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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA, FACULTAD DE CIENCIAS

JURÍDICAS Y SOCIALES, LICENCIADO VÍCTOR HUGO BARRIOS BARAHONA, CURSO:


TEORÍA DEL PROCESO, TERCER SEMESTRE, SECCIONES: I - K. Guatemala, marzo de
2020.

LOS PRINCIPIOS PROCESALES Y REGLAS TÉCNICAS

Es exigible incluir para el conocimiento y práctica, los principios generales del derecho
en el proceso, que son los criterios fundamentales que informan el origen y desenvolvimiento
de una determinada legislación, que expresados en reglas y aforismos, tienen virtualidad y
eficacia propia con independencia de las normas formuladas en el pleno positivo, los que
continuamente se utilizan en juicio.

Su carácter de criterios fundamentales deriva de expresar principios de justicia, de valor


elemental y naturaleza objetiva. Y su condición de fuente informativa del ordenamiento explica
que puedan adoptar peculiaridades, que, sin romper su tónica general y abstracta, disciplinan
la estructura jurídica, de un determinado grupo humano y social. No son, ciertamente,
verdades absolutas, pero su más pura esencia responde a una general aspiración que se
producen, en la órbita jurídica, en una política de desenvolvimiento y realización de su
contenido, que es lo que les da utilidad.

Es de hacer notar, que en todo juicio, cualquiera que sea, estos principios procesales
pueden formar parte del procedimiento legal, es decir, desde el momento que conoce la
demanda el órgano jurisdiccional hasta que el mismo concluye a través de la sentencia, ya
sea en primera o segunda instancia. Hay que recordar que en ningún proceso habrá más de
dos instancias, artículos 211 de la Constitución Política de la República y 59 de la Ley del
Organismo Judicial.

Para ello, traemos a este folleto algunas definiciones de los principios procesales, que
puedan iluminar y dotar al estudiante de nuestra facultad, para cumplir su función y tener
conceptos jurídicos más amplios, los cuales también, se experimentan en la práctica por
medio del litigio conocido por el órgano jurisdiccional.

ANTECEDENTES

Como una reflexión, el Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales de


Manuel Ossorio, escribe sobre principios general del Derecho. La ley escrita no puede abarcar
todas las posibilidades o eventos que en la vida se presentan. De ahí que, la aplicación de las
normas jurídicas a casos concretos, se adviertan lagunas legales, que dejan al juzgador en la
necesidad de acudir a otras fuentes para resolver el litigio sometido a su jurisdicción; ya que
no cabe abstenerse de pronunciar un fallo a pretexto del silencio de la ley. A falta de un
precepto expresamente aplicable, habrá que valerse de la analogía, y, a falta de ésta, serán
de aplicación los principios generales de Derecho.

La dificultad está en determinar cuáles sean esos principios. Para algunos autores, son
los del Derecho Natural, o sea, los que se derivan de la naturaleza misma de las cosas. La
idea es tan ambigua, que no faltan doctrinas que niegan la existencia de un Derecho Natural.

Lo que queda expuesto se refiere a todas las ramas del Derecho (Civil, Comercial,
Administrativo, Laboral); pero no al Derecho Penal, donde no cabe ni la aplicación analógica
ni la de los principios generales, porque no hay delito ni pena sin previa ley que los
determinen y porque cualquier omisión legal al respecto se tiene que resolver a favor del
imputado.

Cuando se habla de principios procesales, se hace hincapié a los fundamentos o bases


en que se apoyan las instituciones en el proceso.

DEFINICIÓN
Para Ramiro Podetti, los principios procesales son: los directivos o líneas matrices,
dentro de las cuales han de desarrollarse las instituciones del proceso.

A pesar de la brevedad del concepto, resulta acertado, dado que efectivamente, los
principios procesales son las directrices de carácter general que orientan la realización
adecuada de los actos dentro del proceso.

Eduardo Pallares, los llama así: principios rectores del procedimiento, y considera que
son los que: determina la finalidad del proceso, las reglas que deben seguir al tramitarlo y la
correcta manera de interpretar y aplicar las normas procesales.

Por otro lado, es de capital importancia la existencia de los principios procesales, y son
aquellas reglas o norma conforme a la cual se establece un juicio o se toma una
determinación, contenidas en forma explícita o implícita en el ordenamiento jurídico, que
indican las peculiaridades fundamentales del derecho procesal y sus diversos sectores, y que
orientan la evolución de la actividad procesal.

Cabe señalar que no todos los principios procesales aplican en todos los procesos que
se ventilan, sin embargo, enunciaremos algunos que tienen relación íntima en los juicios de
nuestra legislación.

a) Principio de Impulso Procesal: Nos ilustra Eduardo J. Couture, sobre el principio al


manifestar que: A actos que tienden a asegurar el pasaje de una etapa a otra, como ser
de la sustanciación de la prueba, de la prueba a la conclusión, de la conclusión a la
sentencia, se les llama actos de impulso procesal.

El impulso procura conducir el procedimiento desde la demanda hasta la conclusión


(sentencia).

El impulso procesal, por tanto, es la presión ejercida por alguna de las partes para que
continúe la marca del proceso hacia la etapa subsecuente.

El maestro Pallares, indica que, por virtud de este principio: la tramitación del proceso
hasta alcanzar su fin, está encomendada a la iniciativa de las partes que son quienes deben
hacer las promociones necesarias para lograrlo. Al juez no le esta permitido hacerlo, salvo
casos excepcionales.

La abstención de impulso del proceso por las partes da lugar al envío del expediente al
archivo por falta de actuaciones, o da lugar a la caducidad de la instancia, o da lugar al
sobreseimiento por inactividad procesal. Por supuesto que se requerirá que el legislador
prevenga la consecuencia de la falta de impulso procesal. De la misma manera, se requerirá
que el juez pueda sustituir a las partes en la impulsión procesal, por disposición legal que lo
autorice.

Artículos que ejemplifican la continuidad de una etapa hacia otra. 201 del Código
Procesal Civil y Mercantil, indica. (Demanda). La demanda podrá presentarse verbalmente, en
cuyo caso el secretario levantará el acta respectiva. Podrá también presentarse por escrito.
En ambos casos deberá observarse lo prescrito en los artículos 106 y 107 de este Código, en
lo que fuere aplicable.

El artículo 202 del mismo cuerpo legal, señala. (Juicio oral). Si la demanda se ajusta a
las prescripciones legales, el juez señalará día y hora para que las partes comparezcan a
juicio oral, previéndolas presentar sus pruebas en la audiencia, bajo apercibimiento de
continuar el juicio en rebeldía de la que no compareciere.

Entre el emplazamiento del demandado y la audiencia, deben mediar por lo menos tres
días, término que será ampliado en razón de la distancia.
Leer los artículos 203 al 210 del precitado Código. En conclusión se determina, que las
partes procesales son las responsables de solicitar al juzgador la tramitar del proceso, darle
continuidad, sin interrupción alguna de las etapas que se gestionan en el proceso.

b) Principio Dispositivo: Hace consistir este principio, el maestro Pallares, en que: el


ejercicio de la acción procesal esta encomendado en sus dos formas, activa y
pasiva, a las partes y no al juez.

En efecto, la iniciativa en la marcha procesal desde que el proceso principia, hasta que
termina, le corresponde a las partes y no al juzgador. Desafortunadamente se abusa de este
principio por las partes procesales, en el sentido, que en muchas ocasiones los litigantes
interponen excepciones o impugnaciones sin fundamento o incidencias frívolas a través de los
memoriales. Es importante aclarar que en nuestro ordenamiento existen normas que obligan
al juez a resolver, sin petición previa de las partes.

Como ejemplo el artículo 357 del Código de Trabajo, establece. Los Tribunales de
Trabajo y Previsión Social tienen la facultad de practicar de oficio o a instancia de parte
legitima, por una sola vez antes de dictar sentencia y para mejor proveer, cualquier diligencia
de prueba pertinente, decretar que se traiga a la vista cualquier documento o actuación que
crean conveniente u ordenar la práctica de cualquier reconocimiento o avalúo que estimen
indispensable… (también aplica en el principio inquisitivo).

El artículo 113 del Código Procesal Civil y Mercantil, estipula. (Rebeldía del
demandado). Si transcurrido el término del emplazamiento el demandado no comparece, se
tendrá por contestada la demanda en sentido negativo y se le seguirá el juicio en rebeldía, a
solicitud de parte.

El artículo 348 del Código Procesal Penal. Anticipo de prueba. El tribunal podrá
ordenar, de oficio o a pedido de parte una investigación suplementaria dentro de los ocho días
señalados en el artículo anterior…

Entonces, el principio dispositivo es aquel en cuya virtud se confía a la actividad de las


partes procesales el estímulo de la función judicial y la aportación de los materiales sobre los
cuales ha de versar la decisión del juez. Este principio pertenece al conjunto de principios
inherentes a la estructura del Proceso Civil. En el derecho procesal dispositivo es aquel que
nos permite disponer (llevar control) de algún proceso o juicio. Son las partes quienes tienen
que solicitar al titular del órgano jurisdiccional que resuelva sus requerimientos por medio de
los memoriales.

c) Principio Inquisitivo o conocimiento de oficio: Este principio faculta al juez para que
actué de oficio, sin requerimiento de las parte sujetas al proceso que se ventila.

El principio inquisitivo, sistema inquisitorio, inquisitorio, inquisitorial, es un principio


jurídico propio del derecho procesal de ordenamientos jurídicos históricos, en el que el juez o
tribunal que instruía y juzgaba el proceso era parte activa en éste, sumando sus propias
alegaciones y pretensiones a la causa en la que posteriormente emitiría sentencia.

Reglas: El artículo 334 del Código de Trabajo, determina: Si la demanda no contiene


los requisitos enumerados en el artículo 332, el juez de oficio, debe ordenar al actor que
subsane los defectos, puntualizándolos en forma conveniente; y mientras no se cumplan los
requisitos legales no se le dará trámite.

El artículo 109 del Código Procesal Civil y Mercantil, preceptúa: Los jueces repelaran
de oficio las demandas que no contengan los requisitos establecidos por la ley, expresando
los defectos que hayan encontrado.

Y el artículo 181 del Código Procesal Penal, estipula: ... Durante el juicio, los tribunales
solo podrán proceder de oficio a la incorporación de prueba no ofrecida por las partes, en las
oportunidades y bajo las condiciones que fija la ley.
d) Principio de Concentración procesal: Sobre este principio, asienta el maestro Rafael
de Pina, que se presenta característicamente en el proceso oral y que debe haber el
menor número posible de audiencias, en atención a que, cuanto más próximas a la
decisión sean las actividades procesales, tanto menor es el peligro de que la impresión
recibida por quien ha de resolver, se borre y de que la memoria lo engañe y tanto más
fácil resulta mantener la identidad del juez durante el proceso.

En concepto del maestro Pallares, este principio exige que las cuestiones incidentales
que surjan dentro del proceso, se reserven para la sentencia definitiva, a fin de evitar que el
proceso se paralice o se dilate, lo que a su vez exige reducir al menor número posible los
llamados artículos de previo y especial pronunciamiento, las excepciones dilatoria y los
recurso con efectos suspensivos. Por lo tanto, se pretende que el mayor número de etapas
procesales se desarrollen en el menor número de audiencias, se dirige a la reunión de toda la
actividad procesal posible en la menor cantidad de actos con el objeto de evitar su dispersión
y el retardo en el proceso.

El principio que se referencia exige la natural concentración de las partes procesales y


demás intervinientes en el caso, tales como los testigos, peritos… (sujetos procesales), cuya
concentración aglutina, por consecuencia del desarrollo mismo del acto procesal, es preciso
reducir en una misma audiencia varias actuaciones.

Este principio exige que las actuaciones procesales se realicen lo más próximas entre
sí, a ser posible en un solo acto, y que la sentencia se dicte en el plazo más breve posible.

Principio que, en aras de la agilidad en la tramitación de los procesos, persigue


aglutinar en una sola sesión o audiencia la mayor cantidad posible de actos procesales.

e) Principio de Adquisición Procesal: Su efectiva aplicación esta en materia de prueba


y conforme al mismo, la prueba es aportada para el proceso y no para quien la aporta,
la prueba se aprecia por lo que prueba y no por su origen.

En virtud de tal principio, llamado de la adquisición procesal, cada una de las partes en
el proceso tiene derecho a utilizar las aportaciones hechas por la contraria, ya sea las
peticiones que ésta formule y los actos de impulso que realice, lo cual podría ser perjudicial
para alguna de las partes.

En materia procesal, si bien las cargas de la afirmación y de la prueba se hallan


distribuidas entre cada una de las partes, los resultados de la actividad que aquellas realizan
en tal sentido se adquieren para el proceso en forma irrevocable, revistiendo carácter común a
todas las partes que en el intervienen.

De acuerdo con el principio de adquisición, por lo tanto, todas las partes vienen a
beneficiarse o a perjudicarse por igual con el resultado de los elementos aportados a la causa
por cualquiera de ellas.

Es imperativo, que la vigencia del principio referido impide, por ejemplo, que alguna de
las partes que produjo una prueba desista luego de ella en razón de serle desfavorable; que el
ponente de las posiciones pretenda eventualmente desconocer los hechos afirmados en el
pliego respetivo; que el actor niegue los hechos expuestos en la demanda en el caso de que
el demandado los invoque en su beneficio.

Por consiguientes se infiere, que las partes al momento de pronunciarse por escrito o
aportar ciertos documentos al proceso tienen que tener mucho cuidado, porque los mismos
pueden ser utilizados en su contra.

Apertura a prueba. El artículo 123 del Código Procesal Civil y Mercantil, estipula: Si
hubiese hechos controvertidos, se abrirá a prueba el proceso por el término de treinta días.

Este término podrá ampliarse a diez días más, cuando sin culpa del interesado no
hayan podido practicarse las pruebas pedidas en tiempo.
La solicitud de prórroga deberá hacerse, por lo menos, tres días antes de que concluya
el término ordinario y se tramitará como incidente.

Carga de la prueba. Artículo 126. Las partes tienen la carga de demostrar sus
respectivas proposiciones de hecho.
Quien pretende algo ha de probar los hechos constitutivos de su pretensión; quien
contradice la pretensión del adversario, ha de probar los hechos extintivos o las circunstancias
impeditivas de esa pretensión…

f) Principio de Inmediación: En concepto de Kisch, este principio exige que: la


comunicación del juez con las partes y, en general con todo el material del proceso sea
directa.

En opinión del maestro Eduardo Pallares, consiste esencialmente en que el juez esté
en contacto personal con las partes: reciba la prueba, oiga sus alegatos, las interrogue, etc.

Para Guillermo Cabanellas de Torres, la definición de inmediación proporcionada por el


Diccionario Jurídico Elemental es: principio del derecho procesal encaminado a la relación
directa de los litigantes con el juez, prescindiendo de la intervención de otras personas.

Este principio, radica con exclusividad, en el contacto directo en audiencia del juez con
los sujetos procesales y la recepción de los diferentes medios probatorios dentro de un
determinado proceso, con el propósito que cuando el juzgador emita la sentencia sea
apegada a derecho.

En nuestro medio en algunos juicios es inoperante, ya que a la misma hora se


programan varias audiencias, por consiguiente, materialmente a el juez le es imposible, que
puede estar presente en cada una de ellas, esto se debe por la gran cantidad de trabajo que
tienen los órganos jurisdiccionales.

Como un claro ejemplo se cita el artículo 346 del Código de Trabajo. “Todas las
pruebas deben recibirse inmediatamente por el juez en la primera audiencia, para el efecto las
partes están obligadas a concurrir con sus pruebas respectivas…”

Otro está consignado en el Código Procesal Penal, artículo 354. Inmediación. El debate
se realizará con la presencia ininterrumpida de los jueces llamados a dictar la sentencia, del
Ministerio Público, del acusado, de su defensor y de las demás partes o sus mandatarios…

g) Principio de Publicidad: Todos los interesados en un expediente tiene el derecho de


consultarlo. También se fundamenta en que todos los actos procesales pueden ser
conocidas inclusive por los que no son parte del litigio.

El principio de publicidad comporta la posibilidad de que los actos procesales sean


presenciados o conocidos incluso por quienes no participan en el proceso como partes,
funcionarios o auxiliares. Desde luego que es en los procesos orales donde este principio
puede alcanzar su máxima efectividad.

Hay que considerar en el proceso judicial puede ser público o secreto. Entiéndase por
proceso público en que las actuaciones procesales más relevantes pueden ser presenciadas
por terceros, además de que a los actos procesales puedan acudir las partes, sus
representantes y sus defensores. Nuestro ordenamiento jurídico señala que las actuaciones
serán públicas, salvo en casos de excepcionales.

La Constitución Política de la República en el artículo 30 preceptúa. Publicidad de los


actos administrativos. Todos los actos de la administración son públicos. Los interesados
tienen derecho a obtener, en cualquier tiempo, informes, copias, reproducciones y
certificaciones que soliciten la exhibición de los expedientes que deseen consultar, salvo que
se trate de asuntos militares o diplomáticos de seguridad nacional, o de datos suministrados
por particulares bajo garantía de confidencia.
La Ley de Organismo Judicial en el artículo 63 describe. Publicidad. Los actos y
diligencias de los tribunales son públicos, salvo los casos en que por mandato legal, por
razones de moral, o de seguridad pública, deban mantenerse en forma reservada. La
calificación será hecha por el juez en casos muy especiales y bajo su estricta responsabilidad.
En todo caso los sujetos procesales y sus abogados tienen derecho a estar presentes en
todas las diligencias o actos de que se trate y hacer las observaciones y protestas que
procedan y en general enterarse de su contenido.

Leer los artículos 29 del Código Procesal Civil y Mercantil, y 356 del Código Procesal
Penal.

h) Principio de Oralidad: Este es contrario al de la escritura, conforme a este principio


prevalece la oralidad en los actos procesales, más bien un principio es una
característica de ciertos juicios que se desarrollan por medio de audiencias y en los que
prevalecen los principios de concentración e inmediación.

Sin embargo, los actos procesales del juez y de las partes pueden manifestarse
oralmente o por escrito, lo que da lugar a dos principios totalmente opuestos en la regulación
del proceso: el de oralidad y el de escritura. En realidad, no cabe uno u otro sistema de
carácter absoluto, ya que ambos están íntimamente vinculados por nuestro ordenamiento
jurídico.

Cuando se dice que rige el principio de oralidad lo que se está indicando es que
predominan los actos orales frente a los escritos. Por otro lado, cabe señalar que la oralidad
no excluye la posible documentación por escrito de los actos orales.

Según el criterio de Kisch, la oralidad es el principio según el cual, las manifestaciones


y declaraciones que se hagan a los tribunales, para ser eficaces, necesitan ser formuladas de
palabras.

Este principio consagra, la relevancia en nuestro actuar procesal, ya que consiste en


que los actos procesales son realizados a viva voz, normalmente en audiencia y reduciendo
las piezas escritas a los estrictamente indispensable.

Verbigracia, el artículo 333 del Código de Trabajo. “Si la demanda se interpone


oralmente, el juez debe levantar acta ajustándose a las exigencias del artículo anterior.”

i) Principio de Escrituración: Desde el punto de vista procesal la mayoría de actos se


realizan por escrito.

Sabemos que este principio es una manera de proyectarse en el proceso, por lo que el
juez o tribunal conoce las pretensiones procesales y las peticiones de las partes a través de
actos escritos.

En contraposición al anterior, las manifestaciones y declaraciones tienen que


efectuarse por escrito para ser válidas. Para Kisch, este principio tiene a su favor mayor
seguridad porque las declaraciones queden fijas y permanentes, las actuaciones pueden
reconstruirse y examinarse. En contra se arguye que la reducción de lo actuado a escrito
requiere mayor tiempo, que la lectura es incomoda y la sustanciación se hace pesada, que
hay un obstáculo contra la publicidad.

El principio de oralidad y el de escritura, en realidad no son obstáculos porque de lo


oral se conservan actas levantadas y porque en el proceso escrito hay comparecencias en las
que se da cuenta con declaraciones de las partes y de los terceros que intervienen en el
proceso.

En síntesis, es muy difícil admitir un proceso oral que no conciba en algún grado la
escritura, ni un proceso escrito que no conciba en ningún grado la oralidad, ya que nuestro
conjunto sistematizado de normas y su validez (ordenamiento jurídico) convalidan ambos
principios.
El artículo 334 del Código de Trabajo. “Si la demanda no contiene los requisitos
enumerados en el artículo 332, el juez de oficio, debe ordenar al actor que subsane los
defectos, puntualizándolos en forma conveniente; y mientras no se cumplan los requisitos
legales no se le dará trámite.”

j) Principio de Economía Procesal y Celeridad Procesal: Es menester que este


principio de economía procesal haga que el proceso se desarrolle, con el mayor ahorro
de tiempo, de energías y costo, de acuerdo con las circunstancias de cada caso.
Maestro Eduardo Pallares.

El maestro Rafael del Pina, asevera que por este principio se afirma la necesidad de
que los conflictos de intereses susceptibles de ser resueltos mediante la actividad
jurisdiccional, en un proceso, sean sometidos a reglas que permitan llegar a una decisión con
el menor esfuerzo y gasto y en el menor tiempo posible, en beneficio de los litigantes, y en
general, de la administración de justicia.

El principio de economía procesal se define como la aplicación de un criterio utilitario en


la realización empírica del proceso con el menor desgaste posible de la actividad
jurisdiccional.

Entonces alude a la exigencia de que el proceso debe conseguir su objetivo de dar una
solución pacífica y justa a los conflictos con el menor esfuerzo posible de tiempo, trabajo y
dinero.

También tiende a la simplificación de trámites y abreviación de los plazos con el objeto


de que exista economía de tiempo, energías y de costos.

Sin embargo, como norma de interpretación, formula el precepto mediante la utilización


de locuciones comparativas: más rápida y económica; mayor economía, expresiones que
carecerían de significado si no encontraran correlato en el ordenamiento procesal.

El principio de celeridad procesal, está representado por las normas que impiden la
prolongación de los trámites procesales superfluos y onerosos. Así, la perentoriedad de los
plazos legales o judiciales. Los plazos plasmados en los preceptos legales tienen que
cumplirse y no pueden quedar de forma antojadiza a criterio del juzgador, porque se estaría
violentado o transgrediendo una norma.

k) Principio de Preclusión procesal: Llamado también, Principio de Eventualidad. En


realidad se trata de dos principios, indisolublemente unidos, pues, el de eventualidad
significa que, existe a favor de las partes una libertad para hacer valer sus derechos
procesales. Es, dentro de esa libertad, totalmente contingente, para hacerlos valer o no
hacerlos valer en la oportunidad procesal correspondiente, si no se hace valer dentro
del momento procesal oportuno, opera la preclusión, es decir la oportunidad se cierra y
ya se desecha por extemporáneo y se ha perdido el derecho procesal correspondiente.
Dado el carácter dinámico del proceso, a las partes se conceden derechos procesales
que deben hacer valer dentro de la etapa procesal oportuna. Si no los hacen valer
oportunamente, la posibilidad correspondiente se cierra y el proceso sigue adelante.

Por tanto, cabe la eventualidad de que el derecho no se haga valer, y cuando ello
ocurre, opera la preclusión y el proceso sigue su marcha, habiéndose perdido el derecho que,
en tiempo, puedo haberse ejercitado.

El proceso se desarrolla por etapas y por este principio el paso de una a la siguiente,
supone la preclusión clausura de la anterior, de tal manera que aquellos actos procesales
cumplidos quedan firmes y no pueden volverse a ellos. El proceso puede avanzar pero no
retroceder.

Podrá concretizarse así, que la preclusión es uno de los principios que rigen el proceso
y se funda en el hecho de que las diversas etapas del proceso se desarrollan en forma
sucesiva, una tras otra, mediante la clausura definitiva de cada una de ellas, por haber
transcurrido el tiempo procesal oportuno, impidiéndose el regreso a momentos procesales ya
extinguidos y consumados.

Usualmente se la concibe, como la perdida, extinción o caducidad de una facultad o


potestad procesal de las partes por no haber sido ejercida a tiempo. El fundamento de la
preclusión se encuentra en el orden consecutivo del proceso, es decir, en la especial
disposición en que se han desarrollar los actos procesales.

l) Principio de Lealtad, Buena Fe y Probidad: Este principio persigue que tanto las
partes como el juez actúen en el proceso, con rectitud, integridad y honradez. Por lo
tanto este principio es una institución de buena fe, que no ha de ser utilizado por las
partes con fines fraudulentos.

En este contexto, el principio de la buena fe, la lealtad procesal y su incidencia en la


materia que se litigue, viendo siendo una obligación de las partes procesales actual con
lealtad procesal, en un proceso, evitando así, los fraudes emergentes de un cálculo meditado
y abusivo de las falencias del sistema procesal.

Otro criterio formado, es que el principio de lealtad y probidad en el proceso, se debe a


la conducta imparcial, sincera, honesta, correcta que tienen que asumir los sujetos procesales
en los procesos que formen parte. En caso contrario, el juez debe sancionar cualquier acto o
conducta que transgreda a la dignidad y la probidad.

Lo que persigue es que las partes procesales deberán exponer con claridad los hechos
de acuerdo con la verdad; no interponer pretensiones o reclamaciones procesales, ni alegar
defensas, ni promover incidentes, cuando tengan conciencia de su manifiesta falta de
fundamentos; y no promover pruebas sin ningún respaldo legal, ni realizar actos inútiles,
contrarios o innecesarios a la defensa del derecho que sostengan.

El proceso busca como objetivo primordial solución a una controversia, conflicto o pleito
entre las partes de manera ética, legal, leal y justa y con probidad, lo que evita son las
actitudes fraudulentas, engañosas o falaces conscientes entre las partes o buscan su
beneficio propio, ya que tienen la obligación legal de actuar de conformidad con el derecho.

m) Principio de Bilateralidad: Este principio de bilateralidad de la audiencia o del


contradictorio expresa que, salvo excepciones limitadas, el juez no podría actuar su
poder de decisión sobre una pretensión (civil, lato sensu, o pena), si la persona contra
quien aquélla ha sido propuesta no ha tenido oportunidad de ser oída: auditur et altera
pars.

La Constitución Política de la República, regula en el artículo 12. Derecho de defensa.


La defensa de la persona y sus derechos son inviolables. Nadie podrá ser condenado, ni
privado de sus derechos, sin haber sido citado, oído y vencido en proceso legal ante juez o
tribunal competente y preestablecido.

Y se ratifica en la Ley del Organismo Judicial, artículo 16. Debido proceso. Es inviolable
la defensa de la persona y de sus derechos… Nadie podrá ser condenado ni privado de sus
derechos sin haber sido citado, oído y vencido en proceso legal seguido ante juez o tribunal
competente y preestablecido, en el que se observen las formalidades y garantías esenciales
del mismo; y tampoco podrá ser afectado temporalmente en sus derechos, sino en virtud de
procedimiento que reúna los mismos requisitos.

Desde el punto de vista del derecho procesal, garantiza al justiciable o parte procesal la
posibilidad de ejercitar su derecho de defensa en juicio.
Bibliografía

- Arellano García, Carlos, Teoría del Proceso


- Gordillo Galindo, Mario Estuardo, Derecho Procesal Civil Guatemalteco
- Manuel Ossorio, Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales

Leyes aplicables:
- Constitución Política de la República de Guatemala
- Ley del Organismo Judicial
- Código Procesal Civil y Mercantil
- Código de Trabajo
- Código Procesal Penal

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