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EXPANDE TU VISIÓN

Quisiera hablarles acerca de ampliar, extender, ensanchar, agrandar su visión. Para esto
vamos a recurrir a un versículo bíblico el cual interpretaré más adelante. El pasaje en
cuestión se encuentra en Isaías 54:2
Reina Valera 1960: “Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones
sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas”.
Nueva Versión Internacional: “Amplía el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas
de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas”.
Dios Habla Hoy: “Agranda tu tienda de campaña, extiende sin miedo el toldo bajo el
cual vives; alarga las cuerdas, clava bien las estacas”.
Nueva Traducción Viviente: “Agranda tu casa; construye una ampliación. Extiende tu
hogar y no repares en gastos”.
CONTEXTO HISTÓRICO
El versículo que acabamos de leer se debe entender dentro del contexto de Isaías 54
versos 1 al 10. Estos 10 versículos profetizan la restauración futura de la nación de Israel
que se cumplió en el reinado de Dario el Persa, un emperador benevolente que
procuró el bien de la nación Judía (reinó desde el 521 hasta el 486 a.C.). En estos 10
versos se promete prosperidad a Israel como una respuesta a su queja de que habían
sido abandonados por Dios (Isaías 49).
APLICACIÓN PARA EL PRESENTE
Isaías 54:2 nos habla de…
 Ensanchar
 Extender
 Ampliar
 Agrandar
¿Qué cosa?
 Tu tienda
 Tu carpa
 Tu hogar
 Tu casa
¿Cómo hacerlo?
 Sin límites
 Sin temor
 Sin escasez
 Sin reparar en gastos
He aquí mi interpretación: AMPLIA TU VISIÓN, NO TE LIMITES AL SOÑAR,
ENSANCHA TUS PENSAMIENTOS, DEJA DE MIRAR AL SUELO Y LEVANTA TU CABEZA;
EL DIOS AL QUE SERVIMOS QUIERE VERTE SANO, FELIZ, PRÓSPERO, ABUNDANTE Y
BENDECIDO; PERO ESO JAMÁS PASARÁ HASTA QUE AMPLÍES TU VISIÓN.
Déjame darte algunas verdades respecto a “expandir tu visión”, aférrate a ellas como lo
haría un náufrago a un salvavidas.
1ª VERDAD: “Visualiza tu futuro”. Para expandir tu visión necesitas verte en la meta
antes de llegar a ella. Necesitas verte sano antes de recibir sanidad; necesitas verte libre
de deudas antes de cancelar todo lo que debes; necesitas verte graduado antes de
terminar tus estudios. Visualízate como un campeón no como un perdedor.
2ª VERDAD: “Desarrolla una mentalidad de Triunfador”. Expande tu mente, “no eches
vino nuevo en odres viejos”. Cambia tus viejos y malos hábitos por nuevos y mejores
hábitos. Desecha esos pensamientos rancios que no te llevan a ninguna parte,
reemplaza esas estructuras mentales cuadradas que no te han permitido mirar más allá
de tus narices, simplemente desarrolla una nueva forma de pensar.
3ª VERDAD: “Eleva tus Expectativas”. Muchas veces recibimos poco porque esperamos
poco. Sin embargo el Maestro dijo “al que cree todo le es posible”. Tienes que
convencerte que a Dios no le escasean los recursos, el problema es nuestra raquítica fe.
Por eso, pide más y pide con fe, con expectativas altas. Sirves al Dios que creó el
Universo entero, atrévete a hacer oraciones osadas y esperar lo mejor.
4ª VERDAD: “Cree que Dios quiere Bendecirte”. Debes entender que “Dios no te tiene
mala”, no te persigue para matarte. Él procura tu bien, Él quiere que te vaya bien…,
“Dios conspira a tu favor”; al pensar así atraemos hacia nosotros el favor de Dios. Por el
contrario, cuando pensamos que estamos solos y que no le importamos a Él creamos
en nosotros una sensación de orfandad…, ¡Y no somos huérfanos!
5ª VERDAD: “No Limites a Dios”. Si quieres ampliar tu visión debes dejar de limitar a
Dios, ¿y cómo lo limitamos? Con nuestras palabras de escasez: No tengo, no puedo,
nunca lo lograré, jamás saldré adelante, siempre seré el mismo, es lo que hay, etc. ¡NO!
En vez hablar escasez habla abundancia. ¿Cómo logramos esto? Muy fácil, júntate con
águilas, así elevarás el suelo; pero si sigues juntándote con gallinas jamás despegarás
del suelo.
CONCLUSIÓN.
Quiero terminar con un episodio en la vida de Jesús, lo encontramos en Marcos 8:22-
25. En este relato encontramos al Maestro devolviéndole la vista a un ciego “dos
veces”; lo interesante es que la primera vez lo sanó a medias, pero a Él no le gusta las
cosas a medias así que lo tocó por segunda vez, ¡y ahora sí podía ver! Que interesante,
la primera vez el ciego le respondió: “Yo veo a los hombres como si fueran árboles”; o
sea su visión era borrosa y necesitaba ser ajustada, por eso Jesús lo tocó por segunda
vez.
Yo creo que los que estamos aquí hoy necesitamos que Dios ajuste nuestra visión
porque andamos viendo borrosamente, pero el Señor quiere que veamos su poder
claramente.
En la Biblia encontramos a Dios haciendo la misma pregunta siete veces: “¿QUÉ VES?”.
Eso nos demuestra que Dios está interesado en que ampliemos nuestra visión, sólo así
accederemos a la vida que Él tiene para nosotros.

Renovación de la mente
6 agosto, 2019 by Aguas Vivas
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta … En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está
viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente».

– Rom. 12:2; Ef. 4:22-23.

La mente es la parte principal del alma, y de ella dependen muchas cosas en la vida espiritual del creyente.
Una mente conformada al mundo traerá consigo muchos problemas; en cambio, una mente renovada
permitirá la necesaria transformación del alma, hasta llegar a ser un vehículo eficaz para la obra de Dios.

La mente tiene la delantera en todas las cosas que conciernen a nuestro caminar cristiano. Y debido a que la
mente tiene sus viejos caminos tantas veces transitados cuando aún no conocíamos a Dios, en la vida nueva
es preciso que ellos sean cambiados, que la mente sea renovada. Podríamos tener una vida nueva en el
corazón y una mente vieja en nuestra alma. Tal cosa es perfectamente posible, y lamentable.

Los caminos de Dios son altos, y están fuera del alcance de nuestra mente terrena; es preciso ser renovados
en la mente para conocerlos. Los caminos de Dios son, también, espirituales, y no pueden ser conocidos por
mentes carnales.

La Biblia dice que Dios mostró a Israel sus obras, pero a Moisés sus caminos. Para ver las obras de Dios no
se requiere ninguna facultad especial, en cambio para conocer los caminos de Dios se requiere una mente
renovada, una intimidad con Dios.

Conocer y seguir la voluntad de Dios requiere una renovación constante de la mente, pues fácilmente nos
podemos quedar anclados en el pasado, dando vueltas en torno a experiencias anteriores. Por eso Pablo
dice: «Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
prosigo a la meta» (Fil. 3:13-14).

Hay la tendencia natural a fijar las ideas, los pensamientos, las respuestas para todo. Hay cristianos que dan
vueltas en círculos por más de cuarenta años, hasta caer extenuados en el desierto. Pero la perfecta voluntad
de Dios espera ser conocida por aquellos que han renovado su mente.

¿Cómo renovamos nuestra mente? Con la palabra de Dios. Ella abre cauces, por medio de las actuaciones de
Dios en el pasado, para las nuevas actuaciones de Dios. Dios opera en nosotros –y en el mundo visible– por
medio de su Palabra. Él creó todas las cosas por medio de la Palabra, y también las sustenta por medio de
ella.

La palabra de Dios es creativa, y renovadora. La palabra de Dios es viva, y ella nos comunica la vida de Dios,
los pensamientos actuales de Dios respecto de todas las cosas. La palabra de Dios rompe nuestras rutinas,
nuestros prejuicios, nuestra viejas maneras de pensar. La palabra de Dios sopla aires divinos a nuestra
mente.

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Renovación de la mente
6 agosto, 2019 by Aguas Vivas
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta … En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está
viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente».

– Rom. 12:2; Ef. 4:22-23.

La mente es la parte principal del alma, y de ella dependen muchas cosas en la vida espiritual del creyente.
Una mente conformada al mundo traerá consigo muchos problemas; en cambio, una mente renovada
permitirá la necesaria transformación del alma, hasta llegar a ser un vehículo eficaz para la obra de Dios.

La mente tiene la delantera en todas las cosas que conciernen a nuestro caminar cristiano. Y debido a que la
mente tiene sus viejos caminos tantas veces transitados cuando aún no conocíamos a Dios, en la vida nueva
es preciso que ellos sean cambiados, que la mente sea renovada. Podríamos tener una vida nueva en el
corazón y una mente vieja en nuestra alma. Tal cosa es perfectamente posible, y lamentable.

Los caminos de Dios son altos, y están fuera del alcance de nuestra mente terrena; es preciso ser renovados
en la mente para conocerlos. Los caminos de Dios son, también, espirituales, y no pueden ser conocidos por
mentes carnales.

La Biblia dice que Dios mostró a Israel sus obras, pero a Moisés sus caminos. Para ver las obras de Dios no
se requiere ninguna facultad especial, en cambio para conocer los caminos de Dios se requiere una mente
renovada, una intimidad con Dios.

Conocer y seguir la voluntad de Dios requiere una renovación constante de la mente, pues fácilmente nos
podemos quedar anclados en el pasado, dando vueltas en torno a experiencias anteriores. Por eso Pablo
dice: «Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
prosigo a la meta» (Fil. 3:13-14).

Hay la tendencia natural a fijar las ideas, los pensamientos, las respuestas para todo. Hay cristianos que dan
vueltas en círculos por más de cuarenta años, hasta caer extenuados en el desierto. Pero la perfecta voluntad
de Dios espera ser conocida por aquellos que han renovado su mente.

¿Cómo renovamos nuestra mente? Con la palabra de Dios. Ella abre cauces, por medio de las actuaciones de
Dios en el pasado, para las nuevas actuaciones de Dios. Dios opera en nosotros –y en el mundo visible– por
medio de su Palabra. Él creó todas las cosas por medio de la Palabra, y también las sustenta por medio de
ella.

La palabra de Dios es creativa, y renovadora. La palabra de Dios es viva, y ella nos comunica la vida de Dios,
los pensamientos actuales de Dios respecto de todas las cosas. La palabra de Dios rompe nuestras rutinas,
nuestros prejuicios, nuestra viejas maneras de pensar. La palabra de Dios sopla aires divinos a nuestra
mente.

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