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BASES TEÓRICAS (Kiomi Ramirez)

En un mundo lleno de múltiples opciones y una avalancha constante de información, el


branding se convierte en el faro que orienta a las empresas hacia el núcleo de sus
audiencias. Desde los logotipos emblemáticos que reconocemos al instante hasta los
mensajes que fomentan la conexión, el branding representa la herramienta estratégica
fundamental que crea vínculos sólidos entre las marcas y sus clientes. En este contexto, se
examinarán conceptos que han sido abordados por diversos autores quienes han compartido
similitudes en ciertos aspectos. En consiguiente, Hoyos (2016) tuvo como definición al
branding como un proceso que busca la creación de marcas que sean ampliamente
reconocidas, que se asocian con aspectos positivos y que sean deseables para un amplio
conjunto de consumidores. Esto implica definir la identidad o imagen que se pretende
proyectar en un mercado, diseñar su aspecto gráfico y presentar la marca de manera que
adquiera importancia y sea rentable a lo largo de todos los procesos de compra por parte de
los consumidores. Autores como Bonilla et al. (2020) mencionan que el branding es
principalmente un enfoque de trabajo y una filosofía que se inicia desde la esencia misma
de la marca, donde se busca definir de manera precisa la propuesta única de valor o ventaja
competitiva, lo que aclara lo que se pretende comercializar, como tambien la creación de
una plataforma de identidad de la marca, que funcionará como un respaldo estratégico que
guiará las acciones de la organización.

Referencias

 Bonilla et al. (2020). Branding, un elemento necesario del marketing estratégico en


la Cámara de Comercio de Ambato. https://doi.org/10.35290/re.v1n2.2020.278.
 Hoyos, R., B. (2016). Branding el arte de marcar corazones.
https://www.ecoeediciones.com/wp-content/uploads/2016/08/Branding.pdf.
CÓMO APLICARLO

Para llevar a cabo una exitosa aplicación del branding en nuestra empresa, es esencial
desarrollar una estrategia sólida que nos permita destacar en el mercado y conectar de
manera efectiva con nuestro público objetivo. Esta estrategia debe estar respaldada por un
profundo conocimiento de nuestra marca y una comprensión clara del entorno en el que
operamos.

Al definir nuestra marca, es crucial tener una comprensión profunda de lo que ésta
representa. Esto implica identificar los valores, la misión y la visión de la empresa. Realizar
preguntas como: ¿Qué es lo que nos hace únicos? ¿Cuál es nuestra promesa a los clientes?
Siendo respondidas de manera clara y concisa. De igual manera, debemos tener una
comprensión completa del mercado en el que operamos y analizar el entorno al que nos
dirigimos; una vez que comprendemos el entorno, debemos identificar los segmentos de
mercado que son más relevantes para nuestra marca. En base a la información recopilada,
se debe crear una propuesta de valor sólida y convincente que destaque elementos visuales,
tono de voz, valores compartidos y una experiencia consistente en todos los puntos de
contacto con el cliente. Una vez que tengamos nuestra estrategia en marcha, debemos
comunicarla de manera efectiva implicando canales adecuados para llegar a nuestro público
objetivo y transmitir de manera consistente el mensaje de nuestra marca.

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