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Introducción
¿En qué ambiente nos encontramos?
¿Cómo funciona la droga de la pornografía?
Sus tristes consecuencias
1. En ti mismo
2. En tus seres queridos
3. En las personas que “trabajan” en la industria
El gran negocio del sexo
Pornografía y masturbación
¿Cómo liberarme de esta esclavitud?
Algunos testimonios
Unas palabras finales
Recursos para luchar contra la pornografía
P. Jürgen Daum
¿Entretenimiento o perversión?
Un libro sobre pornografía para hombres
Primera edición impresa: julio del 2017
Primera edición electrónica: julio del 2018
1
Ver http://www.protegetucorazon.com/2012/11/04/sextiando-yo/
¿Cómo funciona la droga de la pornografía?
En lo que concierne a nuestro tema, sucede que estas dos drogas cerebrales
son muy importantes en la sexualidad humana y en la adicción al sexo y la
pornografía. La dopamina, además de su papel en el movimiento, es un
neurotransmisor integral, o droga cerebral, en el sistema de
placer/recompensa de nuestro cerebro.
En el centro del cerebro está el núcleo accumbens. Esta zona, del tamaño
de una almendra, es el centro clave del sistema placer/recompensa y,
cuando es activado por la dopamina y otros neurotransmisores, nos hace
valorar y desear el placer. La dopamina es esencial para que los seres
humanos deseen y valoren apropiadamente el placer en sus vidas. Sin ella,
no nos sentiríamos motivados para comer, procrear, o incluso para tratar de
ganar un juego.
Este reajuste del “termostato del placer” produce un nuevo nivel de lo que
es “normal”. En este estado, la persona debe acercarse más a su adicción
para impulsar la dopamina a un nivel suficiente sólo para sentirse normal.
A medida que continúa la tolerancia y desensibilización de los circuitos de
recompensa, se necesitan estímulos cada vez más fuertes para aumentar la
dopamina. En el caso de la adicción a los narcóticos, la persona adicta debe
aumentar la cantidad de droga para obtener el mismo efecto. En la adicción
a la pornografía, se requieren imágenes cada vez más fuertes para estimular
a la persona.
Piensa ahora en una adicción natural, como comer en exceso. Puede ser
que te sorprendas al saber que un estudio publicado en el 2006 mostró
encogimiento de los lóbulos frontales en la obesidad, muy similar a la que
se encontró en los estudios sobre cocaína y metanfetaminas.
1
En éstos y en los demás testimonios que se recogen en el libro hemos suprimido o modificado los
nombres de sus autores para guardar su identidad.
Sus tristes consecuencias
Como vengo insistiendo desde las primeras páginas de este libro, por más
que algunos te engañen y te digan lo contrario, la pornografía causa daños
terribles. No te ayuda a formar un amor sólido, sino que te deforma, te
destruye. Va carcomiendo como un cáncer tu capacidad de amar
verdaderamente a una mujer. Además de crear esa adicción en la que el
hombre quiere cada vez más, la pornografía destruye vidas, destruye
matrimonios, destruye a las personas, hombres y mujeres que se prestan
para ser filmados. Si te parece exagerado, lee este testimonio:
«Yo empecé a ver pornografía como a los 14 años más o menos. Esto fue
porque entré en una gran depresión, y se empezó a convertir en mi vicio.
Era muy atractivo, poco a poco fue aumentando el deseo por ver más y
más. Veía videos de ese tipo, después me metía a páginas de chat erótico y
platicaba [conversaba] con chavas [chicas] y les decía tantas cosas
pervertidas… En verdad me sumergí en un vacío inmenso, tanto que cuando
veía a una chica sólo pensaba en hacerle lo que veía en los videos.
Deseándolas sexualmente, con mi mirada casi hasta las desnudaba.
Después de unos años dejé de ver por un tiempo. Confesé lo que hice y en
verdad me ayudó porque dejé los chats eróticos, pero aun así volvía a caer
en la pornografía, de vez en cuando, en medio de la lucha. Yo sé lo que es
estar atrapado por la pornografía. Por propia experiencia puedo decirles
cómo el ver porno te deforma la mente y la mirada, de modo que llegas a
ver a la mujer sólo como un objeto para tu satisfacción sexual. Conozco el
hoyo oscuro y vacío en el que toda esa actividad te sumerge. Por eso es que
quiero trabajar en esta labor de ayudar a jóvenes como yo y alentarlos:
¡NO se dejen arrastrar por la pornografía que envenena y carcome el
alma! ¡Jóvenes! ¡NO CEDAN por más llamativo o atractivo que sea! ¡No
se dejen atrapar por las garras de la pornografía, es muy difícil que te
suelte una vez que te atrapa! ¡Cual araña con su presa, te paraliza, te
envuelve en su telaraña y luego te succiona lentamente la vida! ¡En esta
lucha contra la pornografía verdaderamente te juegas la vida, tu futuro, y
el futuro de tu futuro matrimonio, el de quienes serán tus hijos y tu
esposa!».
Analicemos ahora con un poco más de detalle los efectos que tiene.
1. En ti mismo
Querido papá:
Antes que nada quiero que sepas que te amo y que te perdono por lo que
esto ha hecho en mi vida. También quiero que sepas qué es exactamente lo
que tu adicción a la pornografía ha hecho en mi vida. Es probable que
creas que esto te ha afectado sólo a ti, o también a tu relación con mi
mamá, pero es justo que sepas que también ha tenido un profundo impacto
en mí y en todos mis hermanos.
Esto me enseñó que todos los hombres tienen un lado indecente en el cual
no se puede confiar. Aprendí a sospechar, e incluso a despreciar a los
hombres por el modo lascivo en el que percibían a las mujeres.
Si pudiera decirte sólo una cosa sobre este tema, te diría lo siguiente: La
pornografía no sólo afectó tu vida, sino que afectó la vida de todos los que
estábamos a tu alrededor de maneras que nunca podrás imaginar. Hasta el
día de hoy me afecta debido también al peso que ésta tiene en nuestra
sociedad. Tengo miedo del día en que tenga que hablar con mi pequeño
hijo sobre la pornografía y sus potentes e insaciables alcances; cuando
tenga que decirle cómo la adicción al porno no sólo le afecta a uno mismo.
Rezo por que tú hayas superado este vicio y para que todos los
Por otro lado, hace un terrible daño a las personas, hombres y mujeres,
que se prestan a ser fotografiados y filmados para generar ganancias
multimillonarias a la industria pornográfica. ¿Es que acaso crees que las
estrellas porno son las personas más felices del planeta, según el mito de
que “el sexo tipo porno te hará feliz”? ¡No! Basta echar un vistazo a la vida
terriblemente vacía que llevan estas “estrellas”, y que las empuja en
muchísimos casos a acabar con su propia vida:
1. Savannah se suicidó de un disparo en 1994.
2. Chloe Jones murió debido a una falla del hígado por abuso de alcohol
y drogas.
3. Anastasia Blue se suicidó con una sobredosis de Tylenol el 2008.
4. Eva Lux falleció por sobredosis de heroína el 2005.
5. Taylor Summers fue asesinada durante el rodaje de una escena sexual.
6. Karen Dior murió a consecuencia de cirrosis y SIDA.
7. Camila de Castro saltó al vacío desde un edificio de 8 pisos.
8. Angela Devi se suicidó por asfixia el 2006.
9. Juliet Jett murió por sobredosis de heroína el 2005.
10. Susan Britton también se suicidó.
11. Rebecca Steele sufría de SIDA y murió por sobredosis de droga en el
2004.
12. Celia Young se suicidó en 1992.
13. Charlie Waters fue asesinada a machetazos en 1989 por uno de sus
clientes.
14. Arcadia Lake murió por sobredosis de droga en 1990.
15. Karen Lancaume se suicidó el 2005.
16. Linda Wong falleció por exceso de alcohol y sobredosis de droga en
1987.
17. Alex Jordan se ahorcó en 1995.
18. Bambi Woods murió por aparente sobredosis de droga en 1986.
19. Lisa de Leeuw falleció de SIDA en 1993.
20. Lisa Bridges murió por sobredosis de heroína y metanfetaminas el
2002.
21. Megan Leigh se suicidó de un disparo en 1990.
En fin, esta triste lista es mucho más larga1. Si ver pornografía le roba el
alma y hunde paulatinamente en un hoyo oscuro y frío a quienes la ven,
¡cuánto más a quienes “trabajan” para esta industria! Son mujeres y
hombres para quienes amar y ser amados sencillamente ya no es posible, y
eso se convierte, tarde o temprano, cuando pasa el efecto de la “droga”, en
una angustia insoportable. Según declaró una ex actriz porno que logró
liberarse de esa dura esclavitud: «Era como un robot o como una muñeca
Barbie de caucho. No tenía sentimientos». Tanta ausencia de amor, tanto
dolor, la hizo refugiarse en el alcohol y en las drogas para «adormecer mi
dolor, para poder sobrevivir». Como esto no le dio resultado, pasó a
métodos más severos, se hizo cortes en el cuerpo e incluso intentó
suicidarse varias veces: «Pasé muchas noches solitarias mientras me cortaba
las muñecas. Me gastaba toda mi paga en drogas».
Piensa en lo que denuncia este artículo:
Howard Stern le preguntó a otra famosa estrella porno si era verdad que
muchas estrellas de la industria habían sido abusadas o violadas. Ella lo
negó, y afirmó su voluntad libre de posar para fotos y videos. Sin
embargo, más tarde admitió que antes de entrar a la industria pornográfica
había sido violada por numerosos hombres, golpeada y dejada a su suerte.
Pero, ¿qué sucede con la modelo después de ser filmada? Muchas estrellas
porno ni siquiera están vivas, porque aquellas que participan en esa
industria tienen una enorme tasa de mortalidad (sobredosis de drogas,
suicidios, asesinatos, SIDA, etc.). Además, muchas imágenes y videos
pornográficos son de mujeres que ya han dejado el negocio, pero no tienen
los derechos legales para eliminar sus imágenes. Yo sé de una que no pudo
manejar su estilo de vida después de su cuarto aborto. Conocí a otra que
había sido stripper en Los Ángeles. Mientras se desnudaba, dijo que ése
era el punto más bajo al que había caído en su vida.
Mientras tanto, quienes ven porno imaginan que “es sólo un mundo de
fantasía al que escapan”. Desean que se trate de una simulación para que
puedan lavarse las manos de toda culpa de ese crimen. Se quitan toda
responsabilidad diciendo: «Bueno, ella está dispuesta a hacerlo. No hace
daño a nadie».
Éstos son sólo unos pocos ejemplos de las vidas de las personas que están
metidas en la industria del porno. Es imposible comprender la profundidad
del sufrimiento humano que ésta ha causado.
Tomado de http://chastityproject.com/qa/i-agree-kids-shouldnt-be-looking-at-porn-but-what-about-
a-guy-who-is-mature-enough-to-realize-the-difference-between-fantasy-and-reality/. Traducción de
Fabiola Espinoza.
Es lo mismo que, con menos palabras, nos dice Matt Fradd, el Director
Ejecutivo de The Porn Effect, una página web dedicada a ayudar a liberarse
de esta droga a quienes han caído en sus redes:
«El problema no es [sólo] que la pornografía sea adictiva, el problema
es que estás explotando a alguien. El problema con la pornografía no es
que muestra mucho, sino que muestra muy poco de la persona humana.
Reduce la belleza y el misterio de la feminidad frecuentemente a una
colección de partes del cuerpo como para ser usadas. Y tú y yo sabemos
que no fuimos pensados para ser vistos como objetos para ser usados, sino
como personas para ser amadas. ¡Eso lo sabemos! Entonces, una vez al
día, una vez al mes, una vez al año alguien es explotado. Ésa es la razón
por la que a mí no me parece aceptable».
Ahora te pido que consideres esto: cada vez que haces “clic”, tú te haces
responsable de la muerte de esas mujeres u hombres, tú estás ayudando a
esa mujer desgraciada a que jale el gatillo, tú con tu dedo le estás dando el
empujón para que se tire por el balcón, tú le estás suministrando esa
sobredosis de droga para que acabe con su vida. ¿La pornografía no hace
daño a nadie? ¡Claro que hace daño! Te hace daño a ti que miras, les hace
daño a esas “estrellas pornográficas”. Por más que digas «soy una gota de
agua en el océano», o «ellas lo harán aunque yo deje de mirar», tú no
puedes evadir tu responsabilidad personal a la hora de contribuir con tan
sólo mirar una de esas imágenes, a que la industria pornográfica siga
generando ganancias exorbitantes y llevando a la ruina la vida de tantas
personas que viven atrapadas en esa industria, por la razón que sea.
Como escribe en la introducción de su libro otra ex estrella porno, que
fundó un proyecto llamado Pink Cross para rescatar a estas personas de ese
submundo:
«Quien quiera intentar escribir un libro sobre su horrorosa experiencia
dentro de la industria pornográfica que opera ilegalmente y sobre años de
abuso sexual desde la infancia hasta la prostitución, afronta una tarea
terrible, y requiere de mucho amor y comprensión por parte de los lectores.
Ésta es la cosa más dura que he tenido que hacer en mi vida, y me tomó
años de dolor, preparación y oración antes de poder hacerlo. Pero por la
gracia de Dios todopoderoso, lo escribí y ahora necesito que lo leas.
Necesito que leas acerca de la explotación y violencia contra mujeres y
hombres en la industria pornográfica para que tú puedas empezar a sanar.
Necesito que comprendas seriamente que cada vez que haces “clic” para
ver un sitio pornográfico, estás contribuyendo a la destrucción de vidas
humanas valiosas. Necesito que leas este libro de principio a fin y luego
inclines humildemente tu cabeza ante el cielo y con lágrimas te lamentes
hasta que la única fuerza que te quede sea para dejar de ver pornografía»2.
La pornografía no es, pues, tan inofensiva como te hubiera gustado creer.
Entre otras barbaridades, favorece la esclavitud y el tráfico sexual, como
nos lo hace ver el siguiente texto:
Así como toda niña sueña con tener una hermana, mayor o menor, mi caso
no fue diferente. Tuve la suerte de haber nacido en una familia con tres
hermanas mayores y una menor. En cuanto a hermanas se refiere, tuve la
mejor de las situaciones.
Recuerdo la última vez que la vi antes de que todo cambiase para siempre.
Ella estaba cumpliendo con sus labores de hermana ayudándome a lidiar
con el acné y el cuidado de mi piel. Ése es el último recuerdo vívido que
tengo de mi hermana, al menos de la hermana que conocí mientras crecía.
Mi hermana menor y yo estábamos en un viaje familiar con nuestros
padres cuando recibieron una llamada, tarde en la noche, que los despertó.
Pensaron que yo estaba dormida, pero en realidad estaba bien despierta.
Recuerdo que la persona al otro lado de la línea les explicaba que había
visto a mi hermana mayor en la industria de películas para adultos.
Recuerdo que lloraban, y recuerdo tratar de unir las piezas para darle
sentido a todo aquello en mi joven cabeza. Recuerdo esa palabra
resaltando tan claramente: pornografía.
Dinero. Fama. Belleza. Todo ello venía con un alto precio por convertirse
en la número uno. En ese primer lugar, mi hermana mayor se perdió a sí
misma.
Con sólo 19 años, fue a una fiesta en la que alguien le dijo que era
hermosa y que podía ganar mucho dinero. En mi actual profesión, trabajo
diariamente con adolescentes, muchachos cuyas mentes aún no están del
todo formadas, especialmente en el área de la toma de decisiones. Para los
adolescentes, lo único que importa es la belleza, la popularidad y el
dinero. Esas tres cosas son las que los impulsan. Mi hermana no era la
excepción. Quería ser bonita, quería ser rica y quería ser popular. Pero no
se dio cuenta de cuánto le costarían esas cosas.
Hizo más películas que las que incluso quisiera enumerar. Era tan
conocida en la industria para adultos que ni siquiera podemos caminar por
un lugar público sin que alguien sepa exactamente quién era ella. A los
hombres que solían pasarse la voz y decirse unos a otros: “Mira, es ella”,
todo lo que puedo preguntarles es: ¿Realmente creen que es genial que
hayan visto a mi hermana degradarse bajo los efectos de las drogas?
¿Piensan que es gracioso o impresionante que mi hermana, ahora madre
de unos hermosos niños, se encuentre en una institución psiquiátrica
porque no es capaz de lidiar con el día a día sin luchar con esos demonios
que ustedes vieron en cámaras? ¿Les parece que es sexy que mi hermana
mayor haya intentado quitarse la vida varias veces por pensar que nunca
volverá a ser ella misma?
Tomado de http://fightthenewdrug.org/my-big-sister-the-porn-star-how-her-career-destroyed-her-
life-and-our-family/. Traducido por La Opción V.
1
En el siguiente video te muestran cómo ha terminado la vida de un gran número de estas “estrellas”:
http://www.youtube.com/watch?v=r0q_VGacfNk
2
Shelley Lubben, Truth Behind the Fantasy of Porn. The Greatest Illusion on the Earth, Shelley
Lubben Communications, Lexington 2010, prefacio.
3
Ver Catharine A. MacKinnon, Pornography as Trafficking, en David E. Guinn y Julie DiCaro
(eds.), Pornography: Driving the Demand in International Sex Trafficking, Captive Daughters
Media, Los Ángeles 2007, p. 32.
4
Allí mismo, p. 34.
5
Ver Melissa Farley, Prostitution and Trafficking in Nevada: Making the Connections, Prostitution
Research & Education, San Francisco 2007, p. 153.
6
Ver Linda Smith y Cindy Coloma, Renting Lacy: A Story of America’s Prostituted Children, Shared
Hope International, Vancouver 2009, pp. 15-25.
7
Ver Victor Malarek, The Johns: Sex for Sale and the Men Who Buy It, Key Porter, Toronto 2009, p.
203.
8
Ver Melissa Farley, ob. cit., p. 154.
9
EE.UU., Departamento de Estado, Trafficking Victims Protection Act (TVPA) 2000, Bureau for
International Narcotics and Law Enforcement Affairs (2001), sección 103 (8) (A), (9).
10
Ver Melissa Farley, ob. cit., p. 153.
El gran negocio del sexo
Es casi una quinta parte de los 57,000 millones que mueven los productos
de entretenimiento erótico en todo el mundo, de los que 20,000 millones
proceden de los videos; 7,500 millones de las revistas; unos 5,000
millones de los teléfonos sexuales; 2,500 millones a través del pago por
visión (PPV) y otros 2,500 millones en Internet. «Sólo los videos porno
generan más dinero que los ingresos combinados de las franquicias de
fútbol profesional, béisbol y baloncesto», advierte Family Safe Media, o
que la facturación combinada de las televisiones NBC, CBS y ABC.
Pero sus beneficios son tan espectaculares que grandes nombres del
universo corporativo estadounidenses que cotizan en Wall Street, como las
cadenas hoteleras Marriott, Hyatt, Sheraton y Hilton, o los distribuidores
de televisión por cable Time Warner, Comcast o News Corp, sacan tajada
al negocio desde hace años a los contenidos que les suministran las
distribuidoras.
1
Estas estadísticas y muchas otras referidas al consumo actual de pornografía derivan de fuentes
confiables como Alexa Research, NRC, PBS, WordTracker, Google, y MSNBC. Las encuentras en:
http://www.familysafemedia.com/pornography_statistics.html
Pornografía y masturbación
1
Dawn Eden, La aventura de la castidad, Grupo Nelson, Nashville 2008, p. 164.
2
Catecismo de la Iglesia Católica, 2352.
¿Cómo liberarme de esta esclavitud?
Rastreando tu progreso
1. Calendario
Compra un calendario; ponlo en algún lugar donde lo veas todos los días
(como al lado del espejo del baño o de la máquina de café). Ahora
consigue dos marcadores de diferentes colores: azul para la victoria, rojo
para el retroceso.
Por cada día libre de pornografía haz una marca azul; por cada día en que
tuviste un retroceso, pon una marca roja.
Si quieres ir un paso más allá, algo que te sugiero es, para los días que
tuviste un retroceso, responde a dos preguntas: “¿Qué?” y “¿Dónde?”. Es
decir, ¿cuál fue el detonante? (“escena en la televisión”, o “me sentía
solo”). ¿Y dónde estabas cuando te surgió el deseo? (“en el sótano
jugando Xbox”, o “en mi habitación”).
Al final del mes podrás mirar alrededor de 30 días que, con toda
probabilidad, estarán coloreados con rojo y azul. Tu objetivo debe ser
reducir el rojo y aumentar el azul. Reconocer qué es lo que por lo general
te provoca y dónde es que sueles caer, te ayudará a estar en guardia contra
tus detonantes.
2. Frascos y piedritas
Tomado de The Porn Effect. Traducción de Julieth Ibagón. Resumido por La Opción V.
Para que te hagas una idea de su contenido, mira esta breve reseña que
ha preparado la Dra. Ortega:
Chicos:
• Busquen el corazón de las chicas, no sus cuerpos.
• Uno es más hombre cuando sabe decir NO.
Papás y mamás:
• Enseñen a sus hijos a amarse profundamente. Sean pacientes con ellos,
reconozcan sus capacidades, ayúdenlos a mejorar sus defectos en vez de
criticarlos por ellos todo el día, aliéntenlos en sus metas, acompáñenlos,
conversen con ellos, establezcan una profunda confianza con ellos para que
compartan su vida con ustedes (esto se hace desde que ellos nacen). La
autoestima, la autovaloración y el amor propio se forman y desarrollan,
fundamentalmente, en el hogar.
• No tengan miedo o vergüenza de hablar de sexo en un sentido correcto
y apropiado, antes de que Internet o los amiguitos/as lleguen a ellos con
tanta información deformada e incluso pervertida. El sexo no es malo, es un
don de Dios, es hermoso cuando se respeta la naturaleza y se vive la
castidad. Pues, ¡enséñenles eso a sus hijos!
• Nunca les digan a sus hijos hombres que mientras más chicas tengan
más machos son. Porque no querrán que piensen lo mismo otros chicos de
sus hijas.
• Nunca les digan a sus hijas que son feas, muy gordas, muy flacas, o
que si no son estéticamente “mejores”, los chicos no se fijarán en ellas.
• No refuercen la superficialidad con sus comentarios, especialmente en
sus hijas mujeres.
• Enséñenles a ver al otro con dignidad y a tratarlos con respeto, nunca
como objetos.
Anónimo, 22 años. Testimonio escrito para La Opción V.