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Lección 3
Lección 3
La vigente Ley reguladora del IRPF establece, entre otras, las siguientes medidas:
1o) Limita los gastos deducibles sobre los rendimientos del trabajo a supuestos tasados, en
concreto, cotizaciones a la Seguridad Social, cuotas satisfechas a sindicatos y colegios
profesionales y gastos de defensa jurídica con un límite de 300 euros anuales (artículo 19.2).
Además, se establece una deducción genérica, aplicable en todo caso, de 2.000 euros
anuales [art. 19.2.f) LIRPF].
De este modo, no será posible efectuar deducciones por conceptos distintos de los
mencionados, por más que entre la realización del gasto y la obtención del ingreso pueda
establecerse un nexo más o menos inmediato, como serán los gastos de desplazamiento
desde la vivienda del trabajador hasta su lugar de trabajo.
En contraste con esta situación, para el cálculo de los rendimientos obtenidos por un
profesional, calificados como de actividades económicas –piénsese, por ejemplo, en un
abogado que actúa de manera independiente-, la remisión que el artículo 28.1 de aquella
Ley realiza a la normativa del Impuesto sobre Sociedades permite la deducción de cualquier
gasto necesario para la obtención de los ingresos, entre los que se contarían, entre muchos
otros, los citados de desplazamiento.
2o) Además, la LIRPF establece un tipo de gravamen distinto en función de la clase de renta.
En particular, las denominadas rentas del ahorro (integradas por algunos rendimientos del
capital mobiliario y por las Las ganancias y pérdidas patrimoniales que se pongan de
manifiesto con ocasión de transmisiones de elementos patrimoniales, de acuerdo con el art.
46 LIRPF) se gravan (art. 66 LIRPF) a tipos de gravamen que oscilan entre el 19 y el 23 por
cien, en función de la cuantía de la base liquidable. Por el contrario, el resto de rentas se
sujeta a una escala progresiva que, en función de la Comunidad Autónoma, puede oscilar
entre el 21 y el 48 por cien. Esto significa que una renta del ahorro de 100.000€ soportaría un
gravamen del 23 por cien, mientras que la misma renta procedente del trabajo o de
actividades económicas, se sujetaría a un marginal máximo del 48 por cien.
3o) En el proyecto de reforma del impuesto para el año que viene, se modifica el mínimo por
descendientes, incrementando sus cuantías pero limitando su aplicación a los descendientes
menores de 25 años “siempre que convivan con el contribuyente”.
o Un grupo de senadores considera que las anteriores diferencias entre categorías de renta
son discriminatorias. Además, consideran que el nuevo mínimo por descendientes perjudica
a aquellas familias cuyos hijos, por razones diversas (como los estudios) no conviven con
ellos.
o Acuden a usted, como especialista en la materia, para que les redacte una nota preliminar
al respecto, al objeto de valorar posibles medidas legales.
Examine, como mínimo, las siguientes sentencias y FFJJ, así como, en su caso, otras
resoluciones allí citadas que considere oportunas:
Todas las decisiones que el legislador tome, en ningún momento podrá vulnerar los principios
del art. 31.1. La tasación de los gastos que son deducibles del apartado 1º) no es
inconstitucional siempre y cuando se justifique por razones de política económica y social. El
respeto a la capacidad económica no conlleva que el legislador tenga que, tener en
consideración, todos los elementos productores de renta que el sujeto pasivo libremente haya
adoptado.
La segunda medida no resulta inconstitucional, puesto que, aunque sea la misma cuantía, la
procedente del trabajo y la del ahorro, no representan idénticas manifestaciones de capacidad
económica que puedan ser comparables, de aquí la justificación de la distinción del tipo de
gravamen a aplicar en las dos circunstancias.
Esta medida supone un atentado al principio de igualdad del art. 31 CE, el cual no se basa en
que no puedan existir diferencias, sino que esas diferencias tienen que ser lógicas y
razonables, y adoptarse medidas de desigualdad proporcionales a la finalidad que se quiera
alcanzar.
Al igual que los padres se ven obligados por la Constitución (art. 39.3 CE) a prestar asistencia
de todo orden a sus hijos menores, los poderes públicos vienen obligados a asegurar la
protección económica de la familia (art. 39.1 CE). No tiene obligación el legislador de
establecer la medida de deducción del coste de mantenimiento de los hijos, pero una vez
establecida, hay que determinar que el criterio de convivencia resulta inconstitucional porque
existen un gran número de circunstancias en los que los progenitores sostienen a sus hijos,
pero estos estudian fuera y no viven con sus padres, o se han divorciado los progenitores y no
convive con uno de ellos, etc.
Para resolver en caso debemos tener en cuenta tanto el art.14 de la CE, que recoge el principio
de igualdad, como el art.31.1 de la CE que recoge el principio de igualdad ante la ley tributaria.
El TC señala que estos dos artículos nos llevan a la prohibición de concesión de privilegios
tributarios discriminatorios, que sean injustificados y que puedan llegar a mermar el
sostenimiento de los gastos del Estado. Es por ello, que siempre habrá una medida
constitucionalmente válida cuando “responda a fines de interés general que la justifiquen”
Para todo esto, el tribunal utiliza tres términos para determinar el respeto al principio de
igualdad ante la ley tributaria:
Es por ello que el Tribunal concluye con la inconstitucionalidad de la norma, por infringir los
art.14 y 31 de la CE
Las desigualdades de naturaleza tributaria producidas por la existencia de diferentes poderes
tributarios (estatal, autonómico y local) se justifican, en principio, no sólo de forma objetiva
sino también razonable, siempre que sus consecuencias sean proporcionales, en la propia
diversidad territorial, al convertirse el territorio en un elemento diferenciador de situaciones
idénticas (por ejemplo, SSTC 76/1983, de 5 de agosto, FJ 2; 150/1990, de 4 de octubre, FJ 7,
y 233/1999, de 16 de diciembre, FJ 26),
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CASO 5
− 173/1996, de 31 de octubre, FJ 3.
− 176/2011, de 8 de noviembre, FJ 5.
Nuestra Constitución establece en su artículo 9.3 que “la Constitución garantiza el principio de
legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las
disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad
jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos”.
En nuestro supuesto de hecho, se publica el Real Decreto-Ley, mediante el cual se lleva a cabo
la modificación, el 1 de diciembre de 2019 y se establece que dicha modificación tendrá
efectos desde el 1 de enero del mismo ejercicio.
Por lo tanto, como el devengo tendrá lugar el 31 de diciembre de 2019, la nueva norma se
aplicaría a una situación en curso de formación, es decir, se trataría de una retroactividad de
grado medio o impropia.
En este sentido, es necesario, como ya hemos señalado anteriormente, llevar a cabo una
ponderación de bienes, caso por caso, que tenga en cuenta, “de una parte, la seguridad
jurídica y, de otras, los diversos imperativos que pueden conducir a una modificación del
ordenamiento jurídico tributario, así como las circunstancias concretas que concurren en el
caso, es decir, la finalidad de la medida y las circunstancias relativas a su grado de
previsibilidad, su importancia cuantitativa, y otros factores similares” (Sentencias del Tribunal
Constitucional 182/1997).
A modo de conclusión, podemos indicar que nos encontramos ante una norma retroactiva de
grado medio y que puede considerarse que vulnera la seguridad jurídica de los ciudadanos en
la medida en que se trata de un cambio sorpresivo avanzado el periodo impositivo. No
obstante, se deberían analizar el resto de circunstancias expuestas con el objetivo de dilucidar
que efectivamente nos encontramos ante una norma contraria a la Constitución y, por
consiguiente, que la exención es aplicable.
Resumen Wooclap:
6. Caso 1. Examine las siguientes medidas desde la perspectiva del principio de capacidad
económica (art. 31 CE)
1) La Ley del impuesto sobre la renta de las personas físicas establece una imputación de
renta al titular de todo bien inmueble que no esté arrendado o subarrendado. Dicho
rendimiento se cuantifica, con carácter general, en el 2 por 100 del valor catastral del
inmueble. Así por ejemplo, un inmueble vacío cuyo valor catastral, no revisado, ascienda a
100.000€, generará una renta imputada de 2.000€ anuales. La misma no admite la deducción
de ningún gasto.
Esta medida es correcta en relación con el principio de capacidad económica (STC 295/2006),
ya que el TC ha declarado que constituye una renta potencial la gravada en el IRPF por un
inmueble urbano que no se habita, alquila o utiliza para una actividad económica.
2) El impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana, regulado
en los arts. 104 y siguientes de la LHL, pretende gravar el incremento de valor que
experimenten dichos terrenos y se ponga de manifiesto a consecuencia de la transmisión de
la propiedad de los terrenos por cualquier título. La cuantificación del gravamen parte del
valor catastral del inmueble, al que se aplica el porcentaje anual que determine cada
ayuntamiento, sin que aquél pueda exceder de los límites siguientes:
Inmueble con valor de 100.000€, de los cuales 75.000€ corresponde al suelo, y transmitido
20 años después, se aplica el 3% anual. 75000 x 3/100 = 2250€ x 20 años = 45.000 € (se
presume un 60% de incremento de valor).
Desde el punto de vista del principio de capacidad económica, esta medida puede no ser
adecuada ya que el Impuesto sobre el Incremento de Valor de Terrenos de Naturaleza Urbana
pretende calcular el incremento de valor multiplicando el valor catastral por un coeficiente que
depende del número de años en que se haya generado, lo que conlleva a que puedan gravarse
rentas ficticias o inexistentes porque, incluso habiéndose producido una pérdida de valor,
seguiría produciéndose un aumento del valor catastral. En nuestro caso, por cada año de los
20, se aumenta el valor en una tasa del 3% anual, independientemente de si el valor del
terreno ha aumentado o disminuido.
9. Caso 4
En esta línea, qué opinión le merece el artículo 10.3 de la Ley del Impuesto sobre
Sociedades?
El principio de legalidad tributaria implica que es necesaria una Ley formal para el
establecimiento de tributos (art.31.3 CE), lo que implica que el principio abarca la regulación
de los elementos esenciales del tributo, así lo ha señalado el TC en varias sentencias (STC
37/1981). Entendemos como elementos esenciales del tributo aquellos determinantes de su
identidad, es decir, los supuestos en los que se origina el deber de pagar un tributo (hecho
imponible), quien está obligado a pagarlo (sujetos pasivos) y la cuantía que debe pagarse
(base, tipo, cuota). Conociendo esto, no parece conforme a la Constitución la remisión a un
reglamento de la base imponle de un tributo debido a que es considerado como un elemento
esencial del mismo y debe estar regulado por Ley conforme al principio de legalidad.
El método de determinación del base imponible contenido en el artículo 10.3 de la Ley del
Impuesto sobre Sociedades parece adecuado ya que establece que la base imponible se
calculará conforme a los preceptos establecidos en distintas leyes, cumpliendo así con el
principio de legalidad.
1. La organización del estado español como estado complejo con diferentes niveles de
hacienda obliga a flexibilizar la reserva de ley para garantizar la autonomía.
2. El TC dice que hay tributos en los que la reserva de ley es más intensa que otros, la
reserva de ley se modula según el tipo de tributos, es especialmente más intensa en
tributos que en tasas y especiales. Esto se realizó de manera práctica porque había que
salvar la constitucionalidad de normas, hay otra justificación de que las tasas van
asociadas al uso del dominio público, de una actividad administrativa previa, la
preexistencia de le regulación administrativa permite rebajar la exigencia de ley.
3. La reserva de ley es más intensa dependiendo del elemento: sujetos pasivos y hecho
imponible es intenta, pero la cuantificación del impuesto es compleja y necesita el
soporte del reglamento.
El TC ha degradado la reserva de ley, rebajando a una reserva de ley relativa sin establecer
criterios. La respuesta es que no se sabe el alcance real de la reserva de ley. STC 233/1999
(rebaja la reserva de ley según el elemento del tributo). 63/2019 (clase de tributo o
prestación), 118/2016 (por que se rebaja la reserva según el principio de autonomía).
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