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CONSEJERIA 1
PROFESOR
ESTUDIANTE
1
RESUMEN DEL LIBRO DE JOB
CAPITULO 1
Al leer el libro de Job, contamos con información que los protagonistas de la
historia no tenían. Job, el personaje principal del libro, pierde todo lo que tenía sin
haber cometido falta alguna. Mientras lucha por entender por qué le está
sucediendo todo esto, se hace evidente que no conocería las razones. Enfrentaría
la vida sin respuestas ni explicaciones. Solo entonces se desarrollaría plenamente
su fe. Debemos experimentar la vida como lo hizo Job: un día a la vez y sin
respuestas completas para todas las preguntas de la vida. ¿Confiaremos nosotros
en Dios, como lo hizo Job, sin importar lo que suceda? ¿O nos rendiremos ante la
tentación de decir que realmente no le importamos a Dios?
No se sabe con certeza, pero probablemente Job vivió durante los días de los
patriarcas (Abraham, Isaac, Jacob) antes de que Dios diera su Ley o designara a
los sacerdotes como líderes religiosos. Durante los días de Job, el padre de familia
era el líder religioso. Debido a que no había sacerdotes que lo instruyeran en las
leyes de Dios, Job actuaba como el sacerdote y ofrecía sacrificios a Dios para
pedir perdón por los pecados que él y su familia habían cometido.
CAPITULO 2
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conservas tu integridad? Maldice a Dios y muérete” (Job 2:9). Ella acepta que Job
es irreprensible delante de Dios, pero a diferencia de él, no ve el propósito de ser
irreprensible si eso no trae la bendición divina. Job le responde con uno de los
versículos clásicos de la Escritura, “¿Aceptaremos el bien de Dios y no
aceptaremos el mal?” (Job 2:10).
Una vez más, encontramos a Job atribuyéndole a Dios todas las circunstancias de
la vida. Mientras tanto, Job no conoce la actividad celestial que está detrás de su
situación. Él no puede ver las dinámicas internas del cielo y es solo la integridad
de su fe lo que evita que maldiga a Dios. ¿Qué hay de nosotros? ¿Reconocemos
que, como Job, no entendemos los misterios del cielo que determinan nuestra
prosperidad y adversidad? ¿Nos preparamos para la adversidad practicando la
fidelidad y dando gracias durante los buenos tiempos? El hábito firme de Job de la
oración y el sacrificio puede haber parecido algo singular o incluso obsesivo
cuando lo encontramos en Job 1:5, pero ahora podemos ver que una vida entera
de prácticas fieles forjaron su capacidad de permanecer fiel en las circunstancias
extremas. La fe en Dios puede venir en un instante, pero la integridad se forma a
lo largo de toda la vida.
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CAPITULO 3
CAPITULO 4
Parte de lo que Elifaz dijo es verdad, y parte es falso. Es cierto que aquellos que
promueven el pecado y los problemas finalmente serán castigados. Es falso que
cualquiera que sea bueno e inocente nunca sufrirá. Todo el material registrado y
citado en la Biblia está ahí por decisión de Dios. Algunos son registros de lo que la
gente decía y hacía, pero no un ejemplo que debamos seguir. Los pecados, las
derrotas, los pensamientos malos y las ideas equivocadas acerca de Dios son
todos parte de la divinamente inspirada Palabra de Dios, pero eso no significa que
debamos seguir esos ejemplos equivocados sólo porque están en la Biblia. La
Biblia nos da enseñanzas y ejemplos de lo que debemos hacer así como de lo que
no debemos hacer. Los comentarios de Elifaz son un ejemplo de lo que debemos
tratar de evitar: la tendencia a hacer falsas conjeturas acerca de otros, basados en
nuestras propias experiencias.
CAPITULO 5
Los tres amigos de Job cometieron el error de suponer que Job había cometido un
gran pecado y que esa era la causa de su sufrimiento. Ni ellos ni Job sabían
acerca de la conversación de Satanás con Dios (1.6-2.8). Es inherente a la
naturaleza humana el culpar a la gente por sus propios problemas, pero la historia
de Job deja muy claro que no siempre la culpa está asociada con quienes son
atribulados por problemas. 5.13 Pablo citaría más adelante parte de este versículo
(1Co 3:19) y es la única vez en la que se menciona concretamente a Job en el
Nuevo Testamento. Aun cuando Dios reprendió a Elifaz por haberle dado un mal
consejo a Job (1Co 42:7), no todo lo que él dijo era incorrecto. La parte que citó
Pablo fue correcta: los hombres a menudo caen en sus propias trampas ("en la
astucia de ellos"). Esto ilustra cómo deben usarse las Escrituras para explicar y
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hacer comentarios de sí mismas. Debemos familiarizarnos con la intención
completa de la Palabra de Dios para poder comprender adecuadamente las
porciones difíciles que hay en ella. 5.17 Elifaz estaba en lo correcto: es una
bendición ser disciplinado por Dios cuando hacemos algo malo. Su consejo, sin
embargo, no se aplicaba a Job. Como sabemos desde el principio del libro, el
sufrimiento de Job no era el resultado de algún gran pecado. En ocasiones damos
a la gente consejos excelentes sólo para darnos cuenta que no se aplican a ellos y
que, por lo tanto, no son útiles. Todos aquellos que dan consejos a partir de la
Palabra de Dios deben tener cuidado de comprender totalmente la situación de
una persona antes de dar su consejo.
CAPITULO 6
Job dijo que el consejo de Elifaz era como comer la insípida clara de huevo.
Cuando las personas atraviesan por pruebas duras, un consejo imprudente es
desabrido. Quizás lo escuchen por cortesía, pero en su interior se sienten
disgustados. Piense antes de dar un consejo a los que sufren. A menudo, más que
un consejo, necesitan compasión. 6.8, 9 En su dolor, Job quería rendirse, ser
liberado de esta pena y morir. Pero Dios no le concedió su petición. Tenía un plan
mayor para él. Nuestra tendencia, como la de Job, es querer rendirnos y escapar
cuando las cosas se tornan difíciles. Confiar en Dios en los tiempos buenos es
plausible, pero confiar durante los tiempos difíciles nos prueba hasta nuestros
límites y ejercita nuestra fe. En sus luchas, ya sean pequeñas o grandes, confíe en
que Dios tiene el timón y que El cuidará de usted (Rom 8:28). 6.29, 30 Job se
refirió a su propia integridad, no porque estuviera libre de pecado, sino porque
tenía una relación correcta con Dios. No era culpable de los pecados que lo
acusaban sus amigos (véase en Job 31 el resumen de la clase de vida que
llevaba). Esto también se podría traducir "mi rectitud sigue en pie". Rectitud no es
lo mismo que sin pecados (Rom 3:23). Nadie, a excepción de Jesucristo, ha
estado sin pecados, libre de todo mal pensamiento o acción. Incluso Job necesitó
hacer algunos cambios en su actitud hacia Dios, como lo veremos al final del libro.
No obstante, fue recto (Rom 1:8). Obedeció cuidadosamente a Dios lo mejor que
pudo en todos los aspectos de su vida.
CAPITULO 7
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Lo que vemos aquí en este pasaje bíblico es que Job sentía profunda angustia y
amargura, y habló sinceramente con Dios sobre sus sentimientos para dejar salir
sus frustraciones. Si expresamos nuestros sentimientos a Dios, podremos
manejarlos sin estallar con palabras duras y acciones, posiblemente hiriendo a
otros y a nosotros mismos. La próxima vez que las emociones fuertes amenacen
con abrumarlo, expréselas abiertamente a Dios en oración. Esto le ayudará a
obtener una perspectiva eterna de la situación, capacitándole mejor para lidiar con
ellas constructivamente. 7.12 Job dejó de hablar con Elifaz y habló directamente
con Dios. Aunque Job había vivido una vida recta, estaba comenzando a dudar del
valor de haber vivido así. Al hacerlo, se estaba acercando peligrosamente a
sugerir que a Dios no le importaba y que no estaba siendo justo. Más tarde, Dios
reprobó a Job por esa actitud (38.2). Satanás siempre explota estos pensamientos
para conseguir que abandonemos a Dios. Nuestro sufrimiento, como el de Job,
puede no ser resultado del pecado, pero debemos tener cuidado de no pecar
como resultado de nuestro sufrimiento.
CAPITULO 8
Vemos que Bildad estaba molesto porque Job seguía afirmando que era inocente
mientras objetaba la justicia de Dios. La base del argumento de Bildad (la justicia
de Dios) era correcta, pero su idea de la justicia de Dios no lo era. El argumento
de Bildad era así: Dios no puede ser injusto, y El no castigaría a un hombre justo.
Por lo tanto, Job debe ser injusto. Bildad sintió que no había ninguna excepción a
su teoría. Bildad, al igual que Elifaz, creía equivocadamente que las personas
sufrían sólo como resultado de sus pecados. Bildad fue aun menos compasivo y
sensible, al decir que los hijos de Job murieron a causa de sus maldades
CAPITULO 9
CAPITULO 10
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Job comenzó a hundirse en la autocompasión. Cuando nos enfrentamos a una
aflicción desconcertante, nuestro dolor nos induce a la autocompasión. En este
punto, estamos a sólo un paso de sentirnos extremadamente justos y buenos, y es
ahí donde mantenemos un registro de todas las injusticias de la vida y decimos:
"Mira lo que me sucedió. ¡Qué injusticia!" Podemos sentirnos con deseos de
culpar a Dios. Recuerde que las pruebas de la vida, ya sean permitidas o enviadas
por Dios, pueden ser los medios para desarrollarnos y refinarnos. Cuando enfrente
tribulaciones, pregunte: "¿Qué puedo aprender y cómo puedo crecer?" en vez de:
"¿Quién me hizo esto y cómo puedo salir de esta situación?" 10.13, 14 En su
frustración, Job llegó a la falsa conclusión de que Dios buscaba atraparlo. Las
conjeturas erróneas nos llevan a conclusiones erróneas. No deberíamos usar
nuestras experiencias limitadas para llegar a conclusiones acerca de la vida en
general. Si se encuentra dudando de Dios, recuerde que usted no tiene acceso a
todos los hechos. La verdad es que Dios sólo quiere lo mejor para su vida. Mucha
gente soporta gran sufrimiento, para encontrar que al final, trajo consigo un gran
beneficio. Cuando esté sufriendo, no asuma lo peor.
CAPITULO 11
Tenemos al tercer amigo de Job y ese se llama Zofar, y el menos cortés. Lleno de
ira, atacó ferozmente a Job, diciendo que merecía más castigo, no menos. Zofar
tomó la misma posición de Elifaz.
Zofar era la clase de persona que tenía una respuesta para todo: fue totalmente
insensible a la situación única de Job.
CAPITULO 12
Job respondió al argumento de Zofar con gran sarcasmo: "Con vosotros morirá la
sabiduría". Continuó diciendo que sus tres amigos no necesitaban explicarle la
naturaleza de Dios, ni le habían dicho nada que él no supiera Siguió sosteniendo
que sus amigos habían mal interpretado completamente la razón de su
sufrimiento; Job afirma que ningún líder tiene sabiduría real, a excepción de Dios.
Ninguna investigación o informe puede valer más que la opinión de Dios. Ningún
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descubrimiento científico o avance médico lo toma por sorpresa. Cuando
buscamos dirección en nuestra vida, debemos reconocer que la sabiduría de Dios
es superior a cualquiera que el mundo nos pueda ofrecer. No permita que sus
consejeros terrenales apaguen su deseo de conocer mejor a Dios.
CAPITULO 13
Job comparó a sus tres amigos con doctores que no sabían lo que estaban
haciendo. Eran como cirujanos del ojo que pretendían llevar a cabo una operación
de corazón abierto. Muchas de las ideas acerca de Dios eran ciertas, pero no se
aplicaban a la situación de Job. Tenían razón al decir que Dios es justo. Tenían
razón al decir que Dios castiga el pecado. Pero estaban equivocados al suponer
que el sufrimiento de Job era un castigo justo por su pecado. Tomaron un principio
verdadero y lo aplicaron incorrectamente, ignorando las grandes diferencias de las
circunstancias humanas. Debemos ser cuidadosos y compasivos en cómo
aplicamos la condenación bíblica en la vida de los demás. Debemos ser lentos
para juzgar.
CAPITULO 14
El profundo discurso de Job en este capítulo ilustra una gran verdad: no basta con
tener un conjunto correcto de doctrinas. Saber en qué creer no es todo lo que se
requiere para agradar a Dios.
CAPITULO 15
Una vez concluida la primera ronda de discusión, cada uno de los amigos de Job,
en el mismo orden, insistió en sus argumentos. De nuevo Job replicó a cada uno
de ellos (capítulos 15-31). Esta vez, Elifaz fue más rudo, más vehemente y más
amenazador, pero no dijo nada nuevo.
CAPITULO 16
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Se suponía que los amigos de Job debían consolarlo en su dolor. En cambio, lo
condenaron por haber propiciado su propio sufrimiento. Job comenzó su réplica a
Elifaz al llamarlo a él y a sus amigos "consoladores molestos". Las palabras de
Job revelan varias maneras para llegar a ser un mejor consolador para aquellos
que sufren:
CAPITULO 17
Los tres amigos de Job tenían la reputación de ser sabios, pero Job no pudo
encontrar sabiduría en ninguno de ellos. Dios respaldó la afirmación de Job en
42.7, condenando a estos hombres por la descripción falsa que hicieron de El.
Obviamente estos hombres tenían una visión defectuosa de la sabiduría. Asumían
que porque eran prósperos y exitosos, Dios debía estar complacido con la forma
en que vivían y pensaban. Job, sin embargo, les dijo que estaban comenzando
con una idea equivocada porque los éxitos y la prosperidad terrenales no son
prueba de la fe en Dios. De la misma manera que los problemas y las aflicciones
no prueban la infidelidad. El hombre verdaderamente sabio sabe que la sabiduría
proviene solo de Dios, no de los éxitos o fracasos humanos. El hombre
verdaderamente sabio nunca abandona a Dios. La sabiduría de Dios prueba ser
superior a la de Job y todos sus amigos.
CAPITULO 18
Bildad pensó que sabía cómo debía gobernarse el universo y vio la vida de Job
como una ilustración de las consecuencias del pecado. Rechazó la parte de la
historia correspondiente a Job porque no encajaba en su punto de vista acerca de
la vida. Es fácil condenar a Bildad ya que sus errores son obvios;
desafortunadamente, sin embargo, a menudo nosotros reaccionamos de la misma
manera cuando nuestras ideas se ven amenazadas.
CAPITULO 19
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Es muy fácil señalar los defectos o los pecados de alguien. Los amigos de Job lo
acusaron de pecador para hacerlo sentir culpable, no para alentarlo ni corregirlo.
CAPITULO 20
.El discurso de Zofar versa sobre la miseria segura del impío. El triunfo del impío y
el gozo del hipócrita son pasajeros. Los placeres y las ganancias del pecado traen
enfermedad y pesar; terminan en remordimiento, angustia y destrucción. La
piedad enmascarada es doble iniquidad y la destrucción que corresponde será
concordante.
Habiendo descrito los sufrimientos que aguardan a las malas costumbres, Zofar
señala su destrucción por la ira de Dios. No hay cerco contra esto, sino en Cristo,
que es el único Refugio contra la tormenta y la tempestad
CAPITULO 21
Job. 1-6. Job se acerca al asunto en debate. ¿Es la prosperidad exterior una
marca de la iglesia verdadera y de sus verdaderos miembros, de modo que la
ruina de la prosperidad de un hombre demuestra que es un hipócrita? Ellos
aseveran eso, pero Job lo niega. Si lo miraban a él podían ver suficiente miseria
como para pedir compasión y sus osadas interpretaciones de esta providencia
misteriosa se hubieran vuelto veneración silenciosa.
Job 7-16. Job dice: A veces, se dejan caer juicios notables sobre pecadores
destacados, pero no siempre. ¿Por qué es esto así? Este es el día de la paciencia
de Dios y, de una u otra manera, Él emplea la prosperidad del impío para servir
sus propios consejos, mientras los madura para destrucción; pero la razón
principal es que Él hará evidente que hay otro mundo.
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Job 17-26.Job había descrito la prosperidad de los impíos; en estos versículos él
opone esto a lo que habían sostenido sus amigos sobre la destrucción cierta de
ellos en esta vida. Reconcilia esto con la santidad y la justicia de Dios. Aunque
ellos prosperen, son livianos e indignos, no cuentan para Dios ni para los hombres
sabios. En la cúspide de su pompa y poder solo hay un paso entre ellos y la
destrucción. Job se refiere a la diferencia que marca la Providencia entre uno y
otro impío respecto de la sabiduría de Dios. Él es el Juez de toda la tierra y hará lo
bueno. Tan vasta es la desproporción entre tiempo y eternidad que si el infierno
fuera la suerte de todo pecador al final, poca diferencia habría si uno va allí
cantando y otro suspirando.
Job 27-34.Job refuta la opinión de sus amigos en el sentido de que los malos caen
con toda seguridad en la ruina visible y notoria, y nadie más sino ellos; sobre este
principio condenaban a Job por malo. Preguntad a quien queráis, porque hallaréis
que el castigo de los pecadores está preparado más para el otro mundo que para
éste, Judas 14, 15. Se supone que el pecador vive aquí con gran cantidad de
poder. El pecador tendrá un funeral espléndido: triste cosa es que alguien se
enorgullezca ante esta perspectiva. Él tendrá un majestuoso monumento. Un valle
con arroyos de agua para mantener verde el prado era considerado lugar honroso
de sepultura entre los pueblos orientales, pero tales cosas son distinciones vanas.
CAPITULO 22
.Elifaz considera que como Job se queja tanto de sus aflicciones, piensa que Dios
es injusto al afligirle, Elifaz formula acusaciones tremendas contra Job, sin tener
razón para sus acusaciones, salvo que Job fue visitado como él suponía que Dios
siempre castiga a todo impío. Lo acusa de oprimir y de haber hecho daño con su
riqueza y poder en el período de su prosperidad.
CAPITULO 23
Job apela al justo juicio de Dios tocante a sus amigos. Quiere que su causa sea
juzgada con prontitud.
Job sabe que el Señor está presente en todas partes, pero su mente está tan
confundida que no puede contemplar fijamente la presencia misericordiosa de
Dios para hallar consuelo al exponer su caso ante Él.
CAPITULO 24
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Job vuelve a hablar sobre la prosperidad del impío. Ya había demostrado que
muchos impíos y profanos viven cómodamente.
Aquí señala que muchos que viven desafiando abiertamente todas las leyes de la
justicia, triunfan con las malas costumbres; y no los vemos que son llamados a
cuenta en este mundo.
CAPITULO 25
La respuesta final de Bildad era débil. Evadió los ejemplos de Job acerca de la
prosperidad del malvado. En vez de tratar de refutarlo, Bildad lo acusó de soberbio
debido a que estaba proclamando que su sufrimiento no era resultado del pecado.
Job nunca dijo que no tuviera pecados, sino solamente que su pecado no podría
haber causado el problema presente.
CAPITULO 26
Job se distingue por ser el que da el discurso más largo en el libro (seis capítulos)
entretejiendo ejemplos del misterio y del poder de Dios en un hermoso poema de
confianza. Comenzando con tachar la última respuesta de Bildad como irrelevante
(capítulo 25), Job le dice entonces a Bildad y a sus amigos que no es posible que
conozcan todo acerca de Dios. La sabiduría no se origina en esta vida o en la
mente humana, sino que proviene de Dios (28.27, 28). Luego, Job defiende su
vida recta y sincera. Sin duda que él había buscado seguir el estilo de vida de
Dios. Aunque admite que no es perfecto, sostiene que sus motivos eran justos.
CAPITULO 27
En medio de todas las acusaciones, Job fue capaz de declarar que su conciencia
estaba limpia. Sólo el perdón de Dios y una determinación a vivir una vida recta
delante de El pueden producir una conciencia limpia.
Job estuvo de acuerdo con sus amigos de que el fin del malo será el desastre,
pero no estuvo de acuerdo en que él era malo y que se merecía el castigo. La
mayor parte de los castigos que enumeró Job nunca los sufrió él. Así que no se
estaba incluyendo dentro de los malvados. Por el contrario, continuamente pedía a
Dios que viniera y lo reivindicara.
CAPITULO 28
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Job declaró que la sabiduría no se puede encontrar entre los vivientes. Es natural
para la gente que no comprende la importancia de la Palabra de Dios que busque
la sabiduría aquí en la tierra. Se vuelven a los filósofos y a otros líderes para que
les ayude a vivir. Aun así Job dijo que la sabiduría no se encuentra aquí.
CAPITULO 29
Job estaba caminando por una línea muy fina entre la jactancia por logros
pasados y el recuerdo de las buenas acciones para poder contestar los cargos
que pesaban en su contra. La única debilidad de Job a lo largo de sus
conversaciones es que se acercó muy peligrosamente al orgullo.
Por la descripción que se hace del trabajo de Job, algunos comentaristas creen
que Job era un juez. En los días de Job, un juez servía tanto de consejero de la
ciudad como de magistrado, y ayudaba a gobernar a la comunidad y a resolver las
disputas. En la mayoría de los casos, era un puesto de tiempo parcial que se
establecía sobre la base del respeto y la reputación de uno en el área.
CAPITULO 30
Era humillante sufrir una pérdida de la magnitud que sufrió Job. Pero enfrentarse
al abuso por parte de hombres jóvenes añadía insultos a la humillación. Job había
perdido familia, posesiones, salud, posición y buen nombre. Ya ni siquiera era
respetado por sufrir con valentía. Desafortunadamente, a veces la gente joven se
ríe y se aprovecha de los ancianos y de aquellos que están limitados de alguna
manera. En vez de eso, deberían darse cuenta que todas nuestras habilidades y
atributos físicos duran poco y que a todos Dios los ama por igual.
CAPITULO 31
Job dijo que era inocente tanto de los pecados externos como de los internos. En
el capítulo 29, repasa sus buenas acciones. En este capítulo 31 hace una lista de
los pecados que no ha cometido: ni en su corazón (31.1-12) ni en contra de sus
vecinos (31.13-23) ni contra Dios (31.24-34).
CAPITULO 32
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Si Job era realmente un buen hombre, sus tres amigos tendrían que renunciar a
su teoría de que el sufrimiento siempre es un castigo de Dios por las malas
acciones. Pero en lugar de considerar otro punto de vista, interrumpieron la
discusión. Estaban convencidos de que Job tenía alguna falla o pecado oculto, así
que no había nada más que hablar si él no confesaba su pecado. Pero Job sabía
que había vivido correctamente ante Dios y los demás
CAPITULO 33
Es natural querer saber lo que está sucediendo en nuestra vida. Job quería
saberlo, quería saber por qué estaba sufriendo. En capítulos anteriores, sentimos
su frustración. Eliú declaró que tenía la respuesta para la gran pregunta de Job,
"¿por qué Dios no me dice qué es lo que pasa?" Eliú dijo a Job que Dios estaba
tratando de responderle, pero que él no estaba escuchando. Eliú juzgó mal a Dios
en este punto. Si Dios fuera a responder a todas nuestras preguntas, no seríamos
probados adecuadamente. ¿Qué hubiera sucedido si Dios hubiera dicho: "Job,
Satanás te va a probar y te va a afligir, pero al final serás sanado y se te regresará
todo"? La prueba más grande de Job no era el dolor, sino el no saber por qué
sufría.
CAPITULO 34
Eliú afirmó que Dios nunca peca y nunca es injusto. A lo largo de este libro todos
(Elifaz, Bildad, Zofar y Eliú) tenían elementos de verdad en sus discursos.
Desafortunadamente, las pizcas de verdad están enterradas bajo capas de
conjeturas y conclusiones falsas. Aun cuando tengamos una riqueza de
conocimiento bíblico y experiencias de la vida, debemos asegurarnos de que
nuestras conclusiones sean coherentes con toda la Palabra de Dios, no sólo con
porciones de ella.
CAPITULO 35
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CAPITULO 36
En sus palabras finales, Eliú destaca el temible poder de Dios a fin de dejar
sentado que nadie tiene derecho a disputar con el Señor. Se refiere a la
naturaleza para demostrar el poder y la sabiduría de Dios. Por último, invita a Job
a temerle
CAPITULO 37
Eliú concluye su discurso con la tremenda verdad que la fe en Dios es mucho más
importante que el deseo de Job de una explicación por su sufrimiento.
El estuvo muy cerca de ayudar a Job pero luego continuó por el camino
equivocado. Significativamente, es aquí que Dios mismo interrumpe la discusión
para dar las conclusiones correctas a esta importante verdad.
CAPITULO 38
Dios tiene todas las fuerzas de la naturaleza bajo su control. Algunas veces las
usa para confundir a los que se oponen a El o a su pueblo. Job ni siquiera podía
empezar a conocer todos los recursos de Dios.
CAPITULO 39
Para poder demostrarle cuán limitado era realmente su conocimiento, Dios hizo a
Job varias preguntas acerca del reino animal. El no estaba buscando que Job le
respondiera. Por el contrario, estaba haciendo que reconociera y se sometiera al
poder de Dios y a su soberanía. Sólo entonces podría él escuchar lo que
realmente Dios le estaba diciendo.
CAPITULO 40
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Job deseó tener una oportunidad para defender su inocencia ante Dios. Ahora
Dios se le apareció y le dio esa oportunidad. Pero Job decidió quedarse callado
porque ya no era necesario que hablara. Dios le había mostrado que, como ser
humano limitado, no tenía ni la capacidad para juzgar al Dios que creó el universo
ni el derecho de preguntar por qué. Las acciones de Dios no dependen de las
nuestras.
CAPITULO 41
CAPITULO 42
A lo largo del libro, los amigos de Job le pidieron que admitiera su pecado y que
pidiera perdón. Y finalmente, Job sí se arrepintió. Irónicamente, el arrepentimiento
de Job no era la clase de arrepentimiento que sus amigos querían. No pidió
perdón por pecados secretos, sino por poner en duda la soberanía y la justicia de
Dios. Job se arrepintió de su actitud y reconoció el gran poder y la perfecta justicia
de Dios. Pecamos cuando preguntamos enojados "si Dios tiene el control, ¿por
qué permite que esto suceda?" Debido a que estamos atrapados en el tiempo, y
no somos capaces de ver más allá del día de hoy, no podemos conocer las
razones de todo lo que pasa.
Los amigos de Job habían cometido el error de suponer que su sufrimiento era
originado por un gran pecado. Lo estaban juzgando sin saber lo que Dios estaba
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haciendo. Debemos ser cuidadosos y evitar hacer juicios acerca de una persona,
porque Dios puede trabajar en formas que desconocemos.
Job 42.8-10 Después de recibir mucha crítica, Job todavía era capaz de orar por
sus tres amigos. Es muy difícil perdonar a alguien que lo ha acusado de malas
acciones, pero Job lo hizo.
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