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Esteban Martín Todisco (Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires)

Derecho y Ética: El derecho a la educación sexual y su implicancia ética

Planteamiento del problema


Durante el 2018 se solicitó, a través de la cámara de legisladores, la reforma e
implementación de la ley 26.150, la cual garantiza la educación sexual integral para
niños, niñas y adolescentes, tanto dentro de las escuelas públicas como las privadas. A
su vez, un grupo de padres se opusieron a que sus hijos recibieran educación sexual e
incluso llegaron a interrumpir dichas clases para manifestar su postura.
Debate
Entre quienes se oponen a la educación sexual, algunos sostienen que se trata de
un “adoctrinamiento en ideología o perspectiva de género” y que ello va contra “los
valores y tradiciones de los padres”. Sin embargo los objetivos de la ley apuntan al
“respeto por la diversidad y el rechazo por todas las formas de discriminación”, es decir,
valores que lejos de entrar en contradicción con el conjunto, contribuyen a desarrollar la
igualdad y libertad de los individuos para una mejor convivencia La segunda crítica
plantea que la ESI carece de “sustento biológico científico”. Ahora bien, como sostiene
Nietzsche en Más allá del bien y del mal, toda afirmación científica es una
interpretación, en la medida que ya se encuentra inscripta dentro de un marco de valores
de observación no neutrales. Por otro lado, la propuesta de la ESI no se basa en trasmitir
contenidos científicos sino en promover un espacio reflexivo y transversal que
intervenga sobre las experiencias y biografías de los niños, niñas y adolescentes,
actualizándose dentro de los procesos sociales.
Análisis
El rechazo a la ley 26.150 nos trae el problema de la justificación de la norma.
Dworkin plantea que “el razonamiento legal es un ejercicio de interpretación” y que
“nuestro derecho consiste en la mejor justificación de nuestras prácticas”. Por su parte,
Raz cuestiona a Dworkin porque su tesis no puede develar el carácter intencional del
derecho, al tiempo que su tesis de justificación normal afirma que el cumplimiento de
un mandato autoritativo se apoya en brindar las mejores razones para que una acción
cumpla con su propósito. A su vez, Carlos Nino, en su lectura de Raz, niega que las
normas ofrezcan razones operativas, y retoma el planteo de Hume acerca del error de
afirmar un razonamiento normativo inferido directamente de una premisa descriptiva.
La cuestión no se trata entonces sobre si una práctica normativa se opone o no a los
valores de la comunidad, sino en el hecho de que los juicios valorativos que pretenden
fundamentar los razonamientos prácticos se infieran, tal como se efectúa en el rechazo a
la ley 26.150, de premisas subjetivas o de axiomas incontrastables con la experiencia, en
lugar de ser derivadas por premisas generales consensuadas entre los participantes de la
misma práctica social
Tesis central
La implicancia ética consiste en generar espacios intersubjetivos de consenso y
responsabilidad ante la imposición axiológica sobre formas de vida y reproducción de la
cultura. Dentro de esta línea, el derecho refiere en última instancia a los valores, pero
como construcción colectiva. La ley 26.150 responde a una lectura social acerca de las
problemáticas del presente –acoso, noviazgos violentos, discriminación, entre otros.
Esta praxis comunicativa -término empleado por Habermas- apela a un sujeto de
derecho concreto en su pretensión de universalidad con respecto a la dignidad humana.
Junto al rechazo de la ley 26.150 se imposibilita el acceso a una mejor sociabilidad para
un amplio sector de la población a la vez que se posterga un ejercicio reflexivo desde el
desarrollo de habilidades emocionales y competencias psicosociales a fin de “ampliar el
horizonte cultural” para defender y el respeto por todas las formas de vida.
Esteban Martín Todisco (Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires)
Derecho y Ética: El derecho a la educación sexual y su implicancia ética

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