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Las promesas de Dios son el centro de tu propósito. Por eso es tan importante conocer la
palabra y hacerla viva en nosotros. Cuando tenemos claro que nuestro propósito y
nuestro llamado en Dios no son para nosotros mismos, sino que es para darlo a otros y
manifestar la gloria de Él, dejamos de ser egoístas. Con tu propósito tienes que aprender
a afectar a tu alrededor, porque cada uno somos parte del plan de Dios.
Cuando Dios nos creó, nos hizo con un manual interno y uno externo, muchos tienen el
manual externo, pero no quieren abrir el interno. No podemos darle más importancia a
lo que se puede ver por fuera, que a las cosas que Dios ha puesto dentro de cada uno de
nosotros.
¿No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
Cuando estamos alineados a las cosas de Dios, Él suple todas nuestras necesidades y se
convierte en nuestro proveedor.
Cuando el cambio duele, vale la pena. No es con nuestra fuerza que vamos a obtener las
cosas, tenemos que entender que Dios es nuestra fuente.
Dios tiene una visión con cada uno de nosotros, Él tiene sueños, los cuales se
convierten en Propósito. Cuando no tenemos sueños, la visión de Dios se atrasa en
nuestras vidas; El todos los días tiene planes nuevos con nosotros. ¿Sabes cuál es el
plan de Dios para este día en tu vida? No podemos estar jugando a religión, sino que
debe haber en nosotros un verdadero cambio.
Dios quiere que entremos en esos cambios y en esas transformaciones para que
lleguemos a nuestro destino. Nuestra creación es nuestro destino.
Proverbios 16.9
El corazón del hombre piensa su camino: Mas Jehová endereza sus pasos.
Jeremías 29.11
Porque yo conozco muy bien los planes que tengo proyectados sobre ustedes —oráculo
del Señor—: son planes de prosperidad y no de desgracia, para asegurarles un
porvenir y una esperanza
Tienes que aprender a valorar los cambios que Dios está haciendo en tu vida. Mientras
más sabios somos menos duraremos en los procesos.
Todos los cambios son temporeros. Él quiere que busquemos y conozcamos lo que hay
en la tierra y en el cielo. Debemos de aprovechar el tiempo para salir rápido de los
procesos.
Tus errores nunca serán más poderosos que los planes que Dios tiene para tu vida.
Tienes que levantarte y decidirte a cambiar. Busca el plan de Dios para tu vida, es
tiempo… es ahora…..hay planes que esperan por ti. Hay sueños que Dios tiene contigo
los cuales los quiere hacer visible en ti, y de esta manera manifestar Su gloria.
Dios nos da el privilegio, de cada día darnos la oportunidad de hacer las cosas que no
pudimos hacer ayer, tienes que cambiar tu mente, si hubo algo que no lograste ayer,
actívate y hoy decide hacerlo.
No estás llamado, hacer uno más, sino que estás dentro de los planes de Dios. Sus ojos
están fijados en ti, Él te dice: “Tú puedes”, “vamos, Yo estoy contigo”, “No te des por
vencido, mi plan contigo es grande”.
El plan que Dios tiene contigo es más grande de lo que puedes imaginar. Este es el
tiempo, decídete a cambiar.