Relación Organización y Entorno

Una vez comprendido el entorno como el conjunto de factores que ejercen influencia
sobre la organización empresarial, resulta evidente la existencia de una relación
funcional entre ambos elementos. Cuando estos factores tienen incidencia en un
conjunto organizacional, se le conoce como entorno general y cuando afecta a una
organización de forma particular se le conoce como entorno específico y es de esta
distinción dual de donde se puede obtener una relación más definida.

Del entorno especifico la organización obtiene aquellas relaciones de hecho que

sirven de sustrato a la actividad empresarial en sus distintos niveles, sean estos
económicos, administrativos, financieros o laborales. Los clientes, proveedores y
competidores son precisamente los elementos externos a la organización que,
aunque distintos entre sí, tienen en común el hecho de estar directamente ligadas
a ella, condicionando su actividad y funcionamiento

En este mismo orden de ideas, Camisón y Dalmau (2009), señalan otros aspectos
del entorno que guardan relación con la organización y que pudiesen no ser tan
evidentes como los mencionados anteriormente hasta que son analizados
idóneamente. Tal es el caso de valores como la gran sensibilización social hacia
temas como la incorporación de la mujer al mercado laboral o la preocupación por
el medio ambiente, que hace necesario el planteamiento de nuevas estrategias y
estructuras empresariales, El género, la cultura o la personalidad de los empleados
que influyen en sus puntos de vista, reacciones y comportamientos dispares
también afectan al funcionamiento de las organizaciones y pueden hacerlo de
manera positiva o negativa en función de la capacidad que tenga la dirección para
reconocer la contribución que estas diferencias pueden aportar a la organización,
así como su habilidad para gestionar las mismas de la manera más adecuada. Al
respecto alegan los autores citados que:

El punto de partida para lograr el éxito en esta tarea consiste en reconocer

las principales barreras existentes para el aprovechamiento de la diversidad,
barreras como el machismo, feminismo, racismo, etc., que producen
 prejuicios, miedo a lo desconocido y a enfrentarse a formas de pensar
diferentes. (Pag. 41).

Así pues, las organizaciones se enfrentan a un entorno en el que el cambio

se da a una velocidad sin precedentes, por lo que los principios y criterios válidos
en otros momentos en la actualidad pudiesen quedar obsoletos y las empresas
tienen que adoptar nuevas formas de actuación para adaptarse a los cambios del
entorno e incluso adelantarse a ellos. Esto exige una mentalidad abierta por parte
de la dirección para romper los esquemas preestablecidos y adoptar medidas y
procedimientos nuevos y revolucionarios. En definitiva, deben estimularse la
innovación y el cambio.

Importancia del entorno en la constitución de la organización

Desde que el emprendedor tiene una idea de negocio y decide llevarla adelante
hasta convertirla en un proyecto viable, se enfrenta a obstáculos externos como la
falta de cultura emprendedora a su alrededor, impedimentos familiares, falta de
conocimientos y consecuente inseguridad en el terreno empresarial, o falta de
recursos. Sin embargo, al poner en marcha un proyecto empresarial se debe tener
en consideración numerosos aspectos y desarrollar nuevas que permitan enfrentar
a un mercado cuyas necesidades demandan no solo el diseño de productos o
servicios, sino también tareas como la creación de redes comerciales, contratación
de personal o las puramente administrativas.

El ambiente sociopolítico es un factor determinante en la constitución

organizacional pues, a modo de ejemplo, los mercados se ralentizan en épocas de
incertidumbre económica, lo que hace que las empresas consolidadas recorten sus
inversiones y contengan el gasto, y que los promotores tengan que esperar para
poner en marcha sus proyectos en épocas de mayor bonanza. Cuando no se
cumplen las cifras macroeconómicas esperadas, desde muchas administraciones
se fomenta especialmente el emprendedurismo para reducir las tasas de desempleo
y agilizar el movimiento de capitales. En países con economías inestables o en vías
de desarrollo se trabaja en la detección del talento emprendedor para ofrecerle el
acceso a las redes económicas y sociales de economías desarrolladas.
 Se entiendo como entorno nacional a todos aquellos elementos no
controlables que surgen en el país de origen de y que rodean en influyen en la vida
y desarrollo de la empresa. El entorno nacional se puede dividir, según la
naturaleza, de la siguiente manera.

Entorno Económico: Conjunto de variables y fenómenos económicos que

ejercen influencias en el desarrollo financiero de un país, tales como tasas de
inflación y de interés, producto interno bruto, balanza de pagos, política monetaria
y deuda pública. Estas variables a su vez se dividen en Variables Microeconómicas
y Macroeconómicas.

- Variables Microeconómicas: Es el conjunto de patrones económicos que

se relacionan directamente con la empresa y que requieren una estrategia
determinada, de conformidad con su medio competitivo, para generar
escenarios a corto plazo y predeterminar diferentes resultados.
- Variables Macroeconómicas: Es el conjunto de patrones económicos,
sociales, políticos, y financieros que marcan un escenario especifico a
corto plazo y que influyen en el ahorro, inversión y desarrollo del país, y
en consecuencia en el establecimiento, desarrollo y funcionamiento de las
unidades de producción del mismo.

Entorno Político: Es un conjunto de variables relacionadas con la dirección

de asuntos públicos, que ejercen mayores influencias en el desarrollo financiero,
económico y social de un país.

Entorno Legal: Sistema de leyes, reglamentos, circulares y ordenamientos de

carácter comercial y mercantil que ejercen influencia en la creación, desarrollo y
operación de las diversas organizaciones de negocios.
 Camisón, C. Dalmau, J. (2009). Introducción a los Negocios y su Gestión.
Pearson Educación, S.A. Madrid – España.

José Luis Caicedo Núñez

C.I. 20.133.552