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Curso de Entrenamiento de Líderes

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Capítulo 1
La Visión de las Células

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LA VISIÓN DE LAS CÉLULAS


CLASE 1
EL PROPÓSITO ETERNO DE DIOS

Somos una iglesia en células, no por una moda pasajera, un capricho personal de liderazgo, ni
siquiera porque sea una estrategia más eficiente para hacer crecer la iglesia. Somos una iglesia en
células por una razón más profunda: creemos que las células son los medios de la iglesia
para expresar al Señor en la tierra.

La visión de células es bíblica y viene del Señor. Si lo practicamos correctamente, veremos los
resultados; sin embargo, no todos los que trabajan con células avanzan. Esto se debe a que con
el tiempo, las células se convierten en una actividad religiosa, en uno de los muchos tipos de
grupos pequeños. Si una célula no se edifica de acuerdo con la voluntad de Dios, pronto
desaparecerá. Pero si la edificamos de acuerdo con la voluntad del Señor, permaneceremos para
siempre, porque crecerán y se multiplicarán.

Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

1 Juan 2:17
La Palabra del Señor dice que el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre y la obra
que se realiza según su voluntad también permanece. Por lo tanto, todo lo que tenemos que
hacer es edificar la célula de acuerdo con la voluntad del Señor, y la voluntad del Señor es su
propósito eterno. Pero, ¿cuál es el propósito eterno de Dios? Quiero invitarlos a desvendar el
corazón del Señor para que podamos hacer su obra de acuerdo con su voluntad eterna.

1. Todo comienza en la eternidad con Dios

Muchos suponen que al reunirse en un grupo pequeño ya están haciendo la voluntad de Dios,
pero eso no es todo. También necesitamos edificar algo que esté de acuerdo con el propósito y
la voluntad de Dios.

El propósito eterno de Dios es la máxima prioridad del Señor y debemos verificar si nuestras
células entienden este propósito. Se llama propósito eterno porque existió antes de la creación,
debe ser vivido por nosotros hoy y seguirá siendo vivido por la eternidad futura. Todos los
demás propósitos deben estar alineados con él, pero muchas iglesias lo ignoran.

Para nosotros, nada es más importante saber lo que hay en el corazón de Dios. Como sus hijos
engendrados según su especie, no nos gusta nada más que conocer el propósito del Padre y
cooperar para lograrlo. Todo lo que hacemos por el Señor debe estar de acuerdo con este
propósito eterno, porque no está interesado en nuestras muchas actividades; sino en el
cumplimiento de este, por lo que necesitamos conocerlo.

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Siendo Dios eterno, sin principio ni fin, debemos admitir que su propósito es igualmente eterno.
Esto significa que el plan de Dios no se elabora ni cambia según las circunstancias. Dios es
soberano y ha planificado lograr algo desde la eternidad.

Hubo un tiempo en que no había absolutamente nada más que Dios. No había ángeles ni
hombres, ni planetas ni galaxias, solo el Señor llenaba todo el universo. En ese momento Dios
quería lograr algo. Vea que el propósito de Dios existió antes de la creación, continúa existiendo
hoy y se cumplirá por la eternidad. Por lo tanto, necesitamos entender el propósito de Dios
desde la eternidad.

Cada vez que el apóstol Pablo menciona el propósito de Dios, toma la eternidad como punto de
partida (1 Cor. 2: 7; 2 Tim. 1: 9; Ef. 1: 4). Pero es común que las personas lo interpreten desde
la caída del hombre.

Tomando la caída como punto de partida, es natural que se haga todo el trabajo espiritual para
rescatar al hombre de la condenación del infierno. Por supuesto, no quiero disminuir la
importancia de la redención, pero no podemos asumir que el propósito eterno de Dios es salvar
al hombre. El hombre no fue creado con el propósito de ser salvo. La salvación no es el objetivo
final, solo una corrección de rumbo.

Suponga que decide salir con su hijo para ir de compras a un supermercado, mientras te preparas,
él sale a jugar en el jardín y cae en un charco de lodo. Su propósito es ir al centro comercial, pero
ahora debido a un problema se retrasa y debe llevar a su hijo a la ducha para bañarlo. Mientras
está allí, su hijo está tan entretenido con el baño que se olvida por completo del paseo en el
centro comercial. Sin embargo, el hecho es que el baño no es el propósito, solo una corrección
del curso para que sea posible llegar al centro comercial. No obstante, la mayoría de las iglesias
de hoy creen que todo se reduce a un buen baño. Hablan de salvación, pero ignoran por
completo el propósito original de Dios

La caída del hombre no alteró el propósito eterno de Dios, pero para que se cumpla, el hombre
de hoy debe ser rescatado del pecado; por lo tanto, la redención no es la meta final de Dios para
el hombre.

Otros al darse cuenta de esta idea errónea, interpretan el propósito de Dios desde la comisión a
Adán: "Sé fructífero, llena la tierra y domínala" (Génesis 1:28). En base a este principio, vemos
todo desde un punto de vista de gobierno y reino. Por supuesto, entender el reino es importante,
pero no es el propósito eterno, porque el Señor reinó antes de que algo existiera. Solo existía la
necesidad de que el hombre gobernara en el Edén porque Satanás había caído y había sido
arrojado a la tierra, convirtiéndose así en un lugar de rebelión.

Cuando el apóstol Pablo habla del propósito de Dios, él siempre se aparta de la parte posterior
del corazón del Padre antes de la fundación del mundo. ¿Pero qué desearía el Padre? ¿Cuál sería
tu intención y su propósito eterno? Los planes y propósitos de Dios no están determinados por
las necesidades del hombre, sino que han existido desde la eternidad. Si queremos ser

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colaboradores de Dios en su trabajo, es absolutamente vital entender el propósito eterno del


Padre.

2. ¿Cuál es el propósito eterno de Dios?

Para comprender el propósito eterno, es suficiente descubrir lo que existía antes de la creación.
Algunos imaginan que las misiones y la evangelización son el propósito eterno, pero esto no es
cierto. El evangelismo y las misiones son importantes, pero no eternos. Vinieron debido a la
caída, pero el propósito eterno ya existía antes de que el hombre cayera y continuará existiendo
después de que el Señor regrese. El propósito eterno existió incluso antes de toda la creación y
continuará por la eternidad futura.

Hay otros líderes que afirman que el propósito de la iglesia es transformar la sociedad, por lo
que enseñan mucho sobre el reino. Afirman que el propósito debería ser ingresar a las áreas de
gobierno de la ciudad y transformar la sociedad. Esto ciertamente es bueno, pero no es el
propósito eterno de Dios.

¿Qué hay del discipulado? ¿Qué pasa con el estudio de la Biblia? Todo esto es bueno, pero no
es el propósito eterno. La transformación social, las misiones, el evangelismo, el discipulado y el
estudio de la Biblia surgieron después de la caída del hombre, pero el propósito eterno existió
antes de que el hombre fuera creado. Todas estas cosas cesarán cuando el Señor regrese, pero el
propósito permanecerá para siempre. Todas estas cosas son buenas, pero deben estar alineadas
con un propósito eterno, porque si no lo son, se vuelven inútiles.

La forma de descubrir el propósito eterno es comprender que fue concebido por Dios desde la
eternidad pasada. Existió antes de todas las cosas, y de hecho todo surgió gracias a eso

Hubo un tiempo en que solo había Dios, sin ángeles, sin hombre, sin creación. ¿Y qué estaba
haciendo Dios en ese momento? Estaba practicando la vida comunitaria en la Trinidad.

Antes de la creación, Dios ya había planificado algo. En ese momento, cuando solo había Dios,
¿qué estaba haciendo la Trinidad? Ciertamente esta actividad tiene algo que ver con un propósito
eterno. Nuestro Dios no es una sola persona, sino un Dios que existe en tres personas. Entonces,
en ese momento Dios estaba practicando la comunión divina, estaba viviendo en una "célula
celestial". La divinidad estaba practicando lo que llamamos convivencia mutua: ellos estaban y
permanecían el uno en el otro. Jesús dijo: "Yo estoy en el Padre, y el Padre está en mí" (Juan
10:38; 14:11).

3. La vida eterna es la vida que Dios vive.

El Señor Jesús dijo que el Padre lo amaba antes de la fundación del mundo (Juan 17:24), lo que
significa que este amor mutuo había existido desde la eternidad. Se amaban, se honraban y se
sometían el uno al otro. Tenían compañerismo mutuo y vivían un estilo de vida el uno con el
otro, y lo llamaron vida eterna.

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La vida eterna no es solo una vida sin fin, sino la vida con la que Dios mismo existe. Tener vida
eterna significa tener la vida de Dios, tener el mismo tipo de vida que Dios tiene. De esta manera
podemos decir que la vida eterna está representada por la relación de las tres personas de la
Trinidad, que también se llama la Casa de Dios.

Dios amó tanto este tipo de vida que desde la eternidad planificó compartirlo con el hombre.
Luego tuvo una visión y un propósito, que es el propósito eterno. Dios no quería disfrutar esta
vida sólo, pero decidió compartirla con nosotros. Decidió multiplicar y expandir su vida. Fue
entonces cuando la deidad triunfa y decidió crear al ser humano.

Fue en ese momento que Dios dijo:

Entonces dijo Dios: H agamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra


semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en
toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Gn. 1:26

Dios dijo: "Hagámoslo", porque Dios es uno, pero plural. Dios es uno, pero es comunidad. El
hombre fue creado a imagen de Dios, que es uno pero plural. Eso significa que fuimos creados
para vivir el estilo de vida del otro, la vida comunitaria.

Cuando somos muchos pero vivimos en unidad, entramos en el principio de la divinidad, que es
uno, aunque sean plurales. Ese es el propósito eterno.

Entonces Dios tomó una decisión muy radical: decidió habitar en su creación. Este es un
concepto extraordinario y muy poderoso. Dios creó al hombre para que fuera su expresión y su
morada eterna: nuestro Dios ha tomado la decisión de habitar entre nosotros y en nosotros.

Y vino a habitar entre nosotros porque quiere que seamos participantes de su naturaleza, que
recibamos su vida, y para que podamos vivir el mismo tipo de vida que él vive, una vida enfocada
hacia el otro, la vida de la iglesia. La verdadera vida de la iglesia debe ser la vida con la que vive
el Dios trino.

Dios quiere ser expresado por el hombre, pero solo podemos expresarlo si vivimos este estilo
de vida el uno para el otro. Como Dios es uno en pluralidad, Él puede expresarse sólo cuando
somos muchos y podemos vivir el uno para el otro en unidad, teniendo el mismo tipo de
naturaleza

4. ¿Cómo podemos ser una iglesia poderosa?

La iglesia de hoy, sin embargo no tiene este estilo de vida el uno para el otro, por lo que ha
perdido poder. En Génesis 1:26 leemos que Dios creó al hombre a su propia imagen para tener
dominio. Así vemos que hay una relación íntima entre imagen y dominio.

Entonces dijo Dios: H agamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra


semejanza; … Gn. 1:26

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El propósito de Dios para el hombre implica ser la imagen de la divinidad, ser fructífero
y multiplicarse, pero también implica dominar y sujetar a los peces del mar, las aves del cielo y
todas las bestias que se arrastran por la tierra (Génesis 1:28). .

El Señor le ha dado al hombre poder y autoridad sobre dos cosas: primero, sobre la tierra: Dios
nos da poder para transformar y dominar la tierra, y también dijo que tendríamos dominio sobre
las aves y los animales que se arrastran.

¿Por qué no dijo que gobernaríamos sobre todo tipo de animales? Porque estos animales
simbolizan la acción de los demonios. Cuando el hombre fue creado, Satanás y sus ángeles ya
habían caído y habían sido arrojados a la tierra. Por lo tanto, el hombre debe gobernar sobre las
obras del infierno. En el Evangelio de Lucas, vemos lo que Jesús dijo:

H e aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del
enemigo, y nada os dañará. Lc 10:19

Es importante tener en cuenta que Jesús menciona nuevamente el mismo tipo de animal, los
animales que se arrastran. El Señor nos ha dado poder sobre el enemigo, pero ¿cómo podemos
tener ese poder? Vivir según la imagen de Dios. Donde está presente, siempre habrá dominio y
autoridad.

5. El hombre cayó

Pero sabemos que el hombre cayó y perdió la gloria de Dios, su imagen (Rom.3:23). La
consecuencia es que ya no tiene autoridad. Después del pecado, ya no controlamos el mundo.
Hoy, incluso la naturaleza controla al ser humano, solo observe los desastres naturales. Estamos
controlados por terremotos, tsunamis, inundaciones, sequías, tornados, huracanes, etc. Incluso
los animales nos controlan. La mayoría de las enfermedades son causadas por seres como
bacterias, virus y microorganismos. Incluso estamos controlados por plantas, como es el caso de
todos los adictos a las plantas como el cannabis y el tabaco, o derivados como la cocaína, la
heroína, la morfina y las bebidas alcohólicas. La desafortunada consecuencia de la caída es la
esclavitud.

Sin embargo, por gracia, la imagen del Señor nos está siendo restaurada individualmente. Pablo
dice en 2 Corintios 3:18 que estamos siendo transformados de gloria en gloria a la imagen de
Cristo. En algunos, esta imagen es como una silueta borrosa en un espejo: uno nota la imagen,
pero la similitud aún no se nota. Otros han crecido y tienen una imagen más clara, pero solo en
la gloria seremos tal como Él es.

Hoy también el hombre no puede vivir en unidad y comunidad debido al individualismo y al


egoísmo, pero el Espíritu Santo está trabajando para tener una iglesia en la tierra que lleve la
imagen del Dios trino, muchos viviendo en unidad, siendo el plural uno.

El hombre fue creado para cumplir el propósito de Dios al vivir el estilo de vida del otro. Creo
que solo podemos vivir esta realidad cuando practicamos la vida de la iglesia en las células,

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porque la célula es la expresión práctica de la iglesia. Solo en una célula podemos vivir la vida
plural en unidad, la vida de ministerio mutuo.

Toda nuestra percepción de la célula cambia a medida que entendemos lo que hacemos al
comprender el propósito eterno de Dios. Cuando practicamos solo una estrategia de grupo
pequeño, pronto nos cansamos y nos detenemos, pero cuando nos damos cuenta de que estamos
construyendo algo que durará por la eternidad, entonces estamos haciendo la voluntad de Dios.
Y el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre (1 Juan 2:17).

6. Cristo en nosotros y nosotros en Cristo.

La verdad espiritual se puede mostrar desde dos prismas: el aspecto individual y el colectivo. En
el aspecto individual, Cristo está en nosotros y corporativamente estamos en Cristo.

El aspecto individual es absolutamente fundamental. Es porque Cristo está en nosotros que


nacemos de nuevo, tenemos comunión con el Padre y recibimos todas las bendiciones del nuevo
pacto. Cristo morando en nosotros, por lo tanto es una verdad que debe ser enseñada
constantemente.

Sin embargo, esta verdad espiritual tiene otro lado: también estamos en Cristo. El hecho de que
Cristo esté en nosotros es algo individual, pero estar en Cristo es algo corporativo. Esto queda
claro cuando entendemos que somos miembros de su cuerpo, para eso nos creó.

Estar en Cristo significa que fuimos incluidos en Él y nos convertimos en miembros de su


cuerpo. La verdad de que Cristo está en nosotros es solo la mitad de la verdad. El Señor dijo:
"El que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto". La fructificación abundante; por lo
tanto depende de practicar ambos aspectos. Necesitamos permanecer en Él si queremos dar
mucho fruto. ¿Y qué es prácticamente permanecer en Él? Podemos decir que es permanecer en
su palabra y en la comunión del Espíritu, pero ciertamente permanecer en él, también es
permanecer compenetrado al cuerpo, a la iglesia.

Experimentamos multiplicación cuando vivimos la vida de la iglesia corporativa en las células.


Por medio del Señor, nos hemos unido con la Trinidad. El Señor Jesús es uno con el Padre y el
Espíritu, y nosotros somos uno con Él; por lo tanto somos uno con la Divinidad.

El propósito eterno de Dios es que el hombre sea su morada eterna y esta habitación ocurre de
manera corporativa. Una vez más, debemos entender la verdad individual y colectivamente.
Desde el punto de vista individual, somos hechos templo de Dios, porque Cristo en la persona
del Espíritu Santo vino a habitar en nosotros.

¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 1 Co
3:16

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Somos individualmente la habitación de Dios, pero hay una verdad más grande y más amplia:
que solo podemos ser un hogar corporativo completo para Dios. Pedro dice que individualmente
estamos viviendo como piedras de la casa de Dios.

Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y
sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de
Jesucristo.1Pe 2:5

Pablo también afirmó esta misma verdad cuando dijo que estamos siendo edificados para la
habitación de Dios.

edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra


del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo
para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente
edificados para morada de Dios en el Espíritu. Ef 2:20-22

Cada uno necesita comprender la necesidad de permanecer en Cristo de una manera práctica.
Solo permanecemos en Cristo cuando somos una piedra que se inserta en el edificio de Dios.
Podemos ser salvos y seguir viviendo como una piedra aislada, pero no podemos producir
mucho fruto si no permanecemos en Él, siendo cuerpo y edificio.

Esto sucede de forma práctica en la célula, donde cada uno puede encajarse y edificarse. Somos
edificados cuando estamos vinculados con nuestros hermanos y estamos unidos por la amalgama
del Espíritu, en el vínculo del amor.

7. El objetivo final es el cuerpo, la iglesia

La intención de Dios es formar un cuerpo que se convierta en la expresión completa de Cristo


en la tierra (Ef 1:22-23). Esto se llama la plenitud de Cristo.

Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la
iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Ef 1:22-23

La iglesia es la plenitud de Cristo. ¿No es sensacional? Con toda reverencia, debo decir que,
siendo parte del cuerpo de Cristo, nos convertimos en parte de la Divinidad misma.

¿Por qué el Señor necesita un cuerpo? Para entender esto, primero necesitamos saber cuál es la
función de un cuerpo. El cuerpo es el complemento de la cabeza y también su expresión. La
cabeza sin el cuerpo está incompleta y el cuerpo sin la cabeza es inútil. Aquí hay una mutualidad
en la que el cuerpo depende de la cabeza, pero la cabeza también depende del cuerpo. El cuerpo
necesita la vida de la cabeza, pero la cabeza necesita la expresión del cuerpo. Sin él, ella no puede
expresarse.

La función del cuerpo es expresar la cabeza y hacer su voluntad. Por lo tanto, si la cabeza da una
orden, es el cuerpo el que la ejecuta y no puede resistirla. Del mismo modo, la función de la
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iglesia como cuerpo es expresar a Cristo. La célula es la expresión más básica de la iglesia y su
función es también expresar a Cristo como su cuerpo. Pero si la cabeza ordena a la boca que
hable y la boca se niega a hablar, entonces en ese caso la cabeza no puede expresarse. Esto nos
muestra la seriedad de cada miembro de la célula funcionar correctamente como miembros de
un cuerpo. No podemos tener solo uno u otro funcionando, sino todos. Y esto solo puede
suceder de forma práctica en la vida de la iglesia a través de las células.

8. Cristo es todo el cuerpo

¿Quién es cristo?, ¿Él es solamente la cabeza? ¡No!

Él es todo el cuerpo. Hoy Cristo es la unión de la iglesia con Él como cabeza. Esto se muestra
claramente por Pablo en 1 Corintios:

Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros
del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.1 Co 12:12

Si tuviéramos que decir esta verdad, tal vez lo diríamos de esta manera: "Porque como el cuerpo
es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros, siendo muchos, constituyen un solo
cuerpo, así también con respecto a la iglesia". Pero Pablo no separó a Cristo de su cuerpo, sino
que trató al cuerpo como el mismo Cristo.

Si alguien toca la iglesia, en realidad está tocando a Cristo. Cuando se le apareció a Pablo camino
a Damasco, el Señor Jesús le preguntó: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" Pero Pablo no
estaba persiguiendo a Cristo, al menos no conscientemente, estaba persiguiendo al cuerpo de
Cristo, que es la iglesia. Sin embargo, si uno toca el cuerpo, toca a Cristo.

Hoy Cristo está sentado a la diestra del Dios Padre, pero debemos recordar que el cuerpo
también está allí. No podía sentarse sin un cuerpo. Es por eso que Pablo dice que estamos
sentados con Él (Efesios 2: 6). Si hoy deseamos conocer a Cristo completamente, debemos
conocer su cuerpo. Si queremos experimentar a Cristo, necesitamos experimentar el cuerpo.

9. ¿Cómo conocer a Cristo?

Supongamos que alguien que nunca me ha visto quiere conocerme, porque así lo desea. Sin
embargo estoy muy cansado y digo que no quiero ir a la reunión, pero enviaré a un miembro de
mi cuerpo para que la otra persona me conozca. Entonces envío un mechón de mi cabello.
¿Podemos decir que esta persona me conocerá simplemente conociendo un pelo en mi cabeza?
Obviamente que no. Para conocerme, no es suficiente conocer una parte de mi cuerpo, se
requiere una expresión completa. Un solo miembro no puede expresar todo el cuerpo; por lo
tanto para tener una expresión del cuerpo de Cristo, necesitamos al menos tres miembros juntos.
Esto es lo que el Señor dijo en Mateo 18:20. "Porque donde están dos o tres reunidos en mi
nombre, allí estoy yo en medio de ellos". Es por eso que la célula es tan importante, porque
permite la manifestación del cuerpo del Señor de manera visible.

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Si en una célula tenemos una sola persona funcionando, entonces no podemos decir que existe
una expresión práctica del cuerpo, pero si tenemos dos o tres funcionando, entonces tenemos
el cuerpo. Cristo no puede ser revelado allí, ni puede ser conocido o visto si solo un miembro
trabaja. Si queremos ser una célula poderosa, todos los miembros deben funcionar, porque solo
así seremos la imagen de Cristo. De nuevo, repito: Dios es plural, pero es uno. La imagen de
Dios es la vida comunitaria en la unidad.

En Efesios 2: 19-20, Pablo dice que la iglesia es un templo, un cuerpo y una familia. Si nuestra
célula no es un templo, un cuerpo y una familia, entonces está fuera del propósito eterno de
Dios. Para que la célula crezca y se multiplique, debemos vivir en la plenitud del cuerpo de Cristo,
que no es más que el funcionamiento de cada miembro movido por la vida de la cabeza.

Cuando esta revelación llena nuestras mentes, entenderemos que la célula es mucho más que
una reunión o un servicio doméstico semanal. Es un cuerpo y el cuerpo no se une eventualmente;
sino que está constantemente vinculado y conectado. La vida el uno para el otro tiene que
suceder todos los días. Necesitamos profetizar en la vida del otro, tener compañerismo, orar el
uno por el otro, todo esto es muy poderoso y cuando lo practicamos, experimentamos los
milagros de Dios.

10. El cuerpo de Cristo es la imagen de Dios.

En el Nuevo Testamento siempre tenemos la verdad espiritual aplicada a lo individual y al


cuerpo. Desde el punto de vista individual, la imagen de Dios es Cristo. En Hebreos 1: 3 leemos
que Él es el resplandor de la gloria y la expresión exacta de su ser. Cristo es la expresión exacta
de Dios el Padre. En Juan 14, Jesús dejó muy clara esta verdad en su respuesta a Felipe cuando
le preguntó: “Señor, muéstranos al Padre, y eso es suficiente para nosotros. Jesús le dijo:
Felipe, he estado contigo durante tanto tiempo, ¿y no me has conocido? El que me ve,
ve al Padre. ¿Cómo dices: Muéstranos al Padre? ” (Juan 14: 8-9).

Desde el punto de vista individual, Cristo es la imagen del Dios trino y fuimos creados
individualmente para ser como Él (1 Juan 3: 2). Pero la verdad espiritual también tiene el lado
colectivo o corporativo. Hay un sentido en el que un solo miembro no puede expresar todo el
cuerpo, ya que siendo un Dios trino, solo puede ser expresado por un grupo, la iglesia. Solo
expresamos la imagen de Dios cuando somos muchos, pero vivimos un estilo de vida el uno con
el otro en santa unidad. Esta es la imagen de Dios: muchos siendo uno.

Dios vive en comunidad y es en la comunidad donde Él expresa y habita. Si vivimos este estilo
de vida, seremos poderosos. Si nuestras células viven este tipo de vida comunitaria, impactarán
al mundo, serán poderosas y vencerán al enemigo.

El Señor dijo en Mateo 18:20 que donde hay dos o tres reunidos, allí estaría. Esto muestra que
dos o tres ya forman una comunidad, ya es plural. Por lo tanto, se dice en el versículo 19 que si
estos dos o tres están de acuerdo en algo, si tienen el mismo corazón y la misma mente, pueden
pedir lo que quieran. Lo que está sucediendo aquí es la imagen de Dios expresándose. Son

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muchos y ahora están de acuerdo con la unidad. El resultado es que se atarán y desatarán porque
tendrán dominio y autoridad.

Esta es la voluntad de Dios para cada una de nuestras células. Necesitamos expresar la imagen
para que se manifieste la autoridad y el dominio. Esto es realmente poderoso. ¿Te imaginas lo
que sucederá cuando cada una de nuestras células tenga la revelación del propósito eterno de
Dios? Un avivamiento nos espera.

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La visión de las células


Clase 2

Comprendiendo la edificación
Muchos cristianos son correctos en su conducta pero viven fuera de la vida de la iglesia.
Lamentablemente son solo piedras aisladas. Incluso pueden ser piedras preciosas, pero si están
aisladas, no son de mucha utilidad para el propósito eterno de Dios. Algunos líderes imaginan
que la casa de Dios es una especie de colección de piedras. Les gusta apreciar y mostrar las
muchas piedras que se amontonan los domingos, sin embargo, un montón no es un edificio y
no puede ser una morada para la gloria de Dios.

El Señor desea una casa, no una infinidad de piedras aisladas, destinadas a componer una
exposición. Nuestra gran necesidad hoy es ser edificados juntos en la vida de la iglesia por medio
de la práctica de las células. Si ganamos a muchas personas pero no las edificamos como parte
del edificio de Dios, nuestro trabajo puede perderse. El crecimiento espiritual depende de estar
equipado y construido en el edificio de Dios. No es suficiente recolectar piedras y llevarlas a la
célula, debemos edificar estas piedras en la casa de Dios.

Hoy la realidad en la mayoría de las iglesias es que las personas buscan poder espiritual en forma
aislada, buscan una vida de santidad, ignorando a los otros miembros del cuerpo. El hecho es
que, aunque buscan mucho, no logran mucho.

Necesitamos abandonar nuestro individualismo y abrirnos para poder ser construidos junto con
otros hermanos en la vida de la célula. Gran parte de nuestros problemas provienen de ser muy
individualistas e independientes, de vivir separados el uno del otro. Es por ese motivo que
estamos hostigados por fracasos y debilidades. ¿Tienes algún pecado que no puedas superar? Si
estás dispuesto a ser vinculado y edificado con otros hermanos, descubrirás cómo se puede
vencer tu pecado. Cuando estamos conectados con nuestros hermanos de una manera práctica,
la vida del cuerpo tiene el poder de limpiarnos y fortalecernos.

Mientras una extremidad esté unida al cuerpo, todo estará bien con él. Por difícil que sea, el
cuerpo lo suministrará y le brindará cobertura. Suponga que su mano está separada de su cuerpo,
pero continúa esforzándose por funcionar y estar saludable. Su objetivo es útil, pero todo lo que
puede hacer es transmitir una idea de algo aterrador y feo. Somos miembros del cuerpo de Cristo
y necesitamos ser adaptados a él de manera práctica. Solo tenemos utilidad dentro del cuerpo,
solo encontramos satisfacción cuando somos una piedra viva del templo.

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Como cristiano, ¿puede nombrar a otros miembros específicos del cuerpo de Cristo con quienes
se relaciona de manera práctica? Este tema no es una cuestión de doctrina o espiritualidad
mística, sino de realidad práctica. La única forma de ser un vencedor es estar vinculado.

Es lamentable que casi nada se escuche en el medio evangélico sobre el edificio de Dios, su
morada eterna, la verdadera relación del cuerpo de Cristo en esta tierra. La intención del Señor
es que cada célula sea una expresión de la iglesia. Cada célula debe ser como un cuerpo con
muchas extremidades bien ajustadas, edificadas en comunión y unidad.

Entonces comprendamos muy bien cómo podemos construir el cuerpo de Cristo, la casa de
Dios. Los apóstoles usaron la parábola de la casa de piedra para explicar esta verdad. Para
construir un edificio, necesitamos cinco elementos fundamentales y no podemos prescindir de
ninguno de ellos. Estos cinco elementos están relacionados con los cinco ministerios
mencionados en Efesios 4:11 y deben observarse en la vida normal de la célula. Dichos
ministerios fueron establecidos para la capacitación de los santos para realizar el servicio de
construcción de la casa de Dios.

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,


evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra
del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. Efesios 4:11-12

El servicio de los santos es la edificación del cuerpo de Cristo, este es nuestro trabajo. Cualquier
otro propósito que no sea eso, está fuera del propósito eterno de Dios. Todos los santos deben
ser entrenados para hacer el trabajo de edificación y ninguno de nosotros puede quedar fuera
del trabajo de edificar la casa de Dios.

1. El plano de edificación

El primer elemento necesario para construir una casa es el proyecto, el plano. ¿Cómo sabemos
dónde colocar cada piedra? ¿Cómo podemos dar forma a las piedras de la misma manera? ¿Cuál
es el patrón? Para esto, necesitamos el anteproyecto del edificio y todos los trabajadores
involucrados en el trabajo de construcción deben saber cómo leer este anteproyecto, este diseño
que ya habían dado los apóstoles. Este aspecto es una función del ministerio apostólico. También
llamamos a esta plano de visión. Todos los que edifican deben seguir una visión.

Es por eso que necesitamos un ministerio apostólico para hacer el trabajo de edificar la casa de
Dios. Cada miembro de la célula necesita saber cómo leer el plano y conocer el propósito eterno,
no solo el líder de la célula; sino todos los miembros. Este es el problema con muchas iglesias
en células: los miembros no saben qué es la casa de Dios, tratan a la célula solo como un pequeño
grupo y trabajan de acuerdo con su propio entendimiento. Debido a esto, la célula se convierte
rápidamente en un trabajo humano y termina muriendo. Para abordar este problema,
necesitamos un ministerio apostólico y lo que estoy compartiendo aquí sobre el propósito eterno
de Dios es en realidad el plano del edificio, nuestra visión.

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2. La recolección de piedras.

Una vez que conocemos el plano, la vista de la casa, debemos salir a recoger las piedras. Entonces
nuestro segundo paso es encontrar las piedras. Necesitamos encontrar el lugar donde hay piedras
y llevarlas al sitio de edificación, que apunta al evangelismo. Dios nos lleva a buscar piedras
muertas y transportarlas al reino de la luz, donde se convierten en piedras vivas. Luego se
convierten en piedras lavadas y más tarde piedras cinceladas.

Solo traer las piedras y lavarlas no es el trabajo completo. No podemos tomar la piedra en bruto
y usarla en el edificio. Algunas piedras son muy grandes y no caben en el espacio de construcción.
En este caso, deben romperse para construirse. Hay piedras que son demasiado grandes y
preciosas para ser parte de la construcción de una célula tan simple. Mientras piensan así, no son
edificadas, encajadas ni vinculados al edificio.

Hay piedras que son muy ásperas, otros tienen filos cortantes y terminan lastimando a los que
están a su lado en el edificio. También hay piedras que no les gusta la construcción local y viven
rodando de una iglesia a otra. Son piedras, pero aún no están listas para edificar, sus viejos hábitos
deben ser cambiados.

Muchas iglesias son buenas recolectando piedras, pero debido a que no entienden el propósito
eterno, se detienen en este punto. Solo recogen piedras, pero esto no es una casa, es solo un
montón de piedras.

Hay pastores que codician y comienzan a desear las piedras de otro edificio local, luego van y las
roban. Quieren tener muchas piedras no porque quieran construir, sino porque son
coleccionistas de piedras vivas y se jactan de su enorme colección. Les gusta hacer una exposición
semanal mostrando su enorme conjunto de piedras. Sin embargo, una cosa que he aprendido es
que las piedras que se construyen y encajan en el edificio no se pueden transportar. Solo aquellos
que están sueltos son codiciados y llevados. Si una persona no se ha quedado en la célula, es
porque todavía no está vinculada adecuadamente, porque nadie toma la piedra que está edificada
en la pared. Sin embargo, la piedra amontonada se puede transportar fácilmente.

El propósito de Dios no es tener una reunión de piedras, un montón de rocas. Él quiere tener
su hogar. Para esto, las piedras necesitan ser construidas, amalgamadas y unidas en la
construcción; por lo tanto no es el tamaño o la cantidad de piedras lo que importa, sino el
edificio.

Dios no puede habitar entre un montón de piedras. Debido a esto, muchas iglesias tienen la
presencia de Dios, pero aún no son la morada de Dios. Cuando nos convertimos en el hogar de
Dios, su presencia siempre se manifiesta en el edificio.

3. Las piedras deben ser cinceladas

A medida que salimos y recogemos muchas piedras a través del evangelismo, ahora nuestro
edificio está lleno de piedras, pero aún no están listas para la edificación. En este punto

16
Curso de Entrenamiento de Líderes

necesitamos el tercer elemento: el ministerio de enseñanza. En este trabajo necesitaremos


romper algunas piedras y tallar otras para eliminar los bordes ásperos, y el ministerio que hace
esto es el de la enseñanza. Necesitamos enseñar y discipular mutuamente, porque en la casa de
Dios todo se hace por reciprocidad.

La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a


otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e
himnos y cánticos espirituales. CL 3:16

Un problema importante es cuando el discipulado se convierte en una relación exclusiva y


controladora. El discípulo acepta solo ser enseñado y exhortado por su discípulador, y el
discípulo a su vez no admite que nadie instruya a su discípulo.

Cuando formo parte de la edificación de una célula, debo aceptar que un hermano me exhorte,
incluso si sabe menos que yo. Necesito recibir consejos de otro, incluso si él no es el líder o
pastor. En el texto de Colosenses, Pablo enseña que en la casa de Dios nos instruimos
mutuamente; es decir nos enseñamos mutuamente. Pero hay quienes sólo aceptan aprender con
el discipulador. En la misma carta, Pablo dice que también debemos aconsejarnos unos a otros,
sin embargo hay quienes solo aceptan el consejo del pastor y no obstante dentro de la oficina
pastoral. Cuando hablamos de enseñanza, tomamos en cuenta la enseñanza de una familia, en la
que cada uno es edificado por el otro en el amor. Si no enseñamos a los hermanos, no estarán
listos para ser edificados. Para ser construida, cada piedra debe tener un cierto tamaño, forma y
textura. Y el patrón que cada piedra debe seguir es el de la piedra angular, es decir, el Señor Jesús.
Es la piedra angular a la que todos los demás deben alinearse.

Pero el Señor Jesús no es solo la piedra angular, también es la piedra de la esquina. La piedra
angular fue la primera piedra donde descansaba todo el edificio, pero la piedra de la esquina fue
la que se colocó para dar la plomada y la dirección del edificio. Por lo tanto es el Señor quien
determina la base y el sostenimiento de cada piedra viva. Recuerde que todos somos piedras
vivas y constructores al mismo tiempo.

4. Las piedras deben estar encajadas

Una vez que las piedras estén listas, ahora necesitamos el cuarto ministerio, que colocará cada
piedra en el lugar correcto y las unirá para que cada una tenga una buena relación y esté conectada
entre sí. Este es el ministerio pastoral.

Todos debemos cuidarnos unos a otros y debemos tener en cuenta que cada piedra se construye
en su propio lugar. Además estas piedras necesitan mantenimiento y cuidado para que siempre
se mantengan en buenas condiciones.

5. Control de calidad

El ministerio profético es el último elemento necesario para la construcción de la casa de Dios,


es el responsable del control de calidad. Cuando construimos, debemos asegurarnos de que el

17
Curso de Entrenamiento de Líderes

edificio se ajusta al proyecto. Este es un trabajo de supervisión. Y si nos damos cuenta de que
estamos edificando de forma equivocada, debemos exhortarnos mutuamente. Si alguien, por
ejemplo, está construyendo fuera del plano, necesitamos traerlo de regreso. Por otro lado, si
estamos haciendo todo bien, el ministerio profético confirma el trabajo realizado y nos motiva
a hacer lo que aún falta.

Cada edificio es un lugar aparentemente muy desordenado, mucho ruido, muchas herramientas
dispersas y puede ser muy agotador. De hecho podemos lastimarnos mientras construimos, por
lo que nos desanimamos. En este momento, el ministerio profético llega para consolar, ya que
tiene tres funciones: exhortar, edificar y consolar.

Una de las razones por las que muchos se cansan y se desaniman al construir una célula es porque
olvidan que cada célula es como un edificio. Y pocas cosas son tan motivadoras como edificar
un edificio, pero también tan cansadas y estresantes. El trabajo casi nunca ocurre a tiempo o en
la calidad esperada. Necesitamos hacer correcciones constantes y eso nos desanima; por lo tanto
necesitamos un ministerio profético para recordarnos que estamos edificando una casa para
Dios. Nos alienta y nos motiva a continuar, porque cada trabajador de la construcción necesita
estímulo, especialmente los líderes.

Además la construcción no se puede hacer de manera descuidada, debemos supervisarla todo el


tiempo. Recuerde que cada creyente es tanto un constructor como una piedra viva. Si dejamos a
los creyentes del edificio sin supervisión y capacitación, no podrán terminar el proyecto.
También nos hace ver cuán serio y peligroso es el edificio de la iglesia. La construcción incorrecta
puede desmoronarse y dañar a muchas personas. De hecho, cada edificio es un lugar peligroso.
Hay riesgos en todas partes y si no sabemos cómo construir, podemos lastimar y herir a muchas
personas. Conozco muchas piedras que han sido dañadas por constructores descuidados y como
resultado debemos invertir mucho tiempo para que vuelvan a encajar en el edificio.

Otro aspecto importante es que sin supervisión, los trabajadores se vuelven perezosos. La
construcción es un lugar donde a los trabajadores les gusta detenerse para hablar. Si los enviamos
por más piedras, huyen del trabajo. Por otro lado, puede ser que los trabajadores estén muy
motivados pero no muy hábiles y terminen rompiendo las piedras, dejándolos inutilizables para
el edificio. Todo esto sucede por falta de supervisión y capacitación. Para que el proyecto se lleve
a cabo, necesitamos supervisores. Es su responsabilidad entrenar, equipar y también verificar
que el trabajo se realice correctamente. El trabajo de supervisión es un tipo de ministerio
profético.

Pablo dice que el trabajo de edificación es realizado por todos los creyentes, pero los creyentes
son entrenados por los cinco ministerios: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.
Estos ministerios pueden ser vistos como personas o como disciplinas que deben ser ministradas
a todos los creyentes para que la obra del ministerio suceda. De una forma u otra, siempre
tendremos hermanos que actuarán en los ministerios, incluso si no tienen título. Lo importante
no son los títulos, sino la realidad del edificio.

18
Curso de Entrenamiento de Líderes

6. ¿Cómo cooperar en la construcción de la iglesia?

a) Necesitamos reunirnos.

No tiene sentido hablar de construcción si somos individualistas y aislados. La reunión es


extremadamente importante para la edificación del cuerpo. Cuando estamos en Cristo,
necesitamos otros miembros del cuerpo. Cuando nacemos de nuevo, desarrollamos un
sentimiento profundo de que necesitamos a los demás y que no podemos vivir aislados de otros
hermanos. Juan dijo que el que es nacido de Dios ama a sus hermanos. Sería una gran
contradicción decir que amamos a nuestros hermanos y no queremos estar con ellos. El amor
siempre resulta en comunión.

A veces me pregunto si algunas personas realmente nacieron de nuevo. Viven como si


simplemente hubieran cambiado de religión. Este cambio de religión sin cambio de vida puede
ser muy doloroso.

No tienen una nueva vida en su espíritu y sin embargo, están obligados a vivir de nuevo. Esto
es muy doloroso y extremadamente difícil. Es como pedirle a un perro que vuele. Si un perro
pudiera recibir la vida de un pájaro, no necesitaría ninguna orden para volar, simplemente volaría
espontáneamente. Necesitamos darnos cuenta de que nacemos de nuevo y recibimos a la
persona de Cristo dentro de nosotros. Ahora el Cristo que habita en él simplemente se siente
atraído por otros que tienen el mismo Cristo, el mismo tipo de vida. Es algo completamente
espontáneo. Es posible que tengamos muchas dificultades en la vida diaria, falta de tiempo y
momentos difíciles, pero siempre habrá en el corazón del renacido de Dios un anhelo de
comunión, de la reunión de los santos.

b) Necesitamos crecer en el Señor

En 1 Pedro 2: 2 y Efesios 2:21 y 4:15, vemos claramente que la edificación de la iglesia solo es
posible por el crecimiento de los miembros.

Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es,
Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que
se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento
para ir edificándose en amor. Efesios 4:15-16

Solo un cuerpo adulto puede expresar adecuadamente al Señor. Necesitamos lidiar con nuestro
pecado, nuestra mundanalidad y nuestro ego. Para crecer necesitamos estar llenos de la vida de
Cristo. Cuando estamos llenos del Señor y ministramos al Señor, entonces la vida abundante de
Cristo se manifiesta. Todo lo que necesitamos es que la vida fluya para crecer. Llegar a la madurez
es un requisito básico para que todos los santos edifiquen la iglesia.

c) Necesitamos funcionar como ministros

19
Curso de Entrenamiento de Líderes

Todos somos ministros y todos somos miembros del cuerpo. Si somos ministros, necesitamos
ministrar al cuerpo y si somos miembros, debemos funcionar de acuerdo con el don que el
Espíritu nos ha dado. Si no puede funcionar correctamente, esto puede ser una señal de que aún
no creció lo suficiente. Sin crecimiento no sabemos cómo funcionar, por lo que la primera
condición para edificar es el crecimiento.

d) Todos necesitamos hablar y compartir

En la vida de la célula, hablar es fundamental. Recuerde siempre que no formamos un grupo


pequeño, sino que edificamos iglesias en células. La célula edificada adecuadamente es una
expresión de la iglesia. En la reunión de celebración no podemos hablar, pero hablar en la célula
es una forma de edificar la casa de Dios. Si no hablamos, no crecemos, ni podemos ministrar
según nuestro don. Sin embargo, debemos tener cuidado para no tener conversaciones negativas.

Hay varios tipos de discursos negativos que destruyen en lugar de edificar. El primer tipo es el
chisme, no hace falta decir cuán destructivos pueden ser los chismes. Otra conversación
extremadamente destructiva es la crítica. No deberíamos tener palabras de crítica en nuestras
células. Incluso cuando necesitamos criticar, debemos hacerlo positivamente. Siempre recuerde
que es por boca que se propagan la mayoría de las enfermedades y no es diferente en la vida
espiritual.

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Curso de Entrenamiento de Líderes

Visión de Células

Clase 3
La obra de cada ministro
La palabra de Dios declara que debido a la obra consumada de la cruz fuimos hechos reyes y
sacerdotes (Ap. 1.6; 5.10; 1 P. 2.9). La palabra "sacerdote" también significa "ministro". Cada
creyente es un ministro. ¿Y cuál es el trabajo del ministro? Es la obra del ministerio. La Carta a
los Efesios nos da la respuesta:

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros,


pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo. Efesios 4:11-12

El texto dice que los cinco ministerios se establecieron en la iglesia con el fin de perfeccionar a
los santos para la obra del ministerio. Versiones actualizadas dicen: "[...] para el desempeño de
su servicio". Hay un trabajo que todo creyente debe hacer y es el trabajo del ministerio.

1. Ministros y su servicio.

Cada creyente es un ministro y su servicio es edificar el cuerpo de Cristo. Todos hemos sido
llamados a edificar el cuerpo de Cristo, que es la iglesia.

El centro del corazón de Dios es su familia, su casa. Sin embargo para tener una familia, los hijos
deben ser engendrados, por lo que todo el trabajo de la iglesia tiene como objetivo engendrar y
cuidar a los hijos. Dios desea tener muchos hijos semejantes a Jesús

Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos
conformes a la imagen de su H ijo, para que él sea el primogénito entre muchos
hermanos. ROMANOS 8:29

Hubo un tiempo en que el Señor Jesús era el unigénito, pero ahora se ha convertido en el
primogénito. En 1 Corintios 15:45, dice que como fue el primer Adán, también lo son el resto.
Y como es el último Adán, también lo son los otros que proceden de Él. Somos hechos hijos
como el mismo Señor Jesús, porque la Gloria de Dios nos es restaurada por el Espíritu Santo
que habita en nosotros. Los muchos hijos semejantes a Jesús forman la iglesia. Por lo tanto la
iglesia es el centro del corazón de Dios, pero al estar formada por hijos, solo puede ser edificada
engendrando hijos.

En el texto de Efesios, vemos que el Señor ha dado apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y
maestros a la iglesia con un solo objetivo: el perfeccionamiento de los santos para la obra del
ministerio. En la versión actualizada, dice: "[...] para el desempeño de su servicio".

Servicio y ministerio son lo mismo. Pero, ¿cuál es el trabajo del ministro y cómo está capacitado?

21
Curso de Entrenamiento de Líderes

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros,


pastores y maestros. EFESIOS4:11

Estamos acostumbrados a pensar en estas funciones en términos de posiciones. A menudo


asociamos estos ministerios con algún tipo de jerarquía eclesiástica. Pero, eso no es lo que el
Señor quiere mostrarnos. La palabra "perfecto" en el original significa "entrenar". Por lo tanto,
podríamos decir que Él ha dado apóstoles, profetas, evangelistas, pastores, maestros para el
entrenamiento de los santos.

¿Para qué tenemos apóstoles en la iglesia? Para el entrenamiento de los santos. ¿Entrenar a los
santos para qué? Hacer servicio apostólico.

¿Para qué tenemos profetas en la iglesia? La respuesta una vez más es: entrenar a los santos.
¿Pero para entrenar a los santos para qué? Hacer lo que hacen los profetas: profetizar.

¿Por qué tenemos evangelistas en la iglesia? La respuesta no puede ser otra: entrenar a los santos.
¿Entrenar a los santos para hacer qué? Para evangelizar, obviamente. Y pensamos que el
evangelista sería el que ganaría toda la ciudad por su cuenta. No es así, el evangelista por supuesto
también evangeliza, pero su trabajo principal es entrenar a los santos para evangelizar.

¿Por qué tenemos pastores en la iglesia? La respuesta de Pablo es: entrenar a los santos. ¿Y
entrenarlos para qué? Para hacer el trabajo de pastoreo.

Y finalmente, ¿por qué tenemos maestros en la iglesia? Obviamente, para enseñar. Pero el
maestro les enseñará a los santos algo que luego se pasarán unos a otros. En la vida de la iglesia
nos instruimos mutuamente.

El nombre de los entrenadores solo apunta a la materia de la que son responsables de enseñar a
los miembros. El servicio ministerial de cada creyente requiere que esté entrenado para
profetizar, evangelizar, pastorear, enseñar y ser enviado. Esta es la obra del ministerio para la
cual cada creyente debe ser entrenado. Por lo tanto, para hacer el trabajo del ministerio,
necesitamos al menos cinco materias enseñadas por cinco entrenadores.

La idea común acerca de estos cinco ministerios es como si fueran departamentos de la iglesia.
Entonces hay un departamento de evangelismo, un departamento de enseñanza, etc. Cada
miembro elige participar en el departamento que considere más coherente con sus habilidades,
por lo que el trabajo estará listo.

Sé que esta es la idea predominante: el concepto de que todos hacen una parte del trabajo y al
final todos juntos hacen todo el trabajo. Esta es la visión departamental moderna en la que todos
hacen un trabajo como en una línea de montaje. Esta visión surgió en la Revolución Industrial y
alcanzó su punto máximo con la producción en serie, donde cada uno realizó una pequeña parte
del trabajo de ensamblaje. Pero esa no es la idea del Nuevo Testamento. Cuando tenemos un
hijo espiritual, debemos guiarlo a través de todo el proceso representado por los cinco
ministerios.

22
Curso de Entrenamiento de Líderes

Creo que estos entrenadores son expertos, pero el trabajo de cada creyente no está especializado
de esta manera. El trabajo de cada creyente es ganar como evangelista, consolidarse como pastor,
construir o discipular como maestro y luego ser enviado como apóstol.

Los cinco ministerios no están formados para hacer el trabajo en lugar de la iglesia, sino son los
entrenadores que ayudarán a cada miembro a hacer el trabajo o servicio del ministro. Intente ver
estos ministerios como cinco materias que forman parte del currículo de capacitación de cada
creyente. Cada creyente necesita ser entrenado en estas cinco áreas.

Estas cinco tareas constituyen el desempeño del ministerio o el servicio de cada creyente. Los
apóstoles, los evangelistas, los maestros y los pastores están entrenando a los santos. ¿Para qué
estás entrenando? Para el servicio ministerial. Pero, ¿qué es el servicio ministerial? Es ganar almas
como el evangelista gana, enseñar como enseña el maestro, pastorear como el pastor, profetizar
como profeta y ser enviado como apóstol. Este es de hecho el servicio de edificación de los
santos.

Uno podría pensar que si dividimos el trabajo en la iglesia para que todos hagan una sola tarea,
el rendimiento final sería mucho mayor. La práctica ha demostrado, sin embargo, que esto no es
cierto. Las iglesias que funcionan así se atascan en el proceso. Supongamos, por ejemplo, que en
nuestra iglesia entrenamos a un grupo para evangelizar y decimos: “Tu trabajo es ganar. Solo
harás eso. Otro grupo será un experto en consolidación y eso es todo lo que harán. No ganarán
a nadie, solo alimentarán y consolidarán a aquellos que gane el grupo de evangelistas. Que va a
pasar si el primer grupo no gana, el segundo no podrá trabajar, ya que no habrá nadie para
consolidar. ¿Y qué hay del grupo de maestros? No tendrán su salón de clases porque nadie ha
sido ganado o consolidado. Si un enlace falla, todo el proceso se atasca. La visión departamental
no es el deseo de Dios.

Los ministerios están aquí para entrenar a los santos y el propósito de tal entrenamiento es
edificar la iglesia. Pero, ¿Cuál es exactamente el servicio de cada creyente en la práctica? En pocas
palabras, el trabajo de cada creyente es ganar, consolidar, edificar, entrenar y enviar.

Comprendamos lo que significa ganar, consolidar, edificar, entrenar y enviar. Ganar es el papel
del evangelista. Consolidar es el papel del pastor. La formación es el papel del maestro. La
edificación es la función del profeta y el envío es la obra del apóstol (la palabra "apóstol" significa
"enviado").

La descripción de Efesios 4 es por el orden de importancia, pero me gustaría presentar la misma


descripción en el orden natural, como lo hace en el proceso de capacitación de un ministro.

a) Evangelista – ganar almas

La primera parte del trabajo de cada ministro es ganar almas. Esto nos lo muestra el ministerio
del evangelista. Está escrito que el trabajo del ministerio de cada creyente incluye evangelizar.
Por lo tanto, nadie puede justificarse por decir que no evangeliza porque no tiene el don de

23
Curso de Entrenamiento de Líderes

evangelista. Hay algunos que tienen el don, pero todos deben evangelizar. Es probable que
aquellos que tienen el don lo hagan con valentía o de manera espontánea, pero cada creyente
puede tener hijos en el reino de Dios.

El evangelismo no es una cuestión de don, es una cuestión de trabajo ministerial. Si usted es


ministro, está escrito que debe ganar almas. El trabajo del ministro comienza con ganar personas.

b) Pastor - consolidar

Una vez que ganamos personas, necesitamos pasar a la obra del segundo ministerio. Cada
creyente debe consolidar al que ha ganado. Este es el aspecto del trabajo pastoral. Cada pastor
es un entrenador y como tal, está aquí para capacitar a los creyentes para que cuiden o alimenten
a los hijos recién nacidos.

c) Profeta - para edificar

El tercer aspecto es que cada creyente debe ser entrenado como profeta. En 1 Corintios 14: 3,
Pablo habla sobre la función del profeta. Para muchos, el profeta predice el futuro, pero no
necesariamente es así. El Profeta solo tiene revelación del futuro si es necesario para edificar,
exhortar y consolar. Profeta es el que edifica, exhorta y consuela. Un hermano está desanimado,
cansado y dispuesto a rendirse. El Señor usa otro para decirle: “Hermano, permanece en el Señor,
porque al final serás recompensado, esta pelea es solo momentánea, persevera, porque Dios tiene
una gran obra para ti ". Al hacerlo, el ministro edificará proféticamente a su hermano.

El profeta es el que habla de Dios. Por lo tanto, todos debemos ser profetas del Nuevo
Testamento. Todo creyente debe ser un profeta. No todos los creyentes tendrán el don de
sanidad, el don de discernimiento de espíritus, el don de la fe, de milagros, pero cada creyente
debe profetizar. Pablo no dijo que profetizar era solo un regalo, sino un asunto que debemos
aprender para el desempeño de nuestro servicio.

Todos fuimos hechos sacerdotes en el Nuevo Testamento. Pero lo que pocos saben es que el
ministerio profético y el ministerio sacerdotal son dos caras de la misma moneda. ¿Qué es un
sacerdote? Él es quien va delante de Dios en nombre de los hombres. ¿Qué es el profeta? Es él
quien va a los hombres para hablar de parte de Dios. Pero los hombres solo pueden dar el
mensaje de Dios si estaban delante de Dios. ¿Y quién estaba delante de Dios? El sacerdote Es
por eso que Pablo dijo que todos pueden profetizar (1 Cor. 14:31).

En el Nuevo Testamento, los que se llaman sacerdotes también pueden profetizar. Somos la voz
profética en el mundo de hoy. Cuando me refiero a nosotros, no solo uno tiene el título de
profeta. Voz profética hoy es la iglesia, todos los creyentes. Todos deben profetizar. Profetizar
es hablar de Dios, hablar lo que Dios tiene que decir a esta generación y he visto a muchos
hermanos haciéndolo tan simple.

En el Antiguo Testamento, Moisés dijo: "Si solo todo el pueblo del SEÑOR fuera profeta, el
SEÑOR les daría su Espíritu" (Números 11:29). Lo que era un anhelo en el antiguo pacto, hoy

24
Curso de Entrenamiento de Líderes

se ha convertido en realidad. La iglesia es una nación de sacerdotes que pueden profetizar.


Necesitamos entrenar a la iglesia para esto, para actuar como profetas del Nuevo Testamento.

d) Maestro - entrenar o discipular

El cuarto momento de nuestro trabajo es el entrenamiento. Este trabajo nos enseña el maestro.
Después de ganar y consolidar a alguien, debes entrenarlo. Obviamente, esta capacitación es para
que el nuevo convertido pueda realizar estas cuatro fases del proceso de engendrar.

Es natural que en el proceso algunos hagan algunas cosas mejor que otros. Es posible que
algunos, por ejemplo, sean demasiado buenos para profetizar y no tanto para consolidar, pero
nada los justifica de consolidar. Una persona puede ser mejor en el entrenamiento y por lo tanto,
le gusta ejercer mejor esta parte del ministerio, pero nada le impide de evangelizar. Si ella ganó
una vida, debe llevarla hasta el final. Esta es la obra del ministerio.

Cuando afirmamos que cada creyente es un ministro, estamos declarando que cada creyente debe
aprender a hacer estas cuatro partes del trabajo. Solo así se edifica el cuerpo de Cristo.

Sabemos que depende de todos los miembros hacer las cinco tareas, pero ¿Dónde quedan los
dones? La Biblia dice: "¿Hablan todos en lenguas, son todos apóstoles?" Por supuesto que no.
Pero debes entender que el contexto es diferente. En Efesios se habla de una obra que deben
hacer todos los creyentes, mientras que Corintios habla de los dones que Dios da a los creyentes,
de acuerdo con el criterio de su gracia, dirigidos al servicio mutuo. Los dones son una manera
de servirse unos a otros, pero la obra del ministerio es para cada creyente.

e) Apóstol - enviar

La palabra "apóstol" significa "enviado". Esto nos muestra que la última parte del proceso es
enviar para hacer todo el proceso con otros.

¿Qué significa ser enviado? La idea tradicional es que la obra de Dios es solo lo que se hace en
los edificios de la iglesia. Sin embargo, la meta de Dios es enviarnos. Y nos envía a cada uno de
acuerdo con los dones, vocaciones y habilidades que nos ha dado. Por lo tanto, así como Dios
envía a un pastor, también quiere enviar a otros, como ingenieros, médicos, policías, jueces,
abogados, etc. Y estas personas no serán enviadas como misioneros a otras tierras, sino a su
campo profesional, a la vida de la ciudad.

Para la mayoría de los creyentes, ser fiel es tener una buena conducta moral y hacer algún trabajo
en la iglesia. Pocos entienden que el médico debe ser un médico para Dios, que el abogado debe
hacer su trabajo como ministro, que el profesor será un sacerdote y así sucesivamente. Hemos
considerado la obra de Dios solo lo que se hace dentro de los edificios de la iglesia y debido a
que hemos pensado de esta manera durante siglos, hoy es difícil aceptar este cambio de
mentalidad. No es que ahora crearemos un ministerio de abogacía dentro de la iglesia, sino que
ya existe un ministerio de abogacía donde deberíamos estar sirviendo a Dios.

25
Curso de Entrenamiento de Líderes

En ese sentido, cualquier cosa que hagamos, cualquier trabajo que hagamos, o cualquier
profesión que tengamos, será para Dios. Por supuesto, debemos haber sido llamados a realizar
tal profesión. Alguien dice, por ejemplo, que la llamaron para ser enfermera. El entendimiento
natural es que este llamado solo será válido si ella es una enfermera misionera en África. Sin
embargo, ella también puede ser enfermera aquí. Ella será una misionera enviada a su trabajo y
ganará almas para Dios.

¡Cuántos dueños de negocios se están perdiendo de ser empresarios para Dios y ganar una
recompensa por ello! Necesitamos enviar personas a los lugares donde están insertadas. Es
crucial que comprendamos que la misma unción que Dios pone en un pastor cuando lo envía,
pondrá a cada creyente cuando sea enviado. Como pastor, tengo un llamado diferente al de un
abogado; sin embargo, el Espíritu Santo es el mismo y Él es el autor. No tenemos idea de la
revolución que sucederá cuando cambie la mentalidad natural de los santos y hayamos enviado
profesionales cristianos.

Cada creyente debe ser enviado a lo que fue llamado, el problema es que no todos tienen una
convicción de su llamado. Creo que si les preguntamos a los hermanos de la iglesia si trabajan
en su profesión por un llamado, muchos dirán: “No, lo hago porque no he tenido la oportunidad
de hacer nada más. Lo hago porque mi padre me obligó a hacerlo". O más probablemente, "lo
hago porque da dinero, pero lo que realmente quería hacer era otra cosa". Tendremos muchas
respuestas, pero no escucharemos a muchos decir que siguieron un llamado de Dios. Por lo
tanto, es probable que a medida que comencemos a edificar la iglesia en este nivel revolucionario,
muchos se involucren en las actividades a las que Dios los ha llamado. Dios tiene un llamado
para cada uno de nosotros y no todos serán pastores.

No es una pena tener un llamado para ser ingeniero, Dios llama a muchos a ser. El problema es
que no hay muchos ingenieros que sean ministros de Dios en su trabajo. Hay una mentalidad
malvada que solo los pastores están cumpliendo el propósito de Dios y haciendo su voluntad.

Lo primero que debemos hacer es enviar a los hermanos. Ponga sus manos sobre ellos y envíelos
para que puedan llevar el reino de Dios a donde están. Que sean testigos vivos y engendren vidas
para Dios donde trabajan.

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Curso de Entrenamiento de Líderes

LA VISIÓN DE LAS CÉLULAS


CLASE 4

LA VISIÓN DE ENGENDRAR Y DE HACER


La palabra de Dios, específicamente los evangelios tienen un punto central. Nos involucramos
demasiado en cosas secundarias e incluso periféricas, mientras que el punto central del Evangelio
es Cristo dentro de nosotros.

Desde la eternidad pasada, estaba en el corazón de Dios desear tener hijos. Dios tuvo la intención
de lograr este propósito a través de Adán, pero Adán pecó y el propósito de Dios fue pospuesto
momentáneamente. Pero hoy en Cristo su propósito se cumple.

Dentro de la visión celular, clasificamos las iglesias como iglesias de programas o iglesias en
células. Las iglesias de programa son todas iglesias cuyo propósito es hacer algo, realizar
actividades, es decir, sólo ejecutar programas. Las iglesias en células, por otro lado tienen otro
propósito. Su objetivo básico no es hacer programas, sino engendrar hijos y discípulos. Este es
el punto central de la visión de células, la base que respalda nuestra visión. Sin embargo, con el
tiempo, incluso las iglesias en células pueden orientarse a la actividad. Las células en sí mismas
pueden convertirse en solo un programa, una actividad más de la iglesia.

Por lo tanto, sólo distinguir entre iglesias en células e iglesias de programa no es suficiente para
alcanzar el centro del propósito de Dios. Hay un principio básico que sustenta los programas de
la iglesia, así como hay un principio fundamental en la base de la iglesia en células. La mentalidad
básica de la iglesia de programa es hacer algo para Dios, no hay preocupación con el propósito.
Por otro lado, en una iglesia en células, toda la atención se centra en edificar, multiplicar y cuidar
el uno al otro. Por lo tanto, hay dos principios, dos visiones de la obra de Dios: la visión de hacer
algo para Dios en lugar de la visión de engendrar a alguien para Dios.

Por supuesto, no estamos diciendo que está mal hacer cosas para Dios. No es una cuestión de
bien o mal, de conflicto entre lo pecaminoso y lo sagrado. Para nosotros, es una cuestión de
paradigma de modelo. Suponemos que los que hacen cosas y los que engendran hijos desean
agradar al Señor. La gran pregunta es cuál de los dos paradigmas logra el objetivo de complacer
el corazón del Padre. Quienes hacen cosas y promueven actividades hacen cosas loables, obras
de misericordia, servicio, artes y otros logros. Aquellos que hacen cosas para Dios desean algo
bueno e incluso loable. Es una forma de ver la relación con Dios siempre basada en hacer cosas
por el Señor, creen que solo complacen a Dios cuando hacen cosas por él.

En oposición a este modelo, algunos entienden que en el corazón de Dios está engendrar hijos.
No es que ya no hagan cosas, pero las cosas que hacen no son un fin en sí mismas, solo un
medio de engendrar más hijos para Dios. Estos dos paradigmas se oponen entre sí y se enfrentan

27
Curso de Entrenamiento de Líderes

en la Palabra de Dios. Este contraste se puede ver en los tres comienzos promovidos por Dios
en Génesis.

1. El primer comienzo de Dios

Al principio, Dios creó al hombre, lo bendijo y dijo: "Sé fructífero, multiplícate y llena la tierra".
Dios les ordenó que fueran fructíferos. Es como si el Señor le dijera a Adán: “Quiero tener hijos.
Te creé para ser mi hijo y te daré la posibilidad de transmitir a tus hijos la imagen que te puse ".

Dios pretendía que Adán comiera del árbol de la vida y así recibiera dentro de sí la naturaleza
divina. De esta manera sus hijos tendrían la semejanza de Dios. Sin embargo, Adán pecó y ya no
podía transmitir la imagen de Dios, sino la imagen de la caída. En Génesis 5: 3 leemos: "Adán
vivió ciento treinta años y engendró un hijo según su semejanza, según su imagen". El hijo de
Adán ya no era la semejanza de Dios, era la semejanza del mismo Adán. Porque al pecar, Adán
perdió la imagen de la gloria de Dios.

En el Edén, Adán y Eva estaban vestidos con la gloria de Dios, pero el día que pecaron,
perdieron su gloria. Por lo tanto, el autor de la Carta a los romanos dice que todos han pecado
y han sido destituidos de la gloria de Dios. Perdieron esa gloria.

La consecuencia de la caída fue la pérdida de la imagen divina. Al caer, el hombre fue


contaminado por el pensamiento de Lucifer, recibiendo la semilla del diablo y ahora ya no le
preocupa cumplir el propósito de Dios. Tu preocupación ahora es otra, es tener logros y acciones
para recibir el reino, el poder y la gloria por ti mismo. El hombre ahora quiere un puesto, un
título de honor y eso es lo que vemos en el curso de la narración bíblica.

Los capítulos 4 y 5 de Génesis nos dan una imagen de dos generaciones de hombres de Adán:
los descendientes de Caín y los descendientes de Set. Estas dos generaciones representan dos
tipos de hombres y dos paradigmas diferentes: hacer y engendrar.

Con respecto a Caín, la Palabra de Dios dice que tuvo hijos, pero lo principal de su generación
es que hicieron cosas, fueron grandes triunfadores. En el versículo 17 del capítulo 4, aprendemos
que Caín construyó una ciudad, evidencia de su habilidad extrema. Él construyó una ciudad para
su hijo, que requiere habilidad, talento, trabajo y mucha creatividad.

La narración continúa hasta llegar a Lamec (v. 19). Este hombre tenía dos esposas, Ada y Zila.
Ada dio a luz a Jabal, el padre de quienes viven en tiendas y tienen ganado. El texto dice que él
era el padre, pero el padre de los que hacen algo. El énfasis no está en los hijos, sino en su
capacidad, en lo que producen.

Luego, en el versículo 21, leemos sobre Jubal, el padre de los que tocan el arpa y la flauta, los
que trabajan en el arte y la diversión. ¿Puedes ver la habilidad de estas personas? Además de
ellos, leemos en el versículo 22 sobre Tubal-caín, quien fue un artífice, alguien que además de
tener habilidad artística, también dominó la técnica artesanal. Artífice es una mezcla de artista y
artesano. Era experto en producir obras de arte de bronce y hierro, así como armas afiladas.

28
Curso de Entrenamiento de Líderes

Si vivieran en nuestros días, estas personas estarían en las portadas de las revistas, logran grandes
cosas y hacen grandes obras. Todo digno de mención. Son los descendientes de Caín. Su valor
es únicamente esto, lo que hacen. El texto bíblico no dice cuánto tiempo vivieron, lo que indica
que estaban muertos para Dios, solo registra lo que lograron.

En oposición a la descendencia de Caín en el capítulo 5, encontramos la generación de Adán a


través de Set. Con respecto a esta generación, no se dice que hayan hecho o logrado nada. Ellos
solamente engendraron hijos.

Vea lo que dice el capítulo 5, versículo 4: “Después de engendrar a Set, Adán vivió ochocientos
años; y tuvo hijos e hijas ". ¡Es increíble! En el versículo 7, encontramos que “después de
engendrar a Enós, vivió setecientos siete años; y tuvo hijos e hijas". Lo mismo se ve en el
versículo 10: “Después de engendrar a Cainán, Enós vivió ochocientos quince años y tuvo hijos
e hijas ". Este patrón se repite para toda esa generación. Simplemente vivieron y engendraron
hijos. Mencionar su edad en oposición a la generación de Caín indica que vivieron a los ojos de
Dios.

Quizás se pregunte que Enós y Noé también hicieron cosas por Dios. De hecho, sobre Enós se
dice que a partir de él se comenzó a invocar al Señor. Sin embargo, invocar y orar no se
consideran nada a los ojos de la generación de Caín. Incluso entre los cristianos, existe esta
mentalidad: Una vez un hermano fue a la casa de un pastor en busca de ayuda. Cuando llegó, le
preguntó al pastor: "¿Estás haciendo algo?" El pastor le respondió: "Estoy orando". Ante la
respuesta, el hermano respondió: "Bueno, como no estás haciendo nada, podrías venir conmigo
para resolver un problema". Esta es la mentalidad de Caín, por quien la oración no es hacer algo.

Sin embargo, en las generaciones de Adán, había alguien que realmente hizo algo por Dios: Noé.
Resulta que incluso hacerlo no se debió a un trabajo, programa o logro artístico o ministerial. El
trabajo de Noé tenía la intención de traer salvación, no trabajar como un fin en sí mismo. ¿Crees
que lo que hizo Noé tuvo algún valor para la generación de Caín? Incluso podemos imaginar a
Jabal interpretando su último modelo de carpa, Jubal dando un concierto con su última sinfonía
para arpa y flauta, y Tubal-caín exhibiendo su obra de arte de bronce. Se vuelven hacia Noé y le
preguntan: "¿Cuál es tu logro?", Y Noé dice seriamente: "Estoy construyendo un arca". "¿Pero
por qué?", Preguntan. “Porque vendrá una gran inundación y seremos salvos en el arca”. Mueven
la cabeza con una mirada extraña, como si dijera: “¡Pobre hombre! Invertir la vida en algo sin
valor".

Esta es la actitud de la generación de Caín. Cuando decimos que nuestro trabajo es construir una
gran arca, los de mentalidad de Caín se ríen de nosotros. El arca es en realidad un símbolo de la
iglesia, que se conservará en el Día del juicio de Dios. Finalmente, me preguntan si solo soy
pastor o si también trabajo. Quien vive para engendrar es siempre despreciado por la generación
de Caín.

Observe cómo las amas de casa son tratadas de la misma manera. Siempre hay alguien
preguntando: “¿Eres solo una ama de casa o también trabajas?” Engendrar y criar es algo que el

29
Curso de Entrenamiento de Líderes

mundo desprecia. Una mujer que decide abandonar una carrera para tener hijos se llama loca.
¿Cómo es posible dejar una carrera por los niños? Y los que han invertido sus vidas en criar hijos
son acusados de haber desperdiciado su propia existencia.

Hay dos tipos de mentalidades que impregnarán toda la Palabra de Dios. Por un lado, la
mentalidad de aquellos que quieren hacer algo por Dios. Por otro lado, la mentalidad de aquellos
que quieren tener hijos para el Señor. Tal vez estas diferencias todavía parecen muy abstractas,
pero créanme, hacen toda la diferencia. Todos debemos comprometernos a criar hijos, cuidarlos,
discipularlos y capacitarlos para que también tengan hijos propios. Esto no significa que no
necesitemos hacer cosas, porque ciertas actividades son esenciales para mantener la vida. Pero
no haga de las actividades el enfoque de su vida cristiana. Tener hijos, sí, es el centro de nuestras
vidas.

2. El segundo comienzo de Dios

Antes del diluvio el hombre cayó tanto que Dios tuvo que enviar juicio y destruir a toda esa
generación. Después del diluvio Dios hace un segundo comienzo. El primer comienzo fue con
Adán, el segundo viene con Noé.

Después de juzgar a toda la raza humana, Dios comienza de nuevo con Noé en el capítulo 9 de
Génesis. Y Dios le dijo a Noé: "Sé fructífero, multiplícate y llena la tierra" (Génesis 9.1).

Dios no cambia sus propósitos, diseños y pensamientos se mantienen de eternidad en eternidad.


Lo que se le dijo a Adán ahora se repite a Noé, porque Dios no cambia sus propósitos. Hoy nos
dice lo mismo, Dios nunca cambió el deseo de su corazón.

La generación de Noé tampoco respondió a Dios. A medida que sigamos a sus generaciones,
llegaremos a la Torre de Babel en el capítulo 11. Dios dijo: "Multiplica, se fructífero y llena la
tierra". Para llenar la tierra, tiene que extenderse sobre ella. Sin embargo, encontramos a los
hombres de Babel haciendo algo frontalmente contrario al propósito de Dios. Dijeron entre
ellos: "Vengan, construyamos para nosotros una ciudad y una torre, la cima de la cual llegue a
los cielos y hagamos famoso nuestro nombre, para que no seamos dispersados por toda la tierra"
(Génesis 11: 4).

Observe el mismo espíritu de Caín actuando de nuevo. Dios le ordena al hombre engendrar
hijos, pero su reacción es hacer algo. La Torre de Babel tenía un propósito místico y esotérico,
ya que su objetivo era tocar los cielos. Babel es el surgimiento de la religión predominante de las
grandes obras. Su concepto se desarrolla en el curso de la Palabra de Dios y al final se convierte
en la gran Babilonia descrita en Apocalipsis, un sistema religioso aborrecido por Dios. Dios
aborrece este sistema religioso que comenzó en Génesis, el principio de Babel, de hacer las cosas
para tener un nombre, la visión de ser famoso y reconocido no por la descendencia; sino por los
grandes logros.

30
Curso de Entrenamiento de Líderes

Todos los que siguen el paradigma de hacer cosas deben admitir que en el fondo quieren ser
reconocidos. Si los cantantes fueran colocados para cantar en nuestros servicios entre la gente,
pronto se desanimarían y dirían que la iglesia no reconoce su ministerio. El reconocimiento para
los discípulos de Babel es tener el nombre conocido y publicado; sin embargo Babel es lo opuesto
al mover de Dios.

3. El tercer comienzo de Dios

El comienzo de Dios fue primero con Adán, quien cayó. El segundo fue con Noé, que resultó
en Babel. Ahora Dios llama a Abraham y le dice:

Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás


bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y
serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Gn.12:2-3

Dios le dice a Abraham lo mismo que les dijo a Adán y Noé, pero en otras palabras. Más bien,
el Señor dijo: "Te bendigo", pero esta vez Dios le dice a Abraham: "¡Sé una bendición! ¿Quieres
ser una bendición, Abraham? A través de ustedes todas las familias de la tierra serán benditas”.

Abraham entendió lo que significaba la declaración de Dios. Sabía que ser una bendición para
toda la tierra significaba tener hijos. El mismo nombre Abram significa "Padre exaltado", y el
nombre recibido más tarde, Abraham, significa "Padre de multitudes". El que está llamado a ser
padre de naciones obviamente debe tener hijos. Al darle un nombre, Dios le reveló a Abraham
su corazón, lo que estaba en su mente. Era como si Dios dijera: “Abraham, te llamé para que
seas padre. No te llamé para hacer algo, sino para ser fructífero”.

¿Qué hizo Abraham toda su vida? Nada ¿Cómo bendeciría Abraham a las familias de la tierra?
¿Haciendo un trabajo extraordinario? ¿Cómo sería Abraham una bendición para las familias de
la tierra? El único camino de Dios fue a través de su hijo. Al mirar la historia de Abraham,
veremos que su vida fue una lucha sobre cómo tener un hijo. ¿Abraham tendrá un hijo o no?
¿Te imaginas a un hombre que ha estado esperando un hijo toda su vida?

Según el pensamiento de hoy, el llamado de Dios a Abraham se vería así: “Abraham, el diablo
está construyendo una gran torre en Babel. Quiero que vayas y construyas una más grande para
mí".

El concepto de Babel dice que para honrar a Dios tenemos que hacer algo más grande y mejor
que el mundo, pero en el concepto de Dios ni siquiera estás haciendo, sino engendrando.

La orden dada primero a Adán en el Jardín del Edén, luego a Noé en Génesis 9 y a Abraham en
Génesis 12, es la misma que recibimos hoy. Dios quiere lo mismo de nosotros. No ha cambiado,
sigue deseando tener hijos.

El llamado de Dios a Abraham fue solo para que él tuviera un hijo. Parece cruel llamar a alguien
para tener un hijo cuando esa persona ya es anciano y su esposa es estéril. Quizás Abraham

31
Curso de Entrenamiento de Líderes

pensaría: "Dios, dime qué quieres que haga y lo haré, pero no me pidas un hijo, porque no puedo
engendrarlo".

Es el mismo principio que vemos hoy en la iglesia. Dios no nos ha llamado a hacer cosas, sino a
dar a luz hijos. Cuando le preguntamos a un pastor cuántos miembros hay en su iglesia, se ofende
y dice: "No tengo poder para convertir a nadie". En otras palabras: "No está en mí el poder de
tener hijos".

Pero nadie debería ofenderse por esta pregunta. Al igual que Abraham, hemos sido llamados a
ser padres de naciones y como él no podemos engendrar por nosotros mismos, pero si tenemos
fe como él, Isaac seguramente vendrá y con él muchas naciones.

Hacer cosas es mucho más fácil que ser padre. Engendrar hijos nos trae presión, hacer cosas
solo trae cansancio. Engendrar hijos nos obliga a depender de Dios, pero muchos hacen las
cosas con su propia fuerza. Engendrar hijos requiere fe, hacer cosas solo requiere trabajo.

Muchos son acusados de querer hijos o una gran iglesia por mera vanidad. Nadie está más
acusado de ser vanidoso que el pastor de una iglesia grande. Ahora la Palabra de Dios dice que
la mentalidad de Babel es hacer que su nombre sea famoso. Sin embargo, es interesante ver al
Señor decirle a Abraham que haría grande su nombre (Gn.12: 2). Es como si Él dijera: "Abraham,
si tienes hijos, tus propios hijos exaltarán tu nombre". La pregunta no es si seremos famosos o
no, sino quién traerá esta fama. ¿Estás haciendo famoso tu propio nombre o Dios te está
magnificando? ¡Presta atención! Quien quiere hacer famoso su nombre hace cosas. Pero el que
engendra hijos espera que Dios magnifique su nombre a través de ellos.

Reconozco que podemos hacer cosas para Dios y podemos hacerlo con un corazón sincero y
correcto. No hay nada de malo en hacer las cosas, pero el énfasis no puede estar en lo que
hacemos. Este no es el centro del corazón de Dios.

Cuando tenemos hijos, asumimos el desafío de hacer lo que no podemos hacer nosotros mismos.
Nos hace dependientes de Dios y su gracia. Hacer cosas puede ser un entretenimiento, pero
engendrar discípulos requiere lágrimas y fe. ¿Qué sería más fácil? Que Abraham tenga un hijo o
¿construya una torre? Ahora imagino que es mucho más fácil construir una torre.

A veces les pregunto a los líderes de la iglesia local: "¿Alguna vez ganaron un alma?" Están en
crisis: "¿Cómo ganaré un alma? No tengo el poder de convencerlos del pecado” dicen. Lo que
no entienden es que el mandato del Señor no ha cambiado y sigue siendo el mismo. Dios quiere
que tengamos hijos.

Muchos se esconden detrás de hacer, no hay crisis por no tener hijos, ya que están haciendo algo
para Dios. Como si dijera: "Ya estoy haciendo algo para Dios, no me molestes". Hay algunos
que dicen en todas las letras: “Di lo que tengo que hacer y lo haré, pero no me envíes a ganar a
nadie. No tengo el poder de engendrar”.

32
Curso de Entrenamiento de Líderes

Al afirmar que no tiene el poder de engendrar, esta persona muestra que no conoce nuestro
verdadero llamado. Tenemos el poder de engendrar. La supuesta incapacidad de tener hijos para
Dios es la mentira del diablo. Hay mucha gente estéril en la iglesia, pero Sara fue sanada por
Dios.

Todos hemos sido llamados a tener hijos para Dios. La gente se desvía haciendo cosas debido a
la mentalidad de Caín y Babel. Queremos hacer muchos trabajos, pero solo una cosa que el Señor
nos ha pedido. Somos libres de hacer actividades, sin embargo, solo se necesita una cosa: tener
hijos con Dios.

Solo habrá cambio en el mundo si damos hijos a Dios. La lógica es simple: si las personas se
transforman, la nación se restaura. Algunos movimientos oran por la restauración del país y usan
1 Pedro 2: 9 como base para sus propósitos. La realidad, sin embargo, es que la nación santa es
el pueblo de Dios, no nuestra tierra natal. Ni siquiera Israel es la nación santa; sino la iglesia que
está compuesta de todos los hijos de Dios.

La nación santa de Dios es la iglesia. Ella es el pueblo de Dios, no es nuestra nación ni ningún
otro país. El otro día, le pregunté a un promotor de esta visión cómo será nuestro país cuando
tenga lugar esta restauración. Su respuesta me intrigó aún más, describió un país en los estándares
de Suecia o Suiza.

Ahora, cuando el país sea como Suecia o como Suiza, seguirá siendo una nación muerta que
necesita de Dios. Si Suecia o Suiza fueran el reino de los cielos, Jesús estaría reinando allí. De
hecho, la nación de Dios, la nación santa, está compuesta solo por los hijos de Dios. Nos importa
la nación, pero a Dios le importa la iglesia. Preocuparse por la restauración de la nación por sí
sola no cumple el propósito de Dios. Necesitamos ganar a los habitantes, predicar el evangelio
y engendrar hijos para Dios. Este es el anhelo que debe permanecer en nuestros corazones y
fortalecerse en los corazones de la iglesia.

Dios nos ha llamado a algo, pero el diablo trata de desviarnos a otras cosas. Busca enfocar nuestra
atención en cosas que, aunque no están mal, desvían nuestra atención del punto central. Sólo la
fructificación es lo fundamental en la vida cristiana. La iglesia debe orar y llorar como Raquel en
busca de hijos: "¡Señor, dame hijos o moriré!" (Génesis 30:1).

Abraham creyó cuando Dios dijo que sería el padre de multitudes. Al final, lo que contará son
las vidas.

No sirve de nada hacer grandes cosas y no mover el corazón de Dios. Es una ilusión realizar
obras sin el propósito de tener hijos. Muchos dedican toda su vida a esto. Nuestra dedicación
debe enfocarse en engendrar hijos, cuidarlos, hacerlos discípulos, reproducir en ellos la nueva
identidad de los hijos de Dios.

33
Curso de Entrenamiento de Líderes

Tengo treinta años de ministerio y he hecho muchas cosas en la iglesia. Sin embargo, nada de lo
que hice tenía el valor que imaginaba. Lo que fue valioso fueron los hijos que engendré y que
permanecen hasta el día de hoy como discípulos.

Nuevamente, no estamos en contra de hacer cosas y hacer actividades. Tenemos actividades,


pero no son el centro de nuestro trabajo. El centro de nuestro trabajo es criar hijos para Dios.
Por supuesto que hacemos muchas cosas necesarias. Tenemos que mantener y limpiar el edificio
de la iglesia, imprimir materiales de capacitación. Por supuesto, alguien debe detenerse para
escribir el texto y enviarlo a la imprenta. Se hacen muchas cosas y son necesarias, sin embargo,
no son un fin en sí mismo. Alguien necesita hacerlas y recibirá su recompensa por hacerlo, pero
el corazón de Dios solo se alegra cuando nace un hijo.

Es como la mujer que espera al hijo, ella se prepara, ordena la habitación del bebé. Si tiene algún
don en especial, seguramente lo pondrá en práctica. El padre pintará la habitación, hará la
decoración, de todos modos hay muchas cosas que hacer mientras espera al hijo. Sin embargo,
después del nacimiento del hijo, ¿alguien nota estas cosas? Si el niño no nace, ¿está todo bien?
¿No sería eso una gran frustración y un vacío terrible? Hay iglesias como esta. Limpian la
habitación, viven pintando cosas, haciendo juguetes y ropa, pero el hijo nunca viene.

Se espera reconocimiento en cada actividad, sin embargo este no es el fundamento de la iglesia;


sino la fructificación. El que engendra no espera reconocimiento ni alabanza, porque el
reconocimiento proviene de su propio hijo. La alegría del padre es escuchar al hijo: “Eres el
mejor padre del mundo, no hay padre como tú. El padre sabe que puede no ser cierto, lo cual es
una tremenda exageración, pero él está feliz y lleno de sí mismo. Entonces el niño crece y dice:
"Papá, quiero ser como tú". ¿Hay mayor alegría para un padre? La gloria del padre es que alguien
quiera caminar y ser como él.

No hay mayor alegría que escuchar a un discípulo decir cosas como: "Tú crees en mí, más que
yo". Cuando escucho, "¡He aprendido mucho de ti, mi vida se ha transformado!". Este
reconocimiento muestra a los hijos que he engendrado. Los hijos son mi gloria y mi alabanza,
ellos me motivan. No lo dejaría por nada en la vida, nunca dejaría de engendrar hijos para hacer
cosas. Un hijo señala la eternidad.

¿Qué quieres darle a Dios que Él no tiene? ¿Una canción? Seamos realistas, los ángeles adoran
al Señor con canciones mucho mejores que las nuestras. ¿Quieres hacer una pintura para Dios?
¿Dónde va a poner tu cuadro? ¿Has visto las imágenes que Dios pinta todos los días? Dios lo
tiene todo, pero hay algo que nos pide en la Biblia: "Hijo, dame tu corazón". Él no tiene el
corazón del hombre y eso es lo que quiere. ¿Qué preguntará en el día del juicio de los vencedores
en el tribunal de Cristo? ¿Qué crees que te preguntará? Seguramente será, "¿Dónde están tus
hijos?"

Cuando estás delante de Dios, ¿qué crees que se te pedirá? ¿Quieres ser un vencedor? Solo el
que tiene corona reinará. ¿Quién es nuestra corona y gloria? Según el apóstol Pablo, los hijos son

34
Curso de Entrenamiento de Líderes

nuestra corona y gloria (Fil.4.1; 1 Tes.2:19). Si quieres reinar ese día, preséntale a Dios lo que Él
quiere.

¿Puedes recordar algo que hizo Jesús? La Biblia no dice que construyó alguna cosa. No organizó
nada, ni siquiera los Evangelios él escribió. Lo único que hizo con excelencia fue engendrar hijos.

Pablo era fabricante de tiendas. Sin embargo, nunca se le ocurrió hacer una gran carpa para
albergar la iglesia de Éfeso o Corinto. ¿Por qué? ¿Pablo no tenía visión? Pablo es una persona
muy pragmática, no perdió el tiempo haciendo cosas. Su objetivo era engendrar hijos para Dios.

Uno puede cuestionar que Pablo escribió muchas cartas. De hecho, Pablo escribió muchas
epístolas. Sin embargo, no son el resultado de un ministerio epistolar. Escribió para cuidar a los
hijos que tuvo, Pablo no era un realizador. No construyó nada.

¿Qué quieres hacer o engendrar hoy? Tu respuesta a esto determinará tu utilidad para Dios.
Decide ser una bendición al ser fructífero y tener hijos espirituales.

35
Curso de Entrenamiento de Líderes

LA VISIÓN DE LAS CÉLULAS

CLASE 5
LA REVOLUCIÓN DE LOS DE UN TALENTO
En la parábola de los talentos, el Señor Jesús dejó en claro que en la vida de la iglesia hay tres
tipos de creyentes: los que recibieron cinco talentos, los que recibieron dos y los que recibieron
solo uno.

Nuestro concepto natural es que la iglesia será fuerte si tiene muchos miembros de cinco
talentos. Entonces cuando encontramos una iglesia local viva y vibrante, siempre pensamos que
es un grupo talentoso, pero tal vez no del todo. El crecimiento victorioso o la apatía de la iglesia
no dependen de aquellos que han recibido cinco o dos talentos. La responsabilidad total recae
en aquellos que han recibido un talento.

De generación en generación, todas las dificultades no residen en las de cinco talentos, sino en
las de uno. La vida de la iglesia se arruina cuando los de un talento entierran su talento, pero una
verdadera revolución ocurre cuando deciden desenterrarlo. La revelación llega cuando creemos
en los potenciales de un talento y hacemos que funcionen plenamente en el cuerpo.

Un aspecto fundamental de nuestra visión es la comprensión de que cada creyente es un


ministro. Cada uno de nosotros es importante y útil en la edificación de la casa de Dios. El
problema es que la mayoría de los creyentes están en la categoría de aquellos que han recibido
un solo talento. No son grandes predicadores o líderes extraordinarios, sino solo personas de un
talento que la mayoría de las veces ni siquiera están dispuestas a usarlo.

En ese entorno, parece muy difícil aplicar la opinión de que todos deberían ser ministros. Nuestra
tendencia es centrarnos en los más talentosos y dejar de lado a aquellos que parecen no responder
adecuadamente. Pero el cuerpo de Cristo solo puede funcionar si los miembros de un talento
fueren activados.

1. ¿Qué significa enterrar el talento?

Enterrar talento significa omitir y no cooperar en la edificación de la iglesia, hay muchas razones
por las que los servidores de un talento se presentan con justificaciones para enterrarlo. La excusa
más común es que solo tienen un talento insignificante que no le hará ninguna falta al cuerpo de
la iglesia. Hay quienes se sienten avergonzados e intimidados por otros más talentosos que se
destacan. Muchos se justifican diciendo que nunca tienen una oportunidad en una iglesia que
valora solo a aquellos con cinco talentos.

Independientemente de las excusas, debemos reconocer que enterrar el talento es un grave


problema espiritual. El que entierra talento no solo se daña a sí mismo sino que afecta a todo el
cuerpo.

36
Curso de Entrenamiento de Líderes

En la parábola de los talentos en Mateo 25, el siervo infiel dijo que había enterrado el talento
porque sabía que su amo era severo. Por lo general, las personas que entierran el talento se
justifican diciendo que la iglesia o el liderazgo es muy exigente y severo. Dicen que no pueden
cumplir con las expectativas, por lo que entierran su talento.

Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que
eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por
lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo
(Mt.25:24-25).

De hecho, nos damos cuenta con la excusa del siervo de un talento que no conocía la gracia y el
amor de Dios. En su mente, Dios es exigente sin medida y completamente intolerante.
Necesitamos enseñarle a cada hermano lo cuánto es amado, porque los hijos amados no tienen
miedo de cometer errores y perder el amor de su padre.

Recuerda que enterrar tu talento ya es muestra que eres carnal. Cada miembro de un talento
también es carnal. Cuando activamos este miembro, debemos ser conscientes de que la carne se
levantará con él. Nos ocupamos de la carne, pero no rechazamos al miembro de un talento.
Necesitamos activar los de un talento para que el cuerpo funcione. Trabajar en la carne es
terrible, pero enterrar el talento es aún peor.

La gloria de la iglesia es la plenitud de los miembros que funcionan. La acción multiforme del
cuerpo con cada miembro funcionando armoniosamente trae la gloria del cielo como un sello.
Si cada miembro ejerce el ministerio, entonces tendremos el cuerpo y la manifestación de la
gloria de la iglesia, si renunciamos a los de un talento, renunciaremos a la mayoría de los
miembros del cuerpo. Si dejamos de lado a la mayoría de la iglesia, no podemos esperar hacer
un gran trabajo. Necesitamos dedicar toda nuestra fuerza y compromiso para que cada miembro
trabaje.

2. El gran desafío

Basado en la parábola de los talentos, podemos decir que no hay nadie en la iglesia con más de
cinco talentos. Por otro lado, no hay nadie con menos de un talento. Cualquier hijo de Dios,
incluso uno en la peor condición espiritual, tiene al menos un talento. No hay miembros inútiles
en el cuerpo.

Esta generación será conquistada sólo si los de un talento se levantan. Esta generación solo será
conquistada si conseguimos que todo el cuerpo funcione. Nuestro trabajo es activar el cuerpo.

Solo podemos decir que la iglesia ocurre de forma práctica cuando los de un talento salen a
negociar. Solo hay cuerpo cuando cada miembro trabaja. Cuando un miembro trabaja para cinco,
tenemos una aberración, no un cuerpo.

No podemos acomodarnos trabajando solo con aquellos de cinco talentos. Estos son los que
responden más rápidamente a los desafíos de la iglesia y están más fácilmente disponibles para

37
Curso de Entrenamiento de Líderes

trabajar. Los de cinco talentos no requieren mucho liderazgo para estar motivados. El desafío
del líder es el de un talento, si no logra levantarlos, su liderazgo habrá fallado. Si la iglesia no
logra activar los de un talento, entonces habrá fallado en su misión de edificar el cuerpo.

La carga adecuada en las células implica nuestra capacidad de hacer que funcionen los de un
talento. Necesitamos tener este encargo porque prácticamente todos los problemas de la iglesia
provienen de los de un talento. Debido a esto, muchos dejan de trabajar con estos hermanos.
Simplemente nos dedicamos a los que más responden, esta es la forma en que funciona el
mundo, pero no es la forma del reino de Dios.

Si no puedes usar los de un talento, muestra que aún no estás calificado para ser un líder en el
cuerpo de Cristo. Tienes que usar a todos los hermanos y hermanas, incluso aquellos que parecen
inútiles. Necesitamos encontrar una manera de involucrarlos. Deberíamos evaluar su don y
usarlo aunque sea para una actividad muy simple.

Recuerde siempre que no hay ningún siervo que no haya recibido al menos un talento. En la casa
de Dios, nadie puede justificarse por decir que no ha recibido talento. Todos los hijos pueden
servir, si son miembros del cuerpo, entonces tienen un don. Ese líder que piensa que hay alguien
a quien el Señor no puede usar, de hecho no sabe nada acerca de la gracia de Dios. Somos lo que
somos por gracia, tenemos lo que tenemos por gracia y somos usados por la gracia.

Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo,
antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo
(1Cor.15:10).

Es cierto que algunos son columnas y tienen más peso que otros. Sin embargo, lo que importa
no es cuánto peso soportas, sino cuánto talento puedes levantar para trabajar. Si usted es el único
que está ocupado todo el tiempo, esto no es iglesia, pero si se ocupa todo el tiempo y aún puede
hacer que los de un talento funcionen, entonces tenemos la iglesia allí.

3. Martas y Marías.

No siempre son los de un talento que quieren rehusarse, a menudo nosotros mismos no creemos
en ellos. Necesitamos permitirles hacer según su capacidad limitada, necesitamos ser pacientes
para esperar a que aprendan. Puede que nunca tengan la excelencia que nos gustaría, pero no
podemos evitar que usen su talento.

También debemos tener cuidado de no etiquetar al miembro como alguien que no tiene solución.
Debemos utilizar todos los medios para involucrar al miembro de un talento.

Los de un talento no siempre serán aptos para las funciones que más necesitamos en la iglesia.
Por lo general se niegan a liderar, pero no debemos renunciar a ellos. Hay muchas otras formas
en que puede cooperar. Sé que nuestra visión es que cada creyente puede liderar, pero
desafortunadamente no todos estarán dispuestos a hacerlo. En lugar de etiquetarlos y renunciar
a ellos, deberíamos involucrarlos en los servicios que pueden hacer sin mucha capacitación.

38
Curso de Entrenamiento de Líderes

A menudo he dicho que en la vida de la iglesia, lo más importante es engendrar hijos, no hacer
cosas. Y eso es correcto, sin embargo, hacer las cosas sigue siendo necesario. En Juan 12 y
Marcos 14, tenemos una imagen de la casa de Dios. Existe la presencia de Jesús y necesitamos a
Marta, María, Lázaro y Simón el leproso. María señala la intimidad y el ministerio, Marta
simboliza el servicio diaconal. María señala el sacerdocio, Marta nos cuenta sobre el trabajo de
los levitas. En el ministerio de Jesús, los discípulos tuvieron que actuar como Marta y María. La
mayoría de las veces, ministraban a personas, pero también necesitaban involucrarse en la
organización.

Debes recordar cuando el Señor multiplicó los panes, ese día era necesario que los discípulos
distribuyan los panes y luego recolecten doce canastas llenas en una ocasión y siete en otra. Sin
ese trabajo de logística, el milagro de la multiplicación no habría llegado a las personas.

En otra ocasión, cuando el Señor se paró frente al pozo de Sicar en Samaria, ordenó a sus
discípulos que compraran comida (Juan 4: 8). No sé porqué se necesitaron doce para hacer eso,
pero podemos suponer que uno eligió el producto, el otro negoció, hubo el pagador y
ciertamente muchos cargaron. Hay mucho trabajo natural por hacer en la vida de la iglesia. Creo
que los de un talento deberían participar en estas actividades.

En Lucas 22: 8, el Señor ordenó a Pedro y a Juan que prepararan el lugar para la cena de la
Pascua. Como verás, la Pascua fue el punto más importante, la última cena fue la meta del Señor,
pero si no hubieran llegado a la sala, nada de esto habría sucedido. Luego en Hechos 6, era
necesario establecer diáconos para servir en las mesas. Todos los hermanos deben participar en
el servicio espiritual y en el servicio práctico. Todos deben ser María y Martha al mismo tiempo.
Pero posiblemente los de un talento se parezcan más a Marta.

4. La misión es activar el cuerpo.

El mundo será ganado por el cuerpo, no solo por los miembros más talentosos. Las puertas del
infierno no resisten el cuerpo, pero resisten cuando solo unos pocos miembros dotados se
levantan. No pienses que el hecho de que tenemos muchos creyentes en un lugar, allí se tiene la
iglesia. Solo el cuerpo de Cristo es la iglesia, y el cuerpo depende del funcionamiento de todos
los miembros. La iglesia es simplemente todos los de un talento sirviendo.

Esta es la revolución que veremos en estos días. No debemos poner todo el énfasis en los más
talentosos. Esta es la estrategia del mundo, no la de Dios. El énfasis de Dios está en aquellos que
no tienen valor para los hombres, aquellos que tienen un solo talento. En el mundo, la visión es
elegir a los más talentosos, los más hábiles y capaces, aquellos con quienes nos identificamos.
En el mundo, la visión es descubrir talentos ocultos, pero en la iglesia la visión es desenterrar el
talento.

Todo nuestro problema hoy es que hemos estado buscando los cinco y los dos talentosos.
Hacemos un entrenamiento especial para ellos y nos olvidamos de los de un talento. Aquellos
con cinco y dos talentos realmente no necesitan nuestro liderazgo, pero aquellos con un talento

39
Curso de Entrenamiento de Líderes

son realmente difíciles de tratar. Constantemente, quieren volver y enterrar el talento


nuevamente.

La iglesia no se trata de hacer un trabajo, sino de activar a todos los miembros de un talento. No
debemos pensar que una vez que el trabajo esté hecho, todo estará bien, no es así. Nuestro
trabajo es hacer que el cuerpo funcione. Tenemos la misión de ganar nuestra generación y
creemos que una vez que se realiza la misión, no importa si muchos o pocos están trabajando,
pero esto es un error. El objetivo es activar el cuerpo. La visión natural es usar la televisión para
ganar el país algún día, la visión de Dios es que el trabajo debe hacerse a través del cuerpo. No
creo en los medios de comunicación, creo en el cuerpo. No estoy en contra del uso de los medios,
estoy a favor de activar el cuerpo.

Si pudiéramos elegir, tal vez podemos separar un pequeño grupo para servir, pero el Señor dice
que todos son siervos. Si el Señor así lo ha decretado, entonces debemos permitirles servir.

Hoy tenemos ante nosotros la visión de Dios de producir una revolución. ¿Qué tipo de trabajo
estamos haciendo? ¿Hay solo unos pocos que funcionan? ¿Hay varios líderes talentosos que
hacen todo el trabajo? ¿Todos los siervos del Señor tienen un lugar en esta obra? Este es el
secreto del éxito del propósito divino. Si no podemos resolver esto, no tendremos la iglesia de
forma viva y práctica.

El cuerpo de Cristo no es una doctrina, es un ser vivo. Solo cuando cada miembro trabaja
tenemos el cuerpo de Cristo. Solo donde hay un cuerpo tenemos la iglesia.

En el pasado, hemos abandonado el sistema clerical, pero podemos volver a las prácticas antiguas
si enfocamos nuestra atención en un grupo pequeño y talentoso que trabaja en lugar de toda la
iglesia. Restablecemos el clericalismo cuando solo unos pocos se encargan del servicio que
debería ser para todos.

No sirve de nada solo predicar sobre el cuerpo, debemos permitir que se exprese y demuestre
sus funciones, no debemos tener miedo. Una vez que es el cuerpo de Cristo, aparecerán las
funciones. Si de hecho es el cuerpo de Cristo, debemos creer que puede funcionar. No debemos
hacer la obra del Señor tratando de reemplazar a los miembros haciendo la obra en su lugar.
Tengo que decir que el trabajo prioritario es lograr que el cuerpo trabaje. Una vez que el cuerpo
funciona, podemos ganar fácilmente nuestra generación.

No use los de cinco talentos para sofocar los de dos, ni los de dos para sofocar los de un talento,
haz que todos sirvan. Cuando aquellos que consideras inútiles comienzan a servir, aparecerá la
iglesia gloriosa. El trabajo del mundo se realiza con los más talentosos, pero el trabajo de la
iglesia se realiza con todo el cuerpo. La obra de Dios se hace con los de un talento.

Es genial tener a muchos como Pablo y Pedro, pero debemos admitir que son muy pocos en el
mundo. Toda la iglesia está llena de hermanos y hermanas que tienen un talento. ¿Qué haremos

40
Curso de Entrenamiento de Líderes

con esas personas? ¿Dónde los vamos a poner? Cuando nuestro ego fuere tratado, entonces
encontraremos una manera de involucrar a todos los de un talento.

Hoy, cuando miramos a nuestro alrededor, nos quedamos perplejos y nos preguntamos:
“¿Dónde está la iglesia?” Parece que no hay una expresión viva del cuerpo de Cristo en la ciudad.
Esto se debe a que no creemos de todo corazón que en una iglesia todos los miembros pueden
funcionar. Cree en cada miembro con todo tu corazón, haz que funcione persuadiéndole por
todos los medios posibles. No lo reemplace, no lo desprecie, no lo juzgue como intratable y
descalificado. Si Dios está en paz al llamarlos a ser parte del cuerpo, debes estar en paz
entrenándolos para eso.

41
Curso de Entrenamiento de Líderes

LA VISIÓN DE LAS CÉLULAS

CLASE 6
EL CRISTIANISMO NO ES RELIGIÓN

Vivimos en una época de oscuridad donde la verdad del evangelio ha sido reemplazada por un
tipo de religión humana, pero la vida cristiana no es más que Cristo en nosotros. Hacer de Cristo
una religión es decir que su sacrificio en la cruz fue inútil y que debemos hacer algo por nosotros
mismos para lograr la salvación.

La gente está acostumbrada a pensar en el cristianismo como una religión, pero el cristianismo
no lo es. Por supuesto, hablamos a los extraños como si fuera una religión para que puedan
entender, pero la verdad es que el cristianismo no es una religión. El cristianismo es creer
correctamente, no se trata ante todo de comportarse correctamente; sino de creer correctamente.
Por supuesto, nos comportaremos correctamente, pero solo como resultado de creer
correctamente.

Creer correctamente es importante porque nuestra fe repercute en nuestro espíritu, cuerpo, alma,
vida financiera, familiar y profesional, en resumen todos los aspectos de nuestras vidas. Todo
comportamiento es el resultado de una creencia. Una creencia incorrecta siempre producirá un
comportamiento incorrecto. A menudo digo que no existe una teología neutra, porque lo que
creemos siempre producirá un estilo de vida como resultado. Basado en esto, puedo decir que
una creencia equivocada puede destruir la edificación de la iglesia. Necesitamos rechazar todo
espíritu religioso. El cristianismo no es una religión. El cristianismo es una cuestión de fe, se
define por la fe. Es la fe la que hace que la verdad del evangelio sea real.

La religión, por otro lado, es siempre un sistema externo y humano. Es el hombre tratando de
pagar su entrada al cielo. Debemos rechazar todo lo que proviene de la religión. ¿Cómo podemos
identificar conceptos y prácticas religiosas en la iglesia? Creo que la respuesta a eso está en el
judaísmo del Antiguo Testamento. Estrictamente hablando, el judaísmo es la única religión que
ha sido dada por Dios. Era un sistema que mostraba cómo el hombre podía llegar a Dios. Este
sistema también se llama el Antiguo Pacto y fue incapaz de salvar al hombre. Sin embargo, es la
base de toda religión. De hecho, cada religión es una imitación del Antiguo Testamento. Cada
religión tiene cinco características básicas que podemos ver en el judaísmo del Antiguo
Testamento.

1. Templismo
Toda religión tiene templos, pero el cristianismo del Nuevo Testamento no tiene templos. Los
templos son reliquias religiosas que se agregaron al cristianismo en el siglo IV.

42
Curso de Entrenamiento de Líderes

Recientemente una iglesia decidió construir el Templo de Salomón en la ciudad de Sao Paulo, es
la máxima expresión del templismo de hoy. Me alegra poder hablar de esto con la libertad de
quienes hablaron contra el templismo durante toda la vida. Nuestra opinión es muy clara al
respecto, no tenemos templos.

Desafortunadamente, todavía tenemos algunos signos de templismo entre nosotros. Uno es el


énfasis en la visitación de Dios y no en su habitación. En el Antiguo Testamento hubo visitación,
pero en el Nuevo Testamento tenemos la habitación de Dios.

¿Cuál prefieres, una visita de Dios o tenerlo habitando en ti para siempre? No hay duda de que
la habitación es mucho mejor, pero todavía tenemos hermanos que buscan visitas divinas.
Cuando buscamos una visita, estamos reconociendo que Él no habita en nosotros. Y si Él no
habita en nosotros, entonces convertimos nuestra adoración en un encuentro con Él. Fue así en
el Antiguo Testamento, pero ya no es así.

Cuando vivimos de acuerdo con la verdad de que el Señor ahora reside en nosotros, nuestra
actitud cambia por completo, nos convertimos en ministros y no creemos que perdamos la
presencia de Dios cuando dejamos el servicio. Todavía no hemos visto la verdadera revolución
que esta verdad puede producir. Cuando cada ministro que es sacerdote sabe que el Señor está
en él y que la unción permanece sobre él, entonces no será tímido para testificar, orar con la
gente y confrontar las obras del diablo.

En el Antiguo Testamento, Dios habitó primero en el tabernáculo y luego en el templo de


Jerusalén. Hoy, Él habita en cada creyente individualmente y en la iglesia como un cuerpo. Dios
no habitaba en las personas en los tiempos del Antiguo Testamento. Entonces, si alguien quería
adorar a Dios, tenían que ir a Jerusalén, porque allí era donde Dios habitaba.

De acuerdo con el concepto del Antiguo Testamento, estarías más cerca de Dios cuanto más
cerca estuvieras del templo. Un ciudadano común de Israel ciertamente envidiaba la intimidad
que un sacerdote podía tener con Dios, ya que podía ingresar al Lugar Santo, que estaba
prohibido para el ciudadano común.

El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de
la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas (H ec.17:24)

Somos el templo de Dios hoy y estrictamente hablando, el cristianismo no tiene edificios ni


templos. El judaísmo tenía un templo, nosotros ya no lo tenemos más. Si restablecemos los
edificios como templos, recurriremos al judaísmo del Antiguo Testamento.

Necesitamos entender que somos el templo de Dios y que Dios no habita en edificios, Dios no
vive en el edificio de la iglesia. Cuando te vas después del servicio, Él te acompaña, Él habita en
ti, porque eres sagrado, y si estás lleno de Dios, donde quiera que vayas, también te volverás
sagrado. Somos su templo y lo llevamos dentro de nosotros. Donde pisamos, Dios sigue
nuestros pasos, a donde llegamos, Dios llega junto con nosotros.

43
Curso de Entrenamiento de Líderes

El edificio para nosotros es solo un lugar de entrenamiento y celebración, la vida normal de la


iglesia ocurre en otras partes de nuestra vida diaria. Aunque en el Antiguo Testamento Dios vivía
en un templo, esto ya no sucede en el Nuevo Testamento. Hoy somos su templo, es en nosotros
que él habita. Así, bíblicamente hablando, la iglesia del Nuevo Testamento tiene un lugar de
reunión pero no son templos.

Los templos son una gran contradicción del cristianismo. De hecho, no existieron hasta el siglo
II. Si buscabas la iglesia en el primer siglo, serías llevado a grupos de personas reuniéndose en
hogares, no había edificio especial. Sin embargo, ese fue el momento en que la iglesia creció más
en número y vida espiritual. De hecho, estos son objetivos básicos de la iglesia: edificación y
crecimiento en número, en fe y servicio.

No estoy en contra de usar edificios como lugares de reunión de la iglesia, pero creo que tienen
muchas lecciones que enseñarnos. La primera lección es que los edificios hablan de
inmovilidad . El mover de Dios dice: "Id", pero nuestros edificios nos dicen: "Quédense". El
movimiento de Dios dice: "Busca a los perdidos", pero los edificios nos dicen: "Que vengan a
nosotros". Una iglesia en células es un tabernáculo andante, siempre es móvil, un peregrino.
Nuestra identidad no está asociada a edificios. Tienen una utilidad puramente funcional más que
existencial.

Un segundo aspecto de los edificios es que hablan de inflexibilidad. Haz una prueba tú mismo,
anda a una iglesia donde el edificio sea la identidad de esa comunidad y evalúa la apertura al
cambio en medio de ellos. Tenga la seguridad: el resultado es cero. El edificio determina el tipo
de iglesia que se encuentra en él. Todo depende del espacio disponible y lo peor de la falta de
flexibilidad es el estancamiento. Año tras año esa iglesia es la misma. ¿Sabes por qué? Porque
ella y el edificio se confunden. Los edificios cambian poco, especialmente cuando son caros y
magníficos.

En la antigüedad, los judíos mantenían el vino en odres hechas de cuero de oveja. Estos odres
de vino a menudo necesitaban engrasarse por fuera para que no se endurecieran y se rompieran,
perdiendo todo el vino. Por lo tanto, la mayor necesidad de un buen odre era ser flexible. Esto
fue necesario debido a la fermentación del vino que emite gases y fuerza la estructura del cuero.

Esta ilustración es increíblemente clara. Los odres (estructuras) deben ser flexibles porque el
vino (Espíritu Santo) está lleno de vida, lo que produce movimientos y eventuales cambios en el
volumen. Y una buena manera de hacerlos flexibles es mantenerlos siempre llenos de aceite.
Somos una iglesia flexible y abierta en el movimiento de Dios precisamente porque nuestra
identidad está en las células.

Los edificios también nos hablan de la impersonalidad. Por sí mismos, los edificios son cosas
impersonales. Aunque a veces inspiran adoración, manifiestan formalidad y desapego. Podemos
estar felices y relajados, pero cuando entramos en un templo, nos sorprende un espíritu de
impersonalidad. Inmediatamente nos volvemos fríos, distantes y formales. Este tipo de

44
Curso de Entrenamiento de Líderes

problema no existe cuando la vida de la iglesia va más allá de construir límites a través de las
células. Definen tanto nuestra liturgia como nuestra forma de existir como iglesia.

Finalmente, los edificios nos hablan de orgullo. Una de las motivaciones para construir la Torre
de Babel fue la perpetuación del nombre de sus constructores. Querían hacerse famosos
(Génesis 11: 4). Si por un lado, los grupos buscan ostentación y gloria y están muy preocupados
por los edificios; por otro lado, las células no ostentan nada y están en todas partes: en hogares,
en escuelas, en empresas. No tenemos nada de qué alardear, excepto en el poder de Dios.

Al usar la analogía del templo, no estamos diciendo que estamos en contra de los edificios,
incluso creemos que son inevitables. ¡Pero cuidado! Cuando la identidad de una iglesia está
vinculada al edificio, la vida de la iglesia desaparece. Lo que queda es una institución muerta.

Atrás quedaron los días en que la vida de la iglesia era algo que sucedía los domingos en los
templos. En una iglesia de vencedores, ser cristiano es un estilo de vida que practicamos en
nuestra vida diaria. La iglesia ocurre en todas partes: en las calles, en las universidades, en los
supermercados, en los centros comerciales y sobre todo en los hogares.

En una iglesia de vencedores, no reclutamos miembros, hacemos discípulos. Los miembros de


la iglesia no pueden lograr mucho para Dios. Los discípulos, sin embargo conquistan naciones.
Si la visión entra en ti, donde quiera que vayas la iglesia te acompañará. Si te mudas a otra ciudad,
la iglesia te acompañará. No vayas a la iglesia, sino llévala donde sea que vayas.

2. El legalismo
La segunda característica fundamental de toda religión es la ley. No hay religión sin ley. La ley es
el centro de la vida de un religioso. La ley solo puede escribirse en tablas de piedra, pero la ley
del nuevo pacto, el Nuevo Testamento, está escrita en nuestros corazones (Heb.8:10). No
podemos ser cristianos y aún continuar en el legalismo.

¿Esto significa que ya no estamos sujetos a ninguna ley? Por supuesto que cumplimos con la ley.
De hecho, nosotros que caminamos en el Espíritu verdaderamente cumplimos la ley.

El otro día, un hermano vino a decirme que en Uganda aprobaron una ley que criminaliza la
homosexualidad. Cualquiera que tuviera una práctica homosexual podría pasar más de diez años
en la cárcel. Ese hermano todavía tenía una mentalidad religiosa y se alegró de que esta ley fuera
del reino de Dios. ¡Pero qué error! Le pregunté: “¿De qué sirve una ley que me prohíba algo si
sigo siendo la misma persona? Lo haré escondiéndome por miedo al “castigo de la ley ". Tal ley
no tiene poder para cambiar al hombre.

¡Qué diferencia con el reino de Dios! En el reino de Dios, el Señor no nos da una ley que nos
prohíba ser pecadores, sino que nos transforma por completo, cambiando nuestra naturaleza. El
verdadero reino de Dios no es una ley, sino el nuevo nacimiento. Esta es la gloria del evangelio,
solo el evangelio tiene el poder de cambiar al hombre interior.

45
Curso de Entrenamiento de Líderes

Los religiosos, sin embargo, creen que las personas se vuelven más santas cuando están bajo
alguna ley. Si no hay ley, pronto piensan que las personas caerán en pecado. No se les ocurre
que en el reino somos cambiados en nuestra naturaleza. No mato porque hay una ley que me
castigará si mato, sino porque soy una nueva criatura y las tendencias asesinas me fueron
retiradas.

El Espíritu nos enseña sobre todas las cosas. La ley del Espíritu se imprimió en nuestro propio
espíritu y ya no necesitamos seguir la ley de Moisés, que está presente en todas las religiones.
Toda religión es de hecho una imitación del judaísmo.

Siguiendo la ley del Espíritu, finalmente cumplimos la ley de Moisés, porque la ley del Nuevo
Testamento es superior. No se trata de memorizar normas y reglas, sino de tener una persona
viva que resida dentro de nosotros. Nadie puede seguir la ley y hacer plenamente la voluntad de
Dios. Para esto necesitamos tener la ley del Espíritu de vida, una persona dentro de nosotros
que nos habla, nos guía y nos dirige.

El fin de la ley es Cristo para la justicia de todos los que creen en Él (Rom.10: 4). Ya no debemos
seguir las leyes extranjeras. El Espíritu de la verdad nos lleva a toda la verdad.

3. Clericalismo

La tercera característica de la religión es el clericalismo. ¿Puedes ver que estamos construyendo


algo que está completamente fuera de la religión? Cuando realmente practicamos la visión de las
células y el evangelio, salimos de toda la religión. La religión destruye la vida de Dios y daña el
cuerpo de Cristo. Necesitamos rechazar todo espíritu religioso en nosotros. El problema es que
sutilmente todavía tenemos un rastro de clericalismo. Todos fueron hechos uno con Cristo y la
vida de Dios reside en ellos. Cada creyente nacido de nuevo está ungido y todos tenemos un
maravilloso llamado de Dios en nuestras vidas. Ya sea que seamos futbolistas, ama de casa,
maestra, ejecutivo, conserje o pastor, todos estamos llamados y tenemos la oportunidad de
representar a Cristo y disfrutarlo donde nos ubicaron. Muchos piensan que la visión de nuestra
iglesia son las células, pero eso es un error. Las células son la estrategia, el centro de la visión es
el evangelio de la gracia, y el centro del evangelio es Cristo en nosotros. Una vez que Cristo está
en nosotros, somos hechos real sacerdocio. La opinión de que cada creyente es un sacerdote, un
ministro, es el centro de la visión. En el Antiguo Testamento, había una clase sacerdotal. Hoy en
los días del Nuevo Testamento, esta clase no existe, pero todos los creyentes son sacerdotes del
Señor, como dice Pedro:

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por
Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz
admirable (1Pe.2:9).

Toda religión tiene algún tipo de clase clerical, todos tienen algún tipo de sacerdote que está por
encima de la gente común, pero hoy todos somos uno en Cristo (3:28).

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Curso de Entrenamiento de Líderes

Nuestro trabajo es edificar una iglesia de vencedores, en la que cada miembro es un sacerdote.
Nuestra visión es un encargo para nuestros corazones. Hay una diferencia entre cargo y encargo.
Cargo es la posición que las personas toman dentro de una organización. Encargo es un deseo
profundo en el corazón compartido por aquellos que son parte del mismo organismo.

El encargo proviene de un deseo profundo en el corazón, son sueños del espíritu; mientras que
el cargo habla de posiciones que generan estatus. Aquellos que trabajan por el cargo necesitan
ser supervisados todo el tiempo, no tienen motivación para crear nada y simplemente hacen lo
que les dicen. Pero los responsables (encargo) están dispuestos a dar sus vidas para el propósito
previsto.

El clericalismo es un impedimento importante para la opinión de que cada creyente es un


ministro. Él es el sistema que surgió dentro de la iglesia después del siglo IV y estableció que hay
dos tipos de personas en la iglesia: clérigos y laicos. Los especialmente dotados y empoderados
se llaman clérigos (son sacerdotes, reverendos, doctores de deidades, etc.) La otra clase, la de los
ignorantes e incapaces, son los laicos. El sistema del clero y los laicos es completamente maligno
y una gran amenaza, ya que va en contra del concepto básico del sacerdocio universal de los
creyentes; es decir la verdad de que cada creyente es un ministro.

Desafortunadamente, en la mayoría de las iglesias, predomina el clericalismo, los miembros no


trabajan, se han vuelto letárgicos. El enemigo ha podido anestesiar los miembros para que no
funcionen.

En la mayoría de las iglesias, no hay un sentido del cuerpo de Cristo o la estructura en la que los
miembros pueden participar funcionalmente. Debido a esto, la mayoría, por decisión personal,
elige sentarse en los bancas del edificio de la iglesia y no involucrarse. Contrariamente a esta
visión, en la visión de las células no hay forma de no involucrarse.

En la iglesia convencional, no hay contexto en el que el creyente pueda ser entrenado para
producir en lugar de consumir. En la iglesia en células, los miembros tienen la oportunidad de
desarrollar su potencial y ser productivos.

¿Cómo se está convirtiendo el creyente en un ministro? Hay una diferencia entre tener visión y
que la visión te tenga. Tener una visión no es difícil, solo cambia nuestra terminología. Sin
embargo, ser conquistado por una visión es completamente diferente, ya que implica un cambio
de mentalidad.

Cuando un creyente se da cuenta de que debe producir, no simplemente consumir, se produce


una verdadera revolución en su actitud hacia la iglesia local. No le importa lo que la iglesia pueda
ofrecerle. Por el contrario, le preocupa cómo podría ser útil. No responsabiliza al pastor o líder
por su crecimiento espiritual, porque sabe que puede y debe tener intimidad con Dios sin ningún
intermediario. Si necesita mudarse a otra ciudad, sabe que la iglesia lo acompaña. Sabe que
incluso lejos del edificio, la iglesia sucede donde sea que esté.

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Curso de Entrenamiento de Líderes

Alguien conquistado por la visión es consciente de sus dones y debe usarlos para la edificación
de otros miembros. Esta visión, aunque revolucionaria, no es nueva. Desde la época de la
Reforma Protestante, se habló del sacerdocio universal de los creyentes. Estamos regresando a
nuestros orígenes y tratando de vivir según el estándar de Dios.

4. Ritualismo

La cuarta característica de la religión es el ritualismo. En el Antiguo Testamento, el creyente


confiaba en rituales y señales externas, como la circuncisión. Pero hoy el cristianismo no es algo
externo, es esencialmente interior y espiritual, algo que viene del corazón.

Incluso hoy, muchos buscan introducir prácticas y ceremonias externas en la vida cristiana. En
nuestro país, los objetos bendecidos como flores, aceite, monedas, etc. se han convertido en algo
común. Esta es la mayor señal de decadencia espiritual, ya que estos mismos accesorios se
convirtieron en parte del catolicismo en la Edad Media.

Los judaizantes se centraron en algo externo, la circuncisión y lo convirtieron en la base de la fe.


Pero Pablo muestra que las cosas externas no nos definen. Él dice que ni la circuncisión es nada
ni la incircuncisión, sino ser una nueva criatura. Lo que realmente importa es el nuevo
nacimiento.

Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el
mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.
Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva
creación (Gl.6:14-15).

El hombre natural siempre rechaza lo que es interno y espiritual y busca una religión llena de
ceremonias externas. Lo hace porque la religión externa es muy fácil y cómoda, porque asistir a
las ceremonias no requiere fe ni cambio de opinión. No estoy diciendo que lo externo y lo físico
no tengan lugar en la vida de la iglesia. Existen, pero solo como un signo visible de una realidad
interior y espiritual. Todo lo que es espiritual inevitablemente tendrá una realidad externa, pero
no todo lo que es externo tiene una realidad.

El bautismo es un ejemplo de esto. Es equivalente a la circuncisión en el Nuevo Testamento,


pero debemos tener cuidado de no enfatizar demasiado el bautismo como medio de salvación.
El bautismo es una ceremonia que tiene valor solo si existe la realidad interna del nuevo
nacimiento.

5. Las obras muertas

El Antiguo Testamento se caracterizó por lo que el hombre podía hacer por Dios, pero el Nuevo
Testamento ya no se trata de lo que le hacemos para Dios, sino de lo que Él hizo por nosotros.

El autor de Hebreos nos dice que el arrepentimiento verdadero es de obras muertas.

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Curso de Entrenamiento de Líderes

Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la


perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas,
de la fe en Dios (H eb.6:1)

¿Qué son las obras muertas? Muchos piensan que es el pecado en el que vivimos, pero la verdad
es que las obras muertas son las que hicimos para ganar nuestra salvación. Era nuestra antigua
mentalidad de negociación con Dios.

Debemos vivir constantemente bajo la verdad del Nuevo Testamento: no es lo que hago por Él,
sino lo que Él ha hecho por mí. No solo la salvación, sino toda la vida cristiana se basa en esta
verdad. Toda religión enseña que la salvación depende de las obras humanas. Todos enseñan
que debemos ganar el favor de Dios a través de nuestras buenas obras. Es por eso que toda
persona religiosa es hipócrita porque sabe que no puede agradar a Dios con sus obras y sin
embargo, insiste en este camino. La cruz de Cristo anula nuestras obras humanas.

¿Y qué hay de la cruz de Cristo que enfurece al mundo y hace que persiga a los que la predican?
"Cristo murió en la cruz por nosotros pecadores, haciéndose maldición por nosotros" (3:13). De
esta manera, la cruz nos dice algunas verdades muy desagradables sobre nosotros mismos. La
cruz muestra que somos pecadores, que estamos bajo la maldición de la ley de Dios y que no
podemos salvarnos a nosotros mismos. Pablo muestra que si hubiera alguna posibilidad de ser
salvados por nuestras buenas obras, seguramente la cruz nunca habría sucedido (Gálatas 2:21).

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Curso de Entrenamiento de Líderes

Capítulo 2
La práctica de las células

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Curso de Entrenamiento de Líderes

Clase 1
La forma bíblica en que nos reunimos

E n el día de Pentecostés, la iglesia comenzó con ciento veinte personas. Todos estaban llenos

del Espíritu y en el primer día se agregaron casi tres mil vidas. Unos días después eran unos cinco
mil, luego comenzaron a unirse no de acuerdo con la forma congregacional judía o las grandes
reuniones de los griegos y romanos. Comenzaron a reunirse en las casas.
Esto es algo que debemos analizar. El Señor ha establecido una forma completamente
diferente para edificar su iglesia. Los judíos estaban acostumbrados a las congregaciones. De hecho,
ya se reunían en las sinagogas y estaban acostumbrados a tales reuniones. Los griegos y los romanos,
por otro lado, tenían grandes reuniones en los anfiteatros. Disfrutaron de grandes reuniones. Los
griegos incluso desarrollaron sofisticados sistemas acústicos que les permitieron hablar a grandes
multitudes sin mucho esfuerzo. Sin embargo, al comienzo de la iglesia, el Señor no siguió la forma
congregacional judía o los grandes anfiteatros griegos y romanos, sino que los llevó a reunirse de
casa en casa.
¿Quién inventó esta forma de reunirse? Ciertamente fue el Espíritu Santo. Necesitamos
reconocer que esos primeros cristianos estaban llenos del Espíritu y todo lo que hicieron estaba de
acuerdo con la dirección del Espíritu. Hechos 2:46 dice que se reunían en el templo y de casa en casa.
La forma en que se reunieron tenía dos lados, estaban en el templo para grandes reuniones y se
reunían en las casas todos los días.
Todos los días perseveraron por unanimidad en el templo, partieron el pan de casa en casa y comieron
con alegría y sencillez de corazón. (Hch 2:46)
Es interesante notar que, según la frase griega utilizada en el texto, cuando dice que se
reunieron de casa en casa, se puede entender que no seleccionaron casas específicas, sino que
incluyeron todas las casas de los hermanos. En esos días, tener una reunión en casa con los hermanos
era parte de la vida normal de la iglesia. No fueron reuniones sistematizadas, pero se reunieron para
compartir la doctrina de los apóstoles y para ministrarse unos a otros el Espíritu de Dios.
Creo que aún podemos avanzar mucho más en nuestra visión de las células. Nuestras
reuniones aún están programadas y las casas de los anfitriones se eligen cuidadosamente, pero
piensen en la revolución que sería, si todos los hermanos tuvieran una reunión espontáneamente en
su hogar. Eso sería un gran movimiento de Dios.
Sin embargo, ¿cómo podríamos tener una reunión en cada casa? Hay tantos hermanos que
son débiles. Hay quienes son tímidos y no pueden hablar en público, y otros a quienes les gusta
hablar, pero aun así no tienen el conocimiento adecuado de la Palabra de Dios. Debido a esto,

51
Curso de Entrenamiento de Líderes

elegimos separar líderes y anfitriones para nuestras células. Pero debemos admitir que esto todavía
pone un límite a la acción del Espíritu entre nosotros.
No importa si los hermanos son débiles o fuertes, ancianos o jóvenes, si están bien
informados o no, si son creyentes, entonces deberían reunirse en sus hogares. Si es cristiano, si es
creyente, debe abrir su casa para las reuniones. Este es el primer modelo que se aplicó en el inicio de
la iglesia en el libro de los Hechos.
Consolidar a un nuevo convertido siempre nos preocupa, pero piense lo maravilloso que
sería si una persona recién salvada fuera bautizada e inmediatamente abriera su hogar para una
reunión de la célula. Abrir su casa lo animaría y lo apoyaría poderosamente. Las reuniones en el hogar
son la mejor manera, la más excelente y la más bíblica de reunirse.

1. El cambio a lo largo de la historia.

Desafortunadamente, la manera establecida por el Espíritu Santo no duró mucho. Sabemos


por fuentes históricas que a fines del siglo II esta forma de reunirse comenzó a menguar hasta que
fue completamente abandonada. Desde finales del siglo II, la iglesia se volvió completamente
congregacional. Como resultado, necesitaba grandes oradores, predicadores talentosos, grandes
ministros y evangelistas. También fue en este momento que surgieron los primeros monasterios,
lugares donde las personas se separaron para buscar a Dios. Eran equivalentes a nuestros seminarios
de hoy.
Después de eso, todos los estudiantes entrenados allí se convirtieron en el clero, y a partir
de eso se creó toda una organización eclesiástica. Esta es exactamente la forma en que se organiza el
cristianismo hoy. Todas las denominaciones dependen de los seminarios. Sin ellos, no hay otra forma
de capacitar a las personas para predicar y enseñar el evangelio. De estos seminarios, el clero todavía
se establece hoy. Necesitamos rechazar este sistema y recurrir a la forma simple de discipulado a
través de las células. Todavía tenemos nuestras escuelas bíblicas, pero el verdadero entrenamiento
ocurre en nuestras células.
Hace tres siglos, Zinzendorf invitó a los hermanos a mudarse a su propiedad en Bohemia, la
actual Alemania, y allí comenzaron a practicar la vida de la iglesia. Fue un gran avance en la
restauración de la iglesia, pero Zinzendorf no mencionó nada sobre las reuniones en el hogar. Un
siglo después, los Hermanos Unidos se levantaron en Inglaterra y se organizaron en pequeñas
congregaciones, pero aún tenían poco conocimiento sobre las reuniones de la casa. En la década de
1960, Paul Yongy Cho desarrolló la visión de los grupos familiares en Corea del Sur, y desde entonces
esta visión se ha extendido por todo el mundo.
Creo que en estos días el Señor ha demostrado la deficiencia, pérdida y daño que sufre la
iglesia al omitir las reuniones en casas. No hay forma para que las grandes congregaciones edifiquen
a los santos. Pero no quiero transmitir la idea de que los grandes predicadores son inútiles. Pedro fue
muy útil el día de Pentecostés y su predicación ese día atrajo a casi tres mil personas a la iglesia, pero
eso fue solo un lado de la historia. Una vez convertidos, comenzaron a reunirse en sus casas, de casa
a casa ¿Y qué compartieron en estas reuniones? Habían recibido el mensaje de Pedro en Hechos 2,
y ciertamente hablaban de ese mensaje el uno al otro en las reuniones de las casas, repitieron lo que
habían aprendido de Pedro.

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Curso de Entrenamiento de Líderes

Esos hermanos más celosos temían que al permitir que los hermanos celebren reuniones de
casa en casa, podrían suceder cosas negativas. Pero creo que al contrario es aún más efectiva, las
reuniones en el hogar pueden proteger a los hermanos y hermanas del error y el pecado. Si abren sus
hogares, pensarán cuidadosamente antes de perder la paciencia con su esposa, porque saben que
dentro de media hora todos los santos llegarán a reunirse. Los hermanos serán una razón para que
se santifiquen. Si llegamos al punto de reunión diaria, como lo dice Hechos 2 versículo 46, los
hermanos estarían aún más protegidos porque no tendrían ocasión de pecar.
Sin embargo, lo principal es la gran bendición que los hermanos traen a esa casa cuando se
reúnen allí. Cuando los santos entran a su casa, todos entran con Cristo, todos entran con mucha
oración y alabanza. Traerán un ambiente de oración y habrá muchas bendiciones para la familia.
Pueden encontrarse muy débiles, pero las reuniones serán el medio para fortalecerlos. La reunión en
el hogar los rescatará, fortalecerá y enriquecerá.

2. Rechazar el concepto natural.

No debemos unirnos según nuestro concepto natural. Sé que la palabra griega eklesia
significa una congregación llamada fuera de una ciudad. El hecho es que los griegos llamaron a todas
las personas de la ciudad a reunirse en un anfiteatro para un determinado propósito, y así llegó una
congregación o eklesia. Este era el camino de los griegos y romanos, donde tenían grandes reuniones.
En cierto modo, es una forma mundana de pensar. Creemos que una gran victoria es reunirse
en un estadio, o imaginamos que el movimiento de Dios se manifiesta en las grandes reuniones del
coliseo. Pero este pensamiento solo sigue el concepto de sociedad humana sin Dios. Es algo del
hombre natural. La manera establecida por el Espíritu Santo fue la reunión en las casas. Nunca has
oído hablar de ningún tipo de movimiento o cultura que haya inventado esta forma de reunión en
cada hogar, tal cosa está solo en la Biblia. Así fue como los creyentes llenos del Espíritu en Hechos
vivieron la vida de la iglesia. Esto es extraordinario, es una visión que no sigue el camino natural de
la sociedad.
Nuestro problema actual es que aún somos naturales en nuestro pensamiento. Todos
nacimos en un ambiente religioso y nos cuesta mucho abandonar la antigua forma de pensar. Sin
embargo, si queremos el verdadero crecimiento y edificación de la iglesia, debemos rechazar esta
forma religiosa del cristianismo tradicional. Sin embargo, debo decir que valoro las reuniones
grandes, pero si solo tenemos reuniones grandes, seremos como un avión 747 que solo tiene un ala.
¿Cómo podemos volar? Necesitamos ambos lados. Necesitamos grandes reuniones, así como
pequeñas reuniones.
No debemos despreciar las reuniones grandes, pero debemos equilibrarlas con grupos
pequeños. Aunque la mayoría de los miembros de la iglesia participan activamente en una célula,
debemos reconocer que nuestros hermanos aún valoran mucho más los servicios dominicales.
Muchos, según su concepto, prefieren las reuniones grandes que las reuniones en el hogar.
¡Necesitamos cambiar este concepto! Necesitamos los dos.
Las reuniones en el hogar son la única forma en que la iglesia pueda crecer y construirse.
Hay muchas cosas positivas que suceden en las células. En estas reuniones, todos comienzan a ser
personas que buscan, sirven, predican, enseñan y testifican espontáneamente del Señor.

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Curso de Entrenamiento de Líderes

3. La célula es bíblica.

En el Antiguo Testamento, la gente se reunió con Dios en el Tabernáculo de Moisés y luego


en el Templo de Salomón. Aquí era donde vivía Dios. Si alguien quisiera buscar a Dios, deberían ir
a ese lugar. Había un lugar designado para servir a Dios y las ofrendas debían entregarse allí. Hoy,
en el tiempo del nuevo pacto, Dios ya no habita en lugares creados por hombres. Somos la morada
de Dios, cada uno es individualmente la morada de Dios. Como iglesia, somos piedras individuales
y estamos edificadas juntas para la morada completa de Dios en el Espíritu.
En 1 Corintios 3:16, Pablo nos advierte:

¿No sabes que eres el santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ti?

Y nuevamente, en 1 Corintios 6:19, repite la pregunta:

¿No sabes que tu cuerpo es un santuario del Espíritu Santo que está en ti, que tienes de Dios, y que no
sois vosotros mismos?

Y en el versículo 17, él mismo nos da la respuesta:

El que se une al Señor es un espíritu con él.

Individualmente, somos la morada de Dios y como iglesia estamos construyendo la casa de


Dios, como dice en Efesios 2: 20-22:

[...] construido sobre la base de los apóstoles y profetas, Cristo Jesús mismo es la piedra angular; en el
cual cada edificio bien ajustado se convierte en un santuario dedicado al Señor, en el cual ustedes también
están siendo construidos para la morada de Dios en el Espíritu.

Además, en 1 Pedro 2.5, entendemos que la verdadera casa espiritual somos nosotros:

[...] También ustedes, como piedras vivas, están construyendo una casa espiritual para ser un santo
sacerdocio, para ofrecer sacrificios espirituales que agraden a Dios por medio de Jesucristo.

Durante los primeros tres siglos, la iglesia no tenía templos y fue durante ese tiempo que
vivió el mayor crecimiento en su historia. Los hermanos se reunieron principalmente en hogares y
usaron lugares neutrales, como sinagogas y anfiteatros, solo para evangelizar. La iglesia era una iglesia
en casas. En Hechos 2:46, Lucas dice que

Diariamente soportaban por unanimidad en el templo, partían el pan de casa en casa y comían con
alegría y sencillez de corazón [...], porque todos los días en el templo y de casa en casa continuaban
enseñando, y predicar a Jesús el Cristo.
Después de salir de la prisión, Pablo y Silas se dirigieron a la casa de Lydia, que era donde se
reunían los hermanos.

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Curso de Entrenamiento de Líderes

Cuando salieron de la prisión, entraron en la casa de Lydia, y cuando vieron a los hermanos, los
consolaron. (Hch 16:40)

En declaraciones a los ancianos de Éfeso, Pablo los exhorta, diciendo que él nunca había
dejado de anunciar alguna cosa provechosa, en enseñar públicamente y también de casa en casa
(Hechos 20:20).
En Romanos 16: 5 y 1 Corintios 16:19, Pablo saluda a la iglesia que se reúne en la casa de
Aquila y Priscila:

Aquila y Priscila te saludan mucho en el Señor, así como en la iglesia que está en su casa.

Aparentemente no fue una reunión temporal, sino una práctica normal de la iglesia. En
Colosenses 4:15, Pablo saluda a los hermanos de Laodicea, Ninfa y la iglesia que ella acogió en su
casa. Y finalmente, en Filemón 1.2, nos enteramos de una reunión de la iglesia en la casa de cierto
hermano Arquipo:

[...] y a la hermana Apia y Aquipo, nuestro compañero de lucha, y a la iglesia en su casa.

En el Antiguo Testamento, cuando Moisés se sentía cansado por el peso de la obra, la guía
de Dios nos recuerda las células. Todas las personas deben dividirse en grupos de mil, ciento,
cincuenta y diez personas. Cada grupo con su líder (Ex 18: 1-27). Fue una estrategia dada por Dios.
Es imposible para un solo líder cuidar a cientos de personas.
Jesús dio prioridad a un pequeño grupo de personas en su ministerio y aunque ha pasado un
tiempo considerable enseñando en sinagogas y al aire libre, parece prestar especial atención a los
grupos pequeños. Separó setenta y los envió de dos en dos (Lucas 10: 1) y también las numerosas
veces que ministró en casas (Marcos 1: 29-34; 2:15; 3: 20-34; 7: 17; 9:28; Mateo 10: 12-14; Lucas 10:
5-7). Cuando miramos la historia de la iglesia, notamos que la iglesia en las casas ha sido la expresión
común de la iglesia cristiana.
Cuando Constantino se convirtió en cristiano, hubo un gran cambio del culto subterráneo
en las catacumbas y de las iglesias en las casas a las catedrales. La iglesia en las casas, que había sido
el símbolo de la comunidad y la espiritualidad, ha desaparecido de la estructura de la iglesia. Sin
embargo, parte del movimiento monástico y algunos grupos sectarios continuaron con la iglesia en
casas como una actividad paralela.
En el momento de la Reforma Protestante, la reforma dominante seguía ligada a las
catedrales, pero los anabautistas, que no tenían edificios eclesiásticos, se reunían en casas de
adoración y crecimiento espiritual. Los pietistas se convirtieron en la expresión más llamativa de la
iglesia en casas poco después de la Reforma.
Dos siglos después, encontramos un personaje importante en la historia de la iglesia: John
Wesley, fue profundamente influenciado por los moravos. Creó los llamados clubes de santidad.
Estos clubes de santidad se convirtieron en la base del renacimiento wesleyano, que funcionó
básicamente como las células de hoy y se extendió por todo el mundo.
Las iglesias con más rápido crecimiento en el mundo de hoy son las iglesias celulares. Esto
sucede a través de la poderosa acción del Espíritu Santo, quien está restaurando a la novia de Cristo
para la gloria del primer siglo.

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Curso de Entrenamiento de Líderes

4. Cada casa, una extensión de la iglesia.

La frase griega en Hechos 5:42 indica que ninguna casa ha sido omitida o reservada. Se
reunieron de casa en casa. No debemos limitarnos a la multiplicación normal de la célula, ni
deberíamos ser demasiado criteriosos y elegir solo unas pocas casas prometedoras para reunir en
ellas. Necesitamos creer que la casa de cada creyente es prometedora. Todos necesitamos abrir
nuestra casa.
¿Cómo podemos hacer esto? Podemos comenzar nuestra reunión en nuestra casa
reuniéndonos con los miembros de nuestra familia. Todos los creyentes casados pueden tener una
célula con su familia en su hogar. Es una reunión solo de esposo, esposa e hijos, incluso pequeños.
Cuando comencemos esta reunión, despertará nuestros corazones y despertará la llama en nuestro
espíritu. Primero nosotros seremos incendiados y luego nuestra familia será incendiada. Si comienza
una reunión en su hogar, evitará que muchas cosas malignas entren en su hogar.
No diga que es débil, que no puede avanzar o que no podrá ministrar a otros. Simplemente
programe una reunión en su hogar. Hemos experimentado cientos de veces que cuando se establece
una célula, el Espíritu Santo trae personas. Poco a poco, la gente viene.
Creo que necesitamos poner un criterio hoy para reconocer a alguien que ha internalizado
efectivamente la visión. Esta persona necesita tener una célula en su hogar. Muchos son cristianos,
pero no tienen una célula en casa. Pueden conocer la Biblia, pueden ser espirituales, pueden buscar
y amar al Señor, pero si no abren sus casas, entonces realmente no tienen la visión. No es suficiente
ir a una célula para involucrarse en la visión, hay que abrir su propia casa a una célula.
¿Quieres ser un santo? Establece una célula en tu casa. Cuando tenemos una célula en nuestra
casa, buscamos santificarnos por causa de nuestros hermanos. ¿Quieres ser espiritual? Establece una
célula en tu casa. ¿Quieres saber la Biblia? Nada lo obligará a buscar el conocimiento de la Biblia más
que tener una célula en casa. Las reuniones en el hogar lo obligarán a buscar el conocimiento correcto
y espiritual, aun a buscar el conocimiento para enseñar a otros, recibirá instrucciones, se iluminará y
se nutrirá.
Hoy, me atrevo a decir que tener una célula es la forma más segura del crecimiento espiritual.
Pero no solo eso, la célula también es protección espiritual. Nuestra mentalidad todavía no nos
permite pensar en reuniones diarias, pero al menos podemos tener una célula que tenga una reunión
semanal en casa.
Creo firmemente que avanzaremos a nuevos umbrales desde este punto de vista. Podemos
tener una explosión de multiplicación, es suficiente que cada creyente realmente internalice la visión,
que la tenga en su corazón. Esta es la única forma en que podemos construir una iglesia de
vencedores en esta generación. Me atrevo a decir que esta es la única forma en que podemos
conquistar a nuestra generación. Si cada creyente es un sacerdote, entonces la casa de cada creyente
debe ser una expresión de la iglesia. Este es el avance natural de la visión.
En el eslogan de nuestra visión, decimos que "nuestra tarea es construir una iglesia de
vencedores, donde cada miembro es un sacerdote (ministro), y cada casa una extensión de la iglesia".
Tenga en cuenta que hemos enfatizado fuertemente que cada creyente individual es un sacerdote,
pero no le hemos dado el mismo énfasis a que cada casa sea una expresión de la iglesia. Una casa
solo será una extensión de la iglesia si hay una célula en ella. Necesitamos avanzar para que cada
creyente abra su casa para tener una célula.

56
Curso de Entrenamiento de Líderes

Tenga en cuenta que hemos estado diciendo esto durante más de veinte años, pero cuando
hacemos hincapié en lo que nosotros mismos decimos, el resultado es que somos vistos con
desconfianza, piensan que somos extremistas. Nadie está obligado a tener una célula en su hogar,
pero si la visión está en su corazón, inevitablemente sucederá. Comience con una reunión con su
familia primero, después prepárese para convertirla en una célula que incluya a otras personas. Si
realmente vivimos la verdad de esta visión, si realmente creemos que nuestro hogar es una extensión
de la iglesia, si realmente creemos que necesitamos abrir nuestro hogar, entonces tendremos una
verdadera explosión de salvación y multiplicación.
¡Nos esperan cosas tremendas! ¡Ven a la visión de conquista y edificación! ¡Abre tu casa para
una célula!

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Curso de Entrenamiento de Líderes

La práctica de las células

Clase 2

¿Cómo es la célula?

N uestro trabajo es ganar nuestra generación para Cristo a través de una iglesia de vencedores.

Y una iglesia de vencedores es aquella en la que cada uno es un ministro que hace de su hogar una
extensión de la iglesia.
El objetivo es edificar una iglesia de vencedores, el medio son las células. Son una base sólida
para la manifestación de dones, el surgimiento de líderes, el pastoreo de las ovejas y la multiplicación.
A través de las células, podemos realizar el sueño de ver nuestra ciudad tomada por grupos que
expresan a Cristo en la vida, el amor y la santidad.
Creemos que es posible que una célula se multiplique periódicamente. Este es nuestro desafío
y lo invitamos a aceptarlo. Nuestra generación, nuestra ciudad y nación pueden ser alcanzadas para
Cristo a través de las células que se multiplican.

1. Nosotros somos una iglesia en células

Las células son nuestra forma de ser como iglesia, no nos preocupa hacer cosas diferentes o
tener horarios variados. Lo que hacemos es centrarnos en un objetivo: hacer que cada célula se
multiplique.
Nuestra iglesia sucede en células. La enseñanza, el cuidado, el compartir, el amor, el aliento,
los dones, el servicio, todo sucede en y a través de las células. Hasta hace algún tiempo, esto era un
sueño, pero hoy es una realidad.
58
Curso de Entrenamiento de Líderes

Es posible que tengamos una gran cantidad de otros programas complementarios (televisión,
radio, revistas y ministerios sociales), pero es en el trabajo de las células donde se encuentra la base
para un crecimiento y edificación constante y permanente.
Podemos alcanzar a nuestra nación con líderes de células que se multiplican. No lo invitamos
a ayudarnos con un trabajo, pero compartimos nuestro sueño con usted, ven a soñar con nosotros.
Si cada creyente es un ministro y cada casa es una extensión de la iglesia, seremos una iglesia
de vencedores y conquistaremos nuestra generación para el Señor. El propósito de Dios solo puede
cumplirse mediante multiplicación, fecundidad, crecimiento y expansión. Las células son solo un
medio, el fin es la edificación y expansión del cuerpo de Cristo en esta generación.
El desafío es claro: cada líder debe trabajar para multiplicar su célula. Este es un punto muy
importante y siempre lo enfatizaremos. Podemos conquistar nuestra nación en esta generación si
tenemos líderes dispuestos a multiplicar sus células.

2. ¿Por qué las células?

En nuestra iglesia, las células no son solo una estrategia que elegimos entre las muchas
disponibles. Son parte de una visión de cómo debería ser la iglesia. Creemos que las células expresan
lo que va en el corazón de Dios y su propósito eterno.
Nuestro objetivo no es simplemente lograr que nuestra iglesia crezca numéricamente.
Realmente queremos estar trabajando en la edificación de la iglesia como la novia de Cristo.
No consideramos que las células sean una doctrina, pero creemos que establecen una visión
y definen nuestro modelo de iglesia, por esta razón, somos tan radicales en esta visión. En nuestra
iglesia, las células ya no son uno de los muchos departamentos existentes, son la vida misma de la
iglesia. Un miembro que se niega a participar en una célula se excluye de la vida del cuerpo.
No somos una iglesia en células por moda, sino por convicciones claras y firmes. Veamos
algunas razones por las cuales somos una iglesia en células.

a) La iglesia debe crecer y multiplicarse

Así como las células biológicas se unen para formar el cuerpo humano, las células de la iglesia
se unen para formar el cuerpo de Cristo. Así como el cuerpo humano crece y se desarrolla a través
del proceso de multiplicación celular (cada uno de ellos, al madurar, se divide en dos), la iglesia
también crece a través de la multiplicación de células sanas.

b) Ser una comunidad terapéutica y transformadora.

Esta es la vocación de la iglesia: ser un lugar donde haya vida, liberación, sanidad y
acogimiento. Somos un pueblo que conoce y vive esta verdad plenamente, somos una comunidad
carismática y misionera que crece en la vida interior y se expande hacia lo exterior para ganar nuestra
ciudad, nuestro país y nuestra generación. Las células son nuestra estrategia.

c) El creyente crece saludablemente si escucha y habla

59
Curso de Entrenamiento de Líderes

Todos necesitamos una dieta espiritual equilibrada que implique escuchar y hablar. En
Romanos 10:17 vemos que la fe viene al oír la Palabra. Entonces, cuando asistimos a la reunión de
celebración, el objetivo es recibir fe escuchando. Pero si queremos crecer, también debemos hablar
lo que escuchamos. Es hablando que somos llenos del Espíritu, que engendramos, liberamos y
ministramos la vida. En las reuniones de celebración escuchamos para recibir fe y en las reuniones
de la célula hablamos para crecer en la fe.

d) La iglesia es un edificio, no un montón de piedras.

Para muchos, la iglesia es solo un edificio hecho de concreto, incluso reverencian el lugar
donde se encuentran y cometen el error de llamarlo "la casa de Dios". Dicen que van a la iglesia,
refiriéndose al edificio. Esta es una idea completamente errónea, porque somos la iglesia, las piedras
vivas (1 P. 2: 5) que, después de ser edificadas mutuamente, se convierten en la morada de Dios en
el Espíritu (Ef. 2: 20-22).
La iglesia indiscutiblemente no es el edificio donde nos encontramos. Sin embargo todavía
es un edificio; es decir, un edificio espiritual hecho de piedras vivas. La Palabra de Dios nos dice que
la iglesia es un edificio y como tal, requiere una planta adecuada, cimientos y materiales de
construcción.
Toda iglesia local debe ser un edificio. Sin embargo un grupo de creyentes puede reunirse
los domingos y aun así no ser un edificio. Para esto las piedras deben ser mutuamente edificadas y
unidas por la amalgama del Espíritu. Las piedras aisladas y amontonadas los domingos no son un
edificio, así como un depósito de ladrillos no es un edificio. ¿Te das cuenta de la diferencia entre un
edificio y un almacén de materiales de construcción? Todo lo que está en en uno también está en el
otro, pero con una diferencia: en el edificio, los materiales se integran en un proyecto y una visión.
Queremos ser una gran iglesia en la que se conserven los lazos entre los hermanos, pero la
única posibilidad de que podamos alcanzar este objetivo es edificar la iglesia en reuniones más
pequeñas, es decir en células. En una iglesia (estructurada en departamentos) donde se reúnen más
de doscientas personas, es difícil mantener lazos satisfactorios. En la iglesia estructurada en células,
este problema no existe.

e) La iglesia debe ser un cuerpo (Ef. 4:15, 16; 1 Cor. 12: 12-27)

Para ser un cuerpo, se requieren al menos dos condiciones: los miembros deben estar
conectados y funcionando. Veamos primero el tema de estar vinculado.
Si tomamos nuestras piernas, brazos, cabeza y tronco, y los juntamos, tendremos un montón
de miembros. Tener un grupo de miembros en nuestras reuniones no nos convierte en un cuerpo.
Para ser un cuerpo, los miembros deben estar unidos, conectados entre sí, para que la sangre, la vida
de Dios, circule entre ellos. Somos una iglesia en células porque queremos ser un organismo vivo,
no una simple organización. Hagamos una breve comparación entre un organismo y una
organización.
▪ En el cuerpo, los miembros están vinculados. En la organización, están asociados.
▪ En el cuerpo, los miembros tienen funciones. En la organización, tienen puestos.

60
Curso de Entrenamiento de Líderes

▪ En el cuerpo, cada miembro tiene un ministerio. En la organización, tiene un


mandato.
▪ En la organización, trabajamos por responsabilidad o recompensa. En el cuerpo
tenemos encargos en el corazón.
▪ En la organización, la autoridad es por el cargo. En el cuerpo, la autoridad viene a
través de la vida y el reconocimiento.
▪ La organización es algo muerta y el organismo es esencialmente vivo.

El cuerpo no es solo una cuestión de tener miembros vinculados, también es necesario que
funcionen y ejerzan sus dones.
En las iglesias convencionales, las personas sólo pueden ejercer sus dones en la adoración.
Entonces no vemos el cuerpo trabajando allí. Si tuviéramos que dar a cada miembro la oportunidad
de asistir al servicio dominical, necesitaríamos una eternidad para que todos puedan ejercer sus dones,
es una situación poco práctica. Sin embargo la Palabra de Dios nos muestra el patrón bíblico de
reunión, y en ese patrón todos deberían participar.

¿Qué hacer hermanos? Cuando os reunís, uno tiene un salmo, otra doctrina, esta trae revelación, ese otro
idioma y otra interpretación. Todo se haga para la edificación. (1 Co 14.26)

No podemos simplemente decir que ya no es posible practicar en las reuniones de la iglesia


el modelo de la Palabra de Dios. Creemos que se debe aplicar el modelo de Corintio. Este es el
secreto de la edificación de la iglesia y su crecimiento, pero por supuesto, este patrón solo se puede
cumplir en las reuniones de células. Debe enfatizarse que la reunión de la célula es tan importante
como las reuniones de celebración general. Un creyente que deja de participar en la célula está
comprometiendo su propio crecimiento espiritual, así como uno que deja de asistir a la reunión de
celebración general se está privando del alimento de la fe. Necesitamos estos dos tipos de reuniones
para crecer adecuadamente.
Los dones son un gran instrumento para edificar y hacer crecer la iglesia. Cuando hay
profecía, fe, milagros, sanidades, palabras de sabiduría y conocimiento, los incrédulos se ven
impactados y los creyentes se renuevan en su fe. La célula es el lugar más apropiado para la
manifestación de los dones del Espíritu disponible para cada miembro del cuerpo.

f) La iglesia necesita ser una gran familia

En términos generales, las personas carecen de amor y aceptación. Por lo tanto, debemos
ser la respuesta de Dios a sus anhelos. La iglesia necesita ser una gran familia. La sociedad está llena
de personas heridas y desajustadas emocionalmente que solo serán alcanzadas a través de un
ambiente de amor y aceptación familiar. Esta es precisamente la visión que tenemos de las células de
nuestra iglesia: que cada célula es un grupo familiar en el que las personas son aceptadas y amadas.

g) En la mente de cada hombre, el hogar es el punto de convergencia.

61
Curso de Entrenamiento de Líderes

El lugar de aceptación, de expresiones incondicionales, de acogida y calidez. La iglesia entre


tantas ilustraciones bíblicas, es un hogar que debe tener todas estas expresiones de vida y amor. Por
eso somos una iglesia en células, porque queremos ser un lugar de acogida y amor.

h) No hay mejor manera de ser y hacer discípulos

El plan de Dios para formar discípulos espiritualmente maduros implica colocarlos dentro del
contexto de pequeños grupos; es decir, células. Nadie ha escalado el Monte Everest solo, pero cada
año los equipos pequeños lo hacen, alcanzando las alturas más altas.

i) Queremos ganar nuestra generación

Las células son una estrategia ligera, ágil y feroz. El enemigo puede incluso resistir a los grandes
líderes y ministerios, pero ¿cómo podrá resistirle a todo el cuerpo de Cristo funcionando en miles y
miles de células? Las puertas del infierno no pueden resistirnos.

j) Creemos en la restauración de la iglesia.

El clericalismo y el templismo son impedimentos serios para el cumplimiento del plan de


Dios. Los ministros profesionales y los templos cerrados no pueden producir la iglesia del Nuevo
Testamento. Las células son una manifestación de restauración: el regreso a los orígenes, donde cada
miembro es un ministro y cada casa es una extensión de la iglesia.
Te invitamos a abrazar la visión de contemplar a nuestra generación conquistada para el
Señor a través de una iglesia en la que cada miembro es un ministro. Te invitamos a ser parte de un
ejército de creyentes que usan sus dones para hacer que sus células crezcan y se multipliquen.

3. ¿Qué es una célula?

Una célula es un grupo de cinco a quince personas que se reúnen semanalmente para aprender
cómo convertirse en una familia, adorar al Señor, edificar la vida espiritual de los demás, orar unos
por otros y guiar a las personas al Evangelio.
Cada célula debe tener al menos cinco personas y no debe exceder el límite de quince. Los grupos
de Moisés consistieron en diez (Éxodo 18:21) y Jesús dirigió doce. Quince personas es el número
ideal de miembros para una célula. Cuando se alcanza este límite, la célula debe multiplicarse.

4. ¿Dónde se reúne la célula?

Aunque preferimos las casas, una célula también puede reunirse en empresas (a la hora del
almuerzo), en escuelas, en salones sociales (en condominios) y en cualquier lugar donde haya un
mínimo de silencio y privacidad. Cuando la célula no se reúne en una casa, no habrá una figura de
anfitriona. Sin embargo la mayoría de nuestras células ocurren en los hogares.

62
Curso de Entrenamiento de Líderes

5. ¿Por qué la célula no debería tener más de quince personas?

No hay suficiente tiempo en una reunión para que más de quince personas reciban
ministración y compartan en el grupo. Es muy difícil para un líder, incluso con un líder en
entrenamiento apacentar a todas las personas. Además, las casas generalmente no tienen capacidad
para más de este número de personas en una sala para la reunión.
La razón para limitar el número de personas en una reunión de células, tiene mucho que ver
con las "líneas de comunicación". Cuando dos personas se encuentran, hay dos líneas de
comunicación. Cuando se juntan tres, hay seis. Si hay cuatro personas reunidas, entonces tenemos
doce. Si hay cinco, el número sube a veinte. Y cuando llega a diez, ya hay noventa líneas de
comunicación. Quince personas reunidas dan como resultado doscientas diez líneas de
comunicación, lo que significa que la comunicación ya no es apropiada.

6. ¡Ten cuidado! ¡Esto no es una célula!

No todos los grupos pequeños son una célula. Hay algunos tipos de grupos que no son
células. Entonces también necesitamos saber qué no es una célula.

a) Grupo de oración

Por lo general, este tipo de grupo está formado por personas que tienen la siguiente actitud:
¿Qué puede hacer este grupo por mí? No estamos en contra de los grupos de oración, solo estamos
diciendo que esto no es una célula.

b) Grupo de estudio bíblico


El problema con este tipo de grupo es que no estimula el compartir del evangelio o la
verdadera comunión. Por el contrario, tiende a convertirse en un grupo restringido y cerrado en el
que el incrédulo no es bienvenido.

c) Grupo de discipulado

Este tipo de grupo busca el crecimiento espiritual en un ambiente cerrado y exclusivo.

d) Grupo de sanidad interior

Es un tipo de grupo que utiliza técnicas de psicología para buscar la sanidad de su trauma
emocional. Todos son estériles, melancólicos e introspectivos.

e) Grupo de apoyo

Grupos como este son similares a Alcohólicos Anónimos: las personas se reúnen para hablar
sobre sus problemas, día tras día, semana tras semana.

63
Curso de Entrenamiento de Líderes

f) Punto de predicación

Dichos grupos tienen como deficiencia básica el hecho de no compartir la realidad de la vida
del cuerpo.
La gente va y viene, y el grupo es solo una reunión.

g) cualquier grupo que tenga las siguientes características:

• Cerrado, creado solo para personas de un departamento de la iglesia.


• La multiplicación no es un objetivo.
• No se somete al liderazgo general de las células.
• Es sólo una reunión social.

¡Cuidado! No se engañe. Estos grupos anteriores no son células.

7. ¿Cómo es una célula?

La célula no es un grupo de oración, aunque la oración es uno de sus ingredientes básicos.


No es un grupo de discipulado, aunque el discipulado también ocurre. No es un grupo de estudio
bíblico, aunque la edificación es fuerte en las reuniones. Todavía no es un grupo de sanidad interna,
aunque es un entorno de restauración. No es un punto de predicación, aunque el objetivo básico de
cada célula es la multiplicación. En realidad, es un poco de cada uno de estos grupos.
La célula de la iglesia se puede comparar con una célula de nuestro cuerpo. No es todo el cuerpo,
pero contiene toda la información necesaria para engendrar un cuerpo completo. Esto es lo que
llamamos información genética. En este contexto, la célula es simplemente una miniatura de la iglesia
reunida en casas. No existe algo como un ministerio celular. Ellas son el ambiente en el que fluyen
los ministerios.
Su importancia es mucho mayor que su reunión. Si la célula solo existe el día de la reunión,
entonces no es una célula; sino solo un culto a domicilio. Ocurre durante toda la semana: en el
supermercado, en el centro comercial, en la caminata, en el tiempo libre, en casa. Cuando los
hermanos se encuentran, ella sucede. La primera característica de la célula es ser una comunidad y
no el hecho de tener una reunión.
a) La célula no es un lugar donde aparece un grupo diferente cada semana

Aunque la reunión de la célula no está destinada al evangelismo, el visitante siempre será


bienvenido. De hecho, la célula apunta a la multiplicación, mientras que la reunión propiamente en
sí está orientada a la edificación.
Aunque la reunión no tiene el enfoque evangelístico, todo el proyecto final de la célula apunta
a la multiplicación. Los creyentes realmente edificados en la Palabra son creyentes fructíferos y el
ambiente adecuado para la fecundidad está en el círculo familiar, en la escuela y en el trabajo. La
reunión actúa como un lugar de entrenamiento y motivación para que cada uno pueda enfrentar con
valentía la guerra allá afuera.

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Curso de Entrenamiento de Líderes

b) La célula tiene una dirección y el día de reunión definido

Hay iglesias donde la reunión de la célula se lleva a cabo cada semana en la casa de un
miembro, lo que significa que la célula no tiene una dirección. Sin embargo, nuestra experiencia ha
demostrado que un lugar de encuentro definitivo, produce un sentido de identidad, constancia y
seguridad para el grupo.

c) La célula se reúne regularmente

La clave de la comunión es la constancia, la regularidad. Tener un lugar de reunión no es


suficiente, es necesario que la célula se reúna regularmente, semanalmente. No se puede construir
una relación sólida y gratificante sin la convivencia. Es vivir juntos lo que producirá lazos de amor,
amistad y aceptación.

d) La célula es homogénea.

Cuando participamos en un grupo que tiene las mismas características peculiares propias del
nuestro, nos sentimos mucho más cómodos compartiendo. En nuestra iglesia, las células están
estandarizadas por edad en lugar de género. Así tenemos redes de células de niños, adolescentes,
jóvenes y adultos. Evidentemente, esto no es algo rígido y cada miembro tiene mucha libertad para
participar en la célula donde se siente más involucrado.

La práctica de las células

Clase 3

Los objetivos de la célula

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Curso de Entrenamiento de Líderes

U na célula es más que una reunión semanal. La reunión es el encuentro de los miembros de

la célula que tiene lugar toda la semana. No solo queremos tener servicios en el hogar, queremos
edificar células. La diferencia entre estas dos cosas es muy grande. Un servicio doméstico es una
reunión celebrada en una casa, donde los miembros no están necesariamente vinculados y a veces ni
siquiera se conocen. La célula por otro lado, es más que una reunión: es un grupo de hermanos que
están unidos y vinculados entre sí. Estos hermanos buscan una vida de comunidad y su objetivo es
multiplicarse. La célula es más grande que su reunión y va mucho más allá.
Resumimos los objetivos de la célula en cuatro puntos:
Comunión: tiene como objetivo desarrollar una vida compartida, objetivos comunes y una
alianza mutua entre los miembros.
Enseñanza: la célula proporciona el entorno para el crecimiento espiritual, el aprendizaje
práctico y la disciplina en el amor. No es la enseñanza de una escuela, sino de una familia.
Servicio: en la célula, cada miembro es un ministro. Allí todos ejercen sus dones para el
servicio mutuo.
Multiplicación: La célula es el entorno en el que involucramos a nuevos miembros en la
iglesia. Aquí es donde alimentamos, guardamos y suplimos a los nuevos hermanos. Veamos cada
uno de estos objetivos.

1. Comunión

La iglesia es un cuerpo vivo. En él, a través de las células, se construyen los lazos de
comunión del cuerpo. Estos lazos son importantes porque permiten la circulación de la vida. La
Palabra de Dios dice que la sangre es vida, es un símbolo perfecto de la propia vida de Dios. Lo que
hace la sangre en nuestro cuerpo físico, la vida de Dios hace en la iglesia: el cuerpo de Cristo. La
sangre realiza al menos cinco funciones en el cuerpo:

o Elimina impurezas;
o Mata a los gérmenes;
o Alimenta las células;
o Trae energía;
o Mantiene la temperatura.

a) Eliminar impurezas

En primer lugar, la sangre tiene el poder de eliminar las impurezas de nuestro cuerpo. Del
mismo modo, la vida de Dios que circula entre los miembros del cuerpo expulsa todo tipo de
impurezas en la vida de los miembros. Cuanto más fluye la vida de Dios en una célula, mayor es la
expresión de la santidad personal.

66
Curso de Entrenamiento de Líderes

La vida de Dios se manifiesta plenamente en las relaciones. Cuando estamos conectados


entre nosotros en lazos de amor y comunión, la vida elimina espontáneamente las impurezas del
pecado. Si todo en la iglesia se reduce a hacer cosas, entonces nos convertimos en una organización
muerta. Una organización muerta es solo una institución, un monumento. Pero un cuerpo sucederá
cuando seamos miembros unos de otros, ayudados y fortalecidos por la ayuda de cada articulación,
hagamos nuestro propio crecimiento a través de la vida de Cristo (Rom. 12: 5; Ef. 4:16).

b) Mata los gérmenes

Uno de los componentes de la sangre son los glóbulos blancos, cuya función es promover
la defensa o inmunidad del cuerpo. En otras palabras, son los agentes de defensa del cuerpo humano,
tienen la propiedad de atacar y destruir los gérmenes invasores del organismo. Del mismo modo, la
vida de Dios que circula entre los miembros del cuerpo de Cristo destruye los dardos del diablo y
expulsa a los demonios invasores.
Cada miembro del cuerpo necesita comprender la importancia de estar juntos, ministrarse
unos a otros y funcionar como miembros de un cuerpo. Tal funcionamiento no tiene relación con
el edificio, sino es una relación viva en medio de la célula.

c) Alimentar las células

Así como los miembros del cuerpo humano son abastecidos y alimentados por la misma
sangre que circula entre ellos, la vida de Dios suple y nutre a los miembros del cuerpo de Cristo en
comunión unos con otros. Los miembros pueden ser muchos, pero la vida que circula entre ellos es
la misma: la vida de Dios.
Muchos pueden testificar que son alimentados en los cultos por la palabra dada, que es buena
y necesaria. Pero hay un tipo de fortalecimiento mayor que se produce cuando escuchamos
repetidamente la misma enseñanza en las relaciones espontáneas entre hermanos. La comunión
alimenta al miembro y fortalece la vida.

d) Trae energía

Aunque la forma y el estilo de comunión varían, el creyente que no experimenta una vida de
comunión en una célula de hermanos, ha perdido el verdadero significado de lo que significa ser
miembro del cuerpo.
Cuando estamos vinculados entre sí, se nos suministra energía y vigor espiritual. El poder de
Dios es tu propia vida liberada a través de la comunión. Una cosa es la oración individual, otra muy
diferente y más poderosa es la oración grupal. Lo mismo se aplica a la adoración, alabanza y
celebración. La sangre de la vida de Dios es el poder disponible para todos cuando estamos
conectados en el cuerpo.

e) Mantener la temperatura

67
Curso de Entrenamiento de Líderes

De todos modos, es la sangre la que tiene la propiedad de mantener la temperatura de nuestro


cuerpo humano. Una célula llena de vida será invariablemente un lugar cálido lleno del fuego del
Espíritu. Cuando no hay vida, los miembros se enfrían, pero si la sangre circula entre ellos, la
temperatura aumenta. Hay muchos que se enfrían porque están solos. El individualismo es
definitivamente una palabra que no comparte con el cristianismo. Una sola brasa pronto se apaga.
Sé que los evangelistas me pueden apedrear por decir eso, pero la Biblia habla mucho más
del compañerismo de la iglesia que del evangelismo. Realmente creo que la mejor estrategia para el
evangelismo es la comunión verdadera y genuina entre los hermanos. Jesús dijo que el mundo nos
reconocería como sus discípulos si nos amáramos. Es a través de la comunión que somos testigos
de este amor.
¿Notaste cuántas cosas la vida de Dios se puede obrar en nosotros? Es suficiente que los
miembros estén debidamente conectados con la ayuda de toda la articulación, de acuerdo con la
cooperación correcta de cada parte (Ef 4:16).
Debemos tener cuidado de que nuestra comunión no se convierta en un club social, para
que otras cosas no nos distraigan. Se ha dicho que todo esto muestra cuán importante es el tema de
los lazos de comunión dentro de la iglesia. Por lo tanto, cada líder debe priorizar la comunión de su
célula.
Cada miembro de su célula debe estar vinculado a otro miembro en el amor y también en
sujeción a la autoridad. Todos deben tener a alguien a quien someterse para recibir edificación
personal y suministro en amor. El discípulo natural de una persona es aquel que lo ha ganado para
Cristo, pero incluso aquellos que tienen muchos años de convertidos deben someterse a otro que es
reconocido como más maduro y experimentado en la fe. No debe haber alguien sin vínculo.

2. Enseñanza

El segundo objetivo de la célula es la enseñanza. Cada célula debe tener un alto nivel de
compartir de la palabra. Cuando hablo de nivel, no me refiero al aprendizaje o la cultura de los
hermanos, sino al fuego que arde cuando se ministra la Palabra. Cuando nuestros corazones son
incendiados por la Palabra, influenciamos toda la célula.
La enseñanza dada debe ser el fruto de la revelación. El líder no necesita saber mucho, pero
lo que sea que hable, por simple que sea, debe venir del corazón, fruto de la luz de Dios en su espíritu.
Una palabra fuerte no es necesariamente profunda o erudita. Se dice que cuando Evans Roberts
predicó, a veces no decía mucho, solo repetía algunas frases como "Dios te ama". Resulta que dijo
eso con un corazón ardiente y su auditorio se vio muy afectado. Puede que no hayan aprendido nada
nuevo, pero se les enseñó en profundidad.
Este es el segundo objetivo de la célula: compartir la Palabra de Dios con vida. No es enseñar
mucho, sino enseñar correctamente, con revelación.

3. Servicio mutuo

Mucha gente piensa que servir a Dios es hacer cosas en la iglesia, como cantar, orar y
predicar. Pocos se dan cuenta de que servimos a Dios cuando ejercemos nuestros dones y
conocimientos para ayudar a edificar personas, ya sean hermanos o no.

68
Curso de Entrenamiento de Líderes

Si tienes hijos y tienes experiencia en el cuidado de niños, ayude a las nuevas madres
enseñándoles a cuidar a sus hijos. Otros pueden cuidar a los niños para que una pareja pueda salir a
caminar una noche, o si alguien no puede pagar un curso de preparación, podríamos ayudar con las
clases para el ingreso a la universidad. Hay tantas posibilidades de ayuda y servicio mutuos que no
podríamos enumerarlos aquí.
Jesús dijo que seríamos conocidos como sus discípulos si nos amáramos. No hay mejor
manera de expresar nuestro amor que sirviendo a nuestros hermanos.

4. Multiplicación

Cada célula debe multiplicarse. El objetivo es multiplicar una vez al año, pero esto no debería
ser un yugo para los hermanos. Para lograr este objetivo, es necesario ganar y consolidar a las
personas. Por lo tanto, la célula no es solo para ganar, sino también para consolidar y cuidar a las
nuevas ovejas. La multiplicación es el fruto de ganar y consolidar.
Cada nuevo convertido es como un niño y como tal, necesita algunos cuidados básicos.
Necesita cinco cosas: comida, protección, enseñanza, disciplina y amor. Estos cuidados no se pueden
dar de manera masiva, sino individualmente.

a) comida

Cada nuevo convertido necesita ser alimentado. Si no es alimentado en esta etapa de la vida
espiritual, puede convertirse en un creyente problemático, si no se muere de inanición. En la célula,
se alimenta de palabras de fe, aliento y coraje.

b) protección

Además de la comida, el recién nacido necesita protección. La rotación de la iglesia es el


resultado del descuido y la protección. El lobo entra y toma las ovejas, porque no hay pastores
cuidando el rebaño. Los líderes de células son pastores que vigilan el rebaño. Hasta que el nuevo
convertido aprenda a caminar solo, la protección de un padre espiritual es fundamental.

c) Enseñanza

El término enseñanza no se refiere simplemente al aprendizaje de doctrinas, sino a la


adquisición de hábitos espirituales. La enseñanza apunta a la conducta y las actitudes que deben
desarrollarse en el nuevo creyente.

d) disciplina

Cada nuevo convertido debe ser alimentado, protegido, enseñado y también corregido
cuando esté fuera del patrón de la Palabra. En la célula hay un ambiente para que sea exhortado,
amonestado y corregido en amor.

69
Curso de Entrenamiento de Líderes

e) amor

Por último, el niño en la fe necesita ser amado. Todos venimos a la vida de la iglesia con
nuestras emociones destruidas. Sin embargo, el amor paciente de los hermanos en la célula restaura
nuestra alma. Un niño recibe solo amor y suministros adecuados en un entorno familiar. Y el
propósito de las células es precisamente esto: ser una familia unida por el amor. En este ambiente
familiar, nuestros hijos serán suplidos y ninguno se extraviará.

f) ¿Qué es la multiplicación?

La multiplicación es el proceso por el cual una célula se divide en dos cuando alcanza el
número de quince miembros. Sin embargo, nunca decimos que una célula se ha dividido en dos,
siempre decimos que se ha multiplicado en dos.
Multiplicar es positivo, mientras que dividir en este contexto es negativo. La multiplicación
es el objetivo principal de cada célula. Por lo general, una célula comienza con siete u ocho personas.
Por lo tanto, necesitamos llegar a una sola persona cada dos meses más o menos para alcanzar el
objetivo de multiplicar la célula en el transcurso de un año.

g) ¿Cómo se hace la multiplicación?


En la multiplicación de la célula, el líder más experimentado sale con la mitad de los
miembros para formar otra célula. El nuevo líder se queda con la otra mitad de la célula que ya está
funcionando. La distribución de los miembros entre las células la realiza el líder con la ayuda de su
discipulador, que debe acompañar todo el proceso. El objetivo de cada célula es multiplicar siempre.
La multiplicación puede suceder de varias maneras:

h) La multiplicación por el tiempo transcurrido


Una célula no debería tardar más de un año en multiplicarse. Si una célula, después de un
año o más, aún no se ha multiplicado, debe multiplicarse de todos modos. Aunque no ha alcanzado
el número de quince personas, debe multiplicarse, de lo contrario nunca lo hará. Este es el caso
donde todos los creyentes ya son maduros y pueden comenzar una nueva célula.

h) Multiplicación en más de dos

Esta situación ocurre cuando una célula crece explosivamente. Un mes estuvo con doce
personas, al mes siguiente se agregaron otras quince personas. Por lo tanto, después de consolidar
los nuevos convertidos, puede multiplicar esta célula por tres o cuatro.

i) La célula embrión o grupo pionero

Estas son células que comienzan solo con la pareja de líderes. No son el resultado de la
multiplicación, sino del trabajo del evangelista. Hay muchos hermanos con el don de evangelista
dentro de la iglesia que tienen la habilidad especial de comenzar desde cero. A menudo, ni siquiera

70
Curso de Entrenamiento de Líderes

tiene la casa para las reuniones, consiguen una familia y van a su casa, a partir de ahí comienzan una
célula. Recomendamos que esta estrategia sea utilizada solo por líderes con el don de evangelista.

5. Consideraciones para multiplicar


a) relaciones

Al distribuir personas entre las dos nuevas células, el primer criterio a considerar son las
relaciones y los lazos personales dentro de la célula Si uno ha ganado al otro, ambos deben estar
juntos.
Si pertenecen a la misma familia, también es mejor estar juntos.

b) localización geográfica

El segundo criterio a seguir es la ubicación geográfica. Las personas que viven más cerca de
la casa del anfitrión deben permanecer en la célula que se reunirá allí. A veces las relaciones aún no
son fuertes y las personas eligen quedarse en la célula más cercana. El proceso de multiplicación debe
ser lo más flexible.

c) Madurez de los miembros

Cuando no hay diferencias en el vínculo entre hermanos, las relaciones son igualmente
significativas para todos. Por lo tanto, la ubicación geográfica ya no es importante porque los grupos
están muy cerca. En este caso, hacemos uso de la madurez espiritual de los hermanos y simplemente
enviamos a las personas más maduras para comenzar la nueva célula en otra casa.
d) Cuando la multiplicación no se realiza en el momento correcto

La multiplicación es una necesidad. Cuando la célula alcanza el número de quince personas,


debe multiplicarse. Si demoramos el proceso, pueden ocurrir algunas consecuencias:

• La reunión ya no es productiva.

Después de que el número de personas excede el límite de quince, la célula se distorsiona y


simplemente se convierte en un culto casero. Las personas ya no son libres de compartir y el entorno
se vuelve impersonal.

• Los miembros se convierten en turistas

Cuando la célula se vuelve demasiado grande, se produce una rotación entre los miembros.
El razonamiento es simple: cuando había diez personas y una pareja falta, el porcentaje de ausencia
es del 20%. Pero con la célula más grande, cuando faltan personas nadie nota su ausencia. La
tendencia es degenerarse.

• La intimidad disminuye

71
Curso de Entrenamiento de Líderes

En una celda muy grande, las personas pierden su libertad de abrirse y el líder no puede
cuidar de manera efectiva.

• El anfitrión queda desanimado

Un anfitrión puede quedar traumado por los problemas de una célula gigante y cerrarse para
recibir la célula en el futuro. Imagina tener veinte, treinta o cuarenta personas en tu casa cada semana.
La merienda se convierte en una fiesta y la casa en un tremendo desorden.

• La célula puede morir.

Si una célula alcanza el punto de multiplicación y no se hace, la célula puede morir. Hemos
visto esto muchas veces. Por todas las razones mencionadas, el grupo puede desintegrarse.

6. La fiesta de la multiplicación

Este es el día marcado para la multiplicación de una célula, que no puede ser un evento triste
de separación; sino la celebración de una victoria alcanzada, un objetivo tremendo alcanzado. El líder
debe hacer que esta fiesta sea muy significativa. Es hora de celebrar, escuchar testimonios, recordar
momentos divertidos juntos y recibir la bendición del discípulo.

7. La fiesta de la cosecha
En la medida de lo posible, todas las células se multiplican en la misma época del año
(generalmente al final del año). Cuando esto sucede, tenemos una gran celebración, con fuegos
artificiales, globos, bailes, testimonios y algún acto simbólico que nos recuerda una gran cosecha.
Toda la iglesia debe asistir a esta fiesta.

72
Curso de Entrenamiento de Líderes

La práctica de las células

Clase 4

El equipo de una célula

73
Curso de Entrenamiento de Líderes

D entro de la estructura celular, hay algunas personas fundamentales. Realizan funciones

básicas y esenciales para el funcionamiento de la célula.

1. El líder
Es alguien que se convirtió, asistió a la reunión, se bautizó, hizo el Curso de Madurez
Espiritual, se convirtió en líder en entrenamiento de la célula por un tiempo, y ahora después de
comenzar el Curso de Entrenamiento para Líderes (CEL) y luego de multiplicación de la célula, se
ha convertido en líder y tiene su propia célula. Dirige una célula según su grupo de edad, en su propio
vecindario o región de la ciudad donde vive.
El líder de célula es la figura clave dentro de la estructura de la iglesia. No tiene que ser de
un alto nivel cultural o intelectual, ni tiene que ser un gran conocedor de la Escritura. No tiene que
saber cómo responder a todas las preguntas sobre la Biblia, ni tener una oratoria impecable. Sin
embargo, debe tener las siguientes características: ser lleno del Espíritu Santo, sumiso, enseñable,
transparente y leal.

a) Lleno del espíritu

Lo que se espera de un líder en primer lugar es que sea lleno del Espíritu Santo. Esto generará
vida en la célula y hará que su trabajo sea fructífero. Se necesita una vida de oración íntima y diaria
con Dios y su Palabra. Las personas van a la célula con la esperanza de recibir la vida de Dios y el
líder lleno del Espíritu manifestará alegría, intensidad, profundidad y amor.
b) Sumiso

Los que no han aprendido a someterse tampoco pueden liderar. No podemos tolerar
personas arrogantes, orgullosas, jactanciosas y divisivas en el liderazgo. Tales personas eventualmente
dividen el cuerpo de Cristo. Necesitamos tener cuidado en este punto, no necesitamos personas con
talento, necesitamos personas leales.

c) Enseñable

Una persona a la que se le puede enseñar es aquella que está dispuesta a aprender sin creer a
sí mismo como doctor en alguna cosa. Los líderes que se creen conocedores y nunca asisten a
reuniones de entrenamiento y discipulado, deben ser separados, ya que no traen el Espíritu de Cristo.

d) transparente

El líder, como hombre de Dios, debe caminar en la luz y no tener una vida oculta, esto es lo
que le hace confiable. No oculta nada y sus problemas pueden ser percibidos y en consecuencia,
corregidos.

74
Curso de Entrenamiento de Líderes

e) leal

Si en su transparencia percibimos que algo está mal, debe ser lo suficientemente abierto como
para ser tratado y corregido. Un líder no puede ser rencoroso y debe estar dispuesto a escuchar una
exhortación amorosa. Sin estas características básicas, una persona no debería constituirse como líder
de célula.

2. El líder en entrenamiento

Es alguien que se convirtió, fue al encuentro, se bautizó, hizo el Curso de Madurez Espiritual
y ahora el líder de célula lo está entrenando de forma práctica para ser líder después de la
multiplicación de la célula participante. Él camina con el líder y es su sustituto virtual.
El líder de entrenamiento es un líder en potencial. No tenemos el ministerio de líder auxiliar.
Cada líder de entrenamiento debe convertirse en líder después de la multiplicación.
Todos los aspectos de carácter que se aplican al líder deben observarse en la vida del líder
durante el período de entrenamiento.
Todo el trabajo que realiza el líder de célula debe hacerse en conjunto con su líder de
entrenamiento. Esta es una forma práctica de entrenarlo para que haga lo mismo más tarde en otra
célula.
Cada líder de célula debe tener un líder de entrenamiento, porque sin él la célula tendrá pocas
posibilidades de multiplicarse de manera saludable. Es él quien lleva el ADN de la visión para que la
siguiente célula mantenga la visión correctamente.
El líder y su líder de entrenamiento son siervos para la célula, no maestros ni profesores.
Podemos decir que son facilitadores. Deben tener en cuenta que necesitan conducir la célula de tal
manera que cada miembro pueda funcionar como parte del cuerpo.

3. El anfitrión

Él es quien recibe a los hermanos en su casa con disposición y amor por el buen
funcionamiento de una célula. Puede recibir la célula por un tiempo fijo (seis meses por ejemplo), o
puede tener la célula en su hogar indefinidamente. Se espera que sea hospitalario y que reciba a sus
hermanos.
Un anfitrión puede recibir más de una célula en su hogar en diferentes días de la semana.
También es normal que una célula adulta y una célula infantil se reúnan simultáneamente en la misma
casa.
Lo ideal es tener células solo en casas donde ambos cónyuges son creyentes. Sin embargo,
reconocemos que hay circunstancias en las que este patrón no se puede seguir. Hemos tenido buenos
grupos que trabajan en hogares donde solo un cónyuge es convertido. Si el no convertido no se
opone, podemos tener una célula saludable en su hogar.
El anfitrión tiene la función básica de dar la bienvenida a los hermanos para que la célula
suceda en su hogar. Es una pieza clave en la multiplicación de la célula. Si las personas que van a una
célula no se sienten cómodas, esa célula nunca prosperará. Por lo tanto, el anfitrión debe ser amable,

75
Curso de Entrenamiento de Líderes

hospitalario y receptivo, manteniendo siempre una sonrisa abierta para todos. También debe evitar
estar ausente de las reuniones durante mucho tiempo. Es desagradable ir a una casa donde el dueño
no está presente.
Si el anfitrión tiene algo de qué quejarse, como la exageración de la intimidad de algún
hermano en la casa o el daño a los muebles, debe hacerlo con el líder, no frente a la célula. Depende
del líder corregir los problemas. Cuando el líder es el anfitrión, el líder de entrenamiento debe
desarrollar esa función.
Durante las reuniones de la célula, no debe haber televisión encendida en la sala de al lado y
ninguna otra reunión paralela (excepto la célula de los niños). El anfitrión debe asegurarse de que
nada perturbe el buen funcionamiento de la reunión. Esto solo es posible cuando entiende que está
realizando un ministerio ante Dios y no simplemente prestando su casa para una reunión.
Hay anfitriones que entregan su hogar, pero no participan en la célula, eso es tomado por la
gente como indiferencia y falta de interés. Los dueños deben ser más que sonrientes y amables: deben
participar activamente en la célula. El objetivo es hacer que las personas se sientan parte de la familia.

4. El discipulador

Él es un líder de célula que ha multiplicado sus células varias veces. Supervisa varias células
de acuerdo con su capacidad y disponibilidad de tiempo. Al principio puede supervisar mientras
sigue liderando su propia célula. Anteriormente, llamamos al discípulador de supervisor porque esta
es su función principal: supervisar las células y vigilar la visión para que no se degenere.
5. El pastor de la red
Es un líder de célula exitoso que se ha convertido en un discípulor, cuya habilidad para liderar
y multiplicar sus células ha sido reconocida. Alimenta las células bajo su cobertura, edificando y
alentando a sus miembros. El pastor de la red es responsable de varios discípulos y sus respectivas
células, se reúne una vez a la semana con ellos, en grupos e individualmente con cada discípulo.

Definiendo las funciones

Somos una iglesia de ministros, tenemos una visión y ella es el encargo en nuestro corazón.
Si cada miembro realiza su función con encargo y unción, las células seguramente lograrán la victoria
en sus objetivos y se multiplicarán. Básicamente, seguimos el modelo de Jetro con respecto a la
cadena de autoridad.

1. El líder celular

• Calificación

o Alianza con la visión de la iglesia y su liderazgo.


o Vida santa, irreprensible y consagrada al Señor (corazón enseñable, transparencia y
sujeción).
o Práctica diaria de oración y lectura de la Biblia, así como ayuno semanal.

76
Curso de Entrenamiento de Líderes

o Ser bautizado en el Espíritu Santo.

• objetivos

El líder debe tener como objetivo principal en la célula la edificación de los hermanos. Debe
lograr que funcionen en el cuerpo para ser llenos en amor, disciplina, alimento y protección. Debe
llevar a la célula hacia la multiplicación. Siempre debe trabajar con alegría, diligencia y motivación,
recordando que en el Señor nuestro trabajo no es en vano. Estamos edificando una iglesia de
vencedores.

• Responsabilidades en la célula.

o Estar siempre en la reunión de la célula con buena disposición y alegría.


o Coordinar junto con su líder de entrenamiento la reunión de la célula.
o Coordinar el momento de compartir la palabra con la participación de todos los miembros
de la célula.
o Resolver problemas que ocurran durante la reunión.
o Ayuda a crear lazos de comunión en la célula.
o Póngase en contacto con los miembros que faltaron a la reunión lo más antes posible.
o Alimentar a los miembros semanalmente.
o Visitar a los miembros y quienes visitaron la célula.
o Buscar una solución e informar inmediatamente al discipulador todos los problemas dentro
de la célula.
o Planifique y celebre reuniones adicionales.
o Monitorear la asistencia social para los necesitados.
o Anuncie todos los avisos de la iglesia.
o Participe de las reuniones de oración y reuniones previamente programadas.
o Asista a la reunión de discipulado y entregue informes de la célula semanalmente.
o Planificar, junto con el discipulador, la multiplicación de la célula.
o Responder amorosa e inmediatamente a una necesidad emergente.
o Tratar con personas problemáticas individualmente, fuera del contexto de la célula.
o Mantenga una atmósfera tranquila y agradable en la célula.

• Responsabilidades en la iglesia.

o Estar siempre presente en las celebraciones de la iglesia.


o Comprométase con la oración y el ministerio en las celebraciones de la iglesia.
o Sea un modelo de intensidad en la oración, alabanza y adoración.
o Ayudar a ministrar en los llamados hechos en los cultos.
o Ser ejemplo en los diezmos y ofrendas.

77
Curso de Entrenamiento de Líderes

Cada líder tiene autonomía en su célula. El discípulador y el pastor no lo controlarán. Es


libre de conducir la célula y eventualmente cambiar la dirección de la reunión o incluso cambiar el
día o el lugar dependiendo de un evento como una fiesta de cumpleaños.
El líder no debe ser pasivo esperando todas las instrucciones del discípulador o pastor. Él es
el pastor de su célula.

• Autoridad

En la célula, el líder tiene la autoridad para resolver problemas relacionados al grupo, siempre
que no exceda la autoridad de su discipulador.

• Sujeción

El líder de la célula está directamente sujeto a su discipulador, a quien siempre debe informar
sobre sus responsabilidades.

2. El líder en entrenamiento

• objetivos

Junto con el líder, el objetivo principal en la célula debe ser de edificar a los hermanos y
multiplicar la célula.

• Responsabilidades

o Participar en la planificación de todos los eventos de la célula junto con el líder.


o Facilitar y proporcionar vínculos de comunión en la célula.
o Alimentar a los miembros durante la semana.
o Visitar a los miembros según sea necesario.
o Monitorear la asistencia social y la provisión en la célula.
o Participar en el proyecto de oración y en las reuniones programadas, y mantener
una vida constante de oración, ayuno, lectura de la Palabra y santidad.
o Consolidar a los nuevos convertidos.
o Planificar la multiplicación de la célula con el líder.
o Motivar el surgimiento de nuevos líderes.

• Autoridad

La célula está sujeta a la autoridad de su líder, quien siempre debe consultar sobre sus
acciones. Luego bajo la guía del líder, puede asumir otros niveles de liderazgo dentro de la célula.

• Sujeción

78
Curso de Entrenamiento de Líderes

Es directamente sujeto al líder de la célula, que siempre debe informar personalmente y sus
responsabilidades en la célula. El líder de la célula es su discípulador.

3. El anfitrión
• objetivos

El propósito básico del anfitrión de la célula es producir un ambiente apropiado para la


reunión de la célula, al ser agradable y hospitalario con los hermanos.

• Responsabilidades

o Estar presente siempre en la reunión.


o Asistir a las reuniones de oración y reuniones previamente programadas. También debe
mantener una vida constante de oración, ayuno, lectura de la Palabra y santidad.
o Recibir a los miembros de la célula con alegría y satisfacción.
o Preparar el ambiente en oración, apagar la televisión horas antes y organizar los asientos.
o Participar activamente en la célula.
o Informar al líder de los abusos de confianza en la casa o cualquier daño causado por los
miembros de la célula.
o Auxiliar y motivar junto con el líder para el surgimiento de nuevos anfitriones.

• Autoridad

Tiene autoridad en la célula para organizar y preparar el ambiente como mejor le parezca,
pero siempre evaluando con el líder si es apropiado algunos cambios.

• Sujeción

El anfitrión está directamente sujeto al líder de la célula, a quien siempre debe informar
personalmente sobre sus responsabilidades y del grupo.

4. Discipulador

• Calificación

o Tener una alianza con la visión de la iglesia y su liderazgo.


o Tener una vida santa, irreprensible y consagrada al Señor, expresando un corazón enseñable,
transparente y leal.
o Practicar diariamente la oración y la lectura de la Biblia.
o Haber fructificado en la función como líder de las células y multiplicado la célula por lo
menos una vez.

79
Curso de Entrenamiento de Líderes

• Objetivos

o Supervisar, alimentar y discipular a los líderes, llevar a toda las células bajo su supervisión
para multiplicarse.

• Responsabilidades

o Reunirse semanalmente con los líderes de las células para apacentamiento, discipulado y
supervisión de las células.
o Supervisar la asistencia a los necesitados en su red (no podemos permitir ni una sola persona
con necesidades básicas, que no pueda ser suplida en nuestro medio).
o Asistir a las reuniones previamente programadas por el liderazgo de la iglesia.
o Engendrar nuevos discipuladores entre sus líderes de célula.
o Entregar mensualmente su ficha de supervisión de la red de células y participar en el grupo
de discipulado con el pastor de la red.
o Verificar si la ofrenda y la santa cena se realizan mensualmente en la célula.
o Verificar si se está consolidando a los nuevos convertidos.
o Observe si la célula ha crecido en comunión.
o Verificar si la palabra de la semana se ha dado en la célula.
o Reunirse semanalmente con el pastor de la red para un pastoreo y discipulado.
o Acompañar el crecimiento de cada célula que está bajo su supervisión.
o Verificar que cada célula tenga un líder de entrenamiento.
o Acompañar de cerca la frecuencia de cada célula.
o Actualizar la lista mensual de cada célula.
o Verificar si hay visitas y eventos puente en cada célula.
o Establecer un rol de visitas semanales para las células de su red.

• Autoridad

El discipulador tiene la autoridad para resolver todos los problemas relacionados con las
células bajo su supervisión, dentro de los límites de la guía de su pastor de la red.

• Sujeción

El discipulador es directamente sumiso al pastor de la red, a quien siempre debe rendir


cuentas a través de los informes y de quien debe recibir instrucciones para su trabajo.

80
Curso de Entrenamiento de Líderes

La práctica de las células

Clase 5

Una reunión saludable de la célula

81
Curso de Entrenamiento de Líderes

E l Señor nos ha enseñado que debemos reunirnos en su nombre. Cuando hacemos esto, Él

está presente entre nosotros. Reunirse en el nombre del Señor significa que nos unimos para exaltarlo
y ponernos bajo su autoridad. Todas las otras razones para estar allí son secundarias, Él es el centro.
Pero la Palabra de Dios también nos enseña que debemos reunirnos para la edificación del cuerpo.
Pablo dice: “¿Qué hay pues hermanos? Cuando se reúnen, uno tiene un salmo, otro tiene doctrina,
este trae revelación, ese otra lengua y otra interpretación. Hágase todo para edificación” (1 Corintios
14:26). La reunión de célula no es para entretenimiento, sino que todo debe hacerse con el propósito
de edificar. Por lo tanto, una reunión de célula saludable siempre estará impregnada por la fuerte
presencia de Dios, será un lugar donde los hermanos serán edificados por la Palabra, la oración, la
alabanza o cualquier expresión de un don espiritual.
Como líder, debe valorar la reunión de la célula invirtiendo tiempo, preparándose y orando
por la presencia de Dios. Nada es más importante que la presencia de Dios, no estamos interesados
en rituales o tradiciones. Lo que cada líder necesita tener es un gran deseo de la manifestación de la
presencia de Dios en su célula; por lo tanto no solo es realizar una reunión siguiendo un ritual según
nuestra tradición.

1. El líder es un facilitador
Como facilitadores, nosotros conducimos y damos a cada persona la oportunidad de
participar (1 Cor. 14:26). No es apropiado que la reunión de célula sea una miniatura del culto
dominical. El punto central es que todos participen y compartan.
El líder debe superar la tentación de convertirse en un predicador dando grandes
conferencias a los hermanos. Su objetivo debe ser facilitar el compartir de la palabra para que todos
puedan hablar y ministrar. Por lo tanto, el líder también es un facilitador de la acción del Espíritu de
Dios entre los hermanos. Sea un incendiario que lleve el fuego de Dios donde quiera que vaya. Es
maravilloso ver a un líder que, cuando viene a la reunión, hace cambiar el entorno de la célula, cuando
habla, trae un sentido vivo de la presencia del Espíritu. La reunión de la célula puede ser pesada, pero
cuando ministra, los hermanos sienten libertad en el espíritu.
Como líder atraiga la nube de gloria para que llueva sobre los hermanos. Cuando el líder
llegue, el ambiente queda liberado. Mi mayor tristeza es encontrar hermanos que se reúnen, pero no
les importa si hay presencia y vida del Señor allí, y semana tras semana siempre llevan ese peso,
imaginando que la célula debe ser así. ¡No tiene que ser! ¡No debe ser!
De alguna manera, ciertas reuniones de célula parecen ceremonias de boda, en las que todo
está organizado, pero sin vida. La novia y el novio estaban preocupados por la organización,
invitaciones, fiestas y todo. ¡Todo fue hermoso! Pero no se acordaron de decir una simple oración,
diciendo: "Jesús, ven a nuestro matrimonio". Para ellos no hay diferencia, lo importante es ser bella,
adornada y ordenada como siempre soñaron.
Sin embargo no importa cuán hermoso y organizado sea el lugar, si no hay presencia de Dios
allí, está vacío. Pero si Dios está presente, todo ganará color y vida. ¡Queremos la presencia de Dios!
Pero algunos líderes de células son como aquellos novios: preparan todo lo mejor, siguen todos los
componentes de una reunión normal, pero no tienen encargo por la presencia de Dios.
82
Curso de Entrenamiento de Líderes

2. Los componentes de una reunión de la célula

No quiero que pienses que ignoramos por completo los rituales y tradiciones. También
tenemos liturgias, ya que tenemos algún tipo de orden en nuestras reuniones de células y también
tenemos tradiciones. Los rituales son rutinas que establecemos, porque sin ellas no podemos tener
una vida previsible y normal; por lo tanto los rituales son inevitables. Los niños necesitan una rutina
para aprender y los trabajadores la necesitan para producir. El problema es cuando la rutina se vuelve
tan rígida que se convierte en una atadura.
Tenemos un patrón o modelo de reunión de células (o liturgia si lo prefiere), pero funciona
como una guía general sobre cómo debe ocurrir la reunión, no como una atadura. Por supuesto, hay
espacio para mucha libertad en el espíritu, pero recuerde que este modelo no significa nada sin la
presencia de Dios. Ore para que ella venga y no haga nada sin sentir la unción y la presencia del
Señor. Cada reunión de célula debe estar impregnada de ella.
Por lo tanto, debemos estar abiertos a la obra del Espíritu en nuestras reuniones. El Espíritu
Santo puede guiarnos de diferentes maneras y podemos tener diferentes tipos de reuniones. Puede
traer énfasis y guías distintas en ciertos días, pero la mayoría de las reuniones de células tendrán
cuatro componentes principales: el rompehielos o la participación, alabanza, la palabra y el compartir.
a) Participación

También llamamos a este momento el rompehielos. Es el momento de dar la bienvenida y


hacer que todos se sientan cómodos y acogidos entre nosotros. Podemos comenzar este momento
con un testimonio o algún tipo de rompehielos que involucre a todos. El rompehielos no es un juego,
es una actividad que ayuda a las personas a sentirse cómodas con los demás, ayudando a enfocar la
atención de toda la célula en una dirección.
Siempre que haya un visitante, puede participar mediante preguntas de presentación como:
¿Dónde vives? ¿Cuántos hermanos tienes? ¿Qué haces? ¿Quién es la persona más cercana a ti?
¿Cuándo fue que Dios se convirtió en algo más que una palabra para ti? Ninguna de estas preguntas
expone la intimidad de la persona y son una forma para que el visitante se presente sin sentirse
incómodo. Es importante que todos respondan la misma pregunta antes de pasar a la siguiente.
Recuerde tomar las siguientes precauciones durante el período de rompehielos:
o No lo prolongue por más de diez minutos.
o Tenga cuidado de no parecer cansado o aburrido.
o Rotar dejando a un hermano responsable del rompehielos en cada reunión.
o Permitir siempre nuevos testimonios en la célula.
o Sea positivo. Tenga una actitud de fe.

b) Alabanza

La alabanza es algo que puede variar mucho de una célula a otra. Algunas células están
bendecidas con guitarristas y otras tienen piano o incluso teclado, pero la mayoría usa un equipo de
sonido para que las alabanzas sean realizadas.

83
Curso de Entrenamiento de Líderes

Recuerde que la alabanza no es simplemente cantar algunas canciones y leer un texto de la Biblia, ni
es solo una forma de inspirarse para escuchar la palabra, y mucho menos alentar a los demás. La
alabanza es la respuesta de un corazón que ama al Señor. Así que sé intenso y estimula la pasión e
intensidad en la adoración. Algunos principios básicos para que recuerdes: la unción es liberada en
estos momentos.
o Dios es el centro de la adoración, no los hermanos. Todo debe hacerse desde este
entendimiento.
o Alabanza no es animar la célula, pero la comunión es parte de la alabanza. Dios desea tener
comunión con nosotros como familia.
o Siempre use un texto de la Palabra de Dios para confesar y orar con los hermanos antes de
alabar. La Palabra siempre libera nuestro espíritu para la adoración.
o Elija siempre canciones que sean familiares y fáciles de cantar.
o Siempre pida a una o dos personas que oren al final de la alabanza. Tú puedes sorprenderte
con la unción liberada en esos momentos.

Espere y brinde la oportunidad de la manifestación de los dones espirituales en ese momento,


es durante la alabanza que somos más llenos del Espíritu.

c) Palabra
La enseñanza en la célula debe ser compartida con lo que los pastores enseñan los domingos.
Por supuesto, el líder no necesita hablar sobre todos los temas que se enseñan durante el fin de
semana, pero puede detenerse en uno o dos puntos que han tenido el mayor impacto en su vida.
El objetivo de la ministración en la célula es la práctica de la Palabra de Dios, no la enseñanza
teológica. Cuando compartimos la Palabra, queremos que la célula practique la verdad expuesta. Por
lo tanto, todo lo que se habla debe dirigirse a cómo podemos practicar lo que se ha aprendido.
Además, no debemos hablar más de veinte minutos y permitir que los hermanos participen incluso
durante la exposición. En muchas de nuestras células, la palabra y el compartir prácticamente se
mezclan y se convierten en un único momento en la reunión.

d) Compartir

Este es uno de los momentos más importantes de la célula. Este es el momento en que cada
miembro puede hablar y ministrar al grupo. El objetivo es que todos compartan lo que han
escuchado de Dios durante la palabra o en alguna situación especial por la que han pasado durante
la semana. El líder debe liderar amablemente este momento, teniendo cuidado de que nadie hable
demasiado y monopolice el compartir. Si la célula es grande, el líder puede dividirla en dos grupos
que pueden compartir alternativamente en las reuniones. Algunos consejos simples para compartir
en este momento:
o Cada hermano debe compartir por solo dos o tres minutos.
o Nunca presione a nadie para orar, hablar o compartir. Anime a las personas, pero
no las presione, esto puede alejarlos.
o No dejes que los hermanos aprovechen la oportunidad para hablar sobre asuntos
irrelevantes.

84
Curso de Entrenamiento de Líderes

o Los hermanos también pueden compartir breves testimonios en este momento.


Recuerde que cada testimonio debe ser para edificar y motivar a la célula. Nada
negativo y pesimista.
o Nunca permita discusiones doctrinales. El tiempo no es debatir doctrina, sino
compartir experiencias personales.
o No dejes que nadie monopolice la reunión hablando en exceso.
o Si alguien hace una pregunta, no se considere obligado a dar una respuesta. Si no
sabe, diga que preguntará a los pastores y luego traerá la respuesta a la célula.
o La regla general para el líder es: siempre ser feliz y de buen humor en las reuniones.
o Deje que el Espíritu dirija la reunión. Dios puede usar a alguien en ese momento de
compartir. Sea sensible a esto.

3. El llamado evangelístico

La célula siempre debe mantener su enfoque en el crecimiento y la multiplicación. Si los


miembros no practican el evangelismo constantemente, la célula no tendrá cómo crecer y
multiplicarse. Por lo tanto, siempre alentamos a los visitantes a la célula. Para multiplicar en un año,
una célula necesita tener un promedio de un visitante por reunión. Por lo tanto, es muy importante
para el líder reservar un tiempo después de compartir para exponer brevemente el plan de salvación
al visitante y hacer un llamado a la salvación.
Esto se puede hacer de muchas maneras, pero hay dos formas más comunes. La primera es
aprovechar el problema de una persona o la necesidad de exponerle el evangelio. Por ejemplo, si una
persona está enferma, puede comenzar diciéndole que llegará el día en que se eliminarán todas las
enfermedades (Ap. 21.4). La enfermedad de hoy es una consecuencia de la caída del hombre (Génesis
3), pero el Señor tiene el poder de curar toda enfermedad, porque Él cargó en la cruz todas las
enfermedades de los que confían en Él (Is 53,4,5). Luego explique que la sanidad está disponible en
la cruz, pero no vaya a orar por la sanidad de una persona de inmediato, antes de eso haga un llamado
evangelístico: "¿Le gustaría saber cómo apropiarse de lo que el Señor ha hecho en la cruz?" Luego
explique que la sanidad está disponible para todos los que creen en la muerte y en la resurrección del
Señor y lo reciben como salvador.
Una segunda forma muy práctica de hacer un llamado evangelístico en la célula es dando su
testimonio (o cualquier otro hermano) en cinco minutos.
Un buen testimonio debe incluir los siguientes pasos:
o Primero: habla sobre cómo era tu vida antes de conocer a Jesús.
o Segundo, informe cómo se dio cuenta de la necesidad de un encuentro con Dios.
o Tercero, comparta cómo recibió a Jesús en su vida.
o Cuarto, testifique de cómo es su nueva vida en Cristo.
o Quinto: Después de dar su testimonio, pregunte directamente al visitante: "¿Le
gustaría tener esta misma experiencia?"
o Sexto: si la respuesta es sí, debe presentarle el evangelio.
o Séptimo: haga una oración de arrepentimiento e invítelo a repetirla con usted.

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Curso de Entrenamiento de Líderes

Sé que suena difícil, pero puedes dar un testimonio en diez minutos. Por supuesto, se necesita
capacitación y la mejor manera de hacerlo es escribiendo el testimonio. Cuando escribas, puedes
organizar mejor las ideas, pero no lea el testimonio al visitante. Solo escríbelo para que quede claro
en tu mente. Algunos consejos prácticos:

o Comparta el evangelio con valentía. Sin timidez ni vergüenza.


o No tengas miedo de hacer el llamado y desafíe a la persona a creer en Jesús. Incluso
si es para un solo visitante, desafíelo a creer.
o Sea siempre amable, agradable y sonriente. No hay necesidad de ser agresivo o
presionar a la persona. Habla con calma y en tono amistoso.
o Intente hablar mirando a los ojos de la persona.
o Nunca discuta con el visitante.

Si no hay visitantes en la célula, use este tiempo para orar en concordancia por la conversión
de las personas que los hermanos están orando. Pero nunca deje de hablar en la reunión a respecto
de los visitantes y de la multiplicación.

4. Dones espirituales
La gran ventaja de la célula es que les permite a los hermanos ejercer libremente los dones y
los ministerios. Lo que no pueden hacer en una reunión de celebración, porque es tan grande, pueden
hacerlo en la célula. Ciertamente fluir en los dones es una parte importante de la iglesia que como
nosotros, crea en la unción del Espíritu.
No necesitamos ser tímidos en este tema. La célula es el mejor lugar para enseñar, practicar
y ejercer dones espirituales. Cada líder debe alentar y dejar espacio para que los dones sucedan. Sea
amable cuando haya errores y siempre explique el propósito de los dones en la iglesia.
No hay un momento adecuado para ejercer los dones, pueden fluir durante toda la reunión.
Algunos dones fluyen mejor en el momento de la alabanza, como las canciones espirituales, las
lenguas con interpretación y la profecía. Otros fluyen justo en el momento de compartir la palabra,
como la palabra de sabiduría y aún otros fluirán en el momento de llamar u orar por las necesidades,
como el don del discernimiento del espíritu, la palabra de conocimiento y la sanidad.
Probablemente habrá muchos días en que el Espíritu se moverá soberanamente y usaremos
todo el tiempo para ministrar en la vida de nuestros hermanos. Esto es bueno e incluso te
recomendamos que busques estos momentos en Dios. Cada líder debe planificar reuniones
específicas para que los hermanos se llenen del Espíritu. Algunos consejos para estos momentos:

o Siempre es apropiado comenzar la ministración con un tiempo de alabanza y


adoración.
o Cuando se inicia la ministración, comience con los que demuestran mayor
sensibilidad.
o Si no notas ninguna manifestación externa del Espíritu Santo, pídeles a los que están
sintiendo fuertemente el toque del Espíritu en su corazón para que salgan adelante.
o Reafirme siempre a los hermanos que no es malo, si no manifiesta ninguna expresión
externa durante la ministración. No estamos buscando una manifestación, sino el

86
Curso de Entrenamiento de Líderes

Espíritu Santo. La manifestación es solo una señal externa de algo que está
sucediendo adentro.
o Mantenga el medio ambiente libre y agradable. Evita las exhortaciones largas.
Enfatice que solo es necesario creer y abrir la boca para recibir.
o Nosotros creemos en el hablar en lenguas como una señal del bautismo del Espíritu
Santo, por lo que esperamos que las personas hablen en lenguas.
o No dejes de ministrar solo porque se cayeron. Caer no es la señal de llenarse. Sigue
ministrando incluso con la persona estando en el piso.
o Algunos se caen y se callan, otros comienzan a temblar. En cualquier caso, dar
libertad.
o En general, es mejor ministrar a las personas cuando están de pie. Si la unción ha
provocado la caída de muchos, siempre deje a alguien atrás para apoyarlos.
o No empujes a la persona mientras oras por ella. Esto ofende a la mayoría de las
personas y les impide recibir algo genuino de Dios.
o No fuerce ninguna manifestación del Espíritu Santo en la célula.
o No hay una forma correcta de orar por el Espíritu Santo, pero parece bíblico y
apropiado invocarlo llamándolo por su nombre como quien llama a un amigo.
o Permite a los hermanos tener la libertad de ejercer sus dones.
o Cuando pones tus manos sobre alguien a quien ministras, no estés acariciando,
presionando o girando la cabeza, puedes impedir que reciba de Dios.
o Es apropiado tener música durante todo el tiempo de la ministración.

5. La duración de la reunión.

Es absolutamente vital que se mantenga la reunión por un máximo de una hora y media de
duración. Podemos tener una alabanza de 25 minutos, luego una palabra de 20 minutos, un tiempo
para compartir de 30 minutos y un llamado de 10 minutos. Las relaciones se desarrollan cuando le
damos tiempo a las personas para reunirse, hablar y reír entre sí.
Después de la reunión tenemos el loche y este es un tiempo precioso, porque es cuando la
gente puede planificar hacer algo juntos durante la semana. Nuestro objetivo es que la reunión no
sea la única vez que los miembros de la célula se reúnan. Queremos que la célula suceda en la vida
cotidiana de los hermanos. En algunos momentos eso es tan o más importante que la propia reunión
de la célula.

6. El lonche

La comida que se sirve al final de la reunión puede entretener, promover la comunión y


fortalecer las relaciones dentro de la célula. Es en este momento que podemos sentir la atmósfera de
hospitalidad y calidez del grupo. Sin embargo la comida puede convertirse en una especie de
competencia entre los miembros o incluso convertirse en una carga para el dueño de la casa; por lo
tanto, no permita que la comida se convierta en el enfoque. Siempre manténgalo muy simple y
establezca un rol entre los miembros para que traigan algún lonche en cada reunión.

87
Curso de Entrenamiento de Líderes

Indique siempre a la persona que va a traer el lonche que traiga algo que se pueda comer a
mano en lugar de usar cubiertos. Lo ideal, siempre sirva bocadillos fríos que puedan dejarse en una
mesa disponible. Si es necesario, simplemente caliente en el microondas. Nada de comida recién
preparada, esto trae inconvenientes innecesarios. La mejor merienda es aquella que no toma tiempo
para prepararse, lo que brinda más oportunidades para la comunión fraternal.
La reunión de célula nunca debe ser pasada las 10 pm, incluyendo la hora de lonche y la
comunión. En primer lugar, porque esto se convierte en una carga para el anfitrión, y también para
no molestar a los vecinos que pueden reclamar y con buenas razones.

7. La importancia de la casa

Hemos aprendido que un buen anfitrión no es el único factor de multiplicación de una célula,
pero un mal anfitrión seguramente lo destruirá; por lo tanto, para tener una buena reunión de la
célula es esencial cuidar siempre al anfitrión. Esto es necesario porque él es el principal responsable
de hacer que las personas se sientan bien recibidas en la célula.
Normalmente una persona se convierte primero a los hermanos y luego a Cristo, por eso
cuando el anfitrión es amable y acogedor, el visitante se siente cómodo para regresar otras veces. Y
si regresa, es porque está abierto a escuchar el evangelio.
Para tener una reunión adecuada, la casa del anfitrión es un factor clave. Uno de nuestros
pastores una vez me contó sobre la dificultad que tenía en una de sus células, sin previo aviso fue a
la casa del anfitrión y se sorprendió por lo que vio. Los hermanos iban a llegar, pero la sala estaba
desordenada, la televisión estaba encendida a gran volumen y todavía había una radio encendida en
otra habitación que tocaba música country. Para el colmo un perro saltó sobre las personas y el
anfitrión todavía se estaba duchando. El pastor me dijo que tenía grandes dificultades para organizar
la reunión, ya que el teléfono seguía sonando y había una sensación de tumulto y falta de atención
entre los hermanos. No hace falta decir que no había un ambiente propicio para la acción del Espíritu
de Dios.
Además, no podemos tener una célula en la casa de cualquier persona. El anfitrión debe
tener un buen testimonio, de lo contrario puede cerrar las puertas del vecindario a la iglesia. ¿Cómo
podemos quedarnos en una casa cuyo anfitrión no está dispuesto a cambiar? Imagine un lugar que,
durante el día, hay blasfemias, canciones profanas, gritos, policías para detener peleas y por la noche
recibe a la célula; es decir a la iglesia. Sería completamente contradictorio, ¿no te parece? Entonces,
el primer paso para una reunión de la célula saludable es reunirse en un hogar adecuado.
Aquí hay algunos consejos para mantener un ambiente de célula apropiado:

o Coloque las sillas en forma de círculo.


o Si es necesario mover los muebles, hágalo antes de que lleguen los hermanos.
o Asegúrese de que el televisor y otros equipos de sonido estén apagados.
o Deje a la vista rollos adicionales de papel higiénico y toallas de mano visibles en el baño.
Esto asegurará la tranquilidad en la reunión.
o Retire todo lo que se pueda romper o sacar de la habitación.
o Nunca olvide verificar si hay algún foco quemado. Un ambiente tenue siempre perturba el
desarrollo de una reunión.

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Curso de Entrenamiento de Líderes

o Dé la bienvenida a los hermanos en la puerta y preste especial atención al visitante.


o Indique al anfitrión que reciba a los hermanos de una manera presentable.

La práctica de las células

Lección 6

Los eventos de la célula

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Curso de Entrenamiento de Líderes

E n una célula saludable, siempre habrá celebraciones, vigilias de oración y muchos tipos de

eventos. Pero hay algunos que serán parte de una rutina periódica, entre ellos está el día de la santa
cena y el día del evento puente.

1. La santa cena en la célula

La santa cena se debe dar en cada célula al menos una vez al mes. Usualmente lo celebramos
en la segunda reunión del mes. Debe ser una reunión especial, distinta de la reunión de la célula
normal. Creemos que esta celebración es algo exclusivo de la célula, reservada para miembros
bautizados.
En el libro de los Hechos, vemos como está relacionada la santa cena del Señor con los grupos
pequeños, ella fue servida de casa en casa. Todo esto estuvo relacionado en memoria de la muerte,
sepultura y resurrección del Señor hasta su regreso (1 Cor. 10:16 21; 11:18 34; Juan 6:26 59; Lucas
22:17 20; Mateo 26:26 30).
En tiempos bíblicos, partir el pan a menudo significaba que ambas partes estaban haciendo
un pacto. La historia del pueblo de Dios es de personas de pacto y compromiso. El estilo de vida del
Nuevo Testamento obviamente implica un gran compromiso, tanto para con el Señor como unos
para con otros.
Sugerencias para la hora de la santa cena en la célula
Haz que cada ocasión sea especial. Pregunte qué de especial y diferente es compartir la santa cena
en un grupo pequeño.

o Pide a cada miembro que diga una declaración de lo que el cuerpo de Cristo significa para
él. Luego pide a cada uno que diga en una declaración lo que la sangre de Cristo significa
para él. Pida a cada uno que diga una oración de agradecimiento, o lea un versículo de la
Biblia durante un tiempo de reconocimiento de la presencia del Señor.
o Lea uno de los pasajes de la Biblia y permita que las personas compartan sobre la aplicación
personal del pasaje de lectura antes de distribuir la cena.
o Comparta recuerdos significativos acerca de tomar la santa cena del Señor en el pasado.
Entren en un tiempo de alabanza y tomen la santa cena juntos.
o Hable el significado de lo que Jesús lave los pies de los discípulos antes de compartir la cena
de Pascua en Juan 13. El líder de la célula puede comenzar lavando los pies de uno de los
miembros mientras comparte lo que él mismo aprecia en esa persona. Permita que cada
persona haga lo mismo. Compartan la santa cena juntos.
o Prepara una comida de koinonia del primer siglo. Compartan un banquete de amor juntos
mientras toman la santa cena del Señor. Esta comida puede ser una comida sencilla.
o Prepara la última cena y la santa cena original con una comida tradicional de Pascua si tienes
un judío convertido en tu célula. Descubra nuevas intensidades de significado en la santa
cena del Señor a medida que regresa a las raíces del Antiguo Testamento.

90
Curso de Entrenamiento de Líderes

o La iglesia es el lugar donde estamos en alianza con el cuerpo de Cristo. No podemos


participar en una célula si no estamos dispuestos a hacer una alianza entre nosotros.

2. Visitante en la célula: ¿cómo actuar?

o No cambie la reunión por causa de él.


o No sea apelativo, especialmente si sólo hay un visitante.
o No te apresures a evangelizarlo.
o Deja que establezca amistades en la célula.
o No haga preguntas que lo avergüencen.
o No prediques exclusivamente a él.
o Todos deben ser presentados al visitante.
o Proporcionarle las letras de las canciones, si las hay.
o Anota su nombre y número de teléfono para una visita durante la semana.
o Dé al visitante una breve explicación de lo que es una célula y pregúntele si desea recibir la
oración de los miembros.
o Invítalo a regresar la próxima semana.

a) ¿Como actuar durante la semana?

o El lider de la célula debe informarse mas del visitante y quién lo trajo


o Dé al visitante una tarjeta con el nombre de la celula
o La persona que trajo al visitante debe continuar manteniendo contacto con él, invitarlo
para la próxima reunión
o El líder o alguien designado debe hacerle una llamada telefónica, agradeciendo su visita e
invitarlo nuevamente para la próxima reunión.
o Ore todos los dias por el visitante.

3. El evento puente

Cada célula debe realizar al menos un evento puente cada mes. Estos eventos pueden ser de
muchos tipos: un partido de fútbol, una excursión, un picnic o una fiesta. Lo más común es tener
una fiesta con comida, juegos y un testimonio con un llamado al final.
Cómo organizar un evento puente.

a) Planificación y preparación

Un evento puente es un evento de evangelismo. Lo más común es tener algún tipo de fiesta.
Cada célula debe tener al menos un evento puente por mes. La gente no siempre se convertirá en
ese evento, pero seguramente se formará un vínculo de amistad para una oportunidad futura.

91
Curso de Entrenamiento de Líderes

La planificación es la clave del éxito de un evento puente. La preparación es la clave para


implementar un plan. Los eventos puente no ocurren por casualidad. Alguien debe hacer que
sucedan, uno debe decidir qué tipo de fiesta celebrar, dónde será y cuándo sucederá.

En la planificación de eventos, el líder debe pensar en cosas como:

o ¿Qué ropa usaremos? Siempre existe la posibilidad de que un invitado venga con
ropa inapropiada.
o ¿Qué vamos a comer? Una fiesta sin comida es una incoherencia.
o ¿Cómo se sentirán los invitados? ¿O quién los recibirá en la puerta?
o ¿Qué hacer con los niños? ¿Qué pasa si los invitados traen a sus hijos pequeños?
o ¿Cómo reaccionar si el invitado pide o trae una bebida alcohólica?

Necesitamos planificar nuestro trabajo y ejecutar nuestro plan posteriormente. Después de


planificar, necesitamos distribuir las responsabilidades. Debe decidir quién hará cada cosa, pero
recuerde: distribuya las responsabilidades y haga el seguimiento en el tiempo correcto. No dejes que
nadie deje de hacer su parte.

b) Definir las actividades.

Define si en la fiesta habrá algún tipo actividad, como juegos o dinámicas. Elija actividades
que no requieran experiencia, mientras más actividad alivie a la gente de la vergüenza y pueda hacerlos
reír, mejor. Los juegos de adivinanzas y mimos son muy simples y divertidos. No importa lo que
hagas en el evento, lo importante es que la fiesta no sea aburrida.

c) Crear afinidades

El objetivo del evento puente es que las personas se sientan tan cómodas que quieran ser
parte de la célula. Para esto necesitan tener afinidad, sentir que tienen algo en común con sus
hermanos. A las personas les gusta estar con quienes sienten afinidad. A los ingenieros les gusta estar
con ingenieros, músicos con otros músicos, etc. Después de algún tiempo hablando, la gente se dará
cuenta de que no somos tan diferentes como imaginan.

d) Conversar con el invitado

La forma en que establecemos afinidad es a través de la conversación. Los miembros de la


célula no deben hacer grupos para hablar entre ellos, el objetivo es comprometerse y hacer amigos
con los invitados. Si un invitado se queda sólo mientras los creyentes hablan entre ellos, se sentirán
excluidos y probablemente nunca irán a la iglesia.
Por lo general, serán los miembros de la célula quienes tendrán que conversar con el invitado.
Use preguntas comunes no interrogativas como: ¿Cuánto tiempo lleva viviendo aquí? ¿De dónde es
usted? ¿En qué trabajas? ¿Tienes hijos? ¿Eres casado? Si el invitado toca un tema que conoces,
profundiza en él, pero si toca algo que no sabes completamente, conviértela en tu arma para

92
Curso de Entrenamiento de Líderes

prolongar la conversación. Nada mejor que investigar una profesión o un tema del que no sabes
nada.
El mejor tema para hablar es aquel del que no sabemos nada, es bueno porque no tenemos
que hacer nada, solo escuchar. A la gente le encanta hablar de sí misma. La conversación es una
habilidad: ser curioso, hacer preguntas y sobre todo escuchar. Pero también implica contar historias
y un buen humor (¿quién sabe un buen chiste santo?).

e) Crea un ambiente cómodo

En el momento de la comida, el medio ambiente debería ser más libre y las personas
probablemente ya se están riendo y contando sus historias. No podemos programar la risa, pero en
una fiesta donde no hay risa, ciertamente hay algo mal. Reír es estar lleno de vida, la sonrisa es un
don de Dios.

f) Concluir con un testimonio

Todo lo que se haga debe estar impregnado de oración y ayuno. Toda la célula debe participar
en la oración por las personas que serán invitadas. Tendremos momentos de distracción y
conversación, pero debemos terminar con un testimonio. Es mejor que sea antes de la comida y la
bebida. Sea breve y centrado en las necesidades de las personas.

g) Consolidar a los nuevos convertidos

Podemos hacer el llamado o no en un evento puente, todo depende del entorno. Pero una
vez que hacemos el llamado, algunas personas podrán decidir. En este caso, necesitamos consolidarlo
en la célula.

4. Visitas de consolidación

Una célula que no visita de manera efectiva difícilmente se multiplicará. Las células reciben
tarjetas cada semana con nombres de personas que decidieron el domingo pasado y también reciben
visitas cada semana. Cada uno de estos visitantes del culto de celebración o reunión de la célula deben
ser visitados la semana siguiente. La visita no solo debe ser realizada por el líder, sino que todos los
miembros de la célula deben participar.

a) Establezca un horario definido para realizar visitas

Es mejor tener un tiempo separado en nuestra agenda para visitar. Necesitamos mirar ese
tiempo, porque el enemigo intentará mantenernos ocupados con muchas actividades en ese horario.

b) Estar limpio y presentable

93
Curso de Entrenamiento de Líderes

No dejes que tu apariencia impida que las personas vengan a Cristo. Estar limpio y
presentable, la apariencia es fundamental en el evangelismo.

c) Lleva un Nuevo Testamento contigo

No use una Biblia de estudio de siete kilos, esto puede intimidarle. Use una biblia de bolsillo
o un pequeño Nuevo Testamento.

d) Salir en pares

Jesús envió a sus discípulos de dos en dos. Nunca hagas una visita solo. Además de evitar la
apariencia del mal, cuando salimos en parejas, uno estimula al otro.

e) Que solo una persona hable

Es terrible cuando dos personas intentan hablar al mismo tiempo. Deje que solo uno hable
y el otro debe estar de acuerdo e interceder.
f) Salga en fe y lleno del Espíritu

Tenga una actitud positiva. Cree que el Espíritu ya está trabajando en la vida del nuevo
convertido. El Espíritu Santo te inspirará sobre las palabras que debes hablar. Por lo tanto, no visite
sin antes colocar a la persona ante Dios en oración.

g) Sé amable

No sigas usando lenguaje religioso en todo momento. Tenga cuidado de no decir demasiado
"gloria a Dios" y "aleluya". La gente se siente intimidada por esto. Siempre sea cortés y nunca discuta
con las personas que está visitando.

h) Sé un buen oyente

La gente siempre quiere compartir alguna lucha o duda, escucha bastante. Cuando
escuchamos, valoramos a las personas y las ganamos. Además al escuchar, obtienes información
sobre sus necesidades y puedes aplicar mejor el mensaje del evangelio.

i) Tenga cuidado al entrar a la casa

No necesariamente necesitamos entrar a la casa, podemos quedarnos en el garaje, en el


balcón o incluso en la puerta. Las personas a veces se avergüenzan de su casa por estar desordenada
o algo así. Sé sensible a esto.

j) Mantener el propósito de la visita.

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Curso de Entrenamiento de Líderes

No te pierdas en discusiones sobre doctrinas u opiniones controvertidas. No critiques a otras


religiones o iglesias. No trate de tener una respuesta para todo, solo quédese en el punto central del
evangelio, que es la salvación en Cristo.

k) Usa un mensaje simple

Usa las cuatro leyes espirituales de la Cruzada Estudiantil. Son simples y fáciles de
memorizar, pero si lo prefieres, sigue otros modelos. Una simple progresión de los versículos de
salvación se encuentra en Romanos (3:23; 6:23; 5: 8 y 10:13).

l) Haga siempre un llamado al final

Pregúntele a la persona si iría al cielo en caso que si muriera hoy. Convéncesela de confesar
a Cristo como Señor y Salvador.

m) Invite a la persona al local de la iglesia y a la célula

Cuando la persona vaya a la iglesia, siéntese a su lado durante el servicio. Si hubiera algún
llamado vaya adelante con ella e invítala a estar en tu célula.

n) Dar algún material de la iglesia

Siempre proporcionamos material para dar al nuevo convertido. Úselo como un regalo, esto
hará que las personas se sientan valoradas y abiertas a regresar a la célula.

o) Mantente en contacto

Envíe un mensaje durante la semana y llámela el día de la reunión de la célula. No tengas


miedo de parecer insistente. Recuerda que es su vida eterna la que está en juego.

95
Curso de Entrenamiento de Líderes

Capítulo 3
La estructura de la célula

96
Curso de Entrenamiento de Líderes

La Estructura de la Célula

Clase 1

El anfitrión y la obra de Dios

S omos una iglesia en células. Elegimos el nombre "célula" para referirnos a nuestros grupos

pequeños, que podrían tener cualquier otro nombre, pero elegimos este para dar una sensación de
cuerpo. Cada grupo es una célula que junto con muchos otros, forman el cuerpo de la iglesia en la
ciudad.
Una célula puede virtualmente reunirse en cualquier lugar, pero hemos aprendido que
funciona mejor en el amiente de una casa. Hoy nuestra iglesia simplemente no puede funcionar sin
casas, es muy importante para nosotros, así como fueron una parte importante del ministerio de
Jesús.
Fue en las casas donde el Señor habló algunas de sus enseñanzas más preciadas, y
seguramente fue casi siempre dentro de una casa donde habló a sus discípulos sobre los misterios
del reino de los cielos. El día que Jesús curó al paralítico en Capernaum, había mucha gente dentro
de la casa y fue allí dentro de la casa donde dijo: "Hijo, tus pecados son perdonados" (Mc 2, 1-12).
En la casa de Mateo, el Señor habló con los pecadores y explicó que no había venido a
llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento (Mc 2, 13-17). Cuando fue a resucitar a la hija de
Jairo, lo hizo en la privacidad de la casa. Fue en la casa de Simón el leproso, donde el Señor predijo
su muerte (Mateo 26: 6-13).
Cuando hablamos de una casa, inmediatamente pensamos en el anfitrión, el dueño, que
nos da la bienvenida con amor. Al tratar con los anfitriones el Señor liberó muchas de sus enseñanzas.
97
Curso de Entrenamiento de Líderes

Después de ver la falta de hospitalidad de Simón, dijo que el más perdonado ama más. Fue en la casa
de Marta y María pudo demostrar que el mejor anfitrión es el que abre el corazón al invitado, no el
que prepara la mejor comida.
El anfitrión es una figura espiritual importante, porque todos estamos designados como
anfitriones del Señor, no por casualidad dice que está llamando a la puerta. Si el anfitrión le abre la
puerta, el Señor entrará a su casa y cenará con él (Ap. 3:20). Todos somos anfitriones de este invitado.
Si somos buenos anfitriones y le abrimos a cada rincón de nuestra casa del alma, seguramente
tendremos su recompensa.
Hablar de células y multiplicación es hablar también de nuevos anfitriones. Nuestro
objetivo es conquistar nuestra generación a través de células que se multiplican. Pero, ¿cómo se
multiplicarán si no hay anfitriones dispuestos a abrir sus hogares a nuevas células? Nuestra tarea es
que en estos días miles de hermanos abran sus hogares.
No es suficiente abrir la casa, también hay que abrir el corazón. El Señor busca a quien
ama la iglesia y la visión de la multiplicación de la célula. Alguien que ama a los hermanos y se
complace en darles la bienvenida a su hogar. Dios busca a alguien que quiera comprometerse con la
meta de multiplicación y engendrar discípulos, alguien que ame menos las cosas y espontáneamente
derrame amor por las vidas. A la verdad el Señor invita aquellos que están dispuestos a renunciar a
su propia comodidad para bendecir a su iglesia. El que escucha este llamado debe comprender que
ahora tiene un ministerio, un encargo sagrado ante Dios. Es un anfitrión de la iglesia y un guardián
del Arca de Dios, su casa ahora será la escalera de Jacob, donde los ángeles de Dios subirán, bajarán
y donde una fuente de vida continuamente fluirá.

1. La importancia de la casa en la obra de Dios


Es muy importante que cada anfitrión entienda que lo que hace está en el corazón de
Dios. A lo largo del Nuevo Testamento, vemos cómo la obra de Dios está relacionada con
la casa y en consecuencia con los anfitriones.

a) El evangelio no es solamente para personas individuales, sino para casas enteras

Y al entrar en la casa, saludadla. Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella;
mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros. Y si alguno no os recibiere, ni
oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
(Mt. 10:12-14).

98
Curso de Entrenamiento de Líderes

En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa. (Lc. 10.5)

Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es
digno de su salario. No os paséis de casa en casa. (Lc. 10.7)

Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen
testimonio en toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de
hacerte venir a su casa para oír tus palabras. (Hechos. 10.22)

Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora
novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido
resplandeciente. (Hechos 10.30)

Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. (Hechos
16.32)

b) El pentecostés sucedió en una casa


Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó
toda la casa donde estaban sentados (Hechos 2.2)

C) Los cristianos se reunían en las casas


Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían
juntos con alegría y sencillez de corazón (Hechos 2.46)

Y día tras día, en el templo y de casa en casa, no dejaban de enseñar y anunciar las buenas
nuevas de que Jesús es el Mesías (Hechos 5.42)

Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y
los entregaba en la cárcel (Hechos 8.3)

Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas
a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora. (Hechos 9.11)

Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por
sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando (Hechos 12.12)

Entonces, saliendo de la cárcel, entraron en casa de Lidia, y habiendo visto a los hermanos,
los consolaron, y se fueron (Hechos 16.40)

Y saliendo de allí, se fue a la casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios, la cual estaba
junto a la sinagoga. (Hechos 18.7)

y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las
casas (Hechos 20.20)

Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa
de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él. (Hechos 21.8)

99
Curso de Entrenamiento de Líderes

Saludad también a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer
fruto de Acaya para Cristo (Rm.16.5)
Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os
saludan mucho en el Señor. (1 Co 16.19)
Saludad a los hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas y a la iglesia que está en su
casa. (Cl.4.15)
Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino
también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran. Quiero, pues, que las viudas
jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de
maledicencia (1 Tm.5.13-14)

2. El modelo del anfitrión


Vivir la realidad de una iglesia en células es mucho más que asistir a los servicios de la casa.
Es más bien participar en un estilo de vida sobrenatural, incluso con personas muy normales. Es
vivir una especie de vida en la que el individualismo se deja de lado y asumimos que necesitamos
caminar junto con otros hermanos en un viaje espiritual. Ya no vivimos en un mundo particular e
individualista, pero disfrutamos de la comunión de nuestros hermanos y hermanas, aplicando la vida
de Cristo en nuestra vida diaria.
No fuimos creados para disfrutar de la presencia de Dios y la comunión de hermanos solo
en los llamados recintos sagrados, sino en medio de la vida cotidiana. Hoy, ya no vamos a nuestra
casa después del culto para vivir una vida natural; sino que dejamos el servicio y nos vamos a casa
para continuar nuestra adoración al Señor en medio de la convivencia santa de la iglesia.
En una iglesia en células, las personas se convierten al Señor y entre unas a otras. Vivimos
la realidad de los lazos basados en una alianza en un ambiente de relaciones santas y saludables. En
este modelo de iglesia, podemos entender más fácilmente lo que es ser parte de una familia cristiana.
En muchos casos, estamos más apegados a nuestros hermanos en Cristo que a nuestros hermanos
naturales.
Toda esta relación y vínculos se pueden desarrollar de muchas maneras y en muchos
lugares, pero hemos aprendido que están mucho más vivos y espontáneos en el entorno de una célula
que se encuentra en casa. Por lo tanto, estas casas son un factor fundamental para que las células
sucedan y sus dueños a su vez, constituyen una especie de líder indispensable en la estructura de
nuestra iglesia: nuestros anfitriones.
Si no fuera por la voluntad de estos hermanos de abrir sus hogares a la iglesia, ciertamente
sería muy difícil ser una iglesia en células. Los anfitriones por lo tanto, constituyen un ministerio
extremadamente importante. De hecho esta importancia no es a partir de ahora, sino desde los días
de la iglesia primitiva. En aquellos días, la iglesia se reunía en hogares y muchos hermanos eran
anfitriones que recibían el Arca de Dios en su hogar semanalmente y a veces incluso a diario. En
Hechos leemos que los hermanos se reunían diariamente y partían el pan de casa en casa.
Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían
juntos con alegría y sencillez de corazón. (Hechos 2.46)

100
Curso de Entrenamiento de Líderes

A lo largo del Nuevo Testamento, leemos que la iglesia se reunía en los hogares. Pablo
menciona a cierto "Gayo, que dio la bienvenida a toda la iglesia" (Rom. 16:23). Lo mismo ocurrió
en Laodicea, donde la iglesia se reunía en la casa de cierta hermana Ninfa (Col 4:15). Además, en
Coloso, la iglesia se estaba reuniendo en la casa de cierto Arquipo (Fp. 2). No es casualidad que la
hospitalidad sea una característica mencionada repetidamente en el Nuevo Testamento. Esto se
debe a que la falta de hospitalidad simplemente destruye la vida de la iglesia.
Cuando hablamos de hospitalidad, lo primero que viene a la mente es recibir en casa
alguien que vino de otra ciudad. En este sentido, tal vez la hospitalidad no sea tan vital hoy como
lo era entonces, cuando la estructura moderna del hotel no existía. Pero no debemos pensarlo en
términos tan limitados. La hospitalidad es la actitud de estar abierto a recibir a la iglesia.
Por lo tanto, es la hospitalidad la que determina el ambiente en una iglesia. Una actitud
hospitalaria produce una iglesia amorosa, cariñosa y acogedora. Puede que nunca lo hayas notado,
pero son nuestros anfitriones los que determinan en gran medida el ambiente de amor y calidez en
nuestro medio. Todos necesitamos tener una actitud hospitalaria de calidez y afecto, pero hay
quienes Dios ha apartado para recibir a la iglesia en su hogar. Si son realmente hospitalarios, toda la
iglesia será influenciada; por lo tanto, el buen anfitrión no solo cede su casa, sino que abre su
propio corazón.
Aquila y Priscila siempre se mencionan como anfitriones en el Nuevo Testamento y es
mirando sus vidas que vemos lo importante que es este ministerio. Por lo tanto, me gustaría
destacar algunas de sus características que son modelos para nuestros anfitriones.

a) Su casa era una extensión de la iglesia.


Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os
saludan mucho en el Señor (1co 16.19).

Cuando Aquila y Priscila vivían en Roma, la iglesia se reunía en su casa. Debido a una
orden del emperador, tuvieron que mudarse a Corinto, donde una vez más recibieron la iglesia en
su hogar. Después de eso, fueron a Éfeso y nuevamente recibieron a la iglesia en su hogar. Esto
muestra que no estaban haciendo ningún tipo de favor al liderazgo cuando dieron paso a las
reuniones, entendieron que tenían un ministerio ante Dios.
Muchas de las iglesias que hemos abierto en todo el país son el resultado de hermanos
que tienen el mismo corazón que había en Aquila y Priscila. Cuando se mudan, están
inmediatamente disponibles para iniciar una célula allí.
En Hechos 18, leemos que el apóstol Pablo mismo fue a vivir a su casa. Aquila y Priscila
tenían un cargo genuino por la iglesia. Su casa era de hecho una extensión de la iglesia y en muchos
sentidos, era la referencia de la iglesia misma en la ciudad. Muchos de nuestros anfitriones
realmente han entendido esa visión. Algunos incluso organizaron y colocaron un pequeño cartel en
su puerta que decía: “Aquí hay una célula. Nuestra casa es una extensión de la iglesia".
Nuestra oración en estos días es que el Señor nos conceda anfitriones con este mismo
corazón y disposición para servir. Los hermanos que aman la iglesia y no solo prestan su hogar
para un servicio semanal, sino que de hecho dan la bienvenida a los hermanos en la célula. Fue
gracias a la disposición de Aquila y Priscila que Pablo pudo edificar la iglesia de Éfeso, que se
convirtió en uno de los más importantes de esos días

b) Su casa era un lugar de unción


Cada anfitrión necesita entender que tiene un ministerio espiritual. No se trata de servir a
la iglesia con su hogar y bienes, es más que eso. Un anfitrión ungido hace de su hogar una
referencia para la iglesia en su vecindario, especialmente cuando la célula está un poco más
lejos del edificio de la iglesia. Los hermanos terminan haciendo de su hogar un lugar de

101
Curso de Entrenamiento de Líderes

reunión y comunión. En esos momentos, el anfitrión necesita tener el encargo de edificar y


enseñar a los hermanos. El libro de los Hechos nos muestra que, eso es exactamente lo que
hicieron Aquila y Priscila.
Llegó entonces a Efeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente,
poderoso en las Escrituras. Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de
espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque
solamente conocía el bautismo de Juan.Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga;
pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más
exactamente el camino de Dios (Hechos 18.24-26).

Apolos era un predicador muy ferviente y elocuente, pero solo conocía el bautismo de
Juan. Aquila y Priscila se dieron cuenta de esto e inmediatamente comenzaron a instruirlo sobre el
bautismo en el Espíritu Santo. Quizás le dijeron a Apolos: “Hoy tendremos una reunión de llenura
del Espíritu en la casa. ¿Te gustaría participar? ”La casa de nuestros anfitriones debe ser un lugar
donde los nuevos convertidos puedan llenarse del Espíritu.
Me convertí en una iglesia tradicional donde la unción y el bautismo en el Espíritu Santo
no se experimentaban públicamente. Digo esto porque, de hecho, había muchos grupos de oración
que se unieron para buscar el poder de Dios para esconderse. Estoy agradecido con Dios por los
hermanos que abrieron su hogar para estas reuniones. Recuerdo que cuando era adolescente me
llené del Espíritu en una de estas reuniones y asistí a las casas de muchos de estos hermanos. Era
normal para mí dejar la clase e ir a la casa de una de estas hermanas solo para orar y recibir de
Dios. No eran pastores ni líderes, solo eran anfitriones llenos del Espíritu que abrieron sus hogares
para que los jóvenes como yo sean llenos del Espíritu.

Hoy ya no tenemos este problema. Los hermanos pueden buscar la llenura del Espíritu
Santo libremente, pero nos falta ese tipo de anfitrión que solo invite a los hermanos a ser llenos del
Espíritu en su hogar. Sin embargo, esta situación puede cambiar, solo tiene que entender que tiene
un ministerio y no solo le hace un favor a la iglesia al tener la célula en su casa una vez por semana.

c) Eran colaboradores en el ministério


Pablo llama a Áquila y Priscila de “mis colaboradores”.
Saludad a Priscila e Áquila, mis colaboradores en Cristo Jesús. (Rm 16.3)
No se dice que eran predicadores o que tenían grandes habilidades de enseñanza, pero abrieron
su casa para recibir al apóstol mismo. No eran doctores, pero su casa era un lugar donde la iglesia
estaba genuinamente edificada. Es evidente que ellos ponen los asuntos espirituales antes que las
necesidades físicas. Cuando Pablo salió de Corinto, viajaron con él a Éfeso y desde allí nuevamente
hicieron su hogar y lugar de trabajo para Dios.
Originalmente Aquila y Priscila se establecieron como cristianos en Roma. Luego se vieron
obligados a abandonar su hogar, pero no se desanimaron; sino que sirvieron al Señor con la misma
integridad en Corinto. Desde allí partieron hacia Éfeso, haciendo el mismo buen trabajo para Cristo.
Fueron una gran bendición personal para Pablo, cambiaron la vida y el ministerio de Apolos, y
ciertamente fueron una gran bendición para Timoteo durante el tiempo que vivieron en Éfeso.
No necesitas ser famoso en el servicio de Dios, como Pablo. Si eres fiel, como lo fueron Aquila
y Priscila, serás grandioso en el reino de Dios. Por lo tanto, cada anfitrión debe comprender que es
un compañero de trabajo en este trabajo. Sin su celo y su encargo de cada uno de ellos, no podríamos
tener miles de células esparcidas por toda la ciudad.

102
Curso de Entrenamiento de Líderes

d) Estaban dispuestos a dar la vida por la iglesia.


¿Cómo podemos percibir el encargo en el corazón de alguien? Priscila y Aquila no
consideraban sus vidas como preciosas para ellos; querían cuidar de la iglesia al precio de
sus propias vidas.

Saludad a Priscilla y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, quienes expusieron su


propia vida por mí, a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de
los gentiles (Rom 6.3-4).

Muchos anfitriones piensan que su trabajo es secundario o menos importante que otros
líderes, pero eso es un error. Todo depende de su actitud. Aquila y Priscilla sabían lo vital
que era para Pablo continuar predicando y enseñando. Ante una situación de amenaza y
peligro, no dudaron en arriesgar sus vidas para salvar la de Pablo. Sin embargo, no hicieron
esto solo por Pablo, lo hicieron por toda la iglesia, porque sabían que Pablo necesitaba
continuar predicando y enseñando.

¿Hasta dónde llega tu amor por la iglesia? Priscilla y Aquila tenían tal encargo que estaban
dispuestos a morir por la iglesia. Su compromiso con Cristo se mide por su compromiso con la
iglesia. Los que están comprometidos con su célula nunca viajarían sin antes comunicarse con los
hermanos y proporcionar una forma de realizar la reunión en otro lugar durante su ausencia.
No encontrarás una lista de grandes logros de Aquila y Priscila. Simplemente amaban la
iglesia y estaban felices de recibirla en su hogar. Este era un lugar donde las personas se llenaban
del Espíritu y por lo tanto, se convertían en compañeros de trabajo en la obra del ministerio.
Quizás eran personas simples sin mucha cultura, pero tenían una visión clara de lo que estaban
haciendo, incluso hasta el punto de estar dispuestos a morir para que Pablo continuara predicando
y el evangelio llegara a los confines de la tierra.

Nuestra oración en estos días es por los anfitriones del patrón Aquila y Priscila. No
podemos avanzar a menos que muchos anfitriones llenos del Espíritu abran su hogar para recibir a
la iglesia. Si ya ha abierto su corazón al Señor, ahora también abra su hogar, sé hospitalario.
Como hemos visto, muchas personas imaginan que la hospitalidad actual se ha vuelto
innecesaria, pensando que simplemente recibe a un visitante externo para dormir en su casa, pero
este es un concepto muy limitado. La hospitalidad nos dice que abrimos nuestro hogar para que sea
un lugar donde los hermanos vengan a tener compañerismo, llenarse del Espíritu o simplemente
tener el calor de una amistad.
Si nunca abres tu casa para recibir personas para una parrillada, para un juego o para orar,
entonces tu vida está cerrada y aún no entiendes el poder de la hospitalidad. Algunos somos
naturalmente hospitalarios, pero a medida que prosperamos y nos volvemos más sofisticados, nos
volvemos formales y distantes.
La hospitalidad es un ambiente, es una sensación de ser bienvenido y sentirse cómodo.
Una iglesia en la que las personas sean hospitalarias siempre tendrá un ambiente familiar y
atractivo. Ser hospitalario es preocuparse por el bienestar y la comodidad de los demás. Hoy nos
hemos dado cuenta de lo importantes que son los anfitriones para determinar el entorno de nuestra
iglesia, pues la hospitalidad comienza en la célula. La receptividad, el calor y el afecto deben ser el
sello distintivo de nuestras células y eso depende mucho de nuestros anfitriones. El anfitrión define
el ambiente de su célula y por extensión el rostro de nuestra iglesia.

103
Curso de Entrenamiento de Líderes

Estructura de Célula

clase 2

El anfitrión y la hospitalidad
La característica principal que se espera de un anfitrión es la hospitalidad. El diccionario Houaiss
define la hospitalidad como la actitud de dar la bienvenida a un huésped, dándole la bienvenida con
un trato amable, cortés, amable y gentil. Una persona hospitalaria desea alegremente compartir
comida, hogar y dones espirituales con aquellos a quienes el Señor los envía.
Si queremos experimentar el estilo de vida del Nuevo Testamento, necesitamos practicar
la hospitalidad. Una iglesia en células que no practica la hospitalidad se vuelve mundana y llena de
programas vacíos. Si nuestras células son hospitalarias, esto se reflejará en todas las áreas de la
iglesia. Incluso en nuestros servicios de celebración, encontraremos un ambiente cálido y amoroso.
La hospitalidad es un regalo maravilloso que el Señor nos ha dado para ministrar a la sociedad
moribunda.

Sin embargo, lo más notable es que los anfitriones de las células tienen el poder de desencadenar
una verdadera revolución en nuestra iglesia, contagiando a todos con un espíritu de hospitalidad y
amor. Lo que los hermanos experimentan en las células traerán a las reuniones de celebración.

1. La hospitalidad no es una elección


No tenemos otra opción: como cristianos, debemos ser hospitalarios. Sin embargo el anfitrión
debe ser un verdadero modelo a seguir para todos los hermanos. La Palabra de Dios nos insta a dar
la bienvenida a través de muchos ejemplos y advertencias. En primer lugar, la hospitalidad es un
mandamiento, no tenemos elección; sino obedecer.
El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con
amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere diligencia,
no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la
tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los santos; practicando
la hospitalidad (Rm 12.9-13).

104
Curso de Entrenamiento de Líderes

El principio básico de la hospitalidad es tratarse mutuamente como deseamos ser tratados. Por
lo tanto, era obligación de todo israelita ser hospitalario con el extranjero.
Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto (Ex.22.21)
Cuando recibimos a uno de los hermanos pequeños del Señor, estamos recibiendo al Señor
mismo.
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.(Mt 25.40)
Una de las calificaciones del presbítero es que debe ser alguien hospitalario.
Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente,
decoroso, hospedador, apto para enseñar (1 Tm 3.2)
Una viuda que no haya mostrado hospitalidad no sería elegible para recibir ayuda de la iglesia.
Que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si
ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena
obra (1tm 5.10)
La mayor expresión de hospitalidad hoy, es tener el privilegio de ser un hospitalero de la iglesia.
Os saluda Gayo, hospedador mío y de toda la iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de la
ciudad, y el hermano Cuarto (Rm 16.23).

2. ¿A quién debemos dar la bienvenida?


Debemos dar la acogida a todos, pero no podemos evitar dar la acogida a un hermano.
Por lo tanto, mientras tengamos la oportunidad, hagamos el bien a todos, pero especialmente a los
de la familia de la fe. (Gálatas 6:10)
Siempre debemos dar la bienvenida a hermanos extranjeros.
Por lo tanto, debemos darles la bienvenida a estos hermanos para que se conviertan en compañeros de
trabajo con la verdad. (3 Juan 1: 8)
Se nos exhorta a ser hospitalarios y bienvenidos a todos, ya que algunos de ellos pueden ser ángeles
disfrazados.
No descuiden la hospitalidad, porque algunos que la practican sin saberlo dieron la bienvenida a
los ángeles. (Heb 13.2)
Debemos acoger y ser hospitalarios con alguien que no puede pagar.
Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a
tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que
ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado. Mas cuando hagas
banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás
bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado
en la resurrección de los justos. (Lc. 14.12-14)

Necesitamos recibir el profeta, el justo y el pequeñito. Aquel que es hospitalario recibirá la


recompensa.

105
Curso de Entrenamiento de Líderes

El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El
que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a
un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. Y cualquiera que dé a uno de estos
pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no
perderá su recompensa. (Mt 10.41-42)

3. Cómo ser hospitalario


a) Guardando el Ambiente
Primero, comprenda que es la hospitalidad la que produce un ambiente de vida en la célula.
Por supuesto, necesitamos orar y tener una vida de santidad, pero si no hay hospitalidad, la
vida no tendrá medios para fluir. Es posible que tengamos reuniones sagradas y bíblicas, pero
si no nos complace en recibirnos unos a otros, todo será en vano.

Sin embargo, hablar sobre el entorno suena bastante subjetivo, así que déjame darte una
ilustración. Se dice que algunos misioneros en la India visitaron una vez a Mahatma Gandhi.
Querían saber qué deben hacer para que los hindúes entiendan mejor a Jesús. "Piensa en el
secreto de la rosa", dijo Gandhi. “La rosa no hace nada, simplemente emana su aroma y hace
que la gente la ame. Por eso, amigos, perfumen”. Los misioneros se fueron frustrados porque
perfumar no era parte de su estrategia, ¡sino, es parte de la nuestra!
El perfume es amor y hospitalidad. Cuando el ambiente está impregnado con el aroma de la
hospitalidad, las personas se dan cuenta espontáneamente. Entonces, la primera y más
importante forma de ser hospitalario es cultivar un ambiente de gracia y alegría donde todos
se sientan bienvenidos.
Jesús le dijo a Simón: “He entrado en tu casa y no me has dado agua para mis pies; pero ella
me lavó los pies con lágrimas […](Lucas 7:44). ¿Te imaginas la sensación de frescor que sintió
el Señor cuando sus pies fueron lavados con lágrimas y limpiados con su cabello? Esto es ser
hospitalario, hace que las personas se sientan especiales en su hogar. Ore para que las personas
sientan que se les lavan los pies cada vez que asisten a una reunión de la célula. Que todos
puedan sentir un verdadero refrigerio en la reunión debido a su hospitalidad.

b) Comiendo juntos
Segundo, somos hospitalarios cuando servimos comida. Cualquiera que me conozca sabe cuánto
aprecio la buena comida. No puedo imaginar un día de descanso sin una buena comida o unas
vacaciones lejos de buenos restaurantes, ni una verdadera comunión sin una comida sabrosa.
Comer es simplemente una de las mejores maneras de disfrutar la vida como Dios la quiso.
Pero lo que pocos se dan cuenta es que comer juntos es uno de los principales factores de
crecimiento de una iglesia. Christian Shwartz encuestó a cientos de iglesias y descubrió que las
iglesias de más rápido crecimiento son precisamente aquellas en las que los miembros son invitados
con mayor frecuencia a comer juntos. Él encontró que en estas iglesias, los miembros comen en las
casas de los demás al menos dos veces al mes en promedio. En las iglesias que no crecen, esta
frecuencia es inferior a una vez al mes.
¿Cuándo fue la última vez que invitaste a un miembro de tu célula a compartir una deliciosa
comida contigo? ¿Y cuándo fue la última vez que fuiste invitado? Es casi seguro que habrá una
correlación entre su respuesta y el crecimiento de su célula.
Alguien ha dicho con razón que el amor pasa por el estómago. Cuando comemos juntos,
establecemos lazos de amor y comunión más rápidamente. Comer es algo que está presente en

106
Curso de Entrenamiento de Líderes

cada palabra de Dios. El primer pecado del hombre fue sentarse a la mesa con el invitado
equivocado para probar una comida inadecuada. El hombre creó la comunión con el pecado a
través de una comida.
Cuando Dios hizo un pacto con su pueblo, estableció una comida comunitaria, la Pascua (Ex.
24:11). El ministerio de Jesús comenzó con convertir el agua en vino en un matrimonio. Multiplicó
los panes y ciertamente se los comió con la multitud. Una vez incluso se invitó a cenar a la casa de
Zaqueo (Lucas 19: 5).
Cuando Jesús quiso establecer una manera de recordarlo y reafirmar su pacto, estableció una
comida simbólica que llamamos la santa cena del Señor. En los días de la iglesia primitiva, la santa
cena se llamaba Fiesta de Ágape, es decir, la cena se veía como realmente es, es decir, los hermanos
sentados a la mesa para disfrutar del amor fraternal mientras saboreaban el pan y el vino.
Después de todo, en Apocalipsis, leemos que felices son los que están invitados a las bodas del
Cordero (Apocalipsis 19: 9). La historia de los hijos de Dios termina en una gran cena servida en
los atrios celestiales.
El libro de los Hechos dice que los primeros cristianos "partieron el pan de casa en casa y
comieron con alegría y sencillez de corazón" (Hch.2:46). No podemos vivir la vida de la iglesia
como Dios pretendía, sin comidas comunitarias grandes y frecuentes.
Usted, como anfitrión, tiene una gran responsabilidad: ofrecer su hogar para que sea un lugar de
comunión y abundante comida. No estoy diciendo que deba pagar la factura completa. De hecho,
debemos mantener la comida muy simple. No hay necesidad de servir comidas elaboradas y
sofisticadas. Mantenga bien simple, pide una pizza, hacer un pollo, azar la carne. Pero nunca permita

que sus hermanos de la célula pasen demasiado tiempo sin comer juntos .
C) Siendo afectuosos
La tercera forma en que mostramos hospitalidad es siendo cálidos. Una cálida
bienvenida con un fuerte abrazo impacta a los hermanos. Uno de nuestros pastores me
contó sobre una célula que colocaba una alfombra frente a la casa el día de la célula.
Aunque inusual, sin duda es una forma cálida de dar la bienvenida a nuestro hogar. Creo
que toda la célula se ha visto contagiada por esta actitud. Pero créame, escuchar solo una
frase como "¡Estoy tan contento de que haya venido hoy!" Puede tener un impacto
visible en el entorno de la reunión de la célula. De hecho, toda esta historia de
hospitalidad pierde su significado si no lo hace con cordialidad. Por más hospitalario que
alguien sea, si él es callado, impersonal, serio y frío, las personas no se sentirán acogidas
por por él.

D) Mostrar satisfacción y alegría


Por último, necesitamos hablar sobre satisfacción y alegría. Si intentas ser hospitalario
solo porque es una obligacion, toda la situación se convertirá en una tortura para ti y
tenga la seguridad que también tu invitado. Por lo tanto uno debe tener y demostrar
satisfacción al recibir las personas.
Cuando las personas lleguen a la célula o incluso durante la reunión, acostúmbrate a
decir frases como "¡Me alegro de que hayas venido!", "¡Me alegro de que seas nuestro
hermano!", "¡Es maravilloso que existas!" Estas son declaraciones que expresan nuestra
satisfacción y alegría al tener a los hermanos con nosotros. Hay una fuerza misteriosa
detrás de tales frases. Además a nadie le gusta sospechar que está siendo una molestia
para el otro. Un gran anfitrión nunca deja esta impresión entre los hermanos en su
célula.

107
Curso de Entrenamiento de Líderes

Estructura de la Célula

clase 3

Responsabilidades del líder de célula

El desafío que está delante de cada líder es conocer al Señor, alcanzar a los perdidos y hacer
discípulos. Esta es la descripción de trabajo más básica de un líder de célula. Una vez que
aceptamos el encargo de alentar y servir a los hermanos en una célula, se nos pondrá una serie de
responsabilidades.

1. Cubrir a los miembros de la célula en oración


La primera responsabilidad de un líder de célula es orar. El Señor nos ha llamado a estar
en la brecha delante de Él en nombre de nuestros hermanos.
Busqué entre ellos a un hombre que cubriera el muro y se parara en la brecha delante de mí,
por esta tierra, para no destruirla; Pero nadie lo encontró (Ez.22.30).

108
Curso de Entrenamiento de Líderes

Cada líder de célula debe ser un intercesor, él es quién está en la brecha tanto por la
salvación de los perdidos como por la edificación de los hermanos. Un buen líder siempre cubre a
los miembros de su célula en oración.
La oración es un trabajo con Dios y una tarea realmente difícil. Pablo tenía tanto encargo
para sus ovejas que dijo que sufría dolores de parto por ellas. Esto ciertamente apunta a los
momentos de agonía en la oración e intercesión por ellos.
Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir los dolores del parto hasta que Cristo se forme en
vosotros (Gal 4:19).
Como líderes de células estamos comprometidos diariamente en una batalla espiritual. El
Señor nos ha dado autoridad para atar los poderes del infierno y liberar bendiciones y la libertad en
el nombre de Jesús.
De cierto os digo que todo lo que atares en la tierra será atado en el cielo, y todo lo que
atares en la tierra será desatado en el cielo. (Mt 18,18)
Cuando oramos por las personas bajo nuestra responsabilidad espiritual, siempre
debemos usar la autoridad para romper todo espíritu de división que se esconde entre los
hermanos en la célula.

Muchos no se dan cuenta cuando están siendo manipulados por espíritus malignos. Aquellos bajo
alguna influencia maligna se vuelven apáticos e indiferentes a todo lo que sucede en la célula.
Algunos no asisten a las reuniones y otros simplemente se vuelven críticos, todo eso debe ser
vencido en la oración.

Los líderes espirituales saben que deben resistir y enfrentar a estos espíritus malignos y que nuestra
guerra no es contra carne y sangre, sino contra espíritus malignos en los aires (Efesios 6:12). Por
supuesto este trabajo es secreto, detrás de escena, y al perseverar en la oración, verá a su grupo
crecer en unidad, compromiso y una atmósfera espiritual de fe y entusiasmo.
Otra poderosa estrategia de oración son las confesiones de la Palabra. Una cosa que
siempre hago es nombrar personas y personalizar ciertos textos bíblicos como oración por ellos.
Por ejemplo, puedo declarar: "oro para que el amor de José aumente cada vez más en pleno
conocimiento y toda percepción, para aprobar cosas excelentes y para ser sincero e irreprensible
para el día de Cristo, lleno del fruto de la justicia" (1.9-11). Esto se puede hacer usando muchos
textos de la Palabra. Intente usar Colosenses 1: 9-12, Efesios 1: 15-21 y 3: 1419. Cuando oras la
Palabra, comienzas con la respuesta y puedes llenarte con mucha más fe y confianza.
Esta es una parte muy importante de tu trabajo de discipulado como líder de
entrenamiento. Reúnase con él periódicamente para orar por los miembros de la célula. Enséñele
sobre el tremendo poder del acuerdo en la oración.
Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa
que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos (Mt 18.19)

2. Promover la vida de la célula


El líder de la célula debe tener mucho cuidado de no hacer que todo en la célula gire a su
alrededor, entendiendo que está allí para animar y no para controlar.
Con los años, hemos aprendido que nuestro trabajo es enseñar a los hermanos a
escuchar el Espíritu Santo. Lo alentamos a depender de Dios y no esperar a que le digamos todo lo
que debe hacer. Para protegerse contra este error, un líder debe recordar cuatro principios:
a.El líder no debe desviarse de ninguna manera de lo que la Palabra de Dios dice
explícitamente. No se puede desviar de la Palabra y continuar en el liderazgo.
b.No puede actuar en contra de los valores y principios establecidos por el liderazgo de la
iglesia de quien ha recibido autorización y encargo para dirigir.

109
Curso de Entrenamiento de Líderes

c.Un líder nunca debe tratar de tomar el lugar del Espíritu Santo en la vida de un hermano.
Todos necesitan saber de Dios por sí mismos.
d.Debe tener cuidado de nunca usar su posición de liderazgo para abusar, manipular y usar
a sus hermanos de ninguna manera.
Cada líder de célula siempre debe recordar que él es un siervo, que no está aquí para ser
servido; sino para servir a sus hermanos. Y es en esa actitud que debe promover la vida de la célula,
alentando a los hermanos a relacionarse en el amor y recordando constantemente a cada uno el
propósito de la célula.

3. Participar de la reunión de discipulado


Las reuniones de discipulado son absolutamente vitales en la vida de la iglesia. Si al
pensar en la iglesia, nos limitamos a la reunión de celebración y las células, estamos
equivocados. Nuestro edificio también incluye reuniones de discipulado, que deben tener
lugar en todos los niveles: el nuevo convertido con su ángel guardián, el líder de
entrenamiento con su líder de célula, el líder de célula con su discípulo y los pastores con
sus discípulos. Es en estas reuniones que realmente formamos vidas y edificamos una
iglesia de vencedores. Aquellos que ignoran tales reuniones no son verdaderamente
discípulos y no pueden ser colocados como líderes de células.
Es importante que el líder de célula asista a todas las reuniones de discipulado. Siempre
veo a los que están constantemente ausentes de estas reuniones, siempre tienen excusas,
pero lo guardo todo en mi corazón. Recuerde que Judas siempre se iba a otras misiones
cuando los discípulos estaban en comunión con Cristo. Recuerde lo ausente que estaba
Tomás cuando Cristo apareció después de su resurrección, Tomás se perdió una reunión
muy importante y quizás por eso se volvió escéptico.

Huirá de las armas de hierro, y el arco de bronce lo atravesará (Jo 20.24).

Ciertamente la ausencia de ciertos líderes de reunión de discipulado los hará diferentes de otros
miembros leales del equipo. No podemos ignorar a los líderes que parecen demasiado ocupados
para asistir al discipulado. Después de un tiempo, esas personas inevitablemente serán diferentes
del resto de su equipo. Cuando te pierdes una reunión, pierdes la enseñanza y la revelación de ese
día. Si esto sucede con frecuencia, llegará al punto en el que ya no podrá caminar con ese grupo,
porque los demás habrán avanzado mucho más que usted.

4. Discipular al líder de entrenamento


Una responsabilidad fundamental del líder de célula es hacer discipulado con el líder de
entrenamiento. Tenemos un curso de capacitación para líderes llamado CEL, impartido durante
cuatro meses y medio, que es muy efectivo para ayudar a nuestros líderes. Además, celebramos
reuniones y conferencias periódicas de líderes durante todo el año. Todo esto es muy útil, pero
nada de esto puede reemplazar el discipulado hecho por el líder de célula.
El curso de capacitación enseña cómo funciona una reunión de la célula, pero es en el
discipulado que el líder de entrenamiento tendrá la oportunidad de practicar lo que ha
escuchado y aprender haciendo. En el aula, hemos aprendido a expulsar demonios, a predicar y
a visitar, pero todo esto se perderá si es solo entre esas cuatro paredes. El líder de célula debe
tomar a su discípulo y llevarlo a practicar todo esto. Es imposible entrenar a un líder de célula
solo dentro de un aula, el discipulado es simplemente fundamental.
Cada líder de célula debe reunirse periódicamente con su discípulo. Sería ideal tener
reuniones semanales, pero habrá épocas del año en que esto no será posible. También

110
Curso de Entrenamiento de Líderes

alentamos a cada líder a tener al menos tres discípulos en su célula que sean líderes en
entrenamiento.

5. Motivar a los hermanos al evangelismo


El buen líder de célula que quiere ver la multiplicación necesita alentar a los miembros a
traer visitantes a cada reunión de la célula. Una célula que no tiene visitantes regularmente
difícilmente se multiplicará.
Además de alentar a los visitantes a asistir a la reunión de la célula regularmente, el líder
debe planificar periódicamente un evento puente. Cada célula debe celebrar al menos uno
de estos eventos cada dos meses, ya sea un partido de fútbol, una excursión, un picnic o
una fiesta. Lo más común es tener una fiesta con comida, juegos y un testimonio con un
llamado al final.
Después de eso, es muy importante que trabaje para enviar personas al encuentro. En la
mayoría de las iglesias, los encuentros son sólo para creyentes. En nuestra iglesia los
adaptamos para que cualquiera pueda participar, especialmente los visitantes y los no
creyentes. Cada célula debe enviar al menos una persona para participar del encuentro de
su red cada vez que se realice.

6. Conducir la reunión de la célula


De todas las responsabilidades del líder de célula, esta es la que él ejercerá con mayor
frecuencia: conducir la reunión semanal y ministrar la palabra en la célula. Aunque las
relaciones son más importantes que las reuniones, nunca debemos pasar por alto este
momento trascendental. Es en la reunión que nos percibimos como un grupo y podemos
ministrar juntos al Señor.
Cada líder es solo un facilitador y siempre debe resistir la tentación de hacer todo. La
regla general es que todos los miembros deben participar de una forma u otra. Entonces, un
buen líder sabe la importancia de delegar. Pablo por ejemplo, delegó el bautismo a otros (1
Cor. 1:14). Sin embargo debemos entender que delegar no es renunciar. El líder todavía
tiene la responsabilidad de la reunión.
En la reunión es importante que todos participen, el patrón de Dios para estas reuniones es
que todos ministren de acuerdo con el don que cada uno recibió. Recuerde siempre que la
reunión de la célula no debe ser una miniatura de la reunión dominical.
¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene
lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación. (1co 14.26)
El líder de célula trae estabilidad al grupo. Su presencia, constancia y encargo hacen que los
hermanos se sientan cómodos para ministrar en la célula.

7. Apacentar a los miembros con la ayuda del líder en entrenamiento.


Por un tiempo en nuestra iglesia, llamamos a los líderes de células de pastores, creo que
fue un error. Aunque también hacen trabajos de pastoreo, descubrimos que llamarlos de
pastores ha pesado mucho en algunos, dejándolos atrás.
Creo que deberíamos llamar a los líderes de células exactamente lo que son: líderes de
células. De hecho, creo que su trabajo está más cerca de los que el Nuevo Testamento llama
diáconos. Tanto es así, que periódicamente están programados para cooperar en la
organización de nuestros servicios. Son los líderes de células de nuestra iglesia los que se
encargan de la santa cena, la organización general del servicio de celebración, el
estacionamiento, la distribución de boletines y demás.

111
Curso de Entrenamiento de Líderes

Aunque no son pastores, cada líder de célula debe tener el corazón de un pastor, ya que
en cierta medida es su responsabilidad cuidar a los miembros de la célula. Este cuidado por
supuesto, es solo en el nivel más básico, porque los problemas más serios o complicados
deben ser llevados a los pastores de la iglesia para que se encarguen de ellos. El líder debe
lidiar sólo con los problemas más simples y aun cuando tenga tiempo. Cuando el líder está
demasiado ocupado en su trabajo secular, debe direccionar al pastor todos los problemas de
consejería, aun los más triviales

8. Coordinar la consolidación de los nuevos convertidos


Consolidar al nuevo convertido es realmente responsabilidad del líder de entrenamiento. Por
supuesto, todos los miembros están llamados a ser consolidadores, pero el líder en
entrenamiento tiene esta responsabilidad como parte de las calificaciones requeridas para
convertirse en un líder de célula; sin embargo cabe al líder custodiar para que eso suceda.
Cuando una célula tiene un solo líder de entrenamiento y muchos convertidos nuevos,
entonces el líder también debe participar en este trabajo.
Los buenos líderes tienen un gran encargo por la consolidación. Nuestro trabajo no es solo
hacer que alguien confiese a Jesucristo como Señor, esto es solo el comienzo de la vida cristiana.
Nuestro trabajo va más allá. Una vez que una persona ha confesado, también debemos
consolidarla. Fuimos llamados a hacer discípulos. Necesitamos conservarlos, sellarlos y
expresarles el amor de Dios.

9. Planificar todas las actividades de las células.


Además de las actividades normales de la célula, como la reunión semanal, el evento puente,
la cooperación con el servicio del culto y la participación en los encuentros, una célula puede
desarrollar una serie de actividades con el objetivo de edificar las relaciones. Nunca está de más
repetir que nunca debemos hacer algo que no esté destinado a la edificación.
No enumeraré aquí las posibles actividades que una célula podría hacer. Solo quiero nombrar
algunos principios que deberían guiar a cada líder antes de realizar cualquier actividad con la
célula.
(a) Siempre ora sobre el asunto. Nunca haga nada antes de sentir convicción de que
tiene la bendición y aprobación de Dios.
(b) Sea claro sobre el propósito de la actividad. Es posible que tengamos actividades
de ocio, oración, evangelismo o compañerismo, pero recuerde que todo se debe
hacer para edificar y satisfacer algunas necesidades del grupo. Nunca haga alguna
cosa por moda, porque otras células lo están haciendo o bajo la presión de algún
hermano.
(c) Nunca hagas algo sin planificar antes. La planificación implica saber exactamente
qué tipo de evento se llevará a cabo, cuándo y dónde se llevará a cabo, cuántos
asistirán y cuánto costará. Esta es una responsabilidad muy grande del líder, ya que
el éxito de cualquier evento depende de la planificación.

10. Hacer que todos se involucren delegando responsabilidades


Los buenos líderes aprenden a involucrar a todos los hermanos en la célula en las muchas
actividades del grupo. En una célula vencedora todos los miembros deben pagar el precio. En
un grupo, siempre tendremos a la persona que habla demasiado, la mujer que está en silencio, el
sabelotodo, el que siempre está en problemas y el que no comparte nada. Un buen líder no se
desanimará por ninguno de estos tipos, pero se esforzará por hacer que cada uno contribuya de
alguna forma.
Cada líder de célula necesita crear condiciones para alcanzar el objetivo de la célula. Para
hacerlo, elabora estrategias, estimula, escucha y confronta a los hermanos en amor. También es

112
Curso de Entrenamiento de Líderes

responsable de colocar a la persona correcta en el lugar correcto; es decir, delegar


responsabilidades y roles, pero nunca puede dejar de supervisar y evaluar los resultados.

11. Entregar el informe de la célula semanalmente al discipulador


El líder de la célula debe completar un formulario de seguimiento semanal, que describirá el
progreso de la célula. Este informe contiene información que señala cuándo hay un problema
con la célula, permitiendo que el discipulador la corrija inmediatamente. El formulario de
seguimiento debe contener los siguientes datos:

• El número de miembros de la célula.


• El número de personas que asisten a la reunión; es decir, miembros y frecuentadores.
• El número de visitantes en la célula.
• Cuántas visitas hizo el líder.
• Si el líder va a las reuniones de discipulado.
• Si hay comunión en la célula.
• Si hay nuevos convertidos.
• Si se promueven los eventos de evangelismo.
• Informe de cualquier situación inusual.
• Si la santa cena fue realizada.

Los datos del informe muestran al discipulador si hay problemas en la célula. Dichos informes
deben hacerse espontáneamente y sin formalidades ni burocracia. Un informe frío e impersonal
está fuera de la visión de las células. Las fichas deberían servir más como guía de conversación
que como documentos para llenar y archivar.

12. Mantener comunicación con todos los miembros de la célula


Es responsabilidad del líder comunicarse con todos los miembros de la célula, esta
comunicación es importante porque depende del líder pasar todas las instrucciones de liderazgo de
la iglesia a los miembros. Ella es fundamental, porque sencillamente es la clave para un buen
liderazgo. El líder excelente es el que se comunica bien, los hermanos nunca dejan de escucharlo
porque no habla demasiado, no habla mucho, no menosprecia a los demás, no exagera los hechos
ni hace generalizaciones. Puede que no hable mucho, pero siempre dice lo suficiente.
Quiero dejar algunas sugerencias sencillas para mejorar su comunicación en la célula.
• Enfatiza siempre la importancia de cada miembro de la célula.
• Nunca muestre actitudes de superioridad hacia el grupo.
• Mantenga contacto visual cuando converse con las personas.
• Aprenda a usar pronombres plurales, siempre incluyendo a los hermanos.
• Haga preguntas a los miembros de la célula. Esta es una forma de verificar si entienden lo que
usted dice.
• Dar a los miembros la libertad de expresar diferentes ideas.
• Aprenda a admitir sus errores al grupo.
• Nunca culpe a la célula por el fracaso de un proyecto.
• Siempre llame a las personas por su nombre.
• Confrontar siempre que sea necesario. Recuerde sin embargo, hacer eso en privado.

113
Curso de Entrenamiento de Líderes

Estructura de la Célula

clase 4

114
Curso de Entrenamiento de Líderes

La multiplicación de una célula

Las fórmulas son peligrosas cuando se trata de la vida espiritual. Son el intento del hombre
de hacer algo sin tener que depender del Espíritu de Dios, esto es peligroso porque la forma en que el
Señor hizo algo ayer o lo está haciendo hoy puede no repetirse mañana. Es por eso que nunca
establecimos que para curar a las personas ciegas, se necesita hacer barro con saliva y aplicarlo en los
ojos, a pesar de que Jesús lo hizo.
Imagínese al ciego mencionado en el capítulo 8 del Evangelio de Marcos que se encuentra
con el que Juan habla en el capítulo 9 de su evangelio. Después de testificar sobre la sanidad que
recibieron, ¿crees que el que fue sanado solo con saliva respondería diciendo que su experiencia no fue
completa, ya que Jesús no le había aplicado saliva y barro como lo había hecho con el otro? Sería una
discusión sin sentido, ¿verdad? Simplemente no hay fórmulas.
Cuando elegimos sacrificar los métodos que Dios ha usado en el pasado, corremos el riesgo
de caer en el error de los hijos de Israel. En Números 21, leemos que Dios una vez envió una plaga de
serpientes terriblemente venenosas sobre su pueblo. Moisés oró al Señor y le ordenó que hiciera una
serpiente de bronce y la pusiera en el extremo de un asta. Cualquiera que hubiera sido mordido por una
serpiente y mirara a esa serpiente de bronce sería curado del veneno.
Fue un trabajo verdaderamente sobrenatural, pero para nuestra sorpresa, más de
cuatrocientos años después, encontramos al pueblo de Israel adorando a esa serpiente de bronce (2
Reyes 18: 4). Lo que había sido una estrategia divina se convirtió en un instrumento de idolatría. Esto es
lo que sucede cuando intentamos transformar en fórmulas cómo actuó Dios en el pasado.
En este mismo ejemplo de la serpiente de bronce, vemos cuán vital es depender del poder
sobrenatural de Dios. Imaginemos la situación, hay serpientes venenosas en todo el campamento de
Israel. ¿Qué hacer? Los ancianos se reúnen y deciden establecer una brigada de lucha contra serpientes.
La estrategia no funciona, por lo que deciden distribuir palos a cada israelita, para que cada uno pueda
matar a una serpiente y al final no quedará ninguno, pero eso tampoco funciona. En vista de esto,
alguien propone buscar veneno contra las serpientes en Egipto, ya que los magos allí son entendidos en

las serpientes .
Otro sugiere mudarse de campamento. Hasta que finalmente, alguien sugiere: "¿Por qué no
oramos por esto?"
La estrategia de Dios era completamente loca a los ojos de esos estrategas naturales. Simplemente
consistía en una serpiente de bronce colocada al final de un asta y era suficiente para que la persona
picada mirara el asta levantada con la serpiente de bronce y se curara de inmediato. ¡Una solución
completamente sobrenatural!
No es por falta de creatividad que nuestras células dejarán de multiplicarse. Tenemos
abundantes líderes creativos, pero la multiplicación solo ocurre cuando hay una acción sobrenatural del
Espíritu de Dios. Los buenos líderes saben que necesitan orar para recibir la estrategia correcta de Dios
para este tiempo.

115
Curso de Entrenamiento de Líderes

No queremos dar fórmulas de multiplicación, sino presentar algunos principios que son la
clave para que esto suceda.

1. Dios es un Dios de multiplicación


La voluntad de Dios es multiplicarse a lo largo de su creación. Después de crear al hombre y
a la mujer, Dios los bendijo y les dijo: "Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra" (Génesis 1:28).
Dios ha colocado dentro de cada semilla el potencial para producir un bosque completo. Y solo mira
un árbol cargado de frutas para darte cuenta de que Dios ama la fructificación en abundancia.
Todas las cosas sanas y vivas eventualmente se multiplicarán. Los animales se multiplican, al
igual que las plantas. Toda la creación de Dios se multiplica. Un grano de maíz produce más de mil
granos en la primera generación y más de un millón en la segunda.
Para que la vida sea sostenida, la multiplicación es esencial. El principio de multiplicación fue
una parte importante de la iglesia primitiva. Si leemos los textos de Hechos 6: 1-7, 9: 31 y 12: 24-25,
entenderemos que la voluntad de Dios es el crecimiento y la multiplicación de la iglesia. Es más que
suma, es multiplicación.

2. Pasos prácticos para la multiplicación


a) habla siempre de la visión de la multiplicación de la célula.

La visión necesita ser hablada a menudo si queremos que se practique. Solo tenemos de aquello
que hablamos. Desde la primera reunión de la célula, debe quedar claro para todos sobre el
objetivo de la multiplicación e incluso una fecha establecida para que suceda. Cada miembro
necesita estar contagiado con la fe y la expectativa del líder de ver la multiplicación. La célula se
inició con un propósito y la multiplicación cumplirá ese propósito.

b)Usa la analogía familiar

Las familias saludables tienen las expectativas que los hijos crezcan, se casen y formen
nuevas familias. Ese mismo principio se aplica a las células.

c)Tenga tantos líderes de entrenamiento como sea posible

Recomendamos al menos tres, pero esto no es un límite. La visión de hecho, es que cada
miembro eventualmente se convierta en un líder de célula. Cuando las personas se
convierten en líderes en entrenamiento, ellas reciben un encargo espiritual y comparten con
el líder el cuidado de otros hermanos.

d)Discipular al líder de entrenamiento

No te limites que solo haga el curso del CEL. Invierta en su vida al monitorearlo para que lea
libros y asista a conferencias y seminarios. Mantenga un registro de su vida personal, pero
dele responsabilidades en la célula para que pueda aprender haciendo.

e)Invierte tu mejor tiempo en futuros líderes

Si bien cada uno es importante, Pablo le dice a Timoteo que centre la mayor parte de su
tiempo en aquellos que son fieles. Él dijo: "Y lo que has oído por muchos testigos, lo mismo
pasa a los hombres fieles, y también sean idóneos para instruir a otros" (2 Tim. 2: 2). El
Señor ha invertido lo mejor de su tiempo en los doce y debemos hacer lo mismo con
nuestros discípulos. El líder de entrenamiento es un discípulo del líder de célula.

f)Hacer un llamado en la célula para los nuevos líderes

116
Curso de Entrenamiento de Líderes

Programe una reunión especial y llame al pastor o discípulo de la red para dar una palabra
sobre la multiplicación. Los llamados son importantes tanto para los nuevos convertidos
como para los nuevos líderes.

g)Estar abierto a las estrategias creativas

Dependemos del Espíritu de Dios y de su poder para hacer su obra. Debemos tener cuidado de no ser
una especie de "maestro gorrión" de multiplicaciones. Sin embargo, debemos tener el sentido común
para entender cuándo una idea es realmente del cielo. John Maxwell dice: "Si mi bala se ajusta a tu arma,
dispara".

h) Celebra la multiplicación con una fiesta


Presentar la nueva célula frente a la iglesia y elogiar públicamente al líder que multiplicó su célula puede
ser un poderoso factor de motivación para desencadenar nuevas multiplicaciones.

i) Usar la estrategia de micro células

Básicamente las micro células actúan como un facilitador en el proceso de multiplicación de una célula.
Su funcionamiento es muy sencillo. Cuando la célula alcanza el número de diez miembros, el grupo se
subdivide en dos micro células de cinco personas. Por lo tanto, el líder de célula y el líder en
entrenamiento lideran cada una de las dos micro células.
Las reuniones de las células normalmente deben comenzar con rompehielos y elogios, pero al momento
de compartir, las dos micro células se separan en dos grupos distintos.
También podemos establecer las micro células cuando el grupo llega a doce personas. En este caso, hay
tres micro células con cuatro personas en cada una. Dos de las micro células serán lideradas por dos
líderes en entrenamiento, cada uno con tres hermanos. Por lo tanto, podemos tener tres micro células
en una célula.
Al final del proceso, los nuevos líderes estarán listos y a partir del crecimiento de las micro células, se
produce la multiplicación.

j) La multiplicación puede ser acelerada


Cuando el liderazgo de la iglesia lleva a cabo campañas de ayuno y oración para multiplicar usando
ayudas visuales y bastante ministración de fe, los hermanos están llenos de emoción y esta motivación
puede acelerar la multiplicación. La fe viene al oír, por lo que debemos hablar y enseñar públicamente la
visión de la multiplicación.

3. Ingredientes - claves de una célula que se multiplica


Joel Cominsky hizo una investigación de las iglesias en células más grandes del mundo y
encontró seis factores clave en la multiplicación de las células.

a) La intercesión del líder por los miembros.


El líder es como un sacerdote que acude a Dios no por sus propios intereses, sino por todas las
personas que Dios le ha confiado. El líder de célula es quien asume la responsabilidad de interceder por
cada miembro de su célula y también por los vecinos no convertidos de su región. Cuando el líder
asume su función sacerdotal, las fuerzas del infierno se rompen.
Esto es lo que se espera de un verdadero líder de célula: que lleve a sus hermanos sobre su pecho y
hombros, que tenga amor y un encargo. Solo líderes como este obtienen autoridad. Pablo dice que su
preocupación con todas las iglesias pesaba continuamente sobre él (2 Cor. 11:28), eso es encargo. Pero
también dice que los hermanos eran una carta escrita en su corazón, conocida y leída por todos los
hombres (2 Cor. 3: 2). Esto es cuidado en el amor.

117
Curso de Entrenamiento de Líderes

b) El estímulo para traer visitantes.


Las células que tienen visitantes en cada reunión tienen mayores chances de multiplicarse, simplemente
porque solo podemos multiplicar si crecemos, y solo creceremos si tenemos la oportunidad de predicar
a los no creyentes.

c) Contacto con el visitante durante la semana.


No es suficiente traer un visitante, debe hacer un seguimiento con él en los próximos días. La persona
que lleva al visitante a la célula debe mantenerse en contacto con él o ella, invitándolos a la próxima
reunión. El líder o la persona designada debe llamar agradeciéndole su visita y reforzando la invitación a
la próxima reunión. Además todos los miembros de la célula deben orar diariamente por el visitante.

d) El establecimiento de objetivos claros de multiplicación de la célula


Establecer un objetivo claro para la multiplicación, es establecer una fecha para que ocurra. Todos los
miembros deben saber esta fecha y orar para lograr el objetivo.

e) la comunión de la célula durante la semana.


Los eventos de comunión son clave para el crecimiento de la célula. Ese grupo que aún no se ha
convertido en una familia, un grupo, aún no se ha convertido en una célula realmente.
Sorprendentemente, el Nuevo Testamento habla mucho más sobre la comunión que el evangelismo.
Normalmente, una persona decide por una iglesia por la forma en que se recibe. Nadie puede quedarse
en una iglesia donde no hacen amigos. El cristianismo es sobre todo relación y la amistad es el puente
más grande al evangelismo.

f) El encargo del líder por la reunión de la célula


El tiempo que el líder pasa con Dios preparándose para la reunión es crucial para el crecimiento de la
célula. El líder debe tener revelación de su papel ante Dios y sus hermanos.
La mayor necesidad de un líder de célula es tener encargo o recibir un encargo de parte de Dios. La
obra de Dios simplemente no puede prosperar si los líderes no tienen el encargo necesaria, ya que
deben tener vida hasta el punto de suplir a los miembros de la célula. Si no nos importa que nuestro
liderazgo no tenga impacto en la vida de los miembros, es porque no tenemos ningún encargo. Esto
indica que nos hemos metido en una situación de rutina y ya no nos importa si la vida de Dios fluye en
la reunión de la célula.
Tener encargo significa incomodar a los miembros de la célula hasta el punto de que no descansen
hasta que demuestren compromiso con el Señor. Si los miembros son indiferentes, debemos buscar el
rostro del Señor y dejar que Él nos incomode hasta el punto de perder el sueño o el hambre hasta que
algo del Espíritu se mueva en la célula. Solo este tipo de liderazgo agrada a Dios.
Nuestras células se encuentran 52 veces al año. Semana tras semana, los miembros van a las reuniones.
Entonces, si no hay cambios en sus vidas después de tres meses, debemos preocuparnos. Por ejemplo,
un vendedor que pasa un mes entero sin vender no se sentirá cómodo ya que esto producirá un peso en
su alma, dejándolo angustiado y preocupado. Bajo esta circunstancia, evaluará la causa del problema,
pensará en estrategias e intentará cambiar la situación. Del mismo modo, si somos líderes con encargo,
debemos tener la misma actitud.
Un líder con encargo no podrá descansar tranquilo, pero analizará la situación y encontrará una manera
de cambiarla. ¿Cómo puede seguir reuniéndose en silencio sin obtener ningún resultado? Si podemos
continuar liderando bajo estas circunstancias, es porque no tenemos ningún encargo. Tener encargo
significa tener un objetivo que alcanzar. No sirve de nada tener una estructura de célula bien organizada
si nos falta encargo; es decir, si no tenemos un objetivo que no abandona nuestro corazón y no nos
permita quedarnos quietos.
Todo líder debe estar a punto de ser responsable si el trabajo no tiene éxito. Debe ser como ese
emprendedor que continuamente piensa en cómo hacer crecer su negocio y prosperar. El líder de célula

118
Curso de Entrenamiento de Líderes

también tiene esta actitud y siempre aplicará su corazón para hacer que su célula crezca y prospere. No
puede ignorar a su grupo, porque después de todo es su célula, el rebaño que el Señor le ha confiado.
La reunión de la célula es muy importante y como líder debe evaluar constantemente si es fuerte o
débil, está vivo o muerto. Los miembros pueden estar en paz, pero el líder no puede estar en paz hasta
que la reunión de la célula fluya llena de la vida del Señor. A veces tendremos que orar con lágrimas
hasta que los hermanos se turben por dentro y busquen al Señor. Otras veces buscaremos de Dios una
palabra viva para ser renovada.

4. ¿Qué hacer cuando la célula es demasiado grande?


Creo que la célula más grande que tuvimos en la historia de nuestra iglesia fue de 75 personas. Una
célula tan grande motiva al líder, recauda muchas ofrendas, puede realizar muchos tipos de actividades y
termina siendo un buen punto de predicación. Sin embargo las desventajas superan mucho las ventajas
aparentes. En una célula grande, no hay participación, la reunión es una réplica del servicio dominical y
no se comparte. Se necesita otro hogar para trabajar con niños y nadie echa de menos a los que no
asisten a la reunión. Además, se pierde la carga de atraer visitantes y los nuevos líderes se sienten
demasiado inseguros para asumir algo grande. El líder mismo se siente abrumado y a menudo la célula
se convierte en un servicio semanal.
Algunas células se vuelven grandes debido a la resistencia del líder a multiplicarse. Sin
embargo, en la mayoría de los casos, es simplemente un fenómeno de rápido crecimiento acompañado
de una dificultad para entrenar a nuevos líderes al mismo ritmo que crece la célula. Esto es común en
tiempos de avivamiento.
A veces las células se vuelven grandes porque su líder es muy carismático. Hay líderes de
células que son verdaderos predicadores. Había una célula en nuestra iglesia que nunca tuvo menos de
50 personas. Uno podría responder diciendo que ella es disfuncional ya que es demasiado grande. Es
verdad, pero prefiero una célula de 50 miembros que no se reduzca, que una célula de cinco personas
que no crece.
No cerramos células. Entonces, ¿qué hacer cuando esto sucede? La mejor manera de lidiar
con esta situación es establecer lo que llamamos micro células. La célula se puede distribuir en varios
grupos pequeños que inicialmente se reúnen en la misma casa y gradualmente van saliendo para
comenzar nuevas células.
Si es apropiado para la iglesia local, otra solución sería convertir esta célula en una
congregación. En muchos lugares, la iglesia local se ha multiplicado a partir de situaciones como esta.

5. Multiplicar células es multiplicar líderes


Las células no son el enfoque final. Las células surgen y desaparecen, comienzan y terminan.
A menos que los miembros del grupo se conviertan en líderes de células, los frutos no serán duraderos.
Por lo tanto, creemos que el crecimiento y la edificación de la iglesia se basan en la formación de
líderes. Por lo tanto, la principal prioridad de un líder de célula es identificar líderes potenciales e iniciar
el proceso de discipulado con ellos.
Un líder solo puede ser formado por otro líder. Nadie puede convertirse en un líder
simplemente estudiando en un salón de clases, se requiere acompañamiento y discipulado. Del mismo
modo, un hombre no aprende a ser hombre, a desarrollar su hombría en un curso de capacitación. Un
hombre aprende a ser hombre caminando con otro hombre. Un líder solo aprende a liderar al ser
discipulado por otro líder.
El líder de célula exitoso no es solo el que impulsa su célula a crecer, sino que además de
promover el crecimiento, engendra un discípulo para hacerse cargo de la nueva célula cuando ocurre la
multiplicación. El verdadero fruto de un líder de célula son otros líderes de células discipulados por él.

119
Curso de Entrenamiento de Líderes

Estructura de la Célula

Clase 5

120
Curso de Entrenamiento de Líderes

El discipulador es un supervisor

El discipulado tiene muchos aspectos diferentes. Por un lado, es una relación de paternidad espiritual,
por otro, es una relación de entrenamiento y edificación. El discipulado es una relación de vida, pero
ciertamente también de supervisión. Equilibrar todos estos aspectos es fundamental para edificar
adecuadamente la iglesia y completar nuestro trabajo en las células.
Algunas personas tienen el concepto de que el propósito del discipulado es enseñar a ser,
pero al mirarlo bíblicamente, vemos que la mayor función del discipulado es enseñar a hacer. El
discípulo es alguien que está aprendiendo y desarrollando un ministerio con la ayuda de su discipulador,
quien también es un mentor y un supervisor.
Por lo tanto, presentar informes y resolver problemas son dos tareas que muchos intentan
evitar, pero son una parte importante de la relación entre el discipulador y su discípulo líder de célula.
Todo discipulador debe comprender que él también es un supervisor. El problema es que muchos
discípulos subestiman los informes y aún ven en la supervisión una actitud de falta de amor e interés del
discipulador por él, pero esta es una falsa impresión. El discipulador también necesita cuidar a las ovejas
en las células, y lo hace a través de sus discípulos, los líderes de células.
Veamos cómo el discipulador puede tener una actitud más positiva en relación a la
presentación de informes y cualquier problema con el discipulado.

1. Informe: un acompañamiento indispensable


Muchos discipuladores se comportan como proveedores de datos. Simplemente toman el
informe del líder y se lo pasan al pastor sin siquiera molestarse en leerlo, verificar la información y
evaluar la vida personal del líder de acuerdo con lo que el informe pide, como su vida de oración,
por ejemplo Esto refleja su actitud hacia el informe, mostrando la imagen que el discipulador tiene
de esta herramienta. ¡Cambia tu imagen de él y tu actitud también cambiará!
¿Cómo el discipulador debe ver el informe?

a) El informe es su amigo
• El amigo es alguien presente.
Un amigo es alguien con quien te mantienes en contacto constantemente. Normalmente, nadie huye de
un amigo; por el contrario se complace en su compañía, su presencia es agradable. Por lo tanto vea el
informe como un amigo presente en su vida, él no existe para exigirte, él es tu compañero.
• Un amigo te ayuda a ser mejor de lo que eras
El amigo tiene el poder de quitarte cosas buenas y malas, pero siempre con la motivación correcta. Del
mismo modo, el informe lo reta a mejorar y desarrollar su potencial a medida que lo despierta para
mejorar su liderazgo.
• El amigo dice la verdad.
El amigo no omite sus errores, no lo abandona, pero demuestra cuando no está de acuerdo con algo
errado. Al igual que su amigo, el informe muestra la realidad y no omite los hechos. A la verdad es un
registro de hechos; sin embargo, si los hechos no son buenos, pueden ser alterados si los planifica
mejor.

b) El informe quiere comunicarse con usted.

• El informe le habla al líder


Si no lee el informe pierde la comunicación que él hace. Cuando reciba el informe de su líder, deje que
se comunique con usted y léalo.

121
Curso de Entrenamiento de Líderes

• El líder habla a través del informe.


El informe debe hablar igual que su líder ha dicho; sino, es mejor verificar. A veces el líder escribe datos
incorrectos en el informe, como el número de miembros por encima del actual, incluidas las personas
que ya se han ido, solo para impresionar al discipulador para no recibir una exhortación.
• El líder habla con su pastor a través del informe.
El informe dice lo que el líder no dijo. Uno de los puntos más difíciles en la relación es la
comunicación. Cuando ella está sana, también lo es la relación. Por lo tanto, el discípulo necesita
aprender a comunicarse con su líder a través del informe, no solo para verificar los errores; sino para
conocerlo mejor y motivarlo a seguir creciendo
.
c) El informe es tu espejo
• El informe muestra la realidad de la célula
A veces nos gusta más la ilusión en lugar de la realidad, ya que requiere una actitud de nuestra parte.
¿Cuántas veces, al mirarse al espejo, no ha tratado de cambiar la expresión de su rostro estirando los
ojos o levantando la nariz solo para ver cómo sería cambiar algo en su rostro? Pero la verdad es que el
espejo muestra lo que eres, no lo que te gustaría ser. Con el informe también es así. Muestra lo que es la
célula, no lo que al líder le gustaría que fuera.
• El informe muestra quién es el líder.
El informe mensual de la célula debe incluir los datos personales del líder, porque la célula es el reflejo
de su líder. ¿Ya has hecho esas pruebas de desempeño? Por lo general, antes de tomar el examen, viene
la siguiente orientación: "Responda exactamente como es y no como le gustaría que fuera". Esto se
debe a que la tendencia de las personas es cambiar los datos. Algunos piensan que, por fe, las cosas
cambiarán y ya lo consideran así. Pero está mal, solo cambias realmente cuando enfrentas la realidad tal
como es. El informe debe mostrar la realidad de la vida del líder, ya que refleja la vida de la célula.
• La imagen puede ser cambiada
Si la imagen que ve en el espejo no le conviene, puede cambiarla. Puede cortar el cabello, eliminar las
manchas y más. Con los informes funciona de la misma manera. Intentar ocultar hechos y cifras en el
informe no ayuda a cambiar la realidad, pero evaluar y planificar un cambio sí lo hace.
El discipulador es el que ayuda al líder a crear estrategias para que su célula crezca, y esto comienza con
informar al líder a través de la presentación de informes. El crecimiento y la multiplicación son
objetivos planificados y alcanzables por todos, no solo por unos pocos. No te escondas detrás de un
maquillaje, informes poco realistas, sé autentico. Enfrenta los desafíos y cambia la realidad de tu
liderazgo
La rendición de cuentas a través de la presentación de informes es una forma eficiente de
comunicarse, pero necesitamos cambiar la forma en que los líderes ven el informe. De lo contrario, se
crea un círculo vicioso y el informe siempre se verá como un insecto de siete cabezas. Desde el
comienzo del discipulado, enseñe a su líder a comprender las tres características del informe: es su
amigo, quiere comunicarse y es su espejo.
Una vez que un grupo de arquitectos, después de construir un edificio muy alto, necesitaba
resolver el problema del retraso dentro de los ascensores. Descubrieron que las personas se volvieron
más tolerantes cuando habían proyectado su propia imagen ante ellos. Entonces comenzaron a poner
espejos dentro de los ascensores. El resultado: el tiempo dentro de los ascensores no ha cambiado, pero
la actitud de la gente sí.
A las personas les gusta mirarse en el espejo, pero no siempre les gusta lo que ven. Con los
informes, sucede algo similar. Es inevitable no hacerlo, pero incluso si los números no son lo que le
gustaría, aprende a lidiar con los hechos y busque mejores resultados.
Puede pensar que presentar informes es una prueba para muchos líderes. Recibirlos a tiempo
es otra prueba. ¡Ahora hacer que les guste el informe es un verdadero milagro! Pero déjame decirte algo
que quizás no sepas sobre esto: la gente hace cosas motivadas por sus propias razones.
Una vez, en una granja, el vaquero estaba luchando para traer un ternero al granero. Después de mucho
sudor, casi perdiendo la paciencia, una niña se acerca al becerro y le pone el dedo en la boca, el becerro

122
Curso de Entrenamiento de Líderes

comienza a caminar y sigue a la niña hasta el establo. ¿Qué sucedió? estimulado por su dedo, fue hasta
su madre para mamar.

La gente es como este ternero. Puedes insistir, empujarlos, amenazarlos, pero muchos no se
mueven, no cambian. Sin embargo, si les das una buena razón para beneficiarse, entonces seguirán
adelante.
La mayoría de las personas reaccionan por sus propias razones, no por los de los demás. Por
lo general, estas razones tocan sus emociones. Es por eso que las madres se despiertan por las noches
seguidas para cuidar a sus hijos. No hacen esto porque el médico los ha convencido, sino porque están
conmovidas por el llanto de sus hijos.
Gana el corazón de tu discípulo y él te responderá. Las personas responden a sus seres
queridos, no a las tareas.

2. Problemas - ¿Cómo resolverlos?


Todo a tiempo es saludable, pero fuera de esto es problemático. Cuando surgen problemas,
deben verse como una oportunidad para crecer, no como un factor para debilitar su liderazgo. Todo
depende de cómo los veas. Si se tratan en el momento adecuado, pueden contribuir a su crecimiento,
de lo contrario, pueden ser perjudiciales para muchos.
Incluso el líder más experimentado no está exento de problemas. La diferencia es que han
aprendido a tratar con ellos de manera efectiva. Así que sugerimos tres formas de tratar los problemas,
que llamaremos "las tres leyes de resolución de problemas", y luego mencionaremos tres tipos de
actitudes que muchos tienen sobre ellos. Nuestro objetivo es lograr que vea los problemas como parte
de su crecimiento.

3. Las tres leyes de solución de problemas


Una ley es algo que gobierna y siempre tiene resultados prácticos. La ley de la gravedad, por
ejemplo. Si saltas de una pared, seguramente se caerá y no podrá volar.
Cuando la Biblia dice que "la ley del espíritu de vida nos ha liberado de la ley del pecado y la
muerte", nos muestra que hay leyes que tienen el poder de anular otras leyes. Lo que queremos decir es
que sucede algo similar en las relaciones. Los problemas tienen el poder de robar la fuerza del líder y
desanimarlo, pero la intervención de alguien más experimentado, como un discipulador o un pastor,
puede llevarlo a crecer en lugar de rendirse.
Los discipuladores tienen un detector interno de problemas. Detectar un problema es tan
importante como saber cómo resolverlo y hay al menos tres formas prácticas de detectar y resolver
problemas.

a) La ley de prevención
Esta ley consiste en detectar problemas antes de que aparezcan. Por ejemplo, para motivar a
un líder de célula desanimado, un pastor puede decidir ponerlo con un discípulo motivado y en
crecimiento. La intención en este caso es buena, pero el efecto puede ser al revés, porque puede ser que
el desánimo del líder contamine al discipulador motivado y en crecimiento, y este quede desanimado
también. En este caso, el pastor o el responsable de los dos debe intervenir y separarlos antes de que
esto suceda. Es mejor preservar uno que perder ambos.
En este sentido, hubo una intervención para evitar el problema. Se podrían evitar muchos
problemas si el liderazgo interviniera antes de manifestarse. Pero para hacerlo, uno debe ser consciente
de los síntomas. Es a través de ellos que un buen médico puede tener un pronóstico. Así que no espere
a que aparezcan los problemas, intervenga tan pronto como note los síntomas. Aprenda a hacer esto y
sus problemas disminuirán.

b) La ley de mantenimiento

123
Curso de Entrenamiento de Líderes

El mantenimiento está asociado con al menos dos aspectos prácticos: estrategia y persuasión.
Las estrategias son planes de acción para que el trabajo continúe correctamente mientras aún no haya
signos de problemas. La persuasión es una intervención para evitar que la situación empeore.
Un ejemplo de estrategia podría ser lo siguiente: cuando te das cuenta de que una célula está
estancada y que tanto el líder como los miembros se sienten cómodos con la situación, es hora de
intervenir; de lo contrario la célula corre el peligro de marchitarse y morir. Luego desafía a cada
miembro a traer tres visitantes durante los próximos tres meses. Un visitante por mes no será un gran
desafío, pero movilizará a los miembros para un propósito que seguramente resultará en que las
personas se reúnan, se bauticen y en consecuencia hagan crecer la célula. No hay nada mejor para
movilizar miembros que la presencia de un nuevo convertido en la célula. Es como una casa que no
tiene hijos, cuando uno llega, mueve el ambiente.
La persuasión es la capacidad del discipulador para convencer al otro a perseverar, incluso en
situaciones adversas; es decir en medio de problemas. Cuando todo va bien, casi nadie piensa en darse
por vencido. Por lo general, esto sucede cuando llega la crisis, es en ese momento que se pierde el
enfoque.
También es cuando el liderazgo marca la diferencia, porque se necesita a alguien que vea
claramente la situación y ayude a la persona a continuar.
Cuando tenga ganas de dejarlo todo, recuerde una cosa: el podio es para aquellos que pueden soportar
la presión, que tienen dificultades para continuar entrenando, que soportan el dolor de espalda hasta
que termina una carrera. Estos son los que suben al podio, no los que se rinden. Hay un podio celestial
esperándonos y un premio que ganar, pero enfrentar los problemas de liderazgo es uno de los pasos
que todos debemos seguir.
Cuando se viaja al extranjero, es común visitar museos. Particularmente me gusta mucho. Es
sorprendente ver cómo pueden mantener los objetos intactos durante miles de años. Con el tiempo, se
han desarrollado técnicas de preservación y esto nos ha ayudado a disfrutar el placer de admirar piezas
antiguas. Pero descubrí que estas técnicas también nos hablan sobre las relaciones. Necesitamos
aprender a desarrollar técnicas de resolución de problemas de discipulado, ya que ayudan a preservar las
relaciones.
El mantenimiento se refiere al cuidado constante que se puede hacer a través de la comunión
en el discipulado, con una evaluación periódica del liderazgo, un ministerio espiritual más profundo en
la vida de sus seguidores, a través del retiro, el ayuno o lo que sea, de hecho tocar la vida espiritual de
sus discípulos.
Un líder aprende a avanzar cuando aprende a persuadir y esto sucede cuando algo se
interpone entre él y sus seguidores: los problemas. La persuasión es algo que todos pueden hacer, pero
solo debe hacerse de la manera correcta y con las motivaciones correctas. Una persona aprende a
persuadir desde la infancia, un bebé sabe cómo hacerlo muy bien: sabe que cuando llora, alguien lo
toma y tiene lo que quiere. Pero en el liderazgo, esto sucede cuando surgen problemas.
Algunos problemas ejercen más poder en la vida de algunos líderes que su propia visión, por
lo que se detienen. Esto es cuando el discípulo necesita usar su influencia para lidiar con los problemas
y motivar al líder a continuar.

c) La ley de reacción
La ley de reacción requiere una acción inmediata por parte del líder o pastor para evitar que
los problemas roben los frutos. En este punto ya puedes ver la caída de los números, la pérdida de
algunos frutos, y debemos correr para salvar lo que queda. Es mejor evitar esta situación; si eso ocurre,
todavía se puede encontrar una solución.
Es importante que usted como líder, comprenda que su liderazgo no crece cuando no se
abordan los problemas. Los líderes que no crecen tienden a dejar de liderar porque las personas están
motivadas por los resultados. Cuando no vienen, se desmotivan y se detienen.
Cuando pasamos un número significativo de células de un discipulador a otro, es común que
algunas células se cierren, porque en realidad ya estaban enfermas y no eran tratadas. Cuando otro líder

124
Curso de Entrenamiento de Líderes

se hace cargo y confronta los números del informe con la realidad, el shock llega pues los problemas
aparecen.
Otras veces el problema no está en los números sino en la persona del líder. Ya
desmotivado, aprovecha el cambio en su liderazgo y se va, dejando los problemas a quien está
asumiendo el control. Los problemas ya estaban allí, simplemente no detectados y resueltos.
La actitud del discipulador en relación con los problemas es crucial para llevar al líder a crecer y
multiplicarse de manera saludable.

4. Actitudes equivocadas hacia los problemas.


Hay tres actitudes equivocadas que el discipulador no debe tener de ninguna manera sobre
los problemas.

a) Complicidad
Ser cómplice es colaborar con el error. Es la actitud de ver el error y no tomar medidas para
corregirlo. El cómplice no corrige el problema, pero guarda silencio en sí mismo sabiendo las
consecuencias. Cuando el discipulador ve al líder haciendo las cosas mal y le permite continuar sin
tomar medidas para evitar esta práctica, es cómplice de su error.
Un ejemplo: supongamos que hay líderes que no van a la reunión de la célula por razones
inútiles. El discipulador lo sabe, pero solo dice "está bien". En este caso, el discipulador está siendo
cómplice, porque eso de "está bien" significa que la excusa del líder es más importante que la reunión
de la célula, que el compromiso del líder con los hermanos de la célula no es tan importante, y que el
líder puede hacer otras veces si quiere.
A menudo, la complicidad es una forma para que el discipulador justifique sus propios
errores para que en el futuro pueda hacer lo mismo cuando quiera. Antes de que el discipulador pueda
ser firme con su discípulo, debe ser firme consigo mismo. Como muchos no quieren este patrón para sí
mismos, terminan cediéndolo también a sus líderes. La complicidad es un pecado: “No seas cómplice
de los pecados de otros. Mantente puro”(1 Tim. 5:22).

b) Complacencia
Ser complaciente es ser tolerante con el error de otros al darles permiso. Esto es cuando el
discipulador o el pastor reconoce el error, pero no impone consecuencias. El discipulador complaciente
es aquel que viene a hablar sobre el tema, pero no muestra la gravedad del error, evitando así que el
líder sufra las consecuencias de sus acciones.
Imagine, por ejemplo, que durante un ayuno de 21 días, todos están llamados a orar en la
iglesia y participar en la lectura del libro. Sin embargo un líder no asiste ni lee el libro que todos leen,
pero se excusa y el discipulador los acepta. Hasta ahora, el discipulador ha sido cómplice de su error, ya
que en 21 días, seguramente podría haber ido un mínimo de dos o tres días. Al ser cómplice, el
discipulador evita que el líder crezca, ya que no le plantea ningún desafío para avanzar.
Después del ayuno hay un encuentro y aquellos que fueron a orar durante los 21 días son convocados y
tienen la oportunidad de predicar, pero ese discipulador permite que el líder vaya al encuentro y
predique; entonces en ese momento él se torna complaciente. Pues está impidiendo que su discípulo
sufra las consecuencias de no haber respondido a la convocatoria para el ayuno. La actitud correcta del
discipulador hubiese sido impedir que el líder participe del equipo, a pesar que sea el mejor predicador
que los otros; porque actuando así, él estaría disciplinando al líder, permitiendo de esa manera que él
sufra las consecuencias de sus propias elecciones.
El padre debe saber la hora de disciplinar al hijo, un padre que le da un helado al hijo después de haber
actuado con rebeldía y desobediencia es permisivo; eso no es bueno para el hijo ni para el discípulo.
Muchos líderes no avanzan en el carácter ni en el liderazgo, porque sus discipuladores pierden
oportunidades preciosas de llevarlos a crecer. Ni siempre la manera de hacer con que el líder sufra las
consecuencias es imponer castigos; eso puede ser hecho al honrar a otros líderes más comprometidos,
dándoles la prioridad. No hay nada más difícil para un líder que ver los otros alcanzando
reconocimiento, mientras que él se queda atrás. No debe haber competencia en el liderazgo, pero a

125
Curso de Entrenamiento de Líderes

veces ella despierta en el líder para correr y disminuir el perjuicio. Cabe al discipulador saber trabajar
eso con sabiduría para que todos crezcan.

c) Omisión
Una persona omisa es negligente y descuidada. En este contexto, es un discipulador que
permite que el líder continúe en la posición de liderazgo después de un grave error.
El discípulo silencioso es aquel que no dice lo que debe decir, no hace lo que debe hacer, no
trata con los errores con los que debe lidiar, quien pasa por alto las fallas de sus líderes. Algunos
discipuladores y pastores tienen miedo de perder a sus líderes, al igual que Saúl, que temía que la gente
lo abandonara y se convirtiera en rehén de la gente. Si lo ha hecho, no está liderando en dependencia de
Dios, porque eso es confiar en los hombres. Así que déjame decirte algo: o cambias o Dios te eliminará.
La gente siempre nos abandonará, solo el Señor nunca nos dejará. Confíe en Dios y dependa
de Él para todo, incluso para lidiar con los problemas y pecados adecuadamente. Si honras el nombre
de Dios al no permitir que los líderes lideren de manera indolente, Dios te honrará: "A los que me
honran, yo honraré" (1 Sam. 2:30).

Honras a Dios de muchas maneras y una de ellas es cuando actúas de acuerdo con la
autoridad que Dios te ha dado para enseñar y disciplinar. El discípulo que nunca es disciplinado nunca
será la imagen de Jesús. Así que no los guardes a tus líderes al no lidiar con sus errores, por su bien y su
liderazgo, trátelos como a hijos; es decir, si es necesario disciplínelos, incluso si en algunos casos eso
significa sacarlos de su puesto. Para esto es importante tener criterios justos, pero si eso es correcto,
hazlo. Entonces él y los demás sabrán qué tipo de líder eres y que le servimos a un Dios santo y celoso.
Si eres omiso y descuidado, puedes ser derrotado, como vemos en el siguiente pasaje:
"Gedeón subió por el camino de los nómadas, al este de Noba y Jogbeh, e hirió a ese ejército, que fue
descuidado" (Jue 8:11). La omisión también llevará a Dios a tratarlo severamente. Adán guardó silencio
en el Edén, por lo que no se enfrentó a la mujer cuando ella pecó y sufrió las consecuencias.
No identificar y abordar los problemas es como pintar una pared llena de agujeros. Tarde o
temprano aparecerán y alguien tendrá que detenerlos. Es mejor hacer esto cuando surjan, antes de que
se conviertan en grandes brechas y la pared se desmorone.
El gran problema al hablar sobre informes y problemas es que pueden convertirse en el
centro del discipulado. Sin embargo, al tratar con ellos, no permita que esto suceda, ya que el enfoque
está en el crecimiento del discípulo.
La forma en que actuamos ante los problemas muestra qué tipo de liderazgo ejercemos, el de
un jefe o líder. El jefe dirige a las personas, el líder las entrena. El jefe dice "yo", el líder siempre dice
"nosotros". El jefe se ve culpable, el líder corrige el error. El jefe dice que vaya, el líder dice que
vayamos. El líder no señala el camino; él guía a su discípulo a caminar junto con él.

126
Curso de Entrenamiento de Líderes

Estructura de la Célula

Clase 6

127
Curso de Entrenamiento de Líderes

No fuerce a nadie para liderar

Cada líder de célula necesita comprender que él también es un discipulador. En nuestra iglesia,
llamamos de discipuladores aquellos que son llamados de supervisores o superintendentes en otros
modelos celulares. Debemos tener cuidado de que la terminología no perturbe la visión.
No queremos que el discipulador sea una mera posición en nuestra estructura celular. Es muy
importante que cada líder de célula entienda que él también es un discipulador. Debe tener líderes
en entrenamiento que sean sus discípulos. El objetivo de su discipulado es llevar a cada uno de
estos líderes de entrenamiento a convertirse en un líder de célula como él.
En 1 Samuel 14, tenemos el relato del día en que Jonatán y su joven escudero hicieron una
gran liberación en Israel; solo ellos dos rompieron todo el campamento de los filisteos. Al observar
cómo Jonathan trató con su escudero, podemos aprender cómo debemos ayudar a nuestro líder
de entrenamiento a convertirse en un líder de célula exitoso.
Aconteció un día, que Jonatán hijo de Saúl dijo a su criado que le traía las armas: Ven y pasemos a
la guarnición de los filisteos, que está de aquel lado. Y no lo hizo saber a su padre.Y entre los
desfiladeros por donde Jonatán procuraba pasar a la guarnición de los filisteos, había un peñasco agudo de un lado,
y otro del otro lado; el uno se llamaba Boses, y el otro Sene. Uno de los peñascos estaba situado al norte, hacia
Micmas, y el otro al sur, hacia Gabaa. Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de
estos incircuncisos; quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil para Jehová salvar con muchos o con
pocos.Y su paje de armas le respondió: Haz todo lo que tienes en tu corazón; ve, pues aquí estoy contigo a tu
voluntad. Dijo entonces Jonatán: Vamos a pasar a esos hombres, y nos mostraremos a ellos. Si nos dijeren así:
Esperad hasta que lleguemos a vosotros, entonces nos estaremos en nuestro lugar, y no subiremos a ellos. Mas si nos
dijeren así: Subid a nosotros, entonces subiremos, porque Jehová los ha entregado en nuestra mano; y esto nos será
por señal. Se mostraron, pues, ambos a la guarnición de los filisteos, y los filisteos dijeron: He aquí los hebreos, que
salen de las cavernas donde se habían escondido. Y los hombres de la guarnición respondieron a Jonatán y a su paje
de armas, y dijeron: Subid a nosotros, y os haremos saber una cosa. Entonces Jonatán dijo a su paje de armas:
Sube tras mí, porque Jehová los ha entregado en manos de Israel. Y subió Jonatán trepando con sus manos y sus
pies, y tras él su paje de armas; y a los que caían delante de Jonatán, su paje de armas que iba tras él los
mataba. Y fue esta primera matanza que hicieron Jonatán y su paje de armas, como veinte hombres, en el espacio
de una media yugada de tierra. Y hubo pánico en el campamento y por el campo, y entre toda la gente de la
guarnición; y los que habían ido a merodear, también ellos tuvieron pánico, y la tierra tembló; hubo, pues, gran
consternación. (1sm14.1;4-15)

1. Enséñale a soñar
Antes de que podamos enseñar a alguien cómo construir barcos, necesitamos que sueñen
con el mar. Esta es una gran verdad espiritual. Antes de entrar en la batalla, Jonathan dijo a su escudero:
"El Señor nos ayudará en esto, porque no hay obstáculo para que el Señor entregue con muchos o
pocos" (v. 6).
Comparte tus sueños con tu discípulo, incluso si parecen tontos. Observe cómo la estrategia
de Jonathan para vencer a los filisteos se parece más a una parodia humorística: se quedó a cuatro patas
mientras los soldados filisteos se tropezaron con él y cayeron, y luego el escudero los mató. Pero a
pesar de que parecía tonto e infantil, fue una táctica que demostró ser extremadamente efectiva.

128
Curso de Entrenamiento de Líderes

Los sueños son deseos profundos de nuestro corazón. Solo puedes compartir algo que existe
primero en tu propio corazón. Enseñamos a nuestros discípulos a soñar desafiándolos a soñar con
nosotros, a compartir la misma llama que quema nuestros corazones.
Todo líder debe soñar con ser un instrumento útil en las manos de Dios para sanar, salvar y
transformar muchas vidas. Debes soñar con ser un arma peligrosa en manos de Dios contra el enemigo.
Antes del trabajo debe haber un deseo en el corazón de estar al servicio del Señor. Antes de dirigir una
célula, uno debe ser conquistado por una visión espiritual de cómo podría ser la obra de Dios.

2. Enséñale que todo es hecho en la fuerza de Dios


Una de las primeras lecciones que nuestros discípulos necesitan aprender es la dependencia
de Dios. En el pasaje que acabamos de ver, Jonathan le dijo a su escudero que el Señor los ayudaría,
ya que el poder de Dios no depende de si somos muchos o pocos.
El verdadero líder de célula es aquel que tiene un profundo sentido de discapacidad. Sé que
suena bastante contradictorio, pero es precisamente esta actitud la que nos califica para ser usados
por Dios. Los hombres autosuficientes y llenos de presunción creen que pueden hacer la obra de
Dios, deben ser quebrantados antes de que puedan ser útiles.
En la vida espiritual es solo obra de Dios que procede de la dependencia de Él. Para el Señor
es tan importante lo que hacemos es la fuente de la fuerza que usamos para hacer. Si hacemos el
trabajo confiando en nuestra propia fuerza, el resultado será rechazado por Dios.
El primer principio que todo líder espiritual debe aprender es que Dios usa a los débiles.
Isaías dice que el Señor "fortalece al débil y multiplica su fuerza por el débil" (Isa 40:29). Por lo
tanto, Dios no te eligió por tu inteligencia y gran capacidad intelectual. De hecho, estas son cosas
que Dios puede destruir. Está escrito: "Destruiré la sabiduría de los sabios, y destruiré la inteligencia
de los entendidos" (1 Cor. 1:19). Si te ves a ti mismo tan pequeño frente a una tarea tan grande,
tengo buenas noticias para darte: Dios ha elegido a los que son débiles para que el trabajo se haga en
su fuerza.
Al hacer esta declaración, no quiero transmitir la idea de que Dios tiene algún placer en
nuestro complejo de inferioridad. Seguir diciendo cuánto somos incapaces e inútiles es una actitud
disfrazada de autocompasión e introspección. Aunque somos débiles, no nos miramos a nosotros
mismos sino a la fuerza de Dios. No podemos hacerlo por nosotros mismos, pero seguramente el
Señor hará hazañas a través de nosotros. El tipo de debilidad que Dios bendice no es el complejo de
inferioridad, sino la actitud de dependencia que dice: "La gracia del Señor es suficiente para mí". El
que es débil para Dios, nunca es para los hombres o el diablo. A la verdad, un líder que se presenta
débil delante de los hombres estará acabado.

Dios ha elegido usar a los débiles, pero aborrece la debilidad. Él es el Dios de los débiles para hacerlos
fuertes ante el enemigo. Algunos piensan que hay mérito en ser débil y frágil ante los hombres. Lo
hacen para parecer espirituales, pero se vuelven patéticos y deshonran al Señor. Ante Dios, nuestra
actitud es de debilidad, diciendo: "No soy". Pero ante el diablo y los hombres, debemos tener la actitud
de decir: "Soy el ungido de Dios".

3. Dale libertad de elección.


Debemos tener la misma actitud que Jonathan, quien le dio a su escudero la libertad de dar
un paso atrás si lo deseaba (v. 7). No tiene ningún sentido obligar a alguien a dirigir en la casa de Dios,
pero algunos líderes usan amenazas y presiones para levantar líderes en entrenamiento.
Por supuesto, queremos que las ovejas se conviertan en discípulos. Sin embargo, sabemos
que esto no sucederá solo porque los hacemos. Los discípulos son engendrados en oración y ayuno.
Siempre habrá alguien reacio a tomar la cruz; sin embargo, nunca debemos despreciar a las ovejas que
nos han confiado, ya que tendremos que rendir cuentas ante Dios por cada una de ellas.
El líder de la célula siempre debe tener en cuenta los niveles o etapas de madurez de los
miembros de la célula. El Señor Jesús trabajó en niveles: las multitudes, los 500, los 120, los 70, los 12, y

129
Curso de Entrenamiento de Líderes

entre ellos Pedro, Juan y Jacobo. Cada nivel corresponde a una intensidad de acompañamiento y
compromiso, y aquellos que no distinguen los niveles en la célula, seguramente se sentirán frustrados.

4. Describe tu estrategia
Jonathan describió claramente cómo él y su escudero enfrentarían al enemigo. Del mismo
modo como líder de célula, debe dejar en claro al líder en entrenamiento qué se espera de él, cuáles son
sus deberes y responsabilidades. Pero también déjelo participar en la planificación de todas las
actividades de la célula.

5.Definir el curso de acción.


Como líder, debe definir claramente al líder en entrenamiento qué roles debe desempeñar, tal como
Jonathan hizo con su escudero, diciéndole que se quede detrás de él (v. 12). Una lista de las
responsabilidades del líder en entrenamiento podría incluir:
❹ Ore por los miembros de la célula todos los días.
Reunirse semanalmente para discipulado.
❹ Consolidar al nuevo convertido.
❹ Sea un ejemplo de fidelidad y lealtad.
❹ Ayudar a promover la vida de comunión de la célula.
❹ Participar en la planificación de todos los eventos de la célula.
Organizar un rol de visitas a los nuevos convertidos entre los miembros.
❹ Ayudar a apacentar a los miembros durante la semana.
❹ Monitorear la asistencia social y la provisión en la célula.
❹ Planificar la multiplicación de la célula con el objetivo de asumir el nuevo grupo.

6. Liderar en tiempos de crisis.


No tengas miedo de liderar y sé un ejemplo en los momentos más difíciles. Jonathan lideró en el
momento más difícil. Leímos que se trepó para derrotar a los soldados filisteos mientras su escudero
simplemente mataba a los que tropezaban (v. 13). Por supuesto, dejarás que tu discípulo siempre
comience haciendo las tareas más fáciles. Pero ve delante de él y demuestre su expectativa de que en el
futuro hará lo mismo que usted hoy.

7. Enséñele a escuchar al Espíritu Santo.


Observe cómo, en todo momento, Jonathan enseña a su escudero a percibir la confirmación
del Señor para la batalla. Primero, establece una condición: “Si nos lo dicen así: detente hasta que nos
acerquemos a ti; entonces nos quedaremos donde estamos y no subiremos a ellos. Pero si dicen, ven a
nosotros; Luego subiremos, porque el Señor los ha entregado en nuestras manos. Esto será una señal
para nosotros”(1 Sam. 14: 9-10). Luego muestra el momento en que el Señor le dio la victoria: "Sube
detrás de mí, porque el Señor los ha entregado en manos de Israel" (v. 12).
En los días del Nuevo Testamento, no necesitamos seguir poniendo señales ante Dios, ya
que su Espíritu que habita en nosotros nos guía en cada batalla. Sin embargo, aún necesitamos aprender
a entender la voz del Espíritu y asumir la tarea de enseñar a nuestros discípulos a escuchar la dirección
de Dios.
Esta es una lección fundamental para la vida cristiana y también para el liderazgo bíblico.
Como líderes no hacemos simplemente lo correcto, sino lo que entendemos que es la voluntad de Dios.
Y solo conocemos su voluntad al conocer su Palabra y discernir su Espíritu.

8. Envíalo para pelear sus propias batallas

130
Curso de Entrenamiento de Líderes

El entrenamiento sin seguimiento produce desánimo y frustración. Envía a tu discípulo para comenzar
su propia célula.

Capítulo 4
Lealtad y honra

131
Curso de Entrenamiento de Líderes

Lealtad y honra

Clase 1
El camino de la deslealtad

L a obra de Dios no se hace con gente talentosa, sino con gente leal. La lealtad es la cualidad

principal de cada líder célula y discipulador. Ya sea que alguien sea un gran orador o un excelente
músico, la obra solo avanzará con líderes leales; por lo tanto, debemos observar muy de cerca cuando
un líder es leal y fiel.
La deslealtad no es algo que sucede repentinamente, es un proceso. A menudo sin que las
personas lo perciban, se involucran en un proceso que culminará en la deslealtad. De hecho, muchos
de nosotros ni siquiera nos damos cuenta de la deslealtad de nuestros compañeros. Necesitamos
discernimiento para darnos cuenta de esta actitud que se desarrolla en nosotros mismos y en nuestros
compañeros del ministerio.
La deslealtad se manifestará siguiendo etapas. Me gustaría usar a Joab y Absalón como
ejemplos de estas etapas en la vida de una persona.

1. La etapa de independencia
El espíritu de independencia es muy sutil y muchas personas difícilmente lo asocian con la
deslealtad. Las personas independientes eligen qué reglas seguir según su punto de vista. Obedecen
solo unas pocas instrucciones, solo aquellas que consideran importantes.
En su mayor parte, no hay nada malo ser independiente y autónomo, pero si usted es parte
de un grupo o una organización, la independencia se convierte en un signo de deslealtad.
En 2 Samuel 3: 20-39 tenemos el primer ejemplo de independencia. En este texto, leemos
que Joab, el general de David, acaba de hacer lo que quería hacer. Él era parte del ministerio de David
y su equipo, pero era independiente.
El primer ejemplo de la independencia de Joab fue la muerte de Abner. David decidió hacer
las paces con Abner, que había sido el general de Saúl, pero Joab actuando de forma independiente,
decidió matarlo.

132
Curso de Entrenamiento de Líderes

La gente así es peligrosa. Joab podría haber desatado una guerra civil en Israel.
Desafortunadamente, tenemos muchas de esas personas en la iglesia. Estas son personas que no
siguen una visión o dirección, pero siempre quieren hacer las cosas a su manera. Estas personas son
potencialmente desleales. Si un líder de célula o discipulador constantemente se niega a seguir la
dirección de la iglesia y siempre actúa de manera independiente, entonces la semilla de la deslealtad
está creciendo en él.
El segundo ejemplo de la independencia de Joab está en 2 Samuel 18: 5-15. David había
dado órdenes explícitas de no matar a Absalón, pero Joab simplemente hizo lo que pensó mejor. Las
personas independientes hacen lo que quieren hacer, independientemente de la orientación que
provenga de arriba.
Normalmente, las personas independientes no se van, se quedan con nosotros, pero solo
hacen lo que quieren y cómo lo quieren. Este es ciertamente un nivel de deslealtad. Algunos ni
siquiera perciben la actitud de independencia como deslealtad. Para ellos es una especie de
autonomía, pero la verdad es que esas personas caerán en la deslealtad. Debemos tener cuidado de
advertir a estos hermanos, pero si permanecen independientes, no deben colocarse en una posición
de liderazgo en la iglesia
El tercer ejemplo de la independencia de Joab está en 2 Samuel 12: 26-29. Joab había
conquistado la ciudad, pero mandó a avisar a David que viniera y se involucre en la batalla; sino Joab
sería aclamado como rey de la ciudad. Lo que Joab decía, en otras palabras, era: "No haré todo el
trabajo duro solo para que recibas la gloria". Es como enviar un mensaje que dice: "Ven y ayuda a
abrir la obra aquí en mi ciudad, o cambiaré el nombre de la iglesia".
Las personas independientes a menudo se sienten fundamentales para el trabajo y siempre
les gusta enfatizar lo que hacen. Los líderes independientes se sienten dueños de sus células y los
pastores independientes se sienten dueños de sus iglesias.

2. La etapa de la decepción.
La segunda etapa de la deslealtad es la decepción, también podríamos llamar a esta etapa ofensa o
dolor. La decepción es el resultado de una ofensa o daño. Cuando nos sentimos lastimados por
nuestros líderes, podemos dar paso a la deslealtad.
Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. (Mt
24:10).
Estar ofendido no es nuestro derecho. De hecho, sentirse ofendido es muy grave y tiene
muchas consecuencias. El que se ofende está lleno de justicia propia, por eso traiciona y es desleal.
El espíritu de ofensa siempre abre la puerta al espíritu de traición. El que no supera sus
heridas se vuelve desleal donde quiera que vaya. Las mayores pérdidas en la historia de la iglesia se
produjeron porque alguien se ofendió.
Absalón fue uno que se volvió desleal, y la deslealtad entró en su vida por la puerta de la
ofensa. Absalón se sintió profundamente herido cuando su hermana Tamar fue violada por su
hermano Amnón. Luego se sintió aún más dolido porque su padre David no hizo nada.
David estaba enojado, pero debería haber hecho más que eso. Basado en Levítico 20:17, la
pena por incesto era la muerte. David siendo el rey, debía haber cumplido la ley de Moisés.

133
Curso de Entrenamiento de Líderes

Si alguno tomare a su hermana, hija de su padre o hija de su madre, y viere su desnudez, y


ella viere la suya, es cosa execrable; por tanto serán muertos a ojos de los hijos de su pueblo;
descubrió la desnudez de su hermana; su pecado llevará. (Levítico 20.17)
David cometió un error, pero su error fue una prueba para Absalón. En lugar de tratar con
su padre y buscar una solución, Absalom se ofendió, por lo que la deslealtad creció en su corazón.
El error del líder siempre será una prueba para el liderado.

3. La etapa de aislamiento
Después de que Amnón violó a Tamar, Absalón no hizo nada durante dos años enteros. Se
volvió pasivo y resentido y por eso se aisló.
Mas Absalón no habló con Amnón ni malo ni bueno; [...] (2 Samuel 13:22)
Por lo general después de ofenderse, las personas se aíslan. Lo mismo sucede en la vida de
la iglesia. Las personas ofendidas no se involucran, son indiferentes y ciertamente se volverán críticas
contra el liderazgo y la obra. Volverse crítico es la actitud natural de los que no se involucran y son
pasivos en la iglesia. Para ser crítico, es necesario salir y tomarse el tiempo para evaluar los errores
de todos los líderes y menospreciar a la iglesia.
Un líder que se ha vuelto pasivo ciertamente se sintió ofendido y está lastimado.
Posiblemente la gente cometió errores con él, pero no se dio cuenta de que la falla del otro era una
prueba para él, por lo que la deslealtad entró en su corazón. Siempre me gusta saber si los que me
rodean están contentos e involucrados en el trabajo. Cuando tenemos líderes pasivos y pastores que
no se involucran, es porque la deslealtad puede estar siendo alimentada.

4. La etapa de la crítica.
Una persona que se deja llevar por el espíritu de deslealtad no es pasiva indefinidamente,
en algún momento se levantará con críticas. Esta es la etapa de observar y magnificar las fallas de la
iglesia.
Lo que estas personas no se dan cuenta es que todo depende de la perspectiva de cómo
miramos las cosas. El valor de algo depende de la visión que uno tenga de él. Si miras algo con ojos
críticos, verás solo imperfecciones y defectos, pero si miras con ojos de amor, verás algo bueno y
tendrás paciencia y esperanza de cambio.
Absalón también comenzó a ver fallas en el estilo de liderazgo de David.
Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te
oiga de parte del rey. (2Sm 15.3)
El Señor Jesús dijo que si nuestros ojos son buenos, entonces habrá luz en nosotros. El
problema siempre está en el ojo del espectador.

5. La etapa de disimulación.
Una persona astuta se vuelve política, en el mal sentido de la palabra, e involucra a otras
personas con sus ideas. Ella quiere reunir a otras personas y hacerles creer que ha identificado un
problema real que debe abordarse. Esto es exactamente lo que hizo Absalón.

134
Curso de Entrenamiento de Líderes

Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te
oiga de parte del rey. Y decía Absalón: !!Quién me pusiera por juez en la tierra, para que
viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo les haría justicia!Y acontecía que
cuando alguno se acercaba para inclinarse a él, él extendía la mano y lo tomaba, y lo besaba.
De esta manera hacía con todos los israelitas que venían al rey a juicio; y así robaba Absalón
el corazón de los de Israel. (2 Sam 15: 3-6)
La Biblia dice que Absalón se sentó en la puerta de la ciudad y escuchó a cualquiera que fuera
a ver al rey. Mostró simpatía e interés por el problema del pueblo, pero siempre enfatizó que el
fracaso estaba en el liderazgo del rey.
Absalón podría decir: “Oremos por nuestro querido rey, ya está viejo y no puede soportar
el peso del trabajo". O tal vez decía: “Personalmente, no estoy de acuerdo con esta posición, pero el
rey ordenó ¿Qué se puede hacer?
Las personas injustas tienen una forma maliciosa de discutir los defectos de su líder. A veces
incluso se ven piadosos, diciendo:
"¿No crees que mucha gente se está yendo de la iglesia?"
“Creo que el pastor viaja mucho ¿Y tú?"
"Siento que no tenemos la unción que teníamos al comienzo de este trabajo".
He aprendido que una persona que alcanza este nivel de deslealtad generalmente trata de
acercarse al líder, pero siempre con las actitudes equivocadas. Sus frases favoritas son:
"Todo el mundo está diciendo esto y aquello".
"Escuché a alguien decir esto y aquello".
"Alguien me dijo esto y aquello, pero pidió no revelar el nombre".
"Estoy hablando en nombre de muchos en la iglesia que no tienen el coraje de hablar,
pero que están insatisfechos".
Una persona que alcanza esta etapa del espíritu absalónico necesita ser removida del
liderazgo de inmediato.

6. Etapa del error


Creo que las personas que se rebelan están bajo la influencia de un espíritu de engaño. Es
este espíritu el que los hace sentir llenos de justicia. También es este espíritu el que los ciega al camino
de destrucción que están siguiendo.
Un pensamiento de engaño es la idea de que Dios elige los mayores o los mejores. Muchos
se rebelan porque piensan que son más grandes que sus líderes. David tenía líderes más grandes que
él, y el Señor Jesús mismo dijo que haríamos grandes obras.
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y
aun mayores hará, porque yo voy al Padre. (Juan 14:12) Pero esto no significa que
somos más grandes que Jesús.

135
Curso de Entrenamiento de Líderes

De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el
que le envió. (Juan 13:16)
Es en esta etapa cuando vemos la rebelión salir a luz. En esta etapa, la persona demuestra
toda su deslealtad y lucha abiertamente contra la autoridad. Esta pelea declarada ocurre debido al
espíritu de engaño. La persona está convencida de que tiene razón y ahora cuenta con el apoyo de
otros que lo alientan.
En las primeras etapas la rebelión estaba presente, pero ahora se ha manifestado
visiblemente.

7. La etapa de la muerte.
El fin de todo rebelde es siempre la muerte. Algunos mueren espiritual y ministerialmente, otros
incluso pueden morir físicamente.
Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación.
Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no
seas rey. (1 Sam 15:23) El castigo bíblico para la brujería es la muerte.
A la hechicera no dejarás que viva. (Ex 22:18)
Dios no tolera la rebelión de ningún tipo. No participes en ningún tipo de rebelión. Algunas personas
simples se dejan llevar por las palabras de las personas rebeldes. Pídele al Señor discernimiento.
Y fueron con Absalón doscientos hombres de Jerusalén convidados por él, los cuales iban
en su sencillez, sin saber nada. (2 Sam 15:11)
Si las personas supieran claramente en lo que se están metiendo, creo que rechazarían la rebelión. El
resultado de la rebelión es la muerte. Dios te reemplazará con uno más digno que tú. Tú serás
colocado en un lugar de oscuridad y olvido, y aún habrá una maldición sobre tu casa.

136
Curso de Entrenamiento de Líderes

Lealtad y honra

Clase 2
Siete principios de lealtad

U n solo hombre puede hacer muy poco, pero un gran equipo puede conquistar mucho para

el reino de Dios. Sin embargo este equipo debe ser leal. Los líderes de célula descontentos y
desunidos destruyen en lugar de edificar.
Una cultura se puede definir según la forma en que hacemos las cosas en nuestro medio.
Nuestra cultura es de lealtad. Y para mantener este ambiente de lealtad, debe ser guardado. Hacemos
esto siguiendo siete principios.

1. La lealtad requiere una persuasión completa


Para comprometerse con algo, debe estar convencido en su corazón de que realmente es de
Dios. Para ser leal a alguien, debes estar seguro de esa persona.
Un tema que debe ser considerado son los rumores. Hay un dicho, "Donde hay humo, hay
fuego". En otras palabras, hay algo de verdad en cada rumor ¿Pero esto es siempre cierto? ¿Era
verdad acerca de Jesús?
Y comenzaron a acusarle, diciendo: A éste hemos hallado que pervierte a la nación, y que
prohíbe dar tributo a César, diciendo que él mismo es el Cristo, un rey. (Lucas 23.2).
Jesús fue acusado de pervertir a la nación y evitar que el emperador recibiera impuestos. Más
tarde fue acusado de engañar a la gente.
Y había gran murmullo acerca de él entre la multitud, pues unos decían: Es bueno; pero
otros decían: No, sino que engaña al pueblo. (Juan 7:12)
Con respecto a Pablo, se hicieron muchas acusaciones. La gente decía que era una fuente de
transgresión, una plaga, un hombre que irrumpe la paz, un líder de secta y un promotor de
contiendas. Finalmente, ellos hasta incluso lo acusaron de intentar profanar el templo.
Porque hemos hallado que este hombre es una plaga, y promotor de sediciones entre todos
los judíos por todo el mundo, y cabecilla de la secta de los nazarenos. (Hechos 24.5)

137
Curso de Entrenamiento de Líderes

El hecho es que ninguno de los rumores era cierto. Aquellos que querían trabajar con Pablo
necesitaban estar completamente convencidos sobre su carácter ¿Fue todo lo que dijeron? ¿Era un
líder de una secta y fuente de tanta maldad?
Si está en un ministerio, necesita tener claro en su corazón todas las cosas sobre ese
ministerio y su liderazgo. Sin esa convicción, no habrá lealtad. No permanezca en el ministerio si
tiene demasiados problemas sin resolver en su mente. Siempre habrá rumores sobre tu pastor y el
ministerio en el que estás. En medio de la crisis no serás neutral, así que esté completamente
convencido.

2. Su lealtad debe ser con la más alta autoridad.


En una organización grande, siempre habrá una serie de autoridades a las que debe
someterse. Si surge la cuestión de la lealtad, su lealtad debe ser a la máxima autoridad. Por ejemplo,
en nuestra iglesia, tenemos líderes de células, discipuladores, pastores de red, pastor de gobierno y
pastor presidente. Si el pastor de la red comienza a decir cosas diferentes de la visión de la iglesia, su
lealtad debe ser con la máxima autoridad. Si el pastor presidente comienza a hacer cosas contrarias a
Cristo, no debe seguirlo. El apóstol Pablo dijo:
Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. (1Co 11.1)
En otras palabras, Pablo decía: “Sígueme solo mientras sigo a Cristo. El día que deje de
seguirlo, debes dejar de seguirme”. Nuestra lealtad es con la máxima autoridad, que es Cristo.
Si un líder de célula se rebela, los miembros de la célula no deberían seguirlo, porque nuestra
lealtad debe ser con la máxima autoridad. El problema es que muchos sienten que le deben lealtad a
ese líder debido a su proximidad. Es por eso que hay tanta confusión entre el pueblo de Dios y las
frecuentes divisiones. Los hermanos simplemente ignoran la autoridad superior.
Tomemos el caso de ese hombre que vio a Absalón atrapado en un árbol. Joab dijo que
debería matar a Absalón, pero este hombre entendió que su lealtad era ante todo al rey David. Joab
era autoridad, pero desobedeció a Joab para que fuera fiel a David (2 Sam. 18: 5-12).

3. Una persona leal no oculta información


A veces ha habido una actitud equivocada entre nosotros de que un discípulo del pastor de
una red no puede acudir al pastor del gobierno para hablar sobre problemas ministeriales. No hablar
es deslealtad, y si el pastor de la red le impide hablar, se vuelve desleal. Pablo solo pudo corregir a
los corintios porque los hermanos le informaron de las cosas que estaban sucediendo allí.
Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay
entre vosotros contiendas. (1Co 1.11)
De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, [...] (1Co 5.1)
Pablo fue informado por personas comunes en la iglesia y pudo corregir el error. Todos
deben saber que hablar con el liderazgo adecuado no es chismear. Cuando hablamos con las personas
equivocadas, se convierte en calumnias y chismes. Una estructura buena y saludable funciona a través
de personas fieles y leales que informan al liderazgo más alto sobre las cosas que están fuera del
orden.

138
Curso de Entrenamiento de Líderes

Mardoqueo es un ejemplo de alguien que no ha ocultado información y Dios lo honró por


ello.
En aquellos días, estando Mardoqueo sentado a la puerta del rey, se enojaron Bigtán y
Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, y procuraban poner mano en el rey
Asuero. Cuando Mardoqueo entendió esto, lo denunció a la reina Ester, y Ester lo dijo
al rey en nombre de Mardoqueo. Se hizo investigación del asunto, y fue hallado cierto; por
tanto, los dos eunucos fueron colgados en una horca. Y fue escrito el caso en el libro de las
crónicas del rey. (Ester 2.21-23)
El gesto de Mardoqueo se registró en los anales de la nación. Un día el rey no pudo dormir
y comenzó a leer los archivos. Descubrió que Mardoqueo le había salvado la vida y por eso lo había
honrado (Et 6: 1-11).
Cuando retiene información, tiene la impresión de que está de acuerdo con lo que está
sucediendo. Esto es lo que llamamos complicidad.

4. La lealtad está basada en principios y no en emociones.


Desafortunadamente, la mayoría de las personas trabajan a partir de emociones, no de
principios. Una decisión basada en las emociones es inconsistente. Si ha decidido ser parte de un
ministerio, esa decisión debe basarse en principios, no en emociones.
Una vez le pregunté a una persona que seguía a un líder rebelde por qué estaba haciendo
esto. Ella me dijo que sabía que él estaba equivocado, pero que eran amigos muy cercanos y
lamentaban haberlo dejado. Esto no es lealtad, es solo una locura sentimental.
Nuestra lealtad y compromiso deben basarse en principios, no en emociones. La lealtad a
Dios se rompe cuando la Palabra y sus principios se ignoran y se dejan de lado. La verdadera lealtad
es a Dios y a su Palabra.
Jonathan es un gran ejemplo de alguien que fue leal a pesar de sus emociones. Era leal a
David incluso contra su propio padre. Se dio cuenta de que Saúl estaba haciendo mal al intentar
matar a David, que era inocente. Aunque fue emocionalmente difícil, decidió ayudar a David, porque
eso era lo correcto.
Algunas personas simplemente siguen a la familia. Si el problema es con su hermano o
hermana, no les importa quién tiene la razón. Asumen que ser leal es estar de acuerdo incluso cuando
el miembro de la familia está equivocado. Pero Jonathan no hizo eso.
Pero si mi padre intentare hacerte mal, Jehová haga así a Jonatán, y aun le añada, si no
te lo hiciere saber y te enviare para que te vayas en paz. Y esté Jehová contigo, como estuvo
con mi padre. (1Sm 20.13)
No base su lealtad en las emociones, sino en los principios eternos de la Palabra de Dios. Y recuerde
que toda lealtad a los hombres debe estar condicionada a nuestra lealtad a Cristo.

5. La lealtad te costará relaciones y amistades

139
Curso de Entrenamiento de Líderes

Todo en la vida tiene un precio. La lealtad también tiene un precio. Ser leal a alguien significa que no
puedes ser leal a todos. Inevitablemente, la lealtad te costará amistades. Mi lealtad a Cristo me llevó
a perder algunas de mis antiguas amistades.
¿Cómo se puede ser amigo de una persona rebelde y aún decir que es leal a Cristo? Tu lealtad
a Cristo te obligará a confrontar al rebelde y cuando eso suceda, la amistad terminará. Tengo algunos
amigos con los que ya no puedo caminar. La razón es mi lealtad a Cristo y su llamado en mi vida.
!Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios?
Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
(Santiago 4.4)
No puedes ser fiel al mundo y a Cristo al mismo tiempo. Ser leal significa tomar decisiones.
Si elegimos a Cristo, significa que rechazamos el mundo. Solo respóndete a ti mismo: "¿Puede el
amigo del diablo ser amigo de Dios también?" Y más: "¿Puede el amigo del diablo ser tu amigo?"
Nunca ignores tus relaciones, no hay una relación neutral. Cada amistad afectará tu vida de
alguna manera. Aquellos que no te llevan hacia la arriba, ciertamente te llevarán para abajo. Siempre
veo con quién se relacionan mis pastores. Si alguno de ellos siempre elogia a alguien de afuera, esta
es una señal para observar.
Jesús dijo que nuestra lealtad a Él puede costar nuestras relaciones familiares.
Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y
hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. (Lucas 14:26)
La amistad con alguien implica enemistad con otra persona. La deslealtad no es fácil de
identificar. Necesitamos mirar las señales y una de ellas son las amistades y las relaciones con
personas rebeldes y desleales. Su lealtad se revela por las amistades que cultiva. Algunas amistades
simplemente se romperán si eres fiel a Cristo, a tu iglesia y a tu pastor.
La lealtad de Jonathan a David le costó su relación con su propio padre.
Y Jonatán respondió a su padre Saúl y le dijo: ¿Por qué morirá? ¿Qué ha hecho?
Entonces Saúl le arrojó una lanza para herirlo; de donde entendió Jonatán que su padre
estaba resuelto a matar a David. (1Sm 20.32-33)
La lealtad es cara. Jonathan casi pierde la vida por su lealtad a David.

6. La lealtad puede costarle cosas materiales


Cuando Moisés se hizo adulto, tuvo que elegir entre ser leal a Dios y ser leal a Faraón. Su lealtad a
Dios le costó todo: ciudadanía, estatus, realeza y probablemente las riquezas de Egipto.
Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo
antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado,
teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque
tenía puesta la mirada en el galardón. (Hebreos 11: 24-26)
Si una persona rebelde te ofrece ir contra la iglesia y contra el liderazgo, tendrás que elegir
entre la lealtad a la Palabra de Dios y tus propias necesidades. Este es un ejemplo del costo de la
lealtad.

140
Curso de Entrenamiento de Líderes

7. La lealtad debe ser consciente


En otras palabras, debe analizar muchas cosas para definir ser leal o permanecer leal a alguien. Creo
que algunas preguntas pueden ayudarte en este análisis:
o ¿Lo que los pastores predican es según la Palabra de Dios o es la opinión humana?
o ¿Los pastores caminan en transparencia?
o ¿Cuándo hay un error en el liderazgo, la persona siempre es disciplinada o hay personas
intocables?
o ¿El pastor está edificando para él mismo y su familia, o la iglesia posee una orden clara de
sucesión?
o No escuches los rumores, pero observa por ti mismo el carácter del pastor.
Las Escrituras dicen que en los últimos días muchos apostataran de la fe al escuchar a espíritus
engañadores.
Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la
fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de
mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, (1Tm 4.1-2)
Gracias a Dios no estamos a merced de lobos hambrientos. El Señor nos ha dado su Espíritu, las
Escrituras y un poder de discernimiento para discernir los espíritus.
Examinadlo todo; retened lo bueno. (1 Tes 5:21)
Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos
falsos profetas han salido por el mundo. (1Juan 4.1)
Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por
dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los
espinos, o higos de los abrojos? (Mt 7,15-16)
Por supuesto surgirán falsos profetas, pero también está claro que podemos identificarlos.
Por lo tanto, podemos establecer una prueba general para saber si alguien, alguna experiencia o cierta
enseñanza proviene del Señor. La prueba es esta: ¿Cómo ha afectado este ministerio mi relación con
Dios, con Cristo, con la Palabra de Dios, conmigo mismo, con otros cristianos, con el mundo y con
el pecado?
Solo podemos ser leales a los que son leales a Cristo. Pero si somos desleales al liderazgo que es leal
a Cristo, entonces estamos siendo desleales a Cristo mismo.

141
Curso de Entrenamiento de Líderes

Lealtad y honra

Clase 3
El principio de autoridad

L as prácticas no bíblicas de autoridad y sujeción enseñadas por algunos y los abusos de otros

han causado una tremenda herida en el pueblo de Dios. Las verdades bíblicas se pueden llevar a
extremos y cuando eso sucede tienen el poder de destruir vidas. No fuimos llamados a manipular las
ovejas o controlar sus vidas. Debemos ejercer autoridad, pero con amor y dentro de los límites
establecidos por Dios.
Por otro lado, necesitamos entender la importancia de la autoridad en la casa de Dios. A
menudo digo que hay tres niveles de pecado que alcanzan al Señor de diferentes maneras. La
desobediencia alcanza la santidad de Dios. Es grave, pero el Señor lo tolera durante mucho tiempo.
El segundo tipo es la incredulidad, golpea a Dios en su carácter porque lo llama mentiroso, esto es
más serio. Pero el rebelde alcanza el trono de Dios en su autoridad. El rebelde dice que él es Dios.
En las Escrituras, cada vez que surge una rebelión, el juicio de Dios es inmediato.

Los siete niveles de autoridad.


La Palabra de Dios menciona siete niveles de autoridad. Las tres primeras son prerrogativas
exclusivas de Dios y las demás son ejercidas por sus ministros.
1. Autoridad soberana
2. Autoridad de la verdad (o la Palabra de Dios)
3. Autoridad de conciencia
4. Autoridad delegada
5. Autoridad funcional
6. Autoridad de costumbres y tradiciones
7. Autoridad de contratos
Veamos cada uno de estos niveles de autoridad.

1. Autoridad soberana
Es el más alto nivel de autoridad, es la autoridad imperial. Este nivel nunca es cuestionado
o desafiado. Es absoluto e infalible. Es el más alto nivel de autoridad. Esta autoridad pertenece solo

142
Curso de Entrenamiento de Líderes

a Dios. Sin embargo algunas iglesias y denominaciones se apropian de esta autoridad soberana, pero
no existe una base bíblica para que ningún ser humano pueda ejercerla.
a) Cristo recibió autoridad soberana
Esta era la ambición de Lucifer (Isa. 14: 12-14), pero Cristo recibió la autoridad soberana
(Ef. 1: 16-22).
b) Cuidado con los que toman el lugar de Cristo
Cualquiera que coloque su unción en un nivel de ser incuestionable e infalible está tomando
una posición anticristo. Ser anticristo no es estar en contra de Cristo, sino tratar de tomar su lugar.
Hay personas que vienen en nombre de Cristo y dicen con la misma autoridad:
Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
(Mt 24,5)
No hay autoridad en la iglesia a la cual el cristiano tenga que rendir obediencia incuestionable,
solamente a Dios. Esto por supuesto no es excusa para ser rebelde, simplemente no hay lugar para
la rebelión en la vida de un hombre de Dios.

2. La autoridad de la verdad
Es la autoridad de aquello que es siempre verdadero sin cualquier sombra de duda. Cualquier
cosa que es verdadera posee autoridad por el hecho de ser verdadera. Es incuestionable.
Porque nada podemos contra la verdad, sino por la verdad. (2Co 13.8)
a) La verdad es Dios mismo
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
(Juan 14: 6)
Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio
de Jesucristo. (Juan 1:17)
Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino
mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la
verdad. (1 Juan 5: 6)
b) La verdad es lo que Dios dice
A fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se
complacieron en la injusticia. (2Ts 2.12)
Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo,
¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? (Núm. 23.19)
No olvidaré mi pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios. (Sal 89.34)

143
Curso de Entrenamiento de Líderes

c) La Biblia es la verdad
La Biblia está puesta en la tierra con la autoridad de la verdad. Ella es la verdad, fue inspirada
por el Espíritu de Dios y es infalible (2 Tim. 3:16).
Así que recuerde siempre lo que dijeron los padres de la Reforma: “Nada contrario a las
Escrituras puede ser cierto. Nada de lo que se agrega a las Escrituras puede ser obligatorio".
Cada creyente es libre de buscar las Escrituras y verificar la verdad. Los creyentes de Berea
son un buen ejemplo (Hechos 17: 10-11). Reconocieron que las Escrituras tenían mayor autoridad
que los apóstoles (Gálatas 1: 8). Buscaron las Escrituras para ver si lo que decían los apóstoles era
verdad.
La Biblia es la máxima autoridad de fe y práctica.
Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os
hemos anunciado, sea anatema. (Gálatas 1.8)

3. La autoridad de la conciencia
Todo hombre puede distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, incluso los incrédulos y los
impíos. Todos sabemos lo que no queremos que otros hagan contra nosotros. Por lo tanto, sabemos
lo que no debemos hacer con los demás. A esto le llamamos conciencia.
a) No debemos violar la conciencia de los demás.
De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra
Cristo pecáis. (1 Corintios 8.12)
Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que
no proviene de fe, es pecado. (Romanos 14.23)
b) Debemos someternos
Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté
plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor;
y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come,
porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios.
(Romanos 14,5-6)
Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner
tropiezo u ocasión de caer al hermano. (Romanos 14:13)
Si elegimos ir en contra de nuestra conciencia, la Palabra de Dios dice que hemos pecado.
Ningún hombre tiene derecho a exigir nada que vaya en contra de su propia conciencia. Un esposo
no puede obligar a su esposa a prácticas sexuales que ofenden su conciencia. Un pastor no puede
imponer una práctica a una oveja si va en contra de su conciencia.
De estos tres tipos de autoridad, podemos concluir que ningún hombre, ya sea iglesia o
estado, tiene el derecho de ordenarle que desobedezca a Dios, la Biblia y su conciencia. Estos tres
niveles de autoridad son atribuciones exclusivas de Dios.

144
Curso de Entrenamiento de Líderes

4. La autoridad delegada
Los siguientes cuatro niveles de autoridad están reservados para los hombres. Cuando esta autoridad
(o gobierno) esté bien ejercida, el resultado será lo que se encuentra en Romanos 14:17: justicia, paz
y alegría.
Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu
Santo. (Rom 14:17)
a) Los líderes de la Iglesia tienen autoridad delegada
Somos sus embajadores y sus representantes.
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de
nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. (2Co 5.20) En 1
Pedro 5: 3, dice que no debemos ejercer autoridad como dominadores del
rebaño.
No como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de
la grey. (1Pe 5.3)
Nuestra autoridad le pertenece a Dios y nos ha sido delegada. Si esperamos la sujeción del
rebaño, debemos tener la actitud de Cristo: dar nuestras vidas por las ovejas.
Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. (Jn 10:11)
La autoridad delegada no es la misma que la que delegó. Nuestra autoridad es limitada.
b) La autoridad delegada resulta de la responsabilidad
Debido a que tengo la responsabilidad de mi esposa e hijos, tengo autoridad sobre ellos.
Como soy responsable de mis hijos, necesito tener autoridad sobre ellos. No tengo autoridad en la
casa del vecino porque no tengo responsabilidad por ellos.
c) La autoridad delegada nunca va más allá de su responsabilidad.
El límite de nuestra autoridad es, por lo tanto, la de nuestra responsabilidad. Nunca va más
allá de ella. Al contrario, también es cierto: cuando no asumimos la responsabilidad, perdemos
autoridad.

5. La autoridad funcional
La autoridad funcional es a menudo la base para establecer la autoridad delegada.
a) Viene de la habilidad
La autoridad funcional proviene de la habilidad, competencia, experiencia y capacitación. Si
alguien no desea obedecer la receta, no deberá hacer una consulta. El médico es una autoridad
funcional, e ignorarlo podría ser rebeldía.
El pastor debe someterse dentro de la iglesia a los ingenieros en el tema de la construcción,
a los médicos en el tema de la salud y así sucesivamente. No es que los pastores dejen de ser autoridad,

145
Curso de Entrenamiento de Líderes

sino que reconocen la autoridad funcional. El esposo también debe someterse a su esposa en lo que
es la habilidad de ella.

6. La autoridad de las costumbres y tradiciones


La autoridad de las costumbres y tradiciones se establece cuando se ha demostrado a lo largo
de los años que es para el bien común y aceptado por todos. Pablo apela a la autoridad de las
costumbres cuando habla de la cuestión del velo.
Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las
iglesias de Dios. (1Co 11.16)
Una iglesia o liderazgo no puede ignorar las costumbres de una localidad o comunidad. Si
tal costumbre no es ofensiva o contraria a la Palabra de Dios, puede ser preservada. Sin embargo, la
autoridad de las costumbres está sujeta a todos los niveles anteriores de autoridad.

7. La autoridad de los contratos


Esta es la autoridad de la ley. Se puede observar en contratos y acuerdos legales. La sociedad
se rige por este nivel de autoridad. Aunque es natural, su origen es divino. Pablo dijo en Romanos
13 que esta autoridad también fue constituida por Dios y procede de Él.
Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte
de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la
autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para
sí mismos. Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino
al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de
ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en
vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.
Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también
por causa de la conciencia. Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores
de Dios que atienden continuamente a esto mismo. (Rom 13: 1-6)

146
Curso de Entrenamiento de Líderes

Lealtad y honra

Clase 4
El problema de la rebelión

E l trono de Dios se establece sobre su autoridad. La autoridad de Dios representa a Dios

mismo. En todo el universo, solo Dios es autoridad y nada es mayor que su autoridad. Todas las
demás autoridades proceden de Dios.

1. El principio de Lucifer
Tanto Isaías 14: 12-15 como Ezequiel 28: 13-17 hablan sobre la caída de Satanás. Su caída
vino a causa de la rebelión. El principio de Satanás es el principio de la exaltación propia. Solo hay
dos caminos en el universo, el camino de Satanás y el camino de Jesús.
Satanás, no siendo Dios, quería ser igual a Dios y se dijo a sí mismo: "Me levantaré sobre las
nubes más altas y seré como el Altísimo". Quería usurpar el trono de Dios y fue arrojado al abismo
más profundo. Este es el principio de Lucifer.
!Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que
debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto
a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los
lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas
tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo. (Isaías 14: 12-15)
Jesús, siendo Dios, no usurpó el ser igual a Dios, sino que se despojó a sí mismo y asumió
la forma de un siervo, muriendo la muerte en la cruz. Ha abandonado su gloria, pero recibió un
nombre por encima de todo nombre y un trono en todo el universo. Este es el camino de Jesús.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en
forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó
a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la
condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte
de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre
todo nombre. (Filipenses 2.5-9)
Cuando servimos a Dios, no debemos desobedecer a las autoridades, porque ese es un
principio satánico. ¿Cómo puedes predicar a Cristo si aún vives por el principio de Satanás?
Desafortunadamente, es posible permanecer con Cristo en la doctrina y al mismo tiempo,
permanecer con Satanás en principio.
Es por eso que el diablo no teme cuando predicamos, pero teme cuando nos sometemos a
la autoridad de Cristo. El Señor nos enseñó a orar diciendo: "Líbranos del mal, porque tuyo es el

147
Curso de Entrenamiento de Líderes

reino, el poder y la gloria" (Mateo 6:13). Lo malo es desear usurpar el reino, el poder y la gloria. Esa
fue la actitud de Lucifer. Predicamos el evangelio para colocar a los hombres bajo la autoridad de
Dios, pero ¿cómo podemos establecer la autoridad de Dios en la tierra si aún no lo conocemos
nosotros mismos?
No debemos considerar al hombre, sino solo la autoridad conferida a él. No obedecemos al
hombre, sino la autoridad de Dios en este hombre.
Mateo 26 registra el doble juicio que enfrentó nuestro Señor después de su encarcelamiento.
Ante el sumo sacerdote, recibió el juicio religioso y ante Pilato el juicio político. Cuando fue juzgado
por Pilato, el Señor no respondió, porque no estaba bajo jurisdicción terrenal, pero cuando el sumo
sacerdote lo conjuró por el Dios viviente, entonces le dio una respuesta; esto es obediencia a la
autoridad. Como se registra en Hechos 23, cuando Pablo estaba en juicio, inmediatamente se sometió
al descubrir que Ananías era el sumo sacerdote de Dios.
Cuando servimos en la iglesia, necesitamos conocer la autoridad; de lo contrario nuestro
trabajo estará bajo el principio rebelde de Satanás. No podemos servir a Dios y simultáneamente
caminar por el camino de la rebeldía, revelando un espíritu rebelde. Satanás se ríe cuando una persona
rebelde predica la Palabra, pues lo hace bajo el principio de Satanás.
Cualquiera que haya experimentado una descarga eléctrica sabe que no puede ser descuidado
con la electricidad. Del mismo modo, una persona que ha sido tratada por la autoridad de Dios a
partir de entonces mantiene los ojos abiertos para juzgar qué es la transgresión en ella y en los demás.
Si queremos servir a Dios, nunca podemos violar el tema de la autoridad.

• Porque hacerlo es seguir el principio de Satanás.

• En la obra de Dios, es posible estar con Satanás en principio y con Jesús en doctrina.

• Porque predicar el evangelio es poner a las personas bajo la autoridad de Dios.

• Porque Satanás no teme nuestras palabras, sino que teme nuestra sujeción.

• Cuando Jesús oró al "Padre Nuestro" para que Dios nos librara del mal, quiso decir el
deseo de reino, poder y gloria.

Nuestro servicio a Dios no es una cuestión de sacrificio o abnegación. Se trata de hacer la


voluntad de Dios. No se trata de hacer obras para Dios, sino de hacer la voluntad de Dios. Solo
aquellos que se someten a la autoridad pueden ser autoridad.

2. La rebelión es un problema.
Tanto en la antigua creación como en la nueva, el orden de precedencia es la base de la
autoridad. Adán fue creado primero, por lo que Eva debería someterse a él. Eva encabezó y pecó,
comió el fruto sin consultar a Adán (Génesis 2: 16-17; 3: 1-6; Rom. 5:19).

148
Curso de Entrenamiento de Líderes

a) Rebelarse contra la autoridad representativa de Dios es rebelarse contra Dios


mismo
Sólo el que está bajo autoridad puede constituir una autoridad. Según el orden de la creación,
Dios creó a Adán antes de crear a Eva. Colocó a Adán en la posición de autoridad y a Eva bajo la
autoridad de Adán. Estableció los dos: uno como autoridad y el otro en sujeción. Tanto en la creación
antigua como en la nueva, este orden de prioridades forma la base de la autoridad. Quien sea creado
primero es la autoridad. Todo aquel que es salvo primero, será la autoridad.
Sin sujeción no hay trabajo o servicio. Todo lo que hacemos es por la sujeción y dirección
de Dios. Nada es por nuestra propia iniciativa, todo es responsabilidad. Todo es iniciado por Dios,
nada debe ser iniciado por nosotros.
La primera lección de un obrero es someterse a la autoridad. Necesitamos ver que hay
autoridad en todas partes: en casa, en la escuela, en el trabajo, en la sociedad, etc. El problema es que
muchos ven la sujeción como un castigo o sanción, porque Dios dijo que Eva debería someterse a
Adán después del pecado. La autoridad ya existía antes y por lo tanto también la sujeción.
Por otro lado, vemos que Adán no podía ejercer autoridad. Ante esto, concluimos que tres
cosas son vitales en materia de autoridad:
❹ Necesitamos adquirir un espíritu de sujeción.
❹ Necesitamos ser entrenados en sujeción.

❹ Necesitamos aprender a ser una autoridad representativa.


b) El fracaso del líder es una prueba de sujeción de los liderados
En el plan de Dios, el padre es la autoridad en la familia. En Génesis 9 leemos sobre la
historia de Noé, podemos decir que Noé se estableció como una autoridad en esos días. Un día Noé
se emborrachó y estaba desnudo en su tienda. A la carne le gusta cuando la autoridad falla, porque
siente que puede estar libre de la restricción de la sujeción.
La actitud de Cam era exponer a su padre, pero la actitud de Sem y Jafet era cubrir la
desnudez de su padre. El fracaso de Noé se convirtió en una prueba para Sem, Cam y Jafet (Génesis
9: 20-27).
c) La rebelión se manifiesta cuando exponemos al líder.
Cuando Cam vio la mala conducta de su padre, no tuvo la menor compasión ni intentó
ocultar la falta de su padre, esto revela que tenía un espíritu rebelde. Salió y se lo contó a sus
hermanos, destacando el error de su padre. Note sin embargo, cómo Sem y Jafet resolvieron la
situación, entraron en la tienda de espalda, evitando así ver la desnudez de su padre y lo cubrieron
con la capa que habían puesto sobre sus hombros.
Se ve por lo tanto, que el fracaso de Noé se convirtió en una prueba para Sem y Cam, Jafet
y Canaan, el hijo de Cam.
El error del líder reveló quién era obediente y quién era rebelde. La caída de Noé mostró la
rebeldía de Cam.

149
Curso de Entrenamiento de Líderes

d) Todo líder debe velar el principio de autoridad.


Aunque estaba equivocado, Noe velaba por la autoridad. Aprenda a ejercer la autoridad
delegada. El que trabaja para Dios no solo debe aprender a obedecer la autoridad, sino que también
debe aprender a ejercer la autoridad dada por Dios en la iglesia y en el hogar.
Algunos solo aprenden a obedecer y fracasan en lo que se refiere al ejercicio de la autoridad
cuando son puestos en alguna posición para trabajar. Uno debe aprender a estar bajo autoridad y
también en una posición de autoridad. La iglesia sufre porque muchos no saben cómo obedecer,
pero es igualmente perjudicada por algunos que no han aprendido a estar en una posición de
autoridad.
Todo líder debe saber quién está por encima de él. Algunos no saben qué autoridades están
por encima de ellos, por lo que no obedecen. Cuando aprendemos a quién debemos estar sujetos,
naturalmente encontramos nuestro lugar en el cuerpo. ¡Cuántos cristianos hoy no tienen ni le menor
idea de qué se trata la sujeción! Por eso hay tanta confusión y desorden. La obediencia a la autoridad
es por lo tanto la primera lección que un líder debe aprender. Frecuentes divisiones y malentendidos
dentro de la iglesia surgen de la rebelión.
e) La consecuencia de la rebelión es la maldición.
Tenga en cuenta que el resultado de la rebelión es la maldición. Cam fue maldecido. El que
no se somete a la autoridad se convierte en el servidor del que obedece a la autoridad. Sem y Jafet, a
su vez, fueron bendecidos.
f) la obra de Dios debe ser una coordinación de autoridad
En Levítico 10: 1-2 leemos sobre la historia de Nadab a Abiú. Pensaron que podían ofrecer
sacrificios por sí mismos y los ofrecieron sin la orden de Aarón. El significado del fuego extraño es
servir sin una orden, servir sin obedecer a la autoridad. Nadab y Abiú pensaron que podían hacer lo
mismo que Aarón su padre. Fracasaron en percibir quién representaba la autoridad de Dios.
El punto central es que Dios no acepta fuego extraño. Fuego extraño es el que se origina en
nuestra presunción humana.
Con respecto a la sujeción, el pecado puede ser de dos tipos: presunción o desobediencia.
La desobediencia es cuando Dios nos dice que hagamos algo y no lo hacemos; la presunción, por
otro lado es cuando Dios no manda y lo hacemos de todos modos.
Dios había establecido a Aarón como sumo sacerdote y sus hijos bajo su liderazgo. Tenga
en cuenta que Levítico 8 y 9 habla en todo momento de Aarón y sus hijos. Cuando sus hijos
decidieron ofrecer sacrificios sin coordinación con su propio padre, se convirtió en un fuego extraño.
g) Fuego extraño produce muerte
En la obra de Dios, Él pone a algunos con autoridad y a otros bajo autoridades. Necesitamos
servir a Dios de acuerdo con el orden de la autoridad delegada. Cualquiera que desordenadamente
levante la cabeza y actúe independientemente está siendo rebelde y el resultado es la muerte.
Cualquiera que diga: "Si él puede, entonces yo también puedo" está en rebelión.

150
Curso de Entrenamiento de Líderes

Además de que Dios tiene cuidado de proporcionar fuego, también tiene cuidado de
observar la naturaleza del fuego. La rebeldía cambia la naturaleza del fuego, la consecuencia
inmediata de la rebelión es la muerte. Cualquiera que sirva a Dios sin discernir la autoridad ofrece
fuego extraño.
h) La autoridad es dada por la elección de Dios
En Números 12: 1-15, leemos sobre el ejemplo del desafío de María y Aarón: como saben,
Aarón y María eran mayores que Moisés. En la familia, Moisés debía ser sujeto a ellos, pero en la
obra de Dios él era la cabeza. Moisés tomó a una mujer etíope. Fue correcto para ellos abordar el
problema dentro de la familia, pero fallaron cuando tocaron la autoridad de Dios. Las palabras
rebeldes se elevan al cielo y son escuchadas por Dios. Cuando Aarón y María pecaron contra Moisés,
pecaron contra Dios, a quien Moisés representaba.
La autoridad espiritual no es algo obtenido a través del esfuerzo. Es otorgado por Dios a
quien Él elige.
i) La rebelión produce lepra
Inmediatamente, María se convirtió en leprosa. La lepra provoca la retirada y la pérdida de
la comunión. Observe cómo los que caminan en rebelión suelen estar aislados.
La ira del Señor se encendió contra ellos y la nube se apartó del tabernáculo. La presencia
de Dios desapareció e inmediatamente María se puso blanca de lepra. Ser leprosa no era nada mejor
que ser una mujer etíope.
j) La rebeldía frena el mover de Dios
Debido a la rebelión, el mover en el tabernáculo se detuvo durante siete días. Cada vez que
hay rebelión y ofensa entre nosotros, perdemos el mover de Dios y el trabajo de la iglesia se detiene.
Si esta cuestión de autoridad no se resuelve, todo se detendrá.
Además de la autoridad directa de Dios, sé sujeto a la autoridad representativa. Muchos se
consideran obedientes a Dios cuando en realidad no saben nada acerca de la sujeción a la autoridad
delegada de Dios. El Señor les preguntó a María y Aarón: "¿Cómo no temiste hablar en contra de
mi siervo?"
l) La rebelión viene del Hades
En Números 16 encontramos un ejemplo de rebelión colectiva. Datán, Coré y Abiram se
rebelaron contra Moisés y Aarón.
El grupo de Coré era levita, él representa lo espiritual. El grupo de Datán y Abiram era la
tribu de Rubén, representan a los líderes. Además de ellos, otros 250 líderes del pueblo se levantaron.
Una cosa es la rebelión del pueblo, pero otra es cuando los líderes se rebelan.
Dios y su autoridad delegada son inseparables. No es posible mantener una actitud hacia
Dios y otra hacia Moisés y Aarón. Nadie puede rechazar la autoridad delegada de Dios con una mano
y recibir a Dios con la otra. Si se sometieran a la autoridad de Moisés y Aarón, estarían sujetos a
Dios.

151
Curso de Entrenamiento de Líderes

Note que la tierra se abrió y los devoró a todos vivos. Dios había tolerado la duda y la
tentación, pero no puede soportar la rebelión. La rebelión se castiga más severamente, la rebelión es
un principio infernal. Estas personas se rebelaron y se abrieron las puertas del infierno. La tierra
abrió su boca y se tragó a esos hombres.
m) La rebelión es contagiosa
En Números 16 tenemos dos rebeliones. En los versículos 1 al 40 tenemos la rebelión de
los líderes y de los versículos 41 al 50 tenemos la rebelión de todo el pueblo. El espíritu de rebelión
es contagioso.
El hombre rebelde solo ve a los hombres, no sabe que la autoridad proviene de Dios. Estas
personas son muy valientes y no temen difamar a los hombres de Dios. ¡Qué peligroso ignorar la
autoridad! Dios ignoró sus murmuraciones en el desierto diez veces, pero no les permitió resistir su
autoridad. Dios puede soportar e ignorar muchos pecados, pero no permitirá la rebelión, porque la
rebelión es el principio de la muerte, el principio de Satanás. Por lo tanto, el pecado de rebelión es
más grave que cualquier otro pecado.

3. Las autoridades establecidas por Dios.


En el universo, Dios es la fuente de toda autoridad. Toda autoridad humana es establecida
por Él. Como tal, ellas representan la autoridad de Dios.
a) En el mundo
Rom 13,1; 1 mascota 2: 13-14; Ex 22:28
No hay tal cosa como someterse solo a Dios. Si rechazamos la autoridad delegada,
rechazamos a Dios mismo.
b) En la iglesia
1 Tes. 5: 12-13; 1 Timoteo 5:17; 1Pe 5.5; 1 Cor 16.15-16
Dios ordena que todos se sometan a los ancianos de la iglesia. 1 Pedro 5 muestra que la
primacía depende de la edad física, pero 1 Corintios 16: 15-16 parece indicar que la edad espiritual
es más importante.
c) En la familia
Efesios 5: 22-24; 6.1-3; Cl 3.18.20.22; 1 Coro 11.3
Dios ha establecido una cadena de autoridad en la familia. Primero el padre, luego la madre,
y solamente después los hijos.

4. Límites de obediencia a la autoridad


La sujeción es una cuestión del corazón, pero la obediencia es una cuestión de conducta.
Siempre debemos someternos a las autoridades, pero no siempre tenemos que obedecerlas.

152
Curso de Entrenamiento de Líderes

Solamente Dios es objeto de sujeción ilimitada. La sujeción al hombre siempre es limitada.


Si la autoridad representativa da una orden claramente contraria al orden de Dios, entonces debe ser
desobedecida. Existe una jerarquía de autoridades que sigue el siguiente orden:

• La autoridad soberana de Dios

• La autoridad de la biblia

• La autoridad de nuestra conciencia


Cualquier autoridad debe ser sujeta a estos tres niveles más altos de autoridad.
Cualquier autoridad, ya sea en la familia, el gobierno, los negocios o la iglesia, que diga hacer algo
que entre en conflicto con Dios, la Biblia o nuestra conciencia debe ser desobedecida.
Además de estos límites de nivel superior, también debemos tener en cuenta los siguientes
puntos:
a) Cada autoridad delegada tiene un límite
El jefe solo puede dar órdenes sobre el trabajo, no puede determinar nada en mi casa. Lo mismo
se aplica a la iglesia, el pastor, líder o cualquier otra autoridad se limita a lo que se les ha delegado o
asignado. Un pastor no puede elegir con quién debo casarme o interferir con mi trabajo o mi vida
doméstica.
b) No toda autoridad es permanente
Hay autoridades a las que nos sometemos momentáneamente o por contrato o tarea conjunta.
c) Existe una autoridad en la tradición y la costumbre.
Dentro de los límites de la Palabra de Dios, debemos estar sujetos a las costumbres y tradiciones
del lugar y la iglesia en que vivimos.
e) Existe una autoridad que es básicamente funcional.
Esto sucede debido a cuatro factores:
▪ Aptitud natural. Nos sometemos porque tiene un don natural (por ejemplo la música).
▪ Entrenamiento o instrucción. Nos sometemos porque él sabe más que nosotros.
▪ Experiencia. Nos sometemos porque lo ha hecho antes que nosotros varias veces.
▪ La unción de Dios. Nos sometemos porque vemos la capacitación sobrenatural de Dios.
4. El arte de ser desobediente pero sumiso
No estoy sugiriendo que alguien deba ser rebelde, porque la rebelión es como el pecado de
la hechicería (1 Sam. 15:23). Pero quiero enfatizar que en la Palabra de Dios, la obediencia
es siempre relativa.

153
Curso de Entrenamiento de Líderes

Con base en esto, podemos decir que un padre que prohíbe que su hijo vaya a la iglesia no
debe ser obedecido, ni un esposo que prohíbe a su esposa. Naturalmente no con desafío, discusión
o gritos, sino con astucia haciendo la voluntad de Dios.
a) Sifra y Fúa (Ex 1: 15-17 y 21-22)
Desobedecieron las órdenes de Faraón de matar a los niños y por lo tanto, fueron
recompensadas por Dios.
b) Rahab la ramera
Rahab cometió alta traición contra su país. Además ella mintió para proteger a los espías.
Pero por todo eso, fue honrada por Dios y entró en la genealogía del mismo Mesías (Heb. 11: 3).
c) Samuel
Saúl seguía siendo el rey, pero Samuel fue enviado a ungir a otro rey en su lugar (1 Sam. 16:
1-2). Tal actitud podría ser vista por Saúl como un crimen contra el estado, contra el rey.
d) Jonathan
Saúl le ordenó a Jonatán que matara a David. Todos sabemos que los hijos deben obedecer
a sus padres, pero Jonathan no obedeció a Saúl.
e) Los tres jóvenes hebreos
Los tres jóvenes no adoraron la imagen de oro del rey. Ellos desobedecieron la orden, pero
se sometieron al horno de fuego.
f) Los apóstoles
La orden de las autoridades era no predicar el evangelio de Jesús, pero los apóstoles
respondieron: "es necesario antes obedecer a Dios que a los hombres" (Hechos 5:29).

154
Curso de Entrenamiento de Líderes

Lealtad y honra

Clase 5
Características de la persona sujeta

Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla? (1Co 14.8)

N adie considera que la batalla no sea importante, insignificante. Al librar una batalla, un

ejército necesita ánimo, unidad para la lucha. Para mantener el ánimo alto, se debe eliminar toda
disensión. Por falta de ánimo, el ejército puede perder la batalla.
Trompetear para la guerra es un símbolo de la palabra liberadora hoy en medio de la iglesia.
Ignorar la palabra dada es lo mismo que ignorar la trompeta que suena para la batalla (Núm. 10: 9;
Jue. 7:18).
La iglesia del Señor es un ejército. Estamos haciendo algo más serio que cualquier batalla en
la tierra. Estamos luchando contra Satanás, el enemigo de Dios.
La iglesia no es un mero grupo de personas reunidas para adorar, somos el ejército de Dios
que nos posicionamos en tiempos de guerra para traer el reino de Dios a la tierra.
En el ejército, la característica más llamativa es el respeto a la autoridad. Sin autoridad y
sujeción, no hay forma de que un ejército vaya a la batalla. Cuando no hay un orden claro de
autoridad, no podemos prevalecer contra el enemigo.
Un ciudadano puede decir muchas cosas y criticar al gobierno o al ejército, pero cuando
ingresa al ejército y se convierte en soldado, pierde el derecho a decir algo.
La iglesia no es como el congreso, donde cualquiera llega y expresa su opinión. En la iglesia
estamos llenos de un espíritu de lucha, de batalla espiritual.
Muchos no se han dado cuenta de cómo el enemigo ha infectado sigilosamente a la iglesia
con un espíritu de desafío disfrazado de críticas y opiniones aparentemente inofensivas e incluso
bien intencionadas. Es hora de que nos unamos a la batalla y eliminemos toda disensión entre
nosotros.
¿Te consideras una persona sumisa? Me gustaría señalar algunos puntos que muestran las
características de una persona realmente sumisa.

155
Curso de Entrenamiento de Líderes

Señales de la persona sumisa


La mayoría de los hermanos se consideran sumisos, pero ¿cuál es el nivel de esta sujeción?
Ignorar orientaciones, no seguir instrucciones, rechazar convocatorias espirituales, maltratar pastores
o permitir que otros lo hagan son expresiones comunes de rebelión, pero ¿cuántos tienen la
sensibilidad espiritual para darse cuenta de esto?
¿Qué soldado ignora las órdenes de su comandante? Ninguno. Esto no sucede porque
entienden lo que es la sujeción. Sin embargo en el ejército de la iglesia, a veces tenemos que rogar a
algunos que obedezcan una orden.
¿Imagínese si un capitán necesita detenerse para persuadir a un soldado cada vez que tiene
que darle una orden? Sin embargo en la iglesia de hoy las personas solo se someten si están de
acuerdo con la dirección o visión del liderazgo. Ahora, si solo nos sujetamos cuando estamos de
acuerdo, es porque no nos sujetamos, solo hacemos lo que creemos que es mejor.
1) Reconoce fácilmente la autoridad
Aquellos que tienen una revelación de la importancia de la autoridad no viven sueltos y sin
restricciones, sino que buscan someterse de corazón, no solo por obligación.
Hay muchas autoridades en la iglesia. Están por encima de ti y debes aprender a someterte
a ellos. Una persona sumisa reconoce la autoridad cuando la encuentra. Al encontrar una autoridad,
busca someterse de inmediato y no se queda analizando cuidadosamente para luego decidir si es
digna de sujeción. Si nunca has conocido a alguien lo suficientemente bueno y capaz de ser autoridad
sobre ti, esto es prueba de que eres rebelde y arrogante. El que es sumiso sabe que su sujeción no
depende de la perfección del líder, sino de la autoridad que se le delega.
También sabe que el que se rebela contra un líder se levanta contra toda la autoridad de la
iglesia local y finalmente se levanta contra Dios mismo.
Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte
de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la
autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para
sí mismos. (Rom 13.1-2)
2 Una persona sumisa no es independiente.
Ser independiente es reconocer que nadie tiene autoridad sobre mí y que soy autosuficiente
y que puedo hacer cualquier cosa en la iglesia sin el consejo y la orientación de nadie. Esto es
arrogancia, todo rebelde también es muy arrogante. Desafortunadamente, incluso tenemos líderes
de célula que son independientes, hacen lo que quieren como si no fueran responsables ante nadie y
rechazan la instrucción y la exhortación.
No estoy sugiriendo que dependas de personas y líderes, lo que quiero decir es que debes
ser responsable dentro de la iglesia. No somos independientes, estamos vinculados entre nosotros
como miembros del cuerpo. La independencia es una gran señal de rebelión.
Dios no acepta fuego extraño. ¿Te acuerdas de Nadab y Abiú? (Lev 10.1-2). Ofrecieron
fuego extraño ante Dios y fueron consumidos. El fuego extraño es uno que se deriva de nuestra
vanidad e independencia.

156
Curso de Entrenamiento de Líderes

Con respecto a la sujeción, el pecado puede ser de dos tipos: presunción y desobediencia. La
desobediencia es cuando Dios nos dice que hagamos algo y no lo hacemos; la presunción, por otro
lado, es cuando Dios no manda y lo hacemos de todos modos.
3 El que conoce la autoridad no busca ser autoridad.
En la iglesia siempre hay quienes buscan un puesto pero evaden la responsabilidad. Hay
quienes buscan estatus y títulos y asumen que la autoridad es algo para disfrutar.
Quien es sumiso busca cuidar a su líder, porque comprende el peso espiritual del papel que
desempeña el líder. Busca ser un alivio, no una carga extra; Busca ser parte de las soluciones, no de
los problemas. Los rebeldes buscan dificultarle la vida al líder, porque quieren que pague un precio
por su estatus que posee.
La rebeldía siempre viene con envidia. Cada rebelde envidia la posición del líder, por eso
intenta minar su autoridad. Asume que si demuestra la incapacidad del líder, todos se darán cuenta
de que debería estar en una posición alta.
El proceso comienza cuando eres muy consciente de los errores cometidos por el líder. La
gente comienza a hablar sobre qué tan malas son las cosas y qué podría ser mejor. Entonces empiezas
a pensar que podrías hacerlo mejor que tu líder. Estás lleno de opiniones y críticas, suponiendo que
puedes hacerlo mejor que él.
Después de eso viene la pregunta: “Si veo errores y puedo hacerlo mejor, ¿por qué sigue
siendo el líder? Si no puedo tomar su lugar, tampoco tengo que someterme a él. Todos los rebeldes
también tienen envidia, al igual que Lucifer, que quería elevarse por encima de las nubes más altas,
porque tenía envidia del Altísimo.
4 Los que son sumisos demoran al opinar
Quienes expresan rápidamente su opinión muestran un corazón independiente y una
vanidad para exponer constantemente sus consideraciones. Tal vanidad e independencia muestra un
corazón que tiene dificultades para someterse. El sumiso desea escuchar la opinión de la autoridad
antes de exponer la suya y solo lo hará si realmente está ayudando a resolver los problemas.
Las personas llenas de opinión en realidad quieren ser autoridad. Una persona se vuelve
autoritaria en la obra del Señor al conocer la voluntad, la mente y los pensamientos de Dios. El
alcance de nuestra autoridad es la medida exacta de nuestro conocimiento de la voluntad de Dios.
Al dar una opinión, habla de Dios. Nadie quiere saber su opinión, pero todos quieren saber
qué sucede en el corazón del Padre. La casa de Dios se edifica cuando alguien habla de Dios, no
cuando él da su opinión.
5 La persona sumisa es muy sensible a las rebeliones e iniquidades.
La persona que conoce la autoridad sabe cuánto la rebelión contamina. De hecho, el hombre
sumiso es alguien que ha sido tratado por Dios en su rebelión, por lo que tiene miedo cuando percibe
que otros actúan de esta manera, porque sabe el costo del tratamiento. Pero, ¿qué sientes cuando
alguien actúa con rebeldía? ¿Estás de su lado? ¿Estás de acuerdo con sus ideas? ¿Te quedas callado?
Los que se parecen también se atraen tanto en el mundo espiritual como en el natural.

157
Curso de Entrenamiento de Líderes

Uno de nuestros trabajadores recibió una vez un cuento malicioso de una mujer, estaba
indignado y vino a contarme lo que pasó. Lo alabé por su indignación, pero le hice la pregunta: "¿Por
qué la mujer se sintió cómoda hablando contigo sobre estas cosas?" Es la misma pregunta que les
hago a esos hermanos que están constantemente involucrados con personas rebeldes. Si las personas
rebeldes se sienten libres de hablar mal de la autoridad que te rodea una y otra vez, entonces estás
de acuerdo con sus ideas. Incluso tu silencio es una concordancia.
Si no eres sensible para darte cuenta cuando alguien está siendo rebelde, significa que Dios
aún no ha tratado la rebelión en tu vida.
6 El que es sumiso puede llevar a otros a la sujeción.
La primera lección de un siervo de Dios es someterse a la autoridad, en todas partes hay
autoridad: en casa, en la escuela, en el trabajo, en la sociedad, etc.
Muchos ven la sujeción como castigo o sanción, ya que Dios le dijo a Eva que debía
someterse a Adán después de la caída en Génesis. Sin embargo debemos reconocer que la autoridad
ya existía antes de la caída y por consiguiente también la sujeción.
En este proceso de crecimiento, necesitamos adquirir un espíritu de sujeción y también ser
entrenados en la sujeción. La forma en que nos entrena es caminando con personas sumisas. Las
personas sumisas transmiten un espíritu, el espíritu de sujeción; así como las personas rebeldes
infectan a la iglesia con el espíritu de rebelión.
Toma una nueva posición en tu vida hoy, rechaza todo espíritu sutil de rebelión. Además de
eso posiciónate para proteger la iglesia. Depende de cada soldado mantener la unidad del ejército.
No dejes que nadie actúe con rebeldía dentro de tu célula. El Espíritu Santo está trabajando para
producir la santa unanimidad entre nosotros.

158
Curso de Entrenamiento de Líderes

Lealtad y honra

Lección 6

El poder de la honra

L a honra es el camino por el cual el Señor puede liberar su bendición sobre nosotros, y es la

forma en que podemos disfrutar de la recompensa completa. Nos protege de la rebelión y la


deslealtad.
Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que
recibáis galardón completo. (2Jn 1:8)
Si queremos la recompensa o el galardón completo, necesitamos recibir el galardón del
profeta, el justo y del pequeño.
El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que
recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. (Mt 10: 40-41)
Recibimos la recompensa del profeta cuando lo recibimos como profeta, cuando lo
honramos como un hombre de Dios. Siempre me he dado cuenta de que mi unción depende mucho
de cómo la gente me recibe. En lugares donde soy honrado como hombre de Dios, mi unción fluye
mucho más y la gente la recibe como recompensa.
He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y os digo que no me veréis, hasta que llegue
el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor. (Lucas 13:35)
Este verso tiene un doble cumplimiento. La primera ocurrió el día que el Señor entró en
Jerusalén una semana antes de la crucifixión. Pero también se cumple hoy, diciendo: "No me verás,
no me conocerás, no recibirás la bendición, no recibirás nada de mí a menos que digas: ¡Bendito el
que viene en el nombre del Señor!" ¿Cuántos vienen en el nombre del Señor?
Yo y los otros pastores, discipuladores y líderes de célula hemos venido en el nombre del
Señor. Si no aprende a honrar al que viene en el nombre de Jesús, perderá una llave espiritual, no
recibirá a través de él. Hay quienes no honran al pastor, esposo, esposa, jefe, gobernante; de hecho,
no honran a nadie. Y cuando el río deja de fluir, preguntan: "¿Qué está pasando?" Se ha secado

159
Curso de Entrenamiento de Líderes

porque no dices: "Bienaventurado el que viene en el nombre del Señor". ¿Sabes lo que pasó? Jesús
es un regalo de Dios, pero estaba en un paquete que no les gustó.
¿Por qué la gente se resiste a honrar al líder y recibir su galardón?
1 Porque Dios nos envía lo que necesitamos en un paquete que no nos gusta
A veces Dios nos envía mensajeros, pero vienen en un paquete que no nos gusta, hablan y
visten de una manera que no nos gusta, pero si aprendemos a honrar a los que vienen en el nombre
del Señor, podemos recibir la unción de Dios para ministrar en nuestras vidas a través de ellos (Mateo
8: 7).
En Marcos 6: 1-5 leemos que el Señor vino, pero los suyos no le dieron la honra,
reconociéndolo como el Mesías, todo porque no encajaba con lo que querían y esperaban de un
Mesías.
La explicación de Jesús del hecho por el que no pudo hacer milagros en Nazaret, es que no
lo honraron. (Mc. 6.4) Fue un profeta sin honra. Honra significa apreciación, estima, respeto y
reconocimiento.
2. Porque piensan que el hombre de Dios no es digno de honor.
Elí era un sacerdote en los días de Ana. La Biblia dice que él era un líder terrible y que sus
hijos eran malvados. El Señor le habló a Samuel cuando tenía 5 o 6 años, pero no le habló a Elí.
Hubo un día en que Ana vino al Tabernáculo para orar. Estaba tan angustiada con su alma
ante el Señor que Eli pensó que estaba embriagada y le dijo: “¿Hasta cuándo estarás ebria? ¡Quítate
este vino! ”(1 Sam. 1:14).
Ana podría haber respondido groseramente y naturalmente a Elí, pero en cambio respetaba
su autoridad. Ella lo llamó Señor (1 Sam 1:15). Creo que Elí se sintió muy honrada y en ese momento
le dio la bendición. Ana recibió la recompensa porque honró a Eli.
Otro ejemplo es la mujer cananea. Después de mucho clamar al Señor, Él le dijo: "No es
bueno tomar el pan de los hijos y dárselos a los perrillos" (Mc 7, 24-30). En lugar de ofenderse al ser
comparada con un perro, la mujer se humilló y le honró al Señor. Debido a su respuesta, ella recibió
la recompensa.
Es cierto que algunas personas pueden no merecer honra debido a su conducta. Quizás un
cónyuge actuó con odio o sin amor, o un hijo se rebeló. Pero es interesante lo que dijo Pedro:
"Honrad a todos." (1 Pedro 2:17).
3. Porque imaginan que no fue Dios quien colocó al líder en una posición de autoridad
Un concepto muy común es el pensamiento de que no toda autoridad es constituida por
Dios. Pero la Palabra de Dios nos dice claramente lo contrario.
Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte
de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. (Rom 13.1)
A muchos les gusta citar a Saúl, diciendo que no fue elegido por Dios, sino por la gente. Sin
embargo el Señor mismo dice acerca de Saúl que él fue un elegido.

160
Curso de Entrenamiento de Líderes

Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido
mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche. (1 Sm
15.11)
David recibió el reino porque honró a Saúl, y Saúl a su vez perdió el trono porque deshonró
a David.
Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y
afables, sino también a los difíciles de soportar. (1Pe 2.18)
Muchos dicen que los líderes primero deben ganarse la autoridad, pero esto va en contra de
la enseñanza de la Palabra de Dios. La honra es un compromiso que ya hemos contraído con nuestros
líderes. Por supuesto, hay una diferencia entre sujeción y obediencia. La sujeción es algo que está
relacionado con nuestra actitud y la obediencia está relacionada con nuestras acciones.
4. Porque piensan que honrar al líder es indigno
Hoy la honra es vista como un signo de estupidez e ignorancia. Piensan que quien honra a
un líder es un imbécil y un adulador. Debido a esto, deciden ignorar e incluso despreciar al líder. En
Marcos 14: 3-9, leemos sobre el día en que una mujer ungió a Jesús con un perfume muy caro, que
costó 300 denarios; es decir el salario de casi un año para un trabajador ordinario.
Ella honró a Jesús, pero no todos estaban contentos. En el versículo 4, leemos que algunos
lo consideraron un desperdicio, alegando que se podía haber dar dinero a los pobres. Todo lo que se
hace para honrar a un profeta siempre se ve como un desperdicio. Debemos honrar a la persona por
su posición de autoridad.
a) Honra a tu jefe
Todos los que están bajo el yugo de esclavitud, tengan a sus amos por dignos de todo honor,
para que no sea blasfemado el nombre de Dios y la doctrina. (1 Ti 6.1)
b) Honra a tus padres
Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te
vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. (Ef 6: 2-3)
Recuerde que las promesas bíblicas requieren apropiación. Dios había dicho que Abraham
tendría numerosos descendientes; sin embargo Sara y Rebeca eran estériles. Isaac podría decir: “Mi
esposa tendrá muchos hijos porque Dios le prometió a Abraham, pero en lugar de ser pasivo, oró
para que ella tuviera hijos de acuerdo con la promesa de Dios (Génesis 25:21).
c) Honra a tus líderes espirituales
Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en
el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra.
Tened paz entre vosotros. (1 Tesalonicenses 5: 12-13)
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas,
como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque
esto no os es provechoso. (Heb 13.17)

161
Curso de Entrenamiento de Líderes

La deshonra es un patrón en medio de las iglesias. Normalmente las personas honran a los
líderes con la boca, pero sus corazones y acciones son distantes. No responden a una llamada de
reunión, muchos ni siquiera van los domingos. Se resisten cuando el pastor pide una ofrenda especial
para un propósito específico, por eso muchos no prosperan. La Palabra de Dios dice:
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas,
como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque
esto no os es provechoso. (Sal 92: 12-13)
Cuando estamos plantados en la casa de Dios, florecemos y prosperamos. La casa de Dios
es la iglesia, pero muchos no están plantados, arraigados en la iglesia. Ser plantado es valorar a la
iglesia como el árbol valora la tierra de la que recibe vida. Si valoras y honras a tu iglesia, recibirás la
recompensa de la iglesia. Si honras y valoras a tus líderes, recibirás la recompensa de los líderes. En
estos años de ministerio, he aprendido que los hermanos más bendecidos, felices y prósperos son
aquellos que honran a sus líderes y los valoran con todo su corazón.
5. ¿Por qué se sienten superiores o mejores que sus líderes?
Muchos no hablan, pero suponen que harían el trabajo mejor que sus líderes y no los honran.
Pedro nos ordena honrar a todos y debemos considerar a todos como superiores a nosotros mismos.
Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey. (1 Pedro 2:17)
Una gran ilustración de deshonra se encuentra en Mateo 27.
Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas
de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel; y las dieron para
el campo del alfarero, como me ordenó el Señor… (Mt 27: 9-10)
La palabra "precio" era la misma palabra griega "honor", por lo que el salario también se
llama honorario; es decir honor merecido. En otras palabras, ponen el valor del precioso Hijo de
Dios en treinta piezas de plata. La deshonra está en el precio, su valor para Judas era solo un poco
más que el vapor que salía de una olla de agua. No tenía valor para Judas.
La definición de honra es mostrar respeto, tratar con nobleza, prestar veneración. Eso lo
dice casi todo. Y para un personaje honorable, el secreto es la fidelidad, y no depende de merecer o
de si nosotros mismos somos honrados. En la Palabra de Dios, Jesús mismo dice en Mateo:
Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será
vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el
Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate
por muchos. (Mt 20: 26-28)
Al igual que Él, no buscamos honra, porque no estamos aquí para ello, sino para honrar,
para servir. No solo para servir a los que nos sirven, sino también a los que no nos sirven. Nuestra
caminata aquí no es en busca de la honra; sino para honrar.
Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que
respeto, respeto; al que honra, honra. (Rom 13.7)
Honra a todos, sé un sirvo. Honra a tus amigos, honra a tus hermanos, ámalos. Recuerda
que el código de honra es la fidelidad. Así es como se hacen grandes alianzas. Soy una prueba viviente

162
Curso de Entrenamiento de Líderes

de esto. Y otra cosa, honrar sin intereses. Si eres deshonrado, Dios levanta personas para honrarte,
yo soy una prueba viviente de eso también.
6. ¿Cómo podemos restaurar la honra en nuestras relaciones?
Decide honrar o valorar más a los demás. Hacemos hincapié en la palabra "decidir" porque
el honrar no es un sentimiento, es una decisión. Dios no nos ordena tener sentimientos, sino pensar
y actuar de cierta manera.
Dios dijo: "Honrad a todos." (1 P. 2:17), "En cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los
otros." (Rom. 12:10), "estimando cada uno a los demás como superiores a sí mismo" (Fil. 2: 3).
Primero, debemos decidir que las personas son valiosas y especialmente aquellas que Dios ha puesto
a nuestro cuidado.
Finalmente, actúe según su decisión. Hacemos hincapié en la palabra "actuar" porque el
honor implica hacer, mostrar y expresar.
Porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco. (1
Sm 2.30)

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Curso de Entrenamiento de Líderes

Capítulo 5
Liderazgo Espiritual

Liderazgo Espiritual
164
Curso de Entrenamiento de Líderes

Clase 1

El desafío del líder

E l gran desafío y la mayor misión de cada líder son la edificación de la casa de Dios, pero esta

edificación pasa por la activación de cada santo. Si somos un cuerpo debemos activar el miembro
paralizado; si somos una casa necesitamos hacer que cada servidor use su talento; si somos una
familia deberíamos salir a buscar al hijo pródigo.

I. El objetivo es activar el cuerpo.


El mayor desafío del líder es trabajar para activar el cuerpo. Necesitamos activar el cuerpo
porque muchos miembros están paralizados y muchos siervos han enterrado su talento. Esta
generación solo será conquistada si los siervos de un talento se levantan, solo así podemos decir que
la iglesia acontece en la práctica, cuando los siervos que tienen un talento salen a negociarlo. Solo
hay cuerpo cuando cada miembro trabaja. Cuando un miembro trabaja por cinco tenemos una
aberración y no un cuerpo.
El gran desafío de un líder no es movilizar a los de cinco talentos. De hecho, estos
siervos ni siquiera necesitan que alguien los guie. El desafío del líder son los que tienen un talento,
si no logra levantarlos, su liderazgo habrá fracasado. Una célula puede multiplicarse con el trabajo
de un solo miembro, pero no será un cuerpo si solo trabaja un miembro.

Nuestro trabajo tiene dos aspectos: ganar esta generación y edificar el cuerpo de Cristo.
Si edificamos el cuerpo, naturalmente nuestra generación será conquistada. Tenemos la misión de
ganar nuestra generación y creemos que una vez que se está realizando la misión, no importa si
muchos o pocos están trabajando; pero esto es un gran error, porque el objetivo es activar el
cuerpo.

La visión natural es usar la televisión para ganar el país en un día, la visión de Dios es
que el trabajo debe hacerse a través del cuerpo. No creo en los medios, creo en el cuerpo. No estoy
en contra del uso de los medios, estoy a favor de activar el cuerpo. El trabajo prioritario es lograr
que el cuerpo funcione. Una vez que el cuerpo funciona, podemos ganar fácilmente nuestra
generación.

El objetivo principal de la célula no es la multiplicación, sino ser iglesia. Por supuesto,


queremos multiplicarnos, pero ser iglesia viene antes. Cuando la célula es una iglesia, no
necesitamos por ejemplo hablar mucho sobre la consolidación, porque los nuevos convertidos
serán involucrados espontáneamente por los hermanos en la vida de la iglesia.

165
Curso de Entrenamiento de Líderes

Cuando hay una familia, los hijos naturalmente son amados y alimentados.

Cuando la célula es una iglesia, no necesitamos enfatizar el discipulado, porque aprendemos


a someternos a todos nuestros hermanos y por las exhortaciones de todos; somos enseñados y
transformados.
Cuando la célula sea una iglesia, habrá amor y aceptación, y los nuevos convertidos serán
sanados de las angustias del alma.
Cuando la célula es una iglesia, con seguridad se multiplicará, porque un cuerpo sano siempre crece
y se multiplica.
Cuando la célula es una iglesia, ella coloca en práctica el más poderoso tipo de evangelismo,
el evangelismo a través de la comunión del cuerpo, que expresa el amor entre los miembros. Las
personas se sienten atraídas cuando hay amor entre los hermanos.
Cuando la célula es iglesia, cada miembro funciona de acuerdo con su habilidad. Solamente
somos un cuerpo cuando todos los miembros funcionan. Si solo algunos funcionan, tenemos una
deformación del cuerpo.
Por lo tanto, el mayor desafío de cada líder es llevar a su célula a ser una micro iglesia. La célula
antes que ser cualquier otra cosa debe ser iglesia. Y para ser una iglesia, la principal necesidad es que
todos los miembros funcionen. Cada miembro necesita ser activado.

II. Cómo activar el miembro del cuerpo


1. Cada miembro tiene al menos un talento
El principio básico es que no hay ningún siervo que no haya recibido al menos un talento.
En la casa de Dios, nadie puede excusarse diciendo que no ha recibido ningún talento. Todos los
hijos son siervos y cada siervo recibió un talento. Todos los que son salvos son miembros del
cuerpo y si él es miembro, posee un don.

2. Crea en el potencial de cada miembro


La dificultad de la edificación es que prácticamente todos los problemas de la iglesia provienen
de los de un talento. Nunca sacudas la cabeza diciendo que tal hermano es inútil. Si dices eso o
que aquel hermano es inútil, entonces estás terminando con la vida de la iglesia. Si no puedes usar
a los de un talento, demuestras que ante el Señor no puedes ser un líder. Tienes que usar a todos
los hermanos y hermanas, incluso aquellos que parecen inútiles.
El líder que piensa que hay alguien a quien el Señor no puede usar no sabe nada acerca de la gracia
de Dios. Somos lo que somos por gracia, tenemos lo que tenemos por gracia, y somos usados por
la gracia.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado
más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. (1Corintios 15.10)

He descubierto en el Señor que en la iglesia no podemos usar a un hermano porque creemos


que es útil, y dejar a un lado a otro hermano porque creemos que es inútil. En el cuerpo no puede
haber algún miembro dejado de lado. Todos los que pertenecen al Señor son miembros del
cuerpo. Todos necesitan funcionar.

3. Crea que la obra es realizada por el cuerpo y no solo por algunos


miembros.

166
Curso de Entrenamiento de Líderes

Hay algunos que son columnas y soportan más peso que los demás. Algunos son líderes y
tienen mayor responsabilidad. Sin embargo, lo que importa no es cuánto peso soportas, sino a
cuántos de un talento consigues levantar para trabajar. Si usted es el único que está ocupado todo el
tiempo, esto no es iglesia. Pero si se ocupa todo el tiempo y además puede hacer que los de un talento
funcionen, entonces tenemos la iglesia.
El trabajo del mundo se realiza con los más talentosos, pero el trabajo de la iglesia se realiza con todo
el cuerpo. La obra de Dios se hace con los de un talento. Necesitamos creer de todo corazón que en
una iglesia todos los miembros pueden funcionar. Cree en cada miembro con todo tu corazón. Haz
que funcione persuadiéndole por todos los medios posibles. No lo reemplace, no lo desprecie, no lo
juzgue como intratable y descalificado. Si Dios está en paz llamándote a ser parte del cuerpo, usted
debe estar en paz entrenándolo para ello.
Si pudiéramos escoger hoy, tal vez separaríamos un pequeño grupo para servir, pero el Señor dice
que todos son siervos. Si el Señor así lo ha decretado, entonces debemos permitirles servir.

4. Rechaza toda visión natural de la iglesia.


El mundo será alcanzado por el cuerpo, no por los miembros más talentosos. Las puertas
del infierno no resisten al cuerpo, pero pueden resistir a unos pocos miembros talentosos cuando
se levantan. No piensen que el hecho de tener muchos creyentes en un local allí se tiene la iglesia.
Solamente el cuerpo de Cristo es la iglesia, y el cuerpo depende del funcionamiento de todos los
miembros. Si los miembros del cuerpo están paralizados, entonces no podemos decir que somos
un cuerpo.
La iglesia es simplemente tener a todos los miembros de un talento sirviendo, cada miembro
activo. Esta es la revolución que veremos en estos días. La estrategia del mundo es poner todo el
énfasis en los más talentosos, pero este no es el énfasis de Dios. El mundo busca a los más
talentosos, pero Dios busca especialmente a aquellos que no tienen valor para el mundo.
La iglesia no se trata de tener un trabajo realizado, sino de activar a todos los miembros de
un talento. No debemos pensar que una vez que el trabajo esté hecho, todo estará bien, no es así.
Nuestro trabajo es hacer que el cuerpo funcione. En el mundo, la visión es elegir sólo a aquellos
con quienes nos identificamos. En el cuerpo nosotros estamos conectados unos a otros.
El día en que veamos a todos los de un talento surgir, veremos que el cuerpo de Cristo
está entre nosotros y tendremos la realidad de la vida de la iglesia. Hoy nuestro problema es que
hemos estado buscando a los de cinco y dos talentos, hacemos un entrenamiento especial para
ellos y nos olvidamos de los de un talento. Necesitamos hacer nuestro entrenamiento con toda la
iglesia.

5. No desista de aquellos que entierran su talento


Aquellos con cinco y dos talentos realmente no necesitan mucho de nuestro liderazgo, pero
aquellos con un talento realmente son difíciles de tratar. Constantemente, quieren retroceder y
volver a enterrar el talento. No es tan fácil activar a los miembros de un talento. Por lo general,
no están llenos de vida y vigor espiritual, sino más bien pasivos e indiferentes. Necesitamos orar
por ellos y seguir insistiendo. Podemos decir que, además de la apatía, también hay mucha
indisposición y pereza. Necesitamos superar esto con oración, pero nunca pensemos que ese
miembro no tiene solución.
Por lo general, las personas que entierran el talento se justifican diciendo que la iglesia o el
liderazgo es muy exigente y severo. Dicen que no consiguen cumplir con las expectativas, por lo
que entierran su talento. Otros son tan tímidos que se esconden todo el tiempo, y hay quienes

167
Curso de Entrenamiento de Líderes

suponen que su talento es tan pequeño que no vale la pena intentar hacer nada. Nadie ha dicho
que la tarea sería fácil, pero siempre debemos tener en cuenta que nuestro compromiso es con la
edificación del cuerpo. Si usted no consigue activar a los de un talento, su liderazgo habrá
fracasado por completo.

6. Mantenga la iglesia en la simplicidad


Cuando el trabajo y la estructura de la iglesia se vuelven complejos, las personas tienen miedo
de involucrarse. Todos tenemos miedo de fallar y cuando el trabajo parece demasiado difícil,
entonces retrocedemos inseguros; por eso el trabajo de la iglesia es simple. Somos una iglesia en
células, toda nuestra estructura fluye desde las células. No nos involucramos en grandes proyectos,
pero nos reunimos para ser iglesia en una célula.

7. Actuar como un colaborador


Todo líder necesita verse como un colaborador. Es necesario que cada miembro se dé cuenta
de que está trabajando con usted y no para usted. Usted apenas es un siervo que sirve a los siervos.
Nunca trate de controlar a los hermanos. Nosotros no controlamos, solo alimentamos el rebaño.
No pases todo el tiempo buscando culpables. En Juan 9, los discípulos le preguntaron a Jesús
quién había pecado, pero el Señor dijo que ni él ni sus padres pecaron, sino que era para que la
gloria de Dios se manifieste. Cuando encuentre un problema, resuélvalo, no busque culpables.
Las ovejas siguen, así que no las mande ir, si usted va adelante los hermanos le seguirán.
Rechaza todo pensamiento clerical, no somos mejores que el rebaño. En Apocalipsis 7, está
escrito que el Cordero nos apacentará, no dice que el pastor se alimentará, lo que sería más lógico,
dice que el Cordero nos alimentará. Esto significa que Él se hace como uno de nosotros para
entendernos y cuidarnos.
El diablo es el rey de los esclavos, pero Jesús es el rey de los reyes. Esto significa que en el
reino de Dios el líder lleva a sus seguidores a ser como él. Nunca los trata como inferiores o
incapaces. Recuerda siempre, que el primer objetivo de un líder es entrenar a nuevos líderes. Los
líderes engendran líderes.

8. Dar espacio para los errores en la célula


No espere a que alguien crezca hasta el punto de no cometer errores para solo luego dejarlo
trabajar en la célula. Un pequeño error se puede ignorar a menos que se repita excesivamente o esté
causando problemas en el rebaño. Corregir cada pequeño error todo el tiempo hace que las personas
se sientan inseguras de hacer cualquier cosa. Esto mata la iniciativa, destruye la confianza y ahoga la
creatividad.
De nada sirve solo predicar sobre el cuerpo, debemos permitir que se exprese y demuestre sus
funciones. No debemos tener miedo. Una vez que es el cuerpo de Cristo, las funciones aparecerán.
Si de hecho es el cuerpo de Cristo, debemos creer que puede funcionar.
No debemos hacer la obra del Señor tratando de reemplazar a los miembros, haciendo el
trabajo en lugar de ellos por temor a los errores que puedan cometer. Tememos que los de un talento
realicen el trabajo con mala calidad, pero lo que tenemos que hacer es trabajar para capacitarlos, y
para eso necesitamos tener paciencia.
Recuerda que la carne y los de un talento están unidos. Cada vez que los de un talento se
levanten, la carne vendrá. Por supuesto, debemos rechazar y tratar con la carne, pero necesitamos
usar a los de un talento. El problema es que enterramos la carne y ellos entierran el talento. Trabajar
en la carne es terrible, pero enterrar el talento es aún peor.

168
Curso de Entrenamiento de Líderes

9. Delegue responsabilidades a todos


No hay forma de ser activados, si no tenemos ningún desafío para realizar. Busque
discernimiento, ya que el mismo trabajo puede traer agotamiento para algunos y aburrimiento para
otros. Entonces es necesario darse cuenta de los límites y de la capacidad espiritual y natural de cada
uno.

10. Esforzarse por involucrar tanto a Marta como a María


No siempre son los de un talento que se quieren omitir, a menudo nosotros mismos no
creemos en ellos, necesitamos permitirles que hagan según su capacidad limitada. Necesitamos ser
pacientes para esperar a que aprendan.
También debemos tener cuidado de no etiquetar al miembro como alguien que no tiene
solución. Debemos utilizar todos los medios posibles para involucrar a los miembros de un talento.
Estos no siempre serán los más adecuados para cumplir las funciones que más necesitamos en la
iglesia. Por lo general, ellos se niegan a liderar, pero no debemos renunciar a ellos. Hay muchas otras
formas de cooperar con el trabajo.
En la vida de la iglesia ya hemos aprendido que lo más importante es engendrar hijos y no
hacer cosas. Sin embargo, hacer cosas sigue siendo necesario. En Juan 12 y Marcos 14, tenemos un
cuadro de la casa de Dios. Existe la presencia de Jesús y necesitamos a Marta y María, Lázaro y Simón
el leproso.
María señala la intimidad y el ministerio, pero Marta simboliza el servicio diaconal. María señala
el sacerdocio, pero Marta nos habla sobre el trabajo de los levitas. En el ministerio de Jesús, los
discípulos debían actuar como Marta y María. La mayor parte del tiempo, ministraban a personas,
pero también necesitaban involucrarse en la organización.
▪ Cuando Jesús multiplicó los panes, los discípulos necesitaron distribuir los panes y luego
recoger doce cestas llenas en una ocasión y siete en otra.
▪ En el pozo de Sicar, Jesús ordenó a sus discípulos que compraran comida (Juan 4: 8).
No sé por qué se necesitaron doce para hacer esto, pero seguramente uno eligió el
producto, el otro negoció, había un responsable para pagar y ciertamente muchos
cargaron.
▪ Jesús mandó a Pedro y a Juan que prepararan el lugar para la cena de la Pascua (Lucas
22: 8).
▪ En Hechos 6, era necesario levantar diáconos para servir en las mesas.

Los hermanos deben participar en el servicio espiritual y en el servicio práctico.


Todos deben ser María y Marta al mismo tiempo. Pero posiblemente los de un talento se
parezcan más a Marta.
Hoy tenemos delante de nosotros la visión de Dios para producir una revolución.
¿Qué tipo de trabajo estamos haciendo? ¿Hay solo unos pocos que funcionan? ¿Hay varios
líderes talentosos que están haciendo todo el trabajo? ¿Todos los siervos del Señor tienen un
lugar en él? En esto está el secreto del éxito del propósito divino. Si no podemos resolver esto,
no tendremos la iglesia de una manera práctica y vital.

169
Curso de Entrenamiento de Líderes

Liderazgo Espiritual

Clase 2
El liderazgo de Saúl y David

P odemos ver en la vida de Saúl y David dos tipos de liderazgo o ministerio. Si todavía vives

bajo un ministerio al estilo Saúl, ¿qué dirían ellos? "Sí, Dios es por ti, pero todo depende de cómo te
comportes" Te preguntarían: “¿Será que estás del lado de Dios?” Pero aquellos que siguen un
ministerio al estilo de David siempre tienen fe para creer que Dios es por ellos, porque todo depende
de Cristo y no de nosotros mismos. Cuando sucede algo malo, por supuesto, siempre tendremos
algo que aprender, pero nunca tendremos la mentalidad de que Dios produjo este problema.
Desafortunadamente muchos han recibido la unción de un vaso lleno de condenación. En
lugar de recibir aceite en el cuerno del cordero que fue muerto, reciben en un vaso de condenación.

1. ¿El aceite está en el vaso o en el cuerno?


Me gustaría compartir con ustedes sobre dos tipos de liderazgo, liderazgo según Saúl y
liderazgo según David. Sé que puedes creer que no eres un líder, pero eso es un error, todos hemos
sido llamados a liderar. Los líderes son personas hambrientas, quieren recibir más revelación de la
Palabra de Dios porque han recibido luz del Espíritu. Los líderes son aprendices voraces, este solo
puede ser la razón por la que estás leyendo este libro. Dios lo está levantando como líder.
Saúl y David representan dos tipos de liderazgo. El primer rey de Israel es Saúl y las Escrituras
dicen que nadie se destacaba por encima de su hombro (1 Sam. 9: 2). Saúl no fue la elección de Dios,
sino la elección del pueblo. Dios había dicho que él mismo sería el rey de Israel, pero la gente
respondió que les gustaría tener un rey como las otras naciones. Entonces Dios le dijo a Samuel que
les diera lo que querían y eligieron a Saúl. David, por otro lado, fue la elección de Dios. En el
momento correcto, Dios quería reinar sobre la nación a través de un rey establecido por Él.
Cuando Saúl fue ungido por Samuel, el mismo profeta que ungió a David ungió a Saúl con
una vasija o una copa de aceite. Una vasija no es un cuerno. Cuando David fue ungido, Samuel trajo
el aceite en un cuerno de cordero. En Apocalipsis leemos acerca de la copa de la ira de Dios, esta
copa es un vaso. Por lo tanto, el vaso es un símbolo del juicio de Dios (1 Sam. 10: 1). Pero David
fue ungido por el mismo profeta Samuel, pero con el aceite en el cuerno de un cordero (1 Samuel
16:13). ¿Sabes de dónde viene el cuerno de cordero? De un cordero que fue sacrificado. Cuando se
usa como trompeta, el cuerno se convierte en un shofar, que anuncia la muerte del cordero.

Esta es una imagen de la gracia. David fue ungido con un cuerno de aceite. El cordero señala a Cristo,
y el cuerno simboliza su poder. Esto significa que David fue ungido con el Espíritu y con el poder
que proviene del Cordero.
170
Curso de Entrenamiento de Líderes
La unción siempre se vierte sobre la cabeza. Luego fluye por todo el cuerpo, pero primero se
vierte sobre la cabeza. Eso significa que la unción primero afecta tu mentalidad. Saúl tenía una
mentalidad de un vaso lleno de condena, una mentalidad de juicio, que siempre mostraba la ira de
Dios. Pase lo que pase, él siempre está viendo la ira de Dios. Esto nos habla de un liderazgo que
siempre predica basado en la ira de Dios.
David fue ungido con un cuerno de aceite, esto apunta a una mentalidad de gracia. Es una
mentalidad basada en el cuerno del cordero que fue sacrificado. El cordero murió para perdonarnos
y librarnos de toda condenación.

2. ¿Cuidar burros u ovejas?


Cuando Saúl se nos presenta por la primera vez en la Biblia, él está cuidando de los burros. Su
padre le había pedido que buscara los burros que se habían perdido (1 Sam. 9: 3). La Palabra de Dios
dice que el hombre carnal, que no ha nacido de nuevo, es como un asno salvaje. Entonces Saúl estaba
ocupado cuidando de la carne, o de aquello que viene de la carne (26.3). El padre de Saúl le pidió
que buscara los burros perdidos.
Cuando Goliat desafió al pueblo de Israel, David también fue enviado por su padre, pero en
lugar de burros, estaba cuidando las ovejas. Cuidar ovejas significa cuidar a los hijos de Dios. Su
padre lo envió a sus hermanos en el campo de batalla con queso, pan y trigo tostado. David fue
enviado por su padre a sus hermanos con las manos llenas, por lo que el Señor Jesús fue enviado por
su Padre con las manos llenas del pan de vida.
Cuando David se acerca a sus hermanos, ¿qué le dijo Eliab, su hermano mayor? “Cuando
Eliab, su hermano mayor, lo escuchó hablar con estos hombres, su ira se encendió contra David y
dijo: ¿Por qué has venido aquí? ¿Y a quién dejaste esas pocas ovejas en el desierto? Conozco tu
soberbia y tu malicia, que para ver la batalla has venido (1 Sam 17.28).
Eliab se expuso cuando llamó con desprecio a las ovejas de "pocas ovejas". No importa cuán
grande o pequeño sea el rebaño que el Señor nos ha confiado, el rebaño sigue siendo el rebaño del
Señor. Esto solo muestra el corazón de David, porque por estas pocas ovejas se enfrentó a osos y
leones. ¿Por qué alguien haría esto por unas pocas ovejas? David fue fiel en lo poco, por eso fue
puesto sobre mucho. David nunca se refirió al rebaño de ovejas de esta manera. De hecho, cuando
se presentó al rey Saúl, le dijo: "Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre" (1 Sam. 17:34).

3. ¿Gente talentosa o gente fiel?


Desafortunadamente, la mentalidad de liderazgo en la iglesia en general es justo lo contrario
de lo que vemos en la Palabra de Dios. La forma de Dios de constituir líderes nunca es mirando lo
que hacen mejor, cuáles son sus talentos y luego elegirlos en función de eso.
Pablo le dijo a Timoteo: "Y lo que has oído de mi a través de muchos testigos, eso mismo
transmite a hombres fieles..." (2 Tim. 2: 2). Dios no busca hombres con talento, sino hombres fieles.
No busca personas talentosas y habilidosas, sino personas fieles. Estos hombres fieles tendrán un
poder sobrenatural para transmitir el mensaje del evangelio. Así es como el liderazgo crece a través
de personas fieles. Cuanto más confiables sean, el Señor les dará el don y la habilidad.
La Palabra de Dios dice que durante los días de Saúl, hubo guerra contra los filisteos y él
reclutaba a cada hombre valiente que conocía.
Y hubo guerra encarnizada contra los filisteos todo el tiempo de Saúl; y a todo el que Saúl
veía que era hombre esforzado y apto para combatir, lo juntaba consigo. (1Samuel 14.52)

171
Curso de Entrenamiento de Líderes

Estaba buscando hombres valientes y fuertes. En otras palabras, estaba buscando personas
talentosas. Esta es la mentalidad de liderazgo de Saúl.
David, por otro lado, reclutó personas completamente diferentes. La Palabra de Dios dice
que se convirtió en el líder de los endeudados, los afligidos y los que se hallaban en amargura de
espíritu. No eran personas talentosas; al contrario eran los últimos que podrían ser elegidos por
alguien.
Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la
casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él. Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo
el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe
de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres (1Samuel 22.1-2).

Estos hombres eran improbables, pero David los convirtió en capitanes de su ejército. ¿Y
qué pasó con ellos? Se convirtieron en campeones, venciendo a gigantes. La iglesia no es para gente
perfecta. Ven a Jesús tal como estás, no importa si estás endeudado, amargado o resentido.
David era un matador de gigantes y la unción que estaba sobre él fue transferida para aquellos
hombres. La unción puede ser transferida.

Estos son los nombres de los valientes que tuvo David: Joseb-basebet el tacmonita, principal
de los capitanes; éste era Adino el eznita, que mató a ochocientos hombres en una ocasión.
Después de éste, Eleazar hijo de Dodo, ahohíta, uno de los tres valientes que estaban con
David cuando desafiaron a los filisteos que se habían reunido allí para la batalla, y se habían
alejado los hombres de Israel.Este se levantó e hirió a los filisteos hasta que su mano se cansó,
y quedó pegada su mano a la espada. Aquel día Jehová dio una gran victoria, y se volvió el
pueblo en pos de él tan sólo para recoger el botín. Después de éste fue Sama hijo de Age,
ararita. Los filisteos se habían reunido en Lehi, donde había un pequeño terreno lleno de
lentejas, y el pueblo había huido delante de los filisteos. El entonces se paró en medio de aquel
terreno y lo defendió, y mató a los filisteos; y Jehová dio una gran victoria. Y tres de los treinta
jefes descendieron y vinieron en tiempo de la siega a David en la cueva de Adulam; y el
campamento de los filisteos estaba en el valle de Refaim. (2Samuel 23:8-13)

El Señor tiene grandes promesas para nosotros. Pero necesitamos posicionarnos para
recuperar nuevamente todo aquello que el enemigo nos ha robado. No podemos ser pasivos en este
asunto, debemos ser como uno de los valientes de David que se posicionó y se enfrentó al enemigo
de tal forma que su mano se quedó pegada en la espada (2 Sam. 23:10). La verdad es que la mano y
la espada se convirtieron en una. Necesitamos convertirnos en uno con la espada del Espíritu.
Cuando nos convertimos en uno con la espada del Espíritu, Dios puede hacer una gran liberación.

David tenía tres hombres poderosos que estaban a la cabeza del ejército: Joseb-basebet,
Eleazar y Sama. Estos tres hombres poderosos estaban entre los cuatrocientos que llegaron a David
en la cueva de Adulam. Dio la casualidad de que David suspiró por el agua de la fuente que estaba
en la puerta de Belén, no dio una orden, solo expresó un deseo. Entonces esos tres hombres
poderosos irrumpieron en medio del campamento de los filisteos y trajeron el agua que David
deseaba. Pero David se negó a beber, diciendo que solo Dios era digno de esa agua, porque había
sido puesta a riesgo de la vida de los soldados. Entonces derramó el agua como una libación al Señor.
Él entendió que el agua era una expresión de adoración.
Estos tres hombres tenían un corazón con David. Recuerde, David aquí representa al Señor
Jesús. Debido a que mostraron un mismo corazón con el rey, fueron colocados por encima de los
demás. No hicieron nada en la batalla, solo querían complacer a David, por lo que fueron
considerados los primeros. Hoy en la vida de la iglesia, hay quienes sirven para su propio beneficio,

172
Curso de Entrenamiento de Líderes

hay quienes trabajan para el reino, por la obra de Dios, y hay quienes hacen de todo por el bien del
Rey. Muchos de los soldados de David hicieron cosas por causa del reino, pero aquellos tres que
buscaron agua, lo hicieron para el rey.

Su ministerio se llama "los tres primeros". Esto significa que fue un ministerio grande y más
profundo. Hubo los tres primeros que amaron al rey. Después de ellos, parece que hubo otros tres
que amaron el reino. Y después de estos había treinta más. Podemos ver claramente tres diferentes
niveles de ministerio. Podemos decir que hay tres tipos de ministerio y motivaciones detrás de cada
uno de ellos. Los primeros tres son un símbolo de Pedro, Jacobo y Juan, quienes estaban más cerca
del Señor Jesús. Algunos están dedicados a la causa, otros están dedicados a su ministerio y beneficio
personal, pero hay quienes están dedicados al Señor.

Si miramos de cerca la lista de los valientes de David, veremos que falta un nombre. Él era
famoso y siempre estuvo al lado de David. Era general y David lo enviaba al frente de la batalla. Se
llamaba Joab. Se mencionan a sus dos hermanos e incluso se menciona a su escudero, pero él mismo
fue olvidado (v. 37). Incluso un hijo de Ahitofel está en la lista, pero Joab fue excluido (v. 34). El
hizo algo por el reino, pero ciertamente no sirvió al rey. De hecho, él era rebelde, él desobedeció la
clara orden del rey de no matar a Absalón.

Hay aquellos cuyos corazones no son perfectamente sumisos al rey, pero tienen su propia
iniciativa con respecto a la obra de Dios. Sus nombres quedarán fuera. Joab tuvo el papel más
destacado, era el más famoso y sin duda, uno de los más cercanos del rey, pero su nombre quedó
fuera, fue descalificado para la recompensa. Curiosamente, el último nombre en la lista es Urías, el
esposo de Betsabé. No tuvo mucho tiempo para mostrar valentía, pero el mostró lealtad.

Ten cuidado con aquellos que sigues. ¿Ellos tienen un corazón para las ovejas o un corazón
para ellos mismos? Los que siguieron a David fueron problemáticos, pero se convirtieron en
valientes campeones. ¿Qué hay de los hombres poderosos que siguieron a Saúl? En 1 Samuel 13: 7,
dice que “algunos de los hebreos pasaron el Jordán a la tierra de Gad y Gilead; y la gente que
permaneció con Saúl, aún en Gilgal, se llenó de miedo. En presencia de Saúl, los hombres valientes
se debilitan. Pero en presencia de David, los hombres débiles se vuelven guerreros y valientes.

173
Curso de Entrenamiento de Líderes

Liderazgo Espiritual

Clase 3

Cuando el soldado es grande, se vence la


guerra

Entonces el Espíritu vino sobre Amasai, jefe de los treinta, y dijo: Por ti, oh David, y contigo, oh hijo
de Isaí. Paz, paz contigo, y paz con tus ayudadores, pues también tu Dios te ayuda. Y David los
recibió, y los puso entre los capitanes de la tropa (1 Cronicas 12:18).

Si queremos ganar una guerra y establecer un reino, necesitamos buenos comandantes


y excelentes soldados. David pudo ascender al trono y expandir enormemente las fronteras de
Israel porque tenía estos dos elementos.
Vemos esto, por ejemplo, en la vida de Urías. David lo llamó de la guerra para que él pueda
dormir junto con su esposa en su casa, pero el decidió dormir en la calle. Su pensamiento era que no
era justo dormir en casa mientras sus compañeros estaban en medio de la batalla. Por supuesto, Urías
era un hombre que tenía lealtad y carácter, pero los capitanes que lo comandaban le enseñaron esto.
Creo que Urías era solo una muestra del tipo de soldado que David tenía en su ejército.

Pero no solo había excelentes soldados, la Biblia nos dice que los capitanes también eran
hombres excepcionales. La Palabra de Dios menciona la lista de muchos de los hombres poderosos
de David y sus obras, pero me gustaría usar Amasai como ejemplo. El tipo de lealtad de este hombre
todavía nos confronta hoy. Todo esto es para nosotros una advertencia muy seria. Si queremos
construir un gran trabajo, necesitamos este tipo de compañeros de trabajo. Es bueno tener buenas
estrategias, muchas habilidades para un cierto tiempo, pero sobre todo necesitamos un ejército de
hombres como los que lideró David.

¿Quiénes son estos a quienes David levantó como capitanes? ¿Qué calificaciones llamaron la
atención de David y le hicieron confiar en ellos? Estas mismas calificaciones deben verse en aquellos

174
Curso de Entrenamiento de Líderes

que comandan pelotones en el ejército de Dios hoy y también en los soldados que están al frente de
la batalla. Para realizar grandes conquistas, necesitamos un ejército grande en lealtad. Más importante
que un ejército grande y numeroso es un ejército con grandes soldados.

1. Es alguien lleno del Espíritu Santo – entró el Espíritu en Amasai"


Si alguien no es lleno del Espíritu, no será totalmente sujeto a su líder. Además, antes de ser
levantado como capitán, Amasai ya era líder de un grupo de treinta. Es nuestro liderazgo en un grupo
pequeño lo que nos califica para ser levantados como líderes en posiciones mayores.
Necesitamos hombres que hablen movidos por el Espíritu. Amasai manifestó su liderazgo y
lealtad porque estaba lleno del Espíritu. Ya no necesitamos hombres llenos de conceptos y
pensamientos naturales que quieran guiar al pueblo de Dios solo en base a su conocimiento y
habilidad natural. Solo tendremos un gran trabajo con hombres leales. Pero cuando hablo de
grandeza, no me refiero a ninguna habilidad excepcional. Amasai no era en sí mismo una persona
extraordinaria. De hecho, vino de la tribu más pequeña de Israel, Benjamín. Lo que lo hizo grande
fue convertirse en la boca y el canal de Dios para la expresión del Espíritu.

2. Él Se entrega al líder: "Somos tuyos, oh David"


La forma en que esos hombres se presentaron a David fue diciendo: "¡Somos tuyos!". Estaban
completamente disponibles para ser enviados al campo de batalla. No hubo la menor indisposición
o cuestionamiento. Debemos tener cuidado cuando vamos a constituir líderes en la casa de Dios.
Quienes se conservan y están llenos de restricciones y reservas, no son completamente confiables.
Amasai no se presentó ante David y dijo: “¡Somos de Jehová!” Esta entrega es la primera, pero
siempre nos lleva a la segunda. Todo el que se entrega al Señor también se entrega a los hombres de
Dios. Esta rendición obviamente no concierne a nuestra vida personal. Ningún líder tiene derecho a
manipular la vida de los hijos de Dios. Esta entrega es para el trabajo, para la obra de Dios. No
queremos ser una especie de secta donde incluso los matrimonios son decididos por el líder espiritual.
Pero necesitamos hermanos que digan como Amasai: “¡Somos tuyos para este trabajo! Somos tuyos
para ir a la guerra! ¡Lucharemos en tus guerras!

Sé que hoy la gente dice: "Jesús sí, iglesia no". Esto puede parecer inteligente a los ojos del
mundo, pero no es el patrón de Dios. En una obra verdaderamente divina, al menos debemos tener
la actitud de un soldado del ejército que rinde su vida al capitán. No hay forma de luchar o lograr la
victoria, excepto con tal ejército.

El Señor nos prueba como individuos, pero pocos se dan cuenta de que Él también nos prueba
como iglesia. Quiere saber si somos lo suficientemente fuertes como para contener su mover. Creo
que el poder del trabajo está en la disposición de uno a sacrificarse y en entregarse en las manos del
líder para ser utilizado según sea necesario en la edificación y expansión de la casa de Dios.

3. Él está junto con el líder - "estamos contigo, oh hijo de Isaí"


En tercer lugar, Amasai dijo: "¡Nosotros estamos contigo!". Aquellos que no tienen
disposición de caminar contigo en el liderazgo, no se les puede dar un puesto destacado.
Desafortunadamente algunos están cerca, pero no muy cerca de nosotros.
Recuerda que David estaba en una guerra. Entonces decir que él está con David es lo mismo
que decir: "Tus enemigos son mis enemigos y tus batallas serán mis guerras". No es simplemente
estar juntos para una comunión superficial. Es un compromiso espiritual.

175
Curso de Entrenamiento de Líderes

Sólo podemos decir que caminamos con alguien cuando estamos comprometidos con los
mismos valores y objetivos, y luchamos juntos en el mismo trabajo. La obra de Dios sufrirá si
caminamos juntos solo para fiestas y eventos. La verdadera comunión implica compromiso y lealtad.

4. Quiere el éxito para el líder: "Paz, paz sea contigo"


Tu bendición será cuando tu líder sea bendecido. Cuando Amasai deseaba que la paz estuviera
con David, en realidad deseaba que David obtuviera la victoria en su guerra. Deseó que David tuviera
éxito.

¿Te alegras cuando tu líder tiene éxito o quedas resentido por su éxito? Alguien que no está
luchando por el éxito de su liderazgo no puede ser levantado como líder. Me gusta la actitud de los
hermanos en nuestra iglesia que trabajan y se esfuerzan para el líder de la red alcance las metas y sea
ordenado como pastor. Ellos trabajan para el Señor, pero se regocijan al ver el éxito del líder.

5. Él quiere que todo el equipo sea bendecido - "Y paz con los que te
ayudan"
Un verdadero discípulo anhelará que cualquiera que forme parte del equipo sea bendecido y
tenga éxito en el ministerio. Amasai deseaba que la paz estuviera con quienes ayudaron a David.
Un soldado leal no solo quiere multiplicar su célula, sino que también le preocupa que la célula
de los otros líderes de la red se esté multiplicando. El hará todo lo posible para que todo el equipo
tenga éxito, sabiendo que no hay una victoria individual, solo habrá una victoria genuina si todo el
equipo venciere.

6. Reconoce que el Señor levantó a su líder - "Porque tu Dios te ayuda"


Solo seguirás a un líder cuando reconozcas que él es un verdadero hombre de Dios. Amasai
reconoció que David tuvo todas esas victorias porque Dios estaba con él y lo ayudó. No podemos
basar nuestra autoridad en otra cosa que no sea la unción de Dios y el sello de bendición sobre
nuestro ministerio. Los títulos son inútiles. Al final, lo que permanece es la comprensión de que
somos ungidos de Dios y que Él lucha nuestras guerras.

176
Curso de Entrenamiento de Líderes

Liderazgo Espiritual

Clase 4

El líder espinoso

¿Por qué algunos hermanos revestidos de liderazgo y autoridad no florecen y dan fruto? ¿Por qué
parece que Dios trata tan severamente con algunos líderes? Estas son preguntas serias en las que
debemos meditar. Creo que la historia del hijo de Gedeón, Abimelec, tiene algo que enseñarnos al
respecto. En el libro de Jueces, leemos que Gedeón tuvo setenta hijos, tenía muchas esposas y una
sola concubina, y de ella solo un hijo. Se llamaba Abimelec. Normalmente Abimelec era un título
usado por el pueblo cananeo, pero en ese caso era realmente su nombre.

Abimelec aspiraba a ser un líder y gobernar sobre el pueblo de Siquem. Se presentó ante los
habitantes de Siquem y les dijo: "¿Qué creen que es mejor: que setenta hombres, todos los hijos de
Jerubaal, gobiernen sobre ustedes o que solo un hombre los gobierne?". Luego reunió a un grupo de
mafiosos y mató a todos sus hermanos, dejando solo al hermano menor, Jotam. Entonces Jotam y
Abimelec eran hijos del mismo padre, pero no de la misma madre.

Pablo dice en Gálatas que este problema permanece hasta hoy. Ismael era el hijo de Agar, que
simboliza la ley, e Isaac era el hijo de Sara, que simboliza la gracia. Ambos eran hijos del mismo
padre, pero de madres diferentes. Pablo dice que así como Ismael persiguió a Isaac, hoy los hijos de
la ley persiguen a los hijos de la gracia (Gálatas 4:29). Ambos son hijos del mismo padre celestial,
pero de madres diferentes.
Cuando los habitantes de Siquem proclamaron a Abimelec como rey, Jotam vino y pronunció
una palabra muy dura en forma de fábula.

Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros.
Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los
hombres, para ir a ser grande sobre los árboles? Y dijeron los árboles a la higuera: Anda tú,
reina sobre nosotros. Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para
ir a ser grande sobre los árboles? Dijeron luego los árboles a la vid: Pues ven tú, reina sobre
nosotros. Y la vid les respondió: ¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres,
para ir a ser grande sobre los árboles? Dijeron entonces todos los árboles a la zarza: Anda tú,
reina sobre nosotros. Y la zarza respondió a los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre
vosotros, venid, abrigaos bajo de mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros
del Líbano. (Jueces 9.8-15)
1. Todos los árboles servían

177
Curso de Entrenamiento de Líderes

Los árboles le preguntaron al olivo: "Ven, gobierna sobre nosotros, domina sobre nosotros".
Pero el olivo respondió: "No tengo que hacerlo, Dios ya me ha dado una forma de servirlo. Yo soy
capaz de dar el aceite de la unción". Cuando tenemos la unción, no tenemos que dominar sobre el
rebaño, no tenemos que ejercer control sobre nada. Podemos servir a los hermanos con la unción
que Él nos ha dado.
Luego llegaron a la higuera y dijeron: "Gobierna sobre nosotros". Pero la higuera respondió:
"¿Por qué necesito hacer esto? Ya he compartido la dulzura con ustedes "¿Sabes qué es la dulzura
en las Escrituras? Es la propia palabra de Dios. El Salmo 19.10 dice que la palabra de Dios es dulce
como la miel y que destila del panal. Cuando compartimos la Palabra, les estamos dando a los
hermanos algo muy dulce y agradable, por lo que la higuera dijo: "No necesito gobernar sobre ti,
solo tengo que compartir la dulzura del cielo".
Entonces los árboles fueron a la vid y le dijeron: "Gobierna sobre nosotros". Y la vid
respondió: "No necesito gobernar sobre ti, porque Dios ya me ha dado algo para poder servirlos.
Me ha dado el vino de la alegría, y con él puedo ser una bendición en sus vidas".

Cada árbol estaba seguro para lo que Dios los había llamado a ser y hacer. Estaban seguros de
la unción que habían recibido. Todo buen líder siempre está seguro de lo que Dios quiere hacer a
través de él. A pesar de que tenían diferentes dones, cada árbol entendió su llamado. No intentes ser
un olivo si eres una higuera, ni intentes ser una vid si eres un olivo.

La Palabra de Dios habla de liderazgo, pero siempre de un liderazgo que sirve. Cada uno de
estos árboles estaba sirviendo con su don. En una ocasión Jesús les dijo a sus discípulos:

Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones
se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Más
entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros
será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro
siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y
para dar su vida en rescate por muchos. (Mateo 20.25-28)

El liderazgo en la vida de la iglesia no debería ser como en el mundo, donde los líderes dominan
sobre las personas. Un líder peligroso es aquel que quiere tener poder para dominar sobre las
personas.

2. Dios levanta al que no busca posición

¿Cuál es la lección que realmente vemos aquí? Es que en el reino de Dios, Él levanta a quien
no busca posición. No me estoy refiriendo al que no quiere servir, porque los árboles ya servían, sino
a aquellos que no buscan posición, título o cargo. Solo estos tienen la bendición y el favor sobre
ellos.
Aspire el ministerio, pero nunca quiera dominar sobre nadie, nunca desee tener dominio sobre
el rebaño o tener preeminencia sobre los hermanos. Si te invitan a ejercer una posición de liderazgo,
agradezca a Dios y acepte solo siendo guiado por Él. No acepte si su motivación es estar por encima
de los demás de alguna manera. Aquellos que desean posición, están descalificados para asumir
aquello. Debemos desear mucho servir, pero nunca por tener una posición.

178
Curso de Entrenamiento de Líderes

El liderazgo es algo que fácilmente se nos puede subir a la cabeza. Rápidamente viene a la
mente la fama de la posición, y comenzamos a asumir que somos mejores que los otros hermanos o
que somos más capaces que las ovejas que el Señor nos envió a cuidar. Fácilmente quedamos
intoxicados con posiciones, títulos y cargos, y algunos piensan que esto es ministerio.

3. Quien quiere posición se convierte en espino


Cada vez que Dios quiere hacer algo, Él levanta a un hombre. El liderazgo y el gobierno son
una necesidad. No existe un vacío en el liderazgo. Si un líder sale, otro tomará esa posición. Si no
hay liderazgo en la familia, se tomarán malas decisiones.
Es cierto que todos debemos ser guiados por el Espíritu, pero siempre habrá niños entre
nosotros, y ellos necesitan orientación. Son demasiado inexpertos para escuchar al Espíritu, por lo
que Dios levanta líderes dentro de la iglesia. Nunca debemos permitir un vacío en el liderazgo. El
diablo ama estos vacíos. Así es como los espinos toman posición, fue así que los árboles le pidieron
a la zarza que reinara sobre ellos.
Una cosa interesante sobre los espinos es que no existían en la creación original de Dios.
Cuando Dios creó todas las cosas y plantó el jardín del Edén, no había arbusto de espinos. El espino
apareció cuando el hombre cayó. Dios entonces le dijo al hombre: "Por ti, la tierra producirá espinos
y cardos" (Génesis 3:18).
Así, el espino representa todo lo que está bajo maldición, representa la mentalidad del hombre
caído, pero también apunta a aquellos que tienen la mentalidad legalista, porque la ley siempre trae
una maldición. Incluso un hombre de Dios que decide dar lugar a la carne, termina teniendo el
liderazgo como de espinos.
El espino simboliza al hombre que no tiene la bendición de Dios. Es por eso que el Señor
Jesús llevó una corona de espinos, porque el espino simboliza algo fuera del propósito original de
Dios. Pero tú no estás caído, eres una nueva criatura en Cristo. Has sido llamado por el Señor, así
que nunca vivas como un árbol de espinos.
El espino aceptó la invitación con la condición de que los árboles estuvieran bajo su sombra.
Debajo del espino, todos se lastiman. El espino lastima incluso sin querer.
El Señor Jesús dijo: “¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? (Mt 7:16).
Esto significa que el espino no lidera debido a su fruto, como otros árboles. Los espinos no tienen
fruto, por lo que dominan en lugar de liderar, someten en lugar de servir, oprimen en lugar de
alimentar.
El espino quería que los árboles estuvieran a su sombra. Siempre que pensamos en las
sombras, es porque no estamos completamente en la luz. Si estamos en Cristo, envueltos en su luz,
no habrá sombras alrededor. Un hecho de la vida es que los árboles no crecen en la sombra, poner
a otros bajo nuestra sombra significa evitar que ellos crezcan y ser un arbusto sofocaría e impediría
todo avance. La obra de Dios solo avanza cuando todos los árboles son libres de crecer y florecer,
pero la obra se detiene cuando alguien los pone bajo su sombra.
El espino simboliza a un líder que lidera por amenaza e incluso por terror. "Y si no me
reconocen como líder, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano" dijo. Esta era la
actitud del espino. Sé de muchos pastores que amenazan a los miembros con una maldición si lo
dejan. Ellos impresionan a las personas con lo que llaman unción apostólica o profética y siempre
amenazan a las personas con entregarlas a Satanás. Ore para que el Señor nos libre de este tipo de
liderazgo.
Cualquier líder que amenace a aquellos que no los escuchan no es de Dios. Aquellos que
proceden del Señor alimentan al rebaño. Un líder que procede de Dios siempre levanta a su pueblo

179
Curso de Entrenamiento de Líderes

y nunca los abate. No fuimos levantados para estar encima de los hermanos, sino para servirlos con
amor. Todo lo que hacemos es para servir; por ejemplo si escribimos libros, es para utilizarlo para la
edificación de los hermanos.
Cada uno de estos árboles ya había recibido de Dios lo que necesitaba para ser de bendición
para todos los demás. Dios también ya suplió para ti. Cada uno de nosotros ha recibido una unción
en particular, muy específica y con ella bendecirás a muchos. Algunos tienen la dulzura de enseñar
la Palabra, cuando hablan las personas se dan cuenta de que ha recibido un don de Dios. Sirva con
esa dulzura. Otros están llenos de la vitalidad del vino nuevo de la presencia de Dios, sirva a la iglesia
con este vino, pero cuidado con querer dominar, no busque posiciones ni ame los títulos.

Regocíjese en ver a Dios usándole para la edificación de su iglesia. Cuidado, porque aquellos
que quieren colocarse por encima terminan convirtiéndose en espinos. ¡Cuántas personas ya han
sufrido porque hay un espino gobernándolas! A la sombra de un árbol de espinos nadie crecerá
jamás. Sirve a los hermanos con el don que has recibido.

4. Cuando los hombres de Dios se rehúsan, los espinos se levantan


No debemos pensar que no hay gobierno en la casa de Dios. El Señor mismo estableció
lumbreras para gobernar (Génesis 1: 14-15). ¿Y cómo gobiernan? Por la luz. Cuando el líder tiene
luz y revelación de Dios, espontáneamente gana autoridad y da dirección. Las luces gobiernan dando
dirección, estableciendo tiempos y ciclos en la vida del pueblo de Dios.
Los espinos se levantan cuando los árboles se niegan a liderar. La falta de los hombres de Dios
es la ocasión perfecta para que el enemigo coloque a los líderes carnales en una posición de gobierno.

180
Curso de Entrenamiento de Líderes

Liderazgo Espiritual

Clase 5

Habla a la Roca

L os eventos narrados en Números 20 acontecieron treinta y ocho años después de que los

espías fueron enviados a Cades-Barnea. Como recordarán, diez espías tuvieron un informe negativo,
solo Josué y Caleb tuvieron la fe para tomar posesión de la herencia. Esos diez influenciaron a toda
la congregación, por lo que todos murieron en el desierto. Fueron liberados de la esclavitud en
Egipto, pero nunca entraron en Canaán.
Ahora tenemos una nueva generación que vio el mar abrirse cuando aún eran niños. Son estos
aquellos que tomaron posesión de la herencia. Moisés tampoco pudo entrar a poseer la tierra
prometida debido a un pecado. ¿Qué sucedió que Dios fue tan severo? Ellos estaban tan cerca de la
promesa, pero Moisés cometió un pecado que lo descalificó.

Y porque no había agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y Aarón. Y


habló el pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron
nuestros hermanos delante de Jehová! ¿Por qué hiciste venir la congregación de Jehová
a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias? ¿Y por qué nos
has hecho subir de Egipto, para traernos a este mal lugar? No es lugar de sementera,
de higueras, de viñas ni de granadas; ni aun de agua para beber. Y se fueron Moisés
y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión, y se
postraron sobre sus rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos. Y habló Jehová
a Moisés, diciendo: Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y
hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña,
y darás de beber a la congregación y a sus bestias. Entonces Moisés tomó la vara de
delante de Jehová, como él le mandó. Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación
delante de la peña, y les dijo: !!Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas
de esta peña? Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces;
y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias. Y Jehová dijo a Moisés
y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de
Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado (Nm 20.2-
12).

181
Curso de Entrenamiento de Líderes

Llevaban cuarenta años peregrinando y sin embargo, todavía aún murmuraban. Murmurar es
la primera y más evidente expresión de la carne. Pero la primera expresión de la fe es siempre
acercarse al Señor para compartir nuestra necesidad.
Ante la murmuración, Moisés y Aarón cayeron sobre sus rostros y la gloria de Dios apareció.
Entonces, necesitamos observar cuatro cosas aquí. Primero, el Señor le ordenó a Moisés que tomara
la vara. En segundo lugar, le ordenó a Aarón que estuviera con él. Luego mandó reunir a la
congregación. Y finalmente le ordenó a Moisés que ordenara a la roca.
Cuarenta años atrás, el Señor había sacado el pueblo de Egipto y los habían hecho pasar por
medio del mar que se abrió. Les dio agua en Mara e hizo que cayera pan del cielo. Luego los llevó a
Refidim, donde Moisés golpeó la roca y salió agua.

Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir
de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados? Entonces
clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me
apedrearán. Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos
de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve. He aquí que yo
estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y
beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel. (Exodo 17:3-6)

Cuando comparamos estos dos eventos, entendemos mejor la seriedad del pecado de Moisés.

1. Habla a la Roca
En primer lugar, debes tener en cuenta que la roca aquí es Cristo.

Y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los
seguía, y la roca era Cristo (1Corintios 10.4).

El Señor nos permite llegar a situaciones extremas, como cuando no había agua, para
manifestar lo que está en nuestros corazones. Muchas veces estamos llenos de quejas,
murmuraciones e incredulidad.
Cuando no sabemos lo que hay en nuestros corazones, nunca vamos apreciar lo que hay en el
corazón del Padre. Este es el propósito del desierto, mostrarnos nuestros corazones y revelarnos la
gracia de Dios.
La orden del Señor fue hablar a la roca delante de la congregación, pero Moisés invirtió el
mandato y habló al pueblo delante de la roca. Hoy, muchos ministerios sufren pérdidas porque no
le hablan a la Roca, sino que se acostumbraron hablar mucho al pueblo.
El problema es lo que hablamos con la gente. Normalmente, somos tentados a hacer como
Moisés y llamarlos de rebeldes. Creemos que podemos cambiarlos con palabras duras que lastiman
a la Roca. Es importante destacar que esta fue la única vez en cuarenta años que Moisés los llamó de
rebeldes.
Curiosamente, a pesar de que estaba equivocado, Dios honró a Moisés y el agua salió de la
roca. No deberíamos impresionarnos de que el agua salga de la roca cuando los pastores legalistas
golpean a las personas con la ley. El resultado no siempre significa aprobación. Quien obtiene la
aprobación siempre tiene resultados que mostrar, pero no todos los que muestran los resultados han
sido aprobados.

182
Curso de Entrenamiento de Líderes

Algunos ministerios tienen una mezcla de ley y gracia, y aun así crecen. Sin embargo, no
debemos engañarnos por los resultados, sino que debemos observar lo que enseñan. Dios continúa
supliendo a su pueblo porque los ama, pero el liderazgo puede ser desaprobado y rechazado.
En 2 Corintios 3: 9 dice que el ministerio de condenación tiene algo de gloria. Aquellos que
predican condenación y colocan yugo sobre el pueblo aun poseen algo de gloria, pero la gloria de los
ministros del nuevo pacto es mucho mayor y ellos son mucho más llenos de vida.
Muchos piensan que el pecado de Moisés fue enojarse, pero eso no parece ser cierto. Moisés
estaba enojado y nervioso en otras ocasiones y el Señor ni siquiera lo reprendió. Cuando bajó de la
montaña y vio a la congregación delante del becerro de oro, rompió las tablas de la ley con tanta ira,
pero no le pasó nada, el Señor simplemente le dijo que volviera a escribir. La ira de Moisés en ese
momento estaba en línea con la ira de Dios. La verdad es que el becerro de oro también había
enojado al Señor.
La ira no siempre es pecaminosa. Efesios 4:26 dice: "Airaos, pero no pequéis". Podemos estar
enojados con aquello que el Padre se desagrada. Jesús estaba enojado con los fariseos, pero nunca
enojado con un pecador. Estaba enojado con el líder de la sinagoga cuando quería prohibir que el
hombre de la mano seca fuera sanado el sábado. Siempre recuerda que Él es el mismo ayer, hoy y
siempre.
Si el pecado de Moisés no fue su ira, ¿entonces qué fue? La situación ahora es mucho más
grave. El Señor dijo que Moisés no lo santificó delante de la congregación.

2. Reúne a la congregación
En la primera vez el Señor ordenó llevar a los ancianos de Israel, pero ahora el Señor ordenó
hablar ante toda la congregación. ¿Qué significa eso? Ahora tenemos la congregación de los santos,
la iglesia del Señor. En el Antiguo Testamento había una clase separada, pero ahora tenemos un
reino de sacerdotes.
En ese momento, Aarón aún no había sido ungido sumo sacerdote, pero la segunda vez el
Señor le ordena a Moisés que lleve a Aarón. Hoy tenemos un sumo sacerdote que ya nos reconcilió
con Dios.

3. Toma a Aarón
El Señor sabe de nuestra sed por vida, satisfacción, amor y reconocimiento, por eso le dijo a
Moisés que estaría en la roca cuando Moisés la golpeara. El Señor Jesús fue condenado por la ley de
Dios para que tuviéramos acceso a los ríos de agua viva.
Alguien tuvo que pagar por nuestro pecado. Todo ser humano comprende intuitivamente la
necesidad de pagar por el pecado. Los niños que no son disciplinados se vuelven ansiosos y
problemáticos, porque cometieron un error pero no sintieron que pagaron por el error. Pero cuando
son disciplinados, ellos están en paz.
Creo que las enfermedades tienen un componente auto castigador. Cuando una persona peca,
intuitivamente quiere que alguien pague. Algunas veces los hijos pagan, el cónyuge paga y a menudo,
la persona se enferma como un tipo de auto castigo inconsciente. Pero cuando creemos que todo
pecado ya ha sido pagado, la enfermedad pierde lugar en nuestras vidas.
Las enfermedades autoinmunes son evidencia de este principio. Todo lo que los médicos
pueden decir sobre estas enfermedades es que son el propio cuerpo que se ataca a sí mismo. Los
médicos pueden aliviar los síntomas, pero no pueden curar este tipo de enfermedad.

183
Curso de Entrenamiento de Líderes

Cada requisito divino solo puede satisfacerse de manera divina. El auto castigo no satisface la
justicia de Dios, por eso Cristo vino a ser castigado en nuestro lugar.
La primera vez, Aarón no estaba allí porque no había sumo sacerdote cuando Cristo murió,
pero después de su resurrección fue hecho sumo sacerdote. El sumo sacerdote es un símbolo de la
gracia de Dios.
En los días de la ley, no importaba cuán buena sea la gente, si el sumo sacerdote era malo,
Dios rechazaba a toda la nación. Sin embargo, si la gente era malvada, lo cual era bastante común,
pero el sumo sacerdote era bueno, entonces toda la nación era bendecida. El problema es que el
buen sumo sacerdote moría, pero nosotros tenemos un sumo sacerdote que vive para siempre.
Dios trabaja con el principio del representante. Fue solo David quien luchó y venció a Goliat,
pero se dice que la victoria fue de la nación. Hoy Cristo es nuestro sumo sacerdote, si Él es aceptado,
nosotros también, si Él es aprobado, todos nosotros somos bendecidos.
Es por eso que Juan dice que, según Él es, también nosotros somos en este mundo (1 Juan
4:17). Si Él es justo, nosotros somos justos en este mundo. Si Él es santo, nosotros somos santos en
este mundo. Si Él es aceptado y bendecido, también lo somos nosotros en este mundo. Por el
principio del representante, Dios nos trata de igual forma que con Cristo.

4. Toma la vara
La primera vez el Señor le ordenó a Moisés que llevara la vara con el que golpeó el Mar Rojo.
La vara de Moisés simboliza el juicio, la ley. El primer milagro de Moisés fue convertir el agua en
sangre de muerte, pero el primer milagro de Jesús fue convertir el agua en vino nuevo de vida y
alegría. Esta es la diferencia entre la gracia y la ley.
Cuarenta años antes, Dios ordenó que la roca fuese herida, pero ahora Moisés solo debiera
ordenar a la roca. Esto es así porque Cristo fue herido una única vez por nuestros pecados.
La primera vez, el Señor le ordenó a Moisés que tomara la vara que había usado para abrir el
Mar Rojo, pero ahora el Señor manda a coger la vara que estaba delante de él en el Tabernáculo.
Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó. (v. 9)
La vara de Moisés simboliza el juicio de Dios, la ley, pero la segunda vara tiene un significado
diferente. En el capítulo 17, Dios ordenó tomar una vara que represente a cada una de las doce
tribus y colocarla en el Tabernáculo. El otro día, la vara que representaba a Aarón y la tribu de Levi
había florecido y estaba dando almendras. Entonces el Señor ordenó que esta vara fuese guardada
dentro del Arca del Pacto.
Fue esta vara el que Dios le ordenó a Moisés que tomara. Esta no es la vara de la ley, sino la
vara de la gracia. Ella habla de la vida de resurrección, la vida que viene de la muerte. Después del
invierno, el primer árbol que da fruto en Israel son los almendros. La señal de la elección de Dios
es la vida de resurrección. El verdadero ministerio elegido por Dios siempre debe liberar la vida.
Ahora Moisés debía tomar la vara de la vida y la gracia junto con Aarón el sumo sacerdote, y
ordenar a la roca. En Éxodo, la palabra "roca" es tsur, que significa una roca grande, pero la
palabra usada en Números es cela, que significa una peña, una roca alta. Esto significa que ahora
Cristo ha sido exaltado con un nombre sobre todo nombre.
Hoy solo necesitamos hablar a la Roca cuando necesitamos la provisión de vida, simbolizada
por el agua. Él es todo lo que necesitamos en nuestras vidas. No necesitas hablar con hombres,
habla a la roca.
Moisés golpeó a Cristo por segunda vez. Por supuesto, nadie puede dañar a Cristo glorificado,
entonces, ¿a qué se refiere la tipología bíblica aquí? Se refiere al cuerpo de Cristo. Herimos a Cristo
cuando lastimamos a la iglesia, a los hermanos, porque ellos son el cuerpo de Cristo.

184
Curso de Entrenamiento de Líderes

Moisés golpeó a Cristo cuando llamó al pueblo de rebelde. Dios quería mostrar su gracia a los
ojos del pueblo. Ellos sabían que habían pecado, pero Moisés decidió condenarlos. Cuando
predicamos palabras de condenación, lastimamos el cuerpo de Cristo.
En el versículo 11, leemos que Moisés golpeó la roca dos veces con su vara. Este es el bastón
de la ley, de la condenación. Dios le había ordenado que usara la vara de la gracia, pero decidió
condenar a las personas con la vara de la ley, la cual siempre estaba con él.
Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas
aguas, y bebió la congregación, y sus bestias. (v. 11)
Hoy también tenemos la opción de usar la vara de la ley o la vara de la gracia, que está lleno
de vida y fruto. Desde el punto de vista estético, a nadie le importa una vara llena de flores, parece
mucho mejor utilizar una vara más varonil. Pero desde el punto de vista divino, solo la vida cuenta.
Dios odia la muerte.
No estoy diciendo que no debe haber corrección y disciplina en el cuerpo de Cristo. En todo
relacionamiento saludable, hay una necesidad de disciplina. Sin embargo, no debemos confundir la
disciplina con la condenación. Algunos padres les dicen a sus hijos: “¡Eres inútil, nunca serás nada
en la vida! ¡Eres estúpido, nunca aprenderás nada! ”Eso no es corrección, es golpear la roca. Muchos
pastores hacen lo mismo con el cuerpo de Cristo.
No importa el problema o la dificultad, debemos hablar a la Roca. No golpeamos a la iglesia,
no condenamos a los hermanos, no dañamos el cuerpo de Cristo. No golpees el cuerpo, aliméntalo.
Tampoco debes golpearte a ti mismo, eres el cuerpo de Cristo. Aquellos que viven
condenándose y lastimándose lamentablemente son reprobados ante el Señor, como Moisés.
Ese día la gente bebió agua bajo condenación. Dios no quiere que sus hijos coman en la mesa
sintiéndose condenados. El Señor quiere mostrar a todos las riquezas de su gracia.
La consecuencia del pecado de Moisés fue que no pudo entrar a Canaán. Esto ciertamente fue
así para demostrar que la ley no puede llevarnos a poseer la herencia.
Al final, parece que el pecado de Moisés no fue perdonado y sus consecuencias no pudieron
cambiar. Sin embargo, en Mateo 17, encontramos a Moisés junto con Jesús dentro de la tierra
prometida. En Cristo la ley puede cumplirse y todo pecado es cancelado.
Creo que cuando la Biblia dice que Satanás disputó con Miguel el cuerpo de Moisés, nos está
mostrando que Dios levantó a Moisés de la muerte. Pero él no fue resucitado como Jesús, fue
resucitado como Lázaro, él vendrá junto con Elías para morir. Esto se revela en Apocalipsis 11.
Moisés y Elías son los dos testigos. También afirmo esto porque si Jesús hubiera hablado con Moisés
después de su muerte en el Monte de la Transfiguración, habría pecado porque la ley prohíbe la
comunicación con los muertos
Pase yo, te ruego, y vea aquella tierra buena que está más allá del Jordán, aquel buen
monte, y el Líbano. Pero Jehová se había enojado contra mí a causa de vosotros, por
lo cual no me escuchó; y me dijo Jehová: Basta, no me hables más de este asunto
(Deuteronomio 3:25-26).

Incluso hablando esta palabra para Moisés, Dios tenía en mente el día en que Moisés estaría
en la tierra con Cristo. Incluso siendo la palabra de Dios más dura, posee tierna misericordia.

185
Curso de Entrenamiento de Líderes

Liderazgo Espiritual

Clase 6

Fundamentos del liderazgo

H ace cuatrocientos años, los padres de la Reforma ya habían establecido el valor innegociable del

sacerdocio universal de los creyentes. Con el trascurso de la historia, este concepto se fue perdiendo y
diluyendo en medio del clericalismo religioso. Hoy en día, sin embargo, los vientos de la restauración han
estado soplando sobre la iglesia, y la visión del sacerdocio de los creyentes ha sido redescubierta y retomada.

Por todo el mundo una nueva reforma está aconteciendo con base en el principio de que cada creyente
es un ministro. Cada uno puede oír de Dios, conocer su voluntad, servirlo y llevar el evangelio a todo hombre.
Este es el concepto principal detrás de la visión celular. Porque cada creyente es un ministro, podemos tener
células esparcidas por toda la ciudad y millares de líderes conquistando esta generación.

La visión de que cada creyente es un ministro es la clave para conquistar nuestra generación y practicar
la vida de la iglesia como lo planeó el Señor. Hoy sin embargo, quiero ampliar este concepto: cada creyente
es un ministro y todo ministro es un líder. Apocalipsis 1.6 dice que fuimos hechos reyes y sacerdotes. No sólo
fuimos hechos ministros, sacerdotes, fuimos hechos reyes. Es inaceptable que un rey no sea líder. Todo el
que es rey también es un líder.

Cierta vez un equipo de científicos reunió a un grupo de cinco personas, escogidas aleatoriamente,
después ellas fueron colocadas en un barco y llevadas al medio de un lago con sólo un remo para cada una.
La tarea de ellas era llegar hasta la orilla. En ningún momento, el equipo de científicos determinó quién sería
el líder, ni definió ninguna función. Al comienzo cada uno por sí mismo, usando su propio remo, intentaba
llevar el barco a la orilla. Entonces, ellos percibieron que estaban esforzándose mucho y el barco girando no
salía del lugar, porque remaban sin dirección. La confusión duró hasta que uno de ellos se levantó y dijo “Así,
nosotros no vamos a conseguir hacer nada, vamos a organizarnos!” Los demás aceptaron el liderazgo del que
se levantó. Él definió entonces cómo cada uno remaría y así llegaron a la orilla.

Los científicos retiraron a aquel que se levantó como líder y llevaron a los cuatro restantes al medio del
lago, con la misma misión de llegar a la orilla. ¿Cuál fue la sorpresa?, ellos rápidamente escogieron un nuevo
líder, que organizó el trabajo y luego llegaron a la orilla. Una vez más, los científicos retiraron al líder y enviaron
a los tres restantes de regreso al medio del lago. Los tres llegaron rápidamente a la orilla, pues uno tomó la

186
Curso de Entrenamiento de Líderes
iniciativa y condujo al grupo de regreso para allá. La conclusión fue ineludible: cada vez que el líder era
retirado, otro se levantaba para realizar la tarea y conducir al grupo.

La idea común sería la siguiente: si entre las cinco personas en el barco, una se levantó, ella es el líder,
ya los demás no son líderes. Sin embargo, lo que el estudio demostró es que todos son líderes, pero en cada
momento uno se levanta como tal y una vez que el líder es retirado, el grupo se reorganiza y se constituye un
nuevo líder. Esa investigación nos revela que ninguna actividad puede ser alcanzada sin liderazgo, pero sobre
todo ella nos revela que todos somos líderes.

El Liderazgo es la capacidad de influenciar en un grupo. Los líderes poseen ambición, energía,


conocimiento e iniciativa. Es precisamente esta última palabra la que causa confusión en la cabeza de las
personas. La mayoría de las personas prefieren ser lideradas, por eso piensan que no van a saber liderar.

El ejercicio mostró que todos tenían liderazgo. La diferencia es que, mientras la mayoría está pensando
en qué aprender, en los problemas que enfrentará, o en las críticas que recibirá, alguien sale al frente y toma
la iniciativa (mire la palabrita mágica). Tal vez usted todavía no se sienta convencido de esa verdad, pero usted
fue creado por Dios para liderar.

En el cuerpo de Cristo, cada miembro tiene su función y dentro de ella, él es líder. Cuando se trata de
ver, el ojo es líder: Cuando se trata de oír, el oído es líder; cuando se trata de hablar, la boca es líder. No hay
posibilidad de que la boca diga: “Yo voy a omitir mi posición porque no tengo el don de liderazgo”. No es
así como funciona. La función que el Señor nos designa sólo puede ser desempeñada a través del liderazgo.
Cualquier propósito solo se puede lograr si hay liderazgo, esa es la clave para lograr cualquier cosa.
La historia del mover de Dios, es una historia de líderes. Desde el Antiguo Testamento hasta nuestros
días, el mover de Dios no es una historia de multitudes haciendo cosas al azar y dispersas, sino de líderes que
fueron levantados y separados para un propósito. El trabajo de Dios es encontrar aquellos líderes que estén
dispuestos.

Muchos rechazan el liderazgo porque implica cierta presión. Estamos condicionados a pensar que una
vida buena y abundante es aquella en la que no hay presión. Nos contentamos en vivir como liderados,
teniendo quién nos entregue todo en las manos, sin que necesitemos producir nada. Esto es lo que nos lleva
al conformismo: el miedo a la presión.

Pero, ¿Cuál es el problema de evitar el liderazgo por causa de la presión implicada? El problema es que
dejamos de ser para lo cual fuimos creados para ser. Fuimos creados por Dios para realizar una gran tarea y
cumplir un gran propósito.
¿Qué creyente nunca soñó con predicar a una multitud? Usted con seguridad ya se vio predicando en
un estadio y millones convirtiéndose. Todos nosotros soñamos con eso ¿Pero es porque somos arrogantes y
presumidos? ¿Será porque nuestro ego nunca se cansa de buscar gloria y reconocimiento? Ciertamente, existen
estos problemas en un grado u otro, pero hay que admitir que fue Dios quien plantó en nuestros corazones
este anhelo de lograr grandes cosas.

Todos sueñan con grandes logros, pero desde una edad temprana escuchamos palabras como: “No es
para ti estás pensando demasiado grande, tienes que ser humilde". Tal concepto de humildad está equivocado.
La humildad es asumir el propósito para el cual fuiste creado. Rechazar tal propósito no es humildad, sino
negligencia, incredulidad y comodidad.

187
Curso de Entrenamiento de Líderes

1. Nuestro liderazgo es espiritual

El liderazgo es el plan de Dios para todos nosotros, pero es necesario entenderlo espiritualmente. Hoy,
leemos muchos libros de liderazgo escritos para empresarios y ejecutivos y lamentablemente acabamos
pensando que este es el modelo de liderazgo a seguir dentro de la iglesia; muchos pastores incluso tienen este
concepto erróneo y actúan como ejecutivos.

Sin embargo, hay una gran diferencia entre el líder natural, el líder secular y el líder que Dios levanta.
Nosotros podemos aprovechar de lo que hacen, pero debemos ir mucho más allá, ya que nuestros principios
también son mucho más altos. Vea a los grandes líderes y ejecutivos del mundo corporativo. ¿Podrían estos
grandes líderes, aclamados como los más grandes del mundo de los negocios, morir por algo? ¿Cuál es la
causa de sus vidas? ¿Morirían por GE, Sony, Walmart o cualquier compañía multinacional para la que
trabajan?

Sabe, ¿Cuál es la gran diferencia entre esos grandes líderes empresariales y el apóstol Pablo? Esta es la
gran diferencia entre el líder en la iglesia y el líder secular: Nosotros estamos dispuestos a morir por nuestro
chamado. Allá afuera nadie muere por su compañía, nadie muere por su jefe. Puede morir por el corazón o
la ira del jefe, pero no por amor. Nosotros, sin embargo, podemos entregar nuestra vida y estar dispuestos a
desgastarnos en favor del Reino de Dios.

Si no está dispuesto a morir por el evangelio, no será gran cosa liderar una célula o desgastarse en
vigilias y ayunos para que la obra de Dios prospere. Los primeros cristianos estaban dispuestos a ser devorados
por leones en los coliseos del Imperio Romano, estaban dispuestos a ser cortados por la mitad (Hebreos 11)
a ser dejados de lado, olvidados, abandonados. Para quién está dispuesto a este nivel de renuncia ¿Qué puede
ser demasiado costoso? ¿Qué exigencia sería demasiado alta?

Solamente con una iglesia de líderes, este mundo podrá ser sacudido y nuestra generación, conquistada
para el Señor. Comience ahora mismo a cambiar su mentalidad. Perciba que el espíritu de liderazgo ya fue
colocado en usted y ese espíritu ya está clamando, buscando el momento para aflorar y hacer de usted uno
más de los que están cambiando las eras y transformando corazones. Un sin número de nuevos convertidos
está siendo conquistado y una generación de líderes cuidará de todos ellos. Las células se están multiplicando
por todos lados y creemos que no hay carencia de líderes, sino carencia de líderes que se dispongan.

Usted ya es un líder, pero aún necesita transformarse en uno de verdad. El potencial de liderazgo ya
está en usted, pero tal vez aún le falta algunas herramientas. En estos días, será equipado para cumplir el
mayor de todos los propósitos: ser un líder en la casa de Dios.

Recuerde siempre que el liderazgo establecido por Dios es diferente de aquel practicado por el mundo.
Usted fue llamado para ser líder en la casa de Dios. El espíritu de liderazgo fue plantado dentro de usted por
el propio Dios cuando nos creó.

Se cuenta que cierta vez en Alaska, un hombre encontró una cría de lobo en la orilla de un camino.
Compadecido, llevó aquella cría y lo crio con sus cachorros. Aquella cría de lobo creció al lado de aquellos
perros, pero existía algo que lo incomodaba: durante la noche se sentía irresistiblemente atraído por el bosque
y cuando escuchaba a lo lejos aquellos aullidos, sentía un impulso irresistible de aullar también. Se sentía
parecido a los demás, pero al mismo tiempo había algo diferente en él. Un día, una jauría de lobos se apareció
en aquel lugar y en aquel instante, la cría de lobo percibió su propia identidad. Aquellos lobos lo estaban

188
Curso de Entrenamiento de Líderes
llamando para un nuevo tipo de vida, pero había temores y dudas. Hasta que por fin, atendió al clamor que
estaba dentro de él y siguió a la jauría de lobos, dejando a los perros para siempre.

¿Qué puede llevar a un lobo a vivir como un perro? Ciertamente la protección y la comida a la mano
son siempre los factores determinantes. En el bosque, él necesita cazar y vivir solo, sin las garantías de una
vida de perro domesticado. Lo que impide que el lobo asuma su identidad es el miedo.

¿Cuál es el problema de un lobo al conformarse en vivir como un perro? El único problema es que él
no está siendo aquello para lo cual fue creado para ser, por eso nunca conseguirá sentirse plenamente
realizado. Un lobo criado como un perro puede hasta parecer un animal doméstico, pero siempre tendrá
dentro de sí mismo un clamor por la selva. Habiendo sido creado para gobernar y liderar, el hombre siempre
tendrá ese clamor dentro de sí.

Usted fue creado para el liderazgo, hay un clamor en usted para realizar cosas. Te atraen otros que
como tú han crecido en el liderazgo. Responde a este clamor hoy, responde a la voz que ha estado susurrando
dentro de ti. Usted fue creado para la realeza, no se conforme con nada menos que eso.
Una de las definiciones más comunes de liderazgo es que, el liderazgo es influencia. Jesús dijo que
somos la sal de la tierra y toda sal influencia. De hecho, la característica principal de la sal es la influencia. Es
imposible echar sal sobre algo y no percibirlo. Así debe ser cada creyente con su liderazgo.

Jesús también dijo que somos la luz del mundo. La luz siempre guía. En la oscuridad, todos siguen un
punto de luz. Si usted se posiciona en este mundo oscuro, siempre habrá una gran influencia emanando de
usted.

Además, sabemos que bajo el nuevo pacto nosotros fuimos hechos reyes y sacerdotes. Es imposible
haber sido hecho rey y no ser un líder.

Y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos.
Amén (Apocalipsis 1.6).

Me gustaría mostrarle cuatro principios espirituales para activar su liderazgo.

2. La imagen produce dominio


Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en
los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se
arrastra sobre la tierra. (Génesis 1.26)
Existe una estrecha relación entre imagen y dominio. Tenga en cuenta que la palabra "dominio" viene
después de la palabra "imagen", esto significa que el dominio está condicionado a tener la imagen. Existe un
principio fundamental en la vida espiritual: todo es determinado por aquello a quien usted se parece. Todo
depende de con que nos parecemos: ya sea con escorpión, serpiente, cordero o el Hijo de Dios. Tendremos
el dominio si tenemos la imagen, porque la imagen genera dominio. Este principio se puede ver muy
claramente en la Palabra de Dios: "El que se sienta [en el trono] es semejante a la piedra de jaspe" (Apocalipsis
4.3).

En el capítulo 4 de Apocalipsis, el apóstol Juan tiene una visión del trono de Dios. Allí habla de aquel
que se sienta en el trono y dice que es similar en apariencia a la piedra de jaspe. Más tarde, en el capítulo 21,

189
Curso de Entrenamiento de Líderes

Juan también tiene la revelación de la Nueva Jerusalén, que es la novia del Señor. Allí dice que la iglesia
también se parece a la piedra de jaspe, esto se debe a que el destino de la iglesia es cumplir el propósito de ser
la expresión exacta de la imagen del que está sentado en el trono (Apocalipsis 21:11; 18). La iglesia reinará
sólo porque es semejante al que está sentado en el trono. La imagen produce el dominio.

Necesitamos entender que la Biblia, cuando habla del reino, se refiere al gobierno, al dominio. Adán
fue llamado a sojuzgar y dominar. Al hacerlo, en realidad reinaría sobre la tierra.
El hombre cuando fue creado, era la imagen y semejanza de Dios. Tenía la imagen, así que traía gloria.
El hombre en el Edén estaba vestido con la gloria de Dios, por lo que estaba desnudo y no se avergonzaba.
Sin embargo, el día que pecó, perdió la gloria de Dios. Esto es lo que Pablo les dice a los romanos cuando
dice que "todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" (Rom.3:23). Esto significa que debido al
pecado el hombre ha perdido su imagen.
Pablo también dice en 2 Corintios 4: 6 que la gloria de Dios está en el rostro de Cristo. Esto significa
que la imagen de Cristo es la gloria de Dios; es decir, la gloria de la iglesia es expresar la imagen. Mientras más
expresión tengas, cuanto más expreses a Cristo, más ejercerás dominio y liderazgo.

La imagen es la expresión del autor y solo Él puede autorizar ejercer autoridad. Tenga en cuenta que
"autorización" y "autoridad" son palabras con el mismo origen, provienen de "autor". Si no tenemos la imagen
del autor, no tenemos autoridad ni autorización. Note que la caída condujo a la pérdida de la imagen, pero la
obra del Espíritu Santo es transformarlo para expresar la imagen de Dios.
Esta obra de transformación se menciona tres veces en el Nuevo Testamento. La palabra "transformar"
es metamorfosis en el griego original, esta palabra aparece tres veces. La primera vez es en Romanos 12, que
dice: "Y no se conformen con este siglo, sino transformaos por la renovación de vuestra mente, para que
puedan experimentar cual es la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios". La palabra "transformar" aquí
es metamorfosis, que significa "cambiado en la imagen". En este caso, la transformación ocurre a través de la
renovación de nuestra mente por la Palabra de Dios.
En 2 Corintios 3:18, Pablo dice: "Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un
espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu
del Señor". Nuevamente tenemos la palabra metamorfosis, pero aquí somos cambiados de gloria en gloria
por medio del Espíritu al contemplar al Señor.

La tercera vez que aparece la palabra metamorfosis es en Mateo 17. Sin embargo, en este pasaje no se
traduce como "transformación" sino como "transfiguración". Y aquí es donde quiero mostrar que existe una
relación directa entre la imagen y el dominio.
En el último versículo del capítulo 16, Jesús dijo: " De cierto os digo que hay algunos de los que están
aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino" (Mt 16:28).
¿Qué quiso decir Jesús con reino? ¿Qué es el reino? El reino es el gobierno, el dominio. Por lo tanto, el reino
es a lo que Adán fue llamado a ejercer cuando Dios le dijo que sojuzgara y dominara.

Comprenda que la manifestación del reino es dominio. ¿Y cuál fue la manifestación del dominio del
reino? Fue la imagen. En ese momento, ellos vieron la imagen de Cristo cuando fue transfigurado. Esto sucede
con todo creyente, cuanto más se parece a Jesús, más autoridad, dominio, sujeción y gobierno manifiesta.
Cuanto más imagen, más reinaremos en vida.
La obra del Espíritu Santo es restaurar en nosotros la imagen de Dios para que podamos tener dominio
del reino. Por supuesto, el reino se establecerá cuando Cristo regrese, pero ese día sólo reinará aquel que ha
comenzado a ejercer el dominio para el liderazgo hoy. Si usted no se dispone liderar una célula ¿cree que se
sentará en un trono ese día?

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Curso de Entrenamiento de Líderes

3. El sacerdocio introduce la realeza


Este principio espiritual se ve en toda la Biblia: el sacerdocio siempre introduce a la realeza. La imagen
habla del sacerdocio, mientras que el dominio habla de la realeza. El sacerdocio es contemplar al Señor, el
dominio es ejercer la autoridad del reino. En Apocalipsis leemos que “y nos has hecho para nuestro Dios
reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” (Apocalipsis. 5:10), es decir para cumplir el Génesis
sojuzgando y gobernando.
Vemos este principio en el Antiguo Testamento cuando el sacerdote Samuel ungió a David de la tribu
de Judá como rey. En el Nuevo Testamento, Juan el Bautista, el sacerdote presenta a Jesús de la tribu de Judá,
de la realeza.
David también ejemplifica este principio. También fue sacerdote. Aunque no era un levita, David era
un sacerdote de otro linaje. La Biblia dice que David entró en el lugar santo y comió del pan de la proposición,
que nadie podía comer excepto los sacerdotes, sino moriría; sin embargo David comió y no murió (1 Sam 21:
6). David no murió porque él era un sacerdote.

El sacerdocio de David se muestra claramente en muchos de los salmos que escribió. Siendo sacerdote,
puede ejercer plenamente la realeza. Así que primero sé un sacerdote, guiando a las personas a Dios, luego
conviértete en rey, manifestando la autoridad del reino en la tierra. Si usted es un sacerdote genuino, serás
introducido a la realeza.
Tal vez te puedes preguntar: "Si todos son líderes, ¿quién será dirigido?" Es el mismo principio, ya que
todos son líderes, también todos son liderados, el liderazgo es cumplir su función. La Biblia no dice que Jesús
es el rey de los esclavos: este es el título del diablo, el señor de las moscas. Cuando Dios viene a liberar a su
pueblo de Egipto, primero se presenta como el Dios de Israel. No dice que es el Dios de los esclavos, sino
de Israel, porque Israel significa "príncipe".
El señor es el Rey de reyes. Él es el Rey de reyes porque usted también es rey. Por lo tanto, en este
mismo principio, todos son líderes y liderados, y cada uno ejerce el liderazgo según su función en el cuerpo.
Si de hecho eres un sacerdote, inevitablemente también te convertirás en un líder. Pedro dice:
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que
anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. (1Pedro 2.9)

Hoy somos parte de una nación santa, compuesta por sacerdotes que también son reyes, que tienen
dentro de sí una nueva naturaleza. Lo que Pedro dice es que somos reyes y sacerdotes, entonces no tiene
sentido no estar liderando.
Vea que el sacerdote en el Nuevo Testamento siempre viene junto con el rey. Ambos siempre están
lado a lado. Pedro habla del sacerdocio real, es decir de sacerdotes que son reyes, que gobiernan. En
Apocalipsis 5:10, Juan dice que somos sacerdotes de la realeza. Los verdaderos sacerdotes son levantados
como reyes.

4. Lideramos sirviendo

Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu
derecha, y el otro a tu izquierda. Entonces Jesús espondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber
del vaso que yo he de beber, y ser autizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron:
Podemos. Él les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis
bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes

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Curso de Entrenamiento de Líderes

está preparado por mi Padre. Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos. Entonces
Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son
grandes ejercen sobre ellas potestad. Más entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande
entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como
el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
(Mateo 20.21-28).

La Palabra del Señor dice que el hombre fue creado para gobernar. Entonces a veces asociamos el
dominio con la manipulación, el control y la dominación. Piensa en un niño mimado sentado en el trono,
dando órdenes a todos. Pero esta no es la idea al respecto de dominio. La idea de Dios es diferente: el dominio
se ejerce mediante el servicio.

En oposición al modelo de dominio utilizado por los gobernantes de este mundo, Jesús dice que quien
quiera ser grande debe servir; es decir, la forma en que podemos dominar es a través del servicio. En otras
palabras, aquel que sirve inevitablemente será puesto por cabeza. Si su servicio no ha tenido este resultado,
puede ser porque su servicio no está siendo sincera.

La madre de Jacobo y Juan una vez le preguntó a Jesús: " Ordena que en tu reino se sienten estos dos
hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda." (Mt 20:21). Cuando oyeron eso, los otros discípulos
quedaron furiosos. ¿Y sabes por qué? Todos querían lo mismo. Hasta el día de hoy hemos escuchado a
predicadores que muestran el error de esos dos discípulos, pero ¿dónde se equivocaron? ¿Está mal aspirar a
un puesto de gloria en el reino de Jesús? Ciertamente no.
A diferencia del patrón humano, Jesús no los condenó por aspirar al liderazgo, ya que Él mismo formó
a Jacobo y a Juan para liderar. Simplemente dijo: " No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he
de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos". Entonces
el Señor declara el precio de esa posición: "¿Puedes beber mi copa que estoy a punto de beber?" (Mt 20:22).
Sin pensarlo dijeron que podían, pero la copa a la que se refería el Señor era morir en la cruz. Por lo tanto, el
que debería estar con Jesús en el Calvario era Jacobo y Juan, no esos dos ladrones.

Jesús no los reprendió por desear la grandeza. Dios mismo plantó grandeza en nuestros corazones el
día que nos creó para su gloria. Pero el Señor dice en el versículo 25: " Sabéis que los gobernantes de las
naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad". Vea en este pasaje la
palabra "dominio", recuerde que Dios creó al hombre para gobernar, como lo dice en Génesis. Pero Él
continúa en el versículo 26 “Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre
vosotros será vuestro servidor". En otras palabras, "si quieres ser grande, entonces sirve". El Señor no les
prohibió desear la grandeza, pero les enseñó el camino para alcanzarla.

El Señor nos ha mostrado la forma en que podemos sojuzgar: a través del servicio. Sin embargo, ¿cuál
es el concepto natural de las personas? Primero, imaginan que Jesús aplicó algún tipo de disciplina a esos
discípulos arrogantes, diciendo: “¿Quieres ser grande? Porque aprenderán la lección de humildad lavando
letrinas. Ustedes van a servir". Servir no es un tipo de castigo, sino una revelación de cómo ser el mayor. Jesús
dijo claramente: "El que quiera ser el mayor..."

En segundo lugar, las personas se imaginan en su concepto natural que servir es solo hacer aquellas
tareas que nadie quiere hacer para mostrar humildad. Así que lavan el baño, limpian el piso, pensando que se
harán grandes. Por supuesto, esto también es servicio, pero hay algo mayor. Desafortunadamente muchos

192
Curso de Entrenamiento de Líderes
creyentes no conocen la verdadera esencia de la palabra "servir". El servicio no es un castigo; sino una parte
esencial del liderazgo. ¿Entiendes que estás sirviendo mientras lideras?

Cuántas veces he invitado a las personas a ejercer liderazgo en la iglesia y me responden: "No, pastor,
yo solo quiero servir". ¿Hay algo más patético que eso? El verdadero líder es un servidor, y sólo llega a una
posición de reconocimiento si de alguna manera ha servido a sus seguidores.

En el versículo 28, el Señor dijo que " como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para
servir y para dar su vida en rescate por muchos". Jesús sirvió a todos al dar su vida. ¿Crees que el Señor sirvió
simplemente limpiando el baño de Pedro? Incluso creo que Él pudo hacerlo, pero eso no es lo que tenía en
mente. La forma en que Jesús sirvió fue cumpliendo su propósito.

Jesús sirvió al morir en la cruz porque ese era el propósito del Padre para Él. Su servicio fue tan
completo y perfecto que se ganó un nombre por encima todo nombre y se convirtió en la cabeza de todas las
cosas. Jesús alcanzó la grandeza porque sirvió. También servimos cumpliendo el propósito para el cual fuimos
llamados. El verdadero espíritu de liderazgo es servir a los demás. Todo verdadero líder es solo un siervo
glorificado.

El camino del liderazgo es el desempeño del servicio, entonces ese hermanito que me dice: "Pastor, yo
no quiero liderar, solo quiero servir", ¿me está diciendo algo que tiene sentido a los ojos de Dios? Por supuesto
que no, porque el que sirve es un líder. Lo que realmente está diciendo es: "No quiero hacer nada, delégame
limpiar el baño o hacer algo menor e irrelevante, pero no me ponga para liderar". En el fondo, no quiere
presión, sino algo que es cómodo. Jesús no sirvió haciendo lo que era más cómodo, Él sirvió cumpliendo la
voluntad de Dios. La voluntad de Dios es que cada creyente sea un líder.

5. Poder para liderar


Para gobernar, Adán necesitaba la imagen, pero también necesitaba comer del árbol de la vida, que es
el mismo Señor Jesús, y así recibirla de Dios como vida, como fuente de energía. De esta manera, Adam
tendría la imagen, ejercería el dominio y tendría el poder. El poder es dominar, ejercer el liderazgo. La energía
o poder disponible para nosotros hoy es la unción del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo nos es dado para cumplir el propósito de Dios, que es hacer reyes y sacerdotes a
todos los que lo reciben. Sacerdotes para guiar a las personas y reyes a ejercer autoridad y poder, a través de
Él.

La última promesa de Jesús a los discípulos no fue llevarlos al cielo. No dijo: "Prepárate, porque en
unos días volveré para llevarte al cielo". La última promesa de Jesús, narrada por Lucas al comienzo del Libro
de los Hechos, fue el poder.
Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. (Hechos 1.8).
Todo cristiano lleno del Espíritu Santo tarde o temprano va a liderar. Pero para eso, tendrá que recibir
poder especial para impactar su liderazgo. Y en este contexto, ese poder hará toda la diferencia.

Así, una persona que dice estar llena del Espíritu Santo y no quiere liderar se contradice ¿Cómo es
posible estar lleno del Espíritu y no influenciar otros? Quien está totalmente lleno del Espíritu es como un
imán, atrae a todos los que están a su alrededor.

193
Curso de Entrenamiento de Líderes

Todos necesitamos energía espiritual. Si estamos conectados, el poder del cielo estará en nuestras vidas
y su manifestación nos puede transformar en leones. Myles Munroe dice que "un ejército de ovejas liderados
por un león siempre vencerá a un ejército de leones liderados por una oveja". El liderazgo es el gran secreto.
David tenía un rebaño de rechazados en sus manos, pero como él era un león, los convirtió a todos en
matadores de gigantes. Es un asunto de liderazgo.

Si quieres cambiar la historia, cambia el líder; si quieres cambiar una célula, cambia el líder. Si quieres
cambiar una iglesia, cambia el líder; si quieres cambiar una nación, cambia sus gobernantes.
Todo se refleja en el liderazgo. Usted ha sido llamado y creado con un propósito supremo: Liderazgo.

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Curso de Entrenamiento de Líderes

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Curso de Entrenamiento de Líderes

Capítulo 6

El trabajo del ministro – Ganar

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Curso de Entrenamiento de Líderes

El trabajo del ministro - Ganar


Clase 1

Motivaciones para el evangelismo


En Efesios 4:11, leemos que " Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros”. Tales funciones o ministerios en la Iglesia no deben ser algún
tipo de jerarquía eclesiástica, sino que cumplen un propósito.

¿Para qué tenemos apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros? La respuesta está en el versículo
12: "a fin de perfeccionar a los santos". La palabra "perfeccionar" aquí también se puede traducir como
"entrenamiento". Entonces, ellos están aquí para entrenar a los santos.

Pero ¿Para qué son entrenados los santos? El texto continúa: "para la obra del ministerio” es decir, para
el desempeño de su servicio. Hay un servicio que todo santo debe hacer y para el cual debe ser entrenado.
En la versión revisada y corregida, la frase aquí es "para el trabajo u obra del ministerio". El trabajo del
ministerio lo realizan los ministros y como sabemos, cada creyente fue nombrado ministro. Es
absolutamente vital para cada ministro saber qué trabajo ministerial debe hacer.

Pero ¿Cuál es la obra del ministerio o servicio que todo santo debería hacer? Una vez más, tenemos la
respuesta al final del versículo 12: "La edificación del cuerpo de Cristo". El servicio de los santos es la
edificación del cuerpo. El cuerpo aquí es solo otra ilustración que habla acerca de la iglesia. Lo que está
en el centro del corazón de Dios es la iglesia, que está compuesta por muchos hijos semejantes a Jesús.

Sin embargo, todavía no tenemos claro qué es exactamente el servicio o ministerio en la práctica ¿Qué
debe hacer cada creyente de una manera práctica para desempeñar su servicio y así edificar la iglesia?

Imagínese si preguntara: Voy a mencionar cinco cosas que un tipo especial de profesional hace y usted
me dice qué profesional es ese. Aprende a hacer psicoterapia, asesoramiento, pruebas psicológicas,
selección de personal y cuidado de los discapacitados mentales ¿Qué profesional es este? Acertaste si
dijiste psicólogo.

Eso es más o menos lo que hace Pablo aquí. Enumera los materiales del curso y sus instructores, para
mostrar el contenido del trabajo que se realizará más adelante. Apóstol, profeta, evangelista, pastor y
maestro solo demuestran el trabajo que cada creyente debe desempeñar. Cada creyente debe ser
entrenado para hacer el servicio que involucra estas cinco cosas.

En nuestra visión, lo definimos en otras palabras: ganar, consolidar, entrenar y enviar. Nuestro trabajo
implica al menos estas cuatro cosas, pero para ejecutarlos necesitamos ser entrenados.

El evangelista no solo está aquí para evangelizar, sino para entrenar a los santos para evangelizar. El
pastor no está aquí exclusivamente para pastorear, sino para entrenar a cada creyente a apacentar o
197
Curso de Entrenamiento de Líderes

consolidar. El maestro no es el que sabe todo, sino el que entrena al rebaño para discipular. Apóstol
significa "enviado"; por lo tanto, todos los creyentes tienen que ser enviados. Dios llamó a algunos para
ser pastores, pero llamó a otros para ser médicos o ingenieros. Cada uno debe ser enviado de acuerdo a
su llamado. Sin embargo no importa cuál sea su llamado, su trabajo no cambia. El trabajo de cada creyente
es edificar el cuerpo ganando, consolidando, entrenando (o discipulando) y enviando. En esta materia,
queremos aprender el primer paso: ganar. Eso significa aprender a evangelizar.

1. ¿Por qué evangelizar?

A la mayoría de las personas les aterroriza el desafío de evangelizar. Este terror despierta sentimientos de
miedo, inseguridad, presión y culpa. Para la mayoría de nosotros, el evangelismo es solo una obligación
bíblica desagradable motivada por un sentimiento de culpa. Después de todo, si no evangelizo, Dios
demandará de mí la sangre de ellos. Sin embargo, el evangelismo como Dios lo planeó, nunca debe estar
motivado por la culpa.

La forma más efectiva de evangelizar es llenando el corazón con la Palabra y la vida de Dios. Cuando
esto sucede, el evangelismo se convierte en la reacción natural de un corazón lleno. La boca habla
espontáneamente de la plenitud del corazón.

“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su
corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Lucas 6.45)

La mejor manera de evangelizar es llenar el corazón del Señor y luego simplemente conversar con la
gente. Alguien que recientemente aprobó el examen de ingreso a la universidad no se detendrá y en algún
momento hablará de su alegría. Otro que se ha comprometido no podrá ocultar su entusiasmo por la
preparación de su boda. La vida cristiana funciona de la misma manera. Cuando estamos enamorados
del Señor, nuestro corazón está lleno y espontáneamente nuestra boca dejará fluir aquello de lo que
nuestro corazón está lleno.

Sin embargo, además de ser algo espontáneo, Dios espera que el evangelismo sea de acuerdo con nuestro
modo peculiar y temperamento. El evangelismo auténtico nos llena de seguridad, no de terror.

2. Tenemos algo que otros no tienen y podemos compartirlo

En 2 Reyes 6:24 al 7:20, encontramos la historia de la conquista a Samaria por el rey de Siria. Debido al
bloqueo, las personas experimentaron tanta hambre que incluso practicaron el canibalismo. Condenados
a morir como los demás, cuatro leprosos decidieron ir al campamento sirio por comida (2 Reyes 7: 4) y
al hacerlo encontraron el campamento abandonado, porque el Señor los había aterrorizado de tal manera
que huyeron dejando todo atrás. Entonces, se dieron un festín con las mejores comidas y se llevaron la
ropa más lujosa, porque el Señor había alejado al ejército sirio.
Entonces ¿Cuál fue su actitud? Salieron y se lo dijeron al resto de la ciudad ¿No hubiera sido terrible si
decidieran mantener toda esa provisión solo para ellos? Tuvieron el privilegio de disfrutar primero para
tener la gloria de luego avisar a los demás.

Al igual que esos leprosos, tenemos mucho que contar sobre lo que Dios ha hecho con nosotros. Una
idea falsa es la idea de que debemos predicar la Biblia. Muchos nuevos en la fe, que saben poco acerca
de la Biblia, se avergüenzan y por lo tanto, no evangelizan. No necesitamos predicar la Biblia, solo
necesitamos decir lo que Dios nos ha dado y lo que ha hecho en nuestras vidas.

198
Curso de Entrenamiento de Líderes

¿Por qué ya no se evangeliza de esta manera? Porque el diablo ha convencido a muchos de que son
pobres y miserables, y no tienen nada para compartir. Sé que debemos tener cuidado con las ilustraciones
que usamos, pero con mucha reverencia digo: Nacer de Dios es traer dentro de ti el virus sagrado de la
vida de Dios. Evangelizar es ser un instrumento de contagio espiritual sagrado.

El día que naciste de nuevo, la vida de Dios entró en ti, eso dice la Biblia. Esta vida de Dios es como un
virus celestial que se te ha inyectado. Hoy, se está incubando, tienes el virus, pero la enfermedad aún no
ha aparecido. Así es con nosotros, los hijos de Dios, tenemos esta santa enfermedad de la vida de Dios
en nosotros, pero aún no hemos manifestado lo que seremos, porque el día en que Él se manifieste,
seremos como Él es. Sin embargo, incluso durante la incubación, esta vida tiene un poder contagioso.

Tenemos este poder para transmitir esta vida a otros y contaminarlos. Alguien me preguntó: "Pastor,
aquel que es salvo ¿es salvo para siempre?" Le dije: "Este virus sagrado no tiene cura. Una vez que entra
en ti, no hay forma de sacarlo, no hay antídoto para eso. Una vez que haya entrado, comenzará a trabajar
dentro de ti, entrará en cada área, se infiltrará en cada parte de tu ser y de repente llegará el momento en
que haya una explosión y todos verán que eres un hijo de Dios".

Sin embargo, hasta que llegue este día, podemos producir este contagio sagrado en nuestro entorno. Es
por eso que el diablo quiere aislarnos, él quiere prevenir esta epidemia de la vida de Dios.

3. Somos representantes de Dios

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1.8)

La Palabra de Dios dice claramente que somos testigos del Señor. Sorprendentemente, Dios elige a la
gente común, como tú y yo, para que sean sus portavoces aquí en la tierra. Somos únicos en nuestras
habilidades, talentos, personalidad, edad y mensaje. Cada uno de nosotros es un agente enviado a un tipo
especial de persona. Somos agentes de paz y reconciliación, y la clave para cumplir esta función es
llenarnos del Espíritu Santo.

En 2 Corintios 5, Pablo dice que somos embajadores de Dios. Como ciudadanos del Reino de los cielos,
estamos en este mundo como representantes y embajadores anunciando el mensaje de reconciliación.

“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio
de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta
a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos
embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre
de Cristo: Reconciliaos con Dios” (2 Corintios 5.18-20).
El ministerio de reconciliación nos ha sido dado. Dios hace sus llamados usándonos como instrumentos.
Tomamos el lugar de Cristo de manera práctica al pedirles a los hombres que se reconcilien con Dios. Es
realmente extraordinario cuando la revelación de este hecho inunda nuestros corazones.

Hechos 1:8 dice: "Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes y serán mis testigos
tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra". El Espíritu Santo nos
fue dado como vida. Recibimos el Espíritu Santo como vida cuando nos convertimos, pero el Espíritu
Santo también nos fue dado como un revestimiento y este revestimiento es para darnos poder y autoridad.
Esto es como un policía de tránsito ¿Qué necesita para trabajar? Primero, debe comer para tener energía.

199
Curso de Entrenamiento de Líderes

Este alimento es un aspecto del Espíritu de Dios que viene a nosotros para ser nuestra energía y nuestra
vida. Una vez que este policía acaba de alimentarse, necesita ponerse su uniforme. Si él sin su uniforme,
decide detenerse en medio de una avenida y tocar su silbato para que pare un automóvil ¿qué pasará?
Posiblemente sea atropellado ¿Qué le está faltando? ¿No tiene vida? ¿No comió en casa? ¿Por qué el auto
no se detuvo? Esto es porque el Espíritu Santo no es solo para dar vida, también es un revestimiento.
Una vez que este guardia está vestido, una vez que usa el uniforme, gana autoridad. Cuando entra con su
uniforme en medio del tráfico y toca su silbato, los autos se detienen inmediatamente ¿Por qué se detienen
los autos? ¿Por qué es poderoso? ¿Los autos se detienen por el poder del policía? Los autos se detienen
por la autoridad. Debemos recibir el revestimiento del Espíritu para tener autoridad.

Muchos creyentes incluso se alimentan de la Palabra e incluso beben del Espíritu, pero carecen de un
revestimiento, por eso a veces no tienen autoridad sobre las obras del infierno. El Espíritu Santo también
debe salir, es un revestimiento. Sin embargo, el policía también tiene su arma, nosotros también tenemos
nuestra arma que es la Palabra de Dios, que es la espada del Espíritu. Todo lo que hacemos es por la
Palabra y el Espíritu. Todo lo que Dios hace es por la Palabra y el Espíritu.

Por lo tanto, todo se resume en ser usado por Dios. No es un problema que depende de usted. No es
que seas extraordinario, inteligente o culto. Puedes ser un instrumento de Dios siguiendo tu camino, en
tu idioma, donde estés. Naamán el leproso tenía una sierva que era evangelista, un día ella apenas hizo
un comentario: “¡Ah! ¡Si solo mi amo conociera al Dios de Israel! ¡Ah! ¡Si solo conociera al profeta que
está en Samaria! ¡Ah! ¡Si tan solo conociera el poder de Dios, estaría libre de esta lepra!”. Esa muchacha
animó a Naamán, diciendo: “¡Hay esperanza para ti!” La historia puede cambiar debido al testimonio de
una persona sencilla, sin ningún talento, sin una personalidad llamativa o aptitudes extraordinarias,
siempre que esté revestida con el poder de Dios.

La clave para la multiplicación de una célula es justamente esta: llenura del Espíritu. Las células llenas del
Espíritu simplemente se multiplican, porque el Espíritu es un espíritu de fructificación y multiplicación.
La iglesia llena del Espíritu crece. Es el Espíritu el que produce esta fecundidad, esta multiplicación, de
modo que el Espíritu es el centro de todo, Cristo en nosotros es el centro de todo. El Señor no nos
ordenó hacer una tarea sin darnos la capacitación. Él nos dio la capacitación sobrenatural.

4. Necesitamos advertir a la gente acerca de la realidad del infierno

Es inquietante pero cierto: el infierno existe y muchas personas van allí ahora mismo. A muchos no les
gusta hablar de eso o imaginan que es una superstición medieval, pero la verdad es que el infierno fue
uno de los temas principales abordados por Jesús (Lucas 16:19-31).

Sé que el evangelio es anunciar las buenas noticias. Por lo tanto hablamos del infierno para que uno pueda
entender mejor las buenas noticias que anunciamos. Lamentablemente, el infierno existe ¿Cuántos
realmente creen en el infierno? ¡Ah! ¡Esto es medieval! Es cosa de Dante Alighieri, del siglo XII, estamos
en el siglo XXI y hablar del infierno hoy es una aberración, un atraso cultural. Nos pusimos muy
modernos y decidimos acabar con el infierno, pero la Biblia dice que el infierno es una realidad y que
muchas personas van allí.

¿Cómo puede estar el amor de Dios en nuestros corazones y que no nos importe el destino eterno de las
personas? ¿Es posible que alguien diga que tiene el amor de Dios e ignore la perdición de las personas?
No quiero ser alarmista, pero las personas cercanas a ti pueden irse al infierno. Tú podrías hablar con
ellos y alertarlos.

200
Curso de Entrenamiento de Líderes

Necesitamos hablar con urgencia, porque el infierno es una realidad. La Palabra de Dios dice eso y hay
muchos versículos para probarlo.

“El camino de la vida es hacia arriba al entendido, para apartarse del Seol abajo”
(Proverbios 15:24)

“Lo castigarás con vara y librarás su alma del Seol” (Proverbios 23:14)

“De la mano del Seol los redimiré, los libraré de la muerte. Oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu
destrucción, oh Seol; la compasión será escondida de mi vista” (Oseas 13:14)

“Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que
diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: fatuo, quedará expuesto
al infierno de fuego” (Mateo 5:22)

“Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda
uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de
tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno” (Mateo 5:29-30)

“Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede
destruir el alma y el cuerpo en el infierno” (Mateo 10:28)

“Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma
se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy” (Mateo
11:23)

“Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que
teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego” (Mateo 18:9)

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y
una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros” (Mateo 23:15)

“¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?” (Mateo 23:33)

“Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno”
(Lucas 16:19-31)

“Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a
prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio” (2 Pedro 2:4)

“y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves
de la muerte y del Hades” (Apocalipsis 1:18)

“Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía;
y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con
mortandad, y con las fieras de la tierra” (Apocalipsis 6:8)

201
Curso de Entrenamiento de Líderes

“Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.


Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:10-15)

Necesitamos invertir más y más tiempo, dinero y energía para alcanzar a los perdidos. Cuando nos demos
cuenta de la realidad ineludible de que hay un infierno, adquiriremos la mentalidad de hacer lo posible e
imposible para salvar un alma.

Si crees que el infierno es real, entonces no hay trabajo y esfuerzo que sea demasiado grande ¿Qué estás
dispuesto a hacer para librar a un alma del infierno? Jesús abandonó su gloria y murió en la cruz. Soy un
discípulo de Jesús, lo seguiré, haré lo que tengo que hacer; si pierdo mi voz, pues la pierdo; si fallezco,
pues me muero; si el Señor desea que mi vida sea ofrecida en libación, la ofrezco; pero déjame ser un
ministerio vivo en la presencia de Dios, tener un encargo genuino por los que Dios tiene un encargo. No
pongamos límites, porque creemos que esto es cierto.

5. Hay una recompensa para nosotros cuando evangelizamos

Una motivación extraordinaria para el evangelismo es la recompensa de guiar a alguien a Cristo. Esta
recompensa ocurre de dos maneras. Primero, nos regocijamos mucho en engendrar un hijo espiritual y
esta alegría también es compartida por los ángeles en el cielo (Lucas 15:7).

“Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve
justos que no necesitan de arrepentimiento” (Lucas 15:7)

Segundo, sabemos que recibiremos una recompensa de Dios en el cielo. No tomaremos nada de este
mundo, excepto los hijos que engendramos para Dios. Ellos mismos serán nuestra recompensa y gloria.

“Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados”
(Filipenses 4:1)

En su primera carta a los tesalonicenses, Pablo dice que los hijos que tenemos son "nuestra esperanza,
gozo y corona en los cuales nos regocijamos en la presencia de nuestro Señor Jesús en su venida" (1
Tesalonicenses 2:19).

“Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de
nuestro Señor Jesucristo, en su venida?” (1Tesalonicenses 2:19)

6. Seremos responsables ante Dios

Si somos fieles, tendremos la recompensa, pero si somos negligentes, seremos castigados ante el Señor.
Sobre nosotros está la responsabilidad de ser atalayas. Nuestra principal motivación no debería ser esta,
pero ciertamente necesitamos tenerla ante nosotros. Conocer la verdad y no revelarla, percibir que el otro
está yendo al abismo y no advertirle, conocer la medicina y guardársela para sí mismo, son situaciones
causantes de juicio delante de Dios. El Señor le dijo a Ezequiel:

“Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y
los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le
hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su
maldad, pero su sangre demandaré de tu mano.

202
Curso de Entrenamiento de Líderes

Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por


su maldad, pero tú habrás librado tu alma. Si el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere
yo tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá, y sus justicias que
había hecho no vendrán en memoria; pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si al justo amonestares
para que no peque, y no pecare, de cierto vivirá, porque fue amonestado; y tú habrás librado tu alma”
(Ezequiel 3:17-21)

203
Curso de Entrenamiento de Líderes

El trabajo del ministro - Ganar


Clase 2

Estilos de evangelismo

Para muchos, el evangelismo es solo una obligación bíblica desagradable. Muchos evangelizan motivados
por un sentimiento de culpa, el sentimiento de que si no evangelizo, Dios cobrará eso de mí. El resultado
es que el encargo no es, de hecho, que el otro se salve, sino simplemente una descarga de la conciencia.
Es triste, pero algunos no quieren ganar almas, solo quieren librarse de la culpa, sin embargo, el
evangelismo, como Dios pretendía, no puede estar motivado por la culpa. Como sacerdotes, realmente
necesitamos estar a cargo y estar en la brecha por la salvación de las vidas. El evangelismo como Dios
pretendía debería ser una reacción natural. Nuestro corazón debe estar lleno, porque la boca habla de lo
que está lleno el corazón. Jesús dijo en Lucas 6:45: "El hombre bueno del buen tesoro del corazón
produce el bien, y el hombre malo del tesoro del mal produce el mal, porque la boca habla de lo que el
corazón está lleno".

Por lo tanto, para un creyente lleno del Espíritu, el evangelismo no es una orden, es una actitud casi
inevitable ¿Cómo puedo evitar hablar de lo que hay en mi corazón? ¿Cómo puedo callarme si mi corazón
está lleno? En nuestra mente, el evangelismo es la predicación bíblica, pero el evangelismo es sacar de lo
que está lleno tu corazón. Pero ese es el problema, algunos tienen un corazón lleno de otras cosas. Sin
embargo, el que tiene el corazón lleno del Señor inevitablemente, al hablar con alguien, tocará el tema de
las cosas espirituales.

Para algunos, sin embargo, el evangelismo es casi una neurosis: "Necesito predicar en la puerta del
autobús, en el autobús, en el aula, en todas partes" y se angustian si no pueden. Pero el evangelismo no
se trata de tener una obsesión, sino de tener un corazón lleno del Señor. A medida que estoy lleno de Él,
eso saldrá naturalmente cuando estoy hablando.

Existe un estereotipo de evangelista: alguien grita a la vuelta de la esquina hablando frenéticamente sobre
el fuego del infierno, golpeando una Biblia y mirando con molestia al incrédulo. Muchos creyentes
sinceros descartan la evangelización porque se sienten incómodos con ese estilo y erróneamente suponen
que todos deben hacerlo para evangelizar. Esta es una gran pérdida para la iglesia.
Hay tantos estilos de evangelismo como evangelistas. Para un mundo tan variado como el nuestro, con
diferentes culturas, personalidades, estatus social y educación, Dios también ha preparado un ejército de
evangelistas con diferentes estilos.

204
Curso de Entrenamiento de Líderes

No necesitamos convertirnos en algo que no somos para ser evangelistas. Necesitamos poder, unción,
oración, santidad y dependencia de Dios, pero podemos hacerlo todo siendo nosotros mismos y
evangelizando en un estilo que nos resulte familiar y cómodo.

Bill Hybels sugiere algunos estilos de evangelismos en su libro El Cristiano contagiante. Es un gran alivio
comprender que Dios nos puede usar a pesar de nuestra peculiar forma de ser y actuar. Dios usa a los
extrovertidos, pero también a los introvertidos. Tanto los más simples, como los más intelectuales son
útiles. No tenemos que violarnos a nosotros mismos tratando de ser o actuar de manera extravagante.
Podemos ser muy fructíferos tal como somos.

1. El estilo confrontacional de Pedro

Este es el estilo de Pedro. En su primera prédica, se enfrentó a los judíos, diciendo que fueron ellos
quienes crucificaron al Señor Jesús:

“Sepa pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios
le ha hecho Señor y Cristo. Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros
apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de
vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”
(Hechos 2:36-38)

Pedro era un hombre de acción: siempre fue el primero en hablar, moverse y reaccionar. Fue él quien
caminó sobre el agua, quien cortó la oreja de un sujeto en Getsemaní. Él era impetuoso.

Los que tienen el estilo de Pedro son agresivos. Exponen rápidamente el evangelio y exigen una respuesta
inmediata. No son personas diplomáticas, llenas de declaraciones cuidadosamente elaboradas, sino que
se expresan sin rodeos y directamente. Normalmente, aquellos que tienen el estilo confrontacional de
Pedro dan los frutos con mayor rapidez, pero también experimentan la mayor resistencia y el rechazo
explícito.

No es una cuestión de correcto o errado, sino de estilo. Si eres como Pedro, ten paz. El Señor te enviará
a aquellos que necesitan escuchar el evangelio a través de la confrontación.

2. El estilo intelectual de Pablo

Este era el estilo que usualmente usaba Pablo. Era muy culto, extremadamente inteligente y capaz de
hacer argumentos irrefutables. Por lo general, a las personas de este estilo les gusta abogar por la fe,
defender el evangelio y no les importa participar en debates y debates intelectuales. Para ellos, dar
testimonio del evangelio también implica presentar evidencia abrumadora de todas las verdades de la fe.
Conocen mucho la Biblia y no se sienten intimidados cuando se les pregunta, ya que siempre tienen
preparada una respuesta adecuada.

Su estrategia de evangelismo preferida es lograr que el otro sea arrinconado sin otra alternativa que
ponerse de parte de Cristo.

Cierta vez en Atenas, Pablo usó ingeniosamente el altar del dios desconocido como una forma de
presentar el evangelio.

205
Curso de Entrenamiento de Líderes

“porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción:
AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio”
(Hechos 17:23)

¿No es fantástico? Pablo usó el altar del dios no conocido como carnada para decirles a los griegos que
el Señor era precisamente al que no conocían. Los griegos eran muy religiosos y adoraban a miles de
dioses, pero temiendo que algún dios desconocido pudiera estar enojado con ellos, hicieron un altar a
este dios no conocido.

Si hubiese sido Pedro predicando allí, él hubiera dicho: “¡Idólatras! ¡Necesitan arrepentirse! Detrás de
estos ídolos hay demonios. Eso ciertamente sería correcto, pero creo que no era el estilo más apropiado
para evangelizar a aquellos atenienses intelectuales. Algunas personas necesitan una presentación del
evangelio más persuasiva y académica. No se dejan confrontar, pero deben ser persuadidos.

“Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de reposo discutió con ellos,
Declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y
resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo. Y algunos de ellos
creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos piadosos gran número, y mujeres nobles
no pocas” (Hechos 17:2-4)

El Señor sabe que cada tipo de persona necesita un estilo específico de evangelismo, por lo que ha
colocado diferentes estilos dentro de la iglesia para que podamos llegar a todos. No necesitamos
cuestionar qué estilo es más efectivo, solo necesitamos saber qué estilo será el más apropiado para una
circunstancia particular o grupo de personas.

3. El estilo del testimonio del ciego

Este es el estilo del ciego que fue sanado por Jesús en Juan 9. El Señor colocó saliva en sus ojos y le dijo
que se lave en el tanque. Cuando se lavó, pudo ver. Los fariseos lo llamaron y le preguntaron quién lo
había sanado. El ciego no había visto a Jesús, porque comenzó a ver después de que se lavó en el estanque;
por lo tanto, su respuesta fue emblemática: "Quién era yo no lo sé, solo sé que estaba ciego y ahora veo"
(Juan 9:25).

Este es el tipo de testimonio que todos necesitamos aprender desde nuestra conversión. De hecho, es la
forma de evangelizar del nuevo convertido. Si se le pregunta acerca de Jesús, la Biblia o la iglesia, él
simplemente responde: “No lo sé todavía, solo sé que fui drogadicto y fui puesto en libertad. Solo sé que
era borracho y ahora estoy lúcido. Solo sé que era un libertino, pero ahora soy un esposo fiel". Este es el
mejor tipo de testimonio porque, contra los hechos, no hay argumentos. Las personas pueden tener
muchas consideraciones sobre la iglesia y la Biblia, pero no tienen más remedio que reconocer que esa
persona ha cambiado.

Este tipo de evangelista no confronta ni intelectualiza. Él solo cuenta la historia de lo que Dios ha hecho
en su vida. La única condición para este estilo es tener una experiencia real de sanidad, liberación o
transformación. Como tenemos esa experiencia, no necesitamos predicar la Biblia, solo debemos dar
testimonio de lo que el Señor ha hecho en nuestras vidas y desafiar a las personas a tener la misma
experiencia. El ciego no se enfrentó como Pedro ni persuadió con argumentos profundos como Pablo,
simplemente testificó de su propia experiencia.

206
Curso de Entrenamiento de Líderes

Sería bueno que cada creyente escribiera su propio testimonio para familiarizarse con él y presentarlo de
manera clara y objetiva.

4. El estilo para compartir la fe del gadareno

En Marcos 5:1-20, leemos la historia del gadareno endemoniado. Después de ser liberado, le rogó a Jesús
para seguirlo, pero el Señor le ordenó que se fuera a su casa y fuera testigo delante de su propia familia.
Quería ser el decimotercer discípulo, quería seguir a Jesús, pero el Señor no lo dejó, sino que le ordenó
que regresara a casa.

“Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él. Mas Jesús
no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha
hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti” (Marcos 5:18-19)

La mayoría de nosotros no podemos acercarnos a un extraño para presentar nuestro testimonio, nunca
tocarás la puerta de un extraño para evangelizar. La mayoría se retrae naturalmente y nunca se parará en
una esquina para predicar a la gente; sin embargo, nadie está exento de la responsabilidad de testificar. Al
menos pueden compartir la fe con su familia. Pueden dirigirse a sus familiares con oración y ayuno y
luego compartirles cómo el amor de Dios ha cambiado sus vidas.

Después de evaluar, puedes concluir que tienes más de un estilo de testificar. Esto ciertamente es verdad
para muchos de nosotros. Si este es su caso, recuerde que a quien se le ha dado mucho, se le requerirá
mucho, y a quien se le ha confiado mucho, se le pedirá mucho más (Lucas 12:48).

5. El estilo relacional de Mateo

“Después de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos
públicos, y le dijo: Sígueme. Y dejándolo todo, se levantó y le siguió. Y Leví le hizo gran banquete en su
casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos” (Lucas 5:27-29)
El estilo de Mateo apunta a aquellos que son conocidos, los profesionales admirados y reconocidos por
su competencia. Es el ejecutivo bien conectado en su empresa o el deportista popular. Mateo era
recaudador de impuestos y como tal, tenía numerosos amigos. Ciertamente era un hombre muy próspero.

Después de aceptar la invitación para ser discípulo de Jesús, decidió hacer todo lo posible para atraer a
sus amigos. Así vemos en Lucas 5:29 que él organizó una gran fiesta para todos los recaudadores de
impuestos para ponerlos en contacto con Jesús.

Curiosamente Mateo no celebra una reunión religiosa. Si fuera uno de nosotros, preferiríamos adorar,
por lo que perdimos grandes oportunidades para influenciar. La gente no se siente atraída por una
ceremonia religiosa, sino abierta a una fiesta en su casa.

Necesitamos identificar a aquellos entre nosotros que son como Mateo y guiarlos a usar su influencia
para evangelizar. No es un tipo de evangelismo asociado con la religión, sino uno a través del cual se
puede exponer el evangelio mientras se come una buena parrilla.

Desafortunadamente, después de que las personas se convierten, pierden gradualmente la amistad con
los no creyentes. Por lo tanto, pierden esas conexiones y amistades que les permiten evangelizar. Esto se
debe a que enfocamos nuestra atención en la vida de la iglesia y la comunión con nuestros hermanos,
pero también sucede porque nuestros amigos incrédulos se están alejando, ellos se dan cuenta de que ya

207
Curso de Entrenamiento de Líderes

no tenemos los mismos valores. Por lo tanto, un nuevo convertido debe ser entrenado para testificar en
los primeros pasos de la fe.

Una razón por la que dejamos de contactar a los no creyentes es que no queremos que nos llamen amigos
de los pecadores, pero es interesante que esto es exactamente lo que los fariseos dijeron sobre Jesús en
los siguientes versículos.

“Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con
publicanos y pecadores? Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de
médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento” (Lucas
5:30-32)

Este es el estilo que prioriza nuestra red de relaciones. Mateo no los enfrentó ni los desafió
intelectualmente, solo desarrolló la amistad entre ellos. Los invitó a su casa, quería influenciar en ellos.
Hay personas que tienen una extraordinaria facilidad para hacer amigos, con unas pocas palabras y una
buena anécdota, llaman la atención de todos. Estos son ciertamente los Mateo dentro de la iglesia.

6. El estilo de invitación de la mujer samaritana

En Juan 4 tenemos la historia de la mujer samaritana. Después de encontrarse con el Señor, ella fue a la
ciudad e invitó a la gente a venir a conocer al Señor. La samaritana fue una evangelista de invitación. Su
estilo era simplemente invitar.

“Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre que
me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo? Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a
él” (Juan 4:28-30)

En el momento de mi conversión, el trabajo de los creyentes consistía prácticamente en invitar a las


personas a escuchar la prédica evangelística dominical. Ciertamente es una gran pérdida para la iglesia si
restringimos el ministerio de los creyentes a una eventual invitación a un incrédulo. Sin embargo, no
podemos pasar por alto este tipo de evangelismo. Invitar a alguien a asistir al servicio es muy importante.
Incluso si el mensaje no es evangelístico, el visitante siempre será impactado por la adoración en la
congregación, la oración que hacemos por él y el ambiente entre los hermanos.

El Señor no había hecho milagros por la mujer samaritana, Él solo predicó y se reveló como el Mesías.
Ella salió e invitó a toda la ciudad a escucharlo. Muchos no son confrontacionales, ni intelectuales, no
tienen un testimonio dramático que contar, ni son particularmente amigables. Sin embargo, pueden
invitar a las personas a asistir a los servicios.

Es cierto que solo invitar no significa que estoy evangelizando, pero aun así puede ser una gran bendición.
Podemos invitar a personas a asistir al encuentro, la célula y la reunión de celebración. En cualquier caso,
el invitado será muy bendecido.

7. El estilo del servicio de Dorcas

Dorcas era un evangelista de servicio. Su estrategia no era exactamente palabras, sino acción. En Hechos
9, leemos sobre sus actos de bondad. Cosió ropa para los pobres y la distribuyó en el nombre de Jesús.

208
Curso de Entrenamiento de Líderes

Es probable que ella nunca haya predicado un sermón como Pablo o Pedro y tal vez no haya tenido un
testimonio dramático que contar. Sin embargo, a través de sus actos de bondad, atrajo a muchos a Cristo.

“Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba
en buenas obras y en limosnas que hacía” (Hechos 9:36)

Exponemos aquí al menos siete estilos de evangelismo ¿Con cuál te identificas? Muchos pueden tener
más de un estilo. Esto significa que Dios te ha dado muchas herramientas útiles para la evangelización.
Pero ciertamente puedo decir que no hay ningún miembro de la iglesia que no tenga al menos uno de
estos estilos; por lo tanto nadie tiene excusas. Salgamos a cosechar, porque la mies ya está madura.

El trabajo del ministro - Ganar


Clase 3

Antes de la gracia, la ley

Tiempo atrás, estaba un poco decepcionado por el nivel de consolidación de los nuevos convertidos en
nuestra iglesia. Miles de personas se convierten en nuestra iglesia cada año, pero una pequeña parte es la
que realmente se afirma. Sé que parte del problema está en nuestro trabajo de consolidación. Ciertamente
no hemos monitoreado adecuadamente cada nuevo convertido, pero eso no explica todo. Hay otra parte
del problema que está en la forma en que evangelizamos.

209
Curso de Entrenamiento de Líderes

Me di cuenta de que las personas se han sentido atraídas por la iglesia con un mensaje de mejor calidad
de vida. El evangelio que predicamos ha sido como: "Jesucristo te dará paz, alegría, amor, realización
personal y felicidad". De hecho, hacemos lo que se ha convertido en un patrón en nuestro tiempo, pero
en los días de los apóstoles los pecadores fueron traídos a la salvación porque estaban convencidos del
pecado.

El Espíritu Santo siempre nos guía en el camino que debemos seguir. Me gustaría resumir en una
ilustración el pensamiento que entiendo que es la base de nuestro evangelismo.

Dos hombres están sentados en un avión. El primero recibe un paracaídas y está orientado a ponérselo,
ya que esto mejoraría la calidad de su vuelo. Al principio es algo escéptico porque no puede entender
cómo usar un paracaídas en un avión podría mejorar la calidad de su vuelo. Pero después de un tiempo,
decide experimentar para ver si lo que le dijeron fue realmente cierto. Luego cuando coloca el paracaídas,
nota el peso sobre los hombros y le resulta difícil sentarse derecho. Aun así, no se quita el paracaídas de
inmediato, ya que le consuela el hecho de que le dijeron que mejoraría su vuelo. Entonces, decide tomarse
un momento para ver si realmente funciona. Mientras espera se da cuenta de que algunos de los pasajeros
se ríen de él por usar un paracaídas en pleno vuelo, comienza a sentirse humillado. Cuando los otros
pasajeros comienzan a señalarlo y reír, ya no puede más, se acurruca en su asiento y se quita el paracaídas
y lo deja en el suelo. La desilusión y la amargura llenan su corazón, porque parece que le han dicho una
gran mentira.

El segundo hombre también recibe un paracaídas, pero escucha lo que se le dice: "Ponte este paracaídas,
porque en cualquier momento tendrás que saltar de este avión y nosotros estaremos a 25,000 pies de
altura". Está muy agradecido e inmediatamente se pone el paracaídas. Ni siquiera nota el peso del objeto
sobre sus hombros, y mucho menos se molesta con el hecho de que no puede sentarse derecho, porque
su mente está consumida por la idea de lo que sucedería si saltara sin el paracaídas.

Veamos el motivo y el resultado de la experiencia de cada pasajero. La razón por la que el primer hombre
se puso el paracaídas fue solo para mejorar la calidad de su viaje. El resultado de la experiencia fue que
se sintió avergonzado de los otros pasajeros, estaba desilusionado y muy amargado por quienes le dieron
el paracaídas. Posiblemente nunca aceptes algo así de nuevo. El segundo hombre se colocó el paracaídas
simplemente para escapar del salto a la muerte y debido al conocimiento de lo que sucedería si saltara sin
preparación, tiene una profunda alegría y paz en su corazón, sabiendo que se salvará de una muerte segura
y terrible. Tal conocimiento le da la capacidad de resistir la burla de otros pasajeros. Su actitud hacia quién
le ofreció el paracaídas es profundo agradecimiento.

Esta simple historia es una ilustración de lo que estamos haciendo cuando evangelizamos. ¿Qué solemos
decir a las personas cuando evangelizamos? “Pon al Señor Jesucristo en tu vida, Él te dará amor, alegría,
paz, realización personal y felicidad". En otras palabras, "Jesús mejorará tu viaje". De esta manera el
pecador responde al llamado de manera experimental y se "pone" al Señor Jesús para ver si la
"propaganda" es verdadera ¿Y de qué se trata? Tentación, tribulación y persecución. Los otros pasajeros
se burlan de él ¿Qué hace él entonces? Arranca al Señor Jesús y lo expulsa. Estaba decepcionado, porque
le prometieron paz, alegría, amor, satisfacción y felicidad, y todo lo que obtuvo fue pruebas y humillación.
Luego continúa señalando su amargura hacia aquellos que le han dado las "buenas noticias". Su último
estado es peor que el primero: se ha convertido en un desviado ciego contra el evangelio.

210
Curso de Entrenamiento de Líderes

Lo que quiero decir es que, en lugar de predicar que Jesús mejora la calidad del vuelo, deberíamos estar
advirtiendo a los pasajeros que tendrán que saltar del avión. En otras palabras, necesitamos decir que está
determinado que el hombre muera una vez, y después de esto vendrá el juicio (Hebreos 9:27). Y luego,
cuando el pecador comprende las horribles consecuencias de violar la ley de Dios, se apresurará hacia el
Salvador para escapar de la ira venidera. Si somos testigos verdaderos y fieles, esto es lo que debemos
predicar: que hay una ira venidera, que Dios "ordena a todas las personas en todas partes que se
arrepientan" (Hechos 17:30) ¿Por qué arrepentirse? Porque ha establecido un día en el que juzgará al
mundo con justicia (v. 31). No importa cuán feliz pueda ser el pecador o cuánto puede estar disfrutando
de "los placeres del pecado" (Hebreos 11:25), sin la justicia de Cristo, perecerá en el día de la ira.

La paz, la alegría y la vida abundante son frutos de salvación, pero no es mejor usar tales frutos como
propaganda para la salvación. Si hacemos esto, los pecadores responderán al mensaje por un motivo
impuro, sin arrepentimiento.

¿Sabes por qué el segundo pasajero tuvo alegría y paz de corazón? Porque sabía que el paracaídas lo
salvaría de una muerte segura. Y como dice Pablo, tengo "gozo y paz al creer" (Romanos 15:13), porque
sé que la justicia de Cristo me librará de la ira venidera.

Ahora con estos pensamientos en mente, veamos cuidadosamente un incidente a bordo del avión.
Aparece una nueva azafata, ella lleva una bandeja de café hirviendo. Es su primer día en el trabajo.
Mientras camina por el pasillo, tropieza y echa café caliente en el regazo de nuestro segundo pasajero
¿Cuál es su reacción al sentir que el líquido hirviendo le quema la piel? ¿Tira el paracaídas al suelo? ¿Se
enfurece y dice: "¡Maldito paracaídas!?" No ¿Por qué haría eso? No se colocó el paracaídas para mejorar
la calidad de su vuelo. Se lo puso para salvarse de una muerte segura. Como resultado, el incidente hace
que se aferre aún más al paracaídas y apenas puede esperar para saltar.

Si nos "ponemos" al Señor Jesús por la razón correcta; es decir para escapar de la ira venidera, cuando
llegue la tribulación, cuando la huida se vuelva turbulenta, no estaremos enojados con Dios o perderemos
nuestra paz y alegría. ¿Por qué haríamos eso? No aceptamos a Jesús para mejorar nuestro estilo de vida,
lo aceptamos para escapar de la ira venidera; por lo tanto, en lugar de desviarnos de la fe, la tribulación
acerca al verdadero creyente al Señor. Desafortunadamente tenemos multitudes de personas que profesan
ser cristianas, pero pierden su alegría y paz cuando el vuelo se vuelve turbulento ¿Por qué? Porque son
producto de un evangelio humanista. Estos creyentes vienen a Jesús sin arrepentimiento, sin el cual no
hay salvación.

Las personas necesitan verse perdidas antes de clamar por misericordia, no escaparán del peligro hasta
que lo vean. Es como tratar de salvar a alguien de ahogarse cuando no cree que se está ahogando. La ves
en el lago y piensas: "Creo que se está ahogando". Luego saltas al agua y la arrastras hacia la arena sin
decir nada. Ella no estará feliz, puedes estar seguro. Ella no querrá ser salvada hasta que esté en peligro.
Del mismo modo, los pecadores no huirán de la ira venidera sin verla primero.

Imaginemos otra situación. Vienes a mí y me dices: “Mira, esta es la cura para el mal de Groaninzin.
Vendí mi casa para recaudar dinero para comprar este medicamento. Tómalo, es un regalo para ti”.
Probablemente reaccionaría así: “¿Qué? ¿Cura para qué? ¿Enfermedad de Groaninzin? ¿Vendió su casa
para recaudar dinero para comprar este medicamento? ¿Y me estás dando un regalo? Pues muchas gracias
¡Adiós! Este tipo está loco". Esta sería probablemente la forma en que reaccionaría si vendieras tu casa
para comprar medicamentos para curarme de una enfermedad de la que nunca he oído hablar.
Especialmente si vinieras a ofrecérmela gratis, lo encontraría muy extraño.

211
Curso de Entrenamiento de Líderes

Sin embargo, si en lugar de eso vienes a mí y me dices: “Mira, tienes el mal de Groaninzin. Ya puedo ver
diez síntomas claros en tu piel ¡Morirás en dos semanas!” Me convencería de que tenía la enfermedad (ya
que los síntomas eran tan obvios) y diría: “¡Oh! ¿Qué voy a hacer ahora? ” Entonces responderías: “No
te preocupes. Aquí tengo un remedio para tu enfermedad, vendí mi casa para comprar este medicamento.
Tómalo, es un regalo para ti” En esta situación, no despreciaría tu sacrificio. Por el contrario, estaría
agradecido y tomaría posesión de él ¿Por qué? Porque al ver la enfermedad que me consumía, quiero la
cura.
Nuestro problema es que hemos predicado la sanidad sin convencernos de la enfermedad. Hemos
predicado el evangelio de la gracia sin convencer primero a los pecadores de la ley, es decir convencerlos
de que son transgresores.

1. La gracia solo tiene sentido si hablamos primero de la ley

Después de escuchar todo esto, podrías decir: "No puedes andar condenando a los pecadores". La
verdad, sin embargo, es que ya están condenados. Juan 3:18 dice: "El que no cree, ya está condenado".
Todo lo que hace la ley es mostrar a los pecadores su verdadero estado.

¿Alguna vez has notado cómo la luz solar revela polvo en una habitación? Después de desempolvar su
mesa, abre las cortinas y deja que entre el sol de la mañana ¿Qué ves en la mesa? Polvo ¿Qué ves en el
aire? Polvo ¿Fue la luz la que creó el polvo? No, la luz simplemente expuso el polvo. Y cuando tú y yo
decidimos abrir las cortinas (el velo) del Lugar Santísimo y dejar que la luz de la ley de Dios brille sobre
los corazones de los pecadores, lo que sucede es que ellos se ven a sí mismos de verdad. Es por eso que
Pablo dijo: "Por la ley viene el conocimiento del pecado" (Romanos 3:20). Es por eso que él dijo: "a fin
de que por el mandamiento, el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso” (Romanos 7:13). En otras
palabras, la ley te mostró el pecado en su verdadera luz.

Cuando estamos evangelizando, necesitamos exponer gradualmente la verdad del evangelio, comenzando
por entender la ley de Dios, el pecado y sus consecuencias.

En Juan 4, podemos ver a Jesús evangelizando a la mujer samaritana. El Señor comenzó en el nivel
natural, cambió a lo espiritual, trajo la convicción de pecado usando el séptimo mandamiento y luego se
reveló como el Mesías. Entonces, cuando me encuentro con alguien, hablo sobre el clima, los deportes,
etc. y que la persona se dé cuenta de que soy un chico normal. Cuento una broma aquí, otra allá y luego
deliberadamente cambio del nivel natural al espiritual. Una buena herramienta para hacerlo es el folleto
de la décima primera pregunta.
2. La décima primera pregunta

Mi querido amigo el pastor Giles Stevens ha hecho lo que considero una de las mejores herramientas que
conozco para evangelizar. Precisamente porque se basa en este principio: antes de mostrar gracia, habla
de la ley. Hizo un folleto llamado "La décima primera pregunta", en el que usa los Diez Mandamientos
para guiar a una persona a comprender que es un pecador y necesita la gracia de Dios. El folleto actúa
como una prueba espiritual. Describiré el proceso en pocas palabras.

Imaginemos que lo estoy aplicando a alguien. Comenzaría diciendo: “Sabes, lo que estoy haciendo es una
especie de prueba espiritual ¿Te gustaría hacerlo? Para eso, usamos los Diez Mandamientos", si él
responde negativamente: “¿Diez mandamientos? Muchas gracias, pero no", entonces no está abierto; sin
embargo la reacción habitual es: “¿Diez mandamientos? ¡Wow! ¡Muy interesante!". Entonces le digo:
"¿Crees que has guardado los Diez Mandamientos?" Él responde: "Ah, Sí. ¡Creo que sí!” Lo invito:

212
Curso de Entrenamiento de Líderes

“¿Vamos a echarles un vistazo? ¿Alguna vez has dicho una mentira en tu vida?" Él dice: "¡Oh, sí! En una
o dos oportunidades”. Le pregunto: "¿Qué hace eso de ti?" Él dice: "Un pecador". Insisto: “No, no.
Específicamente, ¿qué hace eso de ti? ”Él responde: “¡Oye, hombre, no soy un mentiroso!”. Le pregunto:
“¿Cuántas mentiras tienes que contar para ser considerado mentiroso? ¿No es cierto que si dices al menos
una mentira eso ya te hace mentiroso? ”Él dice: “Sí... creo que tienes razón”. Le pregunto: “¿Alguna vez
has robado algo en tu vida? ¿Incluso algo de poco valor?” Y él dice: “No” Entonces le digo: "Espera un
minuto, acabas de admitir que eres un mentiroso" y le pregunto "¿Qué hace eso de ti?" Él dice: "Un
ladrón". Sigo diciendo: “Jesús dijo que si miras a una mujer para codiciarla, cometes adulterio con ella en
tu corazón (Mateo 5:28). ¿Has hecho eso?" Él responde: "Si, muchas veces". Entonces le digo “Por tu
propia confesión, eres un mentiroso, un ladrón y un adúltero de corazón, y tendrás que enfrentar a Dios
en el Día del Juicio. Y mira, solo usamos tres de los Diez Mandamientos. Hay siete más con sus cañones
dirigidos hacia ti ¿Alguna vez has usado el nombre de Dios en vano?" "Sí... he estado tratando de
detenerme". Luego le pregunto: “¿Sabes lo que eso te hace? En lugar de usar una repugnante palabra de
seis letras que comienza con m para expresar tu enojo, estás usando el nombre de Dios. Esto se llama
blasfemia y la Biblia dice: "Cada palabra frívola que alguien pronuncie dará cuenta en el día del Juicio"
(Mateo 12:36). “El Señor no lo tendrá por inocente si toma su nombre en vano” (Éxodo 20:7). “La Biblia
también dice que si odias a alguien eres un asesino (1 Juan 3:15) ". Después de alcanzar el décimo
mandamiento, tendrá una serie de malos adjetivos que te acompañen.

Entonces le digo: "Si Dios te juzga a través de esta norma el día del juicio ¿serás inocente o culpable?" Él
dice: "Culpable". Entonces le digo: "¿crees que irás al cielo o al infierno?" La respuesta habitual es: "Al
cielo". Le pregunto: "¿Por qué piensas eso? ¿Es porque piensas que como Dios es bueno, Él pasará por
alto tus pecados?" Él responde: "Eso es todo. Él revelará mis pecados". Bueno, intente esto en un tribunal
de justicia. Imagine que cometió violación, asesinato, narcotráfico, varios delitos graves. El juez dice:
“Eres culpable. Toda la evidencia está aquí ¿Tiene algo que decir antes de que pronuncie su sentencia?”
Usted responde: “Sí señor, me gustaría decir que creo que eres un buen hombre y que no tendrás en
cuenta mis crímenes” El juez probablemente dirá: “Tienes razón en una cosa: soy realmente un buen
hombre y debido a mi amabilidad, me aseguraré de que se haga justicia. Debido a mi amabilidad me
aseguraré de que seas castigado” ¡Esto es exactamente lo que le sucederá al pecador el día del juicio!

Ahora con este conocimiento, el pecador puede entender el mensaje. Ahora tiene la luz necesaria para
comprender que su pecado es principalmente vertical: que ha pecado contra el cielo (Lucas 15:21), ha
violado la ley de Dios y esto lo ha enojado, y que la ira de Dios permanece sobre él (Juan 3:36). Ahora
puedes ver que fuiste "pesado en la balanza" de la justicia eterna y "fuiste hallado en falta" (Daniel 5:27).
Ahora entiendes la necesidad de un sacrificio. "Cristo nos redimió de la maldición de la ley, convirtiéndose
en una maldición por nosotros" (Gálatas 3:13). "Dios ha mostrado su amor por nosotros, porque cuando
aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8). Rompemos la ley, Cristo pagó la
multa. Es así de simple y si las personas se arrepienten y ponen su fe en Jesús, Dios cancelará sus pecados
para que en el día del Juicio, cuando se reabra el caso, Dios pueda decir: "Su proceso se cerró por falta
de evidencia".

3. El lugar de la ley en la predicación.

Si no usamos la ley para proclamar el evangelio, llenaremos nuestras iglesias con falsos convertidos.
Personas con un corazón cuya tierra es pedregosa y que inicialmente solo reciben el mensaje con alegría.

John Wesley dijo que la predicación de un evangelista debe ser 90% de ley y 10% de gracia. Entonces,
uno podría preguntarse: “¿90% de ley y 10% de gracia? ¿Pero no predicamos el evangelio de la gracia?
¿No podría ser al menos el 50% para cada uno?” Piénselo de esta manera: yo soy el médico, usted es el

213
Curso de Entrenamiento de Líderes

paciente. Tienes una enfermedad terminal, tengo el remedio, pero es absolutamente esencial que estés
completamente comprometido con la sanidad, porque si no estás 100% comprometido, no funcionará.
¿Cómo debo lidiar con esta situación? Probablemente así: “Ven aquí, toma asiento. Tengo una noticia
muy seria que decirte: tienes una enfermedad terminal". Empiezas a temblar. Como médico, pienso para
mí mismo: "Genial, está comenzando a darse cuenta de la gravedad de la situación". Les presento gráficos,
rayos X, que muestran la enfermedad que consume su cuerpo, hablo durante diez minutos sobre esta
terrible enfermedad. ¿Cuánto tiempo entonces crees que tendré que hablar sobre la sanidad? No mucho
tiempo. Entonces cuando tiemblas después de diez minutos, digo: "Por cierto, aquí está el remedio".
Agarras la medicina y la tratas con facilidad, tu conocimiento de la enfermedad y sus horribles
consecuencias lo hicieron desear una sanidad.

Charles Spurgeon dijo: "Los hombres no aceptarán la gracia hasta que tiemblen ante una ley justa y santa".
Charles Finney dijo: "Cada vez más, la ley debe allanar el camino para el evangelio". Además dijo:
"Descuidar esto en la instrucción de las almas seguramente dará como resultado una falsa esperanza, la
introducción de un falso estándar de experiencia cristiana y llenará la iglesia con falsos convertidos".

En este punto, podemos volver a esa ilustración de nuestro pasajero en el avión. Estás en el avión,
bebiendo café, pellizcando una galleta y viendo una película. El vuelo es genial, muy agradable incluso
cuando de repente escuchas: “Aquí, es el comandante quien habla, tengo una noticia para todos. La cola
de este avión acaba de romperse, así que nos caeremos, es una caída de 25,000 pies. Hay un paracaídas
debajo de su asiento. Por favor, pónganselos ahora. Gracias por su atención y preferencia". Usted dice:
"¿Qué? ¿25 mil pies? ¡Wow! ¡Qué alegría tener un paracaídas! “Así que miras y ves al chico de al lado
pellizcando una galleta, tomando una taza de café y viendo una película y le dices: “Disculpe ¿no escuchó
al comandante? ¡Ponte el paracaídas!” Se vuelve hacia ti y te dice: “¡Ah! ¡No creo que el comandante se
haya expresado correctamente! Además, estoy muy feliz de esa manera, gracias” Ahora, te volverás hacia
él, pero no dirás: “¡Oh! ¡Por favor ponte el paracaídas! ¡Es mejor que tu película!” Eso no tiene sentido.
Si quieres que se ponga el paracaídas, avísale sobre el salto. Dirígete a él y dile: “Disculpa. Ignora al
comandante si quieres, pero si saltas sin el paracaídas morirás” Él dice: "¿Qué? ¿Cómo dijiste?" "Dije que
si saltas sin paracaídas, caerás al suelo. Ley de la gravedad ¿recuerdas?" "¡Dios! Ahora entendí ¡Gracias!”
Mientras te asegures que este hombre sabe que tiene que saltar por la puerta y enfrentar las consecuencias
de la Ley de la Gravedad, nadie podrá sacarle el paracaídas, ya que su vida depende de ello.

Ahora, si miramos alrededor, veremos a varios pasajeros disfrutando del vuelo. Están disfrutando los
placeres del pecado por algún tiempo. Póngase en contacto con estas personas y diga: “Disculpe
¿Escucharon la orden del comandante sobre la salvación? Pónganse el paracaídas de Cristo". Una de las
personas se vuelve hacia ti y te dice: “¡Ah! No creo que eso sea lo que Dios quiere decir. Dios es Amor.
Además, estoy muy feliz tal como soy, gracias” Podrías decírselo de otra forma: “Por favor, ponte el
paracaídas de Jesucristo. Él te dará amor, alegría, paz, realización personal y felicidad sin fin. Tienes un
vacío en tu corazón que solo Dios puede llenar, si tienes problemas con el matrimonio, las drogas, el
alcohol, todo lo que tienes que hacer es entregar tu corazón a Jesús" No lo hagas de esta forma; pues si
lo haces, le estás dando a esta persona la razón equivocada para su compromiso con Cristo. En cambio,
al advertirle sobre el salto solo hay que decir: “Oye, se determina que las personas mueran una vez. Si
mueres con tus pecados, Dios se verá obligado a hacer justicia y el juicio del Señor será completo.
Entonces, si alguna vez has codiciado a alguien sexualmente, has practicado el adulterio en tu corazón.
Si alguna vez has odiado a alguien, has matado a la persona en tu corazón. Jesús advirtió que la justicia
será completa: el puño cerrado de la ira eterna vendrá sobre ti (PLOFT), convirtiéndote en polvo. Dios
los bendiga".

214
Curso de Entrenamiento de Líderes

4. ¿Predicamos la ley o el infierno?

No estoy hablando de predicar el fuego del infierno. Tal predicación produce convertidos temerosos,
pero el uso de la ley de Dios produce convertidos llenos de lágrimas. Los primeros vienen a Cristo porque
quieren escapar del fuego del infierno, pero en sus corazones probablemente piensan que Dios es duro
e injusto, porque la ley de Dios no se usó para mostrarles cuán malo es el pecado. No pueden ver que se
merecen el infierno y por lo tanto, no entienden la misericordia o la gracia; por lo tanto carecen de gratitud
a Dios por su misericordia. La gratitud es la motivación básica del evangelismo. No habrá celo en el
corazón de un falso convertido para evangelizar.

Cuando hablamos por primera vez de la ley de Dios al pecador, él viene a Cristo sabiendo que ha pecado
contra Dios, que los ojos de Dios están observando el bien y el mal en todas partes, que Dios ve la
oscuridad como luz pura, que Dios ha visto tus pensamientos. Si Dios, en su santidad, en el día de la ira,
hiciese manifiestos todos los pecados ocultos de tu corazón, todas tus acciones manifestadas en secreto,
si manifestara toda la evidencia de tu culpa, Dios te tomaría como algo impuro y te echaría en el infierno,
aplicándote su justicia. Pero en cambio, Dios te dio misericordia, te mostró su amor, porque siendo aún
un pecador, Cristo murió por ti. Entonces es necesario que caigas de rodillas ante la cruz manchada de
sangre y di: “¡Oh Dios, si haces esto por mí, haré todo por ti! ¡Me complace hacer tu voluntad, oh Dios
mío! Tu ley está escrita en mi corazón y como el hombre que sabía que tenía que saltar por la puerta del
avión y enfrentarse a las consecuencias de violar la ley de la gravedad y que nunca se quitaría el paracaídas,
porque su propia vida dependía de él, del mismo modo son todos los que acuden al Salvador. Sabiendo
que debe enfrentar a Dios cara a cara en el día de la ira: nunca despreciarán la justicia de Dios en Cristo,
porque su propia vida depende de ello.

El trabajo del ministro - Ganar


Clase 4
215
Curso de Entrenamiento de Líderes

Cómo testificar

En el capítulo 4 de Juan, el Señor Jesús nos da una lección práctica sobre cómo podemos dar testimonio
del Evangelio. Ese fue un encuentro casual como muchos que tenemos a diario, pero el Señor no dejó
pasar esa oportunidad. En pocas palabras, guio a la mujer a la salvación.

En este encuentro del Señor con la mujer samaritana, demostró de manera práctica la forma más efectiva
de hacer evangelismo personal. Paul Little, en su libro Como testificar, nos presenta siete puntos. Así que
veamos siete pasos sobre cómo dar nuestro testimonio de manera efectiva.

1. Hacer contacto con personas de afuera

“Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos
que Juan (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos), salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea. Y le
era necesario pasar por Samaria. Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad
que Jacob dio a su hijo José. Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó
así junto al pozo. Era como la hora sexta” (Juan 4:1-6)

Una de las razones básicas de nuestra infructuosa evangelización es porque no tenemos contacto con los
no creyentes. Jesús fue llamado amigo de publicanos y pecadores. Por supuesto, el Señor nunca estuvo
involucrado en el pecado, pero su santidad no fue un impedimento para que Él tuviera contacto con
personas de todo tipo.

“Después de estas cosas salió y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos,
y le dijo: Sígueme. Y dejándolo todo, se levantó y le siguió. Y Leví le hizo gran banquete en su casa; y
había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos. Y los escribas y los
fariseos murmuraban contra los discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y
pecadores?
Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No
he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento” (Lucas 5:27-32).

No confundas la separación del mundo con el aislamiento del mundo (Juan 17: 15; 1 Corintios 5:9-11).
En la enseñanza de la Palabra, hay "un mundo" para ser odiado y "un mundo" para ser amado. El mundo
que se odia está formado por espíritus de maldad, envidia, corrupción, malicia, manipulación, odio, ira,
enojo, persecución, antipatía, falta de afecto y prejuicio de los demás. El mundo a ser amado, por otro
lado, está hecho de personas, de todo tipo de personas y tiene que ver con la celebración de la vida, la

216
Curso de Entrenamiento de Líderes

alegría, la comunión humana, la sociabilidad que une lo diferente, ya que ese mundo es el objeto del amor
de Dios: la humanidad.

Si el mundo según Jesús, fuese una fiesta, una bebida, un baile, etc., entonces debería decirse que Jesús
era un mundano, ya que comió todo (hasta el punto de ser llamado glotón), bebió todo (hasta el punto
de ser designado como bebedor de vino), caminó con todos (hasta el punto de ser llamado amigo de los
pecadores) y no creó eventos para pecadores por un lado y discípulos por el otro. Por el contrario, llevó
a los discípulos a la casa de los publicanos, a la fiesta de los pecadores, a los banquetes de lo mundano,
desde el punto de vista de la religión.

La separación es la estrategia de Dios para nuestra santificación, pero el aislamiento es la estrategia del
diablo para evitar que infectemos a las personas con el virus sagrado de la vida de Dios. Cuando una
persona está infectada con un virus peligroso, el departamento de salud pública la aísla para evitar la
propagación de la enfermedad. El diablo hace lo mismo. Él busca aislar a los creyentes para que otros no
se contaminen con la misma fe. La oración del Señor fue clara: "No te pido que los saques del mundo,
sino que los libres del mal" (Juan 17:15).

Cierta vez, una persona me dijo que nunca podría aceptar una célula de la iglesia en su hogar, porque
nunca permitiría la entrada de los impíos. Ella me dijo que solo pensar en alguien siendo oprimido en su
sala eso la dejaba completamente abrumada y cerraba toda posibilidad. No es de extrañar que la iglesia
no avance, tales creyentes piensan que son más puros y más espirituales, pero en realidad son parte del
equipo de los fariseos, no del grupo de Jesús. Pablo les dijo a los creyentes de corintios que se apartaran
de los falsos hermanos, pero que no se apartaran de los incrédulos.

“Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; no absolutamente con los fornicarios de
este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario
salir del mundo. Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere
fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis” (1 Corintios
5: 9-11).

No deberíamos por supuesto sentarnos en medio de escarnecedores para participar en sus burlas, pero
debemos sentarnos con ellos para entablar una relación y desarrollar cierto nivel de amistad que nos
permita hablar del evangelio de Cristo.

La verdad es que si queremos evangelizar, tenemos que ir a donde está la gente. El Señor nos ha llamado
a ser pescadores de hombres y sería simplemente patético suponer que podemos pescar en una bañera.
Pero eso es exactamente lo que hacemos cuando nos aislamos en nuestros edificios religiosos.

Todos necesitamos tener una lista de amigos por los que estamos orando para convertir. También
debemos orar para que el Señor nos dé la oportunidad de testificarles. Sin embargo, si no tenemos amigos
fuera de la iglesia, simplemente podemos orar para que el Señor nos dé la oportunidad de ayudar a alguien
a quien podamos expresar amor y eventualmente presentarle el evangelio. El Señor dijo: "Alza tus ojos y
mira los campos, porque ya están blancos para la cosecha" (Juan 4:35).

2. Establecer un punto de interés común

“Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber” (Juan 4:7)

217
Curso de Entrenamiento de Líderes

Si fuéramos Jesús, podríamos haber llegado al punto diciendo: "¿Sabes quién soy?" Jesús no hizo eso.
Buscó un punto de contacto para establecer la conversación con la mujer. Este punto de contacto era
algo en lo que ella estaba interesada, en este caso obtener agua del pozo.

A veces queremos exponer el evangelio a alguien abruptamente y el resultado es que el otro se siente
completamente desinteresado en una conversación aburrida sobre religión. Las personas se detienen para
escuchar cuando se dan cuenta de cierta relevancia entre lo que decimos y su realidad personal.

La mayoría de las veces, las personas no rechazan el evangelio, solo rechazan al evangelista. Es nuestra
actitud tonta (aunque sincera) lo que asusta a las personas. Necesitamos aprender que antes de hablar, la
mejor estrategia es escucharse mutuamente. Recuerde lo que más le gusta hacer a las personas es hablar
de sí mismas. Muchas personas darían cualquier cosa por tener a alguien que solo los escuche hablar. La
gran ventaja de escuchar es que de esta manera tienes derecho a hablar. Además, tendrá la oportunidad
de descubrir sus pasatiempos, problemas, necesidades e intereses. A partir de esto, es posible tender un
puente y presentar el mensaje del evangelio. Use lo que está haciendo actualmente para comenzar la
conversación y recuerda, no hay nada más atractivo que un elogio.

3. Despierte el interés

“La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana?
Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí. Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios,
y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva. La mujer le dijo: Señor, no
tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? ¿Acaso eres tú mayor
que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados? Respondió
Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que
yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte
para vida eterna. La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla”
(Juan 4:9-15).

El Señor Jesús despertó interés y curiosidad en la mujer de dos maneras:

a. Actuando como sal

“La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana?
Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí” (Juan 4:9).

La actitud de Jesús sorprendió a la mujer y le llamó la atención. Él como hombre le habló a una mujer.
Él como judío, habló con una samaritana. Él un rabino, habló con una mujer de vida licenciosa. La actitud
de Jesús ciertamente fue interpretada como aceptación.

Necesitamos entender que nuestras vidas deben ser como la sal, que despierta la sed en las personas que
nos rodean. Nuestra paz interior, nuestra santidad, nuestra satisfacción, nuestra calidad de vida son cosas
que atraen a las personas. El problema es que muchos suponen que despertarán interés actuando de
manera extraña y extravagante. Ciertos métodos simplemente no se parecen a los del Señor, las estrategias
ridículas de evangelismo fortalecen la visión común de que los creyentes son personas extrañas y tontas.

Lo que debería despertar el interés de las personas es nuestro profundo sentido de propósito en la vida,
nuestro compromiso real con el evangelio, nuestra postura amorosa, nuestra paz y nuestra satisfacción

218
Curso de Entrenamiento de Líderes

con la vida. Antes de que podamos testificar, necesitamos tener algo para compartir que sea real en
nuestras vidas. No es necesario recordar que debe haber coherencia entre sus acciones y su mensaje. No
necesitamos ser perfectos para presenciar, pero es vital que no estemos llenos de contradicciones.

Una estrategia del diablo es convencer a los creyentes que no pueden testificar acerca de Jesús a nadie
hasta que sean lo suficientemente buenos. Como nunca se sienten lo suficientemente bien, nunca
evangelizan por temor a ser acusados. La mentira de que debemos ser perfectos antes de hablar ha hecho
callar a muchos creyentes.

También es común escuchar que la mejor manera de evangelizar no es con palabras, sino con hechos.
Ciertamente es bueno tener un comportamiento digno del evangelio, pero de nada sirve que las personas
reconozcan que eres una gran persona, si no escuchan el mensaje del evangelio. Nadie se salvará solo
porque hayan visto su buen comportamiento, las personas se salvan cuando escuchan el mensaje del
evangelio y creen en el Señor. Nada reemplaza las palabras, necesitamos hablar, testificar y predicar el
evangelio.

b. Lanzando una carnada

La segunda forma en que el Señor despertó el interés de la mujer fue arrojando una carnada. La carnada
es cualquier situación, cualquier tema que nos permita continuar con el tema espiritual y así presentar el
evangelio a la persona. Jesús lanzó el anzuelo al hacer una declaración enigmática que forzó una pregunta
de la mujer: "Si hubieras conocido el don de Dios y quién te pregunta: dame de beber, le preguntarías y
él te daría agua viva" (Juan 4:10). La declaración del Señor se relacionó con su necesidad básica y al mismo
tiempo, le ofreció una solución.

Por lo general, la carnada es todo lo que genera curiosidad en la persona y estimula la conversación. Una
vez un pastor vino a predicar en nuestra iglesia y me impresionó mucho por su encargo por el
evangelismo. Cuando salimos a cenar, llamó al mozo y le dijo: "Tengo una comida tan extraordinaria que
después de comerla, nunca volveremos a sentir hambre". El mozo tenía curiosidad y rápidamente le
compartió el evangelio. Luego cuando nos detuvimos en una estación de servicio, inmediatamente le
preguntó al encargado de la estación de servicio: "¿Sabes cuál es el combustible más poderoso del mundo?
Puedo dártelo” Fue asombroso estar con este hombre de Dios, no había ninguna situación que no le
sirviera como carnada para predicar el evangelio.

Muchos hermanos se sienten avergonzados cuando hablan de cosas espirituales, pero deberíamos hablar
de las cosas del reino de los cielos con la espontaneidad con la que hablamos de un juego de fútbol. Las
cosas del cielo nos son familiares, por lo que debemos hablar de ellas de forma natural.

No siempre despertamos interés, pero podemos descubrir qué le interesa a la persona. Una vez que
descubrimos el interés de una persona, podemos fácilmente establecer un puente con el Señor. Es simple
porque todas las cosas apuntan al Señor y a las cosas del reino de Dios. Si alguien, por ejemplo quiere
hablar sobre perfume, podemos hablar sobre el buen perfume de Cristo. Si otro quiere hablar sobre
libros, podemos comenzar diciendo que somos cartas vivas. No importa qué, puedes crear una conexión.

Otra forma de lanzar el anzuelo es presentando nuestro testimonio personal. Cuando contamos a otro
sobre nuestra historia y cómo fuimos transformados por el poder de Dios, naturalmente las personas
estarán interesadas. Pocas cosas son más interesantes que saber algo sobre la vida de otro.

4. No intente hablar sobre toda la doctrina bíblica

219
Curso de Entrenamiento de Líderes

“Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;
mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él
una fuente de agua que salte para vida eterna. La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga
yo sed, ni venga aquí a sacarla” (Juan 4:13-15).

Aférrese solo a lo que es importante y necesario para la persona en ese momento. La mujer se apartó del
tema al hacerle preguntas a Jesús sobre el lugar de adoración, pero el Señor no intentó explicarle toda la
doctrina bíblica de la adoración. La regla es que debemos darle a la persona solo la parte del mensaje para
la cual está preparada y nunca condenarla.

Muchos creyentes se dejan llevar por preguntas que se desvían del punto central, como las costumbres,
el diezmo, etc. Es mejor para usted presentarle a Jesús a la persona de acuerdo con sus necesidades. Si es
alguien esclavizado, preséntelo como el libertador y así sucesivamente. Es posible presentar el evangelio
a alguien sin tener que exponerlo a la doctrina bíblica completa. Usando un diagrama simple, podemos
explicarte todo el plan de salvación en unos minutos.

5. No condene

“Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo:
Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido;
esto has dicho con verdad” (Juan 4:16-18).

Hay muchas formas de condenar a las personas. Puede ser debido a una actitud de desprecio por una
invitación a tomar una cerveza o por comentarios moralistas. Jesús nunca condenó, siempre tuvo una
palabra de perdón y aceptación con los pecadores.

En el capítulo 8 de Juan, leemos que los fariseos le trajeron a Jesús una mujer sorprendida en adulterio.
Los fariseos la habían condenado, pero el Señor dijo: "Yo tampoco te condeno, vete y no peques más".
Desafortunadamente, somos rápidos para condenar, pero el Señor nunca ha hecho eso. Nuestra
mentalidad religiosa nos lleva a concluir que si no condenamos rápidamente el pecado, somos cómplices
de error. Sin embargo, parece que esto nunca se le ocurrió al Señor.

Por supuesto, no es necesario que aceptemos la invitación para fumar, beber o consumir drogas, pero no
necesitamos que sea nuestra pancarta. Simplemente podemos rechazar la invitación por razones
personales sin decir: “Soy un creyente, nunca hago eso". Después de una respuesta equivocada la persona
se cierra para escucharle. Realmente no fumo ni me gustan los cigarrillos, pero a veces he conocido
personas en mi oficina que piden fumar. Siempre permito e improviso un vaso como cenicero. La
amabilidad y la tolerancia abren puertas y corazones.

6. Péguese al punto central

“Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte, y
vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar” (Juan 4:19-20).

La mujer inmediatamente quiso saber dónde era el lugar correcto para adorar a Dios, pero Jesús no
respondió a su pregunta. Él permaneció en el punto central y luego se reveló a ella como el Mesías. No

220
Curso de Entrenamiento de Líderes

era el caso de que la pregunta de la mujer estuviera fuera de lugar o fuera inapropiada, pero pretendía
desviar al Señor de su propósito de presentarse ante ella como el Mesías.

7. Confronte a la persona directamente

“Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las
cosas. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo” (Juan 4:25-26).

Una vez que seguimos estos pasos, debemos confrontar a la persona acerca de una decisión para
Jesucristo. Recuerdo haber conocido a alguien que afirmaba ser un budista cristiano. Le dije: “Si sabes lo
que es el budismo, debes reconocer que esto es imposible, porque en el budismo no hay Dios y Jesús ha
declarado ser uno con Dios. Él es Dios” Él, algo molesto, respondió: "¡Jesús era un gran hombre!" "Si
fueras cristiano, nunca dirías algo así", le dije. Esa respuesta lo sobresaltó y continuó: "¿No crees que fue
un gran hombre?" Yo le dije: "¡Creo que fue más que eso, pero realmente ni siquiera lo crees!"

“Permíteme explicarte. Hubo un día en que Jesús se declaró igual a Dios (Juan 5:18). Él dijo: "Yo y el
Padre somos uno, el que me ve, ve al Padre" (Jn 14, 9). Los judíos entendieron esto, tanto que incluso
quisieron apedrearlo por esa declaración. Él dijo: “Antes de que Abraham existiera, yo soy” (Juan 8:58)”
Yo soy es el nombre de Dios. No puedes afirmar que Jesús fue un gran hombre y sin embargo no creer
estas afirmaciones que hizo sobre sí mismo. Solamente tienes tres formas de entender estas afirmaciones
de Jesús: la primera posibilidad es que Él era un mentiroso, un engañador y un charlatán, porque si Él no
era Dios, como afirmó ser, eso lo convierte en un mentiroso. No se puede decir que un mentiroso es un
gran hombre. Puede que haya enseñado cosas hermosas, pero si fue un mentiroso y un engañador, no
fue gran cosa. La segunda posibilidad es reconocer que estaba completamente loco, un hombre loco que
tenía delirios al afirmar ser Dios. Si no admites que fue un mentiroso y un engañador, entonces quizás
admitas que era un loco. Pero si admites que fue un loco, por favor no digas que fue un gran hombre. Si
no crees en la primera o segunda posibilidad, solo queda una alternativa: dijo la verdad cuando dijo que
era Dios. Si ha dicho la verdad, entonces Él es Dios y no solo un gran hombre".

Estas declaraciones dejaron perplejo a este hombre y en ese día tuvo que admitir: uno no puede aceptar
las enseñanzas de Jesús y al mismo tiempo rechazarlo. ¡Jesús es el Señor!

Algunos principios prácticos

• Nunca discutas.
• Nunca huya del punto central.
• No prediques religión, predica el evangelio.
• No haga comparaciones con otros grupos o religiones.
• No juegues, pero tampoco pierdas tu naturalidad.
• No te apresures.
• Use la Palabra, pero no tiene que llevar la Biblia con usted.
• Sé amable.
• Mostrar interés real.
• Es mejor hablar con personas de tu propio nivel, tanto sociales como culturales.
• Comparte a una persona a la vez.
• No condenar, ni criticar.
• Depende del Espíritu.

221
Curso de Entrenamiento de Líderes

• Confronte las excusas.


• Hacer el llamado. La persona tiene que decidir estar a favor o en contra.
• Hacer una confesión con la persona.
• Memoriza un modelo del plan de salvación.

El trabajo del ministro - Ganar


Clase 5

Cómo dar un testimonio personal

Una investigación del Instituto John Haggay muestra las diferentes formas en que una persona se
convierte a Cristo y viene a la iglesia.

Programas de televisión 1.1%


Películas 1.1%
Literatura cristiana 1.7%
Lectura de la Biblia 1.8%
Sermón evangelístico 2.4%
Radio 2.9%
Trabajo personal del pastor 2.9%
Cruzada 4.4%
Amigos 29.9%
Familiares 49.7%
Otros 2.1%

222
Curso de Entrenamiento de Líderes

Puedes ver fácilmente que los familiares y amigos son de lejos el mejor medio de evangelismo. La verdad
es que estamos abiertos a escuchar el testimonio de nuestros amigos y familiares. Muchas veces ni siquiera
necesitamos escucharlos testificar, porque el cambio de vida que han experimentado es extremadamente
visible y radical. No podemos evitar observar y de esta manera nos abrimos para escuchar su historia de
conversión.

Así, el testimonio personal de conversión es la herramienta más poderosa de evangelismo. Por lo tanto,
cada cristiano debe poder dar su testimonio de una manera clara y confrontadora. Esto debería hacerse
inmediatamente luego del comienzo de nuestra vida cristiana, cuando el primer amor es fuerte y
contagioso.

1. Cómo elaborar tu testimonio personal

El testimonio personal es una forma práctica y efectiva de comenzar una conversación evangelística. No
piensen que porque no es predicación evangelística, no necesita ser clara y sobre todo, dada en el poder
del Espíritu. El impacto de un testimonio de hecho depende de estos dos factores por encima de todo:
la claridad en la exposición y la unción del Espíritu.

La forma más eficiente de elaborar su testimonio es escribirlo. Antes de comenzar a compartirlo, es muy
bueno intentar escribirlo. Esto nos ayuda a ser más claros y más objetivos al evitar mencionar detalles
innecesarios y reforzar esos puntos realmente importantes.

Un buen testimonio debe incluir los siguientes aspectos:

Primer paso: cuenta cómo era tu vida antes de conocer a Jesús

Comience diciendo cómo era su actitud hacia Dios, sus necesidades y sus problemas. Esto permite que
las personas se identifiquen contigo y se abran para escucharte.

En este punto, es importante resaltar lo que consideró más importante en su vida, donde buscó seguridad
y paz interior. Trata de recordar tus comportamientos anteriores y da muchos ejemplos para que el oyente
pueda identificarse contigo.

Si va a hablar sobre drogas, inmoralidad, crimen, alcoholismo o satanismo, evite entrar en detalles
vergonzosos o sensacionalistas. Esto puede alejar a aquellos que nunca han tenido experiencias similares.
Una tendencia común es sobrevalorar esta información y luego hablar rápidamente sobre la conversión.
Necesitamos pasar más tiempo hablando de Cristo, no de las obras del diablo en nuestras vidas pasadas.

Otra cosa importante es evitar hacer afirmaciones negativas sobre otras religiones o denominaciones.
Deje que su testimonio hable por sí mismo y permita que las personas saquen sus propias conclusiones
al respecto. Recuerde que el objetivo es hablar de Cristo, no en contra de alguna religión.

Tampoco estamos aquí predicando nuestra religión o iglesia. Habla sobre Cristo y no te ocupes
demasiado de las actividades de tu iglesia antes de que tu vida comience a cambiar.

Trate de evitar el lenguaje religioso propio del ambiente evangélico, que a veces no tiene sentido para el
no creyente.

Segundo paso: cuente cómo se dio cuenta de la necesidad de un encuentro con Dios

223
Curso de Entrenamiento de Líderes

De una forma muy natural, diga cómo fue su primer contacto con el evangelio. Comparta cómo lo recibió
y cómo fue expuesto por primera vez a un mensaje vivo de Cristo.

Es importante decir cómo fue su reacción inicial, si hubo resistencia, ya que ayuda a las personas oyentes
a identificarse. A partir de este momento, diga qué barreras ha experimentado, puede ser que la persona
esté teniendo las mismas dificultades y esto puede ayudar a superar estas resistencias.

Tercer paso: comparta cómo recibió a Jesús en su vida

A partir de este punto, explique por qué decidió invitar a Jesús a su vida. Explique cómo llegó a la
conclusión de que el Señor Jesús es el único camino y que nadie va al Padre sino a través de Él.

Si asistió a alguna reunión o evento evangelístico, informe cómo fue su experiencia allí. Esto puede ser
un gancho para invitar a la persona a este mismo evento, si lo hay.

Cuarto paso: testifique cómo es su nueva vida en Cristo

Ahora llegamos al clímax de su testimonio. Este es el momento en que dirás lo que tu experiencia con el
Señor ha producido en tu vida. Así que habla sobre los cambios que has sentido y visto en tu vida, en tus
acciones y actitudes. Si antes hubo problemas específicos en su vida, como los mencionados
anteriormente: drogas, alcohol, inmoralidad y similares, ahora hable sobre cómo su nueva vida está libre
de estas cosas.

Si ha experimentado un cambio dramático y radical, asegúrese de mencionarlo, pero si su cambio ha sido


gradual, no sienta que su testimonio es inferior. Lo importante es dar testimonio del poder de Dios para
cambiar nuestras vidas. La forma en que lo hizo puede variar con cada uno.

Dígale a la persona lo que el Señor Jesús significa para ti. Hable de forma natural y espontánea, pero
habla con la misma emoción que lo harías acerca de la victoria de la selección peruana en el mundial de
fútbol. No necesita ser religioso, pero debe estar vivo y lleno de realidad. Recuerde, no queremos hablar
sobre lo que el Señor puede hacer, sino ser testigos de lo que ha hecho en nuestras vidas. El testimonio
siempre habla de la realidad, nunca de la teología.

Quinto paso: Después de dar su testimonio, haga la pregunta directamente: "¿Le gustaría tener
esta misma experiencia?"

Una vez que haya testificado, es muy importante que haga esta pregunta: "¿Le gustaría tener la misma
experiencia?" Es esta pregunta la que le permitirá compartir el mensaje del evangelio.

Muchos en este punto le piden a la persona que diga una oración de entrega, pero no debería ser así. El
hecho de que una persona esté de acuerdo con su testimonio no significa que haya entendido el evangelio.
Es absolutamente esencial que ella entienda el mensaje del evangelio antes de hacer una oración de
entrega. Recuerde, lo que salva es creer en el evangelio, no en su testimonio.

Sexto paso: si responde que sí, debe presentarle el evangelio

Una vez que la persona muestre interés en escuchar más, si lo desea puede usar el diagrama en las páginas
siguientes, que puede dibujar con un lapicero o incluso garabatear en el piso.

224
Curso de Entrenamiento de Líderes

Pondremos varias herramientas de evangelismo. Use el que le resulte más cómodo o el más apropiado
para el momento.

Séptimo paso: Haga una oración de entrega e invítelo a repetirla con usted

Después de escuchar la explicación del evangelio, debe preguntarle a la persona si quiere aceptar a
Jesucristo como Señor y salvador de su vida. Es muy importante confrontarlo con la necesidad de una
decisión.

Es posible que en este punto ella pueda plantear varias objeciones. Presentamos los más comunes en
capítulos anteriores. Prepárate para responderlas todas. Una vez que acepte, diga una oración de entrega
con ella. Una oración de rendición es muy importante, porque Pablo dijo que solo somos salvos cuando
confesamos con la boca y creemos con el corazón (Romanos 10:9-10). Muchos piensan que es suficiente
creer con el corazón, pero la Palabra de Dios muestra claramente que también debemos confesar con la
boca.

Una oración de entrega podría tener los siguientes elementos:

“Señor Jesús, reconozco que soy un pecador y que por mí mismo, no puedo ser salvo. Reconozco que
no hay otro camino a Dios; por lo tanto, confieso y creo que el Señor se hizo hombre, vino a este mundo
y murió en la cruz en mi lugar. Creo que a través de tu sangre soy perdonado y liberado de toda esclavitud.
Hoy te recibo como mi Señor y mi salvador, por eso te invito: ven a mi vida, hazme una nueva criatura,
cambia mi vida. Creo que ahora mis pecados están perdonados y mi nombre está escrito en el Libro de
la Vida".

2. Algunos consejos prácticos

a) Escriba su testimonio y familiarícese con él para que pueda expresar todos sus puntos de manera
espontánea y natural.
b) Comparta su testimonio con valentía. Es su historia y nadie tiene derecho a discutirla. Contra los
hechos no hay argumentos. Ore por el poder del Espíritu para hablar con valentía.
c) Sea siempre amable, agradable y sonriente. No hay necesidad de ser agresivo o presionar a las personas.
Habla con calma y en tono amistoso.
d) Habla espontáneamente en un tono natural, pero habla lo suficientemente alto como para ser
escuchado. Hablar demasiado bajo puede mostrar timidez e inseguridad, pero hablar demasiado alto hace
que las personas se sientan incómodas.
e) Intente hablar mirando a los ojos de la persona. Evite hablar mirando de reojo o hacia sillas si está
testificando a un grupo.
f) Algunas personas, cuando se ponen nerviosas, manifiestan tics, como frotarse la nariz, menearse, jugar
con llaves o bolígrafo, etc. Intenta superar estos problemas.
g) Y sobre todo, evite discutir. Es tu testimonio, tu historia personal. Las personas pueden rechazar el
mensaje, pero no pueden discutir sobre tu experiencia.

225
Curso de Entrenamiento de Líderes

El trabajo del ministro - Ganar


Clase 6

Una herramienta de evangelismo

Hay muchas herramientas útiles para hacer evangelismo personal. En el capítulo anterior, presentamos
el diagrama de evangelismo. Es muy detallado y algunas personas pueden tener dificultades para recordar
todos los puntos. Hay otro diagrama más simple llamado Diagrama del puente. No sé quién lo describió
por primera vez, pero es una manera simple y efectiva de presentar el evangelio. Veamos cómo se puede
presentar paso a paso.

1. Diagrama del puente

226
Curso de Entrenamiento de Líderes

Para que la presentación sea espontánea y personal, evite usar este diagrama impreso. Dígale a la persona
que conoce una manera simple de entender el mensaje central de la Biblia y luego pregúntele si le gustaría
verlo.

Así que toma un trozo de papel o una servilleta y haz un rectángulo grande sobre él. Comience diciendo
que Dios se preocupa por cada uno de nosotros y que nos creó para tener una relación personal con Él.
Luego escriba la palabra "nosotros" en una esquina del papel y la palabra "Dios" en la otra esquina.

Después de eso explique que ocurrió un problema: nos rebelamos contra Dios y nos convertimos en
pecadores, de modo que tanto consciente como inconscientemente, desobedecemos a Dios. Debido a
esta desobediencia, nos separamos de Dios y se colocó un gran abismo entre cada uno de nosotros y
Dios. Para ilustrar esto, dibuje un rectángulo alrededor de la palabra "nosotros" y la palabra "Dios".
Explique que entre nosotros y Dios hay un gran abismo.

Todo hombre sabe, en lo profundo de su conciencia, que está separado de Dios. Y debido a eso, él busca
acercarse a Dios de alguna manera. Algunos tratan de acercarse a Dios haciendo buenas obras, ayudando
a sus vecinos, dando limosna o yendo a la iglesia los domingos. Explique entonces que estas cosas no
son malas, pero que no pueden comprar el perdón de Dios. El hombre simplemente no tiene medios
para venir a Dios. En este punto, dibuja algunas flechas que salen de la palabra "nosotros" y se inclinan
hacia el abismo. Sirven para ilustrar nuestra incapacidad de venir a Dios a través de nuestras obras.

En este punto agregue que nuestros pecados no pueden simplemente ser olvidados. Debido a la justicia
de Dios, nuestros pecados deben ser castigados y el castigo para ellos es la muerte. Explique que la muerte
a la que se refiere no es la muerte física sino la muerte eterna. Ciertamente debe haber oído hablar del
infierno.

227
Curso de Entrenamiento de Líderes

Antes de que las personas puedan aceptar la salvación del Señor, deben entender que están perdidas.
Necesitan saber la consecuencia del pecado y la realidad de la perdición sin Dios.

En este punto comienza a contar las buenas noticias. Aunque estamos perdidos, Dios se preocupa tanto
por nosotros que ha ideado una forma de salvarnos. Hizo lo que ninguno de nosotros podría hacer solo,
proporcionó un puente para llevarnos de regreso a Él. Envió a Su Hijo Jesucristo para convertirse en un
hombre y luego morir en la cruz en nuestro lugar, tomando todo el castigo que nosotros Deberíamos
recibir. En este punto, dibuja una cruz que une los dos rectángulos con los dos nombres.

Explique entonces que este es el mensaje central del evangelio que el Señor quiere que cada hombre
entienda. Pero deje en claro que no es suficiente conocer esta verdad o simplemente estar de acuerdo
con ella. Tienes que hacer otra cosa: tomar una decisión. Dios quiere que vayamos para otro lado.

Diga de una manera amorosa, pero firme que elegimos ir al otro lado cuando reconocemos que somos
pecadores y que necesitamos el perdón y la salvación del Señor. Este simple acto de creer y confesar da
como resultado que nuestros pecados sean borrados y pasemos a la familia de Dios.

En este momento, dibuja dos hombrecitos de cada lado y una flecha que te lleve a la palabra "Dios".

Finalmente, ahora ha llegado al punto de preguntarle a la persona de qué lado está en el dibujo. Luego
pregúntele si le gustaría pasar al otro lado confesando a Jesús como Señor y salvador de su vida.

Si ella dice que sí, diga una oración de entrega y haga que la repita con usted. Sin embargo, no todos se
abrirán de inmediato como nos gustaría. Si esto sucede, no presione a la persona, sino que dele tiempo
para evaluar. Sin embargo en un momento oportuno, confróntela nuevamente sobre la necesidad de una
decisión sobre el evangelio del Señor Jesús.

228
Curso de Entrenamiento de Líderes

2. Cadena de versículos

Evidentemente todo lo que hablamos en nuestros testimonios debe estar en línea con la Palabra de Dios.
Normalmente las personas no preguntan dónde pueden leer en la Biblia lo que estamos diciendo; sin
embargo si lo hacen, es muy importante que pueda mostrar en la Biblia el plan de salvación.

Para facilitar la exposición y no arriesgarse a olvidar un versículo, haga lo siguiente: defina con qué verso
comenzará su exposición, a lado del versículo escriba la siguiente referencia que debe leerse y por lo
tanto, exponga el plan de salvación en sus propias palabras, pero siempre basándose en una referencia
bíblica.

Una manera extremadamente simple de hacer esto es mediante el uso de tres versículos del libro de
Romanos. El primer verso que debes mostrar es Romanos 3:23, que dice: "Por cuanto todos pecaron y
están destituidos de la gloria de Dios". A partir de este texto, explique que todos los hombres han pecado
contra Dios. Es importante decir que hay grandes pecadores que cometen asesinatos y violaciones, pero
aquellos que cometen pecados menores, como la amargura, el mal genio, la crueldad o la insensibilidad,
son igualmente pecaminosos. Dios mira la intención del corazón y aunque nunca hemos cometido ningún
crimen en nuestros corazones, hemos deseado muchas cosas malas. La mayoría de las personas no tienen
dificultad en asumir que son pecadores.

Después de este versículo, ve a Romanos 6:23, que dice: "Porque la paga del pecado es muerte, pero la
dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro". Explique, entonces, que incluso aquellos
pecados que consideramos menores deben ser castigados y de acuerdo con la Palabra de Dios, el castigo
por todo pecado es la muerte. La paga del pecado es muerte. Explique que esto no es solo la muerte
física, sino la muerte eterna.

Luego pase a la segunda parte del versículo que dice: "[...] pero el don gratuito de Dios es la vida eterna
en Cristo Jesús, nuestro Señor". Aquí es donde presentas las buenas noticias. Dios proveyó un medio
para nuestra salvación, Él nos envió a Jesús y la vida eterna nos es dada como un regalo gratuito. Explique
que un regalo gratuito significa un presente, no podemos comprar la salvación. No podemos comprar el
perdón de Dios con buenas obras, caridad o cualquier tipo de penitencia. Al ser un regalo, simplemente
no tenemos que trabajar para ganarlo. Todo lo que tenemos que hacer es aceptar este regalo.
En este punto, pregúntele a la persona si le gustaría aceptar este regalo. Luego lea Romanos 10:9-10, que
dice: “Si confiesas con tu boca a Jesús como Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los
muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia y con la boca se confiesa acerca de la
salvación”.
Si lo desea, también puede leer el versículo 13, que dice: "Porque todo el que invoque el nombre del
Señor será salvo".

Luego explique que es muy simple aceptar el regalo de Dios. Todo lo que tenemos que hacer es reconocer
que somos pecadores y merecemos la muerte, y luego pedirle al Señor su perdón y su salvación.

Una vez dicho esto, haga la pregunta de decisión: "¿Le gustaría confesar a Jesús hoy y recibirlo como su
Señor y salvador?" Nunca deje de hacer esa pregunta. Todos necesitan tomar una decisión sobre el
evangelio e incluso si la persona no decide en ese momento, tienen la oportunidad de pensarlo.
Este es un ejemplo simple de encadenar versículos. Intenta crear tu propio hilo, quizás comenzando con
Juan 3:16. Experimenta.

229
Curso de Entrenamiento de Líderes

Capítulo 7

230
Curso de Entrenamiento de Líderes

El Trabajo del ministro es


consolidar

El trabajo del ministro – Consolidar

Clase 1

La visión de la consolidación

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. (Ef 4.11-12).

231
Curso de Entrenamiento de Líderes

Los cinco ministerios fueron constituidos por el Señor para entrenar a los santos, no para hacer el trabajo en
lugar de los miembros del cuerpo. Desafortunadamente estos ministerios se transformaron en una especie de
neo clericalismo, una especie de jerarquía espiritual.
Necesitamos rechazar el clericalismo porque destruye la edificación del cuerpo.
El clericalismo es esa comprensión de que dentro de la iglesia hay personas que están más cerca de Dios, o
que hay personas que tienen más poder espiritual y por lo tanto, sirven como intermediarios entre Dios y los
hombres. Esto es contrario a la Palabra de Dios. La Palabra del Señor dice claramente en 1 Pedro 2: 9 que
cada creyente es un sacerdote.
9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que
anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. (1Pe. 2.9)
No hay más intermediarios entre el hombre y Dios, todos tenemos un acceso único a través del Señor
Jesús. El problema es que los creyentes todavía buscan intermediarios. Como no puedo rezarle al Santo
Expedito porque soy un creyente, le pediré al pastor Aluízio que ore por mí. Y tú me haces Espíritu Santo.
Desafortunadamente continúan con la antigua mentalidad religiosa del intermediario más sagrado. Hay
hermanos que me dicen: "Pastor, te pido que ores por mí porque estás más cerca de Dios".
Todo esto es lamentable, no estamos cerca de Dios por nuestra justicia, sino solo por la sangre de Jesús
que nos ha acercado. La voluntad de Dios es que cada uno de sus hijos sea ministro. Cuando confiesas que
la sangre te ha lavado y limpiado, tienes acceso a la presencia de Dios y los milagros pueden suceder a través
de ti.

Por lo tanto, los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros no son un tipo de jerarquía
religiosa, en la cual el apóstol es ahora el más grande de todos. De hecho el apóstol Pablo dijo que él es el
más pequeño de todos los santos (Ef. 3: 8). No se veía a sí mismo como especial, pero dijo que era el principal
de los pecadores (1 Tim. 1:15). Cuando dice que es el más pequeño de los santos, no está siendo modesto,
está diciendo la verdad. Él es el más pequeño y el más pequeño de los santos fue enviado como apóstol.
Entonces ser apóstol no significa ser el jefe.
Estos ministerios no son títulos, sino funciones. Es evidente que hay pastores, maestros, evangelistas, profetas
y apóstoles dentro de la iglesia. Hay hermanos entre nosotros que son maestros y otros son evangelistas y
profetas, pero no necesitamos llamarlos maestros, evangelistas o profetas. El Señor Jesús dijo que no
deberíamos llamar a nadie maestro, padre o guía.
Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros
sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está
en los cielos. 10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. (Mt 23.8-10)
El Señor mismo ha designado a algunos para que sean maestros, pero nos ha advertido que no hagamos de
la función un título. Pablo dice que Timoteo era su hijo en la fe, pero Timoteo no podía llamarlo padre. Los
títulos son un impedimento importante para la edificación de la iglesia. No sirve de nada tratar de cambiar la
mentalidad de los hermanos debido a la tradición de largos años, pero lo que ya es malo no necesita
empeorar. No es bueno que alguien sea llamado pastor dentro de la iglesia, así que no creamos más títulos,
contradiciendo claramente el mandato del Señor Jesús.
1. El entrenamiento de los santos
Cada creyente es un ministro, pero ¿qué servicio debe realizar para edificar la iglesia? Pablo fue
extremadamente práctico en su razonamiento. El punto central es el trabajo del ministerio que todo creyente
debe hacer para edificar la iglesia.
La segunda pregunta que debemos entender es de qué trata la iglesia.

232
Curso de Entrenamiento de Líderes
La palabra utilizada en este texto está relacionada con la edificación. La edificación es un término de ingeniería
importada. Edificar la iglesia es lo mismo que construirla. La obra del ministerio, por lo tanto, es engendrar
la iglesia. El ministro está aquí para engendrar la iglesia, para edificarla
La iglesia no es el edificio, ni bancas, ni horarios, ni siquiera las actividades que disfrutamos. La iglesia existe
sin ninguno de ellos. En la iglesia primitiva no existían la mayoría de las actividades que existen hoy, ni siquiera
tenían la Biblia escrita a su disposición, e incluso si existiera, no serviría de nada, ya que el 70 por ciento de la
iglesia del primer siglo estaba compuesta por siervos y esclavos que no sabían leer.
Aun así el mundo entero fue ganado por una religión de pescadores, compuesta principalmente por seguidores
esclavos ¿Cómo ganaron el mundo sin hacer nada que hacemos hoy? Eso debería preocuparnos mucho. La
fuente principal de la obra de la iglesia primitiva fue la enseñanza de los apóstoles.
Vamos a entender el texto por partes. Primero, debemos notar que el Señor ha dado apóstoles, profetas,
evangelistas, pastores y maestros a la iglesia con un objetivo: el perfeccionamiento de los santos.
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. (Ef 4.11-12)

Vemos claramente en el texto que todos se establecieron en la iglesia con el fin de perfeccionar a los
santos para la obra del ministerio.
Servicio y ministerio son lo mismo. La palabra "ministerio" así como "ministro", viene de "mini".
Ministro es lo contrario de conductor, quien a su vez proviene de "maxi". El conductor es el grande, el jefe,
el ministro sirve al conductor. Hoy en portugués, el director se convirtió en director de orquesta. En español,
es profesor, maestro. En griego, el conductor era el jefe y el ministro era el de abajo. Los ministros en ese
tiempo eran los remadores, los remos quedaban en la parte interior de las naves y los que remaban eran
llamados de ministros. No tiene nada que ver con el sentido secular de que los ministros de gobierno son los
que gobiernan. En la Palabra de Dios, ministro todavía tiene el significado original, el que hace el servicio.

En el versículo 11, Pablo nos muestra cuál es el trabajo del ministro y cómo está entrenado. Estamos
acostumbrados a pensar en los cinco ministerios como posiciones. A menudo asociamos estos ministerios
con algún tipo de jerarquía eclesiástica. Así tenemos al apóstol, que es el más grande, luego el profeta y así
sucesivamente; sin embargo esta no es la opinión que describe Pablo. No es un ser más grande que el otro,
pero es una cuestión de ordenación divina. Dios ha establecido algunos en la iglesia para dirigir el
entrenamiento de los santos, pero todos han recibido del mismo Espíritu, como dice Pablo. Todos son
suministrados por la misma fuente. Debe quedar claro, por lo tanto, que hay apóstoles, profetas, evangelistas,
pastores y maestros dentro de la iglesia.

Sin embargo estos apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros fueron dados para el
perfeccionamiento de los santos". La palabra "perfeccionar" en el original significa "entrenar". Entonces
podríamos decir que Él dio apóstoles, profetas, evangelistas, pastores, maestros para el entrenamiento de los
santos.

La palabra "perfeccionar" se puede traducir como "entrenar, habilitar o equipar". En griego la palabra
utilizada es katartismos, que significa "entrenar, ordenar, equipar, adornar, equipar, proporcionar, preparar,
formar un todo, gobernar, dirigir, restaurar, reparar, poner en su lugar". Katartismos es un sustantivo, por lo
que las versiones antiguas de la Biblia lo traducen de la siguiente manera: "para la perfección de los santos".

La función de los cinco ministerios es perfeccionar (kartartismos), entrenar a los santos para el trabajo
del ministerio, con miras a edificar el cuerpo. Este perfeccionamiento de los santos implica ordenar, relacionar,
poner a cada uno en su lugar y organizar a los santos para que tomen medidas y realicen su ministerio en la
edificación del cuerpo de Cristo.

233
Curso de Entrenamiento de Líderes

En la estrategia de Dios, toda la iglesia es un seminario, cada hermano es un seminarista, y los cinco
ministerios son los temas que cada seminarista debe dominar. El objetivo es que cada uno cumpla su
ministerio en la edificación del cuerpo.

Entonces, ¿por qué tenemos apóstoles en la iglesia? Para el entrenamiento de los santos. ¿Entrenar a
los santos para qué? Hacer el servicio apostólico.

¿Para qué tenemos profetas en la iglesia? La respuesta una vez más es: entrenar a los santos. ¿Pero
entrenar a los santos para qué? Hacer lo que hacen los profetas: profetizar.

¿Por qué tenemos evangelistas en la iglesia? La respuesta no puede ser otra: entrenar a los santos.
¿Entrenar a los santos para hacer qué? Para evangelizar, obviamente. Y pensamos que el evangelista sería el
que ganaría toda la ciudad por su cuenta ¡Qué ilusión! El evangelista por supuesto también evangeliza, pero
su trabajo principal es entrenar a los santos para evangelizar.

¿Para qué tenemos pastores en la iglesia? La respuesta de Pablo es: entrenar a los santos. ¿Y
entrenarlos para qué? Para hacer el trabajo de pastoreo.

Y finalmente, ¿por qué tenemos maestros en la iglesia? Obviamente, para enseñar. ¿Pero
principalmente qué? Que cada miembro enseñe a otros.

¡Qué cambio de paradigma! El servicio ministerial de cada creyente requiere que esté entrenado para
ganar, consolidar, entrenar y enviar. Esta es la obra del ministerio para la cual cada creyente debe ser
entrenado.

Este es el eslogan de la visión celular: ganar, consolidar, entrenar y enviar. Ganar es el papel del
evangelista y hemos aprendido a ganar en la anterior materia. Ahora aprendamos sobre la consolidación,
consolidar es el trabajo del pastor. Cada consolidador es un apacentador. El lema de la visión celular es
absolutamente correcto desde un punto de vista bíblico. Necesitamos practicarlo en nuestras células.

2. Eres un ángel guardián


En nuestra declaración de propósito, decimos que "nuestro encargo es edificar una iglesia de vencedores,
donde cada miembro es un ministro y cada casa es una extensión de la iglesia, conquistando así a nuestra
generación para Cristo a través de las células".

Ya hemos entrado en la práctica de ser una iglesia en células, pero hay mucho por hacer para que cada
miembro sea ministro. Hoy sin embargo estamos dando un gran paso. Cuando uno se convierte en un ángel
guardián, tenemos la oportunidad de ver a cada miembro acompañando a un nuevo convertido en sus
primeros pasos, actuando como un verdadero ministro. Este acompañamiento se realiza de manera informal;
por lo tanto vemos que las casas se convierten en una extensión de la iglesia y la Vid en los parques, los
mercados, las plazas e incluso el edificio de la iglesia. Cada miembro puede transformarse en un ángel
guardián, una manifestación excepcional del poder del cuerpo de Cristo que funciona libremente. Este es solo
el primer paso en el camino que lo llevará a convertirse pronto en un líder de célula fructífero y bendecido.
Tu vida con seguridad nunca más será la misma.

¿Qué sentirías si supieras que una mujer dio a luz a un niño hermoso, pero por alguna razón no puede cuidarlo,
dejándolo poco después de que nace al aire libre a propia suerte? Imagina aún el lugar lleno de perros feroces
que acechan a ese niño, que llora de hambre y soledad. ¿No te hace sentir enojado? Pero la historia aún no ha
terminado, después de llorar y gritar convulsivamente durante horas, ese niño entra en un estado de postración
234
Curso de Entrenamiento de Líderes
y tristeza. El hambre es tal que está alucinando que se está alimentando. Si un animal salvaje no lo devora,
seguramente morirá lentamente, olvidado en el mundo.

Al imaginar esta situación, puede sentirse lleno de una ira explosiva mezclada con angustiosa compasión y
preguntarse: "¿Quién sería capaz de tanta atrocidad e inhumanidad?" La respuesta a esta pregunta puede
sorprenderlo, pero esa persona es usted. Pero nunca haría algo así, podría pensar. Lo hiciste cada vez que
ignoraste a los bebés en Cristo que fueron engendrados en la iglesia. "¡Ah bueno! ¡Pero esto es completamente
diferente! ”Respondes. "¡Las cosas espirituales no son tan importantes!"

Desafortunadamente, este es el concepto de la mayoría de los miembros de la iglesia. Para ellos, es suficiente
predicar o llevar a un visitante al servicio. No ven al nuevo convertido como un bebé extraordinariamente
frágil, expuesto a todo tipo de perros espirituales y que necesita urgentemente alimento espiritual. Este bebé
espiritual, al igual que el natural, necesita que alguien lo cuide. Alguien que trae protección, comida, amor y
aceptación.

¿Pero soy responsable de cuidar a mi hermano? Esta es exactamente la respuesta que Caín le dio a Dios en
Génesis 4: 9. Dios le preguntó: “¿Dónde está tu hermano Abel? Él respondió: No lo sé; ¿Soy el guardián de
mi hermano? "Dios nos pregunta:" ¿Dónde están los José, los Juan, los Marías y los Pedros? ¿Los que se
convirtieron en tus hermanos? Espero que tu respuesta no sea como la de Caín.

Tú y yo somos guardianes de nuestros hermanos, somos responsables de cada pequeño que se convierte en
nuestro entorno. Le daremos cuenta de todos los bebés espirituales que perecieron entre nosotros
simplemente porque nadie guardó sus vidas. No seas como Caín, que fue un asesino. Ignorar las necesidades
espirituales de un nuevo convertido es ser un asesino espiritual. Puede estar permitiendo que perezcan por la
eternidad.

En el Nuevo Testamento tenemos muchos ejemplos de hermanos que eran guardianes del rebaño. Quizás el
ejemplo más sorprendente es el de Ananías, quien acogió y mantuvo la vida del apóstol Pablo en sus primeros
días de conversión. Ananías no podía imaginar hasta dónde llegaría ese nuevo convertido a quien estaba
consolidando. Es posible que muchos de estos nuevos a su alrededor sean los apóstoles de la próxima
generación. ¿Has considerado esta posibilidad? Puede estar matando el mover de Dios de la próxima
generación simplemente al no mantener a los que son bebés en Cristo hoy.

Es hora de cambiar esta historia. Te estoy invitando a la relación más emocionante que hayas experimentado,
te estoy invitando a ser un ángel guardián en nuestra iglesia ¿Ángel de la guarda? Pero ¿Qué es esto? Sé que
el nombre parece extraño a primera vista. Otras iglesias usan diferentes nombres para esta misma función
como consolidador, discípulo o padre espiritual. Elegimos el ángel guardián porque entendemos que
simplemente traduce lo que nos propusimos hacer: queremos ser los guardianes de los hermanos que nos
confían.

Ser un ángel guardián es ser un amigo, un compañero que se acercará y apoyará al nuevo convertido en los
primeros pasos de la vida cristiana. Has sido elegido para esta fascinante tarea.

235
Curso de Entrenamiento de Líderes

El trabajo del ministro – Consolidar

Clase 2

¿Qué hace el ángel guardián?

La expresión "ángel guardián", ampliamente utilizada por los católicos, se refiere al ángel del Señor que
acampa alrededor de aquellos que le temen para protegerlos del mal. Esto, de hecho, está en la Biblia en el
Salmo 34: 7, que dice: "El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los libra".
En algunos lugares de la Biblia, los hombres también se llaman ángeles. Es unánime, por ejemplo que los
ángeles a quienes se escribieron las cartas de Apocalipsis son de hecho, los pastores o líderes de la iglesia.
Hay una cierta similitud entre el ministerio de los ángeles y el ministerio de los hombres de Dios. Apocalipsis
dice que la medida del hombre es la misma medida del ángel: "Él midió también su muro ciento cuarenta y
cuatro codos, la medida del hombre, incluso del ángel" (Ap.21:17). Esto significa que hay un cierto parecido
entre su ministerio y el nuestro.
Hagamos un paralelo entre el trabajo de los ángeles y el trabajo de los siervos de Dios y verán que pueden
llamarlo el ángel guardián en nuestro proyecto de consolidación. He separado cinco características de los
ángeles que serán sus características principales en las próximas doce semanas.

1. Los ángeles sostienen las fuerzas que destruyen la tierra.


Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro
vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún
árbol. (Ap.7.1)
También has sido llamado a resistir las fuerzas destructivas de Satanás contra la vida del nuevo
convertido que estás cuidando, lo harás por medio de la intercesión. Interceder es ponerse en el lugar del otro

236
Curso de Entrenamiento de Líderes
para pelear su guerra como si fuera la suya. A veces la intercesión se compara con los dolores de parto. Pablo
dice en Gálatas 4:19 que sufrió dolores de parto para que Cristo se formara en sus hijos. Como ángel guardián,
estás siendo llamado para formar a Cristo en un bebé espiritual. Entonces:
• Haga de este nuevo convertido una prioridad en sus oraciones. Ora por él todos los días.
• Busca conocer y saber sobre sus necesidades. Póngalas en oración ante Dios.

• También serás responsable de enseñarle cómo orar. Deja que te vea orando y haga oraciones para
que pueda repetirlas contigo.

2. Los ángeles son selladores de hombres


Diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus
frentes a los siervos de nuestro Dios. (Ap.7.3)
Cabe a los ángeles sellar a los elegidos de Dios. También se le ha confiado la misma responsabilidad. De ahora
en adelante, nadie será bautizado en nuestra iglesia sin haber recibido un ángel guardián como consolidador.
El bautismo es el sello que se nos asignó para ministrar a los hombres. Una vez que bautizas a alguien, te
haces responsable de él. Dios te está confiando una vida y espera que la cuides responsablemente. Por eso:
• Asegúrese de que el nuevo convertido haya tomado el curso del bautismo.
• Ayúdelo el día del bautismo, orientándolo en relación a ropas y batas.
• Venga con él y entra al bautisterio para ministrar el bautismo con el pastor de la red.
• Ayúdelo a vincularse con los miembros de la célula.

3. Los ángeles declaran la palabra y los misterios de Dios.


Después vi a otro ángel poderoso que bajaba del cielo envuelto en una nube. Un arco iris rodeaba su
cabeza; su rostro era como el sol, y sus piernas parecían columnas de fuego. Llevaba en la mano un
pequeño rollo escrito que estaba abierto. Puso el pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra,
y dio un grito tan fuerte que parecía el rugido de un león. Entonces los siete truenos levantaron también
sus voces. Una vez que hablaron los siete truenos, estaba yo por escribir, pero oí una voz del cielo que
me decía: «Guarda en secreto lo que han dicho los siete truenos, y no lo escribas». El ángel que yo había
visto de pie sobre el mar y sobre la tierra levantó al cielo su mano derecha y juró por el que vive por los
siglos de los siglos, el que creó el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y dijo: «¡El tiempo ha
terminado! 7 En los días en que hable el séptimo ángel, cuando comience a tocar su trompeta, se cumplirá
el designio secreto de Dios, tal y como lo anunció a sus siervos los profetas». La voz del cielo que yo
había escuchado se dirigió a mí de nuevo: «Acércate al ángel que está de pie sobre el mar y sobre la
tierra, y toma el rollo que tiene abierto en la mano». Me acerqué al ángel y le pedí que me diera el rollo.
Él me dijo: «Tómalo y cómetelo. Te amargará las entrañas, pero en la boca te sabrá dulce como la
miel». 10 Lo tomé de la mano del ángel y me lo comí. Me supo dulce como la miel, pero al comérmelo
se me amargaron las entrañas. 11 Entonces se me ordenó: «Tienes que volver a profetizar acerca de
muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes» (Ap.10.1-11).
Declarar los misterios de Dios tiene que ver con enseñar la Palabra. Como ángel guardián, tendrá la
responsabilidad de enseñar la Palabra de Dios al nuevo convertido a través del Curso de consolidación. Para
él, la Palabra de Dios sigue siendo un misterio, pero lo ayudará a recibir la revelación del Señor. Así:
❹ Prepárate antes de darle la lección de la semana.

❹ Esté abierto a ayudarlo con sus preguntas. Averigua

❹ Asegúrese de que esté leyendo las lecciones del Curso de consolidación.

237
Curso de Entrenamiento de Líderes

❹ Vea si ya compró una Biblia.

❹ Proporcionarle un plan de lectura de la Biblia para comenzar a leer la Biblia.

❹ Ayúdelo a encontrar referencias durante los servicios y la celda.

4. Los ángeles son guerreros de batallas espirituales.


Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles;
(Ap.12.7).
También confrontarás al mundo espiritual a través de la oración intercesora y la liberación. Tu
objetivo será ver al nuevo convertido completamente libre de los malvados lazos y cadenas
espirituales. Usted debe:

❹ Hacer una lista de liberación y quiebra de influencias con él.


❹ Hacer la lista de confesión para concluir el pasado.
❹ Enseñarle a ser intenso y activo en todas las reuniones de la iglesia.
❹ Enséñale a resistir al diablo.

5. Los ángeles guardan las puertas de la ciudad santa.


Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que
son los de las doce tribus de los hijos de Israel; (Ap.21.12).
Los ángeles son guardias y vigilantes. Esto ciertamente se relaciona con el pastoreo y la custodia del
rebaño de Dios. Como ángel guardián, tu función principal será proteger al nuevo convertido que se te ha
encomendado. Haz lo siguiente:
❹ Reunirse con él una vez por semana para enseñar el Curso de consolidación.

❹ Manténgase en contacto con él por teléfono durante la semana. Llama para bendecirle.

❹ Llámelo el día de la célula para recordarle la reunión.

❹ Fíjate si él vino al culto de celebración; sino llámelo el mismo día.

a si vino al servicio de celebración. Si no, llámalo el mismo día.

238
Curso de Entrenamiento de Líderes

❹ Fíjate si los viejos amigos están tratando de llevarle de vuelta al mundo. Guárdalo

❹ Sé un canal de amor para él, porque es a través de ti que él experimentará el amor de Dios.

❹ Ámalo incondicionalmente. Él es una ovejita del Señor.

❹ Deja que él sea el centro de la relación entre ustedes.

Los ángeles hacen muchas otras cosas, pero creo que estos cinco traducen claramente lo que esperamos de
ti como ángel guardián.

Si has ganado a una persona, naturalmente eres su ángel de la guarda. Puedes ser un ángel guardián para
muchos convertidos nuevos simultáneamente. Eso es un gran privilegio.

Su trabajo principal será enseñarle el Curso de consolidación. El curso consta de 12 lecciones, que se
impartirán semanalmente. Por lo tanto, su actividad más importante durante las próximas doce semanas
será cuidar a un nuevo convertido como ángel guardián. ¡A trabajar!

El trabajo del ministro – Consolidar

Clase 3

239
Curso de Entrenamiento de Líderes

Un tiempo juntos

Tienes una gran responsabilidad en tus manos. Estás cuidando a un bebé en Cristo que acaba de nacer. Por
lo tanto, debe tener paciencia y disposición para ministrar aceptación, comprensión y amor para que pueda
crecer saludablemente. Tu tiempo con él debe ser un tiempo de calidad.
Su objetivo es acompañarlo durante las próximas doce semanas y llevarlo al Curso de Madurez Espiritual.
Recuerde que usted es responsable ante Dios por él. Preséntese como su ángel guardián y deje en claro que
tiene la misión de acompañarlo durante las próximas doce semanas para ayudarlo a crecer en Dios y que
para lo cual ustedes deberán reunirse al menos una vez por semana para estudiar las lecciones del Curso de
consolidación juntos.
5. Lugar y hora

Sea flexible sobre dónde y cuándo se reunirá con su nuevo convertido. La clave es que reservan una
hora a la semana para estar juntos. Puede ser durante el almuerzo, después del trabajo en el local de
la iglesia, antes de la reunión de la célula o antes de una de las reuniones de celebración del
domingo.
1. El tiempo juntos
En su tiempo semanal con el nuevo convertido, deberían suceder cinco cosas:
a) Escuche
En primer lugar, debes escucharlo. No solo animándolo a decir algo, sino mostrando un interés real en su
vida. Escuchar significa comprender cómo otros ven el mundo que los rodea. Cuando entendemos cómo lo
ve, podemos entender sus sentimientos.

240
Curso de Entrenamiento de Líderes

No llegue en una actitud de maestro de saber todo y el otro no sabe nada. Escuche su historia, cómo se
convirtió, cómo llegó a la iglesia y cómo se siente ese día. Recuerda que es el centro, así que no pases mucho
tiempo hablando de ti.
b) Compartir
En las primeras reuniones, el tiempo de escucha será más largo, porque aún lo estará conociendo, pero
después de las primeras reuniones, pase más tiempo compartiendo la lección del Curso de consolidación. Lea
la lección con él y comparta lo que se le enseñó, especialmente los consejos prácticos al final de cada lección.
Él puede hacerle preguntas a las que no tiene respuesta, no te avergüences. No necesitas tener todas las
respuestas, acude a tu pastor y deja que él se encargue de lo que está más allá de su capacidad.
c) Practica
No todas las lecciones permiten la práctica instantánea, pero la mayoría sí. Las lecciones sobre concluir el
pasado, consagrar, lidiar con el pecado, orar, estudiar la Palabra y diezmar se pueden ser practicadas después
de compartir. Esté preparado para hacer una aplicación inmediata.
Puede haber cierta resistencia en una lección u otra. Sé paciente y espera a que el Espíritu Santo lo convenza.
d) Ore
Ministra específicamente sobre las necesidades que puede haber compartido, así como el tema de la lección
que estudió. Por ejemplo, si ese día fue el tema de la consagración, haga una oración de consagración con él.
Si el tema era la victoria sobre el pecado, haga una oración de confesión y así sucesivamente.
e) Planifica
La mayoría de las lecciones tienen una serie de consejos prácticos y actividades que deben realizarse durante
la semana. Coordina con el nuevo convertido lo que debe hacer durante la semana hasta la próxima
reunión. Coordine para llamarlo después de dos o tres días para preguntar lo que estaba planificado.

Estos cinco puntos representan un encuentro ideal. Sabemos que pocas veces será perfecto. No se enoje
por no poder practicar exactamente lo que estamos proponiendo. El Espíritu Santo lo guiará a través de
estas reuniones para que se satisfagan las necesidades reales del nuevo convertido. De los cinco puntos, los
más importantes son compartir y orar. Así que, sé radical en relación a ellos.

El trabajo del ministro – Consolidar

Clase 4

241
Curso de Entrenamiento de Líderes

Cuidados en el acompañamiento

Hay peligros en esta nueva relación. Debe estar al tanto de ciertas desviaciones que pueden ocurrir en su
relación con el nuevo convertido. Aquí hay algunas advertencias, que también son principios, para la
relación entre el ángel guardián y el nuevo convertido.

1. Las relaciones deben ser compatibles.

Me gustaría mencionar algunos tipos de relaciones inapropiadas en la consolidación. Evitarlos solo


beneficiará la obra de Dios.
a)Los solteros no deben acompañar a los casados en sus problemas matrimoniales y familiares.
Los problemas de pareja solo deben ser abordados por aquellos que están casados y tienen experiencia
familiar. Y los problemas sexuales, en particular, son los más difíciles de resolver para una persona. Por
supuesto pueden ocurrir excepciones, pero estoy convencido de que serán bastante raras.
b) Los jóvenes solteros no deben acompañar a las chicas.
Aunque un hombre joven puede llevar a una mujer joven a Cristo y viceversa, no debe ser su ángel guardián.
Lo mismo se aplica a las chicas; es decir no es aconsejable que una joven acompañe a un joven en los primeros
pasos de su vida cristiana. Los riesgos de envolvimiento sentimental siempre están presentes y la relación
puede terminar en un clima romántico. Si ambos fueran maduros no habría problema, pero cuando se trata
de un nuevo convertido, él aún no está apto para entrar en una relación. Por lo tanto, es mejor evitarlo.

C) Los hombres casados no deben acompañar a solteras y mujeres casadas, y las mujeres
casadas no deben acompañar a jóvenes y hombres casados.
Nunca debe acompañar a una mujer recién convertida a menos que su esposa participe directamente. Esto
significa que solo acompañarás a una mujer juntamente con tu esposa a en cada reunión. Además de evidente
apariencia del mal, el esposo incrédulo lo odiará si un hombre viene a aconsejar a su esposa en casa.
d) Es mejor que no haya una gran diferencia de edad.
Cuando el nuevo convertido es muy mayor o tiene más experiencia que el ángel guardián, existe el riesgo de
que, en lugar de salarse, sea salado por el otro; en lugar de influir, ser influenciado.
2. No manipule
Tenga cuidado de señorear sobre la vida del nuevo converso. La Palabra de Dios dice que debemos
mantener el rebaño del Señor entre nosotros, no con fuerza, sino voluntariamente como Él quiere, y no
como gobernantes de los que nos han sido confiados, sino como modelos del rebaño (1 P. 5: 2-3). )
El acto de seguimiento debe ser el resultado de un ejemplo, no de manipulación. No obligue al nuevo
convertido a obedecerle. Al igual que el Hijo del Hombre, que no vino para ser servido sino para servir,
el ángel guardián debe servir al nuevo convertido, no ser servido por él (Mateo 20:28).
3. No tenga prisa en las lecciones.
No dé demasiada comida, puede producir intoxicación espiritual. La lección se debe leer con el nuevo
converso. Puede hacer observaciones y aclarar dudas mientras lee, pero nunca deje de leer la lección.

242
Curso de Entrenamiento de Líderes

Tampoco intente finalizar el Curso de consolidación haciendo una lección al día. No intentes abreviarlo.
Ese no es nuestro objetivo. Queremos que el nuevo convertido desarrolle una amistad y un vínculo con
la iglesia a través de usted. Cuidado con la prisa. Alguien ha dicho que la prisa no proviene del demonio,
es el demonio mismo.
4.El nuevo convertido debe ser de su propia célula
No cuides a los hijos de otros. Cada célula debe proporcionar ángeles guardianes para sus propios
nuevos convertidos. Si una célula es muy pequeña y de repente hay una gran cantidad de conversiones,
entonces el discípulo debe ayudar al líder a cuidar cada una.
5.No sea legalista
No intentes cambiar a la persona en función de tus preconceptos personales. No quiera cambiar el
exterior si el interior aún no se ha transformado. No se apegue a las cosas externas, sino lleve al nuevo
convertido a una experiencia íntima y profunda con Dios.
6.Cuidado con la negligencia
No sea negligente con la puntualidad y tampoco desmarque una reunión en el último minuto, a menos
que haya una razón realmente fuerte para ello. A los nuevos convertidos les molestan estas actitudes, que
interpretan como falta de voluntad, mala voluntad o incluso rechazo. Recuerda que eres el modelo de
cristiano para él. Por lo tanto, tenga cuidado de no decepcionarlo con actitudes como puntualidad,
inconstancia, etc.
No dejes de orar por él y no dejes al cuidado de otras personas durante las próximas doce semanas.
Proporcione todo lo que sea necesario para su crecimiento. Como sugerencia, use CD y DVD de
predicación y libros.
7.Cuidado con el horario
No promueva reuniones de más de una hora. Evite tomarse el tiempo del nuevo convertido
innecesariamente. Tenga cuidado de no encontrarse en horarios inapropiados, como muy tarde en la noche
o en lugares concurridos donde la privacidad no es posible.

8.Cuidado con la apariencia


No hay nada malo con las ropas informales, como pantalones cortos y camisetas, pero tenga cuidado con
la higiene personal: limpieza, olores y apariencia general. Si la reunión es en la casa del nuevo convertido,
sé aun más cuidadoso con la apariencia.
9.No intentes resolver problemas complejos.
Las personas con problemas de drogas, alcoholismo, travestismo, prostitución, depresión profunda,
participación severa en el satanismo y otras dificultades igualmente graves requieren un acompañamiento
especializado. Busca a tu pastor, no intentes hacer algo que esté más allá de tu capacidad y madurez. Sé
humilde al reconocer que no eres la persona adecuada para hacer tales seguimientos.

10.Cuidado del cabello excesivo


Estar cuidando al nuevo convertido todo el tiempo compromete su vida espiritual. Los creyentes
sobreprotegidos son inseguros y necesitan constantemente una mamadera espiritual. No hagas todo por
él, déjalo intentar un poco también; por ejemplo, no necesita recogerlo en automóvil para todas las
reuniones de la iglesia o la célula.

243
Curso de Entrenamiento de Líderes

Así como los niños pueden ser mimados, también lo son los nuevos convertidos y luego no querrán ir a
la iglesia solos, siempre requerirán que alguien los recoja. Esto se aplica a muchos otros aspectos de la
vida cristiana, déjalo caminar con sus propias piernas.
11.No sofoques al nuevo convertido
El cuidado excesivo puede ser peligroso. La consecuencia de esto será que el nuevo convertido se cansará
de usted y de la iglesia. Si se siente sofocado, huye y el enemigo termina arrastrándolo de vuelta al mundo.
Vamos a ilustrar. Un día, el pastor dijo: “John, quiero confiar a Peter a tu cuidado, quiero que seas su
ángel de la guarda. “Puede contar conmigo pastor, mi sueño era ser un ángel guardián en la iglesia, estaré
al tanto de sus pasos, estableceré una vigilancia constante” dijo.
Pero lo que el pastor no aclaró o John preguntó es qué tan lejos podía llegar en esta vigilancia sin ahogar
al otro. Y John se tomó muy en serio la tarea de ser un ángel guardián. En los días siguientes, tan pronto
como se levantara, John llamaría a Peter. Repitió lo mismo al mediodía y por la tarde, sin darle un
descanso. Además cumpliendo con su obligación, lo visitaba todas las noches, lo avergonzaba y le quitaba
la libertad. Y agregó una larga lista de lo que no debería hacer. Como si eso no fuera suficiente, ella lo
miraba al acecho cada vez que Peter salía de la casa.
Después de dos semanas, el pobre nuevo convertido desapareció repentinamente de la iglesia. Esto es
más común entre los jóvenes, por lo que Pablo le ordenó a Tito que instara a los jóvenes a ser moderados
(Tito 2: 6). Tener equilibrio, respete la privacidad de los demás y no los abrumen con demasiada atención.
12.Huya de la súper dependencia
Hay nuevos convertidos que son muy dependientes. Esto es lo contrario de lo que acabamos de discutir.
El nuevo convertido, ansioso por aprender toma la idea de tener una comunión extrema. Con eso se
convierte en un perseguidor de su ángel guardián hasta el punto de no hacer nada sin que él sepa primero.
Es un gesto digno de elogio siempre que no lo llevemos a actos cotidianos como comer, beber, dormir y
trabajar. No dejes que el nuevo convertido sea tan dependiente de ti.
13.No viole la privacidad
Un buen ángel de la guarda es plenamente consciente de que Dios es un ser noble. Esto nos dice que su
carácter manso, moderado y prudente respeta el libre albedrío del hombre. Dios nos creó con la capacidad
de elegir libremente; por lo tanto no exceda la privacidad del nuevo convertido, tanto a nivel personal
como familiar.
Una cosa es que el nuevo convertido cuente, confiese y confíe espontáneamente algo de su intimidad.
Otro muy diferente es el ángel guardián forzando o invadiendo su privacidad.
Cuando la convicción de pecado proviene de la obra del Espíritu Santo, naturalmente el nuevo convertido
buscará tu ayuda como un hermano en el que confía y por consiguiente le abrirá su corazón a ti.
14.No hagas negocios
Durante este tiempo de consolidación, no debe hacer negocios con el nuevo convertido. Todavía no es
maduro y algo muy pequeño todavía puede escandalizarlo.
Además no le dé ni le preste dinero. Evidentemente lo recíproco es cierto: no pidas prestado ni dinero al
nuevo convertido. Si tienes deseos de ayudarlo, busca a tu discipulador y hazlo de forma anónima, no
queremos que los nuevos convertidos se conviertan en sanguijuelas dentro de la célula.
15.Evita las críticas
Juzgar no ayuda en nada, la censura y el equilibrio nunca cambian a las personas. A nadie le gusta que
alguien lo censure todo el tiempo. Como ángel guardián, eres un motivador. Siempre tenga una palabra de fe

244
Curso de Entrenamiento de Líderes
positiva para levantar el espíritu del nuevo convertido. Recuerde que usted es un consolidador de columnas
y no un desintegrador de autoestima.

245
Curso de Entrenamiento de Líderes

El trabajo del ministro – Consolidar

Clase 5

Las diez principales dificultades de un nuevo


convertido

No existe una fórmula para tratar cada problema que pueda enfrentar un nuevo convertido. Sin embargo,
tener una descripción de posibles dificultades nos ayuda a tomar medidas prácticas para evitar que se
desvíen de la fe. La conversión y la firmeza de una persona en la vida de la iglesia ya es un verdadero
milagro del cielo. A veces creemos que el milagro ocurrió en el momento de su decisión. Pero aquel que
se está estabilizando, enraizándose, también es un milagro andante.
Hay muchas batallas que un nuevo convertido tendrá que enfrentar, por eso necesitamos muchos ángeles
guardianes dispuestos a tomar una posición defensiva en esta guerra. Desafortunadamente, pocas personas
tienen una comprensión clara de esto. Cada nuevo convertido es un bebé en Cristo y debe ser cuidado,
protegido y cuidado para que no se pierda. Sin consolidación, no alcanzará la madurez para producir fruto.
Quizás el mayor desafío en la vida de la iglesia es el trabajo de consolidación.
1. Emociones conflictivas
Los nuevos convertidos que se convirtieron en la célula, en el culto o fue al encuentro, tuvieron una
experiencia con Dios. Nosotros así como él, también tuvimos esta experiencia y saber de eso lo consuela.
Sin embargo dentro de las veinticuatro horas de su experiencia, puede tener dudas sobre lo que sucedió.
Esa emoción inicial puede disminuir y hacerle pensar que su experiencia con Cristo fue una alucinación o
una experiencia irreal. En ese momento necesita a alguien cercano a él. Necesitamos mostrarle que las
emociones se ven afectadas por las circunstancias, pero nuestra posición en Cristo no depende de ellas. Él

246
Curso de Entrenamiento de Líderes

tuvo una experiencia con Dios, pero muchos comienzan a dudar y retroceder. Felices son aquellos que en
ese primer conflicto, tienen un ángel guardián, un consolidador para ayudar a deshacer las mentiras del
diablo.
2. Crisis de transformación
Suponemos que el nuevo convertido supere solo la primera dificultad, eso por sí solo es un milagro.
Entonces comienzan las crisis de transformación. Algunas personas dejan sus hábitos y adicciones, como
cigarrillos, bebidas o drogas de inmediato. Sin embargo, esto no sucede en todos los casos, lo que puede
causar mucha ansiedad y comparaciones.
Hay personas que rápidamente se liberan de estas adicciones y otras son libres por decisión; sin embargo
hay algunos hermanos que tardan en dejar estas prácticas. Pero eso no significa que no tuvieron una
experiencia con Dios. La obra de Dios varía de persona a persona. En algunos ocurre de una manera, en
otros de otra.
El nuevo convertido quiere cumplir con la expectativa de un cambio instantáneo de 2 Corintios 5:17.
Espera superar el tabaquismo, las drogas y el alcohol de inmediato, tal vez por el testimonio de otros que
han tenido éxito. La verdad es que algunas personas necesitan cuidados personales y otras incluso necesitan
ser internadas en un centro de rehabilitación.
3. Presión de los amigos
Las personas en su entorno social lo presionarán para que vuelva a los estilos de su vida anterior. Esto es
especialmente difícil para los jóvenes, pero les sucede a todos. Los viejos amigos tienen un gran poder de
influencia y pueden llevar al nuevo convertido a renunciar a la fe.
Necesita un nuevo amigo que le diga algo diferente y que demuestre que sus viejos amigos pueden no
entenderlo, que tal vez puede ser rechazado. Necesita que alguien le muestre amor y lo motive. Enséñele
a no juzgar a sus antiguos amigos según la carne, sino a mirarlos con los ojos del Señor. Es vital por lo
tanto, que los hermanos lo involucren hasta que pueda responder adecuadamente a sus antiguos amigos.
¿Eso no te preocupa? ¿No hay una carga en tu corazón por esto? ¿Solo queremos frecuentadores de
cultos o tenemos el compromiso de engendrar hijos para Dios? ¿Es eso lo que es ser una iglesia? ¿Fue
para eso que fuimos llamados a engendrar y abandonar? No! Nuestro trabajo es edificar una iglesia de
vencedores, personas firmes y perseverantes en el Señor. Personas que engendran y cuidan a sus hijos
espirituales.
4. Falta de tiempo
Después de la conversión, se informa al nuevo convertido que deben estar vinculados al cuerpo. Por lo
tanto necesita estar en una célula y separar tiempo para la comunión con sus hermanos. Esto puede ser un
problema para las personas que tienen un horario ocupado.
Posiblemente antes de convertirse ya tenía una rutina, una vida laboral activa, estudios, tal vez algún tipo
de deporte. Hay un deseo en su corazón de participar, pero puede que no cambie repentinamente su
agenda. Sin embargo para ser edificado en la fe, el nuevo convertido debe reorganizar su tiempo para
incluir a la iglesia en su rutina. No podrá hacerlo solo, de ahí la importancia de un consolidador.
5. Hostilidad de la familia
Es común que surja una tensión en el hogar, especialmente si el nuevo convertido es el primer miembro
de la familia que tiene una experiencia con Cristo. Para la mayoría de las familias tradicionales en nuestro
país, cambiar de religión es casi una traición familiar. Seguramente será acusado de destruir la paz y la
unidad familiar, lo que puede causar mucha hostilidad contra él.
Será presionado para mantener su lealtad a su familia y dejar de lado a Cristo ¿Por qué alguien que tiene o
tuvo todas estas dificultades dejaría a su familia para encontrarse con personas que conoce

247
Curso de Entrenamiento de Líderes

superficialmente? Sin el apoyo de un ángel guardián, difícilmente podrá superar la presión de una familia
hostil al evangelio. Incluso en las iglesias en células, a veces hay un desprecio por esto.
6. Persecución
El sufrimiento no se puede evitar por causa de la fe. Jesús dijo que seríamos perseguidos. Este no es el
caso con todos, pero hay personas que quedan desempleadas debido a su conversión. Algunos empleadores
se convierten en verdaderos perseguidores de los nuevos en la fe. Luego comienzan a reflexionar: “¡No
entiendo! Las cosas empeoraron para mí después de que decidí tener este encuentro con Dios".

En algunas circunstancias, la persecución te hace más fuerte, pero en otras te puede llevar a rendirte y
retroceder. Es aconsejable prepararlo para la posibilidad de persecución y estar con él cuando ocurra eso.
Sólo posiblemente no superará esta dificultad. Ganar un alma no es solo sembrar la semilla y dejarla crecer
sola. Somos labradores, ganamos y consolidamos. Este es el secreto de la expansión del reino de Dios.
La teología de que uno no persevera porque no fue una conversión genuina es cómoda. Es cómodo decir
que cuando no hacemos nuestra parte, nuestro trabajo, entonces buscamos una teología que nos hace
sentir cómodos con la situación. Esté incómodo delante de esta situación.

7. Superstición
Existe una tendencia común a culpar a Dios por todas las cosas malas que suceden después de la
conversión. Muchas personas nuevas en la fe están convencidas de que la conversión solo les ha traído
problemas y por eso no vale la pena insistir en este camino.
Eso sucede porque muchas veces antes de mejorar, es necesario empeorar. Por ejemplo, cuando Dios le
habló a Moisés en Egipto, le ordenó a Faraón que dejara ir a su pueblo ¿Y Faraón les dejó? No. Él
aumentó la carga, el trabajo, por lo que la gente lloró. Esto muestra que antes de la liberación del pueblo
de Dios, hubo una resistencia, un empeoramiento de la situación inicial. Para que el diablo caiga, él
necesita levantarse.
Alguien debe advertirle que las evidencias malignas no lo convenzan, para que la verdad de Dios no sea
derribada por las mentiras y ataques del diablo. Sin un ángel guardián que le proteja de tales influencias,
se debilitará en la fe.
8. Cargos del pasado
Es probable que haya una serie de pendencias y asuntos no resueltos del pasado, como deudas, conflictos
y resentimientos. Muchas personas aprovecharán ese momento para presionarlo. Algunas personas hacen
demandas absurdas, algunas por burla, algunas simplemente por malicia.
El nuevo convertido necesita ser ayudado y guiado en estos asuntos, ya que el diablo aprovecha estas
ocasiones para acusar y desmotivar al nuevo en la fe. Algunos de ellos se sentirán avergonzados e indignos
de ser cristianos, abandonando así la vida cristiana.
9. Soledad
Debido a su decisión por Cristo, el nuevo convertido pudo haber sido abandonado por todos sus antiguos
amigos. Debido a su decisión de abandonar las prácticas pecaminosas, involucrarse con las cosas del
mundo, posiblemente será rechazado por amigos y familiares. Y tal vez por alguna razón, no puede llenar
el espacio con nuevos amigos que comparten de su fe.
El resultado es una gran soledad que puede hacerle sentir resentido y abandonado. En este momento,
él necesita tener una familia dentro de la iglesia. Las personas que en amor le animen ayudándole a superar

248
Curso de Entrenamiento de Líderes

la soledad del mundo. Como iglesia y cuerpo de Cristo, debemos dedicarnos a estos hermanos para que
se sientan aceptados y amados entre la familia de Dios.
10. Creyentes carnales
Los creyentes carnales pueden ser una fuente de desilusión y desánimo, ellos pueden hacer comentarios
insensibles y dar consejos equivocados. El nuevo convertido piensa que cada creyente es maduro y capaz de
ayudarlo, pero sabemos que hay muchos enanos espirituales. La longevidad no es sinónimo de madurez. Es
triste, pero a veces necesitamos proteger a un nuevo convertido de algunos viejos en la fe. Es posible que
alguien resista estas diez dificultades, pero la voluntad de Dios es que alguien esté junto con el nuevo
convertido. Su voluntad es que tú estés al lado de alguien.

El trabajo del ministro – Consolidar

Clase 6

249
Curso de Entrenamiento de Líderes

El líder en entrenamiento y la consolidación


Cada líder en entrenamiento debe asumir el encargo de ser un ángel guardián o un consolidador en su
célula. Por supuesto, todos los miembros están llamados a ser consolidadores, pero el líder en
entrenamiento tiene esta responsabilidad como parte de las calificaciones requeridas para convertirse en
un líder de célula.
Fuimos llamados a hacer discípulos. Nuestro trabajo no es solo hacer que alguien confiese que Jesucristo
es el Señor. Este es solo el primer paso. Después de eso, debe ayudarlo a extender el Señorío de Cristo a
todas las áreas de su vida. Después de la decisión viene la consolidación. Este es tu trabajo como ángel de
la guarda: consolidar.
Consolidar es ayudar al nuevo creyente a afirmarse en su decisión, es ser un compañero durante los
primeros pasos de la vida cristiana, apuntando a la meta: ser un discípulo genuino de Jesús.
Cada nuevo convertido necesita un ángel guardián y usted como líder de entrenamiento, debe
desempeñar ese papel para ser reconocido como líder de célula.

I. Cada líder en entrenamento es un ángel de la guarda o


consolidador
Hemos ganado y también consolidado. El consolidador es la persona que discipula al nuevo convertido
durante sus primeros pasos, también lo llamamos el ángel guardián. Nuestro trabajo no es solo hacer que
alguien confiese que Jesucristo es el Señor. Este es solo el comienzo de la vida cristiana, nuestro trabajo
va más allá. Una vez que confesó, también debemos consolidarlo. Fuimos llamados a hacer discípulos.
Necesitamos guardarlo, sellarlo, protegerlo y expresarle el amor de Dios.
Al comienzo de la conversión, no está claro para el nuevo convertido el significado de que Jesús es el
Señor de su vida. Depende de nosotros, como ángeles guardianes explicarle que ser cristiano no es solo
un miembro de la iglesia; sino un discípulo de Jesús. Debe comprender desde el comienzo de la vida
cristiana que él no es un simple asistente de servicios, sino un ministro, alguien llamado a servir. Necesita
comprender que ahora hay un Señor que gobierna su vida.
Este es nuestro trabajo como ángel de la guarda, para nutrir, ayudar al nuevo convertido a mantenerse
firme en su decisión y acompañarlo en estos primeros pasos de la vida cristiana. Siempre debemos
enseñarle a depender de Cristo y explicarle que nuestro objetivo es parecernos cada vez más al Señor. Jesús
es el primogénito, el modelo para los demás hijos que nacieron. Cada uno debe mirarlo como el modelo a
imitar. El consolidador le enseñará esto. Todos los nuevos miembros necesitan de un consolidador y el
nuevo convertido será el primer discípulo del líder en entrenamiento.

I. El cuidado del nuevo convertido


Cuidar es la palabra clave del ángel guardián, esta es su tarea principal. Las personas se sentirán más
conmovidas por lo mucho que se preocupan por ellas, que por su conocimiento. Recuerda eso! Usemos las
letras de la palabra CUIDADO en un acróstico para recordar las seis responsabilidades de un ángel guardián.
COMPROMISO
UNIÓN
INTERCESION
DEDICAÇÃO
AMOR

250
Curso de Entrenamiento de Líderes

RESPONSABILIDAD

1. Compromiso
Tu discípulo es tu prioridad. Cuidar implica compromiso. El discipulado requiere tiempo y esfuerzo. Un
problema importante que enfrentamos es que las personas no quieren comprometerse con el reino de Dios.
Los ganadores son aquellos que se comprometen, considerando lo que el Señor considera tan importante.
Por eso la clave para entender el trabajo de un ángel guardián es saber que Dios lo ha llamado a cuidar a sus
hijos, haciendo este compromiso. Veamos algunas actitudes prácticas que son deberes de un consolidador:
a)Reúnase semanalmente con su nuevo hermano para enseñarle las lecciones del curso de
consolidación. Eso es lo mínimo.
b)Llame a mitad de semana con buen criterio y equilibrio para averiguar cómo está y si tiene
alguna necesidad de oración. Mantenerse en contacto es la clave para desarrollar la amistad.
c)Comuníquese con él inmediatamente cuando él falte a la reunión de la célula o la reunión de
celebración de la iglesia. No lo hagas es como una demanda, sino demuestra cuidado, celo y amor
por la vida de tu nuevo hermano.

d)Prepárese en oración para cada reunión con él.

2. Unión
Eres un elemento de unión para el nuevo creyente. ¿Qué significa esta unión? Significa que usted como
ángel guardián, es quien establece la unión entre el nuevo convertido y la iglesia. Como tal, tienes la misión
de:

a)Unirlo a Cristo
Es evidente que tenemos comunión directa con el Señor, pero somos un cuerpo, y como tal
debemos entender que los miembros están unidos y todos sujetos a la cabeza, que es Cristo. Si
miramos nuestro cuerpo, veremos que para que la mano tenga comunión con la cabeza, necesita el
intermedio, el brazo. Por lo tanto tú también debes cooperar para que los nuevos en la fe siempre
tengan experiencias con Cristo y tengan hambre de las cosas del cielo.
La verdad es que todos debemos ser instrumentos para generar más hambre y sed de Dios en nuestros
hermanos. Enseñe al nuevo creyente a depender cada vez más de Dios, a través de una vida íntima y
profunda con el Señor.

b) Unirlo a la célula
Usted, como consolidador, será responsable de la vida del nuevo hermano en la célula. La obra de Dios carece
que cada uno lleve a cabo su función asignada, nosotros dependemos de los hermanos. Para esto necesitamos
enseñar y entrenar a cada nuevo convertido para que algún día él también sea un líder. Por lo tanto, traiga al
nuevo converso efectivamente a cada reunión para aumentar los lazos de amor entre él y los otros hermanos.
c) Unirlo a la iglesia
Anime al nuevo convertido a bautizarse. Llévelo a la vida de la iglesia bautizándolo e integrándolo. Un
vínculo espiritual ocurre en el bautismo. Cuando bautizamos a alguien, nos comprometemos con la
responsabilidad y nos unimos a él en una amistad más profunda que el mero conocimiento. También

251
Curso de Entrenamiento de Líderes

muestre al nuevo convertido cómo funcionan los departamentos de la iglesia, las oficinas, los servicios
pastorales, las librerías, etc.
3. Intercesión
Interceder es ponerse en el lugar del otro y defender la causa de él como propia. No hablo de esas largas
oraciones que pocas personas pueden seguir. El hecho de que recuerdes al hermano del que eres
responsable durante tu devocional o durante el día ya es un gran peso en el mundo espiritual. La función
del ángel guardián es interceder, ponerse en el lugar de otro.
Si puede entrar a su habitación, arrodillarse y orar durante una hora, por supuesto que eso tiene un impacto
aún mayor en el mundo espiritual. Pero no pase por alto esos momentos en los que se conecta rápidamente
con el cielo. Haga que el nuevo creyente que le ha sido confiado sea una prioridad en sus oraciones. Un
momento en la presencia de Dios intercediendo por alguien definitivamente puede cambiar la vida de esa
persona.
Descubra cuáles son las dificultades y necesidades del nuevo convertido y preséntelas a la oración. Es
precioso cuando encontramos un hermano dispuesto a pelear nuestras guerras. Esto es lo que se espera de
un ángel guardián que tiene un encargo y amor por la vida del nuevo convertido. Desafortunadamente
algunos hermanos sólo tienen una relación basada únicamente en la amistad. Por supuesto esto también
es importante, pero el nuevo convertido necesita ver en ti una referencia de Dios. Necesita a alguien para
orar con él y enseñarle a orar. Para esto depende del Espíritu Santo para que te ayude en tus oraciones.
Oren juntos
4. Dedicación
No hay cuidado sin dedicación, ser un ángel de la guarda requiere un poco de devoción. Dedicarse es
consagrarse, ser devoto. Dedicarse a alguien se refiere a la renuncia a la comodidad de uno en favor del
otro. Habla de un precio, una renuncia, un costo. Necesitamos ver la tarea del ángel guardián como el
llamado de Dios para que cambiemos esta mentalidad.
Algunos hermanos se resisten a ser un ángel guardián no porque sea complicado, sino porque cuesta
tiempo, energía e inversión. Es como tener un hijo. Tener un hijo es costoso, no solo financieramente,
sino en todos los sentidos. Las prioridades de un hombre y una mujer cambian después de tener un hijo,
esto también sucede espiritualmente. Puede pensar que para crecer, necesita ser discipulado por algún
pastor o apóstol de renombre, pero crecerá mucho más si cuida a alguien tan simple como un bebé que
necesita su atención. Si su deseo es realmente crecer espiritualmente, necesita ser padre del nuevo hermano.
Su trabajo es alentar y apoyar al nuevo creyente. Por lo tanto ora con él y por él.
Alguien que es un niño en la fe siempre persigue sus intereses, pero alguien maduro, adulto, aprende a
pedir, a invertir tiempo, a escucharse mutuamente, poniéndolo en el centro como una prioridad. Aprende
a escucharlo de sus problemas, conócelo, fortalece tu relación para ayudarlo. Todo esto es dedicación y
para que exista, deje que el Espíritu Santo genere en usted un interés genuino en el bienestar del nuevo
convertido. Esto significa ser consciente de sus necesidades, priorizarlo en sus oraciones y ministerio. Deje
que sus reuniones sea él, el centro de atención, no usted.
5. Amor
El amor es tu motivación suprema para cuidar a un nuevo creyente, ya que hay algunos bebés que se
quejan, refunfuñan y solo en el amor puede alguien cuidarlos. Usted lo cuidará primero por amor al
Señor y segundo por amor al nuevo convertido.
Pero no te preocupes si amarás o no a tu hermano, porque el que es nacido de Dios ama, porque Dios es
amor. Entonces el amor de Dios ya ha sido derramado en tu corazón. Así que deja que este amor fluya a
través de ti hacia el discípulo, sé un canal de amor para él, poniéndolo en primer lugar. Aliéntelo a probar

252
Curso de Entrenamiento de Líderes

este amor, esta relación, siendo generoso y cuidándolo. Será a través de ti en primer lugar que él
experimentará el amor y el cuidado del Padre por nosotros, la iglesia.
Necesitas amar a este nuevo hermano incondicionalmente. Dios ama porque el amor es la esencia de su
ser. Independientemente de nuestras respuestas, Él nos ama. Entonces si el amor del Padre está en ti, no
dependas de la actitud del nuevo creyente para aprender a amarlo; sino cree que la vida de Dios en ti ya
fluye en ese amor. Por lo tanto ámalo en todas las circunstancias.
6. Responsabilidad
Ser un ángel guardián requiere responsabilidad. Durante las próximas doce semanas, eres responsable
de tu discípulo ante Dios y la célula. Hay una gran seriedad en esto, porque Dios te ha confiado una vida y
espera que la cuides con prudencia y diligencia. Esto implica una disposición a invertir tiempo de calidad con
el nuevo converso.
Como ya se ha dicho que cuidar a un niño requiere una inversión por parte de los padres. Por eso como
padre espiritual, debes ser consciente de que en la vida de la iglesia hay una relación responsable. Por lo tanto,
es su deber liderar a este nuevo convertido para que camine el camino del vencedor de manera responsable.
Es su tarea acompañarlo cuidadosamente en sus nuevos pasos en la iglesia, no solo informándole de su nueva
tarea en este ascenso; sino también alentándolo y ayudándolo a avanzar de manera constante y sin demora.

Capítulo 8
253
Curso de Entrenamiento de Líderes

El trabajo
del ministro - Discipular

El trabajo del ministro - Discipular

Clase 1
254
Curso de Entrenamiento de Líderes

El discipulado de un ministro

La palabra de Dios declara enfáticamente que solo hay un mediador entre Dios y los hombres (1 Tim.
2: 5). Todos los creyentes creen esta verdad, pero yo vivo con cientos de hermanos que están
esperando que yo sea el mediador entre ellos y Dios. Estas son personas que no pueden asimilar la
visión. ¿Realmente que tiene que ver con la visión? Es muy sencillo. Declaramos que cada creyente es
un ministro o sacerdote, eso significa que no necesita que nadie sea su mediador ante Dios.
No estoy diciendo que no nos necesitamos unos a otros o el consejo de hermanos mayores, pero es un
pecado buscar a alguien que te ayude antes de buscar a Dios. Esperas que alguien resuelva tu problema, pero
no lo llevaste en oración al Señor. Esto significa que confías en el hombre más que en Dios, o al menos crees
que está más cerca de Dios y por eso puede ser tu mediador.
Algunos esperan que te diga cuál es la voluntad de Dios para tu vida. Otros esperan que les explique el
significado de las cosas que les han sucedido. Otros esperan que les revele misterios que no entienden. Me
gusta bendecir a las personas y obviamente hago todo lo posible para ayudarlas, pero este tipo de preguntas
deberían plantearse a Dios, no a los hombres.
Como cada creyente es un ministro, nuestro trabajo como líderes es equiparlos para poder hablar con
Dios y recibir orientación de Él sobre estas dudas y problemas. El papel de un discípulo no es ser la voz de
Dios, sino ayudar a las personas a conectarse con Dios para que puedan escuchar la voz del Señor por sí
mismas. Es evidente que Dios nos habla a través de nuestros hermanos, incluido el pastor, pero debemos
tener cuidado de no convertirlos en la voz de Dios.
Cuando te enfrentas a una situación difícil, ¿a quién llamas primero? ¿A tu pastor o a Dios? Cuando no
entiendes un versículo de la Biblia, ¿a quién recurres? ¿A tu pastor o a Dios? No lo malinterpreten. Nos
necesitamos unos a otros y Dios ciertamente usa a nuestros hermanos para hablarnos. Lo que estoy tratando
de decirte es que desafortunadamente la mentalidad de muchos creyentes es la de un mediador. Hay un
oráculo que te dirá todo lo que Dios quiere decirte. Eso podría ser cierto en el Antiguo Testamento, pero ya
no lo es. En estos días del Nuevo Testamento, cada creyente fue hecho sacerdote y cada uno puede escuchar
de Dios individualmente sin ningún mediador que no sea Cristo Jesús.
No haga de su pastor, discipulador o líder una muleta de su relación con Dios. Está bien tener una
muleta momentáneamente mientras no podemos caminar, pero deberíamos ser capaces de poder caminar sin
muletas a medida que vamos creciendo.
Si no entendemos claramente la visión, convertiremos el discipulado en una distorsión del
cristianismo. Muchos discípulos se están convirtiendo inadvertidamente en mediadores entre Dios y sus
discípulos.

1. El centro del discipulado.


La ilustración de corazones concéntricos puede ser útil para comprender la prioridad de Dios. Esta
ilustración nos muestra el nivel de cada uno para comprender el propósito eterno de Dios. Algunos están en
el nivel más básico de comprensión del reino de Dios. En este nivel están aquellas personas que quieren hacer
cosas por Dios. No les importa mucho el deseo del corazón de Dios, solo quieren hacer cosas buenas,
relevantes y útiles para los necesitados.
En el segundo nivel están aquellos que entienden que hay algo más central en el corazón de Dios: la
iglesia. Estas personas se unen en las llamadas misiones para-eclesiásticas. Entienden que lo que importa es
predicar el evangelio, pero no se dan cuenta de que predicar el evangelio no lo es todo, la gente necesita ser
edificada y esta edificación sólo es posible dentro de la iglesia local.

255
Curso de Entrenamiento de Líderes

En el siguiente nivel hacia el centro están aquellas personas que se han dado cuenta de que la iglesia
local es algo más central en el corazón de Dios. Muchas iglesias han avanzado solo a este nivel. Es por eso
que viven de grandes eventos, programas y celebraciones.
Otros sin embargo, han avanzado en la revelación del corazón de Dios y se han dado cuenta de que
una iglesia sólo puede edificarse a través de grupos más pequeños, a los que hemos llamado células. Hoy
estamos en esta etapa y es un gran avance, pero todavía hay algo más central que las células. La siguiente etapa
es el discipulado. En la célula misma, hay un punto central. La célula no es el punto final de la visión.
Sin embargo, si nos detenemos aquí, tendremos una sola religión organizada. Todavía hay algo que es
más central que todas las cosas. El discipulado tiene un punto central y ese punto es Cristo dentro de
nosotros. El centro del evangelio es Cristo dentro de nosotros. La meta de Dios es que cada uno de sus hijos
sea guiado por el Espíritu, que hoy habita en nuestro espíritu humano regenerado.
La meta del discipulado por lo tanto, es guiar a las personas a experimentar el control de Cristo en sus
vidas a través del Espíritu Santo. Realmente no tenemos nuestros discípulos, no los tenemos para nosotros
mismos, sino para que cada uno conozca a Cristo. Todos son de hecho discípulos del Señor. Nuestro trabajo
como discípulos es guiarlos a aprender a sentir, escuchar y percibir la voz de Cristo vivo dentro de
ellos. Debemos enseñar de qué se trata el evangelio sobre Cristo y su voluntad en cada uno. Tenemos la
obligación de ser un modelo de vida, no para que nos miren, sino para que vean a Cristo en nuestra vida
diaria. Cristo es el centro de todo, nadie es dueño de nadie y tampoco el discipulado es un sistema eclesiástico
sino una relación de vida.
El discipulado no es una mera amistad, sino una relación orientada al propósito, el propósito de ver a
Cristo formándose en una sola persona para que pueda ser enviado y tener muchos hijos con Dios. Todos
deben recordar siempre que el centro de nuestro trabajo es el Espíritu Santo, que es Cristo en nosotros.
Todo creyente necesita tener un discípulo. Alguien reconocido como la autoridad para enseñar y guiarlo
en este camino de aprendizaje para ser guiado por el Espíritu para llevar a muchos hijos a Dios y así edificar
la iglesia.

2. Sin dependencia ni manipulación


El discipulado es muy importante, pero puede convertirse en un problema si no nos damos cuenta de
que hay algo más central en la vida cristiana. El punto central de la vida cristiana es "Cristo en nosotros". Esto
significa que el objetivo del discipulador es lograr que su discípulo escuche al Espíritu y siga su voz. No
tenemos discípulos realmente, los discípulos son de Cristo. Somos como señalizadores que apuntan a Cristo.
Cuando no comprendemos la centralidad de Cristo, podemos incurrir en ciertos desequilibrios que
deben evitarse. Podemos caer en el agujero de dominación sobre el discípulo y el discípulo a su vez puede
caer en el error de la súper dependencia

Cualquier método de discipulado que induzca a las personas a seguir a un líder y obedecer las reglas
en lugar de seguir a Cristo es fundamentalmente malo. Todo discipulado debería llevar a las personas a ser
como Cristo y esta debería ser la gran meta de cada discipulador. Todo lo que saca a Cristo del centro, ya
sea un buen método o un gran sistema de discipulado, debe ser completamente eliminado de nuestro
medio.
Los discipuladores que no entienden que el centro del discipulado es lograr que el discípulo escuche a
Cristo en su espíritu, generalmente lleva a los discípulos a depender de ellos. Se mantienen como mediadores
entre el discípulo y Dios. Desafortunadamente, están completamente fuera de la visión. De hecho lo están
destruyendo.
Cuando los discipuladores se posicionan como mediadores espirituales, los discípulos llegan a depender
de ellos en todo. Los discipuladores se convierten en su guía espiritual, decidiendo todo por ellos. Ellos
deciden si el discípulo debe o no vender el automóvil, viajar o no, relacionarse con una señorita o joven en

256
Curso de Entrenamiento de Líderes
particular. Este nivel de autoridad y gobierno de los discipuladores sobre los discípulos produce una sensación
de tranquilidad y pasividad en el discípulo. Después de todo, no tiene que decidir nada y ni siquiera molestarse
en orar por eso. Tu discipulador se encarga de todo y a mucha gente le gusta eso. Los discípulos se sienten
seguros de que ya no necesitan orar o buscar a Dios sobre este o aquel tema, ni están en peligro de tomar
decisiones equivocadas. Si alguien comete un error, será el discipulador. Sin embargo, esto no es discipulado,
es manipulación religiosa.
En el verdadero discipulado, enseñamos a los discípulos a depender de Dios y a buscar su
voluntad. ¿Cómo actuar en una situación en la que el discípulo busca orientación? Una actitud simple es orar
con él y hacer que tome una decisión. El discípulo debe mostrar todos los resultados posibles y dejarlo
decidir. Si como discípuladores no entendemos ciertos asuntos, deberíamos recomendar que el discípulo
busque el consejo de otros en esa área en particular, entonces debemos dejarlo decidir. Si decide bien,
madurará en el Señor. Si comete un error, madurará aún más rápido. Y nunca debemos culparlo por un
eventual error, ni tampoco debemos culparnos. El discipulador autoritario en vez de producir madurez,
produce inmovilidad espiritual. Tenga mucho cuidado con el enseñoreamiento sobre la vida del discípulo. La
Palabra de Dios dice "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino
voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro
cuidado, sino siendo ejemplos de la grey" (1Pe.5.2-3).
Hay una tendencia muy sutil en el trabajo de discipulado a dejarse llevar por el legalismo y el control
de la vida del discípulo. Los discipuladores, cuando desconocen las demandas de Jesús, imponen sus propias
demandas. He escuchado a pastores decir que a la gente le gusta que se le cobre, que se le pida que se vista y
se comporte de una manera u otra, y que les gusta la prohibición. Alguien incluso ha afirmado que a los
creyentes les gustan los predicadores que son gritones y duros, porque transmiten la idea de un evangelio más
serio. Pero lo que hemos visto a menudo es solo legalismo religioso.

3. Autoridad en el discipulado
La primera base de la edificación de un discípulo es el reconocimiento del Señor Jesús como Rey.
Conversión significa cambio de gobierno. De ahora en adelante, la Palabra de Dios es el fundamento de
nuestras vidas.
En el reino, hay autoridades delegadas. Si una persona no reconoce la autoridad, no puede ser edificada
y discipulada. La sujeción es la condición básica del discipulado, sin sujeción no hay formación ni
discipulado. Pero un riesgo que muchos comprensiblemente temen es el abuso de autoridad del
discipulador. Por lo tanto, el discipulador también debe ser un discípulo. El principio básico para tener
autoridad es estar bajo autoridad.
Cada discipulador debe entender que él es el siervo del discípulo, no el dueño. Debes enseñar todo el
consejo de Dios, no tus gustos y preferencias personales. Debido a que realmente no tenemos discípulos, los
discípulos son de Cristo. Algunos discipuladores suponen que lo que piensan debería ser seguido ciegamente
por el discípulo, pero eso es absurdo. Un discípulo puede estar en desacuerdo e incluso discutir una idea con
su discipulador y aun así mantener un corazón sumiso.
La palabra de un discipulador a su discípulo puede ser de tres niveles:

a) la Palabra de Dios
Evidentemente antes de la Palabra de Dios, la sujeción de un discípulo debe ser completa y absoluta. Si
un discípulo ignora la Palabra de Dios, podemos decir que es rebelde, pero cuando digo la Palabra de Dios,
me refiero específicamente a lo que está escrito en la Biblia.
Si por ejemplo, un líder viene a mí y me dice: "Pastor me gustaría salir con fulana" y le pregunto:
"¿Quién es ?", Y me dice que es una chica que conoció en el colegio y todavía no se ha convertido, en tal
situación, la Palabra de Dios dice claramente que debe terminar esta relación simplemente porque no hay
comunión entre la luz y la oscuridad, y se están convirtiendo en un yugo desigual (2 Cor. 6: 14-18). En este

257
Curso de Entrenamiento de Líderes

caso, el discipulador puede ser absolutamente directivo y si se niega a escuchar la Palabra, puede considerarse
rebelde.

b) El consejo del discipulador


El segundo nivel de la palabra es el consejo. El consejo, son palabras basadas en la experiencia y el
conocimiento del discipulador. Si bien es un consejo bueno y sensato, en este caso la sujeción es relativa. El
discipulador tiene más experiencia y es capaz de dar consejos, pero no puede obligar a su discípulo a seguir
ciegamente sus consejos. En este caso, la sujeción al discipulador es relativa. Por lo tanto el discípulo debe
persuadir y convencer a su discípulo de obedecer.
Imaginemos el siguiente ejemplo. El discípulo viene a mí y me dice que le gustaría casarse con
Serafina. La niña es una fiel creyente, pero solo tiene 16 años y él tiene 18 años. Le doy un buen consejo:
"Mejor espere un poco más, porque ustedes dos son muy jóvenes". ¿Es un buen consejo? Por supuesto. ¿Pero
es la Palabra de Dios? La Biblia de hecho no dice a los cuántos años debería casarse. Creo que el discípulo
debería escuchar mi consejo, pero ¿qué pasa si decide casarse de todos modos? ¿Debería rechazarlo como
rebelde? Claro que no. De hecho, debería decir: "Es mejor no casarse, pero como te vas a casar, entonces
trabajemos para que funcione".
Podemos aconsejarlos sin imponer nuestro punto de vista o nuestra autoridad, pero el problema está
justo aquí. Debido al énfasis en la autoridad, siempre que aconsejamos encontramos que nuestros consejos
deben seguirse al pie de la letra. Somos los profetas de los últimos días, que hemos recibido toda la verdad
para guiar a las personas en la vida cristiana. Si no somos obedecidos, tendemos a rechazarlos. Por supuesto
debemos dar una guía clara a los discípulos. Entre ellos está que deberían buscar la respuesta de Dios, no
nuestro consejo.
Pero un discípulo que nunca escucha el consejo de su discipulador es orgulloso y
autosuficiente. Aunque no es necesariamente rebelde, es resistente a la enseñanza y difícilmente se puede
edificar. Un buen discípulo debe prestar atención al consejo de su discipulador, pero un discipulador no puede
obligarlo a seguir su consejo.

c) La opinión del discipulador.


El tercer tipo de palabra del discipulador son sus opiniones. Las opiniones expresan solo preferencias
y gustos personales. No se requiere sujeción a las opiniones y gustos personales del discipulador. Supongamos
que el discípulo le dice al discipulador: "Me gusta Cremilda ". El discipulador luego interfiere rápidamente:
“¿Pero Cremilda ? Ella es muy fea. Puedes lograr algo mejor". No hace falta decir que esta opinión puede ser
solemnemente ignorada.
El problema ocurre cuando el discipulador no comprende estos tres niveles de lenguaje y decide instar
a su discípulo a seguir todas sus opiniones humanas. Esta es la causa de las distorsiones y abusos que ocurren
en muchas iglesias. Realmente no tenemos discípulos, los discípulos son de Cristo y los discípulos deben
escuchar solo lo que está en armonía con la Palabra de Dios.

258
Curso de Entrenamiento de Líderes

El trabajo del ministro - Discipular

Clase 2

Objetivos del discipulado

259
Curso de Entrenamiento de Líderes

En nuestro trabajo de hacer discípulos, debemos enfocarnos principalmente en dos

cosas. Podemos decir que estos son los dos objetivos del discipulado:
1. La edificación de la vida del discípulo para tener el carácter de Cristo.
2. La capacitación ministerial del discípulo para hacer la obra de Dios.
Cuando hablo de edificar la vida y el carácter de un discípulo, no estoy hablando de la transformación
de la vida. La transformación de la vida depende de Dios. Convertir a los pecadores nacidos de Adán en
hombres santos no es nuestra tarea, sino la de Dios. Solo Él puede cambiar, transformar al hombre orgulloso,
rebelde y egoísta en un hombre nuevo, manso y humilde. Ningún discipulado podría realizar este
milagro. Esta es la obra del Espíritu de Dios.
Solo con el nuevo nacimiento puede ser removido nuestro corazón de piedra. Es por el nuevo
nacimiento que nos convertimos en nuevas criaturas, pero no solo el nuevo nacimiento es obra del Espíritu
Santo; sino que el crecimiento y la transformación de la vida a imagen de Cristo es forjado por el Espíritu del
Señor (2 Cor. 3:18). En este caso, podemos decir como Pablo, que ni el que planta es nada, ni el que riega;
sino es Dios que da el crecimiento (1 Cor. 3: 7).
Por lo tanto, es esencial que cada discípulo tenga una fuerte experiencia con Dios, que reciba en su vida por
fe, la acción transformadora del Espíritu Santo y esté continuamente lleno del Espíritu, porque sin esto la
relación de discipulado tendrá muy poco resultado.

I. LA EDIFICACIÓN DE LA VIDA DEL DISCIPULO


El primer propósito de una relación de discipulado es edificar la vida del discípulo para que tenga el
carácter de Cristo. El propósito de Dios es que todos sus hijos crezcan hasta la altura de Cristo. La voluntad
de Dios es que nuestro carácter sea tan transformado que podamos expresar a Cristo en cada área de
nuestras vidas.
Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y al pleno conocimiento del Hijo de Dios, para
perfeccionar la masculinidad, en la medida de la plenitud de Cristo (Efesios 4:13).

Pablo también nos muestra que su objetivo era presentar a sus hijos en perfecta fe en Cristo. Por lo tanto,
entendemos que es el papel y la responsabilidad de los líderes cooperar con el Espíritu Santo en el trabajo de
crecer y perfeccionar a los santos. Hacemos esto a través del discipulado.
A quien Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles,
es decir, Cristo en ti, la esperanza de gloria; que anunciamos, advirtiendo a cada hombre y enseñando a cada hombre
con toda sabiduría, para que podamos presentar a cada hombre perfecto en Cristo. (Col 1:27, 28).
Las áreas más importantes en las que debemos observar estas cosas son:
En la familia
En el trabajo.
En el tratamiento con el prójimo.
En el área sexual.
En la administración del dinero.
En moral y ética.
En relación con Dios.

260
Curso de Entrenamiento de Líderes

En tiempos de pruebas.

1. La responsabilidad del discipulador.


Si la obra de transformación del discípulo es del Espíritu Santo, ¿cuál es el papel del discipulador en
este proceso? Pablo declara que "somos colaboradores de trabajo de Dios" (1 Cor. 3: 9). Es cierto que ni el
sembrador ni el que riega son nada, pero aún debemos sembrar y regar. Somos los colaboradores de
Dios. Hay una parte del trabajo que es de Dios, pero hay otro trabajo que depende de nosotros hacer. Es
Dios quien hace la parte misteriosa del crecimiento, pero nosotros somos los que plantamos y
regamos. Nuestra acción nunca puede reemplazar la acción de Dios; tampoco la acción de Dios nos exime
de nuestra responsabilidad.
¿Cuál es entonces nuestra responsabilidad en formar un discípulo? Creo que deberíamos mirar los
ejemplos en el Nuevo Testamento del Señor y Pablo, y luego hacer lo mismo.
Estar con ellos
Luego nombró a doce para estar con él y enviarlos a predicar (Mc 3.14).
Sé un ejemplo
Sed imitadores de mí, como lo soy de Cristo. (1Co 11.1)
Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu,
fe y pureza (1 Timoteo 4:12).
Amarlos
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis
unos a otros (Jn.13,34).
Conócelos
Yo soy el buen pastor; Conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí (Jn 10:14).
Enséñales la Palabra de Dios
Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús (2Tim
1.13)
Instruirlos
Y lo que has escuchado de mí a través de muchos testigos, este mismo transmite a hombres fieles
y también puede instruir a otros. (2 Tim 2,2)

Animarlos
Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y
día; deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de gozo; trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual
habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del
don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de
dominio propio (2Tim 1.3-7).
Corregirlos
Di estas cosas; exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te desprecia (Tito 2.15).
Advertirles y reprenderlos
En cuanto a los que viven en pecado, repréndelos en presencia de todos, para que también
puedan temer. (1 Tim. 5:20)
261
Curso de Entrenamiento de Líderes

Predica la palabra, a tiempo y fuera de tiempo, corrige, reprende, exhorta con toda paciencia y
doctrina. (2Tm 4.2).
Ora por ellos
Doy gracias a Dios, a quien he servido de mis antepasados con una conciencia pura, porque
continuamente te recuerdo en mis oraciones, día y noche. (2Tim 1.3).
Honrarlos
Si alguien me sirve, sígueme, y donde esté, también estará mi sirviente. Y si alguien me sirve,
el Padre lo honrará. (Jn.12:26).
Sé amigo
Ya no los llamo sirvientes, porque el siervo no sabe lo que está haciendo su amo; pero los he
llamado amigos, porque todo lo que he escuchado de mi Padre les he dado a
conocer (Juan 15:15).
Da tu vida por ellos
Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas (Jn.10:11).
Enviarlos
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén (Mt.28.19-20).
Debemos discipular a esos hermanos que están bajo nuestro cuidado con toda diligencia,
responsabilidad, amor y autoridad. Necesitamos ser tan celosos como Pablo para presentar a nuestros
discípulos perfectos en Cristo.

2. La responsabilidad del discípulo.


Debemos enfatizar que es responsabilidad del discípulo ser sujeto, ser transparente, tratable, fiel,
sincero, siervo y esforzado para responder a lo que sea requerido por el discipulador.

II La capacitación ministerial del discípulo.


El segundo propósito del discipulado es la capacitación ministerial del discípulo para que pueda hacer
la obra de Dios. Nuevamente debemos tener claro que no es función del discipulador hacer una serie de cosas
en relación con el trabajo ministerial del discípulo.
Hay algunas cosas que son obra exclusiva de Dios. Primero, debemos recordar que es el Señor quien
llama a los hombres al ministerio (Rom.1: 1; 2 Cor. 1: 1). También es obra del Espíritu Santo dar dones a los
hombres (Efesios 4:8,11) y dotarlos de habilidades para el ministerio (Ro.12: 6-8). Y finalmente, es la obra del
Señor enviarlos (Mateo 9:38; 1 Cor. 12:28).
Una vez más, debemos enfatizar qué parte de Dios y cuál es la nuestra en el entrenamiento ministerial
de los obreros del Señor. Creo que la parte que nos compete como discipuladores es la manera que se
dice acerca de los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros "perfeccionar (katartismos ) los santos
para la obra del ministerio."
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para
la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo (Efesios 4:11-12).

262
Curso de Entrenamiento de Líderes
La palabra "perfecto" aquí simplemente significa "entrenar, enseñar y repetir hasta que pueda hacer el
trabajo del ministerio". El discipulador es un entrenador. ¿Cómo puede un discipulador llevar a su discípulo
a ser calificado para la obra del ministerio? En otras palabras, ¿cómo hacer de forma práctica capacitación o
entrenamiento? Comprendamos cuál es la responsabilidad de un discipulador.

1. La responsabilidad del discipulador.


Podemos decir que la responsabilidad del discipulador involucra al menos cuatro aspectos:
Equipar;
Entrenar
Edificar;
Enviar, colocándolo en funciones.

a) Equipar los discípulos


Primero, equipamos a nuestros discípulos con el conocimiento de la Palabra de Dios.
Enseñándoles a guardar todas las cosas que les he mandado. (Mt.28.20)
Porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios (Hch.20:27).
También necesitamos ayudarlos a ser llenos del Espíritu Santo y aprender a vivir en completa
dependencia de Dios (Hechos 1: 8).
Necesitamos llevar a nuestros discípulos a conocer a Dios íntimamente a través de una vida de oración
y estudio de las Escrituras. No fue fácil para el Señor enseñar a sus discípulos a orar. El sueño parecía ser un
enemigo constante. En Getsemaní no pudieron orar y se durmieron (Mateo 26:40), y en el Monte de la
transfiguración estaban vencidos de sueño, y quizás por esta misma razón Pedro sugirió que se hicieran tres
enramadas (Lucas9:32).
Además debemos guiarlos a cultivar una sensibilidad espiritual para escuchar la voz de Dios y moverse
en los dones del Espíritu. Finalmente, debemos alentar a nuestros discípulos a seguir una formación teológica,
también motivándolos a la superación intelectual.

b) Entrenar a los discípulos


Ya hemos dicho que la mayor lección de Jesús para formar obreros fue la propia obra. No hay nada
que pueda superar este método. Es muy simple.
Etapa 1 – Yo hago, tú observas. Lleve a los discípulos contigo. Este es el sígueme.
Etapa 2 – Yo hago, tú me ayudas. Haz ante ellos lo que quieres que hagan a continuación. Enséñeles
con el ejemplo.
Etapa 3 – Tú haces, yo ayudo. Instruya específicamente asignando las tareas que deben hacer
(Mateo 10 : 5-15).
Etapa 4 – Tú haces, yo observo. Evaluar la tarea realizada para alertarlos y corregirlos.
Esto es un círculo, volviendo al primer punto cada vez que se coloca una nueva tarea o desafío, y así
sucesivamente. A medida que ganan experiencia, se les da más libertad para desarrollar su talento personal. El
entrenamiento es una habilidad práctica para que los discípulos aprendan a hacer el trabajo.

¿Qué debe incluirse en el entrenamiento de su discípulo? Deben aprender a:


❹ Evangelizar y testificar a los de afuera;

263
Curso de Entrenamiento de Líderes

❹ Llevar a los que creen al arrepentimiento y al encuentro con


Dios;

❹ Bautizar, entendiendo todas sus implicaciones;

❹ Ministrar el bautismo del Espíritu Santo;

❹ Discipular a otros;

❹ Orar por los enfermos;

❹ Expulsar demonios;

❹ Aconsejar;

❹ Enseñar la palabra;

❹ Predicar en público;

❹ Liderar una célula;

❹ Dirigir un servicio o reunión de la iglesia;

❹ Servir;

❹ Hacer buenas obras;

❹ Pastorear y consolidar vidas;

❹ Resolver problemas;

❹ Soportar cargas y situaciones difíciles, etc.

c) Edificar a los discípulos


La tercera responsabilidad de un discípulo es edificar a sus discípulos. Edificar es poner dentro del
edificio. Un ladrillo edificado es uno que se ha integrado completamente en el edificio, tiene un ladrillo encima
de él, otros a su lado y ladrillos debajo. No es una relación de superioridad o inferioridad, sino de edificación.
El discípulo es el ladrillo de arriba, los ladrillos de al lado son los compañeros de discipulado y los
ladrillos de abajo son nuestros propios discípulos. Todo esto está vinculado y construido juntos.
La iglesia es un cuerpo y en ella no hay ministerios independientes. Desde el comienzo de su formación,
los discípulos deben aprender a trabajar en equipo. No hay lugar para el individualismo entre los siervos del
Señor. Cada uno complementa al otro en lo que es bueno para edificar.
De quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente,
según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor (Ef.4:16).
Cada discípulo y líder de célula debe saber a quién está sujeto, o quién es su pastor o discípulo. El
hermano mayor a su vez debe saber qué hermanos están bajo su responsabilidad de edificar y capacitar.

264
Curso de Entrenamiento de Líderes
Las relaciones deben estar claramente definidas y establecidas. Una relación ambigua o indefinida no
permite una edificación genuina. Algunos son discipuladores, pero sus discípulos no saben que los discipulan,
les da vergüenza la relación de discipulado, pero esto está mal. Jesús sabía cuáles eran sus doce. Los doce
también lo sabían. Timoteo, Tito, Lucas y Epafras tenían una relación clara y comprometida con Pablo, quien
sabía que la formación de sus vidas era su responsabilidad. Estas relaciones no deben ser eternas, pero hasta
que produzcan cambios, deben ser claras y firmes.
El discipulado no tiene que ser eterno, porque seguramente tendremos muchos discípulos en el curso
de nuestras vidas. Esto sucede por muchas razones: porque cambiamos las ciudades, porque aspiramos al
pastorado o la dirección de Dios. Un ejemplo bíblico es Juan Marcos. La Palabra de Dios nos muestra
claramente que inicialmente estuvo bajo el ministerio de Bernabé (Hechos 12:25; 15: 37-39), poco después
de la de Pablo (2 Tim. 4:11) y finalmente fue el discípulo de Pedro (1 Pedro 5:13).

d) Enviar poniéndolo en funciones


De los dos propósitos del discipulado, seguramente la capacitación ministerial del discípulo para que
pueda hacer la obra de Dios es el más importante. En nuestra iglesia, solo consideramos que alguien se ha
convertido en discípulo desde el momento en que está dispuesto a ser un líder de célula en entrenamiento,
porque solo desde ese punto puede ejercer todo lo que ha aprendido y asumir la responsabilidad.
Para el desarrollo de los discípulos, es muy importante que sean puestos en funciones, dándoles
responsabilidades específicas de acuerdo con su nivel de habilidad en el momento. Esto es muy necesario
para conocerlos y continuar completando su entrenamiento. Es muy importante promover a aquellos que
son fieles a puestos de mayor responsabilidad para que se vean obligados a luchar por la gracia recibida y
crecer aún más.

2. La responsabilidad del discípulo.


El discípulo debe estar atento para ver, escuchar y preguntar. La relación espontánea y constante entre
discipulador y discípulo dará lugar a oportunidades de enseñanza, exhortación y capacitación.
La actitud del discípulo es la clave para crecer en el discipulado. Podemos decir que hay tres tipos
básicos de discípulos: el pasivo, el pródigo y el productivo.

a) Discípulos pasivos
Entran y salen de la relación libremente. Cuando se aplica una corrección, buscan a otro discipulador
que aún no haya descubierto sus fallas. Se distancian cuando sus discipuladores son atacados, difamados o
pasan por dificultades.

b) Los discípulos pródigos


Estos buscan la credibilidad de la posición, no la corrección. Usarán el nombre y la influencia del
discipulador para manipular a otros en alguna relación. De hecho, quieren lo que el discipulador obtuvo, no
lo que aprendió. Desean reputación y reconocimiento sin preparación y sin precio.

c) El discípulo productivo
Es alguien que tiene el corazón de un siervo. Él ve al discipulador como un regalo de Dios, por lo que
trata de no tomar decisiones importantes sin escucharlo. Como verdadero discípulo, honra a su discipulador.

265
Curso de Entrenamiento de Líderes

El trabajo del ministro - Discipulado

Clase 3

Una ruta de discipulado

266
Curso de Entrenamiento de Líderes

El mandamiento del Señor Jesús para nosotros es muy claro: "Id y haced discípulos a todas las

naciones". No es un ministerio especial ni un don extraordinario, es simplemente un mandamiento. No


tenemos más remedio que obedecer. Fuimos llamados a hacer discípulos.
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he
aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén (Mt.28:18-20).
1. ¿Qué es el discipulado?
El discipulado es una relación de vida entre un discipulador y su discípulo, a través de la cual el
discipulador busca llevarlo a escuchar y seguir la voz de Jesús. En este sentido no tenemos
discípulos, discipulador es solo un señalizador que apunta a Cristo. El objetivo de la relación de discipulado
es hacer que el discípulo perciba la dirección del Espíritu Santo en su espíritu humano y por lo tanto haga la
voluntad de Dios.
Es una relación entre un maestro y un alumno basado en el modelo que es Cristo. Sin embargo, no
debemos pensar en el discípulo solo como un alumno. Un discípulo no solo aprende la enseñanza del
discipulado, sino que también se compromete con esa enseñanza. Uno puede estudiar las enseñanzas de Karl
Marx y no ser su discípulo. El discípulo es uno que se convierte en seguidor, un experto en la enseñanza que
se le da.
Esta relación vincula al discípulo con la cadena de autoridad en la iglesia. Por lo tanto, no hay
discipulado a menos que el discípulo esté dispuesto a dirigir en la casa de Dios. El discipulado no es solo
pastoreo, sino entrenamiento que involucra el trabajo y la vida del discípulo.
En nuestra estructura, un líder en entrenamiento es discipulado por el líder de célula, el líder de célula
es discipulado por un discipulador de líderes y este a su vez es discipulado por un pastor. De esta manera, el
discípulo es acompañado en su proceso de crecimiento y asistido en sus luchas y crisis propias de este
proceso. Discipulado es transmitir la vida de Jesús. Está reproduciendo esta vida en otras personas,
enseñándoles a guardar todo lo que Él ha mandado.

2. Equilibrando la autoridad en el discipulado


Sin sujeción no hay formación o discipulado. El discípulo debe ser manso y humilde, sujeto a los
hermanos, a los líderes, sin rebelión ni obstinación. Un riesgo que muchos temen es el abuso de autoridad
por parte del discipulador. Sin embargo sin sujeción, no hay autoridad. El discipulador también debe ser un
discípulo, porque el principio básico para tener autoridad es estar bajo autoridad y someterse a ella.
Nadie tiene autoridad en sí mismo. Nuestra autoridad viene del Señor Jesús. Cuando manifestamos el
carácter ungido y manso del Señor, buscando sinceramente primero el interés de nuestro discípulo, la
autoridad fluye espontáneamente. Pero la sujeción nunca es simple, el discípulo debe estar dispuesto a negarse
y someterse.
La autoridad es diferente del autoritarismo. Cada discipulador debe entender que él es el siervo del
discípulo, no el dueño. Debe enseñar todo el consejo de Dios, no sus gustos y preferencias
personales. Debido a que realmente no tenemos discípulos, los discípulos son de Cristo. Simplemente los
ayudamos a seguir al Señor. Por lo tanto, nuestros gustos y preferencias deben dejarse de lado en el segundo
plano.
Un problema grande en nuestra iglesia es la velocidad con la que algunos discipuladores califican a
ciertos discípulos de rebeldes. Esto se debe a que piensan que son dueños de los discípulos y asumen que lo

267
Curso de Entrenamiento de Líderes

que piensan debería ser seguido ciegamente por ellos, pero eso es absurdo. Un discípulo puede estar en
desacuerdo e incluso discutir una idea con su discípulo y aun así tener un corazón correcto y sumiso.
Para equilibrar esta pregunta, debemos entender que la palabra de un discipulador a su discípulo puede
ser en tres niveles diferentes:

a) la Palabra de Dios
El primer nivel es cuando habla la Palabra de Dios. Evidentemente antes de la Palabra de Dios, la
sujeción de un discípulo debe ser completa y absoluta. Si hablamos algo claro de la Palabra de Dios a un
discípulo y él simplemente lo ignora, entonces podemos decir que es rebelde.
b) El consejo de discipulador
El segundo nivel de la palabra es cuando el discipulador da consejos a su discípulo. Ya sea un buen
consejo o un consejo realmente sabio, en este caso la sujeción es relativa.
Sin embargo, debe decirse que un discípulo que nunca acepta el consejo de su discípulo es orgulloso e
independiente y esos son signos de deslealtad.

c) La opinión del discipulador.


El tercer tipo de palabra del discipulador son sus opiniones. El discípulo puede ignorar esa opinión por
completo si lo desea, ya que es solo una opinión natural del discípulo basada en su gusto personal.

3. ¿Qué caracteriza a un discípulo?


El Señor ha establecido condiciones para que alguien se convierta en su discípulo. Entonces alguien
que se ha salvado hoy aún no se ha convertido en discípulo. Ser un discípulo de Cristo es caminar en el camino
del vencedor.

a) Un discípulo es aquel que está comprometido con la Palabra de Dios


Entonces dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: Si permanecen en mi palabra, ustedes
son verdaderamente mis discípulos. ( Juan 8:31)
No hay forma de discipular a alguien que no quiere comprometerse con la Palabra de Dios.

b) El discípulo es el que ama a Jesús sobre todas las cosas.


Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no
puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo (Lucas 14:26-27).

La primera condición para ser útil al Señor es tener un corazón lleno de amor por Él. Si uno no lo ama,
ni siquiera debería considerar ser usado por Él. Dios usa a quienes lo aman, a quienes tienen un corazón para
él. Porque amamos al Señor, expresamos pasión e intensidad en su obra. Sin estos ingredientes el discipulado
se vuelve pobre y sin resultado.

c) Un discípulo es aquel que tiene su vida totalmente comprometida con el Señor.


Así pues cualquiera de ustedes que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi
discípulo (Lucas 14:33).

d) El discípulo es el que produce fruto.


Aquí está glorificado mi Padre, para que den mucho fruto; y así te convertirás en mis
discípulos (Juan 15: 8).

268
Curso de Entrenamiento de Líderes
Jesús también dijo que la verdadera característica de un discípulo es que él da fruto. ¿No es todo lo
contrario del concepto natural? Algunos piensan que necesitan convertirse en discípulos para dar fruto, pero
el Señor dice que dar fruto es una condición para convertirse en discípulo.
Dar fruto no es una opción, es una consecuencia inevitable cuando uno es discípulo de Cristo. ¿Pero
qué fruto debemos dar? Ciertamente no es el fruto del Espíritu que vemos en Gálatas 5: 22-23. Muchos
insisten en interpretar los frutos como virtudes de carácter, pero hay una clara distinción: en Juan 15 Jesús
habla del fruto del discípulo y en Gálatas, Pablo habla del fruto del Espíritu.
Si leemos la parábola de los talentos, veremos que el Señor no viene a buscar lo que Él mismo le dio al
siervo, sino el beneficio que el siervo obtuvo al aplicar lo que recibió del Señor. Ahora el fruto del Espíritu es
lo que Dios nos da para la vida de Cristo en nosotros: amor, alegría, paz, etc. Son los talentos que Dios ha
puesto en nuestras vidas. No busca lo que ha dado (el fruto del Espíritu). Él busca ganancias (el fruto del
discípulo). El texto de Mateo 13:23 es claro y definitivo. Dice que ser fructífero es reproducir a ciento, a
sesenta y treinta por uno. Por tanto, la fructificación tiene que ver con la reproducción.
Podemos decir sin temor que el fruto del cual Jesús habla en Juan 15 es la reproducción y multiplicación
de su vida. ¿Y cómo da fruto un discípulo? Cuando la vida de Cristo se reproduce a través del discípulo, este
es su fruto. Esto sucede cuando ganamos almas o multiplicamos líderes.

e) El discípulo es aquel que está comprometido con los demás en un amor que
implica sacrificios
La quinta condición es que el discípulo es uno que está comprometido con otros discípulos en una
comunión de amor. Sin este amor, no somos conocidos como discípulos simplemente porque no lo somos.
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán
todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros (Jn.13,34-35).

f) Un discípulo es aquel que hace discípulos.


Id y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todas las cosas que les he mandado.
Y he aquí, estoy con vosotros hasta el fin ( Mt 28.19-20).
Quiero recordarles una vez más que cada líder de célula debe ser un discípulo. Sin esta cobertura
espiritual y esta relación de sujeción, la obra de Dios puede tener muchas pérdidas. El líder de célula que se
niega a ser un discípulo no puede dirigir en la casa de Dios. Pero muchos líderes no rechazan abiertamente el
discipulado, simplemente toman acciones que no son apropiadas para un discípulo.

4. ¿Qué caracteriza a un discípulador?


La pregunta que a menudo nos hacen es sobre la tarea del discipulador. Respondiendo de manera muy
amplia, se puede decir que la tarea del discipulador es enseñarle a observar todas las cosas que Jesús ordenó
(Mateo 28:20).
Hablando así, parece que pocos están calificados para ser discipuladores, pero creo que todos los que
han recibido de Dios tienen la obligación de compartir lo que han recibido con un discípulo. Incluso si no
eres un gran predicador o maestro, debes estar dispuesto a involucrarte en una relación de vida para
multiplicarte como lo hizo Jesús.
No podemos decir que Jesús no era un hombre del púlpito, porque la multitud se maravilló de su
enseñanza y su autoridad. Aunque no es un hombre de mensajes elaborados en el sentido de que están
estructurados como lo hacemos hoy, sabemos que su enseñanza fue práctica y extremadamente profunda,
aunque presentada por simples ilustraciones cotidianas. Sin embargo, su característica más fuerte es que era

269
Curso de Entrenamiento de Líderes

un hombre de relaciones. Sus discípulos aprendieron todo al ver. Les enseñó por precepto y demostración (1
Juan 1: 1).
Por lo tanto, un discipulador debe tener algunas características:
a) Amar a los discípulos
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a
otros (Jn.13,34).
El Espíritu Santo ya ha derramado el amor de Dios en nuestros corazones. Debemos expresar este
amor con ternura y afecto a nuestros discípulos. El amor es la única forma en que podemos ganar una reacción
favorable de nuestros discípulos.
b) Vivir con los discípulos.
Yo soy el buen pastor; Conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. (Jn.10:13).
El Señor conocía a sus discípulos y nosotros debemos conocer a los nuestros. Este conocimiento
proviene de vivir juntos, compartir la vida. Para esto necesitamos tener reuniones o reuniones
frecuentes. Creo que lo mejor es cada semana, pero en tiempos más tumultuosos debería ser como máximo
cada dos semanas.
c) Ser un ejemplo para los discípulos.
Sé imitadores de mí, como lo soy de Cristo. (1Co 11.1)
Este es el paradigma del discipulado. El discipulador solo señala a Cristo, mostrándolo en su propio
ejemplo. El discipulador debe ir al frente en lugar de solo señalar el camino. Debe hacerlo primero y solo
luego pedirle a otros que lo hagan.
Mahatma Ghandi fue muy respetado en la India. Se dice que un día una mujer se le acercó con su hijo
y le rogó que le pidiera a su hijo que dejara de comer azúcar. Después de escuchar atentamente, Ghandi le
pidió que regresara 15 días después. Después de un tiempo ella regresó, y Ghandi instó al niño a dejar de
comer azúcar. La mujer estaba intrigada y preguntó: “Si fue solo para decir eso, ¿por qué me enviaste de
regreso después de quince días? Luego respondió: "Es solo que me tomó quince días dejar de comer
azúcar". La mejor escuela es el ejemplo. Lo que no enseñamos con el ejemplo, en realidad no lo enseñamos.

d) Delegar responsabilidades
Es en el proceso de delegar responsabilidades que el discípulo puede ayudarlo a descubrir deficiencias,
virtudes y habilidades desconocidas al hacerlo más abierto a la enseñanza.

e) Supervisar a los discípulos.


Nuestro trabajo como discipuladores ciertamente incluye supervisión. Muchos discípulos suponen que
la supervisión es mecánica e impersonal, pero de hecho es una demostración de amor y cuidado por el
trabajo. El discipulador necesita determinar cuidadosamente si el discípulo se dirige hacia el objetivo
propuesto.
f) Lleve a los discípulos a la fecundidad.
Todo discípulo debe dar fruto, porque el Señor dijo que realmente solo nos convertimos en sus
discípulos cuando damos fruto y nuestro fruto permanece.
En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto; y así seáis mis discípulos (Juan
15:8).
Por lo tanto, el discipulador debe enseñar evangelismo, hacerle perder el miedo a ser testigo y
convertirse en un discípulo valiente y fructífero.

270
Curso de Entrenamiento de Líderes

5. Objetivos para los diferentes niveles de discipulado.


a) El discipulado del recién convertido lo llamamos de consolidación
Este nivel de discipulado lo realizan los líderes de entrenamiento o algún hermano mayor. Tiene un
tiempo limitado de tres meses y tiene como objetivo llevar al nuevo convertido a:
❹ Experimentar el bautismo en el Espíritu Santo.

❹ Bautismo en las aguas.

❹ Aprender a manejar la Biblia.

❹ Aprender la sujeción a la autoridad de Cristo y la iglesia.

❹ Demostrar compromiso y participación con los hermanos en la célula, reunión de celebración


y servicio mutuo.

❹ Tener revelación de la persona y obra de Jesús.

❹ Estudiar el libro de consolidación (junto con el ángel de la guarda).

❹ Aprender a ser un diezmista.

❹ Superar los antiguos hábitos del viejo hombre, como los vicios, las impurezas, rebeliones,
mentiras, deshonestidad, etc.

b) El discipulado del líder en entrenamiento de la célula


Este nivel lo ejerce el líder de célula. El líder de célula debe discipular al líder en entrenamiento. Este
discipulado sucederá hasta que el líder de entrenamiento se convierta en un líder de célula y esté destinado a
guiar al líder de entrenamiento a:
❹ Aprender a proclamar y testificar a Jesús.

❹ Manifestar los dones del Espíritu Santo.

❹ Caminar en compañerismo en la oración, enseñanza y edificación mutua en


la célula.

❹ Aprender a liderar una célula.

❹ Tener claridad sobre el evangelio de la gracia.

❹ Tener claro sobre el centro del corazón de Dios, que es tener hijos.

❹ Aprender a servir.

❹ Hacer buenas obras.

❹ Pastorear y consolidar vidas.

271
Curso de Entrenamiento de Líderes

❹ Resolver problemas en la célula.

❹ Hacer el curso de madurez espiritual y CEL.

c) El Discipulado del líder de célula


Este nivel de discipulado lo realiza el discipulador de líderes. Ocasionalmente un pastor u obrero
también puede asumir esta posición. Este nivel de discipulado sucederá hasta que el líder de célula se convierta
en un discipulador de líderes. El objetivo del discipulador aquí es llevar a que el líder de célula:
❹ Tener revelación de que su liderazgo es un llamado de Dios, no una posición (Rom.8:29; Mat.
28:18-20).
❹ Tener una disciplina diaria de la oración y la lectura de la Palabra.
❹ Tener una vida de ayuno.
❹ Buscar capacidad y unción para compartir la Palabra.
o Aprender a lidiar con los problemas en la célula.

o Tener osadía para evangelizar.

❹ Ministrar el bautismo en las aguas, entendiendo todas sus


implicaciones.

❹ Ministrar el bautismo del Espíritu Santo.

❹ Orar por los enfermos con osadía.

❹ Expulsar demonios con autoridad.

❹ Aprender a discipular al líder en entrenamiento de su célula.

❹ Aprender a servir en el encuentro.


o

d) El discipulado del discipulador.


Esta es la etapa en la que el discipulador de los líderes es discipulado por un pastor u obrero. En este
nivel, el pastor tiene el objetivo de guiar a su discípulo a:
❹ Aprender a tener una visión general del trabajo de la
iglesia.
❹ Saber cómo lidiar con los diferentes tipos de problemas
de la célula.

❹ Saber cómo realizar reuniones con la red.

❹ Predicar y enseñar audiencias más grandes.

❹ Estar apto para organizar un encuentro.

272
Curso de Entrenamiento de Líderes

❹ Aprender a resolver problemas en la red.

❹ Aprender a planificar eventos más grandes con su red.

❹ Saber enseñar la Palabra en CME y CEL.

❹ Aprender a soportar cargas y situaciones difíciles.

❹ Conocer bien y mantener los valores de la iglesia en la


célula.
❹ Saber mantener la visión del reino.

Si al pensar en la iglesia, nos limitamos a la reunión de celebración y las células, estamos


equivocados. Nuestro edificio también incluye reuniones de discipulado, que deben tener lugar en todos los
niveles. El nuevo convertido con su ángel de la guarda, el líder en entrenamiento con su líder de célula, el
líder de célula con su discipulador y los pastores con sus discipuladores. Es en estas reuniones que de hecho,
estamos formando vidas y levantando una iglesia de vencedores.

6. Áreas que el discipulador debe supervisar


El buen discipulado requiere supervisión en todas las áreas de la vida del discípulo. No es un control
de la vida, sino una ayuda para el crecimiento.

a) Relación con Dios


❹ Oración, fe y dependencia de Dios.

❹ Lectura y estudio de la Palabra de Dios.

❹ Alabanza y adoración.
❹ Confianza en la provisión de Dios.
❹ Ser un diezmista fiel.
❹ Amor y conocimiento de Dios.
❹ Hacer ayuno
❹ Lecturas devocionales de libros.

Muchas personas tienen dificultades para mantener el período de devocional diario, por lo que algunas
actitudes pueden ser útiles:
• Ayúdelo a encontrar el mejor momento para este período.
• Anime al discípulo a desarrollarlo.
• Haz con el discípulo por un tiempo si no puede hacerlo solo.

273
Curso de Entrenamiento de Líderes

b) Relación familiar
Para los casados
❹ Tener una relación saludable esposo-esposa.

❹ Desarrollar una buena comunicación en el matrimonio.

❹ Desempeñar los roles básicos de cada uno.

❹ Tener una buena relación con los hijos.

❹ Participar en la vida de los hijos.

❹ Tener una relación sexual gratificante.

❹ Buscar orden y administración del hogar.

❹ Encontrar el equilibrio en las finanzas del hogar.

❹ Resolver conflictos.

❹ Desarrollar una vida devocional con la familia.

Para los solteros


❹ Tener participación con la familia.

❹ Obedecer a los padres y honrarlos.

❹ Tener amistad y relación con los hermanos.

❹ Desarrollar una relación con el sexo opuesto: cortejo, noviazgo y matrimonio.

❹ Preparación para el examen de ingreso.

❹ Tener objetivos profesionales.

b)Relación con la iglesia


Relación con el discipuldor
❹ Alcanzar un nivel de intimidad y confianza para tener apertura (confesión de pecados, sinceridad y
transparencia).
❹ Observar el nivel de sujeción (¿está sujeto a las enseñanzas?).
❹ Detectar si hay problemas de relación con los pastores.

Relación con compañeros

274
Curso de Entrenamiento de Líderes

❹ Observar si el discípulo consigue acercarse o no y ser amigo de sus compañeros.

❹ Fomentar y guiar la relación de compañerismo.

❹ Verificar si hay barreras o enojos con otros hermanos.

❹ Verificar la convivencia, estar juntos con varios hermanos en la iglesia y en la célula.

❹ Servir a los hermanos en el aspecto espiritual y natural.

Participación en la vida de la iglesia.


❹ Observar si hay voluntad de servir a la iglesia.

❹ Identificar los dones que tiene la persona y busque desarrollarlos.

❹ Verificar el nivel de participación en la célula.

❹ Observar la participación en todas las actividades y eventos de la iglesia.

❹ Observe la participación semanalmente al servicio de celebración.

❹ Llevar a liderar una célula.

❹ Llevar a tener discípulos.

c)Relación con la sociedad


En el trabajo.
o Manifestar voluntad de trabajar.
❹ Puntualidad.
o Sujeción al jefe, respeto por los empleados.
o Constancia en el trabajo.
❹ Testimonio de vida y palabras.
❹ Responsabilidad del empleado y del empleador.
En la escuela
❹ Frecuencia.
o Rendimiento escolar (tareas, exámenes).
❹ Relación con profesores y compañeros de clase.
❹ Testimonio.
En relación al gobierno civil
❹ Obediencia a las autoridades civiles y militares.
❹ Pago de deudas e impuestos.
Vida financiera

275
Curso de Entrenamiento de Líderes

❹ Prosperidad financiera.
❹ Negocios y empresas.

❹ Administración Financiera.
❹ Diezmos, ofrendas, generosidad.

❹ Sociedad con incrédulos.


❹ Ten el nombre limpio.

Relación consigo mismo


❹ Integridad

❹ Humildad

❹ Dominio propio

❹ Higiene, buenos hábitos, modales y costumbres.

❹ Pruebas y sufrimientos.

❹ Altruismo

❹ Cuidado con el cuerpo.

❹ Santidad

❹ Masculinidad / feminidad.

❹ Desarrollo de la personalidad.

❹ Amor propio.

❹ Frutos del Espíritu.

❹ Ser guiado y caminar en el Espíritu.

❹ Ejercicio del cuerpo y mente.

❹ Iniciativa propia.

❹ Vida de victoria.

276
Curso de Entrenamiento de Líderes

El trabajo del ministro - Discipulado

Clase 4

277
Curso de Entrenamiento de Líderes

Etapas del discipulado

Cada líder de célula necesita comprender que él también es un discipulador. Llamamos discipuladores en
nuestra iglesia a los que son llamados de supervisores o superintendentes en otros modelos celulares. Este es
un caso donde la terminología puede interrumpir la visión.
No queremos que el discipulador sea una mera posición en nuestra estructura celular. Es muy
importante que cada líder de célula entienda que él también es un discipulador. Debe tener a su lado líderes
en entrenamiento que sean sus discípulos. El objetivo de su discipulado es llevar a cada uno de estos líderes
en entrenamiento a convertirse en un líder de célula como él.
En el proceso de discipulado de nuestros líderes de entrenamiento, inevitablemente pasarán por cuatro
etapas. Como líder de célula, que también es discipulador, debe estar al tanto de todas estas etapas. Ya sea
que se den cuenta o no, pasarán por etapas en un proceso de crecimiento que el Espíritu Santo mismo guiará.
Por lo tanto, es muy importante que cada líder en entrenamiento se dé cuenta de que está insertado
contigo en una relación de discipulado. Responder el llamado a ser discipulador es de hecho responder al
llamado de los líderes. Esta relación debe ser muy clara. El líder en entrenamiento necesita saber que usted
es su discipulador.
Hoy hay muchas críticas sobre el liderazgo y el discipulado, pero estas críticas provienen de aquellos a
quienes no les gusta ser sujetos a la autoridad.
Seamos realistas. Si eres un líder y las personas de tu grupo te dicen que quieren que hagas lo que dicen,
te reirás. Los líderes necesitan dar dirección. Los padres lo hacen, los maestros lo hacen, los empleadores lo
hacen, no hay forma de ser diferente, el líder también debe ser directivo.
¿Pero nosotros los líderes no debemos ser siervos? ¿No deberíamos hacer todo lo que los hermanos
nos piden? Pero, ¿De qué forma Jesús fue modelo de líder - siervo?
❹ Diciendo a sus discípulos: “Todavía no sabes cómo debe hacerse el trabajo, pero yo sí. Déjenme
decir lo que deben hacer. No encuestó para definir la visión ni solicitó un voto sobre sus
estrategias.
❹ Entrar en la línea de fuego; llevando los tiros de los que él lideraba.

o Lavar los pies de los discípulos y así eliminar la suciedad y la inmundicia que formaban parte de
sus vidas. Liderando de manera clara y diciendo de manera objetiva su propósito.
o Reprendiendo severamente a Pedro hasta el punto de llamarlo "Satanás" porque Pedro estaba
hablando en la carne, no por el espíritu.
El tipo de liderazgo que Jesús demostró contradice la forma convencional en que se piensa que actúa
un siervo. Pero esta es la paradoja del liderazgo en la casa de Dios.
A veces un pastor necesita usar un gancho para agarrar una oveja por el cuello y arrastrarla de vuelta a
la seguridad del redil. Puede que no sea agradable para las ovejas, pero ciertamente es mejor que ser comido
por un lobo. Liderar como siervo significa saber qué hacer cuando alguien que conoces se pierde en el camino,
pero también es saber qué hacer para llevar a tu discípulo al punto donde necesita estar.
En el proceso de discipulado, seguirás con tus discípulos las cuatro etapas clásicas de entrenamiento:
Etapa 1 – Yo hago, tú observas.

278
Curso de Entrenamiento de Líderes

Etapa 2 – Yo hago, tú me ayudas.


Etapa 3 – Tú haces, yo te yudo.
Etapa 4 – Tú haces, yo observo.
No sé quién utilizó por primera vez estas expresiones, pero traducen perfectamente el proceso.
Pero me gustaría usar otra forma de ver estas mismas fases en el desarrollo del liderazgo a través del
discipulado.

Etapa 1 – Ellos no saben y no saben que no saben


En la primera etapa del discipulado, los discípulos son seguros pero incompetentes. No saben y no
saben que no saben.
En este punto, el discipulador debe ser directivo y dar el ejemplo. En esta etapa el Espíritu Santo tratará
con la arrogancia del discípulo, él asume que es capaz de hacer el trabajo y que puede usar sus habilidades
para ello. Será un momento difícil, porque el Señor le frustrará. Cada una de nuestras estrategias e iniciativas
se verá como un gran fiasco ante la célula. Algunos tienen muchas habilidades y recursos, y el Señor esperará
hasta que todos se hayan ido. Cuanto más rápido lleguemos al fondo, más rápido nos movemos a la siguiente
fase. Sin embargo en nuestra mente suponemos que asumir la discapacidad o la incompetencia es una especie
de derrota espiritual, y nos lleva mucho tiempo descubrir que no podemos hacerlo por nosotros mismos.
Todo lo que el discípulo necesita en esta etapa es un discipulador que sea directivo. Este no es el
momento para el consenso o las largas explicaciones. Es hora de que el discípulo simplemente mire y haga
todo según lo determinado. El comportamiento necesita ser modelado y las expectativas deben ser claras.
Cuando le está enseñando a su hijo a usar el baño, no se pierde en largas divagaciones, sino que
simplemente le enseña y determina cómo debe ser. Cuando diriges una nueva célula o consolidas un nuevo
discípulo, sé directivo sin ser desagradable o grosero.
Al comenzar una nueva célula, el líder debe definir claramente la visión. Esta visión une a los
discípulos. Se enfrenta a los que no responden y motiva a los que reciben. Cualquier intento de consenso en
esta etapa diluye la opinión.
Un padre nunca le preguntará a su hijo de siete años cómo cree que debería enseñarle a cómo
comportarse, esto es un problema para algunos. Tenemos un legado de líderes gobernantes que fueron
tiranos, que manipularon la vida de sus seguidores. Además vivimos en una sociedad democrática en la que
todos votan, ya sea que comprendan los problemas o no. Creemos que necesitamos vivir de esta manera en
todo lo que hacemos.

Cuando comenzamos un nuevo viaje, necesitamos un líder fuerte y seguro que nos muestre el
camino. Alguien que sabe a dónde van, alguien que sabe dónde están los puntos difíciles y cómo
superarlos. Resista la tentación de explicar sin cesar lo que está haciendo u obtener comentarios de quienes
lo siguen. Define tu plan y ejecútalo.

Etapa 2 - No saben y saben que no saben


En esta segunda etapa, los discípulos no tienen entusiasmo ni competencia. No saben y saben que no
saben.
Este es un momento de presión y desánimo. Los discípulos se dieron cuenta de que realmente no tenían
idea de lo que estaban haciendo. Solían ser tan capaces, pero ahora han caído en el lado opuesto. Simplemente
tienen miedo de cualquier iniciativa. No tienen confianza, ni experiencia, ni entusiasmo.
En la primera fase, el discipulador dice: "yo hago, tú miras". Pero ahora comienza a decir: "yo hago, tú
me ayudas". En esta nueva fase, el discípulo debe cambiar su estilo directivo a un estilo de

279
Curso de Entrenamiento de Líderes

entrenamiento. Ahora es importante dar explicaciones. Les lleva tiempo aprender a confiar en la base
correcta, es decir en la fuerza de Dios.
La etapa 2 realmente comienza cuando la emoción se desvanece y los sentimientos de incompetencia
e inexperiencia salen a la luz. Las decepciones se acumulan, las expectativas no se cumplen, las dificultades se
vuelven abrumadoras, los discípulos olvidan la visión y comienzan a preguntarse si esto es lo que realmente
quieren.
Esta es la etapa más importante en el proceso de desarrollo de un discípulo. El discípulo debe estar
disponible para ofrecer el estímulo de Dios a nivel personal e individual. El discípulo necesita atención amable
y visión renovada. La visión necesita ser reafirmada.
Durante esta etapa, libera tu agenda y pasa un tiempo en el fondo con el discípulo. Debe aprender que
solo es posible continuar por la gracia de Dios, no por nuestros propios esfuerzos. Es maravilloso lo que
sucede cuando una persona es llevada del estado de lucha infructuosa a un lugar de gracia donde hay
descanso. La confianza comienza a crecer porque uno está viendo la obra de Dios por gracia, no como
resultado del esfuerzo humano.

Etapa 3: saben, pero no saben que saben


En esta etapa, los discípulos tienen una confianza creciente. Ellos saben, pero no saben que saben.
En esta etapa, los discípulos ya están liderando las cosas. El entusiasmo ha regresado, pero esta vez se
basa en un conocimiento real de los principios espirituales. La frase que lleva al discípulo a esta etapa es "Dios
está a cargo". Lo único que nos llevará al crecimiento y la madurez y al conocimiento de la gracia de Dios.
El discipulador se hace amigo de su discípulo en esta etapa. Es menos directivo y está disponible y
accesible para los discípulos en una relación personal. Esta es una fase de crecimiento y fomento de la
confianza.
En esta fase, el liderazgo cambia de un estilo directivo a un estilo de consenso. Muchos hacedores de
discípulos cometen el error de iniciar el discipulado como si el discípulo estuviera en esta fase. Comienzan
con la amistad cuando la amistad es una posición que se debe lograr. Los amigos tienen objetivos comunes y
comparten tu vida.
Algunos intentan seguir un estilo democrático desde el principio, pero simplemente no funciona. Los
discípulos necesitan pasar por las etapas anteriores para que puedan tener la experiencia y la visión para ofrecer
opiniones y sugerencias confiables.
En esta etapa, el discípulo debe comenzar a preparar al discípulo para ser enviado. Ya recibió lo que se
necesitaba y ahora es el momento de repetir el proceso con otros. Los discípulos ahora tienen la visión, saben
en qué dirección deben moverse, para que puedan discipular a otros ellos mismos.

Etapa 4: Ellos saben y saben que saben


En la última etapa, los discípulos son seguros y competentes. Ellos saben y saben que saben.
El discipulador ahora da pocas instrucciones y pocos ejemplos. En esta etapa, el discipulador ya tiene
la visión y la ha practicado. El entusiasmo es alto y la confianza es alta, porque la experiencia es de alto
nivel. Todo esto lleva a un alto nivel de competencia para hacer el trabajo solo. En otras palabras, el discípulo
está listo para ser un líder.
El gran entusiasmo de esta etapa no es solo una emoción pasajera. Tiene profundas raíces en la
confianza, creada por un fuerte sentido de competencia y experiencia. La confianza que se había perdido
ahora comienza a regresar.
En esta etapa, el discípulo da pocas instrucciones. Solo les pregunta a los discípulos qué piensan, solo
para verificar si siguen la visión recibida. Después de tanto tiempo juntos, los discípulos pueden contribuir a
la planificación y la estrategia.

280
Curso de Entrenamiento de Líderes
Ahora es el momento de delegar autoridad y responsabilidad. Los buenos líderes siempre llevan a las
personas a una etapa en la que están listas para aceptar la responsabilidad delegada. Delegar a los discípulos
antes de llegar a esta etapa es una receta para el desastre.
Los líderes siempre deben buscar entregar su trabajo a personas que puedan hacerlo bien o incluso
mejor que ellos mismos. Delegar el trabajo pasa por las cuatro etapas de la capacitación adecuada:
Etapa 1 – Yo hago, tú observas.
Etapa 2 – Yo hago, tú me ayudas.
Etapa 3 – Tú haces, yo te ayudo.
Etapa 4 – Tú haces, yo observo.

El trabajo del ministro - Discipulado

Clase 5

Elementos del discipulado


281
Curso de Entrenamiento de Líderes

La palabra "discipulado" ha sido distorsionada por muchas prácticas manipuladoras y

extremistas. Para facilitar la comprensión del discipulado, podemos decir que el discipulado es una especie de
mentoría. La palabra mentoría proviene de la mitología griega. Mentor era el nombre del consejero de
Ulises. Cuando Ulises hizo un largo viaje, confió el entrenamiento de su hijo Telémaco a su consejero,
Mentor. De ahí vino la palabra mentoría.
Al igual que la tutoría, el discipulado describe una relación entre dos personas, un maestro y su alumno,
un maestro y su discípulo. Esta relación puede ser formal o informal, intensa u ocasional, pasiva o activa.
El discipulado es una relación a través de la cual un discípulo le da poder al discípulo al compartir con
él los recursos que ha recibido de Dios. El discipulado es capacitar a otros para el éxito. El objetivo del
discipulador es llevar a su discípulo a desarrollar plenamente su potencial en Dios.

1. Tipos de discipulado
a) Discipulado activo
• Es el discipulado como un medio para edificar la iglesia.
• El ángel de la guarda (el ejemplo bíblico del cuidado de Bernabé por Pablo).
• Un acompañamiento técnico en una empresa.
• Supervisión de un interno.

b) discipulado ocasional
• Un consejero (el ejemplo de Jetro que aconsejó a Moisés).
• Un maestro.

c) discipulado pasivo
• Seguir a otros a través del ministerio y el ejemplo ministerial.
• Seguir a otros a través de libros.

2. Elementos de una relación de discipulado


Si bien puede ocurrir un discipulado ocasional y aunque podamos discipular a alguien a través del
discipulado pasivo, nuestro objetivo es establecer un discipulado activo. Esta es la forma efectiva de
discipulado que en realidad resulta en la edificación de la iglesia. Tiene algunos elementos clave que me
gustaría enumerar.

a) Ser modelo
Sed imitadores de mí, como lo soy de Cristo. (1Co 11.1)
Las personas siempre se moldean para ser similares a aquellos a quienes admiran o respetan. El
discípulo siempre está interesado en sí mismo. Inicialmente está interesado en adquirir los recursos y el
conocimiento de su discipulador.
El discipulador debe modelarse a sí mismo sobre todo lo que desea construir en la vida de su
discípulo. Debe ser un ejemplo, no solo en su santidad personal, sino también en el servicio en la obra de
Dios. Debe relacionarse, predicar el evangelio, hacer discípulos, edificarlos, multiplicar células, etc.

282
Curso de Entrenamiento de Líderes
Además, el discipulador debe recordar constantemente que él mismo no tiene discípulos, su
discipulador es Cristo, es decir el discípulo en realidad sigue a Jesús, el discipulador es solo un instructor, un
buen modelo para inspirar a su discípulo a seguir a Cristo.

b) Atracción
Las personas intentan cumplir con las expectativas de aquellos a quienes admiran o respetan. La
atracción es la clave para un discipulado efectivo. Es esta atracción la que anima a la persona a trabajar duro
y responder adecuadamente para que la aprobación del discípulo cumpla las condiciones establecidas por él.
Jacob, siempre busca a Labán, porque ambos hablan el mismo idioma y tienen la misma manera. Pero
María, que estaba llena del Espíritu, siempre busca a Elizabet y cuando las dos se encuentran, algo dentro de
ellas se estremece ante el poder de la unción de Dios. Cuando María se encuentra con Elizabet, la unción
aumenta; pero cuando Jacob se encuentra con Labán, la carne se fortalece. Necesitamos caminar con aquellos
que aumentan nuestra unción, no con aquellos que despiertan nuestra carne, todos tenemos los dos. Todos
tenemos un pequeño Jacob y una pequeña María. Todos los creyentes, como María llevamos a Jesús en
nuestro espíritu, pero como Jacob traemos muchas herencias de nuestra carne. Si buscamos a Labán caemos,
pero si vamos tras Elizabet, estamos llenos del Espíritu. La relación de discipulado se basa en este principio
de atracción. El discípulo siendo uno más maduro en la fe y más espiritual, atrae a los discípulos llenos de
hambre y sed espiritual.

c) Relación
Nuestra personalidad se forma en nuestras relaciones. El discípulo no está interesado en la enseñanza
académica, sino en relacionarse con el discipulador sobre la base de la paternidad espiritual.
Las relaciones son claves en nuestra vida, nuestra historia es la historia de nuestras relaciones. Tu vida
depende de las personas que permites a tu alrededor. Las personas que te rodean determinarán las
experiencias que tendrás en Dios, alimentarán la fuerza o la debilidad en ti. Las relaciones nunca son neutrales
en tu vida. Por lo tanto, su crecimiento espiritual depende de sus relaciones. Hay algunos tipos de relaciones
que pueden llevarte al valle en lugar de ayudarte a escalar las montañas de Dios.
Las relaciones son la clave de nuestra victoria en la guerra espiritual. No hacemos la guerra solos. En la
batalla, necesitamos a alguien que vigile nuestra retaguardia. Esta persona es tu discipulador, es él quien te
protegerá y te advertirá de los peligros del camino.
Nuestras relaciones hablan de nuestra condición espiritual. Si tenemos relaciones saludables, entonces
se nos anima a seguir adelante, pero si nuestras relaciones nos empujan hacia abajo, debemos renunciar a
ellas.
Las relaciones son claves espirituales, por lo que debemos ser radicales con ellas. Las relaciones
espirituales deben ser alimentadas y fortalecidas, pero las amistades con personas rebeldes y difamatorias
deben cortarse, incluso si pretenden ser hermanos.

Sus relaciones determinarán la fuerza o la debilidad en ti. Así que elige bien aquellos que aceptas en tu
privacidad. Bendiciones o maldiciones llegan a través de personas que permitimos a nuestro lado.

d) prestación de cuentas
Incluso nuestros compromisos espirituales más sinceros, si se mantienen en secreto, se dejan de lado. Y
el resultado de compromisos descuidados y promesas incumplidas es que tendemos a no comprometernos
de nuevo con el argumento de que es mejor no comprometerse que comprometerse y no cumplir lo que
dijiste, pero esto es un error. No podemos vivir sin compromiso, no podemos crecer en Dios sin
compromiso.
Solo conozco una forma de romper el círculo vicioso de la inconstancia y cumplir nuestras promesas:
tener una persona ante la cual podamos ser responsables. La mejor persona para esto es nuestro discípulo. La

283
Curso de Entrenamiento de Líderes

rendición de cuentas es uno de los fundamentos del concepto de vida comunitaria en el Nuevo
Testamento. Sin embargo esto ha sido resistido por mucho tiempo dentro de la iglesia. En un intento de
hacer que la iglesia sea más aceptable a los ojos de personas sofisticadas, socavamos el concepto de
compromiso y discipulado.
Todos necesitamos a alguien que nos ayude a cumplir nuestras promesas. Pero ¿Cómo hacerlo de
manera práctica? No puedo simplemente acercarme a un hermano que apenas conozco en la iglesia y decirle:
“Le prometí a Dios que no haré nada deshonesto en mi negocio. ¿Podrías cuidarme para cumplir mi promesa?
”Imagina a alguien de pie en medio del servicio y diciendo: “Hermanos ayúdenme a vivir una vida sin
pecado”.
Todo esto sería realmente chocante, debemos ser más sabios. Es el discipulado el que satisface esta
necesidad. En el discipulado, me coloco bajo la autoridad de alguien y respondo por mis metas y planes, así
como también me abro a la exhortación y la corrección cuando sea necesario.
Para evitar decepciones en la relación de discipulado, es mejor comenzar siempre estableciendo el
patrón claramente. Las preguntas como la frecuencia de las reuniones, las tareas, el material, los límites de
autoridad y el tiempo para el discipulado deben plantearse claramente.

3. Cómo se maneja el discipulado


El crecimiento espiritual ocurrirá como resultado de tres factores: compromiso, disciplina de hábitos y
relaciones correctas.

a) Por compromiso
Todo discipulado comienza con compromiso. Nos volvemos similares a aquellos con quienes nos
comprometemos. En el matrimonio, los cónyuges se vuelven similares después de un tiempo debido al
compromiso. La fuerza del discipulado depende del nivel de compromiso del discípulo.
Jesús exige el compromiso de sus discípulos. No podemos seguir a Jesús sin compromiso. Necesitamos
tener compromisos con Dios en primer lugar, pero también debemos tener compromisos con la iglesia y
nuestro discipulador, con una visión y con los hermanos.

b) Formando hábitos
Los hábitos están formados por la disciplina y la repetición durante un período de tiempo. Una vez que
se forman los hábitos, apenas se eliminan.
Los hábitos también se llaman disciplinas espirituales. Son muchos, pero podemos resumirlos en tres
grupos: necesitamos poner a Dios primero en el nuestro:
Tiempo (Mc 1:35).
Dinero (1Co 16.2).
Relaciones (Heb.10:25).

En el proceso de discipulado, el discipulador ayudará a su discípulo a desarrollar nuevos hábitos. Lo


hará estableciendo metas para el discípulo.
Es imposible crecer sin disciplina. Los vencedores hacen a diario lo que los perdedores hacen
ocasionalmente. Su crecimiento depende de algo que debe hacer todos los días. Algo que haces a diario
determinará tu futuro. Lo que logrará depende de algo que esté haciendo todos los días. Quien no tiene
hábitos y rechaza toda disciplina no puede ser discipulado. El hombre en la segunda mitad de su vida es el
resultado de los hábitos que formó en la primera mitad.

c) Por la relación de paternidad espiritual

284
Curso de Entrenamiento de Líderes
Nuestra personalidad está formada por nuestra relación con nuestros padres y hermanos. Lo mismo es
cierto en la vida espiritual, crecemos cuando nos relacionamos con padres y hermanos espirituales. El
discipulado no es más que una relación de paternidad espiritual. Todos necesitamos un padre espiritual a
quien podamos imitar, pero también un hermano que pueda caminar con nosotros. Sin embargo, el
crecimiento solo se completará cuando tengamos un hijo espiritual, es decir un discípulo.
El discipulado es un tipo de relación que nos ayuda a crecer. En el discipulado, me coloco bajo la
autoridad de alguien. Bíblicamente todos necesitamos tener esa relación con al menos tres personas, según el
ejemplo de Timoteo, Pablo y Bernabé. Todos necesitamos un Pablo, un Timoteo y un Bernabé en nuestras
vidas. Timoteo es el que estamos enseñando, instruyendo, inspirando. Con nuestra experiencia, ayudamos a
Timoteo a crecer y desarrollarse espiritualmente. Y no solo mi Timoteo está creciendo, también crezco con
él, enseñándole, respondiendo sus dudas, ayudándolo a resolver sus conflictos. Si aún no tiene un Timoteo,
entonces no está creciendo como podría. Timoteo es simplemente su discípulo.
Bernabé es ese tipo con quien hablamos, con quien lloramos y reímos juntos.
Pablo es el que está por encima de nosotros, nos motiva, nos inspira y nos ayuda a crecer. Pablo es a
quien nos sometemos y damos cuenta de nuestras vidas. Él es nuestro discipulador. Pablo es alguien con
quien he dado libertad para interactuar en mi vida. Él habla y yo oigo; me exhorta y me corrijo. Aunque no
me gusta escuchar lo que me dice, continuaré escuchándolo, respetándolo y honrándolo. Aunque la
corrección produce heridas, sé que se curarán. Así que no dejaré de responder, y no solo de reaccionar al
tratamiento.
La mayoría de los creyentes solo reaccionan y no responden a las correcciones. En este caso, reaccionar
es lo mismo que cuando alguien te golpea en la rodilla, por ejemplo. Inmediatamente en un reflejo, pateas a
esa persona. Muchos solo tienen esta reflexión. La respuesta es diferente, viene el martilleo y me pregunto:
“¿Por qué me dieron este martilleo? ¿Por qué me dio este martillo? ”. Entonces, en lugar de patear, respondo:
“Me lo merecía. ¡Gloria a Dios por este martillo! ”Es decir. Desafortunadamente, esta es la razón por la cual
aquellos que solo reaccionan y no responden, huyen de las relaciones: no tienen un Pablo para responder, un
Bernabé con quien compartir, ni un Timoteo para ministrar.
Todos necesitamos primero un padre espiritual a quien podamos imitar, luego un hermano que pueda
caminar con nosotros. Sin embargo, el crecimiento no estará completo hasta que tengamos un hijo
espiritual. Tener un discípulo es una condición vital para nuestro crecimiento y el consiguiente fortalecimiento
de la iglesia.

4. Señales de un discipulado sólido


a) Placer mutuo
La primera señal de que el discipulado está sucediendo es el placer mutuo. En un discipulado saludable,
el discipulador y sus discípulos pasan tiempo juntos, solo por el placer de estar juntos. ¿Estás feliz de estar
con tu discípulo? ¿Estás feliz de compartir tu vida con él? Si no hay placer, el discipulado se marchitará. Tenga
en cuenta, sin embargo, que el placer de la comunión puede ser un dulce descubrimiento. Al principio
podemos encontrar que el discipulado no es muy agradable, pero después de un tiempo descubrimos cuán
precioso es y cuán agradable es unirse a ese grupo.

b) respeto
La segunda señal de discipulado que produce resultados es el respeto. Cuando valoras a tu discípulo,
ganas respeto a cambio, y cuando respetas a tu discipulador, se le agrega su unción. El verdadero discipulado
se basa en el respeto. La palabra "respeto" significa "consideración, deferencia y cumplimiento". Uno de los
problemas de nuestra generación es la falta de respeto. Nos faltamos al respeto y cosechamos las
consecuencias de las relaciones superficiales.

285
Curso de Entrenamiento de Líderes

La base del discipulado es el respeto y la consideración. Si no respetamos o consideramos a alguien, no


podemos tener una relación sólida y gratificante con él. El discípulo que no respeta su tiempo tampoco
aceptará sus palabras. Un discípulo que no reconoce la unción de su discipulador no recibirá nada de él. El
que no respeta sus límites no puede ser su discípulo.

c) Sensación de equipo
El tercer signo de un discipulado sólido son las experiencias compartidas. Un vínculo muy fuerte surge
entre los soldados en el campo de batalla. Cuando luchamos junto a alguien, surge un compromiso real entre
nosotros. Lo mismo es cierto para los compañeros de escuela que han estado estudiando juntos durante años
y necesitan prepararse para los exámenes juntos y pasar por las mismas presiones. Cuando se comparten
experiencias comunes, la relación se fortalece. Si juntos oramos por la multiplicación, juntos organizamos la
reunión, juntos superamos todas las dificultades, entonces tendremos una historia común, será la historia de
nuestras experiencias compartidas.

d) confianza
El cuarto signo es la confianza. Sin confianza, no nos relacionamos, porque la confianza es la base de
cualquier relación. Tenemos que confiar en que "fieles son las heridas hechas por el que ama" (Pr. 27.6).

e) Reciprocidad
El quinto y último signo es la reciprocidad. Las relaciones unilaterales simplemente no prosperan. La
reciprocidad está devolviendo en la misma medida. Si recibo mucha atención y amor, necesito retribuir de la
misma manera. Este es el abono de las mejores relaciones, incluido el discipulado. El discipulador debe
invertir en su relación con el discípulo para que esté pueda retribuir con respeto y reconocimiento.

El trabajo del ministro - Discipulado

Lección 6

286
Curso de Entrenamiento de Líderes

El objetivo del líder de célula es discipular a


nuevos líderes

Las células no deberían ser el foco principal de la iglesia. Por favor, no me malinterpretes. No estoy
diciendo que las células no sean una parte importante de la visión y edificación de la iglesia. Lo que
quiero decir es que ellas van y vienen, comienzan y terminan. A menos que sus miembros logren
convertirse en líderes de célula, en discípulos vencedores, los frutos no serán duraderos.
El crecimiento de la iglesia se basa en la formación de líderes. La principal prioridad de un líder de
célula debe ser identificar líderes potenciales y comenzar el proceso de discipulado para capacitarlos y
enviarlos a liderar su propia célula.
La célula no es una estrategia de organización, sino liderazgo, discipulado y pastoreo. Nuestro objetivo
no es tener miembros, sino discípulos. Cada miembro debe ser entrenado para ser un ministro y ser enviado
a su familia, escuela, trabajo y para liderar una célula como un verdadero discípulo.
En la obra del Señor Jesús, había una organización involucrada, Él discipuló a un equipo. Nuestro
trabajo también es discipular a un equipo. Estás involucrado en una estructura en la que alguien es tu
discípulo. Por otro lado, debes tener claro que debes discipular a otros.
Necesitamos crear una cadena de discipulado en la iglesia. En 2 Timoteo Pablo habla sobre este
principio. Le cuenta a Timoteo los tres eslabones de una cadena de multiplicación de liderazgo, una cadena
de multiplicación espiritual. Debe haber esta reacción en la iglesia, ya que producirá una generación tras otra
de líderes instruidos.
Y lo que has escuchado de mí a través de muchos testigos, este mismo se transmite a hombres
fieles y también puede instruir a otros. (2Tm 2.2)
Si parafraseamos este versículo, Pablo le dice a Timoteo: “Yo, Pablo, soy tu discipulador, yo te
enseñé. Ahora Timoteo, lo que has aprendido de mí, quiero que elijas hombres capaces, aptos y que los
discipules. Luego aparecen los tres eslabones de la cadena: Pablo, Timoteo y hombres idóneos. Estos últimos
a su vez deben discipular a otros.
La cadena de multiplicación del liderazgo espiritual ocurre de la siguiente manera: el discipulado de
Pablo a Timoteo; Timoteo discipulará a estos hombres de buena reputación; estos a su vez discipularán a
otros y así sucesivamente. Esta es la organización del reino, la visión de la iglesia. Para esto entrenamos
personas. Si todos hacen eso, podemos conquistar a nuestra generación.
Sin embargo, sabemos que desafortunadamente la cadena siempre se rompe en alguien. Hay quienes
reciben y matan el proceso. Escuchan, reciben instrucciones y guardan silencio, reteniendo conocimiento y
convirtiéndose en una compuerta que obstaculiza el avance del movimiento de Dios. Hay un flujo del río de
Dios, un movimiento de Él acercándose. Cuando este río te alcance, ¿llegará a otros o se estancará en ti?
Cada línea de comunicación, cada posición de autoridad dentro de la iglesia es una posición de
discipulado. El pastor no solo tiene pastores auxiliares, tiene pastores que son sus discípulos, a quienes entrena
para hacer lo que hace. El pastor de la red no solo tiene un equipo de discípulos para ayudarlo a hacer algo,
sino que son sus discípulos.
Lo mismo sucede con los líderes, discípulos no tienen una posición en la iglesia a la cual los líderes de
células estén subordinados. El discipulador discipula a cada líder que es parte de su equipo. El líder de célula
a su vez, necesita tener líderes en entrenamiento en su célula. No tienen que ser muchos, sino al menos uno,
para la multiplicación espiritual. Este líder en entrenamiento es el discípulo del líder de célula, no es solo su
ayudante; sino su discípulo. Finalmente el líder en entrenamiento también es un ángel de la guarda, es decir

287
Curso de Entrenamiento de Líderes

un discípulo que acompaña a los nuevos hermanos convertidos. Esta es la estructura de nuestra iglesia. El
problema es que nuestros líderes de células aún no han actuado como discipuladores.

1. ¿Qué impide que un líder se convierta en discipulador de líderes en


entrenamiento?
a) Falta de tiempo
El enfoque de nuestro trabajo está en las personas, no en las actividades. El tiempo de los miembros
es escaso, por lo que debemos centrar nuestro trabajo en las personas, no en las actividades. El discipulado
se puede hacer un día de la semana. Esto puede suceder a la hora del almuerzo, una hora antes de la reunión
de célula o antes de nuestros servicios de celebración. Si es muy difícil conciliar el horario de todos los líderes
en entrenamiento, realice la reunión uno por uno. El objetivo es que estas reuniones de discipulado se lleven
a cabo semanalmente, pero si esto no es posible en ciertas épocas del año, entonces debería ser al menos
quincenalmente.

b) Centrarse en la frecuencia, no en el discipulado


Algunos líderes se contentan con tener una reunión de célula completa, pero una reunión completa no
alcanza el objetivo por completo. Nuestro objetivo es engendrar muchas vidas por supuesto, pero a menos
que logremos que cada miembro de la célula se convierta también en un líder en entrenamiento, el proceso
no durará. Nuestro llamado es formar discípulos, no ganar miembros. En el Nuevo Testamento, no se dice
que la iglesia tenga miembros, sino discípulos.

c) mentalidad de escuela
En el entrenamiento escolar, formamos maestros, no líderes. Los líderes se entrenan haciendo el trabajo
junto con otro líder, quien es su discipulador. Los líderes lideran a las personas. Un líder que realiza una tarea
pero no dirige a nadie no está cumpliendo el propósito. Un líder de célula que no tiene discípulos está
completamente fuera de la visión. Algunos se contentan con enviar personas para hacer el Curso de Madurez
y CEL. Se imaginan erróneamente que esto es todo lo que se espera de ellos, pero se equivocan. Nuestros
cursos son necesarios, pero el proceso de capacitación de un líder se completa solo si él o ella son discipulados
por el líder de célula.

d) Falta de revelación del sacerdocio de los creyentes.


No tenemos posiciones, tenemos encargos. No tenemos títulos, tenemos funciones. Cada miembro
debe ser entrenado para ser ministro, enviado a ministrar en el hogar, la escuela o el trabajo. Cada miembro
es un líder potencial y un discípulo, pero solo se convertirá en un discípulo cuando esté dispuesto a tomar la
cruz y convertirse en un líder de entrenamiento en su célula.

e) Falta de un camino que el discipulador pueda seguir


Tenemos un camino para formar un líder, pero es cierto que no teníamos una estrategia clara sobre
cómo convertir a un líder en un discipulador, ahora lo tenemos. En estos capítulos, proporcionamos una hoja
de ruta básica de cómo debe ocurrir nuestro discipulado en todos los niveles.

2. Cada líder de célula, un discipulador


El límite de células para un discipulador de líderes depende de su habilidad y tiempo disponible para
hacerlo. Mientras que el discipulador no alcance su límite, él puede reubicar todas las multiplicaciones de sus
células.

288
Curso de Entrenamiento de Líderes
Cada líder de célula ya discipula a los líderes en entrenamiento, pero su objetivo debe ser lograr que se
conviertan en líderes de célula, y cuando eso suceda naturalmente se convertirá en un discipulador de
líderes. El objetivo es que cada líder de célula se convierta en un discipulador de líderes.
Para alcanzar el objetivo, cada líder debe constituir tres líderes en entrenamiento en la célula, que serán
sus discípulos y también compañeros de trabajo en la célula, con quienes debe reunirse semanalmente y
pueden ser justo antes de la reunión semanal de la célula, para tener una reunión del discipulado.
La terminología puede afectar la visión, por lo que abolimos el término "líder auxiliar". Muchos
hermanos se negaron a dirigir una célula porque entendieron que su trabajo era solo ayudar al líder. Ahora
cada líder auxiliar debe entender que es un discípulo, un líder en entrenamiento, el próximo líder de la célula.
De ahora en adelante, tendremos el líder de célula y los líderes en entrenamiento, que son sus
discípulos. Los miembros de la célula se dividirán en cuatro grupos (dentro de la célula misma, al principio),
de modo que cada líder actúe como ángel de la guarda y guíe a su grupo de intercambio. El primer rol y
trabajo del líder en entrenamiento debe ser alimentar a los otros miembros de la célula.
Nos convertimos en discípulos para multiplicar. La multiplicación fue la visión de Jesús cuando ordenó:
“Id y haced discípulos a todas las naciones ". ¡Algunos quedan con el Id! Otros hacen convertidos, pero no
discípulos. Es este modelo incompleto que la mayoría de las iglesias hoy practican. La consecuencia son las
iglesias infantiles. Una masa de personas infantiles y carnales que nunca entran en el patrón normal de la vida
cristiana. Podemos decir que la meta de Jesús al ordenar la gran comisión era generar cantidad con
calidad. Quiere salvar, pero no solo salvar, quiere salvar y llevar al pleno conocimiento de la verdad. La forma
en que esto sucede es ganar y luego discipular. Así, nos multiplicamos y cooperamos con el Espíritu Santo en
la formación de creyentes maduros que también se multiplican.
Hoy como iglesia en células, nuestra prioridad no son las campañas evangelísticas o los servicios de
evangelismo, en los cuales los creyentes trabajan solo para traer un visitante. Hoy cada miembro tiene el
desafío de ganar y consolidar cada nuevo convertido. Jesús nos llamó a la multiplicación, si no multiplicas y
no haces discípulos, estás fuera del modelo de Dios.
En tres años, Jesús formó doce apóstoles. Pablo, en tres años, entrenó pastores en Éfeso. Tanto Jesús
como Pablo estaban intensamente involucrados en la formación de sus discípulos. Estuvieron con ellos todos
los días, tal vez por muchas horas. Hubo dedicación, intensidad, concentración y enfoque. Todos los días
estaban inmersos en el trabajo, pero con sus discípulos a su lado. Sin embargo, en muchos casos tenemos
muy pocas reuniones con discípulos en el mes y a veces estas reuniones de discipulado probablemente sean
muy débiles.
Necesitamos cambiar esta imagen. Tenemos un gran potencial en nuestras manos de personas que nos
ha confiado el Señor. Solo necesitamos entender que no tenemos otra opción, el Señor nos ha mandado hacer
discípulos. Un líder de célula que no discipula a nadie simplemente está ignorando una orden del Señor Jesús.
Id y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todas las cosas que les he mandado.
Y he aquí, estoy con vosotros siempre hasta el fin. (Mt 28.19-20)
Un líder solo puede ser formado por otro líder. Nadie puede convertirse en un líder simplemente
estudiando en un salón de clases, se requiere monitoreo y discipulado. Del mismo modo, un hombre no
aprende a ser hombre en el sentido de su hombría en un curso preparatorio. Un hombre aprende a ser hombre
caminando con otro hombre. Un líder solo aprende a liderar al ser discipulado por otro líder.

3. Actitudes de un líder de célula que discipula al líder en entrenamiento


❹ No se aísle de sus discípulos.

❹ Comparta las responsabilidades de la célula con ellos.

289
Curso de Entrenamiento de Líderes

❹ Llévelos con usted en todas las reuniones de liderazgo.

❹ Delegue una parte de los miembros de la célula para alimentarlos.

❹ Estudie con ellos el Manual de visión celular.

❹ Planifique con ellos cada evento de la célula.

❹ Evalúe junto con ellos cómo está el acompañamiento de los


miembros.

❹ No tengas miedo de que tu discípulo se vuelva más grande que tú.

El crecimiento numérico ilimitado es contrario a la naturaleza. Un árbol por ejemplo, no crece


indefinidamente, sino que produce árboles nuevos. Este es el principio natural de la multiplicación que
impregna toda la creación de Dios. El principio de multiplicación influye en todas las áreas de la vida de la
iglesia. Así como la verdadera manzana no es la manzana sino una manzana nueva; el verdadero fruto de
una célula ya no es cristiano sino una célula; el verdadero fruto de una iglesia no son los nuevos creyentes
sino las nuevas iglesias; el verdadero fruto de un pastor no son las ovejas, sino los nuevos pastores; el
verdadero fruto de un evangelista no se convierte, sino más evangelistas; El verdadero fruto de un líder de
célula son otros líderes de célula discipulados por él.
4. Los conceptos erróneos más comunes del discipulado
❹ El discipulador debe caminar detrás del discípulo.

❹ El discipulado es que alguien me cuide.

❹ El discipulado es solo para informes.

❹ Acepto el discipulado, pero que no hablen en mi vida personal.

❹ No tengo tiempo para el discipulado.

❹ Puedo crecer por mi cuenta: las personas orgullosas no pueden aprender de los demás.

❹ Quiero ser discipulado, pero no quiero liderar; es imposible ser discípulo y no hacer lo que el
discipulador hace.

❹ Quiero liderar, pero no quiero discipulado, quien no es un discípulo no puede ser un


discipulador. Antes de ser un líder, uno debe ser un discípulo.

❹ Quiero ser discipulado, pero no quiero que cobren nada de mí: el objetivo del discipulado es el
crecimiento. No hay crecimiento sin responsabilidad.

❹ Quiero ser discipulado, pero no quiero cuidar a los discípulos; el propósito del discipulado es
engendrar discípulos. El objetivo final es la multiplicación.

290
Curso de Entrenamiento de Líderes

5. Transformando miembros en discípulos


En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de
aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que
nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas (Hch.6.1.2).

El libro de los Hechos describe a los hermanos como "la comunidad de los discípulos". Esto revela
que lo que estaba en el corazón de los líderes de la iglesia no era solo predicar el evangelio y salvar a las
personas, sino también hacer discípulos de Jesús. En nuestra iglesia, la célula es el lugar para formar
discípulos. El gran desafío del líder de célula es convertir a los miembros de la célula en discípulos.
Para alcanzar este desafío, el líder de célula debe considerar tres puntos clave: Primero debe enfrentar
sus desafíos como líder y superar sus propios bloqueos; suplir las necesidades de los miembros a través de la
enseñanza de la Palabra; Tercero, invertir adecuadamente en los líderes en entrenamiento discipulándolos.
Lo primero que debe entender un líder de célula es que nuestro desafío como iglesia no es solo la
salvación de las almas, sino la formación de discípulos.
¿Has notado cómo el libro de los Hechos describe el crecimiento de la iglesia? ¿Dice que muchos
fueron salvados? No. "Ahora en esos días se multiplicaba el número de discípulos". Así fue como creció la
iglesia. Por supuesto, las personas no se convirtieron como discípulos listos, pero desde el momento de su
nuevo nacimiento sabían que debían convertirse en discípulos.
La iglesia en células actúa a través del discipulado. Este discipulado llega a todos los miembros de la
iglesia, comenzando con el pastor de la iglesia local, a los nuevos convertidos. El objetivo de este discipulado
es pasar un ADN.
El ADN son los rasgos genéticos que se transfieren en la reproducción. En el caso del discipulado,
pasamos el "ADN del discípulo". Hay muchas características de un discípulo de Cristo. Estas características
se pasan a través del discipulado. Este discipulado comienza en la célula, a través del liderazgo del líder de
célula, y alcanza todos los niveles de liderazgo de la iglesia.
Para un pastor de una iglesia grande, es imposible discipular a cada miembro. Pero es importante que
todos sean discipulados, ya que esto garantiza que todos obtengan el mismo ADN.
La función del líder de célula es pasar el ADN de su discípulo a cada miembro de la célula. No solo
queremos crecer en número, sino en número de discípulos, como lo registra el libro de los Hechos.
El crecimiento de la iglesia está directamente asociado con el crecimiento de las células y el crecimiento
de las células a su vez, depende de la actitud de sus líderes al formar discípulos.

291
Curso de Entrenamiento de Líderes

Capítulo 9
El Trabajo del Ministro
Enviar

292
Curso de Entrenamiento de Líderes

El Trabajo del Ministro – Enviar

Clase 1

Predique el evangelio de la Gracia

¿Q ué responderías si alguien se te acerca y te pide que le expliques que significa ser cristiano?

¿Podrías responder de una manera bíblicamente correcta? En la cabeza de muchos cristianos, evangelizar es
testificar al respecto de cómo fue su experiencia con el Señor, aunque su experiencia sea real e importante,
esta no es suficiente para explicar la verdad del evangelio. Hay quienes confunden también que ser cristiano
es ser miembro de alguna iglesia evangélica. Aunque los miembros de esas iglesias en su mayoría, sean
cristianos, esta también no es la respuesta bíblica.

293
Curso de Entrenamiento de Líderes

Existe aquello que llamamos el mensaje del evangelio. Evangelio del cual Pablo no se avergonzaba y que tenía
poder para salvar aquellos que creen. ¿Cómo definir este evangelio? El mensaje del evangelio necesita tener
los siguientes elementos:

❹ El hombre no puede salvarse así mismo.

❹ Dios es santo y justo, por lo tanto debe castigar el pecado.

❹ Jesucristo es Dios.

❹ Su muerte en la cruz fue por causa de nuestros pecados.

❹ Nosotros recibimos la salvación por la gracia.

❹ Nosotros somos salvos mediante la fe.

o La Gracia
El primer elemento es la gracia de Dios. Gracia es Dios darnos aquello que simplemente no merecemos,
es su favor inmerecido. Gracia es diferente de misericordia. Cuando Dios tiene misericordia, simplemente no
nos da aquello que nosotros merecíamos. Nosotros merecíamos la muerte, pero por causa de su misericordia
no nos condena. La Gracia va mucho más allá. Nosotros merecíamos la muerte y la condenación, pero Dios
más allá de no condenarnos, todavía nos da su vida, nos convierte en sus hijos y herederos, y aún nos hace
participantes de su gloria.
La salvación es un regalo de Dios, no se puede ganar o comprar por medio de obras de merecimiento.
Muchos equivocadamente piensan que si proceden bien o hacen obras buenas, van a terminar mereciendo el
cielo, pero el cielo es un regalo. No es algo que se pueda conquistar ni adquirir, ni tampoco una recompensa
¡Es gratis! ¿Eso no es extraordinario?
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
(Rm 6.23)

El don gratuito, o regalo de Dios, es la vida eterna. La Palabra de Dios afirma categóricamente que
solamente podemos ser salvos por la gracia de Dios.
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
no por obras, para que nadie se gloríe. (Ef 2.8-9)

Necesitamos exponer claramente el significado de la gracia cuando presentamos el evangelio. La


enseñanza de Pablo, en Romanos 11:6, es que la gracia y las obras se excluyen así mismas.
Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. (Rm 11.6)

294
Curso de Entrenamiento de Líderes

Con relación a la vida eterna, las personas pueden confiar plenamente en Cristo o plenamente en ellas
mismas, o pueden estar confiando parcialmente en Cristo y parcialmente en ellas también. Sin embargo quien
confía parcialmente en Cristo no confía de manera alguna. Es muy común oír personas diciendo que Dios ya
hizo su parte y que ahora nosotros tenemos que hacer la nuestra. El problema es que con relación a la
salvación, no tenemos nuestra parte. Él hizo todo. Solo nos queda aceptar el don gratuito de Dios.

o El hombre
La Palabra de Dios enseña que todo hombre es pecador. Todos nosotros hemos cometido pecado y
ninguno de nosotros es suficientemente bueno para merecer la salvación. No sirve de nada que seamos
bastantemente buenos, Jesús dice que necesitamos ser perfectos (Mt 5:48). Sin embargo en vez de eso, todos
hemos fallado en nuestros pensamientos, en nuestras palabras y en nuestras acciones. Todos pecamos tanto
por nuestros actos, como también por lo que dejamos de hacer.
Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios.
Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
(Rm 3.10-12)
Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. (Rm 3.23)
Este es el motivo por el cual ninguno de nosotros puede merecer el cielo por sus propios esfuerzos.
Somos pecadores. Nuestra naturaleza es caída y solo podemos ser salvos si el Señor nos extiende sus manos.
Con todo, nosotros no apenas cometemos pecado, nosotros somos pecadores. Todos nosotros nacemos con
una naturaleza pecaminosa. La palabra de Dios dice que necesitamos nacer de nuevo. Es por eso que no
podemos salvarnos por nuestras propias obras, simplemente porque no podemos volver al vientre de nuestra
mamá y nacer de nuevo.
Me encanta imaginar que el hombre es como un cerdito. Si lo retiramos del chiquero y lo llevamos para
casa, le damos un baño de agua de rosas y le colocamos talco y una cinta en la cabeza, tal vez podemos pensar
que dejó de ser un cerdo por lo perfumado que está. Imagine que enseñemos a ese cerdo a andar en dos patas,
a comer en la mesa y a vestirse como gente al punto que algunos hasta lo confunda con una persona. Un día
lo llevas a pasear y en un momento de distracción, el escapa y va directo para un charco de lodo. ¿Por qué el
hizo eso? Porque si bien parece una persona, el aún es un cerdo. Posee la naturaleza de un cerdo. La religión
hace eso, ella nos cambia por fuera, dándonos un maquillaje de cristiano, pero el evangelio nos cambia por
dentro, dándonos una nueva naturaleza.
La única manera de que este cerdo venga a ser transformado en un hombre, sería por medio de un
milagro, él muere y resucita en forma de una persona. Eso es imposible para nosotros, pero fue exactamente
lo que Dios hizo. Cuando creemos en la muerte y resurrección del Señor Jesús, nacemos de nuevo y somos
hechos nuevas criaturas.
No hay manera cómo un hombre venga a ser salvo a menos que él entienda que es pecador, las buenas
nuevas no harán ningún sentido para él. Imagine si yo te dijera: “Tengo buenas nuevas para ti: Alguien acaba
de pagar una multa de tránsito en el valor de S/. 25 mil para ti” Probablemente reaccionarías diciendo: “¿Qué
estás diciendo? ¡Estas no son buenas nuevas! Eso no tiene sentido. No tengo una multa de transito de S/. 25
mil”. Mis buenas nuevas no serían buenas nuevas para ti: Parece una locura. Además de eso, sería una ofensa,
porque yo estaría insinuando que habías cometido un crimen cuando tú sabes que no hiciste tal cosa.
Sin embargo, en vez de eso, vamos a colocarte en la siguiente situación de la siguiente manera: un radar
de la policía te atrapó a 160 kilómetros por hora en un área reservada para una convención de niños con
deficiencia visual. Había diez avisos claros de que la velocidad máxima era de 60 kilómetros por hora, sin

295
Curso de Entrenamiento de Líderes

embargo pasaste volando a 160 kilómetros. Lo que hiciste fue muy grave y su multa fue de S/. 25 mil. La ley
sería aplicada, cuando alguien que tú mismo no conoces entró en escena y pagó su multa. Realmente eres un
afortunado

Si explicamos lo que se hizo de errado primero, hacemos con que las buenas nuevas verdaderamente
tengan sentido. Si no muestro claramente que la persona violó una ley, entonces las buenas nuevas parecerán
una tontería y serán recibidas como una ofensa. Entretanto, a partir del momento en que él entienda que violó
un a ley, las buenas nuevas de hecho serán buenas noticias.
¿Entendiste la ilustración? Si nos acercamos a alguien que piensa que no es pecador y le decimos:
“Jesucristo murió en la cruz por tus pecados”, eso sonará como una tontería y lo ofenderá. Tontería porque
no tendrá sentido para él y también será ofensivo, porque estaremos insinuando que el individuo es un pecador
cuando el creyó que no lo es. Aun así, si yo dedico mi tiempo para abrir la ley, los Diez mandamientos y le
muestro al pecador exactamente lo que hizo de errado, como ha ofendido a Dios al violar su ley, entonces
cuando él esté como dice Santiago, “convencido por la ley como transgresor” (Stg.2:9), la buenas nuevas de
la multa que fueron pagadas no serán más una tontería, sino serán lo que de antemano son: buenas nuevas.

o Dios
Nosotros sabemos que el Señor Dios es amoroso y no quiere condenarnos. Por otro lado, Él es justo
y no puede dejar de castigar el pecado. Hay un dilema aquí: ¿cómo conciliar su justicia con su amor? Dios,
entonces en su infinita sabiduría, planificó una solución: envió a su Hijo al mundo para morir en el lugar del
hombre y resolver el problema del pecado. Al enviar a su Hijo para morir por nosotros, Dios Padre concilió
su justicia y su amor. Él prueba su amor por el mismo hecho de enviar a su único Hijo y muestra su justicia
lanzando nuestro pecado para ser castigado sobre el Señor Jesús. Fue la solución perfecta.
El evangelio sólo tiene sentido si existe un Dios justo que condena el pecado. Muchas personas
simplemente rechazan esta idea. Ellas dicen: “Yo creo en un Dios de amor y El jamás haría eso”. Este es el
problema, estamos acostumbrados con la imagen de Dios enseñada por el espiritismo, un Dios que es
solamente amor. Si este es el concepto que la persona tiene, todo lo que le decimos a ella no tendrá sentido.
Si Dios es amor, entonces no importa si el hombre es pecador. Si Dios es amor, entonces no hace la diferencia
que Jesús haya muerto. Dios es amor, entonces para qué preocuparnos si los hombres creen en Él, porque
todos ya están salvos.
Para algunas personas les encantaría que Dios simplemente le diera una palmadita en las espaldas al
hombre después del pecado y dijera: “¡Tranquilo! Pecaste, pero vamos olvidarnos de esto y seguir adelante”.
Pero Dios no puede actuar así. Nuestro pecado es como un crimen delante de Dios.
Vamos a suponer que estoy robando un banco. Una cámara escondida filmó todo y los trabajadores
del banco me identificaron como siendo el autor del crimen. Cuando soy llevado para el juez, él me pregunta:
“¿Tú eres culpable o inocente?” Yo simplemente respondo: “Soy culpable, su Señoría”. El juez pronuncia la
sentencia, condenándome a diez años de prisión por asalto a mano armada. Ahora supongamos que yo le diga
al juez: “Su Señoría, yo estoy arrepentido de haber robado el banco, el dinero fue devuelto y no herí a nadie.
Si su señoría me deja libre, yo le prometo que nunca más volveré a robar”. ¿Tú crees que el juez sería justo si
me dejase ir? Él tiene la norma de la ley que debe ser cumplida.
Si los jueces dejasen a los asaltantes de banco libres simplemente porque están arrepentidos, no habría
más bancos seguros en este mundo. ¿Consigues comprender? Dios es más justo que cualquier juez. Él no
puede simplemente ignorar nuestros pecados.

296
Curso de Entrenamiento de Líderes

El hecho es que, analizando la condición del hombre, podemos hacer una ecuación a partir de ella. El
pecado del hombre más la justicia de Dios solo puede ser igual a una cosa: el infierno para el hombre. Eso es
lo que merecemos. Sin embargo, hay otro factor a ser agregado. Sumando el pecado del hombre más la justicia
de Dios más su amor, el resultado es siempre la cruz, Dios muestra su amor sin negar su justicia.

o Jesucristo
La palabra de Dios muestra al Señor Jesús de innumerables maneras. Él es al mismo tiempo el pan de
vida y agua de vida. Ya era la resurrección misma antes de haber vencido a la muerte. Él es el alfa y el omega,
el principio y el fin. Él es el amen, es la cabeza de todas las cosas. Al mismo tiempo, Él es el Cordero de Dios,
que desde Génesis, murió por el pecado del hombre, y es el Arca en el Tabernáculo en medio del desierto. Él
es la exacta expresión de Dios, en Él todo subsiste. El sustenta todas las cosas por la Palabra de su poder,
pero aun así es hombre y tiene la mente de Dios, la exacta expresión del hombre. Por sobre todas las cosas,
con todo Él es Dios, el creador del universo.
La Palabra de Dios dice que “En el principio era el Verbo y el Verbo era con Dios, y el Verbo era
Dios” (Jo 1:1). Y ese Verbo, que es Dios, se hizo gente y habitó entre nosotros (Jo 1:14). ¿Por qué el Señor
se hizo hombre? El vino para morir en la cruz y resucitar de entre los muertos para pagar la pena por
nuestros pecados y darnos la vida eterna. Y todo eso, Él nos ofrece por medio de su gracia.
La Biblia gira en torno a un gran problema. Imagina un libro en tus manos, ahora imagina que en este
libro están anotados todos tus pecados, un historial minucioso de tu vida. Imagina que todo lo que hiciste y
pensaste, todos tus secretos y motivaciones están registrados allí. La biblia dice que un día ese libro será abierto
y todos sabrán a tu respecto. Este será un día de mucha vergüenza, pero el hecho principal es que aquel que
sea juzgado según los hechos registrados en el libro será condenado.
Ese libro es nuestro problema, nuestro pecado. Eso nos deja fuera del cielo y nos impide tener
comunión con Dios. ¿Qué hacemos entonces? Nosotros mismos no podemos hacer nada, pero Dios en su
gracia nos envió Jesús. Él es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en
él el pecado de todos nosotros. (Is 53:6)
¿Qué hizo Dios? El cogió ese libro y lanzó todos los registros de nuestro pecado en la cuenta de Jesús.
Dios lanzó en la cuenta de Jesús nuestra culpa y nuestro pecado. Ya que Cristo estaba cargando todas las
cosas registradas en el libro, entonces cuando fue para la cruz, Él pago por todos nuestros pecados.
Para que las personas entiendan el evangelio, necesitamos explicar que Jesús es Dios. Muchos tienen el
concepto de que Cristo fue un buen hombre, un maestro extraordinario o algo así. Eso simplemente no puede
salvarlos. Necesitamos enseñar que Jesucristo es el hijo de Dios. Aquel bebé en el pesebre era Dios.
Más allá de eso, las personas deben entender que la muerte en la cruz no fue una mera crueldad de los
judíos. Jesús no fue un mártir muriendo en las manos de los romanos. Es necesario explicar que el mismo
Jesús se entregó, Él hizo todo eso para salvarnos.
La mayoría de las personas sabe que Jesús murió en la cruz, pero lo que ellas necesitan entender es que
su pecado estaba sobre Jesús. El Señor murió por causa de ellas. Cuando las personas comprenden esta
realidad, la percepción que tienen al respecto del evangelio cambia completamente.

o La fe

297
Curso de Entrenamiento de Líderes

La Palabra de Dios dice que somos salvos por la gracia mediante la fe (Ef.2:8). Por lo tanto, la fe es la
llave que abre la puerta. La fe se torna real y presente en nuestra vida en todo aquello que el Señor Jesús
realizó en la cruz. No piense que la fe es algún tipo de obra. Fe es la mano vacía de un mendigo extendida
para recibir el regalo del Rey.
Muchas personas presumen tener fe, pero no creen de verdad. En primer lugar, es necesario distinguir
fe de asentimiento mental o intelectual, o sea muchas personas saben que Jesús vivió, murió y resucitó, y
suponen que eso es fe. Ellas saben que Dios existe, sin embargo sabemos que el propio diablo cree y tiembla.
Por eso, este tipo de fe no sirve para nada.
Cuando la Biblia habla al respecto de la fe, ella nos enseña que la fe es confiar solamente en el Señor
Jesús para recibir vida eterna. Podemos decir que las personas confían en su propio esfuerzo o confían en
Cristo para ser salvos, eso puede ser fácilmente comprendido. Imagina que me acerco a una persona y le digo:
“¿Tú crees que esta silla existe?” Evidentemente responderá que sí. Entonces continuo preguntándole:
“¿Crees que podría sostenerte cuando te sientas?” Si su respuesta fuere un sí, pero esta persona se niega a
sentarse, eso fue solo un mero asentimiento mental. Quien cree simplemente se sienta. La silla aquí apunta
para Cristo.
Además de eso, necesitamos explicar que no sirve tener fe en la fe. El problema de nuestra generación
es que piensa que no importa en que creamos, lo importante es tener fe. Es la fe por la fe. Hay personas que
creen que la fe posee algún valor inherente, pero la fe sólo tiene valor se es aplicada para creer en algo
verdadero. Si en una noche te despiertas con dolor de cabeza, vas hasta el baño tambaleando en la oscuridad
y por la fe, tomas un medicamento pensando que era aspirina, dado que era veneno de cucarachas,
probablemente escribirán en tu tumba: “Este murió por la fe”. Pero su fe fue puesta en algo errado, que no
era confiable. Para que la fe tenga valor, necesita estar puesta en la verdad y solo hay uno que es la verdad: El
Señor Jesús. Tener fe en cualquier otra persona o en cualquier otra cosa es desastroso.
Estos son los puntos principales del evangelio. No existen límites o formas que podemos exponer estos
puntos. Podemos usar todos los recursos y toda la creatividad, sin embargo una persona solamente puede ser
salva si comprende y cree en estos puntos como acabamos de describir. Este es el mensaje del evangelio.

298
Curso de Entrenamiento de Líderes

El Trabajo del Ministro – Enviar

Clase 2

Predique el evangelio del reino

Antes de todo, necesito decirte que existe apenas un evangelio y nosotros lo llamamos del evangelio de la
gracia. Pero este evangelio posee dos aspectos, uno relacionado con el hombre y el otro relacionado al

299
Curso de Entrenamiento de Líderes

diablo, anunciamos la gracia; pero en relación al diablo, anunciamos el reino. Por eso, el evangelio del reino
es la manifestación de la victoria de Cristo sobre el diablo trayendo el reino de Dios.
Estamos viviendo los últimos días. Nosotros creemos que después de esta era de la iglesia, vendrá la
era del reino. El llamado de Dios para la iglesia hoy, es para traer el reino. El Señor Jesús nos enseñó a orar
pidiendo que el reino de Dios venga sobre la tierra: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así
también en la tierra” (Mt 6:10).
Tal vez te estés preguntando qué relación hay entre el evangelio y la venida del Señor. Pero la Palabra
de Dios nos muestra que el acto de evangelizar es también un acto profético. Cuando predicamos estamos
trabajando para que su reino venga.

o Apresuramos la venida del reino por la predicación del evangelio


El Señor dejó bien en claro que su venida está completamente relacionada con la predicación del
evangelio a todas las naciones. Necesitamos cooperar para apresurar la venida del reino. En este sentido, es
fundamental que prediquemos el evangelio del reino a todas las naciones.
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y
entonces vendrá el fin. (Mt 24:24)
El Señor simplemente no volverá antes que el evangelio sea predicado a todas las naciones. Existe una
relación íntima entre la predicación del evangelio del reino y la venida final. El fin a la cual se refiere el texto
ciertamente apunta para la venida del Señor al final de esta era, que será concluida por el tiempo de la gran
tribulación, que culminará en la venida del Señor en las nubes.
Vemos claramente que la iglesia es responsable por trabajar con Dios para que el reino sea traído. Una
vez que el reino solo vendrá con el fin de esta presente era, necesitamos predicar el evangelio del reino para
apresurar su venida. Este es el motivo por el cual el evangelio del reino debe ser predicado. La voluntad de
Dios, con todo no es simplemente que prediquemos para que las personas sepan y sean indisculpables.
Nosotros predicamos para tener frutos. El objetivo de la predicación es que las personas sean salvas del
dominio de satanás.

o ¿Qué es el evangelio del reino?


Todos nosotros sabemos que el reino será el tiempo cuando Cristo y los creyentes vencedores reinarán,
pero necesitamos ir mucho más allá de eso. El reino también nos habla de una esfera de dominio. Lugar
donde gobierna el rey y su reino. El reino, por lo tanto habla del gobierno de Dios sobre los hombres.
Algunos insisten en distinguir el evangelio de la gracia y el evangelio del reino. Creo que esa distinción
es innecesaria. Sin embargo, con el propósito de comprender, podemos decir que el evangelio del reino está
relacionado con la opresión demoniaca de satanás, se trata de dos lados de un único evangelio. Todas las veces
que el reino llega, las obras del diablo deben ser destruidas. Así, el evangelio del reino consiste en rescatar a
las personas que están debajo de opresión del imperio de las tinieblas y traerlas para el reino de Dios.
El evangelio que Jesús predicó fue el evangelio del reino, Él no incluyó apenas el perdón de los pecados
(Lc 24:27) y el nuevo nacimiento (Jo 20:31), sino que también el reino de los cielos (Mt 24:14) y la
manifestación del poder de Dios para expulsar demonios y curar enfermos (Is 35:5-6; Mt 10:1). El perdón de
los pecados y el nuevo nacimiento son para entrar en el reino, pero la expulsión de demonios y la cura de
enfermos son la manifestación del gobierno del reino.

300
Curso de Entrenamiento de Líderes

La predicación del evangelio del reino, como vemos en la vida de Jesús, envuelve dos cosas: la liberación
de los oprimidos y la sanidad de los enfermos. La primera y más evidente obra de satanás es la posesión
demoniaca. Todas las veces que predicamos que predicamos el evangelio, debemos esperar la confrontación
con las tinieblas y la liberación de los hombres será siempre necesaria.
Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de
Dios. (Mt 12:28)
El reino puede tener muchos significados, pero lo que el Señor menciona aquí debe ser colocado por encima
de todo. El reino es la oposición directa al gobierno del diablo. El Señor declaró que el reino es la expulsión de
demonios, es la manifestación de la autoridad del cielo. La segunda cosa relacionada con la predicación del
evangelio del reino es la sanidad de los enfermos.
Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y
sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. (Mt 4:23)
La expulsión de demonios y la sanidad de enfermos parecen estar asociadas a la predicación del evangelio
del reino. No podemos separar la predicación del evangelio de la manifestación de los poderes del reino de Dios.
La iglesia fue elegida por Dios para resistir a satanás y para introducir el reino de Dios en la tierra. Es por eso que
la primera mención de la palabra “iglesia” en la Biblia, viene acompañada de la palabra “infierno”.

Y yo también te digo, que tú eres Pedro,[a] y sobre esta roca[b]edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades
no prevalecerán contra ella. (Mt 16:18)
Donde el reino de Dios se manifiesta, allí las obras del diablo son destruidas. De esta manera, predicar el
evangelio del reino es declarar que el reino de Dios ha venido sobre la tierra. El evangelio del reino es para
confrontar al infierno y a los poderes de las tinieblas.
Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. (1Jn 3:8)
Cuando el Señor dice que las puertas del infierno no resistirán, está afirmando que nosotros somos la fuerza
de ataque y el todo infierno está a la defensiva. El hecho que la puerta del infierno no resista significa que somos
nosotros los que estamos golpeando contra ella y en algún momento va derrumbarse. Esta percepción es
importante porque cambia radicalmente nuestra actitud, no necesitamos estar arrinconados dentro del local de la
iglesia con miedo de los ataques del maligno, antes nosotros somos quienes debemos salir para conquistar,
alargando las fronteras del reino de Dios. Nosotros hacemos batalla espiritual predicando el evangelio del reino y
está claro que el evangelio del reino incluye expulsar demonios y sanar enfermos, porque las propias enfermedades
son obras del maligno.
Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo
bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. (Hch 10:38)

La era que vivimos es llamada era de la iglesia y era de la gracia. La voluntad de Dios es que la iglesia
avance contra las puertas del infierno, atando al valiente y saqueando su casa. Por eso, no existe como predicar
el evangelio del reino sin hacer batalla espiritual. Para que la soberanía del nuevo Rey se manifieste, satanás y
sus poderes deben ser expulsados.
La proclamación del evangelio incompleto puede ser ineficaz para producir resultados, o en lo mínimo
producirá como resultado creyentes débiles, cuya fe está fundamentada en la sabiduría humana, Pablo dice
que su predicación no consistió en lenguaje persuasiva de sabiduría, sino si en la demostración del poder del
Espíritu, para que vuestra fe no se apoyase en la sabiduría humana, sino en el poder de Dios (1 Co 2:4-5).

301
Curso de Entrenamiento de Líderes

No estoy diciendo que no necesitamos persuadir a los hombres para que crean en el evangelio. A la
verdad, vemos que Pablo también hacia eso, lo que estoy diciendo es que no podemos predicar el evangelio
despreciando la necesidad de la manifestación del poder del Espíritu, principalmente expulsando demonios y
sanando enfermos. El evangelio del reino consiste principalmente en expulsar demonios y sanar enfermos.

3. La victoria del reino


Cuando predicamos el evangelio, estamos involucrados en un encuentro de poderes espirituales. Una
analogía que puede ayudarnos a entender esto puede ser vista en la naturaleza. Cuando vientos fríos se
encuentran con vientos calientes, el resultado es violencia: relámpagos, rayos, lluvia, nieve y hasta tornados y
huracanes se forman. Hay un conflicto y el resultado es la liberación de poder. El poder viene cuando
chocamos en un enfrentamiento espiritual con el imperio de las tinieblas.
El poder del Espíritu ya nos fue dado, pero la liberación de este poder sucede en el momento del
conflicto, de la batalla espiritual. La verdadera batalla espiritual sucede cuando invadimos el espacio del
enemigo, colocamos allí nuestra bandera y declaramos la libertad de aquellos que están oprimidos.
El momento máximo del conflicto espiritual sucedió en el Calvario. En el día de la crucifixión, la eterna
redención fue hecha para nosotros. En la cruz nuestros pecados fueron perdonados, la carne, el diablo y este
mundo fueron derrotados, un gran poder fue liberado en aquel día. Toda la creación fue conmocionada: la
tierra tembló, las rocas se partieron, el sol se escureció y el velo del templo se rasgó de arriba hacia abajo.
Hasta las sepulturas fueron abiertas y muchos santos resucitaron (Mt 27:52). La vida fue liberada por la muerte
de Cristo y toda la creación tembló. El Señor ya conquistó la victoria, pero hoy aún necesitamos aplicar esta
victoria en la predicación del evangelio. Satanás ya está derrotado, pero la consumación de la victoria
solamente vendrá en la manifestación del reino de esta era. Una ilustración de estas situaciones puede ser
vistas en la Segunda Guerra Mundial. Todos los historiadores concuerdan que la victoria de los aliados fue
asegurada en la invasión de Normandía, que quedó conocida como Día D (6 de junio de 1944). Sin embargo,
demoró aún once meses hasta que el enemigo se rindiese y la guerra fuese concluida (en el día 8 de mayo de
1945). Durante este tiempo, millares de soldados aún murieron en la batalla. La derrota ya estaba decretada,
pero la manifestación de la victoria aún no había llegado.
Hoy, nosotros somos soldados del ejército de Cristo. El Día D ya sucedió en el día de la resurrección, cuando
la victoria fue conquistada, pero la consumación de nuestra victoria está por llegar. Mientras tanto, nosotros
peleamos contra el infierno para declarar la victoria de Cristo. En breve, el Señor destruirá a satanás debajo de
nuestros pies (Rm.16:20).

4. La oración para el reino


Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies
que envíe obreros a su mies (Lc 10:2).
Aquí nosotros tenemos un gran principio espiritual: siempre que el Señor tiene el propósito de hacer
algo, Él primero llama a sus discípulos para orar sobre eso. Solamente después de haber orado el Señor de la
mies, es quien envía trabajadores. Dios quiere mandar trabajadores, sin embargo Él espera hasta que oremos.
La oración es el camino por el cual la voluntad de Dios debe correr. El principio es simple: nosotros oramos
por aquello que Dios quiere y entonces Dios envía a quien ora. Cuando Dios nos lleva a orar por algo, Él está
a la verdad, llevándonos a desear aquella misma cosa.

302
Curso de Entrenamiento de Líderes

El Trabajo del Ministro – Enviar

Lección 3

Sanar enfermos

T odo creyente fue enviado para sanar enfermos y expulsar demonios. Esta es la manera como

predicamos el evangelio del reino, deshaciendo las obras del diablo. Me gustaría compartir una herramienta
simple de cómo puedes ser usado por el Señor para sanar enfermos.

1. Orar por los enfermos es una comisión del Señor

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Jesús ordenó a sus discípulos que hicieran las mismas cosas que Él hizo: predicar que el reino de los
cielos está próximo y a probar la verdad de sus prédicas curando a los enfermos. Esta comisión está descrita
en Mateo. Habiendo llamado a sus discípulos, les dio Jesús autoridad sobre espíritus inmundos para expulsar
y sanar toda clase de dolencias y enfermedades.

A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad
de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.Y yendo, predicad,
diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos,
echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. (Mt 10:5-8)

Podemos encontrar el mismo relato en el libro de Lucas.


Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar
enfermedades. Y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas
partes. (Lc 9:1,6)
El Señor dio la misma orden cuando envió a los setenta para predicar en las ciudades donde Él mismo
no podía ir a predicar:
En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante; y sanad a los enfermos
que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios. (Lc 10:8-9)
En la última cena, Jesús dijo varias cosas a sus discípulos que han sido enseñadas para aplicarlas aun en
los días de hoy. Entre otras cosas, Jesús le dijo:

Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. De
cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores
hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre
sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. (Jn 14:11-14)

La gran comisión descrita en Mateo 28:19-20, originalmente colocada por los once discípulos, es admitida
en todas iglesias como siendo una comisión para todos los que creen. En esta comisión, Jesús dijo:
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mt 28:19-20)

Jesús envió a sus discípulos para curar a los enfermos, expulsar demonios y predicar arrepentimiento,
diciendo: “El reino de Dios está cerca”. Sus palabras en Mateo 28, debería ser una comisión para todo aquel que
cree. Esta comisión es para todos los creyentes, como está escrito en Marcos 16, donde Jesús dijo:
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere
bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen:
En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y
si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. (Mc
16:15-18)

Observe que las señales acompañarán “a los que creen”. Esto incluye no solamente para aquellos que creen
en los primeros días de los apóstoles. Por eso, si la comisión de predicar el evangelio aún está valiendo, la señal es

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que ellos impondrán sus manos sobre los enfermos y estos serán curados. Eso también continua siendo válido
para aquellos que creen hoy.

2. Algunas orientaciones a seguir


a) No ministre sin la dirección del Espíritu Santo
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de
mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu
nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces
les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. (Mt .7.21-23)

El Señor parece indicar que ejercer un gran poder espiritual, aún en su propio nombre, no está
necesariamente alineado con la voluntad de Dios. En este caso es considerado por el Señor como ilegal.

Obedecer a la dirección del Espíritu es esencial para la ejecución del ministerio.

b) No reciba el mérito por las sanidades


Pedro debe ser nuestro ejemplo. Después que él y Juan sanaron a un hombre paralitico en el templo,
muchas personas que testificaban u oían hablar al respecto del milagro se reunieron al alrededor de ellos.
Viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? ¿o por qué
ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste? Y por la
fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha
dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros. (Hch.3:12-16)
Más tarde, Pedro repitió está afirmación al sumo sacerdote, autoridades, líderes religiosos y maestros
de la ley que les preguntaron con qué autoridad o en nombre de quien Pedro y Juan habían curado al hombre
paralitico.
Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya
sido sanado, sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de
Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está
en vuestra presencia sano. (Hch 4:9-10)

c) No se desanime por el hecho de que ni todos son curados

El apóstol Pablo escribió a Timoteo: "Pero dejé a Trófimo enfermo en Mileto" (2 Tim. 4: 20b).
Ciertamente Pablo y otros habían orado por Trófimo, pero no había sido sanado. Es probable que no
todas las personas por las que oras sean sanadas. No debemos tomar el crédito cuando es Dios quien sana
y no debemos culparnos a nosotros mismos cuando Él elige no usarnos en algún momento.

d) No ministres sin amor y compasión


Lo más importante de todo es 1 Corintios 13, cuando Pablo deja en claro que a pesar de que ejerce
dones espirituales, tiene toda la fe para remover montañas o vive una vida de sacrificio, nada es útil sin
amor. Este pasaje deja en claro que el elemento más importante en cualquier ministerio, incluido el
ministerio de sanidad, es el amor.
La sanidad puede parecer una actividad de compasión en su esencia, pero se puede practicar con
muchas motivaciones diferentes. El creyente que se dedica a cualquier ministerio debe orar para ser lleno
del amor de Dios y convertirse en un canal de ese amor para aquellos a quienes ministra.

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3. Su preparación
La preparación para ministrar sanidad es muy importante y delicada. Uno debe ser un canal libre
para que Dios lo use. Dios acepta a cualquier persona, pero no usa a cualquier uno. Ora con la mayor
frecuencia posible.

a) Orar frecuentemente en lenguas antes y durante el tiempo de ministerio


Si no oras en lenguas, pídele a Dios específica y fervientemente que te acompañe y te ayude.

Dios es el sanador. Si Él no te responde, la persona por la que estás orando no será sanada.

b) Libérese de todo resentimiento


Tómese un momento para preguntarle al Espíritu Santo si hay alguien a quien deba perdonar. Si es así,
perdona de inmediato y con todo tu corazón.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre
celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras
ofensas. (Mt 6:14-15)

c) Eliminar el pecado no confesado


Pídale al Espíritu Santo que le muestre cualquier pecado que esté alimentando en su vida. Si te lo
revela, arrepiéntete sinceramente de inmediato y cree en el perdón de la sangre.

d) Ejercer amor y compasión


Pídale a Dios que comparta su amor por quien estás orando. El ministerio amoroso impactará
positivamente a la persona enferma, ya sea curada o no. Puede que no esté realmente segura de que Dios la
ama. Está ministración puede ser su primera experiencia con el amor de Dios.

e) Comprenda la soberanía de Dios en el proceso de sanidad


Tenga en cuenta que la sanidad física puede tomar diferentes rutas, puede ser instantánea, puede venir
gradualmente y en etapas a medida que estés orando. Puede venir después de repetidos momentos de
ministración o de lo contrario puede no suceder. Dios es soberano, Él sana cuándo, cómo y a quién elige en su
propia sabiduría. No se desanime si Dios no sana a alguien a quien está ministrando. Nuestra tarea es orar. Dios
es responsable de lo que sucede.

f) Fe para sanar
No se preocupe si la persona enferma no parece tener fe para su sanidad. La fe ayuda, pero Dios a
veces sana a las personas enfermas que no creen que pueda y las sanará (y a veces cuando la persona que
ora tampoco tiene mucha fe). La regla general es que la fe es necesaria, pero la fe pequeña no es un
obstáculo para Dios.

g) No hay reglas
Sé flexible, no hay una regla universal sobre cómo orar que pueda aplicarse en todos los casos. No
hay nada especial en usar ciertas palabras. El Espíritu Santo es la única guía segura. Él puede guiarte de
diferentes maneras de vez en cuando. Practique el hecho de escuchar su voz y seguir sus órdenes. El
Espíritu Santo puede pedirte que ores por algo que la persona ni siquiera te ha mencionado. Si es así,
incluye esto en tu oración; sin embargo sea cuidadoso y sensible.

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h) Sea claro en sus palabras y el propósito en la oración
No tenga miedo de preguntar si ha habido una mejora en la situación de la persona. Tu reputación debe
ser vencida antes de que puedas ser un canal limpio para Dios. Eres un ministro y Dios el agente. Él es el Señor,
tú eres solo su siervo.

4. Un modelo de cinco pasos para la sanidad


Hay diferentes maneras de orar por los enfermos. El siguiente modelo no es el único método. Si ha
encontrado otra manera que funcione para usted de manera efectiva, úsela en su propio ministerio.

a) Entrevista inicial: crear un ambiente adecuado para la sanidad

En pocas palabras, entreviste a la persona que está pidiendo oración. Sé considerado y amable. Una
actitud de amor de su parte hará una gran diferencia para garantizar que esté en buenas manos. Pregúntele
cuál es el problema físico, pero no entre en demasiados detalles. Por ejemplo:

❹ ¿Cómo te llamas?
❹ ¿Por qué quieres que ore?
❹ ¿Cuánto tiempo has estado en esta condición?
❹ ¿Sabes cuál es la causa de tu problema?
❹ ¿Alguna vez has ido al médico?
❹ ¿Qué dijo él sobre tu condición?
❹ ¿Pasó algo en tu vida cuando comenzó esta condición?
❹ ¿Alguna cosa dramática sucedió al mismo tiempo?

Es posible que deba explicarle a la persona por qué está haciendo estas dos últimas preguntas. Esto suele
ser suficiente para la entrevista inicial. Es posible que ya conozca la naturaleza y la causa de la condición. En
algunos casos, es posible que no lo sepas y que tengas que hacer algunas preguntas adicionales, o simplemente
pedir la guía del Espíritu Santo. Si la dirección que se le da no está clara, debe evaluar a partir de su conocimiento
la naturaleza y la causa de la condición.

b) Diagnóstico: identifique la causa y la raíz del problema


Si conoce la causa de su condición, vaya directamente a elegir la manera de ministrar. Tal vez fue un
accidente, por ejemplo. Suele ser una causa natural; sin embargo puede ser necesario perdonar a la persona
que causó el accidente y puede ser él mismo, si corresponde. O tal vez nació con esa condición, que podría
ser una causa natural o posiblemente una maldición hereditaria.
La condición puede ser parcial o totalmente causada por el estrés emocional. Tal vez la persona ha
tenido dolores de cabeza desde que perdió su trabajo. Tal vez tenga dolores de espalda ya que alguien la
engañó. Quizás el cáncer se descubrió unos meses después de un divorcio o después de la muerte de un
padre o hijo. Incluso puede ser que la causa sea espiritual. Quizás la persona ha tenido pesadillas desde que
tuvo una experiencia de ocultismo. Su condición puede ser el resultado de un pecado habitual o el efecto
de algún tipo de maldición.
Como se señaló, si no se conoce la causa, pídale al Espíritu Santo que lo guíe hacia la naturaleza y la
posible causa. Sin embargo, durante su oración por la sanidad, es posible que desee considerar otras causas

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de su condición que no sea la que se consideró al principio. Es posible que desee regresar y solicitar más
detalles (vea los comentarios en el paso 4 para volver a entrevistar a la persona).

c) La elección de la ministración: decida la manera apropiada de hacerlo


Hay dos tipos de ministración, el primero son los comandos: “En el nombre de Jesús, le ordeno a
este tumor que se encoja y se disuelva”, “¡En el nombre de Jesús, columna vertebral enderézate! ¡Cúrate!
"El segundo tipo son las peticiones:" Padre, en el nombre de Jesús te pido que devuelvas la vista a este ojo
"," Padre, te pido en el nombre de Jesús, ven y fortalece esta columna vertebral".
Un comando es apropiado cuando ha dado su paso inicial, ha habido una palabra de conocimiento
para sanar, ha habido una indicación de que Dios quiere sanar a la persona en ese momento, ha habido
oraciones de petición que se han hecho y el progreso se ha detenido, expulsó un espíritu de angustia o
cualquier otro espíritu y una maldición o pacto se han roto y tú eres guiado por el Espíritu Santo.
Antes de orar por la sanidad en sí, pida perdón por la mala conducta de alguien.
Si parece que alguien causó que esté en esa condición, por haber sido injusto con la persona al mismo
tiempo en que su condición se manifestó, averigüe si la persona enferma ha perdonado a la persona
involucrada. Si aún no ha perdonado, el perdón debería preceder a tu oración por la sanidad. La falta de
perdón puede ser un obstáculo importante para la sanidad.
Si siente que debe haber perdón, pida a la persona enferma que perdone.
Haga esto incluso si ella no es consciente de ningún resentimiento hacia la otra persona; por ejemplo:
Una mujer ha sufrido artritis de su columna vertebral durante cinco años. Su enfermedad
comenzó cuando su esposo se fue de casa con otra mujer. ¿Podría perdonar a su ex marido
y a esa mujer? Jesús dijo que deberíamos perdonar y no creer que probablemente deberíamos
hacerlo. El estrés emocional puede causar enfermedades y perjudicar su sanidad. A veces una
persona está enojada con Dios y necesita perdonarlo.

Un pastor ha tenido dolor de espalda durante diez años, desde que hubo una división en su
iglesia y algunos de sus amigos más cercanos se han vuelto contra él. Pregúntele si ya ha
perdonado a los líderes que causaron la división, sus antiguos amigos y todos los demás
involucrados.

Importante: Puede ser que una persona se cure antes de que comiences a orar por su sanidad, solo
perdonando a la persona que causó el estrés o simplemente arrepintiéndose y pidiendo el perdón de Dios
por su propio pecado, resentimiento o ira.
Arrepentimiento de la conducta equivocada.

Si tiene la impresión de que la condición actual de la persona vino a causa de un pecado,


amablemente pregúntele a la persona si ella está de acuerdo en que tal vez esta sea la razón. Si ella está de
acuerdo, exhorta a arrepentirse y pedir perdón a Dios. Esto se debe, anterior a la oración por la sanidad.
No todas las enfermedades son la consecuencia de las acciones demoníacas:
❹ El Pecado no confesado, puede impedir la sanidad.
❹Ira puede ayudar a los dolores de espalda y de algunas enfermedades.

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❹SIDA puede ser el resultado de un estilo de vida equivocado.


❹Cáncer en los pulmones, puede ser causada por el consumo de tabaco.

Sin embargo, tenga en consideración. Pregunte si su condición puede estar relacionada con ese estilo
de vida, o diga: "Esta situación podría estar vinculada a lo que se ha hecho en el pasado" Sin embargo, no
acuse a la persona de haber causado su propia condición por su pecado. Esta actitud no ayuda en nada y
puede que esté equivocado.

¡Advertencia! Si la persona que está siendo guiada por el Espíritu Santo, por lo general Él indicará el
pecado en particular, que es el problema, no es el pecado en general. Las acusaciones de los errores y de
los pecados no ayudan, probablemente sea el enemigo.

d) Tenga una actitud receptiva: es hora de recibir


Pida a la persona que no ora, mientras que usted está orando por él. Nuevamente, sea gentil y amable.
Diga algo como: "Yo sé que esto significa mucho para ti y es muy probable que ya oraste mucho por esta
situación. En este momento es necesario que se concentre en su cuerpo, pida que se relaje y que te haga
saber si algún síntoma comienza a producirse en su cuerpo, tales como el calor, cosquilleo, como la
electricidad, el cambio en la intensidad, etc. Si usted está orando en español o en lenguas agradeciendo a
Jesús, o diciendo "¡Sí, Sí!”, esto obstaculizará que se concentre en su cuerpo y haga que sea más difícil
recibir la sanidad". A veces a algunas personas les resulta muy difícil hacer una oración. No te desanimes
por eso. Oremos por ellos de todos modos.
e) Ministración
Pídale al Espíritu Santo que venga
Simplemente puede decir: "¡Ven, Espíritu Santo!" O: "¡Ven, Espíritu Santo, con tu poder sanador!"
O puedes decir una oración más larga.
Espéralo en uno o dos minutos
Avise a la persona que está recibiendo ministración que estarás en silencio por un minuto o dos para
que no se confundan sobre lo que está sucediendo. Si la presencia del Espíritu Santo se hace evidente, como
si la persona sintiera calor, hormigueo u otra manifestación, siga esperando hasta que termine lo que el
Espíritu Santo quiere manifestar en ese momento. Cuando la manifestación se haya calmado, verifique si la
sanidad se ha completado. De lo contrario, continúa ministrando.
Recuerde: siempre ore o mande en el nombre de Jesús
En mi nombre [...] sobre los enfermos pondrán sus manos. (Mc 16.17-18)
Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando
gracias a Dios Padre por medio de él. (Cl 3.17)
Nunca olvides usar el nombre de Jesús: el poder está en su nombre. Algunos que tienen un ministerio
de sanidad ungido simplemente repiten "En el nombre de Jesús" una y otra vez mientras oran por la
sanidad. Agradezca a Dios por aquello que Él haga.

Nunca podrás agradecerle demasiado a Dios.

Trate con las causas, no las consecuencias.

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❹ ¡Padre, en el nombre de Jesús te pido que cures los problemas de retina de este ojo!"
❹ Padre, en el nombre de Jesús ¡haz con que la cicatriz se disuelva y deje este ojo!"
❹ "¡Oh Dios, restaura la vista de este ojo en el nombre de Jesús!"
❹ “¡En el nombre de Jesús, le ordeno a este disco fracturado que se cure y se llene de líquido, y que se
libere cada nervio atrapado y se calme! ¡En el nombre de Jesús, le ordeno al dolor que deje la espalda de
Juan!
❹ “¡En el nombre de Jesús, querido Dios, te pido que sanes este páncreas! Padre, en el nombre de Jesús
¡Te pido que toques estas páncreas con tu poder curativo y hazlo funcionar normalmente, haz que
produzca la insulina que necesita y cure toda diabetes y restaura la salud completa!

5. Sugerencias prácticas sobre cómo ministrar


a) Haga oraciones cortas o de órdenes espirituales.
Si los cambios en las condiciones pueden determinarse rápidamente, es apropiado hacer oraciones
o comandos cortos, intercalados con nuevas entrevistas en intervalos de tiempo, para ver si existe algún
progreso.

❹ ¿Qué pasó con el dolor ahora?


❹ Vea si puede leer la pizarra ahora.
❹ ¿Sigues sintiendo calor en tu vientre?
❹ Intenta mover la rodilla ahora.

Una persona puede curarse parcialmente o completamente sin sentir nada. Es posible que no se dé
cuenta de que se curó hasta que use la parte afectada. Si ella hace algo que no hizo antes o que le causaba
mucho dolor, puede percibir si la oración hasta aquel momento hizo alguna diferencia.
Cuando una oración u orden resulta en una sanidad parcial, sigue orando hasta que pruebes que no
estás produciendo más sanidad. Muchas oraciones y mandamientos curativos que se encuentran en la Biblia
son muy breves.

❹ "Yo quiero. ¡Sé purificado! ” (Mc 1:41).


❹ "Niña a ti te digo, levántate" (Mc 5:41).
❹ "Dios, ten piedad de mí, que soy pecador" (Lc.18.13).
❹ “¡Oh Dios, por misericordia concédele sanidad!” (Nm.12:13).
❹ “¡En el nombre de Jesucristo de Nazaret, anda!” (Hch.3: 6).
❹ “¡Jesucristo te sanará! Levántate y toma tu lecho” (Hch.9:34).

Si una oración larga es seguida por una curación parcial, es difícil saber qué parte de la oración u
orden fue efectiva. Entonces, si esta parte necesita ser repetida, toda la oración puede ser necesaria. Por
otro lado, las oraciones cortas no siempre son ideales. Cuando no es posible determinar el progreso
rápidamente, como la diabetes, las entrevistas frecuentes no ayudan a menos que haya manifestaciones que
ayuden a saber lo que está sucediendo. Si hay calor, por ejemplo, y si el calor aumenta con ciertas oraciones,
entonces estas oraciones cortas y entrevistas frecuentes pueden ser apropiadas. Incluso si las oraciones

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cortas son apropiadas, la sanidad puede no llegar poco después; sino después de un largo período de
oración.
Sea persistente. Si intenta un tipo de oración u orden y funciona, pero si no obtiene la sanidad
completa, continúe. Explique a la persona que recibe la oración por qué continúa orando, de lo contrario,
puede preguntar por qué la repetición.
A veces una persona espera que ores solo una vez por su condición y luego te detengas. Entonces,
si no está curada a tiempo, puede esperar a que deje de orar y quiera irse. Anímala a quedarse y deje que
puedas orar más por ella. Siga orando hasta que Dios parezca que ya no está haciendo cambios en su
condición, o incluso hasta que reciba diferentes formas de orar por ella.
Si la sanidad se produjo parcialmente y luego parece haber sido interceptada, espere un minuto.
Sigue orando por un tiempo para ver si vendrá otra ola de sanidad.

b) Observe su conducta
No necesariamente tiene que orar en voz alta todo el tiempo.
Dígale a la persona que orarás en silencio en algunos momentos.
Escuche al Espíritu Santo: Él puede darle algunas instrucciones que de otro modo no recibiría.
Ore con los ojos abiertos: observe a la persona por la que está orando.
Trate de ver las señales que Dios está haciendo en el cuerpo de la persona: los párpados y el
cuerpo tembloroso, la transpiración.
Si ve que algo sucede o si la persona le informa un cambio en el dolor, o una mayor visión u otro
progreso, agradezca y bendiga lo que Dios está haciendo y siga orando de la manera que ha traído
progreso.
Use su tono de voz normal: gritar u orar demasiado fuerte en lenguas no aumentará el efecto de la
oración.
No prediques, no des consejos, no condenes.

c) Observe si hay obstáculos para la sanidad


Una nueva entrevista puede revelar obstáculos para la sanidad, si después de un tiempo ya no está
progresando, vuelve a entrevistarla:
• “¿Podría intentar nuevamente recordar si ocurrieron eventos significativos dentro de los
seis meses más o menos antes del inicio de esta situación?” (Algunos eventos pueden
requerir perdón y que la persona puede haber olvidado o no está dispuesta a contar).
• "¿Hay algún otro miembro de su familia en esta condición?" (Si es así, puede haber un
espíritu hereditario que afecta a varios miembros de la familia).
• “¿Tienes mucho miedo de algo?” (El miedo puede ser la causa de muchos problemas
físicos y espirituales).
• "¿Algún miembro de su familia es parte de la masonería o de la Cruz Rosada?" (La
participación en la masonería u otras organizaciones ocultas a menudo puede impedir la
sanidad).
• "¿Sabes si alguien ha llamado una maldición sobre ti o tu familia?"
• “¿Has tenido otros accidentes?” (Si la persona está predispuesta a sufrir accidentes, evalúa
si está bajo una maldición).
• "¿Alguna vez has participado en algún tipo de juego o práctica oculta?"

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Curso de Entrenamiento de Líderes

Considere de qué otra forma podría estar presente un espíritu maligno.


Si su condición ha persistido durante mucho tiempo, o si es una enfermedad que resiste el
tratamiento médico, como cáncer, diabetes, Parkinson, SIDA o similares, considere el hecho de que
probablemente haya un espíritu causante de esta situación que se resista a la sanidad. Ordene que se vaya:
• "¡En el nombre de Jesús, le ordeno a cualquier espíritu de artritis que salga de esta mujer!"

d) Sanidad del alma


A menudo una persona que pide oración por un problema físico también necesita sanidad emocional:
curar sus heridas que resultaron de traumas, abuso físico o emocional, rechazo real o percibido, frustraciones,
miedos, situaciones inapropiadas reales o percibidas, etc. Estas heridas pueden haberse acumulado durante un
largo período de años.
Ore por la sanidad de cada herida específica, tal como lo haría para cada problema físico. Es apropiado
preguntar si el Espíritu Santo ha puesto otras necesidades específicas en la mente de la persona por las cuales
debe orar. Permita que al recibir oración llore. Incluso anímala si comienza a llorar. Deja que Dios lo ame,
conforte y consuele.
e) Si la persona está sobre tratamiento médico
Tendrá la oportunidad de ministrar a las personas que están consultando con psicólogos o
psiquiatras. Esto probablemente no sea un problema si está ministrando sanidad física, como una
extremidad rota o dolor de espalda. Sin embargo, si los problemas emocionales se han curado, debe sugerir
que la persona obtenga la aprobación de su médico o psicólogo con respecto a su solicitud de oración.
Esto es especialmente importante si ella está tomando medicamentos.

A veces una persona que usa medicamentos para la diabetes, asma, artritis, problemas cardíacos, etc.
Ella cree que se curó cuando oraste por ella y concluye que puede dejar de tomar sus medicamentos. Debe
indicarle que continúe con sus medicamentos después de que termine de ministrar, aunque crea e incluso
si cree que ha sido curada. Ella debe regresar a su médico y dejar que el médico cambie su medicamento
si lo considera apropiado.

f) Si la persona tiene múltiples problemas


Ora por una sola cosa a la vez. Como regla general, es mejor terminar de orar por una condición
antes de comenzar a orar por otra, a menos que el Espíritu Santo lo guíe de otra manera. Pasar de un
problema a otro causa distracción y la fe aumentará para los problemas sucesivos si la sanidad se completa.

La persona enferma puede pedirle que ore por un segundo problema tan pronto como termine su
primera oración por una situación. Puede que ella no entienda que continuarás orando por la primera
condición. Explique amablemente que orará por la segunda condición, pero primero terminará de orar por
la primera.

Pero sigue lo que el Espíritu Santo te muestra. Si estás orando por alguien con sinusitis y su pie
lesionado comienza a tambalearse, deje de orar por la sinusitis y ore por el pie. Bendice lo que Dios está
haciendo y ora cooperando con lo que te está mostrando. Regrese a la sinusitis solo cuando haya terminado
de orar por el pie o cuando la sinusitis comience a manifestar la presencia de Dios operando.

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Curso de Entrenamiento de Líderes

g) Rechace la culpa si no sucede la sanidad


Pídale al Espíritu Santo que lo guíe y espere recibir su dirección. No coloque condenación a la
persona a la que está ministrando, no la hagas sentir culpable si no está curada. Si cree que puede haber
cometido un error, no se desespere. El Espíritu Santo es más grande que tus errores.

6. Orientaciones después de orar por la sanidad


a) Pare de orar cuando
o La persona está completamente curada.
o La persona quiera que tú pares.
o La persona esté cansada o simplemente sientas que debe de hacerlo.
o El Espíritu Santo le diga que es hora de parar.
o No recibas ninguna otra manera para orar y no estés ganando territorio.

b) Después de orar, considere las siguientes sugerencias


Anime a la persona a caminar con el Señor. Puedes compartir un verso de las Escrituras. Algunos
pasajes bíblicos son extremadamente significativos y alentadores.

Si la condición fue el resultado de experiencias con el ocultismo o el pecado habitual, considere


sugerir un cambio de estilo de vida para evitar repetir esta condición.

Si ella no fue sanada o no está completamente sanada, no la acuse de falta de fe en la sanidad o de


pecado en su vida.

Aliente a la persona a recibir oración de otros si hay poca o ninguna evidencia de cura o si la sanidad
no fue completa. Aliéntela a regresar más seguido para recibir más oración después de la próxima reunión.
Algunas veces la sanidad es progresiva y puede ocurrir solo después de que se hayan hecho varias oraciones
por la sanidad.

Advierte a la persona que no se sorprenda si experimenta ataques espirituales después de la sanidad.


Ayúdala a prepararse para resistir los ataques. Si un síntoma comienza a reaparecer, nuevamente puede
ordenar que desaparezca en el nombre de Jesús. Si se trata de un mal hábito, puede que sea tentado a
recomenzar el hábito por un corto tiempo. Si cae en la tentación, es necesario un arrepentimiento rápido,
así como un pedido a Dios para que la ayude.

c) Ame
Como ministro de sanidad, haz todo en amor (1 Cor. 16:14). El amor es paciente [...] no es orgulloso
(1Co 13.4).

Nota: Si ora por más personas, verás a más personas curándose.

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Curso de Entrenamiento de Líderes

El Trabajo del Ministro – Enviar

Clase 4

Expulse demonios

N o hay nada que reemplace la experiencia de orar por la liberación. Si hay alguna oportunidad de

asistir a una clase o curso práctico, o si puede acompañar a alguien que tenga experiencia en ese ministerio,
aprovéchelo. El Espíritu Santo es un maestro maravilloso y quiere ayudar a aquellos que no pueden adquirir
experiencia de otra manera que dando un paso de fe y orando por ellos mismos. Aquellos con más
experiencia deberían depender en gran medida de la dirección del Espíritu en su ministerio. El ministerio
más importante que puede tener es ser un canal para que el amor de Dios fluya hacia la persona que recibe
la ministración. El segundo paso más importante es ser un canal para que el Espíritu y la vida de Jesús se
derramen sobre la persona que recibe la oración: "[...] de su interior fluirán ríos de agua viva" (Juan 7: 38b).

o ¿Qué es la liberación?
La liberación es liberar a una persona de la opresión de un espíritu demoníaco. Los demonios son
espíritus malignos sin cuerpos, bajo la autoridad de Satanás, que buscan atormentar a las personas y si es
posible entrar en ellas. Están inquietos si no pueden entrar en un ser humano (Mateo 12: 43-45). Un
espíritu demoníaco, cuando se le da una oportunidad, atormenta o manipula a la persona de varias maneras.
Para la iglesia, la comprensión de los espíritus demoníacos y la liberación es de suma importancia, porque
estamos llamados a deshacer las obras del diablo.

314
Curso de Entrenamiento de Líderes

o El efecto de la opresión demoniaca


Un demonio puede afectar a una persona con problemas tales como insomnio, pánico, acusaciones
generalizadas de discapacidad o culpa, dolor, enfermedad, depresión, comportamiento irritante y cosas
semejantes. A veces puede hacer que una persona tenga deseos aparentemente incontrolables de pecar de
una manera particular. Lucas relata un evento en la Última Cena:
Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número
de los doce; y éste fue y habló con los principales sacerdotes, y con los jefes de
la guardia, de cómo se lo entregaría. (Lc.22.3-4)
Un demonio puede forzar al hombre a los pecados y hábitos persistentes a los que se resiste e incluso
desea ser liberado. Esta es una de las principales causas por las cuales las personas se vuelven infelices con
la vida cristiana y se alejan. Después de cometer un pecado en particular en tiempos cíclicos: arrepentirse
y ser perdonado, resistir y pecar nuevamente, arrepentirse y ser perdonado, resistir y pecar nuevamente,
una persona puede ser alentada a abandonar la iglesia, o tal vez vive una vida de desesperación dentro de
la iglesia, sin darse cuenta de que puedes liberarse de tal opresión.
Los espíritus demoníacos pueden causar enfermedades y a veces, impedir la sanidad de heridas y
enfermedades. Jesús expulsó espíritus que causaron sordera, mudez y epilepsia, entre otros. Pueden cargar
un peso de opresión espiritual y emocional tan eficaz que dificulta la percepción espiritual y en casos más
graves, puede causar depresión. El remedio para la opresión demoníaca es la liberación. Y ha sido una
señal del poder de Dios sobre Satanás para los incrédulos. A diferencia de la oración por la sanidad física,
que a veces no resulta en una sanidad inmediata, el ministerio de liberación casi siempre es efectivo cuando
la persona que recibe el ministerio nace de nuevo y realmente quiere ser libre.

c) La liberación era parte del ministerio de Jesús


Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a
los endemoniados; y toda la ciudad (Capernaun) se agolpó a la puerta. Y sanó a muchos que estaban
enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios,
porque le conocían. (Mc 1.32-34)

La liberación también fue parte de las tareas que Jesús dio a los doce y setenta discípulos que envió.
En Mateo 10, hablando a los doce, Jesús dijo:
Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad
leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. (Mt 10:7-
8) En Lucas 10, hablando sobre los setenta, el relata
Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.
(Lc 10.17)
La liberación es parte de la gran comisión que fue dada a todos los que creen.
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere
bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que
creen: En mi nombre echarán fuera demonios. (Mc 16:15-17a)
Echar demonios en el nombre de Jesús es para "los que creen", que incluye a todos los creyentes.

315
Curso de Entrenamiento de Líderes

d) Ocasiones para ministrar liberación


a) En cruzadas
En una cruzada, el predicador puede hablar sobre la liberación de la esclavitud, puede orar
fervientemente por las personas, ayudándoles a liberarse de los lazos que los atan. Durante estas oraciones,
los demonios pueden manifestarse en algunas personas del grupo, haciéndolos tambalearse, temblar, sudar
o caer y quizás gritar. Estas personas deben estar calladas y si es necesario deben ser llevadas a una sala de
oración para recibir ministración.

b) Durante la alabanza y la adoración


La adoración poderosa puede provocar a los demonios. Las manifestaciones pueden ser provocadas
en un individuo durante el tiempo de alabanza u oración en una iglesia o grupo más pequeño.

c) Cuando ministramos a los enfermos


Las barreras espirituales a menudo se encuentran al ministrar a personas enfermas. Es común
encontrar un espíritu de angustia, un espíritu de dolor o un espíritu de enfermedad en particular, como el
cáncer. De esta manera, ocasionalmente puede ministrar liberación a aquellos que presentan
manifestaciones visibles y probablemente más a menudo a personas que no presentan manifestaciones
demoníacas cuando comienza a ministrar. A menudo, en este último caso, no hay manifestaciones externas
muy fuertes durante el ministerio.

d) En los encuentros
En todos nuestros encuentros, tenemos un momento para la liberación. Esta es una ocasión muy
importante para que desarrolles tu autoridad sobre las obras malignas en la vida de las personas.

5. Diferenciando las manifestaciones demoníacas de las del Espíritu Santo.


Si una manifestación comienza cuando el predicador o el miembro del equipo de ministración están
orando poderosamente contra una opresión demoníaca, se puede concluir que la manifestación es el
resultado de una presencia demoníaca. Si por otro lado, una manifestación comienza cuando un predicador
o un miembro del equipo de ministración están orando por una dirección o una transmisión de un don
espiritual, la manifestación probablemente se deba a la obra del Espíritu Santo.
Puede haber momentos en una ministración particular cuando las circunstancias no indican si una
manifestación física es un efecto del Espíritu Santo o si un demonio se está manifestando. En este caso,
está claro que:
a)Si la persona se está lastimando a sí misma o a otros, mordiendo o arañando,
Esto indica una manifestación demoníaca.
b)La apariencia física de una persona puede mostrarnos una presencia demoníaca. Estas señales
incluyen contorsiones corporales, contorsiones faciales, cambio repentino de voz de manera
extraña, la persona se niega a mirar a los ojos del ministrante, sus ojos giran hacia atrás dejando
solo la parte blanca que aparece, hay gritos y comportamiento hostil.

316
Curso de Entrenamiento de Líderes

Otros puntos que muestran una presencia demoníaca son: dolores de cabeza repentinos, náuseas,
acciones violentas repentinas, acciones destructivas como patear o romper muebles, gritos, abucheos,
movimientos que intentan arañar o rasgar algo, lenguaje obsceno.
Sin embargo, si se produce una manifestación cuando está ministrando a una persona enferma,
puede ser una señal de que el Espíritu Santo está trabajando en su cuerpo. Tales manifestaciones suelen
ser menores, como sensación de calor u hormigueo, electricidad en alguna parte del cuerpo, movimiento
de los párpados, caer al suelo o permanecer quieto o a veces reír.
En caso de duda pregunte a la persona cómo se siente, bien o mal. Si siente paz o si el Señor le está
hablando, el Espíritu Santo probablemente está trabajando en él. Si tiene miedo y está desesperada, bajo
un ataque espiritual, o si no responde con su propia voz, es muy probable que sea una manifestación
demoníaca. El don de discernimiento de espíritus y la guía del Espíritu Santo son herramientas de gran
valor en esos momentos. Ore por el don y siempre pídale al Espíritu Santo que esté presente como su guía
en su ministración.

6. Tu preparación personal
a) Este ministerio deber ser hecho con amor
Detrás de toda liberación debe estar el corazón amoroso de Dios para un alma que sufre. Ore
diariamente por la gracia para recibir más del amor de Dios y para ser un canal de su amor para los demás.
Cuando la ministración es evidente, ore especialmente por su amor en relación a aquellos a quienes
ministrarás. El propósito principal del ministerio no es castigar a un demonio, sino ayudar a una persona
a quien Dios ama.

b) La llave para la liberación es el ejercicio de la autoridad que hay en el nombre de Jesús


Los demonios respetan la autoridad. Si alguien más "diluye" la autoridad del líder al momento de
ministrar asumiendo cierta autoridad propia, hace que sea difícil para el líder tratar eficazmente con el
demonio involucrado.

7. Limitaciones en una ministración de liberación


Es inútil expulsar un demonio:

a) Contra la voluntad de la persona oprimida.


b) Si no está dispuesta a cambiar el estilo de vida que causó la opresión.
c) Cuando va en contra de un acuerdo que una persona ha hecho con Satanás, a menos que
ella renuncie al acuerdo de forma específica y audible.

En estas circunstancias el diablo volverá, quizás trayendo a otros con él.


Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo
halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida
y adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí;
y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta
mala generación. (Mt 12.43-45)
El ministrante debe tener en cuenta que un demonio no puede oprimir a una persona a menos que
se le haya abierto alguna forma de acceso, como la falta de perdón, el odio, el abuso, el pecado, el sexo

317
Curso de Entrenamiento de Líderes

ilícito, la enfermedad, el trauma u otras circunstancias. Nosotros llamamos a estos tipos de acceso "puertas
abiertas".
Los demonios son muy legalistas, generalmente se niegan a dejar a la persona a menos que él
renuncie a sus formas de entrada. El objetivo de ministrar liberación es doble:

❹ Expulsar o enviar a cualquier demonio.


❹ Cierre todas las puertas de la legalidad a los espíritus malignos para permitir que el
liberado mantenga su liberación.

o Cuándo comenzar a ministrar


Pídale al Espíritu Santo que esté presente y que lo ayude antes de comenzar la ministración. Él tiene
un gran deseo de ayudarlo a ministrar a las personas. Pida su ayuda y espere su dirección en cada paso del
camino, Él te ayudará. Recuerde que la persona que recibe la oración es probablemente una persona herida.
Es posible que haya experimentado muchos abusos verbales y físicos, traumas, frustraciones, duelos,
rituales satánicos o enfermedades prolongadas. Puede ver a la persona llorar un poco o mucho. No dudes
en interrumpir todo para orar por la sanidad de estas heridas. Es posible que deba hacer esto más de una
vez durante el ministerio.
Por lo general, es más efectivo trabajar en un equipo de dos o tres, con uno que lidera y otro que lo
apoya en oración, discernimiento, etc. Sin embargo para evitar la dilución de la autoridad del líder, los
seguidores generalmente no deben hablar directamente ni tocar a la persona que recibe la oración. Sin
embargo deben comunicarse con el líder tomando notas o hablando en voz baja, el líder decide qué hacer
con la sugerencia o visión de las personas que lo apoyan. Durante un largo periodo de ministerio, los
miembros del equipo pueden cambiar de lugar, cambiando el liderazgo de una persona a otra.

o Pasos iniciales para la liberación


En los próximos diez pasos, se supone que el ministro no conoce bien a la persona que se está
ministrando, lo que a menudo es el caso en cruzadas o en reuniones. En algunos escenarios, algunos de
estos pasos pueden omitirse. Por ejemplo cuando el ministro sabe que la persona que recibe la oración ya
asiste a la iglesia y realmente quiere ser liberada, se omitirán los pasos 4 y 5. Si hay una manifestación
durante el ministerio, se omitirá el paso 2 y probablemente el paso 3.

a) Priorizar al individuo
Mantenga una actitud de amor y no de militante. La firmeza es necesaria a la hora de expulsar a un
demonio; Sin embargo en otras ocasiones, la persona necesita sentirse amada y aceptada.

Sé alentador, intenta aumentar la fe. Enfatice que Jesús puede liberarla. No aumente el poder del
diablo, él puede someterse a usted en el nombre de Jesús. Recuerde que la persona que recibió la oración
puede haber estado encarcelada durante años, probablemente recibió muchas oraciones que no fueron
completamente efectivas y puede haber perdido la esperanza de ser liberada. Por lo tanto, fortalecer su fe
lo ayudará en el ministerio.

318
Curso de Entrenamiento de Líderes

b) Tenga autoridad sobre el espíritu maligno


Si un espíritu se manifiesta en alguien durante la ministración, haz que se calle y se someta a ti en el
nombre de Jesús. Tener autoridad sobre el espíritu. Dígale: "¡Sométete en el nombre de Jesús!" O "¡Cállate
en el nombre de Jesús!" Repite estos comandos hasta que el espíritu se calle. Si crees que la persona sabe
lo que está sucediendo, puedes hacerles saber que estás hablando con el espíritu que se está manifestando
en él, no a él.

No se sorprenda si la ministración lleva tiempo, sé persistente. Puede ordenarle al espíritu varias


veces, o incluso a varios espíritus, que los envíe.

Si otros se acercan, pídales que no toquen a la persona que está recibiendo la ministración y que no
oren en voz alta mientras usted está mandando al espíritu. Tocar, hablar u orar en voz alta tiende a provocar
al espíritu. Su objetivo no es provocar al espíritu, sino silenciarlo para poder hablar con la persona.

c) Establezca y mantenga comunicación con la persona.


Tienes que ser capaz de hablar con la persona ya que necesita su cooperación para lograr una
liberación exitosa. Ella no puede cooperar mientras el espíritu se está manifestando. Si no puede cooperar,
o si no quiere cooperar, pronto será oprimida nuevamente, a pesar de que la liberación parezca haber sido
completamente exitosa.
Si no está seguro de que pueda oírlo, pregúntele si tiene los ojos cerrados o no. Si no está en un lugar
tranquilo, dígale a la persona cuando pueda escucharlo, que le gustaría ir a un lugar tranquilo. Si está
acostada o sentada en el piso, pídale que controle su cuerpo y que se ponga de pie. Hable solamente:
“Toma el control de tu cuerpo ahora y levántate. Te ayudaré a llegar a un lugar más tranquilo donde
podamos orar o algo equivalente. Podrá levantarse y caminar, aunque pueda que necesitará ayuda.
Mantener la comunicación puede requerir órdenes adicionales para que el espíritu se presente durante la
ministración. La persona puede dejar caer la cabeza, cerrar los ojos o deambular. Pídele que afirme su
cabeza y te mire. Si tiene preguntas, pregúnteles si pueden escucharlo. Si ella no puede hacer ninguna de
estas cosas, ordena al espíritu que se someta.
Si la persona se levanta y comienza a caminar, domine al espíritu y dígale que regrese y se sienta. Un
espíritu que ha tomado posesión de una persona puede hablar contigo, gruñir o gemir. Puede amenazarlo,
discutir con usted, dar órdenes, hacer preguntas. Puede hacer que la persona haga una mueca o haga
movimientos como si sus manos fueran garras. No hable con él excepto cuando se le ordena que se calle
en el nombre de Jesús.
Mantenga la comunicación, puede llevar tiempo, si es necesario repítalo. Sin embargo es
absolutamente necesario. A menos que se comunique con la persona, no tendrá su cooperación y la
ministración no tendrá éxito. Se pueden encontrar algunas dificultades si el espíritu te habla usando la voz
de la persona. Puede que tenga que determinar si es el espíritu o la persona que se está expresando. Si está
discutiendo, cuestionando sin cooperar, puede concluir que es un espíritu.
Trata de ministrar en un ambiente sin ruido ni distracción. Si las personas de su lado u otros
miembros del personal están orando en lenguas, en voz alta, dando órdenes independientes al espíritu, o
hablando con la persona, esto tiende a socavar su autoridad, hacer que los espíritus se manifiesten,
haciendo que la persona se resista al poder de la ministración.

d) Asegúrese de que la persona quiera ser liberada

319
Curso de Entrenamiento de Líderes

Pregúntele a la persona que está recibiendo la ministración de qué quiere ser libre. Si tiene dudas,
pregunte de qué estaba hablando el predicador cuando el espíritu comenzó a manifestarse. Otras preguntas
iniciales que ayudan: si está tratando de dejar de practicar un hábito sin éxito, si tiene alguna conducta que
le parezca extraña o fuera de lo normal. En una ministración en particular, probablemente sabrá de qué
cadenas quiere ser liberada y puede haber avanzado con esta información a la persona que va a ministrar.
Si la persona indica que quiere irse después de recibir la ministración, deja que se vaya, preste atención a
su decisión. Si quiere irse después de una parte del ministerio, déjala ir. O también puedes presenciar
actitudes que indican falta de deseo de ser completamente liberado.
Algunos desean ser liberados del elemento compulsivo de un mal hábito, como fumar, pero no
quieren abandonar la actividad. El interés en la conducta que abrió la puerta la abrirá nuevamente y
restaurará el elemento compulsivo, la esclavitud. Algunos no creen que existan espíritus malignos; sin
embargo quieren ayuda "algo de ayuda". Pero pueden pedir liberación solo en caso de que haya algún
espíritu presente, pero sin la convicción de que necesitan ayuda o una intención de cambiar su estilo de
vida. Algunos quieren liberarse de una cadena, pero no específicamente de otra. Algunos que presentan lo
que parece ser una manifestación demoníaca insistirán en que es una manifestación verdadera, pero del
Espíritu Santo. Algunos pueden buscar la liberación principalmente para llamar la atención y la compasión.
A menos que Dios intervenga soberanamente, es probable que no sea posible liberar a una persona
de la esclavitud a menos que reconozca que está tomada por un espíritu maligno y realmente quiere ser
liberada. La liberación exitosa requiere un arrepentimiento sincero y renuncia a la conducta o actitud y
participación con el espíritu. Si la persona busca la liberación sin estas actitudes, pronto será arrestada
nuevamente, incluso si la liberación parezca haber sido completa.
Si después de discutir los pros y los contras, encuentra que la persona no quiere ser liberada, o quiere
continuar con el mismo estilo de vida, o que no es candidata a la liberación por cualquier otro motivo, ore
por ella y bendígala, pero no ores por su liberación. Aliéntela a regresar más tarde para ayudarla a liberarse
si quiere, no te ofendas. Trátala con amor y sé amable.

e) Asegúrese de que la persona ya haya aceptado a Jesús como Señor y Salvador


Quien reciba la ministración necesitará la ayuda del Espíritu Santo para permanecer libre. Si no es
cristiano, probablemente volverá a prisión en breve, incluso si es liberado. Esto debe ser explicado a él.
No es prudente tratar de liberarlo con la esperanza de que se convierta en un creyente como resultado de
su liberación.
Quizás puedas guiarlo a Cristo. Si no puedes, ora por él y bendícelo. Ora por la sanidad de sus
heridas. Deja que sepa que por su actitud no estás molesto, actúa con amor, pero no arrojes ningún espíritu.
Explíquele por qué no podrá permanecer libre. Aliéntelo a tomar la decisión de recibir a Jesús como su
Señor y luego regresar a la liberación.

Si la persona es un nuevo convertido, es extremadamente importante que él o ella formen parte de


una célula o que tenga una persona en su vida que asuma la responsabilidad de ayudarlo.

10. Pasos finales de la ministración


Continúe con estos pasos si siente que la persona realmente quiere ser liberada.

320
Curso de Entrenamiento de Líderes

a) Entrevístalo para averiguar los eventos o situaciones relacionadas que la conducen a esa
cadena o cadenas

En la entrevista, busque puertas abiertas que hayan abierto espíritus, intenta encontrar las fuentes
del problema. Comience con las posibles causas de la cadena particular de la que se quiere liberar. Si no
hay un lugar obvio para comenzar, comente su relación con su padre y su madre, luego continúe con las
otras relaciones; luego muévase a otras áreas. Comenzar con los padres es de gran ayuda. Por lo general,
no hay padres perfectos y los problemas en esta área suelen ser graves.
Es necesario alentar a la persona y a veces la discusión en esta área revela otros niveles que necesitan ayuda,
como romper maldiciones, pactos, etc.

El propósito de la entrevista es exponer las áreas donde se necesita perdón, la sanidad es de vital
importancia, el arrepentimiento y la ruptura de la cadena son consecuencias. Estas áreas son puertas
abiertas. Para una explicación de cómo cerrarlos, vea el paso 7.
En las relaciones, busque áreas en las que haya sido lastimado por otros y donde usted mismo haya
pecado o recibido espíritus a través de emociones ajenas a Dios. Además del resentimiento y la ira, puede
haber sentido desesperación, rechazo, autocompasión, etc. así como haber aceptado internamente su
conducta en el futuro, lo que a su vez la mantiene atrapada.
Las respuestas emocionales al dolor (como el resentimiento, la ira, el rechazo, la autocompasión y
demás) y los pactos internos (como "¡Nunca seré como mi padre!" O "Nunca volveré a hablar con ella")
son fáciles de entender. Sin embargo, estas emociones y convenios no provienen de Dios, y uno debe
arrepentirse de ellos y perdonarse a sí mismo para romperlos y cerrar sus puertas.
Después de lidiar con las relaciones de personas importantes en su vida, la ministración puede
continuar en otras áreas, como ocultismo, sexo fuera del matrimonio, pecado persistente en algún nivel,
una larga enfermedad, drogas y cosas por el estilo, en las que simplemente ha participado. Necesariamente
en áreas donde fue lesionada, como en áreas de relaciones). En estas áreas, la mera participación, a veces
simplemente participando en algunas de estas actividades, puede abrir una puerta a la opresión de los
espíritus malignos.
Se debe considerar la posibilidad de una maldición si uno tiene dificultades constantes en algún
aspecto de la vida, como la incapacidad para permanecer en el empleo, una predisposición a accidentes,
ser estéril, sentirse inútil, enfermedad repetida, etc. Las maldiciones pueden provenir de prácticas ocultas,
como rituales o pactos satánicos, ser miembro o tener un miembro de la familia en la masonería u otras
religiones falsas, palabras pronunciadas por alguien que tiene autoridad sobre ellas (como "¡Nunca haces
nada bien!", “¡Nunca serás un éxito!”, “¡Eres como tu madre!”), O solo (“Quería morir”).
Cuanto más minucioso sea el proceso de entrevista y más detallada sea la oración de perdón y
arrepentimiento, mejor será la liberación. Algunos consejos sobre entrevistas:

• Actualice la memoria de la persona preguntándole acerca de sus heridas. Es más fácil que
hablar sobre la necesidad del perdón. "¿Tu padre hirió tus sentimientos de alguna
manera?" Esta pregunta traerá respuestas más significativas que preguntar: "¿Necesitas
perdonar a tu padre por algo?"

321
Curso de Entrenamiento de Líderes

• La masonería y las actividades ocultas pueden afectar a una persona, incluso si están
personalmente involucradas algún miembro de su familia e incluso si la actividad fue por
un corto tiempo.
• Los miedos son puntos de entrada para muchos espíritus diferentes, además de ser un
problema entre muchas enfermedades.
• Si hay varios espíritus, haga una lista: es útil que un miembro del equipo haga una lista de
ellos durante el proceso de la entrevista, para que esa persona pueda renunciar a cada uno
por su nombre.

• No te preocupes. Es mejor tener dos sesiones que una sesión apresurada.

• No intentes avivar a los demonios, ni intimidarlos, acosarlos o hacer que digan sus
nombres. Estas acciones pueden dañar a la persona y no ayudan, excepto mantener a los
demonios callados. Ignórelos hasta que sean renunciados y expulsados en el nombre de
Jesús. En algunos casos, la persona no puede recordar algo que usted considera
importante. Por ejemplo, es posible que no pueda recordar ningún hecho sobre su vida
entre 8 y 14 años. El Espíritu Santo generalmente le recordará elementos importantes (en
este caso, la razón de la barrera es su memoria).

b)Guíe a la persona para cerrar estas puertas a la entrada de espíritus


En este caso, guiar generalmente significa orientar, hacer que la persona repita algunas oraciones con usted.
Después de algunas repeticiones, probablemente pueda dar los pasos ella misma.

• Perdona a aquellos que te causaron daño y te llevaron a una mala conducta.


El perdón debe ser en específico, artículo por artículo. Cuanto más específico, mejor. Pídale a la
persona que perdone específicamente cada situación que mencionó en su entrevista y cada situación que
el Espíritu Santo le recuerde. Una solicitud específica de perdón brinda mayor libertad que una solicitud
generalizada. El perdón debe ser seguido por una liberación de la persona que causó la herida ante Dios al
bendecirla. Liberar a la persona que te lastimó debe incluir el compromiso de quitarte las manos de encima
y dejar de tratar de cambiarlos, dejando que Dios haga los cambios.
A veces una persona ha sido lastimada tan profundamente que siente que nunca podría perdonar a
quien la lastimó. Intenta guiarla al perdón. Explique que si ella no perdona, no será perdonada. Use la frase
"Elijo perdonar..." puede ayudarte en el paso del perdón. Por ejemplo, podría guiarla en una frase como
"elijo perdonar a Juan por culparme por el accidente cuando se rompió el brazo".
Si la persona aún no puede perdonar, pida permiso para orar por ella; Si dice sí, ata silenciosamente
a los espíritus de la falta de perdón y échalos. Así que mira si ella puede perdonar. A veces esto cambia la
situación; sin embargo si la persona no puede perdonar, debe detener la ministración. Ore para que se
curen sus heridas (especialmente el dolor de no poder perdonar) y pídale a Dios que la bendiga ricamente,
pero no continúe con la liberación. No juzgues, actúa con amor. Explique que no puede ayudarla a liberarse
de su prisión hasta que esté lista para perdonar a cada persona que la ha lastimado.
• Arrepiéntase de cada pecado involucrado en una situación específica pidiéndole perdón a Dios por
ellos.

322
Curso de Entrenamiento de Líderes

La persona puede haber hecho cosas malas y necesita arrepentirse y pedir perdón. La situación o las
acciones de otra persona pueden haber causado malas emociones que pueden parecer humanamente
normales, como resentimiento, ira, odio, suicidio, ansiedad, orgullo, rechazo, etc. Estas reacciones son
perfectamente comprensibles, por lo que pueden parecer prescindibles. Sin embargo, no son de Dios, sino
del enemigo, porque abren puertas a la opresión. Si ha recibido espíritus de ira y amargura, por ejemplo,
probablemente no podrá encontrar alivio hasta que se arrepienta y le pida perdón a Dios.

• Renunciar al espíritu involucrado en el nombre de Jesús.


La renuncia debe ser audible y firme. La renuncia no es una oración a Dios, está dirigido al espíritu
involucrado, que es un enemigo. Debe ser dicho como un comando a un enemigo, no como una petición
a Dios.
La renuncia a los espíritus debe incluir cualquier espíritu involucrado que no necesariamente haya
entrado algún pecado de la persona. Por ejemplo, si un niño es testigo de la pelea de sus padres (verbal o
físicamente), puede aceptar fácilmente espíritus de confusión, ansiedad, miedo, inseguridad y otros. Los
espíritus que son tomados sin pecado deben ser renunciados de la misma manera que aquellos que entraron
por sus actitudes equivocadas u otras causas. En el caso del sexo fuera del matrimonio, es casi seguro que
la persona ha tomado espíritus sexuales ilícitos de su pareja o parejas, por lo que debe renunciar a ellos.
Si una persona ha hecho algún tipo de pacto con Satanás, o si se ha prometido a sí mismo, o si está
bajo el poder de una maldición, estos pactos de promesa deben ser renunciados y cualquier maldición debe
ser quebradas en el nombre de Jesús.
• Romper la prisión hecha por el pecado, conducta, actitud, espíritu, pacto o maldición en el nombre
de Jesús.

Por lo general, le hará esto (firme y vigorosamente) a la persona mirándola a los ojos. Si ella está
participando firmemente, puede hacerlo ella misma. La persona puede tener dificultades para mantener
sus ojos fijos en usted. Si no puede, no intente expulsar el espíritu en ese momento, espere hasta que ella
haya renunciado a otros espíritus; así que vuelve a ese paso. Es de gran ayuda si declaras que la puerta está
cerrada a los espíritus resignados para que cuando sean expulsados, no regresen a menos que abra la puerta
nuevamente.

• Oración para sanidad


El proceso de entrevista (paso 6) y el proceso de cerrar puertas (paso 7) pueden ser extremadamente
dolorosos mientras la persona se libera de heridas profundas. Puedes ver el llanto o el dolor. Quizás dolor
profundo y mucho llanto. No tenga miedo de abrazar a la persona y abrazarla (hombre a hombre, mujer a
mujer) si llora o muestra otro signo de angustia. Las personas a menudo necesitan consuelo, esperanza y
se sienten amadas, protegidas, incluso escuchan que está bien si lloran y que esto puede ser parte de su
proceso de sanidad.
El paso 7 puede ser interrumpido, si la persona no puede identificar la causa de algunos de sus
sentimientos, como el miedo, puede ser mejor interrumpir la ministración si el tiempo lo permite y pedirle
al Espíritu Santo que le muestre la causa del miedo.

323
Curso de Entrenamiento de Líderes

C) Expulse los espíritus inmundos en el nombre de Jesús


Simplemente expulsarlos. No tiene que enviarlos a ningún lado si las puertas están efectivamente
cerradas, los espíritus saldrán rápidamente y silenciosamente. Una o dos órdenes son suficientes para
expulsarlos. Si siente que se necesitan más de dos o tres órdenes, o un espíritu está "atrapado en la garganta"
de la persona, o la persona comienza a gruñir, a transpirar, o tiene la intención, o que comenzará a sentir
náuseas, o tiene dolores de cabeza, esto es una señal de que no todas las puertas se han cerrado. Regrese a
la entrevista, descubra la verdadera causa y cierre la puerta. A menudo, la persona sabrá qué puerta no se
ha cerrado. Puedes averiguarlo simplemente preguntando.
La persona puede o no mostrar alguna manifestación con la salida del espíritu, puede toser, bostezar,
eructar, encogerse, sacudirse, etc. A menudo, los espíritus parecen irse cuando son renunciados y puede
haber poca o ninguna manifestación cuando son expulsados. Sin embargo, la persona generalmente se
sentirá libre, más ligera, dispuesta a reír o sentirá una paz profunda. Si no ocurre ninguna de estas cosas,
es posible que no sepa por un día o más si la liberación fue efectiva.
Si después del paso 8, la angustia y el dolor continúan manifestándose, busque más puertas para
cerrar. Cuando termine el paso 8, pídale al Espíritu Santo que le muestre a una de las tres o cuatro personas
(usted, un intercesor, la persona que recibe la ministración o cualquier amigo, cónyuge o padre que esté
presente) si hay espíritus adicionales para ser expuestos y expulsados. Espere unos momentos para ver si
el Espíritu Santo le muestra algo a alguien. Si lo hace, pregúntele suavemente a la persona si hay una
necesidad en el área donde el Espíritu Santo le ha mostrado. Recuerde que puede haber escuchado
incorrectamente, así que tenga cuidado de no hablar con demasiada autoridad, no lo acuse. Nuevamente,
si se revela algo, trátelo siguiendo los pasos del 6 al 8.

d) Pídale a la persona que alabe y agradezca a Jesús por su liberación.


Si la persona no puede agradecer a Jesús, o si todavía hay una manifestación demoníaca en ese
momento, es una señal de que hay más puertas que deben cerrarse y más espíritus para ser expulsados.
Pídale ayuda al Espíritu Santo. Regrese a los pasos 6 o 7 como se muestra.

e) Pídale a la persona que ore para que el Espíritu Santo lo llene, a fin de que todos los lugares
anteriormente ocupados por espíritus malignos sean llenados por Él.
Si uno no puede decir esta oración, o si hay manifestaciones demoníacas cuando ora, eso también
es una señal de que hay más puertas para cerrar y más espíritus para expulsar. Nuevamente, pídale al
Espíritu Santo que lo ayude. Regrese a los pasos 6 o 7 como se muestra.

324
Curso de Entrenamiento de Líderes

El Trabajo del Ministro – Enviar

Clase 5

Cada líder de célula, es un plantador de


Iglesia

C ualquier líder de célula que ya haya multiplicado su célula más de dos veces está en condiciones de ser

un plantador de iglesias. Sé que esta declaración puede sonar absurda para los oídos del clero que creen que
solo hay una iglesia cuando hay un pastor ordenado a la cabeza. Pero aquí es donde radica la belleza de la
visión celular: es una estructura simple que se puede replicar fácilmente.

En una iglesia de programas, una iglesia comienza cuando hay un edificio con sillas, equipo de sonido
y pastor. Pero en una iglesia en células, la iglesia ocurre en el momento en que nace una célula.
Para nosotros, una célula es un grupo de cinco a quince personas que se reúnen semanalmente en
cualquier lugar para tener compañerismo, crecer en Dios, evangelizar y multiplicarse en un nuevo grupo. No
todos los grupos pequeños practicados hoy son una célula. Para ser una célula, la condición fundamental es
apuntar a la multiplicación.
Por supuesto, una iglesia en células tiene un edificio, sillas, equipos de sonido y proyección, y muchos
tipos de ministerios. Pero estos ministerios no se llaman células. En la iglesia celular, la célula es la columna
vertebral de todo ministerio entre los santos.

325
Curso de Entrenamiento de Líderes

Somos una iglesia impulsada por células enfocada en multiplicarlas. Algunas iglesias tienen células como
uno de los muchos programas, pero para nosotros las células constituyen la misma iglesia dispersa por toda
la ciudad, que ocurre en todas partes, incluso en su mayoría en los hogares.
Estoy diciendo todo esto para mostrar que la simplicidad de nuestra estructura nos permite plantar
iglesias mucho más rápido. Nuestra estrategia de plantación de iglesias es muy simple. Primero, el iniciador
de iglesias comienza con una célula en una casa. Al principio, la célula es pequeña y se parece más a una iglesia
en casa.
En esta etapa, visitamos las casas de los alrededores y enfocamos nuestra atención en la evangelización.
Por lo general, tenemos una reunión evangelística con el apoyo de la iglesia madre. Una vez que la célula
alcanza el tamaño de diez personas, el plantador comienza a entrenarlas para formar los líderes que se harán
cargo de las multiplicaciones. El plantador puede impartir cursos de capacitación para el líder, pero todo se
hará aún en una casa.

Una vez que esta célula se multiplica por tres o cuatro veces, el plantador puede comenzar a celebrar
los servicios de adoración dominical. Estas reuniones de celebración se pueden celebrar en escuelas, centros
comunitarios o incluso en almacenes alquilados. En esta etapa, la iglesia matriz puede enviar un trabajador o
constituir el plantador de iglesias como el trabajador responsable de la nueva congregación.
La belleza de esta estrategia es la simplicidad y el bajo costo. Por eso cualquier líder de célula que ya se
haya multiplicado dos veces puede plantar una iglesia, porque de hecho, para plantar la iglesia, la única
experiencia requerida es que el líder ya haya multiplicado una célula antes.
¿Te imaginas cuántos plantadores de iglesias tenemos en nuestras células? Necesitamos ampliar nuestra
visión, por eso hoy mi desafío para usted, líder célula, es que te conviertas en un plantador de iglesias. No
tiene que ser enviado como pastor, solo esté dispuesto a viajar los sábados o domingos a una ciudad cercana
y hacer lo que ya ha hecho, iniciar células y multiplicarlas. Nos espera una gran revolución.
Es cierto que un líder multiplicador buscará perfeccionarse estudiando y obteniendo una sólida
formación bíblica. Pero es la experiencia de haber multiplicado una célula lo que te da audacia y confianza
para hacer lo mismo en cualquier lugar de Perú y del mundo.
Un líder de célula que haya multiplicado su célula más de dos veces y que ha discipulado a los líderes
en entrenamiento, ha realizado la parte más importante de nuestro entrenamiento. Él repetirá en una
plantación de iglesias el mismo orden que siguió creciendo como líder de célula:
• Primero, el participó de una célula.
• Se convirtió en un líder en entrenamiento, discípulo de un líder.
• Hizo el curso de Entrenamiento de Líderes.
• Se hizo cargo de su propia célula.
• Él discipuló a sus propios líderes en entrenamiento.
• Multiplico más de una vez.
• Ahora él puede plantar una iglesia siguiendo la misma secuencia.

¿No es extraordinariamente simple? Queremos ver a muchos líderes de células plantando iglesias
también. Sin embargo, entiendo que no todos tienen el tiempo y la disponibilidad para hacerlo, pero incluso
un líder de célula no disponible puede cooperar en la plantación de iglesias. Es suficiente para él involucrar a
su célula en el proyecto misionero de la iglesia. Me gustaría dar algunas sugerencias sobre cómo se puede
hacer esto.

326
Curso de Entrenamiento de Líderes

1. La células haciendo misiones


El crecimiento numérico ilimitado es contrario a la naturaleza. Un árbol por ejemplo, no crece
indefinidamente, sino que produce árboles nuevos. Este es el principio natural de la multiplicación que
impregna toda la creación de Dios. El principio de multiplicación influye en todas las áreas de la vida de la
iglesia. Así como el verdadero fruto de la manzana no es la manzana; sino una nueva manzana, el verdadero
fruto de una célula ya no es más un cristiano, sino una célula, el verdadero fruto de un pastor no son ovejas,
sino nuevos pastores, El verdadero fruto de un evangelista no son convertidos, sino más evangelistas, el
verdadero fruto de un líder de célula son otros líderes de células discípulos de él. Por lo tanto, la conclusión
inevitable es que el verdadero fruto de una iglesia no son los nuevos creyentes o las nuevas células, sino las
nuevas iglesias.
Todas las células e iglesias deben enfocarse hacia afuera con la visión de ganar nuestra generación, para
alcanzar a los perdidos. Por supuesto, esto se extiende más allá de nuestros vecinos y alcanza a todas las
naciones. Debido a la dinámica de los grupos pequeños dentro de las células, este es el entorno perfecto para
ver el desarrollo de la visión misionera de cada grupo. Cada miembro del grupo necesita que su visión sea
ampliada, por lo que el líder de la célula deberá introducir al grupo la visión del corazón del Padre para ganar
las naciones.

2. Expóngase a la Palabra
Nuestra visión es afectada por nuestro conocimiento de la Palabra de Dios. Cuanto más nos exponemos
a la Palabra, más nuestro corazón es incendiado, por eso la célula necesita escuchar la Palabra constantemente.

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí
yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mt 28.19-20)

La visión de la gran comisión puede parecer demasiado grande para la mayoría de los hermanos, pero
así es como el Señor nos marca. Él siempre nos da una visión general y amplia. Esta visión es más grande que
nuestra ciudad y más grande que nuestro país. Hasta ahora, hemos estado hablando de células que se
multiplican para ganar la ciudad, pero necesitamos hablar de células que conquistan naciones. Es necesario
exponerse a esta visión para tener los ojos abiertos.
Una forma práctica de exponer a su célula la visión de ganar naciones es ponerse en contacto con la
realidad de los pueblos y países no alcanzados. Podemos hacer esto a través de Internet, libros, estadísticas,
mapas y otras imágenes. Cuando las personas vean la realidad de millones que necesitan ser alcanzados, su
visión espiritual también se amplía.

3. Acepta el desafío
Una vez que los miembros de la célula entiendan la necesidad de las misiones y el tamaño del trabajo
que tenemos ante nosotros, no debemos desanimarnos por las dimensiones del desafío. Cada líder debe
alentar a su célula a marcar la diferencia. Los hermanos pueden comenzar ayudando con nuestro proyecto de
abrir iglesias hasta a doscientos kilómetros de distancia. La célula se puede programar para participar en viajes
al menos una vez al mes.

327
Curso de Entrenamiento de Líderes

Una buena estrategia sería adoptar una ciudad y orar por ella en cada reunión de la célula. Todos los
hermanos pueden ser movilizados para ayudar. Las necesidades son numerosas. Algunos pueden ayudar
sirviendo como conductores, otros pueden tocar, otros pueden ayudar en la evangelización, etc. Lo importante
es que el líder involucre a todos los hermanos de manera práctica en la plantación de iglesias.
Un desafío que el líder podría plantear a los hermanos es abrir una célula en aquella ciudad elegida.
Puede decirle al pastor a cargo que su célula está comprometida a abrir y cuidar una célula hasta que la
iglesia crezca allí. En una red de docenas de células, si cada una hace este compromiso, podemos abrir
docenas de iglesias cada año.

4. Entrene a los hermanos


Antes de viajar con la célula a una ciudad para abrir una célula, tómese el tiempo para capacitar a los
hermanos sobre cómo evangelizar. Puede usar nuestro material de evangelismo y practicar en el vecindario
antes de salir al campo. Muchos hermanos están dispuestos, pero no lo suficientemente seguros como para
acercarse a un extraño para contarle el evangelio. Además, tampoco saben cómo compartir su testimonio
personal de conversión y esto debe enseñarse.
Todo esto se puede hacer de forma espontánea y tranquila. No hay necesidad de hacer un clases, pero
todo se puede enseñar de forma práctica e incluso utilizando actuaciones. Todo esto puede ser
extremadamente motivador para su célula. Antes, el objetivo de una célula era multiplicarse, pero ahora el
desafío también incluye abrir una célula en otra ciudad.

5. Practica con la célula


Todo con la práctica se vuelve más fácil. Si evangelizar antes parecía un desafío imposible para algunos,
después de algún tiempo de práctica, se vuelve muy práctico. Pero para hacerlo, debemos alentar a todos los
miembros a salir y ser testigos. ¡Sé valiente! Acude a tu pastor y haz que tu célula esté disponible para viajar
un fin de semana al mes.

6. Participe con misioneros y estudiantes


Una manera muy importante de involucrar a los hermanos en la plantación de iglesias es mediante la
adopción de un pastor o misionero que está siendo enviado en esos días. La célula puede comprometerse a
orar por él e incluso contribuir financieramente para su sustento. Esto se puede hacer desde el momento en
que el alumno ingresa a nuestro seminario. Muchos vienen de ciudades distantes y no tienen familia aquí. La
célula puede ayudarlo dándole cosas básicas para que un joven se involucre a su segunda familia. Una de
nuestras células adoptó a un estudiante peruano de nuestro seminario, el estudiante pasó cada domingo en la
casa de uno de los miembros de la célula. Esto era importante para él para superar la soledad de la distancia
de casa.
Si la célula ha adoptado a un pastor que ya ha sido enviado, ella podría tomar algunas medidas prácticas
para mostrar amor incluso desde la distancia, como enviar una tarjeta de cumpleaños, orar en familia, enviar
periódicamente una ofrenda, etc.

7. Diez maneras prácticas de involucrarse en la plantación de iglesias


Somos una iglesia profundamente involucrada en la plantación de iglesias. En los últimos diez años,
hemos abierto un promedio de una iglesia por mes. Muchas de nuestras células jugaron un papel clave en este

328
Curso de Entrenamiento de Líderes

trabajo. Nuestros líderes de las células fueron los iniciadores de algunas de estas iglesias. Nuestro deseo es que
podamos involucrar a las células de una manera más poderosa. Somos más de dos mil células, y si cada una
tiene una pequeña actitud misionera, ya tendremos un gran ministerio. Aquí hay algunas ideas prácticas sobre
cómo el líder puede involucrar a su célula en el proyecto de plantación de iglesias.

a) Tarjeta de cumpleaños
En un día en particular, tómese un momento de la reunión y dele a cada uno una hoja de papel en
blanco y pídales que escriban un mensaje de aliento y felicitación al pastor que ha sido enviado.

b) Llamada colectiva
Llame de manera colectiva en alta voz a uno de nuestros misioneros en la reunión de la célula. Deje que
cada uno envíe su mensaje.

c) Un e-mail motivador
Durante una de las reuniones de la célula, tómese el tiempo para que cada miembro envíe un mensaje
por internet a los pastores que plantan iglesias. Esta es una manera simple de involucrar a los hermanos en
la visión.
d) Video divertido
Eventualmente, puede ser interesante filmar un mensaje de los hermanos y enviarlo al misionero. Esto
se puede hacer de manera espontánea y animada.

e) Ofrendas misioneras
Podemos tener comunión y edificar mutuamente mientras trabajamos para levantar una ofrenda
especial para abrir una iglesia o ayudar a un misionero. Algunos hermanos lavan autos, otros venden
chocolates y algunos incluso hacen un bazar de cosas usadas en la calle de la célula.

f) Viaje de vacaciones
Hemos realizado viajes misioneros regulares de vacaciones. Programe para que la célula pueda unirse y
enviar al menos un hermano en uno de estos viajes. Hemos abierto iglesias a través de esta estrategia.

g) Compartir recursos
Separe revistas, libros, boletines con bosquejos de predicas, CD y DVD, y envíelos a un pastor para
abrir una iglesia. Las actitudes pequeñas tienen el poder de motivar mucho a quienes trabajan en el campo.

h) Visita misionera
Cuando el pastor enviado está en la ciudad para abrir una iglesia, invítelo a su reunión de la célula para
que pueda presenciar lo que Dios ha hecho y los hermanos puedan orar por él personalmente.

i) Proyectos sociales

Si la célula tiene un encargo especial para el trabajo social, involucre a los hermanos en el proyecto
social de la iglesia. La célula puede ayudar a apoyar a una persona joven en un hogar de recuperación, puede
donar canastas básicas de alimentos, etc. Eso también ayuda a la célula a tener encargo por la obra de
evangelización.

329
Curso de Entrenamiento de Líderes

j) Ore siempre
De todas las maneras posibles de ayudar, esta es sin duda la más importante. Use alguna estrategia que
pueda involucrar a todos los miembros en la oración para plantar iglesias.

8. Adoptando un pueblo
Una estrategia que se ha utilizado en iglesias celulares en todo el mundo es la adopción de un pueblo.
Esto es particularmente importante para motivar a nuestros hermanos a creer en la plantación de iglesias en
otros países.
Elija un país junto con la célula, después de eso, comience a buscar en su ciudad donde podría haber
alguien de ese país. Normalmente las universidades y las empresas multinacionales tienen personas de otros
países. Planifique con la célula una forma de contactar a estas personas y compartir el evangelio con ellas.
Estas personas cuando se convierten, pueden ser enviadas de regreso a su país y convertirse en misioneras en
su propia tierra. Esta es una manera simple pero muy impactante de hacer misiones sin tener que salir de tu
ciudad.

El Trabajo del Ministro – Enviar

Lección 6

Tú has sido enviado

1. La vocación humana, la vocación cristiana y la vocación personal.

330
Curso de Entrenamiento de Líderes

La Palabra de Dios nos muestra que todos tenemos tres tipos de vocaciones: humana, cristiana
y personal. ¿Qué es la vocación humana? Es ese llamado del Señor hecho en Génesis 1:28. Dios le
dijo al hombre que sojuzgara, gobernara y llenara la tierra. Esta es la vocación humana. Todos los
hombres han sido llamados a hacer eso. Es la vocación humana lo que lo lleva a tener una profesión
y a trabajar secularmente.
El segundo nivel es la vocación cristiana. ¿Qué es la vocación cristiana? A eso es a lo que cada
creyente ha sido llamado. Hay un servicio que es común a todos los creyentes. No piense que solo
quien tiene el don de evangelista debe evangelizar. Todo creyente debe evangelizar. Sí, porque esa es
una vocación cristiana. ¿Solo el que tiene el don de profecía debe profetizar? No, todos los creyentes
deben profetizar, porque es una vocación cristiana. El pastor es el que apacienta, entonces ¿solo el
que tiene el don de un pastor debe apacentar? No, es una obligación cristiana, cada creyente necesita
consolidar y apacentar a los hermanos nuevos en la vida de la iglesia. Entonces, hay un servicio que
es una vocación cristiana.
Y el tercer nivel es la vocación personal. Esta vocación es aquel llamado específico, ese don
específico que has recibido individualmente. En esta clase no quiero hablar de la vocación personal,
sino solo de la vocación humana y cristiana.

2. La vocación humana
El entendimiento de la mayoría de los creyentes es que deben ser honestos, hacer buenas obras
y hacer algún trabajo en la iglesia. Por lo general, pocos entienden que el médico debe ser un médico
para Dios, que el abogado debe hacer su trabajo como ministro, que el maestro será un sacerdote,
etc. Hemos considerado la obra de Dios solo lo que se hace dentro del edificio de la iglesia y debido
a que lo hemos pensado durante siglos, hoy es difícil aceptar este cambio de opinión. No es que
ahora se cree un ministerio de leyes, médicos o vendedores dentro de la iglesia, por ejemplo. Pero
cada uno debe entender que él ya tiene el ministerio allá afuera, donde también debemos servir a
Dios.
En ese sentido, cualquier cosa que hagamos, cualquier trabajo que hagamos, o cualquier
profesión que tengamos, será para Dios. Debemos ser conscientes de que hemos sido llamados a
realizar una profesión en particular. Alguien dice, por ejemplo, que la llamaron para ser enfermera.
El entendimiento natural es que este llamado solo será válido si ella es una enfermera misionera en
África. Sin embargo, ella también puede ser enfermera aquí. Será una misionera enviada a su trabajo
y ganará almas para Dios.

¡Cuántos empresarios se están perdiendo la oportunidad de ser empresarios para Dios y ganar
una recompensa por ello! Necesitamos enviar personas a los lugares donde sean insertadas. Es crucial
que comprendamos que la misma unción que Dios pone en un pastor cuando lo envía, pondrá a
cada creyente cuando sea enviado. No tenemos idea de la revolución que sucederá cuando cambie
la mentalidad natural de los santos y hayamos enviado profesionales cristianos.
Cada creyente debe ser enviado para aquello que fue llamado, el problema es que no todos
tienen este entendimiento, esto necesita ser enseñado. Creo que si preguntamos a los hermanos de
la iglesia si trabajan en sus profesiones por un llamado, muchos dirán: “No, lo hago porque no he
tenido la oportunidad de hacer nada más. Lo hago porque mi padre me obligó a hacerlo". Eso es lo
más probable, "lo hago porque da dinero, pero lo que realmente quería hacer era otra cosa".

331
Curso de Entrenamiento de Líderes

Tendremos muchas respuestas, pero no escucharemos a muchos decir que siguieron un llamado de
Dios.
Si ha sido llamado para ser ingeniero, siga su llamado. El problema es que no hay muchos
ingenieros que sean ministros de Dios en su trabajo. Hay una mentalidad limitada de que solo los
pastores están cumpliendo el propósito de Dios y haciendo su voluntad.
Entonces, la primera cosa que debemos hacer es enviar a los hermanos. Ponga sus manos
sobre ellos y envíelos para que puedan llevar el reino de Dios a donde están. Que sean testigos vivos
y engendren vidas para Dios donde trabajan, estudian y viven.

3. El servicio común de todo creyente


La visión natural es siempre departamental. Es el concepto de que cada uno hace una parte
del trabajo y al final todos juntos hacen todo el trabajo. Esta es la visión departamental moderna, en
la que todos hacen un trabajo, como en una línea de montaje. Esta visión surgió en la Revolución
Industrial y alcanzó su punto máximo en los Estados Unidos. Pero esta mentalidad es moderna, no
bíblica y no es lo que Pablo tenía en mente. La mentalidad de Pablo en ese momento era que cada
uno hacía todo el proceso. Hasta principios del siglo XIX, cada grupo de empleados fabricaba un
automóvil completo. Entonces entendieron todo el proceso porque participaron en todo. Después
de la Revolución Industrial, cada trabajador es un experto y solo hace una cosa. Hay quienes fabrican
la caja de cambios, los que ponen el motor, etc. Pero este no era el punto de vista de Pablo. No fue
un apóstol para entrenar apóstoles, ni un profeta para entrenar profetas (a pesar de que lo hizo). La
idea era que los cinco ministerios capacitarían a todos los santos para realizar cada una de las cinco
actividades.
Es más cómodo asumir que Dios está restaurando ministerios para hacer el servicio en lugar
de la iglesia. Por supuesto, Dios ha levantado apóstoles y profetas, pero ellos solo son entrenadores.
No son los mejores ni los mayores. A veces el entrenador no es incluso mejor que el estudiante. Vea
a un gran intérprete de piano, es posible que su maestro nunca haya alcanzado el nivel virtuoso que
ha alcanzado, pero a través de su experiencia y técnica, ha podido ayudarlo a ir mucho más lejos.
Todos saben que el entrenador del equipo nacional no juega mejor que las estrellas que están en el
campo. No debemos pensar en los cinco ministerios como un grupo de supervisores, sino verlos
como un grupo de entrenadores. Intente ver estos ministerios como cinco materias que forman parte
del currículo de capacitación de cada creyente. Cada creyente necesita ser entrenado en estas cinco
áreas. Cada creyente debe ejercer estos cinco ministerios. El servicio para el que debemos estar
capacitados no es más que hacer estas cinco cosas. ¿Y sabes por qué? Porque engendrar de hecho,
es hacerlos todos. Solo puedes decir que engendraste a alguien para Dios si haces las cinco cosas.
Estas cinco tareas constituyen el desempeño de su ministerio o servicio. Los apóstoles, los
profetas, los evangelistas, los maestros y los pastores están entrenando a los santos. ¿Para qué están
entrenando? Para el servicio ministerial, pero ¿Qué es el servicio ministerial? Es ganar almas como
el evangelista gana, enseñar como enseña un maestro, pastorear como lo hace un pastor, profetizar
como lo hace el profeta y siendo enviado como apóstol. Este es de hecho, el servicio de edificación
de los santos.

332
Curso de Entrenamiento de Líderes

Uno podría pensar que si dividimos el trabajo en la iglesia y cada uno desarrolla una sola tarea,
el rendimiento final será mucho mayor. La práctica ha demostrado, sin embargo que esto es falso.
Las iglesias que funcionan así se estancan en el proceso. Por ejemplo, supongamos que en nuestra
iglesia capacitamos a un grupo para evangelizar y le decimos: “Tu trabajo es ganar, sólo harás eso.
Otro grupo será un experto en consolidación y eso es todo lo que harán. No ganarán a nadie, solo
alimentarán y consolidarán a aquellos que gane el grupo de evangelistas. Que va a pasar si el primer
grupo no gana, el segundo no podrá trabajar, ya que no habrá nadie para consolidar. ¿Y qué hay del
grupo de maestros? No tendrán su salón de clases porque nadie ha sido ganado o consolidado. La
visión departamental no es el deseo de Dios.

Los ministerios están aquí para entrenar a los santos y el propósito de tal entrenamiento es
edificar la iglesia. Pero ¿Cuál es exactamente el servicio de cada creyente en la práctica? ¿Qué debe
hacer cada creyente de manera práctica para realizar su servicio? La forma en que Pablo muestra el
servicio es enumerando a los entrenadores. Los materiales del curso y sus instructores muestran el
contenido del trabajo a realizar. Los cinco ministerios no son solo personas, sino que representan
asuntos que deben enseñarse a toda la iglesia para que cada creyente haga el trabajo del ministerio.

Cada ministro debe ser entrenado para hacer el trabajo del apóstol, el profeta, el evangelista,
el pastor y el maestro. Este es el trabajo que todo creyente debe hacer. Solo cuando los creyentes
hacen estos cinco servicios se puede edificar la iglesia y podemos decir que estamos engendrando.

4. El trabajo de ser enviado


¿Cuál es el primer paso en la vida del creyente? Es el trabajo del apóstol, ser enviado. Por
supuesto, quienquiera que sea enviado ha pasado por todo el proceso. ¿Qué significa ser enviado?
La idea tradicional es que la obra de Dios es solo lo que se hace en los edificios de la iglesia. Para
muchos, Dios solamente acepta lo que se hace en el contexto de las iglesias. Sin embargo, la meta de
Dios es enviarnos y nos envía de acuerdo con los dones, vocaciones y habilidades que nos ha dado.
Por lo tanto, así como Dios envía a un pastor, también quiere enviar a otros como ingenieros,
médicos, policías, jueces, abogados, etc. Y estas personas no serán enviadas como misioneros a otras
tierras, sino a su campo profesional, a la vida de la ciudad.

333
Curso de Entrenamiento de Líderes

Capítulo 10
El camino de la visión

334
Curso de Entrenamiento de Líderes

El camino de la visión

Clase 1

El camino del vencedor

U na de las cosas más importantes en nuestras vidas es ser instrumentos útiles en las manos
del Dios Todopoderoso. Los instrumentos útiles son calificados, competentes, ágiles,
eficientes y alineados.
Jesús, declarando sobre sí mismo, dijo: “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por
las ovejas” (Jn.10:11). La palabra bueno en este texto significa competente, calificado. Es como si
hubiera dicho: "Soy un pastor eficiente, un instrumento útil para Dios".
Para que un instrumento sea útil, necesita ser moldeado, afilado y trabajado. Entonces nuestra
preocupación como iglesia es gastar tiempo afilando; es decir ser moldeados por la acción del
Espíritu Santo y la Palabra, y trabajar en la consolidación y el discipulado. El tiempo dedicado a
trabajar con el instrumento no es una pérdida de tiempo, es una inversión, por lo que cuando
comienza a usarse, puede hacer el servicio en un tiempo más corto y con menos consumo de energía.

335
Curso de Entrenamiento de Líderes

El ministerio terrenal de Jesús duró poco más de tres años. Sin embargo su entrenamiento en
si fue de treinta años. Pasar tiempo en capacitación es una inversión en uno mismo y en la obra de
Dios.
Buscamos conquistar a nuestra generación y esa conquista implica la conquista de nuestra
alma, el control y la disciplina de nuestro tiempo, el entrenamiento de nuevos líderes y una visión
apropiada. Hablamos el mismo idioma, tenemos como un solo pueblo, la misma opinión. No
permitimos que nuestro enfoque se desvíe. Estamos aquí en este momento y lugar, para conquistar
a nuestra generación, para eso tenemos mucho trabajo, y como vencedores que somos, y no solo
somos creyentes, por eso no queremos descuidar ni un minuto nuestro llamado.
Para levantar una generación de discípulos, tenemos que pasar por lo que convencionalmente
llamamos "El camino del vencedor".
El Camino del Vencedor es un proceso de enseñanza y una oportunidad de crecimiento para
cada nuevo cristiano. Desde un pequeño bebé espiritual hasta un líder maduro, hay un camino por
recorrer.
Vea a continuación cada paso del proceso y observe la "partida" y la "llegada" de este bendito
camino hacia la profundidad y el fruto espiritual.
El camino del vencedor tiene dos aspectos: el camino de entrenamiento y el camino de
crecimiento.

1. El camino del entrenamiento


a) El Encuentro con Dios
El encuentro con Dios es un retiro de tres días en el que se invita a uno de los hermanos de
la iglesia a asistir. En ese fin de semana, el evangelio y muchos principios espirituales son mostrados
de manera poderosa y maravillosa. Por lo general, cualquiera que asista a una de nuestras reuniones
tiene una gran experiencia de conversión y cambio. Miles de personas han experimentado una gran
transformación de vida y cada mes se recopilan docenas de testimonios sobre la restauración de
matrimonios, la liberación de adicciones, la restauración de sueños, la restitución financiera, la
sanidad física, la renovación espiritual y ministerial, y mucho más.

b) La Consolidación
Tan pronto como el evangelio de la gracia de Dios alcanza a una persona, se le encamina
inmediatamente a una célula donde será recibido y se le brindará la atención que necesita en la vida
cristiana. En la célula encontrará verdaderos hermanos que lo ayudarán a crecer en este nuevo viaje.
Durante este tiempo, la iglesia tiene una serie de doce lecciones que le darán la base para sus primeros
pasos en la fe y aclararán las principales dudas de alguien que ha nacido de nuevo.

Es en la célula donde el líder establecerá que un hermano más maduro en la fe será su "Ángel
Guardián". Que acompañará al nuevo convertido durante doce semanas en la lectura de un libro
llamado "Curso de consolidación" hasta que esté completamente consolidado.

Consideramos a una persona consolidada, cuando se bautiza en las aguas y se convierte en


miembro de una de nuestras células.

c) El Curso de las Aguas


El curso de las aguas es la preparación para el bautismo. Este es un día importante cuando
aquellos que nacen de nuevo pasan por las aguas del bautismo, sellando así su nueva experiencia de
nacimiento. Es un testimonio público del nuevo creyente y un mensaje que envía al mundo espiritual,

336
Curso de Entrenamiento de Líderes
diciendo: "He muerto al mundo, mi viejo hombre está siendo enterrado y hoy vivo la nueva vida que el Señor tiene
para mí". Alentamos a todos los bautizados a invitar a sus familiares y amigos a presenciar este
importante momento en sus vidas.

d) El Curso de Madurez Espiritual


De todos los cursos que ofrecemos, este es el más profundo y consistente y el más práctico
para su vida. Dura un semestre, con clases semanales. Comienza con principios muy prácticos para
recibir revelación en la Palabra, caminar en el Espíritu y cooperar con Dios para transformar el alma
y formar la imagen del Señor en nosotros. Es de suma importancia que cada miembro de la iglesia
se gradúe en el curso "Madurez Espiritual". Este curso es una base sólida para la construcción de la
vida cristiana y el desarrollo de los hermanos en la obra de Dios.

La experiencia nos ha demostrado que todos los que toman este curso con hambre y sed de
Dios, con un profundo deseo de recibir cada verdad presentada, han sido impactados profunda y
definitivamente.

A través de este curso, el nuevo creyente crece, avanza y madura mucho. Esta ha sido la
experiencia de miles de personas en Perú y en otras naciones.

e) El Curso de Entrenamiento de Líderes


Como paso final en el "Camino del Vencedor", este curso tiene como objetivo permitir que el
alumno lidere una célula. Aprenderá a ministrar y enseñar la Palabra con claridad, vida y unción. Este
curso también le brinda las herramientas para nutrir vidas, alabar, resolver conflictos de relación,
relacionarse con el liderazgo a través del principio de honra y lealtad, y discipular líderes de una
manera práctica y segura para que ellos también se conviertan en líderes exitosos.

f) El Curso Pastoral
Para aquellos que desean profundizar su conocimiento de la Palabra y obtener un mayor nivel
de revelación, pudiendo manejar la Palabra de Dios como obreros aprobados que no tienen que
avergonzarse, la iglesia aún ofrece el Curso Pastoral, que dura un mínimo de dos años, en los cuales,
además del sólido fundamento bíblico, el estudiante también puede plantar iglesias y predicar la
Palabra donde sea que el Señor lo envíe.

Cada semestre concluye con una graduación en la cual los alumnos que completan con éxito
los cursos de Madurez Espiritual y CEL reciben su diploma. Esta es una manera de registrar su
crecimiento celebrando cada paso que se alcanza.

2. El Camino de Crecimiento
El primer momento para cualquier persona que llega a la iglesia es pasar por el encuentro. Una
vez que se convierte, se bautiza en las aguas. Una vez bautizado, se convierte en miembro de nuestra
iglesia.

El trabajo de la iglesia siempre toma en cuenta los niveles o etapas de madurez de los
miembros de la célula. El Señor Jesús mismo trabajó en niveles. Tenía las multitudes, los 500, los
120, los 70, los 12 y entre ellos Pedro, Juan y Jacobo. Para cada nivel hubo una intensidad de
acompañamiento y compromiso correspondiente. Todos necesitamos tener claridad acerca de estos
niveles.

337
Curso de Entrenamiento de Líderes

a) Miembro
Esta es la primera etapa, convertirse en miembro del cuerpo de Cristo. Como miembro te
conviertes en una oveja. En esta etapa será atendido, protegido y alimentado. El miembro aún no es
discípulo. Sin embargo, no queremos que las ovejas sigan esta posición indefinidamente. Queremos
que se conviertan en discípulos.

b) Líder en entrenamiento
Cuando un miembro se convierte en un discípulo, su primera etapa es ser un líder en el
entrenamiento en la célula. En nuestra iglesia definimos dos niveles de miembros dentro de la célula.
Tenemos los líderes en entrenamiento, que son discípulos y tenemos los otros miembros que se
consideran ovejas. Los líderes en entrenamiento son discípulos, por lo que el líder de célula debe
discipularlos. Como son discípulos, tienen un mayor nivel de compromiso y responsabilidad. Todo
líder en entrenamiento debe ser consciente de lo que significa ser un discípulo del Señor. El objetivo
del líder en entrenamiento es convertirse en un líder de célula.

c) Líder de célula
Una vez que la célula crece y se multiplica, el líder en entrenamiento se convierte en un líder
de célula. Antes él era un discípulo del líder de célula, pero ahora caminará con un discipulador. En
esta nueva etapa tendrá la responsabilidad de una célula de la iglesia y para entonces ya debería haber
completado el Curso de Madurez Espiritual.

d) Discipulador
Aquel líder de célula que tiene tiempo disponible y desea servir más en la obra del Señor será
levantado como discipulador. Esto solo sucederá después de que él mismo haya multiplicado su
célula más de dos veces. Como discipulador, tendrá un grupo de células y líderes bajo su
responsabilidad.

e) Pastor de red o pastor auxiliar


Sabemos que algunos serán llamados por Dios para un mayor trabajo en la iglesia. Después
de ser miembros fieles, líderes en entrenamiento entusiastas, líderes de células fructíferos y
discipuladores reconocidos, entonces un hermano que tiene un llamado espiritual puede convertirse
en un pastor auxiliar o pastor de red en nuestra iglesia. Cada pastor debe pasar por todas estas etapas,
incluso aquellos que hayan llegado a la Vid como pastores.

f) Pastor de gobierno
El pastor del gobierno es la máxima autoridad en una iglesia local. Él llegó a esta posición
después de mucho tiempo de ser aprobado en su carácter y frutos. Es responsable de todo lo que
sucede en una localidad.

338
Curso de Entrenamiento de Líderes

El Camino de la Visión

Clase 2

Visión del ministerio con niños y


juveniles

“Desataré un gran poder sobre este trabajo. ¡Porque los niños también son mi
preocupación! Has estado preocupado por los pequeños, te haré grande, te daré visiones,
sueños y revelaciones. No necesita mirar para ver cómo lo hace la gente, porque Yo los
instruiré y les daré la LLAVE para este trabajo. Serás feliz cuando comiences a ver
los frutos y los resultados de lo que Yo haré, el Señor. Estos niños serán levantados como
profetas y serán fuertes en la intercesión. Saldrán por todo el país y las naciones. ¡Y todos
conocerán la fidelidad de Dios! ” (Palabra profética - 1999)

I. ¿Por qué deberíamos trabajar con niños?

1. Porque Dios trabaja de generación en generación


“Generación a generación celebrará tus obras, Y anunciará tus poderosos hechos” (Sal 145.4).

339
Curso de Entrenamiento de Líderes

Dios es un Dios de generaciones y su propósito es alcanzar generación tras generación con su


amor. Cuando el Señor llamó a Moisés para sacar al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto, no
negoció con Faraón, no renunció a nadie ¿Por qué Moisés hizo esto?

a) Porque sabía que era la voluntad de Dios liberar a los niños de la esclavitud

Moisés entendió que los niños estaban incluidos en el plan de salvación de Dios para su
pueblo, porque la voluntad de Dios es que ningún niño perezca. Es por eso que necesitamos
predicarles el evangelio.

b) Porque no miró las dificultades, sino los resultados


Negociamos con Faraón cuando invertimos en adultos y mirando las dificultades, ignoramos
a los niños. Moisés imaginó familias enteras restauradas y un futuro transformado por la gloria de
Dios.

c) Porque tuvo visión


Aquella generación no fue la generación que entró en la tierra de Canaán, pero los niños sí. Moisés
tuvo una visión, miró hacia el futuro y es por eso que esa generación de niños fue la generación de la
conquista.

2. Porque los niños son parte del cuerpo de Cristo


Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Jn.3.16)
El único requisito para que alguien sea parte del cuerpo de Cristo es el nuevo nacimiento. Los
que creen son salvos y un niño puede creer. No necesitamos esperar a que crezcan para predicarles
el evangelio. Debemos predicarles hoy cuando aún son niños y están abiertos al evangelio.

3. Porque estamos formando una generación de vencedores


Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a
Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice
Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado. (Jer.31.34)
Una generación de vencedores son personas que expresan la imagen de Jesús y manifiestan la
vida de Dios en toda su manera de vida. Ellos se forman con el tiempo y son el resultado de mucho
trabajo.

¿Cómo se forman los vencedores? Formar una generación implica formar una mentalidad.
Necesitamos enseñar a los niños a pensar como Dios piensa. Debemos entender que tenemos la
responsabilidad de edificar una generación de vencedores y ver a los niños como líderes en potencial.

II. La mente natural de los discípulos y la mente de Cristo


La mente natural es una mentalidad equivocada. Veamos el ejemplo de Jesús, Él era alguien
muy importante; sin embargo los niños fueron considerados insignificantes. Algunos líderes
religiosos hasta el día de hoy tienen una mentalidad equivocada con sus actitudes y a veces incluso
hasta con palabras, afirman que los niños impiden la reunión de adoración del Señor, por lo que
deben ser retirados del local. Otros desafortunadamente creen innecesario que los niños tengan un
encuentro con Jesús.

340
Curso de Entrenamiento de Líderes
Pero aquellos que tienen la mente de Cristo actúan de manera diferente. En Mateo 18, vemos
las actitudes enseñadas por Jesús y que deberíamos tener.

1. ¡Recíbalos!
Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. (Mt 18.5)

Debemos recibir a los niños como si recibiéramos al Señor. Así que seamos excelentes en lo que
hacemos con ellos. No los estamos entreteniendo, estamos formando una mentalidad en ellos,
enseñándoles a pensar como Dios piensa.

2. ¡No los haga tropezar!


Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera
que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo
del mar. (Mt 18.6)
Nuestra responsabilidad es formar una generación de vencedores y no impedir que esta
generación conozca a Cristo.

3. No los desprecie
Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en
los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos. (Mt 18.10)

No debemos despreciar a quienes el Señor considera importantes. Los niños son parte de su cuerpo
y deben recibir la debida atención por ello.

4. No los deje perecer


Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos
pequeños. (Mt.18.14)
Si nuestro deseo es realmente hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas, entonces no
podemos permitir que nuestros hijos, nuestros pequeños, perezcan por falta de cuidado y encargo.
Nuestro trabajo es edificar una iglesia de vencedores y eso incluye a los niños.

III. Los desafíos del líder adulto como pastor de la centésima


oveja
Si miramos la parábola de la oveja perdida, encontraremos que el pastor citado en ella era un
pastor de 100, no solo 99 ovejas. Se preocupaba por cada uno individualmente. Como tal, no
despreciaba a las ovejas perdidas. Aquí hay algunos desafíos claves para un líder adulto como pastor
de las ovejas del Señor Jesús.

1. Vea a los niños como parte de su rebaño


El pastor no olvidó ninguna oveja, por el contrario, contó todas las ovejas y sintió mucha falta de
aquella que se perdió.

2. Incluya a los niños en la estructura de las células

341
Curso de Entrenamiento de Líderes

Las células de niños y juveniles deben valorarse porque son parte del cuerpo. Ellos, junto con
las células de adultos, merecen respeto e importancia. Para hacerlo, uno debe ser consciente de la
condición del rebaño para satisfacer las necesidades espirituales de los niños y los problemas que
impiden que se satisfagan.

3. No se conforme
Cuando no nos conformamos con la pérdida de una oveja, el foco se convierte en el rescate
de la perdida. ¿Por qué sucede esto? Porque los otros 99 no se extraviaron y la oveja perdida no
puede volver sola.

4. Aprenda a priorizar y delegar


Otro desafío para un líder de adultos es saber lo que es una prioridad y saber a quién delegar
tareas. El pastor de Lucas 15 no delegó a la centésima oveja, delegó a las 99 ovejas que no se
perdieron. La esposa del líder adulto debe ayudarlo a pastorear a todo el rebaño, incluidos los niños.
Pero en ausencia del líder, el líder en entrenamiento debe asumir el liderazgo de la célula.

a)Razones por las cuales deberían dirigir las células de los niños

❹ Porque Dios nos manda en su Palabra


❹ Porque es la visión que Dios nos dio como iglesia
❹ Porque es una manera eficiente de ayudar a su esposo con la célula de adultos
❹ Por causa del discipulado: su crecimiento espiritual
❹ Por causa de los niños: ellos deben ser alcanzados en la infancia
❹ Por causa de la recompensa, la recompensa es por la obediencia a Dios

5. Regocíjate con los frutos


El líder de adultos debe alegrarse con la célula de niños en vez de mostrar indiferencia por sus
frutos.

IV. La estructura general de la Red


Los Radicales Kids están compuestos por niños de 3 a 9 años y los Radicales Juveniles, de 10 a 12
años. Toda la estructura de la red sigue el patrón de la iglesia:

❹ Pastora de la Red

❹ Pastoras por edades (niños y juveniles)

❹ Obreras

❹ Discipuladores

❹ Líderes de células de niños y juveniles

❹ Líderes en entrenamiento

342
Curso de Entrenamiento de Líderes

❹ Miembros: niños y menores de hasta 12


años

1. El trabajo de la red también sigue el mismo patrón de la iglesia


❹ Discipulado

❹ Células

❹ Encuentros

❹ Consolidación

❹ Cultos

❹ Liderazgo

❹ Materiales

2. Discipulado
❹ Pastora de la Red

❹ Obreras: trabajan en la iglesia

❹ Esposas de pastores, obreros,


discipuladores.

❹ Esposas de líderes

❹ Esposas de líderes en entrenamiento


3.

V. Las diferencias de las redes


No discipulamos a los miembros, a los niños y a los juveniles. Nuestros líderes de célula
pueden liderar en otra red, pero solo discipular en una. Los miembros y los niños no son
consolidados como los adultos; por lo tanto, no pueden liderar. Como tal, nuestros líderes provienen
de otras redes: adultos, jóvenes, adolescentes.

343
Curso de Entrenamiento de Líderes

1. Reuniones
Las reuniones de discipulado suceden semanalmente. En algunas excepciones, como en el
caso de las mujeres embarazadas o aquellas cuyo esposo no es creyente y por un tiempo temporal,
suceden cada quince días.

2. Objetivos del discipulado


El discipulado apunta a la relación y cobertura espiritual de los líderes de niños y juveniles para
que crezcan en madurez y espiritualmente. La intención con el trabajo de rendición de cuentas
(informes de células, por ejemplo) es multiplicar, engendrar y capacitar a otros líderes. El discipulado
es el medio por el cual acompañamos a las células, capacitamos a los líderes y desarrollamos nuestros
dones y ministerios.

3. Aspectos importantes en el discipulado


a) Las relaciones
Creemos que el amor es la base de nuestras relaciones. Dios no se relaciona con sus hijos
porque son perfectos, sino porque los ama. Es a través de las relaciones que les enseñamos a
someterse al liderazgo: al discipulador, pastor de la red, etc. Para servir a otros líderes o personas que
están en el mismo nivel de autoridad y amar a sus liderados, niños y juveniles.

b) Compromiso
Es una decisión personal estar con alguien para un propósito específico. Al asumir el liderazgo
de la célula, el líder se compromete con cada una de las personas con las que se relaciona dentro del
discipulado.

Estamos interconectados, porque somos un cuerpo y la vida de Dios circula entre nosotros.
Por lo tanto, la independencia caracteriza la falta de compromiso. Sin embargo, la dependencia habla
de otro extremo, un líder pasivo sin iniciativa. Ninguno de estos casos refleja la visión de liderazgo
que queremos desarrollar, pero el principio de interdependencia sí.

Los líderes independientes se separan, los líderes interdependientes van de la mano con su
liderazgo. Los líderes independientes y no comprometidos no pueden relacionarse, por lo que no
pueden liderar. Liderar requiere estar conectado con otros a través del discipulado. Esto implica
desarrollar relaciones con las personas adecuadas y comprometerse con su liderazgo.

c) Rendición de cuentas (informes)


El discipulado también tiene como objetivo “enseñar cómo hacerlo”. La forma en que
evaluamos lo que se está haciendo es a través de los informes. El discipulador tiene la responsabilidad
de enseñarle al líder a cómo liderar. Este último a su vez, tiene la responsabilidad de rendir cuentas
a su discipulador de lo que se está haciendo. Con respecto a los informes, lo primero que el líder
debe aprender es que no es una opción sino una responsabilidad de cada líder. La información es
comunicación, porque es a través de informes que cada líder de célula se comunica con su pastor de
red, transmitiendo información de su célula. Esta información ayuda a evaluar el trabajo y nos brinda
orientación durante todo el año para establecer objetivos y programar la multiplicación.

VI. ¿Cómo debe ser hecho el informe?

344
Curso de Entrenamiento de Líderes
Lo mejor es que el líder lleve la hoja de informe a cada reunión de célula y la complete al final.
Por lo tanto, no se arriesga a olvidar los datos y tampoco se acumula para la próxima semana. Los
informes deben completarse semanalmente, pero el formulario es mensual. Al completarlos, el líder
debe ingresar los números reales, no los que desea que fueran. Al final de cada mes, la primera
semana del mes siguiente, él o ella debe presentar el informe correspondiente al mes calendario. Este
informe debe ser entregado al discipulador en la reunión de discipulado. El propio líder debería ser
el primero en evaluar los números de su informe. Porque a través de estos números, podemos hacer
los cambios necesarios, orar por algo específico, establecer metas para el mes, semestre o año. Por
lo tanto, cada líder es responsable de los datos proporcionados en los informes.

345
Curso de Entrenamiento de Líderes

El Camino de la Visión

Lección 3

La visión del encuentro

L a voluntad de Dios es la salvación de cada hombre, por eso dio a su Hijo: para que todo

aquel que invoque pueda ser salvo. Este es el centro del corazón de Dios. Todos hemos sido
alcanzados porque un día los hombres apasionados nos predicaron el evangelio, que es el poder
de Dios para la salvación de todos los que creen, y una vez alcanzado, hoy también llevamos el
mismo encargo. Hemos sido asignados a esta increíble, poderosa y sobrenatural misión de ser
portavoces de las buenas nuevas del evangelio.
Fue con este encargo que el Señor nos dio el "encuentro con Dios", donde se predica el
evangelio a los corazones de los perdidos, en un ambiente de unción y poder del Espíritu,
engendrado por el ayuno, la oración y un profundo deseo para conquistar una generación
El encuentro con Dios es esta poderosa herramienta evangelística dada por el Señor que es
una puerta increíble de salvación para los perdidos; por lo tanto para el crecimiento explosivo de
la iglesia. No es nuestra única herramienta de evangelismo, pero es la principal. Todos podemos
y debemos usar todo tipo de estrategia para que el cielo se llene con los hijos de Dios que aún no
están en el redil de la iglesia. La reunión ha sido una herramienta muy efectiva y poderosa por la
cual incluso los hermanos más tímidos pueden, con una simple invitación, ser el instrumento de
Dios para la salvación de los perdidos.
Los equipos que ministran en estas reuniones son pastores, obreros, discipuladores y
líderes, pero es fundamental comprender que no asistirá a otro evento para llenar el calendario

346
Curso de Entrenamiento de Líderes
de la iglesia y definitivamente ocupar a los miembros. Cuando participas de un encuentro con
Dios, tienes la oportunidad de ser el canal de Dios para cambiar el destino eterno de aquellas
vidas. ¿No es asombroso? Este debe ser tu entendimiento, un privilegio invaluable que será
recompensado por el Señor.

I. ¿Qué es el encuentro con Dios?


El encuentro con Dios es un retiro de fin de semana que comienza el viernes por la noche
y termina el domingo después del almuerzo, en el que entregamos 14 mensajes en una secuencia
planificada con la finalidad de guiar al encontrista a un viaje espiritual hacia su encuentro con
Dios. Está organizado en bloques de mensajes relacionados que siguen una lógica espiritual.

En esta clase, le mostraremos esta secuencia espiritual de la reunión y le guiaremos a


comprender el punto central de cada mensaje y los objetivos a alcanzar.

II. La llegada al encuentro


A la llegada de los buses, intentamos hacer una recepción especial, por lo que generalmente
preparamos una decoración muy bonita y damos una cálida bienvenida. La primera impresión es
siempre importante. Es muy importante cuidarlos, demostrar que para nosotros hay una
celebración de bienvenida al darles la bienvenida con alegría y que estamos felices de estar con
ellos.

Después de acomodar a cada encontrista en su habitación, los llevamos a cenar. Los líderes
se preparan el uno para el otro y obviamente se sientan con ellos para conocerlos, preguntarles
sus nombres, crear relaciones, darles la oportunidad de abrirse y hacer preguntas.

III. Ministraciones del encuentro


1. Peniel – Yo vi a Dios cara a cara y mi vida fue cambiada
En este momento, tenemos un doble objetivo, queremos mostrar la importancia de tener
un encuentro con Dios y también qué actitud se espera de ellos durante el encuentro. La palabra
de Peniel se centra en mostrar cómo se puede tener un encuentro con Dios. Hablamos sobre el
cielo y el infierno y la seria decisión que vinieron a tomar durante el fin de semana. En este
sentido, hemos demostrado claramente que nadie puede estar exento de tomar una decisión con
respecto a Jesús. Tal decisión definirá la eternidad de cada hombre y quien se niegue a hacerlo ya
ha tomado su decisión.
El énfasis de la oración en esta palabra es que hay revelación de situaciones de pecado, es
decir, que los buscadores sean conducidos al arrepentimiento, que el Espíritu Santo los constriña.
Las personas bajo la convicción de pecado deben ser llevadas a confesar. Hay una lista para ayudar
en la confesión, que debe hacerse de forma audible. Ningún pecado debe ser disminuido en
importancia, ni el valor del perdón debe ser sobrevalorado.

2. Consecuencias del pecado


El sábado por la mañana, comenzamos directamente con la palabra "Consecuencia del
pecado", que se enfoca en mostrar la gravedad y la seriedad del pecado en la vida. El pecado es
grave, tiene un precio, tiene un salario que es la muerte; cada placer tiene su precio y algunos

347
Curso de Entrenamiento de Líderes

precios son definitivos, no hay vuelta atrás. Entonces, debemos tomar en serio el tema del pecado,
con el objetivo de llevar a la persona al reconocimiento y al arrepentimiento.
Esta palabra se ilustra con ejemplos de personas que perdieron la vida como resultado de
sus pecados, realizamos un teatro muy bueno e impactante. La reunión sigue un guion y en estos
primeros momentos no hay relajación; por el contrario, es un momento de contrición, llanto,
contacto con tu pecado y reconocer que destruye tu vida.
La confesión del pecado y el arrepentimiento sucederán durante todo el encuentro y no
solo en Peniel. Obviamente al final hacemos una confesión, oramos por ellos y los guiamos a
confesar sus pecados, recordando que el día anterior, en Peniel, tomaron una hoja de
arrepentimiento para marcar, aquello que quemaremos en la cruz en la noche.
Luego declaramos que a través de una confesión honesta, los pecados son perdonados y
que deben entender que este acto no fue un acto de olvidar o esconder debajo de la alfombra,
no. Alguien pagó y pagó caro por ello, la ira de Dios se derramó sobre Jesús en la cruz del
Calvario, eso debe ser el énfasis de esta segunda ministración.
3. Desayuno
En el momento del desayuno es un momento de interacción, los encontristas ahora pueden
conversar debido al "pacto de silencio" (en el que todos los encontristas son desafiados a no
conversar desde el viernes por la noche después de Peniel hasta el sábado por la mañana en el
desayuno para que puedan meditar en su propia vida). Por supuesto, la instrucción es que los
pastores y líderes estén en medio de ellos, dándoles la oportunidad de abrirse, hablar sobre lo que
hay en su corazón, lo que quieran preguntar para ser conquistados por los hermanos.

4. Evangelismo
En el evangelismo usamos el material de la Onceava Pregunta, que es un test espiritual. El
principio básico del evangelismo es lo que está en romanos: que la ley existe como un tutor para
llevarnos a la gracia. No sirve de nada tratar de dar medicamentos contra el cáncer a aquellos que
no están convencidos de que van a morir de cáncer, es necesario mostrar la situación real de la
condenación en que se encuentra la persona.

Por lo tanto, todos los encontristas serán confrontados para comprender que no importa
cuánto lo intentemos, no podemos guardar la ley de Dios, resumida en los diez mandamientos,
para ser salvos. Dejamos la situación muy mala durante la prueba, y luego presentamos la onceava
pregunta cuando presentamos la gracia de Dios. Así es como uno debe predicar el evangelismo,
claramente ministrar la condenación, y solo entonces mostrar la gracia salvadora cuando la
persona está clamando por ella.

Después del llamado a la salvación y la oración de confesión general, cada uno es llevado
a confesar individualmente su entrega y reciba oración para que el Espíritu Santo venga a sellar
su vida de manera que no tenga dudas de su salvación.

5. Sanidad del alma


Esta palabra es el punto más alto del encuentro, ya que marca un hito en la vida del
encontrista. El punto central que compartimos en esta palabra es el perdón, porque el principal
problema del alma es el resentimiento; por lo tanto, en este momento la persona tiene el desafío

348
Curso de Entrenamiento de Líderes
de entrar en contacto con cosas dolorosas que lo han marcado, lastimándolo para que pueda
concluir el pasado y comenzar una nueva vida.

El punto es mostrar que la deuda que la persona tiene con Dios era mucho mayor que la
deuda de alguien con ella a pesar que esto produjo mucho resentimiento. Pero también tenemos
que demostrar que el perdón siempre es injusto, es para aquellos que no lo merecen, así como no
lo merecíamos, la persona que necesita ser perdonada tampoco lo merece. Necesitamos mostrar
que el perdón es un bien que hacemos para nosotros mismos, porque cuando dejamos que las
personas sean libres, somos también libres.

Además del resentimiento, hay traumas físicos y psicológicos causados por accidentes,
amputaciones y pérdida de seres queridos. Estas situaciones producen miedo, pánico y
frustración, por eso oramos para que el Espíritu Santo restaure las almas de los encontristas.

6. Restauración de sueños
Esta palabra debe enfocarse en el siguiente punto: una vez que Dios está salvando,
perdonando y liberando a la persona, ahora comienza un proceso de fe para una nueva vida. El
énfasis está en mostrar que el deseo del Señor es restaurar los sueños que fueron abandonados e
incluso destruidos por el diablo. Esta palabra de fe y esperanza en el corazón hace que la persona
reviva.

Al final, lanzamos un grito profético basado en la experiencia de Israel y los muros de Jericó
a la entrada de la tierra prometida. Vale resaltar que el grito no se puede dar de manera relajada.
Es un grito serio, un acto de fe. No es el grito que haces, es la fe. El grito es solo un puente.
Terminamos cantando una canción de alegría, nuevo camino, nuevos sueños y nueva vida.

7. Liberación
El objetivo de esta ministración es mostrar que hay un mundo espiritual real, que hay
demonios y que están actuando en sus vidas. Mostramos quiénes son, cómo actúan, cómo se
involucran con las personas y qué quieren hacer. Pero también mostramos que Jesús venció a
Satanás y que uno puede estar seguro de que tenemos la autoridad para traer la liberación del
Señor a sus vidas.

Es muy importante que mantengamos el ambiente lleno de fe y nos mantengamos firmes


en la convicción de que la victoria ya nos fue dada en la cruz del Calvario, recordando que
tenemos autoridad sobre todo el poder de la oscuridad y que nada puede hacernos daño.

La liberación exitosa generalmente requiere un sincero arrepentimiento y renuncia a la


conducta o espíritu involucrado. El encontrista no se convertirá en un creyente solo porque ha
sido liberado, una vez que ha renunciado a Satanás, debe entregar su vida a Cristo. Si una persona
ha hecho algún tipo de pacto con Satanás, o ha hecho algún tipo de promesa, estos pactos y
promesas deben ser renunciados y cualquier maldición debe ser quebrada en el nombre de Jesús.

8. El amor de Dios
El propósito aquí es llevar a cada persona a tener una experiencia genuina con el amor de
Dios. La experiencia del amor es más fuerte que cualquier cosa en el encuentro. En esta palabra
buscamos demostrar cuánto la persona es amada y cómo el amor de Dios cambió las matemáticas

349
Curso de Entrenamiento de Líderes

en las parábolas del dracma y la oveja perdida, con su amor, que lo cegó en la parábola del hijo
pródigo y que incluso si solo hubiera una persona en la tierra, Jesús vendría de todos modos.
Mostramos que Jesús pagó el precio máximo en la cruz y las escenas de ese momento en la vida
de Jesús, todo para mostrar este gran amor que nos constriñe.

Es necesario tocar en el corazón de la persona. Este es un momento muy poderoso y más


que nunca, hemos entendido que saber que eres amado es la clave de todo, por lo que es
importante que abracemos a la persona y vivamos este momento junto con ellos.

9. La cruz
La palabra de la cruz tiene la intención de traer la revelación del poder de la cruz, lo que
nos conduce a una nueva vida y a la herencia en el Señor. La cruz es la línea divisoria. Cada
encontrista abandonará su antigua vida y sus antiguas prácticas mundanas. Este es el momento
en que le pedimos que tome la decisión de cruzar una línea imaginaria que separa su vida de antes
y después de la cruz.

La persona debe entender en este momento que en esa cruz Jesús crucificó a nuestro
antiguo hombre con todo lo que no era bueno que esclavizaba y debe tomar la decisión de
abandonar su antigua vida hacia la nueva vida en fe, que está comenzando, viendo allí quemar
sus pecados y destruir cada maldición. En este momento también oraremos por sanidad, porque
la maldición que se ha roto es la maldición de la muerte, la enfermedad y la miseria. El equipo de
apoyo debe estar alerta para recibir palabras de conocimiento, profecía y manifestación de dones
a favor de las personas.

Después de quemar los pecados y las maldiciones en la cruz, este es el momento de


ministrar la sanidad física. El equipo debe recibir instrucciones para seguir orando en silencio
todo el tiempo en lenguas sin llamar la atención.

10. Venciendo a la carne, al mundo y al diablo


Hemos llegado al último día del encuentro y necesitamos comenzar a preparar a nuestros
nuevos hermanos para que regresen a sus vidas cotidianas. En este momento, la palabra está
destinada a mostrar que tenemos tres enemigos afuera y como debemos de lidiar con ellos: la
carne, el mundo y el diablo.

Enseñamos que vencemos a la carne sabiendo que no mora bien alguno en ella, por lo que
vencemos el pecado huyendo de él. Vencemos al diablo resistiendo en el nombre de Jesús, y
vencemos al mundo amando a Dios; y no solo eso, lo vencemos también con la revelación de
que somos amados por Dios.

Oramos para que los encontristas aprendan qué armas tienen para vencer a sus enemigos
y que estos enemigos actúen de manera diferente. Finalmente hacemos el llamado para el
bautismo en las aguas.

11.Nuestra herencia en Cristo


Aquí enfatizamos que la herencia es algo que recibimos porque somos hijos y no tenemos
que hacer nada para merecerlo: ya sea que seamos niños buenos o malos, tenemos una herencia
incalculable y esa es una noticia maravillosa. Hablamos de la revelación de que somos hijos de

350
Curso de Entrenamiento de Líderes
Dios. No lo recibimos por mérito alguno, sino porque nacimos en la familia y tenemos un
derecho legal. Ministramos fe a sus corazones para que sean claros en su filiación, que son
herederos de Dios, recordándoles estas grandes verdades. Además, hablamos los nombres y
atributos de Dios y ministramos sanidad y prosperidad.

12. La unción de multiplicación


El objetivo aquí es mostrar la importancia de predicar el evangelio. Así como cada uno ha
tenido la oportunidad de escuchar el evangelio de la gracia y el amor de Dios, siendo guiados a
recibir de Él en el encuentro, es necesario que tengan revelación de que otras personas también
deben aceptar a Jesús. Por eso debes recordar que las personas que amas que no conocen a Dios,
están muriendo sin Dios y puede costarles la eternidad en el infierno. Por eso, necesitan regresar
a casa y dar testimonio de lo que han experimentado en esos días e invitar a esas personas a
participar de un encuentro con Dios para que ellos también puedan escuchar de la vida eterna a
través de nosotros.

Los encontristas deben ser llevados a comprender que necesitan el poder de Dios para
testificar, predicar y multiplicarse, como se demuestra en la dinámica de la vela (que se puede ver
en el video del kit de este material). En el momento de las velas, cantamos una canción y
mostramos que también ellos eran una vela apagada, pero que un día alguien compartió el
evangelio con ellos y el Espíritu Santo los encendió con aquello que es la luz verdadera.

Finalmente, les anunciamos la fecha del próximo encuentro.

13. El bautizo con el Espíritu Santo


El objetivo es explicar quién es el Espíritu Santo, que no es una fuerza cósmica, sino Dios,
mostrando los versículos de la Biblia que lo prueban. Explicamos lo que hace por nosotros y
cómo podemos recibirlo usando la dinámica de la sandía para mostrarles como lo hará (esta
dinámica se puede ver en el video de la palabra). También hablamos de las condiciones necesarias
para recibir el Espíritu Santo. Explicamos que tener el Espíritu como promesa de salvación y ser
bautizado en el Espíritu Santo son dos cosas distintas, y que el bautismo en el Espíritu es el poder
que nos permite servir a Dios. Enseñamos qué es el don de lenguas y cómo se recibe (para esto
usamos la dinámica del vaso vacío, que también se puede ver en el video de la palabra).

Les enseñamos que deben relajarse y esperar hasta que las lenguas, la mayor evidencia del
bautismo en el Espíritu, lleguen a sus bocas, cuando deberían comenzar a hablar, no tratando de
entender con la mente, sino solo hablando con fe. Es siempre un gran mover de Dios, uno de los
puntos más altos del encuentro.

Dado que el bautismo en el Espíritu no es por la fuerza sino por la fe, siempre debemos
reafirmar a los encontristas que no hay nada de malo en el hecho de que no manifiestan ninguna
expresión externa durante la ministración. Dios trabaja de manera diferente en diferentes
personas.

Los encontristas deben ser alentados a buscar la ministración por su cuenta. No hay nada
de malo en recibir muchas atenciones de diferentes personas en una reunión. La gente parece
recibir más, después de recibir varias ministraciones. En este momento, algunos caen y se quedan
quietos, otros comienzan a temblar. En lo general, es mejor ministrar a las personas cuando están
de pie. Pero si la unción hace que muchos caigan, se necesita a alguien atrás para cogerlas.

351
Curso de Entrenamiento de Líderes

No deben ser empujados, acariciados o girados. Esto ofende a la mayoría de las personas
y les impide recibir algo genuino de Dios. Ninguna manifestación del Espíritu Santo debe ser
forzada sobre el encontrista. Dios tiene el control y sabe el mejor momento para tocar a alguien.

14. La visión de la iglesia

Esta palabra, al contrario de lo que muchos imaginan, no es de menor importancia. El


objetivo es mostrar la alegría de vivir la vida de la iglesia. No solo para decir cómo es la Vid, sino
para decir que la persona ahora es parte de un cuerpo, que ahora recibe comida, poder, que ya no
está sola, que tiene familiares y amigos reales. Nuestro deseo es que ella quiera estar entre nosotros
y comenzar a caminar por el camino del vencedor.

Una cosa muy importante en este momento es el desafío para el bautismo en las aguas, un
momento en el que uno debe ser confrontado para probar públicamente su fe obedeciendo el
orden bíblico. Durante todo el encuentro hacemos el llamado para la salvación, pero ahora
desafiamos al bautismo en agua y ya entregamos las invitaciones impresas con las fechas y el local
del curso de bautismo a aquellos que han tomado la decisión de hacerlo. Recordando que incluso
si la persona todavía no está segura si quiere ser bautizada, puede y debe asistir al curso de
bautismo para responder sus preguntas.

15. La entrega de cartas


El momento de las cartas es muy importante, ya que los encontristas se quebrantarán e
incluso se encontrarán con Dios. Una carta de su padre, madre, hermano o hijo diciendo que la
aman y piden perdón tiene un poder abrumador en el corazón de una persona, creando un
momento especial cuando se abren a Dios y se salvan en este momento. También es un momento
de gran reconciliación familiar.

El equipo debe comprender la importancia de la carta familiar. Muchos, por pereza y falta
de insistencia, no reciben cartas de los miembros de la familia y simplemente se entregan a sí
mismos y a la iglesia en ese momento, no tiene impacto en sus vidas. Es necesario obtener cartas
de los miembros de la familia y guiarlos a escribir alabando y pidiendo perdón por algo que
consideren necesario. Hará toda la diferencia ahora mismo. Las cartas deben ser entregadas a
todos y solo entonces se debe permitir que se abran. Ponemos una canción y le damos a la persona
tiempo para leer y llorar, para tener su tiempo familiar y ante Dios.

16. La ofrenda
Al final del encuentro, los miembros se enfrentan al desafío de ofrecer una ofrenda de
gratitud para ayudar a financiar más encuentros que serán tan importantes en sus vidas y que
queremos que continúen en la vida de tantos otros, explicando que lo que usted paga por la
inscripción no es suficiente y es por eso que contamos con la colaboración de todos.

17. Cierre del encuentro


En este momento deberíamos hacer una gran despedida, cerrar con llave de oro, llevarlos
de regreso a casa o adorar. Todo debe hacerse con amor, los recuerdos a la llegada, las bolsas
personalizadas para la entrega de cartas, etc.

352
Curso de Entrenamiento de Líderes

El camino de la Visión

Clase 4

Diez principios absolutos de la visión

n la obra de Dios hay métodos y principios. Los métodos son relativos y los principios

E
son absolutos. Los métodos son estrategias útiles para un lugar y no para otros, pueden ser
valiosos para una generación e inútiles para otros; aplicar en ciertos lugares, pero no en todos.
Los principios, por otro lado, son normas y leyes espirituales eternas. Son válidos para todas las
personas de todas las edades y en todas partes. Los principios son reglas establecidas en la Palabra
de Dios.
Con respecto a la obra de Dios, las personas sostienen el concepto de que el propósito de
la obra es un principio y la forma en que lo hacemos es un método. Esto, de hecho, es correcto.
El problema es que concluyen que los principios deben ser dados por Dios, pero los métodos
pueden establecerse de acuerdo con las preferencias humanas. Y eso es un gran error.
El hecho de que un método sea relativo no significa que Dios no deba darlo. En la obra de
Dios, Él establece ambos métodos y principios. Es común que la gente diga que "lo que" Dios
quiere es absoluto, pero "cómo" Dios quiere es relativo. Por lo tanto, suponen que lo importante
es el objetivo, pero cada uno debe esforzarse por lograrlo de la forma que mejor le parezca.
Si bien los métodos son realmente una estrategia que no es válida para todos en todas
partes, eso no significa que no sea importante y que podamos llevarla a cabo como mejor nos
parezca. No podemos hacer la obra de Dios de la manera que queramos. Las metas de Dios son
sublimes y divinas. Él no nos da un trabajo tan tremendo, diciendo: "Haz lo que quieras". El

353
Curso de Entrenamiento de Líderes

Señor quiere guiarnos sobre los principios del trabajo y también sobre los métodos y estrategias.
Quiere guiarnos sobre "qué" quiere y "cómo" quiere.
Cierta vez el Señor le ordenó a Moisés que levantara una serpiente de bronce en el desierto
para que la gente pudiera ser sanada del veneno de las serpientes abrasadoras enviadas como
disciplina contra ellos. Esta serpiente de bronce era un método y por lo tanto, algo relativo.
Ciertamente, las personas no podían usar esta estrategia cuando tenían problemas con las
serpientes en el futuro. Sin embargo, aunque relativo, fue algo que Dios dio para ese momento.
No es porque la necesidad requirió una estrategia que Moisés fue libre de inventar algo de acuerdo
con su creatividad.
En otra ocasión, el Señor Jesús curó a un ciego haciendo lodo de saliva y aplicándolo a sus
ojos. Ese fue un método. Sin embargo, no significa que hoy tengamos que hacer lodo de saliva
para orar con los ciegos.
En otra ocasión, curó a otro ciego apenas pasando su saliva. Todo esto fue un método,
pero no creo que se haya hecho de acuerdo con la elección de Jesús, sino por la dirección del
Padre. Por lo tanto, los métodos también deben estar de acuerdo con la voluntad de Dios. Son
relativos y quizás aplicables, pero aún deben provenir del Espíritu de Dios. Por lo tanto, no existe
una historia como: “La voluntad de Dios es edificar su iglesia. ¡Ahora hazlo como quieras!
Necesitamos seguir los principios de Dios cuando hacemos el trabajo de la edificación de
la iglesia. En la obra de Dios, todo debe hacerse de acuerdo con el patrón que se nos muestra en
el monte. Por lo tanto, quiero presentar diez principios fundamentales de la visión que el Señor
nos ha dado. Estos principios se mencionaron por primera vez en una ministración del pastor
Jorge Himitian, pero me tomé la libertad de presentarlos de una manera más sistemática.

1. El centro del corazón de Dios es tener hijos


El primer principio absoluto de la visión es este: Dios desea hijos y estamos aquí para
engendrarlos por el Espíritu. Cuando Dios creó al hombre, sus primeras palabras para el
hombre fueron: “Adán, quiero que tengas hijos y ellos también serán mis hijos. Estás hecho a
mi imagen y tus hijos también. Adam, quiero muchos hijos. Así que anda, sé fructífero y llena la
tierra.”
En el centro del corazón de Dios está el anhelo de tener hijos. Este es su deseo desde el
principio y no ha cambiado a lo largo de los siglos. El corazón de Dios continúa deseando hijos,
pero la forma en que producen hijos ha cambiado. No es que Dios no quiera que tengamos hijos
naturales, pero el enfoque hoy es tener hijos espirituales, muchos hijos como Jesús (Rm.8:28, 29).
Así que no solo trabajamos para salvar a mucha gente, llenar el pasillo, mantener a la gente en la
iglesia y tener un trabajo excelente y reconocido. Nuestro objetivo es presentarlos como novia
ante el novio (Col.1:28; Ef.4:13).
Hay dos paradigmas que definen a las iglesias hoy: hacer y engendrar. Las iglesias de
programa son aquellas que solo están interesadas en hacer algo para Dios, mientras que en la
mayoría de las iglesias celulares el objetivo es engendrar hijos para Dios. Hacemos cosas, pero
nuestro propósito es engendrar, por la sencilla razón de que este es el centro del corazón de Dios.
Muchas personas andan por ahí, pasan el tiempo en las iglesias engañándose, haciendo
cosas y más cosas. Se esconden detrás de hacer y no se molestan en no tener hijos. Y si les decimos
que deben tener hijos espirituales, nos reprochan diciendo: "Ya estoy haciendo algo para Dios,
¡no me molesten!"
Somos semillas y la semilla solo sirve para reproducirse. ¿Te imaginas un montón de
pequeñas semillas que quieran hacer obras para Dios? Dicen: "Hagamos una gran torre para
Dios", y comienzan a treparse y a construirse. Pero uno de ellos va en contra de la corriente y

354
Curso de Entrenamiento de Líderes
dice: "¡No! Quiero engendrar para Dios. Voy a enterrarme y esperar a que lo haga. Los otros
luego dicen: “Esto es una pérdida de potencial. ¡Hagamos algo para Dios! ”A lo que la pequeña
semilla responde: “¡No! Lo que quiero es engendrar.” Entonces, las otras pequeñas semillas
siguen haciendo algo por Dios y con el tiempo, juntan mucha paja y heno. Sin embargo, la
pequeña semilla brota del suelo y comienza a crecer hasta que en un bello día, la fruta comienza
a brotar para Dios. ¿Qué crees que el Señor querrá? ¿El trabajo de las semillas o sus frutos?
Por eso estamos para el crecimiento y la multiplicación. Siempre trabajamos para
multiplicar líderes, células e iglesias. Multiplicación es la palabra que mejor describe nuestra visión.
Cualquier cosa que hagamos que no tenga como objetivo final el avance y la expansión de la
iglesia debe dejarse de lado. También trabajamos con objetivos, es decir, proyecciones de fe que
nos permiten vislumbrar en Dios la gran cosecha que tendremos en un futuro cercano.
Sin embargo, debemos recordar que no buscamos simplemente llenar edificios con
personas. No queremos agregados, queremos hijos regenerados por el Espíritu. Creemos en el
crecimiento y lo buscamos, pero solo queremos el crecimiento que proviene de Dios, no el
crecimiento que proviene de la levadura.
Proponga en su corazón engendrar discípulos de Jesús, no simples seguidores. No negocies
el mensaje ni negocies con el precio del discipulado. Nuestra carga es para el crecimiento de la
Iglesia y para el establecimiento del reino de Dios en nuestra generación.

2. Jesús es nuestro único punto de referencia y la enseñanza de los


apóstoles es nuestra base de edificación
Este es un punto fundamental. Hay muchos pastores exitosos y grandes ministerios en
todo el mundo. Ciertamente son inspiradores, pero solo nos sirven como referencia mientras
siguen a Jesús y las enseñanzas de los apóstoles. No debemos hacer algo únicamente porque otros
lo hacen, ni seguir una visión solo porque lo postularon. Siempre debemos comparar lo que se
está haciendo con la Palabra de Dios.
"¿Pero está funcionando?", Es el argumento comúnmente utilizado. Sin embargo, este
pragmatismo no es consistente con nuestra fe. Algo puede estar funcionando e incluso crecer, y
sin embargo, no según la voluntad de Dios. El último criterio no es el éxito o el crecimiento, sino
la Palabra de Dios.
Cierta vez al hablar con alguien, comenté que no conseguía ver una base bíblica para la
existencia de "apóstoles" en la iglesia. La persona me respondió citando a varios apóstoles
bendecidos y fructíferos, tratando de mostrar que la práctica fue aprobada por Dios. Sin embargo,
este tipo de análisis es un gran problema. No importa cuán fructífera sea una persona o cuán
grande sea un ministerio, nuestro punto de referencia es siempre el Señor Jesús y los apóstoles
de la iglesia primitiva.
Los hombres exitosos y los ministerios de renombre mundial no sirven como punto de
referencia. Son referencia solamente cuando siguen a Jesús (Mt.17: 1-5; Heb.1: 1-3).
Alguien todavía puede preguntarnos por qué no usamos toda la Biblia como referencia.
Por supuesto, creemos en toda la Biblia y es cierto que el Antiguo Testamento es útil (2 Tim.
3:16), pero hoy no nos sirve de base. El Antiguo Testamento contiene las sombras y las figuras
(Col. 2: 16-17; Heb. 8.5; 9.23; 10.1), pero el Nuevo Testamento contiene la realidad, que es Jesús
y la Iglesia. El Antiguo Testamento fue dado como la base para la construcción de una nación, la
nación de Israel, pero la Iglesia es la nación santa y celestial del Nuevo Testamento (Ef. 2: 6;
Heb.12:22), donde están los principios para su edificación (Gal. 4.8-11).

355
Curso de Entrenamiento de Líderes

3. La orden de Jesús es que hagamos discípulos, y no frecuentadores de


cultos
El libro de los Hechos describe a los hermanos como "la comunidad de los discípulos".
Esto revela que lo que estaba en el corazón de los líderes de la iglesia no era solo predicar el
evangelio y salvar a las personas, sino también hacer discípulos de Jesús (Hechos 6: 1-2). No me
malinterpreten, la predicación es muy importante, pero no resume todo nuestro trabajo.
Necesitamos hacer discípulos.
¿Cómo describe el libro de los Hechos el crecimiento de la iglesia? ¿Dice que muchos
fueron salvados? ¡No! "Ahora en aquellos días el número de discípulos se multiplicó..." (Hechos
6: 1). Así fue como creció la iglesia. Por supuesto, las personas no se convirtieron como discípulos
listos, pero desde el momento de su nuevo nacimiento sabían que debían convertirse en
discípulos.
Un principio básico es que cada creyente es un ministro. En muchos lugares, no hay sentido
del cuerpo de Cristo y el ejercicio de las funciones. La gente aparece domingo tras domingo (a
veces ni siquiera eso) y simplemente se sientan en las bancas, escuchan un mensaje y se van.
Algunos incluso contribuyen, pero todos están dispuestos a no involucrarse.
Muchas iglesias usan campañas, espectáculos y eventos para atraer personas. Todos solo
quieren llenar el edificio, pero no están formando discípulos del Señor. Simplemente están
entreteniendo a los santos y produciendo clientes del servicio de la iglesia, miembros mimados
que todavía están llenos de argumentos para criticar a la iglesia.
Si nos contentamos con tener frecuentadores de culto, nos decepcionaremos, de haber sido
llamados a engendrar discípulos que son ministros. Y en el modelo tradicional de la iglesia no hay
ningún contexto en el que un creyente pueda pasar de ser un mero consumidor a convertirse en
un discípulo productivo. Esto solo se puede hacer en el contexto de una iglesia celular.
Para entender bien cómo se debe hacer el discipulado, necesitamos ir al Nuevo Testamento
y observar cuidadosamente cómo Jesús hizo discípulos:
- Necesitamos entender que es ser discípulo para Jesús (Lc 14:26, 27; 14:33; Jn 8:31; 13:34,
35; 15: 8).
- Debemos descubrir cómo Jesús hizo discípulos, qué mensaje predicó y qué condiciones
colocó en el discipulado (Mt 18:19; 9: 9; 19: 16-22; Lc 9: 57-62; 14: 26-33).
- Finalmente, necesitamos saber cómo se preocupaba por los discípulos (Mc 3:14; Jn 17;
Mt 5: 1-2).

4. El único mensaje que forma discípulos es la predicación del evangelio


del reino
El evangelio del reino es la visión de los vencedores. Debemos conocer bien la diferencia
entre el evangelio del reino y el evangelio de las bendiciones. Si predicamos la salvación sin las
condiciones del discipulado, no formaremos discípulos; sino una reunión de personas sin
compromiso y sujeción a Dios. No solo somos salvos, sino también vencedores. El evangelio de
la gracia produce hijos de Dios, pecadores convertidos. Pero el evangelio del reino produce
discípulos comprometidos.
A menudo escuchamos a los predicadores decir a las personas: "¡Ven a Jesús y obtendrás
una corona en el cielo!" Pero eso no es cierto. Nadie recibirá una corona en el cielo simplemente

356
Curso de Entrenamiento de Líderes
porque creyeron en el Señor y fueron salvos. Recibir la salvación es una cosa, pero recibir el
galardón y la recompensa es muy diferente.
Tales predicadores insinúan que todos los creyentes tendrán la misma recompensa.
Entonces uno podría pensar: si es verdad que todos los creyentes recibirán la misma recompensa
sin importar lo que hagan, entonces ¿por qué debería esforzarme tanto? Hay tantos creyentes
relajados y descuidados, y si obtendrán la misma recompensa que yo, ¿por qué debo tomar mi
cruz?
Tenga en cuenta que este tipo de enseñanza es un error del maligno y no produce discípulos
porque pone a todos en el mismo nivel. Dios sería injusto recompensar a Pablo tanto como
recompensará al hermano pequeño a su lado que no tiene ningún compromiso. Habrá diferencia
entre los creyentes debido a sus obras. Este es el mensaje del reino. Aquellos que se
comprometan, tomen la cruz día a día y sigan al Señor recibirán la recompensa, pero los creyentes
mimados y relajados serán disciplinados.
Jesús dejó en claro que la motivación del discípulo es la recompensa del reino. Por lo tanto,
es solo cuando esta distinción está completamente colocada que los discípulos están
completamente motivados para servir con celo y fervor.
El secreto de la generación de discípulos es el evangelio del reino. Debemos enseñar
constantemente la necesidad de vigilar y temer, construir con oro, plata y piedras preciosas, hacer
la voluntad de Dios si queremos reinar con el Señor ese día. Apocalipsis llama a estos creyentes
fieles de vencedores, y solo los creyentes vencedores se vuelven discípulos Aquellos creyentes
que viven como perdedores serán responsables de sus obras ante Dios.

5. Practicamos el discipulado personal, mas no ignoramos la importancia


de la enseñanza y del entrenamiento en grupo
Es un error pensar que el discipulado reemplaza el entrenamiento dentro de la vida de la
iglesia. Levantamos líderes a través del discipulado, pero instruimos a esos líderes a través del
ministerio de enseñanza.

En el discipulado, uno aprende haciendo junto con el discipulador. El objetivo es el


crecimiento y la transformación de la vida, el aprendizaje es informal y existe un fuerte
compromiso mutuo. Sin esto, no cumplimos el propósito de Dios de hacer discípulos.

Pero el discipulado no satisface todas las necesidades de la iglesia. Todavía necesitamos el


ministerio de enseñanza para abastecernos. El discípulo no siempre tiene el conocimiento de todo
el consejo de Dios, por lo que necesita profesores y maestros que puedan superar esta limitación.
Los buenos discípulos y los buenos líderes necesitan herramientas que les ayuden a cumplir su
ministerio y estas herramientas se les brindan a través de la enseñanza y la capacitación formal.

6. La estrategia de Dios para cumplir su propósito es el ministerio de


todos los santos
Cada miembro es un ministro y debe ser entrenado para realizar su servicio, como leemos
en Efesios 4: 11-16. Tenemos cargos y gobierno en la iglesia, pero nunca podemos permitir que
se conviertan en cargos clericales que anulen las funciones del cuerpo (Rm.8:28, 29; Ef. 4:13).
Este es un valor no negociable.
El sacerdocio universal de los creyentes ha sido restaurado desde la Reforma Protestante.
Los hombres de Dios murieron por esta verdad y por su práctica. Pero incluso hoy el virus del
clericalismo mantiene a las personas anestesiadas e improductivas en el cuerpo de Cristo. Debes

357
Curso de Entrenamiento de Líderes

combatir el clericalismo por muchas razones. Primero, porque es una enfermedad en el cuerpo
de Cristo. Segundo, porque el clericalismo produce miembros pero no engendran discípulos. Sin
embargo, la peor razón es que el clericalismo destruye el plan eterno de Dios para la iglesia.
Dios tiene un deseo en su corazón. Podemos decir con certeza que el deseo de Dios es
colocarse en el hombre. Dios desea que Cristo viva dentro de un pueblo para que se convierta en
su propio cuerpo vivo, una extensión de sí mismo. El propósito eterno de Dios tiene un punto
central, al igual que toda la Biblia. Y el punto central alrededor del cual giran todas las demás
verdades espirituales es este: "Cristo en nosotros", es decir, Cristo es nuestra vida. Como cada
creyente tiene la vida de Dios dentro de él, está en condiciones de ser ministro. Evitar que cada
creyente sea ministro es negar que Cristo more dentro de él.
Finalmente, nunca olvide que cada creyente debe ser un productor y no un mero
consumidor o cliente de la iglesia, lo opuesto al clericalismo, que estimula la mentalidad del
creyente consumidor. Cuando un creyente comprende que debe producir y no simplemente
consumir, se produce una verdadera revolución en su actitud hacia la iglesia local.

- Un creyente que es ministro ya no se preocupa por lo que una iglesia en particular puede
ofrecerle; más bien se pregunta qué tan útil puede ser allí.

- El creyente que es ministro ya no responsabiliza al pastor o líder por su crecimiento espiritual,


porque sabe que puede y debe tener intimidad con Dios sin ningún intermediario.

- “Está dispuesto a brindar apoyo y ayuda a los nuevos convertidos en sus guerras, porque sabe
que este es su papel como ministro.

- Si tiene que mudarse a otra ciudad, quien es ministro sabe que la iglesia va junto con él. Él sabe
que incluso lejos del edificio, la iglesia sucede donde él está.

7. Todo reconocimiento ministerial debe ser por el fruto del trabajo


En Mateo 7:16, el Señor Jesús dijo que por los frutos seríamos conocidos. Esto significa
que el camino del reconocimiento ministerial siempre debe tener en cuenta los frutos del obrero.
Debe haber fruto de vidas alcanzadas, transformadas, edificadas y células multiplicadas, para que
uno pueda crecer en el ministerio.
No podemos seguir los patrones religiosos de otros movimientos. En algunas iglesias, el
reconocimiento llega a través de un curso teológico. Por lo tanto, una persona se constituye como
pastor solo porque ha acumulado algún conocimiento intelectual sin tener ningún fruto en el
trabajo. En otras iglesias renovadas y pentecostales, el reconocimiento es por don espiritual o
elocuencia en la predicación. Sin embargo, en los tiempos del Nuevo Testamento, los ancianos
eran levantados en el propio seno de la iglesia misma y fueron reconocidos por su carácter y fruto
en el servicio (Tit.1: 5-9).
Por lo tanto, hay un camino que uno debe seguir si uno aspira a ser pastor. Debe ganarse
la confianza de los pastores por sus frutos y carácter. La credibilidad y la confianza son claves
para el reconocimiento ministerial. Su pastor, discipulador e incluso la iglesia necesitan confiar en
usted.

La confianza tiene cuatro elementos. Para comprender mejor, déjame darte un ejemplo.
Imagine que estás en el tribunal y has sido convocado para dar tu opinión como experto en un
juicio. Para que su opinión sea aceptada por el jurado, el abogado tendrá que demostrar que usted
es confiable. Para esto, tendrá que demostrar cuatro cosas sobre tu persona. Primero, deberá

358
Curso de Entrenamiento de Líderes
demostrar que eres una persona íntegra, honesta y coherente con una reputación de no mentir.
Entonces deberá demostrar su buena intención, que no está tratando de proteger a nadie ni tiene
motivos ocultos. También deberá demostrar que tienes la capacidad, el conocimiento y la
habilidad en el área donde testificará como experto. Y por último, deberá demostrar que tienes
un historial de buen servicio y que en el pasado ha demostrado de manera eficiente su capacidad
y competencia al dar su opinión en otras ocasiones.
Integridad, motivación, capacitación y resultado. Estas son las cuatro dimensiones sobre
las cuales se construye la confiabilidad. Es como un árbol donde la integridad es la raíz, las
motivaciones o intenciones son el tronco, las habilidades son las ramas y los resultados son los
frutos.

a) Integridad
Cualquier persona que aspire al crecimiento ministerial primero debe demostrar integridad,
¿Qué significa ser íntegro? la misma persona por dentro y por fuera, pública y privadamente. Es
ser consistente contigo mismo y con los demás. Es tener el coraje de actuar sobre lo que uno
cree. Las personas coherentes predican lo que viven y viven lo que predican.

b) Motivación
En segundo lugar, debe demostrar que sus motivaciones son puras. Los hermanos quieren
ver que nos preocupamos y buscamos sinceramente el bien del trabajo y no nuestro propio
interés.

c) Capacitación
El tercer elemento es la capacidad. Los hermanos deben darse cuenta de que puedes dirigir
la célula, la red o la iglesia.

d) Resultado
El cuarto y principal ingrediente que constituye la confianza son los frutos. Los líderes que
multiplican sus células y sus redes se ganan la confianza de los miembros y pastores de la iglesia.
En nuestro medio, nadie se convierte en líder por amistades, posición social o títulos académicos,
todo se concreta por los frutos.

8. Los líderes deben ser modelos para todo lo quieren que los demás
discípulos sean y hagan
No somos como ese hombre que está parado en la playa enseñando a aquellos en el bote
a navegar. En nuestro medio, los que enseñan son los primeros en subir al barco, arriesgarse y
demostrar su liderazgo con su propio ejemplo. Deben ser un ejemplo no solo de santidad
personal, sino también de servicio en la obra de Dios. Deben relacionarse, predicar el evangelio,
hacer discípulos, edificarlos, multiplicar células, etc. (Hch.1:1; Heb.5:1-3).

Los líderes no mandan a orar, sino que invitan a los hermanos a orar con ellos. Los líderes
no se sienten abrumados por dar órdenes, pero hacen con los discípulos todo lo que debe hacerse.

9. Toda enseñanza y toda estructura deben mantenerse en la simplicidad


No debemos tener un gran “paquete”. Pablo dio todo el consejo de Dios a los efesios en
solo tres años (Hch.20:27). Jesús mandó guardar todas las cosas que nos ordenó, en toda la Biblia.
Si la iglesia está llena de intelectualismo bíblico, o siempre busca noticias, será muy difícil edificar

359
Curso de Entrenamiento de Líderes

discípulos. La noticia en la iglesia es que el amor y la obediencia aumentan, y muchos nuevos se


vuelven al Señor (2Co.11: 3).

10. Todo en la iglesia se hace en las células y a partir de ellas


El Espíritu Santo llevó a la iglesia a las casas, no solo para celebrar reuniones de oración,
canto y predicación; sino para ser todo lo que debería ser, y especialmente para desarrollar el
ministerio de los santos (Hch 2:46; 5:42; Rm 16:10, 14.15, 1 Co 16.15.19; Cl 4.15). En grandes
reuniones con muchas personas, los santos no pueden ser entrenados para el ministerio. Por lo
tanto, debemos reunirnos en hogares, en pequeños grupos que llamamos de células.
¿Cuál es tu manera de ver y ser una iglesia? Usted puede estar en ese grupo que ve a la
iglesia solo como una masa de creyentes que se reúnen los domingos para escuchar una
conferencia bíblica en un templo. O tal vez su visión es un poco más moderna y ve a la iglesia
como un hermoso espectáculo de música o teatro dirigido por profesionales y expertos en
entretenimiento. Quizás para ti la iglesia es un lugar de personas piadosas que quieren hacer el
bien y se unen como un club los fines de semana. Bueno, también puede ser que eres un tipo de
jugador celestial y que la iglesia para ti es un lugar donde tus necesidades financieras se satisfacen
con fórmulas inagotables de prosperidad. "Está bien, es un espectáculo", reflexionas, "pero al
menos es un espectáculo espiritual".
Hay muchas formas de ver la iglesia. Todos nosotros, hasta cierto punto, encajamos en
uno de estos modelos. No creo que sean malvados o perniciosos en sí mismos. La gran pregunta
es ¿Cuál nos permite realizar el plan de Dios?
Creo que la respuesta está en el modelo propuesto por la Palabra de Dios cuando nos da
una imagen de la iglesia primitiva. Antes de construir algo, necesitamos un proyecto, una maqueta.
Dios, como sabio constructor, nos dio un proyecto de su iglesia en la Biblia: la iglesia primitiva.
Es a través de las células que podemos recuperar lo que la iglesia ha perdido a lo largo de
los siglos, ya que se ha convertido en algo diferente de lo que Dios pretendía desde el principio.
Si nunca se ha detenido a verificar el concepto de su iglesia, hágalo ahora. Dios se está moviendo
en la tierra y se está estableciendo un nuevo modelo nuevo para nosotros, pero antiguo en la
historia. Este es el modelo del Nuevo Testamento e incluso el modelo de la Reforma: cada
creyente es un ministro y cada casa es una extensión de la iglesia.

360
Curso de Entrenamiento de Líderes

El Camino de la Visión

Clase 5

Diez principios absolutos de las células

na iglesia en células no solo se caracteriza por reuniones en las casas más pequeñas, sino también

U
por seguir ciertos valores espirituales. Las células definen nuestra estructura, pero los valores definen la
forma en que vemos la vida de la iglesia. En otras palabras, nuestros valores definen nuestra estructura.
Los valores de la iglesia en células hablan de lo que creemos. Es la razón por la que nos
encontramos en una célula y la forma en que nos relacionamos con Dios y nuestros hermanos. La primera
responsabilidad de un discípulo o supervisor es mantener cada uno de estos valores para que ninguno de
ellos se pierda mientras hacemos el trabajo. Al menos diez valores deben estar vivos en su corazón al
supervisar las células:

o Vemos la iglesia como personas y no como edificio.


o Todos los hijos de Dios son ministros.
o Cada casa es una extensión de la iglesia.
o Nuestra meta es hacer discípulos y no simples convertidos.

361
Curso de Entrenamiento de Líderes

o Cada línea de autoridad de la iglesia es una posición de discipulado.


o Creemos en el crecimiento y en la multiplicación.
o El objetivo de la iglesia es engendrar hijos y no hacer cosas.
o La obra de Dios no puede ser hecha sin la unción del Espíritu Santo.
o La iglesia es más que una organización, es un organismo.
o Las células son equilibradas con la celebración.
o No tenemos cleros, pero respetamos la ordenación y las autoridades de Dios en su casa.

Además de estos valores que mantienen nuestra visión, tenemos algunos principios claves que
practicamos en la edificación de la iglesia en células.

1. Las células deben ser un grupo máximo de 15 personas


El primer principio absoluto de las células es su tamaño. Deben mantenerse pequeños con un
número máximo de 15 personas. No siempre es posible mantener grupos tan pequeños como
quisiera debido a la lentitud en la formación de nuevos líderes, pero debemos hacer todo lo posible
en esta dirección para garantizar que la vida de la célula no se degenere.

Cuando una célula llega a 15 personas, debe multiplicarse rápidamente. El discipulador y el


líder deben planificar la multiplicación por adelantado, de modo que para cuando se ejecute la célula,
tenga el nuevo anfitrión y el nuevo líder.
Cuando la multiplicación se retrasa, las personas comienzan a mostrarse inconstantes en las
reuniones, la estructura de la casa se derrumba y no hay lugar para todos. No hay forma de que todos
puedan participar en el intercambio y la reunión es muy similar a un servicio dominical. Ya no hay
pastoreo adecuado y los miembros se acomodan.
Sé que eventualmente una célula puede crecer abruptamente debido a la conversión, por ejemplo,
de una familia numerosa. En este caso, debido a que la célula es demasiado joven, la multiplicación no es
posible, pero el discipulador puede planear reubicar a los líderes de otras células para que la multiplicación
ocurra lo antes posible.
Las personas siempre preguntan de qué se trata el número 15. Hay que decir que no hay nada
místico en esta elección. Una razón es que, en la práctica, no hay suficiente tiempo en una reunión para
que más de quince personas reciban ministración y participen en el grupo. Además, es muy difícil para
un líder, incluso si es asistido por un líder en entrenamiento, alimentar a todas las personas. Otra razón
es que las casas generalmente no tienen más de este número de personas en una sala para una reunión.
La razón para limitar el número de personas en una reunión de célula tiene mucho que ver
con las "líneas de comunicación". Ralph Neighbour enfatiza este tema muy claramente. Según él,
cuando dos personas se encuentran, hay dos líneas de comunicación. Cuando se juntan tres, hay seis.
Si hay cuatro personas reunidas, entonces tenemos doce. Si hay cinco, el número aumenta a veinte,
y cuando llega a diez ya hay noventa líneas de comunicación. Quince personas reunidas dan como
resultado 210 líneas de comunicación, lo que significa que la comunicación ya no es apropiada.

2. La célula es mucho más que una reunión semanal


El objetivo principal de la célula no es solo adorar, sino principalmente ser una comunidad,
un grupo. La célula no solo se lleva a cabo el día de la reunión, sino que el grupo debe permanecer
durante toda la semana en comunión, evangelismo, visitando a los nuevos convertidos, cuidando a

362
Curso de Entrenamiento de Líderes
los discípulos, reuniéndose con el discipulador, la red y el liderazgo, en las fiestas, en cumpleaños,
etc.

Si la célula solo existe el día de la reunión, entonces no es una célula, solo un servicio a
domicilio. Cada vez que los hermanos se encuentran, la célula sucede. La primera característica de la
célula es que es una comunidad, no el simple hecho de que se celebra una reunión semanal.

3. Los líderes deben ser entrenados en todo lo que deben hacer en las
células
Si uno no tiene experiencia de compañerismo, evangelismo, edificación de discípulos y
formación de discipuladores, ¿cómo liderará la célula sin estas experiencias?
Una responsabilidad fundamental del discipulador es discipular con el líder de célula. Tenemos
un curso de capacitación para líderes llamado CEL. Que es dictado durante cuatro meses y medio y
es muy eficaz para ayudar a nuestros líderes. Además, realizamos reuniones de líderes periódicamente
y conferencias durante todo el año. Todo esto es muy útil, pero no puede substituir el discipulado.
En el curso de capacitación se enseña cómo funciona una reunión de célula, pero es en el
discipulado que el líder tendrá la oportunidad de practicar lo que ha escuchado y aprender
haciéndolo. Durante la clase, aprendemos a expulsar demonios, predicar y hacer una visita, pero todo
esto se perderá si te quedas en el aula. El discipulador debe tomar a su discípulo y llevarlo a practicar
todo esto. Es imposible entrenar a un líder de célula solo dentro de un aula. El discipulado es
simplemente fundamental.

4. El trabajo de los líderes debe tomar en consideración el nivel de los


miembros
En nuestra iglesia definimos los niveles de miembros dentro de la célula. Tenemos los líderes
en entrenamiento, que son los discípulos y tenemos a los otros miembros, que consideran lo que
ven. Los líderes en entrenamiento son discípulos, por lo que el líder de célula debe discipularlos.
Como discípulos, tienen un mayor nivel de compromiso y responsabilidad. Todo líder en
entrenamiento debe ser consciente de lo que significa ser un discípulo del Señor.
Los otros miembros de la célula, sin embargo deben ser apacentados. Apacentar no es lo
mismo que discipular. Apacentar es cuidar, proteger, alimentar y satisfacer las necesidades de las
ovejas. Si tratamos a las ovejas como discípulos, el resultado será el sufrimiento de las ovejas y la
desilusión del líder.
Por supuesto, no queremos que las ovejas sigan esta posición indefinidamente. Queremos que
se conviertan en discípulos. Sabemos sin embargo, que esto no sucederá con todos. Siempre habrá
alguien que se reúse a tomar la cruz; sin embargo, nunca debemos despreciar a estos hermanos,
porque son ovejas confiadas a nosotros y seremos responsables ante Dios por cada uno de ellas.
El trabajo de los discipuladores siempre debe llevar en cuenta los niveles o etapas de madurez
de los miembros de la célula. El Señor Jesús mismo trabajó en niveles. Tenía las multitudes, los 500,
los 120, los 70, los 12 y entre ellos Pedro, Juan y Jacobo. Para cada nivel corresponde una intensidad
de acompañamiento y compromiso. Cada discipulador necesita tener claridad acerca de estas etapas.
Aquellos que no distinguen los niveles en la iglesia y la célula están dejando de lado un principio
absoluto que percibimos en el ministerio de Jesús.

5. La reunión de la célula debe ser llena de participación

363
Curso de Entrenamiento de Líderes

Los discípulos que son parte de la célula no solo deben trabajar durante la semana, sino también
durante las reuniones. Deben participar con sus oraciones, testimonios de trabajo y sobre todo al
momento del compartir.
Una reunión saludable de la célula siempre estará impregnada de una fuerte presencia de Dios.
Será un lugar donde los hermanos serán edificados por la Palabra, la oración, la alabanza o cualquier
expresión de un don espiritual. Pero la reunión siempre debe estar llena de participación. Pablo dice:
“¿Qué hay pues hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene
lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.”(1Co 14:26).
El líder debe superar la tentación de convertirse en un predicador dando grandes conferencias a
los hermanos. Su objetivo debe ser facilitar el intercambio de palabras para que todos puedan hablar y
ministrar. Por lo tanto, el líder también es un facilitador que fomenta la participación de todos los
miembros. Debería realizar la reunión amablemente, cuidando que nadie exagere o monopolice la
participación.
La gran ventaja de la célula es que les permite a los hermanos y hermanas ejercer libremente los
dones y los ministerios. Lo que no pudieron hacer en una reunión de celebración debido a la cantidad de
personas, pero pueden hacerlo en la célula. Fluir en los dones es ciertamente una parte importante de la
iglesia, porque nosotros creemos en la unción del Espíritu.
Reconozco que todavía somos muy tímidos en este tema, pero necesitamos cambiar esta
historia. La célula es el mejor lugar para enseñar, practicar y ejercer dones espirituales. Cada líder
debe alentar y dejar espacio para que los dones se manifiesten.

6. Toda las células deben tener una meta de multiplicación


Los discípulos temerosos, que siempre quieren permanecer dentro de su zona de seguridad,
difícilmente continuarán el trabajo. Debemos desafiar a todos los líderes a multiplicar sus células.
La voluntad de Dios es que haya multiplicación en toda su creación. Después de crear al hombre
y a la mujer, Dios los bendijo y les dijo: "Sean fructíferos, multiplíquense y llenen la tierra" (Génesis 1:28).
Dios ha colocado dentro de cada semilla el potencial para engendrar un bosque completo. Basta mirar
un árbol cargado de frutas para darte cuenta de que Dios ama la fecundidad en abundancia.
Todas las cosas sanas y vivas eventualmente se multiplicarán. Los animales se multiplican, las
plantas también, en resumen toda la creación de Dios se multiplica. Un grano de maíz produce más de
mil granos en la primera generación y más de un millón en la segunda.
Para que la vida sea sostenida, la multiplicación es esencial. El principio de multiplicación fue una
parte importante de la iglesia primitiva. Si leemos los textos de Hechos 6: 1-7; 9.31 y 12.24, 25,
entenderemos que la voluntad de Dios es el crecimiento y la multiplicación de la iglesia. Es más que
suma: es multiplicación.
Todo lo que Dios ha hecho se multiplica, por lo que tenemos una mentalidad de multiplicidad:
multiplicamos células, líderes, ministerios, discípulos y también iglesias. Necesitamos esperar la
multiplicación de nuestra célula. Hechos 9:31 dice que los primeros discípulos caminaron en el temor del
Señor, en el fortalecimiento del Espíritu Santo y las iglesias se multiplicaron.
Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas,
andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo (Hch
9.31).
Puedes caminar en la unción de la multiplicación, pero para hacerlo, debes reconocer y valorar
lo que Dios te ha dado. Para la multiplicación, necesitamos tener algo en tus manos. Ya sabes, el
único número que no se puede multiplicar es cero. El cero multiplicado por cualquier número es
siempre cero. Gracias a Dios siempre tenemos algo en nuestras manos para trabajar.

364
Curso de Entrenamiento de Líderes
Puedes pensar que los miembros de tu célula son iguales a cero, o que sus características son
tan insignificantes que son iguales a cero. Pero tus ojos se abrirán para ver el potencial de los recursos
que Dios te ha dado.

7. Todo miembro es un ministro y cada ministro debe ser discipulado para


tornarse un líder
Un líder no debe constituirse en una célula hasta que haya completado todo el camino de
entrenamiento de la iglesia y sea un discípulo comprometido con el Señor y su discipulador.

La célula no es una estrategia de organización, sino de liderazgo, discipulado y pastoreo.


Nuestro objetivo no es tener miembros, sino discípulos. Cada miembro debe ser entrenado para ser
un ministro y ser enviado a su familia, escuela y trabajo, y para liderar una célula como un verdadero
discípulo.

8. Cada célula debe estar bajo una cobertura y supervisión


Cada línea de comunicación, cada posición de autoridad dentro de la iglesia es una posición
de discipulado. El pastor no solo tiene pastores auxiliares, tiene pastores que son sus discípulos, a
quienes entrena para hacer lo que él hace. El pastor de red no solo tiene un equipo de discípulos
para ayudarlo a hacer algo, sino que son sus discípulos.
Lo mismo sucede para los discipuladores de líderes, no solo tienen apenas un cargo de la iglesia
a la cual los líderes de célula están subordinados. El discipulador lidera a cada líder de célula que
forma parte de su equipo. El líder de célula a su vez necesita tener líderes en entrenamiento en su
célula. No tiene que ser muchos, pero al menos uno para la multiplicación espiritual. Este líder de
entrenamiento es el discípulo del líder de célula. No es solo tu ayudante, sino tu discípulo.
Finalmente, el líder en entrenamiento también es un ángel guardián; es decir, un discípulo que
acompaña a los nuevos hermanos convertidos. Esta es la estructura de nuestra iglesia.
No hay líderes independientes en nuestra iglesia. Todos deben rendir cuentas ante otro líder
que esté por encima de su nivel de autoridad. Las personas que no se someten a su nivel de liderazgo
están demostrando que están descalificadas para liderar entre nosotros. El buen líder también es un
buen discípulo.
Cada función de la iglesia tiene dos aspectos: discipulado y supervisión. Cada pastor,
discipulador y líder debe supervisar el trabajo de sus discípulos al enseñarlos y pastorearlos. No existe
una jerarquía exclusivamente clerical entre nosotros; más bien, nuestras funciones de autoridad
también son posiciones de discipulado. Nuestros seguidores no son subordinados, son nuestros
discípulos.

9. La estructura de las células se mueve por la unción y no por la organización


Sin el poder de Dios, entretenemos a los santos y nos engañamos con actividades. La iglesia
no es terrenal; su origen es celestial, como lo es su poder y su propia vida. Cualquier cosa que no se
haga sobre la base de esta fuerza espiritual no traducirá la realidad de la iglesia, ya sea comunión,
predicación, consejería, música o las células.
En la casa de Dios, no es suficiente aplicar algunas técnicas de liderazgo. Las vidas no se
convertirán, los santos no se edificarán, ni las células se multiplicarán solo por las técnicas. Tiene que
haber unción. Es la unción la que marca la diferencia, no el método o la técnica. Simplemente
aprender que multiplicar con 15 miembros no lo resuelve, eso es solo apenas el odre, lo que
realmente marca la diferencia es el vino nuevo.

365
Curso de Entrenamiento de Líderes

Necesitamos líderes incendiados que traigan el fuego de Dios donde quiera que vayan. Es
maravilloso ver a un líder que, cuando llega a la reunión de la célula, causa un cambio en el entorno;
al hablar, trae un sentido vívido de la presencia del Espíritu. La reunión de célula puede ser pesada,
pero cuando se ministra, los hermanos sienten libertad en el espíritu.
Necesitamos clamar todos los días para que la nube de la gloria llueva sobre nuestros
hermanos. Deje que el entorno de la célula se libere por completo. Que haya sanidades y milagros
entre nosotros. Que cada reunión grupal sea una verdadera reunión con Dios. Sin ella, no hacemos
nada diferente de cualquier organización humana. Lo que nos hace diferentes es la poderosa
presencia del Espíritu de Dios entre nosotros.

10. Las células no son departamentos, son la propia iglesia


No somos una iglesia en la cual las células son solo un departamento o programas existentes,
o una de las muchas opciones dentro de la iglesia. En las iglesias donde las células son solo un
departamento, la gente dice que son parte del ministerio celular, como si fueran parte del teatro, la
música o cualquier otro grupo. Somos lo contrario de esto: ¡somos una iglesia en células! Las células
no son un nuevo ministerio dentro de la iglesia, son la iglesia que trabaja. No hay ministerio de
células, pero hay ministerios en las células. Las células son una forma de organizarnos y ser
expresivos y eficientes dentro de la visión que Dios nos ha dado. Es nuestra manera de ser iglesia.
Somos una iglesia en células. Aquí hay un equilibrio entre las células y las reuniones de
celebración. Los grupos no son opcionales ni ministerios. En nuestra iglesia, los líderes claves son
los líderes de célula, y todo el proceso de liderazgo está integrado y descentralizado para que los
líderes tengan la autonomía para alimentarse. Aquí los ministerios fluyen a través de las células.

366
Curso de Entrenamiento de Líderes

El Camino de la Visión

Clase 6

Errores que debemos evitar en las células

H e trabajado con células durante 31 años. Pastoreando la vid, han pasado 20 años, en

ese tiempo, cometimos muchos errores, tuvimos que parar y corregir la ruta muchas veces.
Aprender de los errores de uno es bueno, pero aprender de los errores de los demás es un
testimonio de la sabiduría, y la Palabra de Dios nos anima a hacerlo.

Pablo dice a los hebreos que vino para servir de ejemplo y la historia fue escrita para nuestra
advertencia (1Cor. 10:11).
Entonces, a continuación presentaré algunos de estos errores que hemos cometido en
estos años. ¡Aprende de ellos, ten cuidado de no repetirlos!

1. Siempre deje en claro quién es el líder de célula


Proverbios 29:18 es un versículo bien conocido en la iglesia: "Donde no hay visión, la
gente perece". Otra traducción dice: "Donde no hay visión, la gente vive descuidadamente";
es decir, desenfrenada, en un estilo de vida sin propósito. Esto es lo que sucede donde faltan
visión y liderazgo.
En nuestro contexto, la visión es la imagen clara de un futuro que deseamos,
proporcionado por Dios y sus siervos, basado en una comprensión clara de la voluntad de
Dios y de las circunstancias. La función principal del liderazgo es dar una visión para que las
personas entiendan hacia dónde se dirigen.
Al final del libro de Jueces, leemos que “en aquellos días no había rey en Israel; y cada
uno hizo lo que creía correcto” (Jue 21:25). Cuando el liderazgo no está claro o no es fuerte,
las personas comienzan a hacer lo que creen que es mejor. El resultado es el caos y la muerte
espiritual. Nunca permita que las personas caminen sin una visión clara, sin un propósito

367
Curso de Entrenamiento de Líderes

definido. Nunca deje que los líderes de células actúen como si no hubiera liderazgo en Israel,
cada uno haciendo lo que mejor le parezca.
Los pastores de red y discipuladores que no toman la iniciativa con convicción y
diligencia deben ser removidos rápidamente. Uno de los peores venenos para la visión celular
es la falta de un liderazgo claro y fuerte.

2. Todo instrumento necesita ser constantemente afinado


Lo que hemos aprendido es que, incluso con un buen discipulado, es absolutamente
importante que el pastor y su equipo se reúnan con todos los líderes de célula al menos una
vez al mes. El hecho es que el liderazgo de la célula comienza a disminuir cuando no hay tales
reuniones regulares.
Es sabio que después de un tiempo de uso, cada cuchillo debe afilarse; después de tocar
varias veces, cada guitarra necesita ser afinada. Esto no significa que el cuchillo no sea bueno
o que la guitarra tenga un problema, es solo la realidad de las limitaciones físicas de todo el
material.
Según este mismo principio, la estructura debe renovarse periódicamente. Con el
tiempo, las células deben ajustarse y renovarse en nuestro encargo. Cada líder de célula
también debe recibir regularmente la ministración para que su corazón vuelva a arder. Es
como una guitarra siendo afinada nuevamente. Necesitamos reuniones mensuales para
reciclar nuestra visión y la práctica, porque con el tiempo deben afilarse nuevamente.
Después de un tiempo, una célula puede relajarse y descuidar las prácticas espirituales.
Esto no significa que esté mal, simplemente que necesita ser ajustada. Al ignorar este
principio, muchos líderes suponen que solo vivir en la misma rutina es suficiente. Sin
embargo, el desgaste ocurre debido a la rutina y la repetición. El tiempo es la gran prueba en
la vida de la iglesia y la rutina puede ser destructiva. Para superarlo, necesitamos renovar los
objetivos y la visión de nuestros líderes. La gran ilusión es asumir que una vez que las células
estén bien, lo harán bien para siempre, no tenemos que hacer nada y todo fluirá
espontáneamente.
Todo lo que está en movimiento tiende a detenerse. Esta es una realidad del mundo
natural. Si no damos nuevos impulsos para mantener el ritmo y la velocidad, la célula
inevitablemente se detendrá. Sabemos que los objetos se detienen debido a la fuerza de
fricción y otras fuerzas contrarias. En el reino de Dios sabemos que estamos remando contra
la corriente y navegando contra los vientos espirituales.
El diablo y sus ángeles se levantarán para resistirnos, así que nunca ignores la realidad
de las resistencias espirituales, porque si no son vencidos, nos harán parar. Hay resistencias
de todo tipo que actúan en todos los niveles. Por lo tanto, no pase por alto la importancia de
las reuniones mensuales con todos los líderes para fortalecerlos y ganar un nuevo impulso.

3. No negocie la visión dada por Dios


En Gálatas 1:10, Pablo dice que si todavía buscara agradar a los hombres, no sería un
siervo de Cristo. Necesitamos tener mucho cuidado con nuestros hermanos y hermanas que
constantemente nos están presionando para salir de la visión que recibimos de Dios y seguir
otras instrucciones. Es común que las personas migren de otras iglesias y eventualmente
vengan a la nuestra. Por lo general, son estas personas las que impulsan el liderazgo para
volver a una forma tradicional de hacer las cosas.
Negociamos la visión cuando queremos complacer a las personas más que a Dios.
Entonces renunciamos a la visión de tener personas con nosotros. También negociamos la
visión cuando queremos hacerla más fácil y más divertida. En algunos lugares, la visión celular

368
Curso de Entrenamiento de Líderes
está tan diluida que ya no se reconoce. Negociamos la visión cuando permitimos que las
personas dentro de la iglesia sigan diferentes visiones y aún permanezcan con nosotros.
Finalmente, negociamos la visión cuando renunciamos a los valores centrales que la sustentan
debido a la presión de los hombres.
La visión que hemos recibido no es el resultado de la moda o el capricho personal de
un pastor. Alabo a Dios porque, mucho antes de este movimiento de células, ya éramos una
iglesia en células. No estamos en esto por entusiasmo juvenil, sino porque recibimos una
visión de Dios.
Cierta vez un amigo, el pastor Larry Creider, que ha estado trabajando con células
durante más de treinta años, una vez me dijo que si queremos mantener una visión
saludable en la iglesia, debemos hablar de ello al menos 20 veces al año. Habacuc nos guía
para escribir una visión, porque lo que no está escrito se olvida fácilmente o se distorsiona.
No negocies la visión. Usted es un supervisor y discipulador levantado para proteger
y mantener esta visión.
4. Nunca olvides el propósito de la célula
La célula tiene varios propósitos: comunión, oración, edificación, servicio y
multiplicación. Pero de todos estos objetivos, es la multiplicación lo que define nuestra visión.
Sin multiplicación, la célula pierde por completo su identidad

Muchos hermanos valoran mucho la comunión y eso es algo bueno, pero como todo
lo demás, puede producir enfermedades en la iglesia. A menudo escucho a la gente decir que
es terrible cuando muchas personas extrañas se presentan en las reuniones de la iglesia. Estas
personas son víctimas de este mal. Escucho a otros quejarse de que la iglesia ha crecido
demasiado. ¡Eso es un absurdo! ¿Cómo podemos decir que hay demasiadas personas siendo
salvas?
El compañerismo saludable es un factor importante para el crecimiento de la célula y
de la iglesia, pero cuando se degenera, tiene el efecto contrario: las personas comienzan a vivir
en un grupo pequeño y cerca de los nuevos. De hecho, las personas nuevas no son
bienvenidas en estos grupos, ya que interrumpen el nivel de intimidad ya alcanzado.
No podemos tolerar este tipo de grupo. Debe corregirse y si no hay una respuesta
positiva, es mejor cerrarla. Tal grupo se convierte en una levadura que contaminará a toda la
iglesia.

5. Jamás coloque la visión de células por encima de Cristo


Hace años en el apogeo del movimiento de las células, las personas comenzaron a
hablar entre sí siempre refiriéndose a "la visión". Preguntaron en un tono oscuro: "¿Estás en
la visión?" Otros orgullosamente proclamaron: "¡Estoy en la visión!" Se convirtió en una
contraseña mística de una sociedad secreta.
Muchas iglesias comenzaron a predicar casi exclusivamente sobre las células y la
"visión", que se convirtió en una especie de idolatría (1 Juan 5:21). El Señor no comparte su
gloria con nada, ni siquiera con la visión celular. Ese fue el error más grande que vi en una
iglesia en células. Muchas iglesias aún necesitan arrepentirse de haber exaltado la visión celular
sobre el Señor. Muchos no admiten que cometieron este error, pero tengo una prueba muy
simple: ¿qué ocupa tu pensamiento, la célula o Jesús? Lo que vives es lo que amas.

6. Sea flexible
El Señor nos ha dado una visión y tratamos de ser lo suficientemente celosos como
para no negociarla en absoluto. Lo que no significa, sin embargo, que no podemos ser
flexibles. En el pasado, nos equivocamos por falta de flexibilidad. No admitimos ningún

369
Curso de Entrenamiento de Líderes

cambio y controlamos cada detalle de las células. Sin embargo, hay muchos detalles menores
que pueden y deben modificarse.
Un líder de célula y un discipulador deben tener mucha flexibilidad y apertura para
cambiar. Una casa llena de niños finalmente parece desorganizada, pero está llena de vida.
Cuando todo está perfectamente en orden, probablemente esté muerto o a punto de morir.
Dar a luz es doloroso y tumultuoso, pero está lleno de vida. Yo voto por la vida. Alguien ha
dicho que bienaventurados son los flexibles, porque se inclinarán pero no se romperán.

7. Cuidado con los controles exagerados


Junto con la falta de flexibilidad, aparecen controles enfermizos. Reconozco que
tuvimos algunas actitudes que demostraron estar equivocadas con el tiempo. Requerir a los
miembros que siempre compartan sus necesidades con el líder antes de buscar un pastor fue
uno de esos controles poco saludables. Esto produjo una brecha entre las ovejas y los pastores
y aún trajo una gran carga para algunos líderes. El resultado es que nuestras células
comenzaron a crecer más lentamente porque pocos estaban dispuestos a cargar tanto peso.
Era una carga que los pastores debían llevar, no los líderes de células. Peor aún, la mayoría de
los miembros simplemente no compartían sus problemas con nadie, esa fue una gran pérdida.
Otro control exagerado fue tratar de determinar la célula en la que debería participar
un nuevo convertido. Todavía creo y el sentido común dice que es más productivo que una
persona frecuente una célula cerca de su casa, pero si quiere ir a otra donde ya tiene amigos,
no deberíamos interferir. La geografía pesa mucho, pero reconozco que el reino de Dios se
basa en las relaciones, no en la geografía.
Otro control poco saludable que hemos hecho en el pasado ha sido prohibir que las
personas se cambien de células. Queríamos evitar la migración constante, pero hoy me doy
cuenta de que esto es más saludable que obligar a las personas a ir a una célula cuando están
molestas. Es mejor dejar que los demás se queden donde se sientan cómodas. Las personas
son como piezas de un rompecabezas, debemos dejar que se queden donde encajan mejor.

8. Enseñe la Palabra de Dios y no métodos humanos


Si enseñamos solo métodos, los creyentes dependerán más de la sabiduría humana
que de la Palabra de Dios. Cuando enseñamos, por ejemplo cómo multiplicar una célula de
un método y no de la Palabra de Dios, el resultado es un programa lógico pero
completamente muerto.
Cuando se trata de la vida espiritual, las fórmulas son peligrosas. Son un intento
humano de hacer algo sin tener que depender del Espíritu de Dios. Esto es peligroso porque
la forma en que el Señor hizo algo ayer y hoy, puede no repetirse mañana.
Cuando elegimos sacralizar los métodos que Dios ha usado en el pasado, corremos el
riesgo de caer en el error de los hijos de Israel. En Números 21 leemos que en una ocasión
Dios envió una plaga de serpientes terriblemente venenosas. Moisés oró al Señor, quien le
ordenó que hiciera una serpiente de bronce y la pusiera en el extremo de un asta. Cualquiera
que hubiera sido mordido y mirara a esa serpiente de bronce sería curado del veneno. Fue de
hecho una obra sobrenatural. La sorpresa es que, más de cuatrocientos años después,
encontramos al pueblo de Israel adorando a esa serpiente de bronce (2Re 18.4). Lo que había
sido una estrategia divina se había convertido en un instrumento de idolatría. Esto es lo que
sucede cuando intentamos transformar en fórmulas cómo actuó Dios en el pasado.

9. Mantenga todo líder bajo el cuidado pastoral


Ya he mencionado la importancia de las reuniones mensuales con todos los líderes,
pero hay otra necesidad que debe ser monitoreada constantemente: el pastoreo de cada líder
de célula. Desafortunadamente, tuvimos algunos pastores de red que no pastorearon a sus

370
Curso de Entrenamiento de Líderes
líderes, sino que solo observaron los resultados. Teníamos la impresión de que eran buenos
pastores, ya que siempre tenían informes de sus células, pero lo que no sabíamos era que no
pastorearon efectivamente a sus líderes. Muchos pastores delegan este trabajo al discipulador,
pero aun así, el líder de célula todavía necesita tener contacto personal con el pastor.
Muchos líderes se perdieron debido a la falta de pastoreo. No pienses que tus líderes
no necesitan cuidado pastoral. Necesitan recibir estímulo y oración periódicamente para que
puedan realizar su función.

10. Enfatice la reunión de la célula y también del discipulado


Durante muchos años, enfatizamos exclusivamente la reunión de la célula e ignoramos
la reunión de discipulado. Teníamos informes para monitorear las reuniones de células, pero
simplemente no sabíamos qué estaba pasando en las reuniones de discipulado. Eso fue un
error.
Hoy nos damos cuenta de que nuestra visión no puede limitarse a la reunión de
celebración y a las reuniones de las células. Nuestra edificación también incluye reuniones de
discipulado que deben tener lugar en todos los niveles: el nuevo convertido con su ángel
guardián, el líder en entrenamiento con su líder de célula, el líder de célula con su discipulador
y los pastores con sus discipuladores. Es en estas reuniones que estamos formando vidas y
edificando una iglesia de vencedores.

11. Cuidado con tener una meta poco realista o estar sin meta
Recuerdo en una ocasión en que teníamos alrededor de 400 células y establecí una meta
para ganar mil personas y alcanzar mil células. Todo se veía hermoso porque me impresionó
el número mil. Pero caí en la realidad y me di cuenta de que ganar solo 1,000 personas no
podría abrir otras 600 células. Era un objetivo poco realista. Discretamente, dejé de hablar
sobre el objetivo de las células y me concentré solo en ganar las mil vidas. ¡Fue tremendo!
Bautizamos a más de mil personas en una plaza pública.
Necesitamos tener mucho cuidado con las mestas. A veces establecemos metas de
multiplicación basados más en matemáticas y estadísticas que en la dirección del Espíritu
Santo. Los objetivos colocados de esta manera pueden ser solo proyecciones carnales. Pero
cuando se entiende adecuadamente y se realiza bajo la dirección del Espíritu, una meta puede
ser una proyección de fe.

La fe tiene muchos aspectos en la Biblia, pero la principal es la definición que


encontramos en Hebreos 11: 1: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción
de lo que no se ve". Por supuesto, no puedo esperar nada del pasado o del presente, solo
podemos esperar lo que hay en el futuro. Entonces, una forma práctica de ejercer la fe es
establecer metas; es decir, simplemente hacer proyecciones de fe. El pastor que no ejerce fe
desagrada a Dios, porque sin fe es imposible agradar a Dios. Establecer metas es un desafío
espiritual y agrada a Dios.
Una de las principales causas de quedarse quieto es no saber a dónde ir. Las metas nos
dan dirección, por lo que si queremos crecer, necesitamos establecer metas. Sin embargo,
muchos evitan las metas porque temen el fracaso. No hacemos nada que no implique ningún
riesgo. Tener fe es arriesgarse con Dios.
Cuando establecemos una meta, algunos principios deben tenerse en cuenta para no
arriesgarnos a establecer una meta que, en lugar de bendecir, sea una carga para nosotros y
para la iglesia.
En primer lugar, una buena meta debe ser relevante; es decir siempre debe inspirar.
Debe llevarnos a lograr más de lo que hemos logrado en el pasado; por ejemplo, si bautizamos
a diez personas el año pasado, un objetivo relevante debe ser mayor que diez.

371
Curso de Entrenamiento de Líderes

En segundo lugar, una meta debe ser alcanzable. Necesitamos asegurarnos de que las
metas que establecemos puedan medirse y cuantificarse. Además, las metas también deben
tener una fecha límite para alcanzarse. Y recuerde: nunca deje de ser responsable de los
resultados obtenidos en la fecha programada.
Tercero, un objetivo debe ser significativo, desafiante. Debe ser lo suficientemente
significativo como para engendrar una crisis de oración y fe.
Y por último, una meta debe ser alcanzable, no un sueño alucinante inalcanzable.
Nunca establezca una meta inalcanzable. Aunque no debemos desanimarnos cuando no se
cumplen nuestras metas, siempre es aconsejable evitar el ridículo. Tener fe también es ser
realista.

12. No copiamos métodos, pero entendemos los valores


La gran pregunta que todo líder debe hacer es: "¿Estoy haciendo lo que fui llamado a
hacer, o estoy copiando una buena idea de los demás?"
Hace aproximadamente siete años, visité una iglesia que no solo multiplicó células, sino
que también abrió células evangelísticas con solo el líder y el anfitrión (a veces el líder mismo
también era anfitrión). Esa estrategia me emocionó, así que regresé y desafié a mi equipo a
hacer lo mismo. Rápidamente, abrimos más de cuatrocientas células de evangelismo, pero el
resultado fue que "quemamos" a muchos líderes. Muchos de ellos tardaron años en tener el
coraje de intentar liderar un grupo nuevamente.
¿Cuál fue nuestro error? Copiamos el método sin comprender los valores en los que se
basó la estrategia. Luego supimos que esos hermanos primero seleccionaron qué líderes
deberían participar en esta estrategia, ya que solo aquellos con un don comprobado de
evangelismo podrían hacerlo bien en esa célula.
No quiero pasar la idea de que no deberíamos aprender nada más de nadie. ¡No es eso!
Lo que digo es que necesitamos comprender los valores antes de aplicar una estrategia. Es
decir, necesitamos tener una revelación principal antes de usar el método.

13. La supervisión de la célula es un llave fundamental


El papel del discipulador o supervisor es muy importante dentro de la estructura celular.
El problema es que pocas iglesias tienen un entrenamiento único para ellas. Hay mucho
entrenamiento para el líder de célula, pero casi nada para el discipulador, lo que ha generado
muchos problemas. Uno es que el discipulador se ha convertido en alguien que escucha el
mensaje del pastor y lo transmite a los líderes de células. No sabe en qué punto puede
interferir en una situación particular o cuándo actuar para resolver problemas.
Todo esto se puede resolver si entendemos que su papel tiene dos aspectos
fundamentales: él es un discipulador del líder, responsable de edificar su vida personal y
también es un supervisor del líder, responsable de supervisar y monitorear su trabajo y todo
el desarrollo de la célula. Solo necesita equilibrar estas dos funciones. A veces el discipulado
personal necesita ser enfatizado más a menudo y tratado más firmemente como supervisor.
Si todos los discipuladores entienden esto, el trabajo fluirá con más resultados.

14. No enfatice exageradamente los informes


Hubo un momento en nuestro trabajo cuando enfatizamos demasiado los informes de
supervisión de la célula. Nuestros informes fueron largos y exhaustivos. En ellos, el líder tenía
que describir en detalle todo lo que había sucedido en la reunión de célula.
No es necesario decir del odio "genético" a los informes que posee todo ser humano,
por lo que obtener esos informes fue una verdadera hazaña. Y el problema era que los
pastores no siempre sabían qué hacer con toda esa información.

372
Curso de Entrenamiento de Líderes
No debemos abandonar los informes. Pueden ser realmente útiles, pero deben ser
breves y objetivos, y si es posible deben obtenerse de manera informal y personal. La relación
del líder de célula con su discipulador es mucho más importante que los informes detallados.

15. Nunca deje de esperar la multiplicación de cada célula


Hay una ley espiritual llamada "Ley de las Expectativas". Básicamente dice que tenemos
lo que esperamos recibir. Tendemos a ver lo que esperamos ver, sentir lo que esperamos
sentir, actuar de acuerdo con nuestras expectativas y finalmente, lograr lo que esperamos
lograr. Nuestras expectativas influyen en nuestro resultado ministerial.

De esta manera, cuando dejamos de esperar a que las células se multipliquen,


comienzan a estancarse. Necesitamos hablar constantemente sobre la multiplicación de las
células para que los líderes siempre estén llenos de fe para avanzar.

16. No multiplique células prematuramente


No hay nada más problemático que una célula que se ha multiplicado apresuradamente
y este es un error que hemos cometido innumerables veces. ¡Es sorprendente cuánto tiempo
lleva aprender ciertas lecciones! El afán de ver los frutos o la ambición de recibir
reconocimiento nos lleva a precipitar, pero la Palabra de Dios dice que peca quien es
precipitado (Pv.19:2).
Todo líder necesita aprender a ser paciente. Alcanzar la multiplicación de una célula no
es simple y no hay nada de valor en este mundo que no requiera paciencia. Los líderes son
padres espirituales y cada padre debe ser paciente para ver a sus hijos adultos.
Siempre debemos recordar que Dios es un Dios de procesos. Pudo haber creado todo
simplemente dando una orden, pero lo hizo en un proceso de varios días. Un buen niño que
podría gestarse en un día, pero tarda nueve meses en formarse. Del mismo modo, una célula
también necesita tiempo para edificar y multiplicarse. En Santiago 5.7 leemos: "Mirad cómo
el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la
lluvia temprana y la tardía.
La inmediatez es tonta. Podemos y debemos mantener un sentido de urgencia, pero no
caer en el pozo de la inmediatez. La obra de Dios lleva tiempo, pero si esperamos
pacientemente, veremos la multiplicación.
Todo lo que sucede fácilmente no tiene valor. Todas las cosas relevantes y preciosas
requieren paciencia y perseverancia. Así que no te rindas si tu célula parece tardar mucho en
multiplicarse o si no has alcanzado la multiplicación este año.

Hay un árbol de mango en el estacionamiento del edificio de nuestra iglesia y en él


podemos ver algunas dinámicas. En un año está cargado de mangos y parece que las ramas
se romperán; en el otro, da pocas frutas. Y hay años en que sorprendentemente, no hay
mangos. Por lo tanto, como buenos agricultores, necesitamos aprender la dinámica de la
agricultura.

17. Nunca obligue a las personas a unirse a una célula en específica


Eventualmente, por varias razones que escapan de nuestro control, sucede que una
célula se cierra o se disuelve. En tales situaciones, siempre tendíamos a obligar a las personas
a integrarse en una célula particular que elegimos para ellas. Pero casi siempre esto fue un
desastre.
El problema es que inconscientemente estamos más preocupados por tener una
estructura celular organizada que por hacer lo mejor para los hermanos. Hoy alentamos a los

373
Curso de Entrenamiento de Líderes

pastores a seguir todo este proceso con cuidado, teniendo paciencia de que ninguna de las
ovejas se pierda.
18. La célula es importante, pero no ignore las reuniones de
celebración.
Al comienzo de nuestro trabajo, tuvimos que convencer a las personas para que
participaran en las células. Hoy nuestro problema es al revés, necesitamos convencer y atraer
a las personas a las reuniones de celebración. Tenemos mucha más gente asistiendo a las
células que a las reuniones de celebración y este es un desequilibrio que debe evitarse.
En una iglesia en células como la nuestra, hay dos reuniones semanales: la reunión de
las células más pequeña y la reunión de celebración más grande con toda la iglesia que es el
culto. En ambos, el objetivo es la edificación, pero de diferentes maneras. Las reuniones de
celebración son reuniones semanales en las que todas las células se reúnen para adorar y
edificar. Se llevan a cabo todos los domingos en el local de la iglesia y son muy importantes.
Ningún miembro puede perderse estas reuniones porque equilibran su dieta espiritual.

En la reunión de celebración: (Culto) En la reunión de la célula:

- Oímos para engendrar fe; - Hablamos para crecer en fe;


- Hacemos oraciones de guerra en niveles -Hacemos oraciones de guerra a nivel personal;
estratégicos;
- Buscamos liberaciones; - Mantenemos la liberación;
- La meta es la enseñanza; - La meta es el discipulado;

- La meta es ministrar la Palabra; - La meta es practicar y compartir la Palabra;

- Aprendemos con el predicador; - Aprendemos unos con otros;


- Tenemos testimonio y evangelismo en masa; - Tenemos testimonio y evangelio personal;

- Tenemos doctrina. - Tenemos revelación, lenguas e interpretación.

19. La falta de oración es un problema


Todos sabemos que una iglesia que no practica la oración, que vive la enseñanza con
la revelación de la Palabra de Dios, ni tiene el poder del Espíritu Santo está en declive; es
decir está muriendo. También sabemos la importancia de tener vida y de que cada iglesia sea
un organismo. Pero es bueno enfatizar que sin la oración no habrá expansión y crecimiento
en la iglesia.
Uno de los factores relacionados con este estancamiento es la tradición religiosa. Somos
tradicionales cuando hacemos todo mecánicamente, apenas afuera sin realidad interior. Por
lo tanto, si deseamos crecer en cantidad y calidad, debemos ser firmes contra todo espíritu de
tradición.

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Curso de Entrenamiento de Líderes

20. La falta de comunicación engendra problemas


Cuando la comunicación no es clara, las personas comienzan a especular y sacar sus
propias conclusiones.
Las personas pueden recibir información de diferentes maneras: algunos leen el boletín
de la iglesia, pero otros necesitan escuchar cada advertencia en el púlpito. Por lo tanto,
debemos utilizar todos los métodos que tenemos disponibles. En nuestra iglesia, hemos
aprendido a usar una variedad de medios: correos electrónicos, cartas, boletines, noticias en
video, avisos en el púlpito, avisos en la pared, mensajes en teléfonos celulares, chats en
Internet y redes sociales. Cuanto más informados estén los hermanos, mejor avanzará la
iglesia. También aprendimos que los líderes de células siempre deben ser honrados al recibir
primero información sobre los eventos y desafíos más importantes de la iglesia.

21. No se olvide que los odres deben renovarse periódicamente


Jesús dijo que “Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal
remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura. Ni echan vino nuevo en odres viejos; de
otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el
vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente” (Mt 9: 16-17).
El vino nuevo señala el movimiento del Espíritu Santo de Dios y el odre nos habla de
las estructuras de la iglesia. Cada vez que el Señor trae un vino nuevo, debe colocarse dentro
de las estructuras adecuadas. Muchas personas han tratado de poner las prácticas profundas
de la vida de célula, la vida comunitaria, en las estructuras de la iglesia del programa y el
resultado es que el odre se rompe y el mover desaparece.
Dios siempre ha traído un vino nuevo, el problema es que los odres envejecen con los
años. Incluso la estructura de una iglesia en células puede convertirse en un odre viejo. Pero
hay una manera de renovarlo.
El odre estaba hecha de cuero y a medida que envejecía se volvió rígida. Pero el vino
nuevo, aun fermentando, aumentaba el volumen dentro del odre, rompiéndolo. Para
permanecer siempre nueva y flexible, el odre necesitaba ser ungido con aceite.

De la misma manera, solo la unción del Espíritu puede mantenernos siempre frescos y
flexibles, capaces de contener el mover de Dios, reteniendo su vino nuevo. Necesitamos estar
continuamente conscientes de esto. Cada vez que nuestra estructura comienza a volverse
rígida e inflexible, es hora de que una nueva medida de aceite fresco traiga renovación.

22. No piense que un buen líder necesita ser bueno en todo


Los buenos líderes encuentran a otros que los ayudan en áreas donde son débiles. Hace
algún tiempo leí que el famoso jugador de baloncesto Michael Jordan, trató de jugar béisbol
profesionalmente y fue un fracaso tener que abandonar el equipo. ¿No es interesante que
incluso un atleta que fue considerado uno de los mejores del siglo no pueda ser bueno en
todo?

23. Nunca olvides el mandamiento de abrir nuevas iglesias


Ciertamente, este fue un error cometido por muchas iglesias en células. Estábamos tan
entusiasmados con el crecimiento local que olvidamos que fuimos llamados a abrir iglesias.
Muchos imaginan que lograr que la iglesia local crezca debería ser su única responsabilidad.
Pero el crecimiento numérico ilimitado es contrario a la naturaleza; por ejemplo un árbol no
crece indefinidamente, sino que produce árboles nuevos. Este es el principio natural de la
multiplicación que impregna toda la creación de Dios.
El principio de la multiplicación debe influir en todas las áreas de la vida de la iglesia.
Así como el verdadero fruto del manzano no es la manzana, sino una manzana nueva, el

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verdadero fruto de una célula no es más un cristiano, sino una célula; el verdadero fruto de
un pastor no son las ovejas, sino los nuevos pastores; El verdadero fruto de un evangelista
no son los nuevos convertidos, sino más evangelistas. De manera similar, el verdadero fruto
de un líder de célula es que otros líderes de célula lo discipulen; y el verdadero fruto de una
iglesia local no son los nuevos creyentes, sino las nuevas iglesias locales. Por lo tanto, una
iglesia local que no planta nuevas iglesias está fuera del mover de Dios.
24. Nunca ignore la importancia del área geográfica
Las personas siempre dicen que no les importa la distancia y prefieren estar en una
célula donde ya tienen una relación. Lo que hemos visto, sin embargo, es que la geografía
invariablemente vence a las relaciones, especialmente entre los hermanos menores. Ignorar la
geografía no es sabio; por lo tanto definimos que los grupos de células de un discipulador
deberían estar en la misma región de la ciudad. Sin embargo, no hacemos de esto una regla
de "medos y persas", que no se puede cambiar. Si el discipulador tiene capacidad financiera,
puede acompañar las células donde lo desee, pero haremos todo lo posible para respetar la
geografía.

Existen ventajas y desventajas en la regionalización de los grupos de discipulado y


supervisión. Aquí hay algunos de ellos.

Ventajas de la regionalización:
❹ Los discipuladores pueden supervisar mejor las células que están una al lado de la otra.

❹ Las células más cercanas resultan en menos gastos de transporte.

❹ Las células cercanas resultan en menos tiempo perdido.

❹ Si necesita tomar buses, la proximidad también facilita el trabajo.

❹ La frecuencia en la célula suele ser mayor porque las personas viven juntas.

❹ Cuando las células están en la misma región, podemos trabajar con personas más similares
social y culturalmente.

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❹ Las células pueden desarrollar estrategias de conquista específicas para un sector o barrio.

❹ Es más fácil para el discipulador trabajar en un sector o barrio conocido y familiar para él.

❹ La comunión y el vínculo de la red serán mucho mayores por proximidad y afinidades.

❹ El discipulador puede convertirse en un líder reconocido en la comunidad.

❹ Se hace más fácil organizar líneas de autobús para el servicio de celebración o culto.

❹ La regionalización facilita la movilización de la red para eventos de cosecha.

❹ La consolidación y la edificación se vuelven más efectivas cuando las personas viven cerca de
la célula.

❹ Se hace más fácil indicar una célula para el visitante en el servicio de celebración o cultos.

❹ Las células cercanas pueden ayudarse mutuamente mejor en dificultades e imprevistos.

❹ La proximidad facilita la práctica de ver a la iglesia como una familia, ya que los hermanos
pueden pueden reunirse en días distintos a la reunión de célula.

❹ El líder puede dirigir más de una célula si lo desea o si es necesario.

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❹ Los eventos de comunión se vuelven mucho más frecuentes.

❹ Puede fortalecer una célula reubicando miembros de la célula cercanos más fuertes.

❹ Favorece la multiplicación de la Iglesia para el barrio o sector.

Desventajas de la regionalización:
❹ Dificultad para conseguir casas para la multiplicación en el barrio o sector.

❹ Dificultad para llenar el encuentro solo con personas del barrio.

❹ El visitante de la célula no siempre será el vecino del anfitrión o los miembros.

❹ Es más fácil traer a un amigo o compañero que a un vecino a la célula.

❹ Restringir el evangelismo de la célula a los vecinos disminuye el crecimiento de la célula.

❹ La gente no siempre vive en el vecindario de su clase social.

❹ Las personas de clase media están dispuestas a ir a células más distantes.

A pesar de muchos puntos favorables para la regionalización del discipulado, también hay
algunas desventajas. Y pesando en todas estas situaciones, concluimos que es mejor que el grupo
de células de un discipulado provenga de la misma región de la ciudad, aunque no hacemos de
esto una regla, como hemos dicho.

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