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Análisis de brecha.

El análisis de brechas, a menudo llamado "análisis de brechas", es un proceso que se


utiliza para identificar brechas o brechas entre el estado actual y el estado deseado de
una organización, proyecto, sistema o proceso. El propósito de este análisis es
comprender y cuantificar las diferencias entre el estado actual y el estado futuro
esperado. El análisis de brechas se utiliza en varios contextos diferentes, como
negocios, tecnología, planificación estratégica, gestión de proyectos, etc. Su aplicación
en diversos campos se detalla a continuación: Negocios: El análisis de brechas se
utiliza para identificar brechas entre el desempeño actual de una empresa y sus
objetivos estratégicos. Esto puede incluir aspectos como la diferencia entre los ingresos
actuales y esperados, la satisfacción actual del cliente y la satisfacción esperada.
El proceso de análisis de brecha generalmente implica los siguientes pasos:
1. Definir el estado actual: Se comienza por comprender y documentar la situación
o estado actual, identificando todos los aspectos relevantes que se quieren
evaluar o mejorar.
2. Definir el estado deseado: Se establecen los objetivos y el estado deseado que
se busca alcanzar. Esto puede incluir metas cuantitativas o cualitativas.
3. Identificar la brecha: Se compara el estado actual con el estado deseado para
determinar las diferencias o brechas existentes. Esto implica identificar áreas
donde se necesita mejorar o cambiar.
4. Analizar las causas: Se investigan las razones subyacentes de las brechas
identificadas. ¿Por qué existen esas diferencias? Esto puede incluir factores
como limitaciones de recursos, falta de habilidades, cambios en el entorno, etc.
5. Desarrollar un plan de acción: Una vez que se comprenden las brechas y sus
causas, se crea un plan detallado para cerrar esas brechas. Este plan puede
incluir la asignación de recursos, capacitación, cambios en procesos y otras
acciones específicas.
6. Implementar y hacer seguimiento: Luego, se pone en marcha el plan de acción y
se realiza un seguimiento constante para asegurarse de que se estén logrando
los resultados deseados.
El análisis de brechas es una valiosa herramienta de planificación estratégica y toma
de decisiones porque permite a las organizaciones y a los individuos comprender de
manera efectiva cómo se relacionan con sus objetivos y cómo pueden lograrse de
manera más efectiva.
El análisis de las partes interesadas

El análisis de las partes interesadas, a menudo llamado "análisis de stakeholders", es


una técnica crucial en la gestión de proyectos y la toma de decisiones estratégicas. Su
propósito es identificar, evaluar y comprender las personas, grupos u organizaciones
que tienen un interés o influencia en un proyecto, proceso o decisión específica. Este
análisis permite a las partes involucradas comprender mejor sus roles, necesidades y
expectativas, lo que a su vez ayuda a tomar decisiones más informadas y a gestionar
eficazmente las relaciones con las partes interesadas.
A continuación, se describen los pasos típicos en un análisis de partes interesadas:
1. Identificación de las partes interesadas: Enumera todas las personas, grupos
u organizaciones que pueden estar afectadas por el proyecto o decisión. Esto
incluye a aquellos que tienen un interés directo o indirecto en el resultado.
2. Clasificación de las partes interesadas: Categoriza a las partes interesadas
en función de su nivel de interés en el proyecto y su influencia en el mismo. Esto
suele resultar en una matriz de stakeholders con categorías como "alta influencia
y alto interés", "alta influencia y bajo interés", "baja influencia y alto interés",
"baja influencia y bajo interés", entre otras.
3. Análisis de intereses y expectativas: Para cada grupo de stakeholders,
identifica sus intereses, necesidades y expectativas con respecto al proyecto o
decisión. Esto implica realizar entrevistas, encuestas o consultas para recopilar
información relevante.
4. Evaluación de la influencia y el poder: Determina la influencia y el poder de
cada parte interesada en relación con el proyecto. Esto puede basarse en su
capacidad para tomar decisiones, su posición en la organización o su capacidad
para influir en otros stakeholders.
5. Análisis de riesgos y oportunidades: Evalúa los riesgos y oportunidades que
cada parte interesada puede representar para el proyecto. Esto incluye la
identificación de posibles obstáculos y la búsqueda de formas de aprovechar el
apoyo de las partes interesadas clave.
6. Plan de gestión de stakeholders: Desarrolla un plan que aborde cómo se
gestionarán las relaciones con las partes interesadas a lo largo del proyecto o
proceso. Esto debe incluir estrategias para involucrar, comunicarse y gestionar
las expectativas de las partes interesadas.
7. Implementación y seguimiento: Lleva a cabo el plan de gestión de
stakeholders y realiza un seguimiento continuo de las interacciones y relaciones
con las partes interesadas. A medida que evoluciona el proyecto, es importante
ajustar el enfoque según sea necesario.
El análisis de las partes interesadas es esencial para garantizar que un proyecto o
decisión tenga el apoyo necesario y que se minimicen los riesgos relacionados con las
relaciones con las partes interesadas. Al comprender las necesidades y expectativas de
las partes interesadas, las organizaciones pueden tomar decisiones más informadas y
mejorar la probabilidad de éxito de sus iniciativas.

El análisis de riesgos
El análisis de riesgos es un proceso sistemático para identificar, evaluar y gestionar los
riesgos que pueden afectar a una organización, proyecto, actividad o decisión. Su
objetivo principal es ayudarle a tomar decisiones informadas sobre cómo mitigar, evitar
o transferir riesgos y cómo prepararse para afrontarlos. A continuación, se ofrece una
descripción general de los pasos típicos del análisis de riesgos:
1. Identificación de riesgos:
 El primer paso es identificar todos los posibles riesgos que podrían
afectar a la organización, proyecto o proceso. Esto puede incluir riesgos
financieros, operativos, estratégicos, legales, tecnológicos y de otra
índole. Es importante involucrar a todas las partes relevantes en este
proceso.
2. Clasificación de riesgos:
 Una vez que se han identificado los riesgos, se clasifican en función de su
impacto potencial y su probabilidad de ocurrencia. Esto ayuda a priorizar
los riesgos y centrarse en los más críticos.
3. Evaluación de riesgos:
 Cada riesgo se evalúa en términos de su impacto y probabilidad. Se
pueden utilizar escalas numéricas o cualitativas para asignar valores a
estos factores. Esto permite determinar la exposición al riesgo.
4. Análisis cualitativo y cuantitativo:
 El análisis cualitativo se centra en describir y comprender los riesgos sin
utilizar números, mientras que el análisis cuantitativo implica el uso de
datos y números para evaluar los riesgos en términos monetarios u otras
métricas cuantitativas. Ambos enfoques son importantes según la
naturaleza de los riesgos.
5. Evaluación de consecuencias:
 Determina las posibles consecuencias de cada riesgo si llegara a
materializarse. Esto puede incluir pérdidas financieras, retrasos en el
proyecto, daño a la reputación, entre otros.
6. Desarrollo de estrategias de gestión de riesgos:
 Una vez que se han evaluado los riesgos, se desarrollan estrategias para
gestionarlos. Estas estrategias pueden incluir evitar el riesgo, mitigar sus
impactos, transferir el riesgo a terceros a través de seguros o contratos, o
asumir el riesgo con pleno conocimiento y preparación.
7. Implementación de medidas de gestión de riesgos:
 Se implementan las medidas y acciones necesarias para llevar a cabo las
estrategias de gestión de riesgos. Esto puede incluir la creación de
políticas, la adquisición de seguros, la implementación de sistemas de
seguridad, entre otros.
8. Monitoreo y revisión continua:
 La gestión de riesgos es un proceso continuo. Se deben monitorear
regularmente los riesgos y las estrategias de gestión, y se deben realizar
revisiones periódicas para asegurarse de que se mantengan actualizadas.
El análisis de riesgos es esencial para la toma de decisiones empresariales y la
gestión de proyectos. Ayuda a las organizaciones a prepararse para los desafíos
y minimizar las sorpresas desagradables.

Matriz de riesgos
Una matriz de riesgos es una herramienta visual utilizada en la gestión de
riesgos para clasificar y priorizar los riesgos identificados en un proyecto,
proceso o situación particular. Esta matriz suele construirse colocando los
riesgos en un cuadro o tabla con dos dimensiones: la probabilidad de un evento
(en el eje horizontal) y el impacto o consecuencia (en el eje vertical). Esta matriz
ayuda a identificar los riesgos más críticos o significativos y facilita la toma de
decisiones sobre su prevención. Cómo funciona la matriz de riesgos:
1. Identificación de riesgos: El primer paso es identificar y listar todos los riesgos
relevantes para el proyecto o la situación en cuestión. Estos riesgos pueden ser
cualquiera que pueda afectar negativamente al proyecto, como retrasos, costos
adicionales, cambios en los requisitos, problemas de calidad, entre otros.
2. Evaluación de la probabilidad: Para cada riesgo identificado, se estima la
probabilidad de que ocurra. Esto generalmente se expresa en términos de una
escala (por ejemplo, baja, moderada, alta) o en porcentajes.
3. Evaluación del impacto o consecuencia: A continuación, se evalúa el impacto
o la consecuencia de cada riesgo en caso de que ocurra. Esto también se
expresa en una escala (por ejemplo, bajo, moderado, alto) o en términos de
pérdida financiera, retraso en el proyecto, daño a la reputación, entre otros.
4. Construcción de la matriz: Los riesgos se colocan en la matriz en función de
sus estimaciones de probabilidad e impacto. Los riesgos con una alta
probabilidad y un alto impacto se ubican en el cuadrante superior derecho de la
matriz, lo que los identifica como riesgos críticos o prioritarios. Los riesgos con
baja probabilidad y bajo impacto suelen ubicarse en el cuadrante inferior
izquierdo y son considerados menos críticos.
5. Priorización de riesgos: La matriz de riesgos permite identificar y priorizar los
riesgos de acuerdo con su posición en la matriz. Los riesgos ubicados en el
cuadrante superior derecho son los más críticos y requieren una atención
inmediata y una gestión activa. Los riesgos en otros cuadrantes pueden requerir
medidas preventivas o de mitigación, pero pueden ser de menor prioridad.
6. Desarrollo de estrategias de gestión de riesgos: Con la matriz de riesgos
como guía, se desarrollan estrategias de gestión de riesgos específicas para
abordar los riesgos críticos y aquellos que requieren atención. Estas estrategias
pueden incluir evitar el riesgo, mitigar sus impactos, transferir el riesgo a terceros
o asumir el riesgo con preparación.
La matriz de riesgos es una herramienta eficaz para informar y visualizar los
riesgos del proyecto, facilitando la toma de decisiones informadas
y planificando medidas adecuadas de gestión de riesgos.

Análisis CAME
El análisis CAME es un método utilizado en la planificación y gestión estratégica
que se centra en evaluar y resolver desafíos y problemas organizacionales o de
proyectos. El acrónimo "CAME" proviene de las primeras letras de cuatro
palabras inglesas: Challenges, Abilities, Means y Environment. Este análisis se
utiliza para identificar soluciones y estrategias para superar obstáculos y lograr
las metas deseadas.
Los componentes del análisis CAME se describen a continuación:
1. Desafíos: Esta etapa implica identificar y comprender los desafíos y problemas
específicos que enfrenta una organización o proyecto. Los desafíos pueden
incluir problemas internos, como la falta de recursos o problemas de gestión, así
como desafíos externos, como la competencia del mercado o cambios en el
entorno.
2. Habilidades: En esta fase, se evalúan las habilidades y capacidades de la
organización para abordar los desafíos identificados. Se analiza si la
organización posee las competencias necesarias en términos de personal,
conocimiento y experiencia para hacer frente a los desafíos.
3. Medios: Aquí se examinan los recursos disponibles, tanto financieros como
tecnológicos, para abordar los desafíos. Se trata de evaluar si la organización
cuenta con los recursos necesarios, o si es necesario adquirirlos o redistribuirlos
de manera eficiente.
4. Entorno: Esta fase se enfoca en el análisis del entorno en el que opera la
organización. Se consideran factores externos, como la economía, la legislación,
la competencia y las tendencias del mercado, que pueden influir en la capacidad
de la organización para enfrentar los desafíos.
Después del análisis CAME, se pueden desarrollar estrategias y planes de
acción para abordar los problemas identificados. Este enfoque ayuda a las
organizaciones a tomar decisiones informadas y asignar recursos de manera
más eficiente para lograr sus objetivos. El análisis CAME es una herramienta
valiosa en la planificación estratégica y la gestión de proyectos, ya que ayuda a
comprender mejor la situación y encontrar soluciones adecuadas a los
problemas identificados.
3.1Tipos de estudio
Cualtivativa concepto
Descritiva Concepto

3.2 Unidad de análisis: el beneficio cooperativa san jose la majada

3.3 poblacion y muestra cantidad de trabajadores entrevista 100%

3.4 Objetivos :el cuadro Operación de las variables

Los 3 especificos
1. Variable
análisis de brecha
indicadores por el check list entrevista encuesta

2. FODA
Análisis de técnica (check list entrevista y encuesta

3. Plan de acción

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