Está en la página 1de 4

Mini Review

El efecto que tiene el ejercicio en un trastorno depresivo


Por Guadalupe del Rocío Hernández Martínez
Facultad de Ciencias, UNAM

Resumen
La depresión es un trastorno mental que ha empezado a tomar importancia, dado que se considera
como una de las principales problemáticas en la salud mental. Por esta razón es que se buscó
investigar qué factores contribuyen al deterioro de esta patología, así como, implementar
tratamientos que puedan ser de ayuda para todas las personas, en particular, la relación que hay
entre el ejercicio físico y la mejora en el trastorno depresivo. Si bien se observó un progreso en
pacientes con depresión grave, no se puede afirmar que únicamente la realización del ejercicio
físico es suficiente para ser considerado como un tratamiento, no obstante, podría ser un
complemento a la ingesta de medicamentos antidepresivos.
Objetivos
• Comprender qué es la depresión y qué factores intervienen en esta patología.
• Conocer el cómo contribuye el ejercicio físico en la depresión.
Introducción
La depresión es un trastorno mental que afecta a un 3.8% de la población del mundo y de
acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se considera como una de las 10
primeras problemáticas de salud a nivel mundial, por lo que resulta importante realizar
investigaciones que comprendan las causas a nivel fisiológico y neurológico de la depresión
y qué medidas se pueden implementar para su tratamiento. (OMS, 2021).
El trastorno depresivo tiene diversos síntomas que inclusive podrían llegar a confundirse
con el sentimiento de tristeza, sin embargo, los más propios de esta enfermedad son:
• Pérdida de confianza.
• Ideas de muerte y suicidio.
• Trastorno del sueño y de la alimentación.
• Bajo ánimo (recurrentemente).
• Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba.
A lo largo de los años, se ha observado que la depresión puede estar ligado a distintos
factores, como: genéticos, químicos, psicológicos y sociales. Para este trabajo únicamente
se detallarán los factores genéticos y químicos, por ejemplo: los cambios que se han
observado en el transportador de la serotonina, así como, la alteración que presentan
algunos neurotransmisores.

1
Factores genéticos
Varias investigaciones afirman que los factores genéticos son más evidentes en pacientes
con depresión grave, dado que en algunos estudios se observó que después de poner a
varios individuos en situaciones estresantes, algunos de ellos fueron más propensos en caer
en depresión. Donde se encontró que estos individuos presentaban una o dos copias del
alelo corto de la región promotora del transportador de serotonina (5-HTT), encargada de
modular los acontecimientos estresantes en la depresión. (Guadarrama Leyla, 2006).
Factores químicos
• Alteración en los neurotransmisores
A lo largo de los años se han estudiado en especial tres neurotransmisores: la serotonina, la
noradrenalina y la dopamina, puesto que se tiene como hipótesis que la disminución de
estos neurotransmisores en algunas regiones del cerebro podría estar ligados a la
disminución del ánimo y, por ende, en la depresión, a esto se le conoce como la “hipótesis
de las monoaminas”.

Serotonina
Este neurotransmisor principalmente interviene en procesos de la conducta, el sueño-
vigilia, apreciación del dolor, entre otros. La insuficiencia de este neurotransmisor en el
cerebro podría deberse al transporte del triptófano (aminoácido que produce a la serotonina)
ya que necesita ser transportado por el gran transportador neutral de aminoácidos (LNAA),
sin embargo, no es el único aminoácido que se transporta a través del LNAA, así que debe
competir con los otros aminoácidos para ser transportado al cerebro (para posteriormente,
empezar la síntesis de serotonina) y esto depende de su concentración y de la concentración
de los otros aminoácidos. En síntesis, se puede decir que no se va a poder sintetizar
serotonina si el triptófano no logra ser transportado al cerebro. (Guadarrama Leyla, 2006).

Noradrenalina
La noradrenalina es producida en una región del cerebro conocido como Locus Coeruleus
que interviene en situaciones de estrés o cuando la persona se encuentra en pánico, de
hecho, las neuronas de esta región del cerebro son activadas en la vigilia o en momentos
estresantes, que es cuando va a haber una mayor actividad neuronal. Por lo que se ha
empezado a considerar que si una persona se enfrenta constantemente a situaciones
estresantes es muy probable que pueda presentar depresión, además, este estado va a seguir
manteniéndose cuando hay una disminución de noradrenalina en el Locus Coeruleus.
(Guadarrama Leyla, 2006)

Dopamina
Si bien la serotonina y la noradrenalina son reconocidas por intervenir en funciones
relacionadas con la conducta y emociones, la dopamina no se queda atrás dado que se
encarga de regular funciones motoras, cognitivas y emocionales De hecho, en algunos
estudios se utilizó el tejido cerebral postmortem de 7 sujetos con depresión mayor donde se
encontró que en la amígdala (región del cerebro donde hay una gran cantidad de dopamina)
2
hay receptores dopaminérgicos que se expresan en mayor medida que otros en un estado
depresivo, algunos de estos receptores fueron: D1, D2 y D4. (Gonzáles Gonzáles César,
2012)

Relación del ejercicio físico y la depresión

De acuerdo con lo que se mencionó anteriormente, la alteración de estos neurotransmisores


podría ser uno de los factores importantes en la depresión. De hecho, los medicamentos
antidepresivos que se utilizan para su tratamiento tienen como objeto aumentar la
concentración de los neurotransmisores que se ven afectados por la depresión. Pero no solo los
medicamentos pueden llegar a causar esto, también en algunos estudios se ha observado que el
ejercicio crónico agudo provoca un aumento de la serotonina y de la norepinefrina en algunas
regiones del cerebro. (Fominaya Gutiérrez J., 1988).
Por lo que se ha llegado a realizar varias investigaciones que confirman el hecho de que el
ejercicio físico si ayuda a pacientes que padecen de depresión. A continuación, se expondrá
uno de los estudios que se describió en la literatura revisada:

En el primer estudio, se utilizaron sujetos mayores de 16 años donde la única condición que
tenían que cumplir es tener depresión o ansiedad, el método que utilizaron consistió en hacer 3
grupos, el primer grupo, se encargó de realizar ejercicios aeróbicos durante 60 minutos una vez
a la semana; el segundo grupo, se encargó de realizar ejercicios de fuerza durante 60 minutos
tres veces a la semana y el tercer grupo, se tomó como grupo control. Después de 24 semanas
se obtuvo que hubo una mejora en el primer grupo, donde la depresión disminuyó un 23%,
mientras que en el segundo solo disminuyó un 6%, sin embargo, en el grupo control hubo un
aumento de 2% (todo esto fue medido por una escala de síntomas depresivos conocida como
CES-D11). Además, tanto el primer como el segundo grupo presentaron una mejora en la
calidad del sueño, en la autoestima, y en como convivían con su entorno. (Delgado Salazar
Cristhian Felipe, 2019)

Por otro lado, otro estudio que se realizó con pacientes hospitalizados en un hospital
psiquiátrico mayores de 18 años, se dividió en dos grupos: el primer grupo son quienes
realizaron ejercicio físico 5 días a la semana durante 60 minutos; cada día de la semana se
intercalaban los ejercicios, es decir, el lunes ejercicios aeróbicos, los martes actividades
lúdicas, los miércoles ejercicios de kick-boxing, los jueves actividades lúdicas y los viernes
aerorumba y el segundo grupo, es aquel que solo ingería sus respectivos medicamentos sin
actividad física. Es importante mencionar que todos los sujetos tuvieron la dosis de los
medicamentos que le correspondían. Al finalizar el experimento, se obtuvo una disminución en
los síntomas depresivos en el primer grupo en comparación del grupo que no realizó alguna
actividad física, así como, una mejora en cómo se relacionaban los individuos con su ambiente
(lo mismo que en el primer estudio). (Polanco Zuleta Karen Melisa, 2022).

3
Conclusión

Con estos dos estudios se pueden llegar a concluir dos cosas, el ejercicio físico puede contribuir
a la disminución de los síntomas depresivos ya que como se ha visto puede ayudar en el
aumento de la noradrenalina o de la serotonina. Por otro lado, es importante que el ejercicio
físico se tome como un complemento y no como un tratamiento, ya que para este tipo de
patologías es importante la medicación controlada por un especialista.

Referencias
Delgado Salazar Cristhian Felipe, M. A. (2019). Efectos del ejercicio físico sobre la depresión y la
ansiedad. Revista colombiana de rehabilitación. 389-Texto del artículo-1737-2-10-
20190726.pdf

Fominaya Gutiérrez J., O. P. (1988). Efectos psicosomáticos del ejercicio. Madrid: Universidad
Complutense. Dialnet-EjercicioFisicoYSuInfluenciaEnLosProcesosCognitivo-4736022.pdf

Gonzáles Gonzáles César, D. V. (2012). Actualidades en neurobiología de la depresión. Revista


Latinoamericana de Psiquiatria. rp123i.pdf

Guadarrama Leyla, E. A. (2006). Bases Neuroquímicas y neuroanatómicas de la depresión. Ciudad


de México: Facultad de Medicina, UNAM. un062h.pdf

Polanco Zuleta Karen Melisa, L.-W. J.-N.-D. (2022). Efectos del ejercicio físicos sobre los síntomas
depresivos en pacientes hospitalizados con depresión. Federación Española de
Asociaciones de Docentes de Educación Física. Dialnet-
EfectoDelEjercicioFisicoSobreLosSintomasDepresivos-8052574.pdf

OMS. (2021) Depresión. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/depressionn

También podría gustarte