Está en la página 1de 3

Fraude Impositivo

La distinción más importante para determinar si un individuo o una compañía han cometido un
fraude con los impuestos es determinar si quien presenta las declaraciones de impuestos
presenta intencionalmente una declaración incorrecta al fisco. La intencionalidad de presentar
una declaración incorrecta determinará la diferencia entre elusión fiscal y evasión fiscal. Los
tribunales han determinado que la evasión es ilegal, mientras que la elusión podría llegar a ser
considerada legal.

La definición de fraude impositivo es:

...la trasgresión intencional concreta, y la intención requerida...para evadir un impuesto


que se cree es adeudado. El fraude implica mala fe, trasgresión intencional, y una
motivación siniestra. Nunca deberá ser imputado o presumido y los tribunales no
respaldarán alegatos de fraude en circunstancias en las que a lo sumo sólo se sospeche
del mismo.*

Básicamente, podemos decir que mientras el fraude fiscal se caracteriza por un incumplimiento
consciente de la norma, la evasión hace referencia a la ocultación de ingresos o de información
para pagar menos impuestos. Por último, cuando se habla de elusión se alude a actuaciones al
límite de la legalidad, que aprovechan vacíos legales para obtener ventajas que en ningún modo
prevé la normativa. Aun siendo legales, contradicen el espíritu de la ley.

La evasión fiscal: la ocultación

Cuando se habla de evasión fiscal se hace referencia, en efecto, a un incumplimiento deliberado


por distintos medios, aunque no siempre es así.

Ese incumplimiento de las obligaciones tributarias por sustraer la actividad al control fiscal hace
que su conducta se considere una infracción punible. Así, el contribuyente pagará menos
impuestos de los que le correspondería por ocultación de ingresos o información a la Hacienda
Pública, ocultando la realidad de los hechos.

La elusión fiscal: los vacíos legales

La elusión fiscal saca partido de los vacíos legales para conseguir la mínima carga fiscal, por lo
que requiere actuar al límite de la legalidad con el fin de evitar o minimizar impuestos que en otro
caso deberían pagarse.

Por un lado, es la pieza clave de la planificación fiscal, pues se intentan aprovechar los recursos
legales disponibles para obtener ventajas tributarias, en ocasiones evitando el hecho imponible o
intentando dilatar su impacto en el tiempo. Así, en principio eludir es legal, pues se utilizan
métodos legales para pagar menos impuestos, lo que no impide que sea perseguida.

La diferencia entre las dos es clara, mientras que en la evasión se va directamente contra la ley
incumpliéndola, en la elusión se trata de no realizar el hecho imponible gravado para no
incumplir la ley, aunque el efecto al final sea al mismo que el previsto en el hecho imponible
eludido.
Delito de defraudación fiscal en México

No hay contribuyente que no se haya preguntado alguna vez si una omisión de contribuciones
puede llegar a ser considerada "defraudación fiscal", y a quién se le fincaría dicha
responsabilidad.

En realidad, la redacción de las normas fiscales penales es en ocasiones imprecisa, dejando


lugar a interpretaciones diversas, a presiones por parte de las autoridades fiscales, causando
inseguridad jurídica o hasta "miedo".

Delito Genérico

El delito de defraudación fiscal en su modalidad genérica, se persigue mediante la interposición


de querella por parte de la autoridad fiscal, y se define en el primer párrafo del artículo 108 del
Código Fiscal de la Federación, que a la letra dice:

Artículo 108.- Comete el delito de defraudación fiscal quien con uso de engaños o
aprovechamiento de errores, omita total o parcialmente el pago de alguna contribución u
obtenga un beneficio indebido con perjuicio del fisco federal. (...)

Por ende, para demostrar la existencia del delito en esta modalidad, la autoridad fiscal debería
probar los siguientes elementos:

∙ Uso de engaños o aprovechamiento de errores,

∙ Omisión total o parcial de contribuciones, o beneficio indebido,

∙ Perjuicio al fisco federal.

Es importante recalcar entonces que no cualquier omisión total o parcial de contribuciones


fiscales es suficiente para configurar el delito de defraudación fiscal, faltando que se demuestre
el ánimo doloso por parte del sujeto activo, mismo que se exterioriza mediante "el uso de
engaños o aprovechamiento de errores".

Diversas tesis aisladas dictadas por los Tribunales refieren que los actos de mera omisión de
contribuciones no son suficientes para configurar el delito de defraudación fiscal, y que definen el
engaño como una falta de verdad, de acuerdo del Diccionario de la Lengua Española, mientras
que la omisión no es necesariamente una falta de verdad.

Delito Equiparable

En relación al delito equiparable a la defraudación fiscal comprendido en el artículo 109 del


Código Tributario, el contribuyente tendría que realizar alguna de las siguientes conductas de
acción u omisión:

∙ Aplicar deducciones falsas o declarar ingresos acumulables menores a los realmente


obtenidos.
∙ Omitir retenciones.

∙ Beneficiarse sin derecho de un subsidio o estímulo fiscal.

∙ Simular uno o más actos o contratos obteniendo un beneficio indebido con perjuicio del
fisco federal.
∙ Omitir presentar, por más de doce meses, la declaración de un ejercicio.
∙ Comercializar los dispositivos de seguridad de los comprobantes fiscales. ∙ Dar efectos
fiscales a los comprobantes cuyos dispositivos de seguridad no reúnan los requisitos legales.
∙ Dar fiscales a los comprobantes digitales cuando no reúnan los requisitos legales.

Algunos de los supuestos previstos en el fundamento citado se pueden realizar sin "el uso de
engaños o aprovechamiento de errores", lo cual puede ser peligroso para los contribuyentes que
llegaran a caer en un supuesto previsto en la norma penal fiscal, por error y sin ánimo doloso,
pero que se podrían ver expuestos a querella, sobre todo si el monto en controversia es bastante
considerable.

Los tribunales han considerado que los delitos previstos en los artículos 108 y 109 citados son
diferentes, por lo que no queda claro si es necesario demostrarse el ánimo doloso también en el
caso del delito equiparable a la defraudación fiscal.

Sujeto Responsable

A través de jurisprudencia se definió que la persona física que puede ser responsabilizada
penalmente a nombre de una persona moral, es aquella persona física que haya firmado las
declaraciones en la que se consignan de manera insuficiente las contribuciones a cargo,
realizando la conducta de omisión.

Para dichos efectos, no es relevante si la persona contaba o no con poderes suficientes para
dichos efectos, si era administrador único, presidente o miembro del consejo de administración,
o solamente un apoderado general para actos de administración, lo que importa es quién es la
persona que en nombre de la empresa realizó la conducta que se presume delictiva.

Prescripción de la Acción Penal

La acción penal en los delitos fiscales perseguibles por querella, prescribe en tres años contados
a partir del día en que la autoridad fiscal tenga conocimiento del delito y del delincuente; y si no
tiene conocimiento, en cinco años que se computarán a partir de la fecha de la comisión del
delito.

Mediante jurisprudencia, se definió que si la autoridad tiene conocimiento del delito y del
presunto delincuente antes de que se venza el plazo de cinco años desde que dicho delito se
cometió, entonces el plazo de prescripción correspondiente es de tres años a partir de que la
autoridad conoció el delito y el delincuente.

Es importante señalar que a través de otra tesis de jurisprudencia se hace constar que no es
necesario que se concluya el procedimiento de comprobación para que la autoridad conozca el
delito y al supuesto delincuente, pues se trata de dos acciones separadas, una en materia
administrativa (visita domiciliaria o revisión de gabinete, por ejemplo), y otra en materia penal
(querella).

Así mismo, cada procedimiento (administrativo y penal), sigue su rumbo ante las autoridades
correspondientes, y se debe de garantizar de manera separada, por una parte, el interés fiscal
ante la autoridad hacendaria, y por otra parte, la caución para obtener la libertad provisional, en
caso de que la modalidad del delito y el monto de las contribuciones omitidas lo permiten.

También podría gustarte