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Conflicto caso: espinar cusco

La década pasada dejó avances impresionantes para Perú La pobreza se redujo a menos de la mitad y
muchos servicios básicos se expandieron a comunidades que habían vivido al margen de la mayoría de
los beneficios del Estado , Todo esto como resultado de un importante y sostenido crecimiento
económico, y la implementación de un conjunto importante de políticas sociales. Los conflictos mineros
de la última década no sólo han puesto en riesgo cuantiosas inversiones, de las que depende el país para
mantener su actual ritmo de desarrollo, sino que imponen importantes costos sociales y económicos
sobre las comunidades situadas en zonas mineras que son, precisamente, las que deberían ser más
beneficiadas por el hallazgo de minerales en su territorio.Por lo cual en este texto vengo hablar de un
caso en particular el cual como bien su titulo lo dice es el de espinar en cusco este como bien se dice es
una “insensibilidad humana” hacia los habitantes de la zona ya que la extracción de metales pesados
que se dieron en esta zona afectan y atentan contra la salud de los pobladores .Ademas de las diversa
denuncias por contaminación de los ríos en Espinar, por parte de ciudadanos y autoridades de la
provincia, provocaron movilizaciones en contra de la empresa minera Xstrata Tintaya, hecho por el cual
el Estado declaró el estado de emergencia,Tambien cabe decir que el conflicto ambiental de Espinar se
construye sobre una ideología que busca imponer y mantener el discurso del bloque hegemónico actual,
la cual se caracteriza por generar una visión dicotómica, que por un lado, sobrevalora a la minería como
la actividad más importante del país (sin tomar en cuenta otras actividades económicas alternativas) y la
imagen de los actores que la promueven (Empresa Minera y Estado), mientras que por otro lado,
invisibiliza, discrimina y/o estereotipa a los actores que se oponen a esta actividad en la zona
(Autoridades, Líderes y Ciudadanos/as de Espinar).

La minera incide en algunas variables del sistema como la migración, gobernanza, la intensificación y los
impactos ambientales. Generando consecuencias muy perjudiciales para la población como la a causa
del conflicto es por afectación del recurso agua y suelo que ha llevado al deterioro y degradación socio-
ambiental de poblaciones adyacentes. En cuanto a la percepción existe contaminación y afectación del
agua y suelo, la calidad de la salud es mala. La mina no es percibida como sector que genere empleo, a
pesar que afirman que si aporta al desarrollo y por el cuidado del ambiente consideran a las ONG. Se
sugiere hacer análisis con los ciclos adaptativos que permiten organizar información y describir la
dinámica del sistema, se recomienda la institucionalización de una instancia permanente de diálogo y
desarrollo orientados a lograr efectivas transformaciones a los conflictos y promover el Consentimiento,
para la toma de decisiones que involucran el uso de los recursos naturales.

Otra consecuencia perceptible es La muerte de animales –sobre todo de ganado– fue el


desencadenante de las protestas en la provincia provincia. A partir de ellas, se señaló a la
minera Xstrata Tintaya como la fuente de contaminación de los ríos Salado y Cañipía. La
comunidad campesina de Tintaya Marquiri fue la primera en levantarse. Cabe señalar que los
resultados de los monitoreos realizados posteriormente establecieron que la muerte de
animales se debió a factores naturales.

Las violentas manifestaciones frustraron el primer intento de diálogo entre el gobierno y los
dirigentes de Espinar. Hacia el 29 de mayo, las protestas causaron cuatro muertes, ocho
heridos y 76 policías agraviados. Ante ello, se oficializó el estado de emergencia por 30 días en
Espinar..

Este caso tiene actores involucrados: la Compañía Minera Antapaccay, autoridades del Comité de
Gestión del Convenio Marco ,la sociedad civil, los mineros locales y Minero Perú, gobierno central y
local, poblaciones expropiadas, EMETINSA S. A. y en la actualidad las poblaciones adyacentes a la mina, ,
CooperAcción, minera y Fundación Tintaya. Las escalas de influencia de los actores van desde lo global
hacia lo local. Con la necesidad de que el Poder Ejecutivo se ponga en acción a través del Ministerio de
Salud,con el fin de evaluar el nivel de metales pesados en la sangre de los ciudadanos de esa localidad.
“No estamos pidiendo un favor. Exigimos que el gobierno central actúe en la protección de vidas
humanas y de los animales”, exclamó Rozas. “Señor presidente, la provincia de Espinar no cuenta con
agua, recurso vital para preservar sus vidas. Tome cartas frente a este pedido de urgencia. Son miles de
familias que exigen por años sus derechos”, aseveró el legislador. Fernando Osores, médico magíster en
enfermedades infecciosas y tropicales y consultor en salud ambiental, informó que en la gestión del
expresidente Ollanta Humala Tasso, él encabezó los estudios a raíz de las denuncias que fueron
formuladas desde el año 2012.. Los representantes señalaron que antes de que surgiera este problema,
sostuvieron con la empresa minera más de cien mesas de diálogo en los que esta última se comprometía
en tomar las medidas del caso con el propósito de mejorar la calidad de vida de sus habitantes, pero que
hasta la fecha sólo han quedado en palabras. “La muerte de animales –sobre todo de ganado– fue el
desencadenante de las protestas en la provincia. A partir de ello, se ha detectado que más de 180
personas, entre niños jóvenes, adultos y adultos mayores, se sometieron a exámenes de sangre,
resultando que su organismo estaba contaminado con restos de metal”, denunció el alcalde provincial,
Manuel Salinas (MRM), también hubo un dialogo para hacer una entrega de un bono solidario de 1.000
soles para los residentes de los ocho distritos de dicha provincia. Este monto, que en total es de 50
millones de soles, exigen que sea tomado del fondo del Convenio Marco, que asciende a 134 millones.
Desde el mes de mayo comenzaron las reuniones para llegar a un acuerdo, sin embargo, se rompió el
diálogo y con ello inició también un paro indefinido. Hasta el momento, los residentes de Espinar no han
conseguido la respuesta deseada por parte de la minera y de las autoridades del Gobierno.

En este caso a simple vista podemos observar que existen muchos derechos los cuales han sido
vulnerados y los cuales no han sido respetados Este último 11 de abril el Gobierno prorrogó por sesenta
días el Estado de Emergencia en el Corredor Vial Apurímac– Cusco– Arequipa. Esto se suma a los Estado
de Emergencia decretados desde agosto de 2017 en diversos distritos de Apurímac y Cusco, con lo que
hay zonas que cumplirán al menos diez meses en esta situación. Frente a estas graves vulneraciones de
los derechos a la libertad, a la seguridad personal, a la inviolabilidad del domicilio, la libertad de reunión
y de tránsito de las y los ciudadanos, las organizaciones abajo firmantes manifestamos: 1. Nuestra
profunda preocupación porque el gobierno a través de las renovaciones consecutivas en estos
territorios de los Estados de Emergencia está convirtiendo como una medida permanente una medida
que por mandato constitucional y de acuerdo a las obligaciones internacionales es “excepcional”. 2. Se
está produciendo una constante violación a la Constitución Política del Perú toda vez que esta señala los
requisitos para la aplicación de los estados de emergencia, indicando que solo debe emplearse en “caso
de perturbación de la paz o del orden interno, de catástrofe o de graves circunstancias que afecten la
vida de la Nación”. Ninguna de estas situaciones se ha presentado en el territorio afectado por esta
declaratoria de emergencia. Más aún, la calificación de esta medida como “preventiva” introduce una
causal que no existe ni en el texto constitucional ni en la normatividad internacional sobre los Estados
de Emergencia. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha afirmado claramente que “(…)
que las medidas de emergencia deben estar justificadas por una amenaza a las condiciones necesarias
para mantener la organización política del Estado de acuerdo con los principios de la democracia
representativa” Los tipos de vulneración de derechos fundamentales en el conflicto social minero
Tintaya Antapaccay en el 2012 son el resultado de la violencia instrumental y exceso del uso legítimo de
la fuerza policial. A pesar que el cuerpo, la vida y la salud son bienes juridicos tutelados e indisponibles
en una intervención policial, la vulneración de los derechos a la vida, integridad física, salud y libertad
personal quedaron registrados en las muertes, heridos y detenciones arbitrarias de quienes ejercieron
su derecho a protesta. La vulneración se extendió incluso a terceros que no participaron en las
manifestaciones. La represión policial violenta en Tintaya Antapaccay, las detenciones arbitrarias y
hostilización a los defensores de los derechos fundamentales de los manifestantes está sostenido en
contratos privados entre la Policía Nacional del Perú y la empresa minera. El Estado criminalizó y
sancionó el ejercicio del derecho a la protesta pero no ejerció un control posterior ni sanción sobre los
excesos del uso legítimo de la fuerza policial. Las víctimas se ven imposibilitadas de recibir una
reparación. Esta política pública de inacción se tradujo en impunidad sobre aquellos policías que
vulneraron los derechos fundamentales de los manifestantes.

En conclusión la población está cansada, que la desprotección en derechos continúa empeorado y la


situación precaria en la que viven, con una salud debilitada debido a la contaminación en sus cuerpos
generada por la mina y sin un hospital adecuado. Pero lo que más les preocupa es que el internet no
llega bien, tampoco los medios de comunicación, y con esto la educación de la mayoría de niñas y niños
está paralizada.El conflicto en Espinar aún no está resuelto del todo, aún continúan en tensa calma. Lo
único cierto es que si nuestra economía a nivel nacional no se ha estrellado contra el piso aún, es
porque sigue cayendo en picada y no hay quien la frene. Ha terminado un periodo, pero quienes ponen
las reglas de juego parecen no haber acusado recibo de esto. Insisten en que la única vía para salvar
nuestra economía será el extractivismo exacerbado, ese mismo extractivismo que está incrustado en
Espinar desde más de 30 años y que aún no ha llevado ni salud ni alimentación ni educación de calidad.

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