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Derecho Ambiental

Tema:

Caso Rio Monjas

Autores:

Paul González, Juan Manuel Vicuña, Mateo Crespo, Pablo Peñafiel, Antonio Cabrera,
José Maldonado, Xavier Banegas Guerrero.

Profesora:

Dra. Ana María Bustos

Ciclo:

Julio 2023 – Febrero 2024

Fecha:

18/10/2023
PARTES PROCESALES.

Al hablar de partes procesales hacemos referencia a todo ente que interviene


dentro del proceso con el fin de hacer valer un derecho. Serán las partes procesales, el
demandado, el actor y terceros que pueden reclamar un derecho personal propio o
excluyente. Para determinar las partes procesales en el siguiente caso es importante
tomar en consideración algunos antecedentes.

El 20 de octubre de 2020, Ann Arlene y Pamela Lilian Monge Froebelius ("Ann


y Pamela Monge"), quienes son las dueñas de la Hacienda Carcelén, presentaron una
acción de protección ante la Unidad Judicial de Tránsito con sede en el Distrito
Metropolitano de Quito, Provincia de Pichincha. Acción de protección la cual fue
rechazada, Ann y Pamela Monge apelaron dicha decisión ante la Sala Especializada de
lo Laboral de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha la cual el 19 de mayo de 2021
confirmó la sentencia subida en grado y negó el recurso de apelación. En virtud de esta
situacion Ann y Pamela Monge presentaron acción extraordinaria de protección en
contra de la sentencia del19 de mayo de 2021. Esto se debió a que consideraron que se
había vulnerado su derecho a la motivación al existir un vicio de apariencia en virtud de
que los argumentos de las accionantes no fueron considerados.

Esta acción se centra en el caso presentado en contra del Municipio de Quito y


varios de sus organismos, alegando que se vulneraron derechos como el de vivir en un
entorno saludable y ecológicamente equilibrado, en conexión con el derecho a un
hábitat seguro, al acceso al agua, al desarrollo sostenible, a la ciudad, a los derechos de
la naturaleza y al patrimonio cultural. La sentencia correspondiente es la No. 2167-21-
EP/22, referente al caso del Río Monjas, y el juez encargado de este asunto es Ramiro
Ávila Santamaría. La acción de protección fue presentada en contra del Municipio del
Distrito Metropolitano de Quito, así como de la Empresa Pública Metropolitana de
Agua Potable y Saneamiento ("EPMAPS"), la Empresa Pública Metropolitana de
Movilidad y Obras Públicas ("EPMMOP"), la Secretaría de Ambiente del Municipio, el
Instituto Metropolitano de Patrimonio del Municipio de Quito ("IMP") y la
Procuraduría General del Estado ("PGE").
Ann y Pamela argumentaron que las acciones y omisiones de estas instituciones
municipales habían violado sus derechos, incluyendo el derecho a habitar en un entorno
libre de contaminación y en equilibrio ecológico, el derecho a la vida, a la salud, a la
vivienda y a la propiedad, así como el derecho a acceder a un patrimonio cultural.
Una vez mencionados los antecedentes, para analizar la sentencia de la Corte
Constitucional hay que analizar la legitimación activa de este caso de quien puede o
quien no puede actuar como parte demandante o recurrente en un proceso judicial, con
base en la titularidad de un derecho o interés legítimo que se ostenta frente a la parte
demandada o recurrida, respectivamente. En este caso existe la complicación de la
legitimación activa porque se habla de los derechos constitucionales de la naturaleza.

De lo antedicho, para determinar las partes procesales es importante remitirnos a


uno de los principios de justicia ambiental, esto es la legitimación activa, en virtud del
cual se va a establecer quien es el titular del derecho quien puede interponer la acción.
Considerando que nadie es propietario del ambiente y que no existe titularidad respecto
de los elementos que conforman la naturaleza, se plantea con el principio de
legitimación activa que cualquier persona natural o jurídica o incluso una comunidad,
pueblo o nacionalidad tienen la obligación de interponer acciones sobre los derechos de
la naturaleza, sin la necesidad de demostrar una vinculación directa. Asi mismo es
importante determinar que en caso de dano ambiental el estado se compromete a
permitir a cualquier persona natural o juridica, colectividad o grupo humano ejercer las
acciones legales y acudir a los órganos judiciales y administrativos, sin perjuicio de su
interés directo, para obtener de ellos la tutela efectiva en materia ambiental,
incluyendo la posibilidad de solicitar medidas cautelares que permitan cesar la
amenaza o el daño ambiental materia de litigio

Asi mismo, es importante considerar que cuando un componente de la


naturaleza, como un río, una montaña o un bosque, ha tenido sus derechos reconocidos
en la Constitución vulnerados, la Corte debe identificar a dicho sujeto en el caso que
está examinando, para determinar el daño y la correspondiente reparación. Por lo tanto,
los magistrados pueden adecuadamente recibir demandas en nombre de elementos
específicos de la naturaleza, que poseen características distintivas como identidad,
ubicación, contexto, ciclo vital, estructura, funciones y procesos evolutivos. En el caso
que actualmente se encuentra en consideración de la Corte, se trata del río Monjas.
En el presente la acción de protección presentada se alega una vulneración al
derecho al medio ambiente sano, sin embargo es importante determinar también las
posibles vulneraciones a los derechos de la naturaleza al estar en un Estado que protege
el ambiente y reconoce derechos a la naturaleza. Siendo así, las accionantes alegan
también una vulneración a los derechos de la naturaleza.

En virtud de lo antedicho, y en consideración del principio de legitimación activa


Ann Arlene y Pamela Lilian Monge Froebelius cuentan con la legitimidad para
presentar acciones en ejercicio de los derechos de la naturaleza, además considerando el
carácter individual y colectivo del derecho humano al medio ambiente sano, estas
pueden presentar la presente acción en virtud que no únicamente se ha afectado un
interés particular como la afectación al derecho al patrimonio cultural, sino también un
interés colectivo como es el derecho al agua.

En cuanto a la parte demandada, la accion se presente en contra del Municipio


del Distrito Metropolitano de Quito, la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable
y Saneamiento (“EPMAPS”), la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras
Públicas (“EPMMOP”), la Secretaría de Ambiente del Municipio (“la Secretaría”), el
Instituto Metropolitano de Patrimonio del Municipio de Quito (“IMP”) y la
Procuraduría General del Estado (“PGE”).

De igual forma, se han presentado varios amici curiae, entre ellos: José
Guillermo Baez Martínez en calidad de propietario de un predio en la parroquia de
Pomasqui; Franklin Arnulfo Merlo Ramírez en calidad de presidente y representante
legal del conjunto Balcón del Norte; Carlos Raúl Cerón Chamorro en calidad de
propietario de un terreno ubicado en la urbanización Balcón del Norte; Jacqueline
Emerita Castro Llerena por sus propios derechos y en calidad de Presidenta del
Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial Rural de Pomasqui; Jenny Alexandra
Puebla como habitante del sector La Pampa; Mario Iván León Chiriboga en calidad de
propietario de un predio ubicado en la parroquia de Pomasqui; Estefanía Pabón en su
calidad de Presidenta del Colectivo “Vigilantes Quebrada Carretas”; Paola Romero en
calidad de representante legal de DIEM Consulting; Carla Luzuriaga Salinas en calidad
de coordinadora de litigio de la Plataforma por el Acceso a la Justicia, Tutela Judicial
Efectiva; e Inés María Manzano, Viviana Morales y Adriana Rodríguez, David Ramiro
Zaruma Avila, Daniela Elizabeth Becerra Becerra, José Rafael Dulbecco Bracco, Jorge
Eduardo Verdugo, José Elias Monge Froebelius y Sonia Elizabeth Puga Ruales por sus
propios derechos.

FUNDAMENTOS DE HECHO

El presente caso se centra principalmente en la contaminación del rio Monjas y


como esta presuntamente estaría violentando derechos consagrados en la Constitución
como el derecho humano al medio ambiente sano y derechos conexos, así como también
se estarían violentando los derechos de la naturaleza.

Dicha contaminación estaría siendo ocasionada a causa de que las aguas servidas
domesticas e industriales que producen los barrios del norte de Quito son descargadas
directamente y sin tratamiento al rio Monjas. De igual manera, el lecho del río Monjas
se ha profundizado por erosión hídrica y su cauce se ha ensanchado. No solo recibe
aguas servidas que contaminan el río, sino que también recibe las aguas pluviales del
noroccidente de la ciudad. Sumado al hecho de que la expansión urbana en Quito ha
impermeabilizado los suelos lo cual impide que el agua de la lluvia se absorba y vaya
directamente a las alcantarillas.

De igual manera, va a ser importante considerar que el rio Monjas ha sufrido una
destrucción gradual de su ecosistema y una creciente contaminación, lo cual afectaría el
derecho al desarrollo sostenible de los habitantes de la ciudad de Quito. Además, que el
río Monjas no tiene capacidad para recibir las aguas de tantos asentamientos humanos y
que la descarga incontrolada de aguas servidas y pluviales afectaría la integridad de su
caudal. Esto implica una explotación excesiva de los recursos naturales y pone en
peligro la capacidad de las generaciones futuras de utilizar de manera sostenible este
recurso.

Por otro lado, la erosión del lecho y las paredes del río Monjas tiene varios
impactos significativos. En primer lugar, provoca un aumento exagerado del caudal
del río, lo que puede llevar a desbordamientos y crecidas repentinas durante las épocas
de lluvia. Esto representaría un riesgo para las comunidades que viven cerca del río
y pueden resultar afectadas por inundaciones. Además, la erosión del lecho y las paredes
del río causa un desequilibrio en su comportamiento natural. El río se vuelve más
propenso a la socavación, lo que significa que el agua erosiona y debilita el suelo y las
estructuras cercanas al río. Esto puede resultar en deslizamientos de tierra y colapsos de
viviendas ubicadas en las zonas cercanas al río.

Otro aspecto que es importante tomar a consideración, es el presunto mal


manejo de la cuenca hídrica del río Monjas lo cual ha afectado el acceso y la
calidad del agua para las comunidades que se asientan a lo largo del río y para los
habitantes de la ciudad de Quito, así como también ha provocado una destrucción
gradual del ecosistema del rio Monjas, la cual sumada la creciente contaminación del rio
afecta el desarrollo de los habitantes de la ciudad de Quito.

En virtud de lo mencionado anteriormente, las accionistas hablan de una


presunta responsabilidad del Municipio de Quito al provocar y tolerar la contaminación
ambiental y del suelo que se está́ generando en el Río Monjas desde hace años atrás, lo
cual está afectando considerablemente la calidad de vida de las personas, y que aquello
provocaría dos claras vulneraciones a derechos constitucionales por parte del Municipio
y sus autoridades. La primera de ellas, con relación al derecho de todos los ciudadanos a
vivir en un ambiente sano y libre de contaminación, el cual por su magnitud y alcance
se relaciona directamente con el derecho a la vida, a la salud y la vivienda y la
propiedad de las personas. Y además de ello, en virtud de que las demandantes son
propietarias del bien patrimonial “Casa Hacienda Carcelén”, la cual se está viendo
afectada por la situación del Rio Monjas, señalan que las acciones y omisiones de las
autoridades genera una segunda vulneración al derecho de acceder a un patrimonio
cultural, para la memoria e identidad de las personas colectivas.

Ante esta situación, los demandados argumentan su defensa sosteniendo que la


situación del rio Monjas ha sido ocasionada por causas naturales, además sostienen el
haber realizado obras para evitar el problema natural ocasionado, razón por la cual
mantienen que no ha existido vulneración constitucional. Sumado al hecho de que los
demandados señalan que la parte accionante no ha establecido un nexo causal entre las
acciones y omisiones del Municipio y la situación del rio Monjas. A sí como tampoco se
ha establecido el nexo entre la erosión del rio Monjas y la situación de la propiedad.

En virtud de estos acontecimientos y los fundamentos de las partes, la Corte a lo


largo de la sentencia analiza:

 Si el municipio de quito tiene competencia y responsabilidad frente al daño


ambiental ocasionado en el rio monjas.
 Si la descarga de aguas contaminadas en el rio monjas, vulneran el derecho de
vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado en conexión con un
hábitat seguro. Siendo relevante para determinar si se han vulnerado los
derechos constitucionales de las personas que habitan en las zonas aledañas al
río Monjas y la Quebrada El Colegio.
 Si la contaminación y erosión del río Monjas vulnera el derecho a vivir en un
ambiente sano y ecológicamente equilibrado con relación al derecho al agua, el
desarrollo sostenible y al derecho a la ciudad
 Si la contaminación del río Monjas y la alteración de su caudal vulnera los
derechos de la naturaleza.
 Si las acciones y omisiones del Municipio de Quito con relación al cuidado del
caudal del río Monjas vulneran el derecho a acceder y conservar el patrimonio
cultural.
 Las respectivas reparaciones integrales en caso de existir menoscabo a los
derechos anteriormente mencionados.

DERECHOS VULNERADOS

En consideración de los fundamentos facticos, y el criterio de la Corte en el


presente caso ha existido una vulneración de varios derechos, no únicamente al medio
ambiente sano y a la propiedad cultural, sino que también se han violentado derechos de
la naturaleza, tomando en consideración que la Constitución reconoce a la misma como
titular de derechos.

Derecho humano al ambiente sano


La Constitución reconoce el “derecho de la población a vivir en un ambiente
sano y ecológicamente equilibrado, que garantice la sostenibilidad y el buen vivir,
sumak kawsay.

En primer lugar, para determinar aquellas derechos que han sido vulnerados es
necesario considerar que el derecho humano al ambiente sano tiene una doble
dimensión, la primera individual en virtud de que está vinculado con el interés de las
personas a vivir en condiciones adecuados para que nazca y se desarrolle la vida, es
decir que tiene interés individual en virtud de que cualquier menoscabo a este derecho
puede tener repercusiones directas o indirectas sobre las personas; y la segunda una
dimensión colectiva en virtud de que el derecho al medio ambiente sano es de interés
universal tanto para generaciones presentes y futuras, es decir que el derecho humano al
ambiente sano desde su dimensión colectiva beneficia a un grupo de personas de
manera indeterminada. A más de ello va a ser importante considerar que el derecho al
medio ambiente sano incluye la obligación de promover la protección, preservación y
mejoramiento del medio ambiente. Situaciones las cuales han sido recogidas incluso en
instrumentos internacionales de derechos humanos.

En consecuencia, de esta doble dimensión que se menciona, y además que el


derecho al ambiente sano se encuentra conectados con otros derechos es que la Corte
desde el carácter individual del mismo analiza la relación entre ambiente sano y habitad
seguro, y desde su dimensión colectiva se analizara los derechos al agua, desarrollo
sostenible y el derecho a la ciudad.

1. Derecho al hábitat seguro

La Constitución establece que “las personas tienen derecho a un hábitat seguro y


saludable, y a una vivienda adecuada y digna, con independencia de su situación social
y económica.”

Considerando que: la propiedad de las accionantes se encuentra a pocos metros de la


orilla del rio, la situación de contaminación existente en el mismo a consecuencia de
que el municipio descargo aguas servidas y pluviales más allá de la capacidad del rio
Monjas y que se ha contaminado mas allá de los niveles permitidos. Es que se
constituye una vulneración al derecho de las accionantes a vivir en un habitad seguro en
virtud de los actos y omisiones del Municipio, lo cual creo un hábitat inseguro para las
accionantes quienes presentan riesgos para su vivienda.

2. Derecho al agua

En cuanto al agua, la misma tiene un tratamiento especial dentro de nuestro


ordenamiento jurídico, pues a más de ser un elemento que permite garantizar el derecho
humano al medio ambiente sano, también es un derecho humano y un recurso natural el
cual debe ser aprovechado y conservado con el fin de garantizar la sostenibilidad y el
buen vivir.

Cabe mencionar que al hablar del agua como un derecho esto comprende mantener
un suministro de agua necesario y no ser objeto de cortes o contaminación de los
recursos hídricos, además incluye el acceso a un agua de calidad y el saneamiento, es
decir al tratamiento de aguas servidas. De tal manera es el agua no tiene calidad no se
está respetando el derecho humano al agua

Para nuestro caso en concreto, existe un manejo deficiente del rio Monjas situación
que ha afectado en el aprovechamiento y conservación del agua, esto provocado por la
actividad de descargar aguas contaminadas y no existir un correcto tratamiento de las
aguas saneadas y pluviales. Por lo tanto, se ha vulnerado el derecho humano al agua de
las personas que viven a lo largo de la cuenca del rio, así como los habitantes de Quito,
en virtud que la acción contaminante genera un desequilibrio en el ecosistema rio, así
además la escasez en cuencas puede modificar el equilibrio del agua.

3. Derecho al desarrollo sostenible.

El desarrollo sostenible implicar un equilibrio entre actividades sociales, culturales,


actividades productivos y económicos, todo ello en armonía con la naturaleza. Por lo
tanto, al ser el agua un elemento básico es importante subrayar la importancia del agua y
el saneamiento de la misma para las tres dimensiones del desarrollo sostenible.

Cabe mencionar que en el presente ha existido un uso insostenible del rio Monjas
pues se ha descargado más agua de la que el rio puede soportar, situación que afecta la
satisfacción de los derechos al ambiente sano y al agua de las generaciones presentes,
poniendo en peligro la capacidad de generaciones futuras de usar de manera sostenible
este recurso, además de que se ha afectado las funciones y estructuras del agua. Es por
ello que la destrucción gradual del ecosistema del río Monjas y su creciente
contaminación vulnera el derecho al desarrollo sostenible de los habitantes de la ciudad
de Quito, pues no es posible el desarrollo sostenible en un ambiente degradado.
4. Derecho a la ciudad

Por la manera en cómo se desarrolla el caso va a ser importante centrarnos en el


derecho a la ciudad en virtud de que el rio Monjas se encuentra en el distrito
Metropolitano de Quito y su situación está relacionado a los habitantes de esta ciudad.

La Constitución reconoce que “las personas tienen derecho al disfrute pleno de la


ciudad y de sus espacios públicos, bajo los principios de sustentabilidad, justicia social,
respeto a las diferentes culturas urbanas y equilibrio entre lo urbano y lo rural. El
ejercicio del derecho a la ciudad se basa en la gestión democrática de esta, en la función
social y ambiental de la propiedad y de la ciudad, y en el ejercicio pleno de la
ciudadanía” De tal manera, el derecho a la ciudad es un derecho que pertenece a toda la
población y los sujetos que la habitan, a generaciones presentes y futuras, para ocupar,
usar, y producir ciudades justas y sostenibles.

El contenido del derecho a la ciudad incluye la distribución espacial de los recursos


para asegurar buenas condiciones de vida, esto se refiere al acceso de recursos de buena
calidad tales como espacio público y servicios como el agua y saneamiento. Esta
distribución implica la creación de infraestructura verde y azul como una manera de
encuadrar una aproximación ecosistémica en la planificación urbana.

Así mismo al hablar del derecho a la ciudad, va a ser importante considerar la


planificación urbana la cual debe estar encaminada a que dentro de la ciudad la
naturaleza pueda mantener y regenerar sus ciclos vitales. En el caso que nos compete la
situación del rio Monjas además de tratarse de un mal uso del recurso natural, también
se genera a causa de una mala planificación de la ciudad al no tratar las aguas servidas
de manera correcta, a más que no ha se considerado que el crecimiento de las ciudades
ha impermeabilizado los suelos, y a más de ello que el rio soporta una presión antrópica
importante por la ocupación de viviendas en las zonas de protección , esto a causa de la
deficiente planificación del desarrollo urbano que además no considera las situaciones
climáticas de la ciudad de Quito, es por ello que el Municipio vulnera el derecho a la
ciudad en perjuicio de los habitantes de Quito.

Derechos de la naturaleza

Como ya se mencionó anteriormente, la naturaleza es sujeto de los derechos que


se le reconoce en la Constitución. Uno de estos derechos es el de integralidad en virtual
del cual la naturaleza tiene derecho “a que se respete integralmente su existencia y el
mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos
evolutivos”. Por lo que surge la obligación del Estado de aplicar medidas de precaución
para actividades que puedan conducir a la extinción de las especies y la destrucción de
ecosistemas o alteración de los ciclos naturales. Además, que el estado deberá garantizar
la conservación, recuperación y manejo integral de los recursos hídricos, cuencas y
caudales ecológicos. Regulando toda actividad que pueda afectar el equilibrio de los
ecosistemas.

La Constitución protege la existencia, mantenimiento y regeneración de los


ciclos vitales, la estructura, las funciones y los procesos evolutivos de la naturaleza,
como un todo, y dentro de este sistema se encuentran los ríos subrayando que los
mismos, cumplen diversas funciones como la provisión de agua para seres humanos,
auto purificación, control de inundaciones y sequias, mantenimiento del hábitat para
diferentes especies , además de que almacenan y transportan el agua lluvia, es por ello
el valor individual que tienen los ríos dentro un sistema complejo, cuya afectación
podría generación consecuencias a todo un ecosistema.

De lo antedicho, cabe la posibilidad de que los juzgadores pueden recibir


demandas a nombre elementos específicos de la naturaleza que tienen su identidad y
procesos propios, en este caso el rio Monjas el cual es sujeto de derechos, por lo tanto,
tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y
regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos.

En el presente caso, es un hecho que el Rio Monjas se encuentra contaminado,


situación que ha provocado que el rio lleve más agua de la que debería, además que se
ha socavado su lecho, degradado su piso, abiertos sus paredes y eliminado sus valles,
pues dicho rio ha servido de alcantarilla abierta para Quito, lo cual afecta a su equilibrio
ecológico, sumado al crecimiento urbano que ha destruido la vegetación nativa de la
zona.

La contaminación del rio impide el desarrollo de sus ciclos vitales, además que
el aumento del caudal ha provocado que el mismo no pueda cumplir sus funciones
ecológicas. Por lo tanto, existe una vulneración constitucional de los derechos
constitucionales del rio Monjas a que se respete su integralidad.

Derecho al patrimonio cultural.

La Corte finalmente determina que se ha vulnerado dicho derecho, pues el


Municipio no observo su obligación de preservar la identidad cultural e histórica de
Quito, pues no se ayudó a contribuir a cuidar conjuntamente con las personas
propietarias un bien que forma parte de la historia y la cultura de la ciudad, siendo esto
competencia de los gobiernos locales.

ANÁLISIS FUNCIONAL DE LA RESOLUCIÓN.

Una vez se han determinado los fundamentos de hecho, así como los derechos
constitucionales que han sido vulnerados a consecuencia de los actos y omisiones del
Municipio de Quito, va ser importante realizar un análisis integral en virtud de los
derechos y principios ambientales recogidos en la Constitución y en el Código Orgánico
del Ambiente.

En primer lugar, va ser importante subrayar que el Derecho Ambiental conlleva


dos grandes aristas, en primer lugar el derecho humano al ambiente sano caracterizado
por su carácter individual y colectivo del cual ya se habló anteriormente, a más de ello
este derecho humano va a tener un carácter autónomo, es decir que puede reclamarse su
ejercicio ante un juez sin la necesidad de determinar que se ha vulnerado otro derecho, y
de igual manera es un derecho el cual va a servir para garantizar otros derechos en
virtud del contenido tan amplio que presenta, siendo así va a estar intrínsicamente
relacionado por ejemplo con el derecho humano a la salud, al agua, a la vida, a la
dignidad, al hábitat seguro, etc. Es por esta razón, que en el presente caso la Corte hace
un análisis de manera independiente de cada uno de estos.
Desde nuestra perspectiva, la Corte hace bien en analizar de manera autónoma
cada uno de estos, tomando en consideración si se está afectando un interés particular
como es el caso de la Hacienda Carcelén, la cual ha sido afectada en virtud de la
situación de contaminación del rio Monjas que ha provocado el crecimiento del cauce
del rio haciendo que el mismo soporte más cantidad de agua de la que debería a causa
del mal manejo de las aguas saneadas y pluviales, poniendo en una situación de riesgo a
las viviendas que viven cerca del sector, pues es evidente que la situación del rio podría
generar desbordamientos. En virtud de ello la Hacienda podría caerse, pues varias de
sus paredes y cubiertas están cuarteadas y las gradas aledañas al borde del río están
inclinadas. Siendo evidente la falta de acción por parte del municipio, además de la
existencia del nexo causal entre la situación del rio Monjas y de la propiedad, razón por
cual bien hace la corte en determinar que ha existido una violación a un derecho
individual como es el hábitat seguro el cual se encuentra intrínsicamente relacionado
con el derecho al medio ambiente sano.

De igual manera, como se mencionó anteriormente la Corte en virtud del


carácter colectivo del derecho humano al medio ambiente sano realiza un análisis para
determinar si la situación en la que se encuentra el rio Monjas vulnera un interés
colectivo, pues es evidente que la contaminación del Rio así como el crecimiento de su
cauce provoca un desequilibrio en el ecosistema, tomando en consideración la
importancia antropocéntrica que tienen los ríos, de tal manera que existe un perjuicio
colectivo, considerando que la situación de la crisis ambiental nos afecta a todos, por lo
tanto se habla de que las omisiones y actuaciones del Municipio no solo afecta un
derecho individual como puede ser el del hábitat seguro, sino que también afecta a
determinados elementos naturales como el agua la cual a más de ser un derecho humano
que tiene su respectiva regulación también es un recurso natural el cual tiene
determinados usos para el beneficio del ser humano.

Así también, dentro del carácter colectivo del derecho humano al medio
ambiente sano es importante considerar el desarrollo sostenible como el derecho que
busca un equilibrio entre distintos elementos culturales, sociales, económicos y
naturales, derecho el cual también ha sido vulnerado al violentarse otros derechos
conexos como el derecho al agua.
Es importante hacer una especial mención al Derecho a la Ciudad como un
derecho que tiene un carácter autónomo y una especial regulación dentro de nuestra
Constitución, sin embargo, esta intrínsecamente relacionado con el derecho al medio
ambiente sano, ya que un entorno urbano saludable y sostenible es fundamental para
garantizar una ciudad habitable y para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. La
protección del medio ambiente en un contexto urbano es esencial para lograr una ciudad
que respete los derechos humanos y promueva el bienestar de sus residentes. De igual
manera, dentro del derecho a la ciudad está el derecho que tienen las personas a que
exista un equilibrio entre el crecimiento urbano y la conservación del medio ambiente,
derecho el cual se ha violentado considerando que el Municipio en primer lugar no
llevaba un manejo óptimo de las aguas pluviales y residuales, a más de que no considero
planes o proyectos para solventar la situación ambiental provocado a consecuencia del
crecimiento de las ciudades.
Respecto a principios ambientales que toman importancia en el caso podemos
mencionar el principio de quien contamina paga en virtud del cual se busca identificar
quien es responsable del impacto ambiental generado, para exigirle medidas de
reparación integral, en este caso el Municipio al haber omitidos ciertas acciones
orientadas a solventar la situación del río Monjes.
La Constitución establece la responsabilidad objetiva por daños ambientales:
quien daña al ambiente tiene la obligación de restaurar integralmente los ecosistemas.
De acuerdo con la Constitución, “la responsabilidad por daños ambientales es objetiva.
Todo daño al ambiente, además de las sanciones correspondientes, implicará también la
obligación de restaurar integralmente los ecosistemas e indemnizar a las personas y
comunidades afectadas”

Por otro lado, en virtud del principio de inversión de la carga de la prueba al


haber los accionantes probado el nexo causal, van a ser los demandados en este caso el
municipio quien deberá demostrar la inexistencia de un daño, situación la cual no ha
sido demostrada.

Por último, en consideración del especial reconocimiento que tiene la naturaleza


dentro de nuestro ordenamiento jurídico es importante hacer mención a que la situación
del rio Monjas no solo vulnera derechos humanos, sino que también se vulneran
aquellos derechos que tiene la naturaleza y que se encuentran reconocidos en nuestra
Constitución. Especial referencia hace la corte al derecho de integralidad en virtud del
cual la naturaleza tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el
mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales estructura, funciones y procesos
evolutivos , sobre esto existe un evidente menoscabo a la naturaleza, en virtud de que la
contaminación ocasionado en el rio, sumada a que las características naturales del
mismo se han visto afectadas, es que se habla correctamente de que no se ha respetado
los ciclos vitales, estructuras y funciones del rio Monjas, a causa de diversos factores
como la erosión del cauce, la impermeabilización de la cuenca hidrográfica, situaciones
que han provocado una alteración en los procesos naturales del mismo.

En consecuencia, de que se ha vulnerado el derecho a la integralidad que tiene la


naturaleza, surgen otros derechos como por ejemplo el derecho de restauración en virtud
del cual se busca regresar al estado anterior, siendo este un proceso humano,
tecnológico, artificial que se va a implementar con la finalidad de que los elementos
naturales vuelvan al estado que tenían anterior a la afectación producida. Este derecho
implica la remediación, es decir, la limpieza de todos los elementos extraños en
cantidad o calidad a las condiciones naturales que, como tal se convierten en agentes
contaminantes de la naturaleza. La restauración debe y tiene que estar orientada a que la
naturaleza recupere sus funciones, estructura, características, elementos, de manera que
pueda recuperar su equilibrio. Por otro lado, la naturaleza cuenta con el derecho de
mitigación el cual consiste en eliminar los efectos nocivos diferentes a la composición
natural, siendo así un proceso humano de actividad de limpieza, derechos que toman
gran importancia en el caso como lo analizaremos más adelante

De igual manera, surge el derecho a la reparación integral el cual implica:


remediación, indemnización, compensación in natura, garantía de no repetición y
acciones de satisfacción como disculpas públicas o la garantía de no repetición de los
cuales se va a hablar a continuación:

La reparación Integral:

Antes de realizar un análisis a este caso en concreto debemos recordar que


nuestra Constitución establece que, cuando se declara una violación de derechos
constitucionales mediante sentencia, el juez en la misma debe establecer la reparación
integral. Es así que está Corte para determinar las obligaciones y las circunstancias de
tiempo, modo y lugar, deberán ser adecuadas a la violación de derechos, deseables por
las víctimas y afectadas, aceptables en el contexto social y cultural, y posibles de
acuerdo a las condiciones económicas e institucionales.
En este caso las accionantes para detener la contaminación ambiental, solicitaron
como medidas de reparación la construcción de interceptores sanitarios paralelos al rio y
demás acciones que mitiguen el daño ambiental; para frenar la erosión del suelo
solicitaron la construcción de un colector dentro de la zona de mayor afectación del rio
Monjas y el embaulamiento; para compensar los daños materiales, indemnizaciones por
la vulneración de su derecho a la propiedad. Además, otras personas sugirieron varias
medias como la construcción de humedales de infiltración y jardines lluvia, ya sea en
espacios públicos como en construcciones privadas, ampliación y protección de áreas
verdes, revegetación, protección a los márgenes de la quebrada, la creación de una
veeduría ciudadana, la expedición de una ordenanza verde y azul, el cambio de
autoridades, etc.
Por otro lado, la Corte considera que las afectaciones al rio Monjas y a su cuenca
hidrográfica responden a fenómenos multicausales, provocados en el tiempo por la
acción y omisión de múltiples autoridades locales, incluso de las personas que viven en
Quito y está problemática necesita soluciones en el tiempo, complejas y con la
intervención de agencias municipales, además de necesitar el apoyo del gobierno
nacional, y que la ciudadanía contribuya a la reparación de los derechos vulnerados. De
la misma manera, para tener en cuenta la afectación a los derechos al ambiente sano,
hábitat seguro, agua, a la ciudad, a la naturaleza, al patrimonio cultural, es importante
focalizar las medidas de reparación en la rehabilitación y en la no repetición. En lo
referente a la indemnización, que era un pedio expreso de las accionantes, la Corte
considera que el costo de las medidas que se dictaran a cargo del municipio se tendrá
como una medida adecuada de reparación y finalmente con el pedido del
embaulamiento del cauce del rio Monjas, técnicos, peritajes, entre otros, han
determinado que, al tratarse de una solución basada en el cemento, este podría causar
daños a largo plazo y eventualmente afectaría a otros tramos del rio.
Así mismo, las medidas de reparación, encaminadas a la rehabilitación y no
repetición que la Corte ha considerado que abordan las vulneraciones, son tres: A. La
ejecución de obras tendientes a estabilizar el cauce del rio en el tramo la Esperanza y
proteger la casa Hacienda Patrimonial. B. La definición y ejecución de una política
pública, que se materializa en la elaboración de un plan comentario del rio Monjas y C.
La expedición de una ordenanza “verde – azul”

Medidas de reparación para la estabilización del tramo la Esperanza y protección


de la Casa Hacienda Patrimonial.
- La ejecución de obras y proyectos necesarios para la disipación de energía
hidráulica y el control del caudal, así como el proyecto de estabilización del
cauce y taludes en el tramo la Esperanza.
- La ejecución de obras complementarias como la instalación de mallas
retenedores de desechos sólidos.
- La supervisión, mantenimiento continuo y reparación de las obras que regulen
el nivel del caudal del rio Monjas.
- La revegetación con especies nativas de las riberas del rio Monjas, para
fomentar la estabilización de las laderas, retención de sólidos y la disminución
de la energía que acarrea el rio.
- La ejecución de obras civiles e hidráulicas concretas para la protección de la
casa Hacienda Patrimonial.

Plan complementario del Rio Monjas:


- Para estabilizar, restaurar, descontaminar y restablecer el equilibrio ecológico del
cauce y la cuenca del rio Monjas, el Municipio de Quito deberá diseñar una
planificación complementaria al plan de Desarrollo y ordenamiento Territorial
(PDOT) específica para la cuenca del rio Monjas.
- El plan complementario deberá contemplar varios niveles de intervención y
medidas de reparación a corto plazo; desde la expedición de esta sentencia hasta
dos años para proteger de manera inmediata a las zonas del alto riesgo de la
cuenca del rio Monjas; a mediado plazo, de 2 a 5 años para regular el caudal del
rio Monjas a fin de alivianar su carga y de 5 a 15 años para intervenir de manera
integral en las cuencas hidrográficas con el fin de estabilizar los cauces y
descontaminar las aguas de los ríos que atraviesan Quito.
La ordenanza “verde-azul”
- La Corte considera que una de las formas más efectivas para promover la no
repetición es el establecimiento de un marco normativo encaminado a establecer
los principios y las reglas, que tome en cuenta los derechos desarrollados en esta
sentencia, para que la cuenca del rio Monjas y otras cuencas semejantes en el
cantón Quito se restauren y sean tratadas de forma integral.

Este marco normativo deberá valorar, respetar, proteger y restaurar a la


naturaleza y sus interrelaciones con la ciudad y sus habitantes (verde) y la
conservación y restauración de las fuentes, captación, tratamiento, suministro,
diseño, uso eficiente y saneamiento del agua y sus ecosistemas (azul).

En este caso las medidas que fueron propuestas por las accionantes como
medidas de reparación tienen relación directa con el Art.- 72 de la Constitución ya que
se menciona que la naturaleza tiene derecho a la restauración, en este caso en concreto
se toman medidas que eventualmente buscan que la naturaleza regrese al estado
anterior, como lo que se ha llegado a establecer en esta sentencia como es la ejecución
de obras y proyectos que tienen la finalidad de reducir la energía hidráulica y el control
del caudal, este resultado se da cuando existe intervención humana para tratar de
remediar el problema, además se toman más medidas como es la instalación de mallas
retenedoras para desechos, la revegetación y la ejecución de obras civiles, todas están
con la finalidad de restaurar la naturaleza.

Adicionalmente, se implementó un plan complementario para estabilizar,


restaurar, descontaminar y restablecer el equilibrio ecológico; de igual forma estamos
frente a la aplicación del Art.-72 de la constitución. Finalmente, con la ordenanza
“verde-azul” que se basa en promover la no repetición mediante el establecimiento de
reglas y principios que buscan que en situaciones similares se trate de la misma forma
en la que se desarrollaron los derechos en esta sentencia: Valorar – respetar – proteger –
restaurar a la naturaleza y sus interrelaciones con la ciudad y sus habitantes (verde) y
Conservación – restauración de las fuentes – captación – tratamiento – suministro –
diseño – uso eficiente – y saneamiento del agua (azul). Estas son medidas
indispensables que nos permiten tener la certeza de que se van a cumplir con el respeto
de la naturaleza y a su vez permiten a los seres humanos vivir en condiciones adecuadas
respetando sus derechos, así mismo, reconociendo que, si existe un daño, va a existir la
responsabilidad teniendo que realizar como en este caso una reparación integral.

CONCLUSIÓN Y OPINION

Tomando en cuenta los antecedentes presentados dentro de la Sentencia No.


2167-21-EP/22, emitida por el Pleno de la Corte Constitucional del Ecuador, en el que
se plantea una acción extraordinaria de protección consagrado en el Art. 437 de la
Constitución, en contra del Municipio de Quito y varios se sus organismos, señalando
que se han vulnerado derechos a vivir en un ambiente sano, ecológicamente equilibrado
establecido en el Art. 14 de la constitución, en conexidad con el derecho al hábitat
seguro también establecido en el Art. 30 del mismo cuerpo legal, al agua, al desarrollo
sostenible, a la ciudad, a los derechos de la naturaleza en consideración de nuestro
grupo el derecho mas importante vulnerado recordando que la naturaleza tiene derecho
a que se respete y proteja su existencia, a la regeneración, a la mantención y a la
restructuración de sus funciones y equilibrios dinámicos, el cual se encuentra en el Art.
71 de la Constitución, y por ultimo al patrimonio cultural.
Es importante, resaltar lo dicho por la parte accionante en el punto No. 22,
apartado IV sobre el Análisis de la acción extraordinaria de protección, aludiendo lo
siguiente: “no sólo se está vulnerando los derechos como ciudadanos a vivir en un
ambiente sano, sino también el derecho de la naturaleza que como usted conoce a
partir de nuestra Constitución de Montecristi la naturaleza, resulta que también tiene
derechos, entonces hay una doble vulneración en ese sentido”, en nuestro grupo
pudimos analizar mas de cerca el caso en cuestión, por lo que nos parece importante el
alegato presentado, ya que debemos resaltar la doble vulneración que existe, como
primer afectado en derechos constitucionales es los habitantes y ciudadanos como parte
de que no se encuentran en un espacio apto para vivir, recordando que en la Declaración
de Estocolmo, dictada en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente Humano, en el año de 1972, un ambiente sano implica que se encuentre
ecológicamente equilibrado debiendo garantizar la sostenibilidad y el buen vivir, por lo
que se añade que el entorno debe ser seguro para la familia, con seguridad para el
crecimiento que permita un desarrollo pleno con todos sus beneficios.
En virtud de ello, el estado ecuatoriano debe adoptar políticas de prevención y
precaución, las mismas deben ser eficaces evitando impactos ambientales negativos, en
nuestra Constitución se establece en el Art. 396, en el inciso segundo se habla de la
responsabilidad por daños ambientales como objetiva, es decir que el daño que se cause
no solo se es responsable con las sanciones correspondientes sino que también se verá
en la necesidad de restaurar integralmente los ecosistemas como también indemnizar a
las personas y comunidades afectadas. Por tales motivos detallados en todo el
documento, podemos decir que la decisión que se emite en el caso del Rio Monjas, es
debidamente fundamentada para responsabilizar al Municipio del Distrito Metropolitano
de Quito, los cuales vulneraron el derecho de las personas que viven a lo largo de la
cuenca del río Monjas como también a los habitantes de la ciudad de Quito a vivir en un
medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado, y demás derechos vulnerados, que
a nuestro parecer existe un caso de doble vulneración como se especifica en los alegatos
a de la demanda, así también lo reconoce el pleno de la corte señalando que el Río
Monjas es sujeto y titular de los derechos reconocidos a la naturaleza y tiene derecho a
que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus
ciclos vitales.

Por lo tanto, como grupo hemos podido analizar que la naturaleza es sujeto y
titular de derechos, la misma cuenta con una protección en la que se le puede
representar en forma integra y completa, con el fin de proteger lo que nos da vida así
podemos devolver de cierta forma lo que nos brinda todos los días, se debe asegurar el
cumplimiento de los derechos de la naturaleza y alcanzar los fines que se propone en la
Constitución.

Bibliografía

Ab. Ana Maria Bustos Cordero. (2019). Manual de Derecho Ambiental para Gobiernos
Autónomos Descentralizados Parroquiales.

Sentencia de la Corte Constitucional N° No. 2167-21-EP/22, 19 de enero de 2022.

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