Está en la página 1de 5

(((volanta)))

LA LOGIA MÁS VIEJA DEL PAÍS ESTÁ EN ENTRE RÍOS

(((Título)))

El regreso de los masones


(((bajada)))

La masonería argentina reactiva logias en todo el país. Esta sociedad cargada de


misticismo y secreto ha abierto sus puertas a la comunidad e incluso a los medios, de
una manera inédita. Análisis dialogó en profundidad con un miembro de “la obediencia”
en Concepción del Uruguay y en el país. Un dato central que muestra ese auge: en la
ciudad histórica funciona desde hace seis años la Logia más antigua de la Argentina, la
Jorge Washington Nº44, que tuvo entre sus presidentes al mismísimo Justo José de
Urquiza.

Por Américo Schvartzman


Fotos: Valentín Bisogni
Desde Concepción del Uruguay

En realidad, nunca se fueron. Pero, sin llegar a ser un “boom” como el que se registra en
el Uruguay (ver recuadro) la masonería argentina se reorganizó desde hace algunos
años y vive un momento de auge que se verifica con claridad en la reactivación de
logias en todo el país. Además, esta sociedad cargada desde siempre de un aura de
misticismo y secreto, ha abierto sus puertas a la comunidad e incluso a los medios, de
una manera inédita.
La frase no es nueva, pero Néstor L. Hernández la reiteró un par de veces, como para
que quede claro a lo largo de la charla mantenida con Análisis, días atrás, en una
confitería céntrica de Concepción del Uruguay, y tras contactarlo vía correo electrónico:
“No somos una sociedad secreta, sino en todo caso discreta”.
Hernández no es entrerriano, pero por su actividad comercial está más tiempo en la
ciudad y en la zona que en su lugar de residencia, la ciudad de Buenos Aires. Miembro
activo de dos logias (una en su ciudad y la otra, la Jorge Washington de Concepción del
Uruguay) se muestra muy a gusto en la Histórica. “Es que esta ciudad tiene una gran
presencia masónica. Muchas de los grandes aportes que se han hecho en su historia
tienen el sello inconfundible de la masonería”.
Hay otro motivo: en Concepción del Uruguay se encuentra la logia más antigua de la
Argentina. Fundada en 1822 y con varios nombres ilustres que mostrar entre sus
miembros (ver recuadro), en este año está cumpliéndose su 185º aniversario.
Es sabido que la masonería tiene más de dos siglos de presencia en la historia argentina,
en la cual tuvo influencia singular en distintas épocas de su vida política. Según los
datos que maneja la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, la
cantidad de integrantes creció un 55 por ciento en los últimos seis años. En 1999 había
5.800 integrantes; hoy, 9.000. Algo similar sucede con las logias en actividad. Según
Hernández, hay unas 200 en el país. En Entre Ríos, están en funcionamiento cuatro: dos
en Paraná, una en Concordia y otra en Concepción del Uruguay. Y también hay
“triángulos” (grupos menores) funcionando en Colón y Gualeguaychú. Aunque, aclara,
hay masones en todas las ciudades del territorio entrerriano.

NI SECRETOS NI MISTERIOS
A diferencia de lo que sucedía pocos años atrás, ahora se sabe quiénes son las
autoridades de la masonería, sus publicaciones pueden consultarse en internet, hay
domicilio legal y postal, teléfonos a los cuales llamar, sitio digital propio
(www.masoneria-argentina.org.ar), e incluso cuentan con personería jurídica. La Gran
Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones es presidida por el gran maestre
Sergio Héctor Nunes, quien también aparece como responsable de la publicación
institucional Símbolo.

PRESENCIA MASÓNICA
La masonería argentina tiene en Concepción del Uruguay una larga historia, y aunque a
veces se evita señalar esa faceta, es el mismísimo Justo José de Urquiza uno de sus
máximos impulsores, y fuerte precursor de la tradición masónica en Entre Ríos.
Su empecinada voluntad de incorporar “la modernidad” europea no es ajena a los
ideales masónicos. Y es sabido que científicos y pensadores que debieron exiliarse tras
el fracaso de la revolución de 1848 en Francia, encontraron cobijo fraternal en estas
tierras, a las que le brindaron su impronta librepensadora y cientificista, dando origen al
prestigio del Colegio del Uruguay, a las primeras bibliotecas populares, a las
experiencias de colonización agrícola solidaria y luego al cooperativismo, al primer
Registro Civil de la Argentina, a las primeras ideas de organización social igualitaria, y
en fin, a innumerables asociaciones de bien público, algunas de ellas aún en
funcionamiento (La Fraternidad, la Biblioteca El Porvenir), la primera sociedad mutual
del país, la primera cooperativa agraria en Basavilbaso, la cooperativa El Despertar del
Obrero, aún no estudiada a fondo en su notable labor social durante décadas, etc. En
muchas de estas instituciones sobrevuela la presencia masónica y el espíritu inquieto de
uno de sus miembros más destacados, que también presidió la Logia: Alejo Peyret,
quizás el arquetipo del “sabio europeo” traído por Urquiza, un hermano masón como él.

LOS CUSTODIOS DEL TEMPLO


Abandonado durante años, en pleno centro de la ciudad, sobre calle 8 de Junio, entre 25
de Mayo y Urquiza, a una cuadra de la peatonal, se levanta el edificio del templo
masónico. Allí se realizaban las “tenidas”, nombre que reciben las reuniones de trabajo
de las logias. Algunos símbolos externos identifican la fachada, que se conserva casi
intacta: la escuadra (que simboliza rectitud moral) y el compás (que marca los límites)
en la puerta lateral de acceso; así como el gran triángulo de mármol blanco en el
pórtico, con los nombres de los “MConstructores de este Templo”, los “HH Riba y
Conturbi”. En el interior funciona desde 2001 el Museo de Dibujo y Grabado Guaman
Poma, por un acuerdo firmado entonces con las autoridades de la Gran Logia Argentina
y que parece a punto de caer.
No es secreta la reactivación “del taller” como lo denominan los masones, siempre
fieles a la terminología mística vinculada a la construcción y que arrastran desde hace
siglos. Tampoco es un secreto la comprensible pretensión de recuperar el edificio del
templo para el funcionamiento de la Logia. Pero sí es un poco más difícil saber dónde
realizan mientras tanto las “tenidas”, así como los nombres de sus casi 40 miembros
actuales.
FRATERNIDAD Y CONTRADICCIONES
“Las revoluciones de independencia americana fueron obra de masones”, han repetido
siempre los estudiosos del tema pertenecientes a la sociedad secreta. Es que los
“hermanos” suelen enorgullecerse de quienes integraron sus filas, aún si se les señala las
grandes contradicciones que hubo entre protagonistas de la historia que, sin embargo,
eran iniciados en la masonería. Tales los casos más lejanos del masón Urquiza,
enfrentado a muerte con los líderes porteños, también masones, que hasta pusieron
precio a su cabeza. O los masones Alberdi, Sarmiento y Mitre, que hasta guerrearon
entre sí. Para no hablar de víctimas y victimarios más actuales: tanto el verdugo del
Pacífico, el execrable Pinochet, como su víctima más ilustre, Salvador Allende, fueron
miembros de la masonería.
Hernández explica que la masonería no actúa corporativamente, no toma decisiones
como organización, sino que “actúa a través de sus hombres”, y ellos son responsables
de sus actos.

MASONES Y POLÍTICA
“Hoy estamos en una etapa trascendental en la refundación de la logia Jorge
Washington nº 44, o mejor dicho, estamos a punto de levantar nuevamente sus
columnas e iniciar los talleres tal como corresponde; lo que nos constriñe a repensar los
orígenes de esta logia”, afirman en el mensaje de bienvenida en la web.
“Ya quedaron atrás las luchas por la independencia que sometía a este territorio a una
corona europea, pero queda aun la lucha contra la dependencia económica, tecnológica,
científica y es nuestro deber propender a colaborar con potestades del Estado para así
poder cambiar esto; sobre todo con la educación, la ciencia y la cultura”, manifiestan.
Es evidente que en el siglo 19 (y también en parte del 20) la pertenencia a la masonería
era una gran fuente de contactos y vinculaciones con el poder político.
Esa presencia parece haber disminuido en estos tiempos. Históricamente ligados a ideas
renovadoras y liberales, en Concepción del Uruguay hay quienes ven un estrecho lazo
entre el renacer masón y el grupo fundacional del macrismo local (también vinculado a
la centenaria La Fraternidad y su carrera de Derecho). Pero como siempre, nada se niega
o afirma, ya que “la masonería no actúa corporativamente”.
Que haya hermanos que coincidan en la simpatía por Mauricio Macri no es visto más
que como una coincidencia que no cuenta con apoyo institucional. El último número de
la revista Simbolo es una muestra de todos esos cruces: el primero de los artículos está
dedicado a ensalzar la obra del entrerriano Onésimo Leguizamón, un masón distinguido,
docente en el Colegio del Uruguay, que llegó a la Corte Suprema y fue ministro de
Educación de Avellaneda. El autor de la nota es Jorge Reinaldo Vanossi, jurista y,
además, dirigente político del macrismo porteño.

((((((((recuadros)))

NOMBRES DESTACADOS EN ENTRE RÍOS

El historiador Alcibíades Lappas, en su obra La Logia Jorge Washington de Concepción


del Uruguay, del año 1970, consigna algunos de los personajes de importancia
vinculados a la Logia nº 44. El que encabeza el ranking es, fuera de toda duda, Justo
José de Urquiza. Iniciado en la Logia Jorge Washington en 1847, fue Venerable
Maestro y en 1863 se lo nombró Miembro Honorario de la misma por moción de
Idelfonso Medina, ya que Urquiza se había afiliado a la Augusta y Respetable Logia
Confraternidad Argentina nº 2, la misma de Mitre.
Onésimo Leguizamón: abogado, educador y jurista. Fue ministro de Educación de
Avellaneda, y miembro de la Suprema Corte de Justicia. Colaborador de Sarmiento. Fue
iniciado en la logia en 1863 y la presidió en 1865-66.
Martín Ruiz Moreno: Político, abogado e historiador. Fue diputado nacional e
intendente de varias ciudades entrerrianas. Iniciado en el año 1857. En 1891 se afilió a
la Logia Unión y Trabajo nº 18 de Paraná.
Benigno Teijeiro Martínez: Agrimensor español, miembro de la Academia Nacional
de la Historia, director del Archivo de la Provincia. Iniciado el año 1877, presidió la
Logia de 1903 a 1905.
Eduardo Tibiletti: Gobernador entrerriano de 1935 a 1939, fue iniciado en la Logia
Jorge Washington en 1895, era miembro honorario de la logia Unión y Trabajo nº 18 de
Paraná.

EL “BOOM MASÓN” EN EL URUGUAY


Con ese título, El Observador de Montevideo dedicó pocos meses atrás una extensa
nota de tapa a un fenómeno raro: la moda de la masonería en el Uruguay. “La llegada
de Tabaré Vázquez a la presidencia y la difusión que tuvo su condición de masón,
aunque no esté activo, ubicó a la masonería en el centro de la atención de muchos
ciudadanos que no conocían a esa organización rodeada de secretismo y misticismo, e
instaló en otros la aspiración de integrarla, quizás buscando algún beneficio en el
entorno en el que se mueven”, dice la nota firmada por la periodista Patricia Gamio. En
ella se detallan varios funcionarios orientales de primer nivel (además del presidente
Vázquez) que no ocultan su condición de masones.

URQUIZA, MASÓN URUGUAYO

La logia masónica “Jorge Washington” de Concepción del Uruguay, fundada en


el año 1822, dependía –como otras del litoral– de la Gran Logia de Montevideo, de la
que recién se desafilió en 1875 para pasar a depender entonces de la Gran Logia
Argentina.
El motivo de esta aparente incongruencia todavía está siendo investigado por los
estudiosos, pero lo cierto es que importantes figuras de nuestra historia eran “masones
uruguayos” y tal es el caso del general Justo José de Urquiza.
El diploma de grado 33º otorgado por la masonería uruguaya al general Urquiza
se conserva en el Palacio San José. Impreso totalmente en tinta roja, se encuentra
lamentablemente en mal estado, no sucediendo lo mismo con el diploma de igual grado
que le reconociera posteriormente la masonería argentina, el que está impreso con tintas
negra y dorada sobre pergamino auténtico.

(De Entre Ríos en anécdotas, de Pablo Schvartzman)

PERSEGUIDOS POR IZQUIERDA Y POR DERECHA


La masonería a lo largo de la historia ha sido perseguida por regímenes totalitarios, y
acusada simultáneamente, de ser afín al comunismo y al capitalismo burgués, según la
orientación del totalitarismo que explicaba sus medidas represivas contra esta sociedad
secreta. También el Vaticano mantiene su condena a la masonería. Precisamente el Papa
actual, José Ratzinger, era en 1983 el encargado y como cardenal, ratificó “el juicio
negativo de la Iglesia sobre las asociaciones masónicas” ya que “sus principios siempre
se han considerado irreconciliables con la doctrina de la Iglesia y por lo tanto se
continúa prohibiendo ser miembro de ellas”. Entre los gobernantes que proscribieron la
masonería se cuenta a Adolf Hitler, Benito Mussolini, Francisco Franco y José Stalin.
Contrariamente a lo que suele afirmarse, en Cuba no está prohibida.

PINOCHET Y ALLENDE, MASONES


-Quizás el caso más paradójico es el de que tanto Pinochet como Allende eran
masones. ¿Hubo dentro de la masonería chilena alguien que diga “nosotros no
podemos tener a este asesino en nuestra orden”?
-Otro caso emblemático fue el papá de Michelle Bachelet, Bachelet Martínez que era
militar, víctima de Pinochet, era hermano masón y uno de los que más lo combatió. Lo
fueron a buscar a la casa y lo desaparecieron como pasaba en la Argentina. Muchas de
las conductas que son reprochadas son combatidas inmediatamente dentro de la misma
orden. No hay miramientos porque se trata de generar un ámbito de gente fraternal y de
buenas costumbres.

También podría gustarte