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La Distracción te hace perder tu Propósito - Mensaje

del Apóstol Dr. Miguel Bogaert Portela


Publicado el2 febrero, 2015

Como hijos de Dios tenemos que estar atentos para poder escuchar la voz de Dios y
saber lo que Él quiere, porque cuando venimos a Sus pies y automáticamente le
entregamos nuestras vidas, Dios tiene que dirigir nuestro camino.

“Cuando oyeron Sanbalat y Tobías y Gesem el árabe, y los demás de nuestros


enemigos, que yo había edificado el muro, y que no quedaba en él portillo (aunque
hasta aquel tiempo no había puesto las hojas en las puertas), Sanbalat y Gesem
enviaron a decirme: Ven y reunámonos en alguna de las aldeas en el campo de
Ono. Más ellos habían pensado hacerme mal”. Nehemías 6:1-2

Nehemías 6:1-2 dice:

“Cuando oyeron Sanbalat y Tobías y Gesem el árabe, y los demás de nuestros


enemigos, que yo había edificado el muro, y que no quedaba en él portillo (aunque
hasta aquel tiempo no había puesto las hojas en las puertas), Sanbalat y Gesem
enviaron a decirme: Ven y reunámonos en alguna de las aldeas en el campo de Ono.
Más ellos habían pensado hacerme mal”.

En esta palabra vemos cómo el adversario se levanta en contra de hombres y mujeres de


Dios que tienen un propósito, un llamado y una misión; en este pasaje podemos
observar claramente las estrategias que usa el enemigo. Como hijos de Dios tenemos
que estar atentos para poder escuchar la voz de Dios y saber lo que Él quiere, porque
cuando venimos a Sus pies y automáticamente le entregamos nuestras vidas, Dios tiene
que dirigir nuestro camino y muchas veces esto se nos hace
difícil, en otras imposible.

Al entrar en este nuevo caminar con Dios, pretendemos hacerlo con nuestra mentalidad
y pensamientos, cuestionando los caminos de Dios y el cómo debemos comportarnos
para poder llegar donde Él quiere que lleguemos, al mismo nivel de Jesús.

Si no escuchamos la voz de Dios, no tendremos clara ni definida la forma en la que


debemos caminar, el enemigo siempre intentará que no aprendas a escuchar Su voz,
tratará de distraerte.

Hebreos 1:1-2 dice:

“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los
padres por los profeta, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo”.

Cuando Dios creó al hombre lo hizo para que dependiera de Él, con la intención de que
pudiera comunicarse con Dios. Supuestamente es difícil escuchar la voz de Dios, y aún
más, cuando entendemos que Dios es un espíritu y nosotros, en lo natural, pudiendo ver,
oír, sentir, palpar, no entendemos que Dios tiene múltiples formas de hablarnos, y el
enemigo conoce esta debilidad. Cuando empiezas a aprender a escuchar la voz de Dios,
Él empieza a fortalecerte internamente y a hacer unos cambios y esto pasa sólo con
nosotros, que somos los únicos seres vivientes que tenemos espíritu, porque Dios usa
nuestro espíritu para hablarnos, Él lo hace, de espíritu a espíritu.

A través de nuestro espíritu, Dios nos da la dirección y la visión de lo que Él quiere para
que podamos ser bendecidos, entendiendo siempre que Dios es un Dios de bendición y
no somos bendecidos porque no nos detenemos a aprender las múltiples formas que
Dios tiene para hablarnos.

El enemigo siempre ha de levantarse en contra de nosotros y Dios siempre nos habla y


el enemigo no puede distorsionar ni tocar la voz de Dios. Esta seguridad podemos tener,
que Dios en su omnipotencia no permite que Su voz sea distorsionada, sin embargo, el
enemigo sí podrá distorsionar tu mente y tu corazón para que no entiendas cuando Él te
hable.

Nosotros somos el oyente y Dios es el parlante, pero Satanás no podrá distorsionar la


palabra que sale de Su voz. Muchos de nosotros estamos en ese nivel, donde el enemigo
distorsiona totalmente lo que Dios nos está diciendo. Ahora bien, cuando el enemigo
hace esto, que toca nuestra mente y nuestro corazón, obligatoriamente algo pasa dentro
de nosotros, que no nos permite entrar en una comunicación plena con Dios.

Nehemías tenía un propósito y pertenecía al pueblo de Dios, él no fue copero porque


quiso, más bien Dios lo llevó a ese lugar y lo tenía claro, cuando supo la condición en la
que se encontraba su pueblo, dice que se postró delante de Dios, en ayuno y sacrificio,
pidiendo perdón por los hijos de Israel porque reconocía que habían pecado contra Dios,
apartándose de Él, y no sólo pidió perdón por ellos, sino que él también pidió perdón; y
fue en esta humillación de Nehemías que Dios le habló, poniendo un sentir en su
espíritu para ir a reestablecer las puertas y murallas de Jerusalén.
Dios a Nehemías no le habló audiblemente pero sí lo hizo a su corazón, poniendo en él,
una inquietud, una misión, un trabajo. Nehemías fue valiente para llegar delante del rey
y cuando éste le pregunta por qué está triste y es que nunca antes había estado así frente
al rey, la Palabra dice que cogió valor por la situación en la que se encontraba su pueblo
y aquí vemos que cuando Dios nos habla a nuestra mente y corazón, también pone favor
y gracia entre los grandes que están a tu alrededor.

Es importante que aprendas que Dios no necesariamente ha de hablarte audiblemente,


un corazón contrito y humillado es lo que Dios necesita para hablarle a tu espíritu, es
ahí en tu espíritu que Dios va a poner la salida a tus problemas y a la carga que tienes,
en este momento Él empieza a usarte y te dices que no temas, que Él está contigo.

Cuando te acostumbras a escuchar la voz de Dios, comienzas a tener una fuerza interna
que te lleva a tener la misma fuerza de Nehemías, quien se humilló delante del rey y
Dios le dio favor y gracia frente a él, el rey le dio todo lo que necesitaba, madera,
guardaespaldas y envió cartas a todas las gobernaciones, porque cuando escuchas Su
voz, Él es quien te envía; cierra tus ojos y sólo lánzate porque Dios es tu sustento, Él
está contigo, sólo tienes que entrar en esa comunión para escuchar Su voz, también
tienes que empezar a hablar de Dios, y si Dios te lo dijo, sólo créelo, porque está hecho.

Nos buscamos todos los problemas que tenemos por no querer escuchar la voz de Dios;
Nehemías tenía una palabra de Dios dentro de él, la cual se hizo vida en él porque tenía
pasión por su pueblo. Dios nunca te va a hablar si no puede encontrar pasión en ti, Dios
tiene que encontrarte apasionado y no necesitado, cuando quieres oír Su voz porque
estás necesitado, le estás diciendo que Él no sabe lo que te pasa, pero cuando quieres oír
Su voz y se te olvida que tienes una necesidad, entonces estás apasionado por verlo
actuar, estás apasionado porque Dios te bendiga, es en este momento que Dios te va a
hablar y te va a decir qué y cómo hacer las cosas, asegurando tu victoria.

La base de la verdadera sabiduría es aplicar el conocimiento, no serás sabio si no aplicas


el conocimiento. El enemigo te conoce y va a utilizar estrategias, la Palabra dice que no
nos podemos descuidar de sus maquinaciones, una maquinación del diablo es una
estrategia en nosotros.

Dice en Nehemías 4:1:

“Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en


gran manera, e hizo escarnio de los judíos”

Aquí encontramos la primera estrategia que va a usar Satanás: La intimidación. Es para


que retrocedas y empieces a comparar lo que tenías antes con lo que supuestamente
tienes ahora, las cosas se te ponen difíciles, es lo que pasa cuando dejas los negocios
ilícitos que dejas de percibir algo que entendías era una bendición; en el concepto
humano, una intimidación a tu alma, cambia tu personalidad y tus decisiones porque
hay intimidaciones que no vas a saber manejar. Cuando Satanás se enfurece contigo, no
puede golpearte, pero sí puede ponerte las cosas difíciles con eso que tú necesitas y esto
duele más que si te golpearan.

Luego de la intimidación, la segunda estrategia es hacerte pensar que no eres capaz y


que no eres digno de estar en las cosas de Dios, el enemigo te acusa subliminalmente,
esto era lo que hacía Tobías; Dios te bendice dándote proyectos, y viene el enemigo y te
dice que no puedes hacerlo, que no sirves para eso, al intimidarte, te infunde temor y el
temor te quita toda la creatividad, la gente temerosa no es creativa y se acostumbra al
nivel en que está, sin embargo, a los valientes, las ideas creativas le salen, porque Dios
es un Dios creativo que siempre está creando cosas nuevas. Los valientes no se
doblegan, el diablo les quita algo y ellos lo pelean, el diablo les cierra una puerta pero
ellos la abren, el enemigo simplemente no puede intimidarlo porque es un hijo de Dios,
tienes que reclamar tus derecho, tus privilegios y tu herencia!

Más adelante vemos cómo Nehemías no hizo caso a estas intimidaciones porque él tenía
un norte: Tenía una palabra de Dios y estaba apasionado.

El pueblo de Dios tiene que cambiar su forma de pensar y de actuar, esa forma
conformista de tener las cosas y no valorarlas; lo único que puede traer un
aceleramiento a tu vida espiritual es el valorar todo lo referente a Dios, cuando no
sientes valor por algo, simplemente no te vas a apasionar por ello, así mismo, si no le
das valor a las cosas de Dios, no te vas a apasionar por Él. Por este motivo, hacemos las
cosas tan mal y desorganizadas para Dios, porque primero van nuestros criterios y voz
interna, nuestros pensamientos y actitudes, y esto no sólo ocurre en lo espiritual, sino
también en lo secular, porque cuando le entregaste tu vida a Cristo, le entregaste todo tu
ser y todas tus acciones. En todo lo que hagas, debe haber excelencia y debe estar el
Espíritu Santo.

La siguiente estrategia será llamar tu atención para distraerte y hacer que pierdas el
tiempo poniéndote cosas que te van a distraer, el enemigo sabe y lo hará con la
debilidad que tengas. Cuando te sientes intimidado, no tienes decisión para levantarte y
decir que no. Nehemías no se intimidó, al contrario, dijo que no y se mantuvo
trabajando, la 2da vez les respondió que tenía un encargo y misión tan grandes que no
podía distraerse. La única manera en la que el enemigo no logra distraerte es cuando le
das valor y grandeza a las cosas que Dios te ha dado. Tu distracción pueden ser los
amigos, la televisión, o el Internet, y Dios te dice que si no te distraes, si no te dejas
intimidar, lo que vas a recibir es tan grande que no tendrás tiempo de mirar a los lados.

El problema está en que no valoramos lo que tenemos y al no hacerlo, la distracción es


fácil y el enemigo que conoce la debilidad de nuestro carácter y personalidad, entra por
ella.

El sueño también es una distracción, hay tiempos en que tienes que levantarte y pelear
en pie de guerra y son de batalla, muchas veces sin darte cuenta, viene el letargo, el
cansancio, la fatiga y esto ocurre cuando estás abocado en comenzar una batalla,
Satanás lo sabe y en lugar de ganar esta batalla, él logra distraerte con el sueño y la
fatiga. Tienes que levantarte y pelear!

El enemigo usa tu cuerpo para distraerte y te mete ese espíritu de Morfeo con sueño y
agotamiento y no sabemos lo que estamos dejando de crecer cuando somos distraídos y
dejamos de prepararnos para recibir. El cielo es una maquinaria que no se detiene, es
una maquinaria de bendiciones que está en la eternidad para hacer del presente una
bendición constante en las vidas de cada una de nosotros, donde hay ángeles, arcángeles
y serafines al servicio del mandato de la palabra de Dios para servirnos a nosotros. En
muchos de nosotros, esa maquinaria del cielo se está oxidando porque aquí estamos
intimidados y distraídos, gente que puede hacer algo en ½ hora, tarda 3 horas en
hacerlo.

El enemigo puede usar a tu gente más cercana, incluyendo tu cónyuge, para distraerte,
poniendo apatía en uno de los dos para que el otro se aleje y sacarlo del camino.
Necesitas hacer una retrospección de tu vida, y saber aquello que te está distrayendo.
Mientras más distracción tengas, menos decisión de prioridades vas a tener.

La distracción te hace el no evaluar tus prioridades y cuando no lo haces, tu rendimiento


es mediocre porque solo las prioridades quitan los problemas y te van a llevar a la
bendición; cuando resuelves tus prioridades, lo otro vendrá por sí solo.

El motivo de la distracción es que no sepas cuáles son tus prioridades. No es que no


puedas ver televisión pero debes considerar el pasar 5 horas viendo algo que sólo está
empequeñeciendo tu cerebro. El hombre que conoce sus prioridades y las atiende, va
detrás de su propósito.

Hasta que no termines con una prioridad, no puedes soltarla, porque terminando una,
viene la otra y no hay tiempo para desenfocarte, por esto, tantos cerebros se están
perdiendo y otras tantas capacidades están siendo desperdiciadas porque el enemigo está
distrayendo a la gente. Con prioridades no definidas, tus resultados serán mediocres y
problemáticos.

En el momento que el espíritu de Tobías y Sambalat vengan sobre ti, es cuando más
debes demostrar cuán grande es tu fidelidad con aquello que debes hacer. El enemigo
tratará de distraerte con las debilidades que tengas, por eso tienes que conocer y
entender todas y cada una de ellas, para que cuando reconozcas lo que se avecina, te
levantes y le hagas frente.

El enemigo sabe que cuando distrae a la cabeza de la familia, arrastra a toda la familia
con él.

Nehemías 6:5-8 dice:

“Entonces Sanbalat envió a mí su criado para decir lo mismo por quinta vez, con una
carta abierta en su mano, en la cual estaba escrit Se ha oído entre las naciones, y
Gasmu lo dice, que tú y los judíos pensáis rebelaros; y que por eso edificas tú el muro,
con la mira, según estas palabras, de ser tú su rey; y que has puesto profetas que
proclamen acerca de ti en Jerusalén, diciend !!Hay rey en Judá! Y ahora serán oídas
del rey las tales palabras; ven, por tanto, y consultemos juntos.Entonces envié yo a
decirle: No hay tal cosa como dices, sino que de tu corazón tú lo inventas”.

Cuando el enemigo ve que no te intimidas ni permites que te distraiga, él se va a


desesperar y va a buscar gente que te difame; él sabe que cuando estás en el orden
divino de Dios y estás haciendo lo que tienes que hacer, llega la difamación diciendo
cosas que no son ciertas, el enemigo sabe que cuando toca tu alma y tus sentimientos,
logrará que caigas, él sabe que al difamarte, toca tus emociones.

Con esta tercera estrategia, tienes que estar muy seguro y definido para que no te afecte,
cuando ellos, los que te difaman, ven que estás cambiando, que estas enfocado y
decidido, que estás dando frutos, te van a cercar para desinflarte; es importante que estés
fortalecido de con quién estás y dónde estás. No hay algo más grande y fuerte que la
difamación para el corazón de un hombre que está haciendo todo su esfuerzo por ser
integro, esta es una de las estrategias más fuertes y la más usada, cuando ve que no
logra distraerte ni intimidarte.

Nehemías tenía algo dentro que no permitió que se distrajera, cuando estés siendo
difamado, no pelees, que esa no es tu guerra, es de Dios. Cuando te difaman, esto afecta
tu personalidad y vas a querer ocultarte, te vas a querer encerrar, tendrás temor de salir y
de hablar porque la difamación te hace entrar en temor, impotencia y hasta duda, te
preguntarás si lo habrás hecho mal, cuando la difamación arrecia es cuando más fuerte
tienes que demostrarle al enemigo quién eres.

Nehemías oró a Dios, se humilló, ofreció ayuno y fue valiente ante el rey y vemos
también que Nehemías fue bendecido.

Luego de ser intimidado, después de desenfocarte y difamarte, la siguiente estrategia es


atemorizarte.

Versículo 10: “ Vine luego a casa de Semaías hijo de Delaía, hijo de Mehetabel,
porque él estaba encerrado; el cual me dij Reunámonos en la casa de Dios, dentro del
templo, y cerremos las puertas del templo, porque vienen para matarte; sí, esta noche
vendrán a matarte”. En este pasaje, la palabra encerrado se refiere a que estaba orando.

Y es que cuando te llega el temor, son amigos y familiares que se levantarán como
falsos profetas buscando neutralizarte, dirán que tuvieron un sueño, que alguien les dijo,
que Dios le habló y debes tener cuidado de no seguir estas voces extrañas, tú sólo
respóndeles que oren y mantente enfocado.

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