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UNIVERSIDAD DEL VALLE DE MÉXICO

CAMPUS LOMAS VERDES

PRE-MEDICO

SITUACIÓN DE SALUD GLOBAL

HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD

“HEPATITIS A” EN LA LOCALIDAD DE AZCAPOTZALCO

GAMEZ DELGADILLO GERARDO

EQUIPO 6

GÓMEZ LOA ANGELICA

SÁNCHEZ HERNÁNDEZ XIMENA

PALACIOS CALVARIO BRENDA

GARCÍA PALACIOS RENATA

REYES MONDRAGÓN ARIADNA CITLALI

VEGA MARTÍNEZ MAYTÉ


HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD DE HEPATITIS A
EN LA LOCALIDAD DE AZCAPOZALCO
Periodo prepatogénico Periodo patogénico
Incubación: 30 A 35 días

Cambios anatomo-fisiológicos: Se caracteriza por


manifestaciones clínicas inespecíficas como malestar general,
fatiga, letargia y anorexia. Ocasionalmente también pueden
presentarse nausea, vómito y fiebre. Generalmente esta fase
Agente: El virus de la Hepatitis A es un virus filtrable
persiste de 3 a 7 días.
a través de poros hasta 50 milimicras, se trata de n
virus extraordinariamente resistente a los agentes
Signos y síntomas: En este periodo se presentan las
desinfectantes variaciones fisicoquímicas del
manifestaciones clásicas de la hepatitis: ictericia,
ambiente.
acolia, coluria, puede haber nausea, vómito, persiste el
malestar general y la anorexia.
Huésped: Ser humano, debido a desnutrición, malos
Orina obscura, fatiga, piel amarilla, vómitos, náuseas, fiebre,
hábitos de higiene y alimentos de excretas
heces amarillas o pálidas, diarrea, coloración amarillenta de la
piel y la esclerótica ocular.
Medio ambiente: Los factores ambientales que
influyen en que se contraiga es por contaminación del
Defecto o daño: Causa una necrosis fulminante de desenlace
agua, la sangre, saliva, flujo vaginal,
fatal a corto plazo
espermatozoides de los portadores y otro factor que
influye es consumir alimentos en mal estado.
Complicaciones: Insuficiencia hepática aguda (no muy
frecuente)

Muerte, invalidez o gravedad: Morbilidad de moderada a


grave.

Prevención primaria Prevención secundaria Prevención terciaria


Diagnostico precoz
Promoción de Protección
y tratamiento Limitación del daño Rehabilitación
la Salud especifica
oportuno
El diagnóstico se Física
• Prevención de
• Realizar Tener buena hace con un examen
secuelas • Rehabilitación
campañas de higiene. de sangre para
Seguir el tratamiento • Control médico periódico
educación en • Lavar las detectar anticuerpos
para evitar daños o
escuelas y frutas y contra hepatitis A,
lesiones en elPsicológica
lugares públicos. verduras. En llamados
organismo. Eludir el consumo de alcohol y
• caso de la inmunoglobulinas
(IgM). medicamentos no necesarios.
• Comunicar sobre fruta, comer Sistemas adecuados Social
todas las posibles sin de abastecimiento de • Educación y control de
consecuencias • cáscara Manejo sintomático
agua potable. alimentos.
de las náuseas, el
de la • No beber vómito y la Eliminación apropiada • Prácticas de higiene
enfermedad. agua no deshidratación, si se de las aguas residuales personal.
salubre ha desarrollado. de la comunidad. • Evitar contagiar o adquirir
• Campañas de • Aplicar la otra enfermedad.
vacunación vacuna Utilización de recursos
médicos para evitar
que la enfermedad
pase a estados más
avanzados.

Prácticas de higiene
personal tales como el
lavado regular de las
manos con agua y
jabón.
Marco teórico
La hepatitis A es una inflamación del hígado debida a la infección por el virus de la
hepatitis A (VHA). Este virus se propaga principalmente cuando una persona no
infectada (y no vacunada) ingiere agua o alimentos contaminados por heces de una
persona infectada. La infección está muy asociada al consumo de agua y alimentos
insalubres, el saneamiento deficiente, la mala higiene personal y el sexo bucoanal.
A diferencia de las hepatitis B y C, la hepatitis A no causa hepatopatía crónica y rara
vez es mortal, pero puede ocasionar síntomas debilitantes y hepatitis fulminante
(insuficiencia hepática aguda) que, a menudo, es mortal. La OMS estima que, en
2016, esta enfermedad A provocó en todo el mundo aproximadamente 7134
defunciones, una cifra que representa el
0,5% de la mortalidad por hepatitis víricas.
La hepatitis A se presenta esporádicamente y en epidemias de ámbito mundial y
tiende a
reaparecer periódicamente. Las epidemias asociadas a agua o alimentos
contaminados pueden aparecer de forma explosiva, como ocurrió con la epidemia
registrada en Shanghái en 1988, que afectó a unas 300 000 personas. También se
pueden prolongar considerablemente y persistir durante meses en la población a
través de la transmisión de persona a persona. Los
virus causantes subsisten en el medio y pueden resistir a los métodos habitualmente
utilizados
para inactivar o controlar las bacterias patógenas en la producción de alimentos.

Hipócrates describió la Ictericia probablemente para denominar la enfermedad que


hoy se conoce como hepatitis viral, pero ya en el siglo VIII se le atribuía una causa
infecciosa. En Alemania, en 1883 Lurman detalló una hepatitis transmitida por
sangre y productos sanguíneos. En el año 1942 se decribió la inflamación del hígado
en soldados americanos combatientes de la Segunda Guerra Mundial, vacunados
contra la fiebre amarilla. Mac Callum en 1947 clasificó la hepatitis viral como
hepatitis infecciosa (A) y hepatitis sérica (B). En1965 Barry Blumberg ganó el Premio
Nobel por el descubrimiento del antígeno australiano (HBsAg).

La mayoría de los virus de la hepatitis viral son de tipo ARN excepto el virus de la
hepatitis B que es un virus ADN. Se diferencian por sus características moleculares
y antigénicas, pero generalmente producen enfermedades similares. Estas van
desde una enfermedad asintomática hasta una infección aguda fulminante o desde
una infección persistente subclínica a la hepatopatía crónica rápidamente
progresiva, cirrosis o incluso un hepato-carcinoma. Esto último en específico con
los virus de la hepatitis B, C o D.

Existen unos agentes que pueden producir manifestaciones de una hepatitis viral
como parte de su cuadro clínico sistémico, estos son: Citomegalovirus, virus de
Epstein Barr, adenovirus y los virus causantes de la fiebre hemorrágica. Otras
etiologias como la alcohólica, isquémica, autoinmune, toxicas y de origen infeccioso
diferentes a las virales (bacterianas, parasitarias, micóticas) pueden llegar a
producir un cuadro de hepatitis.
Causas
La hepatitis A es causada por un virus que infecta las células hepáticas y produce
inflamación. La inflamación puede afectar el funcionamiento del hígado y ocasionar
signos y síntomas de hepatitis A. El virus normalmente se propaga mediante la
ingesta de comidas o bebidas contaminadas con materia fecal, incluso en
cantidades muy pequeñas. No se transmite al estornudar ni al toser.
A continuación, te indicamos algunas de las maneras específicas en que puede
propagarse el virus de la hepatitis A: Comer alimentos manipulados por alguien con
el virus que no se lavó bien las manos después de ir al baño, Beber agua
contaminada, Comer mariscos crudos provenientes de aguas residuales
contaminadas.

Diagnóstico
Diagnóstico de sospecha es clínico, apoyado en pruebas de laboratorio (pruebas
de función hepática), pero el diagnóstico de confirmación se realiza mediante
técnicas de diagnóstico indirecto, por mediación de IgM anti-VHA. El diagnóstico
directo por demostración del virus es costoso y difícil, por lo que no suele utilizarse.
La detección de IgG no es útil para el diagnóstico, pero si muy útil
epidemiológicamente, para valorar la prevalencia de la infección y desde el punto
de vista individual se utiliza su determinación para valorar la necesidad de
vacunación, su eficacia y/o la necesidad de uso de inmunoglobulina específica
postexposición.

Reservorio
El reservorio y la fuente de infección son los seres humanos enfermos, no
existiendo portadores crónicos del virus.

Transmisión
La transmisión se puede dar por distintas vías. La forma más frecuente es la fecal-
oral, de persona a persona. En los niños es muy frecuente, ya sea en su ambiente
familiar o en las guarderías. En los adultos es más común por ingesta de agua y
alimentos contaminados. Existe también la transmisión no fecal, como por
transmisión hemática, demostrada en pacientes hemofílicos receptores del factor
VIII. También se ha demostrado experimentalmente la transmisión por lavados
nasofaríngeos, pero no se ha demostrado de forma natural. El riesgo de la
hepatitis A para viajeros no inmunes a los países en desarrollo se estima alto (de
1 a 5 casos/1.000 viajeros, cada mes), siendo los casos en varones algo más
frecuentes. La hepatitis A es la enfermedad prevenible con vacuna más frecuente
en viajeros. Los datos más recientes sobre viajeros sugieren que el riesgo de
contraer el VHA ha disminuido notablemente en los últimos 10 a 15 años, con
estimaciones más recientes, en viajeros suizos, de 0,1 a 1/1.000 por mes, cifra que
aún representa un riesgo significativo de enfermedad. El riesgo puede ser mucho
mayor para los viajeros de bajo presupuesto, los trabajadores humanitarios y los
inmigrantes que visitan amigos y familiares en sus países de origen, por las
previsibles condiciones higiénicas más pobres.
Periodo de incubación
El periodo de incubación oscila de 15 a 50 días, con un promedio de 1 mes. La
transmisibilidad se inicia desde la mitad del periodo de incubación hasta 1 semana
después de aparecer la ictericia.

Susceptibilidad
La susceptibilidad es general para todos los individuos no inmunizados,
especialmente en las edades comprendidas entre 5 y 15 años. Deja inmunidad
permanente tras la infección.

Situación mundial
La hepatitis A es una enfermedad extendida por todo el mundo, pero con
grandes diferencias en su prevalencia. En los países en vías de desarrollo, donde
existen graves deficiencias de higiene y de saneamiento ambiental, la infección es
más prevalente y afecta fundamentalmente a los niños. A medida que mejoran las
condiciones de vida, disminuye la tasa de infección y la edad de infección se
desplaza a edades más avanzadas. En este sentido es importante destacar que en
muchas partes del mundo, la tasa de seroprevalencia de anti-VHA está
disminuyendo. A esta disminución de la tasa de infección contribuyen varios
factores, incluyendo las mejoras socioeconómicas, el aumento del acceso a agua
potable, y, en algunas partes del mundo, la disponibilidad de la vacuna contra la
hepatitis A.

Se calcula que se producen casi un millón y medio de casos anuales de hepatitis


A, sobre todo en países donde la enfermedad es mediana o altamente endémica,
como en África, Asia, América Central y del Sur y algunos países de Europa del
Este. Así, siendo una enfermedad que afecta a todo el mundo, hay grandes
diferencias entre zonas. La mortalidad es baja (0,5% de los casos), calculándose en
2016 unas 7.200 muertes por esta enfermedad a nivel mundial.

Las regiones donde la hepatitis A es altamente endémica incluyen el


subcontinente indio (particularmente Bangladesh, India, Nepal y Pakistán), África
subsahariana y norte de África, partes del Lejano Oriente (excepto Japón), América
del Sur y Central y Oriente Medio. Los casos clínicos de hepatitis A en adultos son
poco frecuentes en países altamente endémicos, ya que aproximadamente el 90
por ciento de los niños se habrán infectado antes de los 10 años. Los niños
pequeños a menudo no muestran síntomas, pero adquieren inmunidad vital
después de la infección.

El mayor brote conocido de la enfermedad fue el ocurrido en Shangai, en 1988,


donde se infectaron más de 300.000 personas tras consumir almejas procedentes
de aguas contaminadas con aguas residuales.

En algunos países de las Américas, Asia y Medio Oriente ha habido una reducción
en la incidencia de hepatitis A. Estos países están ahora en transición de
endemicidad alta a intermedia o baja. Los niños a menudo escapan de la infección
en la primera infancia en estas áreas, lo que puede conducir a una mayor
susceptibilidad en los grupos de mayor edad y pueden ocurrir tasas más altas de
enfermedad en adolescentes y adultos, causando grandes brotes.

La mayoría de los países de altos ingresos, como Australia, Japón y Nueva


Zelanda, y los de América del Norte y Europa del Norte tienen baja endemicidad
de hepatitis A. La mayoría de la población en estos países no tendrá inmunidad
contra la hepatitis A y, por lo tanto, es susceptible a la infección. La enfermedad
puede ocurrir con más frecuencia entre adolescentes y adultos en grupos de alto
riesgo, como personas que se inyectan drogas, hombres que tienen relaciones
sexuales con hombres y personas que viajan a áreas de alta endemicidad.
BIBLIOGRAFÍA
AMSE. (s.f.). Hepatitis A: Epidemiología y situación mundial. Recuperado de
https://www.amse.es/informacion-epidemiologica/106-hepatitis-a-
epidemiologia-y-situacion-mundial

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