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LA FUNCIÓN DE LA IGNORANCIA EN

LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD

MIRIAM PARDO FARIÑA

Resumen: El presente artículo subraya la función de la ignorancia en Psicoanálisis en tanto


favorece la posibilidad de conmover la relación del deseo al Otro en la búsqueda de la verdad
desconocida por quienes comparecen en la escena clínica. Siendo la ignorancia una dimensión
que atañe tanto al analizante como al analista, la escucha analítica se deslizará por medio de la
función de la palabra que en sí misma aloja la verdad y el engaño. A partir de la estructura de
ficción, propia de la verdad según Lacan, el discurso esgrimido por el yo no cobrará relevancia
en la medida en que el analista propicie la apertura de la dimensión de la palabra en la
transferencia.
*Lo que importa en la teoría lacaniana es que el sujeto se dirige al Otro, y en esa relación al
Otro, que no es una relación vincular, porque para lacan es imaginario, entonces lo que
interesa es como pasando de lo imaginario el sujeto, porque se va topar con eso y con el
mundo del lenguaje, tiene que ofrecer su palabra y lo que va a ocurrir hablando en sesión,
desarrollando, sus asociaciones, si acá si se va a conmover el otro en la búsqueda de una
verdad que es desconocida pero que va a aparecer en la escena clínica, que sería la aparición
de las formaciones del inconsciente y que Freud lo llamaba el retorno de lo reprimido.
*Ahora bien Siendo la ignorancia una dimensión que atañe tanto al analizante como al
analista, y lo que habría que plantearse es la escucha clínica, xq a medida que se va
escuchando aparecen cosas que no se sabían, que el paciente tampoco sabe, y cuando se logra
interpretar aparece una verdad del sujeto que es lo que nos importa.
* Por otro lado, tal como se había visto en la clase anterior, hay que recordar que cuando se
esta hablando la función de la palabra que en sí misma aloja la verdad y el engaño, recordando
que el engaño va a estar dado por lo imaginario.
*Todo esto va tener una estructura de ficción, absolutamente armado para que un ser humano
pueda conversar, pero no es lo habitual del ser humano, es algo diferente.
*Todo lo que el paciente diga uno tendría que preguntarse si es verdadero, entonces si tiene
algo de verdad si aparecen formaciones del inconsciente pero también hay engaño, en este
sentido el analista propicie la apertura de la dimensión de la palabra en la transferencia.

Palabras claves: ignorancia, verdad, función de la palabra, transferencia.

El concepto de “ignorancia” es muy importante para Lacan, porque abre en el análisis la


posibilidad de que el paciente se comprometa en la búsqueda de la verdad. Para que esto se
lleve a cabo, el autor sitúa la ignorancia no sólo en el polo del analizante, sino también en el
del analista. De esta manera, señala: “cuando el sujeto se compromete en la búsqueda de la
verdad como tal es porque se sitúa en la dimensión de la ignorancia; poco importa que lo
sepa o no. Es este uno de esos elementos que los analistas llaman ‘readness to de
transference’, disposición a la transferencia. Existe en el paciente la disposición a la
transferencia por el solo hecho de colocarse en la posición de confesarse en la palabra, y
buscar su verdad hasta su extremo, en el extremo que está ahí, en el analista.”
*Cuando uno se sitúa en la ignorancia, tiene que bajar toda la lógica que el yo va tratar de
colocar, el paciente ordena su texto, el paciente puede hablar todo el rato, puede no dejarse
incomoda con una pregunta, puede mostrarte molestar, como que esa es su verdad y de ahí
nadie lo saca, hasta que aparezca una formación del inconsciente, como un lapsus por ejemplo,
mientras eso no ocurra el paciente te hablara con toda propiedad de lo que sabe a nivel
consciente, entonces la labor del analista es no quedarse solo en eso sino que se pueda seguir
indagando quizás con una emoción que se pueda entrar a esta otra dimensión.

La ignorancia en el analizante
La propuesta psicoanalítica trata de rescatar la singularidad del sujeto en el acto analítico
propiamente tal. De esta forma, en el devenir de la Asociación Libre, el sujeto no usa su
representación (palabras / significantes en Lacan) a su libre albedrío, puesto que el sujeto es
efecto del lenguaje, siendo sustraído por el orden simbólico que lo determina (tesis lacaniana
del inconsciente estructurado como un lenguaje).
*somos efectos del lenguaje, porque somos efectos de lo que pasa en Edipo, el sujeto no es un
ser, no lo podemos pesquisar, sino que es inconsciente y es evanescente, es decir en el mismo
momento que aparece también desaparece, cuando uno dice un lapsus emerge un sujeto,
cuando lo captamos el sujeto ya no está.

Lo anteriormente señalado encuentra sus fundamentos en que el sujeto es efecto de otra


escena de la cual no tiene el código y que corresponde a la otra escena del proceso primario.
Se trata, pues, del inconsciente que determina al sujeto y cuyo saber es desconocido para él.

Para comprender, de alguna manera, ese saber que no se sabe (lo inconsciente) y que, por lo
tanto, se ignora, conviene recordar brevemente la lectura lacaniana del Complejo de Edipo en
Freud. Para que se produzca la operación dialéctica desde la lógica de ser el falo de la madre1
a la lógica del tener, debe producirse el advenimiento de la Metáfora Paterna, la cual
efectuará una importante operación de corte que inaugurará al sujeto deseante( el que desea
siempre es el sujeto).2 A partir de allí, el deseo queda siempre insatisfecho, “su única
posibilidad es hacerse palabra y ponerse de manifiesto en una demanda, pero al hacerse
demanda, el deseo se pierde cada vez más en la cadena de los significantes del discurso.”(así
funcionamos los humanos)3 Esto último es muy importante, porque significa que el deseo
renace continuamente, “puesto que siempre está ‘en otro lugar’... La metáfora del Nombre del
Padre obliga al niño a tomar la parte (objeto sustitutivo) por el todo (objeto perdido).”
*El registro simbólico se asocia con el lenguaje, con el sujeto, el deseo, sujeto es el deseante,
formaciones del inconsciente, ahí parece el sujeto, metáfora paterna, materna, castración, está
1 Cfr. Lacan, Jacques, Seminario 5. Las formaciones del inconsciente, Primera edición, Ediciones Paidós SAICF,
Buenos Aires, 1999, pp. 185 – 199. Ser el falo de la madre implica que aún no hay posibilidad de subjetividad y,
por ende, no existe el deseo, sólo hay goce el cual no da cabida a la posibilidad de que el viviente se constituya
en un sujeto o que el cuerpo sea un lugar de inscripción.
2
3
en falta, no es un ser ontológico y siempre esta insatisfecho, son palabras que están de la
misma mano. En cambio en el eje imaginario ponemos al Yo, a la motivación, el mindfulness.
*El deseo se tiene que hacer palabra y la palabra hablara de una demanda, y siempre la
demanda es de amor, porque se va a relacionar con el deseo, y va a usar significantes, por
ejemplo; Mama, dame una galleta, cuales serian los significantes del discurso “Mamá, galleta”
Para Lacan el significante esta sobre el significado, entonces abre, por lo tanto, en el mama
dame galleta, es más que el querer la galleta, porque si bien la mama le da la galleta, el niño va
a seguir en una demanda permanente de amor. Mamá llévame a tal lado, mamá aquí y mamá
allá, mamá tengo sueño.
*La fantasía como uno ya la puede revisar y esta clarita, y el yo da cuenta de la fantasía, pasa
altiro al registro imaginario porque para Lacan, el trabajo de Klein, es muy bueno, pero es
imaginario, porque trabaja desde lo imaginario.
*El deseo renace continuamente, porque somos sujetos deseantes, nunca se nos agota el deseo,
es para siempre. Siempre esta en otro lugar, porque no es consciente, La metáfora del Nombre
del Padre obliga al niño a tomar la parte (objeto sustitutivo) por el todo (objeto perdido).”
Porque el objeto se perdió para siempre, nos queda un agujero en la estructura y siempre
vamos a ser sujetos deseantes, se nos perdió el S1, el significante 1 y tenemos que seguir y
seguir, y así nos llevamos.

Cabe destacar que Lacan enfatiza el concepto de “Otro”, el cual corresponde al lugar del
lenguaje (el tesoro de los significantes, hacia donde nosotros apuntamos), de la enunciación,
de la palabra, de la determinación, es la morada del inconsciente y determina la posibilidad de
que haya un sujeto dividido (lo que alude a la sobredeterminación freudiana).

*El sujeto que se dirige al Otro con mayúscula, pero pasa por el muro del lenguaje entonces
ahí el muro del lenguaje no lo deja, pone una traba porque el deseo se tiene que hacer palabra,
la palabra de hace demanda y la demanda no puede decir todo lo que el deseo quisiera decir,
entonces siempre algo se nos pierde cuando hablamos.
*El Otro es absolutamente simbólico, entonces estamos hablando de lenguaje, de significantes,
donde el sujeto se aferra.

Este concepto es fundamental, porque el analizante pondrá al analista en el lugar del Otro, lo
que sustenta, entre otras cosas, la idea de la Transferencia, puesto que todas las formaciones
del inconsciente provienen de otro lugar (formaciones del inconsciente, lo reprimido) y el
Otro encarna en cualquier lugar. Precisamente, el analista existe – dirá Lacan – en la medida
en que sea puesto en un lugar transferencial

¨*por una parte hay una transferencia que es imaginaria, ya, eso no lo vamos a decir que no,
lacan tampoco… donde se juega el amor y el odio, si le cae bien el psicólogo, que nos paso a
nosotros con el paciente, pero eso sigue siendo imaginario. En cambio acá se habla de que la
instalación de la transferencia desde el eje simbólico tiene que ver con que el analizante va a
colocar al analista en el lugar de ese Otro con mayúscula, entonces ahí va a buscar los
significantes.

* “y el Otro encarna en cualquier lugar. Precisamente, el analista existe – dirá Lacan – en la


medida en que sea puesto en un lugar transferencial”. Es lo mismo que planteaba Freud que el
análisis empieza cuando comienza la neurosis de transferencia, en donde ahí empieza todo el
movimiento del analizante hacia el analista, que lo va a colocar por ejemplo en el lugar del
padre, de la madre, de un otro significativo. El sujeto busca al Otro, porque es deseante y va a
colocar a su analista en ese lugar que encarna cualquier lugar. Esto se hace a partir de la
asociación libre, porque el psicoanálisis pretender cumplir una primera meta, que es crear una
transferencia operativa, es más imaginaria, y Freud se tomaba todo el tiempo para que se
generara este dispositivo en el análisis

A partir de la Asociación Libre, el Psicoanálisis pretende alcanzar una primera meta que es
crear una transferencia operativa. Freud se tomaba todo el tiempo que fuese necesario hasta
que se generara este dispositivo para dar lugar al análisis.

Cuando se instala la Neurosis de Transferencia, la que sustituye completamente a la Neurosis


Primitiva – (la cual es inabordable) -, el paciente se defiende de la castración simbólica
restituyendo los objetos imaginarios del lado del Otro. Este último no tiene el objeto “a”, ya
que es sólo un agujero y nunca podrá ser hallado. Para Lacan, el analista hace de semblante
del objeto ‘a’, como si fuera, para que se desarrolle la Transferencia. El analista sólo puede ser
la sombra de este objeto, porque, tal como acaba de señalarse, el objeto “a” es inexistente y,
por ende, tampoco existe el analista.

* Se defiende de la castración simbólica” lo hace partir, es restituir objetos imaginarios del


lado del otro, y eso es como divertido porque el paciente te puede decir, oiga usted me
recuerda a mi abuela, mama, hermana, ó tiene la misma voz de… y empieza esta cuestión en
donde, imaginariamente el paciente trata de ubicar en algo al analista, aunque no se de cuenta,
cuando ya verbaliza si, porque el esta haciendo una comparación, pero nosotros no nos
debemos quedar en esa comparación, sabemos que como el sujeto esta castrado, le esta
asignando un lugar al Otro con mayúscula, da lo mismo quienes seamos, en edad, genero, es
en qué lugar nos está colocando el sujeto.
* Para Lacan, el analista hace de semblante del objeto ‘a’, como si fuera, para que se
desarrolle la Transferencia” Hay que recordar que este ultimo no tiene el objeto a, acuérdense
que en lacan, cuando nosotros fuimos castrados, advino la metáfora paterna… hay un objeto
que se pierde, que cae y que va a ser causa del deseo, que es el objeto a, y queda un agujero en
la estructura que jamás va a ser encontrado, lo que permite que seamos deseantes. Entonces
para Lacan, el analista hace de semblante del objeto a como si fuera, para que se pueda
desarrollar esta transferencia. “El analista sólo puede ser la sombra de este objeto, porque, tal
como acaba de señalarse, el objeto “a” es inexistente y, por ende, tampoco existe el analista”
Es la sombra porque no es que tu seas la mamá, el papá, no lo eres, eres solo la sombra, un
semblante, porque el sujeto a es inexistente, se perdió. Por lo mismo no existe el analista con
nombre y apellido.

*Lacan postula que el sujeto busca a Otro con mayúscula, entonces… quien es el analista?
Tiene que pasar la barrera de lo imaginario y encarnar un lugar para el paciente, porque el
paciente te coloca en un lugar, y uno tiene que ser un semblante.

*Si lo aterrizamos, el analista esta con su paciente, el paciente de pronto hace alguna
elaboración, y te puede decir algo muy a favor, por ejemplo; que le gustó mucho lo que se le
dijo, que le hace sentido, bien aduladora, no te quedes en eso, ya esta a gusto, es verdad, lo que
se debe leer entre líneas es en qué lugar te esta posicional para que uno no colme
imaginariamente la escena clínica y trabes el análisis, así como si uno se queda hablando de
sí... yo me alegro mucho porque se ve que tu mama … como se sigue una adulación o podría
ser al revés y que siga una pelea, y uno le siga la pelea, si uno se queda en eso, se obtura la
posibilidad de una abertura hacia lo simbólico y nos quedaríamos en puros enjambres
imaginarios, en una palabra que engaña, si por último, da igual si el paciente esta contento o
no con uno, si es el paciente el que esta haciendo su proceso de análisis, uno solo lo facilita,
pero si en algunos momentos hay impases habrá que ver por qué, pero no colmarlo o cerrarlo
para que se solucione el problema.

En síntesis, la queja del analizando supone a un alguien que sabe, a Otro que no tiene nombre
y que es el lugar de la determinación. El supuesto saber depositado por el sujeto en el analista,
lo que constituye un amor transferencial, permitirá al goce del síntoma condescender al deseo.

*El supuesto saber, es de un saber que nos se sabe, no lo sabe ni el analizante ni el analista, por
eso es que hay una ignorancia funcionando en el análisis. La gracia es que si funciona dentro
del amor transferencial, porque desde el punto de vista imaginario, el paciente te adjudica un
saber y por eso te va a ver, o porque se lo recomendaron. Lo importante es que como analista
para mantenerse en ese lugar no lo tienes que completar o imaginarizar, porque de lo contrario
las sesiones se pueden transformar en pura complacencia del analizante, del analista, que a lo
mejor se quieren mucho y la pasan bien en las sesiones. Como en Freud cuando la
transferencia es muy positiva, significaba una resistencia, en la lacan se dice que se ha
imaginarizado, sin embargo la idea es que aparezcan formaciones del inconsciente.

Cabe destacar que para Lacan, el amor y el odio son sólo vías de realización del ser, polos
inevitables en los cuales el analista, si bien debe tenerlos en cuenta en el quehacer clínico, no
debe centrarse en ellos como metas, porque son tópicos ineludibles que, luego devienen como
resistencias, incluso el amor. Por lo tanto, es necesario apuntar a otra vía, a otra dimensión
para poder sostener el diálogo analítico, dimensión que se encuentra más allá del amor y el
odio. Lacan enfatiza: “Ahora bien, estas dos posibilidades, amor y odio, están siempre
acompañadas por una tercera, que generalmente se descuida, y que no se cuenta entre los
componentes primarios de la transferencia: la ignorancia como pasión. Sin embargo, el sujeto
que viene a analizarse se coloca, como tal, en la posición de quien ignora. Sin esta referencia
no hay entrada posible al análisis: nunca se la nombra, nunca se piensa en ella, cuando en
realidad es fundamental.”
*Tenemos un trípode, amor-odio-ignorancia, es raro que se hable de ignorancia, y es super
importante porque el analizante se pone en la posición de quien ignora y además uno tampoco
sabe que tiene, el es el sujeto deseante y uno es un sujeto deseante, entonces la transferencia
no va de sujeto a sujeto, porque esto no es imaginario, entonces es el lenguaje, que es uno, con
sus significantes se pone juego en la transferencia, entonces al final, ambas partes ignoran.

Si hay disposición a la Transferencia, hay disposición a la ignorancia, lo que conlleva la


búsqueda de la verdad en el extremo del analista.

La ignorancia en el analista
En “El concepto del análisis”4, Lacan propone un esquema de análisis, el que resulta
apropiado para entender cuál debe ser la posición del analista y su vinculación con la
ignorancia.

Un esquema del análisis

Figura 1

El sujeto del Psicoanálisis es un paradigma que sitúa a la Transferencia en un plano más allá de
la relación dual imaginaria entre analista y analizante. Lacan puntualiza: “el motor de su
progreso es la palabra.”5Somos por la palabra y los tres registros, real – simbólico e
imaginario –, “esenciales de la realidad humana”6, dan cuenta de cómo funciona la
palabra.7

Uno de los principales errores que acusa Lacan, a propósito de la psicología del yo en plena
efervescencia, es la desestimación de la función de la palabra otorgándole tribuna, entre otras
cosas, a la contratransferencia.8 Lacan señala: “apenas cree el psicoanalista saber algo de
psicología por ejemplo, comienza su perdición, por la sencilla razón de que en psicología,
nadie sabe gran cosa; salvo que la psicología misma es un error de perspectiva sobre el ser
humano.”9

En este caso, el análisis se transforma en una relación especular, en donde no queda espacio
para un sujeto, por lo que es alienante. “En el hombre, lo imaginario está reducido,
especializado, centrado en la imagen especular, que constituye a la vez los callejones sin
salida y la función de la relación imaginaria.” 20 Si bien, algunas intervenciones sólo en el
plano yoico podrían lograr puntos de estabilidad en el paciente, serían momentáneos, porque al
mismo tiempo se fragilizan. La alienación imaginaria hace que el sujeto se vea en el campo del

4
5 Idem. p. 379.
6 Lacan, Jacques, El imaginario, el real, el simbólico. Segunda edición, Texto establecido Exotéricas, julio 1990,
p. 1.
7 Para profundizar acerca de la palabra y el lenguaje, cfr. Idem. pp. 2 y ss.
8 Cfr. Lacan, Jacques, Discurso de Roma. Pronunciado el 26 de Septiembre de 1953. Inédito, pp. 8 - 9
9 Lacan, Jacques, Seminario 1.Los escritos técnicos de Freud (1953 – 1954). Op. cit. pp. 404 – 405. Aludiendo
a la ‘ ignorancia docens’. 20Idem. p. 410.
otro imaginario (otro pequeño), tensión ineludible, pero que necesita ser atravesada por la
palabra para que emerja el sujeto del inconsciente.

Anteriormente, se había señalado que el analista es puesto por el analizante en el lugar del
Otro, lo que establece una dimensión más allá de lo especular, “hay que distinguir, por lo
menos, dos ‘otros’: uno con una ‘A’ mayúscula, y otro con una ‘a’ minúscula que es el yo. En
la función de la palabra de quien se trata es del Otro” 10, por lo que el analista deberá asumir
esa posición.

En el esquema del análisis propuesto por Lacan, (figura 1), podemos pensar la zona del espiral
como una zona imaginaria. El autor puntualiza: “el fenómeno de la transferencia encuentra la
cristalización imaginaria. Gira en torno a ella y con ella debe reunirse.”(así parte todo, las
entrevistas preliminares)11 Sin embargo si, como se señaló con anterioridad, el motor de su
progreso es la palabra, ella es la que atraviesa el plano imaginario situando al paciente en una
nueva alienación, la simbólica y que da cuenta del sujeto. La función de la palabra introduce la
función de la verdad y la función del engaño.
Tal como señala Lacan: “... en el análisis, la verdad surge por el representante más manifiesto
de la equivocación: el lapsus, la acción que impropiamente se llama ‘fallida’. Nuestros actos
fallidos son actos que triunfan, nuestras palabras que tropiezan son palabras que confiesan.
Unos y otras revelan una verdad de atrás. En el interior de lo que se llama asociaciones
libres, imágenes del sueño, síntomas, se manifiesta una palabra que trae la verdad. Si el
descubrimiento de Freud tiene un sentido sólo puede ser éste: la verdad caza al error por el
cuello en la equivocación.”12

La verdad, entonces, tiene estructura de ficción, porque tiene estructura de palabra y se


produce en el campo de la interpretación. Alude a una legalidad, otra, que le pertenece al Otro,
no al “yo” ni al otro especular. El Gran Otro es el tesoro de los significantes desde donde el
sujeto los tomó prestados.
*Cuando aparezca una equivocación, un lapsus, ahí seria ideal al menos mostrarlo,porque
podría ser que en ese minuto no se pueda interpretar, pero no hay que dejarlo pasar, porque el
paciente puede hacer consciente que cometió un error, pero que uno dice, mas que un fallo,
dijo su verdad.
En el esquema del análisis, representado en la figura 1, la letra A corresponde al polo del
analizante y la letra B al polo del analista. Este último es clave; de hecho, se avanzará en lo
imaginario (zona del espiral) en la medida en que el analista sepa escuchar a su paciente. “El
analista lo escucha, pero a la vuelta también lo oye el sujeto. El eco de su discurso es
simétrico al carácter especular de la imagen” 13 y esto precisa tiempo, porque “... el sujeto
pone una y otra vez sus manos a la obra y confesando en primera persona su historia,
progresa en el orden de las relaciones simbólicas fundamentales donde tiene que encontrar el
tiempo, resolviendo las detenciones y las inhibiciones que constituyen el superyo.”14
*Lo que dice acá es como si el sujeto se estuviera reescribiendo, porque el sujeto esta
hablando, por eso parte la flecha, pero necesariamente tiene que haber un analista alguien que
lo escuche. A nivel imaginar el paciente alomejor sabe en el dispositivo clínico claro sabe que

10 Lacan, Jacques, Seminario 2. El yo en la teoría de Freud y en la técnica psicoanalítica (1954 – 1955), Primera
edición, Editorial Paidós SAICF, Buenos Aires, 1983, p. 355.
11 Lacan, Jacques, Seminario 1. Los escritos técnicos de Freud (1953 – 1954). Op. cit. p. 412.
12 Idem. p. 386.
13 Idem. p. 412.
14 Idem.
esta su analista, comienza a asociar, quizás puede ser cara cara o en el diván, cuando va
hablando, el espiral, pero resulta que también esta esa relación que es imaginaria, porque eso
tiene que estar funcionando, los registros siempre están de la mano, no es que sea puro
imaginario, puro simbólico, entonces cuando habla el analizante y si el analista tomo la
posición de semblante, como que no obtura lo que esta diciendo el paciente, el analizante va
seguir desplegando, atribuyéndole al analista un supuesto saber, buscando significantes en el
Otro que son los lugares que va tomando el analista, y eso le va a ir permitiendo al analizante
progresas en el análisis, porque si bien está hablando, no solo está escuchando el analista sino
que además eso como un eco también se devuelve al analizante, porque va a escuchar sus
propias palabras, por eso tenemos que hacer de semblante, de pronto el paciente esta hablando
y dice oh que fuerte eso que dije, porque dije tal palabra, y mas encima si viene una
interpretación del analista. El sujeto la pueda oír, que genere un efecto ese lenguaje en el
sujeto.Es decir me paso esto pero como lo vuelvo a escribir, que otra vuelta le esta dando el
paciente, quizás hay cosas que nunca las pensó a nivel imaginario, y ahora al ir cambiando de
posición, como que otras cosas lo iran representando, otros significantes, entonces es posible
que cambie de posición, quizás tiene ganas de priorizar otras cosas, pero para que se
produzcan esos movimientos el paciente debe haber puesto en marcha el hablar.
Desde esta perspectiva, la historización del pasado no es una cuestión de tipo mnémica, como
suele pensarse, sino, y sobre todo, de reescritura que el dispositivo de la Transferencia permite
rescatar.

“La letra del mensaje es aquí importante. Es necesario, para asirlo, detenerse un instante en
el carácter fundamentalmente equívoco de la palabra mientras que la función es tanto de
ocultar como de descubrir. Pero incluso circunscribiéndose a lo que ella da a conocer, la
naturaleza del lenguaje no permite aislar las resonancias que siempre indican leerla en varios
niveles. Es esta partición inherente a la ambigüedad del lenguaje la que explica por sí sola la
multiplicidad de los accesos posibles al secreto de la palabra. No es menos cierto en
conclusión que no hay sino un texto donde se pueda leer a la vez lo que ella dice y lo que ella
no dice, y que es a ese texto al que los síntomas se ligan tan íntimamente como [se liga] un
rebús a la frase que él figura.”15

*Cuando esta hablando el paciente, también esta hablando el síntoma, que tiene dos caras, una
simbólica y una cara de goce, de repetición, siempre hay dos niveles en lo que esta
conversando el paciente, en esa palabra que dice. Entonces se formula un texto y es un solo
texto por eso es que solo hay un inconsciente, no son dos como en la escuela inglesa con cada
mundo interno, sino que acá estamos hablando de lo que se esta produciendo en sesión con el
texto y eso hace que uno revise ese texto con el paciente haciendo algunas intervenciones o en
silencio, interpretar un lapsus o poder mostrarlo, es un texto que se construye en sesión, ese
texto es palabra y el deseo se hace palabra y la palabra demanda, entonces tiene que ver con el
deseo del sujeto, que esta expuesto a través de un texto que demanda toda la sesión, entonces
uno toma eso para que el sujeto pueda recibir el eco de sus propias palabras, que serian los
significantes que lo representan, cuando eso se va logrando el análisis avanza.

Por lo tanto, para reescribir el propio texto se requiere de un otro, el analista, alteridad
fundamental para que el sujeto se abra a la dimensión de la palabra, permitiendo, de este
modo, que los significantes se desplieguen en la cadena de asociaciones.
Entonces miren dice Gabriel también que es entretenido dice por lo tanto para reescribir el
propio texto se requiere de un otro como es el análisis porque como no reescribe solo como
que uno se ponga de eso ya pero el otro te está escuchando y por eso estaba ese espiral ya

15 Lacan, Jacques, Discurso de Roma. Pronunciado el 26 de Septiembre de 1953. Inédito, p. 5.


entonces hay una alteridad porque tú le hablas a una alteridad que encarna el analista el sujeto
lo va a poner en un lugar a este otro con mayúscula y el analista encarna lugares, hace de
semblante habíamos dicho el que le pone rostro voz y todo, va a ser en analista pero está
construyendo su texto en análisis que es su deseo puesto en una demanda a través de la palabra
eso es por eso dice acá de que esta alteridad es fundamental para que el sujeto se abra a la
dimensión de la palabra permitiendo de este modo que los significantes se desplieguen en las
cadenas de asociación entonces el muy importante escuchar cuáles son esos significantes que
aparecen que tú puedes tomar esa vía para hacer tu trabajo clínico acuérdense que el
significante está sobre el significado entonces abre y es lo que representa el sujeto en relación
con otro significante en una cadena y el sujeto está representado ahí y eso es todo es
inconsciente bien acá en este párrafo que sigue que también me parece interesante porque les
va a hacer más sentido dice los puntos que no están integrados en la historia de…
Los puntos no integrados de la historia del sujeto se compensaron, de alguna manera, con una
cobertura fantasmática. La presencia de un síntoma, por ejemplo, está indicando que algo
sucedió en esa historia, la función simbólica no logró reabsorber lo imaginario, por lo que la
palabra quedó amordazada. Respecto a esto último, Lacan señala: “[en la palabra
amordazada]... se expresa un cierto número, digamos de transgresiones a un cierto orden que,
para sí mismos, gritan al cielo el orden negativo en el cual se ha inscrito. A falta de realizar el
orden del símbolo de una manera viva, el sujeto realiza imágenes desordenadas de las que son
los substitutos, y, por supuesto, es eso lo que va ante todo y de ahora en adelante a
interponerse a toda relación simbólica verdadera.”16
*Cuando uno ha tenido problema en la vida le han pasado cosas quizás no problema pero
aparece lo angustioso aparece lo que sea qué hacemos los seres humanos lo tratamos de
rellenar imaginariamente y tapamos esa falta qué es lo que tratamos de hacer pero ustedes
saben que no se puede tapar la falta porque eso es estructural entonces por ejemplo pueden
advenir los síntomas que eso está indicando de que algo no sucedió en la historia porque el
síntoma no es que hoy ahora está pasando y como que nunca estuvo o sea siempre estuvo no
más solo que ahora se puede visibilizar eso quiere decir que lo simbólico no pudo reabsorber
lo imaginario porque la palabra quedó amordazada pues entonces el problema insiste insiste
insiste insiste eh porque no está escuchado por eso es importante el analista el espiral esto es
que estábamos viendo porque así se devuelve como eco para el analizante y abre otras cosas ,
pero si la palabra queda amordasada vamos a tener síntoma , lapsus y esas cosas
*Explicación cita: Cuando la palabra a quedado amordazada hay cuestiones que no se han
logrado inscribir como corresponden a nivel simbólico, entonces eso queda suelto y se adhiere
en un síntoma y eso es lo que aparece, hasta que hablandolo se pueda soltar y ahora cobra otra
mirada, entonces la única forma de poder avanzar es con el análisis hablando, que pueda
expresarse

En la situación analítica, es fundamental que el analista ocupe su lugar de significante y no el


lugar de “alguien”(no ser humano de carne y hueso que seria imaginario) que entra en una
lógica especular, en la dialéctica amo-esclavo,17 en la cual, supuestamente, él tendría cómo
colmar la falta del analizante. Lacan puntualiza: “el analista no debe desconocer lo que
llamaré el poder de accesión al ser de la dimensión de la ignorancia, puesto que debe
responder a aquel que, en todo su discurso, lo interroga en esa dimensión. No tiene que guiar
al sujeto hacia un ‘Wissen’, un saber, sino hacia las vías de acceso a ese saber. Debe
comprometer al sujeto en una operación dialéctica, no decirle que se engaña pues,
forzosamente, él está en el error, sino mostrarle que habla mal, es decir que habla sin saber,
como un ignorante, pues las que cuentan son las vías de su error.”

16 Lacan, Jacques, El imaginario, el real, el simbólico. Op. cit. p. 9.


17
*Hay que mostrarle el lapsus, el acto fallido, el síntoma
Esta posición del analista es la que Lacan denomina ignorancia docta, “que no quiere decir
sabia, sino formal y que puede ser formadora para el sujeto.”
*Es decir si el analista es capaz de interpretar un lapsus, o hacerlo ver o justo subrayarlo eso se
le llama ignorancia docta porque no es que el analista sepa todo no pero sí que apareció el
lapsus entonces eso quiere decir que va a favorecer al sujeto porque el sujeto va a escuchar su
propio lapsus y ahora lo escucha xq el analista se lo dice.

Ciertamente, este concepto de análisis nos sitúa en el plano de la ética (del sujeto, el sujeto y
sus tiempos)y no en el de la ontología. “El análisis no es esa reconstitución de la imagen
narcisista a la cual, frecuentemente, se lo reduce.” Para Lacan, el analista no debe ser un
espejo viviente para el analizado; su “yo”(el del analista) no debe estar ahí haciéndose presente
(ah a mi me pasa lo mismo), muy por el contrario, debe constituirse en un espejo vacío, “lo
que pasa, pasa entre el yo del sujeto – en apariencia siempre habla el yo del sujeto – y los
otros.” Todo el progreso del análisis radica, entonces, en el desplazamiento progresivo de esa
relación, que el sujeto es capaz de captar en todo momento, más allá del muro del lenguaje,
como Transferencia, que es de él y donde no se reconoce. “El análisis consiste en hacerle
tomar conciencia de sus relaciones, no con el yo del analista, sino con todos esos Otros que
son sus verdaderos garantes, y que no ha reconocido. Se trata de que el sujeto descubra de
una manera progresiva a qué Otro se dirige verdaderamente aún sin saberlo, y de que asuma
progresivamente las relaciones de transferencia en el lugar en que está, y donde en un
principio no sabía que estaba.”
*Ejemplo: Para que tu siempre buscas en los hombres una imagen violenta de tu padre, para
que tu siempre buscas en las mujeres la envidia que ella te ofrece xq a l final tu terminas muy
mal y te sientes robada o robado, ejemplo que se relaciona con que se pueda encontrar en el
texto del paciente, en que se le puedan ir mostrando sus posiciones con respecto a estos otros,
que ya no es juanita pepita, sino que se dirige a Otro que busca el sujeto, entonces se le puede
mostrar que como que sus garantes o personajes mas centrales, se lo imaginarizas un poquito
en la interpretación para que lo entienda, como que tienen un patrón común, hay algunos
pacientes que ya lo saben, entonces de que vaya es porque a pesar de que lo sabe a nivel
imaginario uno se pregunta a que viene, xq igual tiene una pregunta, necesita hablarlo, pero
nosotros no sabemos tampoco, eso solo lo contiene el texto del paciente.

Sostener el diálogo analítico implica, para el analista, lo que se podría llamar su destitución
subjetiva(nuestros yoes tienen que bajar), su des – ser para que, en el polo del analizante,
pueda emerger el sujeto del inconsciente hasta entonces colmado de sentido (o significados) y,
por ende, atrapado. En palabras de Lacan, “si se forman analistas es para que haya sujetos
tales que en ellos el yo esté ausente. Este es el ideal del análisis, que, desde luego, es siempre
virtual. Nunca hay un sujeto sin yo, un sujeto plenamente realizado, pero es esto lo que hay
que intentar obtener siempre del sujeto en análisis.”
*Tenemos que ser un semblante, nos debemos desubjetivación, para no atornillar al revés, no
genere interferencia, sin trabar el analsisi

En la Transferencia comenzará a desplegarse una suerte de equívocos que permitirá la


revelación del sujeto del inconsciente. El analizante siempre dice más que lo que sabe que
dice; la escucha analítica de esa narrativa, proveniente desde otro lugar(formaciones del incc),
cobra una importancia primordial para promover el diálogo analítico, en el cual, los dos
participantes, analizante y analista, buscan la verdad porque están sometidos a la ignorancia.
“La transferencia, si bien es cierto que se establece en y por la dimensión de la palabra, sólo
aporta la revelación de esa relación imaginaria cuando alcanza ciertos puntos cruciales del
encuentro hablado con el otro, en este caso el analista. Desembarazado el discurso mediante
la regla llamada fundamental de parte de sus convenciones, comienza a jugar más o menos
libremente respecto al discurso corriente, y abre al sujeto la vía de esa fecunda equivocación
en la que la palabra verídica confluye con el discurso del error. Pero, también cuando la
palabra huye la revelación, la equivocación fecunda, y se desarrolla en el engaño – dimensión
esencial que precisamente nos impide eliminar al sujeto como tal de nuestra experiencia, y
reducirla a términos objetales – se descubren esos puntos que, en la historia del sujeto, no
fueron integrados, asumidos, sino reprimidos.”

Se comprende mejor por qué el dispositivo de la Transferencia no sólo abre la pregunta en el


sujeto, lo que lo compromete con su propia ignorancia, sino que, además, busca que el sujeto
se quiera realizar en la palabra, lo que exige para el analista confiar en ella. “El análisis debe
apuntar al paso de una verdadera palabra, que reúna al sujeto con otro sujeto, del otro lado
del muro del lenguaje. Es la relación última del sujeto con un Otro verdadero, con el Otro que
da la respuesta que no se espera, que define el punto terminal del análisis.”
Esta búsqueda de la verdad encuentra sus límites en el analista, el cual, también, debe hacerse
cargo de su ignorancia.

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