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E.D.I.

2020

ALGUNAS CUESTIONES TEÓRICAS SOBRE EL ESTADO,


EL RÉGIMEN POLÍTICO, EL RÉGIMEN DE
ACUMULACIÓN Y LAS FORMAS DE ACCIÓN COLECTIVA
ALGUNOS CONCEPTOS PARA LA COMPRENSIÓN DE LA HISTORIA
ARGENTINA

 Bibliografía:

Scaltritti y otros (2008) Historia argentina


contemporánea. Pasados presentes de la política,
la economía y el conflicto social. Vicente López:
Dialektik. Capítulo 1
I. EL ESTADO

 Es esencialmente una instancia de concentración y


organización del poder que permite ejercer la
dominación. Según Max Weber, “dominio de
hombres sobre hombres basado en el medio de la
coacción legítima (es decir: considerada legítima)”
 En términos de Guillermo O’Donnell, el Estado es
“el componente específicamente político de la
dominación en una sociedad territorial
delimitada...”
LO CONSIDERAMOS EN TRES DIMENSIONES, ENTELAZADAS Y COMPLEMENTARIAS:

1. LA DIMENSIÓN INSTRUMENTAL

 El Estado puede verse como la instancia que encarna


un poder generado en ciertas clases o fracciones de
clase. El Estado respondería, en última instancia, a
los intereses de esas clases. Sería una “herramienta”
de coerción y consenso que los sectores dominantes
utilizarían para mantener su poder. El Estado no
obedecería a la clase sino que articularía intereses en
función de una determinada estrategia de
acumulación impuesta por los sectores “más
dinámicos” y con mayor poder.
2. LA DIMENSIÓN ESTRUCTURAL

 El Estado aparece como la instancia encargada de


reproducir a la sociedad como un todo,
garantizando la asimetría, asegurando la
acumulación de capital y neutralizando por
diversos medios a los movimientos sociales
antisistémicos.
3. LA DIMENSIÓN POLÍTICA
 El Estado aparece como la expresión de la lucha
de clases y se considera que las políticas estatales
constituyen un objeto de esas luchas, o sea que,
como mecanismo reproductor de la sociedad
capitalista no es “perfecto” y es susceptible de
expresar, en distintos grados, los intereses de los
sectores subordinados.
 Las dimensiones identificadas, aunque algunas
más que otras, evidencian la función de
dominación del Estado (la dominación es una
forma de relación social basada en la asimetría
y la desigualdad), y esta función remite al
ejercicio del poder sobre un conjunto extenso de
personas. Este poder implica la capacidad de
ciertos individuos y/o grupos para imponer su
voluntad sobre otros que pueden resistirse o no.
AQUÍ SE HACE NECESARIO INCORPORAR
LA NOCIÓN DE HEGEMONÍA QUE SE
RELACIONA CON LA ORGANIZACIÓN DEL
CONSENTIMIENTO.

 En este sentido, para ser hegemónicas, las clases


dominantes deben superar los marcos estrechos de sus
intereses particulares y aspirar a ejercer un liderazgo moral
e intelectual que les permita organizar un amplio bloque
social de fuerzas. Una clase hegemónica ejerce un
liderazgo político que le permite construir un consenso
amplio sobre la legitimidad del modelo u orden impuesto.
 Siguiendo a Antonio Gramsci, la hegemonía es
una combinación entre dirección y dominación,
entre consentimiento y fuerza. En el proceso de
construcción de la hegemonía y en la búsqueda de
legitimidad y aceptación de determinadas formas
de distribución y acumulación, los discursos
juegan un papel fundamental. Tales discursos
tienen la capacidad de definir e instalar los ejes
temáticos que son considerados relevantes. En este
punto es interesante tener en cuenta que la lucha
social se libra tanto en el plano de los símbolos,
los discursos y la construcción de subjetividades
como en el plano económico. Ambos planos son
parte de la misma realidad.
La función hegemónica es ejercida en el nivel
ideológico y cultural. A través de esta función
las clases dominantes obtienen el consentimiento
de las clases subalternas, lo que implica que la
visión del mundo de las clases dominantes no
puede imponerse a las clases subalternas a
través de variables meramente coercitivas.
Sin dudas, existieron y existen formas autoritarias
para imponer una determinada visión del mundo,
pero estas formas dependen del grado de
desarrollo de la sociedad civil.
La función hegemónica en regímenes
liberales está asegurada en gran medida por
organismos privados, por instituciones
impulsadas por la libre iniciativa de la clase
dominante. Estos organismos son los
encargados de elaborar y difundir ideología.

Ejemplos: el rol del periodismo y la prensa


en general, de las universidades privadas y de
fundaciones como FIEL o Mediterránea
Para Gramsci la constitución de una
capa de intelectuales es la condición
para que una clase devenga autónoma;
esto quiere decir que son los
intelectuales quienes hacen que una
clase social tome conciencia de su
lugar y de su función en el marco de
una determinada sociedad.
En determinados períodos históricos la
hegemonía puede entrar en crisis, se produce
un “desplazamiento” de la base histórica del
Estado y se abre un período de crisis
orgánica. Según Juan Carlos Portantiero,
“la crisis orgánica es ‘una crisis del Estado
en su conjunto’; esto es una crisis de los
modos habituales con que se había
constituido hasta entonces el compromiso
entre dominadores y dominados (...).
La construcción de hegemonía varía
según el contexto histórico.

Ejemplo: en la actualidad, los desafíos


se relacionan con la existencia de un
capitalismo massmediático y de un
poder global estructurado en símbolos e
imágenes.
La construcción de la hegemonía exige que
la dominación sea considerada legítima.
La legitimidad puede considerarse como la
capacidad del sistema para engendrar y
mantener la creencia de que las
instituciones políticas existentes
son las más apropiadas para la sociedad.
El proceso de engendrar y mantener estas
creencias implica la creación de
determinados valores y valoraciones
Como puede verse, el Estado integra un
complejo sistema ideológico que excede con
creces sus funciones represivas. Este sistema
apunta a consolidar los mecanismos de
sometimiento social y las relaciones de
dominación a través de las cuales se produce la
apropiación de la voluntad del otro.
Vale aclarar que, en contraposición al
modelo liberal tradicional, los autores
consideran que el Estado no es un “sujeto
autónomo”, no es el “gestor de un supuesto
equilibrio social”.
El Estado no está por fuera ni por encima de
la sociedad, no es un árbitro neutral, no
representa el “interés general” aunque su
esencia “mistificadora” y su necesidad de ser
considerado legítimo y aceptado por el
pueblo lo lleve a presentarse como tal.
Es Estado tiene desde esta perspectiva un
“carácter dual”. Ello implica considerar, por
un lado, que goza de cierta autonomía y parece
ocupar un lugar de neutralidad frente a las
distintas clases sociales. Pero, por el otro,
expresa los intereses de las clases dominantes
y es funcional a ellas y a la reproducción de un
sistema social basado en la desigualdad.
Su “neutralidad aparente” permite, mediante
una operación ideológica, legitimar frente a la
sociedad sus principales acciones e
instituciones.
¿QUÉ ATRIBUTOS CONFIEREN LA “ESTATIDAD”?

¿Qué características hacen que una instancia de


poder sea un Estado?

Vamos a seguir el análisis de Oscar Oszlak


1°. LA DISPONIBILIDAD DE EJERCER EL MONOPOLIO DE LA
VIOLENCIA FÍSICA LEGÍTIMA

Es sólo el Estado el que está legitimado por la


sociedad para la utilización de la fuerza, tanto
a través de las Fuerzas Armadas (seguridad
externa) como del poder de policía (seguridad
interna).
2°. EXTERNALIZAR SU PODER

Es imprescindible que sea reconocido por otros


Estados que forman parte del sistema
internacional.
3°. HABILITADO PARA OBTENER RECURSOS
DE LA SOCIEDAD

Mediante la recaudación de impuestos.


4°. CAPACIDAD DE INTERNALIZAR UNA IDENTIDAD COLECTIVA

Mediante la emisión de símbolos que refuerzan


sentimientos de pertenencia y solidaridad
social y permite, en consecuencia, el control
ideológico de la sociedad (educación, medios de
comunicación, etc.)
II. EL RÉGIMEN POLÍTICO
La forma de Estado debe ser distinguida del
concepto de régimen político. Un régimen
político remite al “conjunto de instituciones
que regulan la lucha por el poder y los
valores que animan la vida de tales
instituciones. [Estas instituciones] constituyen
la estructura organizativa del poder político que
selecciona a la clase dirigente y asigna a los
diversos individuos comprometidos en la
lucha política su papel.”
No debemos confundir las formas de Estado
o los tipos de régimen político
con las formas de gobierno; éstas remiten al
conjunto de personas que ejercen
el poder político y a la acción misma de
conducir el Estado o una institución
(ejercicio de roles gubernamentales). El
régimen político refiere a las rutas de
acceso a los roles gubernamentales,
mientras que el conjunto de tales roles
define el concepto de gobierno
II. EL RÉGIMEN DE ACUMULACIÓN

Para caracterizar un proceso de acumulación


debemos tener en cuenta la forma en la que
se genera el excedente económico, cómo se
crea la riqueza, quiénes y a través de qué
mecanismos se quedan con ella y cómo se
invierten los excedentes.
LA ACUMULACIÓN ES LA FUERZA IMPULSORA DEL
CAPITALISMO

Expresa relaciones de producción , pero no


debe considerarse un proceso puramente
económico; se vincula con el desarrollo de las
relaciones sociales y con las distintas formas
de Estado. Por lo tanto, dista de ser un proceso
armonioso y puede ser interrumpido por crisis,
conflictos y recesiones.
En un sistema capitalista en En los casos en que la
que la actividad dinámica del capital está
industrial sea la dada por el capitalismo
predominante agrario

la plusvalía es la la renta diferencial a escala


principal fuente de internacional es la
acumulación principal fuente de
acumulación

Argentina a partir de 1930 Argentina entre 1880 y 1930


hasta 1976
A partir de 1976 se combinan ambas formas y modalidades con
una creciente preponderancia del capital financiero.
IV. FORMAS DE ACCIÓN COLECTIVA
A lo largo de nuestra historia y en estrecha
vinculación con las modalidades de acumulación,
las formas de Estado y los tipos de régimen político
y mediación de intereses, las clases subalternas
desarrollaron distintas formas de acción colectiva.
En sus luchas, tanto las materiales (económicas)
como las que apuntan a obtener un reconocimiento
social o político, los sectores populares ponen en
juego distintos contenidos y estrategias.
LLEGAMOS A NUESTROS AUTORES:
TARROW, TILLY, MEES

Estas formas de acción colectiva de los


sectores populares, más allá de los
condicionamientos
históricos que las tornan irrepetibles,
remiten a una trayectoria y a una
experiencia siempre susceptible de ser
resignificada y utilizada.

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