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Bibiana Delgado-Ordóñez
Bogotá, enero de 2018
Según el Diccionario Espasa-Calpe (2005, s.p.) una de las acepciones de «taller» para
las bellas artes, es: «el lugar donde se realiza un trabajo manual». Definición que
encuentro más competente para el caso en cuestión que las también acuñadas:
«conjunto de colaboradores de un maestro», «escuela, seminario», «estudio de un
artista» o «lugar donde se reparan máquinas». La primera noción remite directamente
a una labor artesanal y es éste el principio que orientó los procesos de investigación-
creación y de investigación musical que desarrollaron los estudiantes pertenecientes a
mis talleres de investigación en la UPN y la UNINCCA de Colombia. Se asumió entonces
la metáfora del taller artesanal para adoptar una metodología cuya estrategia consiste
en trabajar una «obra», desde su material primigenio hasta el pulido de los detalles
más finos, y que en este proceso todos los asistentes al taller: vean, critiquen,
propongan y, finalmente, que todos participen en la elaboración de cada propuesta.
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sus intérpretes; la composición musical viene vinculándose a la investigación-
creación1 o investigación artística y, en el último caso, la investigación puede
enmarcarse en las interacciones que se tejen entre las personas y los artefactos
culturales. En esta última se debe evidenciar un contexto socio-histórico determinado
o bien enfocar el mismo entorno educativo.2 Cualquiera de las anteriores
intervenciones académicas implica para el estudiante la elaboración de un texto que
soporte teórica y críticamente dicha producción musical o monográfica; normalmente
considerada su trabajo de grado.
1 Castellanos y Santamaría definen la investigación creación como «una actividad académica que
recurre a la práctica artística como metodología para generar conocimiento acerca del arte que sea
transmisible en el ámbito académico. Como resultado de este ejercicio, se generan dos productos: un
producto artístico (obra) y un producto académico (documentación y reflexión), que circulan en el
“mundo del arte” y el “mundo académico”, respectivamente» (Castellanos y Santamaría-Delgado 2015,
93).
2 De ninguna manera ésta pretende ser una clasificación exhaustiva o definitiva de las modalidades de
primer ciclo para carrera o pregrado, segundo ciclo para máster y tercer ciclo para doctorado.
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ideas, sustentarlas y emprender la escritura de manera individual. La ausencia de
diálogo con un par priva a este autor novel de herramientas que contribuyen a aclarar,
enriquecer o replantear una perspectiva investigativa. El trabajo solitario que plantea
el modelo asignatura, del profesor que dicta una temática y determina actividades
para calificar tareas, impide que el estudiante conozca de frente que no es el único que
sufre los traspiés de «inventar de la nada» o «localizar en el etéreo espacio» un eje
disciplinar o un área temática desde los cuáles sintetizar una idea de investigación-
creación, monografía o recital.5
empleo didáctico de grupos reducidos en los que los alumnos trabajan juntos para maximizar su propio
aprendizaje y el de los demás» (1994, 5). No demarcan diferencias con aprendizaje «colaborativo» y,
por el contrario, en la traducción española se utiliza constantemente la noción «colaborar».
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Límites del espacio académico del taller
Una escena musical, por el contrario, [a comunidad] es aquel espacio cultural en el que
coexisten una serie de prácticas musicales que interactúan entre sí dentro de una
7 Naturalmente, en el momento del taller se hace uso de herramientas tecnológicas que son
fundamentales y estratégicas para que cada participante pueda contribuir a la definición y ultimación
de las propuestas de todos los asistentes: el proyector, el computador, la pizarra, la cámara fotográfica,
y aquellos recursos disponibles por medio de la Internet: diversas plataformas, redes sociales, entre
otros.
8 También es muy usual en estos días encontrar la noción de comunidad de conocimiento en los franjas
de interacción de las plataformas virtuales. Vale la pena preguntarse si más bien tal tipo de
comunidades online se enmarcan mejor en el concepto de «comunidad imaginada» que proponía
Benedict Anderson (1983). Con él, se refería a la elaboración de las conciencias nacionales en el sentido
de que los miembros de una nación, aún sin conocerse, sentían que pertenecían a la misma, por medio
de una realidad simbólica alimentada por los medios masivos de comunicación.
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variedad de procesos de diferenciación y según trayectorias de intercambio y
enriquecimiento mutuo muy diversas (Straw 1991, 373).9
Para terminar esta sección, es necesario aclarar que el periodo que asignan las
universidades al taller suele ser de un semestre. Durante este tiempo los estudiantes
comienzan apenas a originar su idea de trabajo de grado. Después la problematizan,
especifican y acotan, con lo cual ya tienen la claridad para proyectar una metodología.
Si se asigna un segundo semestre, puede explorarse con mayor profundidad un marco
conceptual o teórico que enmarque el tema escogido, por un lado. Por otro, debe
definirse la ruta metodológica con las tareas específicas y el cronograma que han de
seguir para llevar su propuesta a buen término. Entonces, dicho semestre, o
semestres, se convierte en la primera fase de trabajo que servirá para estructurar
sólidamente el proyecto. Luego viene la fase del desarrollo en sí, que concentra el
trabajo de campo, el trabajo interpretativo o trabajo creativo, unido a los resultados y
la escritura «final» que se realiza fuera del taller y de manera personal.
9 «A musical scene, in contrast, is that cultural space in which a range of musical practices coexist,
interacting with each other within a variety of processes of differentiation, and according to widely
varying trajectories of change and cross-fertilization».
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Marco conceptual que alberga los procesos del taller
En concordancia con Paulo Freire y la pedagogía crítica, el maestro tiene que asumir
un rol diferente en el «aula». En ella el maestro se aparta de la relación tradicional que
se constituye con los estudiantes cuya naturaleza es «fundamentalmente, narrativa,
discursiva y disertadora» (2005, 77). Con tal tipo de relación la comunicación se
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aniquila, pues «En vez de comunicarse, el educador hace comunicados y depósitos que
los educandos, meras incidencias, reciben pacientemente, memorizan y repiten»
(Freire 2005, 78). En el taller la intervención oral de los estudiantes presenta tanto la
misma recurrencia como la misma importancia que la del maestro, ya que la
comunicación se funda en una relación dialógica e intersubjetiva. Hemos de entender
que por medio de la comunicación los sujetos nos muestran su mundo y cómo lo
construyen. El momento del taller -y lo que de él se desprende- también integra ese
continuum de la vida, el «soporte», que indica que las experiencias de los seres
humanos no son fragmentarias.
Si bien a los ámbitos educativos se deben algunas fracturas que atomizan las vivencias
de los sujetos -sobre todo aquellos lugares donde se escolarizan a los niños- la
comunicación dentro del taller congrega las dimensiones cognitiva y sociológica de
sus participantes ayudando a subsanar dichas rupturas. Entendido el «soporte» como
el contexto que el ser humano transforma en «su mundo», Freire advierte que:
Es esta comprensión del mundo y su comunicación al otro lo que acusa una grave falta
de crítica en estos tiempos de la modernidad. Una crítica que se traduce en conciencia
del estado actual de las cosas, en reflexión y en interés por el conocimiento y la
experiencia que porta el otro. El pensamiento crítico es una característica anhelada y
difícilmente conseguida en el proceso educativo y el objetivo de la educación es
accionarlo en el instante mismo del proceso formativo. A modo de ejemplo de lo
sintomático de dicha contrariedad en las áreas de educación superior en música
actualmente, expongo una reflexión sucinta sobre los resultados de la cátedra de
musicología en los programas de pregrado:
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mayor acierto el desarrollo de un pensamiento crítico que permita al músico trasvasar
la conexión de sonido-dato histórico y que, mejor aún, establezca una relación sonido-
dato e interpretación-reflexión crítica y autónoma de los elementos musicales y sus
interacciones en un todo integrado (Delgado-Ordóñez 2015a, s.p.).
10Por profesional refiero a aquél que con su quehacer musical ya es capaz de devengar un salario y
solventar parte o totalidad de sus gastos de manutención; en otras palabras, aquél que es capaz de
establecerse laboralmente con la música.
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Interpretación instrumental y vocal. Desde organizaciones legalizadas
oficialmente hasta la popularmente legitimada «chisga».11
Composición y arreglos. Que incluyen además: televisión, cine, audiovisual,
publicidad, entornos digitales, entre otros.
Dirección de coros, bandas y orquestas.
Educación informal, formal, superior y educación especial.
Evaluación. Jurados y pares evaluadores.
Investigación.
Crítica musical. En revistas y con motivo de conciertos.
Ensayos, reseñas, notas de programa y escritura académica. Surgidas de
reflexiones o investigación en el campo.
Gestión Cultural.
Producción discográfica.
Debido a tan amplio eje de acción los profesores tienen que estar preparados y
dispuestos a resolver asuntos de distintísimas naturalezas en el espacio del taller.12
No desde la automatización de la pregunta respuesta diccionario, sino desde la
disposición y la habilidad para motivar el debate y para que todos los asistentes
encuentren lógico el responsabilizarse por formular preguntas y encontrar el camino
para responderlas.
11 En las relatorías tituladas «Diálogos interdisciplinares desde la profesión musical» del coloquio La
Música como Profesión - Diálogos Interdisciplinarios, organizado por el Centro de Documentación
Musical de la Biblioteca Nacional de Colombia (hoy clausurado), las cuales se consignaron en la Revista
A Contratiempo número 27, arriesgué la siguiente definición para el término chisga: «En Colombia, el
vocablo “chisga” se refiere a las prácticas de ejecución musical de carácter popular, de diversos tipos de
agrupaciones, que se reúnen constante u ocasionalmente, sobre todo en fines de semana. Las
ejecuciones se hacen en clubes, bares, casas particulares, o a manera de serenatas. Tal práctica
contempla variables como la versatilidad estilística del instrumentista, un alto nivel de lectura musical
o de ejecución a partir de la escucha y disponibilidad de tiempo en las noches. Cada “chisga” conlleva un
pago en efectivo al momento de cumplir con la ejecución» (Delgado-Ordóñez 2015b).
12 A propósito de una reflexión sobre la formación que reciben quienes serán profesores de música, Luz
Rivas Caicedo cita a Likewise, Zapata Restrepo et al. (2005) para observer la forma en que las prácticas
musicales se han diversificado en los últimos tiempos. Además anota la falta de correspondencia entre
dicha realidad y lo que enfoca la escuela: «[They] explain the musical practices of students who are
being educated in teacher-raining programmes, including a range of music genres such as rock, jazz and
salsa, and participating in local and foreign bands. The authors establish that there is no meaningful
relationship between the students’ music education training and their roles as musicians in different
contexts, and also acknowledge the distance between academic training and musical practice more
generally» (Rivas Caicedo 2017, 316-17).
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Rutas flexibles en la metodología del taller
El conocimiento requiere que sus artífices estén apasionados por el tema que se va a
investigar. De lo contrario, no se podrá negociar con las dificultades que surjan en el
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camino. Una idea de investigación debe nacer del deseo de profundizar en un saber, de
la curiosidad de develar algo desconocido o de la necesidad de resolver una situación.
Cualquiera de estos estados, principios o emociones causan pasión. Preguntar a los
estudiantes acerca de un tema para investigar puede tornarse «raro o incómodo» para
algunos; pues, normalmente, nunca se les ha solicitado generar reflexión al respecto.
Sin embargo, al requerirles pensar en un deseo, una curiosidad o una necesidad
relacionada con su contexto musical o socio-musical, sus reacciones no se harán
esperar.
13 En la actualidad la sistematización de información cuenta con recursos tecnológicos que la hacen más
eficaz y menos proclive a perderse. Un ejemplo es Zotero, un software libre que almacena y gestiona
datos y permite elaborar y relacionar varias fichas, insertar referencias bibliográficas, exportar
información, entre un sinfín de opciones más.
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El «paso a paso» de las ideas 14
14 Aunque estos pasos puedan parecer obvios o, mejor aún, demasiado detallados o, es más, exagerados,
nos evitan estar repartiendo culpas sobre el estado de la escritura y la comprensión de lectura de
nuestros estudiantes universitarios; en conclusión nos evitan perder el tiempo. En alguna ocasión
escuché a una docente de investigación decir que no era su función trabajar la escritura de los
estudiantes puesto que eso debían haberlo aprendido en la escuela. Tal tipo de postura alimenta en los
estudiantes la extendida noción del «círculo vicioso de las culpas» y para los profesores aquella de que
«a una solución pueden plantearse diez problemas».
15 El proyector o video beam es una utensilio tecnológico capital para los menesteres del taller. Siempre
debe contarse con uno y los estudiantes deben tener sus textos disponibles en memorias portátiles o en
cualquier otro dispositivo electrónico que permita conectar con un ordenador y, por extensión, al
proyector.
16 Eejercicio eficaz para que un autor detecte fallas de coherencia, puntuación y ortografía, que el
profesor ayudará a resolver. Muchas veces, cuando el estudiante lee en voz alta lo que él mismo ha
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tipográficos cometidos e invita a los asistentes a proponer soluciones. A
continuación, todos verifican la concreción y claridad del párrafo.17 Es crucial
que algunos párrafos sean estudiados -colaborativamente- en exclusiva por los
estudiantes y reelaborados por ellos mismos sin la participación del profesor.18
Para elegir la idea final, ahora sí, que encaminará la investigación es necesario evaluar
los pros y contras que se allanen en cada tema. Es decir, la evaluación de cada idea
debe ofrecer respuestas definidas con relación a los siguientes órdenes:
escrito, cae en cuenta, rápidamente, de los errores que ha cometido. He llegado a notar que, en ciertos
casos, es la primera vez que leen en voz alta sus propios textos.
17 Es muy importante exigir a los estudiantes la sencillez de la escritura. Estructuras simples -sujeto,
verbo, predicado-, vocabulario sencillo y frases de punto a punto lo más cortas posibles.
18 He aquí unas actividades certeras para evidenciar aquello que David Ausubel ([2000] 2002)
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Resultados del taller. La escritura del trabajo y la socialización
Existe la creencia de que un texto de divulgación donde las cosas son explicadas de
manera que todos las comprendan, requiere menos habilidad que una comunicación
científica especializada que, por el contrario, se expresa a través de fórmulas
comprensibles sólo para unos pocos privilegiados. Esto no es totalmente cierto. Es
verdad que el descubrimiento de la ecuación de Einstein E=mc2 ha supuesto mucho
más talento que cualquier brillante manual de física. Sin embargo, normalmente, los
textos que no explican tranquilamente los términos que utilizan (y proceden por
rápidos guiños de ojo) hacen pensar en autores mucho más inseguros que aquellos en
que el autor explicita cada referencia o cada pasaje. Si leéis a los grandes científicos o a
los grandes críticos veréis que, salvo pocas excepciones, son siempre clarísimos y no
se avergüenzan de explicar bien las cosas (Eco [1977] 2001, 177-78).
Por lo tanto, la propuesta es, y siempre será, escribir de la manera más sencilla y clara
posible. Asimismo, en estos tiempos caracterizados por el acceso a la información
desde cualquier punto del planeta y por una «nueva condición de vecindad»
(Appadurai 1996, 29) -transnacional y transoceánica-, es indispensable entender que
la investigación en cualquiera de sus fases debe ser abierta y compartirse en redes de
acción y gestión. En este orden de ideas, ser consciente de que un texto puede ser
leído en cualquier parte del mundo implica escribir observando dicha condición. De
igual manera, es imprescindible identificarlo con todos los datos de la publicación:
aparte del nombre del autor novel, es imprescindible aportar el año en que se
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produce, la institución y, por favor, el país -o ciudad y país-, puesto que éste es un
referente categórico de identificación.
Finalmente, es muy importante que los autores de cada proyecto escriban un resumen
o abstract de su texto. En principio, un párrafo de alrededor de 150-200 palabras,
debería ser suficiente. Naturalmente, al ser este taller una fase inicial del proyecto, tal
resumen es susceptible de modificarse hasta tener los resultados finales del trabajo de
grado. No obstante, ya puede darnos un indicio del nivel de precisión del problema
que pretende abordarse, del contexto y de los marcos conceptuales y metodológicos
que permitirán abordarlo. Al mismo tiempo, este resumen básico servirá de
información primaria para las personas que deseen enterarse de lo que tratará el
proyecto. López-Cano dedica un subcapítulo completo a este importante propósito y
anuncia este breve escrito como «El resumen o abstract como género de escritura
académica» (2012, 39). Con respecto al resto de secciones de la propuesta, éstas
dependerán de la modalidad del trabajo de grado, a saber: recital, monografía o
investigación artística, mas este resumen inicial presentará características similares
para cualquiera de estos trabajos.
La socialización
19Entre otros, los profesores nacionales e internacionales que intercambiaron con los estudiantes de mi
taller y de otros talleres de la UPN, fueron Mónica Briceño Robles, Abelardo Jaimes Carvajal, Luz Dalila
Rivas Caicedo, Pilar Holguín Tovar y Rubén López-Cano.
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Divergencias. Reflexiones en torno a la educación musical,20 con profesores que dirigían
el mismo espacio académico o con profesores de otras instituciones. En la imagen
observamos fotos de un Coloquio de la UPN, una exposición de ante-proyectos en la
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC) y una exposición de
pósteres en los espacios de esta última universidad.
20Este Coloquio dio lugar a tres ediciones durante los años 2013 y 2015, y se llevó a cabo en diversas
instituciones a la cabeza del Grupo de Investigación Interdisciplinar en Artes y Educación. Las
memorias pueden consultarse en: https://coloquiomusicaupn.wordpress.com/.
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Conclusiones
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Referencias autores noveles
Avendaño Grijalba, Juan Pablo. «Una exploración a las características del cante
flamenco a partir de la experiencia de Clara Rozo». Trabajo de Grado,
Universidad Pedagógica Nacional de Colombia», 2016.
Contreras Abril, Alex Fernando. «Figuración musical para la güira dominicana: ritmos
y repiques de merengue». Trabajo de Grado, Universidad Pedagógica Nacional
de Colombia, 2016.
Ladino Yaso, Carlos Javier. «Salsa y radio en Bogotá: música en el aire». Trabajo de
Grado, Universidad INCCA de Colombia, 2016.
Ocampo Ávila, John Alexander. «El piano en el síndrome Down. Estudio de caso de un
estudiante en condición de Síndrome de Down; orientaciones aplicadas en el
proceso de enseñanza». Trabajo de Grado, Universidad Pedagógica Nacional de
Colombia, 2016.
Ríos Vargas, Raúl. «Melotipos que definen la interpretación del paseo vallenato en el
bajo eléctrico». Trabajo de Grado, Universidad Pedagógica Nacional de
Colombia, 2015.
Romero Varón, Andrés Felipe. «Voicings en Joe Pass: Análisis de las obras “Round
Midnight” y “Have You Met Miss Jones”; aplicación y práctica del estilo de Joe
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Pass en la adaptación de la obra “Satin Doll”». Trabajo de Grado, Universidad
Pedagógica Nacional de Colombia, 2015.
Urbina Santafé, Javier Yesid. «El porro para guitarra: herramientas de composición
musical con base en las obras compuestas por Gentil Montaña para esta
danza». Trabajo de Grado, Universidad Pedagógica Nacional de Colombia,
2015.
Bibliografía
Anderson, Benedict. 1983. Imagined Communities: Reflections on the Origin and Spread
of Nationalism. Londres: Verso.
Ausubel, David. (2000) 2002. Adquisición y retención del conocimiento. Una perspectiva
cognitiva. Traducido por Genís Sánchez Barberán. Barcelona: Ediciones Paidós
Ibérica, S.A.
Eco, Umberto. (1977) 2001. Cómo se hace una tesis. Técnicas y procedimientos de
estudio, investigación y escritura. Traducido por Lucía Baranda y Alberto
Clavería Ibáñez. Barcelona: Gedisa.
Freire, Paulo. 1997. A la sombra de este árbol. Traducido por Agustín Requejo Osorio.
Barcelona: El Roure Editorial, S.A.
———. (1970) 2005. Pedagogía del oprimido. México: Siglo XXI Editores.
20
Habermas, Jürgen. (1981) 1987. Teoría de la acción comunicativa. Racionalidad de la
acción y racionalización social. Traducido por Manuel Jiménez Redondo.
Madrid: Grupo Santillana de Ediciones, S. A.
López-Cano, Rubén. 2012. Cómo hacer una comunicación, ponencia o paper y no morir
en el intento. Barcelona: Sibe-Sociedad de Etnomusicología.
Straw, Will. 1991. «Systems of Articulation Logics of Change: Communities and Scenes
in Popular Music». Cultural Studies 5 (3).
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