La salud mental de los estudiantes universitarios es un tema de suma
importancia, ya que puede influir considerablemente en su bienestar y éxito académico. Los estudiantes a menudo se enfrentan a muchas presiones, como el estrés académico, la presión social y la transición a la vida adulta. Cuando se tiene una mala salud mental el estudiante presenta un conjunto de conductas que afectan las actividades de su vida diaria y esto a su vez provoca afectaciones en su rendimiento. Es necesario construir un marco teórico el cual fundamente la presente investigación, por lo tanto, en este apartado del trabajo se presentan los conceptos acerca de la salud mental y el rendimiento académico, así como los factores que se relacionan con estos mismos. El objetivo de esta investigación es conocer, a través de revisiones bibliográficas, la relación entre salud mental y el rendimiento académico en los estudiantes de DAEA. A. Salud mental Guerri (2016). Define que la salud mental es un estado de equilibrio y bienestar del ser humano, que involucra la conducta, cognición y emoción, generando la capacidad de sentir, pensar, actuar, aprender, trabajar, relacionarse y contribuir con el entorno que te rodea. OMS (2022). Describe la salud mental como el estado biológico, psicológico, social y económico que permite la plena realización o desarrollo de las capacidades del individuo. En este sentido una buena salud mental le permite al individuo tener una autoestima alta haciendo que aumente su confianza en las actividades que desarrolla y en las relaciones que mantiene. Greco (2010). Propone que la salud mental incluye el sentido y desarrollo de la propia identidad y de la autoestima, la calidad de los vínculos forjados entre la familia y los padres, la habilidad para aprender, la capacidad para combinar los recursos internos y los cambios propios del desarrollo junto con los recursos ambientales en pos de un crecimiento saludable.
Karol Jazmin Ramos Vazquez
B. Factores de riesgo asociados a la salud mental Haquin (2004). Los factores de riesgo son circunstancias, hábitos, formas de vivir o situaciones que aumentan el riesgo de contraer enfermedades. OMS (2022) un trastorno mental se caracteriza por una alteración clínicamente significativa de la cognición, la regulación de las emociones o el comportamiento de un individuo. A su vez la OMS (2022) sintetiza como los trastornos más comunes: Los trastornos de ansiedad se caracterizan por un miedo y una preocupación excesivos. Depresión se experimenta un estado de ánimo de tristeza, irritabilidad, sensación de vacío, una pérdida del disfrute o del interés en actividades. Trastorno bipolar las personas afectadas experimentan episodios depresivos alternados con períodos de síntomas maníacos que pueden incluir euforia o irritabilidad. Trastorno de estrés postraumático se desarrolla después de la exposición a un suceso o serie de sucesos extremadamente amenazantes u horribles, donde la persona recuerda la situación, evita pensamientos que tienen que ver con el suceso o presentan percepciones persistentes de una mayor amenaza actual. Trastornos del comportamiento alimentario como la anorexia y la bulimia nerviosa se caracterizan por alteraciones en la alimentación y preocupación por los alimentos, así como por problemas notables de peso corporal y forma. Micin y Bagladi (2011) encontraron una alta prevalencia de trastornos mentales en universitarios, siendo los trastornos adaptativos (48.3), los trastornos del estado de ánimo (22.8) y los trastornos ansiosos (20.9) los de mayor presencia. Gallagher (2014) encontró que en Estados Unidos (en una muestra de casi 100 000 estudiantes) un 15.8 % de estudiantes universitarios presentaron trastornos de ansiedad y un 13.1 % trastornos depresivos, señaló que los
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problemas de salud mental han aumentado en los últimos cinco años en los jóvenes universitarios estadounidenses. Chau y Vilela (2017) en un estudio con 520 estudiantes universitarios encontraron que los alumnos con menor dificultad académica presentaron mejores condiciones en salud mental, y un menor nivel de estrés. Entre los desórdenes prevalentes en muestras tomadas a este nivel educativo se encuentran, además de los anterior mencionados, conductas de autodestrucción como lo son los comportamientos suicidas, asimismo, la presencia de una pobre calidad de sueño y el aumento de conductas adictivas o de consumo de sustancias.
C. Factores positivos para reforzar la salud mental
Es necesario fijar metas sencillas que permitan mantener el estado de equilibrio mental, algunos de estos factores a tomar en cuenta son: mantener una actitud positiva, lograr una salud física, ser amable respetuoso con los demás practicando la amistad y los valores morales dictados por la sociedad, meditar, buscar técnicas para la relajación, desarrollar habilidades para solventar problemas y por ultimo siempre enfocarse en su propósito en la vida, para así desenvolverte con éxito y lograr lo que realmente se anhela. En otro orden de ideas es posible mejorar la salud mental a través de la danza: Carmen y Javier (2013). Con la intervención en danza los sujetos mejoran los niveles de diferentes indicadores de salud mental tales como: estados de ánimo (depresión, niveles de energía, estrés, ansiedad, angustia, preocupación), relaciones sociales y con los padres, autoestima, emociones negativas, bienestar, salud auto-percibida, confianza en sí mismo, auto-imágen corporal y calidad de vida. En síntesis, una buena salud mental forma individuos íntegros con la capacidad de desenvolverse con las demás personas, capaces de resolver de manera pacífica cualquier conflicto; fomenta relaciones de amistad, ayuda a tomar buenas decisiones y afrontar diversas situaciones en la escuela, comunidad o sociedad en general. Haciendo actividades de provecho (lúdicas, danzas, deportes, juegos, leer, teatro, manualidades, entre otros) es posible liberar estrés día a día y así poder mantener la estabilidad emocional.
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D. Rendimiento académico Edel (2003). Define el rendimiento escolar como un constructo susceptible de adoptar valores cuantitativos y cualitativos, a través de los cuales existe una aproximación a la evidencia y dimensión del perfil de habilidades, conocimientos, actitudes y valores desarrollados por el estudiante en procesos de enseñanza y aprendizaje. García (2000). El rendimiento académico se concibe como “un constructo en el que no sólo se contemplan las aptitudes y la motivación del alumno sino también otras variables intervinientes como los aspectos docentes, la relación profesor-alumno, el entorno familiar, desde este enfoque multidisciplinar”. E. Factores que inciden negativamente en el rendimiento académico. Existen diversos factores que pueden interferir directamente con el rendimiento escolar de los estudiantes, Lamas (2015) propone que algunos de ellos son el nivel intelectual, la personalidad, la motivación, las aptitudes, los intereses, los hábitos de estudio, la autoestima o la relación profesor-estudiante. Julio (2003) define que estos condicionantes del rendimiento escolar están constituidos por un conjunto de factores acotados operativamente como variables que se pueden agrupar en dos niveles las de tipo personal y las contextuales (socioambientales, institucionales e instruccionales). Las variables personales: son las que posee un estudiante al iniciar sus estudios (inteligencia, conocimientos previos, edad, genero, estilo para aprender y las motivaciones. Las variables Contextuales: se refieren al entorno que rodea al estudiante, familia, estatus social y económico, escuela, clima escolar, comunidad, medio cultural. Los factores que afectan el rendimiento educativo de los estudiantes son muy diversos y esto se muestra en las diferentes investigaciones previas realizadas por muchos autores referente al tema, sin embargo, la mayoría coincide en que los factores más relevantes son los asociados a variables socio ambientales, estrato social, familia y comunidad. F. Factores que inciden positivamente en el rendimiento académico.
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Martín (2018). Los factores que pueden revertir un bajo rendimiento escolar serian “la autoestima y los hábitos de estudio tuvieran la capacidad de predecir el rendimiento académico de los estudiantes”. Es decir que, si todos los individuos poseen una alta autoestima y buenos hábitos de aprendizaje, lograrían un mayor avance académico. Germania (2021) señala que los factores personales son elementos fundamentales en el rendimiento académico, pues las aptitudes, las actitudes, la motivación y las expectativas del estudiantado pueden influir significativamente en sus resultados académicos. Por lo que, un estudiante motivado en valores y con buenas costumbres también obtendría el logro escolar. Kandari y Al-Hunayan (2007). Los autores resaltan cómo factores psicológicos, como el estrés y la ansiedad, pueden tener un impacto negativo en el desempeño académico de los estudiantes. En conjunto, estos autores destacan la importancia de abordar la salud mental de los estudiantes como un factor esencial para promover el éxito académico. Sus investigaciones subrayan la necesidad de servicios de apoyo psicológico y estrategias para gestionar el estrés, la ansiedad y otros problemas de salud mental que puedan afectar el rendimiento académico de los estudiantes.