Está en la página 1de 2

EVALUACIÓN DEL PROGRAMA DE INTERVENCIÓN

Tercera fase: seguimiento y evaluación final de un programa de intervención

La última de las fases se inicia con el seguimiento de la intervención y finaliza con la


evaluación del proceso seguido y de los resultados alcanzados. El seguimiento tiene como
finalidad asegurarse de que los logros alcanzados con la intervención se mantienen en el
tiempo y se generalizan a situaciones distintas de las de aprendizaje. La forma de llevar a
cabo el seguimiento difiere mucho de unos casos a otros; la observación del
comportamiento de las personas y de los grupos suele ser la forma más utilizada. Cuando a
través de la observación se advierte que los objetivos se han alcanzado, se procede a la
evaluación final de todo el proceso y de los resultados. En cada caso se eligen las pruebas
más adecuadas; en ocasiones serán necesarias las de carácter psicométrico, las proyectivas o
las sociométricas; es competencia del/de la profesional de la orientación familiar la
aplicación de estas y su interpretación.

En el caso de la Orientación Familiar y la Acción Tutorial no se tratarán trastornos,


situaciones patológicas, ni tampoco se realizarán diagnósticos de niveles de capacidad
específicos, por lo que tampoco se aplicarán pruebas psicométricas, y en consecuencia, las
formas de evaluación de los programas de intervención se ajustarán a las características
específicas de las familias y sus dificultades o problemas, propios del desarrollo evolutivo
de dichas familias. A continuación, se describen algunas de estas formas de evaluación:

Observación conductual: La observación del comportamiento de los miembros de la


familia y la dinámica familiar es una herramienta útil para evaluar el progreso. Esto implica
analizar cómo los miembros de las familias interactúan entre sí, cómo manejan los
conflictos y cómo aplican las estrategias aprendidas en el programa. La observación puede
realizarse tanto en sesiones de orientación o tutoría como en el entorno natural de la familia.

Autoinformes y registros: Los miembros de las familias pueden proporcionar información


valiosa sobre su progreso y el de cada miembro a través de autoinformes y registros. Estos
son: diarios, cuestionarios o escalas de autoinforme que midan aspectos específicos
relacionados con los objetivos de la intervención, como el manejo del estrés, la
comunicación o la resolución de conflictos.

Entrevistas: Con los miembros de la familia son una forma efectiva de recopilar
información sobre el proceso de intervención y los resultados alcanzados. Las entrevistas
pueden ser individuales o grupales, y aportar información que permita a los participantes
reflexionar sobre su experiencia, los cambios observados y las áreas en las que aún se
requiere trabajo.

Evaluación de metas y objetivos: Una revisión sistemática de los objetivos establecidos al


inicio de la intervención ayudará a determinar si se alcanzaron o si se requieren ajustes. Es
importante que las metas sean específicas, medibles, alcanzables, relevantes y temporales
para facilitar la evaluación.
Retroalimentación de los participantes: Permite constatar la efectividad del programa y
las áreas de mejora puede ser útil para ajustar y optimizar el proceso de intervención. Esto
puede lograrse mediante cuestionarios de satisfacción, grupos focales o discusiones
informales.

Evaluación del contexto y condiciones socioambientales: La intervención debe adaptarse


a las variaciones en las condiciones socioambientales de las familias y a la evolución de sus
capacidades personales e interrelaciones. Esto es importante garantizar la efectividad del
programa.

En resumen, la evaluación de un programa de intervención cognitivo-conductual en el


contexto de la orientación familiar debe ser flexible y adaptarse a las características y
necesidades específicas de las familias involucradas. La combinación de diferentes formas
de evaluación, como la observación conductual, autoinformes, entrevistas y evaluación de
metas y objetivos, permitirá obtener una visión más completa del proceso y los resultados
alcanzados. Además, es crucial ajustar la intervención en función de las condiciones
socioambientales y la evolución de las

También podría gustarte