Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
Abogado; Profesor de Castellano y Literatura; Magíster en Derecho, mención Derecho Internacional,
Universidad de Chile; Master en Educación, mención Planificación e Innovación Educativa, Universidad de
Alcalá de Henares, España; Doctor© Estudios Americanos, mención Relaciones Internacionales, Universidad
de Santiago de Chile; profesor en las Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, en la Facultad de
Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile, en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales y en la
Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Central de Chile. Correo electrónico:
gabriel.alvarezu@gmail.com
ambiente y las condiciones de trabajo eran insalubres y promiscuos, laborando intensas
jornadas de hasta 18 horas por día.
En el siglo XIX se iniciaron estudios relacionados con el trabajo prestado en fábricas y
minas en Prusia, Francia e Inglaterra, se identifica el problema al establecer que con la
revolución industrial se torna precario el trabajo de los menores, mujeres y ancianos
empeorando sus condiciones de trabajo, principalmente las jornadas extenuantes, los
trabajos peligrosos para la salud, las remuneraciones bajísimas, esto influye también en el
incremento del desempleo de los trabajadores al optar el empleador por una mano de obra
más barata. Los demás países de Europa dan inicio a sus legislaciones protectoras a partir
de la segunda mitad del siglo XIX.
En Latinoamérica fue Brasil quien dictó la primera ley protectora de trabajadores, el año
1891. Posteriormente se suman Argentina en 1907, Chile en 1924, Colombia, Guatemala y
Perú lo harán a partir de 1930 hacia delante. Por otra parte, las normas laborales todavía no
habían sido perfeccionadas y aplicadas en los países de Europa; sin embargo, gracias al
movimiento obrero social que se empieza a desarrollar en estos países, al aporte de Carlos
Marx y a la Encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII esta situación se modifica y
obliga a los gobiernos a reconocer el problema social y a crear el derecho del trabajo
A partir del inicio del siglo XX el derecho del trabajo empieza a tener importancia,
consagrándose constitucional y legalmente en casi todos los países del mundo, por otra
parte, se crea en el 11 de abril de 1919 la OIT, resultado del Tratado de Versalles, con lo
que se generan normas laborales internacionales.
Durante la primera mitad del siglo XX el mundo se convulsiona con las secuelas políticas,
sociales y económicas de sucesivas crisis, dos guerras mundiales, enfrentamientos
permanentes de las dos grandes potencias, fruto de la guerra fría, destrucción y
contaminación ambiental, etc. Todo esto influirá en el mantenimiento e incremento de
diversas formas de precarización del trabajo a nivel mundial, especialmente en los países en
vías de desarrollo.
En la segunda mitad del siglo XX el mundo sufre una transformación económica, política,
social y jurídica, producto del cambio de concepción del modelo económico, las formas de
producción y a partir de la década de los 90, con la caída del muro de Berlín, culmina la
guerra fría, transformándose la sociedad en un mundo multipolar, pero con el predominio
de una gran potencia: Estados Unidos. Esto influirá considerablemente el tratamiento que
se le dará al trabajo.
La doctrina ha reflejado estos cambios en el concepto del Derecho del Trabajo como, a
continuación, revisaremos en diversos autores latinoamericanos y chilenos.
El profesor venezolano Rafael Alfonzo-Guzmán establece que “El Derecho del Trabajo es
el conjunto de preceptos de orden público regulador de las relaciones jurídicas que tienen
por causa el trabajo por cuenta y bajo las dependencias ajenas, con objeto de garantizar a
quien lo ejecuta su pleno desarrollo como persona humana, y a la comunidad, la efectiva
integración del individuo en el cuerpo social y la regularización de los conflictos entre los
sujetos de esas relaciones.”2
El profesor mexicano Alberto Briceño Ruiz expone que “Para algunos el derecho al trabajo
es un derecho natural, reconocido y garantizado por el orden jurídico. Para otros, es
consecuencia del origen de la sociedad y de las formas más sutiles de explotación. Hay
quienes opinan que es castigo, medio noble de sustento, desarrollo de la vida, incremento
de la plusvalía, etc.”3
Posteriormente, hace una revisión del concepto tomando a diversos autores “Para Ernesto
Krotoschin, el Derecho del Trabajo está constituido por los principios y las normas
jurídicas, destinadas a regir la conducta humana en un sector determinado de la vida social,
el que se limita al trabajo prestado por trabajadores, al servicio de empleadores,
comprendiendo todas las consecuencias que nacen de esta relación.”4 Luego cita a
Guillermo Cabanellas, quien “…establece que nuestra materia tiene por contenido
principal, la regulación de las relaciones jurídicas entre empresarios y trabajadores y de
unos y otros con el Estado, en lo referente al trabajo subordinado y también en lo relativo a
las consecuencias jurídicas mediatas e inmediatas, derivadas de la actividad laboral
dependiente.”5 Después expone que “Entre nosotros, Mario de la Cueva señala que el
Derecho del Trabajo es la norma que se propone realizar la justicia social, en el equilibrio
de las relaciones entre el trabajador y el capital.” Finalmente, plantea su concepción cuando
indica que “El Derecho del Trabajo es el conjunto de normas jurídicas que tienen por objeto
el equilibrio entre los elementos de la producción, patrón y trabajador, mediante la garantía
de los derechos básicos consagrados a favor de estos últimos.”6
Algunos autores, establecen diferencias en el contenido del concepto, de la siguiente forma
“El derecho individual del trabajo trata de las relaciones singulares entre un trabajador y un
patrono, y tiene, como base angular, la existencia del contrato individual de trabajo. El
trabajador y el patrono, aisladamente considerados, constituyen los sujetos que integran la
relación laboral en esa disciplina jurídica. El derecho colectivo del trabajo, en cambio, se
refiere a los trabajadores y a los empresarios o patronos colectivamente, o sea, como grupos
sociales, en sus similitudes y discrepancias; y a las relaciones plurales instauradas entre un
conjunto de trabajadores o un sindicato y un patrono o una asociación patronal. El derecho
colectivo es más importante que el individual; representa la envoltura protectora de las
relaciones individuales del trabajo.”7
El profesor chileno Guido Macchiavello argumenta así su concepción “El Derecho del
Trabajo se sustenta sobre una base diferente. Los sujetos, jurídicamente, son libres, iguales
y autosuficientes, pero, en la realidad, dentro de su ámbito, por razones económico-
sociales, hay uno de ellos que está en situación de ‘inferioridad’ para contratar, el
2
ALFONZO-GUZMÁN, Rafael (1994) Nueva Didáctica del Derecho del Trabajo. Caracas, SERVILIBROS, p. 11.
3
BRICEÑO RUIZ, Alberto (1990) Derecho Individual del Trabajo. México, Harla Editores, Colección textos
jurídicos universitarios, p. 18.
4
BRICEÑO RUIZ, Alberto. Ob. Cit. P. 23.
5
Ibídem, p. 24.
6
Ibídem, p. 24.
7
GUERRERO FIGUEROA, Guillermo (1986) Derecho Colectivo del Trabajo. Bogotá, Colombia, Editorial Temis,
p. 1.
trabajador, quien debe hacerlo ‘forzado’, para tener un sustento con que subsistir, junto a su
familia. La insuficiencia de puestos de trabajo, además, no le permite una libre elección, ni
tampoco ‘equilibrar’ sus exigencias con aquellas que en cambio ‘impone’ el empleador,
bajo la presión de que si no acepta, hay ‘muchos otros’ cesantes dispuestos a hacerlo. Es
decir, no existe, en la realidad, ni libertad, ni igualdad, para contratar. Sin estos supuestos
difícilmente se puede hablar de ‘contrato’ puesto que éste, para que exista requiere del
encuentro de dos voluntades libres, iguales y suficientes. El trabajador subordinado, según
lo expuesto, no es un ‘incapaz’, ni se encuentra en ninguna de las clases de personas
protegidas por el Derecho Civil, ni en el plano de equivalencia esencial de este último.”8
El profesor chileno Héctor Humeres expone que “La mayoría de los autores coincide en
estimar al Derecho del Trabajo como un conjunto de teorías, doctrinas y normas destinadas
a proteger al débil económicamente y a reglar las relaciones contractuales entre patrono y
trabajador.”9 Posteriormente, cita dos opiniones versadas sobre el concepto, “El profesor
Héctor Escribar Mandiola lo define así: Es el conjunto de doctrinas o teorías, normas e
instituciones cuyo fin es la reivindicación y protección de los intereses y derechos del
trabajador y de las clases sociales económicamente débiles. El profesor don Francisco
Walker Linares lo define de la siguiente manera: Es el conjunto de teorías, normas y leyes
destinadas a mejorar las condiciones económico-sociales de los trabajadores de toda índole
y a reglar las relaciones contractuales entre patronos y asalariados.”10
Desde un enfoque crítico, el profesor chileno José Luis Ugarte plantea que “Parece extraño,
entonces, por no decir derechamente equivocado, la tradición histórica de nuestra literatura
laboral de conceptualizar el Derecho del Trabajo, poniendo al centro del mismo una
función instrumental y subordinada de ética y justicia social, sin siquiera mencionar la
función central y permanente de esta rama del orden jurídico, destinada a canalizar el
conflicto propio de un sistema de producción capitalista a objeto de asegurar su
supervivencia política.”11
Según Ugarte, el Derecho del Trabajo deja de ser normas reivindicativas y protectoras de
los más débiles, “…para entenderse como un conjunto de normas jurídicas que regulan una
determinada relación de intercambio de servicios por salario, que, prestados dentro de un
esquema de producción capitalista, tienen por finalidad fundamental asegurar la
preservación del mismo, mediante la integración y regulación del conflicto social inherente
a dicho sistema, o, lo que es lo mismo, en otras palabras, la integración de la clase
trabajadora en la dinámica política-institucional del sistema capitalista intervenido,
evitando la emancipación por sus propios medios.”12 Finalmente expresa que “El Derecho
del Trabajo da soporte y legitimidad al sistema económico capitalista, pero ese servicio no
es gratis. A cambio recibe espacios para la protección del trabajador, pero ya no desde la
8
MACCHIAVELLO, Guido (1986) Derecho del Trabajo. Tomo I. Santiago de Chile, Fondo de Cultura
Económica, p. 48.
9
HUMERES MAGNAN, Héctor y HUMERES NOGUER, Héctor (1992) Derecho del Trabajo y de la Seguridad
Social. Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile, Décimo tercera edición, p. 13.
10
HUMERES MAGNAN, Héctor y HUMERES NOGUER, Héctor. Ob. Cit. P. 13.
11
UGARTE CATALDO, José Luis (2004) El nuevo Derecho del Trabajo. Santiago de Chile, Editorial
Universitaria, p. 22.
12
UGARTE CATALDO, José Luis. Ob. Cit. P. 23.
perspectiva del propio sistema de un factor productivo que deba ser simplemente
reproducido, sino desde una perspectiva propia y peculiar (y en algún sentido
sistemáticamente subversiva, aunque celosamente controlada): la de un sujeto moral digno
de respeto y consideración, a quienes mira no ‘como miembros de una masa anónima e
indiferenciada’, sino como seres humanos singulares e individuales”.13
Por todo lo expuesto, al tratarse del débil jurídico las consideraciones éticas, respecto del
trabajo, se han presentado históricamente y el debate continúa.
Las organizaciones internacionales como la OIT y UNICEF se han preocupado del tema,
realizando reuniones y congresos en los que se ha debatido la situación, entregando a los
gobiernos documentos fruto de estos estudios. La OIT, a través del Director General,
decidió instituir la función de Encargado de las Cuestiones de Ética [Directiva de la Oficina
sobre la ética en la Oficina, IGDS No. 76 de 17 de junio de 2009. “El Funcionario
Encargado de las Cuestiones de Ética ejercerá su actividad en tres esferas principales que
pueden denominarse, respectivamente, promoción, consulta y protección de las personas
que denuncian irregularidades.”14
2. La ética y el trabajo.
Chile, durante el período del régimen militar, adoptó un modelo de economía social de
mercado que priorizó el crecimiento económico, sin considerar los criterios de equidad ni
justicia social. Al elegir tal modelo y, posteriormente, con el advenimiento de la
democracia formal o transición de la democracia, a partir de 1980, el sistema político,
económico y jurídico mantuvieron tal modelo, reformando algunos aspectos de la
Constitución el año 2005, introduciendo tímidas modificaciones en la legislación laboral y
de seguridad social, desde el año 1994 y específicamente durante el primer gobierno de la
Presidenta Michelle Bachelet, cuando hay una reforma al sistema de seguridad social
denominado El Pilar Solidario. Sin embargo, estas transformaciones parciales de la
normativa y de la institucionalidad chilena no han sido el resultado de la participación de la
ciudadanía, creándose desconfianza y produciendo falta de eficacia del sistema jurídico
chileno.
Las relaciones laborales no han estado ajenas a la crisis del sistema político, económico,
jurídico. El modelo neoliberal mantenido choca con los anhelos de las grandes mayorías,
que lo consideran deshumanizante y fuente de precarización en sus niveles de vida,
produciendo un empeoramiento en las condiciones y medio ambiente de trabajo en los
sujetos activos de esta relación: los trabajadores. Por consiguiente, resulta conveniente
incorporar en los procesos de la nueva reforma laboral, la ética empresarial.
13
Ibídem, pp. 25-26.
14
OIT 2015 Oficina de ética de la OIT. Ética. La Oficina del Encargado de la Cuestiones de Ética.
http://www.ilo.org/public/spanish/ethics/ [fecha de consulta: 26/4/2015].
Para el profesor mexicano Juan Manuel Silva Camarena “…la expresión ‘ética del trabajo’
significa, dentro de cualquier forma de praxis, un compromiso ineludible con nosotros
mismos de hacer bien las cosas, un compromiso que no se puede dejar de cumplir, porque
tiene que ver con un compromiso con nuestro propio ser, que nos hace más o nos hace
menos, nos hace mejores o nos empeora, nos enriquece o nos empobrece en nuestra propia
naturaleza.”15
Desde otra perspectiva, Marjorie Zúñiga expone que “La Ética Empresarial es, según
Francés, Borrego y Velajos (2003), una rama de la ética aplicada que se encarga del análisis
y estudio de las cuestiones de entidad moral que surgen en el mundo de los negocios.
Siendo así, a través de la ética empresarial se busca aplicar principios éticos universales en
la actividad empresarial y en la vida de los negocios. De ahí que pueda ser entendida como
una ética aplicada, pues se dirige a la empresa como una situación en especial, para
armonizar aquellos principios éticos generales con las particularidades que surgen en cada
organización (Guillén, 1996b).” 16 Posteriormente, la profesora colombiana señala que la
función empresarial debe considerar “A la empresa, como grupo social dedicado a la
realización de una actividad organizada con objeto de producir bienes y servicios para la
sociedad, a partir de unos recursos, mano de obra y capital, le corresponden una serie de
obligaciones y responsabilidades éticas que objetivamente no pueden ser desvinculadas del
fin lucrativo empresarial. A manera de ejemplo se encuentra la producción perfilada a
satisfacer necesidades, la creación de puestos de trabajo digno para el trabajador, el respeto
hacia las normas laborales y del derecho del trabajador, la preocupación por la seguridad, la
sujeción al despido y sus justas causas, entre otras.”17
15
SILVA CAMARENA, Juan Manuel (2001) ¿Qué es eso de la ética profesional? Ponencia presentada en el VI
Foro de Investigación de la Facultad de Contaduría y Administración, Universidad autónoma de México
(UNAM), el 5 de octubre 2001, p. 4.
16
ZÚÑIGA, Marjorie (2012) Flexibilización laboral y ética empresarial. En revista de Derecho, número 37,
enero-junio 2012, pp. 321-349, Universidad del Norte, Barranquilla, Colombia. PP. 332-333.
17
ZÚÑIGA, Marjorie. Ob. Cit. P. 341.
18
Ibídem, p. 342.
humano hay una dimensión ética que no podemos soslayar. Cada vez que una persona
produce, compra, vende o emprende ha de preguntarse por la bondad, justicia y veracidad
de cada uno de sus actos para conseguir el fin propuesto. Si queremos una sociedad justa,
equitativa, donde se respeten los derechos de las personas y su dignidad, no puede actuarse
al margen de ellas. Nuestro ser más profundo es, en cierto sentido, un reflejo de nuestro
hacer. Si comprendemos esto, la pregunta propia de la ética ¿qué debo hacer? Resulta más
fácil de contestar.”19
Se desprende que, en el ámbito de las relaciones laborales, si bien este concepto es muy
amplio y genérico, la RAE señala como referencia legislación flexible.
Según Freddy Arancibia21, se puede constatar cuatro dimensiones del concepto: flexibilidad
de la organización productiva, flexibilidad de la organización del trabajo, flexibilidad de la
gestión productiva y flexibilidad del mercado laboral. El autor considera que “…para un
tratamiento adecuado del tema se hace necesario un análisis sistemático del concepto, que
19
MAJLUF, Nicolás y CHOMALI, Fernando (2012) Fundamentos éticos de la actividad empresarial. En Ética
Empresarial, El Mercurio, Santiago de Chile, 19/3/2012.
20
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (RAE 2002) Diccionario de la Lengua Española. Madrid, Espasa, Vegésima
segunda edición, p. 723.
21
ARANCIBIA, Freddy (2011) Flexibilidad laboral: Elementos teórico-conceptuales para su análisis. En Revista
Ciencias Sociales Nº 26, Primer Semestre 2011, pp. 39-55.
conlleve a la formulación de distintas sub-definiciones compatibles con intentos más
globales de abordarlo, para así tratar de aprehenderlo en toda su plenitud y especificidad.”22
El profesor Vicente Fernández Rodríguez expone que “…la flexibilidad laboral constituye
un instrumento útil para el empresario, pero suele resultar profundamente inhumano, por lo
que solamente debería utilizarse como último recurso, en casos muy aislados, tal como la
ley lo contempla, y justo al contrario de lo que está ocurriendo actualmente. Por lo que
respecta a los procesos de mejora de la calidad, es del factor humano del que dependen en
mayor medida, pero el aprovechamiento de ese potencial requiere niveles importantes de
‘calidad humana’ en los directivos.”24
Desde un enfoque crítico, el profesor chileno José Luis Ugarte plantea que “…lo primero a
destacar es que la flexibilidad laboral es, antes que todo, una idea que refleja y trasunta una
determinada cultura e ideología dominante, que permite y alienta, precisamente, su
explosión como una idea fundamental de las últimas décadas para el mundo del trabajo.”25
Posteriormente menciona que “En la dimensión del laboralismo, sin embargo, domina una
visión económica de la flexibilidad que corresponde a la rebaja o la remoción de los límites
y restricciones impuestas a la generación, desarrollo y término de las relaciones laborales,
contenidas en las normas jurídicas de la legislación del trabajo.”26
Finalmente argumenta que “El debate de la flexibilidad laboral tiene en Chile dos
cuestiones fundamentales: primero, puede ser considerada nuestra legislación laboral
flexible, y segundo, como puede seguir avanzando o retrocediendo, según como se mire,
este tema en el futuro.”27
22
ARANCIBIA, Freddy. Ob. Cit. P. 52.
23
ALBURQUERQUE, Rafael (2003) ¿Se desploma el Derecho del Trabajo? En Estudios jurídicos en homenaje
al doctor Néstor De Buen Lozano. Coordinadores: Kurczyn Villalobos, Patricia y Puig Hernández, Carlos
Alberto. México: Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 2003, p. 51.
24
FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, Vicente (1998) Flexibilidad laboral y mejora continua: algunas consideraciones
éticas. En Revista de Fomento Social Nº 212, octubre-diciembre 1998, pp. 557-565. Universidad de
Andalucía, Facultad de Ciencias Empresariales ETEA, Córdoba. P. 564.
25
UGARTE CATALDO, José Luis. Ob. Cit. P. 164.
26
Ibídem, pp. 167-168.
27
Ibídem, p. 170.
Conclusiones.
Todo tipo de trabajo tiene por esencia materia prima que lo da la ética, así su debate
y discusión en la sociedad civil organizada es altamente conveniente para que sea
parte de nuestras conductas cotidianas. Desde este enfoque la ética empresarial
implica un mayor cuidado en las relaciones laborales de parte del empresario. Uno
de los aportes, en este marco contextual, es la Responsabilidad Social de la
Empresa.
28
HENRÍQUEZ, Helia y RIQUELME, Verónica (2006) Lejos del trabajo decente. Santiago de Chile. En
Cuadernos de Investigación, Dirección del Trabajo, Departamento de Estudios, pp. 32-33.