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Monsanto en Gualeguaychú: de eso no se habla

¿La comunidad que luchó por la prohibición de los agrotóxicos está de acuerdo
con la producción de esas mismas sustancias en los jardines traseros del Parque
Industrial? ¿Hay licencia social para producir agroquímicos en Gualeguaychú?
En la ciudad del sur entrerriano, de eso no se habla.

Américo Schvartzman

¿Monsanto en Gualeguaychú? ¿El principal productor mundial de agrotóxicos, propiedad de Bayer,


instalado en el Parque Industrial de la ciudad señera en cuestiones ambientales, pionera en prohibir
el uso de glifosato (y otros agroquímicos)? ¿Será una pesadilla, una broma de mal gusto o un error
informativo?

Nada de eso. El hecho es que una de las principales empresas productoras de agroquímicos del
planeta está instalada en el Parque Industrial de Gualeguaychú, y no solo eso, sino que las
autoridades de ese predio (la Codegu) anuncian su expansión con bombos y platillos.

¿Tendría licencia social Monsanto para instalarse a producir en el Parque Industrial? Si fuera
consultada, la comunidad que luchó por la prohibición de los agrotóxicos ¿estaría de acuerdo con la
producción de esas mismas sustancias en los jardines traseros del Parque Industrial?

NO, NO ES MONSANTO

No, no es Bayer, no es Monsanto. Pero no respiremos tranquilos todavía, porque la que sí está es
Rainbow, china, que es como Monsanto pero un poco menos poderosa. Rainbow ocupa el puesto 11
en el mundo en el ranking de empresas exportadoras de agroquímicos (ver el gráfico en el que se
detalla).

¿Quizás porque no se llama Monsanto será menos dañino el glifosato que produzca en el Parque
Industrial de la misma ciudad que prohibió su uso? Uno supone que si Monsanto o Syngenta se
instalaran (o quisieran hacerlo) en el Parque Industrial de Gualeguaychú, esa iniciativa concitaría
una discusión que sería mayúscula, y probablemente no tendrían chances de hacerlo: la comunidad
no lo permitiría ¿o sí? No lo sabemos.

Pero se ve que Rainbow es menos conocida. Y los sectores del poder en Gualeguaychú se
aprovecharon de eso para consumar el hecho. En la comunidad que trajo a la agenda pública la
expresión “licencia social” (allá por 2004, cuando inició su lucha contra las pasteras en la orilla de
enfrente) esa instalación no ha sido sometida a la consulta.

Hechos consumados: la política que tradicionalmente el poder impone en todos lados. Es triste
corroborarlo: también en Gualeguaychú. Y la pregunta molesta y seguirá molestando: ¿la
comunidad de Gualeguaychú le concedió licencia social a Rainbow, que no se llama Monsanto pero
es lo mismo: un emblema de aquello contra lo que Gualeguaychú decidió luchar?

UN MENTIROSO ARCO IRIS


Rainbow significa “arco iris”. Y la empresa es casi desconocida, incluso para las organizaciones
ambientales de la región, que hasta el momento no han puesto la lupa sobre la filial argentina
(“Rainbow Agrosciences S.A.”) de la gigante china. Solo eso explica que esté ahí y que nadie diga
nada al respecto. No solo eso: que la Codegu (Corporación para el Desarrollo de Gualeguaychú)
festeje y anuncie que se amplía y producirá más aún.

Algunos no podemos quedarnos callados ante esto. Quienes queremos a Gualeguaychú, respetamos
a su comunidad (y también a parte de su dirigencia política y social que desde hace varios años
impulsa cambios transformadores en el tema ambiental) y, con las disculpas por hablar desde lo
personal, porque Gualeguaychú me ha tratado muy bien, escuchándome, permitiendo hablar de un
tema que me obsesiona y se vincula directamente con lo ambiental (la licencia social) es que me
permito plantear estas preguntas incómodas. Porque aprendí de Gualeguaychú qué diablos era eso
de la licencia social. Por todo eso estas líneas, que (seguramente) me granjearán antipatías en esa
querida comunidad.

GLIFOSATO Y GLUFOSINATO MADE IN GUALEGUAYCHÚ

De origen chino, Rainbow está instalada en el Parque Industrial de Gualeguaychú. A fines de 2022
la Corporación del Desarrollo de Gualeguaychú (Codegu) anunció la ampliación de sus
instalaciones con gran entusiasmo. Muchas personas en la ciudad (o quizás no tantas: las que se
tomaron el trabajo de averiguar qué era Rainbow) se enteraron en ese momento: sí, en el Parque
Industrial de Gualeguaychú se producen agrotóxicos.

Rainbow Agrosciences S.A. produce una variada oferta de herbicidas, fungicidas y pesticidas,
venenos que son la base de la forma de producción agroindustrial contra la que la comunidad de
Gualeguaychú viene luchando desde hace varios años. Gualeguaychú se animó a lo que nadie se
anima en la Argentina. No es exageración: primero prohibió el uso del glifosato. Y enseguida
decidió comenzar un apoyo activo a la agroecología, con un plan que aspira a que los productores
de la zona hagan la transición a formas de producción sustentables.

Durante 2022 discutió en su Concejo Deliberante prohibir también el cultivo de trigo transgénico
HB4, y consecuentemente el uso del glufosinato de amonio. Paradójicamente, el gobierno nacional
(al que pertenecen las autoridades de la ciudad entrerriana) presentó la patente del trigo HB4 como
un “enorme logro”.

CUATRO PARCELAS MÁS


A fines del año pasado, la Codegu celebró procesos de reposicionamiento, mejoras y ampliación de
sus plantas de empresas enclavadas en el Parque Industrial. Una de ellas es la poderosa Rainbow,
que desembarcó en Gualeguaychú al convertirse en 2015 en la principal accionista de Green Corp,
dueña a su vez de una planta de formulación (Dicopack) ya instalada en el Parque Industrial.

Rainbow es una multinacional china, que se ufana de ser la exportadora de agroquímicos más
grande en China y la empresa número 11 a nivel global, con cuatro plantas productivas de clase
mundial estratégicamente ubicadas. Su facturación anual en 2021 con 1.540 millones de dólares
duplicó la del año anterior, y está presente en 80 países. Elabora más de 200 sustancias base que se
combinan en un amplio catálogo de los venenos que se usan en la agricultura industrial. La gigante
china posee 230 patentes y 3.000 registros en proceso de aprobación.

La propia Codegu difundió la novedad en diciembre pasado, anunciando “la ampliación de sus
instalaciones, hecho que mejorará los niveles de producción y empleo”. A través de su titular, Estela
Miño, la Codegu celebró que la fábrica de agroquímicos se amplía y ocupará otras cuatro parcelas
en el Parque: “Resulta gratificante en un escenario nacional de mucha complejidad que empresas
como ésta apuesten a la producción, al desarrollo y al empleo”.

EL CAMINO DE LA AGROECOLOGIA

La prohibición del glifosato en Gualeguaychú fue hace un lustro. La comunidad lo hizo en el marco
de una intensa discusión social motivada por casos de cáncer en niños y niñas, y la incertidumbre
respecto de sus causas, con la fuerte sospecha de que entre ellas prevalecía el uso de agrotóxicos,
como se les dice oficial y extraoficialmente en esta ciudad. Como continuidad de esa política, desde
la Municipalidad se impulsó el Plan de Alimentación Sana Segura y Soberana (PASSS), para instar
a sus productores a que hagan la transición hacia una producción con esos tres adjetivos.

Por eso la información de que en Gualeguaychú se producirán agrotóxicos, agroquímicos,


herbicidas –como se prefiera denominarles– resulta tan llamativa. ¿Cómo se compatibiliza con las
políticas y rumbos impulsados por esa comunidad? ¿Es razonable prohibir el uso de esas sustancias
pero beneficiarse (vía recaudación impositiva, puestos de trabajo, etcétera) con su producción en el
Parque Industrial?

CONTAMINANTE

En la página web de Rainbow se pueden revisar los herbicidas, insecticidas y fungicidas que forman
parte de su portfolio, entre los cuales se pueden encontrar siete presentaciones diferentes de
glifosato, además de glufosinato de amonio, prohibido en la Unión Europea.

Recientemente, investigadores del Conicet y de tres universidades nacionales confirmaron que esos
dos herbicidas (el glifosato y el glufosinato de amonio) se mezclan con facilidad en el ambiente y
generan un nuevo contaminante que produce graves consecuencias en los anfibios (y que se
considera un indicador de lo que podría pasar en humanos).

Los resultados se publicaron en la revista científica Chemosphere, bajo el título “Evaluación


comparativa de la toxicidad crónica individual y mixta del glifosato y el glufosinato de amonio en
renacuajos de anfibios: un enfoque de múltiples biomarcadores”. La primera autora del estudio es
Ana Paula Cuzziol Boccioni, investigadora del Laboratorio de Ecotoxicología de la Facultad de
Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), quien trabajó
junto a otros científicos de la UNL, de la Universidad de Córdoba (UNC) y de San Martín (Unsam).

No es todo: en estos días se conocieron los resultados de investigación en ocho pueblos fumigados
de Santa Fe, que involucró a 27.000 personas, y confirmó la relación entre agrotóxicos y cáncer.
Los jóvenes de estas localidades tienen dos veces y media más probabilidades de morir de cáncer
que quienes viven lejos de zonas con uso de pesticidas. El trabajo, titulado “Incidencia de cáncer y
tasas de mortalidad en localidades rurales argentinas rodeadas de tierras agrícolas tratadas con
plaguicidas”, fue realizado por los investigadores Damián Verzeñassi, Alejandro Vallini, Facundo
Fernández, Lisandro Ferrazini, Marianela Lasagna, Anahí Sosa y Guillermo Hough y publicado en
la revista Clinical Epidemiology and Global Health (Epidemiología Clínica y Salud Global).

MÁS PREGUNTAS QUE RESPUESTAS

Hasta ahora pocas voces se han alzado para hablar acerca del tema. Una nota sin firma publicada en
un medio digital concordiense señala la preocupación de gualeguaychuenses “por experiencias
anteriores de los vertidos del Parque Industrial que han impactado en acuíferos superficiales,
incluido el río Gualeguaychú, de donde la ciudad toma el agua que distribuye y bebe”.
En un escrito reciente, el Flaco Claret –pensador reconocido por su trayectoria en las luchas
ambientales– se interrogaba sobre esta contradicción que sin embargo no parece levantar
discusiones, hasta el momento, en la comunidad. Recordaba que son “miembros natos” de la
Codegu la Municipalidad de Gualeguaychú y el Concejo Deliberante. E ironizaba: “Más que
miembros natos, la Municipalidad y el Concejo parecen miembros ñatos, ya que no parecen haber
olfateado la magnitud del anuncio, en la Navidad pasada, de la expansión (dentro del parque
industrial y por tanto dentro del ejido que prohíbe el glifosato) de la multinacional, china y
multicolor Rainbow”.

La nota antes mencionada afirmaba también: “El Parque Industrial carece de sistemas de control
efectivo de efluentes gaseosos de las plantas radicadas y tratándose ahora de una empresa que
producirá un inventario de centenares de sustancias peligrosas, son muchas más las preguntas que
las respuestas”.

¿Y LA LICENCIA SOCIAL?

El compromiso genuino con el ambiente a veces requiere tomar decisiones que no resultan sencillas
y que pueden ser incómodas. A la preocupación anterior, es necesaria añadir más preguntas. ¿Se
prohíbe el uso de agroquímicos en Gualeguaychú pero se celebra la producción de agroquímicos en
su Parque Industrial?

No se trata solo de adónde irán a parar los efluentes y residuos, sino de una cuestión más de fondo:
¿La decisión de impulsar la transición agroecológica puede tener como contracara válida que
Gualeguaychú admita y se beneficie de la producción de los venenos en que se basa ese modelo
agroindustrial que precisamente se propone superar?

¿La comunidad que luchó por la prohibición de los agrotóxicos está de acuerdo con la producción
de esas mismas sustancias en los jardines traseros del parque industrial? En otras palabras ¿la
comunidad de Gualeguaychú le concedió licencia social a ese emprendimiento, emblema de aquello
contra lo que Gualeguaychú decidió luchar?

RECUADRO

RESPONSABILIDADES COMPARTIDAS

La presencia de Rainbow fue señalada en una columna de opinión en El Argentino, en medio del
verano, en una ciudad donde hasta el Carnaval tiene mensajes ambientales (tres de las cinco
comparsas lo tienen como tema). ¿Y qué dice la Codegu? Hasta ahora, públicamente, nada. Ni una
palabra. ¿Y las autoridades municipales? Por el momento, silencio de radio. ¿Y los medios de
Gualeguaychú, le preguntan a sus dirigencias por este tema? ¿Tomarán posición sobre este asunto
los mismos medios que se embanderaron con el tema pasteras o sobre el glifosato? ¿Habrá alguna
manifestación de parte de las personas y asociaciones que se preocupan por la cuestión ambiental?
La responsabilidad ante estas cuestiones es compartida, nunca es de un solo lado.

Epígrafes

Ránking global de las principales empresas de agroquímicos e insumos para el campo, publicado
por el portal internacional AgroPages, con los datos de facturación a 2020. Ahí se ve a Rainbow, la
empresa radicada en el Parque Industrial de Gualeguaychú, en el puesto 11. Encabezan Syngenta y
Bayer (Monsanto).
Captura de pantalla de la web de Rainbow. Algunas de las variedades de glifosato y glufosinato que
ofrece la empresa.

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