Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los Principios Procesales y Reglas Técnicas 2020
Los Principios Procesales y Reglas Técnicas 2020
Es exigible incluir para el conocimiento y práctica, los principios generales del derecho
en el proceso, que son los criterios fundamentales que informan el origen y desenvolvimiento
de una determinada legislación, que expresados en reglas y aforismos, tienen virtualidad y
eficacia propia con independencia de las normas formuladas en el pleno positivo, los que
continuamente se utilizan en juicio.
Es de hacer notar, que en todo juicio, cualquiera que sea, estos principios procesales
pueden formar parte del procedimiento legal, es decir, desde el momento que conoce la
demanda el órgano jurisdiccional hasta que el mismo concluye a través de la sentencia, ya
sea en primera o segunda instancia. Hay que recordar que en ningún proceso habrá más de
dos instancias, artículos 211 de la Constitución Política de la República y 59 de la Ley del
Organismo Judicial.
Para ello, traemos a este folleto algunas definiciones de los principios procesales, que
puedan iluminar y dotar al estudiante de nuestra facultad, para cumplir su función y tener
conceptos jurídicos más amplios, los cuales también, se experimentan en la práctica por
medio del litigio conocido por el órgano jurisdiccional.
ANTECEDENTES
La dificultad está en determinar cuáles sean esos principios. Para algunos autores, son
los del Derecho Natural, o sea, los que se derivan de la naturaleza misma de las cosas. La
idea es tan ambigua, que no faltan doctrinas que niegan la existencia de un Derecho Natural.
Lo que queda expuesto se refiere a todas las ramas del Derecho (Civil, Comercial,
Administrativo, Laboral); pero no al Derecho Penal, donde no cabe ni la aplicación analógica
ni la de los principios generales, porque no hay delito ni pena sin previa ley que los
determinen y porque cualquier omisión legal al respecto se tiene que resolver a favor del
imputado.
DEFINICIÓN
Para Ramiro Podetti, los principios procesales son: los directivos o líneas matrices,
dentro de las cuales han de desarrollarse las instituciones del proceso.
A pesar de la brevedad del concepto, resulta acertado, dado que efectivamente, los
principios procesales son las directrices de carácter general que orientan la realización
adecuada de los actos dentro del proceso.
Eduardo Pallares, los llama así: principios rectores del procedimiento, y considera que
son los que: determina la finalidad del proceso, las reglas que deben seguir al tramitarlo y la
correcta manera de interpretar y aplicar las normas procesales.
Por otro lado, es de capital importancia la existencia de los principios procesales, y son
aquellas reglas o norma conforme a la cual se establece un juicio o se toma una
determinación, contenidas en forma explícita o implícita en el ordenamiento jurídico, que
indican las peculiaridades fundamentales del derecho procesal y sus diversos sectores, y que
orientan la evolución de la actividad procesal.
Cabe señalar que no todos los principios procesales aplican en todos los procesos que
se ventilan, sin embargo, enunciaremos algunos que tienen relación íntima en los juicios de
nuestra legislación.
El impulso procesal, por tanto, es la presión ejercida por alguna de las partes para que
continúe la marca del proceso hacia la etapa subsecuente.
El maestro Pallares, indica que, por virtud de este principio: la tramitación del proceso
hasta alcanzar su fin, está encomendada a la iniciativa de las partes que son quienes deben
hacer las promociones necesarias para lograrlo. Al juez no le esta permitido hacerlo, salvo
casos excepcionales.
La abstención de impulso del proceso por las partes da lugar al envío del expediente al
archivo por falta de actuaciones, o da lugar a la caducidad de la instancia, o da lugar al
sobreseimiento por inactividad procesal. Por supuesto que se requerirá que el legislador
prevenga la consecuencia de la falta de impulso procesal. De la misma manera, se requerirá
que el juez pueda sustituir a las partes en la impulsión procesal, por disposición legal que lo
autorice.
Artículos que ejemplifican la continuidad de una etapa hacia otra. 201 del Código
Procesal Civil y Mercantil, indica. (Demanda). La demanda podrá presentarse verbalmente, en
cuyo caso el secretario levantará el acta respectiva. Podrá también presentarse por escrito.
En ambos casos deberá observarse lo prescrito en los artículos 106 y 107 de este Código, en
lo que fuere aplicable.
El artículo 202 del mismo cuerpo legal, señala. (Juicio oral). Si la demanda se ajusta a
las prescripciones legales, el juez señalará día y hora para que las partes comparezcan a
juicio oral, previéndolas presentar sus pruebas en la audiencia, bajo apercibimiento de
continuar el juicio en rebeldía de la que no compareciere.
Entre el emplazamiento del demandado y la audiencia, deben mediar por lo menos tres
días, término que será ampliado en razón de la distancia.
Leer los artículos 203 al 210 del precitado Código. En conclusión se determina, que las
partes procesales son las responsables de solicitar al juzgador la tramitar del proceso, darle
continuidad, sin interrupción alguna de las etapas que se gestionan en el proceso.
En efecto, la iniciativa en la marcha procesal desde que el proceso principia, hasta que
termina, le corresponde a las partes y no al juzgador. Desafortunadamente se abusa de este
principio por las partes procesales, en el sentido, que en muchas ocasiones los litigantes
interponen excepciones o impugnaciones sin fundamento o incidencias frívolas a través de los
memoriales. Es importante aclarar que en nuestro ordenamiento existen normas que obligan
al juez a resolver, sin petición previa de las partes.
Como ejemplo el artículo 357 del Código de Trabajo, establece. Los Tribunales de
Trabajo y Previsión Social tienen la facultad de practicar de oficio o a instancia de parte
legitima, por una sola vez antes de dictar sentencia y para mejor proveer, cualquier diligencia
de prueba pertinente, decretar que se traiga a la vista cualquier documento o actuación que
crean conveniente u ordenar la práctica de cualquier reconocimiento o avalúo que estimen
indispensable… (también aplica en el principio inquisitivo).
El artículo 113 del Código Procesal Civil y Mercantil, estipula. (Rebeldía del
demandado). Si transcurrido el término del emplazamiento el demandado no comparece, se
tendrá por contestada la demanda en sentido negativo y se le seguirá el juicio en rebeldía, a
solicitud de parte.
El artículo 348 del Código Procesal Penal. Anticipo de prueba. El tribunal podrá
ordenar, de oficio o a pedido de parte una investigación suplementaria dentro de los ocho días
señalados en el artículo anterior…
c) Principio Inquisitivo o conocimiento de oficio: Este principio faculta al juez para que
actué de oficio, sin requerimiento de las parte sujetas al proceso que se ventila.
El artículo 109 del Código Procesal Civil y Mercantil, preceptúa: Los jueces repelaran
de oficio las demandas que no contengan los requisitos establecidos por la ley, expresando
los defectos que hayan encontrado.
Y el artículo 181 del Código Procesal Penal, estipula: ... Durante el juicio, los tribunales
solo podrán proceder de oficio a la incorporación de prueba no ofrecida por las partes, en las
oportunidades y bajo las condiciones que fija la ley.
d) Principio de Concentración procesal: Sobre este principio, asienta el maestro Rafael
de Pina, que se presenta característicamente en el proceso oral y que debe haber el
menor número posible de audiencias, en atención a que, cuanto más próximas a la
decisión sean las actividades procesales, tanto menor es el peligro de que la impresión
recibida por quien ha de resolver, se borre y de que la memoria lo engañe y tanto más
fácil resulta mantener la identidad del juez durante el proceso.
En concepto del maestro Pallares, este principio exige que las cuestiones incidentales
que surjan dentro del proceso, se reserven para la sentencia definitiva, a fin de evitar que el
proceso se paralice o se dilate, lo que a su vez exige reducir al menor número posible los
llamados artículos de previo y especial pronunciamiento, las excepciones dilatoria y los
recurso con efectos suspensivos. Por lo tanto, se pretende que el mayor número de etapas
procesales se desarrollen en el menor número de audiencias, se dirige a la reunión de toda la
actividad procesal posible en la menor cantidad de actos con el objeto de evitar su dispersión
y el retardo en el proceso.
Este principio exige que las actuaciones procesales se realicen lo más próximas entre
sí, a ser posible en un solo acto, y que la sentencia se dicte en el plazo más breve posible.
En virtud de tal principio, llamado de la adquisición procesal, cada una de las partes en
el proceso tiene derecho a utilizar las aportaciones hechas por la contraria, ya sea las
peticiones que ésta formule y los actos de impulso que realice, lo cual podría ser perjudicial
para alguna de las partes.
De acuerdo con el principio de adquisición, por lo tanto, todas las partes vienen a
beneficiarse o a perjudicarse por igual con el resultado de los elementos aportados a la causa
por cualquiera de ellas.
Es imperativo, que la vigencia del principio referido impide, por ejemplo, que alguna de
las partes que produjo una prueba desista luego de ella en razón de serle desfavorable; que el
ponente de las posiciones pretenda eventualmente desconocer los hechos afirmados en el
pliego respetivo; que el actor niegue los hechos expuestos en la demanda en el caso de que
el demandado los invoque en su beneficio.
Por consiguientes se infiere, que las partes al momento de pronunciarse por escrito o
aportar ciertos documentos al proceso tienen que tener mucho cuidado, porque los mismos
pueden ser utilizados en su contra.
Apertura a prueba. El artículo 123 del Código Procesal Civil y Mercantil, estipula: Si
hubiese hechos controvertidos, se abrirá a prueba el proceso por el término de treinta días.
Este término podrá ampliarse a diez días más, cuando sin culpa del interesado no
hayan podido practicarse las pruebas pedidas en tiempo.
La solicitud de prórroga deberá hacerse, por lo menos, tres días antes de que concluya
el término ordinario y se tramitará como incidente.
Carga de la prueba. Artículo 126. Las partes tienen la carga de demostrar sus
respectivas proposiciones de hecho.
Quien pretende algo ha de probar los hechos constitutivos de su pretensión; quien
contradice la pretensión del adversario, ha de probar los hechos extintivos o las circunstancias
impeditivas de esa pretensión…
En opinión del maestro Eduardo Pallares, consiste esencialmente en que el juez esté
en contacto personal con las partes: reciba la prueba, oiga sus alegatos, las interrogue, etc.
Este principio, radica con exclusividad, en el contacto directo en audiencia del juez con
los sujetos procesales y la recepción de los diferentes medios probatorios dentro de un
determinado proceso, con el propósito que cuando el juzgador emita la sentencia sea
apegada a derecho.
Como un claro ejemplo se cita el artículo 346 del Código de Trabajo. “Todas las
pruebas deben recibirse inmediatamente por el juez en la primera audiencia, para el efecto las
partes están obligadas a concurrir con sus pruebas respectivas…”
Otro está consignado en el Código Procesal Penal, artículo 354. Inmediación. El debate
se realizará con la presencia ininterrumpida de los jueces llamados a dictar la sentencia, del
Ministerio Público, del acusado, de su defensor y de las demás partes o sus mandatarios…
Hay que considerar en el proceso judicial puede ser público o secreto. Entiéndase por
proceso público en que las actuaciones procesales más relevantes pueden ser presenciadas
por terceros, además de que a los actos procesales puedan acudir las partes, sus
representantes y sus defensores. Nuestro ordenamiento jurídico señala que las actuaciones
serán públicas, salvo en casos de excepcionales.
Leer los artículos 29 del Código Procesal Civil y Mercantil, y 356 del Código Procesal
Penal.
Sin embargo, los actos procesales del juez y de las partes pueden manifestarse
oralmente o por escrito, lo que da lugar a dos principios totalmente opuestos en la regulación
del proceso: el de oralidad y el de escritura. En realidad, no cabe uno u otro sistema de
carácter absoluto, ya que ambos están íntimamente vinculados por nuestro ordenamiento
jurídico.
Cuando se dice que rige el principio de oralidad lo que se está indicando es que
predominan los actos orales frente a los escritos. Por otro lado, cabe señalar que la oralidad
no excluye la posible documentación por escrito de los actos orales.
Sabemos que este principio es una manera de proyectarse en el proceso, por lo que el
juez o tribunal conoce las pretensiones procesales y las peticiones de las partes a través de
actos escritos.
En síntesis, es muy difícil admitir un proceso oral que no conciba en algún grado la
escritura, ni un proceso escrito que no conciba en ningún grado la oralidad, ya que nuestro
conjunto sistematizado de normas y su validez (ordenamiento jurídico) convalidan ambos
principios.
El artículo 334 del Código de Trabajo. “Si la demanda no contiene los requisitos
enumerados en el artículo 332, el juez de oficio, debe ordenar al actor que subsane los
defectos, puntualizándolos en forma conveniente; y mientras no se cumplan los requisitos
legales no se le dará trámite.”
El maestro Rafael del Pina, asevera que por este principio se afirma la necesidad de
que los conflictos de intereses susceptibles de ser resueltos mediante la actividad
jurisdiccional, en un proceso, sean sometidos a reglas que permitan llegar a una decisión con
el menor esfuerzo y gasto y en el menor tiempo posible, en beneficio de los litigantes, y en
general, de la administración de justicia.
Entonces alude a la exigencia de que el proceso debe conseguir su objetivo de dar una
solución pacífica y justa a los conflictos con el menor esfuerzo posible de tiempo, trabajo y
dinero.
El principio de celeridad procesal, está representado por las normas que impiden la
prolongación de los trámites procesales superfluos y onerosos. Así, la perentoriedad de los
plazos legales o judiciales. Los plazos plasmados en los preceptos legales tienen que
cumplirse y no pueden quedar de forma antojadiza a criterio del juzgador, porque se estaría
violentado o transgrediendo una norma.
Por tanto, cabe la eventualidad de que el derecho no se haga valer, y cuando ello
ocurre, opera la preclusión y el proceso sigue su marcha, habiéndose perdido el derecho que,
en tiempo, puedo haberse ejercitado.
El proceso se desarrolla por etapas y por este principio el paso de una a la siguiente,
supone la preclusión clausura de la anterior, de tal manera que aquellos actos procesales
cumplidos quedan firmes y no pueden volverse a ellos. El proceso puede avanzar pero no
retroceder.
Podrá concretizarse así, que la preclusión es uno de los principios que rigen el proceso
y se funda en el hecho de que las diversas etapas del proceso se desarrollan en forma
sucesiva, una tras otra, mediante la clausura definitiva de cada una de ellas, por haber
transcurrido el tiempo procesal oportuno, impidiéndose el regreso a momentos procesales ya
extinguidos y consumados.
l) Principio de Lealtad, Buena Fe y Probidad: Este principio persigue que tanto las
partes como el juez actúen en el proceso, con rectitud, integridad y honradez. Por lo
tanto este principio es una institución de buena fe, que no ha de ser utilizado por las
partes con fines fraudulentos.
Lo que persigue es que las partes procesales deberán exponer con claridad los hechos
de acuerdo con la verdad; no interponer pretensiones o reclamaciones procesales, ni alegar
defensas, ni promover incidentes, cuando tengan conciencia de su manifiesta falta de
fundamentos; y no promover pruebas sin ningún respaldo legal, ni realizar actos inútiles,
contrarios o innecesarios a la defensa del derecho que sostengan.
El proceso busca como objetivo primordial solución a una controversia, conflicto o pleito
entre las partes de manera ética, legal, leal y justa y con probidad, lo que evita son las
actitudes fraudulentas, engañosas o falaces conscientes entre las partes o buscan su
beneficio propio, ya que tienen la obligación legal de actuar de conformidad con el derecho.
Y se ratifica en la Ley del Organismo Judicial, artículo 16. Debido proceso. Es inviolable
la defensa de la persona y de sus derechos… Nadie podrá ser condenado ni privado de sus
derechos sin haber sido citado, oído y vencido en proceso legal seguido ante juez o tribunal
competente y preestablecido, en el que se observen las formalidades y garantías esenciales
del mismo; y tampoco podrá ser afectado temporalmente en sus derechos, sino en virtud de
procedimiento que reúna los mismos requisitos.
Desde el punto de vista del derecho procesal, garantiza al justiciable o parte procesal la
posibilidad de ejercitar su derecho de defensa en juicio.
Bibliografía
Leyes aplicables:
- Constitución Política de la República de Guatemala
- Ley del Organismo Judicial
- Código Procesal Civil y Mercantil
- Código de Trabajo
- Código Procesal Penal