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Recibiendo de la fuente

(Parte 1)

La fe es y será la clave en nuestra vida para tener apertura en nuestro corazón y disposición para
recibir de la suficiencia divina. Cuando nosotros tenemos fe, actuamos en relación con Dios para
traer a nuestra vida todo lo que esperamos que sea manifestado. La fe es lo que nos conecta con
lo que Dios tiene disponible. Nuestro Dios es la fuente de la suficiencia sobrenatural. Cuando nos
conectamos con Cristo a través de la fe viene a nuestra vida: poder, fuerza y manifestación.

Vamos a leer sobre la mujer sirofenicia que fue capaz de remover de su interior todo lo que podía
ser un impedimento para recibir. Quizás este es el único caso en la Biblia que sufre el rechazo de
los discípulos y de Jesús, sin embargo, ella cree que Dios tiene algo para darle y lo va a recibir.

Veamos algunos puntos importantes sobre esta mujer:

Oye y su Fe se activa. En el oír comienza todo. Lo que oímos será añadido a nuestra vida. En el
oír comienza la fe. Para recibir y experimentar la suficiencia de Dios debemos enfocarnos en Jesús.
«Levantándose de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón; y entrando en una casa, no quiso que
nadie lo supiese; pero no pudo esconderse. Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo,
luego que oyó de él, vino y se postró a sus pies » (Marcos 7:24-25, RVR1960).

Cree y confiesa. Ella se acerca buscando algo y el Señor va a tener una respuesta, pero ella insiste
de tal manera que le dice: “aunque sea las migajas” porque entendía que aun de las migajas podía
manifestarse un milagro, una bendición y algo grande, y por esas palabras fue que se desató la
sanidad en su hija. Analicemos lo que estamos hablando, si confesamos duda, incredulidad o
desconfianza, debemos corregir nuestra confesión para ver manifestación. Hay poder en nuestras
palabras.

«La mujer era griega, y sirofenicia de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al
demonio. Pero Jesús le dijo: Deja primero que se sacien los hijos, porque no está bien tomar el
pan de los hijos y echarlo a los perrillos. Respondió ella y le dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos,
debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos. Entonces le dijo: Por esta palabra, ve; el
demonio ha salido de tu hija » (Marcos 7: 26-29, RVR1960).

En el versículo 29 el Señor le dice: “por tus palabras, tu hija fue sana”. Sus palabras fueron las que
movieron la suficiencia divina. La joven no se encontraba allí, sin embargo, la soberanía de Dios
trajo sanidad y liberación a su vida, aunque se encontraba lejos. Las enfermedades son opresiones
del diablo y para ser libres necesitamos experiencias de poder. Dios nos ha entregado una fe que
accede a la gracia y a todo lo que está disponible para nosotros.

Se enfoca en Jesús hasta obtener el resultado. Ella creyó y recibió el milagro. La fe requiere visión
y enfoque. ¿Qué es lo que estamos necesitando hoy? Dios es nuestra fuente divina para suplir
todas nuestras necesidades. La Palabra dice que si buscamos y aplicamos los principios del reino,
vendrá como añadidura la bendición en todas las áreas de nuestra vida. Nuestro Dios es más que
suficiente. «Y cuando llegó ella a su casa, halló que el demonio había salido, y a la hija acostada
en la cama» (Marcos 7:30, RVR1960).

Persevera y persiste en la Fe. El Señor Jesús le había dicho que no había nada para ella, pero la
mujer sirofenicia decidió no dejar ir la oportunidad. Persistió hasta el punto que el Señor se maravilló
de ella. Ella depositó su fe en la grandeza y en la suficiencia divina. Es muy importante que nosotros
adoptemos esa actitud de fe en nuestro corazón. Nunca debemos dejar las cosas libradas al azar,
si no que debemos alimentar, fortalecer y nutrir nuestra fe para poder tomar todo lo que está
disponible en el depósito divino.

La palabra dice: «Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios» (Romanos 10:17,
RVR1960). Nosotros debemos creer por fe que vamos a recibir lo que estamos necesitando. Hay
dos cosas importantes para ver manifestación divina: primero, buscar primeramente a Dios;
segundo, como resultado eso traerá revelación personal para vivir en Su suficiencia divina.
Tenemos que renovar nuestra mente con los conceptos que extraemos de la Palabra de Dios para
que los atributos divinos sean revelados.

Oración en acuerdo:

¡Padre!, soy de las personas que persevera en la fe hasta obtener resultados. Mi fe está depositada
en tu suficiencia divina. En el nombre de Jesús, amén.

Nota: enseñanza tomada del día 30 de octubre 2022, Ap. Juan Crudo.

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