JESUS ALBERTO PALOMINO DIAZ – PSICOLINGÜÍSTICA – LIC.

EN HUMANIDADES Y LENGUA
CASTELLANA

El documental sobre el bebé humano me pareció bastante interesante, nos

muestra cómo se da el lenguaje en los niños desde que nacen, e incluso, desde
que están en el vientre de su madre. Es bastante interesante ver las distintas
formas que tienen los bebés para desarrollar su lengua.

El aprender a hablar del bebé aparece mucho antes de nacer, estando en el útero,
a partir de las 24 semanas ya el bebé puede escuchar sonidos, desde el latir del
corazón de su madre, hasta sonidos del exterior; sin embargo, es la voz de la
madre el sonido más fuerte. El llanto es el primer método de comunicación entre el
bebé y sus padres, aunque el llorar sea involuntario, el bebé empieza a asociar el
llanto con obtener algo, ya que sabe que cada vez que llore obtendrá la atención
de su madre.

Este documental también nos muestra cómo el bebé desde sus primeras horas de
vida ya tiene cierta preferencia hacia el idioma materno en vez de un idioma que
nunca ha escuchado (teniendo en cuenta que el bebé desde el vientre ya escucha
sonidos del habla exterior). Por otra parte, el bebé también reacciona a palabras
que poseen un contenido, como nombres o verbos, en cambio con preposiciones y
artículos, el bebé no reacciona de manera alguna; es decir, el bebé logra distinguir
las palabras que poseen un significado.

Como nos muestra el documental, la mirada es algo fundamental en la

comunicación de los bebés, el lenguaje es parte de este innatismo, ya que nacen
con la capacidad de desarrollar cualquier idioma del mundo. Vemos que a los seis
meses el bebé sigue siendo este “oyente universal”, siendo capaz de distinguir
todos los sonidos, algo que una persona adulta difícilmente puede hacer. Por el
contrario, un bebé de 10 años ya no es el “oyente universal”, es decir, ya no es
capaz de distinguir ciertos sonidos que aunque puedan sonar casi igual, no lo son.

Es curioso ver cómo en solo cuatro meses ya el cerebro no distingue estos

sonidos, sino que ya va clasificando los sonidos de su idioma, principalmente
retiene los sonidos que el bebé más escucha en su entorno. Los bebés suelen
hacer muchos gestos, es algo bastante característico de ellos; sin embargo, el
señalar es algo elemental en los bebés. Nos muestran un estudio realizado a un
JESUS ALBERTO PALOMINO DIAZ – PSICOLINGÜÍSTICA – LIC. EN HUMANIDADES Y LENGUA
CASTELLANA

niño en el cual vemos que lo importante no es la mano que señala, sino el objeto
que se está señalando, y bien, vemos que señalar es bastante importante en el
aprender nuevas palabras.

En el aprendizaje de un idioma también es muy importante la imitación,

principalmente en los bebés, ya que se suele decir que ese es su método
fundamental de aprendizaje. Los bebés suelen imitar todo lo que ven, desde
sonidos hasta acciones, si un bebé nos ve aplaudiendo, lo más probable es que
también lo haga, de este modo, el bebé al escuchar repetidas veces una palabra
también querrá imitarla, produciendo así sonidos.

Las formas de los objetos es otro método bastante interesante al momento de que
el bebé aprenda nuevas palabras, su vocabulario puede llegar a ser hasta tres
veces mayor que el de otros niños si se utiliza este método de asociar objetos con
palabras. El cómo es el niño, de qué forma razona, cómo son sus pensamientos,
su forma de ser, todo esto se ve reflejado en el habla, en cómo se expresa. En la
explosión del lenguaje, alrededor de los 18 a 22 meses, el niño puede llegar a
aprender hasta una nueva palabra cada 90 minutos, para así al llegar a los dos
años ya poder decir unas 200 palabras, pero puede llegar a entender 1000
palabras.

Por último, es importante decir que los primeros tres años de vida, cuando el
cerebro está creciendo y madurando, se considera el período más fuerte en el
desarrollo de las habilidades del habla y el lenguaje. Estas habilidades se
desarrollan mejor cuando un niño está constantemente expuesto a un mundo lleno
de imágenes, sonidos, palabras e idiomas de otros. Hay etapas importantes en el
desarrollo del habla y el lenguaje de los bebés y niños pequeños. Durante estos
períodos críticos, el cerebro es más capaz de absorber el lenguaje, si se dejan
pasar estas etapas y no se expone al niño al lenguaje, va a ser más difícil
aprenderlo y producirlo.