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Se regulan entre los artículos 194 a 205 del C.O.T. y también en el C.P.C., en
sus artículos 113 y siguientes.
Concepto:
"Son los medios que la ley establece a fin de que un juez o funcionario
judicial no entre a conocer de un determinado asunto judicial, no obstante ser
competente, en razón de carecer de la imparcialidad necesaria para
intervenir en él".
Fundamento:
Uno de los principios determinantes de la actuación de un juez es su
imparcialidad. La primera exigencia a este respecto es que el juez no puede ser
parte en el asunto sometido a su decisión. Pero la verdadera imparcialidad no
supone simplemente que el juez no puede ser parte en el proceso de que
conoce, sino que implica que el juez no puede estar al servicio de la finalidad
subjetiva de alguna de las partes en el proceso. Su fallo ha de estar
determinado únicamente por el correcto cumplimiento de la función que tiene
encomendada.
Ahora bien, como una misma circunstancia puede tener efectos muy
distintos en el ánimo de cada juez, lo que hace la ley es objetivarla y para ello
establece un catálogo de situaciones, constatables objetivamente, cuya
concurrencia convierte al juez en sospechoso de parcialidad, con
independencia de que en la realidad el juez concreto sea o no capaz de
mantener su imparcialidad. Se comprende, por otro lado, que existen razones
de decoro y prestigio del poder judicial que las justifican.
En cuanto al campo de aplicación de estas causales, a pesar de que el
artículo 194 del C.O.T. se refiere a "Los jueces", lo cierto es que comprenden
a los tribunales unipersonales y colegiados; también se aplican a los abogados
integrantes, según lo previsto en el artículo 198 C.O.T. Además, rigen
respecto de:
1. Los funcionarios auxiliares de la Administración de Justicia (artículos
483 a 491).
2. Los jueces árbitros (artículo 243 C.O.T).
3. Los secretarios de los jueces árbitros (artículo 632 C.P.C.).
4. También se aplican a los peritos (artículo 113 inciso 2o C.P.C.).
Las implicancias:
"Son verdaderas prohibiciones establecidas por ley, en cuya virtud los
jueces no pueden conocer de un determinado asunto".
Estas implicancias constituyen normas de orden público y no son
susceptibles de ser renunciadas por las partes.
El juez que falla con manifiesta implicancia que le sea conocida y sin
haberla hecho saber previamente a las partes, comete un delito (artículo 224
N° 7 C.P.). Según lo prescribe el artículo 200 C.O.T. la implicancia puede y
debe ser declarada de oficio o a petición de parte.
Las causales de implicancia se enumeran en el artículo 195 C.O.T.
Las recusaciones:
"Son los medios que la ley da a las partes para impedir que un juez
entre a conocer de un determinado asunto cuando carece de la imparcialidad
necesaria para fallar".
Al estar establecidas en favor de las partes, son esencialmente
renunciables. Las causales de recusación las señala el artículo 196 C.O.T.