Está en la página 1de 9

El Libro de JOB

panorama del antiguo testamento

Alumno
Rubén Alexander Romero

Maestro
Pastor Juan Antonio Jovel
Introduccion

Una de las preguntas más básicas con la que cualquier persona de fe debe luchar es por qué les
suceden cosas malas a las personas buenas. El libro de Job da un relato de un hombre justo que
respondió fielmente a pruebas difíciles. La experiencia de Job nos invita a meditar en preguntas
difíciles acerca de las causas del sufrimiento, la fragilidad de la existencia humana y las razones
para confiar en Dios incluso cuando la vida parezca injusta. A lo largo de todas sus pruebas, Job
retuvo su integridad y su confianza en Dios, incluso cuando alguien más le sugirió “Maldice a
Dios, y muérete” (Job 2:9). Ya que todos nosotros en un momento dado nos podemos sentir
como Job, este libro ofrece un análisis conmovedor de algunas de las preguntas más difíciles de
la vida.
Objetivos
General
Entender la importancia del libro de Job en el proceso que Dios ha puesto sobre cada uno de
nosotros como sus hijos

Específicos
 Identificar las características mas sobresalientes del libro de Job
 Realizar un bosquejo con los principales detalles del libro de Job
 Identificar los tres ejes mas sobresalientes del libro de Job
El Libro de JOB

Cada vez que se mencionan las palabras “temer a Dios”, la mayoría de la gente pensará en la
historia de Job en la Biblia. Job temía a Dios y rehuía el mal, testificó de Dios durante sus
pruebas, se ganó la alabanza y las bendiciones de Dios, y vivió una vida digna y significativa que
es muy admirada por nosotros hoy en día. Ahora, repasemos el Libro de Job y echemos un
vistazo detallado a las formas en que Job manifestó su temor a Dios, y esto nos ayudará a
obtener un nuevo entendimiento y entrada en la verdad de temer a Dios.

CARACTERISTICAS PRINCIPALES DEL LIBRO DE JOB

¿Quién escribió este libro?


Su autoría es desconocida, aunque la tradición lo atribuye a Moisés. Según la tradición, Moisés
pudo conocer la historia de Job durante su huida del Bajo Egipto. Si este fuera el caso, Job era
un habitante de la península arábiga, situada al este del imperio.

¿Cuándo y dónde se escribió?


No se sabe cuándo ni dónde se escribió el libro de Job, pero popularmente se considera que
este fue escrito alrededor del año 500 a. C.

¿Cuál es el lenguaje literario del libro?


El libro de Job está escrito casi completamente en lenguaje poético, con un prólogo y un epílogo
en prosa, y frecuentemente se le clasifica como literatura sapiencial, literatura que pretende
recoger la sabiduría.

¿Cuáles son algunas de las características distintivas del libro?


El libro de Job está escrito casi completamente en lenguaje poético, con un prólogo y un epílogo
en prosa, y frecuentemente se le clasifica como literatura sapiencial, literatura que pretende
recoger la sabiduría.

Una de las cualidades más singulares del libro es que presenta dos preguntas difíciles: “¿Por
qué las personas justas eligen la rectitud?” y “¿por qué sufren los justos?”, pero no ofrece
respuestas simples. En lugar de eso, el libro de Job invita a los fieles lectores a ejercer su fe en
Dios, como cuando Job dijo de Jehová, “…aunque él me matare, en él confiaré” (Job 13:15). El
libro también insta a los fieles a ver más allá de las pruebas de esta vida hacia la gloriosa
Resurrección que hizo posible el Salvador, ya que Job osadamente testificó: “Yo sé que mi
Redentor vive, y… he de ver en mi carne a Dios” (Job 19:25–26).

El libro de Job también se distingue por un pasaje que confirma la realidad de la vida premortal,
en la que “…alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios” con
la creación de la Tierra (Job 38:7).
La revelación moderna confirma la existencia de Job. Como se registra en Doctrina y Convenios,
Jesucristo consoló al profeta José Smith al comparar sus aflicciones con las de Job: “No eres
aún como Job; no contienden en contra de ti tus amigos, ni te acusan de transgredir, como
hicieron con Job”.

¿Cuál es el mensaje central del libro de Job?


El libro de Job da un relato de un hombre justo que respondió fielmente a pruebas difíciles. La
experiencia de Job nos invita a meditar en preguntas difíciles acerca de las causas del
sufrimiento, la fragilidad de la existencia humana y las razones para confiar en Dios incluso
cuando la vida parezca injusta.

¿Por qué Job fue probado?


Según el relato, Job es sometido a duras pruebas establecidas por Satán con permiso de
Dios, para demostrar la fidelidad e integridad de Job ante Dios.

¿Qué causo el sufrimiento de Job según la Biblia?


Job, un hombre recto y temeroso de Dios, afrontó pruebas y aflicciones severas. Perdió todos
sus bienes, sus hijos murieron y tuvo gran sufrimiento físico. En medio de su sufrimiento, lo
visitaron tres amigos. Aunque los amigos de Job tenían la intención de consolarlo, lo acusaron
de transgredir.

¿Cuáles son los valores que nos enseña el libro de Job?


El libro de Job enseña que Dios no castiga con enfermedades los pecados. Él es capaz de sacar
bien del mal, y no deja que este tenga la última palabra. También enseña que la fe en Dios
ayuda a ser feliz y a tener paciencia y esperanza para superar las dificultades.

¿Qué hizo Dios al final con Job?


Terminadas las pruebas, Job continúa siendo fiel a Dios y, a pesar de todo lo ocurrido, sale
triunfante (Job 42), por lo que le es restituida su anterior felicidad, con más del doble de las
posesiones que antes tenía, luego tiene siete hijos y tres hijas, repartiendo su cuantiosa herencia
entre todos ellos.

¿Que vio Dios en Job?


Jehová habló a Job y le mostró la tierra, las estrellas y todos los seres vivientes. Le enseñó una
lección importante. Todas las cosas fueron creadas para ayudar a los hijos del Padre Celestial a
aprender acerca de Su Hijo Jesucristo y a seguirlo. Job se arrepintió y le pidió a Jehová que lo
perdonara por dudar.

BOSQUEJO DEL LIBRO DE JOB

Job 1–2 En un prólogo que da inicio a la narrativa poética, se trae a la imaginación a Jehová y a
Satanás que conversan sobre la fidelidad y la prosperidad de Job. Satanás insinúa que Job es
recto únicamente porque es bendecido. Jehová le da permiso a Satanás de afligir a Job pero no
de matarlo. Job persevera y se mantiene fiel en medio de la pérdida de su riqueza personal, sus
hijos y finalmente su propia salud.
Job 3–37 Job lamenta sus aflicciones y se pregunta si hubiera sido mejor nunca haber nacido.
Elifaz, Bildad y Zofar, tres de los amigos de Job, van para ofrecerle consuelo, pero empiezan a
cuestionar su afirmación de que no merece su sufrimiento. Entonces, los cuatro analizan la
naturaleza del sufrimiento en esta vida. Los amigos de Job dicen que la justicia de Dios no
castiga a los justos; por lo tanto, el sufrimiento de Job debe estar ligado a algún pecado que ha
cometido. Job declara su inocencia y mantiene su confianza en Dios, aun cuando no sabe por
qué le han sobrevenido esas pruebas. Entonces, un hombre más joven de nombre Eliú ofrece su
punto de vista sobre la razón del sufrimiento de Job.

Job 38:1–42 Jehová aparece y le hace varias preguntas a Job, lo cual lleva a éste a considerar
el máximo poder y la superioridad de Dios. Jehová le explica a Job que a los mortales les es
difícil ver las cosas desde la perspectiva de Él. Job se somete humildemente a Jehová y a Sus
juicios.

Job 42:7–16 En un epílogo breve, Jehová bendice a Job por su fidelidad y le concede el doble
de las posesiones que había perdido, permitiéndole tener una vez más el mismo número de hijos
y restaurándolo a su situación anterior. Job vive una vida larga y plena.

EJES FUNDAMENTALES DEL LIBRO DE JOB

1. Job tenía un corazón temeroso de Dios y no hizo nada en su vida que disgustara a Dios
Dice en el Libro de Job 1:5: “Y sucedía que cuando los días del banquete habían pasado, Job
enviaba a buscarlos y los santificaba, y levantándose temprano, ofrecía holocaustos conforme al
número de todos ellos. Porque Job decía: Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en
sus corazones. Así hacía Job siempre”.

Job poseía una gran riqueza y fue llamado el más grande de los hombres entre los que moraban
en el este; era el equivalente de un millonario moderno. Para nosotros, parece como si Job
viviera una vida de lujo para la cual sería apropiado para él celebrar fiestas de vez en cuando, y
no habría sido considerado fuera de su alcance para él vivir un
estilo de vida lujoso y extravagante. Y, sin embargo, Job no
celebró fiestas y ni siquiera asistió a las fiestas celebradas por
sus hijos. Tal vez algunas personas estarán un poco
confundidas por esto, y se preguntarán si Job era demasiado
anticuado y conservador. De hecho, Job hizo exigencias tan
estrictas de sí mismo y siempre mantuvo su mejor
comportamiento en la vida, y este comportamiento tenía un
vínculo directo con su temor a Dios. Como seres humanos, no
tenemos poder para vencer el pecado, y si asistimos a las
fiestas, entonces nos volvemos poseídos por el deseo de
comer, beber, jugar y divertirse, podemos llegar a ser
codiciosos de placeres físicos, podemos ser propensos a
rehuir a Dios, perder nuestra relación normal con Dios e
incluso hacer cosas que disgustan a Dios. Job fue claro en su corazón en este punto, y por lo
tanto prefirió vivir una vida común y sencilla en lugar de hacer cualquier cosa que pueda
disgustar a Dios. Está claro que este tipo de comportamiento no era que Job fuera anticuado y
conservador, sino que era él quien tomaba el camino de temer a Dios y apartarse del mal en el
corazón. No prestó ninguna consideración a su carne y no prestó atención a disfrutar de una vida
material de alta calidad. En cambio, los motivos detrás de todo lo que dijo e hizo fue satisfacer la
voluntad de Dios y no hacer nada que pudiera disgustar a Dios.

Job no sólo temía alejarse del camino de Dios, sino que también le preocupaba que sus hijos
desafiaran a Dios por su frecuente fiesta. De esto, podemos ver que Job no complació los
pecados de sus hijos debido a su apego familiar, sino que desplegó y detestó la alegría de sus
hijos, porque sabía que Dios también lo odiaba. Cada vez que terminaba una fiesta, Job enviaba
a un siervo para decirle a sus hijos que se santificara, y a menudo ofrecía holocaustos por su
bien. Se dice en la Biblia: “Así hacía Job siempre”. Esto demuestra aún más que Job temía a
Dios con su corazón; su comportamiento y las expresiones de su temor por Dios no eran sólo
profundas en la piel, y mucho menos eran prácticas provocadas por sentimientos ocasionales de
alta espiritualidad o por alguna excitación transitoria de la emoción. En cambio, tomó el camino
de temer a Dios y apartarse del mal en el corazón, y comenzó con las pequeñas cosas. Como
dice la Palabra de Dios: “[...] Job no pasaba ocasionalmente a ver a sus hijos, o cuando le placía
ni se confesaba a Dios por medio de la oración. En su lugar, enviaba y santificaba a sus hijos
con regularidad, y sacrificaba holocaustos por ellos. ‘Todos los días’ no significa que lo hiciese
durante uno o dos días, o por un momento. Está diciendo que la manifestación del temor de Dios
por parte de Job no era temporal, y no se detenía en el conocimiento, o en palabras habladas,
sino que el camino del temor a Dios y apartarse del mal guiaba su corazón, dictaba su
comportamiento y era, en su corazón, la raíz de su existencia. Que lo hiciera continuamente
muestra que, en su corazón, con frecuencia temía pecar él mismo contra Dios y también que lo
hicieran sus hijos. Representa el peso que tenía en su corazón el camino del temor a Dios y
apartarse del mal”

2. Job tenía un corazón temeroso de Dios y podía someterse a la soberanía y los arreglos
de Dios durante sus pruebas
Satanás acusó a Job ante Dios y, después de que Dios dio Su permiso, Satanás apenas podía
esperar a tentar a Job. Poco después, la noticia de que el ganado de Job había sido robado, de
que sus sirvientes habían sido heridos, y que sus diez hijos habían perdido sus vidas llegó
espeso y rápido. En un instante, Job pasó de tener
todo a no tener nada. Podemos imaginar lo terrible
que debe haber sido, y nadie habría sido capaz de
soportarlo, sin importar quiénes fueran. Y, sin
embargo, Job se comportó con mucha calma; no
entró en pánico y no envió a nadie para recuperar su
propiedad robada. En su lugar, “Job se levantó, rasgó
su ropa, se afeitó la cabeza y cayó al suelo en
adoración”. La calma que exhibió era completamente
imprevista. Las palabras de Dios dicen: “Job estaba
muy tranquilo y lúcido entonces. Su humanidad
perfecta y recta le permitió emitir, de forma racional y
natural, juicios y decisiones precisos sobre los
desastres que le habían sucedido y, en
consecuencia, se comportó con una calma inusual:
‘Entonces Job se levantó y rasgó su ropa; se afeitó la
cabeza y cayó al suelo en adoración’. ‘Rasgó su
ropa’ significa que estaba desnudo y no tenía nada; ‘se afeitó la cabeza’ significa que había
vuelto delante de Dios como un bebé recién nacido; ‘cayó al suelo en adoración’ significa que
había venido al mundo desnudo, y todavía sin nada hoy, había regresado a Dios como un recién
nacido. Ninguna criatura de Dios habría podido lograr la actitud de Job frente a todo lo que le
había sucedido. Su fe en Jehová Dios fue más allá del ámbito de la creencia; este era su temor
de Dios, su obediencia a Él, y no sólo fue capaz de dar gracias a Dios por darle cosas, sino
también por quitárselas. Además, fue capaz de responsabilizarse de devolver todo lo que poseía,
incluida su vida”, “Aunque no vio a Dios, se dio cuenta de que Él existía realmente y como
resultado de esta comprensión temió a Dios; y debido a su temor de Dios fue capaz de
obedecerlo. Dio rienda suelta a Dios para que tomase todo lo que tenía, sin quejarse, y se postró
delante de Él y le dijo que, incluso si Dios tomaba su carne en ese mismo momento, él le
permitiría hacerlo con alegría, sin quejarse. Toda su conducta se debió a su humanidad perfecta
y recta. Es decir, como consecuencia de su inocencia, honestidad y bondad Job fue firme en su
comprensión y experiencia de la existencia de Dios, y sobre este fundamento se impuso
exigencias y estandarizó su pensamiento, comportamiento, conducta y principios de acción
delante de Dios, según Él lo dirigiera y de acuerdo con Sus hechos, que él había visto entre
todas las cosas. Con el tiempo, sus experiencias provocaron en él un temor auténtico y real de
Dios y le hicieron apartarse del mal. Esta era la fuente de la integridad a la que Job se aferraba
con firmeza”

Frente a tales grandes pruebas, Job no se quejó, pero fue capaz de postrarse en el suelo y
alabar el santo nombre de Jehová, y se sometió al hecho de que Dios le había quitado todo, esto
era una manifestación del temor de Job a Dios. El carácter de Job era recto, honesto, puro y
bueno. En el pueblo, los acontecimientos y las cosas que encontraba todos los días, él buscaba
comprender la soberanía de Dios y caminaba por el camino de temer a Dios y apartarse del mal.
A lo largo de las décadas de experiencia de Job, aunque Jehová Dios nunca se le apareció, Job
realmente presenció la soberanía y los hechos de Dios y se volvió aún más seguro acerca de la
existencia real de Dios, y así surgió en él un corazón temeroso de Dios. También comprendió
que la riqueza, la propiedad y los hijos que había tenido en su vida todos habían sido dados por
Dios, y el hombre mismo nunca podría obtener tales cosas con sus propios esfuerzos si Dios no
eligiera conferirlas a él. Por lo tanto, cuando la propiedad de Job fue robada y sus hijos se
encontraron con su desafortunada muerte, sabía muy claramente en su corazón que esta era la
prueba de Dios que le había sucedido, y su sentido de la racionalidad le dijo que todo lo que
poseía había venido de Dios, que Dios tenía el derecho de dar y quitar y que, como una de las
creaciones de Dios, no debe culpar en absoluto a Dios, ni pecar con sus labios, ni desagradar a
Dios. En cambio, sabía que debía someterse a las orquestaciones y arreglos de Dios con un
corazón temeroso de Dios. En última instancia, en su sufrimiento, Job dijo: “Jehová dio y Jehová
quitó; bendito sea el nombre de Jehová” (Job 1: 21) y se mantuvo firme en su testimonio a Dios.

3. Job tenía un corazón temeroso de Dios y reprendió a su esposa. Sabía claramente qué
amar y qué odiar, y poseía un sentido de justicia
Después de que las llagas aparecieron por todo el cuerpo de
Job, Satanás una vez más trató de tentar a Job por medio de
su propia esposa. Como dice la Biblia: “Entonces su mujer le
dijo: ¿Aún conservas tu integridad? Maldice a Dios y muérete.
Pero él le dijo: Como habla cualquier mujer necia, has hablado.
¿Aceptaremos el bien de Dios y no aceptaremos el mal? En
todo esto Job no pecó con sus labios” (Job 2:9-10). Frente a la
insistencia de su esposa, ¿por qué Job la reprendió con tanta
severidad?
Las palabras de Dios dicen: “Viendo el tormento que estaba sufriendo, la esposa de Job intentó
aconsejarle para ayudarle a escapar de este, pero las ‘buenas intenciones’ no obtuvieron la
aprobación de Job; más bien, despertaron su enojo, porque ella negaba su fe en Jehová Dios, su
obediencia a Él y también Su existencia. Esto le resultaba intolerable, porque él nunca se había
permitido hacer nada que se opusiera a Dios o le hiciera daño, por no mencionar a los demás.
¿Cómo podía permanecer indiferente cuando oía a otros blasfemar contra Dios y le insultaban?
Por eso llamó a su esposa ‘mujer tonta’. La actitud de Job hacia ella era de enojo y odio, así
como de reproche y reprimenda. Era la expresión natural de la humanidad de Job que
diferenciaba entre el amor y el odio, y una representación verdadera de su recta humanidad. Job
poseía un sentido de la justicia que le hacía odiar los vientos y las mareas de la maldad, así
como aborrecer, condenar y rechazar la absurda herejía, los argumentos ridículos, y las
afirmaciones disparatadas, y le permitía aferrarse a sus propios principios y su postura correctos
cuando las masas lo rechazaron y sus seres cercanos desertaron de él”.

Dios es la verdad, el camino y la vida, y representa todas las cosas positivas; todas las cosas
que niegan a Dios o se resisten a Dios pertenecen a Satanás y son cosas negativas. Job temía a
Dios y evitaba el mal y amaba las cosas positivas. Estaba totalmente erguido, podía diferenciar
entre el amor y el odio y Dios tomó el lugar más alto en su corazón. No podía tolerar que nadie
negara a Dios, juzgara a Dios o blasfemara contra Dios, y cada vez que veía a alguien negando
a Dios, surgía odio en su corazón, y su propia familia no era la excepción. Todavía tenía que
aferrarse a la senda de temer a Dios y apartarse del mal, estar del lado de la justicia y la verdad,
y no tener miedo de disgustar a nadie. Por lo tanto, cuando su esposa le pidió que abandonara a
Dios y negara la justicia de Dios, Job no dejó que sus sentimientos por su esposa lo influenciaran
de ninguna manera, sino que reprendió fríamente a su esposa por ser una mujer tonta. Al
hacerlo, una vez más superó la tentación de Satanás y se mantuvo firme en su testimonio a
Dios.

Arriba están las manifestaciones del temor de Job a Dios, y de ellas llegamos a comprender que
temer a Dios no es algo que se puede reclamar con meras palabras, sino que requiere que nos
concentremos en nuestro acceso a las personas, los acontecimientos, las cosas y los entornos
que Dios nos organiza, y nos obliga a emular a Job. En nuestra vida diaria, por ejemplo,
debemos prestar cuidado a evitar toda clase de tentaciones: Hay algunos lugares de
entretenimiento o lugares que pueden hacer que nuestro corazón se degenere y evite a Dios, a
los cuales no debemos ir ni tener ningún contacto, y evitando estos lugares seremos protegidos;
cuando las pruebas nos aparezcan, por ejemplo, si un desastre ocurriera en casa o un miembro
de la familia cae en tiempos difíciles, entonces no importa lo que Dios haga, nunca debemos
malinterpretar a Dios o culpar a Dios, sino que debemos ser capaces de someternos a Su
soberanía y arreglos; cuando somos acosados y engañados por personas, acontecimientos o
cosas, siempre debemos defender la verdad y la justicia, no ser limitados por nadie más, y no
apoyar el desafío de nadie a Dios hasta el punto en que incluso abandonemos a Dios y nos
alejemos de Él. Job es nuestro punto de referencia para nuestro encuentro con la verdad de
temer a Dios. Si todos podemos ser como Job y poner en práctica la verdad de temer a Dios y
apartarse del mal en nuestras vidas, y comenzar con las pequeñas cosas, entonces también
recibiremos con frecuencia la guía y las bendiciones de Dios, y nos convertiremos en personas
temerosas de Dios.

También podría gustarte