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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

ESCUELA NACIONAL DE CIENCIAS BIOLÓGICAS


QUÍMICO BARCTERIOLÓGO PARASITÓLOGO

LABORATORIO DE FISIOLOGÍA HUMANA

PRÁCTICA 6
EFECTOS PROVOCADOS POR LA POSTURA Y EL EJERCICIO
SOBRE LA PRESIÓN ARTERIAL

4QM1 Equipo 4

ESTUDIANTES:
Colón Valladares Paulina Yunuén
Cortes Mestizo Jessica Paulina
Fragoso Marmolejo Axel Alejandro
González Cruz Mariana
López Rodríguez Daniela Monserrat

PROFESORES:
Correa López Pedro Valentín
Gutiérrez Lozano Ana Lilia
Nicolás Álvarez Dulce Estefanía
Ortiz Butron María Del Rocío Elizabeth

Fecha de entrega: Junio-2023


INTRODUCCIÓN
El sistema cardiovascular desempeña un papel fundamental en la distribución de sangre y nutrientes
a todos los tejidos y órganos del cuerpo humano. Una de las medidas clave utilizadas para evaluar
la función cardiovascular es la presión arterial, que es la fuerza ejercida por la sangre contra las
paredes de las arterias.
La presión arterial se compone de la presión arterial sistólica, que es la medida más alta y representa
la presión generada cuando el corazón se contrae y bombea sangre al sistema circulatorio, y la
presión arterial diastólica, que es la medida más baja y refleja la presión en las arterias cuando el
corazón está en reposo y se llena de sangre.
Además, se utiliza el concepto de la presión arterial media (PAM), que es una estimación de la
presión arterial promedio durante todo el ciclo cardíaco. La PAM se calcula teniendo en cuenta tanto
la presión arterial sistólica como la diastólica. Es un parámetro importante para evaluar la perfusión
de los órganos y tejidos, ya que refleja la presión promedio que impulsa el flujo sanguíneo a través
de los vasos sanguíneos.
El cuerpo humano cuenta con mecanismos de compensación para regular la presión arterial y
garantizar un suministro adecuado de sangre a los órganos y tejidos. Uno de estos mecanismos clave
son los barorreceptores, que son sensores de presión ubicados en las paredes de las arterias,
especialmente en el cuello y el tórax. Estos barorreceptores detectan cambios en la presión arterial
y envían señales al sistema nervioso central.
Cuando se produce una disminución en la presión arterial, los barorreceptores activan una
respuesta de compensación a través del sistema nervioso autónomo. Esto puede incluir el aumento
de la frecuencia cardíaca, la contracción de los vasos sanguíneos periféricos y la liberación de
hormonas como la adrenalina y la noradrenalina. Estos mecanismos de compensación ayudan a
elevar la presión arterial y restaurar un flujo sanguíneo adecuado a los órganos vitales.
Por otro lado, cuando la presión arterial se eleva, los barorreceptores también responden enviando
señales para reducir la frecuencia cardíaca y promover la relajación de los vasos sanguíneos. Esto
disminuye la resistencia al flujo sanguíneo y ayuda a regular la presión arterial.
Durante el ejercicio físico, el sistema cardiovascular experimenta cambios significativos para
satisfacer las demandas metabólicas del cuerpo. A medida que la actividad física aumenta, se activa
el sistema simpático, lo que conduce a un aumento en la frecuencia cardíaca y en la fuerza de
contracción del corazón. Estos cambios fisiológicos están diseñados para incrementar el flujo
sanguíneo hacia los músculos activos y garantizar un suministro adecuado de oxígeno y nutrientes.
En términos de presión arterial, durante el ejercicio la presión arterial sistólica tiende a aumentar
debido al aumento en la fuerza de contracción cardíaca y al mayor flujo sanguíneo. Este aumento
en la presión arterial sistólica es una respuesta adaptativa necesaria para asegurar un adecuado
suministro de sangre a los músculos activos.
Por otro lado, la presión arterial diastólica puede experimentar cambios variables durante el
ejercicio. En algunos casos, la presión arterial diastólica puede disminuir debido a la vasodilatación
periférica y al aumento en el flujo sanguíneo hacia los músculos, lo que reduce la resistencia vascular
y facilita la entrega de oxígeno y nutrientes. Sin embargo, en algunas situaciones, como en ejercicios
de alta intensidad o en personas con condiciones cardiovasculares preexistentes, la presión arterial
diastólica puede mantenerse o incluso aumentar ligeramente.
Después del ejercicio, el sistema cardiovascular necesita recuperarse y volver a un estado de
equilibrio. Durante esta fase de recuperación, la presión arterial tiende a volver a los niveles de
reposo gradualmente. Esto se debe a la disminución de la actividad simpática y al restablecimiento
de las condiciones metabólicas normales en el cuerpo.
OBJETIVOS
GENERAL:
-Identificar como es que se ve afectada la presión arterial al ser medida en diferentes posiciones y
a su vez como los sistemas cardiovascular y respiratorios mantienen la homeostasis después de
someterse a ejercicio intenso.
PARTICULARES:
-observar la diferencia que hay en la presión arterial si es tomada primero cuando la persona de
experimentación se encuentra primero acostada, después sentada y por último parada.
-Evaluar el efecto de distintas posiciones corporales, primero acostado después sentado y por
último parado, en la presión arterial media (PAM).
-Identificar el proceso de la homeóstasis y regulación de variables como presión arterial, frecuencia
cardiaca y respiratoria en el cuerpo después de someterse a un ejercicio intenso.
RESULTADOS

116

115

114
PA mmHg

113

112

111

110
Acostado Sentado Parado
Posición

Figura 1. Resultados de la presión sistólica


Figura 2. Resultados de la presión diastólica

Figura 3. Resultados de la presión arterial media (PAM)


Figura 4. Resultados del efecto del ejercicio en la presión sistólica, diastólica y PAM. Se realizo un
ANOVA de dos vías para el tratamiento estadístico.

Indica una diferencia en el valor de la presión sistólica al minuto 3 en comparación al minuto


6, 12 y 15.

Figura 5. Representación gráfica de la variación que existe en la freciencia cardiaca (LPM)


encontrado en el ejes de las Y, a diferentes intérvalos de tiempo (basal, 3, 6, 9, 12 y 15 minutos)
que se encuentran en el eje de las x. Al llevarse a cabo en ANOVA tipo unifactorial y con análisis
Student-Newman-Keuls, se representa el error estándar en las barras negras y no se presentó
ninguna diferencia lo suficientemente significativa.
DISCUSIÓN
Los cambios posturales pueden afectar de manera importante los valores de PA, debido a los
cambios hemodinámicos y a las adaptaciones circulatorias que se producen, así como la fuerza
gravitacional ejercida debido a la superficie expuesta según las diferentes posturas. En la figura 1
referente a los resultados obtenidos de la presión sistólica tomada en diferentes posiciones (en
todos los casos con el mismo orden), observamos un incremento ligero, podríamos decir que los
valores se mantuvieron y lo mismo sucedió cuna vez que se tomó la presión parados, en este punto
a pesar de que disminuyó fue una variación muy pequeña, esto puede hablar de la salud del grupo
4QM1, la presión es una variable regulada y el hecho de que aun cambiando de posiciones los
valores se mantengan es parte de una buena función del sistema cardiovascular. Esto es debido a
que las principales compensaciones de los barorreceptores en el cayado aórtico y seno carotideo al
asumir las diferentes posiciones y las variaciones tras el aumento y disminución de la presión, así
como la liberación de neurotransmisores como Acetilcolina o GABA.
Normalmente cuando una persona se pone de pie luego de estar acostada, hay una desviación de
500 a 700 ml de sangre desde las venas de la cavidad torácica hacia las venas de las extremidades
inferiores, que se expanden para dar cabida al volumen extra de sangre. Esta acumulación de sangre
en las extremidades inferiores reduce el retorno venoso y el gasto cardiaco, pero la disminución
resultante de la presión arterial se compensa casi de inmediatamente por el reflejo barorreceptor.
En la figura 2 podemos observar la presión diastólica al estar acostado, después sentado y
posteriormente de pie, los valores más acercados a la medición estándar fueron estando sentados,
pero en general estos valores no presentaron un cambio significativo indicándonos una buena salud
en el grupo.
Se evaluó la presión arterial media (PAM) en distintas posiciones: acostado, sentado y parado. Como
se observa en la Figura 3, los resultados obtenidos fueron un valor promedio de 81.56 mmHg en la
posición acostado, 88.93 mmHg en la posición sentado y 82.13 mmHg en la posición parado. Esto
sugiere que la PAM, como estimación de la presión arterial media, se mantiene relativamente
constante independientemente de la posición corporal en individuos sanos.
En primer lugar, es importante destacar que la PAM es un indicador utilizado para evaluar la presión
arterial promedio en el sistema circulatorio. Está determinada por diversos factores, incluyendo la
fuerza de contracción del corazón, el volumen sanguíneo y la resistencia vascular periférica. En
condiciones normales, la PAM se mantiene dentro de ciertos límites fisiológicos para garantizar un
adecuado flujo sanguíneo a los órganos y tejidos.
Al analizar los resultados del estudio, se observa que la diferencia en los valores de PAM entre las
tres posiciones evaluadas es mínima, no existe diferencia estadísticamente significativa. Esto sugiere
que la posición corporal no tiene un impacto significativo en la regulación de la presión arterial en
individuos sanos. Es importante tener en cuenta que los resultados pueden variar en diferentes
poblaciones, especialmente en aquellas con afecciones cardiovasculares preexistentes o trastornos
de la regulación de la presión arterial.
La regulación de la presión arterial está influenciada por diversos mecanismos, como el sistema
nervioso autónomo, los barorreceptores y los mecanismos de control hormonal. Estos sistemas
trabajan en conjunto para mantener la homeostasis y ajustar la presión arterial según las
necesidades del organismo. En situaciones en las que se requiere un mayor flujo sanguíneo, como
al ponerse de pie, se activan mecanismos compensatorios para contrarrestar la gravedad y
garantizar un adecuado suministro de sangre al cerebro y otros órganos. (Martínez, 2021).
La práctica de ejercicio físico aumenta la presión arterial durante el esfuerzo hasta valores
superiores a 200 mm/Hg en jóvenes y adultos, pero luego de pocos minutos finalizado el es- fuerzo,
se produce un efecto hipotensivo tanto en la presión arterial sistólica (PAS) como en la diastólica
(PAD). (Álvarez, 2013) Como podemos ver en la figura 4 no hay una diferencia significativa entre el
valor basal y el valor a los 3 minutos después de hacer ejercicio, lo que concuerda con la información
teórica que nos dice que el organismo puede regular la presión arterial después del ejercicio con
bastante facilidad, posterior a estos 3 minutos la presión sistólica si empieza a sufrir unos cambios
leves en su valor respecto al valor del minuto 3, pero nunca presenta un valor diferente al basal, por
lo que podemos decir que si está siendo regulada pese a estos pequeños cambios, y tanto PAM
como la presión sistólica nunca presentan una diferencia significativa respecto a ningún valor, por
lo que podemos decir que esas dos variables son reguladas igualmente.
Si observamos la figura 5 podemos observar la variación en la frecuencia cardíaca en cierto tiempo
después de hacer ejercicio, la frecuencia cardíaca en reposo es el número de veces que el corazón
late por minuto cuando está descansando, al tomar la FC basal se obtuvo un valor entre 80-100 en
promedio, para la mayoría de los adultos, lo normal es entre 60 y 100 latidos por minuto (lpm).
Podemos observar cómo cada 3 minutos esta se mantiene en un valor entre 80-100, lo que nos
indica que es una variable regulada pues esta se mantiene constante hasta los 15 minutos.
frecuencia cardíaca ofrece una visión más objetiva de la intensidad del ejercicio. En general, cuanto
más alta sea la frecuencia cardíaca durante la actividad física, mayor será la intensidad del ejercicio.
Después de un ejercicio moderado, como fueron las 60 sentadillas, la persona que no suele ejercitar
comenzará a cansarse antes que la que sí lo hace, pues ésta, para hacer el mismo esfuerzo y
bombear la misma cantidad de sangre, necesita más pulsaciones que una persona que sí está
ejercitada.
CONCLUSIONES
• La postura afecta directamente a la presión arterial, más si el individuo se encuentra
sentado con respecto a parado o acostado.
• La presión arterial aumenta al estar sentado después de encontrarse acostado.
• La PAM es una variable regulada.
• La presión sistólica, PAM y presión diastólica son variables reguladas.
• La frecuencia cardiaca también es una variable regulada.

REFERENCIAS
• Álvarez, C., Olivo, J., Robinson, O. D., Quintero, J. J., Carrasco, V., Ramirez-Campillo, R.,
Andrade, D. C., & Martínez, C. (2013). Efectos de una sesión de ejercicio aeróbico en la
presión arterial de niños, adolescentes y adultos sanos. Revista Medica De Chile, 141(11),
1363-1370. https://doi.org/10.4067/s0034-98872013001100001
• Martínez, P. (2021). Hemodinamia. Departamento de fisiologia. Universidad Autónoma de
México. Recuperado el 09 de junio de 2023 de :
https://fisiologia.facmed.unam.mx/index.php/2021/11/#:~:text=La%20presión%20arterial
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• Gerez, M. (2015). PRESION ARTERIAL. ANÁTOMOFISIOLOGIA. Recuperado el 27 de mayo de
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• s/a (2018). Instituto Nacional del Envejecimiento. Instituto Nacional de Salud. Recuperado
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• Eisenberg, J. (2014). Las Guías Sumarias de los Consumidores.Agency for Healthcare
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0presión,medida%20de%20la%20presión%20arterial.

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