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Factores del entorno que impactan en el proceso emprendedor

Existen una serie de factores comunes en todas las sociedades que, aunque pueden expresarse
de diferente forma e intensidad en cada una de ellas y dependiendo del momento, impactan de
alguna manera en el desarrollo de emprendedores/emprendedoras y emprendimientos, ya sea
obstaculizando o favoreciendo (Kantis, 2004).

Estos factores son siete:

Fuente: adaptado de Kantis, 2004, p. 28.

● Condiciones sociales y económicas: estos factores inciden, principalmente, en la


ideación y en la etapa de gestación de un emprendimiento. La situación social y
económica determina el perfil de los hogares de donde provienen los potenciales
emprendedores, ya sea porque favorecen o dificultan la obtención de contactos o la
posibilidad de contar con capital para emprender. Asimismo, el grado de estabilidad
macroeconómica de un país afecta al contexto y a la posibilidad de identificar
oportunidades de negocios. Y finalmente, el nivel de ingresos de una sociedad configura
el tipo de demanda de bienes y servicios; consecuentemente, el tipo de oportunidades
que un emprendedor puede explotar (con menor o mayor grado de innovación).
● Cultura y sistema educativo: estos factores también inciden en la pre configuración del
emprendedor y durante la gestación de un emprendimiento, “La cultura es el conjunto
de normas y valores de una sociedad.... En sociedades con culturas favorables a la
empresarialidad es más factible que las personas deseen emprender” (Kantis, 2004, p.
25). Esas culturas son construidas por la familia, los medios de comunicación, el sistema
educativo y la experiencia personal a través de la valoración social del emprendedor y el
fomento de la vocación emprendedora.
● Estructura y dinámica productiva: estos factores inciden en las tres etapas del proceso
emprendedor. La estructura productiva que se trate (el sector, la región y el tamaño de
las organizaciones existentes) afecta la experiencia, las relaciones y el desarrollo del
perfil emprendedor. La dinámica productiva (crecimiento o estancamiento del mercado y
magnitud de las barreras de entrada), por su parte, afecta la posibilidad de crear y
desarrollar nuevos emprendimientos y el tipo de oportunidad de negocio que se puede
aprovechar.
● Aspectos personales: como hemos visto anteriormente, este factor afecta de manera
determinante todo el proceso emprendedor; “Se refiere al perfil sociodemográfico del
emprendedor [edad, sexo, escolaridad, empleabilidad] y a las competencias para
emprender (propensión a asumir riesgo, tolerancia al trabajo duro, capacidad de
gestión, creatividad, etc.)” (Kantis, 2004, p. 27). Estos aspectos personales están
determinados por los factores previamente analizados.
● Redes del emprendedor: las redes de relaciones afectan el buen desarrollo de las tres
etapas del proceso emprendedor. Se distinguen tres tipos principales de redes: “sociales
(amigos, familia), institucionales (asociaciones empresarias, instituciones de
conocimiento superior, agencias de desarrollo, etc.) y comerciales (proveedores,
clientes)” (Kantis, 2004, p. 27). Asimismo, las redes pueden ser identificadas en aquellas
ya existentes en el ámbito de actuación del emprendedor y en aquellas que son
producto y construcción de los emprendedores durante el proceso emprendedor. De
estas redes, el emprendedor puede recibir ayuda para iniciar y desarrollar su proyecto al
recibir información, soporte y acceso a los recursos.
● Mercado de factores: este es un factor que incide durante todo el proceso. En la gestión,
determina la posibilidad de proyectar el emprendimiento según las fuentes de
financiamiento disponibles (préstamos, subsidios, inversiones, etc.). La puesta en
marcha y primeros años se ven afectados por el nivel de acceso al capital económico,
físico, intelectual y humano.
● Regulaciones y políticas: hacen referencia al conjunto de normativas y políticas
gubernamentales (impuestos, trámites legales y de habilitación de locales, leyes
laborales, subsidios y créditos, iniciativa y programas de fomento, entre otros) que
afectan la puesta en marcha, los primeros años del emprendimiento e inclusive más allá:
el mantenimiento de la organización.

Hay que tener en cuenta que el impacto negativo de alguno de los factores puede disminuirse
aprovechando los beneficios de los factores que inciden positivamente. Así, por ejemplo, si una
persona no proviene de un perfil de hogar de ingreso alto, pero desarrolla aspectos personales
para emprender y aprovecha las oportunidades que la cultura emprendedora de su sociedad
fomenta, entonces tiene mayores probabilidades de emprender satisfactoriamente. Por ello,
cualquier persona que emprende debe conocer estos factores y analizar cómo inciden en el
proceso emprendedor que desea encarar. De este modo, logrará enfrentar saludablemente a los
desafíos y evitará problemas indeseables durante el proceso.

Referencias:

Kantis, H. (2004). Un enfoque sistémico de la creación de empresas. En H. Kantis, P. Angelelli, y


V. Moori Koening (eds.), Desarrollo Emprendedor. América Latina y la experiencia internacional
(pp. 21-34) [versión electrónica]. Washington, Estados Unidos: Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), FUNDES internacional. Recuperado de
https://publications.iadb.org/bitstream/handle/11319/442/Desarrollo%20emprendedor.pdf?se
quence=2

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