Un ejemplo de las consecuencias que podría enfrentar una empresa si el Gerente de

Operaciones toma una decisión sin considerar el cuello de botella es el siguiente:

Supongamos que una empresa de fabricación tiene una línea de producción con múltiples
estaciones de trabajo, y una de esas estaciones es un cuello de botella que limita la capacidad
de producción de todo el sistema. El Gerente de Operaciones decide aumentar la producción
global sin abordar el cuello de botella específico.

Como resultado, se asignan más recursos, como mano de obra y materiales, a las estaciones de
trabajo anteriores al cuello de botella, lo que aumenta su capacidad de producción. Sin
embargo, el cuello de botella no recibe una atención especial y continúa operando al mismo
ritmo que antes.

El impacto de esta decisión sin considerar el cuello de botella se manifiesta en varias

consecuencias negativas. Por un lado, se genera un exceso de producción en las estaciones de
trabajo anteriores al cuello de botella, lo que resulta en un aumento del inventario acumulado.
Este exceso de inventario puede llevar a costos adicionales de almacenamiento y obsolescencia
de productos si no se vende rápidamente.

Además, el cuello de botella sigue limitando la capacidad total de producción, lo que significa
que la empresa no puede cumplir con los plazos de entrega prometidos. Esto puede llevar a
insatisfacción del cliente, pérdida de contratos y daño a la reputación de la empresa.

En conclusión, si el Gerente de Operaciones toma decisiones sin considerar el cuello de botella,

la empresa puede enfrentar problemas de exceso de inventario, incumplimiento de plazos y
pérdida de clientes. Es fundamental identificar y abordar adecuadamente los cuellos de botella
para optimizar la producción y mantener la eficiencia general del sistema.
GAVILANES, Sally, et al. Cuellos de botella. Caribeña de Ciencias Sociales, 2018.