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2 Crónicas 25:1-16
Hay cinco periféricos de comunicación por las que Dios nos va a hablar.
Conozco muchas personas que dicen: ¡A mi Dios no me habla! ¡Yo no se como
dicen que Dios habla, si a mi nunca me ha hablado! A lo mejor si les habla pero
no le entienden, no están en su canal, no conocen su lenguaje. Dios habla a
todos los hombres y de diferente manera. Dice la Biblia en Hebreos 1:1-2 “Dios,
habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los
padres por los profetas, 2en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a
quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
Las dos maneras que puedes entender el mover de Dios es, primero pedirle a
Dios que haga algo y otra es ver lo qué ÉL está haciendo. Entender lo que ÉL
está haciendo. Puedes pedirle a Dios, que te sane un familiar, que te prospere
económicamente, eso es una manera. Pero una manera superior es: saber qué
está haciendo Dios, cómo se está moviendo Dios, asimilar ese mover, meterte
en ese mover como si fuera una ola divina. Un pastor amigo mío me dijo que al
oír los testimonios en una ceremonia de bautismos, entendió el mover de Dios,
los hermanos decían: “Yo me voy a bautizar y quiero dar gracias a mi mamá
que oro veinte años por mí”; después le tocó a otro dar testimonio. “Yo quiero
darle gracias a mi papá porque mi papá un cristiano de toda la vida me
evangelizó, yo nunca quería saber nada y hoy me bautizó”, y el otro dio gracias
por el tío, y el otro al primo... Y cuando el escucho eso, entendió al Señor: ¿Ves
lo que estoy haciendo?
Estoy tocando a los familiares de mis hijos para que reciban a Jesús. Y paso al
frente y dijo: Hermanos dejen de orar por prosperidad, dejen de orar por
sanidad, todo el mundo se pone a predicarle a sus familiares porque hay una
“ola divina” para que toda nuestra familia se entregue a Cristo. Meses después,
el mismo pastor me testificaba de cómo Dios se estaba moviendo en su iglesia
con sanidades: “A mi me sanó el Señor de la artritis”, me dijo: entonces entendí
que Dios estaba dándonos una ola de sanidad, y dije “Todo el mundo se pone
a orar por los enfermos, nadie evangelice a los familiares, ahora viene una “ola
de sanidad” es cuestión de ver en que dirección se mueve el Señor. Ver el
movimiento del agua.
Tienes que mirar las circunstancias, saber lo qué Dios está haciendo. Dios se
está moviendo y está mandando olas divinas, entonces tienes que saber leer, y
saber qué está pasando en tu iglesia y en tu mundo espiritual para que puedas
meterte, decir: Bueno, si Dios está mandando sanidad me pongo a orar por los
enfermos; y si está mandando prosperidad, voy a decretar prosperidad; y si
Dios está derramando conexiones divinas, me voy a meter en la ola y voy a
conectarme con Dios. O sea, que cuando este muchacho fue puesto como Rey
de Jerusalén, él entendió que fue puesto por Dios, no por ningún hombre, sino
que Dios tenía propósito para su vida. El supo entender que entró como rey del
pueblo de Israel porque era el propósito divino. DEBO APRENDER A LEER LO
QUE DIOS ESTA HACIENDO, CAPTURARLO Y DISFRUTARLO. Dios siempre
está haciendo algo, lo que pasa es que nosotros vamos en otra sintonía,
entonces Dios está haciendo algo especial y no te das cuenta porque estás
obsesionado con tu problema.
Dice que este Amasías habían matado a su papá, Joás. Y va a la Ley y lee
Deuteronomio y la Palabra le dice: “Tienes que matar al padre por padre, y al
hijo por hijo” O sea, “No vas a matar al hijo por el pecado del padre, ni al padre
por el pecado del hijo” A cada uno le darás su justa condena. O sea él lee la
Palabra, Dios le habla, entonces entiende que no tiene que matar, si el papá
mató a su papá, él no tiene que tomar venganza con el hijo de ese hombre,
porque el hijo no tiene nada que ver. O sea que Dios le habla a través de la
Palabra. No tienes excusas, no puedes decir: “A mi Dios no me habla”, porque
Dios siempre te va a hablar por las circunstancias y por la Palabra. Pero si no
tienes una Biblia, para buscar, para encontrar la voz de Dios, entonces tienes
una autopista menos. Cuando lees la Biblia tienes que leerla desde tres
lugares:
a. Como un abogado, que busca una ley divina para que les vaya bien. Está
buscando un principio divino para decretar en el mundo espiritual. “Dios me
dará más abundantemente de lo que le pido”, esto es una ley. Padre yo decreto
que lo que te pedí no es lo que viene para mi vida, sino más abundantemente
porque acá hay una ley divina que dice que si te pido de corazón y me pongo
de acuerdo, todo lo que pida será hecho” Eso es una ley, y tenemos las leyes
de Dios y Dios no es hombre para mentir.
Aquí está Amasías, tiene que pelear contra un ejército, cuando junta
trescientos mil soldados, y ve que son insuficientes, entonces contrata cien mil
mercenarios y les paga tres mil trescientos kilos de plata. Entonces, Dios le
manda un mentor y el mentor es un guía, es un consejero, es un padre
espiritual y le dice que no tiene que ir con esos cien mil, porque la guerra es de
Dios; y la victoria no es de esos hombres, sino de que confíes en el Señor. Dios
te va a hablar a través de un mentor, de un consejero. No es lo mismo que un
líder.
Cuando eres mentor sabes dar una Palabra directa de Dios, no para jactancia
propia, ni para manipulación del otro, sino para que el Reino de Dios se
establezca en la tierra y todos seamos bendecidos. Entonces cuando Amasías
vence al enemigo, captura el botín, y está contento porque le hizo caso al
mentor, captura los ídolos, los lleva a su casa, y se pone a adorarlos. Entonces
Dios le manda, no un mentor, sino un profeta que representa al Espíritu Santo y
le dice: - Amasías, ¿eres tonto o te haces? ¿Cómo vas a adorar a un ídolo que
sacaste de un pueblo que venciste? Porque si este ídolo hubiese sido tan
poderoso los hubiese defendido. No solamente viste la victoria de Dios sino
que ahora te pones a servir a un pedazo de estatua que no pudo ayudar a los
que lo tenían. Y dice el relato que Amasías se enojó, y le dijo al profeta:
“¿Quién te puso por consejero? Y ordenó que lo sacaran de delante de él. Y el
profeta le dice:” Si no obedeces a Dios te va a ir mal”. Cuarta manera que Dios
te habla es a través de la voz del Espíritu Santo.
La voz del Espíritu Santo, siempre nos guía, no nos empuja; siempre nos va a
llevar a obedecer al Señor. Nunca toca nuestras emociones, Él habla a nuestro
espíritu para que obedezca. Saben qué hizo Amasías, le dijo que él iba a hacer
lo que quisiera; entonces se fue a otra batalla, mucho menor que la que había
ganado antes, con sus ídolos pero sin Dios, y dice que perdió, quedó cautivo y
murió.¿Sabes por qué? 2 Cron. 25: 20 “Más Amasías no quiso oír”. Cuando no
queremos oír la voz de Dios, nos va a ir mal. ¿Estás escuchando? Porque
puedes estar aquí sentado y tu mente estar en Marte, por eso las siete cartas
de Apocalipsis terminan así: “El que tiene oídos para oír, oiga”. Si tienes oídos,
oye.
Hay gente, que Dios les sanó y siguen consultando el tarot. O sea, tienen la
unción de Amasías, son 'cabezones'. Tienes que aprender a oír y obedecer la
voz del Señor. ¡Di conmigo! SI OIGO AL SEÑOR Y LE OBEDEZCO, RECIBIRÉ
MUCHO MAS DE LO QUE PERDÍ.
2 Cor. 12: 1-5. Pablo está hablando de él mismo. Dice:” hace catorce años
conozco un hombre - que soy yo - que me fui al tercer cielo, lo que no sé, si se
me fui en el espíritu solo y se me salió del cuerpo, o si me fui con el cuerpo al
cielo, no lo puedo explicar, lo que sí puedo explicar que yo estuve en el cielo, y
escuché cosas gloriosas. (Paráfrasis personal) O sea, Pablo está diciendo que
aprendió a escuchar al Señor a través de experiencias gloriosas. Dios te va a
dar experiencias inexplicables para tu alma pero que van a llenar tu corazón de
gozo y fortaleza.
La experiencia que Dios me da, mi alma no la entiende, pero Dios que la da, la
entiende toda. Cuando Dios te da una experiencia, El sabe lo que está
haciendo, porqué te lo está dando, vienen tiempos de experiencias gloriosas.
Dios no te deja solo, está la voz de Dios en tu vida, no estás solo. Por lo que
Dios está haciendo, aprende a leer. Por una Palabra, por un mentor, por la voz
del Espíritu Santo dentro, o por una experiencia de Gloria. Los brujos saben,
por eso ponen la mente en blanco, cuando logran parar la mente, voluntad y
emociones, eso les produce paz, y es verdad, pero están en blanco. Pero
cuando Dios te produce una experiencia en Cristo, Dios nunca te deja la mente
en blanco, Dios llena tu vida. ¡Esa es la diferencia! Pablo dijo: “Yo no me quedé
en blanco, yo escuché cosas gloriosas, yo escuché, palabras inefables”. Una
experiencia gloriosa, es como bajar el volumen de la voz del alma, y Dios
empieza a hablar, y Dios empieza a ministrarte. Lo que estás pasando, Dios te
va a hablar por las circunstancias, por la Palabra, por un mentor, por el Espíritu
Santo, o por una experiencia sobrenatural. Y todo lo que hagas te saldrá bien,
no estás solo, está el Señor dentro tuyo, está la Palabra y hay profetas que te
van a guiar.