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Rosario Maradei Informe nro 4 Mat.

: 45011072
Los escritos técnicos de Freud. El seminario 1 (J. Lacan, 1954)

En el capitulo XIX de dicho texto Lacan hablará de la función creadora de la palabra, y a


su vez de la palabra en la transferencia.
“Hagan Ustedes la prueba y verán que nunca saldrán del mundo del símbolo” dice Lacan;
y esto se refiere a que cada vez que estamos en el orden de la palabra, todo lo que se
instaura en la realidad es otra realidad, finalmente solo adquiere su sentido y su acento en
función de este orden mismo. Entonces, si la emoción puede ser desplazada, invertida,
inhibida; si ella esta comprometida en su dialéctica: EN PORQUE ELLA ESTA
CAPTURADA EN EL ORDEN SIMBOLICO, a partir del cual los otros ordenes, imaginario
y real, ocupan su puesto y se ordenan.

Lacan dirá que en el orden de las emociones y los sentimientos existe la ambivalencia; esta
última es una realidad en su esencia no constituida. Lo cual quiere decir que una palabra
solo es palabra en la exacta medida en que hay ALGUIEN que crea en ella. LA PALABRA
ES ESENCIALMENTE UN MEDIO PARA SER RECONOCIDO. La palabra esta ahí, antes
que cualquier cosa pueda estar detrás de ella. Por eso es ambivalente en indomable, es un
espejismo. En el momento en que quiere hacer algo y exige reconocimiento: LA PALABRA
EXISTE.
Pero Lacan a su vez dirá que la palabra nunca tiene un único sentido ni el vocablo un único
empleo. TODA PALABRA TIENE SIEMPRE UN MAS ALLA. El mas allá al que somos
remitidos, es siempre otra palabra, mas profunda.
En el análisis de la transferencia, se trata de saber en qué punto de su presencia la palabra
es plena y no vacía.

En el texto Lacan dice que para Freud la transferencia es el fenómeno constituido por el
hecho de que no existe traducción directa posible para un cierto deseo reprimido por el
sujeto. Este deseo del sujeto esta vedado a su modo de discurso, y no puede hacerse
reconocer. Hay relaciones esenciales que ningún discurso puede expresar suficientemente,
solo puede hacerlo entre lineas. A este proceso que en el cual se logra expresarse en otro
sentido, Freud lo llama Übertragung. Aquel deseo inconsciente, imposible de expresar
encuentra un medio para poder hacer con el alfabeto.
Durante el análisis, hay una dimensión suplementaria esencial: El otro está ahí.
La función de la transferencia solo puede ser entendida en el plano simbólico. Dicha
transferencia se trata de buscar en el discurso enmascarado, el discurso del inconciente.
El yo se constituye en un lugar de engaño porque nace en el lugar del Otro.
Rosario Maradei Informe nro 4 Mat.: 45011072
El discurso secreto y profundo se expresa en el discurso vacío. En el texto Lacan dice que
el mismo San Agustin admite que el propio sujeto que dice algo, a menudo no sabe lo que
nos dice; y que hace girar la dialéctica en torno a los tres polos: el error, la equivocación, la
ambigüedad.
Lo que habla en el hombre llega mucho mas allá de la palabra hasta penetrar en sus
sueños, en su ser y en su organismo mismo.

Por otra parte, en su seminario número dos en el capitulo XIX, Lacan hará una introducción
del Gran Otro. Lacan va a decir que cuando se trata del hombre, la relación entre la
satisfacción del sujeto y la satisfacción del otro, siempre está en tela de juicio.
Hay que distinguir, por lo menos, dos otros: Uno con una A (mayúscula) y otro con una a
(minúscula) que es el yo. En la función de la palabra de quien se trata es del Otro. Se
propone como meta del análisis redondear al yo. El yo es una construcción imaginaria. En
el esquema se ilustran los problemas del yo y el otro, el lenguaje y la palabra: La S es el
sujeto analítico, no en su totalidad. Por otro lado tenemos a (yo) que donde el sujeto se
cree ver, y donde todo el mundo queda y no hay manera de salir. El yo ve bajo la forma del
otro con el cual posee mayor relación, es superponible a este y se representa como a’.
Lacan denomina a esto el plano del espejo, un mundo simétrico de los ego y de los otros
homogéneos del cual se distingue otro plano que es el muro del lenguaje. Lo imaginario
cobra su falsa realidad, que es una realidad verificada. El yo, el otro, el semejante, todos
estos imaginarios son objetos.
Los verdaderos Otros están del otro lado del muro del lenguaje, donde no se alcanza jamas.
El sujeto está separado de estos Otros por dicho muro. El lenguaje sirve tanto para
FUNDARNOS en el Otro como para impedirnos radicalmente comprenderlo.
El sujeto no sabe lo que dice porque no sabe lo que es.

El yo se constituye en un lugar de engaño porque nace en el lugar del Otro.

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