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Resumen
La guerra de la Independencia, también conocida en
español como la francesada,b Guerra del Francés,6
Guerra de los Seis Años6 o «levantamiento y
revolución de los españoles»,6 se solapa y confunde
con lo que la historiografía anglosajona llama
El dos de mayo de 1808 en Madrid, pintura de
Peninsular War (Guerra Peninsular), iniciada en 1807
al declarar Francia y España la guerra a Portugal, Francisco de Goya que ilustra uno de los episodios
tradicional aliado del Reino Unido. También tuvo un del levantamiento popular que desembocaría en la
importante componente de guerra civil a nivel nacional guerra.
entre afrancesados y patriotas. El conflicto se
desarrolló en plena crisis del Antiguo Régimen y sobre Fecha 2 de mayo de 1808-17 de
un complejo trasfondo de profundos cambios sociales abril de 1814
y políticos impulsados por el surgimiento de la Lugar Península ibérica
identidad nacional española y la influencia en el campo
Casus belli
de los «patriotas» de algunos de los ideales nacidos de Aprehensión del rey
la Ilustración y la Revolución francesa, Fernando VII de España
paradójicamente difundidos por la élite de los por los franceses
afrancesados. Con motivo del bicentenario de la
Revuelta popular en
Guerra de la Independencia, Frigdiano Álvaro
Madrid
Durántez Prados puso en tela de juicio dicho nombre,
ya que no se trata de un conflicto de carácter Abdicaciones de Bayona
independentista, según el carácter que se le ha ido Intento de los franceses
dando a estas conflagraciones, y propuso la de conquistar toda la
denominación Guerra de 1808 o Guerra Peninsular.7 península ibérica y
apoderarse de los tronos
Según el Tratado de Fontainebleau de 27 de octubre de español y portugués
1807, el primer ministro Manuel Godoy proveía, de
Resultado Victoria hispano-anglo-
cara a una nueva invasión hispanofrancesa de
Portugal, el apoyo logístico necesario al tránsito de las portuguesa
tropas imperiales. Bajo el mando del general Junot, las Consecuencias
Tratado de Valençay:
tropas francesas entraron en España el 18 de octubre
restauración en el trono
de 1807, cruzando su territorio a toda marcha en
español de Fernando VII
otoño, y llegaron a la frontera con Portugal el 20 de
noviembre. Sin embargo, los planes de Napoleón iban
más allá, y sus tropas fueron tomando posiciones en Retirada de las fuerzas
importantes ciudades y plazas fuertes con objeto de de ocupación francesas
derrocar a la dinastía de los Borbones y suplantarla por de la Península
su propia dinastía, convencido de contar con el apoyo Promulgación de la
popular.
Constitución española de
El resentimiento de la población por las exigencias de 1812 y posterior
manutención y los desmanes de las tropas extranjeras, derogación al regreso de
que dio lugar a numerosos incidentes y episodios de Fernando VII
violencia, junto con la fuerte inestabilidad política Guerras de
surgida por la querella entre Carlos IV y su hijo y independencia
heredero Fernando VII, orquestada por los franceses, hispanoamericanas
que se inició con el Proceso de El Escorial y culminó
Beligerantes
con el Motín de Aranjuez y el ascenso al poder de
Fernando VII, precipitó los acontecimientos que Regencia de Imperio francés
desembocaron en los primeros levantamientos en el España e Indias Reino de España e
norte de España y el Dos de Mayo en la capital del Reino Unido Indias
Reino. La difusión de las noticias de la brutal Reino de Portugal Reino de Italia
represión, inmortalizada en las obras de Francisco de Ducado de
Goya, y de las abdicaciones de Bayona del 5 y 9 de Varsovia
mayo, que extendieron por la geografía española el
llamamiento, iniciado en Móstoles, a enfrentarse a las Comandantes
tropas imperiales, decidieron la guerra por la vía de la Francisco Castaños Napoleón I
presión popular a pesar de la actitud contraria de la «El Empecinado» José I
Junta de Gobierno designada por Fernando VII. «El Cura Merino» Joaquín Murat
José de Palafox Jean-Andoche
La guerra se desarrolló en varias fases en las que Gregorio de la Junot
ambos bandos tomaron sucesivamente la iniciativa, y
Cuesta Jean de Dieu Soult
se destacó por el surgimiento del fenómeno guerrillero,
Álava y Esquivel André Masséna
que, junto con los ejércitos regulares aliados dirigidos
Joaquín Blake Michel Ney
por el duque de Wellington, provocó el desgaste
Andrade y Armijo Louis Gabriel
progresivo de las fuerzas bonapartistas. La población
Espoz y Mina Suchet
civil, que padeció los efectos de una guerra total, en la
que tanto franceses como aliados se cebaron con la Gabriel de Joseph Mortier
población y objetivos civiles, saqueando y pillando a Mendizábal Auguste de
gran escala y devastando, por ejemplo, la industria Teodoro Reding Marmont
española, considerada una amenaza para sus Diego de Alvear Bessières
respectivos intereses.c Los primeros éxitos de las José María de la Jean-Baptiste
fuerzas españolas en la primavera y el verano de 1808, Cueva y de la Cerda Jourdan
con la batalla del Bruch, la resistencia de Zaragoza y Pedro Velarde † Claude-Victor
Valencia y, en particular, la sonada victoria de Bailén, Luis Daoiz † Perrin
lograda por un ejército exclusivamente español, Francisco Solano Dupont de l'Étang
provocaron la evacuación de Portugal y retirada Ortiz de Rozas † Colbert-Chabanais
francesa al norte del Ebro, seguida en el otoño de 1808 Arthur Wellesley a †
por la entrada de la Grande Armée, encabezada por el William Louis Henri Loison
propio Napoleón, que culminó el máximo despliegue Beresford Mariano Luis de
francés hasta mediados de 1812. La retirada de John Moore † Urquijo
efectivos con destino a la campaña de Rusia fue Bernardino Freire
aprovechada por los aliados para retomar la iniciativa a Miguel Pereira y
partir de su victoria en los Arapiles (22 de julio de Forjaz
1812) y, contrarrestando la ofensiva francesa, avanzar
a lo largo de 1813 hasta los Pirineos, derrotando a los
franceses en las batallas de Vitoria (21 de junio) y San Francisco da
Marcial (31 de agosto). El Tratado de Valençay de 11 Silveira
de diciembre de 1813 restauró a Fernando VII y
Fuerzas en combate
dejaba a España libre de la presencia extranjera, pero
no evitó la invasión del territorio francés, siendo la 140 000 al inicio2 600 0002
batalla de Toulouse (10 de abril de 1814) el último Bajas
enfrentamiento de la guerra. Refiriéndose a la guerra,
Napoleón, en su exilio, declaró: 300 000-500 000 180 000 muertos en
muertos3 combate contra
Esta maldita Guerra de España fue la causa 25 000 guerrilleros guerrilleros5
primera de todas las desgracias de Francia. muertos4 300 000 muertos2
Todas las circunstancias de mis desastres se 150 000 muertos3 237 000 heridos4
relacionan con este nudo fatal: destruyó mi
autoridad moral en Europa, complicó mis 1 000 000 muertos4
dificultades, abrió una escuela a los soldados
ingleses... esta maldita guerra me ha perdido.
Fraser, Ronald: La maldita guerra de España.
Historia social de la guerra de la
Independencia, 1808-1814.8
En el terreno socioeconómico, la guerra costó en España una pérdida neta de población de 215 000 a
375 000 habitantes,d por causa directa de la violencia y las hambrunas de 1812, y que se añadió a la crisis
arrastrada desde las epidemias de enfermedades y la hambruna de 1808, resultando en un balance de
descenso demográfico de 560 000 a 885 000 personas,e que afectó especialmente a Cataluña, Extremadura
y Andalucía. A la alteración social y la destrucción de infraestructuras, industria y agricultura se sumó la
bancarrota del Estado y la pérdida de una parte importante del patrimonio cultural.
A la devastación humana y material se sumó la debilidad internacional del país, privado de su poderío naval
y excluido de los grandes temas tratados en el Congreso de Viena, donde se dibujó el posterior panorama
geopolítico de Europa. Al otro lado del Atlántico, las colonias americanas obtendrían su independencia tras
la guerras de independencia hispanoamericanas. En el plano político interno, el conflicto fraguó la identidad
nacional española y abrió las puertas al constitucionalismo, concretado en las primeras constituciones del
país, el Estatuto de Bayona y la Constitución de Cádiz. Sin embargo, también dio inicio a una era de
guerras civiles entre los partidarios del absolutismo y los del liberalismo, llamadas Guerras Carlistas, que se
extenderían a todo el siglo xix y que marcarían el devenir del país.
El tratado de San Ildefonso de 1796, firmado entre la Convención Nacional Francesa y Carlos IV de
España, representado por el favorito y primer ministro Manuel Godoy, así como el tratado de Aranjuez de
1801 con el Consulado de Napoleón Bonaparte, restablecieron la alianza tradicional que desde la
proclamación de Felipe V de España había regido las relaciones entre la corona española y la de Francia,
llevándolas durante el siglo xviii, en la disputa de intereses económicos y coloniales, a una serie de
sucesivos enfrentamientos armados con el Imperio británico.
En mayo de 1801, cuando Napoleón decidió forzar la neutralidad de Portugal que se resistía a romper
como aliado de la corona británica, el ejército español intervino en Portugal provocando la efímera Guerra
de las Naranjasf que puso de manifiesto la falta de resolución de la corte española, aunque esta supo
aprovechar la ocasión para capturar la plaza de Olivenza (Badajoz). Supuso el inicio de un conflicto entre
ambos países por la soberanía de esta hasta la actualidad. Desde 1803, España ayudó económicamente y
puso a disposición su Armada para la guerra naval contra los británicos, que culminaría en octubre de 1805
en la batalla de Trafalgar.
La gravedad de la derrota de Trafalgar no tuvo las mismas repercusiones en España y Francia. Napoleón,
proclamado ya en 1804 Empereur des Français, hubo de renunciar entonces a la invasión inmediata por
vía marítima de Gran Bretaña, pero pudo equilibrar su posición con los triunfos militares sucesivos en
Austerlitz,g el 2 de diciembre de 1805 y de Jena, el 14 de octubre de 1806, alcanzando acuerdos de paz
con austriacos, rusos y prusianos. Sin embargo, en España, la destrucción de una parte importante de su
Armada agravó la crisis económica al no permitir las comunicaciones con las colonias americanas, en tanto
que aumentaba el recelo hacia la política de alianza.
El Bloqueo Continental
El fracaso de las negociaciones con el gobierno británico del primer ministro Lord Grenville indujo a
Napoleón a relanzar con el Decreto de Berlín del 21 de noviembre de 1806 el enfrentamiento directo con
los británicos mediante la práctica de la guerra económica total del Bloqueo Continental, que ya se venía
aplicando de facto tras el aumento de las tasas aduaneras, el cierre de los puertos del norte de Francia y de
las desembocaduras del Elba y el Weser en la primavera de 1806.10
La política del Bloqueo orientó el interés de Napoleón hacia la península ibérica y el Mediterráneo
occidental,11 incrementando la presión sobre la corte de Portugal, a la que se le advirtió para que adoptase
medidas para el cierre al comercio con los británicos desde sus puertos, así como la confiscación de los
bienes y bloqueo de los residentes en el país. Ante la inacción portuguesa, en agosto de 1807 Napoleón
encargó a Jean-Andoche Junot la organización en Bayona del Cuerpo de Observación de la Gironda con
una fuerza de unos 30 000 soldados, y retomando la fórmula de 1801 para forzar a aceptar el Bloqueo a los
portugueses, reclamó el apoyo de la corte española que, con este fin, envió a través del conde de Campo
Alange un ultimátum al gobierno portugués el 12 de agosto de 1807. A partir del 25 de septiembre de 1807
los portugueses expulsaron a los navíos ingleses, pero, anteriormente notificados de que el gobierno
británico no permitiría ningún acto hostil contra sus ciudadanos en Portugal, no se realizó ninguna acción
en este sentido.12
A finales de 1807 Napoleón decidió que la monarquía de Carlos IV, aliada, pero independiente, era ya de
muy escasa utilidad y que sería mucho más conveniente para sus designios la creación de un Estado
satélite, situación a la que se llegaría por un cúmulo de circunstancias que resume el historiador Jean
Aymes:
...la expedición a España deriva de una serie de consideraciones entre las que se encuentran
mezclados la debilidad militar del estado vecino, la complacencia de los soberanos españoles,
la presión de los fabricantes franceses, la necesidad de arrojar a los ingleses fuera de Portugal,
la enemistad del Emperador hacia la dinastía de los Borbones, los imperativos de una
estrategia política para el conjunto del Mediterráneo y, por fin, para remate y para ocultar
ciertos cálculos sucios, los designios de Dios o las exigencias de una filosofía ad hoc
Aymes, Jean R.: La Guerra de la Independencia, Madrid, Siglo XXI, 1974.
La presencia de tropas francesas en España en virtud del tratado de Fontainebleau se había ido haciendo
amenazante a medida que iban ocupando (sin ningún respaldo del tratado) diversas localidades españolas,
como lo fueron Burgos, Salamanca, Pamplona, San Sebastián, Barcelona o Figueras. El total de soldados
franceses acantonados en España ascendía a unos 65 000, que controlaban no solo las comunicaciones con
Portugal, sino también con Madrid y la frontera francesa.[cita requerida]
La presencia de estas tropas terminó por alarmar a Godoy. En marzo de 1808, temiéndose lo peor, la familia
real se retiró al Palacio Real de Aranjuez para, en caso de necesidad, seguir camino hacia el sur, hacia
Sevilla y embarcarse para América, como ya había hecho Juan VI de Portugal.14 15
16
El 17 de marzo de 1808, tras correr por las calles de Aranjuez el rumor del viaje de los reyes, la multitud,
dirigida por miembros del partido fernandino, nobles cercanos al príncipe de Asturias, se agolpa frente al
Palacio Real y asalta el palacio de Godoy, quemando todos sus enseres. El día 19, por la mañana, Godoy es
encontrado escondido entre esteras de su palacio y trasladado hasta el Cuartel de Guardias de Corps, en
medio de una lluvia de golpes. Ante esta situación y el temor de un linchamiento, interviene el príncipe
Fernando, verdadero dueño de la situación, en el que abdica su padre al mediodía de ese mismo día,
convirtiéndolo en Fernando VII.[cita requerida]
Aprovechando los sucesos derivados del motín de Aranjuez y el hecho de que tropas francesas al mando de
Murat habían ya ocupado el norte de España (amparándose en el tratado de Fontainebleau), Napoleón
forzó la cesión de la corona española a su hermano, José Bonaparte, como José I en las Abdicaciones de
Bayona.
El levantamiento contra los franceses partió de las clases populares y de los notables locales. Comenzó
como una serie de motines espontáneos, pero su reiteración y su rápida expansión por todo el país permiten
entrever cierto grado de inducción o, cuando menos, de coordinación. Es probable que el detonante fuera la
presión de las tropas napoleónicas sobre la población civil, la necesidad de mantener a su ejército, máxime
cuando el país había atravesado recientemente por un ciclo de hambrunas y malas cosechas. Ya en abril
hubo revueltas en ciudades como León o Burgos, si bien, tras el levantamiento de Madrid, el 2 de mayo de
1808, los levantamientos se propagaron por toda España. La difusión de las noticias sobre la represión
ejercida por los franceses en Madrid y en otras localidades alentó la insurrección. Asimismo, la sublevación
tuvo cierta continuidad con el Motín de Aranjuez, que derribó a Godoy en marzo de 1808: quienes
entonces habían combatido la alianza contra Napoleón se unieron de nuevo contra el ejército del Norte. Un
sector mayoritario de la Iglesia, que consideraba en peligro la religión y la tradición ante la oleada
secularizadora proveniente de Francia, vivió el levantamiento como una cruzada y una segunda
reconquista. El bajo clero fue un eficaz agente movilizador: su agitación y sus proclamas resultaron
cruciales para transformar una serie de revueltas aisladas en una acometida general contra los franceses, que
prendió con fuerza en medios populares.
Desarrollo de la guerra
Sublevaciones y la
declaración de
guerra
El 19 de mayo, Napoleón aprobó la convocatoria a 150 representantes de los diferentes estamentos para la
asamblea que se ocuparía del Estatuto de Bayona. En la noche del 22 al 23 de mayo, y una vez difundidas
las noticias de las abdicaciones de Bayona, la insurrección se inicia en la ciudad de Cartagena que por
entonces era Departamento de Marina y de Artillería, creándose en ella la primera Junta General de
Gobierno. Desde Cartagena se mandan correos a las ciudades de
Valencia, Granada y Murcia, "con el aviso de la resolución que se
había formado en Cartagena, su Departamento de Marina y
numerosa guarnición, convidando a dichas ciudades para el mismo
objeto" avisando de ello en todas las ciudades y pueblos por los que
pasaban estos correos, así como a la escuadra del Departamento de
Cartagena que se encontraba en Mahón y que se dirigía a Tolón
para unirse a la escuadra francesa, ordenándole que volviera a
Cartagena. La insurrección comienza en los días siguientes en
Valencia, Granada, Lorca y Orihuela. En Zaragoza, José de Palafox
y Melci toma el control de la ciudad tras entregar el mando el
capitán general Guillelmi a su segundo, produciéndose el primero
de los sitios de Zaragoza. Mientras en Murcia, el antiguo secretario
de Estado, Floridablanca (1728-1808) preside la recién constituida
Junta local de Murcia. Estas Juntas se crean en todas las ciudades
levantadas, tras crearse la Junta General de Gobierno de Cartagena.
Napoleón llegó a Bayona el 2 de noviembre. No le gustaron las operaciones de sus mariscales en torno a
Bilbao porque su plan maestro era dejarse envolver por los flancos y a continuación, cuando los españoles
creyesen tenerlo atrapado, romper por el centro con fuerzas abrumadoras. Una vez hecho esto, podía caer
sobre cada ala española y aplastarlas antes de ir derecho a por Madrid. Se enfadó más cuando supo que sus
fuerzas habían sufrido una pequeña derrota táctica en Valmaseda el 5 de noviembre, pero pronto iban a
cambiar las tornas. Algunos historiadores agrupan estas dos primeras fases en una sola.20
Tras la salida de Napoleón de España en enero de 1809, los españoles lanzaron una serie de violentos
contraataques, buscando a toda costa la batalla decisiva, un nuevo Bailén. Se consiguieron algunas
pequeñas victorias en batallas campales, pero las derrotas fueron mucho más numerosas hasta la catástrofe
definitiva en la batalla de Ocaña. Tras este desastre absoluto, Andalucía cayó sin apenas resistencia, pero
justo entonces, en febrero de 1810, Napoleón anunció oficialmente la creación de una serie de gobiernos
militares en Cataluña, Aragón, Navarra y el País Vasco, dirigidos por militares subordinados directamente a
París, sin pasar por el gobierno «español» de José Bonaparte. A esto habría que añadir la anexión formal,
por decreto del 26 de enero de 1812, de Cataluña al imperio francés, con su división en cuatro
departamentos (Ter, Segre, Montserrat y Bocas del Ebro) y la incorporación de los municipios aragoneses
de Fraga y Mequinenza, mientras el Valle de Arán era adscrito al departamento del Alto Garona.
Las guerrillas, que eran ya muy numerosas en todas las provincias ocupadas, aumentaron de número y
durante los siguientes dos años tuvo lugar una lucha brutal y desesperada.23 Hubo que esperar al verano
de 1812 para que los aliados anglo-hispano-portugueses pudieran lanzar una gran ofensiva y derrotar a los
franceses en la batalla de los Arapiles, obligando a José Bonaparte a huir temporalmente de Madrid. Los
franceses evacuaron definitivamente Andalucía tras una serie de frustrados intentos como el del "sitio de
Tarifa", localidad gaditana que durante las navidades de 1811 resistió un asedio en el cual las tropas del
general Francisco Copons y Navia aliadas con las tropas británicas comandadas por el coronel John Byrne
Skerrett derrotaron a las tropas del general Jean François Leval, muy superiores en número. Así pues, la
opción de tomar la plaza dada su importancia estratégica fue un fracaso total. Wellington llegó hasta
Burgos, pero se atascó asediando el castillo y las fuerzas napoleónicas reagrupadas pudieron contraatacar y
empujarle de nuevo hasta Portugal. Mientras tanto, la campaña de Rusia absorbía el grueso de los recursos
franceses. Por lo tanto, durante 1813 el ejército francés fue
retirándose y perdiendo territorio. Los franceses abandonaron casi
todas sus plazas, y tras la batalla de Vitoria el 21 de junio de 1813,
fueron expulsados de España.
Aspectos de la
guerra
El fenómeno de la
guerra de Caricatura inglesa mostrando a un
estereotipado gobernante español
«guerrillas» o la expulsando de una patada a José
El sitio de Gerona (1809), en una petite guerre Bonaparte de vuelta a Francia.
pintura de César Álvarez Dumont.
Sin un ejército digno de ese
nombre con el que combatir a los franceses, los españoles de las
zonas ocupadas utilizan como método de lucha la guerra de guerrillas, como único modo de desgastar y
estorbar el esfuerzo de guerra francés. Se trata de lo que hoy se denomina guerra asimétrica, en la cual
grupos de poca gente, conocedores del terreno que pisan, hostigan con rápidos golpes de mano a las tropas
enemigas, para disolverse inmediatamente y desaparecer en los montes.
Como consecuencia de estas tácticas, el dominio francés no pasa de las ciudades, quedando el campo bajo
el control de las partidas guerrilleras de líderes como Francisco Chaleco, Vicente Moreno Baptista, Espoz y
Mina, Jerónimo Merino, Julián Sánchez, el Charro, Gaspar de Jáuregui o Juan Martín el Empecinado. El
propio Napoleón reconoce
esta inestabilidad cuando, en
contra de los deseos de su
hermano, teórico rey de
España, pone bajo gobierno
militar (francés) los
territorios desde la margen
izquierda del Ebro, en una
suerte de nueva Marca
hispánica. Batalla de Somosierra, obra de
Wojciech Kossak, carga de polacos
La guerra en España tendrá caballería en el valle de Somosierra.
Recreación de la batalla de Vitoria importantes repercusiones
en 2013 en el esfuerzo de guerra de
Napoleón. Un aparente
paseo militar se había
transformado en un atolladero que absorbía unos contingentes
elevados, preciosos para su campaña contra Rusia. La situación era,
en cualquier caso, tan inestable que cualquier retirada de tropas
podía conducir al desastre, como efectivamente ocurrió en julio de
1812. En esta fecha, Wellington, al frente de un ejército
angloportugués y operando desde Portugal, derrota a los franceses
primero en la batalla de Ciudad Rodrigo y luego en los Arapiles,
expulsándoles del oeste y amenazando Madrid: José Bonaparte se
retira a Valencia. Si bien los franceses contraatacan y el rey puede
entrar de nuevo en Madrid en noviembre, una nueva retirada de
tropas por parte de Napoleón tras su catastrófica campaña de Rusia
a comienzos de 1813 permite a las tropas aliadas expulsar ya
definitivamente a José Bonaparte de Madrid y derrotar a los
Retrato del arzobispo Luis María de
franceses en Vitoria y San Marcial. Al mismo tiempo Napoleón se Borbón, único miembro de la familia
apresta a defender su frontera hasta poder negociar con Fernando real que permaneció en España
VII una salida. Así, cambio de su neutralidad en lo que quedaba de durante la invasión francesa, y cuyo
guerra, aquel recupera su corona (comienzos de 1814) y pacta la Consejo de Regencia presidió en
paz con Francia, permitiendo al emperador proteger su flanco sur. 1813.
Ni los deseos de los españoles, verdaderos protagonistas de la
liberación, ni los intereses de los afrancesados que habían seguido
al exilio al rey José fueron tenidos en cuenta. Napoleón dirá
después: "Me embarqué de muy mala manera en este asunto, lo
admito; la inmoralidad se mostró muy obvia, la injusticia fue
demasiado cínica, y la suma de todo esto ha seguido siendo muy
desagradable".25
Consecuencias
La firma del tratado de Valençay por el que se restituía en el trono a
Fernando VII, el Deseado, como monarca absoluto, fue el Campañas de la coalición aliada de
comienzo de un tiempo de desilusiones para todos aquellos que, británicos y portugueses junto con
como los diputados reunidos en las Cortes de Cádiz, habían creído los rebeldes españoles, para retomar
que la lucha contra los franceses era el comienzo de la Revolución la Península y expulsar las tropas
española y también el inicio de la guerra de independencia napoleónicas.
hispanoamericana.
Por otra parte las consecuencias materiales de la guerra fueron
desastrosas para España. A la gran cantidad de muertos y la
destrucción de pueblos y ciudades se unieron la rapiña de muchos
franceses y también de los ingleses, cuya deslealtad puede verse
ejemplificada en el bombardeo, ordenado por Wellington, de la
industria textil de Béjar que era competidora de la inglesa26 o en la
destrucción de la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro en
Madrid cuando ya los franceses habían evacuado la ciudad. La
asociación entre esta guerra y la destrucción del patrimonio
histórico-artístico quedó fijada en la mente de muchos españoles,
hasta el punto de que «igual que cualquier construcción antigua era
atribuida por nuestros abuelos a "los moros", cualquier destrucción
se asignaba sin más (y todavía se asigna muchas veces) a "los El Primer Imperio francés en azul
franceses"».27 oscuro, y sus estados satélites
(1811).
Fue una guerra larga y destructora: Francia perdió unos 200 000
hombres y España entre 300 000 y 500 000. Además, la guerra
resultó muy costosa. Los ejércitos contendientes y las guerrillas se
aprovisionaron sobre el terreno mediante requisas. La devastación y
los robos diezmaron la producción agraria, mientras que los
campesinos no se animaron a cultivar por la incertidumbre. Las
cosechas de 1811 y 1812 fueron malas y escasas. La falta de
subsistencia extendió el hambre y provocó una intensa crisis de
mortandad en 1812. No solo cayó la producción agrícola, hubo
industrias que casi desaparecieron como la textil lanera de Castilla,
ya que los rebaños de ovejas merinas sirvieron para alimentar a las
tropas. El transporte de mercancías se paralizó, pues los bueyes,
mulos, caballos y otros animales de tiro fueron incautados por los
militares. Por último, la guerra generó un fuerte déficit en las
finanzas públicas: en 1815 la deuda estatal superaba los 12 000
millones de reales, cifra veinte veces superior a los ingresos anuales
ordinarios.
Juan Martín Díez, el Empecinado,
retratado por Francisco de Goya (c.
Conmemoración 1814-15. Óleo sobre lienzo, 84 x
65 cm. Colección privada).
En 2008, con ocasión del bicentenario de la guerra, el interés
por aquellos acontecimientos y su recuerdo se manifiesta en
actos conjuntos hispanofranceses, publicación de ensayos y
obras especializadas y exposiciones en diversas ciudades e
instituciones de España.28 29
Véase también
Guerra de la provincia de Soria
independencia en Batallón Literario
Asturias Manda pía forzosa
Guerra de la Ejércitos de España Escena de la ocupación francesa, de
Independencia en (guerra de la Eduardo Zamacois y Zabala (Walters Art
Valladolid Independencia Museum, Baltimore, 1866). La obra
Guerra de la española) muestra a un grupo de guerrilleros
Independencia en Expolio napoleónico ocultando el cadáver de un soldado
Cantabria en España francés previamente emboscado y
Guerra de la asesinado.
Independencia en la
Notas
1. Nombrado generalísimo en 1812.1
2. Denominación tradicional, hay testimonios de su uso por
José María de Pereda, Al primer vuelo: «eso y más de
otro tanto destruyó la francesada», o Miguel de
Unamuno, En torno al casticismo: «Para nosotros tuvo
efecto análogo la francesada. El Dos de Mayo es en
todos sentidos la fecha simbólica de nuestra Y son fieras, uno de los dibujos
regeneración». realizados por Francisco de Goya de
3. Como el desmantelamiento de las fábricas de textiles de la serie Los desastres de la guerra,
Segovia y Ávila, o la destrucción de la ciudad de San que detalla los horrores y crueldades
Sebastián. cometidos en la Guerra de la
4. Que no pudo compensarse a pesar de los elevados Independencia Española. En este
9 dibujo se muestra la participación
índices de natalidad propios de la época.
valerosa de las mujeres, incluso una
5. Del 6 a 10 % de la población ponderada a partir del
censo de 1787. de ellas sosteniendo con el brazo a
su hijo mientras pelea contra un
6. Recibe este nombre debido al ramo de naranjas que
soldado francés.
Godoy envió a la reina cuando sitiaba la ciudad de
Elvas.
7. También llamada batalla de los Tres Emperadores.
8. La defensa del parque de Monteleón, obra de Joaquín Sorolla que obtuvo en 1884 la
medalla de Segunda Clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes. Los episodios del 2
de mayo fueron posteriormente fuente de inspiración de numerosos artistas y escritores que
contribuyeron a conformar su categoría de mito nacional, exaltando su carácter heroico y
dramático. El mismo Sorolla comentó al respecto de su obra: «Aquí, para darse a conocer y
ganar medallas, hay que hacer muertos». Biografía
de Sorolla por Artes de España (http://artespana.nos
domains.com/bio/pintores/joaquin_sorolla.htm).
Referencias
1. Fernández-Sanguino, Julio. La batalla en los
campos de Talavera de la Reyna: A través de la
prensa de 1808, pág. 127. Editorial Visión Libros,
2013. (https://books.google.es/books?id=XecQBQAA
QBAJ&dq=wellesley+general%C3%ADsimo&hl=es «Cabildo abierto del 22 de mayo de
&source=gbs_navlinks_s) En Google Books. 1810», obra de Pedro Subercaseaux, que
Consultado el 15 de mayo de 2016.
representa el momento en el que se
2. «Victimario Histórico Militar» (http://remilitari.com/gui reúnen los ciudadanos de Buenos Aires
as/victimario5.htm). (Virreinato del Río de la Plata) para
3. Women in the Peninsular War (https://books.google.c decidir el destino del virreinato al
om/books?id=rXk-BAAAQBAJ&pg=PA134&lpg=#v= conocerse la caída de la Junta de Sevilla.
onepage&q&f=false). Tras la reunión, se decide deponer al
4. Warfare and Armed Conflicts: A Statistical virrey Baltasar de Cisneros y la creación
Encyclopedia of Casualty and Other Figures, 1492- de la Junta Provisional de las Provincias
2015, 4th ed (https://books.google.com/books?id=8ur del Río de la Plata en nombre de
EDgAAQBAJ&pg=PA157#v=onepage&q&f=false). Fernando VII.
5. Guerrilla Conflict Before the Cold War (https://books.
google.com/books?id=GrtjBDO7P60C&pg=PA115&l
pg=#v=onepage&q&f=false).
6. «Bicentenario de la Guerra de la Independencia» (http://www.cervantesvirtual.com/bib/porta
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Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Guerra de la
Independencia Española.
Guía de recursos bibliográficos sobre la Guerra de la Independencia (http://www.bne.es/es/
Micrositios/Guias/Guerra_independencia/index.html) – Publicación en línea de la Biblioteca
Nacional de España
Batalla de Los Arapiles, Salamanca, 22 de julio de 1812 (http://www.losarapiles.com)
Guía documental del Bicentenario de la Batalla de Bailén (https://web.archive.org/web/2006
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Liberación de Soria y destrucción del castillo y murallas (http://www.sorianos.org/portal/inde
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Los sitios de Ciudad Rodrigo (http://ciudadrodrigo.ueuo.com) durante la Guerra de la
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Recreación histórica de la defensa de la Isla de León entre 1810 y 1812 (http://www.guardia
salinera.com)
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