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GOZO EN LAS PRUEBAS

INTRODUCCIÓN. ¿Quién era Santiago? Se le llamaba también Jacobo. Era hermano de Jesús por parte de
María. Jesús no tuvo un padre terrenal; por tanto José y María tuvieron hijos e hijas (Mr. 6:1-3) Fue escrita
más o menos en el año 71 d.C. Santiago fue muerto …¿A quiénes se dirige? A los judíos de la diáspora

Tentación o prueba – Ambos sentidos pueden aplicarse simultáneamente (según el contexto). Habrá la


prueba de los dolores y las desilusiones que buscan quitarnos la fe. Habrá la prueba de las seducciones que
buscan desviarnos del camino correcto. Estarán las pruebas de los peligros, los sacrificios, la impopularidad
que el camino cristiano debe implicar tan a menudo. 

Hay un dicho literario que dice: “unos nacen con estrella y otros nacen estrellados” Nosotros que creemos en
la Biblia, encontramos que las pruebas son permitidas por Dios como parte de su plan para nosotros. Pero,
¿Qué tienen de bueno las pruebas?

1. DESAROLLAMOS LA PACIENCIA. Aguante, constancia, paciente esperando. Este es un mundo de


sufrimientos. El pecado lo ha trastornado todo. Antes de partir el Señor Jesús dijo: “En el mundo tendréis
aflicción” (Jn.16:33) Frente a los desafíos que nos trae la vida. Entonces la forma como Dios desarrolla la
paciencia en nosotros es permitiendo el sufrimiento. Hay muchas clases de sufrimiento, lo hay moral,
producido por la ingratitud, el desamor, la traición, etc.; hay sufrimiento físico producido por las enfermedades,
accidentes, la pobreza, etc. Otras veces se sufre discriminación, el mundo se burla de nosotros porque no
practicamos la inmoralidad, por eso el apóstol nos alienta (1 P. 4:13-14).

1.1. Perfectos. Es una paciencia que llega hasta el final para desarrollar en nosotros la plena madurez. Hasta
lograr en nosotros el desarrollo del carácter cristiano. Es una paciencia que nos hace capaces, no sólo de
sufrir las cosas, sino de vencerlas. El efecto de las pruebas soportadas correctamente es la fuerza para
soportar aún más y vencer en batallas aún más duras. Esta constancia nacida de las pruebas bien cumplidas
hace que un hombre sea teleios ( G5046 ) en el sentido de ser apto para la tarea a la que fue enviado al
mundo

1.2. Cabales. Que lleguemos a ser creyentes completos Excelentes, a ser una persona templada. Lo que se
busca es forjar nuestro carácter 

El apóstol Pablo pensaba lo mismo, por eso escribió (Ro.5:3-4) 1) La tribulación produce paciencia.
Son los sufrimientos, angustias, preocupaciones, cargas emocionales, etc. Las tribulaciones forman parte de
la escuela de la vida. Nos alegramos porque Dios puede tomar esos sufrimientos y usarlos para madurarnos
espiritualmente. Las tribulaciones nos ablandan. Son una oportunidad para que Dios muestre su poder en
nuestras vidas, y a veces Dios lo hace, o bien quitándonos los sufrimientos. Las aflicciones producen paciencia
y adquirimos experiencia. A la vez se desarrolla nuestro carácter cristiano, las pruebas nos pulen (Zac. 13:9)
Las pruebas nos maduran, adquirimos más experiencia y nos hacen más sencillos, más humildes, más
compasivos, nos ayudan a crecer a la semejanza de Cristo. 3) La prueba esperanza. Si creemos en las
promesas de Dios podemos esperar pacientemente su cumplimiento. La esperanza que Dios nos ha dado nos
ayuda a enfrentar las tribulaciones porque sabemos que de alguna manera Dios está en el control. Somos
hijos de Dios y el Señor tiene los mejores planes con nosotros. La esperanza del evangelio aquieta y calma
nuestra alma y nos llena con paciencia. Si ante la adversidad perdemos la paciencia, caemos en el pesimismo
y llegamos a pensar que Dios o no cumple o es muy lento. En ese caso no actuamos en el Espíritu Santo sino
en la carne.

Apl. Como cristianos tenemos que madurar en esto. Cuando uno no es cristiano, ve las pruebas como mala
suerte. Necesitamos la gracia de Dios para enfrentarlas, solos vamos a ser derrotados por el pesimismo, la
depresión, etc. Santiago hablando de Job (5:10-11), muestra que nada de lo que le estaba sucediendo a Job
parecía una indicación que Dios le amaba, pero Job no apostató de la fe (Job 13:15). A pesar de las pruebas
Job esperaría con paciencia la reivindicación de Dios.
Por esto se nos enseña que la paciencia es un fruto del Espíritu santo en nosotros. (Gá.5:22).

DESARROLLAMOS LA ORACIÓN. ¿Qué hace un verdadero cristiano ante las adversidades? Busca a Dios.

Para sabiduría En este mundo podemos tener situaciones que nos dejan perplejos, uno dice “Ahora qué
camino cojo” Si uno no sabe cómo manejar estas pruebas, sino que está confundido, se nos manda que
pidamos sabiduría. Pidamos la inteligencia para resolver los asuntos y sobre todo a no dejarnos llevar del
desespero. Aquí se nos promete que Dios nos va a dar toda la sabiduría que necesitamos frente a la prueba.
Dios promete darnos sabiduría generosamente. Dios sabe que somos imperfectos, que nos confundimos y nos
abatimos frente a las dificultades.

Todo don perfecto viene….

La Fe. (v.6-7) “Pero pida con fe no dudando nada.” Esta promesa en cuanto a la sabiduría que nos puede ser
necesaria es absoluta; y podemos estar seguros de que si se pide de la manera adecuada se nos
concederá. No puede haber duda de que es una de las cosas que Dios puede impartir; lo cual será por nuestro
propio bien; y que, por lo tanto, está siempre dispuesto a otorgar. Usted que está joven necesita de la
sabiduría de Dios (Pr.2:6, 11-15)

“No dudando” La duda siempre ha estado presente en el corazón humano. Fue el arma que usó Satanás
para hacer caer a nuestros primeros padres. Primero se aceró a Eva haciéndola dudar del mandamiento de
Dios “Conque Dios ha dicho?. Eso no es verdad, lo que pasa es que Dios es un envidioso”. Así que, Eva
empezó a analizar la situación. Y pensó “puede ser. A lo mejor Satanás tiene razón, así que voy a hacer todo
lo contrario de lo que Dios me ha mandado”. Así que, en las pruebas empezamos a pensar ¿“Será que Dios si
me ayudará en este problema por el cual estoy atravesando”? Pero, una manera como Dios nos ayuda es
dándonos sabiduría para entender la situación y descansar en sus promesas, por ejemplo (Ro.8:28). Así que,
en este proceso estaremos confiando en Dios., porque si uno está lleno de dudas pensando “será que Dios si
me oye, si me ayudará?”. Dice aquí que el que piensa así no recibirá nada del Señor. Tengamos siempre
presente (Hb. 11: 6)

(Heb.3:12)

El que duda es como las olas el mar. Son inestables. Unas veces dan contra la orilla y en otro instante se
retiran. Así nos parecemos si somos inconstantes. Y no se puede confiar en una persona así, porque uno no
sabe si mañana amanece pensando diferente; y por supuesto que, si duda de Dios, pues mucho más lo hará
en las cosas de este mundo.

3. DESARROLLAMOS CONSISTENCIA ESPIRITUAL (v.8). Estabilidad, solidez

“El hombre de doble ánimo” Una persona de doble ánimo es la que tiene un pensamiento doble. Piensa una
cosa ahora y en poco tiempo piensa de otra manera. En un momento cree en Dios, pero en otro momento ya
no cree. ¿Y a qué lo conduce esta manera de ser?

Inestable en todos sus caminos.  Vive confundido en su mente; inquieto en sus pensamientos, inquieto en
sus intenciones; inconstante en sus peticiones; incierto en su opinión de las cosas; y muy variable en sus
acciones, y especialmente en materia de religión; siempre está cambiando, y nunca en un punto, sino en una
incertidumbre continua, tanto en la forma de pensar como en la de hacer: nunca permanece mucho tiempo ni
en una opinión ni en una práctica, sino que siempre cambia y se mueve.

Es importante ser consistente en nuestra vida en aspecto tales como el trabajo, el estudio, las metas
personales, etc.; mucho más importante el ser consistente en la relación con el Señor. ¿Cómo? orando
constantemente, buscando reflexionar en la Palabra de Dios con frecuencia, congregándose cada domingo.

CONCLUSIÓN.

Queda pues claro que las palabras tentación o pruebas significan lo mismo y han de entenderse según el
contexto.
Nuestra vida espiritual no puede depender de cómo amanecemos hoy, o de las adversidades que me puedan
sobrevenir. El Señor nos pide que cuando nos enfrentemos a las pruebas, reconozcamos que Dios las está
permitiendo para ayduarnos a crecer. Es así como desarrollamos la paciencia, la oración y maduramos en
nuestro carácter como cristianos.

Y si acaso no entiende lo que nos sucede, pues pida a Dios que le de sabiduría para entender lo que le está
sucediendo. Y que luego podamos afianzarnos en nuestro Señor.

INVITACIÓN. ¿Cómo tomamos las dificultades y pruebas que la vida nos trae? Nosotros no creemos en la
fortuna, o en la mala suerte, o cualquier otra idea, por tanto, ¿Damos gracias a Dios por ayudarnos a crecer?

¿Ha pedido a Dios la sabiduría para entender y actuar según su voluntad? Si no, ¡hágalo! El que a mí viene….

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