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O’Donell: Apuntes para una Teoria del Estado

Odonell entiende por Estado el componente específicamente político de la dominación


en una sociedad territorialmente delimitada. Por dominación entiende la capacidad de
imponer regularmente la voluntad sobre otros. Lo político lo entiende como una parte
analítica del fenómeno mas general de la dominación; aquella que se halla respaldada
por la marcada supremacía en control de los medios de coerción física en un territorio
excluyentemente delimitado.
Las relaciones sociales son asimétricas (hay explotados y explotadores). El aspecto político
de esas relaciones es el Estado.
Por lo tanto, la dominación es relacional, asimétrica. Es un modo de vinculación entre
sujetos sociales. Es una definición asimétrica ya que es una relación desigual.
Algunos elementos importantes para la dominación:
1. Control de medios de coerción física
2. Control de recursos económicos
3. Control de recursos de información -incluso conocimientos científico-tecnológicos-
4. Control ideológico, el dominado asume justa y naturalmente la relación asimétrica
de la que es parte y, por lo tanto, no entiende ni cuestiona como dominación.
El control de cualquiera de estos recursos permite la coerción, consiste en someter al
dominado a severas sanciones. Y por otra parte, el recurso más eficiente en términos de
mantenimiento de la dominación es el ideológico que implica el consentimiento del
dominado a esa relación.
Existe una correlación entre el control de estos recursos -quien controla los recursos 1 y 2
es probable que controle simultáneamente 3 y 4 o, por lo menos, tiene en los primeros
una base para extender su dominación a los restantes.
Bases de la dominación
El control de recursos de dominación no está distribuido al azar, hay diversos factores
que determinan el acceso desigual a estos recursos. Este gran diferenciador es la clase
social, la articulación desigual -y contradictoria- de la sociedad en clases sociales.
La principal relación de dominación en una sociedad capitalista es la relación de
producción entre capitalista y trabajador asalariado.
Esa apropiación no es solamente una relación de desigualdad, es un acto de explotación,
lo que implica una relación inherentemente conflictiva -o contradictoria-. La vigencia del
control ideológico encubre esta conflictividad de ciertas relaciones sociales, aunque sus
planos más presenciales sean económicos, la relación que nos ocupa también está
impregnada de control ideológico.
El recurso más eficiente -en términos de mantenimiento- de dominación es el control
ideológico, que implica consentimiento del dominado a esa relación. La coacción
simbólica es el mayor logro: que nos sintamos convencidos de que el sistema capitalista
es lo mejor que nos puede pasar, que alguien nos emplee y nos pague.
La función simbólica o ideológica es necesaria para que el Estado pueda articular y
acolchar las relaciones entre clases. Que el trabajador vea como “natural” o justa la
relación asimétrica de la que es parte, y por lo tanto, no la entienda ni cuestione como
dominación y explotación, es función del Estado y sus Instituciones.
Mostrando a ambas partes sus límites, derechos y obligaciones, y mostrándolos (solo en
apariencia) como jurídicamente iguales ante la ley, o haciendo alusión a la Constitución
Nacional, así articula a la sociedad para que se perpetúe el sistema de acumulación. Sin
control ideológico no hay dominación, y viceversa.
La garantía que presta el Estado a ciertas relaciones sociales, incluso las relaciones de
producción, no es una garantía externa de dicha relación. Es parte intrínseca y
constitutiva de la misma.
En el capitalismo los trabajadores están desposeídos de los medios de Producción así como el
capitalista esta desposeído de los medios de coacción, y lo que atrae al trabajador a la relación
entre ambos es la coerción económica. El tercer sujeto social son las instituciones estatales cuya
especificidad es el ejercicio de la supremacía de la coacción económica que el capitalismo no puede
ejercer. El estado aparece como garante de la relación que se da entre ambas.
Esto implica que el estado no respalda directamente al capitalista, sino a la relación social
que lo hace tal. Las relaciones capitalistas de producción presuponen un tercer sujeto
social que aparece y actúa como un no capitalista, aunque es la objetivación de un Estado
que es por eso mismo capitalista. El Estado es el garante del trabajador asalariado en
tanto clase, no solo de la burguesía, pero no como árbitro neutral, sino para reponerla
como clase subordinada que debe vender su fuerza de trabajo y, por lo tanto, reproducir
esa relación social. Una vez entablada la relación, ni el capitalista ejerce la coacción ni este
ni las instituciones estatales pueden obligar coactivamente al trabajador a continuar
vendiendo su fuerza de trabajo.
El Estado es articulador y organizador de la sociedad, además de respaldo coactivo de la
vigencia de ciertas relaciones de dominación: evita los choques entre las clases
antagónicas. El Estado es, como garante de aquellas relaciones, el límite negativo de las
consecuencias socialmente destructivas de su reproducción. Estos no son límites
negativos a la acción de los capitalistas, sino un acondicionamiento del contexto social del
que “alguien” debe ocuparse. Ese “alguien” que se ocupa de estos planos son las
instituciones estatales, por este motivo el Estado es vivido como exterioridad. Esa
apariencia de exterioridad se funda en el encubrimiento de la dominación que subyace a
las relaciones capitalistas de producción, que determina que el Estado solo aparezca
(como institución) cuando eventualmente se lo invoca para respaldarlas. Esto O’Donell lo
llama FETICHISMO DE ESTADO, donde el Estado pone un velo en el trabajo y la relación
laboral y el plano completo de las instituciones no dejan ver lo que hay detrás (relaciones
sociales asimétricas). O Donnell sostiene que el mayor logro del capitalismo es que el
trabajador asalariado no perciba el acto de explotación al que es sometido, ni la relación
de desigualdad que posee frente a los dueños de los medios de producción. El recurso más
eficiente es el control ideológico, que implica consentimiento del dominado a esa relación.
El trabajador se siente convencido de que el hecho de ser empleado por un capitalista y
que éste le pague un salario, ser parte del sistema capitalista, es lo mejor que le puede
pasar. La garantía coactiva de la relación y la necesaria desposesión del capitalista del
control directo de la coacción, supone la escisión de un tercer sujeto social que concentra
esos recursos y puede movilizarlos, este sujeto no es “todo” del Estado, sino la parte que se
cristaliza en instituciones. Estas corresponden al plano concreto del Estado, donde éste es
cosificado en instituciones y organismos que aparecen desligadas de toda coacción,
encubriendo la dominación de las relaciones capitalistas de producción.
O Donnell retoma de Marx el concepto de fetiche para explicar este encubrimiento. Los
sujetos se enfrentan al Estado y lo entienden solamente como sus instituciones. Éstas
actúan mostrando a capitalista y trabajador asalariado sus límites, derechos y
obligaciones, y mostrándolos como jurídicamente iguales ante la ley. Son un fetiche ya que
funcionan como un encubrimiento de la contradictoria relación subyacente: detrás de esas
instituciones aparentemente racionales y “no capitalistas”, hay un modelo de producción
basado en relaciones de explotación. Esto corresponde al plano analítico del Estado, la
visión en la que éste es garante y organizador de las relaciones sociales de producción, es
quien da legitimidad a este sistema de explotación y lo hace perpetuarse en el tiempo. El
plano analítico nos permite corrernos del fetiche para darnos cuenta del modo de
producción
Las relaciones de dominación no son puramente económicas. Son también
inherentemente políticas y, por lo menos, ideológicas. Si lo estatal, o lo político en sentido
propio, es un aspecto de las relaciones sociales de dominación, la oposición entre lo
“privado” y lo “público” o estatal es falsa. El Estado no está “afuera” de la sociedad, es
parte intrínseca de esta.
La impersonalidad de las leyes hace aparecer al Estado como neutral  tercer sujeto
emergente
El Estado genera un escenario neutral porque la legitimidad es formal: formalmente
somos todos iguales por la Constitución y el sistema legal, aunque haya una desigualdad
estructural
Sí es un tercero emergente: los individuos ceden su posibilidad de aplicar la defensa
violentamente. Pero ese tercero está inserto en el vínculo entre capitalista y obrero
porque nos hace parecer iguales. El aparato jurídico es el encubrimiento que nos hace
obedecer
El Estado emana de una relación social que conlleva la escisión de un tercer sujeto social;
este sujeto es la vigencia efectiva de la garantía coactiva subyacente a esas relaciones y es
también organizador de la dominación a través de los límites negativos y del
acondicionamiento del contexto social de las que se ocupan las instituciones estatales. El
derecho es la consagración de la exterioridad aparente del Estado respecto de los sujetos
sociales.
El Estado no es garante directo de las clases sino de las relaciones que las constituyen en
tales. Este es el origen de la escisión aparente entre el Estado, y la sociedad o,
equivalentemente, entre lo político y lo económico. Es la base del encubrimiento del
Estado capitalista como dominación. Primero confundiendo a las instituciones estatales
con todo el Estado, y segundo que ella solo intervienen eventualmente.
El Estado garantiza y organiza la reproducción de la sociedad capitalista porque se halla
respecto de ella en una relación de “complicidad estructural”, por esto es ya capitalista. El
Estado es cómplice estructural de la vigencia y reproducción de la sociedad capitalista
de la que es aspecto co-constitutivo.

Odonell: El estado Burocratico Autoritario


El estado burocrático (BA) es un tipo de Estado de una sociedad capitalista. Lo que la
caracteriza como tal sociedad capitalista son sus relaciones de producción. Estas son
desiguales y aunque aparezca ante la conciencia ordinaria como puramente económica,
está constituido por otros aspectos. Uno de ellos es la garantía coactiva es lo que dicha
relación contiene para su vigencia y reproducción. El Estado es el aspecto de dicha
relación que pone esa garantía. El Estado también es organizador de las relaciones
capitalistas, en el sentido que tiene que articular y acolchar las relaciones entre clases.
El Estado no es garante de la burguesía, sino del conjunto de la relación que establece a
esta clase como clase dominante. El interés general de reproducción de dichas relaciones
lleva al aparato estatal a desempeñar un papel custodial respecto de las clases dominadas,
incluso en contra de demandas de la burguesía, ya que esta tendería a acentuar cada vez
más las condiciones de explotación, lo que derivaría en la desaparición de la burguesía,
debido a la eliminación de la clase dominada y, por lo tanto, de la relación social que hace
tal a la burguesía.
 Ciudadanía
El Estado capitalista es la primera forma de dominación política que postula su
fundamento en la igualdad de todos los sujetos en su territorio, estos sujetos son
ciudadanos y el Estado capitalista es normalmente un Estado de ciudadanos.
Parte de la igualdad abstracta de los sujetos: todes somos iguales, sin tener en cuenta de
que sean propietarios de algo más que su fuerza de trabajo. El capitalismo tiene que
generar el sujeto libre e igual ante el derecho, el contrato y el dinero
Nos hace olvidar que somos la clase explotada. La ciudadanía es la negación de la
dominación en la sociedad, es la máxima abstracción posible en el plano político.
Sin embargo, esta mediación es demasiado formal, no hay otro con quien enfrentarse. Así
nace la siguiente:
 Nación
La nación es el arco de solidaridades que une al “nosotros” definido por la común
pertenencia al territorio acotado por un Estado.
Que todes nos creamos parte de lo mismo, con los mismos intereses, nos hace generar
otro. El Estado demarca a una nación frente a otras en el escenario internacional, esa
demarcación tiende a generar un “nosotros”, definido por contraposición o diferencia
respecto de los “ellos”.
Entonces, las decisiones estatales invocan los intereses de la nación y los sintetizan en una
simbología que la rememora continuamente, al ignorar los problemas de la sociedad y al
negarla como contradictoriamente articulada, presupone y ratifica a la sociedad que
capitalista.
A diferencia de la ciudadanía, la nación es una generalidad concreta, lo que permite
asignarle el interés general que es referente del Estado cosificado.
Esto funciona difuminando las diferencias de clase, hay una homogeneización
indiferenciada de la sociedad, una identidad colectica superior a las diferencias.
 Pueblo
Es un punto más concreto pero también más peligroso: hay un otro no extranjero, sino
una minoría de la sociedad
A partir de esto surgen demandas de justicia. La postulación indiferenciada del interés de
la nación no alcanza a tapar las evidencias de desigualdad, esto lleva a que se pretenda
que las instituciones estatales actúen en sentido equiparador, es decir, favoreciendo o
amparando a los desposeídos. Los pobres, los no privilegiados, los seres comunes son -
cuando se reconocen colectivamente como tales- el pueblo o lo popular.
Sus demandas pueden afectar los límites de reproducción de la sociedad capitalista,
pudiendo exponer demasiadas contradicciones que el Estado capitalista no puede resolver
ni asumir como tales.
Puede construir una opción política que avance contra esa minoría
Diferentes niveles de intensidad de crisis estatal:

1. Un primer nivel de crisis es la “inestabilidad política”: desfiles de altos


funcionarios, obligados a dejar sus cargos antes de tiempo. Crisis de gobierno.
Suele estar acompañada por erráticos cambios de políticas públicas.
2. Un segundo nivel es de “crisis de régimen”. No solo grupos expulsados del
gobierno sino también planteando la pretensión de instaurar divergentes criterios
de representación y canales de acceso a esos roles.
3. Un tercer tipo de crisis política llamada “expansión de la arena política” es aquel
en que grupos, partidos, movimientos y/o personal gubernamental realizan
interpelaciones a clases o sectores sociales apuntados a establecer identidades
colectivas con las de los participantes en la escena política. Este tipo de crisis no
implica necesariamente el colapso de un régimen o gobierno, aunque genera una
preocupación en las clases dominantes.
4. Otra es una “crisis de acumulación”. Esta no está combinada con movimientos o
partidos apuntados a un cambio de la sociedad qua capitalista.
5. La principal y más profunda crisis, que se denomina “Crisis de dominación celular
o social”. Esta crisis es la crisis del Estado en la sociedad, que por supuesto
repercute al nivel de sus instituciones, puede agudizarse de dos maneras
diferentes, ellas son:

● La crisis de dominación puede, y tiende en el medio plazo a combinarse con crisis


de gobierno, de régimen y de expansión. Es decir, la combinación de la primera
con partidos y/o personal gubernamental que proponen desde los grandes
escenarios políticos nuevos criterios de representación y nuevos sujetos políticos
dominantes para la instauración de un nuevo orden social, no la recomposición del
dado.
● Otra posibilidad es la implicada por intentos armado de despojar a las instituciones
estatales de su supremacía de poder coactivo sobre el territorio que delimitan.
Esta crisis no se superponen necesariamente a las demás.
La quinta crisis, ya sea que se combine o no con algunos de los planes es
propiamente una crisis de hegemonía. Esta crisis pone el juego directamente la
relación entre clases y, a través de ella, como hemos mas o menos inminente de la
burguesía, su propia existencia como tal. La crisis de la hegemonía es la crisis del
Estado en su dimensión fundante y originaria: crisis del Estado como garante y
organizador de las relaciones fundamentales de una sociedad capitalista.
La especificidad del BA respecto a otros Estado autoritario de América Latina es que aquel
surge como crispada reacción de las clases dominantes y sus aliados ante una crisis que,
tiene en su tejido histórico como actor al sector popular políticamente activado y relativa,
pero crecientemente autonomizado con respecto de las clases dominantes.
Las principales características del BA son:

- Su principal base social es la gran burguesía.


- Institucionalmente es un conjunto de organizaciones, en el que adquieren peso
decisivo las especializadas en la coacción. Las dos grandes tareas son: La
reimplantación del “orden” en la sociedad mediante la subordinación del sector
popular, por una parte, y la “normalización de la economía”, por la otra.
- Es un sistema es exclusión política de un sector popular, tendiente a eliminar su
previa presencia en la escena política.
- Supresión de la ciudadanía y de la democracia política. Impide invocaciones en
tanto pueblo, y, por supuesto, en tanto a clase. Es, por lo tanto, la supresión de la
ciudadanía y lo popular.
- Es un sistema de exclusión económica del sexo popular, en tanto promueve una
particular normalización económica y un patrón de acumulación de capital
fuertemente sesgados en beneficio de las grandes unidades oligopólicas de capital
privado.
- Promueve una mayor transnacionalidad que entraña un nuevo desborde de la
sociedad respecto del ámbito territorial y de relaciones sociales que ese Estado
pretende acotar.
- Un encogimiento de la nación.
- Se llevan a cabo intentos sistemáticos de “despolitizar” el tratamiento de
cuestiones sociales, sometiendolas a los que se proclama son criterios neutros y
objetivos de racionalidad técnica.
- Su régimen implica el cierre de los canales democráticos de acceso al gobierno y,
junto con ellos, de los criterios de representación popular o de clase.

Hobbes: LEVIATAN
Todos los hombres son iguales en cuanto a la capacidad, y de esta se deriva la igualdad de
esperanza respecto a la consecución de nuestros fines. De la igualdad procede la desconfianza y
de la desconfianza la guerra. Tres causas principales de discordia son la competencia (atacarse
para lograr un beneficio) la desconfianza (para lograr seguridad) y la gloria (para ganar
reputación).
Durante el tiempo que los hombres viven sin un poder común que los armonice a todos, se hallan
en la condición o estado que se denomina de guerra que es unos todos contra todos. En esta
guerra de todos contra todos se da una consecuencia de que nada es injusto. Sin leyes no hay
justicia. Es natural también que en dicha condición no exista ni propiedad ni dominio, ni distinción
entre tuyo o mío, solo pertenece a cada uno lo que puede tomar y solo en tanto que pueda
conservarlo. En esta guerra de todos contra todos, las nociones de derecho e ilegalidad, justicia e
injusticia están fuera de lugar. Donde no hay poder común, la ley no existe; donde no hay ley, no
hay justicia. Sin embargo, hay pasiones que inclinan a los hombres a la paz. Estas son: El temor a la
muerte, el deseo de las cosas que son necesarias para una vida confortable y la esperanza de
obtenerlas por medio del trabajo.
El derecho de naturaleza es la libertad que cada hombre tiene de usar su propio poder como
quiera para la conservación de la propia naturaleza, de su propia vida, para hacer todo aquello su
juicio y razón considere como los medios más aptos para lograr ese fin.
La ley de naturaleza es un precepto o norma general establecida por la razón en virtud de la cual
se prohíbe a un hombre hacer lo que puede destruir su vida o privarle de los medios de
conservarla. Mientras persiste el derecho natural de cada uno con respecto a todas las cosas, no
puede haber seguridad para nadie. En este sentido, cada hombre debe esforzarse por la paz,
mientras tiene la esperanza de lograrla, y cuando no puede obtenerla, debe buscar y utilizar todas
las ayudas y ventajas de la guerra (ley fundamental de la naturaleza). A raíz de esto la segunda ley
natural dice que uno acceda si los demás consisten también, y mientras se considere necesario
para la paz y defensa de si mismo, a renunciar a este derecho a todas las cosas y a satisfacerse con
la misma libertad, frente a los demás hombres que les sea concedida a los demás con respecto a el
mismo. El motivo y fin por el cual se establece esta renuncia y transferencia de derecho no es otro
sino la seguridad de una persona humana, de su vida y en los modos de conservar esta forma que
no sea gravosa. La mutua transferencia de derechos es lo que los hombres llaman contrato. Uno
de los contratantes puede entregar la cosa convenida y dejar que el otro realice su prestación
después de transcurrido un tiempo determinado durante el cual confía en el (pacto o convenio).
La tercera ley de la naturaleza es justicia. Cuando se ha hecho un pacto, romperlo es injusto. Los
nombres de “justo e injusto”, cuando se atribuyen a los hombres, significan una cosa, y otra
distinta cuando se atribuyen a las acciones. Un hombre justo es aquel que se preocupa cuanto
puede de que todas sus acciones sean justas, un hombre injusto es el que no pone ese cuidado.
Los signos del contrato son expresos o por inferencia. Cuando se hace el pacto en que las partes
no llegan a su cumplimiento en el momento presente, sino que confían una en otra, en la
condición de mera naturaleza, cualquier sospecha razonable es motivo de nulidad. Pero cuando
existe un poder común sobre ambos contratantes, con derecho y fuerza suficiente para obligar al
cumplimiento el pacto no es nulo.
Quien trasfiere el derecho transfiere los medios de disfrutar de el, mientras esta bajo su dominio.
No hay pactos con bestias ni con dios a menos que existiese una revelación especial.
Existen dos maneras de quedar librados del pacto, por cumplimiento o remisión del mismo, el
cumplimiento es el fin natural de la obligación la reemisión es la restitución de la libertad ósea una
retransferencia del derecho en que la obligación consiste.
Los pactos arrancados por temor son válidos. Y un pacto anterior hecho con uno, anula el
posterior hecho con otro.
La causa final, fin o designio final de los hombres al introducir esta restricción sobre si mismos es el
cuidado de su propia conservación y al logro de una vida mas armónica lo cual no se obtiene por
la ley de naturaleza, ni de la conjunción de unos pocos individuos o familias, ni de una gran
multitud, a menos que este dirigida por un criterio; porque ciertas criaturas sin razón ni uso de la
palabra viven sin embargo en sociedad sin un poder coercitivo.
El único camino para establecer un poder común capaz de defenderlos contra la invasión de los
extranjeros y contra las injurias ajenas, asegurándoles de tal suerte, es conferir todo su poder y
fortaleza a un hombre o a una asamblea de hombres, todos los cuales, por pluralidad de votos,
puedan reducir sus voluntades a una voluntad. Y la multitud así unida en una persona se denomina
estado (una persona de cuyos actos una gran multitud, por pactos mutuos, realizados entre si, ha
sido instituida por cada uno como autor al objeto de que pueda utilizar la fortaleza y medios de
todos, como lo juzgue oportuno, para asegurar la paz y defensa común, el titular de esta persona
se denomina soberano y se dice que tiene poder soberano, cada uno de los que le rodean se
súbdito tuyo).
Se alcanza este poder soberano por dos conductos, por la fuerza natural (estado por adquisición) o
cuando un hombre o un grupo de hombres acuerdan entre si someterse a algún hombre o
asamblea de hombres (estado política o estado por institución)
Aparte del pacto se requiere algo más que haga su convenio constante y obligatorio; ese algo es
un poder común que los mantenga a raya y dirija sus acciones hacia el beneficio colectivo.
Por el terror que inspira es capaz de conformar las voluntades de todos ellos para la paz.
Un estado ha sido instituido cuando una multitud de hombres conviven y pactan, cada uno con los
demás, que a un cierto hombre o asamblea de hombres se le otorgaría por mayoría el derecho de
representar a la persona de todos. Las consecuencias de esa institución son que los súbditos no
pueden cambiar la forma de gobierno, el poder soberano no puede ser enajenado, nadie sin
injusticia puede protestar contra la institución del soberano declarado por la mayoría, los actos del
soberano no pueden ser, con justicia acusados por el súbdito, nada que haga un soberano puede
ser castigado por el súbdito, el soberano es juez de lo que es necesario para la paz y la defensa de
sus súbditos, y juez respecto de que doctrinas son adecuadas para su enseñanza,
El derecho de establecer normas en virtud de las cuales los súbditos pueden hacer saber lo que es
suyo propio y que otro súbdito puede arrebatarle sin justicia, también le corresponde el derecho
de judicatura y la decisión de las controversias, y hacer la guerra y la paz como considera mas
conveniente, así como de encargar a todos los consejeros y ministros tanto en la guerra como en
la paz y de recompensar y castigar arbitrariamente. Solo el puede dar honores y preeminencias.
Los derechos son individuales y no pueden ser cedidos sin renuncia directa del poder soberano.
El poder y el honor se desvanecen de los súbditos en presencia del poder soberano.
La diferencia de gobiernos consiste en la diferencia del soberano o de la persona representativa
de todos y cada uno de la multitud, estas formas de gobierno distintos son tres, cuando el
representante es un hombre es una monarquía, cuando es de una asamblea de todos cuando
quieren concurrir a ella tenemos una democracia o gobierno popular, y cuando la asamblea es
solamente de una parte es una aristocracia.
Una vez que se ha elegido un poder soberano, no puede existir otro representante del mismo
pueblo, sino solamente para ciertos fines particulares, delimitados por el soberano.
La diferencia entre esos tres géneros de gobierno no consiste en la diferencia de poder, sino en la
diferencia de conveniencia o aptitud para producir la paz seguridad del pueblo, fin para el cual
fueron instituidos.
En la monarquía el interés privado coincide con el publico, ningún rey puede ser rico ni glorioso, ni
hallarse asegurado cuando sus súbditos son pobres o desobedientes, o demasiado débiles por
necesidad o disentimiento para mantener una guerra contra sus enemigos. En una democracia o
en una aristocracia, la prosperidad pública no se conlleva tanto con la fortuna particular de quien
es un ser corrompido o ambicioso, como muchas veces ocurre con una opinión pérfida, un acto
traicionero o una guerra civil.
Locke, J “Segundo tratado sobre el gobierno civil”
Todo gobierno en el mundo es el producto únicamente de la fuerza y de la violencia,
donde el más fuerte domina, y por lo tanto sienta las bases para el perpetuo desorden y
daño, tumulto, sedición y rebelión.
Entiendo por poder político el derecho de dictar leyes con pena de muerte y
consecuentemente, todas las penas menores para la regulación y preservación de la
propiedad, de emplear la fuerza de la comunidad para la ejecución de tales leyes y la
defensa de la nación contra ofensa externas; y todo esto únicamente para el bien público.
Del estado de naturaleza: el estado en que naturalmente se hayan todos los hombres
dentro de los límites de la ley de la naturaleza sin pedir permiso ni depender de la
voluntad de ningún otro hombre. Es un estado de igualdad donde todo el poder y la
jurisdicción son recíprocos. Locke describe el estado de naturaleza como armónico, donde
la propiedad privada, junto con la libertad y el derecho a la vida, son un derecho innato. El
trabajo de su cuerpo y la obra de sus manos, son propiedad de cada ser humano. De esta
manera, si bien la tierra y sus frutos han sido entregados por Dios a todos los hombres,
Locke sostiene que cualquier cosa que sea modificada por medio del trabajo de alguien
puede decirse que es sacada del estado en que se encuentra naturalmente. Al hacer esto,
esa persona le agrega su propio trabajo humano, quedando así, excluido el derecho de
otros sobre esa cosa y constituyéndose en su propiedad. Los límites de la propiedad
privada de los bienes consisten en que el hombre no puede acumular tanto como quiera,
sólo puede apropiarse de lo que quisiese antes de que esto se eche a perder, ya que nada
fue creado por Dios para que el hombre lo eche a perder o se destruyera. Así, ningún ser
humano puede apropiárselo todo, como tampoco invadir el derecho ajeno o adquirir una
propiedad en perjuicio de su vecino.
Esta igualdad por naturaleza de los hombres hace el fundamento de esa obligación de
mutuo acuerdo entre los hombres sobre la que apoya los deberes que tenemos unos para
con los otros.
Pero a pesar de ser este un estado de libertad, sin embargo no es un estado de licencia, el
hombre no tiene libertad para destruirse, ni si quiera para destruir criatura alguna en la
posesión. El estado de naturaleza tiene una ley de naturaleza para gobernarlo, nadie debe
dañar a otro en su vida, salud, libertad o posesiones. Cada uno cuando su propia
preservación no esta en juego no puede a menos que ello sea para hacer justicia con un
transgresor, quitar o menoscabar la vida, o lo que tiende a la preservación de la vida, la
libertad, la salud, un miembro del cuerpo o los bienes de otro. El cumplimiento de la ley
de la naturaleza esta puesto en manos de cada hombre, cada uno tiene el derecho de
castigar a los transgresores de esa ley.
Este estado de naturaleza es un estado de perfecta igualdad donde naturalmente no
existe superioridad o jurisdicción de uno sobre otro. A transgredir la ley de naturaleza, el
transgresor se declara vivir conforme a otra norma distinta a la de la razón y de la justicia
común.
Todo hombre tiene derecho a castigar al ofensor y ser ejecutor de la ley de la naturaleza,
la persona damnificada tiene la facultad de apropiarse de los bienes o servicios del
ofensor por el derecho de la propia conservación; todo hombre en el estado de naturaleza
tiene la facultad para matar a un asesino. Un hombre tiene un poder sobre otro peor no
un poder absoluto o arbitrario.
En el estado de naturaleza, es irrazonable para los hombres parciales para consigo mismo
y para con sus amigos, la maldad, la pasión y el deseo de venganza los llevara demasiado
lejos en el castigo a los demás y de ahí nada sino confusión y desorden surgirán.
El gobierno civil es el remedio apropiado para los inconvenientes del estado de
naturaleza.
No es cualquier pacto el que pone fin al estado de naturaleza entre los hombres, sino
únicamente aquel por el cual conviven mutuamente en entrar en una comunidad y
construir un cuerpo político.
El hombre naturalmente se siente inducido a buscar la comunión y la compañía con
otros, y es por lo cual que los hombres se unirá al principio en sociedades políticas.
Todos los hombres se hayan naturalmente en este estado y continúan así hasta que por su
propio consentimiento se hacen miembros de alguna sociedad particular.
Del estado de guerra: el estado de guerra es un estado de enemistad y destrucción, cada
uno tiene derecho a destruir lo que lo amenaza con destrucción; alguien que intenta
esclavizarme también se pone estado de guerra conmigo.
La convivencia de los hombres conforme a la razón, sin un superior común sobre la tierra
con autoridad para juzgar entre ellos, es propiamente del estado de naturaleza. Pero la
fuerza sobre la persona de otro individuo, donde no existe un superior común sobre la
tierra quien recurrir para socorro es el estado de guerra.
La falta de un juez común con autoridad, coloca a todos los hombres en estado de
naturaleza; la fuerza sin derecho sobre la persona de un hombre constituye un estado de
guerra tanto donde existe un juez común como donde no existe.
Evitar este estado de guerra es una gran razón para que los hombres se organicen en
sociedad y abandonen el estado de naturaleza, porque donde existe una autoridad, un
poder sobre la tierra del cual puede obtenerse auxilio, mediante apelación, la
continuación del estado de guerra queda excluida y a la controversia es resuelta por ese
poder.
De la esclavitud: la natural libertad del hombre es ser libre de cualquier poder superior
sobre la tierra; la libertad del hombre en sociedad consiste en no estar bajo otro poder
legislativo sino el establecido por consentimiento de la nación. La libertad de los hombres
bajo gobierno es la de tener una norma permanente conforme a la cual vivir, común a
cada uno de los miembros de esa sociedad y dictada por el poder legislativo.
La esclavitud es el estado de guerra continuado entre un conquistador legítimo y un
cautivo. El estado de guerra y la esclavitud cesa mientras el pacto dure, porque ningún
hombre puede por acuerdo traspasar a otro lo que no tiene en si facultad sobre su propia
vida.
De la propiedad: cada hombre tiene una propiedad en su propia persona, el trabajo de su
cuerpo y la labor de sus manos son propiamente suyos. Todo lo que saca del estado en
que la naturaleza lo ha provisto y mezcla su trabajo, se convierte en su propiedad.
La naturaleza estableció bien la medida la propiedad por la extensión del trabajo de los
hombres y las conveniencias de la vida.
Cada hombre debería tener tanto como pudiere utilizar, así se mantendría el mundo sin
estrechez para nadie, dado que en el mundo hay bastante tierra como para satisfacer el
doble de habitantes, si la invención del dinero y el acuerdo tácito de los hombres en darle
valor no hubieran introducido mayores posesiones y un derecho de ellas.
En Locke sí existe el derecho de rebelión, en los pactantes. El poder supremo no puede
quitar a ningún ser humano, parte de su propiedad sin su consentimiento. Los individuos
aceptan vivir bajo la protección de un Estado a cambio de una cesión de poderes para ser
utilizados para el bien común. Cuando no es así, el pacto entre los individuos se rompe y
tienen derecho a rebelarse ya que su derecho es hacer que el juez imparcial cumpla su
función. En cuanto al estado de Hobbes no tienen derecho a esto ya que su pacto es
irrevocable.

LOCKE
Todo gobierno en el mundo es el producto únicamente de la fuerza y de la violencia,
donde el más fuerte domina, y por lo tanto sienta las bases para el perpetuo desorden y
daño, tumulto, sedición y rebelión.
Entiendo por poder político el derecho de dictar leyes con pena de muerte y
consecuentemente, todas las penas menores para la regulación y preservación de la
propiedad, de emplear la fuerza de la comunidad para la ejecución de tales leyes y la
defensa de la nación contra ofensa externas; y todo esto únicamente para el bien público.

El Estado de Naturaleza
El Estado de naturaleza es armónico: el hombre es libre para ordenar sus acciones y
disponer de sus personas y bienes dentro de las limitaciones de las leyes naturales, sin
pedir permiso o depender de la voluntad de otro ser humano.
La propiedad privada, la libertad y el derecho a la vida son derechos innatos
Cada ser humano está obligado a preservarse a sí mismo, y cuando su preservación no
está en juego, deberá preservar el resto de la humanidad y jamás arrebatar la vida ajena o
los elementos que la preservan.
La ley de naturaleza pretende paz y preservación de la humanidad. Cada uno posee el
derecho de castigar a los transgresores de dicha ley hasta el grado necesario para impedir
su violación
Estado de guerra
El estado de guerra es el de enemistad y destrucción
Es razonable y justo poseer el derecho de destruir a quien con destrucción nos amenaza
Para evitar este estado de guerra, los seres humanos se ponen a sí mismos en un estado
de sociedad y abandonan el estado de naturaleza. Allí donde hay una autoridad, un poder
del que puede obtenerse reparación apelando a él, el estado de guerra queda eliminado.
La propiedad
Cada ser humano tiene una propiedad en su misma persona, nadie tiene derecho a ésta,
salvo uno mismo. El trabajo de su cuerpo y la obra de sus manos son propiamente suyos.
Cualquier cosa que tomase del estado en que la naturaleza se presenta, con su trabajo se
combina y por lo tanto queda unida a algo que es de uno, constituyendo en su propiedad.
El trabajo, que fue mío, al removerlos del estado común en que se hallaban, se convirtió
en mi propiedad.
No se puede tomar de la naturaleza de más. Ningún ser humano puede apropiárselo todo
Es imposible para cualquier ser humano invadir el derecho ajeno o adquirir una propiedad
en perjuicio de su vecino
Así llego el uso de la moneda, cosa duradera que los seres humanos podían conservar sin
que se deteriorara y que usarían a cambio de los perecederos
Si el ser humano era tan libre en su estado de naturaleza ¿Por qué iría a abandonar su
libertad, sometiéndose al dominio y dirección de otro poder?
Aunque el estado de naturaleza le diera tal derecho, resultaba expuesto a la invasión
ajena. Hace desear el abandono de una condición llena de temores y peligros, y busca una
sociedad con otros para esa mutua preservación de sus vidas, libertades y haciendas.
La humanidad es inducida al orden social.
Los límites de la propiedad privada de los bienes consisten en que el hombre no puede
acumular tanto como quiera, sólo puede apropiarse de lo que quisiese antes de que esto
se eche a perder, ya que nada fue creado por Dios para que el hombre lo eche a perder o
se destruyera. Así, ningún ser humano puede apropiárselo todo, como tampoco invadir el
derecho ajeno o adquirir una propiedad en perjuicio de su vecino.
La sociedad civil
El hombre tiene el poder de juzgar y castigar
La comunidad viene a ser árbitro, y mediante leyes comprensivas e imparciales, castiga las
ofensas que cada miembro haya cometido contra la sociedad, según las penas fijadas por
la ley, todo para la preservación de la propiedad
Aquí están los orígenes del poder legislativo y ejecutivo en la sociedad civil, es decir, el
juicio según leyes permanentes de hasta qué punto las ofensas serán castigadas cuando
fueren cometidas en la nación.
La monarquía absoluta es incompatible con la sociedad civil y no puede ser forma de
gobierno civil alguno. Entendiendo que éste reúne en sí todos los poderes en su persona
sola, no es posible hallar juez.
Locke defiende la monarquía parlamentaria: no hay nadie por encima de la ley. El rey se
tiene que someter.
El poder supremo no puede quitar a ser humano alguno parte alguna de su propiedad sin
su consentimiento, porque siendo la preservación de la propiedad el fin del gobierno,
supone y requiere necesariamente que el pueblo de propiedad goce.
En Locke si existe el derecho de rebelión, en los pactantes.
Los individuos aceptan vivir bajo la protección de un estado a cambio de una cesión de
poderes para ser utilizados para el bien común.
Cuando no es así, el pacto entre los individuos se rompe y tienen derecho a rebelarse ya
que su derecho es hacer que el juez imparcial cumpla su función.
(En cuanto al estado de Hobbes no tienen derecho a esto ya que su pacto es irrevocable).

LENIN
El estado, producto del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase.

El estado, para Engles es un producto de la sociedad cuando llega a un grado de desarrollo


determinado, y a fin de que las clases con intereses económicos antagónicos no se devoren
aprese un poder situado aparentemente por en cima de la sociedad y llamado a amortiguar el
choque: el estado.
La idea fundamental del marxismo es que el estado es producto y manifestación del carácter
irreconciliable de las contradicciones de clase. El estado surge en el sitio, en el momento y en
el grado en que las contradicciones de clase, no pueden, objetivamente, conciliarse. La
existencia del estado demuestra que las contradicciones de clase son irreconciliables.
Según Marx es el astado un órgano de dominación de clase, un órgano de opresión de una
clase por otra, es la creación del orden que legaliza y afianza esta opresión, amortiguando los
choques ente las clases.
Los ideólogos burgueses y en especial los pequeñoburgueses afirman que el estado resulta se
un órgano de conciliación de clases.Para los pequeñoburgueses el orden es la conciliación de
clase.
La tergiversación Kautskiana del marxismo no niega que el estado es un órgano de
dominación pero si lo hace con la afirmación marxista de que la liberación de la clase
oprimida solo puede darse con la revolución violenta.

Los destacamentos especiales de fuerzas armadas, las cárceles, etc.


El estado se caracteriza por la agrupación de sus súbditos según divisiones territoriales y por
la institución de una fuerza pública, que esta formada por hombres armados y por
aditamentos materiales como las cárceles y las instituciones coercitivas.
El ejército permanente y la policía son los instrumentos fundamentales de la fuerza del
poder estatal. La fuerza pública se fortalece a medida que los antagonismos de clase se
exacerban dentro del estado.
El estado, instrumento de explotación de la clase oprimida.

Para mantener un poder publico especial, situado por encima de la sociedad, son
necesarios los impuestos y la deuda publica.
Como el estado nació de la necesidad de refrenar los antagonismos de clase, y como al
mismo tiempo nació en medio del conflicto de estas clases, es por regla general, el estado
de la clase mas poderosa, la de clase económicamente dominante, que con ayuda de el, se
convierte también en la clase políticamente dominante, adquiriendo con ello nuevos
medios de represión y explotación de la clase oprimida. Engels llama al sufragio universal
un instrumento de dominación de la burguesía. También afirma que ha habido
sociedades que se las arreglaron sin el estado y que no tuvieron noción de este ni de su
poder, que al llegar a cierta fase del desarrollo económico, que estaba ligada ala división
de la sociedad en clases, esta división hizo del estado una necesidad.

Las clases desaparecerán de un modo tan inevitable como surgieron en su día y con la
desaparición de estas, desaparecerá inevitablemente el estado

La extinción del estado y la revolución violenta.


El proletariado toma el poder estatal y comienza por convertir los medios de producción en
propiedad del estado, con este acto se destruye a si mismo como proletariado y destruye toda
diferencia de clase y antagonismo de clase y con esto al estado como tal.
El gobierno sobre las personas será sustituido por la administración de las cosas y por la
dirección de los procesos de producción.
Cuando el estado se convierta finalmente en el representante efectivo de toda la sociedad,
será por si mismo superfluo.
El estado burgués no se extingue según Engels, sino que es destruido por el proletariado, en
la revolución. El que se extingue después de esta revolución es el estado o semi estado
proletario. Como la democracia es también un estado en consecuencia también
desaparecerá cuando desaparezca el estado, el cual solo puede ser destituido por la
revolución. Todo estado es una fuerza especial para la represión de la clase oprimida, por eso
todo estado no es libre ni popular.
El carácter inevitable de la revolución violenta se refiere al estado burgués, este no puede
sustituirse por el estado proletario mediante la extinción sino solo como regla general,
mediante la revolución violenta.
La sustitución del estado burgués por el estado proletario es imposible sin una revolución
violenta. La supresión del estado proletario, es decir la supresión de todo estado solo es
posible por medio de un proceso de extinción.

Cap II “El estado y la revolución. La experiencia de los años de 1848 a 1851”.

Como planteaba Marx la cuestión en 1852


La existencia de la clase solo va unida a determinadas fases históricas del desarrollo de la
producción; la lucha de clases conduce necesariamente a la dictadura del proletariado;
esta misma dictadura no es por si mas que el transito hacia la abolición de todas las clases
y hacia una sociedad sin clases.
La dictadura del proletariado es el modelo transicional que se instauró en Rusia en el paso
del capitalismo al socialismo, un protoestado del proletariado que va a ser abolido cuando
el desarrollo de la actividad productiva permita la conformación del socialismo. Tiene
características copiadas por Lenin de la Comuna de Paris, tales como, funcionarios
elegidos por asambleas y que pueden ser revocados si no cumplen su función, estos
funcionarios cobran el mismo sueldo que un obrero, los dirigentes de la Legislatura y el
Poder ejecutivo se reúnen en un mismo lugar. Durante esta dictadura las tareas del
proletariado son, formar un ejército revolucionario reemplazando al ejército zarista por
milicias populares armadas, poner en marcha la distribución de los bienes que produce el
pueblo según el aporte que cada uno haga, educar a las masas, registrar y controlar la
producción rotativamente y supervisar a los burgueses zaristas que tienen las tareas de
poner en funcionamiento las maquinarias productivas.

La transición del capitalismo al comunismo no puede, naturalmente, sino proporcionar


una enorme abundancia y diversidad de formas políticas, pero la esencia de todas ellas
será, necesariamente una; la dictadura del proletariado.

Cap III “El estado y la revolución, la experiencia de la comuna de Paris de 1871”

 En que consiste el heroísmo de la tentativa de los comuneros?


Marx veía en aquel movimiento revolucionario de masas una experiencia histórica de
grandiosa importancia, un paso a adelante a la revolución proletaria mundial.
La idea de Marx consiste en que la clase obrera debe destruir , la maquina estatal
existente y no limitarse a apoderarse de ella. La destrucción de la maquina estatal
responde a los intereses de los obreros y campesinos, los une, plantea ante ellos la tarea
común de suprimir al paraito y sustituirlo por algo nuevo.

 Con que sustituir la maquina del estado una vez destruida?


Esta maquina del estado una vez destruida se debe sustituir por la organización del
proletariado como clase dominante por la conquista de la democracia (El primer decreto
de la comuna fue la supresión del ejército para sustituirlo por el pueblo armado).
La comuna estaba formada por los consejeros municipales elegidos por sufragio universal
en los diversos distritos de la ciudad. La mayoría de sus miembros eran obreros o
representantes reconocidos de la clase obrera. Desde los miembros de la comuna para
abajo, todos los que desempeñaban cargos públicos debían desempeñarlos con salarios
de obreros. Una vez suprimidos el ejercito fermente y la policía la comuna estaba
impaciente por destruir el poder espiritual de represión, los curas. Lo que se tiene es un
pasaje de una democracia burguesa a una democracia proletaria (democracia más
completa).
Una de las medidas decretadas por la comuna fue la abolición de todos los gastos de
representación, de todos los privilegios pecuniarios de los funcionarios, la reducción de los
sueldos de todos los funcionarios del estado. La comuna no había de ser un cuerpo
parlamentario sino un organismo activo ejecutivo y legislativo al mismo tiempo.
El objetivo de la revolución es consolidar un proyecto. Para eso, se le asignan responsabilidades al
proletariado:
 Organizar ellos mismos la producción: los mismos trabajadores organizan. Se tienen que
hacer cargo de las fábricas.
La propuesta es que todos los trabajadores realicen tareas de registro y control, que haya
rotación para no sentirse controlado cuando sea otro el que registre. Todos tienen que conocer
el circuito productivo, las tareas son sencillas y las responsabilidades van rotando
 Reemplazar el ejército y la burocracia por el ejército popular: que el pueblo tome las
armas para formar un nuevo ejército para contrarrestar cualquier intento de
contrarrevolución
 Educar a la clase trabajadora para reproducir la ideología, transmitir a las generaciones
una forma de pensar. Instruir y seguir convenciendo al pueblo de este modo de producción.
 Eliminar la administración burocrática
 Destruir el poder de la Iglesia

Nueva distribución de bienes una vez expropiados para garantizar la alimentación de las familias

La abolición del parlamento

La salida del parlamentarismo no esta, naturalmente, en abolir las instituciones


representativas y la elegibilidad, sino en transformar las instituciones representativas de
lugares de charlatanería en organismos activos.
La comuna sustituye el parlamentarismo venal y podrido de la sociedad burguesa por
instituciones en las que la libertad de opinión y de discusión no degenera en engaño, pues
aquí los parlamentarios tienen que ejecutar ellos mismos las leyes, tienen que responder
directamanete ante sus electores.
No se habla de la abolición de la burguesía de golpe, en todas partes y hasta sus últimas
raíces, sino de destruir de golpe la vieja maquina burocrática y comenzar acto seguido a
construir otra nueva que permita ir reduciendo gradualmente a la nada toda burguesía.

 organización de la unidad de la nación


No se trata de de destruir la unidad de la nación sino de organizarla mediante un régimen
comunal

 La destrucción del estado parasito


Destrucción del poder estatal, que era una experiencia parasitaria; amputación;
destrucción de el; así se expresa Marx al hablar del estado valorando y analizando la
experiencia de la comuna.
El régimen comunal habrá devuelto al organismo social todas las fuerzas que hasta
entonces venia absorbiendo ele stado parasitario que se nutre a expensas de la sociedad y
entorpece su libre movimiento. El régimen comunal colocara a lso productores del campo
bajo la dirección espiritual de las capitales de sus provincias ofreciéndoles aquí en los
obreros de la ciudad los representantes naturales de sus ingreses. Implica un régimen de
autonomía local. La comuna era esencialmente un gobierno de la clase obrera fruto de la
lucha de la clase productora contra la clase apropiadora , la forma política descubierta al
fin, para llevar a cabo dentro de ella la emancipación económica del trabajo.
Oszlak
La formación del Estado Argentino
Emancipación y organización nacional

En 1976 se crea el Virreinato del Río de la Plata


Ciertos antecedentes preparan el terreno para la Revolución de Mayo de 1810:
1. Resistencia de los pueblos originarios
2. Revolución Francesa con la llegada de las ideas del iluminismo francés
3. Invasiones inglesas
4. Consolidación de milicias criollas que logran expulsar a los invasores para la
reconquista de Buenos Aires
5. Captura del rey Fernando VII: deja un vacío de poder porque el virrey no tiene
a quien representar y pierde poder
Estos antecedentes permite la reunión en Cabildo abierto para decidir expulsar al virrey
Disputa por intereses: una parte proponía devolverle el poder al rey cuando recupere la
libertad (Saavedra), y otra parte quería aprovechar para armar una constitución e
independencia, proponiendo una monarquía con un monarca indígena (Belgrano y
Moreno). La ruptura con el poder imperial no produjo automáticamente la sustitución del
estado colonial por un estado nacional, la unidad política del virreinato del Río de la Plata
se sostenía por un elaborado sistema institucional.
Roto el vinculo colonial, pronto se hizo evidente que la dominación española no dejó
resquicios para el desarrollo de una clase dirigente criolla capaz de reemplazar con su
liderazgo y legitimidad, el control político y territorial ejercido por la corona.
1º década revolucionaria
Durante 10 años, se producen nuevas formas de gobierno que cada vez van teniendo más
representantes (hasta 1820), y distintos intentos de formar un primer gobierno
En 1816, la declaración de la Independencia se hace en Tucumán ya que era el centro
geográfico de las provincias del virreinato: Perú, Uruguay, Paraguay, Brasil y algunas
provincias argentinas. De La Pampa hacia el sur, era territorio indígena. El territorio fue
modificándose, sumando y quitando territorio
Conquista del desierto: Roca ocupa la Patagonia para que no lo conquiste Chile
(genocidio)
Los esfuerzos de Buenos Aires durante las dos primeras décadas de vida independiente
fueron ineficaces para evitar las tendencias secesionistas y la pulverización de los centros
de poder, los cuales tendieron a localizarse en las viejas ciudades coloniales del interior.
Estos centros de poder se integraron en torno a la figura carismática de caudillos locales.
En 1820, dos caudillos del interior, se levantan en la 1º guerra civil entre compatriotas:
unitarios (que querían a Buenos Aires como centro de la actividad política) y los federales
(que reivindicaban a las provincias)
La provincia pasó a constituirse casi en símbolo de resistencia frente a los continuados
esfuerzos de Buenos Aires por concentrar y heredad el poder político del gobierno
imperial.
No puede hablarse de un estado nacional haciendo referencia a las precarias coaliciones y
débiles instituciones “nacionales” existentes durante el período mencionado
Se divide el territorio: no se consigue consolidar un Estado Nacional, sino las autonomías
provinciales. Se consolida Buenos Aires
En lo económico:
 Unitarios: defendían economía liberal, que cualquier producto ingresara sin control
y compitiera con los productos locales
 Federales: economía que protegiera la producción nacional
Para la burguesía terrateniente de Bs. As., la organización nacional era sinónima de
perder poder, control y recursos
Se diferenciaba al resto del territorio político y económicamente, tenía formado un
circuito económico y dinámico y un sistema institucional diversificado superior a
cualquiera de los existentes de las demás provincias.
Perdería el control local de las rentas aduaneras, ya que la unificación abriría el mercado,
los ríos se abrirían a la libre navegación, organizando el tráfico comercial con una
participación importante de las provincias del litoral. Dejaría de limitar las importaciones.
Perdería la supremacía del puerto.
La concentración del intercambio externo en el puerto de Buenos Aires desde fines del
SXVIII y el progresivo incremento de la exportación de bienes permitieron que Buenos
Aires se diferenciara como unidad político-económica con respecto al resto del territorio
Esto se vio favorecido por la formación de un circuito económico dinámico y el desarrollo
de un sistema institucional diversificado y ampliamente superior a cualquiera de los
existentes en las demás provincias.
El desarrollo de la producción pecuaria se basó en el uso extensivo de la tierra y en la
racionalización de la explotación en las estancias
Estas unidades productivas tenían escasas vinculaciones económicas fuera de la línea que
las unía con el mercado externo, por lo tanto, la producción de bienes exportables no se
beneficiaba del mismo modo que la economía urbana.
Las posibilidades de expansión de los sistemas económicos de provincias del centro, norte
y oeste dependían de la constitución de una instancia institucional que separara el control
local de la aduana de Buenos Aires, limitara las importaciones y destinara una mejor
porción de rentas aduaneras a subsidiar los gobiernos provinciales y crear las condiciones
político económicas para una vinculación más dinámica entre el interior y la región
pampeano-litoreña
La Constitución de 1826, de corte unitario, no llegó a entrar en vigencia
Aparato institucional y organización nacional
Batalla de Caseros: (1852)
Se origina por la negativa de Rosas de participar en la Convención Constituyente.
Dura 10 minutos: Rosas ya quería abandonar el poder. El primer gobierno federal (Rosas)
es reemplazado por otro gobierno federal: Urquiza
Urquiza promovió la unidad política del territorio mediante un sistema institucional nacido
de acuerdos interprovinciales, la concurrencia de las provincias a la organización de la
nación ocurrió sin problemas, salvo por el caso de Buenos Aires
Se inicia un proyecto de organización nacional
Acuerdo de San Nicolás: establece un gobierno provisorio con Urquiza como gobernador
de la Confederación Argentina.
Se establece que Santa Fe va a sesionar el congreso constituyente para la formación de la
Constitución
Buenos Aires desconoce esta constitución porque el acuerdo de San Nicolás ponía a todas
las provincias en condición de igualdad.
Buenos Aires pretendía que la representación se haga sobre la base de la cantidad de
habitantes de cada provincia, y la cantidad de diputados que representaran a cada
provincia debería estar relacionada con los recursos económicos de cada provincia
Buenos Aires se separa, decide excluirse de la Convención Constituyente de 1853
Durante 10 años (1852-1861) el Estado de Buenos Aires se separa de las demás provincias
que conformaban la Confederación Argentina
1º de mayo de 1853: constitución sin la participación de Bs As.
Se afianzan algunas instituciones pero fracasan
La Confederación, sin Bs. As., no tenía recursos
La autoexclusión de Buenos Aires privó a la Confederación Argentina de la única fuente
significativa de recursos fiscales que existía en el territorio: el puerto (la principal aduana)
La concentración de la exportación de bienes pecuarios y de otras índoles sucedía en el
puerto de Buenos Aires
Fuera del circuito económico formado por la provincia de Buenos Aires y el mercado
externo, no existía una economía suficientemente dinámica como para constituir una
fuente de recursos fiscales capaz de pagar la construcción del aparato institucional de la
nación.
Buenos Aires se convirtió en un circuito económico dinámico y con un desarrollo
institucional superior a cualquiera de los existentes en las demás provincias.
Uno de los principales problemas que enfrentó la Confederación fue la organización de un
aparato recaudador.
Faltaba un medio de circulación uniforme, de rentas y crédito, de un banco, de una
organización aduanera y portuaria
Las provincias se vieron privadas de los recursos necesarios para atender los gastos de sus
administraciones locales, al ser abolidas las aduanas internas y nacionalizadas las
externas.
Al finalizar la década de los ’50, la Confederación se hallaba estrangulada
económicamente. Su deuda era desproporcional con respecto a sus recursos genuinos y el
gobierno estaba imposibilitado de continuar recurriendo al endeudamiento público
La cuestión del progreso
La gradual apertura externa de la economía creaba nuevas necesidades, nuevas
relaciones, nuevos intereses, nuevos marcos de referencia.
La “internacionalización” de la vida económica aparecía como condición necesaria para la
“nacionalización” de la sociedad argentina.
Se inició un doble proceso, alimentado por la experiencia de otros países y por la
movilización de actores sociales que visualizaban la posibilidad de reproducirla en el
contexto local
Este proyecto se nutría en la idea del “progreso”, que representaba la condición de
existencia misma de la sociedad, idea integradora de la sociedad
La fórmula del proyecto era: tierra, trabajo y capital -clásicos factores de la producción-
La libre navegación de los ríos y la eliminación de las aduanas interiores generaron
nuevas posibilidades de intercambio comercial y formación de mercados. Así, los intereses
del sector mercantil-importador se comenzaron a mezclar con los del sector agro-
exportador y financiero; las posibilidades de importación dependían directamente de la
capacidad de exportación -aumento de la producción agropecuaria-.
La cuestión del orden
Las posibilidades de articulación de los factores productivos se vieron rápidamente
limitadas
 Dispersión y aislamiento de los mercados regionales
 Escasez de la población
 Precariedad de los medios de comunicación y transporte
 Anarquía en los medios de pago y regulación de transacciones
 Inexistencia de un mercado financiero
 Dificultades para expandir la frontera territorial incorporando nuevas tierras a
actividad productiva
 Ausencia de garantías sobre la propiedad, la estabilidad de la actividad productiva
y hasta la propia vida -debido a la continua guerra civil y las incursiones indígenas-
Oszlak sostiene que el progreso es una utopía frente a la realidad del atraso y el caos
Encontrar la mejor forma de organización social es el problema de fondo: constitución
formal de la nación y la efectiva existencia de un Estado nacional
El “orden” excluía a todos aquellos elementos que podían entorpecer el progreso, el
avance de la civilización.
El “orden” contenía implícitamente una definición de ciudadanía
Su instauración permitiría obtener la confianza del extranjero para atraer capitales e
inmigrantes, dos factores fundamentales de la producción.
La instauración del “orden” significaba dar vida a un Estado nacional cuya existencia no se
evidenciaba más allá de la formalidad constitucional.
No pudieron imponer un nuevo marco de organización y funcionamiento social coherente
con el perfil que iban adquiriendo el sistema productivo y las relaciones de dominación
A la dispersión de la autoridad en los gobiernos provinciales, ya que Urquiza respetó su
autonomía y su estabilidad política constituida durante el periodo anterior en mano de los
Caudillos, se suma la inexistencia y precariedad de un aparato administrativo y jurídico
con alcances nacionales, y bajo tales condiciones tampoco podía esperarse que el
gobierno nacional ejerciera control ideológico de la dominación.
Urquiza a lo largo de la historia recurrió a ambos bandos en busca de alianzas para
dominar Buenos Aires, y este rol ambivalente de Urquiza es una de las razones de la mala
relación con esta provincia, esto hizo que ninguna fuerza política de Buenos Aires quiera
apoyar el proyecto de unidad nacional que pretendía Urquiza.
Las guerras o batallas para intentar unir a Buenos Aires influyeron considerablemente en
el fin de la Confederación
La batalla de Pavón
En 1861, se enfrentan el ejército confederal y el porteño (Urquiza vs Mitre)
Las adhesiones fueron mucho menores que en la Batalla de Caseros
Sumado a que Buenos Aires poseía el poder económico, resultaron vencidos. Comienza el
fin de la Confederación Argentina
Los gobiernos provinciales quitaron su apoyo definitivo al gobierno nacional, y delegaron
en Mitre, jefe de las fuerzas vencedoras, las funciones del ejecutivo nacional
En 1862, se consolida la autoridad de un Estado Nacional, con el sometimiento de las
provincias a Buenos Aires y el cambio de caudillos por gobernadores liberales.
El acuerdo al que se llegó permitió la coexistencia de las autoridades nacionales y
provinciales en la Ciudad de Buenos Aires.
Se organizó el ejército nacional, así como también institucionalmente el Estado con sus
ministerios y la sanción de un código civil, comercial y penal.
Se hace eje en la educación para consolidar la conciencia nacional, donde la figura de
Sarmiento fue clave.
Se fomentó la inmigración, que llegaron las diferentes oleadas a lo largo de la historia.
Se debía integrar territorialmente a las provincias, y con esto eliminar a los pueblos
originarios para agrandar las fronteras del territorio
Nuestro país se incorporó al mercado mundial como exportadora de materias primas
bajo el Modelo Agroexportador, el cuál se termina de consolidar en los primeros años del
siglo XX, mediante un sistema latifundista, donde grandes hectáreas de campo pasan a
pocas manos.

Vilas
Pensar el Estado
Vilas propone pensar el Estado sobre la triple dimensión política del Estado; como
estructura de poder, como sistema de gestión y como productor de identidades.
Estructura de poder
Pensar el Estado como estructura de poder es pensarlo con referencia a actores sociales y
políticos, a sus relaciones reciprocas y a los objetivos que orientan su desenvolvimiento.
Estado: unidad suprema de decisión legítima respecto de la población de un territorio
Es una construcción humana que surge de la sociedad y de la configuración que imprimen
sus actores (en relaciones reciprocas y en articulaciones con otras sociedades
Esa estructura se materializa en instituciones y se expresa por mandatos obligatorios.
El Estado es una unidad de sentido y de propósito, de acción y conducción
Es la estructura que ordena la diversidad, la pluralidad de actores, la multiplicidad de lo
social y la orienta a objetivos comunes.
Su formación es el resultado de los acuerdos de poder entre unos y otros y de la
cooperación objetiva posterior
Para ser eficaz, debe atender las demandas, expectativas y aspiraciones de los grupos
sociales dominados, y no solo las de los poderosos. Para mantener la unidad de la
sociedad y que no haya conflictos y preservar un piso básico de legitimidad
La legitimidad es un asunto complejo y crucial respecto al poder del Estado
 Complejo: la construcción de la legitimidad moviliza lo objetivo (acciones) y lo
subjetivo (creencias individuales)
 Crucial: transforma al poder de coacción en autoridad, en capacidad de imposición
y obediencia (con contenido ético)
El Estado Moderno, para lograr objetividad, homologó legitimidad y legalidad
La legalidad de los procedimientos fue aceptada como criterio básico de legitimidad.
El “Estado de derecho” es así por definición un Estado legítimo
la intensidad y alcances del consentimiento que la gente presta a la autoridad está ligados
al modo en que juzga lo que entrega -en trabajo, servicios personales, impuestos,
productos, etc.-, guarda una relación de proporcionalidad con lo que recibe a cambio -
servicios institucionales, seguridad, reconocimiento, empleo, etc.-.
El acatamiento al poder estatal y al sistema legal goza así de legitimidad y el orden social
es percibido como justo
La construcción del Estado es un proceso histórico y cultural. Es creado y recreado en la
cotidianeidad
Soberanía
Hablar de soberanía en tiempos de globalización es jugar con la autonomía del Estado
La soberanía es atributo del Estado, no hay jerarquía superior
Ratificación del Estado frente a los tratados internacionales, para que las demandas se
conviertan en políticas y normas
El Estado puede ratificar o no, a favor o en contra de la globalización, y demás objetivos de
diferentes actores
Autonomía
Es la capacidad del Estado de accionar respecto a objetivos, metas, instrumentos de
política, movilización de recursos, controles de las políticas públicas y otros actores
Nunca es absoluta, depende de las relaciones del Estado con actores sociales, económicos
(regionales o internacionales).
Puede haber más o menos autonomía (o sea, más o menos capacidad del Estado de
accionar)
Dimensión operativa del Estado
Refiere a sus capacidades de gestión, administración de recursos y creación y organización
de políticas
El Estado define y ejecuta acciones, y extrae y asigna recursos en función de objetivos
relacionados al núcleo de su politicidad
Los estilos de gestión de los recursos públicos guardan una vinculación intima con los
objetivos a los que apunta dicha gestión y, por lo tanto, con la configuración de la
estructura de poder de la que derivan estos objetivos.
Muchas veces, los cambios en las relaciones de poder, llevan a modificar esa gestión y
crear nuevos modelos de instituciones
Esta dimensión, se inscribe en una matriz de relaciones entre Estado y sociedad y la
reproduce
Hay una relación estrecha entre gestión pública – estructura socio-económica –
orientaciones políticas del Estado
No existe una definición técnica o políticamente neutra de las cosas que puede hacer el
Estado y las coas que no debe hacer
La acción estatal deriva de los objetivos del Estado (cuestión política y de qué bloque de
poder esté). Esto también define qué relación entre cuáles actores mantendrá. Por
ejemplo: década de los 90: achicar el Estado para agrandar la nación
En la experiencia argentina, “achicar el Estado” significó desmantelar los instrumentos
públicos de gestión, liquidar la mediación publica en las relaciones laborales, acotar el
margen legítimo de movilización, organización y reivindicación social, y desmantelar las
modalidades de articulación público-privado que habían hecho posible el avance de
Argentina por el camino del desarrollo industrial y de una notable integración social.
La eficacia de la gestión pública requiere en cada escenario institucional y sociopolítico, la
consistencia del diseño de las políticas con los objetivos que se persiguen
Estado como productor de identidades
El Estado “nombra” a su población, y al nombrarla, la constituye en sujeto portador de
derechos, responsabilidades y obligaciones.
Implica ejercer un poder sobre lo nombrado. Definir el modo en que lo vemos y lo
mostramos a los demás y de condicionar la forma en que el nombrado se piensa a sí
mismo.
El Estado moderno occidental constituyó a su población como pueblo, más exactamente
como pueblo-nación. Un pueblo de sujetos portadores de derechos -es decir, ciudadanos-,
igualados formalmente en su condición de tales por encima de las diferenciaciones
derivadas de la diversidad social y de su acceso a recursos
A través de las instituciones, el Estado diseña a su pueblo como nación: como conjunto
simbólico de identidad ciudadana que se proyecta más allá de los límites de la vida
cotidiana

Crespo
El proceso neoliberal de larga duración y los gobiernos progresistas en América Latina
En América Latina, entre el 2000 y 2010, se impusieron gobiernos progresistas: expresión
de la resistencia al neoliberalismo
 mayor poder estatal para transferir ingresos a sectores populares,
 Estimular la industrialización y,
 Promover una cooperación latinoamericana con mayor autonomía de los centros
tradicionales.
Los gobiernos progresistas obtuvieron importantes resultados en términos de crecimiento
económico y mejoras en indicadores sociales -empleo, pobreza y distribución del ingreso-.
A partir de 2010 estos gobiernos comienzan a sufrir derrotas, ante el enojo de los sectores
medios y altos frente a las mejoras de ingresos de los sectores populares, estos nuevos
gobiernos vuelven a una mayor mercantilización de la sociedad:
 Privatizaciones
 Flexibilización laboral
 Libre comercio
 Promoción del emprendedorismo como ideología dominante

Los gobiernos progresistas son una resistencia político-social dentro de un proceso más
amplio y duradero de neo liberalización mundial, que no consiguió revertir sus condiciones
estructurales y sistemáticas.
Neo liberalización: proceso heterogéneo dominante que se inicia en la década de los ’70 y
que busca mayor mercantilización de la vida social en beneficio de los apropiadores del
capital
Base Material y Utopía Neoliberal
La concentración y centralización del capital fue la tendencia dominante de las economías
industriales desde la Segunda Revolución Industrial hasta los ’60.
Burocratización: Las relaciones de mercado se restringen a la venta de un producto final a
un consumidor anónimo, hasta esta instancia de compraventa, todo el proceso económico
se limita a una gestión administrativa ajena a la igualdad jurídica y autonomía de las
partes implícitas en las relaciones de mercado.
La diferencia entre una economía capitalista y otra planificada, se reduce a la instancia
mercantil final, ya que éstas últimas buscan sustituirla por una asignación preestablecida a
partir de un plan general, es decir, la planificación y la burocratización inherente a las
corporaciones también deberían extenderse a la instancia final del consumo.
A partir de los ’60 las economías capitalistas más avanzadas comenzaron a organizarse en
sentido opuesto;
 Las grandes empresas comenzaron a fragmentarse.
 grandes compañías sustituidas por nuevas empresas formalmente independientes.
 Numerosas actividades encuadradas en la administración de una misma compañía
son suministradas por sociedades y contratistas
Integración vertical de la producción: en una misma fabrica se hace todo el producto:
cadena de valor
En los ’60, comienza proceso de fragmentación: descentralización del sistema productivo
Muchos son contratistas independientes, otros realizan sus tareas fuera de los habituales
locales de trabajo y muchos se desempeñan en Pymes, donde es poco frecuente la
articulación de mecanismos de acción colectiva como sindicatos, huelgas y movilizaciones.
La división técnica del trabajo dio lugar a una mayor división social del trabajo
La creciente separación formal de los trabajadores tiende a romper los viejos lazos de
solidaridad de clase.
El nuevo trabajador suele operar en grupos pequeños o aislado, las nuevas condiciones
laborales no promueven en él la visión de un mundo donde el progreso individual
necesariamente se asocie a la acción colectiva
Imagina que su sustento solo emana de su esfuerzo personal. Si él se esfuerza para
obtener lo suyo, lo mismo debería esperarse de los otros
El trabajador aislado, devenido en emprendedor, es el pilar básico del orden moral
neoliberal.
Re-territorialización de las actividades productivas a través del offshoring*y la formación
de cadenas globales de valor, donde la totalidad de un proceso productivo ya no se
encuentra bajo jurisdicción de un territorio nacional o controlado directamente por una
única compañía.
El neoliberalismo es una utopía, la idea de que las sociedades puedan organizarse apenas
a través de mecanismos de mercado es una ilusión porque la expansión de los mercados
depende del Estado.
Con las políticas neoliberales, los déficits fiscales son mayores que en tiempos donde
imperaban políticas keynesianas

Marx: Manifiesto comunista


Burgueses y proletarios

La historia de todas las sociedades es la historia de la lucha de clases. Opresores y


oprimidos se han enfrentado siempre.
Materialismo histórico: en cada época histórica, la producción económica y la estructura
social que resulta forman indefectiblemente la base de la historia política e intelectual.

Toda la historia ha sido una historia de luchas de clases, de luchas entre las clases
explotadas y las clases explotadoras, entre las clases dominadas y las clases dominantes,
en los diferentes estados de su desenvolvimiento histórico
La moderna sociedad burguesa -que ha salido de la sociedad feudal- no ha abolido las
contradicciones de clase. Solo ha sustituido las viejas condiciones de opresión. Sin
embargo, la época de la burguesía ha simplificado las contradicciones de clase.
La sociedad se divide cada vez más en dos grandes campos enemigos; la burguesía y el
proletariado.
Hay una estructura económica que explica el ordenamiento de la sociedad

 Fuerzas productivas (medios de producción de los cuales los capitalistas son


dueños)

 Relaciones sociales de producción (capitalistas como propietarios, y asalariados


que venden su fuerza)
Tiene que haber una relación entre estos dos elementos para que el modelo funcione.
Cuando no se encuentran, se produce el desfasaje y la transición de un modelo a otro
A su vez, está sostenida por una superestructura jurídico-política (el Estado)
El Estado como aparato jurídico e ideológico, crea leyes al servicio de esa estructura,
legitimando el modelo y logrando que se mantenga en el tiempo
Mediante métodos violentos de expropiación de tierras y leyes que legitiman la propiedad
y perpetúan el orden burgués
En el capitalismo, en la superestructura, esta la propiedad privada.
Hay ciudadanos, no esclavos. Los ciudadanos tienen derechos civiles
La antigua organización feudal o gremial ya no podía satisfacer la demanda, que crecía en
apertura de nuevos mercados. Ocupó su lugar la manufactura, y la gran industria moderna
la sustituyó.
La burguesía moderna es fruto de un largo proceso de desarrollo, de una serie de
revoluciones en el modo de producción y cambio.
La burguesía conquistó finalmente la hegemonía exclusiva del poder político en el Estado
representativo moderno. El gobierno del Estado moderno es únicamente una junta que
administra los negocios comunes de toda la clase burguesa.
La burguesía no puede existir sino revolucionando incesantemente los instrumentos de
producción y, por consiguiente, las relaciones de producción, y con ello todas las
relaciones sociales.
Mediante la explotación del mercado mundial, la burguesía ha dado un carácter
cosmopolita a la producción y consumo de todos los países. Ha quitado a la industria su
base nacional.

Son suplantadas por nuevas industrias, que ya no emplean materias primas nacionales,
sino materias primas venidas de regiones lejanas del mundo, y cuyos productos se
consumen en todas las partes del mundo.
En lugar de las antiguas necesidades -satisfechas con productos nacionales-surgen
necesidades nuevas que reclaman para su satisfacción, productos de países más
apartados.
La burguesía ha aglutinado la población, centralizado los medios de producción y
concentrado la propiedad en manos de unos pocos. La consecuencia de esto ha sido la
centralización política.
Las fuerzas productivas de que dispone no favorecen ya el régimen de la propiedad
burguesa, por el contrario, resultan demasiado poderosas para estas relaciones, y cada
vez que las fuerzas productivas salvan este obstáculo -crisis-, precipitan el desorden a toda
la sociedad burguesa y amenazan la existencia de la propiedad burguesa.
¿Cómo vence esta crisis la burguesía?
- Por una parte, por la destrucción obligada de una masa de fuerzas productivas
- Por otra, por la conquista de nuevos mercados y la explotación más intensa de los
antiguos
¿De qué modo lo hace? Preparando crisis más extensas y violentas, y disminuyendo los
medios de prevenirlas.
En la misma medida en que se desarrolla la burguesía -el capital-, también lo hace el
proletariado, la clase de los obreros modernos. El creciente empleo de las máquinas y la
división del trabajo quitan al trabajo del proletario todo carácter propio.
Pequeños industriales, pequeños comerciantes y rentistas, artesanos y campesinos, caen
en las filas del proletariado, unos porque sus pequeños capitales no les alcanzan para
realizar grandes empresas industriales y sucumben en la competencia, otros porque su
habilidad se ve despreciada ante los nuevos métodos de producción.
El proletariado pasa por diferentes etapas de desarrollo:
Su lucha contra la burguesía comienza con su surgimiento. Al principio, la lucha es
entablada por obreros aislados, después por obreros de una misma fábrica, mas tarde por
los obreros del mismo oficio de la localidad contra el burgués individual que los explota.
No se contentan con dirigir sus ataques contra las relaciones burguesas de producción, y
los dirigen contra los mismos instrumentos de producción.
Los obreros empiezan a formar coaliciones contra los burgueses y actúan en común
defensa de sus salarios. La lucha estalla en sublevación, y a veces los obreros triunfan,
pero un triunfo efímero. El verdadero resultado de sus luchas no es el éxito inmediato,
sino la unión cada vez más extensa de los obreros.
Los proletarios no pueden conquistas las fuerzas productivas sociales sino aboliendo el
modo de apropiación. El proletariado no puede levantarse sin hacer saltar toda la
superestructura formada por las capas de la sociedad oficial.
Por su forma -aunque no por su contenido- la lucha del proletariado contra la burguesía es
primeramente una lucha nacional.
El trabajador cae en miseria y el pauperismo crece más rápidamente que la población y la
riqueza.
Es evidente que la burguesía ya no es capaz de seguir desempeñando el papel de clase
dominante de la sociedad ni de imponer a ésta las condiciones de existencia de su clase.
La condición esencial de la existencia y dominación de la clase burguesa es la acumulación
de la riqueza -capital- en manos de particulares. La condición de existencia del capital es el
trabajo asalariado.

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