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Fundamentos

¿Qué es la psicología social?


La psicología social se ocupa de las relaciones entre las personas y de su mutua
influencia, de la interacción humana. La psicología social aplicada usa el saber y los
métodos psicosociales para resolver los problemas en esas relaciones y para contribuir al
bienestar y desarrollo humano desde su relacion con los demas.
La psicología social nace en las primeras décadas del siglo XX. En 1908 ven la luz dos
textos con ese título, uno de origen psicológico y otro sociológico.
En términos amplios, la PS y otras ciencias sociales, son “hijas” de la modernidad
ilustrada y de las turbulencias y desarrollos sociales (revoluciones científica y política,
industrialismo, capitalismo, urbanización, higiene publica, agricultura intensiva “explosión”
demográfica, etc.) relacionados, con la fe en el progreso, el hombre y la razon como
horizonte credencial unificador.
Las nuevas ideas, los desplazamientos masivos del campo a las ciudades, la producción
industrial masiva y las duras condiciones de trabajo, el hacinamiento urbano y los
problemas de salud (epidemias), las revueltas callejeras y los movimientos obreros
espolean y dividen a los patriarcas de la ciencia social.
Es en referencia a los profundos cambios sociales, políticos y culturales producidos y a los
llamativos tumultos y dislocaciones sociales que los acompañan, donde se deben ubicar
las preocupaciones teóricas y aplicadas de los fundadores europeos de las ciencias
sociales: pérdida de “solidaridad” social, auge de interdependencia funcional e
individualismo frente a comunalidad “tribal”, expansión de las nuevas ideas, “desorden”
social y alumbramiento de un nuevo orden, etc. No extrañará entonces que “las masas” y
el comportamiento colectivo sean los primeros temas estudiados, desde una perspectiva
más especulativa y filosófica en Europa y más empírica y experimental en Estados Unidos.
Ni que la Psicología, y el estudio de la “mente” humana esté ligado al surgir del individuo
autoconsciente y autónomo.
1. Procesos individuales: entre ellos está la motivación de la persona para una evaluación
positiva de sí misma (primer proceso individual). Es un tipo de motivación que aparece en
muchos de los procesos estudiados por la Psicología social. Junto a este proceso, hay que
mencionar la importancia que el grupo tiene para la persona (segundo proceso individual).
El propio Tajfel, en su definición de la identidad social citada más arriba, tiene buen
cuidado en subrayar que no todos los grupos encierran la misma importancia para la
persona. La combinación de estos dos procesos (motivación individual para una
autoevaluación positiva más (+) importancia del grupo para la persona) desemboca en la
motivación para buscar una evaluación positiva del grupo (tercer proceso individual).
2. Procesos grupales: ninguno de los tres procesos individuales anteriores daría lugar a la
identidad social si las personas no comparasen el grupo importante para ellas con otros
grupos presentes en el contexto social. Aquí resuena de nuevo la advertencia inicial de
Tajfel, de que “la pertenencia a ciertos grupos será muy importante para ella (la persona),
mientras que la pertenencia a otros no lo será”, ya que sugiere que la forma en que las
personas buscan una evaluación positiva de su grupo es por medio de la comparación con
otros grupos menos importantes para ellas. Cuando esa comparación consigue su objetivo,
se produce la “distintividad social positiva”, que es la base y el fundamento de la identidad
social.
3. Procesos macrosociales: es precisamente el contexto el que determina que unos
grupos sean valorados más o menos positiviamente. Se verá más adelante en este
capítulo que en Italia ser del Norte es valorado más positivamente que ser del Sur (Jost,
Burgess y Mosso, 2001; Schizzerotto, Peri, Sniderman y Piazza, 1994) y que otro tanto
sucede en los Estados Unidos de Norteamérica. Razones de índole socioeconómica, junto
a otras razones de carácter histórico, explican este hecho. En otras palabras, en esos dos
países ser del Norte o ser del Sur incide en el grado en que se puede adquirir una
identidad positiva.
La Teoría de la identidad social establece varias conexiones entre procesos de distinta
naturaleza. Según Turner y Haslam (2001), tres destacan de manera especial:
• Una relación de antagonismo entre la identidad personal (proceso individual) y la social
(proceso grupal): cuando las personas enfatizan una de ellas es a expensas de la otra.
• Una estrecha dependencia mutua entre identidad social (proceso grupal) y contexto
social (proceso macrosocial): si bien la primera está ligada a la pertenencia grupal, el grado
en que es positiva tiene que ver con la posición que ocupa el grupo en la sociedad en su
conjunto.
• Las creencias de las personas sobre el grado en que las posiciones de su propio grupo y
de los demás grupos son estables y legítimas dependen también del contexto.
El sociólogo
Dentro de su importante labor en la sociedad un sociólogo puede destinar su profesión a
la investigación como base de políticas y bienestar social. Algunos sociólogos suelen
desempeñarse en entidades gubernamentales y centros comunitarios, mientras que otros
trabajan en instituciones académicas o centros educativos donde se consolidan grupos de
investigación.
Por su parte, se convierten en canales de vital importancia para saber cuál es futuro la
educación, cómo se transforman los hábitos de consumo, cómo se relacionan las
comunidades, fenómenos culturales, eventos de índole social específica o la respuesta de
la sociedad frente a la pandemia, por dar algunos ejemplos.
Intereses

Sociología Psicología
1. Son los aspectos que constituyen 1. Hace diferente a cada individuo
las sociedades (comportamiento)
2. Identificar y reconocer los 2. Conocer las necesidades de cada
movimientos sociales y los movimiento social.
diferentes cambios que se
presentan.

3. Analizar las instituciones sociales, 3. Conocer las instituciones que se


comunidades y clases sociales. ajusten a la atención de usuarios.

4. Por qué se producen los 4. Estudiar los comportamientos en


desórdenes sociales, las diversas masas y el fin que siguen.
y tipos de guerra y criminalidad
en las sociedades.

5. Clasificaciones de la población, ya 5. Clasificaciones de la población, ya


sea por su etnia, género o sexo, sea por su etnia, género o sexo,
religión, etc. religión, etc.

6. Construcción e historia de las 6. Realizar procesos de investigación


sociedades. y fortalecimiento de los procesos
sociales.

El rol del psicólogo


En un enfoque más amplio, la Psicología Social, pretende superar enfoques basados en las
carencias y las patologías, para asumir un papel proactivo y autónomo del individuo. Éste
se convierte así, en agente activo del cambio, tanto en el papel de la intervención en
situaciones de cotidianeidad o de crisis, como en la prevención de estas, al objeto de
maximizar sus habilidades y competencias de análisis y transformación personal y de su
entorno social.
Se trata de un encuadre basado tanto en la intervención, como en la prevención, en una
filosofía de empoderamiento y promoción de la autogestión, que adopta la perspectiva de
la diversidad humana
Funciones
1. Atención Directa
Ya sea individualmente o en grupo, se intervendrá con la población objetivo en la
evaluación, orientación y resolución de sus necesidades.
• Individualmente: Valoración de capacidades, orientación individual, aprendizaje de
competencias, etc.
• Grupalmente: Intervención basada en grupos de autoayuda, escuelas de padres, y
programas de prevención y sensibilización, mediando y negociando, y
proporcionando apoyo y fomentar de la participación, el consenso, la motivación y
los procesos organizativos.
La atención directa con las personas, familias y grupos, en situación de vulnerabilidad y
dificultad social, se realiza con el fin de:
• Informar y orientar en relación a los aspectos psicológicos que pudieran favorecer
o que sostienen y mantienen las situaciones de desprotección o vulnerabilidad
social, tanto a personas individuales, como a grupos o entidades privadas y
públicas.
• Evaluar y diagnosticar los aspectos psicológicos presentes en las diversas
situaciones específicas de vulnerabilidad y dificultad social.
• Prevenir, mediante un trabajo psicoeducativo y de atención psicológica, los
factores psicológicos que pudieran favorecer o mantener las situaciones de
dificultad de integración social. Se entiende el trabajo psicoeducativo, como el
procedimiento o técnica de intervención psicológica referida a la educación y/o
información que se ofrece a las personas afectadas o con factores de riesgo, para
tratar de evitar la aparición o el mantenimiento de los factores psicológicos
asociados a la situación de dificultad, desde un mayor conocimiento de estos.
• Disminuir o reducir, mediante un trabajo psicoterapéutico, las consecuencias
psicológicas derivadas de dichas situaciones sociales, una vez se han producido.
2. Asesoramiento y Consultoría Externa
• El trabajo es dirigido a los/las profesionales de los servicios de atención al
ciudadano, respecto a su estructura de funcionamiento, implementación y
desarrollo de programas o resolución de conflictos interpersonales.
3. Dinamización Comunitaria
• Promoción y mejora de las redes formales e informales de apoyo social,
incluyendo el asociacionismo y la creación u optimización de proyectos,
planificando e implementando programas de carácter preventivo de sensibilización
y activación de los recursos propios de la comunidad.
5. Planificación, Evaluación y Gestión de Programas Sociales
Estas funciones incluyen tanto la detección de necesidades poblacionales, como de su
resolución a través de la creación de programas específicos, y su evaluación continua y
final, en un proceso dinámico de evaluación/acción, que se retroalimenta tanto de la
experiencia adquirida, como de las nuevas ideas y proyectos que el flujo de resultados
generados.
6.Formación
Realización de actividades formativas, orientadas tanto a población diana, como a los
profesionales intervinientes, para que en su intervención puedan tener en cuenta
elementos y factores de carácter psicológico, aunque no intervengan de forma directa
sobre ellos.

Percepción, influencia orgánica y subjetiva


Enfoque psicosocial
La especificidad del enfoque deriva de la focalización única del campo en la interacción
entre procesos psicológicos y sociales, de su interés a la vez por la persona y por la
sociedad, por el individuo y su grupo, por la influencia tanto del grupo en el individuo
como de este en el grupo y por las condiciones que promueven la discrepancia y la
convergencia de las realidades psicológicas y sociales.
Criticas
La teoría psicosocial es acusada desde la literatura crítica y psicosocial aplicada de ser:
irrelevante, trivial, débil, inválida, inadecuada o imposible. Enuncio cada aspecto crítico,
extendiéndome y cualificando algunos, y resumo, después, los soluciones o “salidas”
posibles.
• Irrelevancia social. La PS como ciencia de la interacción social debe ocuparse de las
cuestiones relevantes para la sociedad. Un punto de coincidencia de la mayoría de críticas
es la falta de relevancia social.
• Trivialidad. El reproche, conectado con el anterior, se dirige aquí hacia la banalidad de
los divertimentos y pasatiempos de la investigación experimental al uso en perjuicio de la
obtención de conocimiento sobre la interrelación humana relevante y/o habitual en la vida
diaria, que debería constituir su verdadera meta.

 Debilidad: han criticado el abuso de la teoría en PS causada en buena medida por


su sacrificio, a través de 5 formas de abuso:
1. Ignorancia de la teoría
2. Arbitrariedad o inconsistencia de la definición
3. Contaminación metodológica derivada de las exigencias
4. Olvido de los niveles de análisis supraindividuales- organizacionales,
comunitarios e institucionales
5. Rechazo prematuro de la teoría desde datos o sistemas de prueba científica
La necesidad de complementar y retroalimentar la teoría y la experiencia práctica en la
intervención social impone tratar contenidos transversales (comunes a todos los sectores
de intervención) y específicos (para cada sector), incluyendo el despliegue y armonización
de ámbitos de conocimiento:
• Del sistema de protección social (legislación, competencias de las
administraciones, del movimiento social y comunitario, etc.), así como su marco
normativo, administrativo y organizativo, con sus principales programas y servicios.
• De la salud, en los aspectos propios y específicos de la salud mental y social,
incluidos en la definición de salud de la OMS.
• De la terapéutica social (sintomatología clínica y psicoterapia asociada a dichas
problemáticas y contextos), en aquellas funciones y ámbitos de actuación que así
lo requieran, incluyendo los diferentes modelos teóricos, así como las estrategias y
técnicas más habituales de intervención, tanto a nivel individual, como grupal y
comunitario.
Estilos de crianza
¿Qué son los estilos de crianza?
Las prácticas de crianza tienen una larga tradición en psicología y, aunque constituye un
constructo multidimensional, siempre se tiende a incluir dos dimensiones básicas:
1. una relacionada con el tono emocional de las relaciones y
2. la otra con las conductas puestas en juego para controlar y encauzar la conducta de
los hijos.
En la primera dimensión se sitúa el nivel de comunicación y en la segunda el tipo de
disciplina, y ambas dimensiones están relacionadas.
Los estilos de socialización se relacionan con la intensidad de la comunicación en las
relaciones padres-hijos. Relacionando distintos estilos de crianza y nivel de comunicación
dentro de la familia, los padres que usan más comprensión y apoyo en la crianza tendrán
más altos niveles de comunicación, y las familias con niveles más bajos de comunicación
tenderán a usar la coerción y el castigo físico más a menudo (Musitu y Soledad-Lila 1993).
Por disciplina familiar se entienden las estrategias y mecanismos de socialización que
emplean los padres para regular la conducta e inculcar valores, actitudes y normas en los
hijos. Asimismo, ante la aceptación y utilización de métodos de disciplina positiva y
punitiva (castigos) por los padres abusivos, los potencialmente abusivos y los no abusivos,
se comprueba que los padres no abusivos evalúan como más significativamente aceptable
el refuerzo positivo sobre el punitivo. Los padres abusivos, en cambio, ven los refuerzos
negativos o castigos como más aceptables.
La existencia de varios grupos de factores en la determinación de las prácticas educativas,
así como la diversidad de dimensiones en cada grupo pone en evidencia la complejidad de
criar y educar a los hijos. Se considera educar como una tarea multifacética y cambiante y,
por ende, difícil de categorizar; no obstante, los psicólogos evolutivos se interesan en
clasificar los estilos de crianza que los padres emplean en la relación con los hijos.
El control de la conducta mediante la acción disciplinaria como una de las formas de
acción psicopedagógica de la familia en el desarrollo personal y social de los hijos. Así,
Allinsmith (1960) distingue dos tipos de disciplinas familiares: la corporal y la psicológica.
Distinguen entre disciplina basada en la negación de objetos tangibles y Disciplina basada
en la negación de afectos,
Diferencia entre técnicas de sensibilización basadas en la aplicación directa de castigos y
técnicas de inducción basadas en la explicación de las posibles consecuencias que puede
tener para los demás la conducta realizada por el niño.
La retirada de afecto es una forma de controlar la conducta infantil basada en que los
padres expresan su desacuerdo con la conducta del niño mediante el rechazo, la negación
a escucharle, el aislamiento o las amenazas de abandono. Aquí, el poder de la disciplina
reside en el miedo a perder el apoyo afectivo, emocional y la aprobación de los padres. Por
ello, al igual que en la afirmación de poder, también la retirada de amor comprende el
componente de activación motivadora.
El ejercicio del control puede manifestarse de forma consistente o inconsistente. Según las
estrategias utilizadas, tendríamos los cuatro tipos de padres ya mencionados:
1.autoritarios, 2. permisivos, 3. democráticos y 4. Negligentes
Estilo Autoritario
Se denomina así el estilo que ponen en práctica los padres autoritarios, que se
caracterizan por manifestar alto nivel de control y de exigencias de madurez y bajos
niveles de comunicación y afecto explícito.
Lo predominante es la existencia de abundantes normas y la exigencia de una obediencia
bastante estricta. Dedican esfuerzo a influir, controlar, evaluar el comportamiento y las
actitudes de sus hijos de acuerdo con patrones rígidos preestablecidos. Estos padres dan
gran importancia a la obediencia, a la autoridad, al uso del castigo y de medidas
disciplinarias, y no facilitan el diálogo. Las normas que definen la buena conducta son
exigentes y se castiga con rigor la mala conducta. La comunicación entre cada uno de los
progenitores y el niño es pobre.
Estilo democrático
Deriva su nombre de la práctica educativa de padres democráticos, que son los que
presentan niveles altos en comunicación, afecto, control y exigencias de madurez. En
consecuencia, son afectuosos, refuerzan el comportamiento, evitan el castigo y son
sensibles a las peticiones de atención del niño; no son indulgentes, sino que dirigen y
controlan siendo conscientes de los sentimientos y capacidades; explican razones no
rindiéndose a caprichos y plantean exigencias e independencia. También se puede definir
el estilo democrático en función de la evitación de decisiones arbitrarias, el elevado nivel
de interacción verbal, la explicación de razones cuando dan normas y el uso de respuestas
satisfactorias. Los padres marcan límites y ofrecen orientaciones a sus hijos, están
dispuestos a escuchar sus ideas y a llegar a acuerdos con ellos.
Estilo permisivo
Es el estilo practicado por padres permisivos, que son los padres caracterizados por un
nivel bajo de control y exigencias de madurez, pero con un nivel alto de comunicación y
afecto. Se caracterizan precisamente por el afecto y el dejar hacer. Manifiestan una actitud
positiva hacia el comportamiento del niño, aceptan sus conductas y usan poco el castigo.
Consultan al niño sobre decisiones; no exigen responsabilidades ni orden; permiten al niño
autoorganizarse, no existiendo normas que estructuren su vida cotidiana; utilizan el
razonamiento, pero rechazan el poder y el control sobre el niño.
Estilo negligente o de rechazo- abandono
Es el estilo de crianza utilizado por padres que rechazan y son negligentes, que no son
receptivos ni exigentes y a quienes sus hijos parecen serles indiferentes. Al niño se le da
tan poco como se le exige, pues los padres presentan unos niveles muy bajos en las cuatro
dimensiones: afecto, comunicación, control y exigencias de madurez. No hay apenas
normas que cumplir, pero tampoco hay afecto que compartir; siendo lo más destacable la
escasa intensidad de los apegos y la relativa indiferencia respecto de las conductas del
niño. Los padres parecen actuar bajo el principio de no tener problemas o de minimizar los
que se presentan, con escasa implicación y esfuerzo.

Bases ambientales del comportamiento social


La relevancia del ambiente físico
Es obvio que todo comportamiento sucede en un espacio, lugar, sitio, escenario o
cualquier otra forma con que puede denominarse el entorno físico en el que ocurre. De
igual modo puede afirmarse que nos comportamos de manera diferente según el lugar en
que nos hallamos. Y que cualquier comportamiento conlleva diferentes significados según
el sitio donde ocurre. Trasladar esta obviedad a la Psicología social supone destacar la
dimensión ambiental de la conducta social, como parte de su objeto de estudio.
Ambiente físico y otros factores básicos de la conducta social
La interrelación de las bases ambientales, biológicas, culturales y personales puede
contemplarse también en los patrones de la conducta territorial o el espacio personal.
Personalizamos nuestra casa o el despacho de la oficina, ejemplos de territorios, en los
cuales nos sentimos seguros y donde regulamos la interacción con los demás permitiendo
la entrada a según quién. Ello, además de tener una función de adaptación al ambiente,
refleja las diferentes maneras con que nuestra cultura significa las diferentes señales con
las que las personas indican lo que es un territorio privado o no. Otro tanto ocurre con la
distancia que mantenemos con los demás (espacio personal) y la preferencia por ciertos
lugares o apego a un lugar concreto.
Factor ambiental y sociedad contemporánea
Puede afirmarse que el ambiente físico genera oportunidades para determinados
comportamientos pero también que restringe o limita otros tantos. Para tomar conciencia
de ello resulta útil la distinción de tres tipos de entornos.
 El primero viene definido por nuestro cuerpo y su adaptación al medio ambiente
natural, donde nuestros sentidos y la capacidad para interactuar dependen
estrictamente de la distancia, donde nuestro espacio sensorial se halla marcado
por el aquí y el ahora, es decir, por la presencialidad.
 El segundo entorno ya no es natural, sino cultural y social, puede denominarse
urbano, y es donde se han desarrollado las diversas forma sociales como la familia,
la persona, el dinero y otros similares.
 El tercer entorno está posibilitado por una serie de tecnologías como el teléfono,
la radio, la televisión, el dinero electrónico, las redes telemáticas, los multimedia y
el hipertexto.
La estimulación ambiental
Las personas necesitamos un nivel óptimo de estimulación (sensorial, social y movimiento)
que puede variar en intensidad, diversidad y grado de estructuración en su percepción.
Pocas personas en unas fiestas del barrio o demasiadas en un camino de montaña con
vistas espectaculares, suponen diferentes niveles de estimulación aunque puedan derivar
hacia consecuencias similares para quien las experimenta. Los enfoques que destacan el
papel de la estimulación ambiental son relevantes en la comprensión de la relación entre
los factores ambientales y la conducta social.
Si la excesiva o no deseada estimulación ambiental puede llevarnos a determinada
activación, opresión sobre nuestra capacidad de procesar información (sobrecarga), una
posible consecuencia es la pérdida de control percibido sobre la situación.
Imaginemos el caso de que se averiase el tren en el que viajamos y no nos dieran ningún
tipo de explicación sobre lo que ocurre y lo que pudiera tardar en restablecerse el servicio,
ni se nos informase o, incluso, que no se supiera nada acerca de lo sucedido. La pérdida
del control percibido es el primer paso del modelo de restricción conductual de la
estimulación ambiental, en el que además del control psicológico se destacan aquellos
aspectos del entorno físico que pueden limitar o interferir en lo que queremos hacer (estar
parados en la vía del tren y sin poder salir)

Cultura
Bond plantea que psicológicamente la cultura es “un sistema compartido
• de creencias (lo que es verdad),
• de valores (lo que es importante),
• de expectativas,
• especialmente sobre los guiones conductuales y su significado (lo que está implícito;
comprometiendo una acción dada). Este sistema está desarrollado para satisfacer
• las necesidades básicas de subsistencia (comida y agua, protección contra los elementos,
seguridad y pertenencia), apreciación social, y el ejercicio de las propias habilidades.
Históricamente, el estudio de la cultura se ha venido realizando desde tres grandes
movimientos:
1. la Psicología de los pueblos,
2. cultura y personalidad y
3. los estudios transculturales,
pero recientemente han surgido nuevos planteamientos desde:
• la Psicología evolutiva,
• la Psicopatología y
• la Psicología social.
La perspectiva de la Psicología de los pueblos, en cierto modo, sigue siendo actual a través
del estudio de la identidad cultural y las migraciones. Asimismo, hemos de tener en cuenta
la importancia que ha adquirido el movimiento de cultura y personalidad en los estudios
antropológicos de la Antropología psicológica y en los psicológicos de la Psicología cultural.
Así, los antropólogos siguen realizando un análisis transcultural comparando el desarrollo,
la Psicopatología y la conducta social de los diversos pueblos y el mundo occidental.
Mientras que los psicólogos culturales llevan a cabo estudios centrados en las sociedades
urbanas, con referencias comparativas a “otras culturas”.
La cultura, sin embargo, no reside únicamente en las creencias comunes de una sociedad,
sino que generalmente está inscrita en costumbres, rituales y escenarios de conducta
institucionalizados. Por ejemplo, en la cultura colectivista asiática los escenarios de
recompensa inducen un menor incremento de autoestima que en la sociedad
individualista de los Estados Unidos de Norteamérica. En la primera, los profesores
evalúan rigurosamente el desempeño de los alumnos y los critican por sus errores en
público. Mientras que en la cultura individualista norteamericana, los profesores enjuician
benévolamente los desempeños de sus alumnos y los recompensan favorablemente.
Los componentes de la cultura
La cultura se concibe como un conjunto de componentes de conocimiento:
• denotativo (lo que es) y
• connotativo (lo que debería ser).
Estos indicadores son compartidos por un grupo de personas que tienen una historia
común y participan de una estructura social. Así, en todas las culturas podemos distinguir
símbolos, normas, valores y creencias
Los simbolos
Los seres humanos no vemos o experimentamos el mundo a nuestro alrededor igual que
otros seres vivos; creamos una realidad propia, un mundo de significados. Y esto lo
hacemos transformando los elementos de la vida social (gestos, miradas, posturas, uso del
espacio personal y otros similares) en símbolos, es decir, todo aquello que para los que
comparten una cultura tiene un significado determinado o específico.
cuando visitamos una sociedad distinta a la nuestra, entonces sí que nos damos cuenta de
su importancia. En esas condiciones experimentamos lo que se llama un choque cultural,
que no es más que nuestra sorpresa o incapacidad de interpretar adecuadamente el
significado de los símbolos y prácticas culturales que se emplean en una sociedad
diferente.
Las prácticas culturales (visibles) incluyen diversas manifestaciones con un carácter
simbólico. Entre éstas pueden destacarse los símbolos, es decir, las palabras, gestos,
imágenes u objetos; los héroes, personas vivas o muertas, reales o imaginarias (modelos
de conducta), y los rituales, actividades colectivas (como la manera de saludar y mostrar
respeto a los demás, las ceremonias sociales y religiosas, las reuniones políticas, de
negocios).
Por su parte, el lenguaje es un factor fundamental del universo cultural. Podemos definirlo
como cualquier estructura abstracta que permite a los miembros de una sociedad
comunicarse simbólicamente y que tiene interpretación semántica.
Las normas
En China y Rusia, cuando uno quiere saber cuánto gana un compañero de trabajo se lo
pregunta directamente. En Europa occidental, preguntarle a alguien cuánto gana suele
considerarse una impertinencia. Este ejemplo nos puede servir para entender que las
normas son reglas y expectativas sociales a partir de las cuales una sociedad regula la
conducta de sus miembros. Algunas normas prohíben ciertas cosas. En algunas
sociedades, por ejemplo, una mujer casada no debe salir sola a la calle. Otras normas son
prescriptivas; esto es, indican qué es lo que se debe hacer.
Los valores y las creencias
Los sociólogos llaman a las posturas frente al mundo valores, que son modelos
culturalmente definidos con los que las personas evalúan lo que es deseable, bueno o
malo, bello o feo, y que sirven de guía para la vida en sociedad.
Desde el punto de vista de la cultura, los valores son enunciados acerca de cómo deben
ser las cosas.
Para la Psicología social los valores son constructos psicosociales que expresan la relación
estable e integral entre el individuo y la sociedad.
Los valores son principios amplios y generales que sirven de base a las creencias. Éstas, por
su parte, son manifestaciones específicas que las personas consideran como ciertas. Así,
los valores son proposiciones más abstractas acerca de cómo deben ser las cosas, mientras
que las creencias hacen referencia a asuntos más específicos, sobre los que se emite un
juicio acerca de su verdad o falsedad. Rokeach (1973)
Apropiación cultural: definición
La apropiación cultural puede ser entendida como la utilización de elementos culturales
típicos de un colectivo étnicos por parte de otro, despojándola de todo su significado y
banalizando su uso. Dicho de forma más breve, es lo que ocurre cuando se usurpa un
elemento cultural con finalidades que nada tienen que ver con las que se le atribuyen.

Cognición social
Los seres humanos vivimos en un entorno altamente complejo. Miles de fragmentos de
información llegan constantemente a los sentidos y cada instante se convierte en un
dilema que demanda una respuesta inmediata. Si trasladásemos a un algoritmo todas las
operaciones mentales conscientes e inconscientes con las que afrontamos ese ciclón
informativo, el resultado sería una fórmula imposible. De igual forma, si una “máquina
inteligente” se sometiese a ese torbellino de estímulos, con toda probabilidad sus circuitos
se bloquearían y sus decisiones desajustarían todo el sistema.
El objeto de la Psicología de la Cognición social
es estudiar el modo en que atendemos, interpretamos, analizamos, recordamos y
empleamos la información para elaborar juicios y realizar acciones. Esta definición es
amplia y generosa porque busca armonizar las dos representaciones que hoy existen sobre
la Cognición social:
1. Una, que la considera un conjunto de hipótesis y observaciones relativas al
ámbito del razonamiento humano, y que se centra en los constructos de
representación, las estrategias de cómputo y decisión, las subtareas que relacionan
el estímulo con el juicio del perceptor y los sistemas de almacenamiento.
2. Otra, que la entiende como una aproximación teórica y empírica para comprender
todos los fenómenos de la conducta social, investigando las estructuras y procesos
cognitivos que tienen lugar en ellos. Desde esta perspectiva, la Cognición social no
se define por un contenido particular, sino como una perspectiva desde la que
abordar todos los fenómenos psicosociales, desde las diferencias personales a los
movimientos colectivos pasando por las relaciones intergrupales.
Las cuatro hipótesis de la cognición social
Primera hipótesis
Las conductas humanas no son respuestas al medio, sino el resultado de una interacción
entre la información nueva y el conocimiento previo

El papel del conocimiento previo en el procesamiento de la información


Los seres humanos tendemos a considerar que el origen y la explicación de todas nuestras
acciones y decisiones está en la información que nos llega desde fuera. Y el único
procesamiento del que somos conscientes es el que tiene lugar de abajo a arriba, es decir,
el que se ocupa de transformar la información que percibimos en juicios y planes de
acción. Eso significa que, cuando procesamos la información, no estamos advirtiendo que
construimos significados, que nuestras expectativas, estereotipos, metas y deseos influyen
en el modo en que “vemos la realidad”.
Tres factores responsables
• Un factor motivacional, ya que el perceptor se presenta en cada situación con
expectativas que le ayudan a procesar con agilidad y sin excesivos costes la
información, pero también porque de ese modo reduce la incertidumbre que
siempre conlleva una situación nueva.
• Un factor perceptivo ya que, mientras los datos de la realidad “se ven”, el perceptor es
relativamente ajeno a muchas de sus creencias y, sobre todo, a cómo éstas interactúan e
influyen sobre el estímulo registrado. De hecho, el centro de su atención es la realidad
externa.
• Finalmente, una razón epistemológica, ya que la actitud del lego ante la realidad no es la
de buscar la verdad, ni la de poner a prueba sus creencias. Más bien, estas últimas son el
medio a través del cual puede ver esa realidad ordenada y significativa
Estrategias de procesamiento abajo-arriba y arriba-abajo
Inicia el análisis de la información desde el nivel más bajo de estímulo sensorial, y su
procesamiento va hacia arriba, hacia niveles más altos del análisis perceptivo. Este
procesamiento es habitual en situaciones poco familiares en las que carecemos de
información relevante y, también, en aquellos casos en que los estímulos son claros y se
perciben sin ambigüedad. Sin embargo, el procesamiento arriba-abajo, adopta la dirección
opuesta: se inicia con la activación de expectativas y conocimientos previos, y se mueve
hacia abajo influyendo en la forma en que interpretamos los estímulos que llegan a los
receptores sensoriales. Para responder adecuadamente a la información procedente del
medio, los individuos necesitamos dar significado a los estímulos y construir una
representación interna de la situación. Pero esto es imposible si no se dispone de
creencias, actitudes y expectativas almacenadas en la memoria.
Las cuatro hipótesis de la Cognición social
Segunda hipótesis
Desarrollaremos el apartado referido a esta hipótesis señalando las diferentes estrategias
que utilizamos los seres humanos para manejar la información que tenemos ante los
sentidos. Entre estas estrategias nos referiremos, concretamente, a la reducción de
información, al empleo de heurísticos, y al uso de estructuras de conocimiento ya
almacenadas.
Las cuatro hipótesis de la Cognición social
Tercera hipótesis
Los motivos, afectos y emociones no sólo no interfieren en la racionalidad humana, sino
que son indispensables para lograrla. En este sentido, estudiaremos el papel de cada uno
de ellos sobre la racionalidad del ser humano, haciendo especial hincapié en el efecto que
tienen las emociones no sólo sobre el tipo de información que se procesa, sino también
sobre la forma en que procesamos dicha información.
El papel del afecto y de las emociones
Además de la motivación, también el afecto y la emoción juegan un papel determinante
en la racionalidad humana. Y aunque Freud (1915) pensaba que los recuerdos de
acontecimientos emocionales negativos eran “reprimidos” y difíciles de recordar, las
investigaciones actuales.
Si el ser humano tuviera que elaborar cada uno de sus juicios sobre eventos, personas o
cosas con las informaciones que recibe del exterior después de procesarlas, organizarlas,
integrarlas con las informaciones previas para darles significado y, posteriormente,
memorizarlas, no tardaría en sucumbir a la desesperación.
Una fórmula más adaptativa es confiar razonablemente en los conocimientos, creencias y
actitudes que hemos aprendido de experiencias previas. Esos conocimientos, creencias y
actitudes no se hallan almacenados de modo errático, sino formando densas estructuras
relacionadas entre sí a modo de una extensa retícula. Obviamente, esas estructuras no son
reales, ni tienen correspondencia con el sistema nervioso, sino que son modelos teóricos
sobre la organización de la información almacenada, que se han conjeturado tras la
observación de distintas pruebas de laboratorio y casos clínicos.
Efecto de las emociones en el tipo de información que se procesa
Las emociones tienen efectos importantes en diferentes etapas del procesamiento de la
información, aunque los ámbitos más estudiados se refieren al recuerdo y la recuperación,
y al aprendizaje. Veamos algunas de las conclusiones más sólidas al respecto.
Información que se procesa y recuerda

 Estado de animo
 Información que aprende
 Juicios sociales
 Sesgos de percepción
 Procesamiento de acceso
Las cuatro hipótesis de la Cognición social
Cuarta hipótesis
Los aspectos no conscientes y automáticos, lejos de representar un mundo instintivo y
paralelo al consciente, son una parte importante del escenario responsable de la
conducta.
(a) en los procesos preconscientes,
Este tipo de automatismo reúne todos los criterios de un procesamiento automático, ya
que no es intencional, es involuntario e independiente de la conciencia del perceptor. Un
ejemplo de procesamiento preconsciente es la percepción subliminal, un tipo de
percepción que se produce cuando se presenta la información por debajo del umbral de la
conciencia,
(b) en los procesos postconscientes
En este tipo de automatismo, el perceptor tiene conciencia del procesamiento de la
información, pero no de la influencia que esa información tiene en sus decisiones y
conductas. Además, dado que es muy difícil acceder a los procesos cognitivos de alto nivel
de un modo directo (por ejemplo, a través de la introspección), los individuos, la mayoría
de las veces, ignoran los factores que intervienen en lo que hacen y deciden.
(c) en el procesamiento dependiente de metas e inferencias espontáneas;
Hacen que las personas inicien el procesamiento de la información de un modo
totalmente consiente, aunque carezca de control sobre proceso y sobre la dirección que
adoptaran.
(d) en los procesos controlados y conscientes,
haciendo referencia específica a los efectos de la supresión de pensamiento y al efecto del
pensamiento contrafactual.

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