Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En esta segunda unidad conoceremos tipos de textos y géneros discursivos, ¿para qué? Se
preguntarán ustedes. Porque el lenguaje participa en la vida a través de los enunciados concretos
que lo realizan, así ́como la vida participa del lenguaje a través de los enunciados. Mijaíl Bajtín
El lenguaje, como una entidad de abstracción, es la que le da al ser humano la capacidad de nombrar
lo que le rodea y de crear diversas representaciones tanto de lo que ve como de lo que quiere
expresar; pero también conlleva la capacidad de entablar una relación con los demás, ya sea de
manera muy especializada o cotidiana, dentro de un ámbito académico o profesional en donde irá
desarrollando una serie de habilidades y competencias lectoras y de escritura que le permitirán
entenderse con la comunidad escolar u otra.
De aquí ́se desprende que el lenguaje es primordial para la construcción del conocimiento y uno de
los grandes problemas de la educación básica y media superior es que la lectura que se realiza en
estos niveles no tiene un análisis profundo y crítico, razón por la que los estudiantes, cuando llegan
a la universidad, no tienen las herramientas necesarias para hacer una lectura crítica (Marín, 2006).
Es indispensable que los y las estudiantes de técnico en educación parvularia conozcan como llevar
a cabo un discurso oral o escrito, para así llevar las ideas y conocimientos correctos a los párvulos y
saber desenvolverse con sus pares dentro de la comunidad educativa.
Concepto y tipologías
La enunciación
La comunicación
El discurso oral
La relajación
La respiración
La dicción
2. ACTIVIDADES TEÓRICO-PRÁCTICAS
Géneros Discursivos
Desde la prehistoria hasta la actualidad, el ser humano ha creado diversas formas para expresarse,
las que, con el pasar del tiempo y según su objetivo, se han multiplicado, ofreciendo así vehículos
cada vez más específicos con la finalidad de manifestarse. Dichas formas están íntimamente
vinculadas con el contexto ‘en el que’ y ‘para el que’ se desarrollan; es decir, su formación depende
del quehacer humano que la establece, el cual, a su vez, emplea la lengua (oral o escrita).
Ahora bien, la transmisión de la lengua se realiza a través de enunciados, con los que se afirma,
niega, cuestiona, propone, etc. determinada situación. Por sí solos, los enunciados no tendrían
sentido; sería casi como balbucear o escuchar frases en un idioma desconocido. Sin embargo, al
insertarlos en el ámbito humano adecuado se convierten en géneros discursivos, siempre y cuando
sean estables y guarden ciertas semejanzas de orden temático, estilo (empleo de recursos léxicos,
fraseológicos y gramaticales) y composición o estructura.
Los géneros discursivos se pueden clasificar desde dos perspectivas: una, que se enfoca en el
tipo de enunciados y otra, por su función.
La palabra «discurso» hace referencia a la comunicación hablada o escrita que mantiene coherencia
en sus enunciados, y la palabra «género» hace referencia a un tipo de categoría moldeada y
orientada a un propósito, como el arte, la música, la literatura o el idioma. Los géneros discursivos
no deben confundirse con los géneros literarios, que son modelos en los que se agrupan los textos
de literatura.
El concepto de géneros discursivos fue propuesto por el teórico y filósofo ruso Mijaíl Bajtín y alude
a un conjunto de enunciados estables del lenguaje que comparten características determinadas por
la cultura, los factores lingüísticos y las instituciones, y que permiten ordenar la comunicación, tanto
escrita como oral.
Por ejemplo: un artículo científico y una nota periodística pertenecen a géneros discursivos
diferentes. Sin embargo, todos los artículos científicos comparten ciertas especificaciones que lo
definen como tal y todos los artículos periodísticos comparten ciertas características que lo definen
como tal. Cada grupo o categoría es un género discursivo diferente.
En cada uno de estos ámbitos se necesita la palabra como mediadora y los géneros discursivos son
estructuras que contienen y ordenan, de forma particular, las palabras de un hablante. Son géneros
que tienen como función la comunicación entre un hablante o emisor y un destinatario o receptor.
El emisor utiliza ciertas herramientas lingüísticas para la elaboración del mensaje y su correcta
interpretación por parte del receptor.
Entre las características generales de los géneros discursivos se destacan las siguientes:
Son dinámicos debido a que se desarrollan con el tiempo y permiten dar coherencia y significado a
la acción de un individuo.
Fuente: https://www.caracteristicas.co/generos-discursivos/#ixzz6t4vPLplC
El Enunciado
Los géneros discursivos son enunciados estables del lenguaje que se agrupan en base a
características en común y que se mantienen durante toda la situación comunicativa. Todo
enunciado puede reflejar la individualidad del hablante, pero no todos los géneros se permiten
absorber un estilo individual o personal.
El tema. Establece una restricción sobre lo que se puede o no se puede hablar. Por ejemplo: en una
entrevista laboral se hablan temas como la trayectoria profesional, estudios realizados, entre otros,
y con un tono formal. En una reunión con amigos se pueden hablar diversos temas.
La estructura. Establece el orden o diagrama que rige a las palabras. Por ejemplo: La estructura de
una carta formal o de un curriculum vitae para presentar en una entrevista laboral debe respetar
los formatos y vocabulario formal. Una carta informal para un amigo es más libre, coloquial y
descontracturada.
¿Qué significa tener el enunciado como unidad de análisis? No se trata de la oración, tampoco de la
proposición, sino del lenguaje en uso, del funcionamiento textual relacionado con la práctica social,
impregnado de relaciones de fuerza social, de valoraciones y de acentos, características de las que
solamente una unidad como el enunciado, unidad del discurso, podría dar cuenta.
El locutor integra en su enunciado una actitud de respuesta activa por parte de su interlocutor y él
mismo se postula como un locutor que está respondiendo a enunciados anteriores: cada enunciado,
según Bahktine5 (1984 [1956]: 275) es un eslabón de la cadena muy compleja de otros enunciados,
y, más adelante insiste:
La obra de arte así como la réplica del diálogo, busca la respuesta del otro (de los otros), persigue
una comprensión de respuesta activa, y lo hace bajo todo tipo de formas: buscará ejercer una
influencia didáctica sobre el lector para lograr la adhesión de su convicción, para suscitar su
apreciación crítica, para incitar a los fanáticos o continuadores. La obra predetermina las posiciones
de respuesta del otro en las condiciones complejas del intercambio verbal de una esfera cultural
dada; semejante a la réplica del diálogo, se une a las obras-enunciadas: a aquellas a las cuales
responde y a aquellas que le responden, y también como la réplica del diálogo, está separada por la
frontera absoluta de la alternancia de los sujetos hablantes (Bahkine, 1984 [1956]: 282)
Y continúa:
Un enunciado está lleno de los ecos y de las evocaciones de otros enunciados, a los cuales está
ligado al interior de una esfera común de intercambio verbal. Un enunciado debe ser considerado,
ante todo, como una réplica a enunciados anteriores al interior de una esfera dada: él los refuta, los
confirma, los completa, se apoya en ellos, los supone conocidos, cuenta con ellos (Bahkine, 1984
[1956]: 298).
En estos fragmentos escogidos, considero que Bajtín6 define varios aspectos fundamentales: por un
lado, la toma en cuenta de dos tipos de situación, de dos tipos de géneros, el primario y el
secundario; por otro, la similitud en relación con la base dialógica que se instaura en el enunciado
de uno y de otro puesto que también en el género secundario, se está en la búsqueda de la respuesta
activa del otro. Se destacan además los principios de alteridad y de exotopía que definen los límites
del enunciado y los diversos posicionamientos de los sujetos. Vinculadas a éstos principios se
encuentran las nociones de heterogeneidad discursiva, de polifonía y de intertextualidad basadas
en la diferenciación de las voces discursivas en el enunciado: locutor, interlocutor y tema o voz
invitada. Esta propuesta de posicionamientos, relacionados dialógicamente pero diferenciados
socialmente en el enunciado, rompe completamente con la noción de unicidad de sujeto que se
tenía en los estudios lingüísticos y define la naturaleza intersubjetiva y social de todo enunciado oral
o escrito.
La organización estructural del enunciado se plantea como una fusión estrecha entre las formas de
manifestación del enunciado y la parte sobre-entendida del contexto. Veamos cómo va definiendo
Bajtín su noción de contexto (Bakhtine/Volochinov, 1981 [1926]: 1897; retomemos algunos apartes
de su obra: enunciados de la vida cotidiana como ‘es mentira’, ‘es la verdad’, ‘lo que dijo fue muy
fuerte’, ‘no debió decirlo’ van más allá del contenido propiamente lingüístico, son evaluaciones que
engloban a la vez la palabra y la situación extraverbal del enunciado. E insiste: “la palabra tomada
aisladamente, no puede ser verdadera, ni falsa, ni atrevida, ni tímida” (Bakhtine/Volochinov, 1981
[1926]: 189).
Debe estar perfectamente claro que el discurso no refleja la situación extraverbal como un espejo
refleja un objeto. Más bien, es el discurso el que realiza la situación… La situación extraverbal no es
de ninguna manera, la causa externa del enunciado, no actúa sobre él como una fuerza mecánica.
No, la situación se integra al enunciado como un elemento indispensable de su constitución
semántica. El enunciado cotidiano considerado como un todo portador de sentido se compone de
dos partes: 1) una parte verbal realizada y 2) una parte sobre-entendida (Bakhtine/Volochinov, 1981
[1926]: 190-191).
Se propone aquí una noción de contexto muy diferente de las conocidas aún en los estudios de
análisis del discurso. Así, el contexto desde la perspectiva bajtiniana está integrado en el enunciado:
“La lengua se sumerge en la vida a través de los enunciados concretos que la realizan y es también
a través de los enunciados concretos que la vida se sumerge en la lengua” (Bakhtine, 1984 [1956]:
268). En 1934, Bajtín había reforzado esta idea con lo que denomina el fenómeno de dialogización
interna que se realiza en todos los dominios de ‘la vida de las palabras’ –‘de los enunciados’,
traduciríamos nosotros– y precisa que la palabra vive en la frontera entre su contexto y el contexto
ajeno y esta doble vida se realiza también en la réplica del diálogo de la vida cotidiana. La réplica no
puede substraerse de ese contexto mixto de enunciados propios (los del locutor) y ajenos (los del
interlocutor) sin perder el sentido y el tono (Bajtín, 1989 [1934]: 101).
Este contexto mixto es parte orgánica de un conjunto plurilingüe, del encuentro en el enunciado de
dos sujetos e incluso tres sujetos socialmente organizados. La diferencia entre el enunciado
cotidiano y el enunciado artístico es el rasgo de conclusividad del enunciado estético, resultado de
la organización artística (pluriacentuada) de la obra de arte. En el enunciado cotidiano el contexto
Los cambios históricos de los estilos de lengua, insiste Bakhtine (1984 [1956]: 270) “son indisociables
de los cambios que se realizan en los géneros discursivos… Los enunciados y el tipo al que
pertenecen, es decir, los géneros del discurso, son las correas de transmisión que emergen de la
historia de la sociedad a la historia de la lengua” (Bakhtine, 1984 [1956]: 271).
Y agrega:
La utilización de la lengua se efectúa bajo la forma de enunciados, únicos (orales o escritos) que
emergen de los representantes de tal o cual dominio de la actividad humana (Bakhtine, 1984 [1956]:
265). Cada esfera (de la actividad humana) conoce sus géneros, apropiados a su especificidad, a los
que corresponden estilos determinados. Una función dada, (científica, técnica, ideológica, oficial,
cotidiana) y las condiciones determinadas, específicas, para cada una de las esferas del intercambio
verbal, engendran un género dado, relativamente estable, desde el punto de vista temático,
composicional y estilístico (Bakhtine, 1984 [1956]: 269).
El argumento bajtiniano radica en proponer un cambio en los estudios de género y estilo, hacia una
perspectiva social e histórica donde la comprensión del enunciado como unidad del intercambio
verbal es imprescindible. Una unidad de naturaleza verbal cuyos principios constitutivos en su
dimensión dialógica interna al enunciado hacen parte de la definición de género discursivo. Veamos:
El acto de habla en forma de libro está siempre orientado en función de las tomas de palabra
anteriores en la misma esfera de actividad, las del mismo autor como las de los otros autores: resulta
de la situación particular de un problema científico o de una producción literaria. El discurso escrito
es parte integrante de una discusión ideológica a gran escala: responde a algo, refuta, confirma,
anticipa sus respuestas u objeciones potenciales, busca un apoyo,… las relaciones que se establecen
con los diferentes elementos de una situación de intercambio artístico difieren de los de un
intercambio científico8 (Bakhtine/Volochinov, 1977 [1929]: 136).
Bajtín insiste en la necesidad de tener en cuenta las relaciones sociales que se construyen en los
géneros discursivos ya que estos, desde la perspectiva social e histórica, no son resultado de la
conciencia individual ni del sistema lingüístico abstracto desligado del contexto, sino de las
situaciones sociales fusionadas a los usos del lenguaje. La obra de arte es también el resultado de
valoraciones sobre-entendidas y los términos utilizados estarán también impregnados de
evaluaciones sociales. El artista trabaja, según Bakhtine/Volochinov (1981 [1926]: 201), con la
simpatía y la antipatía, con el acuerdo y el desacuerdo y activa las valoraciones en la interrelación
que establece entre los personajes y particularmente en relación con el héroe. En escritos
posteriores Bajtín reitera que en casi todo enunciado ocurre una interacción tensa, una lucha entre
la palabra propia y la palabra ajena. El enunciado es un elemento mucho más complejo y dinámico
de lo que parece cuando sólo se toma en consideración su orientación puramente formal y univocal
directa (Bajtín, 1989 [1934]: 170).
en cada una. Veamos, la explicación que desde este principio dialógico, se ofrece al enunciado
producido en una situación comunicativa artística9, y, la manera cómo el contexto se integra a ésta:
Los diferentes aspectos que determinan la forma del enunciado artístico (o género secundario)10
son: (i) el valor jerárquico del héroe o del acontecimiento que constituye el contenido del
enunciado, (ii) su grado de proximidad en relación con el autor, (iii) el auditorio y sus relaciones
recíprocas con el autor, por un lado, y con el héroe por el otro. Todos estos aspectos son los puntos
de aplicación de las fuerzas sociales de la realidad extra-artística de la obra de arte
(Bakhtine/Volochinov, 1981 [1926]: 213).
Conectando
Oralidad y Escritura
Oralidad y escritura son dos modalidades discursivas diferentes, con reglas propias que implican el uso de
distintas estrategias.
Oralidad: Es la realización concreta de la lengua oral y requiere de la sustancia fónica para efectivizarse. En
la lengua oral el mensaje se recibe en el momento en que se emite y se puede responder inmediatamente.
Se comparte el ambiente físico. La presencia permite observar gestos, interpretar la entonación, elementos
que también aportan información. Por eso puede haber frases sin terminar, vacilaciones, repeticiones o
simples monosílabos sin alterar la comprensión.
La voz vehiculiza el mensaje lingüístico por lo cual la comunicación es inmediata y efímera pues la captación
de sonidos desaparece inmediatamente. El mensaje aparece acompañado de gestos, señalizaciones o
movimientos. Se puede modificar el mensaje durante la emisión. Se repiten vocablos, expresiones, se usan
interjecciones y palabras o frases incompletas. Debido a lo inmediato de esta comunicación carece de
planificación.
Escritura: Es la realización concreta de la lengua escrita y se vale de la sustancia gráfica para registrar
mensajes en un soporte. La lengua escrita carece de los apoyos de la lengua oral, pero tiene a su favor que
permanece. Eso permite cambiar el vocabulario, ordenar la exposición, se puede borrar, hacer de nuevo, es
planificada, se puede leer, releer, seleccionar una parte, estudiar.
Cada texto posee una silueta de acuerdo a la distribución de la sustancia gráfica en el soporte.
Si el texto ocupa todo el renglón y se divide en párrafos que se identifican con la sangría, está escrito en
prosa.
Si el texto ocupa parte del renglón está escrito en verso. Se llama verso a cada una de las unidades que lo
forman. Los versos son unidades de ritmo y de medida. El conjunto de versos constituye la estrofa.
Rasgos de la oralidad.
Rasgos de la escritura:
• Entonación.
• Graduación del tono de voz.
• Ritmo y rapidez de producción.
• Pausas y silencios.
• Posibilidad de hablar simultáneamente.
• Otros aspectos no lingüísticos: gestos, risas, calidad de la voz.
Conclusiones
a) En cada conjunto de recursos válidos, uno para la oralidad y otro para la escritura, hay contrastes
significativos propios.
b) En la medida en que los recursos útiles para hablar son diferentes de los recursos útiles para escribir, el
uso de uno u otro código requiere poner en juego habilidades diferentes. No hay equivalencia entre lo oral y
lo escrito.
El siguiente cuadro muestra doce diferencias entre el lenguaje oral y el escrito, escrito por Romina Marazzato
Sparano, para el articulo “¿Por qué no se escribe como se habla?, pregunta con la cual reflexionaremos más
adelante.
morfema ‘in-‘ para expresar negación o la raíz ‘acu-‘ para significar agua)
Las unidades mínimas del lenguaje oral son los Las unidades mínimas en la escritura
fonemas, en tanto conjunto de rasgos alfabética son las letras que representan a los
distintivos. En el habla, los fonemas se realizan fonemas de la oralidad, aunque a menudo no
mediante fonos o sonidos concretos. Por existe una correspondencia biunívoca entre
ejemplo, la /s/ de ‘solo’ y ‘espera’ representan fonemas y letras, y mucho menos entre fonos
un mismo fonema, pero y letras. En español, las letras se combinan
para formar
3 COMENTARIOS FINALES
Es indispensable que poco a poco, y a través de la práctica constante, los alumnos se apropien de
las características específicas de los géneros discursivos que deben dominar, pues no se usará el
mismo lenguaje para hacer un estudio introductorio, un manual de uso, que para escribir la reseña
sobre una novela o una película; las situaciones comunicativas son diferentes, por lo tanto, los usos
lingüísticos también deben marcar esas diferencias. De aquí ́la necesidad de formar y fomentar áreas
o grupos de investigación en donde hagan diagnósticos sobre la situación que guardan los alumnos
de las universidades en este rubro; su importancia radica en que la práctica constante de la escritura
y la lectura con un enfoque más analítico, que permita entender mejor lo que se lee, ayudará a
lograr la relación perfecta entre lenguaje y conocimiento.
Empero, es necesario que se involucren no solo los alumnos, sino también los profesores y las
autoridades, es decir, todos los que constituyen la universidad, dándole sentido a una vida
académica que vincula no solo las estructuras cognitivas, sino también implica la interacción de las
prácticas sociales y del desarrollo y divulgación del conocimiento. De esta vinculación depende el
cambio dentro del currículo de cada carrera que apoye al crecimiento de las prácticas de
lectoescritura para cada una de las comunidades científicas que forman el universo cognitivo que
ayudará a la conformación de profesionistas de muy alto nivel.
4 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Martinez, M. (2007). Los géneros desde una perspectiva socio-enunciativa. La noción de contexto
integrado. Dialnet, (),
BAJTIN, M. M., 1 982, Estética de la creación verbal, México, Siglo XXI Editores.
"Géneros Discursivos". Autor: Julia Máxima Uriarte. Para: Caracteristicas.co. Última edición: 22 de
abril de 2021. Disponible en: https://www.caracteristicas.co/generos-discursivos/