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Nicolás
Bertolotto, A.; Bonamy, M.; López, N. (2021). La Cultura Física en la revista El Monitor de la
Educación Común. XXI Jornadas Argentinas de Historia de la Educación Argentina y
Latinoamericana, 20-23 de octubre de 2021, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
Soberanía y educación. Miradas desde la historia y la política. A 100 años del nacimiento de
Paulo Freire. En Memoria Académica. Disponible en:
https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.15594/ev.15594.pdf
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En la publicación de planes y programas (modificados a partir de la Ley de Educación Común nº 1420)
se establece para estos fines para 1° y 2° lectura y escritura en idioma nacional, 3° geografía nacional e
historia de la república y 4° y 5° instrucción cívica, canto, música, ejercicios militares.
la gente joven en lecciones de educación física. A partir de esto sostiene el vínculo entre
la educación física y la cultura física como informantes mutuos, constituyéndose
mutuamente. Cabe mencionar que en varios artículos de la época encontramos que
algunos autores tratan a la Educación Física y la Cultura Física como sinónimos.
Al recorrer los 15 años seleccionados para este trabajo encontramos un total de 202
números para analizar, en ellos hemos podido seleccionar un total de 415 trabajos que
aportan a la temática Educación Física y Cultura Física. A partir de estos primeros datos
encontramos que en la revista se pueden identificar una serie de categorías que
contribuyen a la educación de los cuerpos dentro y fuera de la escuela. Las categorías
que identificamos son: Ejercicios Físicos, Gimnasia, Colonias de Vacaciones para los
niños débiles, Educación Física como asignatura escolar, Plazas de Ejercicio Físico,
Higiene escolar, Deportes, Educación patriótica y Escuelas recreo.
Dada la multiplicidad de trabajos encontrados decidimos tomar para esta presentación
aquellos que aborden los tópicos de la Cultura física, los ejercicios físicos y la higiene
física.
Entre los primeros artículos encontrados y analizados en el período encontramos uno
titulado Orientación científica de la Cultura Física escrito por quien fuera considerado el
padre de la Educación Física Argentina el Dr. Enrique Romero Brest, quien identifica lo
que podría ser un problema en la concepción de la cultura física como un complemento
de la educación cuando en realidad el trabajo físico tiene la misma importancia que el
intelectual, siendo una cuestión de funcionamiento vital amplio: el funcionamiento
psico-motriz y el entrenamiento del esfuerzo (Monitor de la Educación Común, 1909, p.
300), así los juegos infantiles (en niños), los ejercicios gimnásticos o sportivos (en
jóvenes y adultos) significan pues así un verdadero proceso de organización cerebral.
Estos movimientos así aprendidos, constituyen la parte con que la educación física
escolar contribuye al perfeccionamiento orgánico y funcional del individuo afecta
especialmente al desarrollo del cerebro.
Continuando en esta línea en 1914 una nota correspondiente al mes de diciembre,
resulta interesante para destacar un discurso realizado por Pizzurno P., a raíz de la
inauguración de un nuevo local y colación de grados del Instituto Nacional Superior de
Educación Física. Como dato de color, se referían a sus estudiantes como discípulos,
con el significado que tiene esta palabra, donde existe la presencia de un maestro que
transmite su saber o lo deposita en sus discípulos. Pero en la nota se menciona que la
vieja gimnástica con o sin aparatos, y los ejercicios militares, efectuados en lugares
cerrados, dirigidos sin criterio alguno por personas que no tenían preparación, y que
eran dictadas por oficiales extranjeros retirados o gimnastas con tendencias acrobáticas,
iban a ser reemplazada por el ejercicio físico racional (término que despierta curiosidad
a que llaman ejercicio físico racional) y los juegos al aire libre científicamente
organizados. El primer artículo del Reglamento que redactó, en ese momento el
estudiante de medicina, Enrique Romero Brest: “Teniendo en cuenta que la escuela
debe procurar el desarrollo físico del individuo en relación con su desarrollo mental, se
hace obligatoria la educación física en todos los Colegios Nacionales. Y, puesto que
toda educación que de la escuela debe tener un carácter general, 1a física con igual
motivo, debe propender al desarrollo general y armónico del organismo, tratando de
despertar en el niño la conciencia de sus fuerzas, desarrollarlas y acrecentarlas, dándole
medios de lucha por 1a vida, avezándole para las fatigas, corrigiendo las deformaciones,
desarrollando el valor personal, la independencia y confianza en sí mismo, etc.,” Resulta
interesante mencionar que para poder llevar adelante los programas planteados para
dicho instituto, había que “realizar propaganda social”, y para ello utilizaban a las
mujeres para atraer hombres a los torneos al aire libre de Fútbol y Tenis, las mujeres
esperaban a con una taza de té post torneo. Los ejercicios físicos dentro de las escuelas
primarias, Colegios Nacionales y Escuelas Normales configuraban un aspecto central de
dicha enseñanza, ya que eran considerados prácticas saludables que contribuían al
desarrollo y progreso de una raza fuerte y saludable, desarrollando consecuentemente al
“buen animal” (El Monitor de la Educación Común, 1924, p.103). Esta idea de
desarrollo y progreso saludable de la raza y/o del hombre iban en consonancia con la
Ley de Educación Común. En el primer artículo de dicha Ley expresa que la escuela
primaria debía favorecer y dirigir simultáneamente el desarrollo moral, intelectual y
físico de todo niño de 6 a 14 años de edad. Pero a su vez, constituían un clima de época,
donde las preocupaciones en torno al porvenir de la raza, el stock biólogo de la nación y
la prevención y lucha contra las enfermedades respiratorias como la tuberculosis,
tomaron centralidad en las políticas estatales y en los medios de comunicación como la
radio y la prensa escrita. De esta manera, los discursos higienistas y eugenésicos de la
época toman protagonismo y se vuelven científicamente necesarios, procurando
controlar y normalizar las normalidades somáticas y usos del cuerpo, la utilización del
tiempo y del espacio libre y productivo, las estéticas y sensibilidades corporales, las
relaciones entre las personas y otros aspectos más de la vida pública y privada de la
población (Nari 2004; Armus 2007; Miranda 2012). Estos discursos normalizadores y
“saludables” constituyen un escenario escolar en particular, donde la higiene escolar
toma centralidad a la hora de organizar los espacios, los tiempos, los materiales, las
excursiones educativas, la higiene física, las asignaturas escolares y a los principales
actores dentro de la escuela tales como los alumnos y las alumnas y los maestros y las
maestras. En este sentido y teniendo en cuenta la fragmentación y la falta de poder y
legitimidad de la disciplina dentro de la escuela, a lo largo de las publicaciones
encontradas durante el periodo signado puede verse, en mayor o menor medida,
preocupaciones en torno a legitimar y garantizarlos dentro del sistema educativo. En
este sentido, se vuelven recurrentes las preocupaciones en torno a la preparación
científica y racional de los maestros y las maestras, directivos e inspectores, la correcta
dosificación de los ejercicios y el problema de la fatiga, la disponibilidad del tiempo y
la falta de espacios físicos adecuados y disponibles para realizar dicha práctica.
Debido a esto, solo había un órgano: el cuerpo y solo había una función: la vida.
Conclusiones preliminares
Decidimos confeccionar una serie de conclusiones preliminares en función del corto
desarrollo teórico. Como primera conclusión preliminar es que a lo largo del extenso
periodo seleccionado para dicho análisis se puede inferir que la revista El Monitor de la
Educación Común cumplió un rol fundamental en la producción y difusión del material
ideológico del Estado en cuanto a la formación docente y a la función del sistema
educativo argentino. Supo producir y legitimar un cuerpo educado y dócil, basado en
preceptos higiénicos, cívicos, morales, médicos, científicos y pedagógicos. Este cuerpo
educado y dócil no se limitaba a la figura de los alumnos y las alumnas, sino que
también configuraba el cuerpo de los maestros y las maestras. En este sentido y como
segunda conclusión preliminar, podemos decir que a partir de la concepción de que la
escuela primaria tenía el objetivo de dirigir y garantizar una educación moral,
intelectual y física, para generar un desarrollo armónico en los cuerpos (organismos) de
la población, la Cultura Física en general y los ejercicios físicos y la higiene física en
particular, se vuelve científicamente necesarios y protagónicos, en tanto política pública
educativas y sanitaria, para el desarrollo de una ciudadanía fuerte y sana, que perseguía
el desarrollo de la raza. De esta manera, los ejercicios físicos y la higiene física
configuraron determinados cuerpos educados y dóciles con diferencias sexo-genéricas.
Como tercera conclusión preliminar está la legitimidad y configuración de una matriz
disciplinar en particular. A raíz de la importancia adquirida a lo largo de los años de la
Cultura Física, las preocupaciones por legitimar y configurar una matriz disciplinar de
la Educación Física escolar persisten y de alguna manera aumentan. De esta manera, las
preocupaciones por la formación profesional científica y razonada, la unanimidad en el
método a utilizar para la correcta dosificación y elección de los ejercicios físicos, la
disponibilidad e higiene de los espacios físicos a utilizar, los tiempos disponibles para la
asignatura y las consecuencias físicas, morales e intelectuales de estos para el progreso
nacional, son recurrentes. Para finalizar, la cuarta conclusión preliminar es el
protagonismo del discursos bio-médico en la revista en particular y en la esfera política
y pública en general, el cual toma centralidad a la hora de confeccionar ciertas lógicas
discursivas en torno al cuerpo, la salubridad, la higiene física, escolar y social.
Constituyendo un escenario y una estética escolar en particular, que configura
determinadas subjetividades y sensibilidades sexo-genrizadas que se materializan en los
cuerpos.
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