dable es poner en resalto una premisa que deviene en insoslayable al
momento de decidir jurisdiccionalmente sobre cuestiones inherentes a
la propiedad intelectual, cual es que el derecho de autor no protege la
idea sino la forma en que la misma se expresa, el objeto de la propiedad
intelectual —resalta Emery— «no es la idea abstracta sino la forma
original que el autor ha adoptado para expresarla».
III.4. Brasil
Sin embargo, no todos los pronunciamientos sobre la protección
del derecho de autor llegan a la misma conclusión. Tal es el caso del
pronunciamiento emitido el 16 de junio de 2003 por la Corte de
Apelaciones de São Paulo en el caso que enfrentó a TV Globo Ltda. y
Endemol Entertainment International B.V. con Intermédia Consultoria
de Comunicações e Negócios Ltda. y TVSBT, a raíz de la transmisión del
programa Casa dos Artistas en Brasil. En esta oportunidad, se determinó
que el programa Casa dos Artistas constituía una copia del programa Big
Brother y por tanto infringía el derecho de autor de los denunciantes.
En dicha oportunidad, gran parte del análisis de la Corte se centró en que
ambas partes sostuvieron negociaciones previamente a la emisión del
programa Casa dos Artistas en virtud de las cuales la parte demandada
pudo acceder a la «biblia de producción» del programa Big Brother. Es
decir, los demandados tuvieron acceso al documento en que se detalla
el formato mismo del programa Big Brother, de modo tal que les resultó
posible reproducir —como efectivamente hicieron— muchos de los
aspectos de dicho programa de forma pormenorizada.
El caso brasileño constituye un pronunciamiento particular que se aleja
notablemente de la tendencia internacional, donde es la exigencia de
originalidad en el conjunto de la producción audiovisual —y no solo el
hecho de tener una misma idea inspiradora— la que deberá ser tomada
en la consideración de cualquier tribunal al momento de resolver.
IV . C o n c l u s i o n e s
O s c a r M o n t e z u m a Pa n e z
O s c a r M o n t e z u m a Pa n e z
*
Abogado y magíster en Derecho de la Propiedad Intelectual y de la Competencia por la Pontificia
Universidad Católica del Perú. Especialista en Derecho de la Propiedad Intelectual por la Universidad
de Castilla La Mancha (España). Ha sido ejecutivo de la Dirección de Derecho de Autor del Indecopi.
Actualmente se desempeña como asesor en el Ministerio de la Producción y consultor en temas de
propiedad intelectual. Correo electrónico: cordova.ja@pucp.pe
170 I . I n t r o d u cc i ó n
En la sociedad de la información, los servicios que proveen noticias a
diversas personas de acuerdo con sus necesidades se han vuelto casi
imprescindibles. Así, muchas instituciones utilizan estos servicios a
efecto de proveerse de artículos periodísticos que sean de su interés, sin
tener la necesidad de que su personal revise cada uno de los medios de
comunicación existentes.
En la era del Internet, el cambio del modelo de negocio de las editoras
de noticias, el cual implica que estas pongan a disposición del público
sus productos a través de páginas web, ha llevado a una simplificación
de los servicios que dichas empresas prestan. Basta listar los enlaces (o
vínculos) de las páginas web y remitírselos a sus clientes, ya sea con una
pequeña reseña o sin esta. Asimismo, grandes empresas vinculadas al
mundo del Internet como Google Inc. y Yahoo! Inc. han lanzado, desde
hace algún tiempo, servicios de agregación de noticias. Estos servicios
seleccionan enlaces de páginas web de medios de comunicación y los
listan de acuerdo con criterios previamente establecidos.
Sin embargo, el uso de noticias por parte de las empresas que prestan
servicios de «press clipping» ha generado malestar entre las editoras de
los medios de comunicación. Las cuales señalan que aquellas lucrarían
con obras protegidas por el derecho de autor de su titularidad, sin
compensarlas debidamente. En este contexto, el propósito de este
artículo es analizar el uso que hacen las empresas de «press clipping»,
incluyendo a los agregadores de noticias, de obras protegidas por el
derecho de autor para determinar si efectivamente deben solicitar
autorización o no de los editores.
II . L o s a r t í c u l o s p e r i o d í s t i c o s c o m o o b r a s
p r o t e g i d a s p o r e l D e r e ch o d e A u t o r
El objeto de protección del derecho de autor recae sobre todas
aquellas creaciones literarias, artísticas y científicas que tengan como
J o r g e C ó r d o va M e z a r i n a
1 Sobre el requisito de la originalidad, la Sala de Propiedad Intelectual del Tribunal del Instituto
Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) ha
establecido como precedente lo siguiente: «Debe entenderse por originalidad de la obra, la expresión
(o forma representativa) creativa e individualizada de la obra, por mínimas que sean esa creación y
esa individualidad. La obra debe expresar lo propio del autor, llevar la impronta de su personalidad.
No será considerado individual lo que ya forma parte del patrimonio cultural —artístico, científico
o literario— ni la forma de expresión que se deriva de la naturaleza de las cosas ni de una mera
aplicación mecánica de lo dispuesto en algunas normas jurídicas, así como tampoco lo será la forma
de expresión que se reduce a una simple técnica o a instrucciones simples que solo requieren de la
habilidad manual para su ejecución.
En consecuencia, no todo lo producido con el esfuerzo de su creador merece protección por derechos
de autor» (resolución 286-1998-TPI-INDECOPI del 23 de marzo de 1998).
2 Artículo 9, literal c) de la LDA.
3 Paternidad, integridad, divulgación.
4 Reproducción, distribución, comunicación al público, transformación.
5 Artículo 87 de la LDA.
IV . L o s a r t í c u l o s p e r i o d í s t i c o s y e l I n t e r n e t
En un principio, los artículos periodísticos estuvieron destinados a ser
reproducidos y distribuidos únicamente a través de diarios, revistas y
otros medios impresos que los contenían, por lo que su alcance estaba
limitado al tiraje que tuviesen dichas publicaciones. Sin embargo, el
J o r g e C ó r d o va M e z a r i n a
V . E l u s o d e a r t í c u l o s p e r i o d í s t i c o s p o r
l a s e m p r e s a s d e P ress C lipping
La puesta a disposición en Internet de los artículos periodísticos permitió
el desarrollo de una modalidad de negocios que, si bien ya existía en
el entorno analógico, se masificó en el entorno digital. Este servicio se
conoce como press clipping y consiste en el seguimiento y selección de
las noticias brindadas por los medios de comunicación para remitirlas
en forma organizada a las personas naturales o instituciones que las
requieran de acuerdo con sus intereses. Así, quienes brindan este servicio
monitorean las noticias aparecidas principalmente en la web, las copian
y las ordenan de acuerdo con criterios de selección preestablecidos para
remitirlas periódicamente a sus usuarios.
Gracias a ello, las personas que cuentan con este servicio pueden
tener un panorama general de cómo ha sido abordada la noticia que
J o r g e C ó r d o va M e z a r i n a
les interesa, sin tener que acceder directamente a todos los medios de
comunicación y realizar una búsqueda por sí mismas. Si bien este servicio
resulta importante dentro de la sociedad de la información, el mismo se
nutre de obras periodísticas creadas por terceros, que son reproducidas
total o parcialmente o a las que se remite por medio de una selección de
enlaces de páginas web.
11 Pereda, Cristina. The New York Times estrena sistema de pago. El País, 17 de marzo de 2011 (http://
blogs.elpais.com/periodismo-con-futuro/2011/03/el-new-york-times-estrena-sistema-de-pago.html).
12 «The Washington Post» inaugura este miércoles su muro de pago. El País, 11 de junio de 2013
(http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/06/11/actualidad/1370939486_638623.html).
13 Así, el artículo 37 de la LDA establece lo siguiente: «Siempre que la Ley no dispusiere expresamente
lo contrario, es ilícita toda reproducción, comunicación, distribución, o cualquier otra modalidad de
explotación de la obra, en forma total o parcial, que se realice sin el consentimiento previo y escrito
del titular del derecho de autor».
14 Artículo 9 del Convenio de Berna.
15 Numeral 209, literal a) del Glosario de Términos de la OMPI.
18 Comité Permanente de Derecho de Autor y Derechos Conexos. Novena Sesión. Ginebra, 23-27
de junio de 2003 (SCCR/9/7), OMPI (http://www.wipo.int/edocs/mdocs/copyright/es/sccr_9/sccr_9_7.
pdf), p. 13.
19 Resolución 084-2005/ODA-INDECOPI del 07 de abril de 2005.
VII . E l u s o d e e n l a c e s
Existen ciertas empresas de press clipping que, si bien realizan una
selección y disposición de artículos periodísticos, no reproducen total
o parcialmente los mismos, sino que se limitan a reproducir los enlaces
de páginas web de los diarios y revistas que los contienen para que sus
usuarios accedan directamente a estos. Así, por ejemplo, si una empresa
de press clipping desea utilizar un artículo periodístico aparecido en el
diario El Comercio, no tiene necesidad de reproducirlo, sino que basta
que remita a sus usuarios el enlace de la página web de dicho diario.
Ahora bien, uno de los grandes debates actuales lo constituye el
determinar si la simple remisión de estos enlaces, sin la autorización
respectiva de los editores de noticias, constituye o no una infracción a
su derecho de autor. Es decir, se discute si a través de la remisión o la
puesta a disposición únicamente de enlaces de páginas web se realiza la
comunicación pública de las obras contenidas en dichas páginas. Para
J o r g e C ó r d o va M e z a r i n a
VIII . J u r i s p r u d e n c i a
La jurisprudencia que se ha pronunciado respecto del uso de enlaces y
su posible afectación al derecho de autor no es uniforme. Así, existen
Derecho PUCP, N° 74, 2015 / ISSN 0251-3420
180 resoluciones que han tolerado la puesta a disposición de enlaces a fin de
beneficiar el tráfico de información en Internet, mientras que otras han
considerado que a través de los mismos se vulnera el derecho de autor
de los titulares de las obras enlazadas.
Al respecto, podemos señalar la resolución emitida por el Tribunal
Supremo de Alemania de fecha 17 de julio de 2003, mediante la cual se
resolvió el caso denominado «Paperboy». En este caso, algunos diarios
denunciaron al titular de la página web www.paperboy.de, la cual ofrecía
el servicio de búsqueda de noticias, utilizando para ello enlaces profundos
(«deep linking»). En dicha resolución, el Tribunal manifestó que la sola
puesta a disposición de enlaces profundos no constituía una infracción
al derecho de autor de los titulares de las páginas web enlazadas.
Por otro lado, en un caso llevado a cabo en Estados Unidos de América,
entre las empresas Batesville Serv. Inc. y Funeral Depot Inc., la Corte
del Distrito de Indianápolis señaló que el enlazar una página web que
contenga imágenes protegidas por el derecho de autor constituye una
infracción20. Asimismo, el 08 de julio de 2002, el Tribunal de Copenhague
resolvió el caso llevado a cabo entre la Asociación de Editores de
Dinamarca y la empresa Newsbooster. Esta listaba una serie de enlaces
profundos de noticias a través de su página web (www.newsbooster.
com), con lo cual facilitaba a sus usuarios el acceso al texto íntegro de
artículos periodísticos. En este caso, el Tribunal resolvió prohibir a la
demandada el uso de dichos enlaces.
En este contexto, dos sentencias emitidas por el Tribunal de Justicia
de la Unión Europea han centrado el análisis de los expertos en torno
a la posible vulneración de los derechos de autor de los titulares de
páginas web por el uso de enlaces. La primera de estas corresponde
al asunto C-466/12, conocido como el caso «Svensson», y la segunda
corresponde al asunto C-348/13, conocido como el caso «Best Water».
A continuación, procederemos a analizar ambas sentencias.
J o r g e C ó r d o va M e z a r i n a
20 Al respecto se puede revisar: Samson, Martin. Batesville Services, Inc., et al. v. Funeral Depot.
Internet Library of Law and Court Decisions, (http://www.internetlibrary.com/cases/lib_case367.cfm).
21 Directiva 2001/29/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 22 de mayo de 2001 relativa a la
armonización de determinados aspectos de los derechos de autor y derechos afines a los derechos
de autor en la sociedad de la información:
«Artículo 3. Derecho de comunicación al público de obras y derecho de poner a disposición al público
prestaciones protegidas.
1. Los Estados miembros establecerán a favor de los autores el derecho exclusivo a autorizar o
prohibir cualquier comunicación al público de sus obras, por procedimientos alámbricos o
inalámbricos, incluida la puesta a disposición del público de sus obras de tal forma que cualquier
persona pueda acceder a ellas desde el lugar y en el momento que elija».
dirige el enlace sea nuevo, no estando por tanto dentro del supuesto
antes señalado. Por tanto, en dicho caso sí se configuraría una
infracción al derecho patrimonial de comunicación pública.
I X . L a p o l é m i c a « Ta s a G o o g l e » ¿ U n a s o lu c i ó n
al problem a ?
Google News, Yahoo News y Flidboard, entre otros, son servicios dedicados
a la clasificación y selección de noticias puesto a disposición en Internet
por distintos medios de comunicación (periódicos, radios, televisión)
para crear un directorio de enlaces al cual pueden acceder todos los
usuarios de la red para seleccionar la información que requieran. El
tipo de enlaces que utilizan es el profundo (deep linking) ya analizado.
Adicionalmente, estos servicios reproducen un pequeño resumen de
los artículos periodísticos, así como las fotografías que acompañan a
los mismos. El modelo corresponde al press clipping, aunque enfocado
netamente en el mundo digital. Así, las personas que acceden a estos
servicios pueden encontrar debidamente sistematizados los artículos
periodísticos que son de su interés.
El 1 de enero de 2015, entró en vigencia una modificación a la Ley
de Propiedad Intelectual española, mediante la cual se dispuso que la
reproducción digital de fragmentos no significativos de obras por parte
de las empresas dedicadas al press clipping no requiere de la respectiva
autorización de sus titulares23. En ese sentido, estas empresas pueden
enlazar artículos periodísticos y utilizar fragmentos no significativos
J o r g e C ó r d o va M e z a r i n a
24 Al respecto, diarios como Le Soir, Le Libre Belgique, entre otros, denunciaron a Google Inc. por
infracción a sus derechos de autor, lo cual tuvo como consecuencia que se ordene a esta última el
retiro de cualquier enlace a las publicaciones de los diarios demandantes.
X. Reflexiones finales
Como se ha señalado, toda reproducción y comunicación pública que se
haga de una obra requiere de una autorización por parte de sus titulares,
a menos claro que se esté ante un supuesto de excepción al derecho
de autor como es el caso de la cita. Sin embargo, resulta dudoso que el
solo enlazar contenidos utilizando los enlaces superficiales e incluso los
profundos corresponda a un acto de comunicación pública de obras,
por lo que no deberían estar sujetos a una autorización. En ese sentido,
coincidimos parcialmente con la sentencia emitida por el Tribunal de
Justicia de la Unión Europea en el caso «Svensson», en el sentido de que
la sola puesta a disposición al público de enlaces, incluso los profundos,
no configura comunicación al público. Sin embargo, dicha resolución
aún tiene que aclarar el supuesto en el cual sí se configura dicho acto de
comunicación cuando se trata de un público nuevo.
Así, consideramos que el uso de enlaces profundos resulta apropiado
cuando lo que se busca es acceder a determinada noticia, pues las páginas
web de los diarios y revistas se encuentran en continua actualización, por
lo que es probable que acceder a la página web principal resulte inútil
si es que el titular de dicha notica ya ha sido removido de dicha página,
obligando al usuario a realizar una búsqueda adicional. En ese sentido,
las empresas de press clipping que únicamente ponen a disposición
enlaces de noticias no deberían solicitar autorización a los titulares de
las páginas web enlazadas.
Ahora bien, en el caso de los enlaces marco o framing, a diferencia
de los enlaces superficiales y profundos, sí se configuraría un acto de
comunicación al público, pues se hace accesible el material contenido
J o r g e C ó r d o va M e z a r i n a
J o r g e C ó r d o va M e z a r i n a
Abstract: This article analyzes the missing rule and ruling about the
protection of characters and fictional objects which are part of works covered
by copyright. The author systematizes the criteria used in the administrative
jurisprudence for conflicts between the intellectual property and the industrial
property to extract specific rules in cases that involve fictional objects and
characters, establishing and proposing criteria to find out the originality of
these elements.
* Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), con estudios en la Maestría en
Derecho de la Propiedad Intelectual y de la Competencia de la Escuela de Posgrado de la PUCP.
Adjunto de Docencia de los cursos Derecho de Autor y Derecho de la Competencia 2 en la Facultad
de Derecho de la PUCP. Correo electrónico: jmurillo@pucp.edu.pe
190 ORIGINALIDAD A LOS OBJETOS Y PERSONAJES DE FICCIÓN.– V. DOS MEDI-
DAS, UN CAMINO: LA APLICACIÓN ANALÓGICA O LA NECESARIA MODIFI-
CACIÓN PERMANENTE DEL ARTÍCULO 7 DE LA LDA.– VI. UNA LUZ AL FINAL
DEL CAMINO: EL CASO KRYPTONITE.– VII. CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
I . I n t r o d u cc i ó n
Cuando uno se encuentra armando un rompecabezas busca tener
todas las piezas juntas para poder observar la imagen final después
de tanto esfuerzo. ¿Qué pasaría si uno no encuentra ciertas piezas al
final? Probablemente, la imagen quedaría incompleta y nos sentiríamos
defraudados. En efecto, creemos que esto sucede con la protección de
obras artísticas y literarias que buscan ser protegidas por el régimen
de derecho de autor, pues existen dudas sobre la protección de ciertas
partes de las mismas, tales como los objetos o personajes de ficción.
Así, contamos con una protección general indubitable de las obras
como un todo, pero se pone en tela de juicio si se protegen sus partes
individualmente.
Como señala Loredo, «el derecho de autor se determina teleológicamente
por la tutela que hace del autor y por la protección que otorga a la obra
creada, asegurando el respeto a la autoría y a la integridad de lo creado»1.
Así, el canon fundamental de los derechos de autor siempre ha sido
que se protege una creación humana en tanto cumpla con el requisito
legal consistente en la originalidad. De esta manera vemos protegidas
las pinturas, los libros, las obras de teatro, las películas, los videojuegos,
los poemas, las canciones, las fotografías y muchas otras. Sin embargo,
¿qué sucede con las partes integrantes de una obra? Específicamente,
¿qué sucede con los personajes y los objetos creados que son parte de la
misma?
En nuestro país, vemos varios casos de conflicto entre propiedad industrial
J av i e r A n d r é M u r i l l o C h áv e z
1 Loredo, Adolfo. Nuevo derecho autoral mexicano. México D.F.: FCE, 2000, p. 87.
de autor recae sobre todas las obras del ingenio, en el ámbito literario
o artístico, cualquiera que sea su género, forma de expresión, mérito o
finalidad». Se puede observar que no hay mención en este ni en otro
punto a los elementos integrantes de la obra; aunque cabe indicar que
191
El rompecabezas
sí existe una mención a los títulos. La LDA aquí es expresa y señala
incompleto.
en su artículo 7 que «El título de una obra, cuando sea original,
La omisión
queda protegido como parte de ella». Sin embargo, tanto el legislador
normativa y
andino como el nacional omiten pronunciarse normativamente sobre jurisprudencial
la protección específica de los objetos o personajes. Por lo tanto, es sobre la
importante analizar si debemos inclinarnos por la desprotección o la protección
protección —vía aplicación analógica del artículo 7 de la LDA o de la por el derecho
evaluación de una reforma del mismo artículo— de estos elementos. de autor de
Este tema es muy importante, ya que la utilización de bienes inmateriales personajes y
en el mercado se ha intensificado con el paso de los años. Así, la objetos de la
obra
propiedad intelectual parece tener gran proyección en el futuro pues,
como señala Vibes, The incomplete
puzzle. The
[...] el mundo actual parecería reflejar que el crecimiento económico missing rule and
que aportan las industrias relacionadas con la explotación de DPIs ruling about
[derechos de propiedad intelectual] es no solo relevante en términos the protection
de volumen, sino que además demuestra una curva ascendente, en la by copyright of
cual se puede proyectar que a medida que pasa el tiempo la generación characters and
de riqueza del sector aumenta cada vez más. Por otro lado, también objects of the
es factible anticipar que la falta de un sistema de derechos exclusivos work
de protección de los DPIs hará disminuir la cantidad de obras
nuevas, la actividad inventiva y, desde la óptica marcaria, quitará una
herramienta de vital importancia a los consumidores. Todo parece
indicar que actualmente el mundo moderno tiende a ver en los DPIs
una herramienta estratégica de crecimiento2.
2 Vibes, Federico. Derechos de propiedad intelectual. Buenos Aires: AdHoc, 2009, p. 48.
3 20th Century Fox Television. Homero idealista [videograbación]. 30 min. EE.UU., 2001.
4 Duff, la famosa cerveza de Los Simpson, envuelta en una nueva batalla legal. El Comercio (Lima),
01 de agosto de 2012 (http://elcomercio.pe/tvmas/television/duff-famosa-cerveza-simpson-enfrenta-
nueva-batalla-legal-noticia-1449670).
5 Chile: Incautan cerveza Duff «pirata» de Los Simpson. Peru21 (Lima), 27 de marzo de 2013 (http://
peru21.pe/mundo/chile-incautan-cerveza-duff-pirata-simpson-2123661).
6 La superindustria protegió los derechos de la marca Duff de Fox. La República (Bogotá), 24 de enero
de 2014 (http://www.larepublica.co/asuntos-legales/la-superindustria-protegi%C3%B3-los-derechos-
de-la-marca-duff-de-fox_103806).
III . E l m e d i o d e d e f e n s a d e lo s d e r e ch o s d e
au to r s o b r e p e r s o n a j e s y o b j e to s d e f i cc i ó n
f r e n t e a lo s t e r c e r o s : e l p o co e x p lo r a d o
i n c i s o f ) d e l a r t í c u lo 136 d e l a D e c i s i ó n 4 8 6
Muchos de los conflictos en los que se pone en discusión la protección
J av i e r A n d r é M u r i l l o C h áv e z
7 Debe quedar claro que esto no excluye que existan discusiones en particular sobre el uso de
elementos o personajes en otras obras. Por ejemplo, el uso de un personaje o un elemento en un
formato distinto al que originalmente lo consignaba, es decir de un libro a una película; o los clásicos
spin-off que son obras que emplean ciertos contenidos de una obra previa para crear una nueva
historia.
a recaer dos derechos, pero siempre con algunos límites. Basta imaginar
el caso de las marcas figurativas o mixtas para tener una idea, pues es
obvio que muchos de los diseños pueden no haber sido realizados por el
mismo fundador de la empresa, sino por encargo de diseñadores gráficos
o un tercero a quien se le debe pedir autorización para usar su creación.
La importancia de los derechos de autor frente a los signos distintivos es
reseñada por Castro de la siguiente manera:
[...] es posible que el signo destinado a ser registrado como marca sea el
resultado del trabajo creativo realizado por una o varias personas, y que
por esta razón se manifieste bajo la forma de una obra literaria, musical
8 Antequera, Ricardo. Estudios de derecho de autor y derechos afines. Madrid: Reus/AISGE, 2007, p.
450.
9 Castro García, Juan. La propiedad industrial. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2009,
pp. 108-109.
10 Murillo Chávez, Javier André. Conviviendo con el enemigo: sobre los conflictos entre el derecho de
propiedad industrial y el derecho de autor. Revista Actualidad Jurídica, 231 (2013), p. 336.
11 Tenemos este razonamiento colocado en las siguiente resoluciones: 554-2012/TPI-INDECOPI,
1279-2012/TPI-INDECOPI, 1620-2011/TPI-INDECOPI, 1693-2012/TPI-INDECOPI, 1580-2013/
TPI-INDECOPI, 1586-2013/TPI-INDECOPI, 1587-2013/TPI-INDECOPI, 1994-2013/TPI-INDECOPI,
por mínimas que sean esa creación y esa individualidad. La obra debe
expresar lo propio del autor, llevar la impronta de su personalidad».
Lo principalmente criticado a este criterio es la extrema subjetividad a la
199
que somete a los administrados. En palabras de Maraví, El rompecabezas
incompleto.
[l]a búsqueda de la personalidad o individualidad del autor en la creación La omisión
es un acto sumamente subjetivo que puede causar dos resultados. Por un normativa y
lado, si se entiende que las obras son producto de un ser humano y, por jurisprudencial
lo tanto, manifiestan en alguna medida un esfuerzo creativo, entonces sobre la
siempre reflejan en algo la personalidad y singularidad del autor. En protección
consecuencia, todas las obras podrían ser consideradas originales, por el derecho
convirtiéndolo en un requisito irrelevante. […] Otra posibilidad es de autor de
que, si dada la actividad, el espacio para desplegar la creatividad es personajes y
extremadamente reducido, no podría manifestarse esta singularidad del objetos de la
autor. El otro efecto posible es que se restrinjan severamente la cantidad obra
de obras que pueden protegerse si es que verificamos que solamente las
The incomplete
personalidades más fuertes o renombradas se imprimen en las creaciones
puzzle. The
artísticas13.
missing rule and
De esta manera, la manera de proteger las obras en general queda a ruling about
criterio del examinador que tenga a su cargo el expediente de registro de the protection
by copyright of
obra o el que tenga a su cargo la elaboración del memorándum interno
characters and
de la Dirección de Derecho de Autor del Indecopi para el expediente
objects of the
de oposición marcaria. Creemos que este es un caso de discrecionalidad
work
administrativa debido a la imperfección del criterio establecido para
determinar la originalidad. En este caso, todo se resume a un tema de
argumentación ante la autoridad, pues finalmente se debe convencer
al miembro de la Dirección de Derecho de Autor de que la obra o
elemento de la obra sometido a examen cuenta con la «impronta de la
personalidad» del autor. Pese a estas críticas, este es el criterio mayoritario
a nivel mundial y es muy probable que no cambie en corto plazo14.
J av i e r A n d r é M u r i l l o C h áv e z
13 Maraví, Alfredo. Breves apuntes sobre el problema de definir la originalidad en el derecho de autor..
Cuaderno de Trabajo, 16. Lima: Departamento Académico de Derecho de la PUCP/CICAJ, 2010,
p. 21. (http://repositorio.pucp.edu.pe/index/bitstream/handle/123456789/46738/cuaderno%2016.pdf?
sequence=1).
14 Para un trabajo donde critico el criterio con más detalle y ejemplos en el caso de las obras musicales,
véase: Murillo Chávez, Javier André. Do – Re – Mi: una aproximación a la obra musical desde el
derecho de propiedad intelectual y la teoría musical. Revista Jurídica del Perú, 148 (2013), 203-223.
15 Como consumidor medio debemos entender «aquel consumidor que solo a veces planifica sus
compras, pero le gustan las ofertas. Solo se informa del producto cuando algo le preocupa. No
es muy acucioso ni cuidadoso en sus compras, no se fija mucho en los detalles y solo reclama
cuando la cosa es grave. Las asociaciones le aconsejan siempre actuar con más cuidado en sus
compras; porque de ello depende su seguridad y la de su familia. Este tipo de consumidor tiene un
comportamiento regular y actúa en función de las circunstancias» (Durand, Julio. Tratado de derecho
del consumidor en el Perú. Lima: Universidad San Martín de Porres, 2007, p. 146; las cursivas son
nuestras).
16 En este sentido, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina ha señalado en la interpretación
prejudicial 31-IP-2004 que los criterios para establecer la conexión competitiva son los siguientes: la
inclusión de los productos en una misma clase del nomenclátor, los canales de comercialización, los
medios de publicidad, la relación o vinculación entre los productos, el uso conjunto o complementario
de productos, las partes y accesorios, el mismo género de los productos, la misma finalidad, y la
intercambiabilidad de los productos.
IV . A p l i c a n d o e l v i e j o c r i t e r i o d e o r i g i n a l i d a d
a lo s o b j e to s y p e r s o n a j e s d e f i cc i ó n
El criterio de originalidad aplicado a obras en general resulta bastante
más armónico que cuando se lo aplica a elementos o partículas más
pequeñas de obras particulares. En efecto, muchas veces el criterio
altamente subjetivo, que hemos descrito líneas atrás, afecta la posibilidad
de acceder a registro o reconocimiento de la originalidad debido a que los
objetos o personajes de ficción únicamente son una palabra o un dibujo
sencillo, pero cargado de significado. Uno de los resultados criticados es
aquel que señala que desprotege demasiado por el no reconocimiento
de la «impronta de la personalidad», lo cual se puede mostrar mucho
Derecho PUCP, N° 74, 2015 / ISSN 0251-3420
202 más en el caso de los objetos o personajes de ficción. Sin embargo, como
proponemos a continuación, existe un método para «objetivizar» la
búsqueda de este esquivo parámetro en estos casos.
Un ejemplo interesante y didáctico sobre la originalidad de objetos de
ficción, para comenzar, nos lo proporciona la siguiente imagen:
17 Rodríguez, Gustavo. Los derechos de propiedad intelectual en las industrias del entretenimiento. En:
Autores varios. Los retos actuales de la propiedad intelectual: visión Latinoamérica». Lima: Themis/
Hernandez&Cía, 2013, p. 241.
mundial contra la tiranía del Eje. Trevor tenía que volver a casa para
acabar su misión, pero no iba a hacerlo solo. «¡Tienes que enviar junto
a él a la más fuerte de tus mujeres maravilla, pues América, el último
reducto de democracia e igualdad de derechos para las mujeres,
205
necesita vuestra ayuda!». Se organizó un torneo para identificar a El rompecabezas
la candidata más apropiada. Entre las pruebas se incluía la carrera incompleto.
La omisión
contra el ciervo, y la competición culminaba con el deporte favorito
normativa y
de estas inmortales señoritas: balas y brazaletes. Una especie de ruleta
jurisprudencial
rusa en que las finalistas tenían que ponerse frente a frente, armadas
sobre la
con revólveres cargados (de dónde sacaban las armas estas amazonas
protección
con convicciones firmemente antibelicistas sigue siendo un misterio).
por el derecho
El desafío consistía en disparar a la rival, que tenía que desviar las de autor de
balas con sus brazaletes para ganar; mientras que la perdedora se iba personajes y
a casa con una herida superficial en el hombro. Al final, ganó una objetos de la
morena enmascarada que resultó ser, en una vuelta de tuerca no del obra
todo inesperada, la mismísima princesa Diana. «Y así es como Diana,
la Mujer Maravilla, renunciando a su herencia y a una vida eterna, The incomplete
abandona Isla Paraíso para devolver al hombre que ama a América, puzzle. The
tierra que también ella aprenderá a amar y a proteger, y que adoptará missing rule and
ruling about
como suya»18.
the protection
Como podemos observar en estas líneas, es clara la «impronta de la by copyright of
personalidad» con la que William Mouton Martson impregnó a este characters and
personaje: desde la modernización de la historia de las amazonas hasta objects of the
el juego moderno de los revólveres y los brazaletes, así como el inicio de work
sus aventuras en América. ¿Qué duda puede haber sobre la existencia
y presencia de estos rasgos propios y característicos del autor en el
personaje? Como mencionamos, a diferencia de los objetos en una trama
de ficción, la carga conceptual de un personaje se encuentra sumergida
dentro de la historia del origen de este personaje. Como ha señalado
Patiño, a raíz del caso «Popeye» en España:
J av i e r A n d r é M u r i l l o C h áv e z
18 Morrison, Grant. Supergods. Héroes, mitos e historias del cómic. Traducción de Miguel Ros
Gonzáles. Madrid: Turner, 2012, pp. 64-65.
19 Patiño, Beatriz. Marca registrada que vulnera el derecho de autor sobre el personaje «Popeye».
Comentario a la Sentencia del Tribunal Supremo de 7 de octubre de 2000. Actas de Derecho
Industrial y Derecho de Autor, 21 (2001), p. 389.
20 Es importante mencionar que, pese a que en la actualidad existan películas concretas, estos
personajes nacieron como parte de una obra literaria y fueron, por mucho tiempo, únicamente texto
en el cual se describía personajes que estaban sumergidos en una historia más amplia únicamente
de manera escrita.
21 Traducción libre del texto de Eberl, Jason. «You Cannot Escape Your Destiny» (Or can you?):
Freedom and Predestination in the Skywalker Family. En: Autores varios. Star Wars and Philosophy.
Chicago: OpenCourt, 2005, p. 3.
Aquí nuevamente podemos ver que existe una gran carga conceptual
traducida en toda la historia que se realizó en la película Star Wars Episode
I The Phantom Menace donde se presenta la niñez de Anakin y cómo es
rescatado por los Jedi Qui-Gon Jinn y Obi-Wan Kennobi, presentado
207
ante el Consejo y luego rechazado por el mismo. Posteriormente, en El rompecabezas
incompleto.
Star Wars Episode II The Attack of the Clones se narra la juventud de
La omisión
Anakin y sus aventuras con Obi-Wan. El episodio termina con la leve
normativa y
inclinación hacia el odio que lleva al Lado Oscuro. Finalmente, en
jurisprudencial
Star Wars Episode III The Revenge of the Sith se muestra la conversión
sobre la
de Skywalker en Darth Vader, quien se convierte en aprendiz de Darth protección
Sidious. Por otro lado, la pertenencia a una obra previa es clara en por el derecho
este caso, por lo que no es posible dudar de la protección que tiene de autor de
este personaje como personaje protegido por el régimen de derecho personajes y
de autor. objetos de la
La pregunta concreta en este caso es si el símbolo de las reliquias de la obra
muerte, el batarang, la Mujer Maravilla o Darth Vader y muchos otros The incomplete
elementos y personajes merecen protección por el régimen de derecho puzzle. The
de autor como partes individuales de una obra más compleja. Tengamos missing rule and
en cuenta que los personajes y elementos son muy importantes. ruling about
the protection
Como argumento adicional que revela que los personajes son partes by copyright of
protegidas por el régimen de derecho de autor, debemos entender characters and
que existen empíricamente transacciones y cesiones de derechos objects of the
patrimoniales de autor que versan únicamente sobre personajes work
concretos. Como demostración de lo señalado, basta con ponernos a
pensar en todo el universo de superhéroes (personajes) que Stan Lee fue
licenciando a diversas empresas cinematográficas.
A manera de graficar la situación descrita, Stan Lee ha dispuesto de los
derechos de autor de sus personajes de manera muy amplia: Marvel
Studios (comprada por Disney) tiene titularidad de los clásicos
personajes Iron Man, Capitán América, Thor, Hulk, la Viuda
J av i e r A n d r é M u r i l l o C h áv e z
22 No debemos confundir los derechos de autor sobre personajes individualmente considerados, de los
derechos conexos de los artistas intérpretes. «Toda persona natural que representa o realiza una
obra artística, con texto o sin él, utilizando su cuerpo o habilidades, con o sin instrumentos, que se
exhiba o muestre al público, resultando una interpretación y/o ejecución que puede ser difundida por
cualquier medio de comunicación o fijada en soporte adecuado, creado o por crearse. que efectúan
explotando los personajes en obras audiovisuales», según el artículo 2 de la ley 28131. Esto incluye
a los actores y actrices —que tienen naturaleza distinta, plazos y funcionamiento distinto—; estos
derechos conexos son independientes de los derechos de autor sobre los personajes.
23 Marín, Fernando. Un actor en la Aldea Global. En: Autores varios. El derecho de autor y los derechos
conexos ante las nuevas tecnologías. ¿Intereses compatibles o contrapuestos?. Homenaje a Carlos
Alberto Villalba. Lima: APDAYC/IIDA/AISGE, 2012, p. 556.
24 Cornejo, Carlos. Derecho de marcas. Lima: Lex&Iuris, 2014, p. 105.
25 Fernández-Nóvoa, Carlos. Tratado sobre derecho de marcas. Madrid: Marcial Pons, 2004, pp.
256-257.
V . D o s m e d i d a s , u n c a m i n o : l a a p l i c a c i ó n
analógic a o la necesaria modific ación
p e r m a n e n t e d e l a r t í c u l o 7 d e l a LDA
Como se indicó al inicio de este trabajo, el artículo 7 de la LDA señala que
«El título de una obra, cuando sea original, queda protegido como parte
de ella». Coincidentemente, Raffo, desde la doctrina, señala que «[e]
l título de una obra intelectual es parte de ella y, por esta razón, el autor
J av i e r A n d r é M u r i l l o C h áv e z
tiene sobre el título los mismos derechos que tiene respecto de la obra»26.
Ahora, incluso en vínculo con el derecho de signos distintivos, Otamendi
señala también que las obras artísticas o literarias «[…] constituyen una
sola obra, inseparable de su título, como lo son de cualquiera de sus actos
o capítulos. Por lo tanto estos títulos lo son de únicas creaciones fuera de
las cuales quedarían vacíos»27. Por supuesto, siempre con los límites que
delimitan la tutela jurídica justa; como señala Ríos,
es de pacífica aceptación que no gozan de tutela por el derecho de autor
los títulos carentes de originalidad, como los genéricos […]; los comunes
o banales […]; los que simplemente indican el género o características
26 Raffo, Julio. El derecho autoral. Buenos Aires: Marcial Pons, 2011, p. 180.
27 Otamendi, Jorge. Derecho de marcas. Octava edición. Buenos Aires: Abeledo Perrot, 2012, p. 120.
28 Ríos, Wilson. La causal de irregistrabilidad marcaria, frente a los derechos de autor de un tercero.
Derecho de autor sobre los títulos de obras literarias, artísticas o científicas y los personajes ficticios
o simbólicos. Revista La Propiedad Inmaterial, 8 (2004), p. 64.
29 Espinoza, Juan. Los principios contenidos en el título preliminar del Código Civil Peruano de 1984.
Lima: Grijley, 2011, p. 276.
30 Arce, Elmer. Teoría del derecho. Lima: PUCP, 2013, p. 241.
31 Ibídem, p. 233.
34 Posner, Richard. El análisis económico del derecho. México D.F.: FCE, 1998, pp. 46-47.
35 Como señala León, «[…] la realidad peruana no es adecuada para sacar provecho de las “cláusulas
normativas generales” ni de los “principios”, pues nuestros jueces están lejos de los estándares de
preparación —y aquí, como en la vida real, la formación cultural de un individuo es la que determina
cuán grande o limitada será su libertad de pensamiento y de acción— que hacen que aquella técnica
sea la privilegiada en los países desarrollados» (León, Leysser. El sentido de la Codificación Civil.
Lima: Palestra, 2004, p. 34).
De esta manera, observemos que tanto los personajes como los objetos
de ficción podrían ser objeto de actos de competencia desleal, siempre
analizando cada caso concreto. De esta manera, no debe quedar excluida
la posibilidad de existencia de actos de confusión o de engaño a través
del uso de títulos, personajes de ficción o elementos de ficción. En efecto,
podemos observar la aplicación directa del artículo 137 de la Decisión
486 de la Comunidad Andina cuando el personaje de ficción o un
objeto de ficción cuenta con suficiente reputación en un mercado para
que terceros quieran apropiarse de esta y generar un caso de la situación
J av i e r A n d r é M u r i l l o C h áv e z
38 Bugallo, Beatriz. La protección del título de las obras como marca. Actas de Derecho Industrial y
Derecho de Autor, 24 (2004), pp. 129-131. Las cursivas son nuestras.
39 Como señalan Bullard y Falla, «El “free riding” (expresión que se refiere al que utiliza un medio
de transporte sin pagar por él, es decir un “polizonte”) ocurre cuando una empresa (o individuo)
se beneficia de las acciones o esfuerzos de otra, sin pagar ni compartir los costos en que esta
última incurre» (Bullard, Alfredo & Alejandro Falla.¡Prohibido Prohibir!: El fantasma de los
precios sugeridos y la fijación de precios de reventa en el derecho de la competencia. Portal
Web Bullard Abogados (Lima), pp. 5-6 (http://www.bullardabogados.pe/publications/wp-content/
uploads/2011/12/2002af_prohibidoprohibir.pdf). Este concepto ha sido recogido, además, por el
Tribunal de INDECOPI en la Resolución 1122-2007/TDC-INDECOPI, donde se señala lo siguiente:
«Free riding: Obtener el beneficio de un bien o servicio sin tener que pagar por él, no necesariamente
de manera ilegal. Traducción libre (http://www.economist.com/research/Economics/alphabetic.
cfm?letter=F , página web visitada el 21 de mayo de 2007)». Así como también ha sido señalado por
Osiptel en la Resolución 012-2013-CCO/OSIPTEL, donde se señala que: «el problema del free rider
que, en otras palabras, es un problema que aparece cuando la empresa que financia la provisión
de un bien o servicio no puede aprovecharse de manera exclusiva de los beneficios derivados de
esa provisión (que podrían ser tomados por otras empresas competidoras que serían las free-riders)
convirtiéndose así el servicio en una suerte de “bien público”» (p. 70).
Recibido: 18/03/2015
Aprobado: 07/04/2015
I . I n t r o d u cc i ó n
En la actualidad, hacer referencia a personajes de ficción es referirse
a un sector de la economía que genera importantes ingresos y que
constituye un importante indicador cultural, social y comercial para un
determinado país. En los últimos años, este sector se ha convertido en
una de las industrias de entretenimiento más importantes e influyentes,
facturando por encima de otras industrias tradicionales, como la de
música, la de las obras literarias, entre otras.
Hablar de personajes de ficción es referirse a industrias del
entretenimiento que, por su naturaleza, difieren de las industrias
* Abogada por la Universidad de San Martín de Porres (Perú). Magíster en Gestión y Políticas de la
Ciencia, Tecnología e Innovación en la Universidad Cayetano Heredia (Perú). Ha sido seleccionada
becaria por diversas agencias internacionales, tales como la Agencia Coreana de Cooperación
Internacional (KOICA), la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA), la Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), el Ministerio de Cultura de España y la Universidad
de California, Davis. ICANN Fellow (Durbán-Sudáfrica, 2013 y Londres-Reino Unido, 2014). Correo
electrónico: myaguero@msn.com
222 culturales, puesto que este último concepto denota complejidad —la
cual no podrá ser abordada en el presente trabajo por su extensión—, ya
que no toda industria del entretenimiento necesariamente es cultural.
Así, por ejemplo, las caracterizaciones, dibujos animados, entre otros
personajes de ficción, no necesariamente contienen el ingrediente
«cultural», lo cual no implica que no puedan constituirse de tal modo
que lo contengan1. Las industrias del entretenimiento pueden ser de
diversa índole, a saber: los videojuegos, los personajes de ficción, los
formatos televisivos, entre otros, los mismos que tienen por núcleo
común a la creatividad como insumo principal.
En efecto, las industrias del entretenimiento constituyen una de
las industrias más lucrativas de los últimos tiempos, encontrándose
en constante evolución debido a factores tecnológicos y sociales, al
comportamiento de los consumidores, al avance de la investigación y
al desarrollo como motor de la innovación y/o ventaja competitiva (con
miras al desarrollo de diversos modelos de negocios, lo cual permite
que las empresas puedan conquistar nuevos mercados). La economía
creativa deviene, así, el sector más dinámico del comercio mundial. Si
bien los países desarrollados dominan el mercado, existe una creciente
prosperidad de muchos países en vías de desarrollo —especialmente los
asiáticos—. Así:
Durante el periodo 2000-2005, el comercio de bienes y servicios
creativos aumentó de manera inaudita, alcanzando un promedio anual
de 8.7 por ciento. Las exportaciones mundiales de productos creativos
alcanzaron los $424.4 mil millones en 2005, comparado con $227.5
mil millones en 1996, de acuerdo con las estadísticas preliminares de
la UNCTAD. Los servicios creativos experimentaron un crecimiento
particularmente rápido, de 8.8 por ciento anual, entre 1996 y 20052.
Maritza Yesenia Agüero Miñano
1 Cabe señalar que, de acuerdo al Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN), «las
industrias culturales en el Perú alcanza los US$. 4.720 millones, lo que equivale al 2,7% del PBI,
siendo esta cifra muy pequeña comparada con otros países de la región como Argentina y Colombia
que alcanzan hasta el 6% de influencia en el PBI» (http://www.ceplan.gob.pe/noticias/industrias-
culturales-son-vitales-desarrollo).
2 Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Informe sobre la
economía creativa 2008 (http://unctad.org/es/Docs/ditc20082ceroverview_sp.pdf).
3 Fuente: http://www.forbes.com/pictures/mlg45edmmd/1-scrooge-mcduck/.
4 Fuente: http://www.forbes.com/pictures/mlg45edmmd/2-smaug/.
5 Fuente: http://www.forbes.com/pictures/mlg45edmmd/3-carlisle-cullen-2/.
6 Fuente: http://time.com/3612615/influential-characters-2014/.
7 Fuente: http://time.com/3612615/influential-characters-2014/.
8 Fuente: http://time.com/3612615/influential-characters-2014/.
11 Téllez, Oscar. ¿Quién es titular de los derechos del personaje de «La Chilindrina»?
(http://abogadotellez.blogspot.com/2013/07/quien-es-titular-de-los-derechos-del.html).
12 En efecto, el Copyright Act de los Estados Unidos de América de 1909 —codificado en su versión
modificada de 1976— establece que el copyright es conferido a un autor automáticamente sobre su
creación, sin que medie registro o publicación, siempre y cuando: a) el objeto sea de protección por
el derecho de Autor, b) sea original, c) sea mínimamente creativo, y, iv) esté fijado en un medio de
expresión tangible.
13 Stoyanov Edissonov, Emil. Merchandising de personajes audiovisuales de ficción: hacer negocios
de los Jedi, Bart Simpson y Pocoyo (http://www.copyrait.com/archivo/28.pdf ).
14 Schienke, Gregory S. The Spawn of Learned Hand-A Reexamination of Copyright Protection and
Fictional Characters: How Distinctly Delineated Must the Story Be Told? Marquette Intellectual
Property Law Review, 9, 1 (2005), p. 73.
15 Donaldson, Michael C. Clearance & Copyright. Los Angeles: Silman-James Press, 2008, p. 95.
16 Nichols vs. Universal Pictures Corporation Et Al. 45 f.2d 119 (1930). (http://cyber.law.harvard.edu/
people/tfisher/IP/1930%20Nichols.pdf).
17 Kurtz, Leslie. Fictional Characters and Real People. University of Louisville Law Review, 51, 435 (2013).
(http://www.louisvillelawreview.org/sites/louisvillelawreview.org/files/pdfs/printcontent/51/3/Kurtz.pdf),
443. Consulta: 19 de marzo de 2015.
18 Pronunciamiento emitido en el caso Burroughs vs. Metro-Goldwyn-Mayer. 519 F. Supp 388 (1981),
Corte Distrital de Nueva York. Traducción libre.
19 Raja Pocket Books vs. Radha Pocket Books. 1997 (40) DRJ 791 (http://indiankanoon.org/
doc/1572079/).
20 Warner Bros. Pictures, Inc. vs. Columbia Broad. Sys., Inc. 216 F.2d 945.
21 Traducción libre.
III . C o m e n t a r i o s F i n a l e s
Al interior de una obra existen diversos tipos de personajes de ficción,
los cuales van desde los personajes protagónicos hasta los secundarios o
stock caracters, cada cual desempeñando un rol al interior de una obra.
La tarea de delimitar los personajes de ficción a efectos de determinar
el carácter y/o forma de la protección, a la luz de lo que nuestra norma
nacional y comunitaria establece, es una tarea compleja. Es pertinente
precisar que lo trascedente sería poder determinar qué particularidades
podrían resultar no susceptibles de protección al interior de los personajes
22 Metro-Goldwyn-Mayer vs. American Honda Motor Co. 900 F. Supp. 1287 (1995).
23 Cavalier v. Random House, Inc. 297 F.3d 815 (2002). Consulta: 3 de marzo de 2015.
24 Cabe señalar que las partes presentaron una transacción extrajudicial, la misma que fue aprobada
por la Sala de Propiedad Intelectual (hoy Sala Especializada en Propiedad Intelectual), mediante
resolución 1547-2012/TPI-INDECOPI de fecha 27 de agosto de 2012.
25 Resolución 367-2011/CDA-INDECOPI de fecha 1 de agosto de 2011.
26 Véase: Said, Zahr K. Fixing Copyright in Characters: Literary Perspectives on a Legal Problem.
Cardozo Law Review, 35 (2013) (http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=2246511), pp.
807-808.
27 Rice v. Fox Broad. Co. 330 F.3d 1170 (2003) (http://openjurist.org/330/f3d/1170/rice-v-fox-broadcasting-
company-srj-e).
Con relación a las fan fiction works —tema que únicamente será citado
de forma tangencial por exceder en su extensión las dimensiones de este
trabajo—, se advierte que estas son obras derivadas, realizadas por los
fanáticos de las obras originarias.
Estas obras pueden ser de dos tipos: (i) referential fan fiction work, esto
es, aquella en la que los fanáticos únicamente compilan información
o presentan la información ya existente de una nueva manera sin
modificar nada de la obra originaria; y, (ii) participatory fan fiction work,
esto es, la obra en la que el fanático emprende un trabajo de creación
28 Videograbación (https://www.youtube.com/watch?v=gqa-b3assCA).
29 Véase supra, nota al pie 22.
30 Rodríguez García, Gustavo. ¿Seguidores o infractores? Los fan fiction works y la lucha por la
creatividad colaborativa en Internet (http://enfoquederecho.com/%C2%BFseguidores-o-infractores-
los-fan-fiction-works-y-la-lucha-por-la-creatividad-colaborativa-en-internet/).
Abstract: Indecopi has within its functions the defense of free competition
and the protection of intellectual property. This institutional design has the
advantage of being able to see more clearly what are the points of convergence
between the two subject-matter, harmonize them and achieve the goals they
have in common. Within this convergence, there are sensitive issues as the
granting of compulsory licenses. In this work, we highlight that compulsory
licenses are exceptional measures and, to consider its granting, the State must
have a procedure that provides confidence and predictability to citizens and
clear definitions of what is meant by public interest, emergency and national
security. Finally, it is proposed that the granting of compulsory licenses should
be justified by a cost benefit analysis showing that is the best choice.
* Para la elaboración de este artículo se contó con la colaboración de Patricia Sarria Pardo, asesora de
la Presidencia del Indecopi. Las opiniones vertidas en este artículo representan la visión exclusiva
del autor sobre las diferentes materias abordadas, de modo que no comprometen en modo alguno la
posición de las instituciones de las cuales es parte el autor.
** Presidente del Consejo Directivo del Indecopi (Perú). Abogado por la Pontificia Universidad Católica
del Perú (PUCP). Máster en Regulación de Servicios Públicos por la Universidad Peruana de
Ciencias Aplicadas (Perú) y el IEDE Business School (España), Universidad Europea de Madrid
(España). Profesor en la PUCP, ESAN, Universidad del Pacífico y Universidad San Martín de Porres.
Correo electrónico: htassano@indecopi.gob.pe
238 CONTENIDO: I. INTRODUCCIÓN.– II. RELACIÓN ENTRE EL DERECHO DE LA
COMPETENCIA Y LA PROPIEDAD INTELECTUAL.– II.1. SUPUESTO DONDE
EL TITULAR DE UN DERECHO DE PROPIEDAD INTELECTUAL ABUSA DE SU
POSICIÓN DE DOMINIO. CASOS QUE INVOLUCRAN DERECHOS DE PRO-
PIEDAD INTELECTUAL.– II.2. LAS LICENCIAS OBLIGATORIAS COMO ALTER-
NATIVA DE REMEDIO.– III. EL ANÁLISIS ECONÓMICO DEL DERECHO PARA
EVALUAR LA PERTINENCIA DE LAS MEDIDAS.– IV. REFLEXIONES FINALES.
I . I n t r o d u cc i ó n
A primera vista, podríamos pensar que el derecho de la competencia y
el derecho de la propiedad intelectual no guardan relación alguna. Por
un lado, el derecho de propiedad intelectual otorga derechos exclusivos
como patentes, modelos, diseños industriales, derechos de autor, marcas
y otros, que podrían ser equiparables a un monopolio. Por otro lado, la
principal función del derecho de la competencia es fomentar que existan
muchos competidores en el mercado, promoviendo la competencia
como la manera más eficiente de asignación de los recursos, cuyo
objetivo primordial es aumentar el bienestar general de la población1.
Los derechos de propiedad intelectual resultan actualmente muy
importantes para el desarrollo y la competitividad de un país. Por ello, se
necesita un sistema de protección de la propiedad intelectual sólido que
proteja estos derechos y brinde el soporte necesario para la innovación
tecnológica, considerando como premisa básica que el progreso técnico
crea un aumento en la competencia en el ámbito de la investigación y el
desarrollo. Asimismo, el derecho de la competencia es fundamental para
que el mercado funcione de manera eficiente, ya que cuenta con una
H e b e r t e d u a r d o Ta s s a n o V e l a o c h a g a
1 Cabanellas, Guillermo. Propiedad intelectual y libre competencia. Buenos Aires: 2006 (http://www.
wipo.int/edocs/mdocs/lac/es/ompi_jpi_bue_06/ompi_jpi_bue_06_8.pdf).
II . R e l ac i ó n e n t r e e l d e r e ch o d e l a co m p e t e n c i a
y l a p r o p i e d a d i n t e l e c t ua l
Es preciso indicar que no existe un criterio uniforme sobre qué tipo
de relación se configura entre el derecho de la competencia y el de
239
propiedad intelectual. En efecto, hay diversas opiniones sobre si existe La convergencia
o no conflicto entre ambos derechos, ya que el primero fomenta la entre el
derecho de la
competencia y el otro otorga una suerte de monopolio temporal. La
competencia y
teoría con la que nosotros coincidimos señala que no hay conflicto entre
los derechos
las normas de competencia y los derechos de propiedad intelectual.
de propiedad
Por el contrario, esta teoría sostiene que ambos son parte del sistema
intelectual
legal y tienen el objetivo común de alcanzar la eficiencia económica y
el bienestar de los consumidores. Por ejemplo, esta es la posición de las The
autoridades estadounidenses que sostienen en The Antitrust Guidelines convergence
for the Licensing of Intellectual Property que «la ley de la propiedad between
intelectual y la de competencia comparten el objetivo común de competition
promover la innovación y mejorar el bienestar de los consumidores»2. law and
intellectual
En nuestra opinión, en efecto, las leyes de defensa de la competencia y las property rights
de protección de la propiedad intelectual comparten el objetivo común
de promover las innovaciones y mejorar el bienestar de los consumidores
debido a la inclusión del progreso técnico como un proceso esencial
de la competencia. Ello nos ha llevado a tener una nueva visión de la
relación entre ambas disciplinas, teniendo en cuenta que, si bien pueden
existir algunos aparentes conflictos en el corto plazo, en el largo plazo sus
objetivos se encuentran en armonía.
Sin embargo, son justamente los conflictos a corto plazo entre ambas
disciplinas los que han llamado más la atención en los últimos años,
H e b e r t e d u a r d o Ta s s a n o V e l a o c h a g a
ya que en nuestros días los derechos de propiedad intelectual han
adquirido importancia en la economía por el rol que cumplen en el
desarrollo del país, así como también lo ha hecho la protección jurídica
de la competencia, como mecanismo de asignación e innovación en los
mercados de productos y servicios. Estos conflictos son más evidentes
en países en desarrollo como el Perú, donde existe gran necesidad de
desarrollo e innovación, lo cual origina que exista el deseo de que la
tecnología —protegida por derechos de propiedad intelectual— deje de
ser objeto de derechos exclusivos y pase tan pronto como sea posible al
dominio público. En respuesta a ello, el incentivo natural de los titulares
de derechos de propiedad intelectual será retrasar la transferencia de
estos derechos al dominio público para obtener mayores ganancias,
utilizando algunas veces prácticas anticompetitivas.
2 U.S. Department of Justice and the Federal Trade Commission. The Antitrust Guidelines for the
Licensing of Intellectual Property, 1995 (http://www.ftc.gov/sites/default/files/attachments/competition-
policy-guidance/0558.pdf).
H e b e r t e d u a r d o Ta s s a n o V e l a o c h a g a
Organización Mundial del Comercio (OMC) (en adelante, el Acuerdo),
4 Cabe señalar que, si bien, como hemos visto, las nomas de libre competencia peruanas establecen
la facultad de la Comisión de Libre Competencia para sancionar este tipo de práctica anticompetitiva,
hasta la fecha no se ha presentado un caso con estas características.
5 En ese caso, la empresa Telecable presentó una denuncia contra Telefónica del Perú y Telefónica
Multimedia por presuntas prácticas anticompetitivas en la suscripción de acuerdos exclusivos para la
radiodifusión, indicando que dichas empresas se negaron a conceder licencias de propiedad intelectual.
El pronunciamiento fue a favor de la denunciante y se ordenó la anulación de todas las cláusulas que
implicaban la concesión de transmisión y/o distribución de programación exclusiva. Sin embargo, dos
de los cinco miembros del órgano colegiado se opusieron a la decisión de la mayoría, argumentando
que el buen funcionamiento de los mercados se basa en la protección de los derechos de propiedad.
En su opinión, cualquier limitación de los derechos de propiedad debe estar basada en la creencia de
que el bienestar del consumidor se está viendo afectado en el largo plazo y sin justificación. Este caso
nos enseña que la concesión de derechos de propiedad intelectual y la transmisión/distribución de la
señal pueden limitar la competencia en el mercado. Véase resolución 062-CCO-2000/Osiptel.
6 La empresa Ambev presentó una denuncia contra Backus y otros por abuso de posición dominante,
indicando que estaban impidiendo su acceso al sistema de intercambio de envases (SIE) y que
Backus y otras empresas minoristas habían celebrado contratos de exclusividad con el fin de impedir
el acceso a los principales canales de venta al por menor de cerveza. De manera paralela, Backus
solicitó el registro del envase que contenía un símbolo triangular ante la Dirección de Signos Distintivos
del INDECOPI como marca tridimensional. En diciembre de 2005, el INDECOPI denegó el registro de
la marca tridimensional. Con respecto a la denuncia por presuntas prácticas anticompetitivas, Ambev
desistió; sin embargo, se analizó el caso y se concluyó que no se había restringido la competencia,
ya que con el impedimento de ingreso al SIE no hubo un impacto en el costo de entrada al mercado
por parte de Ambev. Véase resolución 045-2009/CLC-INDECOPI.
7 La CAN es una comunidad de países conformada por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, unidos
voluntariamente para lograr el desarrollo.
8 El tiempo de duración de las patentes debe determinarse de manera adecuada, considerando que,
tratándose de un producto sin sustitutos, el costo social se incrementará a medida que la duración de
la patente sea mayor. Al respecto, existen países que toman en cuenta esta lógica económica, como
Alemania, que requiere que los poseedores de patentes paguen una cuota anual para continuar
con ella, la misma que es moderada en los primeros años de vida de la patente, pero luego va
aumentando hasta que expira el periodo de duración de la patente. Esto tiene como consecuencia
que un buen número de inventos pasan al dominio público antes de la fecha de vencimiento del
derecho de patente.
H e b e r t e d u a r d o Ta s s a n o V e l a o c h a g a
determinados por el marco legal. En esa línea, es importante resaltar que
otorgar una licencia obligatoria ante el hallazgo de una negativa abusiva
a conceder la licencia no tiene como finalidad reducir la protección
concedida a las empresas titulares de estos derechos de propiedad
intelectual. Por el contrario, la autoridad administrativa únicamente
deberá intervenir cuando se demuestre que la negativa a conceder
licencias perjudica el bienestar del consumidor a corto y largo plazo.
Sin embargo, este es un tema muy polémico, sobre el cual se ha discutido
tanto a favor como en contra. Algunas de las posiciones adoptadas y que
deben ser tomadas en consideración cuando se evalúe su otorgamiento
son las siguientes:
− Los incentivos de los agentes económicos para innovar podrían
disminuir.
− La negativa a otorgar una licencia perjudica el bienestar del
consumidor a corto y largo plazo.
III . E l A n á l i s i s Ec o n ó m i c o d e l D e r e ch o pa r a
e va lua r l a p e r t i n e n c i a d e l a s m e d i d a s
El análisis económico del derecho es una disciplina que utiliza métodos
propios de la economía para pronosticar cómo responderán los individuos
ante los cambios de las leyes. En opinión de Robert Cooter y Thomas
Ulen, con esta disciplina la economía ofreció una teoría científica para
pronosticar los efectos de las sanciones sobre el comportamiento10. Para
realizar estos pronósticos, es muy importante realizar mediciones sobre
la base del análisis costo–beneficio, lo que permitirá identificar a los
actores involucrados, así como todos los costos que involucraría otorgar
una determinada norma o medida. Los resultados permitirán ponderar
los resultados positivos con los negativos y, de esa manera, decidir si
resulta pertinente.
H e b e r t e d u a r d o Ta s s a n o V e l a o c h a g a
9 Ezrachi, Ariel & Mariateresa Maggiolino. European Competition Law, Compulsory Licensing and
Innovation. Journal of Competition Law & Economics, 8, 3 (2012), pp. 595-614.
10 Véase: Cooter, Robert y Thomas Ulen. Derecho y economía. México D.F.: FCE, 1998.
H e b e r t e d u a r d o Ta s s a n o V e l a o c h a g a
población (en aumento) con esta enfermedad.
− Ecuador: el presidente Rafael Correa emitió un decreto de
interés público general en el año 2009, declarando el acceso a
los medicamentos esenciales (más tarde emitió otro decreto en
la misma dirección para agroquímicos), estableciendo de esta
forma las bases para el otorgamiento de licencias obligatorias
en dicho país. En virtud de esta declaración de utilidad pública,
determinados importadores de productos genéricos solicitaron la
licencia obligatoria para el antirretroviral Ritonavir del laboratorio
Abbott. En abril de 2010, se otorgó la primera licencia obligatoria
para este medicamento.
No hemos encontrado información sobre si en los Estados Unidos y en
los países de la Unión Europea se han emitido licencias obligatorias, ya
11 Véase: Carrier, Michael A. Competition Law and Enforcement in the Pharmaceutical Industry. En:
Ariel Ezraki (ed.). Research Handbook on International Competition Law. Cheltenham:Edward Elgar
Publishing, 2012.
H e b e r t e d u a r d o Ta s s a n o V e l a o c h a g a
finalmente será perjudicial para el desarrollo y la economía del país.
Asimismo, consideramos que debe medirse el impacto económico que
una licencia obligatoria puede tener en una empresa, ya que una pérdida
considerable podría sacarla del mercado, trayendo como consecuencia
que un agente económico ya no realice su actividad y, por tanto, no
genere valor, que se genere desempleo y, además, que el Estado ya no
perciba ingreso por pago de impuestos.
En ese sentido, antes de otorgar una licencia obligatoria, el Estado deberá
evaluar otras alternativas, como proveer directamente el producto
necesario para hacer frente a la situación de emergencia o seguridad
nacional o implementar medidas de inafectación tributaria. En nuestro
país, contamos con un antecedente de inafectación tributaria otorgada
mediante la ley 27450, publicada el 19 de mayo de 2001, que exoneraban
del pago del impuesto general a las ventas y de los derechos arancelarios
a los medicamentos para el tratamiento oncológico y VIH/SIDA, con la
12 Véase: Sola, Juan Vicente. Constitución y economía. Buenos Aires: Abeledo Perrot, 2004.
IV . R e f l e x i o n e s F i n a l e s
Existen áreas de convergencia entre el derecho de la competencia y
la protección de la propiedad intelectual, lo que no significa que sean
derechos que se contrapongan o que se encuentren en conflicto. Como
hemos visto, son materias que tienen el objetivo común de incentivar la
innovación, lo que originará que la competencia en el mercado sea más
eficiente y los consumidores se vean beneficiados. En esa línea, si bien
pueden existir algunos conflictos entre ambas materias, como cuando
se decide otorgar una licencia obligatoria, debe quedar claramente
establecido que el otorgamiento de dichas licencias constituye de una
medida de carácter excepcional por falta de uso de una patente y la
negativa de su titular a licenciarla a un tercero, cuando se ha detectado
H e b e r t e d u a r d o Ta s s a n o V e l a o c h a g a
* El autor agradece los valiosos comentarios del profesor Óscar Sumar Albujar a una versión inicial de
este trabajo. Asimismo, agradece también el apoyo de Mariana García Miró Basadre en la edición
formal de este artículo. Todo error es, por cierto, imputable al autor.
** Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Magíster por la Universidad Austral
(Argentina). Summer Scholar (2014) por el Coase-Sandor Institute de la Escuela de Leyes de la
Universidad de Chicago (Estados Unidos). Profesor de economía y derecho y de derecho y prácticas
de marketing en la Universidad del Pacífico, del curso de Protección al Consumidor en la Maestría
en Derecho de la Propiedad Intelectual y de la Competencia en la PUCP y del curso de Contratación
de Consumo en la Maestría en Derecho Civil de la Universidad San Martín de Porres. Presidente
de la Comisión Permanente de Ética Publicitaria número 2 del Consejo Nacional de Autorregulación
Publicitaria (Perú). Correo electrónico: gmrodriguez@bfu.pe
250 understanding of the incentives and purposes that this type of contracting
fulfills. On the contrary, the author intends to state that the control of clauses
included in consumption contracts is prejudicial to consumers. Therefore,
this is a control type that should be removed from the legal system.
I . I n t r o d u cc i ó n
Los contratos predispuestos tienen mala fama. Esta mala fama es
ampliamente conocida y se extiende más allá de las fronteras de la
doctrina influenciando la legislación y la jurisprudencia. De hecho,
es particularmente la jurisprudencia —al menos en Perú— la que
ha expresado apresuradamente su incomodidad frente a este tipo de
cláusulas señalando, entre otras cosas, que
[…] la finalidad de que el ordenamiento tipifique cláusulas abusivas
en tal esquema de contratación responde a que en estos casos los
consumidores solo tienen la libertad de contratar, esto es, la capacidad
de elegir con qué proveedor contratan, mas no con libertad contractual,
es decir, la potestad de establecer el contenido del contrato, la cual está
reservada exclusivamente a los proveedores, no existiendo negociación
alguna. En este contexto, la ley ha previsto como mecanismo de
G u s tav o M a n u e l R o d r í g u e z G a r c í a
2 Refiere Juan Espinoza que «[…] no debemos perder de vista que un adecuado sistema de control
de este tipo de contratos podría evitar situaciones que afecten los derechos de los consumidores,
así como de otros agentes económicos, en aras de restablecer el equilibrio de la relación contractual
con aquellos que predisponen los contratos de adhesión […]» (Espinoza Espinoza, Juan. Las
cláusulas vejatorias en los contratos estipulados unilateralmente. En Derecho de los consumidores
(pp. 149-224). Lima: Rodhas, 2006, p. 150.
3 Aunque se arguye que la diferencia en el poder de negociación puede tener una incidencia en los
términos contractuales no referidos al precio. Al respecto, véase: Choi, Alberto & George Triantis.
The Effect of Bargaining Power on Contract Design, Virginia Law Review, 98, 8, (2012).
4 Priest, George L. Reflexiones respecto de la contratación masiva. En Autores varios. ¿Por qué hay
que cambiar el Código Civil? Lima: Fondo Editorial de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas,
2001, p. 164.
5 Baird, Douglas G. The Boilerplate Puzzle. Michigan Law Review, 104, 933 (2005).
6 Schwartz, Alan & Louis Wilde. Intervening in Markets on the Basis of Imperfect Information: A Legal
and Economic Analysis. University of Pennsylvania Law Review, 127 (1979).
8 Bar-Gill, Oren & Omri Ben-Shahar. No contract? (febrero 16, 2013). NYU Law and Economics
Research Paper Paper 13-06/University of Chicago Coase-Sandor Institute for Law & Economics
Research Paper 636, p. 3.
9 Choi, Stephen J., Gulati, Mitu & Posner, Eric A. The Dynamics of Contract Evolution (junio 23,
2012). University of Chicago Institute for Law & Economics Olin Research Paper 605/NYU Law and
Economics Research Paper 12-16, p. 5.
10 Ibídem, p. 7.
11 Marotta-Wurgler, Florencia & Taylor, Robert. Set in Stone? Change and innovation in consumer
Standard-form Contracts. New York University Law Review, 88, 1 (2013), p. 246.
12 En cualquier escenario, en el supuesto que se logre demostrar un acuerdo o práctica orientada
a alterar la competencia, se trataría de una problemática que escaparía de los propósitos de
una normativa de protección al consumidor y, ciertamente, del propósito específico de cualquier
procedimiento de control de abusividad para términos contractuales.
13 Gulati, Mitu & Scott, Robert E. The Three and a Half Minute Transaction: Boilerplate and the Limits
of Contract Design. Chicago: The University of Chicago Press, 2013.
14 Schafer, Hans-Bernd & Ott, Claus. Manual de análisis económico del derecho civil. Traducción de
Macarena Von Carstenn-Lichterfelde. Madrid: Tecnos, 1991, p. 331.
15 Ramseyer, J. Mark. Products liability through private ordering: notes on a Japanese Experiment.
University of Pennsylvania Law Review, 144, (1996), p. 1825.
16 Ben-Shahar, Omri. The Myth of the «Opportunity to read» in Contract Law. European Review
Contract Law, 5, 1 (2009), p. 15.
17 Por ejemplo, consideramos que el juicio de abusividad, al impedir el screening ex post de consumidores
conforme a lo expuesto más adelante, podría alentar la selección arbitraria de clientela ex ante e,
incluso, podría incrementar la tasa de discriminación estadística en los mercados de consumo.
18 Korobkin, Russell B. Bounded rationality, standard form contracts and unconscionability. University
of Chicago Law Review, 70 (2003).
19 Bar-Gill, Oren. Seduction by contract. Law, economics and psychology in consumer markets. Nueva
York: Oxford University Press, 2012, pp. 10-14.
20 Salazar, Diego F. Asimetrías de información y análisis económico de los contratos de adhesión. Latin
American and Caribbean Law and Economics Association (ALACDE) Annual Papers (2006), p. 24.
23 Ben-Shahar, Omri. Regulation through boilerplate: an apologia. Michigan Law Review, 112 (2014).
El autor señala de forma lúcida: «[…] la complejidad del contrato y el resultante nivel de ignorancia
no tiene nada que ver con el esquema predispuesto. Los contratos ordinarios de la era romántica
previa a los contratos predispuestos […] son sorprendentemente complejos y muchas veces dejan
más incertidumbre que el voluminoso contrato predispuesto de la era de la contratación en masa».
24 Recomendamos la lectura de Ben-Shahar, Omri & Schneider, Carl E. More than you wanted to
know, the failure of mandated disclosure. Princeton: Princeton University Press, 2014.
esto es, que generan una ventaja «excesiva» o «intolerable» a favor del
proveedor25. Tal asunción es manifiestamente equívoca si tomamos
en cuenta la existencia de incentivos reputacionales asimétricos
entre proveedores y consumidores. Los proveedores son, como regla
265
general, más «identificables» en el mercado de modo que una conducta El equilibrista
desorientado:
oportunista de estos suele acarrear costos reputacionales importantes
la dinámica
que un consumidor no padecería si fuera dicha parte la que actuara
evolutiva de
oportunistamente. Posner y Bebchuk han abordado este asunto
las cláusulas
señalando que «(e)n el caso de reputación-asimétrica, el vendedor tiene
contractuales
poco o nulo incentivo por comportarse oportunistamente porque si lo en contratos
hace, sufrirá una pérdida de reputación que representa un costo. El predispuestos
comprador, sin embargo, no se ve desincentivado por consideraciones y el mito de la
reputacionales»26. baja calidad de
Como puede advertir el lector, si uno asume un piso hipotético inicial de los contratos
naturaleza equilibrada, el contrato —que contiene términos favorables al de consumo
proveedor predisponente y, en apariencia, adversos al consumidor adherente— The
impresiona como un vehículo para introducir desequilibrio entre las desorientaded
partes. El piso, sin embargo, es desequilibrado porque la conducta aerialist:
oportunista de un consumidor pasa casi desapercibida para el mercado. Evolutionary
En ese orden de ideas, el contrato desequilibrado es una evidente dynamics of
estrategia para introducir equilibrio entre las partes de la relación de contract
consumo. El escepticismo que la normativa peruana revela sobre el clauses in
desequilibrio expresado en el contrato de consumo se sustenta en una predisposed
ilusión. contracts
and the poor
La reputación es valiosísima y puede ser puesta en riesgo de forma quality myth
relativamente sencilla (basta una declaración antojadiza de un of consumer
consumidor en una red social). Las empresas necesitan adoptar contracts
estrategias para conservar su reputación en el mercado y para mantener G u s tav o M a n u e l R o d r í g u e z G a r c í a
relaciones cooperativas con los consumidores. No todos los consumidores
son iguales, sin embargo. Algunos consumidores serán clientes leales
a los que vale la pena fidelizar mientras que otros consumidores son
oportunistas y no-cooperativos. Antes de la configuración de la relación
de consumo, resulta costoso y complejo distinguir quiénes serán los
consumidores leales del mañana y quiénes los oportunistas. Este proceso
costoso previsiblemente afectaría el precio de los productos o servicios
ofrecidos en el mercado.
25 Sobre el particular, véase: de la Puente y Lavalle, Manuel. Estudios del contrato privado. Tomo
I, Cultural Cuzco, p. 202, citado por Torres Carrasco, Manuel. Cláusulas abusivas en el nuevo
Código de Defensa y Protección del Consumidor. Gaceta Jurídica (2011). De la Puente, en tesis que
aquí criticamos en extenso, refiere que «[…] la fórmula “cláusula abusiva” no se refiere a la teoría
del abuso del derecho sino que debe ser interpretada como cláusula excesiva, demasiado onerosa
que reporta una ventaja indiscriminada a favor de uno de los contratantes en menoscabo del otro […]
alteran, en ventaja del predisponente, el equilibrio entre los derechos y obligaciones contractuales de
las partes».
26 Bebchuk, Lucian A. & Posner, Richard A. One-sided contracts in competitive consumer markets.
Michigan Law Review, 104 (2006).
VI . C o n c l u s i o n e s
El control de abusividad pretende responder al problema de la baja
calidad de los contratos sustentado en la predisposición de los términos
contractuales por parte del proveedor y la posibilidad que tiene este de
267
explotar a los consumidores mediante mecanismos de escasa o imposible El equilibrista
desorientado:
perceptibilidad. En el presente trabajo hemos discutido por qué, como
la dinámica
regla general, la pretensión es equívoca, apresurada y nociva para los
evolutiva de
consumidores. La inexigibilidad de un término contractual difícilmente
las cláusulas
puede representar el interés del consumidor. Si los consumidores
contractuales
quisieran mejores términos contractuales, es previsible que los en contratos
proveedores los ofrezcan a un precio incrementado y no que opten por predispuestos
obtener ganancias mediante el aprovechamiento contractual. y el mito de la
Si las autoridades quieren colaborar con los consumidores, podrían baja calidad de
generar espacios para viabilizar la comparación entre opciones de los contratos
consumo28 y eliminar las restricciones absurdas a la actividad publicitaria. de consumo
La intervención de las autoridades en el contenido del contrato de The
consumo, de hecho, suele conspirar contra el proceso de diálogo entre desorientaded
consumidores y proveedores. En efecto, los proveedores ajustan sus aerialist:
términos contractuales a los criterios desarrollados en la jurisprudencia. Evolutionary
Pero estos criterios no necesariamente son conocidos o entendidos por dynamics of
el consumidor «de a pie» a quien pretende protegerse. Es por eso que contract
Boardman sostiene que existe una «conversación privada» entre los clauses in
redactores de estas cláusulas y las Cortes29. predisposed
contracts
Una autoridad que juegue a ser equilibrista sin tomar como referencia and the poor
las consideraciones que hemos planteado —ya sea sobre los peligros quality myth
de la intervención o respecto de las razones de la estabilidad de los of consumer
términos contractuales en el tiempo— encaminará sus decisiones de contracts
forma desorientada hacia respuestas legales inapropiadas. No puedo G u s tav o M a n u e l R o d r í g u e z G a r c í a
imaginarme nada más abusivo que la intervención de un tercero que
desde su prejuicio y falencia informativa pretende intervenir en una
dinámica que, como regla general, suele beneficiar tanto a proveedores
como a consumidores.
Recibido: 15/03/2015
Aprobado: 23/03/2015
28 Schwartz, Alan & Wilde, Louis L. Imperfect Information In Markets for Contract Terms: The Examples
of Warranties and Security Interests. Virginia Law Review, 69 (1983).
29 Boardman, Michelle E. Contra Preferentem: The Allure of Ambiguous Boilerplate. Michigan Law
Review, 104 (2006).
Abstract: This paper analyses how Indecopi has prosecuted and sanctioned
cartels within the country, taking into account whether economic agents
have internalized the extent and impact of the ban of cartels and the type of
reaction deployed by the authority over time.
1 De conformidad con el marco legal vigente, las instancias del Indecopi que resuelven los casos
referentes a prácticas anticompetitivas son la Comisión de Defensa de la Libre Competencia, como
primera instancia, y la Sala de Defensa de la Competencia del Tribunal del Indecopi, como segunda
instancia. Adicionalmente, la Secretaría Técnica de la Comisión tiene el rol de órgano instructor de la
investigación y también es la que decide si se admite a trámite una denuncia de parte o se inicia una
investigación de oficio.
2 En este cómputo no se considera el procedimiento por concertación de ofertas en licitaciones de
ESSALUD para la compra de oxígeno medicinal, la cual supuso la adquisición de ese producto
para distintas regiones del país, debido a que dicho caso involucraba también, y en gran medida,
a los mercados de Lima y Callao. Este caso fue resuelto a través de las resoluciones 051-2010/
CLC-INDECOPI y 1167-2013/SDC-INDECOPI (de oficio contra Praxair Perú S.R.L. y otros).
6 Estas características de las prácticas concertadas son reconocidas por el Indecopi: «66. En ese
sentido, la práctica concertada, aunque no contiene todos los elementos del acuerdo, evidencia
una coordinación manifestada por el comportamiento de los participantes, que puede llevar a
unas condiciones de competencia no esperadas por las características del mercado. […] 68. Una
práctica concertada debe ser probada adecuadamente, aunque puede ser suficiente la prueba de
presunciones. En efecto, la prueba de las prácticas concertadas se hace normalmente apoyándose
en indicios y presunciones sobre su existencia, basadas fundamentalmente en el hecho de que
el comportamiento de las empresas en el mercado sería inexplicable si no existiere algún tipo de
concertación entre ellas» (resolución 036-2004-INDECOPI/CLC, del 23 de junio de 2004).
7 El Indecopi ha desarrollado el concepto y alcances de la prohibición de las recomendaciones en
los siguientes términos: «32. […] Las recomendaciones no tienen carácter vinculante pero tienen
la capacidad para influir en el comportamiento de los agentes económicos a las que van dirigidas,
debido a las características particulares de la asociación o gremio involucrado. […] 34. La necesidad
E d u a r d o Q u i n ta n a S á n c h e z
de reprimir las […] recomendaciones surge a partir de la constatación de la influencia que pueden
tener las asociaciones o gremios sobre sus integrantes. En efecto, a través de mecanismos de
coacción o presión, directos o indirectos, formales o informales, estas organizaciones pueden
uniformizar el comportamiento de sus miembros, restringiendo la competencia entre ellos con los
efectos negativos que de ello se derivan» (resolución 069-2010/CLC-INDECOPI, del 06 de octubre
de 2010).
8 Artículo 9 del decreto legislativo 1034. La exposición de motivos del decreto legislativo 1034 señala
lo siguiente sobre la prohibición relativa: «A aquellas conductas que pueden tener tanto efectos
positivos como negativos la legislación comparada, en amplio consenso, les otorga una presunción
de licitud y, por ende, un tratamiento de prohibición relativa o, lo que es lo mismo, de análisis bajo la
regla de la razón. En similar sentido, el Proyecto establece una prohibición relativa para determinadas
conductas. Como se ha mencionado anteriormente, este tipo de análisis requiere que la autoridad
evalúe cuál es el efecto neto de la conducta y, solo en el caso en que dicho efecto sea negativo
—porque los efectos positivos son menores que los efectos negativos—, la conducta será
considerada una infracción». Para una revisión de este tipo de prácticas colusorias y su tratamiento
legal en el Perú, véase: Bullard, Alfredo & Falla, Alejandro. La mujer del César...: ¿son los
acuerdos de compras conjuntas ilegales según las normas de libre competencia? Ius et Veritas, 25
(2002); Quintana Sánchez, Eduardo. Los acuerdos de investigación y desarrollo frente al derecho de
la competencia peruano. Anuario Andino de Propiedad Intelectual, 6 (2009).
9 Artículo 8 del decreto legislativo 1034.
sujetos a prohibición absoluta los acuerdos para: (i) fijar precios u otras
condiciones comerciales o de servicio; (ii) limitar la producción o las
ventas, en particular por medio de cuotas; (iii) repartir los clientes,
proveedores o zonas geográficas; y (iv) amañar las ofertas en licitaciones,
273
concursos u otra forma de contratación pública10. Una mirada
descentralizada
Este conjunto de prácticas colusorias entre competidores se denomina al enjuiciamiento
generalmente con el término «cártel», el mismo que internacionalmente de cárteles en el
refiere a las prácticas anticompetitivas más perjudiciales para el mercado, Perú
lo que justifica que se sometan a un drástico estándar de ilegalidad A decentralized
basado en una prohibición automática para la que basta la prueba de la look to cartels
existencia del cártel. Ello se debe a que los cárteles implican un «fraude» prosecution in
al mercado, pues, en vez de competir para atender mejor a los clientes Perú
y ganar así una mejor posición en el mercado, las empresas optan por
evitar la competencia y actúan como si fueran una sola, definiendo
conjuntamente las condiciones de venta. Con ello, aparentan competir
pero, en los hechos, se comportan como podría hacerlo un monopolio11.
Explicado lo anterior, se tiene que dieciocho de los diecinueve
procedimientos por prácticas colusorias entre competidores que ha
resuelto y sancionado el Indecopi en el interior del país hasta el año
2014 se refieren a casos de cárteles sujetos a prohibición absoluta; el caso
restante fue por colusión de competidores sujeta a prohibición relativa
(ver anexo 1 del presente trabajo)12. Un resumen de los resultados de
estos procedimientos es el siguiente:
− Dieciocho casos fueron declarados fundados en primera instancia,
y uno fue suspendido sin resolución condenatoria por aprobación
del compromiso de cese de hechos investigados presentado por
los infractores13.
E d u a r d o Q u i n ta n a S á n c h e z
Cabe agregar que, del total de casos relacionados con prácticas para
incrementar los precios, seis incluyen una imputación por, o se refieren
íntegramente a, recomendaciones de precios por parte de asociaciones o
gremios y/o directivos de estos.
La proporción de casos iniciados de oficio y por denuncia de parte, así
como de conductas relacionadas con precios y con otro tipo de aspectos
de la estrategia comercial de los competidores, es típica en la práctica del
E d u a r d o Q u i n ta n a S á n c h e z
10
0
1993-1999 2000-2009 2010-2014
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
1 año o menos Entre 1 y 2 años Más de 2 años
20 Resolución 029-94-INDECOPI/CLC.
21 Resolución 050-96-INDECOPI/CLC.
22 Resolución 024-97-INDECOPI/CLC.
23 Resolución 003-2000-INDECOPI/CLC.
impusieron multas en rangos desde 1,4 UIT hasta 16,1 UIT. No obstante, esta resolución fue
íntegramente revocada por el Tribunal del INDECOPI (véase: 0346-2006/TDC-INDECOPI).
32 En la resolución 024-97-INDECOPI/CLC se señala lo siguiente: «esta Comisión decidió que la
Secretaría Técnica visitara a los miembros de la Asociación de Panaderos de Yungay para darles
a conocer los alcances del Decreto Legislativo No. 701 […]. En tal virtud, la Secretaría visitó en
Yungay tanto a la Presidente como al Vice-Presidente de la mencionada Asociación […]. Ante ello,
los miembros de dicha Asociación reconocieron el acuerdo adoptado señalando que el mismo había
quedado sin efecto y se comprometieron a no volver a adoptar otro acuerdo de tal naturaleza; además,
ofrecieron a la Secretaría presentar un compromiso formal de cese de actos prohibidos […]». De igual
modo, en la resolución 003-2000-INDECOPI/CLC se señala: «esta Comisión decidió que la Secretaría
Técnica visitara a los denunciados para darles a conocer los alcances del Decreto Legislativo No. 701
[…]. En tal virtud, la Secretaría visitó en Huanta a los miembros de las empresas de las Empresas [sic]
‘Taxi Tel’, ‘Trans Fox’ […]. Ante ello, los representantes de dichas empresas reconocieron el acuerdo
adoptado señalando que el mismo había quedado sin efecto y se comprometieron a no volver a
adoptar otro acuerdo de tal naturaleza; además, ofrecieron a la Secretaría presentar un compromiso
formal de cese de actos prohibidos […]». En ambos casos los infractores presentaron el referido
compromiso, salvo por 1 que no lo hizo en el segundo caso y fue sancionado con 1 UIT.
33 Este encargo se realizó en las resoluciones 050-96-INDECOPI/CLC (concertación de precios
de transporte en Puno), 024-97-INDECOPI/CLC (acuerdo de precios del pan en Yungay), y
003-2000-INDECOPI/CLC (acuerdo de precios del transporte en Huanta).
34 Resolución 068-96-INDECOPI/CLC.
35 Resolución 003-99-INDECOPI/CLC.
36 Resolución 052-2004-INDECOPI/CLC.
1 revocado
1993-1999 6 16,5 4.5
(desestima 12 UIT)
1 revocado
2000-2009 3 59,6 (desestima 52,6 7
UIT)
1 modificado
2010-2014 10 1095,23 1082,57*
(reduce 12,66 UIT)
*
255,14 UIT corresponden a casos que pueden ser revocados o modificados producto de una posible
apelación.
sancionados
Números de
casos
Número de
sancionados
Sanción
Asociaciones/Gremios 4 5 Amonestación
Tarifario 2011
Acuerdo de las Agencias de Turismo
Chachapoyas
Kuelap ..............................................S/. 60.00 / Pax
Gocta ................................................S/. 50.00 / Pax
Karajia y P. de los Muertos................S/. 70.00 / Pax
[…] [Firmas de los representantes de 7 empresas]»41.
42 Resolución 056-2011/CLC-INDECOPI.
43 Resolución 052-2012/CLC-INDECOPI.
algunos ejemplos.
En la resolución que sancionó un acuerdo y recomendaciones de precios
de transporte de pasajeros en Áncash, se señaló lo siguiente:
[…] la sanción de una persona natural busca que, al realizar determinada
conducta, considere las consecuencias que puede generar y no pretenda
protegerse en la ficción de la persona jurídica. En otras palabras, busca
44 Esta resolución fue apelada y, dada la relevancia de la materia en discusión, el Tribunal del INDECOPI
consideró necesario emitir un precedente de observancia obligatoria para futuros procedimientos.
En dicho precedente estableció criterios para definir los casos en que puede considerarse que
las conductas objeto de cuestionamiento se encuentran exceptuadas de la aplicación de la ley de
competencia, teniendo en cuenta si sobre la base de una interpretación estricta o literal se concluye
que una norma legal autoriza expresamente la conducta objeto de cuestionamiento. Véase resolución
0479-2014/SDC-INDECOPI.
que las personas naturales también sean responsables por sus decisiones
y actos. […] Así, la sanción de las personas naturales que participan
en los órganos directivos o gerenciales de una empresa o asociación y
que adoptan la decisión de llevar a cabo una conducta calificada como
289
anticompetitiva, permite desincentivar eficazmente la adopción de este Una mirada
tipo de conductas45. descentralizada
al enjuiciamiento
En la resolución que sancionó la fijación concertada de precios de de cárteles en el
transporte de carga en Áncash, se señaló lo siguiente: Perú
una clara señal a los agentes económicos de modo que sean plenamente
conscientes de los riesgos que asumen al incurrir en prácticas colusorias
de este tipo.
Recibido: 28/03/2015
Aprobado: 20/04/2015
45 Resolución 069-2010/CLC-INDECOPI.
46 Resolución 056-2011/CLC-INDECOPI.
47 Resoluciones 069-2010/CLC-INDECOPI (refiere al envío de evidencia por la ORI-Ancash); 022-2014/
CLC-INDECOPI (refiere al envío de evidencia por la ORI-Puno); 023-2014/CLC-INDECOPI (refiere al
envío de evidencia por la ORI-San Martin); 029-2014/CLC-INDECOPI (refiere al envío de evidencia
por la ORI-Puno); y 031-2014/CLC-INDECOPI (refiere al envío de evidencia por la ORI-Ancash).
48 Resoluciones 029-2014/CLC-INDECOPI (refiere al envío de actas de verificación por la ORI-Puno);
y 031-2014/CLC-INDECOPI (refiere al registro de testimoniales por la ORI-Ancash).
Alcalde Provincial Cooperativa de Transportes San Pablo y 5 empresas más 016-95-INDECOPI/CLC / Fundada / 2 UIT a 6
Lambayeque Concertación de precios 105-96/SDC / Revocada
de Lambayeque de transporte empresas (12 UIT)
Carlos León Estela Vargas, Colegio Químico Farmacéutico Regional Fijación de sueldos 068-96-INDECOPI/CLC / Fundada solo Colegio Químico 229-97-TDC /
Cajamarca
Madalengoitia Norte y Colegio Químico Farmacéutico del Perú mínimos Farmacéutico del Perú / 2 UIT Confirmada
Municipalidad Villa Rica S.A. Contratistas Generales y 3 empresas más Concertación de ofertas 003-99-INDECOPI/CLC / Fundada / 0,5 UIT a cada
Huancayo
Distrital de El Tambo de construcción en licitación investigada (2,5 UIT total)
Ayacucho
Asociación de Choferes de Mototaxis de Huanta, Acuerdo de fijación de 003-2000-INDECOPI/CLC / Fundada / 1 UIT a Kallpay
Oficio (ciudad de
Kallpay y 4 empresas más de transporte precios que no presentó compromiso de cese
Huanta)
Inti E.I.R.L, Percy Enriquez Esquivel - Ingeniero Puerto Concertación de ofertas 017-2000-INDECOPI/CLC / Fundada / 2 UIT a cada
Electro Sur Este S.A.
Contratista, y Quiroga Contratistas Generales S.R.L. Maldonado en licitación investigado (6 UIT total)
Empresa de Transporte Santa Rosa S.A.C. y 7 empresas 052-2004-INDECOPI/CLC / Fundada sólo contra 5 0346-2006/TDC-
Oficio Iquitos (ciudad) Concertación de precios
más de transporte investigadas / Multas distintas a c/u (52,6 UIT total) INDECOPI / Revocada
Empresa de Transportes y Servicios Múltiples Nueva Era Acuerdo de fijación de 031-2014/CLC-INDECOPI / Fundada / Multas distintas a
Oficio Áncash *
SAC y Empresa de Transportes y Turismo 10 S.A. precios cada investigada (45,52 UIT total)
Key words: competition policy – state aid control – EU ETS – free allocation
of emission allowances – distortion of competition – EU internal market
I . I n t r o d u cc i ó n
La interacción entre la política de competencia y la política
medioambiental de la Unión Europea (UE) es intensa, especialmente en
el sector de la energía. Esta interacción no solamente está relacionada
con resultados positivos de eficiencia, como es el caso de la corrección de
fallos de mercado, sino que está influenciada notablemente por elementos
normativos de equidad asentados en la arquitectura institucional
sobre la que se construye el proyecto europeo. Siendo dinámicos, los
costes de oportunidad que emergen al implementar instrumentos de
internalización de costes externos medioambientales producen efectos
colaterales sobre otros objetivos políticos, como la protección de la
competencia y el comercio en el mercado interior de la UE. En este
artículo analizaremos como interactúa el Régimen Comunitario de
Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE) de la UE con las reglas de
control de las ayudas estatales y la política de competencia, estudiando
las dimensiones legal, económica y política del mecanismo de asignación
gratuita de permisos de emisión o «Grandfathering», regulada como
excepción al mecanismo de subastas para el sector de la generación
Jorge Ernesto Rodríguez Morales
1 Lowe, Philip. The Design of Competition Policy Institutions for the Twenty-First Century: The
Experience of the European Commission and the Directorate-General for Competition. En Xavier
Asimismo, las Instituciones Comunitarias son responsables del correcto Jorge Ernesto Rodríguez Morales
funcionamiento de mercado interior:
La Unión adoptará las medidas destinadas a establecer el mercado
interior o a garantizar su funcionamiento, de conformidad con las
disposiciones pertinentes de los Tratados.
Vives (ed). Competition Policy in the EU: Fifty Years on from the Treaty of Rome (pp. 21-41). Nueva
York: Oxford University Press, 2009.
2 Existe una percepción de que el objetivo de integración del mercado ha sido tradicionalmente más
importante dentro de la comunidad que el mismo elemento de desarrollo de la competencia. Para
mayor detalle, véase: Massey, Patrick. Reform of EC Competition Law: Substance Procedures
and Institutions. En Barry E. Hawk (ed.). International Antitrust Law & Policy. Annual Proceedings
Fordham Corporate Law Institute (pp. 91-124). Nueva York: Juris Publications, 1997.
3 Comisión Europea, Dirección General de Competencia. Comprender las políticas de la Unión
Europea: Un mejor funcionamiento de los mercados. Luxemburgo: Oficina de Publicaciones de la
Unión Europea, 2014.
4 Artículo 26 (1) y (2) del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, en adelante TFUE.
5 Los acuerdos empresariales y otras decisiones concertadas que afecten la competencia se
recogen en el artículo 101 del TFUE, el caso de la explotación abusiva de posición dominante en el
artículo 102 del mismo, en los artículos 103, 104 y 105 se establece la capacidad de regulación del
Consejo Europeo con el fin de proteger la competencia, la actuación de los Estados miembros y las
competencias de la Comisión Europea para supervisar y garantizar la competencia en el ámbito del
mercado común. En el artículo 106 se establecen las restricciones a las formas de intervención del
Estado en favor de empresas públicas o empresas con derechos exclusivos o especiales que afecten
el desenvolvimiento de la competencia y los principios de libertad de mercado de la UE.
6 Comisión Europea. State Aid Action Plan. Less and better targeted state aid: a roadmap for state aid
reform 2005–2009. COM (2005) 107 final. Ver también Cini, Michelle & Lee Mc Gowan. Competition
Policy in the European Union. Nueva York: Palgrave McMillan, 2009.
7 Spector, David. State Aids: Economic Analysis and Practice in the European Union. En Xavier Vives
(ed). Ob. cit., pp. 176-194.
8 Blauberger, Michael. From negative to positive integration? European state aid control through soft
and hard law. Colonia: Max-Planck-Inst. für Gesellschaftsforschung, 2009.
II.2. Excepciones
Aun cuando la política de competencia de la UE establece una Jorge Ernesto Rodríguez Morales
prohibición general en materia de ayudas del Estado, las reglas de control
de las ayudas admiten una serie de excepciones de compatibilidad a la
regla general. El tratado explícitamente permite las ayudas del Estado
cuando los programas propuestos importen un impacto positivo para
la UE. Las ayudas estatales pueden ser declaradas compatibles con el
Tratado en tanto se dirijan a hacer factible el cumplimiento de alguno
de los objetivos de interés común establecidos en el marco del derecho
originario y no distorsionen la competencia y el comercio entre los
Estados miembros de tal forma que otros objetivos de interés común de
la UE se vean afectados11.
9 Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Casos 72/91 y 73/91 «Sloman Neptun», 1993.
10 Para mayor profundidad revisar Roggenkamp, Martha & otros (eds.). Energy Law in Europe: National,
EU and International Regulation. Nueva York: Oxford University Press, 2007.
11 Comisión Europea. State Aid Action Plan. Ob. cit., p. 4.
III . R a c i o n a l i d a d e c o n ó m i c a d e l s i s t e m a d e
c o n t r o l d e ay u d a s e s ta l e s
De acuerdo con la Comisión Alemana para los Monopolios
(Monopolkommission), otorgar ayudas del Estado genera una serie de
costos y repercusiones económicas negativas. En relación con los costes,
el coste de oportunidad derivado de las ayudas conduce a pérdidas de
Jorge Ernesto Rodríguez Morales
12 En este caso, las ayudas estatales son excluidas de la prohibición general en tanto estén vinculadas
a ayudar a ciertas regiones de la Unión Europea donde el ingreso per cápita está bastante por debajo
del promedio europeo, o donde se observa un importante índice de subempleo o desempleo (artículo
107 (3) a) y c) del TFUE).
13 La Comisión Europea ha identificado ciertos sectores económicos y otras ramas industriales como
sectores «sensibles» debido a la acumulación de problemas económicos, lo cual ha llevado a
excluirlos de la prohibición general de ayudas estatales. Las reglas que aplican a estos sectores
son bastante heterogéneas por su distinta naturaleza y evolución. Entre las principales reglas de
este tipo, podemos mencionar las ayudas a la agricultura, al carbón, a la producción audiovisual, al
desarrollo de banda ancha, a la radiodifusión, al sector eléctrico (costes de transición), a la industria
pesquera, al servicio postal, a la industria del acero, entre otras (http://ec.europa.eu/competition/
state_aid/legislation/specific_rules.html).
14 Si las ayudas favorecen a un sector entero, los efectos negativos pueden alcanzar a otros sectores.
Así, el financiamiento obtenido de las aportaciones de los contribuyentes es detraído en otras
ramas de la economía, una situación evidente en la minería del carbón. Ver German Monopolies
Commission. The «More Economic Approach» in European State Aid Control. Bonn, 2008 (http://
ssrn.com/abstract=1332765).
15 Ibídem, p. 4. Para una mayor lectura, revisar Tullock, Gordon. Public Goods, Redistribution and
Rent Seeking. Cheltenham: Edward Elgar Publishing, 2005.
16 German Monopolies Commission. Hauptgutachten XV: Wettbewerbspolitik im Schatten «Nationaler
Champions». Baden-Baden: Nomos, 2004.
17 Schwalbe, Ulrich. Welfare effects of financing state aid. European State Aid Law Quarterly, 55
(2006). Ver además Haucap, Justus & Ulrich Schwalbe. Economic principles of State Aid Control.
Working Paper 17 del Düsseldorf Institute for Competition Economics, 2011 (http://www.dice.hhu.
de/fileadmin/redaktion/Fakultaeten/Wirtschaftswissenschaftliche_Fakultaet/DICE/Discussion_
Paper/017_Haucap_Schwalbe.pdf).
18 Haucap, Justus & Schwalbe, Ulrich. Ob. cit.
19 Tullock, Gordon, Seldon, Arthur & Brady, Gordon L. Government Failure. A primer in Public
Choice. Washington, DC: Cato Institute, 2002.
20 Tullock, Gordon. Ob. cit.
21 La iniciativa 20/20/20 para 2020 establece lo siguiente: 1) un objetivo de reducción de un 20% las
emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión en relación con los niveles de 1990; 2) un
incremento de hasta el 20% del porcentaje de las fuentes de energía renovables en el consumo final
de energía de la Unión; y 3) un incremento del 20% de la eficiencia energética de la UE en relación
con los niveles de 1990. Ver: Decisión 406/2009/CE de 23 de abril de 2009 (DO L 140 de 5.6.2009,
p. 136) y Directiva 2009/28/CE de 23 de abril de 2009 (DO L 140 de 5.6.2009, p. 16).
22 Comisión Europea. Directive 2003/87/EC of the European Parliament and of the Council of 13 October
2003, establishing a scheme for greenhouse gas emission allowance trading within the Community
and amending Council Directive 96/61/EC.
23 Los créditos son los obtenidos a través de los mecanismos previstos en el Protocolo de Kioto.
24 Dales, John. Pollution, Property and Prices. Toronto: University of Toronto Press, 1968. Ver además
Ellerman, Denny & Paul Joskow. The European Union’s Emission Trading System in perspective.
Arlington, VA: Massachusetts Institute of Technology/Pew Center on Global Climate Change, 2008.
25 Los PNA son los planes nacionales de asignación de permisos de emisión que los Estados miembros
están obligados a remitir a la Comisión Europea para su evaluación y aprobación. Ver Comisión
Europea. Information provided on the functioning of the EU Emissions trading System, the volumes of
greenhouse gas emission allowances auctioned and freely allocated and the impact on the surplus of
allowances in the period up to 2020. SWD (2012) 234 final, 2012.
26 D’Oultremont, Clémentine. The EU’s emissions trading scheme: Achievements, Key lessons and
future Prospects. Egmont Paper, 40 (2010).
27 European Parliament and Council of the European Union. Directive 2009/29/EC of the European
Parliament and of the Council amending Directive 2003/87/EC so as to improve and extend the
greenhouse gas emissions allowance trading scheme of the Community, 2009.
28 Consejo Europeo. Conclusiones del Concejo Europeo, EUCO 169/14. Bruselas, 24 de octubre, 2014
29 Damon, Maria & otros. Grandfathering. NYU Wagner Research Paper 2182573/Indiana University,
Bloomington School of Public & Environmental Affairs Research Paper 2012-11-03, 2012.
30 Ibídem.
31 Levinson, Arik. Grandfather regulations, new source bias, and state air toxics regulations. Ecological
Economics, 28, 2 (1999), 299-231. Para analizar la regulación de los estándares revisar «Clean Air
Act, 42 U.S.C. § 111».
32 El diseño del programa está regulado por el «Clean Air Act, 42 U.S.C. § 404».
TFUE, la intervención del Estado deberá calificar como (1) una ventaja
económica, (2) aplicada de forma selectiva, (3) mediante el uso de
recursos estatales, (4) que falsee o amenace falsear la competencia, o
afecte el comercio intracomunitario.
305
Política de
competencia
(1) Ventaja económica y ayudas
Una forma de identificar si se trata de una ayuda del Estado es determinar estatales
si la medida adoptada provee a la empresa en cuestión una ventaja en el marco
económica que esta no hubiera obtenido bajo condiciones normales de del Régimen
mercado38, entiéndase bajo condiciones normales de libre competencia. Comunitario
Así, por ejemplo, si un gobierno requiere la venta o la transferencia de de Comercio de
líneas de transmisión de electricidad desde una compañía de propiedad Derechos de
estatal a otra compañía, pero establece el precio de transferencia de Emisión de la
tales activos tanto por encima como por debajo del valor de mercado, Unión Europea
el gobierno podría estar otorgando una ventaja económica a una de las Competition
dos compañías de tal forma que dicha transferencia contenga elementos Policy and
suficientes para constituir una ayuda estatal39. En relación con esto, el State Aid under
principio «inversor en economía de mercado» es un concepto útil para the European
distinguir entre los beneficios que son prohibidos por el 107 y los que no. Union Emissions
De acuerdo con este principio, las «ayudas» de los gobiernos que tengan Trading System
lugar en condiciones de mercado y de competencia no contravienen las
prohibiciones del 107, dado que en estos casos el Estado miembro actúa
como una empresa privada que basa sus decisiones en consideraciones
comerciales40.
Sin embargo, una ventaja económica puede derivar de la exclusión de un
grupo de empresas de los costes impuestos de manera general a otras que
compiten en el mismo mercado. En el caso de la asignación gratuita de
permisos de emisión al sector de la generación eléctrica, esta puede ser
entendida como una ventaja económica que las empresas beneficiadas Jorge Ernesto Rodríguez Morales
no hubieran recibido bajo condiciones normales de competencia,
dado que los demás Estados deben subastar los permisos. En los casos
británico41, holandés42 y danés43, la Comisión Europea ha resaltado que
los activos intangibles, como los permisos gratuitos de emisión otorgados
por los Estados miembros, generan ventajas económicas para quienes se
favorecen de la excepción. La asignación gratuita de permisos libre de
cargos a ciertas actividades confiere una ventaja económica selectiva a
(2) Selectividad
La prohibición del artículo 107 del TFUE no se aplica si todas las
empresas de un Estado miembro se benefician de la asistencia o si ninguna
distinción es hecha entre estas para el otorgamiento del beneficio. Un
ejemplo de selectividad en el otorgamiento de beneficios para una
empresa del sector energético se observó en la intervención del Estado
italiano, cuando la elegibilidad para otorgar beneficios particulares estaba
relacionada con el estatus legal de las compañías (solamente se aplicaba
para empresas públicas transformadas en sociedades por acciones) y en
la naturaleza de los accionistas (solamente para empresas con mayoría
de accionistas públicos)45.
El otorgamiento gratuito de permisos por parte de un Estado miembro
constituye una excepción al artículo 10c de la Directiva modificada
2003/87/EC, que otorga una ventaja económica a un grupo selecto de
empresas en el sector de la generación eléctrica, en relación con otros
grupos del mismo rubro como otras empresas generadoras de electricidad
que tienen que subastar acciones; nuevas empresas de generación que no
reciben permisos gratuitos de emisión; así como otros sectores cubiertos
por el RCCDE de la UE que tienen que subastar permisos. El resultado
es que hay selectividad en el marco del RCCDE en tanto existen
empresas de generación eléctrica que tienen que subastar permisos y
otras que reciben los permisos gratuitamente. En este sentido, donde
el sistema otorgue una ventaja económica a las empresas sobre la base
criterios objetivos (como por ejemplo, las empresas que emiten NOx),
esas ventajas tendrán carácter selectivo, porque favorecen solamente a
Jorge Ernesto Rodríguez Morales
44 Ver Decisión de la Comisión Europea. C (2004) 3982/7 final, en relación con el PNA Francés de
acuerdo con la Directiva 2003/87/EC, 20.10.2004.
45 Por ejemplo, medidas generales de política económica, como la reducción de los impuestos
aplicables a los beneficios corporativos, permanecen en principio fuera del ámbito de aplicación del
artículo 107 del TFUE, en tanto estas medidas no favorecen a ciertas empresas y ni la producción de
ciertos bienes. Ver Official Journal of EC C220/14, 1999.
46 Ver, por ejemplo, la opinión del Procurador General Mengozzi en el caso C-279/08 P Commission vs.
Netherlands.
47 En tal caso, la ayuda del Estado se cuantifica como la diferencia entre la tasa de interés teóricamente
aplicable a la empresa (de acuerdo con la evaluación del riesgo esperado) y aquella tasa de interés
cargada por los préstamos de una entidad de propiedad estatal. Ver Official Journal of EC C220/14,
1999.
48 Catti de Gasperi, Guendalina. Making State Aid Control Greener: The EU Emissions Trading System
and its Compatibility with Article 107 TFEU. European State Aid Law Quarterly, 4 (2010), 785-806.
49 De acuerdo con la regulación actual, se ha estimado que para que haya efectos en el comercio, el
mínimo volumen de ayuda estatal debe estar por encima de los € 200 000. La regla «de minimis»
establece que por debajo de esta cantidad las ayudas no están sujetas a la prohibición general del
artículo 107. Ver Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Caso 730/79 Philip Morris Holland vs.
Commission, 1980.
50 Catti de Gasperi, Guendalina. Ob. cit.
51 Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Caso 730/90, Philip Morris párrafo 11.
52 Weishaar, Stephan. The European CO2 Emission Trading System and State Aid: an assessment
of the grandfathering allocation method and the performance standard rate system. European
Competition Law Review, 28, 6 (2007), 371-381.
53 Decisión de la Comisión Europea del 29 de noviembre de 2006. Sobre el Segundo PNA de Alemania,
párrafo 2.2.
54 Van der Laan, Rob & Andries Netjes. Competitive distortions in EU environmental legislation:
inefficiency versus inequity. European Journal of Law and Economics, 11, 2 (2001), 131-152, p.140.
55 Jensen, Jesper & Tobias N. Rasmussen. Allocation of CO2 Emission Permits: A General Equilibrium
Analysis of Policy Instruments. Journal of Environmental Economics and Management, 40, 2 (2000),
111-136, p.115.
56 Cló, Stefano. Grandfathering, Auctioning and Carbon Leakage: Assessing the Inconsistencies of the
New ETS Directive. Energy Policy, 38, 5 (2010), 2420-2430.
57 Ver Van der Laan, Rob & Andries Netjes. Ob. cit., p. 143.
58 Jensen, Jesper & Tobias N. Rasmussen. Ob. cit., p. 116.
59 Woerdman, Edwin. The Institutional Economics of Market Policy. Ámsterdam: Elsevier, 2004, p. 171.
60 Ibídem, p. 194.
61 Entre los fallos de mercado que menciona la Comisión se encuentran las externalidades, los bienes,
públicos, la asimetría de información, los problemas de coordinación y el poder de mercado. Comisión
Europea. State Aid Action Plan. Ob. cit., pp. 6-7.
62 Ver Baumol, William & Wallace Oates. The theory of environmental policy. Segunda edición.
Cambridge: Cambridge University Press, 1988.
63 Para mayor información, revisar Stern, Nicolas. The Global Deal. Climate Change and the Creation
of a New Era of Progress and Prosperity. Nueva York: Public Affairs, 2009.
64 Stern, Nicolas. The Economics of Climate Change. The Stern Review. Cambridge: Cambridge
University Press, 2007.
65 Si los objetivos politicos sobrepasan la reducción misma de emisiones que establece el estándar en
el RCCDE, por ejemplo, incentivar la producción de energías renovables, la eficiencia energética o
la implementación de costosas tecnologías de mitigación como la captura de carbono, el efecto del
mecanismo de asignación podría ser incluso contraproducente. Por ejemplo, una sobreasignación
de permisos gratuitos podría estar asociada a una caída de los precios del carbono, debilitando los
incentivos para la inversión en tecnologías sostenibles o de mitigación. Ver Philibert, Cedric. The
role of carbon price caps in mitigation. IEA/SLT (2008) 15. París: International Energy Agency, 2008.
66 Decisión de la Comisión Europea. Caso N416/2001, United Kingdom/emission trading allowances,
28.11.2001, p. 16.
67 Decisión de la Comisión Europea, Caso N653/1999, Denmark/CO2 quotas. 29.3.2000, p. 9.
68 Huber, Bruce. Transition Policy in Environmental Law. Harvard Environmental Law Review, 91
(2011), 91-130.
69 Stavins, Robert. Vintage-Differentiated Environmental Regulation. Resources for the Future
Discussion Paper 05-59, 2005.
70 De acuerdo con Frank Michelman, el concepto de «costes de democratización» está relacionado con
pérdidas netas de eficiencia que surgen ante la inseguridad en los derechos o en la incertidumbre de
las normas (Michelman, Frank. Property, Utility and Fairness. Harvard Law Review, 80, 1165 (1967)).
71 Ver Comisión Europea. Directrices relativas a determinadas medidas de ayuda estatal en el contexto
del régimen de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero, (2012/C 158/04)
y Reglamento de la Comisión (UE) No 651/2014, por el que se declaran determinadas categorías de
ayudas compatibles con el mercado interior en aplicación de los artículos 107 y 108 del Tratado.
72 Si se asume que las empresas pueden anticipar los cambios en los mercados, en las preferencias, la
demanda o la tecnología, también pueden anticiparse y adaptarse a los cambios en las instituciones
legales (ver Revesz, Richard & Allison Westfaht Wkong. Regulatory Change and Optimal Transition
Relief. Northwestern University Law Review, 105 (2011), 1581-1634.
* Abogado y candidato a magíster en Derecho por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Árbitro, consultor
y profesor universitario en la Pontificia Universidad Católica del Perú, la Universidad Peruana de Ciencias
Aplicadas y la Universidad del Pacífico (Perú). Correo electrónico: paolo@delaguilaconsultores.com
316 I . I n t r o d u cc i ó n
La crisis o insolvencia de una empresa no puede eximirla de un
comportamiento compatible con una economía de mercado, en la cual
los agentes económicos buscan alcanzar posiciones importantes en el
mercado al cual pertenecen, a través de la competencia y de la adopción
de decisiones eficientes. Si bien las empresas acogidas a procedimientos
concursales van a gozar de ciertos privilegios que no detentan aquéllas
que no están en dicho régimen, eso no implica desconocer las políticas
de competencia que orientan el quehacer económico, ni mucho menos
soslayar estrategias y acciones que conducen a un fortalecimiento de
la empresa concursada. En ese sentido, el plan de reestructuración no
es solamente un documento destinado a establecer las condiciones
y tiempos de pago de las acreencias adeudadas, sino que supone
una reorganización agresiva de la empresa, con miras a alcanzar la
competitividad de ella, a pesar de sus problemas de cesación de pagos.
Dicho esto, el presente artículo abordará cuatro aspectos que
consideramos vitales para comprender al plan de reestructuración como
un verdadero instrumento de competencia en el mercado de empresas
insolvente, a saber: (i) su naturaleza oponible; (ii) el tratamiento que
brinda a las garantías constituidas por el insolvente; (iii) las consecuencias
de su incumplimiento; y (iv) los alcances dados por el Instituto Nacional
de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad
Intelectual (Indecopi) a este fundamental instrumento concursal.
II . L a n a t u r a l e z a o p o n i b l e d e l P l a n d e
Reestructuración
Pa o l o d e l Á g u i l a R u i z d e S o m o c u r c i o
1 Los acreedores concursales son aquéllos que mantienen créditos devengados hasta la fecha de
publicidad del acogimiento del deudor al procedimiento concursal, conforme lo dispone el artículo
15.1, concordado con el artículo 32 de la LGSC. Nótese que el criterio asumido por la LGSC para
considerar a un acreedor como concursal es la fecha de devengo u origen del crédito, mas no la
fecha de vencimiento del mismo. En tal sentido, un acreedor concursal es aquel cuya relación jurídica
con el deudor se celebró antes de la fecha de publicidad del concurso, a pesar de que el vencimiento
sea posterior a dicha «fecha de corte». Un acreedor post-concursal, por el contrario, es aquel cuya
acreencia se origina con posterioridad a la fecha en mención y al que, por lo tanto, no se aplican los
efectos del plan de reestructuración.
Pa o l o d e l Á g u i l a R u i z d e S o m o c u r c i o
concepto de sujeto y el concepto de parte, porque en la gran
mayoría de los contratos cada parte está formada por un solo
sujeto [...] no se descarta la posibilidad de que una parte esté
constituida por dos o más sujetos que tengan un mismo interés
[...] y, en tal caso, la parte contractual es el centro de interés
que agrupa a los sujetos»3. De esta manera, tenemos que en la
formación del negocio intervienen varios sujetos unidos por un
solo interés4.
2 Cabe advertir que el plan de reestructuración requiere de una mayoría calificada de acreedores para
su aprobación. Conforme al artículo 53.1 de la LGSC, «[l]os acuerdos de la Junta previstos en el
literal a) del artículo 51.1, el acuerdo de aprobación del Plan de Reestructuración, del Convenio de
Liquidación y del Acuerdo Global de Refinanciación, y sus modificaciones, así como aquellos para los
que la Ley General de Sociedades exija mayorías calificadas, se adoptarán, en primera convocatoria,
con el voto de acreedores que representen créditos por un importe superior al 66,6% del monto total
de los créditos reconocidos por la Comisión. En segunda convocatoria los acuerdos se adoptarán
con el voto favorable de acreedores representantes de un importe superior al 66,6% del total de los
créditos asistentes».
3 De la Puente y Lavalle, Manuel. El contrato en general. Comentarios a la Sección Primera del Libro
VII del Código Civil. Tomo I. Lima: 2003, p. 56.
4 Sobre el concepto de «centro de interés» puede consultarse a Messineo, Francesco. Manual de
derecho civil y comercial. Buenos Aires: Ediciones Jurídicas Europa-América, 1971, tomo I.
Pa o l o d e l Á g u i l a R u i z d e S o m o c u r c i o
principio de igualdad conocido con la aludida expresión latina «par
conditio creditorum», la que se contrapone con el principio común
de que quien llega primero cobra antes —«prior in tempore potior in
iure»—, aplicable en el derecho civil12. No obstante lo anterior, conviene
mencionar que el principio de proporcionalidad o igualdad se flexibiliza
en nuestra legislación concursal a través de las preferencias establecidas
por la LGSC13.
8 Díez-Picazo, Luis. Fundamento de derecho civil patrimonial. Madrid: Tecnos, 1979, tomo I, p. 49.
9 Candelario Masías, Isabel. El convenio de continuación como medio de protección del crédito en los
procedimientos concursales. Granada: Comares, 1999, p. 163.
10 «Artículo VI.- Proporcionalidad.- Los acreedores participan proporcionalmente en el resultado
económico de los procedimientos concursales, ante la imposibilidad del deudor de satisfacer con su
patrimonio los créditos existentes, salvo los órdenes de preferencia establecidos expresamente en la
presente Ley».
11 Del Águila Ruiz de Somocurcio, Paolo. Apuntes sobre el dilema del prisionero: ¿puede la teoría de
juegos explicarnos algo acerca del sentido del derecho concursal?. Advocatus, 8 (2003).
12 Ibídem.
13 Sobre este asunto, el artículo 42 de la LGSC categoriza a los acreedores atendiendo a la condición
de su persona (acreedores laborales y alimentarios, por ejemplo) y a la condición de su crédito
(garantizados y quirografarios). Ello implica una participación pre-establecida en el haber concursal
ocurrida la disolución y liquidación del patrimonio insolvente.
conveniencia.
Ahora bien, ¿qué pasa con las garantías del acreedor cuando su deudor
ingresa a un procedimiento concursal? Para responder esta pregunta,
conviene hacer notar, en primer lugar, que el estado concursado de una
persona supone una situación excepcional y temporal, la cual conlleva
intervenciones legales profundas en las relaciones jurídicas, privadas
y públicas, preestablecidas por el deudor frente a terceros. Dichas
intervenciones son, sin embargo, necesarísimas si es que se quiere
alcanzar una solución óptima a la crisis del deudor. De esta forma, la
declaración de concurso revestirá de contenido especial la ejecución y
cumplimiento de las obligaciones del concursado, conforme a la ley de
la materia.
Sobre este particular, la LGSC establece dos efectos de suma relevancia
sobre las deudas y la masa concursal, los que brevemente pasamos a
explicar:
Pa o l o d e l Á g u i l a R u i z d e S o m o c u r c i o
contra el concursado, en su etapa de ejecución, justamente con
la finalidad de evitar el menoscabo de su patrimonio, lo que
favorecería a un acreedor respecto del resto de acreedores del
concurso.
Con la explicación precedente, la respuesta a la pregunta formulada
líneas arriba es que, frente a las garantías constituidas por el deudor,
el acreedor garantizado debe: (i) apersonarse y participar en el
procedimiento concursal; (ii) solicitar el reconocimiento de sus
créditos, incluyendo la garantía que detenta a su favor; y (iii) ajustar sus
pretensiones de cobro a lo que la mayoría de acreedores decida en junta,
con la salvedad de que, de adoptarse la liquidación como destino del
deudor, tendrá una mejor prelación, dada sus garantías, frente a otros
acreedores (básicamente el acreedor tributario y los quirografarios)15.
14 Del Águila Ruiz de Somocurcio, Paolo. Créditos concursales vs. créditos post concursales. Apuntes
sobre el fuero de atracción y su incidencia en la formación del concurso. Ius et Veritas, 13, 28 (2004).
15 De conformidad con el artículo 42 de la LGSC relativo a los órdenes de preferencia, se encuentran
en el tercer rango «los créditos garantizados con hipoteca, prenda, anticresis, warrants, derecho
de retención o medidas cautelares que recaigan sobre bienes del deudor, siempre que la garantía
correspondiente haya sido constituida o la medida cautelar correspondiente haya sido trabada con
anterioridad a la fecha de publicación a que se refiere el artículo 32º [...]».
16 «Artículo V.- Colectividad.- Los procedimientos concursales buscan la participación y beneficio de la
totalidad de los acreedores involucrados en la crisis del deudor. El interés colectivo de la masa de
acreedores se superpone al interés individual de cobro de cada acreedor».
17 Tonón, Antonio. Derecho concursal. Buenos Aires: Depalma, 1992, p. 27.
18 Del Águila Ruiz de Somocurcio, Paolo. Apuntes sobre el dilema del prisionero: ¿puede la teoría de
juegos explicarnos algo acerca del sentido del derecho concursal?.
19 Finez, José Manuel. Los efectos de la declaración de quiebra en los contratos bilaterales. Madrid:
Civitas, 1992, p. 70.
Pa o l o d e l Á g u i l a R u i z d e S o m o c u r c i o
obligaciones y posible concurso de su deudor.
Sobre el particular, la Exposición de Motivos del proyecto de LGSC del
Indecopi señaló lo siguiente:
El concurso incide en un patrimonio determinado, por lo que sus
efectos no pueden extenderse al patrimonio de terceros. En ese sentido,
los acreedores pueden dirigir el cumplimiento de obligaciones a aquellas
personas que constituyeron garantías reales o personales a su favor
frente a obligaciones del concursado. De esa forma se logra (a) respetar
el régimen de garantías y (b) premiar el comportamiento diligente de
ciertos acreedores que se cubrieron mejor ante el riesgo que implica el
incumplimiento de obligaciones20.
20 Exposición de Motivos del proyecto de Ley General del Sistema Concursal elaborado por el
INDECOPI. Dicho documento fue subido a su página web en el mes de mayo de 2002.
Pa o l o d e l Á g u i l a R u i z d e S o m o c u r c i o
condiciones del plan de reestructuración aprobado por la junta de
acreedores no se extienden a personas distintas del concursado. Por
ello, los terceros garantes de este no se liberan en modo alguno por la
aprobación de dicho instrumento, sino que, pese a los mecanismos de
reprogramación, refinanciación u otros dados a favor del concursado, las
relaciones de carácter real o personal entre el acreedor y los garantes se
mantienen inalterables; como si el procedimiento concursal, para ellos,
no tuviese ningún efecto ni existencia.
Sin embargo, esta norma tiene una excepción que la confirma: la
previsión contractual. Indicada en la parte final del texto del artículo
67.3 de la LGSC, esta disposición permite la liberación de los garantes
del deudor, como consecuencia de la aprobación del plan, de existir una
previsión en el contrato de constitución de garantía en ese sentido. En
otras palabras, se produciría el levantamiento de las garantías personales
y reales por efecto de la aprobación del plan de reestructuración, si es
24 Ibídem, p. 18.
IV . Ef e c t o s d e l i n c u m p l i m i e n t o d e l P l a n d e
Reestructuración
Si ya de por sí son altos los costos de coordinación entre los acreedores
y el deudor antes del estado de insolvencia, una vez surgido este la
cuestión es más compleja; y no deja de serlo a pesar de contar con un
primer compromiso de cumplimiento de obligaciones, como el plan de
reestructuración. En palabras de Alan Schwartz:
El derecho concursal difiere de otras áreas del derecho comercial
porque la renegociación después de ocurrida la insolvencia es difícil.
Los acreedores no pueden coordinar convenientemente sus esfuerzos
de cobro de sus créditos, respetando la disposición apropiada de la
empresa insolvente, porque hay a menudo muchos acreedores cuyos
intereses pueden ser diversos. La empresa no tiene tampoco el poder
legal para compeler a los acreedores para estar de acuerdo con ella. Un
sistema concursal es necesario para facilitar la habilidad de las partes de
renegociar hacia acuerdos que sean eficientes ex post25.
Pa o l o d e l Á g u i l a R u i z d e S o m o c u r c i o
Pa o l o d e l Á g u i l a R u i z d e S o m o c u r c i o
no es la materialización de relaciones jurídicas individuales entre el
acreedor y el deudor, aisladas e independientes del resto de acreedores.
El plan, contempla una compleja red de relaciones patrimoniales y
comerciales, de ejecución y organización o gestión, que involucra a
múltiples sujetos — como los administradores, gerentes, accionistas
y garantes de la empresa concursada—. En ese orden de ideas,
consideramos que el incumplimiento de algún extremo del plan sí afecta
al conjunto de participantes en el mismo. Dado que la liquidación por
incumplimiento del plan es un mecanismo de protección efectivo de los
acreedores ante la eventual inejecución de dicho instrumento, no resulta
consecuente restringirlo a los acreedores «directamente afectados»,
máxime cuando el plan de reestructuración es un programa bastante
complejo de obligaciones plurilaterales y acciones de organización de la
concursada, el cual no puede circunscribirse a la prestación del deudor
26 Exposición de Motivos del proyecto de Ley General del Sistema Concursal elaborado por el Indecopi.
27 Del Águila Ruiz de Somocurcio, Paolo. Plan de Reestructuración: aprobación, ejecución e
incumplimiento. Derecho & Sociedad, 30 (2009).
V . A l c a n c e s d e l INDE C OPI c o n r e l a c i ó n a l
Plan de Reestructuración
Existe innumerable jurisprudencia del Indecopi en materia de plan
de reestructuración, con el ánimo de alcanzar una comprensión
329
mayor de este instituto y definir sus alcances. No obstante, considero El plan de
que el pronunciamiento más relevante en este ámbito se dio a raíz reestructu-
ración como
del precedente de observancia obligatoria contenido en la resolución
instrumento
0608-2005/TDC-INDECOPI, emitida por la Sala de Defensa de la
de competencia
Competencia del Tribunal (en adelante, la Sala) el 30 de mayo de 2005,
en el mercado
en el expediente 089-2000/CRP-ODI-CCPL. Dicho precedente señaló:
de empresas
1. De conformidad con lo establecido en el numeral 3 del artículo 66 de insolventes
la Ley General del Sistema Concursal, el deudor debe incluir en el Plan The restruc-
de Reestructuración, bajo sanción de nulidad del acuerdo de Junta de turing plan as
Acreedores que apruebe dicho instrumento contractual, un cronograma competency
de pagos que comprenda la totalidad de las obligaciones asumidas hasta instrument in
la fecha de la difusión del concurso, con la finalidad de permitir que todos the insolvent
los acreedores, es decir, los reconocidos, los apersonados y en proceso companies
de reconocimiento, los no apersonados y los contingentes a la fecha market
de aprobación del referido instrumento concursal, tengan la posibilidad
de acceder al cobro de sus créditos en los términos y condiciones
estipulados en el Plan, en aplicación de los principios de colectividad y
proporcionalidad previstos en los artículos V y VI del Título Preliminar
del referido dispositivo legal. Ello, toda vez que el titular de un derecho
de crédito, en su calidad de integrante de la masa de acreedores afectada
con la crisis patrimonial del deudor concursado, se encuentra en aptitud
de ejercerlo dentro del procedimiento en concurrencia con los demás
acreedores, con independencia de su apersonamiento oportuno o tardío
Pa o l o d e l Á g u i l a R u i z d e S o m o c u r c i o
al concurso.
2. No obstante lo anterior, para hacer efectivo el derecho de cobro
de los créditos reprogramados en el Plan de Reestructuración en
función a los criterios objetivos definidos por la Junta de Acreedores
para regular los términos y condiciones de pago de la totalidad de los
créditos comprendidos en el procedimiento, sus titulares deben obtener
previamente el reconocimiento de sus créditos por parte de la autoridad
concursal, de acuerdo a lo dispuesto en el numeral 3 del artículo 69 de
la Ley General del Sistema Concursal.
Pa o l o d e l Á g u i l a R u i z d e S o m o c u r c i o
este precedente, ya que deben ser consignados o provisionados en el
plan de reestructuración, según el caso, y una vez reconocidos por la
autoridad concursal deberán ser objeto de pago por el administrador. En
concordancia con ello, el numeral 4 del artículo 69 de la LGSC establece
que la administración de la empresa deudora pagará a los acreedores
reconocidos en el procedimiento en observancia de lo pactado en el
plan de reestructuración, actualizando para tal efecto los créditos
reconocidos y liquidando los intereses derivados de los mismos hasta la
fecha efectiva de pago29.
I . I n t r o d u cc i ó n
La regulación de los supuestos de responsabilidad que pudiera derivarse
de los defectos en los productos ha atraído un interés significativo
por parte de las instituciones de la Unión Europea, desde hace varias
décadas. Una atención que se ha encontrado motivada por la finalidad
de proteger la salud de los consumidores, lograr un equilibrio entre
los intereses de estos sujetos y los de la industria, así como promover
la libre competencia en el mercado único europeo. En esta línea, la
publicación de la Directiva 85/374/CEE, relativa a la aproximación de
las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los Estados
miembros en materia de responsabilidad por los daños causados por
productos defectuosos1, constituye un primer y palpable ejemplo de este
objetivo que, con posterioridad, se ha visto implementado en todos los
Estados miembros de la Unión Europea2.
La Directiva 85/374/CEE constituye, a juicio de los autores, una «directiva
de armonización máxima»3 e incluso una «directiva imperativa»4, por
medio de la cual no se ha alcanzado, empero, una absoluta unificación
normativa en relación con este ámbito de la responsabilidad civil en
Europa. Como consecuencia de ello, cuando tales situaciones cuenten
con un carácter internacional (algo que sucede con cierta frecuencia en
G u i l l e r m o Pa l a o M o r e n o
1 Diario Oficial de la Unión Europea (anteriormente Diario Oficial de las Comunidades Europeas),
L210, 28 (7 de agosto de 1985).
2 Cabe destacar el interesante estudio comparativo en clave global de Borghetti, Jean-Sébastien. La
responsabilité du fait des produits. Étude de droit comparé, París: L.G.D.J., 2004.
3 Van Dam, Cees. European Tort Law. Oxford: Oxford University Press, 2006, p. 24.
4 Seuba Torreblanca, Joan Carles.Les Sentències del Tribunal de Justícia de les Comunitats de 25
d’abril de 2002 sobre la Directiva 85/374, de productes defectuosos: una directiva imperativa, no de
mínims. InDret, 3 (2002) (accesible en: www.indret.com).
5 Kaye, Peter. Private International Law of Tort and Product Liability. Aldershot: Datmouth, 1991, pp.
108-109; Schwartze, Andreas. A European regime on international product liability: Article 5 of Rome
II Regulation. NIPR (2008), 430-434, p. 430.
Sin embargo, hay que ser conscientes de que las partes difícilmente
alcanzan este tipo de pactos en los supuestos analizados, debido a los
11 En el presente trabajo se analizarán las cuestiones que suscitan las acciones individuales. Aunque
no se desconoce la importancia de las acciones colectivas que suscitan los accidentes en masa en
este ámbito y que está generando interesantes propuestas normativas en el ámbito Europeo. Vid.
A. Stadler, «Mass Tort Litigation”, en: R. Stürmer y M. Kawano (Eds.), Comparative Studies on
Business Tort Litigation, Tubinga, Mohr Siebeck, 2011, pp. 162-175.
12 Saravalle, Alberto. Responsabilità del produttore e diritto internazionale privato. Padua: Cedam,
1991, p. 28.
13 Es decir, todos los Estados miembros de la Unión Europea a excepción de Dinamarca, de
conformidad con su artículo 3.1. Véase Decisión del Consejo de 2006, relativa a la celebración del
Acuerdo entre la Comunidad Europea y el Reino de Dinamarca relativo a la competencia judicial, el
reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil, Diario Oficial de
la Unión Europea, L120, 49 (5 de mayo de 2006).
14 Magnus, Ulrich. Artículo 23. En: Ulrich Magnus & Peter Mankowski (eds.). Brussels I Regulation
(pp. 436-514). Segunda edición. Múnich: Sellier European Law Publishers, 2012, p. 505; Virgós
Soriano, Miguel & Francisco J. Garcimartín Alférez. Derecho procesal civil internacional. Litigación
internacional. Segunda edición. Madrid: Civitas, 2007, p. 294.
15 Sentencia del TJUE, de 7 de febrero de 2013, en el Asunto C -543/10, Refcomp SpA, (accesible a
través de: http://curia.europa.eu).
16 Informe Jenard relativo al Convenio de Bruselas de 1968, Diario Oficial de la Unión Europea, C189,
33 (28 de julio de 1990), pp. 138-139.
17 Schlosser, Peter. Product Liability. En: Campbell McLachlan & Peter Nygh (eds.). Transnational Tort
Litigation: Jurisdictional Principles (pp. 57-81). Oxford: Clarendon Press, 1996, p. 73.
18 «1. Para determinar si una parte está domiciliada en el Estado miembro cuyos tribunales conocieren
del asunto, el tribunal aplicará su ley interna.
2. Cuando una parte no estuviere domiciliada en el Estado miembro cuyos tribunales conocieren del
asunto, el tribunal, para determinar si dicha parte lo está en otro Estado miembro, aplicará la ley de
dicho Estado miembro».
19 «1. A efectos del presente Reglamento, se entenderá que una sociedad u otra persona jurídica está
domiciliada en el lugar en que se encuentre:
a) Su sede estatutaria;
b) Su administración central;
c) Su centro de actividad principal.
2. Para el Reino Unido y para Irlanda, la expresión “sede estatutaria” se equiparará al registered
office y, en caso de que en ningún lugar exista una registered office al place of incorporation, (lugar
G u i l l e r m o Pa l a o M o r e n o
de constitución) o, a falta de tal lugar, el lugar conforme a cuya legislación se hubiere efectuado la
formation (creación) de la sociedad o persona jurídica.
3. Para determinar si un trust está domiciliado en el Estado contratante cuyos tribunales conocen del
asunto, el tribunal aplicará las reglas de su derecho internacional privado».
20 En adelante, TJCE. A partir de 2009, Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
21 Sentencia del TJCE, de 17 de junio de 1992, en el Asunto C-26/91, Handte, Rec. 1992, p. I-3967
(accesible a través de: http://curia.europa.eu).
22 Kerameus, Konstantinos. La compétence internationale en matière délictuelle dans la Convention de
Bruxelles. En Travaux du Comité français de droit international privé 1991-1992 et 1992-1993 (pp.
255-266). París: Pedone, 1994, p. 260.
23 Palao Moreno, Guillermo. Competencia judicial internacional en supuestos de responsabilidad civil
en Internet. En: Autores Varios. Cuestiones actuales de Derecho y Tecnologías de la Información
y la Comunicación (TICs) (pp. 275-297). Cizur Menor: Aranzadi, 2006, pp. 283-284. En el ámbito
europeo, los prestadores de servicios en la Sociedad de la Información han identificarse a los
adquirentes de bienes o servicios, como se exige en el artículo 5.1,c) de la Directiva 2000/31/CE,
sobre Comercio Electrónico. Véase la Sentencia del TJCE, de 16 de octubre de 2008, en el Asunto
C-298/07, Verbraucherzentrale Bundesverband eV/ deutsche internet versicherung AG (accesible a
través de: http://curia.europa.eu).
Sin lugar a dudas, esta constituye una opción ventajosa para los
consumidores que radiquen en la Unión Europea, por ejemplo, cuando
el productor tuviera su domicilio en un Estado tercero a la Unión,
pero el importador o el distribuidor se encontrara domiciliado en un
Estado miembro de la Unión Europea27. Además, esta posibilidad no
podría verse defraudada por medio de expedientes como el forum non
G u i l l e r m o Pa l a o M o r e n o
24 Virgós Soriano, Miguel & Francisco J. Garcimartín Alférez. Ob. cit., pp. 135-140; Mankowski,
Peter. Artículo 5. En: Ulrich Magnus & Peter Mankowski (eds.). Ob. cit. (pp. 88-294), pp. 277-278.
25 Kaye, Peter. Ob. cit., p. 22; Saravalle, Alberto. Responsabilità del produttore e diritto internazionale
privato, p. 35. Al respecto de los supuestos producidos en Internet, véase: Palao Moreno, Guillermo.
Competencia judicial internacional en supuestos de responsabilidad civil en Internet, pp. 284-285.
26 Muir Watt, Horatia. Artículo 6. En: Ulrich Magnus & Peter Mankowski (eds.). Ob. cit. (pp. 294-329),
pp. 316-323.
27 Saravalle, Alberto. Responsabilità del produttore e diritto internazionale privato, p. 36. Sin embargo,
Schlosser, Peter. Ob. cit., p. 81.
28 A destacar el reciente estudio, Herranz Ballesteros, Mónica. El «forum non conveniens» y su
adaptación al ámbito Europeo. Valencia: Tirant lo Blanch, 2011.
29 Sentencia del TJCE, de 1 de mayo de 2005, en el Asunto C-281/02, Owusu, Rec. 2005, p. I-1383
(accesible a través de: http://curia.europa.eu). Véase: Palao Moreno, Guillermo. El forum non
conveniens es incompatible con el Convenio de Bruselas. La Ley (Unión Europea), 6306 (2005).
30 Mankowski, Peter. Ob. cit., pp. 236-238. Por lo que hace a Dinamarca, véase: Kaye, Peter (ed.).
European Case Law on the Judgments Convention. Chichester: Wuiley, 1998, p. 64. Al respecto de
Irlanda, véase: Leo Laboratories Ltd. V. Crompton BV (formerly WITCO BV), [2005] ILRM 423.
31 Kadner Graziano, Thomas. The law applicable to product liability: the present state of the law in
Europe and current proposals for reform., p. 476; Saravalle, Alberto. Responsabilità del produttore
e diritto internazionale privato, p. 33; Schwartze, Andreas. Ob. cit., p. 430.
32 Ténganse en cuenta las Sentencias del TJCE, del 30 de noviembre de 1976, en el Asunto 21/76,
Mines de Potasse d’Alsace, Rec. 1976, p. 1735; del 11 de enero de 1990, en el Asunto C-220/88
Dumez France and Tracoba, Rec. 1990, p. I-49; del 7 de marzo de 1995, en el Asunto C-68/93
Shevill, Rec. 1995, p. I-415; del 19 de setiembre de 1995, en el Asunto C-364/93 Marinari, Rec.
1995, p. I-2719; de 27 de octubre de 1998, en el Asunto C-51/97 Réunion Européenne, Rec. 1998,
p. I-6511; del 1 de octubre de 2002, en el Asunto C-167/00, Henkel, Rec. 2002, p. I-8111; del 5 de
febrero de 2004, en el Asunto C-18/02, Torline, Rec. 2004, p. I-1417; del 10 de junio de 2004, en el
Asunto C-168/02, Kronhofer, Rec. 2004, p. I-6009.
33 Saravalle, Alberto. Responsabilità del produttore e diritto internazionale privato, p. 34.
34 McLachlan, Campbell. Transnational Tort Litigation: An Overview. En: Campbell McLachlan & Peter
Nygh (eds.). Ob. cit. (pp. 1-19), p. 15.
III . A s p e c t o s d e l e y a p l i c a b l e
Al respecto de la determinación del ordenamiento rector de los
supuestos de responsabilidad por productos que cuenten con un
carácter internacional, el Reglamento Roma II cuenta con una norma
de conflicto especializada: su artículo 5.
Previo a su análisis, resulta de interés reseñar que, con carácter general,
este instrumento persigue en su ámbito de aplicación, entre otros,
incrementar la predictibilidad y la seguridad jurídica —como señalan
G u i l l e r m o Pa l a o M o r e n o
39 De nuevo, por lo que hace a Irlanda, véase la sentencia Leo Laboratories Ltd. V. Crompton BV
(formerly WITCO BV), [2005] ILRM 423.
40 Sentencias del TJCE, del 11 de enero de 1990, en el Asunto C-220/88, Dumez France and Tracoba,
Rec. 1990, p. I-49; y del 19 de setiembre de 1995, en el Asunto C-364/93 Marinari, Rec. 1995, p.
I-2719 (accesible a través de: http://curia.europa.eu).
41 Kaye, Peter. Ob. cit., p. 19; Mankowski, Peter. Ob. cit., p. 262; Schlosser, Peter. Ob. cit., p. 80.
42 Cachard, Olivier. La régulation internationale du marché électronique. París: L.G.D.J., 2002, p. 384.
43 Kaufmann-Kohler, Gabrielle. Internet: mondialisation de la communication –mondalisation de la
résolution des litigues?. En: Katharina Boele-Woelki & Catherine Kessedjian (dirs.). Internet. Which
Court Decides? Which Law Applies? (pp. 89-141). La Haya: Kluwer Academic Publichers, 1998, p.
112.
44 Palao Moreno, Guillermo. Competencia judicial internacional en supuestos de responsabilidad civil
en Internet, pp. 293-294.
45 Pertegás Sender, Marta. Artículo 31. En: Ulrich Magnus & Peter Mankowski (eds.). Ob. cit. (pp.
609-620).
46 No obstante, véase: Palao Moreno, Guillermo. Las reglas generales relativas a la determinación de
la ley aplicable a los hechos dañosos, a la vista de los objetivos del Reglamento europeo sobre ley
G u i l l e r m o Pa l a o M o r e n o
aplicable a las obligaciones extracontractuales (Roma II). En: Marcello di Filippo & otros (coords.).
Hacia un derecho conflictual europeo: realizaciones y perspectivas (pp. 65-80). Sevilla: Universidad
de Sevilla, 2008, p. 79. Véase también Garcimartín Alférez, Franciso J. La unificación del derecho
conflictual en Europa: el Reglamento sobre ley aplicable a las obligaciones extracontractuales
(«Roma II»). La Ley 6798 (2007), párrafos 41-42; Schwartze, Andreas. Ob. cit., p. 430.
47 Illmer, Martin. The New European Private International Law of Product Liability –Steering Through
Troubled Waters. Rabels Zeitschrift für ausländisches und internationales Privatrecht, 73 (2009),
269-313, p. 309.
48 Saravalle, Alberto. The law applicable to products liability: hopping off the endless merry-go-round.
En: Alberto Malatesta (ed.). The unification of choice of law rules on torts and other non-contractual
obligations in Europe (pp. 107-125). The «Rome II» proposal. Padua: Cedam, 2006, p. 111.
49 «La ley designada por el presente Reglamento se aplicará aunque no sea la de un Estado miembro».
50 «Relación con los convenios internacionales existentes.
1. El presente Reglamento no afectará a la aplicación de los convenios internacionales en que
sean parte uno o más Estados miembros en el momento de la adopción del presente Reglamento y
que regulen los conflictos de leyes en materia de obligaciones extracontractuales». Los siguientes
Estados miembros de la Unión Europea han ratificado el Convenio de La Haya de 1973: Eslovenia,
España, Finlandia, Francia, Holanda y Luxemburgo.
Haya: Bureau Permanent de la Conférence de La Haye de droit international privé, 1974, p. 253.
52 Brière, Carine. Réflexions sur les interactions entre la proposition de règlement «Rome II» et
les conventions internationales. Journal de droit international (Clunet), 3 (2005), 677-694, p. 687;
Schwartze, Andreas. Ob. cit., p. 433.
53 Brière, Carine. Ob. cit., pp. 693-694; Dickinson, Andrew. The Rome II Regulation: the law applicable
to non-contractual obligations. Oxford: Oxford University Press, 2008, p. 388; Kadner Graziano,
Thomas. Das auf außervertragliche Schuldverhältnisse anzuwendende Recht nach Inkrafttreten der
Rom II-Verordnung. Rabels Zeitschrift für ausländisches und internationales Privatrecht, 73 (2009),
1-77, p. 44.
54 Garcimartín Alférez, Franciso J. Ob. cit., párrafo 20.
55 Reese, Willis L.M. Ob. cit., pp. 254-255 y 260-264.
56 De Angulo Rodríguez, Miguel. El Convenio de La Haya sobre la ley aplicable a la responsabilidad
por daños derivados de los productos. Anuario de Derecho Civil (pp. 921-934), 1974, p. 934;
Fawcett, James J. Product liability in Private International Law: A European perspective. Recueil des
Cours, 238, 1 (1993), pp. 150-152 y 154-155.
57 Zabalo Escudero, María Elena. La ley aplicable a la responsabilidad por daños derivados de los
productos en el derecho internacional privado español. Revista Española de Derecho Internacional,
43, 1 (1991), 75-107, pp. 90-94.
58 Corneloup, Sabine. La responsabilité du fait des produits. En: Sabine Corneloup & Natalie Joubert
(dirs.). Le règlement communautaire «Rome II» sur la loi applicable aux obligations non contractuelles
(pp. 85-106). París: Litec, 2008, pp. 100 y 104.
59 Huber, Peter & Martin Illmer. International product liability. A commentary on article 5 of the Rome II
Regulation. Yearbook of Private International Law, 9 (2007), 31-47, p. 37.
60 Dickinson, Andrew. Ob. cit., p. 367.
61 Huber, Peter & Martin Illmer. Ob. cit., p. 38; Schwartze, Andreas. Ob. cit., p. 430; von Hein, Jan.
Europäisches Internationales Deliktsrecht nach der Rom II-Verordnung. Zeitschrift für Europäisches
Privatrecht, 2009, 6-33, p. 26.
imperativas del foro siempre que la comercialización de los productos hubiera tenido lugar en el
mercado interior europeo.
70 Bach, Ivo. Article 4. General rule. En: Peter Huber (ed.). Ob. cit. (pp. 64-113), pp. 92-99; Palao
Moreno, Guillermo. Responsabilidad civil extracontractual en el derecho europeo. Valencia: Tirant lo
Blanch, 2008, p. 372; Dickinson, Andrew. Ob. cit., pp. 378-380.
71 Huber, Peter & Martin Illmer. Ob. cit., pp. 40-41; Stone, Peter. Der Vorschlag für die Rom
II-Verordnung über das auf außervertragliche Schuldverhältnisse anzuwendende Recht. The
European Legal Forum (2004), 213-230, p. 230.
72 Palao Moreno, Guillermo. Responsabilidad civil extracontractual en el derecho europeo, pp.
370-375; Schwartze, Andreas. Ob. cit., p. 431.
73 Illmer, Martin. Article 5. Product liability. En: Peter Huber (ed.). Ob. cit. (113-142), pp. 116-118.
74 von Hein, Jan. Ob. cit., p. 25.
75 Illmer, Martin. Article 5. Product liability, pp. 140-142.
76 Dickinson, Andrew. Ob. cit., pp. 371-376.
77 Fröhlich, Claus Wilhelm. Ob. cit., pp. 75-76; Kadner Graziano, Thomas. Das auf außervertragliche
Schuldverhältnisse anzuwendende Recht nach Inkrafttreten der Rom II-Verordnung, p. 41;
Symeonides, Symeon C. Rome II and Tort Conflicts: A missed Opportunity. American Journal of
Comparative Law, 56 (2008), 1-46, p. 36; von Hein, Jan. Ob. cit., p. 28.
78 Amores Conradi, Miguel & Elisa Torralba Mendiola. Ob. cit., p. 30; Kadner Graziano, Thomas.
Das auf außervertragliche Schuldverhältnisse anzuwendende Recht nach Inkrafttreten der Rom
II-Verordnung, p. 42.
79 A este respecto, véase: Hamburg Group for Private International Law. Comments on the European
Commission’s Draft Proposal for a Council Regulation on the Law Applicable to Non-Contractual
Obligations. Rabels Zeitschrift für ausländisches und internationales Privatrecht, 67 (2003), 1-56, p.
17; Schwartze, Andreas. Ob. cit., p. 432.
82 Kadner Graziano, Thomas. The law applicable to product liability: the present state of the law in
Europe and current proposals for reform, p. 482.
83 Franzina, Pietro. Il regolamento «Roma II» sulla legge applicabile alle obligación extracontrattuali.
En: Alfonso Luis Calvo Caravaca & Esperanza Castellanos Ruiz (dirs.). La Unión Europea ante el
derecho de la globalización (pp. 299-370). Madrid: Colex, 2008, p. 336; Huber, Peter & Martin Illmer.
Ob. cit., p. 41.
84 Véase: Illmer, Martin. Article 5. Product liability, pp. 130-137.
85 Kadner Graziano, Thomas. The law applicable to product liability: the present state of the law in
Europe and current proposals for reform, p. 481. En contra, véase: Illmer, Martin. Article 5. Product
liability, p. 289.
86 Schwartze, Andreas. Ob. cit., p. 431.
87 Sentencia del TJCE, del 9 de febrero de 2006, en el Asunto C-127/04, O’Byrne, Rec. 2006, p. I-1313
(accesible a través de: http://curia.europa.eu).
88 Sin embargo, véase: Symeonides, Symeon C. Rome II and Tort Conflicts: A missed Opportunity, p.
36; Kadner Graziano, Thomas. Das auf außervertragliche Schuldverhältnisse anzuwendende Recht
nach Inkrafttreten der Rom II-Verordnung, p. 43.
89 Torralba Mendiola, Elisa. Ob. cit., pp. 99-101.
90 Amores Conradi, Miguel & Elisa Torralba Mendiola. Ob. cit., p. 29.
91 «A efectos del presente Reglamento, la residencia habitual de una sociedad, asociación o persona
jurídica será el lugar de su administración central». Mientras que, en los supuestos de multinacionales,
G u i l l e r m o Pa l a o M o r e n o
se habría propuesto acudir una solución equivalente a la prevista en el artículo 5.5 del Reglamento
Bruselas I (Stone, Peter. Ob. cit,, p. 213).
92 Garcimartín Alférez, Franciso J. Ob. cit., párrafo 43; von Hein, Jan. Ob. cit., p. 28; Huber,
Peter & Illmer, Martin. Ob. cit., pp. 43-44; Kadner Graziano, Thomas. Das auf außervertragliche
Schuldverhältnisse anzuwendende Recht nach Inkrafttreten der Rom II-Verordnung, p. 43;
Schwartze, Andreas. Ob. cit., p. 433.
93 Illmer, Martin. Article 5. Product liability, p. 138.
94 Huber, Peter & Illmer, Martin. Ob. cit., p. 45.
95 Hamburg Group for Private International Law. Ob. cit., p. 18. Aunque ha sido apoyada por Esteban de
la Rosa, Gloria. Ley aplicable a la responsabilidad por productos en Derecho internacional privado
español. Revista General de Derecho, 667 (2000), 1-28, pp. 27-28.
96 Palao Moreno, Guillermo. Responsabilidad civil extracontractual en el derecho europeo, p. 378.
97 Illmer, Martin. Article 5. Product liability, p. 139.
98 Fröhlich, Claus Wilhelm. Ob. cit., p. 44.
99 Kadner Graziano, Thomas. Das auf außervertragliche Schuldverhältnisse anzuwendende Recht
nach Inkrafttreten der Rom II-Verordnung, p. 40.
100 Schwartze, Andreas. Ob. cit., p. 433.
101 Illmer, Martin. Article 5. Product liability, p. 302.
102 Schwartze, Andreas. Ob. cit., p. 433; Palao Moreno, Guillermo. Responsabilidad civil
extracontractual en el derecho europeo, pp. 339-340; Symeonides, Symeon C. Resolving punitive-
damages conflicts. Yearbook of Private International Law, 5 (2003), pp. 1-34.
Abstract: The Brothers Karamazov was the last novel of Dostoievski and for
that reason is in way a sort of synthesis of his thinking. In the article there is a
brief development of some key ideas as these: in matter of guilt, the attitude
has more importance than action; everyone is guilty of everything before the
eyes of everyone (universal guilt); suffering purifies the individual and acts as
a remedy that promotes his spiritual elevation; freewill is central in human
existence. But the novel is also a novel about a crime. Somebody is murdered
and the readers will discover the perpetrator at the very end. 25% of the
novel is devoted to technical legal matters: the instruction of the summary
and the court trial. But what is most interesting is that an innocent is found
guilty, because law had no other choice having into account the facts that
are backed by evidence. It would be possible to find him not guilty, but for
doing so it would be necessary to change the paradigm that is the backbone
of modern criminal law.
I . I n t r o d u cc i ó n
I.1. Impresión durante la lectura de la obra
Al empezar la lectura de Los hermanos Karamazov de Fiodor Dostoievski
tuve la misma impresión que cuando acometí el estudio de La divina
comedia, la sensación de asomarme a un abismo tan complejo, vasto
y profundo que apenas podría explicar algunos de sus aspectos: un
limitado registro de las ideas, situaciones sociales y pasiones personales
de sus personajes y de la trama de la novela. La obra total de Dostoievski
requiere una nueva medida, es decir, una manera distinta en la
aproximación a su estudio, como ha dicho Stefan Zweig, quien añade
que «con un escalofrío descubrimos en su obra y su destino la misteriosa
hondura de toda la humanidad»1.
1 Zweig, Stefan. Tres maestros (Balzac, Dickens, Dostoievski). Barcelona: Acantilado, 2011, p. 134.
2 Freud, Sigmund. Dostoyevsky y el parricidio. En: Obras Completas. Buenos Aires: Amorrortu
Editores, 2001, volumen CLVII, p. 3004.
3 Frank, Joseph. Dostoievski. Volumen 5: El manto del profeta. 1871-1881. México D.F.: FCE, 2010,
p. 715. La referencia a las «obras previas» contenida en la cita se refiere a las obras del propio
Dostoievski.
4 Gallego Ballestero, Víctor. Introducción. En: Fiodor Dostoievski. Diario de un escritor. Traducción,
selección, introducción y notas de Víctor Gallego Ballestero. Barcelona: Alba Editorial, 2010, p. 17.
5 Bajtín, Mijaíl M. Problemas de la poética de Dostoievski. Buenos Aires: FCE, 1993, p. 17.
6 Véase nota 3.
7 Véase: Dostoievski, Fiodor. Apuntes del subsuelo. Madrid: Alianza Editorial, 2005.
su bendición, pedían que les impusieran las manos para sanarlos de algún
mal, y se sentían muy reconfortados después de haberlos visitado. En el
interior del monasterio, el starets poseía una comunidad de seguidores
entre los propios monjes, que estaban, como si dijéramos, adscritos a
él, lo atendían, escuchaban sus enseñanzas y se confesaban ante él en
voz alta, en presencia de los otros monjes, lo que era interpretado por lo
adversarios de la institución de los starets como una liberalidad rayana
en la heterodoxia.
9 Vidal, Augusto. Dostoievski. Barcelona: Barral Editores, 1972, p. 209. Puede consultarse
Dostoievski, Fiodor. Apuntes de la casa muerta. Madrid: Alianza Editorial, 2011, pp. 32-33 y 400.
10 Cansinos Assens, Rafael. Obras completas de Fiodor M. Dostoievski. Madrid: Aguilar, 1961, tomo III,
pp. 19-20.
12 Dostoievski, Fedor. Los hermanos Karamazov. Buenos Aires: Longseller, 2005, volumen 1, p. 84.
Salvo indicación expresa, se citará esta traducción.
13 Kjetsaa, Geir. Dostoyevski. La vida de un escritor. Buenos Aires: Javier Vergara Editor, 1989, pp.
227-228.
16 Ibídem, p. 50.
quemado. Esta gente no tiene comida. […] Dime por qué están aquí
estas desgraciadas, por qué tienen que sufrir esa pobreza tan cruel, por
qué llora ese pobre chico, por qué la estepa tiene que ser tan dura, por
qué esas personas no se abrazan y cantan canciones alegres, por qué su
365
piel es tan oscura, por qué no le dan de comer al angelito»17. El derecho en
Los hermanos
Antes del juicio oral, Aliosha, el más joven de los Karamazov, visitó Karamazov
a Dimitri en prisión. Este había cambiado mucho desde su detención: The law in
de ser un hombre belicoso, bullicioso, desafiante y agresivo había The Brothers
experimentado una especie de conversión, y era ahora manso y religioso. Karamazov
Dimitri expresa entonces, en un mismo discurso, las dos ideas que estoy
reseñando en este y en el acápite anterior: que el sufrimiento purifica y
puede ser salvador, y que todos somos culpables del dolor que hay en el
mundo. He aquí parte de una larga reflexión:
¿Por qué he soñado con la criaturita? Porque fue una profecía. Por
esa criaturita iré a prisión. Todos somos culpables por todos. Son
millones los niños desgraciados como ese, aunque algunos sean de
verdad niños y otros, adultos. Iré a la prisión por todos ellos: uno se
tiene que sacrificar por todos. No maté a mi padre, pero me sacrificaré
voluntariamente. Y todo esto me ha sido revelado aquí, entre estas
paredes descascaradas. […] Vamos a vivir encadenados, sin libertad,
pero gracias a nuestro dolor, vamos a resucitar la alegría sin la que
ningún ser humano puede vivir, ni Dios existir, porque solo de Él
surge: dárnosla es su sagrado privilegio. Señor, que el hombre dedique
su vida a la plegaria. ¿Cómo haría yo para vivir sin Dios en las hondas
y oscuras galerías de la mina?18
fundamental.
Los hechos ocurren en el siglo XVI en Sevilla, en la época del máximo
furor de la ejecución de infieles en las piras de fuego. El anuncio de una
segunda venida de Cristo a la tierra ha inquietado siempre a los teólogos
y a los fieles. Y resulta que en esa Sevilla militante de un cristianismo
fundamentalista llega Cristo, precisamente al día siguiente de un gran
holocausto de cien sacrificados al fuego. Él trata de pasar inadvertido,
pero la gente lo reconoce, lo rodea, le pide milagros, lo tocan buscando
la curación de sus males. Llega, inclusive, a resucitar a una niña muerta.
género humano, Tú, que justamente viniste a dar la vida por ellos. En
lugar de confiscarles la libertad, les diste aún más y cargaste su espíritu
con el terror a esa libertad. Querías que te amaran y que lo hicieran con
libertad, que te siguieran por voluntad propia, seducidos por ti. En lugar
367
de someterse a las estrictas leyes antiguas, el hombre iba a tener que El derecho en
elegir, desde entonces, entre el bien y el mal sin más guía que tu imagen. Los hermanos
Karamazov
¿No pensaste que, demasiado cargado por el peso de la libertad, iba a
terminar por rechazarla y dudar de ella y de tu imagen? Finalmente, The law in
exclamaron que no estaba en ti la verdad: lo único que explicaba que los The Brothers
hubieras dejado inmersos en la tiniebla de la incertidumbre, con tantos Karamazov
problemas que no pueden resolver21.
II.5. La historia
Dostoievski empezó a escribir la novela en 1878. Es de suponer que sitúa
los hechos ese mismo año porque, en una escena, uno de los hermanos,
Iván, parece conocer un escrito de Flaubert, que es de 187723. El
Lo r e n zo Zo l e z z i I b á r c e n a
Fiodor volvió a casarse con una joven de 16 años, Sofía Ivanovna, quien
le dio los otros dos hijos. Se dice en la novela que por ella «solo sentía
lujuria, como correspondía a un hombre absolutamente corrompido».
Más adelante se añade que «se aprovechó de la docilidad y la asombrosa
resignación de Sofía Ivanovna y pisoteó las normas más elementales
del decoro. Aun cuando ella estaba en casa, llevaba allí prostitutas con
quienes organizaba orgías»24. Ella enloqueció y falleció a los 8 años de
haberse casado. Igual como ocurrió con Dimitri, Fiodor se olvidó que
tenía estos otros dos hijos, quienes fueron también criados por Grigori.
tenía derecho a reclamar nada más y que, por añadidura, era él quien
ahora debía dinero a su padre. «Con la sospecha de que nada de eso era
verdad, Mitia quedó estupefacto, se enfureció y casi se volvió loco»25.
Dimitri decidió quedarse en el pueblo, pero no en la casa paterna.
Para entonces contaba con 28 años y estaba de novio con Catalina
Ivanovna. A esta la conoció en sus tiempos de oficial. Ella era hija de
un teniente coronel y coincidían en cenas y bailes. Ella lo ignoraba y él
ansiaba vengarse, hasta que se presentó la oportunidad. Parece que el
padre había tomado unos dineros públicos (4500 rublos) y que pronto le
Le dice: «Vine para besarte los pies, para estrecharte las manos así, hasta
lastimarte. Como lo hacía en Moscú, ¿te acuerdas? Vine para decirte una
vez más que eres mi dios, mi alegría, para decirte que te amo con locura
[…]»30. Aunque acto seguido le dice: «Ahora amas a otra y yo amo a
otro», en alusión a Iván. Termino esta presentación de Iván agregando
que experimentaba sentimientos encontrados frente a su hermano
Dimitri: «no le tenía el más mínimo cariño. Si sentía compasión por él,
este sentimiento se le mezclaba con desprecio y hasta un poco de asco.
Aliosha se llevaba mejor con Dimitri que con Iván, quizás porque
Dimitri era un alma atormentada que se vio envuelto en el crimen de
su padre como único sospechoso, y fue humillado, juzgado y condenado,
y en este proceso adquirió una verdadera espiritualidad y una actitud
cristiana, mientras que Iván era reservado y calculador, y por añadidura
Lo r e n zo Zo l e z z i I b á r c e n a
a que «Dostoyevski tenía una opinión poco lisonjera de las mujeres […]
La mujer era sin duda inferior al hombre, pues carecía de la áspera fuerza
de carácter y la obstinada perseverancia del varón cuando se trataba de
alcanzar una meta preconcebida»40.
41 Dostoievski, Fiodor. Los hermanos Karamazov. En: Obras completas de Fiodor M. Dostoievski, tomo
III, p. 109 (Aguilar). Una versta es una medida de longitud rusa equivalente a 1066.8 metros, es decir,
poco más de un kilómetro.
42 Dostoievski, Fiodor. Los hermanos Karamazov, volumen I, p. 170
lo amara por una hora y le permitiese besarle el dedo meñique del pie
izquierdo. Conviene agregar en este punto un hecho que resulta central
en la trama: Dimitri sostuvo hasta el final que en este primer viaje de
conquista solo se gastó la mitad de los 3000 rublos. Hacia el final de
379
la obra, cuando se entera de que Grushenka se había ido nuevamente El derecho en
Los hermanos
a Mokroie, pero esta vez para reunirse con su primer y único amor, el
Karamazov
oficial del ejército polaco que la había deshonrado, pero que ahora,
viudo, venía por ella para rehabilitarla y casarse, Dimitri decide ir en su The law in
búsqueda, volver a armar una fiesta con los 1500 rublos que le quedaban, The Brothers
y después suicidarse. Karamazov
43 Sobre el tema del duelo, recomiendo vivamente una pequeña novela de Joseph Conrad, que se llama
Una cuestión de honor. Córdoba: El Olivo Azul, 2009.
II.8. El crimen
La parte trasera de la casa de Fiodor Karamazov daba a un amplio patio, al
fondo del cual estaba el pabellón de los servidores. Había una puerta que
comunicaba la casa con el jardín y cuya importancia es trascendental,
como se verá más adelante. Mitia trepa la tapia del jardín, como en su
tiempo lo hizo la madre de Smerdiakov, e ingresa en él. En ese momento
Lo r e n zo Zo l e z z i I b á r c e n a
44 Un kopec era algo así como un centavo. En un rublo había 100 kopecs. En las novelas de Dostoievski
se habla básicamente de rublos y de kopecs.
45 Dostoievski, Fiodor. Los hermanos Karamazov, vol. II, p. 50.
El dormitorio del viejo daba al jardín y Dimitri pudo ver que su padre
estaba en bata, muy arreglado, como si esperara a alguien. Se convenció,
entonces, que Grushenka no estaba y procedió a dar los golpes en clave
que Fiodor había enseñado a Grushenka (dos espaciados y tres rápidos),
381
para evitar abrir a otra persona, pues era muy desconfiado, y que él, El derecho en
Los hermanos
Mitia, conocía, pues le habían sido revelados por Smerdiakov. El padre
Karamazov
abrió la ventana, asomó el torso, y dijo: «¿Dónde estás mi querida, dónde
estás, angelito?»46. The law in
The Brothers
Justo en ese momento se despertó Grigori, quien salió y pudo ver una Karamazov
sombra en el jardín. Persiguió y alcanzó a alguien cuando comenzaba a
trepar la cerca para salir, lo cogió por la pierna y lo reconoció. ¡Parricida!,
le gritó, pero no pudo hacer más porque Mitia lo golpeó fuertemente
en la cabeza con la mano del mortero. Luego, Mitia descendió para ver
cuán herido estaba, o si estaba muerto. No olvidemos que en su niñez
Grigori había sido como un padre para él. Mitia buscó la herida con sus
manos, trató de detener la hemorragia con su pañuelo, pero desistió de
esto, se guardó el pañuelo en el bolsillo y trepando la cerca se alejó en
dirección a casa de Grushenka. Allí por fin pudo saber que esta había
partido para Mokroie a reunirse y reconciliarse con su primer amor, el
oficial polaco.
En este momento, decide ir por ella, no para reconquistarla, sino para
verla por última vez y suicidarse. El suicidio tenía una doble causa:
el haber perdido su honor al haber tomado el dinero de Catalina
Ivanovna y el perder a Grushenka para siempre. Ya no tenía motivos
para vivir. Así, corre donde el funcionario Perjotin a recuperar sus
pistolas y llega manchado de sangre en las manos, en el rostro y en la
ropa, y con fajos de billetes de 100 rublos. Poseía una gran cantidad
de dinero quien dos días antes tuvo que vender su reloj por 7 rublos y
ese mismo día había empeñado sus pistolas por 10. Después de lavarse
y arreglarse un poco, se fue al almacén, en el cual hizo las compras la
vez anterior. Ordenó las mismas cosas: champaña, vodka, comestibles
finos, dulces, etcétera, y contrató a un cochero que lo lleve a Mokroie.
Lo r e n zo Zo l e z z i I b á r c e n a
Como se puede ver, no pesa sobre su conciencia nada malo que hubiera
hecho a su padre. Grushenka le dice que ella posee dinero y que le dará
lo que necesita para pagarle a Catalina Ivanovna, porque ella quiere
casarse con él y mudarse a otro lugar a trabajar juntos la tierra.
II.9. El proceso
Cuando todo parece estar acabando como en una novela con happy
end, empieza recién la tragedia de Dimitri Karamazov. A ese mismo
lugar, a Mokroie, mientras él está todavía bajo el arrobamiento del amor
correspondido y los efluvios del alcohol bebido durante toda la noche, se
han constituido el oficial de policía de más alto rango, Mijail Makarovich
Makarov (el ispravnik); Nicolás Parvenovich Neliudov, quien era el juez
de instrucción; Hipólito Kirillovich, a la sazón el fiscal suplente; y otro
funcionario policial. Habían ido a detenerlo por el asesinato de su padre
e inmediatamente inician la instrucción del sumario.
Lo r e n zo Zo l e z z i I b á r c e n a
− Que cuando dijo que el sobre con los 3000 rublos que su padre
había preparado para Grushenka estaba bajo la almohada, lo dijo
«por casualidad», porque él no sabía en verdad donde estaba el
sobre.
− Grushenka declaró lo siguiente: (i) que nunca escuchó a Mitia
decir que en el primer viaje que hicieron juntos a Mokroie había
gastado solo 1500 y que había guardado el resto; (ii) que en el
último mes, después de aquel viaje, se quejaba de que no tenía
dinero; (iii) que lo escuchó varias veces decir que mataría a su
padre; (iv) que acerca de los gastos de las últimas horas había
escuchado varias veces a Dimitri decir que estaba gastando
b) El juicio oral
Lo r e n zo Zo l e z z i I b á r c e n a
58 El propio Samsonov, el protector y amante de Grushenka le había aconsejado que prefiriera al padre,
con la condición de que pusiera todos sus bienes a nombre de ella. Véase ibídem, volumen I, p. 474.
III . L a c o n d e n a d e u n i n o c e n t e
Normalmente la formulación de una hipótesis que pueda explicar
un hecho se formula al inicio de la investigación. En «Derecho y
Literatura», por la misma naturaleza de esta última, es posible hacer el
391
ensayo, como lo hago en este caso, de formular la hipótesis al final, con El derecho en
Los hermanos
el objeto de que el lector haya leído, y vivido, la historia que se pretende
Karamazov
explicar. Otra función de ensayar la explicación al final tiene que ver
con el interés, propio de la literatura, de mantener al lector en suspenso, The law in
y más cuando se trata de un crimen, cuanto casi todo se reduce a saber The Brothers
quién es el asesino. Es interesante consignar en este punto que «El autor Karamazov
recibió cartas de los lectores que le preguntaban impacientemente quién
había matado realmente a Fiodor Pavlovich»59. Poner las explicaciones
al inicio significaría contarle al lector de antemano lo que el narrador
quiso, adrede, que se desvele al final.
La explicación que encuentro tiene que ver con la manera como está
configurado el derecho moderno. Fue Max Weber quien explicó que la
creación del derecho y su aplicación podían ser de distintos tipos:
1. Existe un derecho irracional formal cuando para la imposición de
una norma o su aplicación se recurre a mecanismos del tipo de los
oráculos o las ordalías, verdaderos juicios de Dios, en los cuales el
resultado escapa totalmente a la voluntad humana.
2. El derecho será irracional material o sustantivo cuando la decisión
de los casos «depende esencialmente de apreciaciones valorativas
concretas de índole ética, sentimental o política»60, como lo
ejemplifican los famosos juicios de Sancho Panza, cuando ejerció
el cargo de gobernador de la ínsula Barataria. Siendo analfabeto,
y guiándose solo de su leal saber y entender, resolvió con mucho
acierto tres casos: el de las caperuzas, el de la deuda y el báculo y
el de la mujer presuntamente violada61.
3. La racionalización material implica «que en la decisión de los
problemas jurídicos deben influir ciertas normas cuya dignidad
Lo r e n zo Zo l e z z i I b á r c e n a
59 Terras, Victor. A Karamazov Companion. Madison: The University of Wisconsin Press, 2002, p. 107.
60 Weber, Max. Economía y sociedad. México: FCE, 1964, volumen I, p. 511.
61 Cervantes, Miguel de. Don Quijote de la Mancha. São Paulo: Real Academia Española, 2004,
segunda parte, capítulo XLV, pp. 888-894.
62 Weber, Max. Ob. cit., volumen I, p. 511.
67 Vargas Llosa, Mario. La verdad de las mentiras. Lima: Santillana, 2010, p. 217.
68 Dostoievski, Fiodor. Los hermanos Karamazov, volumen II, p. 159.
Recibido: 3/03/2015
Aprobado: 3/04/2015
69 Para un estudio del caso de Lizzie Borden, véase: Zolezzi Ibárcena, Lorenzo. El misterio de Lizzie
Borden. En: Derecho en contexto. Lima: Fondo Editorial de la PUCP, 2012.
70 Dostoievski, Fiodor. Diario de un escritor, p. 42.
F e r n a n d o d e l M a s t r o p u cc i o *
Abstract: With the present paper we seek to use Carl Jung´s theoretical
approach to the “Projection of the Shadow” as a framework to reveal posible
unconscious motivations in our critiques to the Government´s paternalistic
attitudes and regulations. Our proposal is that certain aspects of ourselves
as individuals and society, which we do not like and do not accept (our
Shadow), are seen exclusively as attributable to the Government. We argue
that this unconscious dynamic limits our understanding of ourselves and
prevents us to comprehend the essence of paternalism, both in our relation
with the Government and in our daily life. We do not intend to discuss the
logical or empirical validity of the arguments against this form of Government
but to point out that those arguments might be influence by unconscious
motivations.
* Máster en Derecho por la Universidad de Duke, como becario de la Fundación Fulbright, y ganador
del Justin Miller Award 2012 en la misma universidad. Actualmente sigue estudios de maestría en
Estudios Teóricos en Psicoanálisis en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Abogado
y profesor de la Facultad de Derecho de la PUCP, donde dicta los cursos de Ética, Modelos de
Abogados, y Derecho y Psicoanálisis, y donde se desempeña también como Jefe de la Oficina de
Plan de Carrera y Bienestar. Certificado por la American Management Association para aplicar el
Myer & Briggs Type Indicator. Correo electrónico: fdelmastro@pucp.pe
398 CONTENIDO: I. INTRODUCCIÓN.– II. JUNG Y LA MIRADA ANÍMICA A LO SOCIAL.–
III. LA SOMBRA EN CARL G. JUNG.– IV. ESTADO SOMBRA.– IV.1. ESTADO, SOCIEDAD
E INDIVIDUOS PATERNALISTAS.– IV.2. LO SOMBRÍO.– IV.3. EL RETORNO DE LO
PROYECTADO.
I . I n t r o d u cc i ó n
En Más allá del bien y del mal, Nietzsche indicó que «la mayor parte del
pensar consciente de un filósofo está guiada de modo secreto por sus
instintos y es forzada por estos a discurrir por determinados carriles»1.
Para Nietzsche, era necesario entonces dudar de la confianza que el
hombre de la Modernidad tenía en la razón del ser humano, que era
considerada como el vehículo hacia la verdad y el progreso. Desde otros
ámbitos y por otros caminos, el psicoanálisis tomó la misma bandera. En
ese sentido, Freud sería calificado, junto con Nietzsche y Marx, como
un maestro de la sospecha2. Para él, fuerzas y dinámicas inconscientes
influyen en nuestros pensamientos y emociones, y nos guían por rumbos
y hacia metas que la conciencia y la razón no comprenden ni controlan.
¿Existe en nosotros un mundo oculto? ¿Cómo saber más de él? ¿Es
posible y deseable comprenderlo? Creemos que, para responder a estas
preguntas, la teoría de Carl G. Jung sobre la proyección de la sombra
es una herramienta de lujo. Para Jung, todo tenemos, como elemento
integrante de nuestra personalidad, una parte de «sombra»: un conjunto
de aspectos que no nos gustan de nosotros mismos, aspectos que son
difíciles, dolorosos y riesgosos, y que por tanto no solemos aceptar ni
comprender. Esa sombra la proyectamos en el otro, de modo tal que
vemos en él aquello que no queremos ver en nosotros mismos. Podemos
entonces partir de nuestras opiniones conscientes para analizarlas
y, con valentía, tratar de encontrar, en nuestro pensar sobre el otro,
información valiosa sobre nosotros mismos. El mundo oculto propio se
Fernando del Mastro puccio
1 Nietzsche, Friedrich. Más allá del bien y del mal. Madrid: Alianza Editorial, 2003, § 3.
2 Véase: Ricoeur, Paul. Freud: una interpretación de la cultura. México D.F.: Siglo Veintiuno, 1999
II . J u n g y l a m i r a d a a n í m i c a a l o s o c i a l
Lo inconsciente es la región de lo desconocido en la psique. Siendo ello
así, es necesario reconocer que existe un interrogante, por ejemplo en
el mundo del derecho y el psicoanálisis4, respecto a qué tan posible es
usar un marco de referencia psicoanalítico, enfocado en lo inconsciente,
5 Freud, Sigmund. El malestar en la cultura. En Obras completas. Volumen XXI. Buenos Aires:
Amorrortu, 1986; El porvenir de una ilusión. En Obras completas. Volumen XXI; Psicología de las
masas y análisis del yo. En Obras completas. Volumen XVIII.
6 Jung, Carl G. Psicología y poesía. En Sobre el fenómeno del espíritu en el arte y la ciencia. Obra
completa. Volumen 15. Madrid: Trotta, 2002.
7 Jung, Carl G. The Undiscovered Self. Princeton, NJ: Princeton University Press, 2010.
8 Jung, Carl G. «The Shadow». Aion (1951). En The Essential Jung. Selected Writings Introduced by
Anthony Storr (pp. 91-93). Princeton, NJ: Princeton University Press, 1999.
9 Jung, Carl G. «Psychology and Religion». (1938). En The Essential Jung. Selected Writings
Introduced by Anthony Storr (pp. 239-250).
Diversos autores han usado las teorías de Jung para tratar lo social.
El círculo Eranos, centrado en la investigación cultural y social desde
la psicología analítica de Jung, es un claro ejemplo de ello, al tratar
temas como el lugar del amor en sociedad global contemporánea10 o la
401
desorientación y el espacio público en el mundo actual11. Temas actuales Estado sombra:
lo inconsciente
como la actitud democrática12 o el género son también ejemplos del uso de
en las críticas
la teoría junguiana para la reflexión sobre lo social. Más concretamente,
al Estado
respecto a esto último, se ha usado el desarrollo de Jung respecto a la
paternalista
sombra para abordar los prejuicios de género entre hombres y mujeres13.
desde Carl
En estos pocos ejemplos se puede ver que la aproximación a lo social Jung
desde el inconsciente busca comprender. El interés de los investigadores Shadow
es saber más sobre la sociedad y sus dinámicas a partir de la mirada Government:
profunda y anímica a los factores inconscientes que influyen en ellas. De unconscious
lo que se trata es de descubrir qué fuerzas y dinámicas, no comprendidas motivations in
ni controladas, están detrás de fenómenos sociales que suelen ser vistos our critiques
y tratados desmedidamente desde lo superficial y visible. Se busca to Paternalism
entender, además, por qué aquello que no sabemos respecto a nosotros from Carl Jung
mismos nos es esquivo.
En el mundo del derecho, desde el que escribo, este intento es
particularmente importante. El sistema legal y lo jurídico parecieran
ser ámbitos donde reina la consciencia, donde todo debe estar claro y
la justicia se debe administrar de modo imparcial, sin influencia de las
emociones. La fantasía de creer que el problema es la norma y que, por
ende, se puede cambiar la realidad cambiando la ley, es muy propia del
quehacer de abogados y abogadas. Vivimos en la superficie, por lo que
resulta muy raro que examinemos a profundidad qué fuerzas influyen
en que nuestro sistema legal sea como es, y qué factores anímicos están
presentes en todos los fenómenos sociales que estamos llamados a
regular. El vínculo entre los ciudadanos y el Estado es particularmente
importante en el derecho. En efecto, se trata de la piedra angular de
Fernando del Mastro puccio
todo el sistema legal. Siendo ello así, la mirada anímica en este caso se
justifica aun más. Aun cuando este trabajo no busque explorar dicho
vínculo a profundidad, sí representa un intento de aclarar parte del
mismo. Viéndonos reflejados en nuestras críticas al Estado podremos,
quizá, darnos cuenta de que hay aspectos sombríos que forman parte de
todos y todas y que, en esa medida, es también tarea de todos crecer y
madurar como sociedad.
16 Storr, Anthony. Glossary. En The Essential Jung. Selected Writings Introduced by Anthony Storr
(pp. 413-426), p. 422.
17 Jung, Carl G. Arquetipos e inconsciente colectivo. Madrid: Paidós, 2011, p. 83.
18 Véase: Jung, Carl G. «The Shadow». Aion (1951).
IV . E s t a d o s o m b r a
En esta parte quiero, con cierto tono especulativo, plantear que las críticas
al Estado paternalista y al sistema legal asociado a este están influenciadas
por la sombra. Creo que, independientemente de su solidez o debilidad
a nivel racional, hay aspectos sombríos de nosotros mismos, como
personas y como sociedad, que proyectamos en el Estado al formular este
tipo de cuestionamientos. Demostrar esta tesis es muy difícil, al menos
en el plano empírico, que reina en el mundo de lo externo. Considero
que al menos tres cosas deben mostrarse, a nivel argumentativo, para
poder concluir que existe una proyección de la sombra: i) que alguien
23 Miller, Alice. The Drama of the Gifted Child. Nueva York: Paper Back, 1979.
IV.2. Lo sombrío
¿Por qué sería difícil aceptar que somos «paternalistas»? Me parece que,
en términos generales y a nivel de la conciencia, hoy en día se valora la
tolerancia y la igualdad entre todos, y se condena más bien cualquier
409
Estado sombra:
sentimiento de superioridad o actitud poco democrática. La fuerza con
lo inconsciente
que se condenan en los medios de comunicación y redes sociales actitudes
en las críticas
discriminatorias quizá sea muestra de ello. Actuar como superior, juzgar
al Estado
y no comprender, y ordenar sin escuchar son entonces actitudes que no paternalista
van con la imagen general del «deber ser» actual, que tiene más que ver desde Carl
con el ser tolerante, democrático, no autoritario y solidario con el resto. Jung
De ese modo, existe una actitud consiente respecto al bien, que permite
ver a lo «paternalista» como el mal, como lo sombrío. Shadow
Government:
Es interesante pensar también si es que algo del carácter sombrío del ser unconscious
paternalista viene de fuentes más originarias, profundas y universales, motivations in
es decir, de las tendencias arquetípicas mencionadas anteriormente. El our critiques
que este debate entre libertad y autoridad, como decía Mill, haya estado to Paternalism
presente y cargado de significación en todo momento histórico podría from Carl Jung
apoyar esa tesis. Desde mi punto de vista, a nivel más profundo, la
esencia más oscura del paternalismo está en quitar la individualidad, en
destruir el carácter único de cada individuo, en negar la posibilidad de
ser uno mismo. Acabar con la individualidad y desintegrar es un motivo
recurrente en diversas mitologías e historias. Una de ellas es Star Wars,
que nos muestra una mirada clara hacia esta energía sombría. Al hablar
sobre el «mal» en la película, Campbell afirma lo siguiente:
[…] the evil power is not identified with any specific nation on this
earth […] the monster masks that are put on people in Star Wars
represent the real monster force in the modern world. When the mask
of Darth Vader is removed, you see an unformed man, one who has not
developed as a human individual. Darth Vader has not developed his
own humanity. He’s a robot. He’s a bureaucrat, living not in terms of
Fernando del Mastro puccio
25 Campbell, Joseph & Moyers, Bill. The Power of Myth. Nueva York: Doubleday, 1988, pp. 143-144.
26 Sala, Arturo. Los pliegues de Satanás. En: Autores varios. Márgenes de la Justicia. Buenos Aires:
Grupo Editor Altamira, 2000.
27 Jung, Carl G. The Undiscovered Self, p. 8.
Recibido: 3/03/2015
Aprobado: 8/04/2015
I . I n t r o d u cc i ó n
La política comercial que ha inspirado a los países de la cuenca del
Pacífico de América del Sur, especialmente Colombia, Perú y Chile, de
un tiempo a esta parte, ha estado marcada por la apertura de mercados
a través de la celebración de diferentes tratados de libre comercio, tanto
con Estados Unidos, como con naciones de Asia. Esto ha importado
un giro respecto de la postura que durante largo tiempo se siguió en la
1 Rodríguez, Maximiliano & Arias, Ligia. Aspectos introductorios al crédito documentario. Revist@
e–Mercatoria, 8, 1 (2009), p. 4.
Con el paso del tiempo, las citadas UCP han ido variando a través de
distintas versiones. El documento vigente actualmente vigente es la UCP
600, del año 2007, que nos servirá como fuente normativa en este trabajo.
En virtud de ello, aun cuando las opiniones doctrinarias recogidas en este
trabajo —que grafican ideas publicadas en la región sobre la materia—
fueron formuladas mayoritariamente con anterioridad a la aludida UCP
600, ellas siguen siendo relevantes. Esto se debe a que se expusieron
respecto a disposiciones presentes también, al menos de manera
análoga, en versiones anteriores del cuerpo normativo integrante de la
lex mercatoria.
Con todo, nunca podemos de dejar de tener presente que tal cuerpo
normativo es un instrumento dispositivo6, de aplicación voluntaria y
de autorregulación, motivo por el cual —aun cuando es difícil en la
práctica— es viable excluir, mediante mención expresa, que alguno o
Jaime Ramiro Gallegos Zúñiga
2 Cortés, Luis Javier. Los contratos bancarios (II). En Aurelio Méndez (dir.). Lecciones de derecho
mercantil. Sétima edición. Cizur Menor: Thomson Reuters, 2009, p. 774.
3 Pizarro, Marcela & Barroilhet, Claudio. Costumbres y prácticas uniformes para los créditos
documentarios. UCP 600. Revista de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso,
30 (2008), 155-181, p. 157; Torres Kirmser, José Raúl & otros. Derecho bancario. Quinta edición.
Asunción: La Ley, 2008, p. 242; Guzmán, Rogelio. Derecho bancario y operaciones de crédito.
Tercera edición. México D.F.: Porrúa, 2008, p. 216.
4 Cadena, Walter. La nueva lex mercatoria. La transnacionalización del derecho. Bogotá: Universidad
Libre, 2004, pp. 97-98; Díaz Moreno, Alberto. Los «bancos secundarios» en las operaciones de
crédito documentario. Revista de Derecho Mercantil, 291 (2014), p. 149; de Eizaguirre, José María.
Fundamentos del crédito documentario. Revista de Derecho Mercantil, 275 (2010), pp. 77-81.
5 Ostoja, Alfredo. La autonomía del crédito documentario. Themis, 12 (1988), p. 17.
6 Marimón Durá, Rafael. La nueva edición de las reglas de la CCI para los créditos documentarios
(UCP 600). Revista de Derecho Mercantil, 263 (2007), pp. 9-11.
7 Cámara de Comercio Internacional. Comentario sobre las UCP 600. Barcelona: Comité Español de
la Cámara de Comercio Internacional, 2008, p. 12.
8 Marimón Durá, Rafael. Ob. cit., p. 15; Torres Kirmser, José Raúl & otros. Ob. cit., pp.
250-251; Cadena, Walter & Cubillos, Germán. El crédito documentario como fenómeno de la
internacionalización del derecho bancario: aproximación conceptual y normativa. Diálogo de
Saberes, 25 (2006), 161-194, pp. 167-168.
9 Rodríguez, Maximiliano & Arias, Ligia. Ob. cit., p. 8; García-Pita, José Luis. Operaciones bancarias
neutras. En Guillermo Jiménez (coord.). Tratado de derecho mercantil. Tomo 39, volúmen 5. Madrid:
Marcial Pons, 2009, p. 138.
10 Villegas, Carlos. Compendio jurídico, técnico y práctico de la actividad bancaria. Tomo I. Buenos
Aires: Depalma, 1986, p. 635.
11 Ostoja, Alfredo. Ob. cit., p. 18.
12 «El crédito, por su naturaleza, es una operación independiente de la venta o de cualquier otro
contrato en el que pueda estar basado. Los bancos no están afectados ni vinculados por tal contrato,
aun cuando en el crédito se incluya alguna referencia a este. Por lo tanto, el compromiso de un
banco de honrar, negociar o cumplir cualquier otra obligación en virtud del crédito no está sujeta a
reclamaciones o excepciones por parte del ordenante resultantes de sus relaciones con el banco
emisor o con el beneficiario.
El beneficiario no puede, en ningún caso, hacer uso de las relaciones contractuales existentes entre
los bancos o entre el ordenante y el banco emisor.
El banco emisor debería desaconsejar cualquier intento del ordenante de incluir, como parte integral
del crédito, copias del contracto subyacente, de la factura pro-forma o similares» (artículo 4: Créditos
frente a contratos).
el artículo 14.d.
Cualquier documento presentado pero no solicitado en el crédito no será tenido en cuenta y podrá ser
devuelto al presentador.
Si un crédito contiene una condición, sin estipular el documento que debe evidenciar el cumplimiento
de la condición, los bancos considerarán tal condición como no establecida y no la tendrán en cuenta.
Un documento puede estar fechado con anterioridad a la fecha de emisión del crédito, pero no puede
estar fechado con posterioridad a la fecha de su presentación.
No es necesario que las direcciones del beneficiario y del ordenante que aparezcan en cualquier
documento requerido sean las mismas que las indicadas en el crédito o en cualquier otro documento
requerido, aunque deben estar en el mismo país que las correspondientes direcciones indicadas
en el crédito. No se tendrán en cuenta los datos de contacto (telefax, teléfono, correo electrónico
y similares) indicados como parte de la dirección del beneficiario o del ordenante. Sin embargo,
la dirección y los datos de contacto del ordenante deben ser los indicados en el crédito cuando
formen parte de los datos de contacto del consignatario o de la parte a notificar en un documento de
transporte sujeto a los artículos 19, 20, 21, 22, 23, 24 o 25.
No es necesario que el embarcador o el consignador de las mercancías indicado en cualquiera de los
documentos sea el beneficiario del crédito.
El documento de transporte puede ser emitido por cualquier parte distinta del transportista,
propietario, capitán o fletador a condición de que el documento de transporte cumpla los requisitos
de los artículos 19, 20, 21, 22, 23 o 24 de estas reglas» (artículo 14: Normas para el examen de los
documentos).
26 Garrigues, Joaquín. Contratos bancarios. Madrid: Talleres Gráficos S.A. Torre, 1958, p. 608;
Bonfanti, Mario. Contratos bancarios. Buenos Aires: Abeledo Perrot, 1993, pp. 239-240.
27 O’Halloran, John. El ABC de las cartas comerciales de crédito. Nueva York: Manufactures Trust,
1954, p. 8.
28 Marimón Durá, Rafael. Ob. cit., pp. 33-34.
29 San Juan, Javier. Contratos para la financiación y garantía del comercio internacional. Pamplona:
Civitas Aranzadi S.A., 2008, pp. 268-269.
30 «Las Reglas y usos uniformes para créditos documentarios, revisión 2007, publicación nº 600 de la
CCI (“UCP”), son de aplicación a cualquier crédito documentario (“crédito”) (incluyendo en la medida
en que les sean aplicables las cartas de crédito contingente) cuando el texto del crédito indique
expresamente que está sujeto a estas reglas.
Obligan a todas las partes salvo en lo que el crédito modifique o excluya de forma expresa» (artículo
1: Aplicación de las UCP).
36 Rodríguez, Maximiliano & Ligia Arias. Ob. cit., pp. 39-40; Cortés, Luis Javier. Ob. cit., p. 776.
37 Molina Martínez, Luis. Ob. cit., p. 251.
38 Ostoja, Alfredo. Ob. cit., p. 19; Torres Kirmser, José Raúl & otros. Ob. cit., p. 259.
39 De Eizaguirre, José María. Ob. cit., p. 120.
40 Rodríguez, Maximiliano & Ligia Arias. Ob. cit., p. 40; San Juan, Javier. Ob. cit., pp. 309-310.
41 «Siempre que los documentos requeridos se presenten al banco designado o al banco emisor y
constituyan una presentación conforme, el banco emisor debe honrar si el crédito es disponible
para: pago a la vista, pago diferido o aceptación con el banco emisor; pago a la vista con un banco
designado y dicho banco designado no paga; pago diferido con un banco designado y dicho banco
designado no contrae un compromiso de pago diferido o, habiendo contraído un compromiso de
pago diferido, no paga al vencimiento; aceptación con un banco designado y dicho banco designado
no acepta el giro librado a su cargo o, habiendo aceptado un giro librado a su cargo, no paga al
vencimiento; negociación con un banco designado y dicho banco designado no negocia. El banco
emisor está irrevocablemente obligado a honrar desde el momento en que emite el crédito.
El banco emisor se compromete a reembolsar al banco designado que ha honrado o negociado una
presentación conforme y que ha remitido los documentos al banco emisor. El reembolso del importe
correspondiente a una presentación conforme, al amparo de un crédito disponible para aceptación o
pago diferido, es pagadero al vencimiento tanto si el banco designado ha pagado anticipadamente
o ha comprado antes del vencimiento como si no lo ha hecho. El compromiso del banco emisor
de reembolsar al banco designado es independiente del compromiso del banco emisor frente al
beneficiario» (artículo 7: Compromisos del banco emisor).
42 Pizarro, Marcela & Claudio Barroilhet. Ob. cit., p. 163.
podría afirmarse que si el ordenante recibió los documentos del banco sin
permiten una tolerancia que no supere el 10 % en más o el 10% en menos en el importe, la cantidad
o el precio unitario a que se refieran» (artículo 30: Tolerancias en el importe del crédito, la cantidad y
los precios unitarios).
56 «El banco designado que actúe conforme a su designación, el banco confirmador, si lo hubiere, y el
banco emisor dispondrán cada uno de ellos de un máximo de cinco días hábiles bancarios contados
a partir del día siguiente al de la presentación para determinar si dicha presentación es conforme.
Este plazo no se verá reducido ni de otra forma afectado por el hecho de que en o después de la
fecha de presentación tenga lugar cualquier fecha de vencimiento o último día de presentación. Una
presentación que incluya uno o más documentos de transporte originales sujetos a los artículos 19,
20, 21, 22, 23, 24 o 25, debe efectuarse por o por cuenta del beneficiario no más tarde de 21 días
naturales después de la fecha de embarque tal como se describe en estas reglas, pero en ningún
caso con posterioridad a la fecha de vencimiento del crédito» (artículo 14: Normas para el examen de
los documentos).
57 «Día hábil bancario significa un día en el que el banco esté abierto para el desempeño de sus
actividades regulares en el lugar en que deba realizarse un acto sujeto a estas reglas» (artículo 2:
Definiciones).
58 Cámara de Comercio Internacional. Comentario sobre las UCP 600, p. 15.
II. 7. Discrepancias
Otra disposición interesante a tener en cuenta es la contenida en la
letra b) del artículo 16 de las citadas UCP 60065, que faculta al banco,
de propia iniciativa, para ponerse en contacto con el ordenante para
efectos de «levantar las discrepancias»66. De ello podemos colegir que
ante documentos aparentemente disconformes con los términos y
condiciones del crédito documentario, el banco en cuestión cuenta con
diferentes opciones, la primera de ellas será simplemente rechazar los
documentos (cumpliendo el deber genérico de las UCP que exigen el
formalismo y estricto cumplimiento de lo convenido, con los alcances
que ya hemos mencionado). En caso decida optar por esta primera
alternativa, abortará la ejecución del negocio entre exportador e
importador, al menos en cuanto a su medio de pago. Como alternativa,
un segundo camino tendiente a subsanar los disconformidades de los
documentos, será solicitar instrucciones al ordenante, para así consultar
si este considera que las divergencias no son de magnitud ni le afectan
sustancialmente, dando lugar a que autorice el pago de lo convenido,
aun cuando los documentos no coincidan en la forma, cantidad o
calidad con los originariamente exigidos, lo que en la práctica comercial
se denomina «levantar discrepancias».
Relacionado con ello, se ha recomendado a los bancos67, antes de
proceder al pago, interpelar a los ordenantes o remitirles los documentos
cuando tuvieren duda de su exactitud respecto a los términos del
crédito, incluso en los eventos de la más mínima diferencia de dicción,
cantidad, precio o marca, puesto que recibido el beneplácito de aquel,
no se podrá rechazar el pago o reembolso atingente, invocando aquellas
Jaime Ramiro Gallegos Zúñiga
65 «b) Cuando el banco emisor determina que la presentación no es conforme, puede dirigirse al
ordenante por iniciativa propia para obtener una renuncia a las discrepancias.
Sin embargo, este hecho no amplía el período mencionado en el artículo 14.b» (artículo 16:
Documentos discrepantes, renuncia y notificación).
66 Molina Martínez, Luis. Ob. cit., p. 254.
67 Satanowsky, Marcos. El crédito documentado y la moneda extranjera en la venta CIF. Revista
Argentina de Ciencias Políticas, 12, 25, 20 (1922), p. 492.
III . Ex o n e r a c i o n e s d e r e s p o n s a b i l i d a d
Las cláusulas contempladas en esta materia, a lo largo de las diferentes
versiones de las UCP, son quizás de las más controvertidas. Por ello
hemos creído oportuno analizarlas con mayor detenimiento. Estas
disposiciones son un reflejo manifiesto y evidente del interés de las
instituciones bancarias por soslayar la responsabilidad en operaciones
que para ellas resultan lucrativas, motivo por el cual, un sector de la
doctrina es partidaria de rechazar la validez jurídica de estas cláusulas74.
No obstante, también procede comentar que hay autores75 para quienes,
al no existir disposición que prohíba limitar o exonerar la responsabilidad
del mandatario, resulta necesario concluir que esas reglas gozan de pleno
valor como manifestación del ejercicio de la autonomía de la voluntad.
Estimamos adecuado entonces develar qué eximentes de responsabilidad
de las consagradas en las UCP 600 serían viables de reconocer como
admisibles, ponderando con cuidado pilares centrales dentro de la
contratación privada, como son la autonomía de la voluntad, la
protección del débil jurídico y la invalidez de cláusulas que supongan la
condonación del dolo futuro. Si tenemos en cuenta que la apertura de un
crédito documentario es un contrato de adhesión76 en que el comprador
acepta las condiciones impuestas por el banco, gestadas a través de la
Cámara de Comercio Internacional en que se representan los intereses
de los grandes actores globales77 —y que en virtud de ello esas reglas
escapan a las normas de protección del consumidor presentes en los
derechos locales—78, que por lo demás se caracterizan por desarrollar
Jaime Ramiro Gallegos Zúñiga
79 «El banco no asume ninguna obligación ni responsabilidad respecto a la forma, suficiencia, exactitud,
autenticidad, falsedad o valor legal de documento alguno, ni respecto a las condiciones generales
o particulares que figuren en los documentos o que se añadan a ellos; tampoco asume obligación o
responsabilidad alguna por la descripción, cantidad, peso, calidad, estado, embalaje, entrega, valor o
existencia de las mercancías, servicios u otras prestaciones representadas por cualquier documento,
ni tampoco respecto a la buena fe, a los actos o a las omisiones, a la solvencia, al cumplimiento de
las obligaciones o a la reputación de los embarcadores, de los transportistas, de los transitarios, de
los consignatarios o de los aseguradores de las mercancías o de cualquier otra persona» (artículo 34:
Exoneración de la efectividad de los documentos).
80 O’Halloran, John. Ob. cit., pp. 5-6; Riva, Jorge. Ob. cit., p. 132.
81 Zuleta Jaramillo, Eduardo. Ob. cit., pp. 124-125.
82 Garrigues, Joaquín. Ob. cit., pp. 620-621.
83 Véase: supra nota 13.
84 De Eizaguirre, José María. Ob. cit., p. 101.
85 Varela Morgan, Juan Carlos. Ob. cit., p. 52.
86 Puelma Accorsi, Álvaro. Estudio jurídico sobre operaciones bancarias. Santiago de Chile: Editorial
Jurídica de Chile, 1971, p. 289.
87 Rodríguez, Maximiliano & Arias, Ligia. Ob. cit., p. 36.
88 «El banco no asume ninguna obligación ni responsabilidad por las consecuencias resultantes
del retraso, pérdida en tránsito, mutilación u otros errores que puedan resultar en la transmisión
de cualquier mensaje o en la entrega de cartas o documentos, cuando tales mensajes, cartas o
documentos sean transmitidos o enviados de acuerdo con los requisitos establecidos en el crédito, o
cuando el banco haya tomado la iniciativa en la elección del servicio de entrega en ausencia de tales
instrucciones en el crédito.
Si el banco designado determina que la presentación es conforme y remite los documentos al
banco emisor o al banco confirmador —con independencia de si el banco designado ha honrado o
negociado—, el banco emisor o el banco confirmador deberán honrar o negociar, o deberán reembolsar
al banco designado, incluso cuando los documentos se hayan extraviado en el trayecto entre el banco
designado y el banco emisor o el banco confirmador, o entre el banco confirmador y el banco emisor.
El banco no asume ninguna obligación ni responsabilidad por errores en la traducción o interpretación
de términos técnicos y puede transmitir los términos del crédito sin traducirlos» (artículo 35:
Exoneración de la transmisión y la traducción).
89 Véase: supra nota 79.
90 Marzorati, Osvaldo. Derecho de los negocios internacionales. Volumen 1. Tercera edición. Buenos
Aires: Astrea, 2007, p. 354.
por parte del banco. Si bien esto puede obedecer a la lógica de que si el
lapso de la inactividad bancaria es muy prolongado, una vez reiniciadas las
actividades, las mercancías acordadas ya no sean de interés o no le reporten
utilidades su comercialización (lo que puede darse —por ejemplo— con
437
vestuario de temporada), nos parece algo exagerado y poco equitativo Análisis
crítico del
el hacer pesar todos los riesgos de un caso fortuito o fuerza mayor en la
examen de los
persona del beneficiario. Por esta razón, algunos autores estiman que lo
documentos en
prudente sería prorrogar el plazo para la entrega por el mismo lapso en que
las cartas de
estuvieron interrumpidas las labores bancarias94.
crédito
Critical
III.4. Intervención de diferentes bancos analysis of
Al efecto, en el artículo 37 de las UCP 60095 se establece que los bancos letters of
que utilicen los servicios de otro(s) banco(s) para dar cumplimiento a credit test
las instrucciones del ordenante no se hacen responsables por el actuar documents
de estos, quedando su obrar por cuenta y riesgo de ese individuo.
Esta disposición debemos abordarla con cuidado, ya que su validez
dependerá del rol que le quepa al ordenante en la elección del banco
corresponsal: sea que este solo notifique, o bien confirme la carta de
crédito. Bien entendemos que si el ordenante escogió voluntariamente
a esas instituciones bancarias, no parece justo que por un indebido
cumplimiento de sus deberes se haga responsable al banco emisor del
crédito. No ocurre lo mismo, si es el banco emisor mismo quien designa al
banco en el exterior para la prestación de servicios, ya que en este evento,
si se optó por una institución no idónea para tal prestación, estimamos
que en su obrar propio ha actuado de manera negligente96.
El razonamiento anterior ha sido adoptado por tribunales argentinos97
bajo la lógica que de validar esta exoneración, en la especie, se configuraría
una condición potestativa pura y pasiva que resulta prohibida por el
Jaime Ramiro Gallegos Zúñiga
IV . C o n c l u s i o n e s
Con este informe se ha pretendido exponer algunas ideas respecto a
un medio habitualmente utilizado en el comercio internacional, para
así poder permitir el acceso y aprovechar de mejor forma las distintas
potencialidades y virtudes que el tráfico internacional de mercaderías y
servicios puede brindarles a los productores y prestadores de la región.
De acuerdo con ello y en atención a la frecuente utilización de los
créditos documentarios en las operaciones comerciales internacionales,
creímos oportuno que los operadores en esta área conozcan las distintas
obligaciones y consecuencias que trae aparejado el adoptar este medio
de pago para la compraventa internacional de mercaderías.
Jaime Ramiro Gallegos Zúñiga
104 Varela Morgan, Juan Carlos. Ob. cit., p. 96; Labanca, Jorge & otros. Ob. cit., p. 343; Pérez
Fontana, Sagunto. Ob. cit., p. 12.
105 Cámara de Comercio Internacional. Financiaciones y garantías en el comercio internacional. Guía
jurídica, p. 116.
106 Riva, Jorge. Ob. cit., p. 179.
107 De Eizaguirre, José María. Ob. cit., p. 112.
I . I n t r o d u cc i ó n
El principio pacta sunt servanda se encuentra consagrado expresamente
en muchos sistemas legales y se considera un pilar fundamental de la
convivencia social y la seguridad jurídica en cuanto los ciudadanos
confían en que se honre la palabra empeñada y se tutele su interés
legítimo comprometido en un acto jurídico1. Este carácter normativo
implica que los contratos legalmente celebrados, como ley que
son, deben ser cumplidos en forma estricta y su inobservancia
genera efectos en derecho, lo cual permite al acreedor exigir su
cumplimiento por medios coactivos o solicitar su resolución, con
indemnización de perjuicios.
En este orden de ideas, el vínculo obligatorio solo se disuelve por la
satisfacción de las prestaciones prometidas o por la ocurrencia de causales
legales de extinción. Por otra parte, el deudor solo podrá excusarse de
cumplir y de indemnizar los perjuicios resultantes cuando sobrevenga
una circunstancia extraordinaria que haga imposible honrar aquello que
se comprometió a dar, hacer o no hacer en beneficio de su acreedor. Solo
ante hechos que sean imprevistos, irresistibles y ajenos al deudor puede
este liberarse del vínculo obligatorio.
La fuerza mayor es una institución que normalmente se consagra como
eximente de responsabilidad en las legislaciones de tradición continental
Marcela Castro Ruiz
1 Código Civil de Colombia (CCC), artículo 1602; Código Civil del Perú (CCP), artículo 1361; The
International Institute for the Unification of Private Law (Unidroit). Unidroit Principles of International
Commercial Contracts 2010. Roma, 2010, artículo 1.3 (en adelante citado como Unidroit Principles
2010).
2 Véase, al respecto Gordley, James. Impossibility and Changed and Unforeseen Circumstances.
The American Journal of Comparative Law, 52 (2004), 513-530. El autor señala que, de acuerdo con
los textos romanos relativos a la imposibilidad de la ejecución, una parte solo puede escapar de la
responsabilidad si el cumplimiento está más allá del control de cualquier persona, no solo más allá
del control del deudor en cuestión.
3 Katsivela, Marel. Contracts: Force Majeure Concept or Force Majeure Clauses? Uniform Law
Review, 12, 1 (2007), 101-119, p. 108.
4 Caso Taylor versus Caldwell de 1863.
5 El concepto de frustración podría englobar tanto la imposibilidad de ejecución, como el hardship o la
excesiva onerosidad que sobreviniene, aunque no se identifican en estricto sentido.
6 Caso Transatlantic Financing Corp. versus United States. Citado por Ambrose, Claire. Force majeure
in international contracts. The English Law perspective. Business Law International, 4, 3 (2003),
234-240, p. 236.
III . L a f u e r z a m a y o r c o m o c o n c e p t o e n e l
D e r e ch o C i v i l
En los acápites siguientes se examinará la fuerza mayor como concepto
relevante en Colombia y en el Perú, cuyos sistemas de responsabilidad
civil la consagran como un eximente cuando el deudor deja de cumplir
Marcela Castro Ruiz
7 Publicado por el American Law Institute (1981), se emplea como una fuente de autoridad para la
interpretación del derecho.
8 Ambrose, Claire. Ob. cit., p. 234.
9 Véase: Castro, Marcela. La imposibilidad de la ejecución. En: Marcela Castro (coord.). Derecho de
las obligaciones. Tomo 2, volumen 2, capítulo 35. Bogotá: Uniandes/Temis, 2010, pp. 487-516.
10 Entre otros, véase: CCC, artículos 1604, 1616, 1625 numeral 7, y 1729-1739.
11 Se exceptúan las obligaciones de género, donde el deudor se ha obligado a dar o entregar bienes
que tienen sustitutos de la misma clase y calidad, incluido el dinero. Si el bien se ha destruido o
perdido aun sin culpa del deudor, este debe pagar con otro bien del mismo género (CCC, artículos
1565-1567).
12 «Se llama fuerza mayor o caso fortuito el imprevisto o que no es posible resistir, como un naufragio,
un terremoto, el apresamiento de enemigos, los actos de autoridad ejercidos por un funcionario
público, etcétera» (CCC, artículo 64).
13 Colombia. Corte Suprema de Justicia. Sala Civil de Única Instancia. Sentencia del 9 de diciembre de
1936. Gaceta Judicial, 44, 1920, pp. 879-901.
14 Colombia. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 13 de diciembre de
1962. Gaceta Judicial, 100, 2261-2264, p. 269
15 Colombia. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 16 de septiembre de
1961. Gaceta Judicial, 97, 2246-2249, p. 64. «Para que exista el caso fortuito o la fuerza mayor es
necesario que el acontecimiento sea imprevisible, es decir, que no haya podido preverse, no con
la imposibilidad metafísica, sino que no se haya presentado con caracteres de probabilidad y que
no se pueda resistir» (Sentencia del 27 de setiembre de 1945. Gaceta Judicial, 59, 2022, 2023 y
2024, pp. 441ss.). Sobre los requisitos de la fuerza mayor, véase: Romero Cruz, Diego Orlando.
Ad impossibilia nemo tenetur: tratamiento jurisprudencial de la irresistibilidad y la irresistibilidad de la
fuerza mayor y el caso fortuito. Trabajo de grado, Universidad de Los Andes, Facultad de Derecho,
Bogotá, 2009, p. 32.
Marcela Castro Ruiz
16 Colombia. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 26 de julio de 2005,
expediente 50013103011-19986569-02.
17 La excesiva onerosidad sobrevenida no constituye fuerza mayor, sino un motivo para la revisión
o terminación de los contratos de larga duración cuando hay un cambio fundamental en las
circunstancias. En Colombia se denomina «teoría de la imprevisión» consagrada en el artículo
868 del Código de Comercio como una manifestación de la cláusula rebus sic stantibus. Esta
institución es equiparable al hardship, prevista en varias legislaciones nacionales como la peruana
(CCP, artículos 1440-1446), la argentina (Código Civil de Argentina, artículo 1198), la portuguesa
(Código Civil de Portugal, artículo 437), la paraguaya (Código Civil de Paraguay, artículo 672) y la
italiana (Código Civil de Italia, artículo 1467) y en instrumentos internacionales como los principios
Unidroit (Unidroit Principles 2010, artículos 6.2.2 y 6.2.3.). Al respecto, véase: Gutiérrez de
Larrauri, Natalia. La alteración fundamental del equilibrio contractual: base conceptual de la figura
del hardship en los Principios de Unidroit sobre contratos comerciales internacionales. Revista
de Derecho Privado, 44 (2010) (http://derechoprivado.uniandes.edu.co/components/com_revista/
archivos/derechoprivado/pri72.pdf).
En todo caso, la causa extraña que se alegue debe ser examinada por
el juez en cada situación, considerando las circunstancias particulares
de tiempo, modo y lugar para establecer si efectivamente el evento es
imprevisto, irresistible e inimputable, sin que se pueda afirmar que un
Marcela Castro Ruiz
18 Estas tres características son comunes en el concepto de fuerza mayor de los sistemas de derecho
continental, que deben ser concurrentes: «[…] three elements need to be present for an event to
qualify as force majeure: the harm causing event needs to be external, unforeseeable and irresistible»
(Katsivela, Marel. Ob. cit., p. 103).
19 «La prueba de la diligencia o cuidado incumbe al que ha debido emplearlo; la prueba del caso fortuito
al que lo alega» (CCC, artículo 1604).
20 Colombia. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 29 de abril de 2005,
expediente 0829-92. La Corte rechazó la excepción de fuerza mayor que se alegó en un caso de
responsabilidad extracontractual por la demandada, una compañía de transporte comercial, de
que una falla mecánica en los frenos del automotor constituía fuerza mayor, pues estas fallas son
racionalmente previsibles, por lo cual debe realizarse el mantenimiento preventivo del vehículo.
21 Cárdenas Mejía, Juan Pablo. Causa extraña como eximente de responsabilidad. En: Marcela Castro
(coord.). Ob. cit., tomo 2, volumen 1, capítulo 8, p. 359.
22 Véase: Unidroit Principles 2010, artículo 7.1.7.; Convención de las Naciones Unidas sobre la
Compraventa Internacional de Mercaderías, artículo 79; Principios de Derecho Europeo de los
Contratos, artículo 8:108; Franco Leguízamo, Camilo. Caleidoscopio de la fuerza mayor. Derecho
comparado e internacional. Revista e-Mercatoria, 8, 1 (2009).
23 Colombia. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia de 28 de abril 1951. Gaceta
Judicial, 69, pp. 548-562.
24 Al respecto véase: Romero Cruz, Diego Orlando. Ob. cit.
25 Colombia. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia de 10 de abril de 1978.
Gaceta Judicial, 158, pp. 57- 66.
26 Colombia. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 26 de enero de 1982.
Gaceta Judicial, 165, pp. 12-26.
27 Colombia. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia de 6 de agosto 1985.
Gaceta Judicial, 180, pp. 229-240.
28 Colombia. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 29 de noviembre 1989.
Gaceta Judicial, 196, pp. 141-148.
29 Romero Cruz, Diego Orlando. Ob. cit., p. 24.
30 Colombia. Corte Suprema de Justicia.. Sala de Casación Civil. Sentencia del 19 de julio de 1996,
expediente 4469. Gaceta Judicial, 243, 2482, pp. 39-55.
31 Citado por Casación 1520-98-CALLAO, 20 de mayo de 1999, Sala Civil Transitoria de la Corte
Suprema de Justicia de la República.
32 Espinoza Espinoza, Juan. Derecho de la responsabilidad civil. Sétima edición. Lima: Rodhas, 2013,
pp. 237-238.
De acuerdo con los fallos inferiores quedó acreditado que los vehículos
usados de la demandante no se encontraban en tránsito al Perú, ni
tenían la calidad de limpio a bordo. Con estos elementos, los magistrados
pasaron a examinar las causales alegadas en casación, es decir, si hubo
aplicación indebida del artículo 1315 e interpretación errónea del
Derecho PUCP, N° 74, 2015 / ISSN 0251-3420
74
34 Suscrita en Viena en 1980, ratificada por 81 países, entre ellos Perú y Colombia.
35 Instrumento de soft law, en el cual se recogen los principios generalmente aceptados sobre contratos
comerciales internacionales y se armonizan los sistemas de derecho continental y de common law
(Unidroit Principles 2010).
42 Partes desconocidas, laudo arbitral del 30 de noviembre de 2006, Centro de Arbitraje de México
(CAM), México (http://www.unilex.info/case.cfm?id=1149).
43 El demandante alegó también «hardship» como pretensión subsidiaria, que el tribunal también
rechazó. Aunque los eventos meteorológicos habían aumentado sustancialmente los costos del
cumplimiento del demandado, el tribunal encontró que faltaba otro requisito esencial del «hardship»,
definido en el artículo 6.2.2. (Unidroit Principles 2010), esto es, que el riesgo del evento que alteró
el equilibrio del contrato no fue asumido por la parte en desventaja. En el contexto de un acuerdo
de distribución relativo a cantidades específicas de bienes que debían ser entregados, un productor
de vegetales típicamente toma el riesgo de la destrucción por tempestades e inundaciones. Aun si
se aceptara la defensa de «hardship», bajo el artículo 6.2.3. (Unidroit Principles 2010), el efecto
no sería la exclusión de la responsabilidad del demandado por su incumplimiento, sino el derecho a
pedir la renegociación del contrato de distribución para adaptarlo a las nuevas circunstancias.
44 Véase: Veeder, V.V. The 1921-1923 North Sakhalin Concession Agreement: The 1925 Court
decisions between the US Company Sinclair Exploration and the Soviet Government. Arbitration
International, 18, 2 (2002), pp. 185-204.
b. National Oil Corporation (NOC) versus Lybian Sun Oil Company, caso
CCI 4462, laudo de 31 de mayo de 198546
Los hechos de casos son los siguientes: el 20 de noviembre de 1980,
NOC —una compañía estatal libia— y Sun Oil firmaron un acuerdo
de exploración y producción de petróleo (Production Sharing Agreement
49 Los incidentes citados son los siguientes: Golfo de Syrte en agosto de 1981; el asesinato del
presidente Sadat en octubre del mismo año, y reportes sobre supuestos envíos de comandos a los
EE.UU., en noviembre. Sobre las advertencias que este país había hecho a sus ciudadanos desde
mayo de 1979 de no viajar a Libia por razones de seguridad, no se compadecía como un preludio a
la restricción de pasaportes, por lo cual esta medida no era previsible.
51 Prager, Dietmar. CMS Gas Transmission Company v The Argentine Republic, Decision of the ad hoc
Committee on the Application for Annulment of the Argentine Republic, ICSID Case No. ARB/01/8, 25
September 2007, A contribution by the ITA Board of Reporters. Kluwer Arbitration.
52 Supresión de la paridad peso argentino-dólar.
V. L a s c l á u s u l a s d e f u e r z a m ay o r
V.1. En qué consisten las cláusulas de fuerza mayor
A falta de una definición legal de la fuerza mayor, en el common law estas
cláusulas se emplean en los contratos para regular convencionalmente
los eventos que pueden afectar adversamente el cumplimiento de las
obligaciones. Son estipulaciones que permiten a una parte suspender
o terminar el cumplimiento de sus prestaciones cuando surgen ciertas
Marcela Castro Ruiz
exonerado por no cumplir la parte que le resulta imposible. Por otra parte,
las cláusulas de fuerza mayor son de interpretación restrictiva: la corte
no puede extender su alcance a situaciones que no están expresamente
previstas y, si hay en ellas alguna ambigüedad, adoptará el significado
menos favorable a la parte que busca la aplicación de la cláusula56.
54 Ibídem.
55 Modelo tomado del sitio web: http://www.law.indiana.edu/instruction/dhlong/5534/doc/force_majeure_
example.pdf
56 Ambrose, Claire. Ob. cit., p. 238.
57 «El deudor no es responsable sino de la culpa lata en los contratos que por su naturaleza solo son
útiles al acreedor; es responsable de la leve en los contratos que se hacen para beneficio recíproco
de las partes; y de la levísima en los contratos en que el deudor es el único que reporta beneficio.
Marcela Castro Ruiz
El deudor no es responsable del caso fortuito, a menos que se haya constituido en mora (siendo
el caso fortuito de aquellos que no hubieran dañado a la cosa debida, si hubiese sido entregado al
acreedor), o que el caso fortuito haya sobrevenido por su culpa.
La prueba de la diligencia o cuidado incumbe al que ha debido emplearlo; la prueba del caso fortuito
al que lo alega.
Todo lo cual, sin embargo, se entiende sin perjuicio de las disposiciones especiales de las leyes, y de
las estipulaciones expresas de las partes» (CCC, artículo 1604; las cursivas son nuestras).
«Si no se puede imputar dolo al deudor, solo es responsable de los perjuicios que se previeron o
pudieron preverse al tiempo del contrato; pero si hay dolo, es responsable de todos los perjuicios
que fueron consecuencia inmediata o directa de no haberse cumplido la obligación o de haberse
demorado su cumplimiento.
La mora producida por fuerza mayor o caso fortuito no da lugar a indemnización de perjuicios.
Las estipulaciones de los contratantes podrán modificar estas reglas» (CCC, artículo 1616; las
cursivas son nuestras).
58 Véase: Dimatteo, Larry & Lucien Dhooge. International Business Law, a Transactional Approach,
citado por Katsivela, Marel. Ob. cit., p. 109 (traducción libre). Véase también Schwenzer, Ingeborg.
Force majeure and hardship in international sales contracts. Victoria University of Wellington Law
Review, 39, 709 (2008-2009).
59 En Colombia, a falta de estipulación expresa, en los contratos civiles los riesgos de la pérdida del
cuerpo cierto por fuerza mayor o caso fortuito antes de su entrega extingue la obligación del deudor,
pero la contraprestación del acreedor subsiste si aún es posible (artículos 1607, 1876 CCC). En
los negocios jurídicos comerciales, el deudor corre con el riesgo de pérdida de la cosa debida, de
manera que el acreedor no debe pagar la contraprestación y el contrato se extingue (artículos 929 y
930 del CCC).
60 Cárdenas Mejía, Juan Pablo. Ob. cit., p. 376.
61 Ibídem, p. 377.
62 Brunner, Christoph. Contractual assumption or limitation of the risk of the occurrence of certain
impediments. En: Exemption for non-performance in international arbitration. Force majeure and
hardship under general contract principles (capítulo 4, sección 8). Alphen aan den Rijn: Kluwer Law
International, 2009.
[c] that it could not reasonably have avoided or overcome the effects
of the impediment.
2. Where a contracting party fails to perform one or more of its
contractual duties because of default by a third party whom it has
engaged to perform the whole or part of the contract, the consequences
63 Katsivela, Marel. Ob. cit., p. 111. Véase también Brunner, Christoph (ob. cit.), quien se refiere a
estos conceptos como «unforeseeable, unavoidable and insurmountable impediments».
64 Katsivela, Marel. Ob. cit., p. 111.
65 Véase en el sitio web: http://www.derecho.uba.ar/internacionales/competencia_arbitraje_iic_force_
majeure_and_hardship_clauses_2003.pdf
6 below, relieved from its duty to perform its obligations under the
contract from the time at which the impediment causes the failure to
perform if notice thereof is given without delay or, if notice thereof is
not given without delay, from the time at which notice thereof reaches
the other party.
5. A party successfully invoking this Clause is, subject to paragraph 6
below, relieved from any liability in damages or any other contractual
remedy for breach of contract from the time indicated in paragraph 4.
VI . C o n c l u s i o n e s
A lo largo de este escrito, nos hemos referido a la fuerza mayor como
una defensa a disposición de los contratantes cuando surge un evento
que hace imposible la ejecución de sus prestaciones. En los sistemas de
derecho continental se desarrolló como un concepto consagrado en la
ley que debe reunir tres condiciones: ser imprevisto, irresistible y ajeno a
la esfera de control del obligado.
El common law no elaboró la idea de fuerza mayor propiamente dicha,
aunque sí unas nociones que han llevado a los jueces a soluciones
análogas: la frustración y la impracticabilidad comercial. Sin embargo,
es frecuente que en los contratos se incorpore una estipulación que
consagre eventos que pueden eximir a una o ambas partes de sus
Marcela Castro Ruiz
Recibido: 28/01/2015
Aprobado: 20/03/2015
* Doctor en Derecho, máster en Derecho Ambiental, profesor asociado de la Pontificia Universidad Católica
del Perú (PUCP), docente en derecho ambiental y temas conexos en la PUCP, Universidad de Lima,
Universidad Nacional Agraria, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Centro de Altos Estudios
Nacionales, Academia de la Magistratura, entre otras instituciones. Asesor y consultor en derecho
ambiental. Investigador del Instituto de Ciencias de la Naturaleza, Territorio y Energías Renovables
(INTE-PUCP) y del Instituto de Investigación Científica (IDIC, Universidad de Lima). Gerente del Estudio
Foy & Valdez Consorcio Derecho Ambiental. Correo electrónico: pfoy@pucp.edu.pe
486 LA TIERRA (2000).– VI. LA NATURALEZA COMO SUJETO: DERECHOS DE LA NA-
TURALEZA.– VII. SISTEMA JURÍDICO, ANIMALES Y NATURALEZA.– VIII. CONSI-
DERACIONES FINALES A MODO DE CONCLUSIONES.
1 Ashby, Eric. Reconciliar al hombre con la naturaleza. Barcelona: Blume, 1981, p. 65.
2 Bonnefous, Edouard. ¿El hombre o la naturaleza?. México D.F.: FCE, 1970, p. 8.
3 Ibídem, pp. 256-257.
4 Ibídem, p. 359.
5 Jouvenal, Bertrand de y otros. El entorno del hombre. Buenos Aires: Ediciones Marymar, 1971,
pp. 95ss. Una forma de relacionarse con el medio sería aquella entre el hombre y la tierra, léase
naturaleza (El hombre y la tierra. Navarra: Biblioteca General Salvat, 1971), para lo cual la geografía
como ciencia ayuda a informar acerca del continuo progreso hacia la independencia del ambiente
natural conseguida por la humanidad, en virtud de la conquista de la técnica y facilita datos para
conocer el mundo en que se desarrolla la existencia del hombre.
6 Ibídem, p. 106.
P i e r r e F o y Va l e n c i a
7 Rappaport, Roy. Naturaleza, cultura y antropología ecológica. En Harry Shapiro. Hombre, cultura y
sociedad (pp. 261-290). México D.F.: FCE, 1985.
8 Martín Mateo, Ramón. El hombre: una especie en peligro. Madrid: Campomanes Libros, 1993,
p. 84.
9 Ibídem, p. 85.
10 Véase: Foy Valencia, Pierre. En busca del derecho ambiental. Pierre Foy Valencia (ed.). Ambiente y
derecho: aproximaciones y estimativas (pp. 35-170). Lima: Fondo Editorial de la PUCP/IDEA-PUCP,
1997.
11 Véase: Giglo, Nicolo & Jorge Morello. Notas sobre la historia ecológica de la América latina. En Osvaldo
Sunkel (ed.). Estilos de desarrollo y medio ambiente en América latina (pp. 129-157). Tomo 1. México
D.F.: FCE, 1980; Vitale, Luis. Hacia una historia del medio ambiente en América Latina. Caracas: Nueva
Sociedad, 1983. Algunos enfoques tradicionales no pierden cierta actualidad o interés y resultan, por ello,
un tanto pioneros, como serían las obras de Ludwig, Emil. El Mediterráneo, la leyenda de un mar. Buenos
Aires: Hemisferio, 1952; El Nilo, biografía de un río, Santiago de Chile: Ediciones Ercilla, 1942.
III . S o b r e e l d e r e ch o y l a n a t u r a l e z a
Podríamos afirmar que una de las conexiones o relaciones más intensas
y antiguas de la humanidad es la que se ha establecido entre los sistemas
jurídicos —cualquiera que fuese su concepción— y la naturaleza. En
ese sentido, desde la perspectiva de la teoría jurídica, la naturaleza se
convierte en una fuente material del derecho, máxime a partir de su
interrelación histórica con el hombre (relación naturaleza-artificialeza15).
12 Mostafá Tolba refiere que habría tres tipos de percepciones sobre el ambientalismo: a) la que insiste en la
búsqueda de soluciones legales y técnicas y que por la vía de la convicción y participación puede reformar
el sistema; b) la de quienes no creen que fuese tan sencilla la salida, generándose grupos de presión en
la toma de decisiones; y c) la de los que critican la base tecnológica y energética de la sociedad actual
P i e r r e F o y Va l e n c i a
En tanto que por oposición a este enfoque en relación con «la imputación
en el pensamiento jurídico» señalaba que
[p]ara describir su objeto, la ciencia jurídica formula las llamadas reglas
de derecho. En esta labor recurre a otro principio no causal. Una regla
de derecho afirma: «Si un individuo ha cometido un crimen, debe
ser castigado» […] Al igual que en la ley natural, la regla de derecho
establece una relación entre dos hechos, pero mientras en la ley natural
hay una relación de causa y efecto, la causalidad no interviene en la regla
de derecho. Un acto ilícito es seguido de una sanción porque una norma
creada por un acto jurídico prescribe o autoriza la aplicación de una
sanción cuando se ha cometido un acto ilícito. No sucede lo mismo con
la relación causal. El efecto no sigue a la causa porque así esté prescrito
o autorizado, el efecto se produce independientemente de toda norma17.
16 Kelsen, Hans. Teoría Pura del Derecho. Buenos Aires: Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1974,
p. 16.
17 Ibídem, p. 17. Para un mayor desarrollo sobre las relaciones entre sociedad y naturaleza, véase:
Kelsen, Hans. Sociedad y naturaleza: una investigación sociológica. Buenos Aires: Depalma, 1945.
18 Así, por ejemplo, la ley 26821, Ley Orgánica para el Aprovechamiento Sostenible de los Recursos
Naturales (26 de junio de 1997), prescribe lo siguiente: «Definición de recursos naturales. Artículo
3. Se consideran recursos naturales a todo componente de la naturaleza, susceptible de ser
aprovechado por el ser humano para la satisfacción de sus necesidades y que tenga un valor actual o
potencial en el mercado, tales como: a. las aguas: superficiales y subterráneas; b. el suelo, subsuelo
y las tierras por su capacidad de uso mayor: agrícolas, pecuarias, forestales y de protección; c.
la diversidad biológica: como las especies de flora, de la fauna y de los microorganismos o
protistos; los recursos genéticos, y los ecosistemas que dan soporte a la vida; d. Los recursos
hidrocarburíferos, hidroenergéticos, eólicos, solares, geotérmicos y similares; e. La atmósfera y el
espectro radioeléctrico; f. Los minerales; g. Los demás considerados como tales. El paisaje natural,
en tanto sea objeto de aprovechamiento económico, es considerado recurso natural para efectos de
la presente Ley».
20 Ibídem, p. 10.
21 Autor profundamente antinazi, sin embargo, no deja de reconocer el aporte conceptual a esta idea de
protección de la naturaleza (Ferry, Luc. El nuevo orden ecológico. El árbol, el animal y el hombre.
Barcelona: Tusquets, 1994).
22 La noción de ecología profunda en perspectiva teórica fue acuñada por Arne Naess, pero luego
se transformó en un movimiento que integra a la humanidad como parte del entorno, para lo cual
se propondrán cambios culturales, políticos, sociales y económicos orientados a una convivencia
armónica entre el hombre y los demás seres vivientes. En consecuencia, los seres humanos no
tendrían derecho a pasar o extralimitarse por encima de la diversidad, con el objeto de satisfacer sus
necesidades vitales. Según Naess, son puntos centrales para dicho enfoque los siguientes: a) el ser
humano en armonía con el medio, no por encima, sobre o fuera de este; b) la igualdad biocéntrica:
todas las cosas naturales, los ecosistemas, la vida, etcétera, tienen derecho a existir, independiente
de su grado de autodeterminación; c) el derecho a la diversidad cultural.
23 Zaffaroni, Raúl Eugenio. La Pachamama y el humano. Prólogo por Oswaldo Bayer. Buenos Aires:
Madres de Plaza de Mayo, 2012.
24 Véase: Serrano Moreno, José Luis. Ecología y derecho: Principios de derecho ambiental y ecología
jurídica. Granada: Comares, 1992.
25 Serrano Moreno, José Luis. Concepto, formación y autonomía del derecho ambiental. Revista
Jurídica del Perú, 46, 8 (1996). Añade Serrano en una nota lo siguiente: «De pasada, ya que
requeriría un estudio más profundo, hago constar que al hablar de conductas individuales, prácticas
socioeconómicas e intervenciones públicas aludo a los individuos, la sociedad, el mercado y
el Estado. Con estas cuatro cosas me libero de la alusión al Hombre —con mayúscula— en la
definición. El problema del concepto de Hombre en la ciencia jurídica ambiental no viene tanto de
los indicios de antropocentrismo, como de la sobrecarga ideológica que produce polisemia y deviene
un obstáculo epistemológico: porque ¿qué quiere decir ?, ¿la especie humana de la biología?, ¿los
sistemas psíquicos de la psicología?, ¿los seres dotados de alma inmortal de la teología?, ¿los
cuerpos humanos de la medicina? ¿Es entonces la biología una rama de las humanidades? ¿Las
P i e r r e F o y Va l e n c i a
actividades del mercado son humanas? ¿El Estado es solo un conjunto de Hombres o con relación a
él somos los humanos entorno problemático?».
26 Decleris, Michel. The Law of Sustainable Development. General Principles. Informe de la Comisión
Europea. Bruselas: Unión Europea, 2000.
27 El antropocentrismo débil admite valor a ciertas entidades no humanas, siempre que compartan
ciertas características con los humanos. El hombre es capaz de transformar la naturaleza y
también la naturaleza tiene el poder demiúrgico de modificar la existencia humana. Cabe pues
argumentar razonablemente la defensa de la naturaleza en función de otros valores centrados en
el ser humano, de suerte que los animales no humanos y la naturaleza tienen un valor utilitario
económico, terapéutico, científico, recreativo o cultural (véase «El hombre en el centro del mundo:
el Antropocentrismo Moral», en el sitio Web Ecosofía, http://ecosofia.org/2006/11/el_hombre_en_el_
centro_del_mundo_el_antropocentrismo_moral.html).
28 Como se suele enfocar desde la lógica economicista, cual valor contable, cuantificable y traducible
en un precio.
29 El antropocentrismo fuerte: solo importa el hombre, los animales y la naturaleza están a su servicio,
son simplemente medios para sus fines. Cualquier objetivo y método humano siempre será
preponderante sobre el resto de la naturaleza, pues carece de intereses y no constituye sino un stock
más de insumos al servicio de la necesidades (¿necedades?) humanas.
30 Artículo 66: «Los recursos naturales, renovables y no renovables, son patrimonio de la Nación. El
Estado es soberano en su aprovechamiento. Por ley orgánica se fijan las condiciones de su utilización
y de su otorgamiento a particulares. La concesión otorga a su titular un derecho real, sujeto a dicha
norma legal».
31 Tribunal Constitucional. Pleno Jurisdiccional 0048-2004-PI/TC. Resolución del 1 de abril de 2005.
José Miguel Morales Dasso, en representación de cinco mil ciudadanos (demandante) contra el
Congreso de la República (demandado): «Considerando 29. El artículo 66 de la Constitución señala
que los recursos naturales, in totum, son patrimonio de la Nación. Ello implica que su explotación
no puede ser separada del interés nacional, por ser una universalidad patrimonial reconocida para
los peruanos de todas las generaciones. Los beneficios derivados de su utilización deben alcanzar
a la Nación en su conjunto; por ende, se proscribe su exclusivo y particular goce. / En ese sentido,
los recursos naturales —como expresión de la heredad nacional— reposan jurídicamente en el
dominio del Estado. El Estado, como la expresión jurídico-política de la Nación, es soberano en
su aprovechamiento. Es bajo su imperio que se establece su uso y goce. / El dominio estatal sobre
dichos recursos es eminente, es decir, el cuerpo político tiene la capacidad jurisdiccional para legislar,
P i e r r e F o y Va l e n c i a
administrar y resolver las controversias que se susciten en torno a su mejor aprovechamiento» (http://
www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2005/00048-2004-AI.html).
32 Según el artículo 3 del decreto legislativo 1079, por el cual se establecen medidas que garanticen el
patrimonio de las áreas naturales protegidas, entre los principios que garantizan dicho patrimonio se
cuenta con el «2. Principio del dominio eminencial.– Los derechos para el aprovechamiento sostenible
de los recursos naturales renovables se otorgan a los particulares mediante las modalidades que
establecen las leyes especiales para cada uno de ellos. En cualquiera de los casos, el Estado
conserva el dominio sobre estos, así como sobre los frutos, productos y subproductos, en tanto ellos
no hayan sido obtenidos acorde con el título por los cuales fueron otorgados».
33 Según Carolina Gamarra Barrantes, «La doctrina denomina sistema o régimen dominalista, el cual
consiste que es el Estado el titular de los recursos naturales en general, ejerciendo su soberanía
sin que signifique propiamente un derecho patrimonial. El sistema de dominio del Estado es aquel
que atribuye el dominio originario de los recursos naturales al Estado, con lo cual participa de las
características del llamado sistema regalista (7), pero a diferencia de este, el dominio del Estado no
es un dominio completo, sino un dominio eminente, virtual o también llamado radical, es decir, una
emanación de la soberanía, careciendo el Estado de las facultades de usar y gozar de los recursos de
manera directa» (Gamarra Barrantes, Carolina. La regulación de los recursos naturales. Actualidad
doctrinaria, p. 275; http://blog.pucp.edu.pe/media/1329/20080214-Carolina%20Gamarra.pdf).
34 Para una extensión del tema, véase: Pulgar Vidal, Manuel. Los recursos naturales, el derecho y la
visión de desarrollo. Ius et Veritas, 36 (2008),398-409.
35 Pulgar Vidal, Manuel. Promoviendo la gobernanza en el acceso y aprovechamiento de los recursos
naturales. Lima: CIES/USMP/SPDA, 2011, pp. 12-14.
36 «La propuesta es que la opción de política sea una e integral, y a su vez capaz de establecer
pasos ordenados que definan un proceso para alcanzar la consolidación del objetivo, que es la
gobernanza en el acceso y aprovechamiento de los mismos: “Promover la gobernanza en el
acceso y aprovechamiento de los recursos naturales, renovables y no renovables, con el objeto
39 Ver Greiber, Thomas (editor). Pagos por servicios ambientales. Marcos jurídicos e institucionales.
Gland: IUCN Environmental Law Centre (ELC), 2010.
40 Por «diversidad biológica» se entiende la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente,
incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y
los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie,
entre las especies y de los ecosistemas.
41 Para esta ley, según el artículo 2, «b) Servicios ecosistémicos. Son aquellos beneficios económicos,
sociales y ambientales, directos e indirectos, que las personas obtienen del buen funcionamiento de
los ecosistemas, tales como la regulación hídrica en cuencas, el mantenimiento de la biodiversidad,
el secuestro de carbono, la belleza paisajística, la formación de suelos y la provisión de recursos
genéticos, entre otros, señalados en el reglamento de la presente Ley».
privada sobre los recursos naturales renovables está sujeta a todas las limitaciones y restricciones
que derivan de la función ecológica de la propiedad.
50 Artículo 58: «Se garantizan la propiedad privada y los demás derechos adquiridos con arreglo a las
leyes civiles, los cuales no pueden ser desconocidos ni vulnerados por leyes posteriores. Cuando
de la aplicación de una ley expedida por motivos de utilidad pública o interés social, resultaren en
conflicto los derechos de los particulares con la necesidad por ella reconocida, el interés privado
P i e r r e F o y Va l e n c i a
deberá ceder al interés público o social. La propiedad es una función social que implica obligaciones.
Como tal, le es inherente una función ecológica. […]».
51 Corte Constitucional. Sentencia T-760 del 25 de setiembre de 2007.
52 La función ecológica, hace referencia, entre tanto, a la preservación y conservación del medio
ambiente y de los recursos renovables sobre la base del desarrollo sostenible y con la finalidad de
garantizar a las generaciones actuales y a las futuras el goce de un ambiente sano. En desarrollo de
una y otra función, los propietarios individuales y colectivos deben asumir deberes frente al Estado y
a la sociedad.
53 Las obligaciones que se imponen al propietario están ligadas a la protección de los intereses del
colectivo social actual y hacen referencia también a la protección de determinadas formas de
propiedad, como las asociativas y las solidarias.
54 Guío Camargo, Rosa Elizabeth. Función social y ecológica de la propiedad. Características y
alcances. Estudios en Derecho y Gobierno, 2, 1 (2009), 51-62 (http://portalweb.ucatolica.edu.co/
easyWeb2/files/54_2631_ed-g-v2-n1-reguio-funcion-social-v1.pdf).
60 Por ejemplo, Ley General del Ambiente (artículo 71, De los conocimientos colectivos): «El Estado
reconoce, respeta, registra, protege y contribuye a aplicar más ampliamente los conocimientos
colectivos, innovaciones y prácticas de los pueblos indígenas, comunidades campesinas y nativas,
en tanto ellos constituyen una manifestación de sus estilos de vida tradicionales y son consistentes
con la conservación de la diversidad biológica y la utilización sostenible de los recursos naturales.
El Estado promueve su participación, justa y equitativa, en los beneficios derivados de dichos
conocimientos y fomenta su participación en la conservación y la gestión del ambiente y los
ecosistemas».
61 Rodrigues Bertoldi, Márcia. Propiedad intelectual, biodiversidad y conocimientos tradicionales:
interacciones y/o inconexiones. Medio Ambiente & Derecho, 22 (2011). A continuación citamos
P i e r r e F o y Va l e n c i a
V . S oft la w y n a t u r a l e z a
El denominado soft law («derecho suave») para el derecho internacional
ambiental representa un instrumento o recurso que permite proyectar
principios y criterios jurídicos ambientales que sin ser aún vinculantes
u obligatorios, sin embargo, marcan el derrotero a futuro de las
normativas, sean internacionales, comunitarias o nacionales66. Por ello,
incluso se lo denomina «pre derecho». En realidad, el soft law se inscribe
en el marco de las denominadas fuentes no tradicionales (non traditional
source)67 del derecho internacional ambiental. Sin embargo, no se trata
de una acepción o concepto unívoco, puesto que se discuten aspectos
tales como la autoridad de la cual emanan estos instrumentos, los límites
respecto de otros instrumentos internacionales, acaso más asimilables a
la doctrina como fuente, como sería el caso del Informe Brundtland o de
la Agenda 21, entre otros alcances no menos relevantes.
P i e r r e F o y Va l e n c i a
68 Una perspectiva de proceso se puede revisar en el trabajo del Diplomático Germán Vera Esquivel
(La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible de Johannesburgo. Una visión jurídico-política de
tres décadas en la historia del derecho internacional ambiental. Lima: Instituto de Estudios Social
Cristianos, 2004).
Wide Fund for Nature (WWF)). Tiene más un valor moral que jurídico
por no ser vinculante.
El preámbulo señala que la Asamblea General «asume una serie de
507
convicciones generales acerca del valor intrínseco de todos los seres Sistema jurídico
vivos, cualquiera que sea la utilidad de los mismos para el hombre». y naturaleza.
Da cuenta del «deterioro de los sistemas naturales que dimanan del Consideraciones
consumo excesivo y del abuso de los recurso naturales y la falta de un sobre el derecho
orden económico adecuado». y la naturaleza
En resumen, el texto propiamente dicho consta de 24 artículos entre los Legal system
cuales destacan tres componentes o agrupamientos: and nature.
Considerations
– Principios generales de carácter filosófico y ético de conservación: por on Law and
ejemplo, los de respetar todas las especies, silvestres y domésticas nature
y los hábitats necesarios para este; conservar los ecosistemas
y los organismos, así como los recursos terrestres, marinos y
atmosféricos; proteger la naturaleza de la destrucción que causan
las guerras.
– Funciones de la ONU: la necesidad de considerar la capacidad
a largo plazo de los sistemas naturales en la planificación
económica, el crecimiento de la población y mejoramiento de
los niveles de vida; considerar la diversidad biológica y la belleza
natural de las zonas correspondientes, asimismo la agricultura,
ganadería, silvicultura y pesca se adaptarán a las características y
posibilidades naturales de las diversas zonas.
– Aplicación de los principios: entre otras aplicaciones, los
principios de la carta se incorporarán, según corresponde al
derecho, a la práctica de cada Estado y se adoptarán también
en el ámbito internacional. Los conocimientos relativos a la
naturaleza se difundirán a través de los sistemas de educación
y de los medios de comunicación. Se debe evitar actividades
militares que perjudiquen a la naturaleza, debiendo
establecerse normas relativas a los productos que puedan
dañar el ambiente. Por último, la carta señala que todas las
personas tendrán derecho a participar en las decisiones que
se adopten sobre temas relativos a la naturaleza y cuando
este haya sido objeto de daño, se podrá ejercer los recursos
P i e r r e F o y Va l e n c i a
69 Glender, Alberto & Victor Lichtinger (comps.). La diplomacia ambiental. México y la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo. México D.F.: FCE, 1994.
VI . L a n a t u r a l e z a c o m o s u j e t o : d e r e ch o s
d e l a n at u r a l e z a 71
Según el enfoque clásico, la naturaleza constituye una cosa, por lo que
las personas la pueden ocupar (los sujetos tienen derechos, los objetos
no). El ser sujeto de derechos es una categoría jurídica que se diferencia
del concepto de sujeto en los pueblos indígenas72. Por ejemplo, para
Carlos Lenkersdorf73, citando a Martínez:
Fuera del contexto lingüístico, el término sujeto correspondería en
lengua Tojolabal a «corazón». Para los indígenas no hay la fractura
entre los seres humanos y la naturaleza pues «no hay nada que no tenga
corazón». En la naturaleza están incluidos animales de la casa y del
monte, la milpa, las flores y los árboles, piedras, cerros y el agua y las
nubes, la multitud de cosas que llenan la naturaleza están incluidas en
el nosotros.
Para los pueblos indígenas la naturaleza —Pachamama— es y ha sido
siempre un sujeto, alguien con quien las sociedades intercambian
y dialogan, y en ese diálogo establecen rituales de celebración y
restricciones74.
71 O como refiere Acosta, «Los Derechos de la Naturaleza o el derecho a la existencia» (véase prólogo
a Gudynas, Eduardo. Derechos de la naturaleza: ética biocéntrica y políticas ambientales. Lima:
Programa Democracia y Transformación Social, 2014).
72 Martínez Yánez, Esperanza. La naturaleza con derechos. La naturaleza entre la cultura, la biología
y el derecho. Quito: Instituto de Estudios Ecologistas del Tercer Mundo/Abya-Yala, 2014, p. 16.
73 Antropólogo que trabajó toda su vida con y sobre la cultura Tojolabal, en Chiapas, México.
74 Ibídem, p. 16.
75 Gudynas, Eduardo. Ob. cit., pp. 31-33.
1.
Postura de contestación o crítica
En buena cuenta, si se postula una ética ambiental, ello conduce a una revisión
crítica de la concepción tradicional en la que se sustenta el paradigma de
un entorno que acusa un valor secundario en relación con el ser humano,
el cual, según dicha tradición, se sitúa en la cúspide de la evolución
513
biológica. Para tratar de integrar estas paradojas, cabría prestar atención Sistema jurídico
a la siguiente reflexión de Cartay: y naturaleza.
Consideraciones
[...] como bien dice Ted Perry, inspirado en el Jefe Seattle, «todo está sobre el derecho
conectado como la sangre que une a una familia... El hombre no tejió y la naturaleza
la trama de la vida; es una mera hebra de la misma. Lo que le haga a la Legal system
trama, se lo hace a sí mismo». La trama de la vida, como señala Capra, and nature.
es una red flexible en continua fluctuación. [...] El cuestionamiento del Considerations
modelo que separa al hombre de la naturaleza, así como del modelo on Law and
de identificación entre ambos, exige adoptar una epistemología de la nature
complejidad, lo que ha llevado a algunos a pensar en la necesidad de una
lógica de lo aleatorio y de lo incierto para pensar los sistemas abiertos
y complejos. [...] Los sistemas (el hombre, los ecosistemas, la biosfera)
abiertos y cerrados, autónomos y dependientes, disponen de un plus
de información y características que les permiten adaptarse a nuevas
coyunturas, actualizar ciertas posibilidades y potencializar otras83.
Colofón
Somos conscientes de que de por medio hay todo un marco complejo
de discusión bioético, así como ius filosófico, que debe atender la
discusión acerca de la teoría del sujeto del derecho desprovisto de
ropajes antropocentristas y de saberes hegemónicos no plurales. Si
autonomizamos mentalmente los procesos políticos de Bolivia y Ecuador
y nos atenemos al «enfoque per se» acerca de los derechos de la naturaleza,
podremos advertir que estamos ante la presencia de nuevos paradigmas,
como lo fueron en su momento los derechos humanos en sus «diversas
fases o generaciones» y que, por último, dichas posturas son parte de
P i e r r e F o y Va l e n c i a
83 Cartay, Belkis. La naturaleza: objeto o sujeto de derechos. José Gilberto Garza Grimaldo & Roberto
Rodríguez Saldaña (coords.). Los derechos de la naturaleza (Un mundo sin insectos) (pp. 21-38).
México D.F.: Universidad Autónoma de Guerrero, 2012, p. 36.
84 Véase a continuación el resumen del trabajo de Cartay: «La relación del hombre con la naturaleza
plantea problemas éticos y jurídicos cuya relevancia no puede ignorarse en el presente siglo; por
el contrario, se trata de problemas filosóficos de envergadura. En este sentido, a partir de diversas
posiciones, se pretende estimular un debate sobre la naturaleza como sujeto de derechos y como
objeto directo de deberes humanos, enarbolando como bandera teórica los derechos de los animales.
Tal reivindicación implica, entre otras cosas, la necesidad de revisar el concepto de comunidad moral
a la luz del valor inherente a la vida misma y el concepto de sujeto de derecho y/o de persona
jurídica» (ibídem, p. 21).
85 Ibídem, pp. 25-28.
90 Foy Valencia, Pierre. Impacto de los nuevos saberes ético científicos acerca de los animales en los
sistemas jurídicos (una aproximación), p. 45.
91 García Gómez-Heras, José María. Introducción. Dignidad de la naturaleza y ética medio ambiental.
En José María García Gómez-Heras (coord.). La dignidad de la naturaleza. Ensayos sobre ética y
filosofía del medio ambiente (pp. 1-20). Granada: Ecorama, 2000, pp. 17-18.
92 Ibídem, p. 20.
VIII . C o n s i d e r a c i o n e s f i n a l e s a m o d o d e
conclusiones
El propósito del presente estudio ha sido elaborar una especie de «tour
d’horizon» bastante básico que procure dar cuenta de la relación
entre el sistema jurídico y la naturaleza —término tan polisémico y
pluridimensional desde la teoría del conocimiento—. Acaso señalar
enumerativamente las principales ideas en torno a la incidencia o
impacto de la cuestión de la naturaleza en el sistema jurídico (léase
derecho).
Somos conscientes de la inacabable —quién sabe, inagotable—
sistemática para abordar tamaña empresa («noodisea»), en todo caso
téngase como una primera aproximación o línea base para correlacionar
naturaleza y sistema legal. Admitimos notables ausencias o insuficiencias,
por ejemplo, una metodología que permita ordenar mejor estos
abordajes teóricos, hay temas ausentes como las catástrofes naturales,
el sistema de derechos en torno a los conocimientos sobre la naturaleza,
las cuentas nacionales jurídicamente y cómo recogen el valor de la
naturaleza, además de la cuantificación de la misma ante los daños en
sus diversas manifestaciones legales, los aspectos consuetudinarios de la
naturaleza, las dimensiones internacionales de comercio y la naturaleza,
la expansión de los sistemas legales hacia el cosmos (derecho cósmico),
las nuevas dimensiones de la exopolítica, entre otras. Y podríamos pasar
revista a muchos temas y subtemas pertinentes. Sin embargo, nos damos
por satisfechos, pues consideramos que se trata de una aproximación
iniciática y precursora que modestamente pretende sentar las bases —la
P i e r r e F o y Va l e n c i a
P i e r r e F o y Va l e n c i a
I. El caso y antecedentes
La sentencia bajo comentario se pronuncia respecto de tres puntos que
el Tribunal Constitucional (en adelante TC) considera controvertidos
a partir de la demanda y su contestación, estos residen en la validez
constitucional de:
i. la comisión por saldo;
ii. la centralización de procesos operativos de las Administradoras
de Fondos de Pensiones (AFP);
iii. la afiliación obligatoria por dos años a la AFP adjudicataria de
la licitación en el caso de los trabajadores nuevos que elijan el
sistema privado de pensiones.
Respecto de este último punto controvertido, el TC plantea como
cuestiones a resolver las siguientes:
− ¿El aumento de la competencia entre las AFP justifica
constitucionalmente la afiliación obligatoria? ¿O es la mejora de
las condiciones de los usuarios? ¿O ambas?
* Profesor de Seguridad Social de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Correo electrónico:
avidal@pucp.pe
522 − ¿El derecho fundamental supuestamente vulnerado es la libertad
de acceso a la pensión o la libertad de contratación?
− ¿Esta medida temporal debe ser entendida en conjunción con
otros elementos para la elección de las AFP? ¿Qué rol le compete
a la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS)?
Desde la creación del Sistema Privado de Pensiones (SPP en adelante),
hace más de dos décadas, no se habían introducido reformas sustanciales
al sistema. Asimismo, desde el ámbito académico y la opinión pública
se cuestionaban el alto costo de las comisiones por administración y la
reducida competencia entre las AFP. A la necesidad de reducir los costos
por administración e introducir incentivos para una mayor competencia
se sumó la consideración de reformas recientes de los sistemas de
pensiones latinoamericanos, como la reforma del sistema chileno que
introdujo el mecanismo de licitación y la permanencia obligatoria en
una AFP por un período determinado.
II . S e n t e n c i a d e l T r i b u n a l C o n s t i t u c i o n a l
Respecto de los tres puntos controvertidos antes indicados, el TC
resolvió declarar infundada la demanda, sin embargo, estableció criterios
de interpretación de las normas sometidas a control constitucional en el
siguiente sentido.
i. Si bien la comisión mixta resulta conforme a la Constitución, en
coherencia con el derecho fundamental a la información de los
consumidores, es deber de las AFP y la SBS una mayor campaña
de información sobre las características de cada esquema de
comisiones para que los afiliados puedan ejercer adecuadamente
su derecho a la libre elección.
ii. Aun cuando la centralización de procesos operativos es conforme
a la Constitución, en consistencia con el derecho a la libre
elección, en particular lo que respecta a la libertad de conclusión,
los contratos de centralización no podrán tener una duración
Á lva r o V i d a l B e r m ú d e z
III . A n á l i s i s y c o m e n t a r i o s
Como señalamos, nuestro análisis se centrará en los presupuestos y la
argumentación que sigue el TC respecto de la constitucionalidad de la
afiliación obligatoria de los nuevos trabajadores a la AFP adjudicataria,
523
así como la condición establecida para su validez respecto de que la Sobre la
constituciona-
rentabilidad generada no debe ser menor que la rentabilidad neta
lidad de la Ley
comparativa de mercado, según tipo de fondo. Asimismo, en algunos
de Reforma del
criterios que consideramos relevantes derivados de la ratificación por el
Sistema Privado
Estado peruano del Convenio 102 de la Organización Internacional del
de Pensiones
Trabajo (OIT), norma mínima de seguridad social. respecto de
Al respecto, los fundamentos del TC se podrían resumir como señalamos la limitación
a continuación. del derecho a la
pensión y
Se entiende por oligopolio una estructura de mercado en la que barreras la libertad de
naturales o legales impiden la entrada de nuevas empresas o el número contratación
de empresas es reducido, lo cual conduce a que los productores tengan
About the
incentivos para cooperar fijando precios o repartiéndose segmentos del
constitutiona-
mercado. El oligopolio se caracteriza por la presencia de pocas empresas lity of private
dominantes, que en el caso de las AFP serían Integra, Horizonte, pension system
Profuturo y Prima, provocando una alta concentración del mercado, que Reform Act and
está casi repartido en partes iguales. Así, es una posible consecuencia la the limitation of
colusión, la que beneficiaría a las cuatro AFP evitando guerra de precios pension rights
y manteniendo un volumen similar de afiliados (fundamento 12). and freedom of
La existencia de una mercado oligopólico afecta la libre competencia, lo contract
cual colisiona con el mandato del artículo 61 de la Constitución Política
que dispone que «El Estado facilita y vigila la libre competencia […]»,
entendiendo como tal «la potestad de coexistencia de una pluralidad de
ofertas en el campo de la producción, servicios o comercialización de
productos de la misma especie por parte de un número indeterminado
de agentes económicos». La afectación de la libre competencia implica a
su vez una afectación a los consumidores (afiliados a las AFP), en tanto
una mayor competencia permitiría una reducción de costos (eficiencia
productiva), mejorar la calidad de servicios (eficiencia innovativa),
y proveer servicios cercanos a sus costos (eficiencia asignativa)
Á lva r o V i d a l B e r m ú d e z
(fundamento 7).
Sin embargo, el TC no cree pertinente pronunciarse respecto de si existe
o no un mercado oligopólico de administradoras de fondos privados de
pensiones, pero considera admisible validar el aumento de competencia
como una finalidad constitucional de la norma impugnada, en tanto
existe consenso sobre la necesidad de dinamizar el mercado (fundamento
23). A ello se suma el beneficio que significaría para los afiliados un
mayor nivel de competencia.
* Profesor de Derecho Laboral de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Correo electrónico:
csanchezreyes@gmail.com
528 − ¿De qué forma podría implementarse un mecanismo alternativo
para negociar sobre materia de compensación económica?
Antes del análisis de los temas planteados, es pertinente señalar que
el voto de los tres magistrados que aquí se analiza no conforma una
sentencia, al no haber sido alcanzado el número de votos que la Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional —ley 28301— en su artículo
5 exige. Consecuentemente, la regla de prohibición de negociar
contenido económico mantiene vigencia y subsiste la presunción de
constitucionalidad de la misma, presunción que puede ser derrotada
y producirse su inaplicación en un proceso judicial o en un arbitraje
laboral.
A continuación, plantearemos diversos problemas derivados del
pronunciamiento de los tres magistrados a propósito de la resolución
emitida por el Tribunal Constitucional (en adelante, TC) en el
expediente 00018-2013-AI (caso Ley del Servicio Civil), en relación
con las razones esgrimidas por los tres magistrados para determinar el
carácter constitucional de la prohibición del contenido económico de
la negociación colectiva en el sector público y la utilización de otro
«mecanismo» que permita discutir beneficios económicos en el sector
público.
Analizaremos si se trata de una justificación racional suficiente, si la
misma cumple (en su faz externa) con los criterios de universalidad,
consistencia y coherencia. Reconocemos que estos criterios pueden ser
discutibles y presentar diversos problemas para el análisis de una decisión
judicial, pero creemos que se mantienen, no exentos de dificultades,
como parámetros de racionalidad práctica.
* Bachiller en Derecho por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Correo electrónico: lilia.
ramirezv@pucp.pe
1 La primera sentencia fue dictada por el Tercer Juzgado Penal Unipersonal, el 21 de diciembre de
2011 (resolución 2 del expediente 00005-2011-32-1826-JR-PE-03). El fallo fue ratificado en todos
sus extremos el 12 de abril de 2012 por la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Lima
(resolución número 7).
2 Ver expediente 02880-2013-PHC/TC del 21 de noviembre de 2013, punto resolutivo 2.
536 jurisprudencia sobre lo que implica una debida motivación3. Pese a
ello, al fundamentar por qué anula las sentencias condenatorias contra
Castro, su fallo no sigue esta línea argumentativa. El TC no se pronuncia
sobre los fundamentos establecidos por el juzgado y la Sala penales, los
que se podrían resumir así: a) es necesario cautelar la constitucionalidad
de las pruebas, por ello el juzgado y la Sala declararon el video in fraganti,
grabado en las oficinas del Ministerio de la Producción sin orden
judicial, como prueba ilícita y ordenaron solo tomar en cuenta otros
indicios como las declaraciones del funcionario público, de los policías
intervinientes y las contradicciones de los procesados; b) concluyeron
que la acción de Castro se encuentra prevista en el artículo 397 y 426
del Código Penal en tanto participó de la entrega de dinero, pese a que
no fue él quien directamente entregó el monto, sino la persona que iba
con él; y c) la voluntad criminal existió debido a una consecución de
actos (reuniones previas, conteo de dinero) y no existe ninguna causal
de justificación de este hecho (artículo 20 del Código Penal).
Esta decisión del TC tuvo como consecuencia la excarcelación del
sentenciado por corrupción Gerardo Castro. Esto ocasionó fuertes
críticas ciudadanas y, además, un conflicto institucional con la judicatura.
5 Respecto a lo positivo de las sentencias del Poder Judicial véase: Novoa, Yvana. Comentario a
la sentencia del caso Gerardo Castro. Boletín Proyecto Anticorrupción (IDEHPUCP), 12 (2012),
9-12 (http://idehpucp.pucp.edu.pe/images/documentos/anticorrupcion/boletin/junio_2012_n12.pdf);
Montoya, Yván. Avances y retrocesos en el sistema penal anticorrupción: 2010-2012. En Grupo de
Trabajo contra la Corrupción (GTCC). Informe de la Lucha Contra la Corrupción en el Perú 2011-2012.
Lo que nos deja el gobierno aprista y lo que se avanzó en el primer año del nuevo gobierno (pp. 28-30).
Lima: GTCC, 2012. Sobre las críticas a la primera sentencia del Tribunal Constitucional, véase: Landa,
L I L I A R A M Í R E Z VA R E L A
César. Nuevo TC debe corregir y rectificar sentencia a favor del exfuncionario aprista. Ideeleradio,
Comentario del 6 de junio de 2014 (http://ideeleradio.blogspot.com/2014/06/cesar-landa-nuevo-
tc-debe-corregir-y.html) y Ramírez, Lilia. Análisis del caso Gerardo Castro: ¿la última «jugada» del
saliente TC a favor del APRA? Justicia Viva, 2014 (http://www.justiciaviva.org.pe/notihome/notihome01.
php?noti=1368).
6 Ver expediente 00728-2008-PHC/TC del 13 de octubre de 2008. Fundamento Jurídico 7:
«Motivaciones cualificadas. Conforme lo ha destacado este Tribunal, resulta indispensable una
especial justificación para el caso de decisiones de rechazo de la demanda, o cuando, como producto
de la decisión jurisdiccional, se afectan derechos fundamentales […]».
7 La definición de seguridad jurídica la realiza el propio TC en el expediente 0016-2002-AI/TC del 30
de abril de 2003, fundamento jurídico 4: «La seguridad jurídica es un principio que transita todo el
ordenamiento, incluyendo, desde luego, a la Norma Fundamental que lo preside. Su reconocimiento
es implícito en nuestra Constitución, aunque se concretiza con meridiana claridad a través de distintas
disposiciones constitucionales, algunas de orden general, como las contenidas en los artículos 2,
inciso 24, parágrafos a) […] d) […] y 139, inciso 3[…]».
b. «PROSODE»
Los temas que se trabajaron este ciclo fueron los siguientes: asesoría
legal —en cinco consultorios jurídicos (19 alumnos)—; difusión legal
—programa de radio (12 alumnos)—; educación legal —talleres en
instituciones educativas públicas (12 alumnos)—; penal-penitenciario
—establecimiento penitenciario San Pedro (2 alumnos)—. Prosode
influye en la formación de los estudiantes ya que les permite (i) conocer y
comprender la realidad jurídica nacional en la práctica; (ii) comprender
la responsabilidad social y el rol del abogado en la sociedad; y (iii) ejercer,
en la práctica, como «asesor» en materia jurídica.
CJG
Atenciones
nuevas
Patrocinios en
trámite
Trámites simples
(no patrocinios)
553
CRÓNICA DE
PUCP 175 75 32 CLAUSTRO
Canto Grande 210 31 54
La Recoleta 110 42 19
Callao 33 12 13
Barranco 45 35 12
PUCP 125 16 12 6 2 6 1 7
Canto
Grande 122 41 8 3 7 9 0 20
Recoleta 60 6 8 6 8 12 1 9
Callao 15 10 03 02 00 03 00 00
Barranco 28 12 1 0 1 1 00 2
TOTAL 350 85 32 17 18 31 2 38
TOTAL 30 25
Los temas que captaron más llamadas al aire fueron los siguientes:
despido arbitrario, alimentos, divorcio, desalojo y violencia familiar.
IV . A C TIVIDADES DE
ESTUDIANTES 2
IV.2. Themis
– Seminario «Análisis Psicológico del Derecho».
Lugar: Auditorio de Estudios Generales Letras
Fecha: 10-11 de noviembre
– Curso «Derecho Minero: Temas de Actualización».
Lugar: Anfiteatro Monseñor José Dammert Bellido
Fecha: 25 de octubre, 08 y 15 de noviembre
2 En esta sección se considera a las asociaciones de estudiantes que cumplieron con enviar la
información solicitada antes de la fecha de cierre de edición del presente número.
Eméritos
De Althaus Guarderas, Miguel
Fernández Sessarego, Carlos
Montoya Anguerry, Carlos Luis
Principales
Abad Yupanqui, Samuel Bernardo
Albán Peralta, Walter Jorge
Arce Ortíz, Elmer Guillermo
Avendaño Arana, Francisco Javier
Avendaño Valdez, Jorge
Avendaño Valdez, Juan Luis
Bernales Ballesteros, Enrique Martín
Blancas Bustamante, Carlos Moisés
Boza Dibós, Ana Beatriz
Boza Pró, Guillermo Martín
Bramont-Arias Torres, Luis Alberto
Bullard González, Alfredo José
Cárdenas Quirós, Carlos
Castillo Freyre, Mario Eduardo Juan Martín
Danós Ordóñez, Jorge Elías
De Belaunde López de Romaña, Javier Mario
De Trazegnies Granda, Fernando
Delgado Barreto, César Augusto
Eguiguren Praeli, Francisco José
Espinoza Espinoza, Juan Alejandro
Fernández Arce, César Ernesto
Fernández Cruz, Mario Gastón Humberto
Ferro Delgado, Víctor
Auxiliares
Aguinaga Meza, Ernesto Alonso
Aliaga Farfán, Jeanette Sofía
Almenara Bryson, Luis Felipe
Apolín Meza, Dante Ludwing
Ariano Deho, Eugenia Silvia María
Barboza Beraun, Eduardo
Bardales Mendoza, Enrique Rosendo
Barletta Villarán, María Consuelo
Bermúdez Valdivia, Violeta
Bregaglio Lazarte, Renata Anahí
Derecho PUCP, N° 74, 2015 / ISSN 0251-3420
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