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5. El nacionalismo.
Como ya indicamos, la invasión Napoleónica, y los principios liberales, hicieron nacer un fuerte sentido
nacionalista en Europa. El nacionalismo puede ser definido como la ideología que defiende el apego a la
propia nación, entendida esta como el conjunto de elementos culturales, las costumbres y tradiciones, la
historia e incluso los factores etnográficos y raciales, que unen a una comunidad; siendo muy importante la
existencia de una lengua propia.
En Europa, durante el S. XIX, se produjeron dos corrientes nacionalistas bien diferenciadas. De una parte, el
nacionalismo disgregador, que exigía la independencia de diversos pueblos y culturas englobados en grandes
Imperios. Así, se produjeron movimientos independentistas en diversos territorios del Imperio Otomano
(turcos), como el ya mencionado de Grecia, y también Serbia, Rumanía, Montenegro, Bulgaria y Albania.
También Bélgica logro independizarse de Holanda. En el Imperio Austriaco, aunque la disgregación no se
produciría hasta el final de la I Guerra Mundial, nacieron movimientos independentistas de importancia en
Hungría y las actuales Republica Checa y Eslovaquia.
La segunda corriente fue el nacionalismo unificador, que buscaba la unión de comunidades divididas en
diversos estados pero que compartían cultura, historia y lengua. Estos nacionalismos culminaron con dos de
los procesos políticos más importantes de la Europa del S. XIX: las Unificaciones de Italia y Alemania.
La Unificación de Italia se desarrolla entre 1859 y 1870, en varias etapas, lideradas desde el Estado de
Piamonte por el Rey Victor Manuel, el primer ministro Cavour y el revolucionario Garibaldi
• 1859: Una coalición franco - piamontesa vence en Magenta y Solferino a Austria, que entrega Lombardía
al Reino de Piamonte. A cambio de su apoyo, Francia recibe Saboya y Niza.
• 1860 y 1861: Los “Camisas rojas” de Garibaldi conquistan Nápoles y Sicilia, vinculando el sur de Italia al
Piamonte. En 1861, en Turin, se reúne el primer Parlamento italiano y Victor Manuel II es proclamado Rey
de Italia.
• 1866: A cambio del apoyo a Prusia en su guerra contra Austria, Italia se anexiona Venecia.
• 1870: Los piamonteses invaden Roma aprovechando la debilidad de los franceses, que se encargaban de
la defensa de los Estados Pontificios, a causa de la guerra franco - prusiana. El Papa no reconoció esta
ocupación que acababa con los Estados Pontificios. Roma se convirtió en la capital de Italia, ya totalmente
unificada.
La Unificación de Alemania: Alemania estaba dividida en 39 estados, agrupados tras el Congreso de Viena
en la Confederación Germánica, presidida y liderada por Austria. El proceso de unificación alemana estuvo
liderado por Prusia, el reino más poderoso. Si bien no faltaron los enfrentamientos bélicos, el proceso fue
diferente del italiano. Comenzó con una unión aduanera, en 1834, propuesta por Prusia, de la que quedó
fuera Austria. Eso significaba el libre comercio entre estados alemanes sin la existencia de aranceles, y una
mayor competitividad de sus productos frente al exterior. En las oleadas revolucionarias de 1848, un
parlamento confirmado por representantes de casi todos los estados ofreció la corona alemana a Guillermo
I de Prusia, pero este la rechazó por las condiciones que se le imponían. A partir de 1862, tanto Guillermo I
como su primer ministro, Bismarck, aceleraron el proceso de unificación, que tuvo un carácter más militar.
• Primera fase (1864): Un problema sucesorio en dos ducados dependientes de Dinamarca, de población
alemana, dieron la excusa a Bismarck para invadir y anexionarse esos territorios.
• Segunda fase (1866 - 1869): Aprovechando la debilidad austriaca por los conflictos en Italia, Prusia invadió
el ducado austriaco de Holstein. Posteriormente derrotó a Austria en Sadowa, lo que permitió la anexión
y unificación de todo el norte en la Confederación de la Alemania del Norte.
• Tercera fase (1870 - 1871): Bismarck firma una alianza militar con los estados alemanes del sur. Ante la
oposición de Francia a la Unificación alemana, Prusia provoca el estallido de la guerra Franco - Prusiana,
que finalizó con la derrota francesa. Francia tuvo que ceder Alsacia y Lorena, y los estados del sur de
unieron al resto de la confederación. En 1871 se proclamó la unificación y el Segundo Reich o Segundo
Imperio Alemán, proclamándose a Guillermo I como nuevo emperador. En poco tiempo, Alemania se
convirtió en una potencia económica y política en Europa.