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PRODUCTO ACADÉMICO 4

Comunicación y Argumentación

Integrantes:

1. HUIDOBRO DÍAZ José Andrés


2. LANZA CHAPARRO Edson Erwin
3. LLANOS GALARZA Frans Alberto
4. LOPEZ DE LA CRUZ Kelly Mabel

POSTURA A FAVOR

El rol de la IA en la administración de justicia

Introducción

En la actualidad el uso de la inteligencia artificial representa un avance


tecnológico sin precedentes, aunado a que la globalización ha permitido que su
uso sea cada vez más frecuente y aplicada a diversas áreas, tales como la
industria, el comercio, la educación y recientemente su uso ha sido enfocado en
el ámbito legal o judicial, debido a que su practicidad permite agilizar los
procesos judiciales convencionales, asimismo, como dato relevante Colombia es
el primer país en Latinoamérica en celebrar un juicio en el denominado
“Metaverso”, que es una aplicación en base a un conjunto de algoritmos digitales,
con intervención de IA, para recrear el ambiente virtual y las características de
los intervinientes, demostrando ser eficiente para dinamizar los procesos
judiciales. No obstante, actualmente es un tema con posturas divididas: El uso
de la inteligencia artificial como un medio eficiente en la administración de
justicia, por otro lado, y en paralelo, se encuentra su uso, como una herramienta
ineficaz en la resolución de conflictos con relevancia jurídica. En nuestra opinión,
consideramos firmemente que el uso de inteligencia artificial, resulta ser eficiente
y dinamiza el ámbito de aplicación de la justicia en conjunto.

Párrafo con argumento de autoridad

La inteligencia artificial es una herramienta útil y eficiente en la administración de


justicia, gracias a su alta capacidad para el procesamiento de datos. Asimismo,
“la IA necesita grandes cantidades de datos, procesándolos a través de
algoritmos que han sido ajustados por experiencias pasadas, y usando los
patrones encontrados para mejorar la toma de decisiones. En definitiva, utiliza
los datos para obtener información del entorno e interactuar con él en
consecuencia. Conforme una compañía aumenta la cantidad de información, la
utilización de IA se vuelve relevante para darle sentido, encontrar patrones y
predecir comportamientos” (Morales, 2021, p. 49). En ese sentido, resulta
evidente, que la inteligencia artificial representa el futuro y próximo pilar
tecnológico para la administración, control y fiscalización de la justicia, de
manera eficiente, ya que una IA tras analizar casos relacionados entre sí, será
capaz de identificar conductas repetitivas con relevancia jurídica. Además,
conforme a un estudio realizado por la University College of London, una IA fue
capaz de predecir sentencias, tras haber analizado un total de 584 fallos
dictaminados por el consagrado Tribunal Europeo de Derechos Humanos,
permitiendo reducir la carga laboral, hablando en términos judiciales de los entes
jurisdiccionales.

Párrafo con argumento de relaciones causales

La inteligencia artificial es eficiente respecto a su uso, en relación de los diversos


entes administrativos de justicia, toda vez que permite reducir la carga procesal
y agilizar la resolución de conflictos. Encontrando un beneficio trascendental,
debido a que, a través de algoritmos debidamente programados, es posible
predecir sentencias, en base a comportamientos repetitivos, evitado un largo
proceso legal y concluyendo con una sentencia en menor tiempo y costo
económico para el estado y las partes. Por ende, “es importante mencionar que,
en China, ya es frecuente ser atendido por un asistente robot que brinda
orientación legal. De hecho, se denominó Xiao Fa (“derecho pequeñito” o “ley
pequeñita”) al primer asistente artificial utilizado en dicho país” (Cárdenas, 2021,
p. 4). Por consiguiente, varios países, ya se encuentran empleando IA para sus
procesos judiciales, ya que el uso de la inteligencia artificial debe ser
implementada progresivamente para dinamizar la administración de justicia
convencional, aunado a ello, la UNESCO, viene formando operadores jurídicos
en base a inteligencia artificial, en colaboración con los entes estatales, debido
a que con el tiempo la IA será necesaria, y si no se adapta la administración de
justicia a la nueva era tecnológica puede resultar obsoleta.

Párrafo con razonamiento inductivo

En primer lugar, es necesario resaltar el estudio realizado por la prestigiosa


casa de estudios superiores University College of London, donde tras haber
programado una IA bajo parámetros y algoritmos de índole jurídica, y luego haber
analizado la cantidad de quinientos ochenta y cuatro fallos de carácter justiciable,
pertenecientes al ente europeo máximo de protección de derechos humanos
(TEDH), fue capaz obtener resultados certeros en torno a conductas que
trasgredan la ley, generando sentencias de manera coherente y eficiente.
Además, ello demuestra la posibilidad de asignar labores jurídicas a una IA, para
aliviar la labor procesal de los operadores jurídicos. En segundo lugar,
conforme a lo señala el Abogado Landa (2021), toda IA programada con fines
jurídicos, necesariamente contiene algoritmos, que han sido diseñados al
amparo de los derechos y principios constitucionales, generando seguridad
jurídica; por ello, se advierte una clara reducción de carga procesal, que se verá
reflejada en la emisión de sentencias en plazos más cortos. Por último, en el
mundo jurídico, la carga probatoria tiene un rol fundamental, debido a que su
actuación determina conceder o restringir derechos, por ello, el uso de IA,
permite analizar y corroborar la carga probatoria ofrecida por los justiciables de
forma automatizada, siendo más ágil y precisa (Castellano, 2021, p. 12). En ese
sentido, por lo precisado, el uso de la IA para la administración de justicia, resulta
eficiente, toda vez que permite automatizar procesos jurisdiccionales, con la
finalidad de aliviar la carga procesal y emitir sentencias condenatorias o
absolutorias en menor plazo.

Cierre

En síntesis, el uso de la inteligencia artífica representa el futuro de la


administración de justicia, puesto que permite agilizar, dinamizar y reducir la
carga procesal de todas las causas con jurídicas. Primero, se ha demostrado
que una IA debidamente programa, puede predecir situaciones jurídicas, por lo
que, es capaz de asumir labores jurídicas de manera eficiente. Segundo, una IA
programada bajo normativa constitucional, origina seguridad jurídica. Y tercero,
la IA es un aliado de la administración de justicia, ya que puede corroborar la
veracidad o falsedad de las pruebas ofrecidas para conceder o restringir
derechos. Finalmente, la automatización de causas legales, mediante el uso de
IA, permitirá la obtención de justicia de manera eficiente y en plazos más
razonables.

Postura en contra

Introducción

El mundo se encuentra en constante evolución, entre los más significativos y


lucrativos están los avances tecnológicos, resultando preocupante, en razón a
que los avances tecnológicos son de acceso público y no están totalmente
regulados, ni fiscalizados, por lo que no siempre son usados para fines lícitos,
sino también para transgredir la ley, motivo por el cual la tecnología no es
realmente segura, y consecuentemente la inteligencia artificial, al ser parte de
esta nueva tecnología, representa un peligro latente, ya que su algoritmo de
programación puede ser programado con fines ilícitos, para así transgredir la ley,
asimismo, la ONU a través de una de sus representantes más emblemáticas, la
misma que promueve, garantiza y salvaguarda la defensa de los derechos
humanos constitucionalmente reconocidos por los estados, se ha pronunciado
manifestando su preocupación en torno a las consecuencias que puede generar
la IA, si mantiene un uso indiscriminado, ya que a la fecha no posee regulación
normativa, para evitar perjuicios y salvaguardar la integridad de los derechos
fundamentales. A pesar de ello, existen posturas a favor y en contra: El uso de
la inteligencia artificial representa un peligro latente en relación a los derechos
fundamentales, por otro lado, el uso de la inteligencia artificial como un medio
eficiente en la administración de justicia. Bajo nuestra percepción, consideramos
que la inteligencia artificial en todas sus variantes y/o formas, representa un
riesgo, el mismos que se encuentra vigente en contra de la sociedad.

Párrafo con argumento de autoridad

En ese contexto, cuando nos referimos a inteligencia artificial, claramente


evidenciamos que representa un peligro latente para la correcta administración
de justicia y la sociedad, por su falta de regulación y fiscalización. En ese
contexto, si bien es cierto, muchos países se encuentran en uso de IA para
resolver procesos judiciales, pero aún no se ha regulado la normativa respecto
al procesamiento y recojo de datos, basados en algoritmos, para garantizar los
derechos y obligaciones constitucionales (Landa, 2021, p. 40). Adicionalmente,
la inteligencia artificial es capaz de analizar y procesar datos, para dar un
resultado, pero carece de criterio respecto a la realidad (Valero, 2021, p. 10). Por
ello, el uso de la IA no brinda datos exactos, y mucho menos se ajustan a la
realidad, debido a que el criterio que poseen, se basa en datos recogidos con
anterioridad; por lo tanto, su aplicación en el mundo jurídico actual, carece de
exactitud, evidenciando la imposibilidad de administrar justicia, razón por la cual
la ONU se ha pronunciado, refiriendo que la IA no es una herramienta confiable,
ya que no cuenta con un instrumento de regulación.

Párrafo con argumento de relaciones causales

La inteligencia artificial representa un riesgo jurídico y social, por carecer de


exactitud y eficiencia para la administración de justicia. Resultando, un peligro
inminente resolver conflictos con ayuda o autonomía de inteligencia artificial, ya
que como se ha evidenciado, carece de exactitud y en la actualidad no cuenta
con normativa que la regule, ya que atenta contra el sistema jurídico y la
legalidad procesal de los justiciables. En consecuencia, la inteligencia es
producto de la creación humana, y denota el conocimiento empleado para su
creación, pero no por ello, es capaz de administrar justicia de manera autónoma,
como refiere Ríos (2020). Además, como lo ha indicado la ONU, el uso de la
inteligencia artificial, requiere del impulso de políticas públicas, destinadas a
garantizar el respecto de los derechos fundamentales. Por esta razón,
consideramos que no se debe permitir que una IA tome el control de las
decisiones judiciales, conforme precisa la ONU, además, refiriendo el
experimento realizado en EE. UU, sobre el caso Loomis (2013), mediante el
programa IA Compas, destinado a analizar la probabilidad de reincidencia para
cometer delitos, concluyó que la IA, otorgaba mayor probabilidad a una persona
de raza negra, siendo evidente su inclinación arbitraria y consecuentemente,
denota una carencia de parcialidad y eficacia, demostrando lo vertido respecto a
que esta nueva tecnología es incapaz de administrar justicia.

Párrafo con razonamiento inductivo

En primer lugar, la administración de justicia requiere la presencia de un


juzgador con ética y moral, para garantizar el cumplimento de los derechos
reconocidos en todo estado de derechos y los principios que consagran la tutela
jurisdiccional de forma efectiva en los justiciables, los mismos que en conjunto
representan la seguridad jurídica de todo ordenamiento y/o marco normativo; por
ello, el abogado Nieva Fenoll, especialista en derecho procesal, ha sido tajante
en señalar que el uso de inteligencia artificial, a pesar de que este programado
bajo algoritmos con enfoque jurídico, nunca podrá sustituir la labor judicial de
una persona, por carecer de discernimiento propio. En segundo lugar, tenemos
el caso Loomis (2013), donde se juzgó y sentencio usando una IA, programada
bajo un algoritmo de riesgo criminal, concluyendo que una IA otorga un mayor
riesgo de criminalidad, cuando la persona en análisis es de piel oscura,
demostrando su ineficiencia y juzgamiento errado y discriminatorio (Morales,
2020, p.7). Por último, el uso de inteligencia artificial no puede ser usado en la
administración de justicia, por ser una medio impreciso e ineficaz, debido a que
no cuenta con instrumento de regulación y fiscalización para su correcto
funcionamiento, Bajo dicho contexto, Trazegnies (2013) plantea que el
pensamiento jurídico y crítico garantiza la capacidad de decisión en una causa
justiciables (p. 11), puesto que, en dicha incertidumbre o meollo, la capacidad de
discernimiento tiene un rol fundamental para resolver la situación legal en
cuestión. Por ello, no es posible confiar en una IA, ya que no garantiza seguridad
jurídica, además, como se ha evidenciado es deficiente e inexacta;
características negativas que impiden que este tipo de tecnología forme parte de
la administración de justicia.

Cierre

En síntesis, se ha demostrado que el uso de la IA con fines de administración


legal, es inviable, por ser inexacta y errónea. Primero, una IA carece de
discernimiento y/o sentido común, en consecuencia, no puede administrar
justicia. Segundo, su capacidad para administrar justicia, presenta errores en su
diseño y programación estructural, puesto que atenta la seguridad Jurica, al
sentenciar con sesgo. Y tercero, actualmente el uso de IA no cuenta con
regulación normativa que lo fiscalice, por ello, no es posible su uso en las causas
jurídicas, por no ser normativamente confiable. En ese sentido, consideramos
que el uso de la IA representa un riesgo jurídico, toda vez, que es inexacta y en
la actualidad no se encuentra regulada, por otro lado, la labor judicial de una
persona es irremplazable y no puede suplirse por tecnologías que aún se
encuentran en desarrollo y carecen de regulación normativa que garantice su
correcta funcionalidad y eficacia.

Referencias bibliográficas

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