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Just in Time

El método Just in Time (JIT), también denominado sistema “Justo a Tiempo”, es


una metodología originalmente creada para la organización de la
producción cuyo objetivo es el de contar únicamente con la cantidad necesaria de
producto, en el momento y lugar justo, eliminar cualquier desperdicio o elemento
que no aporte valor.

Actualmente el Sistema Just in Time se aplica de forma generalizada en los


procesos logísticos de los almacenes con el fin de conseguir la mayor eficiencia
posible en toda la cadena de suministro.

Se trata de un sistema de sencilla definición, pero de compleja aplicación ya que


requiere de una gran coordinación y organización entre todos los elementos que
interactúan en la cadena de suministro.

Origen y funcionamiento del Sistema Just in Time (JIT)

El sistema “Justo a tiempo” tiene su origen en Japón en los años 50, cuando la
empresa automovilística Toyota comenzó a utilizar un sistema propio de producción
“Toyota Production System” que con los años se fue perfeccionando hasta definir
el método Just in Time actual.

El objetivo con el que surgió este sistema era sencillo, eliminar o reducir del
proceso de producción cualquier elemento que no aportase valor. En definitiva,
conseguir la eficiencia a través de la simplicidad, filosofía muy arraigada en el país
nipón.

Estos elementos podrían ser desde materia prima hasta equipamiento o espacio
de almacén, y con ellos conseguir reducir costes, plazos y recursos.
Pronto el método Just in Time comenzó a aplicarse no solo en el proceso
productivo, si no en todos los ámbitos de la empresa, debido a las notables
mejoras de competitividad que experimentaban las empresas que lo aplicaban.

La filosofía JIT se extendió entre las principales empresas japonesas, y


posteriormente, aunque con mayores dificultades, en las empresas de occidente.

Con este sistema, se pasa de un sistema del tipo “Push” en el que cada fase de
la cadena acumula su producción hasta ser requerida por la siguiente fase, a un
sistema “Pull” en el que cada fase es quien solicita a la fase anterior de la cadena
de suministro la cantidad requerida, y de esta forma solo se produce lo necesario.

El método Just in Time en el almacenaje y la logística

Desde sus orígenes en los años 50 el sistema Just in Time se aplicaba


para optimizar el espacio de almacenaje utilizado por las empresas.

La reducida superficie territorial de Japón hacía que uno de los factores más
valorados en las empresas fuera el espacio disponible, y por tanto una de las
principales ventajas que aportaba el JIT era el ahorro de espacio mediante
la reducción del exceso de existencias o stock.

La aplicación del sistema Just in Time en una empresa requiere de un perfecto


funcionamiento de la logística, con una comunicación y organización plena entre
proveedores y clientes de la cadena de suministro.

El sistema “Justo a tiempo” aplicado a la logística afecta directamente al proceso


de gestión de stock, la preparación de pedidos, gestión del transporte y atención
al cliente y postventa.
Este reto se hace más complejo si cabe con la globalización y el crecimiento de
la compra online que requiere del servicio en plazos muy reducidos y de un nivel
de stock disponible muy alto en almacén.

Los almacenes deben ubicarse estratégicamente para cumplir su función dentro de


la cadena de suministro, ya sea en el lugar de fabricación o en un punto intermedio
para su distribución.

Para aplicar la filosofía Just in Time correctamente en el almacén se deben suprimir


todas las fases que no aportan valor al proceso, por lo que se debe estudiar en
profundidad el sistema de almacenaje a instalar y su tipo de gestión y flujo de
producto, se deben reducir las distancias recorridas por operarios y montacargas,
se deben reducir los tiempos de la preparación de pedidos y simplificar el proceso
de recepción y expedición de la mercancía.

El máximo grado de optimización del método Just in Time se puede conseguir con
la instalación de un sistema de almacenaje automatizado que optimiza todas las
tareas anteriores.
Ejemplos
l sistema que direcciona lo que es el just in time se ha acomodado al modelo
productivo de muchas empresas automotrices. El desarrollo realizado en Toyota
constituye el mayor ejemplo de just in time.

Las grandes compañías de comida rápida son buenos ejemplos del just in time,
debido a que utilizan su stock solo cuando se realiza un pedido.

Empresas informáticas como Dell, solicitan constantemente materia prima para


fabricar sus componentes sobre pedidos en lugar de mantener grandes almacenes
con alto stock.

Harley Davidson cambió su imagen de fabricante ineficiente al reducir


significativamente sus niveles de inventario y de paso redujo sus plazos de entrega.

En últimas, para conocer más sobre qué es el just in time se debe partir de
la idea de que este es un sistema basado en la eliminación de desperdicios y
de todo elemento que no genere valor a procesos y productos. A su vez busca
la optimización de las actividades de una empresa; por lo tanto requiere un
proceso de autoevaluación cíclico que permita la i dentificación, tanto de los
elementos que no aportan valor como de los factores de mejora continua.

El desarrollo de las cuatro etapas del ciclo de Deming, también llamado espiral
de mejora continua, permite la ejecución de dicha autoevaluación.

La ejecución de las cuatro etapas del ciclo soportada por herramientas de


software aporta en la identificación de los factores de optimización y de los
elementos que no dan valor en los procesos.

Las herramientas LastMile y PlannerPro by Beetrack también actúan en cada


una de las cuatro etapas del ciclo PHVA, aportando sus utilidades de
planificación de rutas y monitoreo en tiempo real y optimizando lo s recorridos
de última milla, mejorando así la logística integral, acortando los tiempos de
entrega y mejorando la experiencia del cliente.

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