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Esta tormenta pasará

(Parte 1)

A menudo, los pensamientos se presentan como una repentina tormenta con interrogantes acerca
del futuro o recuerdos sobre el pasado que vienen una y otra vez. Los pensamientos son palabras
en nuestra mente que nos entretienen. Nadie puede determinar lo que hay en nuestra mente, cada
uno decide y tiene el poder de control sobre su propia vida. Si hay algún pensamiento que no
sabemos cómo controlar, Dios nos ha dado autoridad y poder para vencer sobre esta situación.

«[…]sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne» (Romanos 13:14).
En la versión amplificada dice: “Sino que pongan fin a los pensamientos malos de su naturaleza
física para satisfacer sus deseos”. El apóstol Pablo nos trasmite que está en nuestras manos tomar
la decisión de generar provisión para el futuro por medio de nuestros pensamientos. En griego, la
palabra provisión es prónoia y significa:

1. Pensar hacia adelante.


2. Preparación.
3. Medir algo de manera avanzada, algo que está por delante.
Nosotros debemos tomar la decisión de proveer y trabajar en nuestro futuro. Todo lo que pensemos
es provisión e inversión para lo que está por venir. Si pensamos mal y si tenemos pensamientos
negativos, todo va a salir mal, pero si pensamos en línea con la Palabra y como Dios dice en sus
promesas, entonces estamos haciendo una preparación para lo que va a venir y nuestro futuro está
asegurado en Cristo. Es como tener un asistente en el trabajo, damos una orden y esperamos que
esa persona traiga la provisión. Nosotros somos los que elegimos si vamos a ser asistentes de Dios
o asistentes del enemigo. Cada vez que pensamos mal, somos asistente del enemigo y esos
pensamientos se arraigan en nuestra vida. Pero si tenemos pensamientos alineados a Dios,
seremos asistentes de lo celestial.

Debemos tener en cuenta que hablamos con nuestra boca lo que hemos depositado en nuestro
corazón. Las palabras que soltamos son pensamientos hacia adelante. Hablar palabras de fe sobre
nuestra vida es proveer para un destino glorioso. “Pensar hacia adelante” significa la manera de
considerar las cosas con anticipación. Nos anticipamos a un posible futuro con Cristo, eso no quiere
decir que no haya problemas ni tormentas, pero las vamos a atravesar con Fe.

Si los pensamientos son provisión para la carne o para el espíritu, entonces hay que proveer para
el espíritu, porque en el espíritu está la vida, está todo lo bueno y todo lo celestial. Cuando
proveemos para el espíritu, lo que hacemos es trabajar para la provisión futura y atraeremos lo
bueno de Dios. Un ejemplo de todo lo contrario a esto es la vida de Job, que tuvo miedo y habló lo
que no tenía que hablar y así le abrió la puerta al adversario. Lo que temió, le terminó sucediendo.
¿Por qué? Porque con sus pensamientos y sus palabras proveyó para su futuro. Debemos
preguntarnos qué estamos pensando y hablando sobre nuestro futuro. Nosotros proveemos con lo
que hay en nuestro interior, si en nuestro interior tenemos la Palabra, ella nos dará buenos
pensamientos.

«Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que
prometió» (Hebreos 10:23). La Biblia dice que debemos mantenernos firmes, sin cambiar ni fluctuar
en lo que hemos creído. La palabra fiel es la palabra profecía y significa confesión o voto. Tenemos
que perseverar firmes en nuestras confesiones, en nuestros votos y en nuestras palabras. Si Dios
prometió, nosotros debemos elegir creer y confesar eso.

«Dijo también el Señor: —Simón, Simón, Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero
yo he rogado por ti, para que tu fe no falte […]» (Lucas 22:31-32). El enemigo tiene un plan en
contra de nuestra vida, quiere soltarnos pensamientos y situaciones negativas. Pero el Señor le
dice a Pedro “yo oro para que no te falte la fe”. La fe es lo que nos mantendrá firmes. Frente a
las tormentas, no nos puede faltar la Fe. El enemigo nos quiere quebrantar, pero Dios nos hizo más
que vencedores.

Las tormentas nunca duran para siempre y con las decisiones que tomamos estamos haciendo
provisión anticipada para enfrentar ese día con fe. Una de las cosas más difíciles es callar la voz
de nuestra mente, pero Dios nos da el poder para que desde nuestro espíritu tengamos el control
y avancemos en victoria.

Oración en acuerdo:

Señor, creo que no me faltará la fe frente los desafíos de la vida. En el nombre de Jesús, amén.

Nota: enseñanza tomada del día 22 de enero 2023, Pastor Sebastián Crudo.

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