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Resúmenes

Ruiz Garcia Paola


Universidad humanitas
Tecnicas de evaluacion y diagnostico familiar
Profesora Lia Saray Gomez
Domingo 01 de octubre 2023
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Teoría Familiar Sistémica de Bowen

Bowen se clasifica como el padre de las teorías familiares sistémicas, su teoría clasifica los
modelos teóricos sistémicos en cinco grupos (estructural, estratégico, intergeneracional,
experiencial y contemporáneo). Centra su esfuerzo en el desarrollo de una Teoría, convencido
de que una sólida construcción teórica es imprescindible para comprender al ser humano y,
desde ella, establecer un desarrollo psicoterapéutico. Plantea que el comportamiento humano
sólo puede entenderse si se consideran también las dinámicas multigeneracionales de la
familia del individuo, es decir, las características de las relaciones que los miembros de su
familia extensa han establecido en generaciones anteriores, lo que incluye personas con las
que el individuo no habrá tenido ninguna relación directa.

Bowen afirma que gran parte del funcionamiento humano está determinado por los
mismos principios naturales presentes en otras formas de vida, con las que comparte procesos
y mecanismos psíquicos, en particular en lo referente a la esfera emocional y su teoría está
transida por la perspectiva evolucionista, de modo que en todos sus planteamientos se tiene
en cuenta que el ser humano es resultado de la evolución a nivel emocional, afectivo y
cognitivo o intelectual. El nivel emocional es el que tiene una capacidad motivadora mayor y
de él procederán los problemas psíquicos más graves que pudiera sufrir una persona. El nivel
afectivo se coloca como un puente entre lo emocional y lo cognitivo. Por su parte, el nivel
cognitivo o intelectual es el que permite al hombre alcanzar una cierta objetividad sobre el
comportamiento determinado emocionalmente y, por ello, un control sobre sí mismo.

Para Bowen, la familia es una red intergeneracional de relaciones en la que se da la


interacción entre estas dos fuerzas vitales: la autonomía y la vinculación. Ambas fuerzas
están contrabalanceadas, lo que supone que permanecen en un constante dinamismo
homeostático, en un frágil equilibrio, con constantes modificaciones y reajustes, buscando un
estado de equilibrio adaptativo en las relaciones con otros. El equilibrio entre la autonomía y
la vinculación dará como resultado unas relaciones familiares funcionales, con una
adaptación saludable a las circunstancias. A partir de la concepción evolutiva de las
relaciones familiares y de la observación clínica, Bowen propone ocho conceptos básicos.

Diferenciación del self


La Diferenciación del Self es la capacidad para la autorregulación emocional. Se expresa en
el grado en que una persona modula de forma adaptativa la vinculación y la autonomía en las
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relaciones interpersonales, y es capaz de equilibrar el funcionamiento emocional y el


intelectual. En la escala de Diferenciación del Self definida por Bowen, los sujetos de la
mitad superior de la escala tendrían un Self básico cada vez más definido y menos
pseudo-Self. Gozarán de una mayor autonomía, con menos fusión emocional en las
relaciones íntimas, y necesitando, por tanto, menos energía para mantener el Self en ellas,
quedando energía disponible para la actividad dirigida a metas y quienes tienen un bajo nivel
de diferenciación vivirán, con mayor probabilidad, en una constante ansiedad de búsqueda:
necesitarán involucrarse en situaciones o relaciones que les permitan sentirse
emocionalmente fusionados, o bien evitarán la relación por sentir como desagradable la
intimidad emocional.

Existen dos tipos de Self: el Self básico y el pseudo-Sel, el Self básico se mantiene
firme y estable, no viéndose afectado por circunstancias externas, mientras que el
pseudo-Self, al haber sido adquirido en un sistema de relaciones, es negociable en él, de tal
forma que cambia y varía con el tiempo según las circunstancias externas y el grado de Self
básico. La Diferenciación del Self nos ayuda también a comprender el modo de relación entre
los miembros de una familia. Las familias pueden distinguirse por su grado de fusión o
diferenciación, que mantienen de forma constante a lo largo del tiempo.

Los triángulos
Para Bowen, el triángulo es la molécula básica de cualquier sistema emocional, pues posee
mayor flexibilidad que la díada y por ello corresponde a la unidad relacional estable más
pequeña y funciona de acuerdo al principio de reciprocidad. Los triángulos sólo pueden
comprenderse desde la clave emocional que los genera y dinamiza, no por la observación
superficial de los contenidos y motivos aparentes de estas alianzas y distanciamientos.
Cuanto mayor sea el nivel de tensión al que está sometida la familia, mayor probabilidad de
que el sistema se autorregula generando triángulos. Así, un triángulo podría entrelazarse con
otros, generando una red de triángulos interconectados que implicaría a personas de la red
familiar o personal más cercano.

El proceso emocional de la familia nuclear


Hace referencia al modo de funcionamiento emocional de la familia nuclear. Nos habla de los
patrones de relación que se desarrollan en el seno de la familia nuclear ante períodos de
tensión familiar elevada y prolongada. La teoría plantea cuatro patrones de relación en la
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familia nuclear ante las tensiones: el distanciamiento emocional de la pareja, el conflicto de la


pareja, la alteración en el funcionamiento de uno de los miembros de la pareja y la
focalización de ambos miembros de la pareja en un tercer elemento. Y cuando la tensión
alcanza niveles elevados, la predicción de Bowen es que podremos observar en la familia
nuclear uno o varios de estos patrones.

Dentro de los cuatro mecanismos del control de la ansiedad se encuentra el


distanciamiento emocional y menciona que la pareja consigue modular a través del
distanciamiento emocional es solamente la reactividad hacia la otra persona, no su nivel de
indiferenciación, por lo que buscarán automáticamente otros elementos o personas a los que
vincularse y en los que encontrar un eco emocional, el conflicto marital permite focalizarse
en posturas estables, bucles sin resolución, que justifican el distanciamiento y, a la vez,
permiten breves momentos de reconciliación con una intensa sensación de fusión.

Dentro de los últimos dos se encuentran la disfunción en uno de los miembros de la


pareja donde no se trata de una delegación reflexiva, delimitada y adaptativa para ambos,
porque uno de los dos tenga mayor competencia para la decisión en un área concreta, sino de
un patrón de manejo de la tensión emocional y la focalización en un hijo pues es el que se
encontrará soportando la carga de la ansiedad del sistema y, por tanto, es quien, dentro del
sistema familiar, más probablemente desarrollará alguna disfunción de tipo médico,
psicológico o social.

El proceso de proyección familiar


El proceso de proyección familiar describe la forma en que la indiferenciación de los padres
es transmitida a sus hijos. Cuanto mayor sea el grado de diferenciación de los padres, menos
intenso será el proceso de proyección familiar, llevando esto a un mayor nivel de
diferenciación en los hijos y se relaciona con el patrón de la focalización de un hijo visto
anteriormente. El proceso de proyección familiar tiene que ver con la forma en que los padres
se comportan y el ambiente emocional que generan en la familia. Debido a este proceso, los
padres tienden a buscar en sus hijos mecanismos emocionales que, de algún modo, reconocen
en ellos mismos, y convierten su percepción proyectiva en lo que podríamos denominar una
profecía autocumplida.
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El proceso de transmisión multigeneracional


Significa que el modo en que una familia maneja sus procesos emocionales se transmite de
generación en generación y que, además, los procesos emocionales que percibimos en una
familia nuclear están conectados con su familia extensa. Por tanto, aunque se ha definido la
familia nuclear como la «unidad emocional» y esto es correcto, esta no está desconectada de
la familia extensa sino que guarda con ella una inevitable conexión emocional. Entender la
familia como un sistema emocional multigeneracional implica extender el concepto de la
familia nuclear como unidad emocional.

El corte emocional
Hace referencia a una de las formas en que las personas manejan la fusión irresuelta con su
familia de origen: distanciándose, aislandose y cortando la relación. El corte emocional es un
patrón paradójico en el que, a través de un único proceso, la persona explicita la existencia de
esta dificultad, le da una solución, y al mismo tiempo genera una nueva disfunción emocional
que perpetúa el problema y, tal vez, incluso potencia su aparición en la siguiente generación,
dado que Bowen considera el corte emocional como un síntoma de la fusión intergenera
cional no resuelta.

La posición entre hermanos


Para Bowen, nacer en una posición concreta en la fratría implicaba una mayor probabilidad
de desarrollar unos determinados rasgos psicológicos. Cada persona cumple ciertas funciones
en el sistema al que pertenece, de manera que se da una reciprocidad: que un individuo
realice unas funciones en un sistema implica que otros no las realizan, y viceversa. Su teoría
menciona que la posición entre hermanos es un factor que se ve afectado, nuevamente, por el
grado de Diferenciación del Self de los miembros del sistema familiar y, también, por el
grado de ansiedad crónica presente en el mismo. Ambas variables pueden modular la
intensidad del proceso de proyección familiar y la frecuencia de la triangulación de los hijos,
factores que, si aumentan, pueden potenciar enormemente los roles de cada posición en la
fratría.

El proceso emocional en la sociedad


Para Bowen, la cultura es insuficiente para explicar los altibajos que observamos en la
capacidad de las sociedades para adaptarse a los retos y las circunstancias que viven, y que en
muchos casos ponen en juego el bienestar y progreso de los individuos que las forman. El
equilibrio ideal entre vinculación y autonomía en una sociedad sería una situación en la que
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todos los individuos son conscientes de su individualidad y su autonomía, y, al mismo


tiempo, conocen y reconocen la realidad social en la que viven, sus particularidades y la
forma en que condiciona sus vidas. En un grupo equilibrado, los individuos buscarán
defender sus derechos pero también serán capaces de velar por el bien común.
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Teoría Ecológica de Bronfenbrenner

El ambiente ecológico se concibe con un conjunto de estructuras seriadas cada una de las
cuales cabe dentro de la siguiente. En el nivel más interno está el entorno inmediato que
contiene a la persona en desarrollo. Hay un fenómeno sorprendente que corresponde a los
entornos de los tres niveles del ambiente ecológico, en toda cultura o subcultura, los entornos
de una determinada clase tienden a ser muy parecidos mientras que entre las cul­turas
presentan diferencias perceptibles.

Los roles tienen un poder casi mágico para modificar cómo se trata de una persona
cómo actúa, lo que hace y, por lo tanto, incluso lo que piensan y sien­te. Los sistemas
ecológicos más grandes pueden manifestar estabilidad además de cambio. Cuando esto
ocurre, le confieren estabilidad a los entornos que incluyen, y a los seres humanos que viven
en ellos, incluso, cuando los estereotipos sociales, económicos y étnicos suponen lo con­
u:ario.

Mesosistema
Podemos observar el mesosistema como un conjunto de relaciones entre dos o más entornos,
en los que la persona en desarrollo participa de una manera activa. El vínculo directo más
crítico que puede existir entre dos entornos es el que establece la existencia de un
mesosistema en el primer caso: la transición de entornos, que tiene lugar cuando la persona
ingresa en un nuevo ambiente. Un mesosistema en el que hay más de una persona que sea
activo en ambos entornos se considera que tiene una vinculación múltiple. Un mesosistema
en el cual los únicos vínculos aparte del vínculo original, que comprende a la persona, son
indirectos, o en el cual no existe ningún tipo de vínculos adicionales, se considera que tiene
una vinculación débil.

Exosistema
comprende uno o más entornos que no incluyen a la persona en desarrollo con participante
activo, pero en los que se producen hechos que afectan, o se ven afectados, por lo que ocurre
en ese entorno. Es necesario establecer una secuencia causal que implique al menos dos
pasos: el primero que conecte los hechos que se producen en el entorno externo con los
procesos que tienen lugar en el microsistema de una persona en desarrollo, y el segundo, que
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vincule los procesos del microsistema con los cambios evolutivos que se produzcan en una
persona dentro de ese entorno.

Macrosistema
El macrosistema se refiere a la coherencia que se observa, dentro de una cultura o subcultura
determinada, en la forma y el contenido de los sistemas que lo integran, así como también a
cualquier sistema de creencias o ideología que sustente esta coherencia. Por lo tanto, puede
establecerse que las culturas y las subculturas difieran entre sí, pero que tengan una rela­tiva
homogeneidad interna en los aspectos siguientes: los tipos de entornos que contienen las
clases de entornos en los que las personas entran en las etapas sucesivas de sus vidas, el
contenido y la organización de las actividades molares, los roles y las relaciones que se
encuentran dentro de cada tipo de entorno, y el alcance y la naturaleza de las conexiones que
existen entre los entornos en los que entra la persona en desarrollo o los que afectan su vida.
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Teoría de la Comunicación Humana de P. Watzlawick

La teoría de la comunicación humana de Watzlawick plantea que los problemas de


comunicación entre las personas se deben a que no siempre tenemos el mismo punto de vista
que nuestros interlocutores. Paul Watzlawick (1921-2007) fue un psicoterapeuta austriaco que
formó parte de la Escuela Interaccional de Palo Alto. Describió una teoría de sistemas
centrada en la comunicación que posteriormente sería conocida como “enfoque
interaccional”.

Paul Watzlawick fue uno de los principales autores de la Teoría de la comunicación


humana y del Constructivismo Radical, con una importante referencia en el campo de la
Terapia familiar, Terapia sistémica y, en general, de la Psicoterapia. En su teoría menciona
que la comunicación adecuada depende de que se cumplan una serie de axiomas las cuales
reflejan condiciones de hecho que nunca están ausentes.

Axioma 1. Es imposible no comunicarse


No sólo comunicamos mediante palabras, sino también con nuestras expresiones faciales,
gestos e incluso cuando guardamos silencio. Llama “técnicas de descalificación” a los modos
de comunicación anómalos mediante los cuales algunas personas invalidan sus propios
mensajes o los de otros. Ahora bien, si se acepta que toda conducta en una situación de
interacción tiene un valor de mensaje, es decir, es comunicación, se deduce que por muchos
que uno lo intente, no puede dejar de comunicar. Actividad o inactividad, palabras o silencio,
tienen siempre valor de mensaje: influyen sobre los demás, quienes, a su vez, no pueden dejar
de responder a tales comunicaciones y, por ende, también comunican.

Axioma 2. Toda comunicación tiene un nivel de contenido y un nivel de relación, de tal


manera que el último clasifica al primero, y es, por tanto, una metacomunicación
Toda comunicación tiene información sobre cómo el que habla quiere ser entendido y que le
entiendan, así como el receptor va a entender el mensaje; y cómo el primero ve su relación
con el segundo. Los aspectos relacionales de los mensajes modifican la interpretación que
hace el receptor de su contenido. La metacomunicación, que consiste en dar información
sobre los propios mensajes verbales, depende del nivel relacional y es una condición
necesaria para que la comunicación entre el emisor y el receptor tenga éxito.
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El aspecto referencial de un mensaje transmite información y, por ende, en la


comunicación humana es sinónimo de contenido del mensaje. Puede referirse a cualquier
cosa que sea comunicable al margen de que la información sea verdadera o falsa, válida, no
válida o indeterminable. Por otro lado, el aspecto conativo se refiere a qué tipo de mensaje
debe entenderse que es, y, por ende, en última instancia, a la relación entre los comunicantes.

Axioma 3. La naturaleza de una relación depende de la puntuación que los participantes


hagan de las secuencias comunicacionales entre ellos
La puntuación otorga un significado. Mediante la secuenciación del contenido del mensaje
somos capaces de interpretar relaciones de causalidad entre eventos, así como de compartir
información con el interlocutor satisfactoriamente. Tanto el emisor como el receptor de la
comunicación estructuran el flujo de la comunicación de diferente forma y, así, interpretan su
propio comportamiento como mera reacción ante el otro.

En la comunicación humana se observa una relación entre los aspectos referencial y


conativo donde el primero transmite los “datos” de la comunicación, y el segundo, cómo debe
entenderse dicha comunicación. La relación también puede expresarse en forma no verbal
gritando o sonriendo o de muchas otras maneras. Y la relación puede entenderse claramente a
partir del contexto en el que la comunicación tiene lugar.

Axioma 4. La comunicación humana implica dos modalidades: la digital y la analógica


Este autor plantea que la comunicación tiene una modalidad analógica y otra digital; el
primer concepto indica una transmisión cuantitativa de información, mientras que en el nivel
digital el mensaje es cualitativo. La siguiente característica básica de la comunicación que
deseamos explorar se refiere a la interacción –intercambio de mensajes- entre comunicantes.

Axioma 5. Los intercambios comunicacionales pueden ser tanto simétricos como


complementarios
Cuando ambos tienen un poder equivalente en el intercambio, decimos que la comunicación
entre ellos es simétrica. Y la comunicación complementaria se da cuando los interlocutores
tienen un poder informativo distinto. Los seres humanos se comunican tanto digital como
analógicamente. El lenguaje digital cuenta con una sintaxis lógica sumamente compleja y
poderosa pero carece de una semántica adecuada en el campo de la relación, mientras que el
lenguaje analógico posee la semántica pero no una sintaxis adecuada para la definición
inequívoca de la naturaleza de las relaciones.
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Referencias

Bronfenbrenner, U. (1987). LA ECOLOGÍA DEL DESARROLLO HUMANO. Ediciones


Paidós.
https://bibliotecadigital.mineduc.cl/bitstream/handle/20.500.12365/18032/06_L
a%20ecolog%C3%ADa%20del%20desarrollo%20humano.pdf?sequence=1&isAllo
wed=y

Gallardo, P. y Figueroba, A. (s.f). Los 5 Axiomas de la Comunicación de Paul Watzlawick.


https://mail.google.com/mail/u/1?ui=2&ik=df48ce744b&attid=0.1&permmsgid=msg-
f:1778241179236139959&th=18ad94ee555783b7&view=att&disp=inline&realattid=f
_ln2bdkxo0

Rodriguez Gonzalez, M. y Martinez Berlanga, M. (2015). La teoría familiar sistémica


de Bowen: avances y aplicación terapéutica. Mc Graw Hill Education.
https://mail.google.com/mail/u/1?ui=2&ik=df48ce744b&attid=0.3&permmsgid=msg-
f:1778241179236139959&th=18ad94ee555783b7&view=att&disp=inline&realattid=f
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Watzlawick, P., Beavin Bavelas, J. y Jackson, D. (1991). TEORÍA DE LA


COMUNICACIÓN HUMANA. Editorial Herder Barcelona.
https://holossanchezbodas.com/wp-content/uploads/2020/05/teoria-de-la-comunicacio
n-humana-watzlawick-1.pdf?fbclid=IwAR2sEJO3FB7Q4PBu2GEOSKC864tCECze2
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