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A.

¿Se podría iniciar el procedimiento de reforma a través de un decreto del Poder Ejecutivo tal como lo anhela el
jefe de Gabinete de Ministros? Fundamenta e indica cuáles son las dos primeras etapas para iniciar el mecanismo
de reforma.
No, porque para iniciar el mecanismo de reforma de la Constitución es necesario cumplir con lo establecido en
el artículo 30 de la propia Constitución., no existiendo la posibilidad de que se inicie por un decreto del Poder
Ejecutivo.
Podemos distinguir, de acuerdo con lo establecido en dicho artículo, dos etapas, la primera considera “Etapa
preconstituyente”, en la cual el congreso toma la iniciativa para declarar que la reformar es necesaria y debe
puntualizar que temas cuestiones o normas de la constitución se incluyen en el listado de reforma. Para declarar dicha
necesidad, necesita el voto de, al menos, las dos terceras partes de sus miembros
En una segunda etapa, denominada “Etapa constituyente” es una convención convocada al efecto, denominada
“Convención Nacional Constituyente”, la que tiene a su cargo decidir si, dentro del marco del listado antedicho, hace
enmiendas en las materias y los contenidos para las cuales se ha reunido. La convención reformadora surge de la
elección popular, aunque la letra del art. 30 no lo especifica.

B. ¿Se pueden “reformar” los contenidos pétreos? Explica y fundamenta tu postura.


Si, se pueden reformar, pero no se pueden abolir, suprimir ni sustituir por otros opuestos. Tal petreidad o
petrificación surge del carácter parcialmente tradicional-historicista de nuestra constitución de 1853-1860, o sea, de
todo lo que hace parte su contenido porque proviene, con suficiente legitimidad, de nuestro proceso entre 1810 y
1853-60. Esos contenidos mantienen su naturaleza pétrea mientras la estructura social subyacente en la que hicieron
base conserve su fisonomía. Contamos cuatro a) la forma federal del estado, b) la forma republicana del gobierno, c)
la democracia como forma de estado y d) la confesionalidad del estado. Entonces, lo prohibido sería reemplazar el
federalismo por el unitarismo, la republica por la monarquía, la democracia por el totalitarismo, la confesionalidad
por la laicidad.

C. ¿La pena de muerte podría ser incluida en nuestro ordenamiento jurídico interno?
No, por cuanto la propia constitución establece límites e incluso hay además límites heterónomos, o sea, que
vienen desde fuera de ella. Son los propios del derecho internacional -por ej., tratados- cuando preexiste a la reforma.
Así, desde que el Pacto de San José de Costa Rica forma parte de nuestro ordenamiento a raíz de su ratificación en
1984, su prohibición para que los estados que al tiempo de hacerse parte en el tratado no tenía la pena de muerte
queden impedidos de adoptarla después, configura un límite: ninguna reforma constitucional podría incluir la pena de
muerte en la constitución, ni establecer el deber del congreso de implantarla para determinados delitos.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
1- Universidad Siglo DER341- Derecho Constitucional Modulo 1
2- Bidart Campos, German José. (2002) Compendio de Derecho Constitucional

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