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La motivación, en el ámbito laboral, es el conjunto de factores que impulsan,

mantienen y dirigen la conducta hacia un objetivo. Es esencial en la administración


de personal para crear una cultura organizacional sólida. Se relaciona con la
satisfacción de necesidades y la búsqueda de metas, influenciadas por impulsos
internos y externos. Según Chiavenato, el comportamiento humano es causado,
motivado y orientado hacia objetivos.

El ciclo motivacional consta de etapas como la homeostasis, el estímulo, la


necesidad, la tensión, el comportamiento y la satisfacción. La falta de satisfacción
puede llevar a desorganización, agresividad, reacciones emocionales y apatía.

El aprendizaje de la motivación ocurre a través de estímulos, respuestas,


enseñanza social, recompensas y castigos, lo que forma parte del repertorio
conductual de una persona.

En el contexto empresarial, la motivación es crucial para el desarrollo personal de


los trabajadores y la productividad. Se relaciona con aspectos como capacitación,
remuneración, condiciones de trabajo, clima organizacional, relaciones humanas y
liderazgo.

En conclusión, el estudio de la motivación en el trabajo busca comprender qué


impulsa a las personas a actuar, investigando sus necesidades, deseos y
actividades laborales. Es fundamental para entender los comportamientos
individuales y colectivos en el ámbito laboral.

Abraham Maslow desarrolló la Jerarquía de las Necesidades, una teoría que


ordena las necesidades humanas desde las más básicas hasta las más elevadas.
Estas necesidades van desde las fisiológicas y de seguridad, hasta las de amor y
pertenencia, las de estima y finalmente las de autorrealización.

Maslow sugiere que las necesidades inferiores deben ser satisfechas antes de que
las superiores puedan ser alcanzadas. Por ejemplo, una persona hambrienta se
enfocará en obtener comida antes que en buscar reconocimiento social.

Las necesidades fisiológicas incluyen alimentación, agua y refugio, mientras que


las de seguridad se relacionan con la estabilidad y el orden. Las de amor y
pertenencia tienen que ver con las relaciones sociales, y las de estima abarcan el
respeto propio y el reconocimiento externo. Por último, las de autorrealización
reflejan el deseo de crecimiento personal y desarrollo máximo.
Sin embargo, la teoría de Maslow tiene limitaciones, como su aplicabilidad
principalmente a la sociedad occidental del siglo XX y la falta de evidencia sólida
para algunas de sus proposiciones. Además, no puede generalizarse a todas las
culturas y contextos, y no explica de manera clara ciertos comportamientos
complejos. A pesar de estas limitaciones, la Jerarquía de las Necesidades de
Maslow sigue siendo ampliamente reconocida y utilizada debido a su atractivo
intuitivo.

Las teorías motivacionales se pueden clasificar en varias corrientes, cada una


abordando diferentes aspectos de la motivación:

1. Teorías homeostáticas: Explican la motivación como la respuesta a


desequilibrios fisiológicos o mentales que afectan al organismo. Autores como
Hull, Freud y Lewin son representativos de esta corriente.

2. Teoría de la motivación por emociones: Considera que las emociones preparan


al individuo para defenderse y restablecer el equilibrio del organismo. Las
emociones desagradables se intentan reducir de manera similar a la reducción de
impulsos.

3. Teoría psicoanalítica de la motivación: Basada en motivos inconscientes,


especialmente en el sexo y la agresión. Freud propuso un modelo hedonista de
tensión-reducción, donde la satisfacción de las necesidades corporales innatas
busca el placer y la reducción de la tensión.

4. Teorías del incentivo: Explican la motivación como respuesta a incentivos


externos, como el dinero, el reconocimiento social o la alabanza. Los incentivos
refuerzan la conducta motivada y pueden ser la base de comportamientos
perjudiciales, como el consumo de tabaco o drogas.

Estas teorías proporcionan diferentes enfoques para comprender la motivación


humana, desde la búsqueda de equilibrio interno hasta la influencia de factores
externos en el comportamiento motivado.

En el estudio de la motivación en el trabajo, se presentan diversas teorías y


conceptos que permiten comprender cómo las personas se comportan en su
entorno laboral. La motivación se ha definido de varias maneras, desde un estado
interno que impulsa la conducta hasta un proceso que guía el esfuerzo hacia
metas específicas.

La motivación puede dividirse en varias categorías, como motivación extrínseca e


intrínseca, positiva y negativa. La motivación extrínseca proviene de recompensas
externas, como el dinero o el reconocimiento social, mientras que la intrínseca
surge de la satisfacción personal derivada de la actividad misma. La motivación
positiva busca obtener recompensas, mientras que la negativa se enfoca en evitar
consecuencias negativas.

La complejidad de la motivación radica en la interacción de diversos factores,


como la percepción del individuo sobre su entorno laboral y sus propias
necesidades, así como las influencias culturales y sociales. La motivación se
entiende mejor como un proceso continuo que comienza con la conciencia de una
necesidad y culmina con su satisfacción.

La relación entre motivación, satisfacción y desempeño en el trabajo es compleja.


Aunque la motivación puede impulsar el desempeño, no garantiza
automáticamente una alta productividad. Además, la satisfacción no siempre está
directamente relacionada con el desempeño, y puede influir tanto en las
expectativas futuras como en la motivación para el trabajo.

En resumen, comprender la motivación en el trabajo implica considerar una serie


de factores internos y externos que influyen en el comportamiento de los
individuos en su entorno laboral, y cómo estos se relacionan con la satisfacción y
el desempeño laboral.

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