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luz dorada del sol, se encuentra una modesta escuela primaria. En el corazón de
esta comunidad se encuentra el aula del Sr. García, un maestro apasionado por la
enseñanza y la formación moral de sus alumnos. La pequeña sala de clases está
adornada con coloridos carteles educativos y rodeada de grandes ventanas que
permiten que la luz del día llene el espacio con calidez.
Dentro de esta aula, cuatro jóvenes estudiantes de diferentes edades, pero con
una curiosidad común, se reúnen regularmente después de las clases para
explorar el vasto mundo de la ética. Alejandro, un niño de mirada inquisitiva,
siempre tiene preguntas intrigantes sobre lo que está bien y lo que está mal.
María, una niña de mente abierta y comprensiva, escucha atentamente a sus
compañeros y busca siempre entender las perspectivas de los demás. Juan, un
2adolescente introspectivo, aporta su conocimiento y experiencia en filosofía para
enriquecer las discusiones. Y finalmente, Laura, la inteligente y amable del grupo,
observa todo con ojos inocentes, pero su inteligencia natural y su profunda
empatía sorprenden a todos.
¿Qué pesa más en la relación con otras personas:la razón o las emociones?
¿Se puede apelar a las circunstancias para justificar una decisión que afecta a
otras personas?
Las de Alejandro fueron directo al punto sin más, cortas pero concisas
Las preguntas de juan fueron las que contenían mas información del porque su
respuesta, explicaban todo a detalle y muy bien redactado
Laura contesto igual que Alejandro, muy pocas palabras pero lo que decía era
correcto y bien dicho
-“Laura, ¿porque crees que a veces nosotros no decidimos con quien juntarnos?”
pregunto el maestro
-“Bueno porque hay veces que por ejemplo en los salones de clase ya la mayoría
tiene una forma de ser que ya esta establecida en ese salón, que son ruidosos o
muy inquietos y una sola persona no puede cambiarlo por si sola, entonces poco a
poco nos vamos influenciando y haciéndonos de ese carácter de nuestro entorno,
como una sociedad” respondió Alejandro
Pero Juan interrumpió, “No por estar rodeadas de esas personas debemos
comportarnos como ellos, podemos simplemente alejarnos o establecer un límite”
respondió confiado
Laura lo miro y le dijo “En parte tienes razón pero hay veces que uno al no ser o
actuar como una clase de persona o con tal carácter puede ser excluido
haciéndolo sentir mal o que se quede solo sin amigos”
-“Gracias por su participación, pero hay que dejar hablar a sus demás
compañeros”
-“Que le afecta o pesa más a una persona ¿Las emociones o la razón?”- Comento
el profesor, Alejandro levanto su brazo enseguida, hablando firme y conciso.
-“Sigo sin entender por qué todos dicen la razón”- Alejandro había entrado en un
estado de confusión al no saber el trasfondo de las respuestas de sus
compañeros.-“ Los sentimientos juegan una parte fundamental en nuestro ser y,
en muchos casos, los mismos se sobreponen a la razón.”
-“Cada quien opina diferente, al igual que tu”- Comento el profesor –“Pasemos a la
siguiente y última pregunta”
Todos prestaron atención a cada palabra que decía el profesor-“¿Se puede apelar
a las circunstancias para justificar una decisión que afecta a otras personas?”-El
aula se quedo en un completo silencio, los alumnos se habían quedado pensando
en la pregunta pues no encontraban una respuesta clara, hasta que Juan hablo.
-“Claro que puedes pero ¿Está bien hacer eso sabiendo que dicha persona o
personas pueden ser afectadas por más necesidad que yo tenga de justificarla?”-
todos sus compañeros apoyaron la respuesta de Juan, María fue la siguiente en
hablar.
-“la moral define que está bien y que está mal, así que yo diría que todo depende
de tu moralidad como persona de saber que aunque hayan circunstancias que
disculpen dicho acto puedes llegar a afectar a otras personas.”
-“Me gustaron mucho sus opiniones…”- El profesor iba a seguir hablando pero el
timbre indicando la hora de salida lo interrumpió- “Al parecer ya finalizó la clase, si
tuvieron alguna confusión en el tema que vimos hoy no duden en preguntar pero
será hasta la siguiente semana”- El profesor salió del aula sin antes despedirse
con una alegre y amistosa despedida.
Alejandro tenía demasiadas dudas, pensar en que tenia que esperar hasta la
siguiente semana para resolver sus dudas no le parecía del todo, tomo sus cosas
y salió de la escuela dirigiéndose a su casa, al entrar no dudó en ir hacia sus
padres y hablar del tema que lo tenia tan confundido.
-"Bueno, cariño, es una pregunta difícil", respondió. "Creo que tanto las emociones
como la razón son importantes. Las emociones nos conectan con otros, nos hacen
sentir compasión y empatía. Pero la razón también es fundamental porque nos
ayuda a tomar decisiones informadas y a pensar en las consecuencias de
nuestras acciones."
Alejandro asintió, pensando en las palabras de su madre.
-“Buena respuesta mamá”, respondió Alejandro, “Te tengo otra pregunta, ¿Crees
que puedes justificar una decisión que daña a otras personas, por el tipo de
circunstancias que se presentaron?”.
-“No creo que nunca queden decisiones que no afecten a otras personas mamá”
Respondió Alejandro. “Entonces no has vivido lo suficiente hijo”, respondió la
madre de Alejandro.
-“Bueno cambiando de pregunta, ¿Quién crees que decide con quien nos
relacionamos en la vida?, pregunto Alejandro.
-“Ok mamá muchas gracias por tu tiempo”, respondió Alejandro. “No hay de que
cariño”, respondió su madre.
-"Papá, ¿crees que está bien justificar una decisión basada en las circunstancias,
incluso si eso afecta a otras personas?", pregunto Alejandro a su padre.
Su padre cerró el libro y lo miró con seriedad antes de responder. Siempre había
sido un hombre de pocas palabras, pero sus palabras tenían un gran peso.
-“Creo que es una pregunta muy obvia hijo, siento que la razón importa y pesa
mas al momento de relacionarte con los demás, porque las emociones pueden
cegarte y traerte problemas a tu vida, el uso de la razón es mas importante porque
se necesita analizar todo lo que pasa, para así no meterse en ningún problema”,
respondió el padre de Alejandro.
-“No estoy de acuerdo contigo papá, yo siento que las emociones son mas
efectivas y fuertes que la razón, pero esta bien”, respondió Alejandro. “ Te tengo
otra pregunta, ¿Quién crees que decida con quien nos relacionamos en la vida
cotidiana?, pregunto Alejandro.
-“Veras hijo, pienso que todos deciden, incluso por ti, no puedes relacionarte con
alguien que no quiere relacionarse contigo incluso si tu lo quieres así, por lo que
realmente no decides tu, tienen que decidir mutuamente si estaría bien el
relacionarse del lado de ambas personas, de esta manera se podrían relacionar
de una buena manera y sin ningún problema porque ambos lo quieren así”,
respondió el padre de Alejandro.
-“Muchas gracias por tu tiempo papá”, respondió Alejandro con una cara de alivio
y serenidad. “ De nada hijo, si tienes otra pregunta puedes acudir conmigo”,
respondió el padre de Alejandro.
Alejandro se sintió aliviado al escuchar las respuestas de sus padres, aunque aún
tenía mucho en qué pensar. Después de cenar, se retiró a su habitación y
comenzó a escribir en su diario, reflexionando sobre las conversaciones del día.
Mientras tanto, en las casas de María, Juan y Laura, cada uno tenía sus propias
discusiones sobre los temas éticos que habían surgido en la escuela. Sus familias
también compartieron sus puntos de vista y valores, lo que enriqueció aún más
sus perspectivas. Esto ayudo un poco mas a buscar la verdad o punto de vista que
los ayudara a sentirse mejor y con la razón.