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Es uno de los trastornos del neurodesarrollo más comunes en la niñez.

En la etapa de la
niñez, es nomal que el menor tenga poca durabilidad atencional, que le cueste concentrarse
y que se le dificulte comportarse de forma correcta en alguna situación. No obstante, el
niño que presenta TDAH no deja esas conductas conforme se va desarrollando. De forma
contraria, conductas como fantasear demasiado o tener problemas en sus relaciones
interpersonales pueden llegar a producir conductas disruptivas que produzcan dificultades
en la escuela, hogar y otros ambientes.

Una persona con TDAH se ve afectada por muchos pensamientos a la vez, estos llegan de
forma tan rápida que no les permite organizarlos ni procesarlos. La aparición de los
síntomas debe producirse antes de los 7 años de edad, si se manifiestan con posterioridad,
deben considerarse otros diagnósticos alternativos.

La comunidad científica considera que no son solos factores genéticos los que influye en el
surgimiento de este trastorno, sino que también consideran otros aspectos como una lesión
cerebral, la exposición ambiental, el consumo de alcohol o tabaco durante la gestación, un
parto prematuro que el neonato tenga bajo peso al nacer.

Además, también se debe mencionar que el 85% de los pacientes con TDAH presenta
comorbilidad, es decir, se producen otros trastornos al mismo tiempo que esa enfermedad.
Algunas enfermedades que pueden aparecer a la vez son los trastornos de ansiedad,
trastorno del sueño y la alerta y trastorno obsesivo compulsivo.

Por otra parte, el TDAH se puede dividir en 3 grupos dependiendo del tipo de síntomas que
predominan: presentación en la que predomina la falta de atención, presentación en la
predomina la hiperactividad e impulsividad y la presentación combinada.

CORTEZA PREFRONTAL: Cumplen un papel importante en las funciones ejecutivas, las


funciones atribuidas de estos circuitos permiten entender el déficit cognitivo del TDAH. Se
necesita para apoyar las funciones expuestas como la memoria, la atención y el
razonamiento. Además, se ven involucradas en el control de la conducta motora, la
inhibición de respuestas inadecuadas, la planificación.

GIRO CINGULADO ANTERIOR Y POSTERIOR: También se encuentra involucrado en


las funciones cognitivas anteriormente mencionadas, respecto al TDAH, se presentan
alteraciones volumétricas. Este se encuentra involucrado en el procesamiento de datos
básicos referidos de la conducta, el aprendizaje, la memoria, la regulación de la atención y
la eliminación de distracciones.

NÚCLEO ACUMBENS: Se ha observado un volumen más pequeño. Involucrado en el


estado de ánimo y la motivación. Un nuevo estudio dice que el trastorno no solo sería un
problema de atención, sino también de motivación.

GANGLIOS BASALES: Núcleo caudado donde se presentan alteraciones simétricas, está


implicado en el control de los impulsos al coordinar o filtrar la información que llega de
otras regiones cerebrales e inhibir respuestas automáticas. El putamen, por ejemplo, ayuda
con el aprendizaje, la memoria y el control del movimiento. El núcleo caudado que es
crucial para el correcto funcionamiento de procesos cognitivos como la atención y el
control de impulsos.

CUERPO CALLOSO: Sirve de comunicación entre los dos hemisferios cerebrales, para
asegurar un trabajo conjunto y complementario. En presencia de TDAH también se muestra
alteración en su volumen, por lo que afecta en funciones como la toma de decisiones y el
comportamiento con propósito.

AMÍGDALA CEREBRAL: Una disfuncionalidad en la amígdala causa problema en la


regulación emocional y está vinculada a la hiperactividad, ya que juega un papel importante
en el control emocional y en la priorización de emociones.

HIPOCAMPO: Importante para la memoria a largo plazo y la memoria funcional, también


participa en la regulación de las emociones.

NEUROTRANSMISORES: Existen diferentes anormalidades en las regiones


noradrenérgicas y dopaminérgicas, lo que produce disminución de la actividad cortical,
alteraciones cognitivas como trastornos primarios de atención y una sobreactividad de los
sistemas subcorticales que da como resultado un estado de sobrealerta y un exceso de
actividad motora. Una transmisión dopaminérgica y noradrenérgica anormal explicaría la
hiperactividad, ya que estos se ven como estimulantes.

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